PUEDEN HACER UN MUNDO MEJOR...

 

INTRODUCCIÓN

El Santo Padre Juan Pablo II vino por segunda vez a México en mayo de 1990 y nos dejó en sus Homilías una extraordinaria "evangelización" que debemos saber estudiar, además de cantar, bailar y gritar como él nos dijo.

La conferencia del Episcopado Mexicano publicó en un solo libro todas estas homilías y no tendríamos palabras con las que recomendar a cada familia el adquirirlo y estudiar todas sus enseñanzas.

Creemos que dadas las difíciles circunstancias en las que se encuentra la juventud actualmente, es muy conveniente puedan los jóvenes adquirir la Homilía que les dirigió en San Juan de los Lagos en la que les hizo este dramático llamado:

"¿Cómo es posible que muchos jóvenes, compañeros y amigos nuestros estén cansados y aburridos de la vida antes de empezar a vivirla? ¿Cómo entender que estén ya de vuelta sin haber llegado todavía a ninguna parte?".

No creemos que en la historia contemporánea, en un mundo tan lleno de conflictos y dificultades, haya un "líder" capaz de compararse con el Jefe de la Iglesia Católica que continúa el mandato de Cristo de hace ya casi dos mil años.

"Id pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo y enseñándolas a guardar todo lo que Yo os he mandado"

 

SAN JUAN DE LOS LAGOS.
Homilía Santa Misa con los Jóvenes

Sumario

I Alegría del Papa al encontrarse con los jóvenes de México.
El Papa viene como amigo.
Invitación a la Esperanza.
La juventud nuevos horizontes para la Iglesia y la sociedad.

II El universo canta la gloria del Creador.
El hombre predilecto de la creación.
La tentación de poner los valores humanos al servicio del mal.

III En Cristo el joven encuentra la fuerza para hacer el bien y perseverar en el.
Un cielo nuevo y una tierra nueva.
La tentación de la indiferencia y la desesperación.

IV En este tiempo pascual meditamos en el episodio de Emaús.
Sensación de fracaso y desilusión de muchos jóvenes.
Jesús resucitado enciende el amor en los corazones.
Los jóvenes, peregrinos de esperanza.

V Perseverantes en la oración como María en el Cenáculo.
Maternidad espiritual de la Virgen.
Problemas que aquejan a la sociedad de hoy.

VI Los jóvenes protagonistas de la nueva evangelización.
Necesidad de dar testimonio de la fe con la propia vida.
El Espíritu Consolador.
La Eucaristía.
Cristo desde la cruz nos entrega a María como Madre nuestra.

VII María es nuestro refugio en la dificultad.
Ella nos pide entrega total a Cristo, incluso la vida consagrada.

Saludo Final.

 

Aguascalientes

La esperanza es que llegue definitivamente a su ocaso el prejuicio de que la Iglesia es un factor de freno cultural y científico. Los hechos vienen a desmentir tales acusaciones. Basta recordar la secular labor educativa de las instituciones religiosas y eclesiásticas desde la primera evangelización a nuestros días.

 

SAN JUAN DE LOS LAGOS.
Homilía. Santa Misa con los jóvenes.

A todos ustedes mis queridos hijos aquí presentes, especialmente a ustedes, jóvenes venidos de todo México, quiero expresarles el profundo gozo de poder estar hoy en su compañía, al pie de esta venerada imagen de la Virgen María, cerca de su Basilíca, a donde, con los pies cansados por el fervoroso camino, llegan los peregrinos de todos los puntos cardinales del país.

Aquí como en las bodas de Caná, la misión maternal de María, sigue siendo orientarnos hacia su Hijo: "Hagan lo que El les diga".

Queridos Jóvenes:

I -Ha llegado para mí uno de los momentos más esperados de mi viaje a México: el encuentro con vosotros los jóvenes.

He sabido la ilusión que habéis volcado en la preparación de esta Eucaristía y de cómo os habéis ido preparando en vuestros grupos, parroquias y diócesis mediante la reflexión y la puesta en práctica de los que habéis llamado "acciones proféticas".

