MISAL MAYO DEL 2008/ www.laverdadcatolica.org
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INTENCIONES
DEL SANTO PADRE PARA MAYO.
General: Misional: |
Santos: José, obrero, y Segismundo de Borgoña rey. Beato Clemente Septyckyj, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 127, 1-2)
Dichoso el que teme al Señor y cumple su voluntad. Él gozará el fruto de su trabajo, tendrá prosperidad y alegría. Aleluya
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, creador del universo, que has querido que el hombre colabore con su trabajo al perfeccionamiento de tu obra y al bien de sus hermanos, por intercesión de san José y a ejemplo suyo, concédenos comprender y realizar la misión que nos has encomendado aquí, a cada uno. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 18,1-8
En aquellos días,
Pablo salió de Atenas y se fue a Corinto. Allí encontró
a un judío, llamado Aquila, natural del Ponto, que acababa de llegar
de Italia con su mujer, Priscila, en acatamiento a las órdenes de Claudio,
que expulsó de Roma a todos los judíos. Pablo se acercó
a ellos, y como eran del mismo oficio, se quedó a vivir y a trabajar
con ellos. Su oficio era fabricar tiendas de campaña. Cada sábado
Pablo discutía en la sinagoga y trataba de convencer a judíos
y griegos.
Cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo se dedicó por completo
a la predicación y afirmó delante de los judíos que Jesús
era el Mesías. Como éstos lo contradecían y lo insultaban,
se rasgó las vestiduras y dijo: "Que la sangre de ustedes caiga
sobre su propia cabeza: yo soy inocente. De ahora en adelante, iré a
hablar a los paganos". .
Salió de allí y entró en la casa de Tito Justo, que adoraba
a Dios, y cuya casa estaba al lado de la sinagoga.
Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor, junto con toda
su familia. Asimismo, al oír a Pablo, muchos de los corintios creyeron
y recibieron el bautismo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Pablo no logra persuadir a los judíos de Corinto para que reconozcan la mesíanidad de Jesús. Sin lamentarse de su fracaso, reorienta sus energías a buscar que los habitantes de origen griego se conviertan.
Del salmo 97 R/. El Señor
nos ha demostrado su amor y su lealtad. Aleluya.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Jn 14, 18) R/. Aleluya, aleluya.
No los dejaré desamparados, dice el Señor; me voy, pero
volveré a ustedes y entonces se alegrará su corazón. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 16, 16-20
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Dentro de poco tiempo ya no me verán;
y dentro de otro poco me volverán a ver". Algunos de sus discípulos
se preguntaban unos a otros: "¿Qué querrá decir con
eso de que: 'Dentro de poco tiempo ya no me verán, y dentro de otro poco
me volverán a ver', y con eso de que: 'Me voy al Padre'?". Y se
decían: "¿Qué significa ese 'un poco'? No entendemos
lo que quiere decir".
Jesús comprendió que querían preguntarle algo y les dijo:
"Están confundidos porque les he dicho: 'Dentro de poco tiempo ya
no me verán y dentro de otro poco me volverán a ver'. Les aseguro
que ustedes llorarán y se entristecerán, mientras el mundo se
alegrará. Ustedes estarán tristes, pero su tristeza se transformará
en alegría". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios de toda bondad, acepta los dones que te presentamos en esta fiesta de san José Obrero, y haz que esta Eucaristía sea para nosotros fuente de vida cristiana y salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de san José: en la conmemoración
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Col 3, 17)
Todo lo que hagan de palabra o de obra, háganlo en el nombre de Jesús, el Señor, dando gracias por su medio a Dios Padre. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el amor que nos has manifestado al hacernos partícipes de esta Eucaristía, sea para nosotros, Señor, el estímulo para cumplir con nuestras obligaciones diarias y la razón profunda de nuestra paz interior. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 36, 30-31)
La boca del justo dice palabras sensatas y su lengua expresa lo recto, porque lleva grabada en el corazón la ley de su Dios. Aleluya
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que en el santo obispo Atanasio otorgaste a la Iglesia un insigne defensor de la divinidad de tu Hijo, concédenos, por su intercesión, crecer cada día más en tu conocimiento y en tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 18, 9-18
En aquellos días,
Pablo tuvo una visión nocturna en Corinto, en la que le dijo el Señor:
"No tengas miedo. Habla y no calles, porque yo estoy contigo y nadie pondrá
la mano sobre ti para perjudicarte. Muchos de esta ciudad pertenecen a mi pueblo".
Por eso Pablo se quedó allí un año y medio, explicándoles
la palabra de Dios.
Pero cuando Galión era procónsul de Acaya, los judíos,
de común acuerdo, se abalanzaron contra Pablo y lo llevaron hasta el
tribunal, donde dijeron: "Este hombre trata de convencer a la gente de
que den a Dios un culto contrario a la ley". Iba Pablo a tomar la palabra
para responder, cuando Galión dijo a los judíos: "Si se tratara
de un crimen o de un delito grave, yo los escucharía, como es razón;
pero si la disputa es acerca de palabras o de nombres o de su ley, arréglense
ustedes". Y los echó del tribunal. Entonces se apoderaron de Sóstenes,
jefe de la sinagoga, y lo golpearon delante del tribunal, sin que Galión
se preocupara en lo más mínimo.
Pablo se quedó en Corinto todavía algún tiempo. Después
se despidió de los hermanos y se embarcó para Siria, con Priscila
y Aquila. En Céncreas se rapó la cabeza para cumplir una promesa
que había hecho. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La predicación misionera prosperó en Corinto, a tal grado que numerosas personas se abrieron al evangelio. Cuando la comunidad vigorizó su fe, Pablo retornó su ruta misionera.
Del salmo 46. R/. Dios es
el rey del universo. Aleluya.
Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos, que el Señor,
el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo. R/.
Fue Él quien nos puso por encima de todas las naciones y los pueblos,
al elegirnos como herencia suya, orgullo de Jacob, su predilecto. R/.
Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta
su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos.
R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Lc 24, 426) R/. Aleluya, aleluya.
Cristo tenía que morir y resucitar de entre los muertos, para entrar
así en su gloria. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 16, 20-23
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Les aseguro que ustedes llorarán
y se entristecerán, mientras el mundo se alegrará. Ustedes estarán
tristes, pero su tristeza se transformará en alegría.
Cuando una mujer va a dar a luz, se angustia, porque le ha llegado la hora;
pero una vez que ha dado a luz, ya no recuerda de su angustia, por la alegría
de haber traído un hombre al mundo. Así también ahora ustedes
están tristes, pero yo los volveré a ver, se alegrará su
corazón y nadie podrá quitarles su alegría. Aquel día
no me preguntarán nada”. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
La partida de Jesús desalentará a los discípulos. Sin embargo, tendrán que aprender a percibir la nueva forma de la presencia de Dios que el Espíritu activará en medio de la comunidad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que el sacrificio que vamos a ofrecerte en la festividad de san Atanasio, nos ayude, Señor, a vivir conforme a la fe que él profesó y a obtener así la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 12, 42)
Éste es el siervo fiel y sensato a quien su señor ha puesto al frente de su familia, para darles la ración de trigo a su tiempo. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que tu Hijo, Jesucristo, en cuya divinidad creemos firmemente con san Atanasio, nos comunique, Señor, tu propia vida por medio de este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La Santa Cruz
Santos: Maura de Egipto, mártir, y Teodosio de Pecersk, abad.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Ga 6, 14)
Que nuestra única gloria sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en quien está nuestra salvación, nuestra vida y resurrección y por quien hemos sido redimidos y liberados. Aleluya.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo muriera en la Cruz para salvar a todos los hombres, concédenos aceptar por su amor la cruz del sufrimiento aquí en la tierra, para poder gozar en el cielo los frutos de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 2, 6-11
Cristo Jesús, siendo
Dios, no consideró que debía aferrarse a las prerrogativas de
su condición divina, sino que, por el contrario, se anonadó a
sí mismo tomando la condición de siervo, y se hizo semejante a
los hombres.
Así, hecho uno de ellos, se humilló a sí mismo y por obediencia
aceptó incluso la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre
que está sobre todo nombre, para que, al nombre de Jesús, todos
doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan
públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Jesús asume la condición humana con todas sus consecuencias; para ello, se encarna en la cultura de su tiempo y acoge el proyecto de humilde servicio que su Padre le encomienda.
Del salmo 77 R/. No olvidemos
las hazañas del Señor. Aleluya.
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza; presten oído a las palabras
de mi boca. Abriré mi boca y les hablaré en parábolas;
anunciaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo. R/.
Cuando Dios los hacía morir, lo buscaban y madrugaban para volverse hacia
Él. Se acordaban de que Dios era su auxilio; el Dios altísimo,
su redentor. R/.
Lo adulaban con su boca, le mentían con su lengua; su corazón
no era sincero con Él ni eran fieles a su alianza. R/.
Pero Él sentía lástima de ellos, les perdonaba su culpa
y no los destruía. Muchas veces dominó su ira y apagó el
furor de su cólera. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, porque con tu santa cruz redimiste
al mundo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 3,13-17
En aquel tiempo, Jesús
dijo a Nicodemo: "Nadie ha subido al cielo sino el Hijo del hombre, que
bajó del cielo y está en el cielo. Así como Moisés
levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado
el Hijo del hombre, para que todo el que crea en Él tenga vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en El no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque
Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo
se salvara por Él". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Jesús es la señal levantada en lo alto. Quienes tenemos el privilegio de haberlo encontrado, estamos persuadidos de que su presencia nos abre el camino a la vida plena.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que este sacrificio que Cristo te ofreció sobre la Cruz para borrar los pecados del mundo, nos purifique ahora de todas nuestras culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque has puesto la salvación del género humano en el árbol
de la Cruz, para que, de donde tuvo origen la muerte, de allí surgiera
la vida; y el que en un árbol venció, fuera en un árbol
vencido, por Cristo, Señor nuestro.
Por Él, los ángeles y los arcángeles y todos los coros
celestiales celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos
asociamos a sus voces cantando humildemente tu alabanza: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12, 32)
Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor nuestro Jesucristo, tú, que nos has redimido por medio de tu Cruz y nos has hecho partícipes de tu Cuerpo y de tu Sangre, concédenos participar también de la gloria de tu resurrección. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
Santos: Felipe y Santiago, apóstoles, y Ceferino Jiménez, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hch 1, 11)
Hombres de Galilea, ¿qué hacen allí parados mirando al cielo? Ese mismo Jesús, que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto marcharse. Aleluya.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Llena, Señor, nuestro corazón de gratitud y de alegría por la gloriosa ascensión de tu Hijo, ya que su triunfo es también nuestra victoria, pues a donde llegó Él, nuestra cabeza, tenemos la esperanza cierta de llegar nosotros, que somos su cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 1, 1-11
En mi primer libro, querido Teófilo, escribí acerca de todo lo que Jesús hizo y enseñó, hasta el día en que ascendió al cielo, después de dar sus instrucciones, por medio del Espíritu Santo, a los apóstoles que había elegido. A ellos se les apareció después de la pasión, les dio numerosas pruebas de que estaba vivo y durante cuarenta días se dejó ver por ellos y les habló del Reino de Dios. Un día, estando con ellos a la mesa, les mandó: ''No se alejen de Jerusalén. Aguarden aquí a que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que ya les he hablado: Juan bautizó con agua; dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo". Los ahí reunidos le preguntaban: "Señor, ¿ahora sí vas a restablecer la soberanía de Israel?". Jesús les contestó: "A ustedes no les toca conocer el tiempo y la hora que el Padre ha determinado con su autoridad; pero cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, los llenará de fortaleza y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los últimos rincones de la tierra". Dicho esto, se fue elevando a la vista de ellos, hasta que una nube lo ocultó a sus ojos. Mientras miraban fijamente al cielo, viéndolo alejarse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: "Galileos, ¿que hacen allí parados, mirando al cielo? Ese mismo Jesús que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto alejarse". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los discípulos siguen añorando el restablecimiento del dominio político de Israel, pero Jesús los reubica y los invita a servirle como testigos de su resurrección en medio de sus hermanos.
Del salmo 46 R/. Entre voces
de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.
Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos; que el Señor,
el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo. R/.
Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta
su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos.
R/.
Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina
Dios sobre todas las naciones desde su trono santo. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 1, 17-23
Hermanos: Pido al Dios de
nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, que les conceda espíritu
de sabiduría y de revelación para conocerlo.
Le pido que les ilumine la mente para que comprendan cuál es la esperanza
que les da su llamamiento, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios
da a los que son suyos y cuál la extraordinaria grandeza de su poder
para con nosotros, los que confiamos en Él, por la eficacia de su fuerza
poderosa.
Con esta fuerza resucitó a Cristo de entre los muertos y lo hizo sentar
a su derecha en el cielo, por encima de todos los ángeles, principados,
potestades, virtudes y dominaciones, y por encima de cualquier persona, no sólo
del mundo actual, sino también del futuro.
Todo lo puso bajo sus pies y a Él mismo lo constituyó cabeza suprema
de la Iglesia, que es su cuerpo, y la plenitud del que lo consuma todo en todo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La fe no es resultado de razonamientos lógicos, sino la acogida amorosa de la sabiduría divina, que nos permite comprender que Dios muestra su poder en la victoria de su Hijo.
ACLAMACIÓN
(Mt 28, 19. 20) R/. Aleluya, aleluya.
Vayan y enseñen a todas las naciones, dice el Señor,
y sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin
del mundo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 28, 16-20
En aquel tiempo, los once
discípulos se fueron a Galilea y subieron al monte en el que Jesús
los había citado. Al ver a Jesús, se postraron, aunque algunos
titubeaban.
Entonces, Jesús se acercó a ellos y les dijo: "Me ha sido
dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y enseñen a
todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo, y enseñándolas a cumplir todo cuanto
yo les he mandado; y sepan que yo estaré con ustedes todos los días,
hasta el fin del mundo". Palabra del Señor. Gloria a
ti, Señor Jesús.
Jesús sube al monte, congrega a los discípulos y los involucra en su misión. Con su testimonio, ellos animarán a muchas personas a vivir como discípulos fieles a la voluntad del Padre.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio que vamos a ofrecerte en acción de gracias por la ascensión de tu Hijo, y concédenos que esta Eucaristía eleve nuestro espíritu a los bienes del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque el Señor Jesús, rey de la gloria, triunfador del pecado
y de la muerte, ante la admiración de los ángeles, ascendió
hoy a lo más alto de los cielos, como mediador entre Dios y los hombres,
juez del mundo y Señor de los espíritus celestiales.
No se fue para alejarse de nuestra pequeñez, sino para que pusiéramos
nuestra esperanza en llegar, como miembros suyos, a donde Él, nuestra
cabeza y principio, nos ha precedido.
Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda
de alegría y también los coros celestiales, los ángeles
y arcángeles cantan sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
Si se usa el Canon
romano, se dice Reunidos en comunión propio.
Si se usa la plegaria eucarística II o III, se dice Acuérdate
o Atiende propio.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, que ya desde este mundo nos haces participar de tu vida divina, aviva en nosotros el deseo de la patria eterna, donde nos aguarda Cristo, Hijo tuyo y hermano nuestro. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-El movimiento cristiano comenzó en las aldeas de Galilea. Una docena de seguidores de Jesús iniciaron una forma de vida marcada por la fidelidad a Dios y la entrega a sus hermanos. Sin más proyecto que servir al reinado de Dios como testigos de Jesús, fueron entregando su vida y su mensaje sin temor. Las comunidades cristianas se fueron multiplicando como espacios de comunión, oración y solidaridad. En nuestros días, los cristianos enfrentamos el desafío de inventar formas de convivencia solidaria y ayuda mutua. Debemos tomar tiempo para encontramos con nuestros hermanos en la fe y responder a las necesidades que les afligen.
Santos: Eulogio de Alejandría, patriarca; Peregrino Laziosi de Forlí, religioso, y Ángel de Sicilia, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hch 1, 8)
Cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, recibirán fuerza para ser mis testigos en Jerusalén y aun en los lugares más remotos del mundo, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Infunde, Señor, en nosotros, la fuerza del Espíritu Santo, para que podamos cumplir fielmente tu voluntad y demos testimonio de ti con nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 19, 1-8
En aquellos días,
mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo atravesó las regiones altas de
Galacia y Frigia y bajó a Éfeso. Encontró allí a
unos discípulos y les preguntó: "¿Han recibido el
Espíritu Santo, cuando abrazaron la fe?". Ellos respondieron: ''Ni
siquiera hemos oído decir que exista el Espíritu Santo".
Pablo replicó: "Entonces, ¿qué bautismo han recibido?".
Ellos respondieron: "El bautismo de Juan".
Pablo les dijo: "Juan bautizó con un bautismo de conversión,
pero advirtiendo al pueblo que debían creer en aquel que vendría
después de él, esto es, en Jesús".