Me ha llenado de gozo ver, en las respuestas que habéis dado a algunas encuestras preparatorias, vuestros deseos, sobre todo de que el Papa venga como amigo. Sí queridos jóvenes muchachos y muchachas de México, me siento vuestro amigo, porque Cristo es vuestro amigo. Me siento vuestro amigo… me siento vuestro amigo, un poco más viejo.

En nombre de Cristo quiero, pues sembrar entusiasmo y esperanza en vuestros corazones. Deseo ofreceros aliento y apoyo para la llamada exigente y comprometida que Cristo dirige a cada uno de vosotros. Pido a Dios que fortalezca vuestra fe y os haga experimentar más y más la ternura y protección de vuestra Madre la Santísima Virgen.

El Papa se siente cercano a vosotros y os tiene muy dentro del corazón porque percibe vuestro afecto y cariño, pero sobre todo porque con vuestras ganas de vivir y luchar abrís horizontes luminosos para la Iglesia de Cristo y para la sociedad actual. Lleváis en vuestras manos, como frágil tesoro, la esperanza del futuro. El Señor tiene su confianza en la savia nueva que late en cada joven, como promesa floreciente de vida. Por eso también deposita en vosotros una exigente responsabilidad en cuanto a artífices de una nueva civilización, la civilización de la solidaridad y del amor entre los hombres.

 

II- El Salmo que hemos cantado en esta celebración eucarística, cantado muy bien con voces sonoras y juveniles nos ayuda a descubrir el verdadero valor de lo que somos a los ojos de Dios. Su autor, meditando en la quietud de la noche y como interpretando nuestro propio sentir se queda anonadado por la profundidad del silencio y la belleza del cielo estrellado. En su interior nace esta reflexión: ¿Semejante espectáculo no es mas que la huella de la hermosura y bondad del Creador! Admira la Gloria, la Belleza y la Omnipotencia de Dios, pero en vez de sentirse avergonzado por la insignificancia y pequeñéz de ser creatura, exclama: "¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él" (Sal 8,5). El salmista comienza a saborear la ternura gratuita de Dios porque ha comprendido que el objeto de su predilección no es el firmamanto sin el hombre en su pequeñez. Cada uno de vosotros, jóvenes amigos sois los predilectos de la creación de Dios. Por ello habéis sido capacitados por Dios para inundar la tierra de su gloria, de su amor, justicia vida y verdad". ¿Qué es el ser humano para que le dieses poder? (Sal 8,5). Dios se ha complacido en revestirnos y coronarnos de su misma dignidad y gloria. Pero su gloria, que es también la gloria del Hijo, "Padre ha llegado la hora glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti (Jn 7,1) está en que déis la vida hasta el extremo en que sepáis compartir los dones que ha sembrado en vosotros para hacer presente su Reino en medio del mundo.

Jóvenes de México, no destruyáis vuestras cualidades y valores poniéndolos al servicio de los poderes del mal que existen en el mundo. ¿Os dejaréis engañar por estos poderes que pretenden convertiros en títeres e instrumentos fácilmente manipulables al servicio de una cultura insolidaria y sin horizontes? ¿Caeis en la tentación de alinear el precioso don de vuestra vida con el poder de la droga destructora y asesina, la fuerza cegadora del hedonismo o la prepotencia irracional de la violencia?

 

III- El Papa sabe que la fuerza de Cristo Resucitado, el empuje y lozanía de su Espíritu vivificador no van a desvanecerse en los corazones de los jóvenes mexicanos, protagonistas del tercer milenio ya pronto a amanecer. Con Cristo sois fuertes. Por eso podéis decir siempre como San Pablo: "Todo lo puedo en Aquel que me conforta" (Flp 4,13). Si poneís los cimientos de vuestra fe en la Roca que es Cristo, ninguna tentación de este mndo podrá apartaros del camino que nos muestra el Señor. El es nuestra piedra angular (cfr. 2 Pe 2, 4-9). En El se fundamenta para todos ese nuevo estilo de vida que nos lleva a la plenitud y nos hace crecer en la entrega y amor a los hombres para la construcción de un cielo nuevo y de una tierra nueva (cfr. 3 Pe 3,13)