Al oír esto, los discípulos fueron bautizados en el nombre del
Señor Jesús, y cuando Pablo les impuso las manos, descendió
el Espíritu Santo y comenzaron a hablar lenguas desconocidas y a profetizar.
Eran en total unos doce hombres.
Durante los tres meses siguientes, Pablo frecuentó la sinagoga y habló
con toda libertad, disputando acerca del Reino de Dios y tratando de convencerlos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los seguidores de Juan Bautista en Éfeso conocen, a través de Pablo, el anuncio cristiano. Reciben la fe con alegría y se consagran a Dios, de quien reciben el don del Espíritu.
Del salmo 67 R/. Cantemos
a Dios un canto de alabanza. Aleluya.
Cuando el Señor actúa sus enemigos se dispersan y huyen ante su
faz los que lo odian; cual se disipa el humo, se disipan; como la cera se derrite
al fuego, así ante Dios perecen los malvados. R/.
Ante el Señor, su Dios, gocen los justos y salten de alegría.
Entonen alabanzas a su nombre. En honor del Señor toquen la cítara.
R/.
Porque el Señor, desde su templo santo, a huérfanos y viudas da
su auxilio; Él fue quien dio a los desvalidos casa, libertad y riqueza
a los cautivos. R/.
ACLAMACIÓN
(Col 3, 1) R/. Aleluya, aleluya.
Si han resucitado con Cristo, busquen las cosas del cielo, donde está
Cristo, sentado a la derecha de Dios. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 16, 29-33
En aquel tiempo, los discípulos
le dijeron a Jesús: "Ahora sí nos estás hablando claro
y no en parábolas. Ahora sí estamos convencidos de que lo sabes
todo y no necesitas que nadie te pregunte. Por eso creemos que has venido de
Dios".
Les contestó Jesús: "¿De veras creen? Pues miren que
viene la hora; más aún, ya llegó, en que se van a dispersar
cada uno por su lado y me dejarán solo. Sin embargo, no estaré
solo, porque el Padre está conmigo. Les he dicho estas cosas, para que
tengan paz en mí. En el mundo tendrán tribulaciones; pero tengan
valor, porque yo he vencido al mundo". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús experimenta la cercanía de su muerte, además de que olfatea la traición y el abandono de los suyos, pero está cierto de que Dios lo asistirá a toda hora para manifestar en Él su gloria.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este santo sacrificio nos purifique, Señor, y llene nuestras almas con la fuerza divina de tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque el Señor Jesús, rey de la gloria, triunfador del pecado
y de la muerte, ante la admiración de los ángeles, ascendió
hoya lo más alto de los cielos, como mediador entre Dios y los hombres,
juez del mundo y Señor de los espíritus celestiales.
No se fue para alejarse de nuestra pequeñez, sino para que pusiéramos
nuestra esperanza en llegar, como miembros suyos, a donde Él, nuestra
cabeza y principio, nos ha precedido.
Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda
de alegría y también los coros celestiales, los ángeles
y arcángeles cantan sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 14, 18; 16, 22)
No los dejaré huérfanos, dice el Señor; vendré de nuevo a ustedes y se alegrarán sus corazones. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana, para poder vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: San Evodio de Antioquía, mártir, y Benita de Roma, virgen. Beata María Catalina Troiani, fundadora.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 1, 17-18)
Yo soy el primero y el último, dice el Señor, yo soy el que vive; estuve muerto, pero ahora estoy vivo para siempre. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso envíanos el Espíritu Santo para que habite en nosotros y nos transforme en templos de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 20, 17-27
En aquellos días,
hallándose Pablo en Mileto, mandó llamar a los presbíteros
de la comunidad cristiana de Éfeso. Cuando se presentaron, les dijo:
"Bien saben cómo me he comportado entre ustedes, desde el primer
día en que puse el pie en Asia: he servido al Señor con toda humildad,
en medio de penas y tribulaciones, que han venido sobre mí por las asechanzas
de los judíos. También saben que no he escatimado nada que fuera
útil para anunciarles el Evangelio, para enseñarles públicamente
y en las casas, y para exhortar con todo empeño a judíos y griegos
a que se arrepientan delante de Dios y crean en nuestro Señor Jesucristo.
Ahora me dirijo a Jerusalén, encadenado en el espíritu, sin saber
qué sucederá allá. Sólo sé que el Espíritu
Santo en cada ciudad me anuncia que me aguardan cárceles y tribulaciones.
Pero la vida, para mí, no vale nada. Lo que me importa es llegar al fin
de mi carrera y cumplir el encargo que recibí del Señor Jesús:
anunciar el Evangelio de la gracia de Dios.
Por lo pronto sé que ninguno de ustedes, a quienes he predicado el Reino
de Dios, volverá a verme. Por eso declaro hoy que no soy responsable
de la suerte de nadie, porque no les he ocultado nada y les he revelado en su
totalidad el plan de Dios". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Pablo ha comprendido las exigencias del ministerio evangelizador. Los testigos de Jesús arriesgan todo por ser fieles al amor del Padre, manifestado en Cristo.
Del salmo 67 R/. Reyes de
la tierra, canten al Señor. Aleluya.
A tu pueblo extenuado diste fuerzas, nos colmaste, Señor, de tus favores
y habitó tu rebaño en esta tierra, que tu amor preparó
para los pobres. R/.
Bendito sea el Señor, día tras día, que nos lleve en sus
alas y nos salve. Nuestro Dios es un Dios de salvación porque puede libramos
de la muerte. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Jn 14, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo le pediré al Padre, y Él les dará otro Consolador, que
se quedará para siempre con ustedes, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 17, 1-11
En aquel tiempo, Jesús
levantó los ojos al cielo y dijo: “Padre, ha llegado la hora. Glorifica
a tu Hijo, para que tu Hijo también te glorifique, y por el poder que
le diste sobre toda la humanidad, dé la vida eterna a cuantos le has
confiado. La vida eterna consiste en que te conozcan a ti, único Dios
verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado. Yo te he glorificado
sobre la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste. Ahora, Padre,
glorifícame en ti con la gloria que tenía antes de que el mundo
existiera.
He manifestado tu nombre a los hombres que tú tomaste del mundo y me
diste. Eran tuyos y tú me los diste. Ellos han cumplido tu palabra y
ahora conocen que todo lo que me has dado viene de ti, porque yo les he comunicado
las palabras que tú me diste; ellos las han recibido y ahora reconocen
que yo salí de ti y creen que tú me has enviado.
Te pido por ellos; no te pido por el mundo, sino por éstos, que tú
me diste, porque son tuyos. Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío.
Yo he sido glorificado en ellos. Ya no estaré más en el mundo,
pues voy a ti; pero ellos se quedan en el mundo". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús ensancha su corazón, y lo abre de par en par ante su Padre. Pero también nos lleva consigo y nos pone en sus manos. Jesús nos pone en las manos de Dios, para libramos del mal.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, nuestras ofrendas y concédenos que esta Eucaristía nos ayude a conseguir la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque el Señor Jesús, rey de la gloria, triunfador del pecado
y de la muerte, ante la admiración de los ángeles, ascendió
hoya lo más alto de los cielos, como mediador entre Dios y los hombres,
juez del mundo y Señor de los espíritus celestiales.
No se fue para alejarse de nuestra pequeñez, sino para que pusiéramos
nuestra esperanza en llegar, como miembros suyos, a donde Él, nuestra
cabeza y principio, nos ha precedido.
Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda
de alegría y también los coros celestiales, los ángeles
y arcángeles cantan sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 14, 26)
El Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, dice el Señor, los instruirá en todo y les recordará lo que yo les he dicho. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya y en la cual hemos participado, nos una cada vez más con el vínculo de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestra Señora de la Luz
Santos: Santas Rosa Venerini, fundadora, y Flavia o Domitila de Roma, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 46, 2)
Pueblos todos, aplaudan y aclamen a Dios con clamores de júbilo. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios misericordioso, concede a tu Iglesia, congregada por el Espíritu Santo, entregarse plenamente a ti y vivir siempre unida en el amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 20, 28-38
En aquellos días,
Pablo dijo a los presbíteros de la comunidad cristiana de Éfeso:
"Miren por ustedes mismos y por todo el rebaño, del que los constituyó
pastores el Espíritu Santo, para apacentar a la Iglesia que Dios adquirió
con la sangre de su Hijo.
Yo sé que después de mi partida, se introducirán entre
ustedes lobos rapaces, que no tendrán piedad del rebaño, y sé
que, de entre ustedes mismos, surgirán hombres que predicarán
doctrinas perversas y arrastrarán a los fieles detrás de sí.
Por eso estén alerta. Acuérdense que durante tres años,
ni de día ni de noche, he dejado de aconsejar, con lágrimas en
los ojos, a cada uno de ustedes.
Ahora los encomiendo a Dios y a su palabra salvadora, la cual tiene fuerza para
que todos los consagrados a Dios crezcan en el espíritu y alcancen la
herencia prometida. Yo no he codiciado ni el oro ni la plata ni la ropa de nadie.
Bien saben que cuanto he necesitado para mí y para mis compañeros,
lo he ganado con mis manos. Siempre he mostrado que hay que trabajar así,
para ayudar como se debe a los necesitados, recordando las palabras del Señor
Jesús: 'Hay más felicidad en dar que en recibir'”.
Dicho esto, se arrodilló para orar con todos ellos. Todos se pusieron
a llorar y abrazaban y besaban a Pablo, afligidos, sobre todo porque les había
dicho que no lo volverían a ver. Y todos lo acompañaron hasta
el barco. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Pablo se despide de los presbíteros encargados de la iglesia en Efeso con la conciencia tranquila. El los evangelizó de forma adecuada, pero también les anima a vivir como adultos en la fe.
Del salmo 67 R/. Reyes de
la tierra, canten al Señor. Aleluya.
Señor, despliega tu poder, reafirma lo que has hecho por nosotros, desde
Jerusalén, desde tu templo, a donde vienen los reyes con sus dones. R/.
Cántenle al Señor, reyes de la tierra; denle gloria al Señor
que recorre los cielos seculares, y que dice con voz como de trueno: "Glorifiquen
a Dios". R/.
Sobre Israel su majestad se extiende y su poder, sobre las nubes. Bendito sea
nuestro Dios. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr Jn 17, 17) R/. Aleluya, aleluya.
Tu palabra, Señor, es la verdad: santifícanos en la verdad.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 17,11-19
En aquel tiempo, Jesús
levantó los ojos al cielo y dijo: "Padre santo, cuida en tu nombre
a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos,
yo cuidaba en tu nombre a los que me diste; yo velaba por ellos y ninguno de
ellos se perdió, excepto el que tenía que perderse, para que se
cumpliera la Escritura.
Pero ahora voy a ti, y mientras estoy aún en el mundo, digo estas cosas
para que mi gozo llegue a su plenitud en ellos. Yo les he entregado tu palabra
y el mundo los odia, porque no son del mundo, como yo tampoco soy del mundo.
No te pido que los saques del mundo, sino que los libres del mal. Ellos no son
del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en la verdad.
Tu palabra es la verdad. Así como tú me enviaste al mundo, así
los envío yo también al mundo. Yo me santifico a mí mismo
por ellos, para que también ellos sean santificados en la verdad".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús intercede insistentemente por nosotros ante su Padre, con un amor que no es mimoso ni proteccionista. Él nos envía al mundo para afrontar sus desafíos con la fuerza del Espíritu.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio de alabanza que tú mismo nos has mandado celebrar, y dígnate, por esta Eucaristía, santificamos y damos tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque el Señor Jesús, rey de la gloria, triunfador del pecado
y de la muerte, ante la admiración de los ángeles, ascendió
hoya lo más alto de los cielos, como mediador entre Dios y los hombres,
juez del mundo y Señor de los espíritus celestiales.
No se fue para alejarse de nuestra pequeñez, sino para que pusiéramos
nuestra esperanza en llegar, como miembros suyos, a donde Él, nuestra
cabeza y principio, nos ha precedido.
Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda
de alegría y también los coros celestiales, los ángeles
y arcángeles cantan sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 26-27)
Cuando venga el Consolador que yo les enviaré, el Espíritu de verdad que procede del Padre, dará testimonio de mí, dice el Señor, y también ustedes darán testimonio. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que esta comunión aumente en nosotros tu gracia, nos purifique de nuestros pecados y nos disponga mejor a recibir tus dones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Benedicto I, papa, y Pedro de Tarantasia, obispo. Beata María Catalina de San Agustín, religiosa.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hb 4, 16)
Acerquémonos confiadamente a Dios, fuente de bondad, a fin de alcanzar su misericordia y su gracia en el tiempo oportuno. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Señor, que el Espíritu Santo nos conceda abundantemente sus dones, para que podamos conocer tu voluntad y ajustemos a ella nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 22, 30; 23, 6-11
En aquellos días,
el comandante, queriendo saber con exactitud de qué acusaban a Pablo
los judíos, mandó que le quitaran las cadenas, convocó
a los sumos sacerdotes y a todo el sanedrín, y llevando consigo a Pablo,
lo hizo comparecer ante ellos.
Como Pablo sabía que una parte del sanedrín era de saduceos y
otra de fariseos, exclamó: "Hermanos: Yo soy fariseo, hijo de fariseos,
y me quieren juzgar porque espero la resurrección de los muertos".
Apenas dijo esto, se produjo un altercado entre fariseos y saduceos, que ocasionó
la división de la asamblea. (Porque los saduceos niegan la otra vida,
sea de ángeles o de espíritus resucitados; mientras que los fariseos
admiten ambas cosas). Estalló luego una terrible gritería y algunos
escribas del partido de los fariseos se pusieron de pie y declararon enérgicamente:
"Nosotros no encontramos ningún delito en este hombre. ¿Quién
puede decirnos que no le ha hablado un espíritu o un ángel?".
El alboroto llegó a tal grado, que el comandante, temiendo que hicieran
pedazos a Pablo, mandó traer a la guarnición para sacado de allí
y llevárselo al cuartel.
En la noche siguiente se le apareció el Señor a Pablo y le dijo:
"Ten ánimo, Pablo; porque así como en Jerusalén has
dado testimonio de mí, así también tendrás que dado
en Roma". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los oyentes de Pablo reducen el mensaje cristiano a una cuestión discutida. Para el apóstol, la resurrección no es una teoría, sino una experiencia que transformó su existencia.
Del salmo 15 R/. Enséñanos,
Señor, el camino de la vida. Aleluya.
Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho
que tú eres mi Señor. El Señor es la parte que me ha tocado
en herencia; mi vida está en sus manos. R/.
Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye
internamente. Tengo siempre presente al Señor y con Él a mi lado,
jamás tropezaré. R/.
Por eso se me alegran el corazón y el alma, y mi cuerpo vivirá
tranquilo, porque tú no me abandonarás a la muerte ni dejarás
que sufra yo la corrupción. R/.
Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia
y de alegría perpetua junto a ti. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 17,21) R/. Aleluya, aleluya.
Que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti,
somos uno. Así el mundo creerá que tú me has enviado, dice
el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 17, 20-26
En aquel tiempo, Jesús
levantó los ojos al cielo y dijo: "Padre, no sólo te pido
por mis discípulos, sino también por los que van a creer en mí
por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en
mí y yo en ti somos uno, a fin de que sean uno en nosotros y el mundo
crea que tú me has enviado.
Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros
somos uno. Yo en ellos y tú en mí, para que su unidad sea perfecta
y así el mundo conozca que tú me has enviado y que los amas, como
me amas a mí.
Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo
los que me has dado, para que contemplen mi gloria, la que me diste, porque
me has amado desde antes de la creación del mundo.
Padre justo, el mundo no te ha conocido; pero yo sí te conozco y éstos
han conocido que tú me enviaste. Yo les he dado a conocer tu nombre y
se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que me amas esté
en ellos y yo también en ellos”. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Las desavenencias y rivalidades también afligen a la comunidad creyente. Los cristianos confesamos que Dios es único; en congruencia, procuramos vivir en unidad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estos dones que hemos preparado para el sacrificio eucarístico y transforma toda nuestra vida en una continua ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque el Señor Jesús, rey de la gloria, triunfador del pecado
y de la muerte, ante la admiración de los ángeles, ascendió
hoya lo más alto de los cielos, como mediador entre Dios y los hombres,
juez del mundo y Señor de los espíritus celestiales.
No se fue para alejarse de nuestra pequeñez, sino para que pusiéramos
nuestra esperanza en llegar, como miembros suyos, a donde Él, nuestra
cabeza y principio, nos ha precedido.
Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda
de alegría y también los coros celestiales, los ángeles
y arcángeles cantan sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 16, 7)
Yo les aseguro, dice el Señor: Les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, no vendrá a ustedes el Espíritu consolador. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta Eucaristía, Señor, nos haga comprender tus designios y nos comunique tu misma vida divina, para que seamos dignos de recibir los dones de tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Pacomio de la Tebaida, abad, e Isaías, profeta. Beata Teresa de Jesús Gerhardinger, fundadora.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 1, 5-6)
Cristo nos ama y nos ha purificado de nuestros pecados por medio de su Sangre; Él nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes para Dios, su Padre. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por medio del triunfo glorioso de Cristo y de la gracia del Espíritu Santo nos has abierto las puertas del cielo, haz que comprendamos la grandeza de este don para que podamos crecer en la fe y servirte con mayor empeño. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 25, 13-21
En aquellos días,
el rey Agripa y Berenice llegaron a Cesarea para saludar a Festo. Como se detuvieron
algún tiempo allí, Festo expuso al rey el caso de Pablo con estas
palabras:
"Tengo aquí un preso que me dejó Félix, cuya condenación
me pidieron los sumos sacerdotes y los ancianos de los judíos, cuando
estuve en Jerusalén. Yo les respondí que no era costumbre romana
condenar a ningún hombre sin carearlo antes con sus acusadores, para
darle la oportunidad de defenderse de la acusación.
Vinieron conmigo a Cesarea, y sin dar largas al asunto, me senté en el
tribunal al día siguiente y mandé que compareciera ese hombre.
Los acusadores que se presentaron contra él, no le hicieron cargo de
ninguno de los delitos que yo sospechaba. Se trataba sólo de ciertas
discusiones acerca de su religión y de un tal Jesús, ya muerto,
que Pablo asegura que está vivo.
No sabiendo qué determinación tomar, le pregunté a Pablo
si quería ir a Jerusalén para que se le juzgara allá de
esos cargos; pero como él pidió ser juzgado por el César,
ordené que siguiera detenido hasta que yo pudiera enviárselo".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Para el funcionario romano, Jesús no pasa de ser un dato estadístico, un judío más que fue ejecutado en la cruz. Para Pablo, Cristo es el viviente que ha alcanzado la plenitud de la vida.
Del salmo 102 R/. Bendigamos
al Señor, que es el rey del universo. Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre.
Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios.
R/.
Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia;
como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos.
R/.
En el cielo el Señor puso su trono y su reino abarca el universo. Bendigan
al Señor todos los ángeles, ejecutores fieles de sus órdenes.
R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 26) R/. Aleluya, aleluya.
El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas
y les recordará todo cuanto yo les he dicho, dice el Señor. R/.
Lectura
(Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 21, 15-19
En aquel tiempo, le preguntó Jesús a Simón Pedro: "Simón,
hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?". Él
le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero".
Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos".
Por segunda vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me
amas?". Él le respondió: "Sí, Señor, tú
sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Pastorea mis ovejas".
Por tercera vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me
quieres?". Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado
por tercera vez si lo quería, y le contestó: "Señor,
tú lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero". Jesús
le dijo: "Apacienta mis ovejas.
Yo te aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías la
ropa e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás
los brazos y otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras".
Esto se lo dijo para indicarle con qué género de muerte habría
de glorificar a Dios. Después le dijo: "Sígueme". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Pedro ha aprendido a descubrir su fragilidad y sus límites. Por eso, ahora responde con humildad a su Señor. El reencuentro con el resucitado lo enseña a confiar en Dios en plenitud.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad, las ofrendas de tu pueblo y haz que el Espíritu Santo nos purifique para que podamos presentarte un sacrificio agradable. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque el Señor Jesús, rey de la gloria, triunfador del pecado
y de la muerte, ante la admiración de los ángeles, ascendió
hoya lo más alto de los cielos, como mediador entre Dios y los hombres,
juez del mundo y Señor de los espíritus celestiales.
No se fue para alejarse de nuestra pequeñez, sino para que pusiéramos
nuestra esperanza en llegar, como miembros suyos, a donde Él, nuestra
cabeza y principio, nos ha precedido.
Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda
de alegría y también los coros celestiales, los ángeles
y arcángeles cantan sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 16, 13)
Cuando venga el Espíritu de verdad, dice el Señor, Él los guiará hasta la verdad plena. Aleluya
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos purificas y fortaleces por medio de tus sacramentos, haz que nuestra participación en esta Eucaristía nos conduzca a la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Antonino de Florencia; Gordiano y Epímaco de Roma, mártires, y Juan de Ávila, presbítero.
Misa matutina
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hch 1, 14)
Animados de un mismo espíritu, los discípulos perseveraban en la oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la Madre de Jesús, y de los parientes de éste. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Al concluir estas fiestas de Pascua concédenos, Señor, que la alegría de saber que hemos resucitado con tu Hijo, transforme toda nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 28, 16-20. 30-31
En aquellos días,
cuando llegamos a Roma, se le permitió a Pablo vivir en una casa particular,
con un soldado de guardia. Tres días después de su llegada, convocó
a los judíos principales, y una vez reunidos, les dijo:
"Hermanos, sin haber hecho nada en contra de mi pueblo, ni de las tradiciones
de nuestros padres, fui preso en Jerusalén y entregado a los romanos.
Ellos, después de interrogarme, querían ponerme en libertad, porque
no encontraron en mí nada que mereciera la muerte. Pero los judíos
se opusieron y tuve que apelar al César, sin pretender por ello acusar
a mi pueblo. Por esta razón he querido verlos y hablar con ustedes, pues
llevo estas cadenas a causa de la esperanza de Israel".
Dos años enteros pasó Pablo en una casa alquilada; ahí
recibía a todos los que acudían a él, predicaba el Reino
de Dios y les explicaba la vida de Jesucristo, el Señor, con absoluta
libertad y sin estorbo alguno. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El libro de los Hechos
comienza y termina proclamando la buena nueva de Jesucristo.
Del salmo 10 R/. El Señor verá a los justos con complacencia.
Aleluya.
Desde su santo templo allá en el cielo, donde tiene su trono y su morada,
los ojos del Señor miran al mundo y examina a los hombres su mirada.
R/.
Examina a inocentes y malvados y aborrece al que ama la violencia. Pues es justo
el Señor y ama lo justo, a los justos verá con complacencia. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Jn 16, 7. 13) R/. Aleluya, aleluya.
Yo les enviaré el Espíritu de la verdad, y Él los irá
guiando hasta la verdad plena, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 21, 20-25
En aquel tiempo, Jesús
dijo a Pedro: "Sígueme". Pedro, volviendo la cara, vio que
iba detrás de ellos el discípulo a quien Jesús amaba, el
mismo que en la cena se había reclinado sobre su pecho y le había
preguntado: 'Señor, ¿quién es el que te va a traicionar?'.
Al verlo, Pedro le dijo a Jesús: "Señor, ¿qué
va a pasar con éste?". Jesús le respondió: "Si
yo quiero que éste permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti
qué? Tú, sígueme".
Por eso comenzó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo
no habría de morir. Pero Jesús no dijo que no moriría,
sino: 'Si yo quiero que permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti qué?'.
Éste es el discípulo que atestigua estas cosas y las ha puesto
por escrito, y estamos ciertos de que su testimonio es verdadero. Muchas otras
cosas hizo Jesús y creo que, si se relataran una por una, no cabrían
en todo el mundo los libros que se escribieran. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
El Evangelio se nos entrega como el testimonio de una comunidad. Su fuerza radica en el dinamismo que transforma a las personas.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que el Espíritu Santo nos purifique, Señor, de nuestras culpas y nos prepare a celebrar dignamente tu santa Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque el Señor Jesús, rey de la gloria, triunfador del pecado
y de la muerte, ante la admiración de los ángeles, ascendió
hoya lo más alto de los cielos, como mediador entre Dios y los hombres,
juez del mundo y Señor de los espíritus celestiales.
No se fue para alejarse de nuestra pequeñez, sino para que pusiéramos
nuestra esperanza en llegar, como miembros suyos, a donde Él, nuestra
cabeza y principio, nos ha precedido.
Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda
de alegría y también los coros celestiales, los ángeles
y arcángeles cantan sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 16, 14)
El Espíritu Santo me glorificará, porque recibirá de mí, dice el Señor, lo que les irá comunicando. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que tu amor paterno proteja siempre a quienes has salvado por medio de la pasión de tu Hijo, y que Cristo resucitado sea la fuente de todas nuestras alegrías. Por Jesucristo, nuestro Señor.
DOMINGO DE PENTECOSTÉS
Santos: Estela de Francia, mártir, e Ignacio de Laconi, laico.
Misa vespertina de la vigilia
Esta misa se dice en la tarde del sábado, ya sea antes o después de las primeras vísperas del domingo de Pentecostés.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Rm 5, 5; 8, 11)
El amor a Dios ha sido infundido en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que habita en nosotros. Aleluya.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno y todopoderoso, haz brillar sobre nosotros tu salvación y concédenos que Cristo, luz de luz, encienda los corazones de quienes hemos renacido a una nueva vida, con el fuego del Espíritu Santo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Éxodo: 19, 3-8.16-20
En aquellos días,
Moisés subió al monte Sinaí para hablar con Dios. El Señor
lo llamó desde el monte y le dijo: "Esto dirás a la casa
de Jacob, esto anunciarás a los hijos de Israel:
'Ustedes han visto cómo castigué a los egipcios y de qué
manera los he levantado a ustedes sobre alas de águila y los he traído
a mí. Ahora bien, si escuchan mi voz y guardan mi alianza, serán
mi especial tesoro entre todos los pueblos, aunque toda la tierra es mía.
Ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y una nación
consagrada'. Éstas son las palabras que has de decir a los hijos de Israel".
Moisés convocó entonces a los ancianos del pueblo y les expuso
todo lo que el Señor le había mandado. Todo el pueblo, a una,
respondió: "Haremos cuanto ha dicho el Señor".
Al rayar el alba del tercer día, hubo truenos y relámpagos; una
densa nube cubrió el monte y se escuchó un fragoroso resonar de
trompetas. Esto hizo temblar al pueblo, que estaba en el campamento. Moisés
hizo salir al pueblo para ir al encuentro de Dios; pero la gente se detuvo al
pie del monte. Todo el monte Sinaí humeaba, porque el Señor había
descendido sobre él en medio del fuego. Salía humo como de un
horno y todo el monte retemblaba con violencia. El sonido de las trompetas se
hacía cada vez más fuerte. Moisés hablaba y Dios le respondía
con truenos. El Señor bajó a la cumbre del monte y le dijo a Moisés
que subiera. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 103 R/. Envía,
Señor, tu Espíritu, a renovar la tierra. Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa
es tu grandeza. Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un
manto. R/.
¡Qué numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste
con maestría! La tierra está llena de tus creaturas. Bendice al
Señor, alma mía. R/.
Todos los vivientes aguardan que les des de comer a su tiempo; les das el alimento
y lo recogen, abres tu mano y se sacian de bienes. R/.
Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo. Pero envías
tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 22-27
Hermanos: Sabemos que la
creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto; y no
sólo ella, sino también nosotros, los que poseemos las primicias
del Espíritu, gemimos interiormente, anhelando que se realice plenamente
nuestra condición de hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo.
Porque ya es nuestra la salvación, pero su plenitud es todavía
objeto de esperanza. Esperar lo que ya se posee no es tener esperanza, porque,
¿cómo se puede esperar lo que ya se posee? En cambio, si esperamos
algo que todavía no poseemos, tenemos que esperarlo con paciencia.
El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos
pedir lo que nos conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros
con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que conoce profundamente
los corazones, sabe lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu
ruega conforme a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SECUENCIA
1
Ven, Dios Espíritu Santo, |
6
Sin tu inspiración divina |
y envíanos desde el cielo |
los
hombres nada podemos |
tu luz, para iluminamos. |
y el pecado nos domina. |
2
Ven ya, padre de los pobres, |
7
Lava nuestras inmundicias, |
luz que penetra en las almas, |
fecunda
nuestros desiertos |
dador de todos los
dones. |
y cura nuestras heridas. |
3
Fuente de todo consuelo, |
8
Doblega nuestra soberbia, |
amable huésped del alma, |
calienta
nuestra frialdad, |
paz en las horas
de duelo. |
endereza nuestras sendas. |
4
Eres pausa en el trabajo, |
9
Concede a aquellos que ponen |
brisa, en un clima de fuego, |
en
ti su fe y su confianza |
consuelo, en medio
del llanto. |
tus siete sagrados dones. |
5.Ven,
luz santificadora, |
10
Danos virtudes y méritos, |
y entra hasta el fondo del alma |
danos
una buena muerte |
de todos los que
te adoran. |
y contigo el gozo eterno. |
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende
en ellos el fuego de tu amor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 7, 37-39
El último día
de la fiesta, que era el más solemne, exclamó Jesús en
voz alta: "El que tenga sed, que venga a mí; y beba, aquel que cree
en mí. Como dice la Escritura: Del corazón del que cree en mí
brotarán ríos de agua viva".
Al decir esto, se refería al Espíritu Santo que habían
de recibir los que creyeran en Él, pues aún no había venido
el Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que tu Espíritu santificador descienda, Señor, sobre estos dones e inunde de amor a tu Iglesia para que ésta pueda ser, en medio del mundo, tu signo y tu instrumento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque tú, para llevar a su plenitud el misterio pascual, has enviado
hoy al Espíritu Santo sobre aquellos a quienes adoptaste como hijos al
injertarlos en Cristo, tu Unigénito.
Este mismo Espíritu fue quien, al nacer la Iglesia, reveló a todos
los pueblos el misterio de Dios y unió la diversidad de las lenguas en
la confesión de una misma fe.
Por eso, el mundo entero se desborda de alegría y también los
coros celestiales, los ángeles y los arcángeles cantan sin cesar
el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
Si se usa el Canon
romano, se dice Reunidos en comunión propio.
Si se usa la plegaria eucarística II o III, se dice Acuérdate
o Atiende propio.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 7, 37)
El último día de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: El que tenga sed, que venga a mí y beba. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el sacramento que hemos recibido nos comunique, Señor, el fuego del Espíritu Santo que infundiste a tus Apóstoles el día de Pentecostés. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Misa del día
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sb 1, 7)
El Espíritu del Señor ha llenado toda la tierra; Él da unidad a todas las cosas y se hace comprender en todas las lenguas. Aleluya.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por el misterio de Pentecostés santificas a tu Iglesia extendida por todas las naciones, concede al mundo entero los dones del Espíritu Santo y continúa realizando entre los fieles la unidad y el amor de la primitiva Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 1-11
El día de Pentecostés,
todos los discípulos estaban reunidos en un mismo lugar. De repente se
oyó un gran ruido que venía del cielo, como cuando sopla un viento
fuerte, que resonó por toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron
lenguas de fuego, que se distribuyeron y se posaron sobre ellos; se llenaron
todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en otros idiomas, según
el Espíritu los inducía a expresarse.
En esos días había en Jerusalén judíos devotos,
venidos de todas partes del mundo. Al oír el ruido, acudieron en masa
y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio
idioma.
Atónitos y llenos de admiración, preguntaban: "¿No
son galileos todos éstos que están hablando? ¿Cómo,
pues, los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay medos,
partos y elamitas; otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto
y en Asia, en Frigia y en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita
con Cirene. Algunos somos visitantes, venidos de Roma, judíos y prosélitos;
también hay cretenses y árabes. Y sin embargo, cada quien los
oye hablar de las maravillas de Dios en su propia lengua". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Los discípulos responden al clamor del Espíritu, se dejan impulsar por su dinamismo y comienzan a testimoniar las maravillas que Dios ha obrado a través de Jesús en sus vidas.
Del salmo 103 R/. Envía,
Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa
es tu grandeza. ¡Qué numerosas son tus obras, Señor! La
tierra llena está de tus creaturas. R/.
Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo; pero envías
tu Espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R/.
Que Dios sea glorificado para siempre y se goce en sus creaturas. Ojalá
que le agraden mis palabras y yo me alegraré en el Señor. R/.
Lectura del la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12, 3-7. 12-13
Hermanos: Nadie puede llamar
a Jesús "Señor", si no es bajo la acción del
Espíritu Santo.
Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diferentes servicios,
pero el Señor es el mismo. Hay diferentes actividades, pero Dios, que
hace todo en todos, es el mismo.
En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Porque
así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar
de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque
todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres,
hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo,
y a todos se nos ha dado a beber del mismo Espíritu. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
La comunidad creyente está formada por personas que responden al llamado de Dios desde su situación personal. La comunión se construye desde su propia identidad.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende
en ellos el fuego de tu amor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 20,19-23
Al anochecer del día
de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se
hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó
Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes".
Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos
vieron al Señor, se llenaron de alegría.
De nuevo les dijo Jesús: "La paz esté con ustedes. Como el
Padre me ha enviado, así también los envío yo". Después
de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Reciban el Espíritu
Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y
a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los discípulos, atemorizados, siguen sin experimentar la paz que da Jesús resucitado, porque esa paz la experimentarán sólo gracias a la manifestación del Espíritu Santo.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que el Espíritu Santo nos haga comprender mejor, según la promesa de tu Hijo, el misterio de este sacrificio y toda la profundidad del Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque tú, para llevar a su plenitud el misterio pascual, has enviado
hoy al Espíritu Santo sobre aquellos a quienes adoptaste como hijos al
injertarlos en Cristo, tu Unigénito.
Este mismo Espíritu fue quien, al nacer la Iglesia, reveló a todos
los pueblos el misterio de Dios y unió la diversidad de las lenguas en
la confesión de una misma fe.
Por eso, el mundo entero se desborda de alegría y también los
coros celestiales, los ángeles y los arcángeles cantan sin cesar
el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
Si se usa el Canon
romano, se dice Reunidos en comunión propio.
Si se usa la plegaria eucarística II o III, se dice Acuérdate
o Atiende propio.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN (Hch 2, 4.11)
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban las
maravillas de Dios. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor; tú
que nos concedes participar de la vida divina por medio de tus sacramentos,
conserva en nosotros el don de tu amor y la presencia viva del Espíritu
Santo, para que esta comunión nos ayude a obtener nuestra salvación
eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Para despedir al pueblo, el diácono o el mismo sacerdote dice:
Pueden ir en paz. Aleluya, aleluya.
R/. Demos gracias a Dios. Aleluya, aleluya.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- En nuestros días muchos cristianos seguimos viviendo en el apocamiento. Parecería que no creemos en la presencia de Jesús. Como cristianos vergonzantes escondemos la cara a la hora de testimoniar nuestra fe en las esferas de la vida pública. Necesitamos abrimos a la fuerza transformadora del Espíritu de Jesús, para experimentar la serenidad de su presencia y asumir el reto de proclamar congruentemente nuestra fe en donde sea. En nuestra sociedad se publicitan muchos proyectos contrarios a los valores del Evangelio, que no son otros que aquellos que nos conducen a la auténtica deshumanización. Quienes lo hacen, parecen estar más decididos a conquistar el mundo que a creer en Jesús. Conviene derribar las trancas que acobardan nuestro espíritu.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 30, 3-4)
Sírveme de defensa, Dios mío, de roca y fortaleza salvadoras; y pues eres mi baluarte y mi refugio, acompáñame y guíame.
ORACIÓN COLECTA
Señor nuestro, que prometiste venir y hacer tu morada en los
corazones rectos y sinceros, concédenos la rectitud sinceridad de vida
que nos hagan dignos de esa presencia tuya. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol Santiago: 1,1-11
Santiago, siervo de Dios
y de Jesucristo, el Señor, saluda a las doce tribus, dispersas por el
mundo.
Hermanos míos: Cuando se vean asediados por toda clase de pruebas y tentaciones,
ténganse por dichosos, sabiendo que las pruebas a que se ve sometida
su fe les darán fortaleza, y esta fortaleza los llevará a la perfección
en las buenas obras y a una vida íntegra e irreprochable.
Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida a Dios y Él
se la dará; porque Dios da a todos con generosidad y sin regatear. Pero
tiene que pedírsela con fe y sin dudar; pues el que duda se parece a
las olas del mar, que van y vienen, agitadas por el viento. Quien es inconstante
e indeciso en su vida, no recibirá nada del Señor.
Que el hermano de condición humilde esté orgulloso de su alta
dignidad, y el rico, de su humilde condición, pues se acabará
como las flores del campo. Porque sale el sol y con su calor quema las hierbas;
se caen las flores y se acaba su belleza. Así se marchitará el
rico, en medio de todas sus empresas. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor. .
Dios no nos manda pruebas, pues Él no es alguien inseguro. Somos nosotros los que consideramos que las adversidades y dificultades ponen a prueba nuestra fidelidad a Jesús.
Del salmo 118 R/. Danos
tu misericordia, Señor, y tendremos vida.
Antes de la aflicción fui un descarriado, pero ahora obedezco tus palabras.
Tú que eres bueno y haces beneficios, instrúyeme en tus leyes.
R/.
Sufrir fue provechoso para mí, pues aprendí, Señor, tus
mandamientos. Para mí valen más tus enseñanzas que miles
de monedas de oro y plata. R/.
Yo bien sé que son justos tus decretos y que tienes razón cuando
me afliges. Señor, que tu amor me consuele, conforme a las promesas que
me has hecho. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 6) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre si no es por
mí, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 8, 11-13
En aquel tiempo, se acercaron
a Jesús los fariseos y se pusieron a discutir con Él, y para ponerlo
a prueba, le pedían una señal del cielo. Jesús suspiró
profundamente y dijo: "¿Por qué esta gente busca una señal?
Les aseguro que a esta gente no se le dará ninguna señal".
Entonces los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Las señales que piden los fariseos son irreal es. Ellos quieren demostraciones tangibles. Con sus pretensiones deforman totalmente las cosas, pues la fe no se reduce a evidencias sensibles.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este sacrificio, Señor, que vamos a ofrecerte, nos purifique, nos renueve y nos ayude a obtener la recompensa eterna, prometida a quienes cumplen tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 3, 16)
Tanto amó Dios al mundo, que le dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga la vida eterna.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, aviva cada vez más en nosotros el deseo de recibir este pan eucarístico, por medio del cual nos comunicas tú la vida verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestra Señora de Fátima
Santos: San Eutimio el Grande de Palestina, ermitaño, y los mártires de Alejandría.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Dichosa tú, Virgen María, que llevaste en tu seno al creador del universo; diste a luz al que te creó, y permaneces virgen para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre nuestro, que quisiste que la Madre de tu Hijo fuera también nuestra Madre, concédenos que, perseverando en la penitencia y en la oración a favor de la salvación del mundo, podamos promover cada vez con más eficacia el reinado de Cristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, que vive y reina contigo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol Santiago: 1,12-18
Hermanos: Dichoso el hombre
que sufre la tentación, porque, después de superarla, recibirá
en premio la corona de la vida, que Dios ha prometido a los que lo aman.
Que nadie diga, cuando sufre una tentación, que es Dios el que lo tienta,
porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni pone Él mismo a nadie
en tentación. Más bien, cuando alguno es tentado, es su propia
concupiscencia la que lo arrastra y lo seduce. La concupiscencia concibe y da
a luz al pecado; y el pecado, cuando madura, engendra la muerte.
No se equivoquen, queridos hermanos: Todo beneficio y todo don perfecto viene
de lo alto, del creador de la luz, en quien no hay ni cambios ni sombras. Por
su propia voluntad nos engendró mediante la palabra de la verdad, para
que fuéramos, en cierto modo, primicias de sus creaturas. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
La dinámica del pecado queda expuesta. El deseo humano nos encandila y doblega; en consecuencia, terminamos por vivir encerrados en nuestro propio yo y pasamos por encima de los demás.
Del salmo 93 R/. Señor,
dichoso aquel a quien tú educas.
Señor, dichoso aquel a quien tú educas y enseñas a cumplir
tus mandamientos; cuando lleguen las horas de desgracia, no perderá el
sosiego. R/.
Jamás rechazará Dios a su pueblo ni dejará a los suyos
sin amparo. Hará justicia al justo y dará un porvenir al hombre
honrado. R/.
Cuando me hallaba al borde del sepulcro, tu amor, Señor, me conservó
la vida; cuando se multiplican mis problemas, en tus consuelos hallo mi delicia.
R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 23) R/. Aleluya, aleluya.
El que me ama, cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará
y haremos en él nuestra morada, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 8,14-21
En aquel tiempo, cuando
los discípulos iban con Jesús en la barca, se dieron cuenta de
que se les había olvidado llevar pan; sólo tenían uno.
Jesús les hizo esta advertencia:
"Fíjense bien y cuídense de la levadura de los fariseos y
de la de Herodes". Entonces ellos comentaban entre sí: "Es
que no tenemos panes".
Dándose cuenta de ello, Jesús les dijo: "¿Por qué
están comentando que no trajeron panes? ¿Todavía no entienden
ni acaban de comprender? ¿Tan embotada está su mente?
¿Para qué tienen ustedes ojos, si no ven, y oídos, si no
oyen? ¿No recuerdan cuántos canastos de sobras recogieron cuando
repartí cinco panes entre cinco mil hombres?". Ellos le contestaron:
"Doce". Y añadió: "¿Y cuántos canastos
de sobras recogieron cuando repartí siete panes entre cuatro mil?".
Le respondieron: "Siete". Entonces Él dijo: "¿Y
todavía no acaban de comprender?". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Quien guarda en su memoria las experiencias del inigualable amor de Dios, manifestado en Jesús, aprende a vivir en la confianza. Los discípulos tropiezan todavía con su falta de fe, por eso enfrentan tan graves problemas.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, te rogamos, Señor, que la ofrenda que te presentamos nos transforme, por tu gracia, en oblación viva y continua. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de la Santísima Virgen María.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 49)
Ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso, cuyo nombre es santo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Ya que participamos de la redención eterna, te pedimos, Señor, que al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo nos gloriemos de la plenitud de tu gracia y sintamos los efectos de tu obra redentora. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Matías, apóstol; Miguel de Garicoits, fundador, y María Dominga Mazzarello, cofundadora.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Jn 15, 16)
No son ustedes los que me han elegido, dice el Señor; soy yo quien los ha elegido, para que vayan y den fruto y ese fruto perdure.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, tú que llamaste a san Matías a formar parte del grupo de tus Apóstoles, concédenos, por sus méritos, corresponder al don de tu amor para que lleguemos a compartir la gloria de tus elegidos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 1, 15-17. 20-26
En aquellos días,
Pedro se puso de pie en medio de los hermanos y dijo: "Hermanos, tenía
que cumplirse aquel pasaje de la Escritura en que el Espíritu Santo,
por boca de David, hizo una predicción tocante a Judas, quien fue el
que guió a los que apresaron a Jesús. Él era de nuestro
grupo y había sido llamado a desempeñar con nosotros este ministerio.
Ahora bien, en el libro de los Salmos está escrito: Que su morada quede
desierta y que no haya quien habite en ella; que su cargo lo ocupe otro. Hace
falta, por lo tanto, que uno se asocie a nosotros como testigo de la resurrección
de Jesús, uno que sea de los que nos acompañaron mientras convivió
con nosotros el Señor Jesús, desde que Juan bautizaba hasta el
día de la ascensión".
Propusieron entonces a dos: a José Barsabá, por sobrenombre "el
Justo", y a Matías, y se pusieron a orar de este modo: "Tú,
Señor, que conoces los corazones de todos, muestra a cuál de estos
dos has elegido para desempeñar este ministerio y apostolado, del que
Judas desertó para irse a su propio lugar".
Echaron suertes, le tocó a Matías y lo asociaron a los once apóstoles.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los apóstoles son testigos de la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús, pues estuvieron con Él desde el comienzo de su ministerio.
Del salmo 112 R/. Lo puso
el Señor entre los jefes de su pueblo.
Bendito sea el Señor, alábenlo sus siervos. Bendito sea el Señor
desde ahora y para siempre. R/.
Desde que sale el sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
Dios está sobre todas las naciones, su gloria, por encima de los cielos.
R/.
¿Quién hay como el Señor? ¿Quién iguala al
Dios nuestro, que tiene en las alturas su morada, y sin embargo de esto, bajar
se digna su mirada para ver tierra y cielo? R/.
Él levanta del polvo al desvalido y saca al indigente del estiércol,
para hacerlo sentar entre los grandes, los jefes de su pueblo. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Jn 15, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y
den fruto y su fruto permanezca. R/.
Lectura
(Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 15, 9-17
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
"Como el Padre me ama, así los amo yo. Permanezcan en mi amor. Si
cumplen mis mandamientos, permanecen en mi amor; lo mismo que yo cumplo los
mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que
mi alegría esté en ustedes y su alegría sea plena.
Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los
he amado. Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida
por ellos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo
siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos,
porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre.
No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha
destinado para que vayan y den fruto Y su fruto permanezca, de modo que el Padre
les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando: que se amen
los unos a los otros". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
Jesús nos invita a compartir su amistad, que se aquilata cuando se convierte en lealtad. Quien es fiel y leal a sus amigos, está dispuesto a correr todos los riesgos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que tu Iglesia te presenta en la festividad de san Matías, Apóstol y, por medio de esta Eucaristía, fortalécenos con tu amor y con tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de los Apóstoles I o II
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 12)
Éste es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, por intercesión de san Matías, Apóstol, que no nos prives nunca de este pan de vida para que podamos preparamos, con tu gracia, a recibir la herencia reservada a tus hijos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, SUMO Y ETERNO SACERDOTE
Santos: Isidro, labrador, y Juana de Lestonnac, fundadora.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hb 7, 24)
Cristo, mediador de la nueva alianza, por el hecho de permanecer para siempre, posee un sacerdocio perpetuo.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que para gloria tuya y salvación de todos los hombres constituiste Sumo y Eterno Sacerdote a tu Hijo, Jesucristo, concede a quienes Él ha elegido como ministros suyos y administradores de sus sacramentos y de su Evangelio, la gracia de ser fieles en el cumplimiento de su ministerio. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta a los hebreos: 10, 12-23
Hermanos: Cristo ofreció
un solo sacrificio por los pecadores y se sentó para siempre a la derecha
de Dios; no le queda sino aguardar a que sus enemigos sean puestos bajo sus
pies. Así, con una sola ofrenda, hizo perfectos para siempre a los que
ha santificado.
Lo mismo atestigua el Espíritu Santo, que dice en un pasaje de la Escritura:
La alianza que yo estableceré con ellos, cuando lleguen esos días,
palabra del Señor, es ésta: Voy a poner mi ley en lo más
profundo de su mente y voy a grabarla en sus corazones. Y prosigue después:
Yo les perdonaré sus culpas y olvidaré para siempre sus pecados.
Ahora bien, cuando los pecados han sido perdonados, ya no hacen falta más
ofrendas por ellos.
Hermanos, en virtud de la sangre de Jesucristo, tenemos la seguridad de poder
entrar en el santuario, porque Él nos abrió un camino nuevo y
viviente a través del velo, que es su propio cuerpo. Asimismo, en Cristo
tenemos un sacerdote incomparable al frente de la casa de Dios.
Acerquémonos, pues, con sinceridad de corazón, con una fe total,
limpia la conciencia de toda mancha y purificado el cuerpo por el agua saludable.
Mantengámonos inconmovibles en la profesión de nuestra esperanza,
porque el que nos hizo las promesas es fiel a su palabra. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
Siguiendo la analogía de las separaciones que hay en el santuario de Jerusalén, el autor nos anima a acercamos, con toda libertad, al Padre, a ejemplo de su Hijo.
Del salmo 39 R/. Aquí
estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Cuántas maravillas has hecho, Señor y Dios mío, cuántos
planes en favor nuestro. Nadie se te puede comparar. R/.
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que
deseo: tu ley en medio de mi corazón. R/.
He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú
lo sabes, Señor. R/.
No callé tu justicia, antes bien; proclamé tu lealtad y tu auxilio.
Tu amor y tu lealtad no los he ocultado a la gran asamblea. R/.
ACLAMACIÓN
(1542, 1) R/. Aleluya, aleluya.
Miren a mi siervo, a quien sostengo; a mi elegido, en quien tengo mis
complacencias. En Él he puesto mi Espíritu, para que haga brillar
la justicia sobre las naciones. R/.
Lectura
(Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 22, 14-20
En aquel tiempo, llegada la hora de cenar, se sentó Jesús con
sus discípulos y les dijo: "Cuánto he deseado celebrar esta
Pascua con ustedes, antes de padecer, porque yo les aseguro que ya no la volveré
a celebrar, hasta que tenga cabal cumplimiento en el Reino de Dios". Luego
tomó en sus manos una copa de vino, pronunció la acción
de gracias y dijo: "Tomen esto y repártanlo entre ustedes, porque
les aseguro que ya no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga
el Reino de Dios". Tomando después un pan, pronunció la acción
de gracias, lo partió y se lo dio diciendo: "Esto es mi cuerpo,
que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía". Después
de cenar, hizo lo mismo con una copa de vino, diciendo: "Esta copa es la
nueva alianza, sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Entre Jesús y sus discípulos se han establecido vínculos duraderos. El Señor ha decidido entregar su vida y ha escogido ciertos símbolos para actualizar esa entrega.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que Jesucristo, nuestro Mediador, haga que te sean aceptables, Señor, nuestras ofrendas y que su sacrificio redentor nos haga vivir cada día más unidos a Él, para que toda nuestra vida sea grata a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Ya que, por la unción del Espíritu Santo, constituiste a tu Hijo
unigénito, Pontífice de la alianza nueva y eterna, y has querido
que su sacerdocio único se perpetuara en la Iglesia.