Pero vosotros, jóvenes de méxico, sabéis muy bien que muchos contemporaneos vuestros viven en este mundo como heridos por la desesperanza. El aguijón de la desilución se ha clavado en ellos. Creen que ya nada ni nadie podrá cambiar el rostro dolorido y sufriente del mundo en que vivimos. Piensan que la marcha de los acontecimientos de la historia es como un barco cuyo único timón está en manos del poder del dinero y en los intereses políticos de unos pocos. Sus vidas se sumergen y se dejan arrastrar por lo que hoy se denomina la crisis de las utopías. La sombra del tedio, del vacío y del desencanto han dejado huellas en jóvenes vidas que deberían ser ilusión y promesa del futuro. Y os preguntáis: ¿Cómo es posible que muchos jóvenes compañeros y amigos nuestros estén cansados y aburridos de la vida antes de empezar a vivirla? ¿Cómo entender que estén ya de vuelta sin haber llegado todavía a ninguna parte?

El mundo de hoy necesita no sólo de juventud como realidad sociológica, sino de la juventud del Espíritu de cristo que habita en vosotros. Se necesita escuchar la voz límpida de los jóvenes que han experimentado cómo el fuego del amor de Cristo ardía en sus corazones. ¿Jóvenes ayudad a vuestros amigos a salir de la cárcel de la indiferencia y la desesperanza¡ ¡Cristo os llama a resucitar en otros jóvenes la ilusión por la vida!.

 

IV- En el tiempo pascual, en que resplandece el fulgor de Cristo resucitado, la Iglesia presenta a nuestra meditación el episodio de Emáus. La noche y la tiniebla de la muerte habían ocultado la figura del Maestro a los ojos de los discípulos , que comenzaron a dispersarse con angustiosa sensación de miedo y fracaso. El Resucitado no se había manifestado aún a los suyos, cuando seguimos la pista de dos de ellos, porqué no jóvenes, que caminan hacia Emáus. El camino hacia Emáus es el camino del desencanto de la desilución del vacío.

Hoy son incontables los que van por el camino de Emáus. Emáus es hoy la evasión, el olvido el hedonismo, la discoteca, la droga, la indiferencia, el pesimismo, los paraísos artificiales en que tantos se refugian.

"Nosotros esperábamos…" (Lc 24, 21) que se lograría un mundo más justo, que la democracia de hecho se convertiría en bastión de derechos humanos; que el desarrollo económico no se haría a costa de los más pequeños y débiles que el progreso técnico y científico nos haría más felices. Esperábamos tantas cosas, pero todo sigue igual. Por esto es preferible encerrarse en el propio mundo, desentenderse de los demás y que cada uno se los arregle como pueda.

Pero Jesucristo Resucitado se hace encontradizo con los jóvenes para pronunicar en el interior de ellos palabras que vuelvan a despertar la ilusión y el entusismo que paraliza el miedo. Según hablaba el Maestro, la mente de los discípulos de Emáus iba encendiendo de esperanza y un fuego irresistible revolucionaba sus corazones.

Jóvenes, no perdáis la esperanza, sois peregrinos de esperanza, como reza el lema de este encuentro. Pues esta esperanza se fundamenta en la victoria de Jesucristo sobre el pecado y la muerte. Dejad que vuestro corazón se embriague de la Vida que os ofrece Jesús, en El está vuestra auténtica juventud. El nos enseña a renacer a una vida nueva: "El que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios" (Jn 3,5) le dice a Nicodemo. Cristo es el Señor de la Vida y ha venido "para que tengamos vida en abundancia" (cfr. Jn 10, 10)

 

V- Modelo de confianza y docilidad a la promesa de vida del Resucitado es para nosotros la comunidad de los Apóstoles reunida en el cenáculo con María, la Madre de Jesús. "Todos ellos perseveraban en la oración con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de maría, la Madre de Jesús y de sus hermanos" (Hch 1,14) hemos escuchado en la primera lectura de nuestra celebración eucarística.