Porque Cristo no sólo comunica la dignidad del sacerdocio real a todo
el pueblo redimido, sino que, con especial predilección y mediante la
imposición de las manos, elige a algunos de entre los hermanos, y los
hace partícipes de su ministerio de salvación, a fin de que renueven,
en su nombre, el sacrificio redentor, preparen para tus hijos el banquete pascual,
fomenten la caridad en tu pueblo santo, lo alimenten con la palabra, lo fortifiquen
con los sacramentos y, consagrando su vida a ti y a la salvación de sus
hermanos, se esfuercen por reproducir en sí la imagen de Cristo y te
den un constante testimonio de fidelidad y de amor.
Por eso, Señor, con todos los ángeles y santos, te alabamos, cantando
llenos de alegría: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos ofrecido en el sacrificio y recibido en la comunión, sean para nosotros, Señor, el principio de una vida nueva, a fin de que, unidos a ti por el amor, demos frutos que permanezcan para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Juan Nepomuceno, mártir; Gemma Galgani, laica, y Andrés Bobola, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 5, 9-10)
Sin distinción de raza, lengua, pueblo o nación, nos compraste, Señor, con tu Sangre e hiciste de nosotros un Reino para Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has redimido a todos los hombres con la preciosa Sangre de tu Hijo, protege en nosotros la obra de tu misericordia, para que, celebrando siempre el misterio de nuestra salvación merezcamos alcanzar sus frutos eternos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol Santiago: 2, 14-24. 26
Hermanos míos: ¿De
qué le sirve a uno decir que tiene fe, si no la demuestra con obras?
¿Acaso podrá salvarlo esa fe? Supongamos que algún hermano
o hermana carece de ropa y del alimento necesario para el día, y que
uno de ustedes le dice: "Que te vaya bien; abrígate y come",
pero no le da lo necesario para el cuerpo, ¿de qué le sirve que
le digan eso? Así pasa con la fe; si no se traduce en obras, está
completamente muerta.
Quizás alguien podría decir: "Tú tienes fe y yo tengo
obras. A ver cómo, sin obras, me demuestras tu fe; yo, en cambio, con
mis obras te demostraré mi fe".
Tú crees, por ejemplo, que hay un solo Dios y haces bien; pero los demonios
también creen eso y, sin embargo, tiemblan. ¿Quieres saber, hombre
ignorante, por qué la fe sin obras es estéril? ¿Acaso nuestro
padre Abraham no fue justificado por sus obras, cuando ofreció a su hijo
Isaac sobre el altar? Fíjate cómo su fe colaboraba con sus obras
y por las obras se perfeccionaba su fe. Así se cumplió lo que
dice aquel pasaje de la Escritura: Abraham tuvo fe en Dios y eso le valió
la Justificación, y por eso se le llamó "amigo de Dios".
Ya ven cómo la persona es justificada por las obras, no por la fe sola.
Pues así como un cuerpo que no respira es un cadáver, la fe sin
obras está muerta. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Para el autor de la carta de Santiago es más importante vivir la compasión y la misericordia que recitar, con exactitud, los fundamentos de nuestra fe.
Del salmo 111 R/. Dichosos
los que temen al Señor.
Dichosos los que temen al Señor y aman de corazón sus mandamientos;
poderosos serán sus descendientes. Dios bendice a los hijos de los buenos.
R/.
Fortuna y bienestar habrá en su casa, siempre obrarán conforme
a la justicia. Quien es justo, clemente y compasivo, como una luz en las tinieblas
brilla. R/.
Quienes, compadecidos, prestan y llevan su negocio honradamente, jamás
se desviarán; vivirá su recuerdo para siempre. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 15, 15) R/. Aleluya, aleluya.
A ustedes los llamo amigos, dice el Señor, porque les he dado
a conocer todo lo que le he oído a mi Padre. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 8, 34-9, 1
En aquel tiempo, Jesús
llamó a la multitud y a sus discípulos y les dijo: "El que
quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz
y que me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el
que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará.
¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su vida?
¿Y qué podrá dar uno a cambio para recobrarla? Si alguien
se avergüenza de mí y de mis palabras ante esta gente, idólatra
y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él,
cuando venga con la gloria de su Padre, entre los santos ángeles".
Y añadió: "Yo les aseguro que algunos de los aquí
presentes no morirán sin haber visto primero que el Reino de Dios ha
llegado ya con todo su poder". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Este es el primero de los anuncios de la pasión y la muerte de Jesús. Los discípulos, empezando por Pedro, se resisten y pretenden disuadirlo del camino del sufrimiento.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al presentarte nuestras ofrendas, te suplicamos, Señor, que por medio de estos misterios nos acerquemos a Jesús, y renovemos la acción salvadora de su Sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. 1 Co 10, 16)
El cáliz de nuestra acción de gracias, nos une a todos en la Sangre de Cristo; y el pan que partimos, nos une a todos en el Cuerpo del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, habiendo sido confortados con el alimento y la bebida celestiales, te pedimos que defiendas del temor del enemigo a quienes has redimido con la preciosa Sangre de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. .
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Santos: Pascual Bailón, religioso, y Heraclio y Pablo de Bitinia, mártires. Beata Antonia de Mesina, laica.
Vísperas I de mañana
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Hch 1, 14)
Con un mismo espíritu, los discípulos perseveraban en la oración junto con María, la Madre de Jesús.
ORACIÓN COLECTA
Dios misericordioso, que quisiste que tu Hijo unigénito proclamara desde la cruz como Madre nuestra a su propia Madre, haz que tu Iglesia, por la mediación y cooperación maternal de la Virgen María, crezca cada día en santidad y atraiga a su seno a todas las naciones. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol Santiago: 3, 1-10
Hermanos míos: Que
no se pongan tantos de ustedes a enseñar como maestros, pues a los que
enseñamos se nos juzgará con mayor severidad.
Todos fallamos en muchas cosas y quien no falla al hablar es hombre perfecto,
capaz de dominar todo su cuerpo. Piensen que a los caballos les ponemos el freno
en el hocico para hacerlas obedecer y para dirigir, así, todo su cuerpo.
Fíjense también en los barcos: son muy grandes, los empujan vientos
muy fuertes, y sin embargo, el piloto los dirige a su arbitrio, por medio de
un pequeñísimo timón. Pues lo mismo pasa con la lengua:
es un órgano muy pequeño y se cree capaz de grandes cosas.
Bien saben ustedes además, que un fuego insignificante incendia todo
un bosque. Pues la lengua es un fuego y encierra en sí todo un mundo
de maldad. Es uno de nuestros órganos, y sin embargo, contamina al cuerpo
entero; prendida por el infierno, incendia todo el curso de nuestra existencia.
Por otra parte, toda clase de fieras y aves, de reptiles y animales marinos
se pueden domar y han sido domados por el hombre; pero ningún hombre
ha podido domar la lengua, que es una constante amenaza, cargada de veneno mortal.
Con la lengua bendecimos al que es nuestro Señor y Padre, y con ella
maldecimos a los hombres, creados a imagen de Dios. De la misma boca salen bendiciones
y maldiciones. Hermanos míos, esto no debe ser así. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Se da por sabido que nuestra lengua resulta indomable, Con frecuencia pronunciamos declaraciones insultantes que más tarde desearíamos jamás haber dicho.
Del salmo 11 R/. Tú
nos protegerás, Señor.
Sálvanos tú, Señor, porque ya no hay ni bondad ni lealtad
entre los hombres. No hacen más que mentirse unos a otros; siempre hablan
con doblez sus corazones. R/.
Extermina, Señor, a los hipócritas y a los que dicen, fanfarrones:
"La lengua es nuestra fuerza: ¿quién será el que se
atreva a damos órdenes?". R/.
Tus palabras, Señor, sí son sinceras, son plata refinada siete
veces. Tú nos protegerás, Señor, nos librarás de
esta gente para siempre. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Mc 9, 7) R/. Aleluya, aleluya.
En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre, que decía:
"Este es mi Hijo amado; escúchenlo". R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 9, 2-13
En aquel tiempo, Jesús
tomó aparte a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos a un
monte alto y se transfiguró en su presencia. Sus vestiduras se pusieron
esplendorosamente blancas, con una blancura que nadie puede lograr sobre la
tierra. Después se les aparecieron Elías y Moisés, conversando
con Jesús.
Entonces Pedro le dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué a gusto
estamos aquí! Hagamos tres chozas, una para ti, otra para Moisés
y otra para Elías". En realidad no sabía lo que decía,
porque estaban asustados.
Se formó entonces una nube, que los cubrió con su sombra, y de
esta nube salió una voz que decía: "Éste es mi Hijo
amado; escúchenlo". En ese momento miraron alrededor y no vieron
a nadie sino a Jesús, que estaba solo con ellos.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó que no contaran
a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara
de entre los muertos. Ellos guardaron esto en secreto, pero discutían
entre sí qué querría decir eso de 'resucitar de entre los
muertos’.
Le preguntaron a Jesús: "¿Por qué dicen los escribas
que primero tiene que venir Elías?". Él les contestó:
"Si fuera cierto que Elías tiene que venir primero y tiene que poner
todo en orden, entonces ¿cómo es que está escrito que el
Hijo del hombre tiene que padecer mucho y ser despreciado? Por lo demás,
yo les aseguro que Elías ha venido ya y lo trataron a su antojo, como
estaba escrito de él". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
El desprecio y el rechazo hacia Juan Bautista alertó a Jesús para disponerse a asimilar su muerte violenta. Entre sombras y silencios, fue descubriendo la voluntad del Padre.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Convierte, Señor, en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, estos dones que te presentamos, y haz que este memorial de nuestra redención nos inflame en el amor a la Virgen María, Madre de la Iglesia, y nos asocie íntimamente a ella en la obra de la salvación de los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de la Santísima Virgen María
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Jn 19, 26-27)
Desde la cruz, Cristo dijo al discípulo amado: "He ahí a tu Madre".
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, que nos has concedido en este sacramento la prenda de nuestra vida eterna, haz, Señor, que tu Iglesia, por la intercesión maternal de la Virgen María, ilumine a todas las naciones con la luz del Evangelio y las santifique con los dones de tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Santos: Juan I, papa y mártir, y Rafaela María Porras, fundadora.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Bendito sea Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque nos ha mostrado un amor inmenso.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios Padre, que al enviar al mundo al Verbo de verdad y al Espíritu de santidad, revelaste a los hombres tu misterio admirable, concédenos que al profesar la fe verdadera reconozcamos la gloria de la eterna Trinidad y adoremos la unidad de su majestad omnipotente. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Éxodo: 34, 4-6. 8-9
En aquellos días,
Moisés subió de madrugada al monte Sinaí, llevando en la
mano las dos tablas de piedra, como le había mandado el Señor.
El Señor descendió en una nube y se le hizo presente.
Moisés pronunció entonces el nombre del Señor, y el Señor,
pasando delante de él, proclamó: "Yo soy el Señor,
el Señor Dios, compasivo y clemente, paciente, misericordioso y fiel".
Al instante, Moisés se postró en tierra y lo adoró, diciendo:
"Si de veras he hallado gracia a tus ojos, dígnate venir ahora con
nosotros, aunque este pueblo sea de cabeza dura; perdona nuestras iniquidades
y pecados, y tómanos como cosa tuya". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Dios es compasivo y justo. Sin embargo, su compasión sobrepasa enormemente a su justicia. Quien haya vivido una experiencia con Dios aceptará la realidad de su misericordia.
Daniel 3 R/. Bendito seas
para siempre, Señor.
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres. Bendito sea tu nombre santo
y glorioso. R/.
Bendito seas en el templo santo y glorioso. Bendito seas en el trono de tu reino.
R/.
Bendito eres tú, Señor, que penetras con tu mirada los abismos
y te sientas en un trono rodeado de querubines. Bendito seas, Señor,
en la bóveda del cielo. R/.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 13, 11-13
Hermanos: Estén alegres,
trabajen por su perfección, anímense mutuamente, vivan en paz
y armonía. Y el Dios del amor y de la paz estará con ustedes.
Salúdense los unos a los otros con el saludo de paz. Los saludan todos
los fieles.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión
del Espíritu Santo estén siempre con ustedes. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Las recomendaciones finales animan a los cristianos de Corinto a vivir con alegría cristiana, que es una manifestación de la felicidad de habernos encontrado con Jesús.
ACLAMACIÓN
(cfr. Ap 1, 8) R/. Aleluya, aleluya.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Al Dios que es, que era
y que vendrá. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 3,16-18
"Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga la vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por Él. El que cree en Él no será condenado; pero el que no cree ya está condenado, por no haber creído en el Hijo único de Dios". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Dios nos ama sin exigimos cumplir con requisito alguno. Diferencias éticas, raciales, o de cualquier otro tipo, pierden su significado. El amor del Padre es incluyente y universal.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por la invocación de tu nombre, santifica, Señor, estos dones que te presentamos y transfórmanos por ellos en una continua oblación a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Que con tu único Hijo y el Espíritu Santo, eres un solo Dios,
un solo Señor, no en la singularidad de una sola persona, sino en la
trinidad de una sola substancia.
Y lo que creemos de tu gloria, porque tú lo revelaste, eso mismo lo afirmamos
de tu Hijo y también del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción.
De modo que al proclamar nuestra fe en la verdadera y eterna divinidad, adoramos
a tres personas distintas, en la unidad de un solo ser e iguales en su majestad.
A quien alaban los ángeles y los arcángeles, y todos los coros
celestiales, que no cesan de aclamarte con una sola voz: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ga 4, 6)
Porque ustedes son hijos de Dios, Dios infundió en sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la recepción de este sacramento y nuestra profesión de fe en la Trinidad santa y eterna, y en su unidad indivisible, nos aprovechen, Señor, Dios nuestro, para la salvación del cuerpo y del alma. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- El Concilio Vaticano II nos vino a recordar de manera contundente, el alcance del amor universal de Dios. Por eso afirma que todos los hombres se salvan de forma conocida sólo por Dios. Los caminos del amor divino se manifiestan en diferente forma en las grandes religiones. Las religiones, para quienes las viven de buena fe, son caminos de salvación. Dios nos ha amado tanto que nos envió a su Hijo, despojado de todo poder, manifestándose así desde su muerte en la cruz, como servidor de los hombres y como esclavo impotente que nos llama a amarlo, pero sin coaccionar nuestra libertad.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 12, 6)
Confío, Señor, en tu misericordia; alegra mi corazón con tu auxilio. Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, ser dóciles a las inspiraciones de tu Espíritu para que realicemos siempre en nuestra vida tu santa voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol Santiago: 3, 13-18
Hermanos míos: ¿Hay
alguno entre ustedes con sabiduría y experiencia? Si es así, que
lo demuestre con su buena conducta y con la amabilidad propia de la sabiduría.
Pero si ustedes tienen el corazón amargado por envidias y rivalidades,
dejen de presumir y engañar a costa de la verdad.
Ésa no es la sabiduría que viene de lo alto; ésa es terrenal,
irracional, diabólica; pues donde hay envidias y rivalidades, ahí
hay desorden y toda clase de obras malas.
Pero los que tienen la sabiduría que viene de Dios son puros, ante todo.
Además, son amantes de la paz, comprensivos, dóciles, están
llenos de misericordia y buenos frutos, son imparciales y sinceros. Los pacíficos
siembran la paz y cosechan frutos de justicia. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
La sabiduría se autentifica cuando la persona sabe sobreponerse a sus fracasos y lidiar con el éxito. El sabio acepta serenamente la realidad y lucha a favor de la paz.
Del salmo 18 R/. Tú
tienes, Señor, palabras de vida eterna.
La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables
son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.
En los mandamientos de Dios hay rectitud y alegría para el corazón;
son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor
son verdaderos y enteramente justos. R/.
Que te sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón.
Haz, Señor, que siempre te busque, pues eres mi refugio y salvación.
R/
ACLAMACIÓN
(2 Tm 1, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer
la vida por medio del Evangelio. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 9, 14-29
En aquel tiempo, cuando
Jesús bajó del monte y llegó al sitio donde estaban sus
discípulos, vio que mucha gente los rodeaba y que algunos escribas discutían
con ellos. Cuando la gente vio a Jesús, se impresionó mucho y
corrió a saludarlo.
Él les preguntó: "¿De qué están discutiendo?".
De entre la gente, uno le contestó: "Maestro, te he traído
a mi hijo, que tiene un espíritu que no lo deja hablar; cada vez que
se apodera de él, lo tira al suelo y el muchacho echa espumarajos, rechina
los dientes y se queda tieso. Les he pedido a tus discípulos que lo expulsen,
pero no han podido".
Jesús les contestó: "¡Gente incrédula! ¿Hasta
cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo
tendré que soportados? Tráiganme al muchacho". Y se lo trajeron.
En cuanto el espíritu vio a Jesús, se puso a retorcer al muchacho;
lo derribó por tierra y lo revolcó, haciéndolo echar espumarajos.
Jesús le preguntó al padre: "¿Cuánto tiempo
hace que le pasa esto?". Contestó el padre: "Desde pequeño.
Y muchas veces lo ha arrojado al fuego y al agua para acabar con él.
Por eso, si algo puedes, ten compasión de nosotros y ayúdanos".
Jesús le replicó: "¿Qué quiere decir eso de
'si puedes'? Todo es posible para el que tiene fe". Entonces el padre del
muchacho exclamó entre lágrimas: "Creo, Señor; pero
dame tú la fe que me falta". Jesús, al ver que la gente acudía
corriendo, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: "Espíritu
mudo y sordo, yo te lo mando: Sal de él y no vuelvas a entrar en él".
Entre gritos y convulsiones violentas salió el espíritu. El muchacho
se quedó como muerto, de modo que la mayoría decía que
estaba muerto. Pero Jesús lo tomó de la mano, lo levantó,
y el muchacho se puso de pie.
Al entrar en una casa con sus discípulos, éstos le preguntaron
a Jesús en privado: "¿Por qué nosotros no pudimos
expulsarlo?", Él les respondió: "Esta clase de demonios
no sale sino a fuerza de oración y de ayuno". Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Todo es posible para quien cree. Los relatos de milagros nos aleccionan para mantener viva nuestra fe. Dios realiza grandes maravillas con personas muy dispuestas.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este sacrificio de acción de gracias y de alabanza que vamos a ofrecerte, nos ayude, Señor, a conseguir nuestra salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 11, 27)
Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo, que ha venido a este mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de Cristo, que nos has dado, Señor, en este sacramento, sean para todos nosotros una prenda segura de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Bernardino de Siena, presbítero; Columba de Rieti, laica, y Áurea de Ostia, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (1 Jn 3,17)
Si alguno, teniendo con qué vivir, ve a su hermano pasar necesidad y, sin embargo, no lo ayuda, ¿cómo habitará el amor de Dios en él?
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que diste un origen idéntico a todos los pueblos y quisiste formar con ellos una sola familia, llena los corazones con el fuego de tu amor y suscita en todos los hombres el deseo de un progreso justo y fraternal, a fin de que, con los bienes que has destinado para todos, se realice cada uno como persona humana y, suprimida toda discriminación, reinen en el mundo la igualdad y la justicia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol Santiago: 4, 1-10
Hermanos míos: ¿De
dónde vienen las luchas y los conflictos entre ustedes? ¿No es,
acaso, de las malas pasiones, que siempre están en guerra dentro de ustedes?
Ustedes codician lo que no pueden tener y acaban asesinando. Ambicionan algo
que no pueden alcanzar, y entonces combaten y hacen la guerra. Y si no lo alcanzan,
es porque no se lo piden a Dios. O si se lo piden y no lo reciben, es porque
piden mal, para derrocharlo en placeres.
Gente infiel, ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con
Dios? Por lo tanto, quien decide ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios.
No piensen que la Escritura dice en vano: Dios ama celosamente a nuestro espíritu
y nos da su gracia con generosidad. Por eso dice también la Escritura:
Dios aborrece a los soberbios y concede su gracia a los humildes.
Por consiguiente, sométanse a Dios; resistan al diablo y se alejará
de ustedes. Acérquense a Dios y Él se acercará a ustedes.
Que los pecadores se purifiquen las manos y se decidan por Dios los indecisos.
Comiencen ya a lamentar y a llorar su miseria. Que su risa se convierta en llanto
y su alegría en tristeza. Humíllense ante el Señor y Él
los enaltecerá. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La tendencia a emular y el deseo de conseguir los beneficios logrados por nuestros semejantes suelen empujamos a la envidia. Cuando ésta se desboca, nos tomamos violentos.
Del salmo 54 R/. Descarga
en el Señor lo que te agobia.
En la angustia me dije: "Si tuviera, como la paloma, alas, yo me iría
volando por el desierto, para poder vivir libre de intrigas. R/.
A salvo me pondría del viento huracanado, de las voces que dan mis enemigos
y de sus opresiones". R/.
Sólo veo en la ciudad violencias y discordias, que de día y de
noche por sus murallas rondan. R/.
Descarga en el Señor lo que te agobia y Él te aliviará.
La derrota del justo para siempre jamás permitirá. R/.
ACLAMACIÓN
(Ga 6, 14) R/. Aleluya, aleluya.
No permita Dios que yo me glorié en algo que no sea la cruz
de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo está crucificado
para mí y yo para el mundo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 9, 30-37
En aquel tiempo, Jesús
y sus discípulos atravesaban Galilea, pero Él no quería
que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les
decía: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres;
le darán muerte, y tres días después de muerto, resucitará".
Pero ellos no entendían aquellas palabras y tenían miedo de pedir
explicaciones.
Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntó: "¿De
qué discutían por el camino?". Pero ellos se quedaron callados,
porque en el camino habían discutido sobre quién de ellos era
el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó
a los Doce y les dijo: "Si alguno quiere ser el primero, que sea el último
de todos y el servidor de todos". Después, tomando a un niño,
lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: "El que reciba
en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe. Y el que me
reciba a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me ha enviado".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús realiza un gesto profético con la intención de reajustar el esquema de valores de sus discípulos. El servicio a los pequeños se convierte en el camino a la verdadera grandeza.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones y las plegarias de tu Iglesia y haz que todos los hombres se llenen del espíritu de hijos de Dios, a fin de que, superadas por amor todas las desigualdades, lleguen los pueblos a formar en tu paz una sola familia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 11, 9)
Pidan y se les dará, busquen y hallarán, llamen y se les abrirá, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que de nuestra participación en este sacramento de unidad, mediante el cual renuevas constantemente a la familia humana, obtengamos, Señor, un amor auténtico y eficaz que nos impulse a promover el progreso de los pueblos y a realizar, en la caridad, las exigencias de la justicia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 33, 20-21)
Muchas tribulaciones le sobrevienen al justo, pero de todas lo librará el Señor. Él es el que cuida de todos los huesos del justo y no dejará que ninguno se le quiebre.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que concediste a los santos Cristóbal Magallanes, presbítero, y sus compañeros, el don de la fortaleza para ser fieles servidores de Cristo Rey hasta el martirio, concédenos, por su intercesión, que, perseverando en la confesión de la fe verdadera, obedezcamos siempre con amor los mandamientos de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina contigo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol Santiago: 4, 13-17
Hermanos míos: Consideremos
ahora a los que dicen:
"Hoy o mañana saldremos para tal ciudad, ahí viviremos unos
años, pondremos un negocio y nos haremos ricos".
Ésos no tienen idea de lo que será el mañana. Pues ¿qué
cosa es la vida de ustedes? Una nubecilla que se ve un rato y luego se desvanece.
Lo que ustedes deberían decir es esto: "Si el Señor nos presta
vida, haremos esto y aquello". En lugar de eso, presumen de ser autosuficientes;
y toda esa clase de presunciones es mala. En resumen, el que sabe cómo
portarse bien y no lo hace, está en pecado. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
El cristiano planea su futuro con el apoyo del auxilio divino. Nuestra vida es el don más importante. A sabiendas de lo anterior, trabajamos entendiendo que Dios es quien acrecienta el valor de nuestro esfuerzo.
Del salmo 48 R/. Dichosos
los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Escuchen, pueblos todos de la tierra, habitantes del mundo, estén atentos,
los ricos y los pobres, lo mismo el hombre noble que el plebeyo. R/.
¿Por qué temer en días de desgracia, cuando nos cerca la
malicia de aquellos que presumen de sus bienes y en sus riquezas confían?
R/.
Nadie puede comprar su propia vida, ni por ella pagarle a Dios rescate. No hay
dinero capaz de hacer que alguno de la muerte se escape. R/.
Lo mismo que los necios e ignorantes, también los sabios mueren, y a
las manos de extraños van a parar sus bienes. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 6) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre si no es por mí,
dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 9, 38-40
En aquel tiempo, Juan le dijo a Jesús: "Hemos visto a uno que expulsaba a los demonios en tu nombre, y como no es de los nuestros, se lo prohibimos". Pero Jesús le respondió: "No se lo prohíban, porque no hay ninguno que haga milagros en mi nombre, que luego sea capaz de hablar mal de mí. Todo aquel que no está contra nosotros, está a nuestro favor". Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús no es propiedad de nadie. Los creyentes nos equivocamos rotundamente cuando pretendemos manipularlo. Quien practica la misericordia es un buen seguidor de Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que el sacrificio que vamos a ofrecerte, para celebrar el glorioso martirio de tus santos, sea agradable a tus ojos para que nos purifiques de nuestros pecados y escuches nuestras súplicas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 13)
Nadie ama más a sus amigos que el que da la vida por ellos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que nada pueda separar del amor de Cristo a quienes hemos sido alimentados con su Cuerpo y hechos miembros suyos y que, a ejemplo de tus mártires Cristóbal Magallanes y compañeros, suframos valerosamente todas las adversidades por tu Hijo que nos ama, y que vive y reina por los siglos de los siglos.
El Cuerpo y la Sangre de Cristo
Santos: Santa Rita de Cascia, religiosa. Beato Pedro de la Asunción, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 80, 17)
Alimentó a su pueblo con lo mejor del trigo y lo sació con miel sacada de la roca.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Señor nuestro Jesucristo, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Deuteronomio: 8,2-14-16
En aquel tiempo, habló
Moisés al pueblo y le dijo: "Recuerda el camino que el Señor,
tu Dios, te ha hecho recorrer estos cuarenta años por el desierto, para
afligirte, para ponerte a prueba y conocer si ibas a guardar sus mandamientos
o no.
Él te afligió, haciéndote pasar hambre, y después
te alimentó con el maná, que ni tú ni tus padres conocían,
para enseñarte que no sólo de pan vive el hombre, sino también
de toda palabra que sale de la boca de Dios.
No sea que te olvides del Señor, tu Dios, que te sacó de Egipto
y de la esclavitud; que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible,
lleno de serpientes y alacranes; que en una tierra árida hizo brotar
para ti agua de la roca más dura, y que te alimentó en el desierto
con un maná que no conocían tus padres". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Cuando conseguimos prosperar, corremos el riesgo de olvidamos de Dios. La vanagloria y la autosuficiencia doblegan con más facilidad a quienes cosechan éxitos.
Del salmo 147 R/. Bendito
sea el Señor.
Glorifica al Señor, Jerusalén; a Dios ríndele honores,
Israel. Él refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en
tu casa. R/.
Él mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre.
Él envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente.
R/.
Le muestra a Jacob sus pensamientos, sus normas y designios a Israel. No ha
hecho nada igual con ningún pueblo, ni le ha confiado a otro sus proyectos.
R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 10, 16-17
Hermanos: El cáliz de la bendición con el que damos gracias, ¿no nos une a Cristo por medio de su sangre? Y el pan que partimos, ¿no nos une a Cristo por medio de su cuerpo? El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque todos comemos del mismo pan. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Quienes participamos en la cena del Señor, reafirmamos nuestra íntima comunión con Cristo y con los hermanos. Tal vínculo de comunión nos lanza a mejorar las experiencias de fraternidad con los demás.
SECUENCIA
(Puede omitirse o puede
recitarse en forma abreviada, comenzando por la estrofa: "El pan que del
cielo baja").
Al Salvador alabemos, Bajo símbolos diversos
Al Salvador alabemos,
que es nuestro pastor y guía.
Alabémoslo con himnos
y canciones de alegría.
Esto nuevo, siempre nuevo,
es la luz de la verdad.
que sustituye a lo viejo
con reciente claridad.
Alabémoslo sin límites
y con nuestras fuerzas todas;
pues tan grande es el Señor,
que nuestra alabanza es poca.
Gustosos hoy aclamamos
a Cristo, que es nuestro pan.
pues El es el pan de vida
que nos da vida inmortal.
Doce eran los que cenaban
y les dio pan a los doce.
Doce entonces lo comieron,
y, después, todos los hombres.
Sea plena la alabanza
y llena de alegres cantos;
que nuestra alma se desborde
en todo un concierto santo.
Hoy celebramos con gozo
la gloriosa institución
de este banquete divino,
el banquete del Señor.
Esta es la nueva Pascua,
Pascua del único Rey,
que termina con la alianza
tan pesada de la ley.
En aquella ultima cena
Cristo hizo la maravilla
de dejar a sus amigos
el memorial de su vida.
Enseñados por la
Iglesia,
consagramos pan y vino,
que a los hombres nos redimen,
y dan fuerza en el camino.
Es un dogma del cristiano
que el pan se convierte en carne,
y lo que antes era vino
queda convertido en sangre.
Hay cosas que no entendemos,
pues no alcanza la razón;
mas si las vemos con fe,
entraran al corazón.
Bajo símbolos diversos
y
en diferentes figuras,
se esconden ciertas verdades
maravillosas, profundas.
Su sangre es nuestra bebida;
su carne, nuestro alimento;
pero en el pan o en el vino
Cristo esta todo completo
Quien lo come, no lo rompe,
no lo parte ni divide;
El es el todo y la parte;
vivo esta en quien lo recibe.
Cuando parten lo exterior,
solo parten lo que has visto;
no es una disminución
de la persona de Cristo.
Puede ser tan solo uno
el que se acerca al altar,
o pueden ser multitudes:
Cristo no se acabara.
Lo comen buenos y malos,
con provecho diferente;
no es lo mismo tener vida
que ser condenado a muerte.
A los malos les da muerte
y a los buenos les da vida.
¡Que efecto tan diferente
tiene la misma comida!
El pan que del cielo baja
es comida de viajeros.
Es un pan para los hijos.
¡No hay que tirarlo a los perros!
Isaac, el inocente,
es figura de este pan,
con el cordero de Pascua
y el misterioso mana.
Ten compasión de
nosotros,
buen pastor, pan verdadero.
Apaciéntanos y cuídanos
y conducenos al cielo.
Si lo parten, no te apures
solo parten lo exterior;
en el mínimo fragmento
entero late el Señor.
Todo lo puedes y sabes,
pastor de ovejas, divino.
Concedenos en el cielo
gozar la herencia contigo. Amen.
ACLAMACIÓN
(Jn 6,51) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el
que coma de este pan vivirá para siempre. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 6, 51-58
En
aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Yo soy el pan vivo,
que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.
Y el pan que yo les voy a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida".
Entonces los judíos se pusieron a discutir entre sí: "¿Cómo
puede éste damos a comer su carne?".
Jesús les dijo: "Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del
hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que
come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré
el último día.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi
carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre,
que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por Él, así también
el que me come vivirá por mí.
Éste es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que
comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivirá para
siempre". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Las palabras de Jesús son deliberadamente ambiguas. Los interlocutores antiguos se confunden. Nosotros no, porque sabemos cuál es la fuerza transformadora de la Eucaristía.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, concede a tu Iglesia los dones de la unidad y de la paz, simbolizados en las ofrendas sacramentales que te presentamos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO DE LA SAGRADA EUCARISTÍA
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
El cual, verdadero y eterno sacerdote, al instituir el sacrificio perdurable,
se ofreció a ti como víctima salvadora y nos mandó que
lo ofreciéramos como memorial suyo.
En efecto, cuando comemos su carne, inmolada por nosotros, quedamos fortalecidos;
y cuando bebemos su sangre, derramada por nosotros, quedamos limpios de nuestros
pecados.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros
celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 56)
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, disfrutar eternamente del gozo de tu divinidad que ahora pregustamos, en la comunión de tu Cuerpo y de tu Sangre. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Santos: Desiderio de Vienne, obispo; Juana Antida Thouret, fundadora, y Juan Bautista Rossi, presbítero.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Ga 6, 14)
Que nuestra única gloria sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en quien está nuestra salvación, nuestra vida y resurrección, y por quien hemos sido redimidos y liberados.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo muriera en la cruz para salvar a todos los hombres, concédenos aceptar por su amor la cruz del sufrimiento aquí en la tierra, para poder gozar en el cielo los frutos de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol Santiago: 5, 9-12
Hermanos míos: No murmuren los unos de los otros, para que en el día del juicio no sean condenados. Miren que el juez ya está a la puerta. Tomen como ejemplo de paciencia en el sufrimiento a los profetas, los cuales hablaron en nombre del Señor. Llamamos dichosos a los que supieron soportar el sufrimiento. Ustedes han oído hablar de la paciencia de Job y ya ven el final que le dio el Señor, porque el Señor es compasivo y misericordioso. Pero sobre todo, hermanos míos, no juren ni por el cielo ni por la tierra, ni por ninguna otra cosa; que el sí de ustedes sea sí, y el no de ustedes sea no, para que no queden expuestos a ser condenados en el juicio. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los profetas y los justos del Antiguo Testamento se mantuvieron fieles a la voluntad de Dios, al precio de su vida. Cuando arrecie nuestro sufrimiento, valdrá la pena recordarlo.
Del salmo 102 R/. El Señor
es compasivo y misericordioso.
Bendice al Señor, alma mía; que todo mí ser bendiga su
santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus
beneficios. R/.
El Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedades; Él rescata
tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura. R/.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso
para perdonar. El Señor no estará siempre enojado, ni durará
para siempre su rencor. R/.
Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia;
como un padre es compasivo con sus hijos, así es compasivo el Señor
con quien lo ama. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Jn 17. 17) R/. Aleluya, aleluya.
Tu palabra, Señor, es la verdad; santifícanos en la verdad. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 10, 1-12
En aquel tiempo, se fue
Jesús al territorio de Judea Transjordania, y de nuevo se le fue acercando
la gente; El los estuvo enseñando, como era su costumbre. Se acercaron
también unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: "¿Le
es lícito a un hombre divorciarse de su esposa?".
Él les respondió: "¿Qué les prescribió
Moisés?". Ellos contestaron: "Moisés nos permitió
el divorcio mediante la entrega de un acta de divorcio a la esposa". Jesús
les dijo: "Moisés prescribió esto, debido a la dureza del
corazón de ustedes. Pero desde el principio, al crearlos, Dios los hizo
hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se
unirá a su esposa y serán los dos una sola carne. De modo que
ya no son dos, sino una sola carne. Por eso, lo que Dios unió, que no
lo separe el hombre".
Ya en casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre el asunto.
Jesús les dijo: "Si uno se divorcia de su esposa y se casa con otra,
comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se
casa con otro, comete adulterio". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Cuando vivimos en una cultura divorcista, encontramos dificultades para captar la fuerza liberadora de estas palabras de Jesús. ¿Cuáles serán las raíces que provocan el aumento de divorcios en el mundo?
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que este sacrificio que Cristo te ofreció sobre la cruz para borrar los pecados del mundo, nos purifique ahora de todas nuestras culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12, 32)
Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor nuestro Jesucristo, tú, que nos has redimido por medio de tu cruz y nos has hecho partícipes de tu Cuerpo y de tu Sangre, concédenos participar también de la gloria de tu resurrección. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Nuestra Señora María Auxiliadora
Santos: Donaciano y Rogaciano de Nantes, mártires. Beato Juan de Prado, presbítero.
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sedulio)
Te aclamamos, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al Rey que gobierna cielo y tierra, por los siglos de los siglos.
ORACIÓN COLECTA
Oh Dios, Padre de Jesucristo, nuestro Salvador, que en Santa Maria, Virgen y Madre, nos has dado la imagen de la Iglesia, envía tu Espíritu en ayuda de nuestra debilidad, para que, perseverando en la fe, crezcamos en el amor y caminemos juntos hasta la meta de la bienaventurada esperanza. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol Santiago: 5, 13-20
Hermanos míos: ¿Sufre
alguno de ustedes? Que haga oración. ¿Está de buen humor?
Que entone cantos al Señor. ¿Hay alguno enfermo? Que llame a los
presbíteros de la Iglesia, para que oren por él y lo unjan con
aceite, invocando al Señor. La oración hecha con fe le dará
la salud al enfermo y el Señor hará que se levante; y si tiene
pecados, se le perdonarán. Por lo tanto, confiesen sus pecados los unos
a los otros y oren los unos por los otros para que se curen. Mucho puede la
oración insistente del justo: Elías era un hombre igual a nosotros,
y cuando oró con insistencia para que no lloviera, no llovió en
tres años y medio; volvió a orar, y el cielo dio su lluvia, y
la tierra, sus cosechas.
Hermanos míos, si alguno de ustedes se desvía de la verdad y otro
lo hace volver al buen camino, tengan presente que quien hace volver a un pecador
de su extravío, salvará su propia alma de la muerte y sepultará
una multitud de pecados. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los bautizados formamos una comunidad de creyentes en Dios. No nos relacionamos cada cual aisladamente con Dios; más bien, vivimos una comunión que nos anima a ser solidarios con todos en toda ocasión.
Del salmo 140 R/. Que sea,
Señor, mi oración como el incienso.
A ti clamo, Señor, acude pronto; cuando te invoco, escucha mi plegaria.
Que sea mi oración como el incienso; como ofrenda, mis manos levantadas.
R/.
Pon, Señor, en mi boca un centinela, un vigía, a la puerta de
mis labios. En ti, Señor, están puestos mis ojos, no me niegues
tu amparo. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Mt 11, 25) R/. Aleluya, aleluya.
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque
has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 10,13-16
En aquel tiempo, la gente le llevó a Jesús unos niños para que los tocara, pero los discípulos trataban de impedirlo. Al ver aquello, Jesús se disgustó y les dijo: "Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios es de los que son como ellos. Les aseguro que el que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él". Después tomó en brazos a los niños y los bendijo imponiéndoles las manos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los pequeños viven confiadamente su relación filial. En ese sentido, Jesús los presenta como la imagen adecuada que expresa la actitud del creyente que acoge el reino de Dios.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Padre lleno de bondad, que nos socorra el inmenso amor de tu Hijo unigénito para que, quien al nacer de la Virgen María, no menoscabó la integridad de la Madre, sino que la consagró, nos libre de nuestras culpas y haga acepta a ti nuestra oblación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de la Santísima Virgen María
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Lc 11, 27)
Dichosa la Virgen María, que llevó en su seno al Hijo del eterno Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, al recibir el sacramento celestial en esta conmemoración de la santísima Virgen María, te pedimos que nos concedas celebrar dignamente, a imitación suya, el misterio de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 17, 19-20)
El Señor es mi protector; Él me libró de las manos de mis enemigos y me salvó, porque me ama.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, que el curso de los acontecimientos del mundo se desenvuelva, según tu voluntad, en la justicia y en la paz, y que tu Iglesia pueda servirte con tranquilidad y alegría. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 49, 14-15
“Sión había dicho: 'El Señor me ha abandonado, el Señor me tiene en el olvido'. ¿Puede acaso una madre olvidarse de su criatura hasta dejar de enternecerse por el hijo de sus entrañas? Aunque hubiera una madre que se olvidara, yo nunca me olvidaré de ti", dice el Señor todopoderoso. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Estas palabras, cargadas de dramatismo, son la manifestación contundente de que el amor de Dios por su pueblo está más allá de los cálculos y las mezquindades propias del corazón humano.
Del salmo 61 R/. Sólo
en Dios he puesto mi confianza.
Sólo en Dios he puesto mi confianza, porque de Él vendrá
el bien que espero. Él es mi refugio y mi defensa, ya nada me inquietará.
R/.
Sólo Dios es mi esperanza, mi confianza es el Señor: es mi baluarte
y firmeza, es mi Dios y salvador. R/.
De Dios viene mi salvación y mi gloria; Él es mi roca firme y
mi refugio. Confía siempre en Él, pueblo mío, y desahoga
tu corazón en su presencia. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 4, 1-5
Hermanos: Procuren que todos
nos consideren como servidores de Cristo y administradores de los misterios
de Dios.
Ahora bien, lo que se busca en un administrador es que sea fiel. Por eso, lo
que menos me preocupa es que me juzguen ustedes o un tribunal humano; pues ni
siquiera yo me juzgo a mí mismo. Es cierto que mi conciencia no me reprocha
nada, pero no por eso he sido declarado inocente. El Señor es quien habrá
de juzgarme. Por lo tanto, no juzguen antes de tiempo; esperen a que venga el
Señor. Entonces Él sacará a la luz lo que está oculto
en las tinieblas, pondrá al descubierto las intenciones del corazón
y dará a cada uno la alabanza que merezca. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Pablo no se deja marear por los halagos, tampoco confía en su conciencia, está convencido que al único que debe rendirle cuentas de su misión es al Señor Jesús.
ACLAMACIÓN
(Hb 4, 12) R/. Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios es viva y eficaz y descubre los pensamientos e intenciones
del corazón. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 6, 24-34
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Nadie puede servir
a dos amos, porque odiará a uno y amará al otro, o bien obedecerá
al primero y no le hará caso al segundo. En resumen, no pueden ustedes
servir a Dios y al dinero. Por eso les digo que no se preocupen por su vida,
pensando qué comerán o con qué se vestirán. ¿Acaso
no vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Miren las aves del cielo, que ni siembran, ni cosechan, ni guardan en graneros
y, sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿Acaso no valen ustedes
más que ellas? ¿Quién de ustedes, a fuerza de preocuparse,
puede prolongar su vida siquiera un momento?
¿Y por qué se preocupan del vestido? Miren cómo crecen
los lirios del campo, que no trabajan ni hilan. Pues bien, yo les aseguro que
ni Salomón, en todo el esplendor de su gloria, se vestía como
uno de ellos. Y si Dios viste así a la hierba del campo, que hoy florece
y mañana es echada al horno, ¿no hará mucho más
por ustedes, hombres de poca fe?
No se inquieten, pues, pensando: ¿Qué comeremos o qué beberemos
o con qué nos vestiremos? Los que no conocen a Dios se desviven por todas
estas cosas; pero el Padre celestial ya sabe que ustedes tienen necesidad de
ellas. Por consiguiente, busquen primero el Reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas se les darán por añadidura. No se preocupen por el
día de mañana, porque el día de mañana traerá
ya sus propias preocupaciones. A cada día le bastan sus propios problemas".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Somos seres integrales, es decir, no experimentamos divisiones en nuestro ser. Nuestro corazón, como la dimensión más profunda de nuestro ser, tampoco se debe dividir. El corazón se da por entero a Dios.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este pan y este vino que tú mismo nos das para ofrecértelos nos ayuden, Señor, convertidos en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, a conseguir el premio de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio dominical
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Padre misericordioso, que por este sacramento con que ahora nos fortaleces, nos hagas algún día participar de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Con frecuencia convertimos nuestra existencia en una mala representación. Creemos ser perspicaces y prácticos, pero terminamos siendo cínicos e incongruentes. Pensamos que hay atajos que nos permiten escamotear las exigencias básicas de nuestra fe, por lo que inventamos formas de vida paranoicas, pues decimos servir a Dios pero andamos corriendo frenéticamente detrás del dinero. Como escribiera un teólogo alemán hace siglos, "aquél a quien servimos es nuestro Dios". Si nuestra existencia, nuestros proyectos y afanes más codiciados giran en torno de los bienes materiales, somos servidores de ese amo implacable: el injusto dinero, que como esclavo nuestro es bueno, pero como nuestro amo es insoportable.
Santos: Felipe Neri, fundador; Eleuterio, papa, y Mariana de Jesús Paredes, laica.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 4, 18)
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Nueva a los pobres y anunciar su liberación a los cautivos.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que concediste a san Felipe Neri el don de servirte y de ayudar al prójimo con sencillez y alegría, infunde en nosotros tu Espíritu de amor para que sepamos vivir alegremente el Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro: 1, 3-9
Bendito sea Dios, Padre
de nuestro Señor Jesucristo, por su gran misericordia, porque al resucitar
a Jesucristo de entre los muertos, nos concedió renacer a la esperanza
de una vida nueva, que no puede corromperse ni mancharse y que Él nos
tiene reservada como herencia en el cielo. Porque ustedes tienen fe en Dios,
Él los protege con su poder, para que alcancen la salvación que
les tiene preparada y que Él revelará al final de los tiempos.
Por esta razón, alégrense, aun cuando ahora tengan que sufrir
un poco por adversidades de todas clases, a fin de que su fe, sometida a la
prueba, sea hallada digna de alabanza, gloria y honor, el día de la manifestación
de Cristo. Porque la fe de ustedes es más preciosa que el oro, y el oro
se acrisola por el fuego. A Cristo Jesús no lo han visto y, sin embargo,
lo aman; al creer en Él ahora, sin vedo, se llenan de una alegría
radiante e indescriptible, seguros de alcanzar la salvación de sus almas,
que es la meta de la fe. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Quien ha recibido las bendiciones copiosas del amor de Dios, está dispuesto a afrontar las contrariedades derivadas de la fidelidad cristiana. El creyente aprende a esperar con gozo.
Del salmo 110 R/. El Señor
se acuerda siempre de su alianza.
Quiero alabar a Dios, de corazón, en las reuniones de los justos. Grandiosas
son las obras del Señor y para todo fiel, dignas de estudio. R/.
Ha hecho inolvidables sus prodigios. El Señor es piadoso y es clemente.
Acordándose siempre de su alianza, Él le da de comer al que lo
teme. R/.
Él redimió a su pueblo y estableció su alianza para siempre.
Dios es santo y terrible y su gloria perdura eternamente. R/.
ACLAMACIÓN
(2 Co 8, 9) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 10, 17-27
En
aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó
corriendo un hombre, se arrodilló ante Él y le preguntó:
"Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?".
Jesús le contestó: "¿Por qué me llamas bueno?
Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos:
No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás
falso testimonio, no cometerás fraudes, honrarás a tu padre y
a tu madre".
Entonces él le contestó: "Maestro, todo eso lo he cumplido
desde muy joven". Jesús lo miró con amor y le dijo:
"Sólo una cosa te falta: Ve y vende lo que tienes, da el dinero
a los pobres y así tendrás un tesoro en los cielos. Después,
ven y sígueme". Pero al oír estas palabras, el hombre se
entristeció y se fue apesadumbrado, porque tenía muchos bienes.
Jesús, mirando a su alrededor, dijo entonces a sus discípulos:
"¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el
Reino de Dios!". Los discípulos quedaron sorprendidos ante estas
palabras; pero Jesús insistió: "Hijitos, ¡qué
difícil es para los que confían en las riquezas, entrar en el
Reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de
una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios".
Ellos se asombraron todavía más y comentaban entre sí:
"Entonces, ¿quién puede salvarse?". Jesús, mirándolos
fijamente, les dijo: "Es imposible para los hombres, mas no para Dios.
Para Dios todo es posible". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
El joven rico no es un personaje de ficción, es el prototipo y la encarnación de un padecimiento interior que frecuentemente nos aqueja, la fiebre posesiva que nos vuelve esclavos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por medio de este sacrificio de alabanza que vamos a ofrecerte, convierte, Señor, nuestra vida, como la de san Felipe Neri, en una prueba más de tu solicitud por los pobres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por esta sagrada comunión que hemos recibido, concédenos, Señor, que, a ejemplo de san Felipe, tengamos siempre hambre y sed de Cristo, que es la vida verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 4, 18. 19)
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Nueva a los pobres y anunciar su liberación a los cautivos, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que constituiste a tu Hijo como Sumo y Eterno Sacerdote, concede a cuantos Él eligió como ministros y dispensadores de tus sacramentos, permanecer fieles en el cumplimiento de su ministerio. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro: 1,10-16
Hermanos: Los profetas,
cuando predijeron la gracia destinada a ustedes, investigaron profundamente
acerca de la salvación de ustedes.
Ellos trataron de descubrir en qué tiempo y en qué circunstancias
se habrían de verificar las indicaciones que el Espíritu de Cristo,
que moraba en ellos, les había revelado sobre los sufrimientos de Cristo
y el triunfo glorioso que los seguiría. Pero se les dio a conocer que
ellos no verían lo que profetizaban, sino que estaba reservado para nosotros.
Todo esto les ha sido anunciado ahora a ustedes, por medio de aquellos que les
han predicado el Evangelio con la fuerza del Espíritu Santo, enviado
del cielo, y ciertamente es algo que los ángeles anhelan contemplar.
Por eso, viviendo siempre atentos y vigilantes, pongan toda su esperanza en
la gracia que les va a traer la manifestación gloriosa de Jesucristo.
Como hijos obedientes, no vivan conforme a las pasiones que tenían antes,
en el tiempo de su ignorancia. Al contrario, así como es santo el que
los llamó, sean también ustedes santos en toda su conducta, pues
la Escritura dice: Sean santos, porque yo, el Señor, soy santo. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Aquel que confirma su decisión de ser seguidor de Dios, vive congruentemente, sabe decir lo que piensa y actúa conforme a lo que cree. Experimenta una ruptura que lo transforma.
Del salmo 97 R/. Cantemos
al Señor un canto nuevo.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Mt 11, 25) R/. Aleluya, aleluya.
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque
has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 10, 28-31
En
aquel tiempo, Pedro le dijo a Jesús: "Señor, ya ves que nosotros
lo hemos dejado todo para seguirte".
Jesús le respondió: "Yo les aseguro: Nadie que haya dejado
casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí
y por el Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno
en casas, hermanos y hermanas, madres e hijos y tierras, junto con persecuciones,
y en el otro mundo, la vida eterna. Y muchos que ahora son los primeros serán
los últimos, y muchos que ahora son los últimos, serán
los primeros". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Quienes aprenden a despojarse de bienes y valores muy queridos, para entregarse con mayor libertad al proyecto del Reino de Dios, recibirán bendiciones, pero también conocerán momentos de fuerte adversidad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Tú, que has querido que los sacerdotes estén al servicio del altar y de tu pueblo, concédeles, Señor, por la fuerza de este sacrificio, que su ministerio te sea siempre grato y rinda frutos permanentes para tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 17-18)
Padre santo, santifícalos en la verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este sacrificio eucarístico que te hemos ofrecido, y del cual hemos participado, santifique, Señor, a tus sacerdotes y a todos tus fieles, para que, en plena comunión contigo, colaboren con todas sus fuerzas a la edificación de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Germán de París, obispo; Guillermo de Aquitania, religioso, y Justo de Urgel, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Si 36,18-19)
Señor, concede la paz a los que en ti esperan; escucha las oraciones de tus hijos y guíanos por el camino de la justicia.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que llamas hijos tuyos a los que promueven la paz, concédenos trabajar incansablemente por establecer la justicia, sin la cual es imposible garantizar una paz auténtica y duradera. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro: 1, 18-25
Hermanos: Bien saben ustedes
que de su estéril manera de vivir, heredada de sus padres, los ha rescatado
Dios. Y no con bienes efímeros, como el oro y la plata, sino con la sangre
preciosa de Cristo, el cordero sin defecto ni mancha, al cual Dios había
elegido desde antes de la creación del mundo y, por amor a ustedes, lo
ha manifestado en estos tiempos, que son los últimos. Por Cristo, ustedes
creen en Dios, quien lo resucitó de entre los muertos y lo llenó
de gloria, a fin de que la fe de ustedes sea también esperanza en Dios.
Así pues, purificados ya internamente por la obediencia a la verdad,
que conduce al amor sincero a los hermanos, ámense los unos a los otros
de corazón e intensamente. Porque han vuelto ustedes a nacer, y no de
una semilla mortal, sino inmortal, por medio de la palabra viva y permanente
de Dios. En efecto, todo mortal es hierba y toda su belleza es flor de hierba:
se seca la hierba y cae la flor; en cambio, la palabra del Señor permanece
para siempre. Y ésa es la palabra que se les ha anunciado. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
La renovación bautismal nos ha regenerado internamente. Quienes hemos aprendido a vivir abiertos al enorme valor que encarna toda persona, procuramos amar a los demás de todo corazón.
Del salmo 147 R/. Demos
gloria al Señor.
Glorifica al Señor, Jerusalén; a Dios ríndele honores,
Israel. Él refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en
tu casa. R/.
Él mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre.
Él envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente.
R/.
Le muestra a Jacob su pensamiento, sus normas y designios a Israel. No ha hecho
nada igual con ningún pueblo, ni le ha confiado a otro sus proyectos.
R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Mc 10, 45) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo vino a servir y a dar su vida por la salvación de
todos. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 10, 32-45
En
aquel tiempo, Jesús y sus discípulos iban camino de Jerusalén
y Jesús se les iba adelantando. Los discípulos estaban sorprendidos
y la gente que lo seguía tenía miedo. Él se llevó
aparte otra vez a los Doce y se puso a decides lo que le iba a suceder: "Ya
ven que nos estamos dirigiendo a Jerusalén y el Hijo del hombre va a
ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; van a condenado a muerte
y a entregado a los paganos; se van a burlar de Él, van a escupido, a
azotado y a matado; pero al tercer día resucitará”.
Entonces se acercaron a Jesús, Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo,
y le dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte".
Él les dijo: "¿Qué es lo que desean?". Le respondieron:
"Concede que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda, cuando
estés en tu gloria". Jesús les replicó: "No saben
lo que piden. ¿Podrán pasar la prueba que yo voy a pasar y recibir
el bautismo con que seré bautizado?". Le respondieron:
"Sí podemos". Y Jesús les dijo: "Ciertamente pasarán
la prueba que yo voy a pasar y recibirán el bautismo con que yo seré
bautizado; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí
concederlo; eso es para quienes está reservado".
Cuando los otros diez apóstoles oyeron esto, se indignaron contra Santiago
y Juan. Jesús reunió entonces a los Doce y les dijo: "Ya
saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños
y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario:
el que quiera ser grande entre ustedes que sea su servidor, y el que quiera
ser el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre,
que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención
de todos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
No es una frase retórica, tampoco es una proclama inocente. El ejercicio de la autoridad entre los cristianos es un camino alternativo, marcado por la voluntad de servir a la manera de Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos, Señor, bajo los signos sacramentales del pan y del vino, el sacrificio de tu Hijo, rey de la paz, para que este misterio de unidad y de amor reafirme la fraternidad entre todos tus hijos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 14, 27)
Mi paz les dejo, mi paz les doy, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, el espíritu de tu amor, a fin de que, alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, fomentemos entre todos los hombres la paz que Él mismo nos dejó. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Maximino de Tréveris, obispo; Bona de Pisa, virgen. Beato José Gérard, presbítero.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 77, 23-25)
Abrió Dios las compuertas del cielo e hizo llover sobre ellos el maná para que comiesen; les dio un trigo celeste, y el hombre comió pan de ángeles.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que llevaste a cabo la obra de la redención humana por el misterio pascual de tu Hijo, concédenos que, al anunciar llenos de fe por medio de los signos sacramentales, su muerte y resurrección, recibamos cada vez con mayor abundancia los frutos de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro: 2, 2-5. 9-12
Hermanos: Como niños
recién nacidos, deseen una leche pura y espiritual, para que crezcan
hasta alcanzar la salvación, ya que han probado lo bueno que es el Señor.
Acérquense, pues, al Señor Jesús, la piedra viva, rechazada
por los hombres, pero escogida y preciosa a los ojos de Dios; porque ustedes
también son piedras vivas, que van entrando en la edificación
del templo espiritual, para formar un sacerdocio santo, destinado a ofrecer
sacrificios espirituales, agradables a Dios, por medio de Jesucristo. Ustedes
son estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada a Dios y pueblo
de su propiedad, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los
llamó de las tinieblas a su luz admirable. Ustedes, los que antes no
eran pueblo, ahora son pueblo de Dios; ustedes, los que antes no habían
alcanzado misericordia, ahora han alcanzado misericordia. Queridos hermanos,
como a extranjeros que viven fuera de su patria, les recomiendo que se alejen
de las pasiones bajas, que hacen la guerra al espíritu. Vivan entre los
paganos de modo ejemplar; pues si los llegan a acusar de malhechores, las buenas
acciones de que son testigos los harán a ellos glorificar a Dios el día
del juicio. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La edificación del templo espiritual no termina jamás. La Iglesia es un templo espiritual, donde nos congregamos para ofrecer al Padre los dones más valiosos, los espirituales.
Del salmo 99 R/. El Señor
es nuestro Dios y nosotros su pueblo.
Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría
y con júbilo entremos en su templo. R/.
Reconozcamos que el Señor es Dios, que Él fue quien nos hizo y
somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño. R/.
Entremos por sus puertas dando gracias, crucemos por sus atrios entre himnos,
alabando al Señor y bendiciéndolo. R/.
Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia
y su fidelidad nunca se acaba. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 8, 12) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá
la luz de la vida. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 10, 46-52
"En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó en compañía de sus discípulos y de mucha gente, un ciego, llamado Bartimeo, se hallaba sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que el que pasaba era Jesús Nazareno, comenzó a gritar: "¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mi!". Muchos lo reprendían para que se callara, pero Él seguía gritando todavía más fuerte: "¡Hijo de David, ten compasión de mí!". Jesús se detuvo entonces y dijo: "Llámenlo". Y llamaron al ciego, diciéndole: "¡Ánimo! Levántate, porque Él te llama". El ciego tiró su manto; de un salto se puso en pie y se acercó a Jesús. Entonces le dijo Jesús: "¿Qué quieres que haga por ti?". El ciego le contestó: "Maestro, que pueda ver". Jesús le dijo: "Vete; tu fe te ha salvado". Al momento recobró la vista y comenzó a seguido por el camino. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Bartimeo sobrevivió a las limitaciones de su ceguera, sin perder la esperanza. Cuando escuchó la buena nueva sobre Jesús y creyó en ella, su vida se llenó de luz.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, te pedimos humildemente nos concedas que este sacramento de amor sea siempre para nosotros un signo de unidad y un vínculo de amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51-52)
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor. El que coma de este pan, vivirá eternamente; pues el pan que voy a dar, es mi carne, y lo doy para vida del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que la participación en este banquete celestial nos santifique, de modo que, por la recepción del Cuerpo y la Sangre de Cristo, se estreche entre nosotros la unión fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
El Sagrado Corazón de Jesús
Santos: Fernando III de España, rey, y Juana de Arco, virgen.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 32, 11. 19)
Los proyectos de su corazón subsisten de edad en edad, para librar de la muerte la vida de sus fieles y reanimados en tiempo de hambre.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Al celebrarse hoy la solemnidad del Corazón de Jesús, en la que recordamos el inmenso amor de tu Hijo hacia nosotros, te suplicamos, Padre todopoderoso, que nos concedas alcanzar de esa fuente inagotable la abundancia de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Deuteronomio: 7, 6-11
En aquel tiempo, habló
Moisés al pueblo y le dijo: "Eres un pueblo consagrado al Señor,
tu Dios; Él te ha elegido a ti para que seas pueblo suyo entre todos
los pueblos de la tierra.
El Señor se ha comprometido contigo y te ha elegido, no por ser tú
el más numeroso de todos los pueblos, ya que al contrario, eres el menos
numeroso; más bien te ha elegido por el amor que te tiene y para cumplir
el juramento hecho a tus padres. Por eso, el Señor, con mano firme, te
sacó de la esclavitud y del poder del faraón, rey de Egipto. Reconoce,
pues, que el Señor, tu Dios, es el Dios verdadero y fiel. Él guarda
su alianza y su misericordia hasta mil generaciones para los que lo aman y cumplen
sus mandamientos; pero castiga a quienes lo odian, y los hace perecer sin demora.
Guarda, pues, los mandamientos, preceptos y leyes que yo te mando hoy poner
en práctica". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Dios escogió a su pueblo de una manera libre y amorosa. No fue la grandeza ni el poderío de Israel lo que le hizo tomar la elección. El amor infinito de Dios es la razón de la elección.
Del salmo 102 R/. El Señor
es compasivo y misericordioso.
Bendice al Señor, alma mía; que todo mi ser bendiga su santo nombre.
Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios.
R/.
El Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedades; Él rescata
tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura. R/.
El Señor hace justicia y le da la razón al oprimido. A Moisés
le mostró su bondad y sus prodigios al pueblo de Israel. R/.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso
para perdonar. No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según
nuestros pecados. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 4, 7-16
Queridos hijos: Amémonos
los unos a los otros, porque el amor viene de Dios y todo el que ama ha nacido
de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor.
El amor que Dios nos tiene, se ha manifestado en que envió al mundo a
su Hijo unigénito para que vivamos por Él.
El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que
Él nos amó primero y nos envió a su Hijo, como víctima
de expiación por nuestros pecados.
Si Dios nos ha amado tanto, también nosotros debemos amamos los unos
a los otros. A Dios nadie lo ha visto nunca; pero si nos amamos los unos a los
otros, Dios permanece en nosotros y su amor en nosotros es perfecto.
En esto conocemos que permanecemos en Él, y Él en nosotros: en
que nos ha dado su Espíritu. Nosotros hemos visto, y de ello damos testimonio,
que el Padre envió a su Hijo como salvador del mundo. Quien confiesa
que Jesús es el Hijo de Dios, permanece en Dios y Dios en él.
Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en
ese amor. Dios es amor y quien permanece en el amor, permanece en Dios y Dios
en él. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Con esta carta, el Apóstol nos hace un recordatorio del mandamiento de Cristo: amamos unos a otros. De esta manera, nos uniremos a Dios y permaneceremos con Él, y Él en nosotros.
ACLAMACIÓN
(Mt 11 29) R/. Aleluya, aleluya.
Tomen mi yugo sobre ustedes, dice el Señor, y aprendan de mí,
que soy manso y humilde de corazón. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 11, 25-30
En
aquel tiempo, Jesús exclamó: "¡Te doy gracias, Padre,
Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los
sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla! Gracias, Padre,
porque así te ha parecido bien.
El Padre ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie conoce al Hijo sino el
Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera
revelar.
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la
carga, y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de
mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso,
porque mi yugo es suave y mi carga ligera". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
El corazón humilde y la mente bien dispuesta son las exigencias indispensables para desentrañar los misterios del Reino. Los pequeños son nuestros mejores maestros.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Ten en cuenta, Señor, el inefable amor del corazón de tu Hijo, para que este don que te ofrecemos sea agradable a tus ojos y sirva como expiación de nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno por Cristo, Señor nuestro.
El cual, con inmenso amor, se entregó por nosotros en la cruz e hizo
salir sangre yagua de su costado herido, de donde habrían de brotar los
sacramentos de la Iglesia, para que todos, atraídos hacia el corazón
abierto del Salvador, pudieran beber siempre, con gozo, de la fuente de la salvación.
Por eso, con los ángeles y con todos los santos, te alabamos, diciendo
sin cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 7, 37-38)
Dice el Señor: Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba. De aquel que cree en mí, brotarán ríos de agua viva.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que este sacramento de caridad nos haga arder en un santo amor que, atrayéndonos siempre hacia tu Hijo, nos enseñe a reconocerlo en cada uno de nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La Visitación de la Santísima Virgen María
Santos: Santa Petronila de Roma, mártir. Beato Nicolás Barré, fundador.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 65,16)
Ustedes, los que aman y temen a Dios, vengan y escuchen: les contaré las maravillas que el Señor ha hecho por mí.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno y todopoderoso, que inspiraste a la santísima Virgen cuando llevaba ya en su seno a tu Hijo el deseo de visitar a santa Isabel, concédenos docilidad a tu Espíritu, a fin de que podamos siempre, con María, reconocer tus beneficios y alabarte por ellos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 12, 9-16
Hermanos: Que el amor de
ustedes sea sincero. Aborrezcan el mal y practiquen el bien; ámense cordialmente
los unos a los otros, como buenos hermanos; que cada uno estime a los otros
más que a sí mismo. En el cumplimiento de su deber, no sean negligentes
y mantengan un espíritu fervoroso al servicio del Señor. Que la
esperanza los mantenga alegres; sean constantes en la tribulación y perseverantes
en la oración. Ayuden a los hermanos en sus necesidades y esmérense
en la hospitalidad.
Bendigan a los que los persiguen; bendíganlos, no los maldigan. Alégrense
con los que se alegran; lloren con los que lloran. Que reine la concordia entre
ustedes. No sean, pues, altivos; más bien pónganse al nivel de
los humildes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los cristianos apreciamos el valor del amor fraterno y la autenticidad. Cuando vivimos estos dos valores traslucimos la fuerza de nuestra esperanza.
Isaías 12 R/. El
Señor ha hecho maravillas con nosotros.
El Señor es mi Dios y salvador, con Él estoy seguro y nada temo.
El Señor es mi protección y mi fuerza y ha sido mi salvación.
Sacarán agua con gozo de la fuente de salvación. R/.
Den gracias al Señor, invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas,
proclamen que su nombre es sublime. R/.
Alaben al Señor por sus proezas, anúncienlas a toda la tierra.
Griten jubilosos, habitantes de Sión, porque el Dios de Israel ha sido
grande con ustedes. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Lc 1, 45) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosa tú, santísima Virgen María, que has creído,
porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-56
En
aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo
de las montañas de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó
a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura
saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo y, levantando la
voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito
el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi
Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos,
el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído,
porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".
Entonces dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu
se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad
de su esclava.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho
en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre y su misericordia
llega de generación en generación a los que lo temen.
Ha hecho sentir el poder de su brazo: dispersó a los de corazón
altanero, destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A
los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió
sin nada.
Acordándose de su misericordia vino en ayuda de Israel, su siervo, como
lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia,
para siempre".
María permaneció con Isabel unos tres meses, y luego regresó
a su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El cántico de la virgen María reafirma, con decisión, la esperanza inquebrantable de los humildes. Ellos han vivido recibiendo constantemente sus dones, y por eso confían en Él.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios todopoderoso, que bendijiste la amorosa solicitud de Maria, la Madre de tu Hijo, por su prima Isabel, acepta y bendice los dones que te presentamos y conviértelos para nosotros en fuente de santificación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de la Santísima Virgen María
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 48-49)
Todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso, cuyo nombre es santo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Dios nuestro, por este admirable sacramento de tu amor que has concedido a la Iglesia y te suplicamos que, así como Juan Bautista se alegró al sentir la presencia oculta de tu Hijo, así podamos nosotros reconocer en la Eucaristía la presencia viva de nuestro Salvador, que vive y reina por los siglos de los siglos.
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