María estaba presente en aquellos momentos cruciales de la historia de la salvación y se preparaba para un nuevo y definitivo nacimiento: la venida del Espíritu Santo. El día de Pentecostés nace la Iglesia. Cuerpo de Cristo, y en ella nosotros, sus miembros, tenemos como Madre a María.

El significado profundo de esta maternidad espiritual de la Virgen hace que Ella esté también presente en nuestra vida cuando queremos llevar la luz de Cristo a las realidades que nos rodean , a los hermanos y hermanas que esperan nuestra ayuda. Si abris bien los ojos y miráis a vuestro alrededor veréis mucha tiniebla, mucho dolor y sufrimiento entre vuestros hermanos mexicanos. Sé que el resultado de vuestros análisis, como preparación a este encuentro, os ha hecho descubrir que en vuestro pueblo existen innumerables problemas: el hambre y la desnutrición, el analfabetismo, el desempleo, la desintegración familiar, la injusticia social, la corrupción política y económica, salarios insuficientes, concentración de la riqueza en manos de pocos, inflación y crisis económica, el poder del narcotráfico que atenta gravemente a la salud y la vida de la personas, el desamparo de los emigrantes ilegales e indocumentados a los que tristemente se les llama "espaldas mojadas" ataques continuos a los valores sagrados de la vida, la familia y la libertad. Ante este panorama de dolor y sufrimiento ¿podéis vosotros permanecer indiferentes, jóvenes mexicanos?

El Papa está muy contento porque ve , porque siente que esta homilía no la habla él, esta homilía la hablan los jóvenes amigos.

 

VI- En esta hora decisiva de la historia, vosotros, queridos amigos y amigas estáis llamados a ser protagonistas de la nueva evangelización para construir en Cristo una sociedad justa, libre y reconciliada.
Los hombres de hoy están cansados de palabras y discursos vaciós de contenido que no se cumplen. El mundo se resiste a creen en las palabras que no van acompañadas de un testimonio de vida. Seréis verdaderos testigos cuando vuestra vida se transforme en interrogante para los que os contemplen. ¿por qué actúa así este joven? ¿por qué se le ve tan feliz?¿porqué procede con tanta seguridad y libertad? Si vivís así obligaréis a los demás a confesar que Cristo está vivo y presente. Seréis testimonio prueba de que aceptar a Cristo como camino, verdad y vida (crf. Jn 14, 6) llena las más altas aspiraciones del corazón.

Queridos jóvenes: Sentíos enviados a la urgente tarea de anunciar el evangelio a cuantos os rodean. Cristo conoce vuestra fragilidad y limitaciones , pero al mismo tiempo os dice: Animo no temáis, "Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28,20)
Y aún más, queridos jóvenes: Cristo en el momento más sagrado y solemne de su vida nos hizo el más precioso regalo. Era su última voluntad, su tesoro más querido: María, su Madre. Estas fueron sus palabras, que acabamos de escuchar hace unos momentos. Es el "testamento de la cruz" : "Jesús viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien tanto amaba, dice a su madre: "Mujer ahí tienes a tu hijo" Luego dice al discípulo: "Ahí tienes a tu madre" (Jn 19, 26-27)

Con este encargo Jesús entrega a María por madre a toda la humanidad en la persona de Juan, el jóven discípulo amado. Jesucristo convierte a sí a todos los redimidos en hijos de María. A partir de este momento nadie en el mundo está realmente solo y abandonado en la travesía de la vida. ¡Jóvenes María camina con vosotros! Ella también nos repite junto a su Hijo: "No temáis yo estoy con vosotros hasta el fin de los tiempos". Cristo nos ha hecho el mejor de los regalos: seguir presente entre nosotros por medio de la solicitud y la protección materna de María de Nazareth.

VII- Jóvenes que me escucháis, en los momentos en que os asalte la duda , la dificultad y el desconsuelo, sabed que la Virgen María es para vosotros consolación y paz. María os pide vuestro si. Os pide la entrega radical a Cristo. Os pide que os atreváis a seguirle poniendo vuestras vidas en las manos de Dios para que os convierta en instrumentos de un mundo mejor que éste en que vivimos. María espera de vosotros que respondáis generosamente a la llamada de su Hijo si El os lo pide todo. No tengáis miedo si el Señor os llama a una vocación de consagración especial. Ciertamente, Cristo pide la vida entera, una entrega radical y sin límites.
Imploro a María, vuestra Madre de San Juan de los Lagos, nuestra Madre del Tepeyac, que acompañe y bendiga en vosotros a todos los jóvenes de México. ¡Querido México!

San Juan de los Lagos, un lugar maravilloso, un lugar que parece pobre, hoy un lugar de tantas riquezas. Tantas riquezas son los jóvenes que se reunen cada año en la Jornada Mundial de la Juventud que se celebra el Domingo de Ramos, pero hay momentos excepcionales como había una vez la grande convocación de los jóvenes en Santiago de Compostela hace un año y como se prevé una grande convocación de los jóvenes en Czestochova, Josna Góra el año siguiente.
Los jóvenes tienen en la Iglesia sus lugares de convocación sus lugares y sus espacios espacios para estar junto a la Virgen, con la Virgen junto a Cristo muerto y resucitado.

A todos muchas gracias por esta celebración de hoy en este lugar que se llama maravillosamente San Juan de los Lagos.

¡Adios¡

 

Cuando usted vaya al Templo, primero salude al Santísimo que lo está esperando en el Sagrario, con una genuflexión bien hecha, con la rodilla derecha hasta el suelo si está el Santísimo expuesto con las dos rodillas y después busque al santo de su devoción.
Cada vez que usted cruce frente al sagrario , hay que hacer una genuflexión.
Cuando asista al Santo Sacrificio de la Misa, ponga toda su atención, siga las oraciones del Sacerdote y las actitudes que la liturgia dicta en cada uno de los diferentes pasos; el más importante es el de la ADORACION A LA HORA DE LA ELEVACION.
El Atrio del Templo no es un lugar cualquiera, es un espacio que nos sirve para alejarnos del ruido de la calle y así prepararnos a penetrar en la santidad del Templo.
Hacemos un llamado a las damas para que asistan lo más decorosamente vestidas al Templo, sobre todo en las bodas, evitando pantalones impropios, escotes, etc…
Las madres de los niños pequeños, cuiden de que no se sientan en un jardín corriendo por todo el Templo, ni en el tormento con llantos o gritos.
Los novios observen un comportamiento serio.
No se cruza la pierna,ni se mastica chicle, ni se va a comulgar con las manos en los bolsillos.
Sea generoso con las limosnas.
El máximo cuidado en nuestro comportamiento en el Templo, en la medida de nuestra FE.
"Instrucción religiosa y Eucarística".

MÉXICO: País evangelizado

Forman parte del paisaje mexicano y de nuestra cultura, la Iglesita en el pueblito, los Santuarios a nuestra Señora en diferentes puntos del País, los innumerables templos, verdaderas obras de arte en nuestras ciudades y las hermosas Catedrales en las diferentes Diocesis en que está dividida nuestra Patria.

Las piedras "gritan" que México es un país evangelizado y bautizado en la fé católica, así pues debemos hacer honor a nuestra historia, conociendo bien sus raices hondamente cristianas con 500 años de evangelización.

En su visita a México en mayo de 1990, el Santo Padre Jaun Pablo II nos dejó increible acervo de enseñanzas que debemos estudiar todos los que con tanto entusiasmo lo recibimos, para que su visita dé los frutos que él espera.

Nos dice el Santo Padre que: "evangelizar" significa anunciar la Buena Noticia de que es Dios el único Señor misericordioso con todas sus creaturas, ama al hombre con un amor sin límites y ha querido intervenir personalmente en su historia por medio de su Hijo Jesucristo, muerto y resucitado por nosotros para liberarnos del pecado y de todas sus consecuencias y para hacernos partícipes de su vida divina (Homilía en Veracruz #125).

"Seria un error catequizar sin haber evangelizado previamente, como lo sería igualmente evangelizar no atendiendo luego en modo suficiente el instruir en la fe recibida (Veracruz #136)


La SOCIEDAD E.V.C. está dedicada a esta catequesis desde 1926.


¿Tienes algún comentario?


Recomendar este documento a un amigo

Email de tu amigo: