Dom |
Lun |
Mar |
Mié |
Jue |
Vie |
Sáb |
|
|
|
||||
28 | ||||||
|
MISAL ENERO DEL 2010 / www.laverdadcatolica.org
Intenciones del Santo Padre para el mes de Enero 2010 |
|
GENERAL | |
Para que los jóvenes sepan utilizar los modernos medios de comunicación social para su crecimiento personal y para prepararse mejor a servir en la sociedad. |
|
MISIONAL | |
Para que todos los creyentes en Cristo tomen conciencia de que la unidad entre todos los cristianos constituye una condición para hacer más eficaz el anuncio del Evangelio. |
Santa María Madre de Dios
Santos: Segismundo Gorazdowski, fundador, y Guillermo de Dijon, abad. Solemnidad (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sedulio)
Te aclamamos, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al Rey que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que por la fecunda virginidad de Maria diste al género humano el don de la salvación eterna, concédenos sentir la intercesión de aquella por quien recibimos al autor de la vida, Jesucristo, Señor nuestro, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Números: 6, 22-27
En aquel tiempo,
el Señor habló a Moisés y le dijo: "Di a Aarón
y a sus hijos: 'De esta manera bendecirán a los israelitas: El Señor
te bendiga y te proteja, haga resplandecer su rostro sobre ti y te conceda su
favor. Que el Señor te mire con benevolencia y te conceda la paz'.
Así invocarán mi nombre sobre los israelitas y yo los bendeciré".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Un ciclo anual se abre en clave de esperanza. El cristiano camina de frente, con la mirada puesta en lo alto. La fe en el Padre providente lo empuja a retomar confiadamente su proyecto vital.
Del salmo 66 R/. Ten piedad de nosotros, Señor, y bendícenos.
Ten piedad de
nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a nosotros. Que
conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. R/.
Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia;
con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones.
R/.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos, que los pueblos te aclamen todos
juntos. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 4, 4-7
Hermanos: Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, Nacido bajo la ley, para rescatar a los que estábamos bajo la ley; a fin de hacernos hijos suyos. Puesto que ya son ustedes hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama "¡Abba!", es decir, ¡Padre! Así que ya no eres siervo, sino hijo; y siendo hijo, eres también heredero por voluntad de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La historia humana alcanza su recapitulación en Cristo, En adelante, la fraternidad universal queda abierta para todos. El Hijo de Dios, Jesucristo, nos hace participes de su condición filial.
ACLAMACIÓN
(Hb 1, 1-2) R/. Aleluya, aleluya.
En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios en el pasado a
nuestros padres, por boca de los profetas. Ahora, en estos tiempos, nos ha hablado
por medio de su Hijo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 2, 16-21
En aquel tiempo,
los pastores fueron a toda prisa hacia Belén y encontraron a María,
a José y al niño, recostado en el pesebre. Después de verlo,
contaron lo que se les había dicho de aquel niño, y cuantos los
oían quedaban maravillados. María, por su parte, guardaba todas
estas cosas y las meditaba en su corazón.
Los pastores se volvieron a sus campos, alabando y glorificando a Dios por todo
cuanto habían visto y oído, según lo que se les había
anunciado.
Cumplidos los ocho días, circuncidaron al niño y le pusieron el
nombre de Jesús, aquel mismo que había dicho el ángel,
antes de que el niño fuera concebido. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Los pastores y la madre de Jesús tenían el corazón bien dispuesto. Sus afanes cotidianos, importantes como los de toda persona, no los alienan. Viven pendientes del llamado del Señor.
Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, tú que eres el origen de todos los bienes y quien los lleva a su pleno desarrollo, concede a quienes celebramos en la Virgen María, Madre de Dios, las primicias de nuestra redención, alcanzar la plenitud de sus frutos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO I DE SANTA MARÍA VIRGEN
En verdad es justo
y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias siempre
y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Y alabar,
bendecir y proclamar tu gloria en la solemnidad de Santa María, siempre
virgen.
Porque ella concibió a tu Hijo único por obra del Espíritu
Santo, y sin perder la gloria de su virginidad, hizo brillar sobre el mundo
la luz eterna, Jesucristo, Señor nuestro.
Por Él, los ángeles y los arcángeles y todos los coros
celestiales, celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos
asociarnos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Hb 13. 8)
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por todos los siglos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que estos sacramentos celestiales que hemos recibido con alegría, sean fuente de vida eterna para nosotros, que nos gloriamos de proclamar a la siempre Virgen María como Madre de tu Hijo y Madre de la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Vísperas I de mañana: Todo propio Memoria (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Si 44, 15. 14)
Los pueblos recuerdan la sabiduría de los santos; la asamblea proclama su alabanza y su fama perdura por generaciones
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has iluminado a tu Iglesia con el ejemplo y la doctrina de los santos Basilio y Gregorio, haz que seamos humildes para comprender tu verdad y danos tu amor para ajustar a ella toda nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 2, 22-28
Hijos míos:
¿Quién es el mentiroso, sino aquel que niega que Jesús
es Cristo? Ése es el anticristo, porque niega al Padre y al Hijo. Nadie
que niegue al Hijo posee al Padre; pero quien reconoce al Hijo, posee también
al Padre. Que permanezca, pues, en ustedes lo que desde el principio han oído.
Si permanece en ustedes lo que han oído desde el principio, también
ustedes permanecerán en el Hijo y en el Padre. Ésta es la promesa
que Él mismo nos hizo: la vida eterna.
Les he escrito esto, pensando en aquellos que tratan de inducirlos al error.
Recuerden que la unción que de Él han recibido, permanece en ustedes
y no necesitan enseñanzas de nadie; esta unción, que es verdad
y no mentira, los ilustra a través de todas las cosas; permanezcan, pues,
en Él, como la unción les enseña.
Así pues, hijos míos, permanezcan en Él, para que, cuando
Él se manifieste, tengamos plena confianza y no nos veamos confundidos
por Él en el día de su venida. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Los cristianos que hemos asumido la fe con libertad hemos superado momentos de crisis y de prueba. El Espíritu nos auxilia para sobreponernos a las horas de desesperanza y confusión.
Del salmo
97 R/. Cantemos la grandeza del Señor.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas.
Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(Hb 1. 1-2) R/. Aleluya, aleluya.
En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios en el
pasado a nuestros padres, por boca de los profetas. Ahora, en estos tiempos,
nos ha hablado por medio de su Hijo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 1, 19-28
Éste es
el testimonio que dio Juan el Bautista, cuando los judíos enviaron desde
Jerusalén a unos sacerdotes y levitas para preguntarle: "¿Quién
eres tú?".
Él reconoció y no negó quién era. Él afirmó:
"Yo no soy el Mesías". De nuevo le preguntaron: "¿Quién
eres, pues? ¿Eres Elías?". Él les respondió:
"No lo soy". "¿Eres el profeta?". Respondió:
"No". Le dijeron: "Entonces dinos quién eres, para poder
llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti
mismo?". Juan les contestó: "Yo soy la voz que grita en el
desierto: 'Enderecen el camino del Señor, como anunció el profeta
Isaías".
Los enviados, que pertenecían a la secta de los fariseos, le preguntaron:
"Entonces ¿por qué bautizas, si no eres el Mesías,
ni Elías, ni el profeta?". Juan les respondió: "Yo bautizo
con agua, pero en medio de ustedes hay uno, al que ustedes no conocen, alguien
que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle las
correas de sus sandalias". Esto sucedió en Betania, en la otra orilla
del Jordán donde Juan bautizaba. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Juan congrega a numerosas personas en torno del río Jordán en las márgenes del desierto. El simbolismo es manifiesto. Juan evoca el recuerdo de Moisés. El pueblo lo entiende y lo sigue con entusiasmo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que la participación en esta Eucaristía nos llene, Señor, de la luz de tu espíritu que iluminó a los santos Basilio y Gregorio, y los hizo instrumentos de tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 1, 23-24)
Nosotros proclamamos a Cristo crucificado: fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con este sacramento, te pedimos, Señor, que fieles a las enseñanzas de los santos Basilio y Gregorio, te demos gracias sin cesar por los dones recibidos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA EPIFANIA DEL SEÑOR.
El Santísimo Nombre de Jesús
Santos: Santa Genoveva de París, virgen. Solemnidad (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Mt 3, 1; 1 Cro 19, 12)
Miren: ya viene el Señor de los ejércitos; en su mano están el reino y la potestad y el imperio.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios nuestro, que por medio de una estrella, diste a conocer en este día, a todos los pueblos, el nacimiento de tu Hijo, concede a los que ya te conocemos por la fe, llegar a contemplar, cara a cara, la hermosura de tu inmensa gloria. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 60, 1-6
Levántate
y resplandece, Jerusalén, porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor
alborea sobre ti. Mira: las tinieblas cubren la tierra y espesa niebla envuelve
a los pueblos; pero sobre ti resplandece el Señor y en ti se manifiesta
su gloria. Caminarán los pueblos a tu luz y los reyes, al resplandor
de tu aurora.
Levanta los ojos y mira alrededor: todos se reúnen y vienen a ti; tus
hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos Entonces verás
esto radiante de alegría; tu corazón se alegrará, y se
ensanchará, cuando se vuelquen sobre ti los tesoros del mar y te traigan
las riquezas de los pueblos Te inundará una multitud de camellos y dromedarios,
procedentes de Madián y de Efá. Vendrán todos los de Sabá
trayendo incienso y oro y proclamando las alabanzas del Señor. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Israel se reedificará de nuevo. Los hijos que marchan a tierras lejanas, regresan jubilosos y exultantes. El Señor los acompaña y los alienta a emprender la renovación de Jerusalén.
Del salmo
71 R/. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes;
así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá
a tu pueblo justamente. R/.
Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era
tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro
de la tierra. R/.
Los reyes de occidente y de las islas le ofrecerán sus dones. Ante él
se postrarán todos los reyes y todas las naciones. R/.
Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra
sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida
al desdichado. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 3, 2-3. 5-6
Hermanos: Han oído hablar de la distribución de la gracia de Dios, que se me ha confiado en favor de ustedes. Por revelación se me dio a conocer este misterio, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, pero que ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: es decir, que por el Evangelio, también los paganos son coherederos de la misma herencia, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la misma promesa en Jesucristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
San Pablo despliega con lucidez e inteligencia el secreto del Mesías. Dios es padre de todos, es decir, no hace distinciones ni justifica segregación alguna. El Espíritu nos constituye como un solo cuerpo.
ACLAMACIÓN
(Mt 2, 2) R/. Aleluya, aleluya.
Hemos visto su estrella en el oriente y hemos venido a adorar al Señor.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 2, 1-12
Jesús nació
en Belén de Judá, en tiempos del rey Herodes. Unos magos de oriente
llegaron entonces a Jerusalén y preguntaron: "¿Dónde
está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos surgir
su estrella y hemos venido a adorarlo".
Al enterarse de esto, el rey Herodes se sobresaltó y toda Jerusalén
con él. Convocó entonces a los sumos sacerdotes y a los escribas
del pueblo y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías.
Ellos le contestaron: "En Belén de Judá, porque así
lo ha escrito el profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá,
no eres en manera alguna la menor entre las ciudades ilustres de Judá,
pues de ti saldrá un jefe, que será el pastor de mi pueblo, Israel".
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos, para que le precisaran
el tiempo en que se les había aparecido la estrella y los mandó
a Belén, diciéndoles: "Vayan a averiguar cuidadosamente qué
hay de ese niño y, cuando lo encuentren, avísenme para que yo
también vaya a adorarlo".
Después de oír al rey, los magos se pusieron en camino, y de pronto
la estrella que habían visto surgir, comenzó a guiarlos, hasta
que se detuvo encima de donde estaba el niño. Al ver de nuevo la estrella,
se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa y vieron al niño
con María, su madre, y postrándose, lo adoraron.
Después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y
mirra. Advertidos durante el sueño de que no volvieran a Herodes, regresaron
a su tierra por otro camino. Palabra del Señor. Gloria a
ti, Señor Jesús.
Los magos llegan de Oriente atraídos por un signo cósmico. Su persistencia y tenacidad son recompensadas Consiguen admirar la presencia luminosa que encierra el rostro del niño en brazos de su madre.
Credo.
ORACIÓN UNIVERSAL
Con un espíritu
muy abierto, oremos por nosotros y por el mundo entero.
A cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
Por todos los cristianos,
por todos los que sentimos la alegría de creer en Jesús. Oremos:
Por los hombres y mujeres de buena voluntad que no han descubierto aún
el gozo de la fe. Oremos:
Por los países de misión, y para que cada vez sean más
los sacerdotes y religiosos hijos de aquellas tierras. Oremos:
Por los niños y niñas que hoy viven esta fiesta llenos de alegría;
y también por los niños y niñas que sufren la pobreza o
el abandono. Oremos:
Por cada uno de nosotros, y por nuestras familias, y por nuestros amigos. Oremos:
Escucha, Padre, nuestra oración, y derrama tu Espíritu en nuestros
corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad los dones de tu Iglesia, que no consisten ya en oro, incienso y mirra, sino en tu mismo Hijo, Jesucristo, que, bajo las apariencias de pan y de vino, va a ofrecerse en sacrificio y a dársenos en alimento, él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
PREFACIO DE LA EPIFANÍA
En verdad es justo
y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte
siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque hoy has revelado en Cristo, el misterio de nuestra salvación,
para iluminar con su luz a todos los pueblos; ya que, al manifestarse tu Hijo
en nuestra carne mortal, nos has restaurado con la gloria de su inmortalidad.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Mt 2, 2)
Hemos visto su estrella en el oriente y venimos con regalos a adorar al Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que tu luz, Señor, nos guíe y nos acompañe siempre para que comprendamos cada día más este sacramento en el que hemos participado y podamos recibirlo con mayor amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Los hombres de buena voluntad siguen buscando señales que los acerquen a Dios. De formas y maneras diferentes sigue manifestándose Dios en el corazón de los creyentes. Dios no es patrimonio exclusivo de ninguna raza, de ninguna iglesia y de ninguna religión. El sentido profundo de la fiesta de la Epifanía del Señor es de carácter ecuménico. Dios atrae a todos los hombres a su amistad. Ningún creyente puede confesar al Dios único con actitudes provincianas o sectarias. El secreto del Mesías es transparente: todas las naciones forman un mismo cuerpo y tienen parte en una misma promesa. El diálogo interreligioso y la tolerancia hacia otras experiencias religiosas son expresión de fe y confianza en el Padre común.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Mt 28, 20)
Sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno, principio de toda creatura, concédenos durante este año, que desde hoy te dedicamos, no carecer de lo necesario para la vida y dar testimonio de ti con nuestras buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 3, 22-4, 6
Queridos hijos:
Puesto que cumplimos los mandamientos de Dios y hacemos lo que le agrada, ciertamente
obtendremos de Él todo lo que le pidamos. Ahora bien, éste es
su mandamiento: que creamos en la persona de Jesucristo, su Hijo, y nos amemos
los unos a los otros, conforme al precepto que nos dio. Quien cumple sus mandamientos
permanece en Dios y Dios en él. En esto conocemos, por el Espíritu
que Él nos ha dado, que Él permanece en nosotros.
Hermanos míos, no se dejen llevar de cualquier espíritu, sino
examinen toda inspiración para ver si viene de Dios, pues han surgido
por el mundo muchos falsos profetas. La presencia del Espíritu de Dios
la pueden conocer en esto: Todo aquel que reconoce a Jesucristo, Palabra de
Dios, hecha hombre, es de Dios. Todo aquel que no reconoce a Jesús, no
es de Dios, sino que su espíritu es del anticristo. De éste han
oído decir que ha de venir; pues bien, ya está en el mundo. Ustedes
son de Dios, hijitos míos, y han triunfado de los falsos profetas, porque
más grande es el que está en ustedes que el que está en
el mundo. Ellos son del mundo, enseñan cosas del mundo y el mundo los
escucha. Pero nosotros somos de Dios y nos escucha el que es de Dios. En cambio,
aquel que no es de Dios no nos escucha. De esta manera distinguimos entre el
espíritu de la verdad y el espíritu del error. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
La buena conciencia del cristiano se deriva de saber que cumple el mandato de su Señor, que no es otro que la vivencia cotidiana del amor fraterno. Un cristiano no puede ser individualista.
Del salmo
2 R/. Yo te daré en herencia las naciones.
Anunciaré el decreto del Señor. He aquí lo que
me dijo: "Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy. Te daré
en herencia las naciones y como propiedad, toda la tierra". R/.
Escuchen y comprendan estas cosas, reyes y gobernantes de la tierra. Adoren
al Señor con reverencia, sírvanlo con temor. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Mt 4, 23) R/. Aleluya, aleluya.
Predicaba Jesús la buena nueva del Reino y sanaba toda enfermedad
en el pueblo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 4, 12-17. 23-25
Al enterarse Jesús
de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea, y dejando
el pueblo de Nazaret se fue a vivir a Cafarnaum, junto al lago, en territorio
de Zabulón y Neftalí, para que así se cumpliera lo que
había anunciado el profeta Isaías: Tierra de Zabulón y
Nepal camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos;
el pueblo que yacía en tinieblas vio una gran luz. Sobre los que vivían
en tierra de sombras una luz resplandeció.
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, diciendo: "Conviértanse,
porque ya está cerca el Reino de los cielos". Y andaba por toda
Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando la buena nueva del
Reino de Dios y curando a la gente de toda enfermedad y dolencia. Su fama se
extendió por toda Siria y le llevaban a todos los aquejados por diversas
enfermedades y dolencias, a los poseídos, epilépticos y paralíticos,
y Él los curaba. Lo seguían grandes muchedumbres venidas de Galilea,
Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordania. Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El mensaje que Jesús proclama está cargado de una dimensión sanadora. Cristo encuentra a las personas y las ayuda a renovarse de manera completa. Es el parteaguas en la vida de los galileos que lo escuchan.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sean gratas, Señor, las ofrendas que te presentamos, para que todos los que celebramos con alegría el principio de este nuevo año, podamos vivirlo día a día en tu amistad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Navidad o de la Epifanía.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Hb 13, 8)
Cristo es siempre el mismo, ayer, hoy y por todos los siglos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Permanece, Señor, en medio del pueblo que ha participado en esta Eucaristía y se confía siempre a tu protección, a fin de que, a lo largo del año que se inicia, se vea libre de todo peligro. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 117, 26-27)
Bendito el que viene en el nombre del Señor. El Señor es Dios, El nos ilumina.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, que tu Hijo, que quiso hacerse semejante a nosotros para manifestársenos, nos vaya haciendo, cada día más semejantes a Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 4, 7-10
Queridos hijos: Amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. El amor que Dios nos tiene se ha manifestado en que envió al mundo a su Hijo unigénito, para que vivamos por Él. El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó primero y nos envió a su Hijo, como víctima de expiación por nuestros pecados. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El amor de Dios nos alcanza de forma personal. Nos sabemos salvados y regenerados por su amorosa compasión: dicha experiencia nos lanza a vivir un amor esforzado y generoso.
Del salmo 71 R/. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.
Comunica, Señor,
al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes; así tu siervo
saldrá en defensa de tus pobres y regirá a tu pueblo justamente.
R/.
Justicia y paz ofrecerán al pueblo las colinas y los montes. El rey hará
justicia al oprimido y salvará a los hijos de los pobres. R/.
Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era
tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro
de la tierra. R/.
ACLAMACIÓN (Lc 4, 18) R/. Aleluya, aleluya.
El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva y anunciar la liberación a los cautivos. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 6, 34-44
En aquel tiempo,
al desembarcar Jesús, vio una numerosa multitud que lo estaba esperando,
y se compadeció de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor, y se
puso a enseñarles muchas cosas.
Cuando ya atardecía, se acercaron sus discípulos y le dijeron:
"Estamos en despoblado y ya es muy tarde. Despide a la gente para que vayan
por los caseríos y poblados del contorno y compren algo de comer".
Él les replicó: "Denles ustedes de comer". Ellos le
dijeron: "¿Acaso vamos a ir a comprar doscientos denarios de pan
para darles de comer?". Él les preguntó: "¿Cuántos
panes tienen? Vayan a ver". Cuando lo averiguaron, le dijeron: "Cinco
panes y dos pescados".
Entonces ordenó Jesús que la gente se sentara en grupos sobre
la hierba verde y se acomodaron en grupos de cien y de cincuenta. Tomando los
cinco panes y los dos pescados, Jesús alzó los ojos al cielo,
bendijo a Dios, partió los panes y se los dio a los discípulos
para que los distribuyeran; lo mismo hizo con los dos pescados.
Comieron todos hasta saciarse, y con las sobras de pan y de pescado que recogieron
llenaron doce canastos. Los que comieron fueron cinco mil hombres. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Las necesidades de las multitudes no pasan desapercibidas a los ojos de Jesús. El mensaje no puede caer en el vacío. El hambre de la gente es el primer mensaje que Jesús capta y afronta con sensatez.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor,
con bondad las ofrendas de tu pueblo y concédenos que, las realidades
que creemos por la fe, las consigamos por este sacramento celestial. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Prefacio de Navidad o de la Epifanía.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ef 2, 4; Rrn 8, 3)
Por el gran amor con que nos amó, Dios envió a su propio Hijo a compartir nuestra condición humana en todo, menos en el pecado.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que nos unes a ti por la participación de este sacramento, concédenos obtener toda su eficacia para que así, la recepción de este don tuyo nos haga más dignos de seguirlo recibiendo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Is 9, 2)
El pueblo que caminaba en tinieblas, vio una luz intensa. Sobre los que vivían en tierra de sombras, brilló una luz.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios nuestro, luz del mundo, concede una paz estable a todos los pueblos de la tierra, y haz que aquella luz resplandeciente que condujo a los Magos al conocimiento de tu Hijo, ilumine también nuestros corazones. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 4, 11-18
Queridos hijos:
Si Dios nos ha amado tanto, también nosotros debemos amarnos los unos
a los otros. A Dios nadie lo ha visto nunca; pero si nos amamos los unos a los
otros, Dios permanece en nosotros y su amor en nosotros es perfecto.
En esto conocemos que permanecemos en Él, y Él en nosotros: en
que nos ha dado su Espíritu. Nosotros hemos visto, y de ello damos testimonio,
que el Padre envió a su Hijo como salvador del mundo. Quien confiesa
que Jesús es Hijo de Dios, permanece en Dios y Dios en él.
Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en
ese amor. Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios
en él. En esto llega a la perfección el amor que Dios nos tiene:
en que esperamos con tranquilidad el día del juicio, porque nosotros
vivimos en este mundo en la misma forma que Jesucristo vivió.
En el amor no hay temor. Al contrario, el amor perfecto excluye el temor, porque
el que teme, mira al castigo, y el que teme no ha alcanzado la perfección
del amor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Quien ha experimentado la grandeza del amor de Dios reajusta su relación de creyente. Desarraiga de su interior la duda y el temor; además, aprende a vivir en clave de confianza y entrega total.
Del salmo
71 R/. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo
de reyes; así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá
a tu pueblo justamente. R/.
Los reyes de occidente y de las islas le ofrecerán sus dones. Ante él
se postrarán todos los reyes y todas las naciones. R/.
Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra
sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida
al desdichado. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. 1 Tm 3, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Gloria a ti, Cristo Jesús, que has sido proclamado a las naciones.
Gloria a ti, Cristo Jesús, que has sido anunciado al mundo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 6, 45-52
En aquel tiempo,
después de la multiplicación de los panes, Jesús apremió
a sus discípulos a que subieran a la barca y se dirigieran a Betsaida,
mientras Él despedía a la gente. Después de despedirlos,
se retiró al monte a orar. Entrada la noche, la barca estaba en medio
del lago y Jesús, solo, en tierra. Viendo los trabajos con que avanzaban,
pues el viento les era contrario, se dirigió a ellos caminando sobre
el agua, poco antes del amanecer, y parecía que iba a pasar de largo.
Al verlo andar sobre el agua, ellos creyeron que era un fantasma y se pusieron
a gritar, porque todos lo habían visto y estaban espantados. Pero Él
les habló enseguida y les dijo: "¡Ánimo! Soy yo; no
teman". Subió a la barca con ellos y se calmó el viento.
Todos estaban llenos de espanto y es que no habían entendido el episodio
de los panes, pues tenían la mente embotada. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Los discípulos de Jesús siguen aferrados a sus viejos esquemas mentales. No atinan todavía a descifrar la novedad que el Maestro ofrece. Su camino alternativo les parece una ensoñación y hasta un "cuento de hadas".
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor y Dios nuestro, que infundes en nosotros los sentimientos de la verdadera adoración y nos impulsas a vivir en plena concordia con nuestros prójimos, concédenos poder tributarte con estas ofrendas el culto que te es debido y estrechar los lazos de caridad con nuestros hermanos, por la participación en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Navidad o de la Epifanía.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Jn 1, 2)
La Vida eterna, que estaba junto al Padre, se manifestó a nosotros y nosotros la hemos visto.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que tu pueblo, Señor, al que jamás has dejado de tu mano, experimente tu ayuda presente y futura a fin de que, disfrutando de los bienes terrenos necesarios pueda buscar con mayor confianza los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Jn 1, 1)
En el principio y antes de todos los siglos, el que es la Palabra era Dios, el mismo que luego se dignó nacer como salvador del mundo.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios
nuestro, que por medio de tu Hijo has hecho brillar la luz eterna de tu divinidad
ante todas las naciones, haz que tu pueblo descubra plenamente el misterio de
Cristo, su redentor, para que, en virtud de este misterio, pueda llegar a gozar
de aquella luz que no tiene ocaso. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 4, 19-5, 4
Queridos hijos: Amamos a Dios, porque Él nos amó primero. Si alguno
dice: "Amo a Dios" y aborrece a su hermano, es un mentiroso, pues
quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve.
Además, Jesús nos ha dado este mandamiento: El que ama a Dios,
que ame también a su hermano. Todo el que cree que Jesús es el
Mesías, ha nacido de Dios. Todo el que ama a un padre, ama también
a los hijos de éste. Conocemos que amamos a los hijos de Dios en que
amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos, pues el amor de Dios consiste en
que cumplamos sus preceptos Y sus mandamientos no son pesados, porque todo el
que ha nacido de Dios vence al mundo. Y nuestra fe es la que nos ha dado la
victoria sobre el mundo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
No es posible disociar el amor a Dios del amor al hermano. Quien ama a Dios sabe que el medio y el sacramento privilegiados de la presencia de Dios es el hermano. Amar a Dios es amar a los demás hombres.
Del salmo
71 12/. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes;
así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá
a tu pueblo justamente. R/.
De la opresión rescatará a los pobres, pues estima su vida muy
valiosa. Por eso rogarán por él sin tregua y lo bendecirán
a todas horas. R/.
Que bendigan al Señor eternamente, y tanto como el sol, viva su nombre.
Que él sea la bendición del mundo entero y lo aclamen dichoso
las naciones. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 4, 18) R/. Aleluya, aleluya.
El Señor me ha enviado para anunciar a los pobres la buena nueva
y proclamar la liberación a los cautivos. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 4, 14-22
En aquel tiempo,
con la fuerza del Espíritu, Jesús volvió a Galilea. Iba
enseñando en las sinagogas; todos lo alababan y su fama se extendió
por toda la región.
Fue también a Nazaret, donde se había criado. Entró en
la sinagoga, como era su costumbre hacerlo los sábados, y se levantó
para hacer la lectura. Se le dio el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló
y encontró el pasaje en que estaba escrito: El Espíritu del Señor
está sobre mí porque me ha ungido para llevar a los pobres la
buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación
a los ciegos, para dar libertad a los Oprimidos y proclamar el año de
gracia del Señor.
Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó.
Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en Él. Entonces
comenzó a hablar, diciendo: "Hoy mismo se ha cumplido este pasaje
de la Escritura que ustedes acaban de oír".
Todos le daban su aprobación y admiraban la sabiduría de las palabras
que salían de sus labios. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Jesús predica en la Sinagoga de su pueblo. Lo que Isaías anunció, se hace realidad en Él, que inicia su predicación. Todos estaban admirados; lo que sucede con ellos luego, lo leeremos más adelante.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, las ofrendas, que te presentamos para esta Eucaristía, en la que se realiza un glorioso intercambio, a fin de que, al ofrecerte tus propios dones, podamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Navidad o de la Epifanía.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 3, 16)
Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que la gracia de estos sacramentos fortalezca cada día más nuestra vida cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 111, 4)
Una luz se levanta en las tinieblas para los hombres de corazón recto: el Dios clemente, justo y compasivo.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos,
Dios todopoderoso, que el nacimiento del salvador del mundo, manifestado a los
Magos por medio de una estrella, sea comprendido por nosotros cada vez con mayor
profundidad. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 5, 5-13
Queridos hijos: ¿Quién es el que vence al mundo? Sólo el
que cree que Jesús es el Hijo de Dios. Jesucristo es el que vino por
medio del agua y de la sangre; Él vino, no sólo con agua, sino
con agua y con sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque
el Espíritu es la verdad. Así pues, los testigos son tres: el
Espíritu, el agua y la sangre. Y los tres están de acuerdo.
Si aceptamos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios vale mucho
más y ese testimonio es el que Dios ha dado de su Hijo.
El que cree en el Hijo de Dios tiene en sí ese testimonio. El que no
le cree a Dios, hace de Él un mentiroso, porque no cree en el testimonio
que Dios ha dado de su Hijo. Y el testimonio es éste: que Dios nos ha
dado la vida eterna y esa vida está en su Hijo. Quien tiene al Hijo,
tiene la vida; quien no tiene al Hijo, no tiene la vida.
A ustedes, los que creen en el nombre del Hijo de Dios, les he escrito estas
cosas para que sepan que tienen la vida eterna. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Nuestra fe tiene un fundamento sólido. La solidez es patente a todo el que se disponga a acoger el testimonio del Espíritu que dimana del costado de Jesús crucificado.
Del salmo
147 R/. Demos gracias y alabemos al Señor.
Glorifica al Señor, Jerusalén, a Dios ríndele
honores, Israel. Él refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus
hijos en tu casa. R/.
Él mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre.
El envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente. R/.
Le muestra a Jacob su pensamiento, sus normas y designios a Israel. No ha hecho
nada igual con ningún pueblo, ni le ha confiado a otro sus proyectos.
R/.
ACLAMACIÓN
(cfr Mt 4, 23) R/. Aleluya, aleluya.
Predicaba Jesús la buena nueva del Reino y sanaba toda enfermedad
en el pueblo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 5, 12-16
En aquel tiempo,
estando Jesús en un poblado, llegó un leproso, y al ver a Jesús,
se postró rostro en tierra, diciendo: "Señor, si quieres,
puedes curarme". Jesús extendió la mano y lo tocó,
diciendo: "Quiero. Queda limpio". Y al momento desapareció
la lepra. Entonces Jesús le ordenó que no lo dijera a nadie y
añadió: "Ve, preséntate al sacerdote y ofrece por
tu purificación lo que Moisés prescribió. Eso les servirá
de testimonio".
Y su fama se extendía más y más. Las muchedumbres acudían
a oírlo y a ser curados de sus enfermedades. Pero Jesús se retiraba
a lugares solitarios para orar. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
El leproso sufre maltratos y discriminación. Sin duda, a sus oídos llega una buena noticia acerca de Jesús, el profeta sonador de Nazaret. No la echa en saco roto, sino la acoge confiadamente y sana.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, con bondad las ofrendas de tu pueblo y concédenos que, las realidades que creemos por la fe, las consigamos por este sacramento celestial. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Navidad o de la Epifanía.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Jn 4, 9)
Dios envió al mundo a su Hijo único, para darnos vida por medio de Él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que nos unes a ti por la participación de este sacramento, concédenos obtener toda su eficacia para que así, la recepción de este don tuyo nos haga más dignos de seguirlo recibiendo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Vísperas I de mañana. Todo propio. Feria (Blanco)
MISA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
Tiempo de Navidad
ANTÍFONA DE ENTRADA
Virgen Madre de Dios, el que no cabe en todo el universo, quiso encerrarse en tus entrañas, hecho hombre.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que por la fecunda virginidad de María diste al género humano el don de la salvación eterna, concédenos sentir la intercesión de aquélla por quien recibimos al autor de la vida, Jesucristo, Señor nuestro, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 5, 14-21
Queridos hijos:
La confianza que tenemos en Dios consiste en que, si le pedimos algo conforme
a su voluntad, Él nos escucha. Si estamos seguros de que escucha nuestras
peticiones, también lo estamos de poseer ya lo que le pedimos.
Si alguno ve que su hermano comete un pecado de los que no llevan a la muerte,
que pida por él y le obtendrá la vida. Esto vale para los que
cometen pecados que no llevan a la muerte, porque hay un pecado que sí
lleva a la muerte (por ése no digo que se pida). Toda mala acción
es pecado, pero hay pecados que no llevan a la muerte. Sabemos que todo el que
ha nacido de Dios no peca, sino que el Hijo de Dios lo protege, y no lo toca
el demonio. Sabemos que somos de Dios, mientras que el mundo entero yace en
poder del demonio. También sabemos que el Hijo de Dios ha venido ya y
que nos ha dado inteligencia para conocer al Dios verdadero. Nosotros permanecemos
fieles al único verdadero, porque permanecemos en su Hijo Jesucristo.
Él es el verdadero Dios y la vida eterna. Hijos míos, no adoren
a los ídolos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Dios nos escucha benévolamente porque nos ama. No son nuestras súplicas las que doblegan su voluntad, Nuestras peticiones son, antes que otra cosa, manifestaciones de confianza en su amor.
Del salmo
149 R/. El Señor es amigo de su pueblo.
Entonen al Señor un canto nuevo, en la reunión litúrgica
proclámenlo. En su creador y rey, en el Señor, alégrese
Israel, su pueblo santo. R/.
En honor de su nombre, que haya danzas, alábenlo con arpa y tamboriles.
El Señor es amigo de su pueblo y otorga la victoria a los humildes. R/.
Que se alegren los fieles en el triunfo, que inunde el regocijo sus hogares,
que alaben al Señor con sus palabras, porque en esto su pueblo se complace.
R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 4, 16) R/. Aleluya, aleluya.
El pueblo que yacía en tinieblas vio una gran luz. Sobre los
que vivían en tierra de sombras una luz resplandeció. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 3, 22-30
En aquel tiempo,
fue Jesús con sus discípulos a Judea y permaneció allí
con ellos, bautizando. También Juan estaba bautizando en Enón,
cerca de Salim, porque ahí había agua abundante. La gente acudía
y se bautizaba, pues Juan no había sido encarcelado todavía.
Surgió entonces una disputa entre algunos de los discípulos de
Juan y unos judíos, acerca de la purificación. Los discípulos
fueron a decirle a Juan: "Mira, maestro, aquel que estaba contigo en la
otra orilla del Jordán y del que tú diste testimonio, está
ahora bautizando y todos acuden a Él".
Contestó Juan: "Nadie puede apropiarse nada, si no le ha sido dado
del cielo. Ustedes mismos son testigos de que yo dije: 'Yo no soy el Mesías,
sino el que ha sido enviado delante de Él'. En una boda, el que tiene
a la novia es el novio; en cambio, el amigo del novio, que lo acompaña
y lo oye hablar, se alegra mucho de oír su voz. Así también
yo me lleno ahora de alegría. Es necesario que Él crezca y que
yo venga a menos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Los picapleitos de siempre tratan de contrapuntear a Juan con Jesús. El profeta del Jordán no se deja enredar en dimes y diretes; más bien, reconoce su función corno mediador del advenimiento del Mesías.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, nuestras ofrendas y concédenos que, iluminados por el Espíritu Santo y a ejemplo de la Virgen, busquemos siempre tu gracia y podamos conservarla. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de la Epifanía.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 1, 14)
El Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros, lleno de gracia y de verdad.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, te pedimos, Señor, que este divino sacramento que hemos recibido llenos de gozo en la festividad de la Virgen María, nos haga participes de la divinidad de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
EL BAUTISMO DEL SEÑOR
Santos: Guillermo de Bourges, obispo, y Gonzalo de Amarante. Fiesta (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Mt 3, 16-17)
Inmediatamente después de que Jesús se bautizó, se abrieron los cielos y el Espíritu Santo se posó sobre Él en forma de paloma, y resonó la voz del Padre que decía: "Éste es mi Hijo amado, en quien he puesto todo mi amor".
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que proclamaste solemnemente que Cristo era tu Hijo amado cuando fue bautizado en el Jordán y descendió el Espíritu Santo sobre Él, concede a tus hijos adoptivos, renacidos del agua y del Espíritu, perseverar siempre fieles en el cumplimiento de tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de libro del profeta Isaías: 40, 1-5. 9-11
"Consuelen, consuelen a mi pueblo, dice nuestro Dios. Hablen al corazón de Jerusalén y díganle a gritos que ya terminó el tiempo de su servidumbre y que ya ha satisfecho por sus iniquidades, porque ya ha recibido de manos del Señor castigo doble por todos sus pecados". Una voz clama: "Preparen el camino del Señor en el desierto, construyan en el páramo una calzada para nuestro Dios. Que todo valle se eleve, que todo monte y colina se rebajen; que lo torcido se enderece y lo escabroso se allane. Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán". Así ha hablado la boca del Señor. Sube a lo alto del monte, mensajero de buenas nuevas para Sión, alza con fuerza la voz, tú que anuncias noticias alegres a Jerusalén Alza la voz y no temas; anuncia a los ciudadanos de Juda' "Aquí está su Dios. Aquí llega el Señor, lleno de poder, el que con su brazo lo domina todo. El premio de su victoria lo acompaña y sus trofeos lo anteceden. Como pastor apacentará su rebaño; llevará en sus brazos a los corderitos recién nacidos y atenderá solícito a sus madres". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El mensaje consolador se dirige a un pueblo abatido y desalentado. Dios se ocupa de su pueblo. Su brazo poderoso restaura a los débiles y desvalidos, además de ofrecer un salario generoso para todos.
Del salmo
103 R/. Bendice al Señor, alma mía.
Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío,
inmensa es tu grandeza. Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve
como un manto. R/.
Por encima de las aguas construyes tu morada. Las nubes son tu carro; los vientos,
tus alas y mensajeros; y tus servidoras, las ardientes llamas. R/.
¡Qué numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste
con maestría! La tierra está llena de tus creaturas, y tu mar,
enorme a lo largo y a lo ancho, está lleno de animales pequeños
y grandes. R/.
Todos los vivientes aguardan que les des de comer a su tiempo; les das el alimento
y lo recogen, abres tu mano y se sacian de bienes. R/.
Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo. Pero envías
tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Tito: 2, 11- 14; 3, 4-7
Querido hermano:
La gracia de Dios se ha manifestado para salvar a todos los hombres y nos ha
enseñado a renunciar a la vida sin religión y a los deseos mundanos,
para que vivamos, ya desde ahora, de una manera sobria, justa y fiel a Dios,
en espera de la gloriosa venida del gran Dios y salvador, Cristo Jesús,
nuestra esperanza. El se entregó por nosotros para redimirnos de todo
pecado y purificarnos, a fin de convertirnos en pueblo suyo, fervorosamente
entregado a practicar el bien.
Al manifestarse la bondad de Dios, nuestro salvador, y su amor a los hombres,
Él nos salvó, no porque nosotros hubiéramos hecho algo
digno de merecerlo, sino por su misericordia. Lo hizo mediante el bautismo,
que nos regenera y nos renueva, por la acción del Espíritu Santo,
a quien Dios derramó abundantemente sobre nosotros, por Cristo, nuestro
salvador. Así, justificados por su gracia, nos convertiremos en herederos,
cuando se realice la esperanza de la vida eterna. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Los discípulos que afloran en esta carta están orgullosos de su existencia cristiana. Cristo los baña copiosamente con el baño del Espíritu, por lo que ahora viven bajo la dinámica del amor fraterno.
ACLAMACIÓN
(cfr. Lc 3, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Ya viene otro más poderoso que yo, dijo Juan el Bautista; Él
los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 3, 15-16. 21-22
En aquel tiempo,
como el pueblo estaba en expectación y todos pensaban que quizá
Juan el Bautista era el Mesías, Juan los sacó de dudas, diciéndoles:
"Es cierto que yo bautizo con agua, pero ya viene otro más poderoso
que yo, a quien no merezco desatarle las correas de sus sandalias. Él
los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego".
Sucedió que entre la gente que se bautizaba, también Jesús
fue bautizado. Mientras éste oraba, se abrió el cielo y el Espíritu
Santo bajó sobre Él en forma sensible, como de una paloma, y del
cielo llegó una voz que decía: "Tú eres mi Hijo, el
predilecto; en ti me complazco". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
El relato del bautismo de Jesús es por demás conciso en el Evangelio de Lucas. La escena resalta antes que todo el mensaje celestial que proclama la predilección del Padre por su Hijo.
Credo.
ORACIÓN UNIVERSAL
Unidos en
la misma fe, presentemos al Padre nuestras plegarias.
A cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
Por la Iglesia,
por todos los que creemos en Jesús y queremos seguirlo. Oremos:
Por los que dudan de su fe, por los que están desanimados en su camino
cristiano. Oremos:
Por todas las personas de buena voluntad que trabajan y luchan por la justicia
y por la paz. Oremos:
Por los que en este domingo nos hemos reunido aquí para celebrar la Eucaristía
y compartir la mesa de Jesús. Oremos:
Escucha, Padre, nuestra oración y ayúdanos a dar un buen testimonio
de nuestra fe con toda nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos al conmemorar el Bautismo y manifestación de tu Hijo amado, y conviértelos en aquel mismo sacrificio con el que Cristo lavó misericordiosamente los pecados del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo
y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en
todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque quisiste rodear el bautismo de tu Hijo en el Jordán de signos
admirables a fin de poner de manifiesto el misterio del nuevo baño bautismal.
En efecto, hiciste oír tu voz desde el cielo para que creyéramos
que tu Palabra se encontraba presente entre los hombres y, por el Espíritu,
que descendió en forma de paloma, se manifestara que su Siervo Jesús
era ungido con el óleo de la alegría y reconociéramos en
Él al Mesías, enviado a anunciar la Buena Nueva a los pobres.
Por eso, a una con los espíritus celestes te alabamos constantemente
en la tierra diciendo: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 1, 32, 34)
Éste es aquél de quien Juan decía: Yo lo he visto y doy testimonio de que es el Hijo de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A cuantos hemos participado del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos, Señor, escuchar con fe su palabra, para que así podamos llamarnos hijos tuyos y serlo de verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- El inicio de un proyecto transformador es complicado, sobre todo cuando el pueblo vive bajo presiones violentas, además de rodeado de desesperanza y desconcierto. Israel vive su crisis de fe en el exilio; México vive una prolongada situación de crisis social, económica y espiritual. Las transformaciones necesarias y duraderas no caerán del cielo de un momento a otro. Es cierto que el baño regenerador del bautismo desencadena un proceso de conversión en aquellos que se deciden a seguir a Jesús de forma libre y responsable. Quien se sabe hijo de Dios, por su participación en el bautismo de Jesús, comienza un proceso de cambio personal y social genuino. Los cristianos que optan y ratifican su fe en Cristo hacen la diferencia en los distintos ambientes donde viven e interactúan. Los cristianos "nominales" se dejan arrastrar por la inercia de su entorno.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Vi al Señor sentado en un trono excelso; lo adoraban una multitud de ángeles que cantaban a una sola voz: "Éste es aquel cuyo poder permanece eternamente".
ORACIÓN COLECTA
Escucha, Señor, con bondad, las súplicas de tu pueblo, y concédenos luz para conocer tu voluntad y fortaleza para cumplirla. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 1, 1-8
Había un
hombre en Ramá, de la tribu de Efraín, llamado Elcaná,
que tenía dos mujeres, Ana y Peninná. Peninná tenía
hijos y Ana no los tenía. Todos los años Elcaná subía
desde su ciudad al santuario de Siló, para adorar al Señor de
los ejércitos y ofrecerle sacrificios. Ahí vivían los dos
hijos de Eli, Jofní y Finjas, sacerdotes del Señor.
Cuando ofrecía su sacrificio, Elcaná daba a Peninná y a
cada uno de sus hijos, su parte; pero a Ana le daba una porción doble,
porque la amaba con predilección, aun cuando el Señor no le había
concedido tener hijos. Peninná, su rival, se burlaba continuamente de
ella a causa de su esterilidad y esto sucedía año tras año,
cuando subían a la casa del Señor. Peninná la humillaba
y mortificaba, y Ana se ponía a llorar y no quería comer.
Una vez Elcaná le dijo: "Ana, ¿por qué lloras y no
quieres comer? ¿Por qué está triste tu corazón?
¿Acaso no valgo yo para ti más que diez hijos?". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Las relaciones humanas son bastante difíciles para una mujer estéril en una cultura que valora, por encima de todo, la descendencia y la fecundidad. La esterilidad de Ana la hace objeto de exclusión.
Del salmo
115 R/. Te ofreceré, Señor, un sacrificio.
¿Cómo le pagaré al Señor todo el bien que
me ha hecho? Levantaré el cáliz de salvación e invocaré
el nombre del Señor. R/.
Cumpliré mis promesas al Señor ante todo su pueblo. Te ofreceré
con gratitud un sacrificio e invocaré tu nombre. R/.
Cumpliré mis promesas al Señor ante todo su pueblo, en medio de
su templo santo, que está en Jerusalén. R/.
ACLAMACIÓN
(Mc 1, 15) R/. Aleluya, aleluya.
El Reino de Dios ya está cerca, dice el Señor. Conviértanse
y crean en el Evangelio. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 1, 14-20
Después
de que arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea para predicar
el Evangelio de Dios y decía: "Se ha cumplido el tiempo y el Reino
de Dios ya está cerca. Conviértanse y crean en el Evangelio".
Caminaba Jesús por la orilla del lago de Galilea, cuando vio a Simón
y a su hermano, Andrés, echando las redes en el lago, pues eran pescadores.
Jesús les dijo: "Síganme y haré de ustedes pescadores
de hombres". Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante, vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que
estaban en una barca, remendando sus redes. Los llamó, y ellos, dejando
en la barca a su padre con los trabajadores, se fueron con Jesús. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los primeros discípulos de Jesús enfrentan una disyuntiva difícil. El desarraigo familiar, aunque sea temporal y breve, es duro de asumir. La fidelidad a Jesús plantea retos y desafíos urgentes.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte, y, por sus méritos, escucha nuestras filiales oraciones y santifica toda nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 10, 10)
Yo he venido, dice el Señor, para que tengan vida, y la tengan en abundancia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A quienes has alimentado con tus sacramentos, concédeles, Dios todopoderoso, servirte con una vida que te sea agradable. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ez 36, 26. 27. 28)
Arrancaré de ustedes el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, dice el Señor. Les infundiré mi espíritu. Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Inflama, Señor, nuestros corazones con el Espíritu de tu amor, para que pensemos y actuemos según tu voluntad y te amemos sinceramente en nuestro prójimo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 1, 9-20
En aquel tiempo,
después de tomar la comida ritual en Siló, Ana se levantó
y se puso a orar ante el Señor. Llena de amargura y con muchas lágrimas,
hizo esta promesa: "Señor de los ejércitos, mira la aflicción
de tu sierva y acuérdate de mí. Si me das un hijo varón,
yo te lo consagraré por todos los días de su vida y en señal
de ello, la navaja no tocará su cabeza.
Mientras tanto, el sacerdote Elí estaba sentado a la puerta del santuario.
Ana prolongaba su oración y Él la miraba mover los labios, pero
no oía su voz. Pensando que estaba ebria, le dijo: "Has bebido mucho.
Sal de la presencia del Señor hasta que se te pase". Pero Ana le
respondió: "No, señor. Soy una mujer atribulada. No he bebido
vino ni bebidas embriagantes; estaba desahogando mi alma ante el Señor.
No pienses que tu sierva es una mujer desvergonzada, pues he estado hablando,
movida por mi dolor y por mi pena". Entonces le dijo Elí: "Vete
en paz y que el Dios de Israel te conceda lo que le has pedido". Ella le
contestó. "Ojalá se cumpla lo que me dices". La mujer
salió del templo, fue a donde estaba su marido, y comió y bebió
con él. Su rostro no era ya el mismo de antes.
A la mañana siguiente se levantaron temprano, y después de adorar
al Señor, regresaron a su casa en Ramá. Elcaná tuvo relaciones
conyugales con su esposa Ana, y el Señor se acordó de ella y de
su oración. Ana concibió, dio a luz un hijo y le puso por nombre
Samuel, diciendo: "Al Señor se lo pedí". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Ana sufre menosprecios y maltratos en la familia de Elcaná. Ella vive segura de que Dios atiende a los corazones abatidos, por eso desahoga sin temor alguno su aflicción y su pena.
Samuel
2 R/. Mi corazón se alegra en Dios, mi salvador.
Mi corazón se alegra en el Señor, en Dios me siento yo
fuerte y seguro. Ya puedo responder a mis contrarios, pues eres tú, Señor,
el que me ayuda R/.
El arco de los fuertes se ha quebrado, los débiles se ven de fuerza llenos.
Se ponen a servir por un mendrugo los antes satisfechos; y sin tener que trabajar,
pueden saciar su hambre los hambrientos. Siete veces da a luz la que era estéril
y la fecunda ya dejó de serlo. R/.
Da el Señor muerte y vida, deja morir y salva de la tumba; él
es quien empobrece y enriquece, quien abate y encumbra. R/.
Él levanta del polvo al humillado, al oprimido saca de su oprobio, para
hacerlo sentar entre los príncipes en un trono glorioso. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr 1 Ts 2, 13) R/. Aleluya, aleluya.
Reciban la palabra de Dios, no como palabra humana, sino como palabra
divina, tal como es en realidad. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 1, 21-28
En
aquel tiempo, llegó Jesús a Cafarnaúm y el sábado
siguiente fue a la sinagoga y se puso a enseñar. Los oyentes quedaron
asombrados de sus palabras, pues enseñaba como quien tiene autoridad
y no como los escribas.
Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu
inmundo, que se puso a gritar: "¿Qué quieres tú con
nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a acabar con nosotros?
Ya sé quién eres: el Santo de Dios". Jesús le ordenó:
"¡Cállate y sal de él!". El espíritu inmundo,
sacudiendo al hombre con violencia y dando un alarido, salió de él.
Todos quedaron estupefactos y se preguntaban: "¿Qué es esto?
¿Qué nueva doctrina es ésta? Este hombre tiene autoridad
para mandar hasta a los espíritus inmundos y lo obedecen". Y muy
pronto se extendió su fama por toda Galilea. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
El coro de los testigos es por demás elocuente. Jesús marca una alternativa en relación con el maestro tradicional. Su enseñanza es interpeladora porque está cargada de congruencia y autoridad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, nuestras ofrendas y, por este sacrificio eucarístico, concédenos hacer llegar tu amor a todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Go 13, 13)
Ahora tenemos estas tres virtudes: la fe, la esperanza y la caridad; pero la caridad es la mayor de las tres
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Infunde, Señor, tu Espíritu Santo, en quienes hemos participado del mismo pan celestial y reanímanos con la alegría del amor perfecto. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 4, 18- 19)
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido, para llevar la Buena Nueva a los pobres y anunciar su liberación a los cautivos, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que constituiste a tu Hijo como Sumo y Eterno Sacerdote, concede a cuantos Él eligió como ministros y dispensadores de tus sacramentos, permanecer fieles en el cumplimiento de su ministerio. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 3, 1-10. 19-20
En los tiempos
en que el joven Samuel servía al Señor a las órdenes de
Elí, la palabra de Dios se dejaba oír raras veces y no eran frecuentes
las visiones.
Los ojos de Elí se habían debilitado y ya casi no podía
ver. Una noche, cuando aún no se había apagado la lámpara
del Señor, estando Elí acostado en su habitación y Samuel
en la suya, dentro del santuario donde se encontraba el arca de Dios, el Señor
llamó a Samuel y éste respondió: "Aquí estoy".
Fue corriendo a donde estaba Elí y le dijo: "Aquí estoy.
¿Para qué me llamaste?". Respondió Elí: "Yo
no te he llamado. Vuelve a acostarte". Samuel se fue a acostar. Volvió
el Señor a llamarlo y él se levantó, fue a donde estaba
Elí y le dijo: "Aquí estoy. ¿Para qué me llamaste?".
Respondió Eli: "No te he llamado, hijo mío. Vuelve a acostarte".
Aún no conocía Samuel al Señor, pues la palabra del Señor
no le había sido revelada. Por tercera vez llamó el Señor
a Samuel; éste se levantó, fue a donde estaba Eli y le dijo: “Aquí
estoy. ¿Para qué me llamaste?".
Entonces comprendió Elí que era el Señor quien llamaba
al joven y dijo a Samuel: "Ve a acostarte, y si te llama alguien, responde:
'Habla, Señor; tu siervo te escucha' ". Y Samuel se fue a acostar.
De nuevo el Señor se presentó y lo llamó como antes: "Samuel,
Samuel". Éste respondió: "Habla, Señor; tu siervo
te escucha".
Samuel creció y el Señor estaba con él. Y todo lo que el
Señor le decía, se cumplía. Todo Israel, desde la ciudad
de Dan hasta la de Bersebá, supo que Samuel estaba acreditado como profeta
del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Samuel aprende a deletrear la voz de Dios con la ayuda de Elí. Este es un principio que tiene validez universal. Nadie accede a la amistad con Dios de forma aislada. Otros nos encaminan hacia Él.
Del salmo
39 R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Esperé en el Señor con gran confianza; Él se inclinó
hacia mí y escuchó mis plegarias. Dichoso el hombre que ha puesto
su confianza en el Señor y no acude a los idólatras, que se extravían
con engaños. R/.
Sacrificios y ofrendas no quisiste, abriste, en cambio, mis oídos a tu
voz. No exigiste holocaustos por la culpa, así que dije: "Aquí
estoy". R/.
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que
deseo: tu ley en medio de mi corazón. R/.
He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú
lo sabes, Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 10, 27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y
ellas me siguen. R/.
Lectura
(Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 1, 29-39
En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con
Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón
estaba en cama, con fiebre, y enseguida le avisaron a Jesús. Él
se le acercó, y tomándola de la mano, la levantó. En ese
momento se le quitó la fiebre y se puso a servirles.
Al atardecer, cuando el sol se ponía, le llevaron a todos los enfermos
y poseídos del demonio, y todo el pueblo se apiñó junto
a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó
a muchos demonios, pero no dejó que los demonios hablaran, porque sabían
quién era Él.
De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó,
salió y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Simón
y sus compañeros lo fueron a buscar, y al, encontrarlo, le dijeron: "Todos
te andan buscando". Él les dijo: "Vamos a los pueblos cercanos
para predicar también allá el Evangelio, pues para eso he venido".
Y recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando a los
demonios Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús entra y sale de las sinagogas de Galilea. Escucha la Palabra y la actualiza con signos y llamados importantes. Jesús vive pendiente del "rumor del Padre”. Es un contemplativo que comparte su experiencia de fe.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Tú que has querido que los sacerdotes estén al servicio del altar y de tu pueblo, concédeles Señor, por la fuerza de este sacrificio, que su ministerio te sea siempre grato y rinda frutos permanentes para tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 17-18)
Padre santo, santifícalos en la verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envió yo también al mundo, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este sacrificio eucarístico que te hemos ofrecido y del cual hemos participado, santifique, Señor, a tus sacerdotes y a todos tus fieles, para que, en plena comunión contigo, colaboren con todas sus fuerzas a la edificación de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (sal 77, 23-25)
Abrió Dios las compuertas del cielo e hizo llover sobre ellos el maná para que comiesen; les dio un trigo celeste, y el hombre comió pan de ángeles.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que llevaste a cabo la obra de la redención humana por el misterio pascual de tu Hijo, concédenos que, al anunciar llenos de fe por medio de los signos sacramentales, su muerte y resurrección, recibamos cada vez con mayor abundancia los frutos de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 4, 1-11
Sucedió
en aquellos tiempos, que los filisteos se reunieron para hacer la guerra a Israel
y los israelitas salieron a su encuentro. Acamparon cerca de Eben-Ezer y los
filisteos en Afeq. Los filisteos se pusieron en orden de batalla contra Israel.
Se trabó el combate y los israelitas fueron derrotados y sufrieron cuatro
mil bajas. El ejército se retiró al campamento y los ancianos
de Israel se preguntaban: "¿Por qué permitió el Señor
que nos derrotaran hoy los filisteos? Traigamos de Siló el arca de la
alianza del Señor, para que vaya en medio de nosotros y nos salve de
nuestros enemigos".
Mandaron traer de Siló el arca del Señor de los ejércitos,
que se sienta sobre los querubines. Los dos hijos de Elí, Jofní
y Pinjás, acompañaron el arca.
Al entrar el arca de la alianza en el campamento, todos los israelitas lanzaron
tan grandes gritos de júbilo, que hicieron retumbar la tierra. Cuando
los filisteos oyeron el griterío, se preguntaron: "¿Qué
significará ese gran clamor en el campamento de los hebreos?". Y
se enteraron de que el arca del Señor había llegado al campamento.
Entonces los filisteos se atemorizaron. Decían: "Sus dioses han
venido al campamento. ¡Pobres de nosotros! Hasta ahora no nos había
sucedido una desgracia semejante. ¿Quién nos librará de
la mano de esos dioses poderosos? Éstos son los dioses que castigaron
a Egipto con toda clase de plagas. Cobren ánimo, filisteos, y sean hombres.
No sea que tengamos que servir a los israelitas, como ellos nos han servido
a nosotros. Luchemos como los hombres".
Los filisteos lucharon e Israel fue derrotado. Todos los israelitas huyeron
a sus tiendas. Fue una derrota desastrosa en la que Israel perdió treinta
mil soldados. El arca de Dios fue capturada y murieron Jofní y Pinjás,
los dos hijos de Elí. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los israelitas confunden todo. El Arca de la Alianza no es un amuleto de la buena suerte. La presencia y el auxilio divinos se derraman generosamente cuando Israel es fiel al Señor.
Del salmo
43 R/. Redímenos, Señor, por tu misericordia.
Ahora nos rechazas y avergüenzas; ya no sales, Señor, con nuestras
tropas, nos haces dar la espalda al enemigo y nos saquean aquellos que nos odian.
R/.
Nos has hecho el objeto del escarnio y la burla de pueblos fronterizos. Las
naciones se mofan de nosotros y los pueblos nos ponen en ridículo. R/.
Despierta ya. ¿Por qué sigues durmiendo? No nos rechaces más;
Señor, despierta. ¿Por qué te nos escondes? ¿Por
qué olvidas nuestras tribulaciones y miserias? R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Mt 4, 23) R/. Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba el Evangelio del Reino y curaba a la gente de
toda enfermedad. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 1, 40-45
En
aquel tiempo, se le acercó a Jesús un leproso para suplicarle
de rodillas: "Si tú quieres, puedes curarme". Jesús
se compadeció de él, y extendiendo la mano, lo tocó y le
dijo: "¡Si quiero: sana!". Inmediatamente se le quitó
la lepra y quedó limpio. Al despedirlo, Jesús le mandó
con severidad: "No se lo cuentes a nadie; pero para que conste, ve a presentarte
al sacerdote y ofrece por tu purificación lo prescrito por Moisés".
Pero aquel hombre comenzó a divulgar tanto el hecho, que Jesús
no podía ya entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera,
en lugares solitarios, a donde acudían a Él de todas partes. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús realiza los signos para devolver a los necesitados la alegría y para manifestar la benevolencia del amor de Dios. Quienes estén bien dispuestos, desentrañarán la fuerza de su propuesta.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, te pedimos humildemente nos concedas que este sacramento de amor sea siempre para nosotros un signo de unidad y un vínculo de amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51-52)
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo dice el Señor. El que coma de este pan, vivirá eternamente; pues el pan que voy a dar es mi carne, y lo doy para vida del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que la participación en este banquete celestial nos santifique, de modo que, por la recepción del Cuerpo y Sangre de Cristo, se estreche entre nosotros la unión fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 5, 9-10)
Sin distinción de raza, lengua, pueblo o nación, nos compraste, Señor, con tu Sangre e hiciste de nosotros un Reino para Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has redimido a todos los hombres con la preciosa Sangre de tu Hijo, protege en nosotros la obra de tu misericordia, para que, celebrando siempre el misterio de nuestra salvación merezcamos alcanzar sus frutos eternos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 8, 4-7. 10-22
En aquellos días
se reunieron todos los ancianos de Israel y fueron a Rama a ver a Samuel y le
dijeron: "Mira, tú ya eres viejo y tus hijos no siguen tus ejemplos.
Danos, pues, un rey para que nos gobierne, como sucede en todos los pueblos".
A Samuel le disgustó que le hubieran pedido un rey que los gobernara.
Entonces Samuel invocó al Señor y éste le respondió:
"Dale al pueblo lo que te pide, pues no es a ti a quien rechazan, sino
a mí, porque no me quieren por rey".
Samuel comunicó al pueblo, que le había pedido un rey, las palabras
del Señor y dijo: "Vean cómo los tratará el rey que
reine sobre ustedes: tomará a sus hijos y los hará servir en los
carros y en la caballería de él y los hará correr delante
de su propio carro; a algunos de ellos los pondrá al frente de mil soldados
y a otros, de cincuenta; a otros los obligará a labrar y cosechar sus
tierras; a otros los hará fabricar armas para la guerra y aparejos para
sus carros. Tomará también a las hijas de ustedes como perfumistas,
cocineras y reposteras. Les quitará a ustedes sus mejores campos, viñas
y olivares, y se los dará a sus ministros. Exigirá el diezmo de
lo que produzcan los sembrados y viñas de ustedes y se lo dará
a sus ministros y a sus criados. Tomará a los criados y criadas de ustedes,
sus mejores bueyes y asnos y los empleará en los trabajos de él.
Les exigirá el diezmo de sus rebaños y ustedes mismos se convertirán
en sus esclavos. Aquel día clamarán al Señor contra el
rey que ustedes mismos elijan, pero el Señor no les responderá".
El pueblo, sin embargo, se negó a escuchar las advertencias de Samuel
y gritó: "No importa. Queremos tener un rey y ser también
nosotros como las demás naciones. Nuestro rey nos gobernará y
saldrá al frente de nosotros en nuestros combates". Samuel oyó
las palabras del pueblo y se las repitió al Señor, y el Señor
le dijo: "Hazles caso y que los gobierne un rey". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Israel se encandila con la figura de los monarcas. Adopta y exige un sistema monárquico sin darse cuenta que está preparando su propia opresión a manos de gobernantes abusivos y despóticos.
Del salmo
88 R/. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Señor, feliz el pueblo que te alaba y que a tu luz camina, que
en tu nombre se alegra a todas horas y al que llena de orgullo tu justicia.
R/.
Feliz, porque eres tú su honor y fuerza y exalta tu favor nuestro poder.
Feliz, porque el Señor es nuestro escudo y el Santo de Israel es nuestro
rey. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 7, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 2,
1-12
Cuando Jesús volvió a Cafarnaúm, corrió la voz de
que estaba en casa, y muy pronto se aglomeró tanta gente, que ya no había
sitio frente a la puerta. Mientras El enseñaba su doctrina, le quisieron
presentar a un paralítico, que iban cargando entre cuatro. Pero como
no podían acercarse a Jesús por la cantidad de gente, quitaron
parte del techo, encima de donde estaba Jesús, y por el agujero bajaron
al enfermo en una camilla.
Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, le dijo al paralítico:
"Hijo, tus pecados te quedan perdonados". Algunos escribas que estaban
allí sentados comenzaron a pensar: “¿Por qué habla
éste así? Eso es una blasfemia. ¿Quién puede perdonar
los pecados sino sólo Dios?".
Conociendo Jesús lo que estaban pensando, les dijo: "¿Por
qué piensan así? ¿Qué es más fácil,
decirle al paralítico: `Tus pecados te son perdonados' o decirle: 'Levántate,
recoge tu camilla y vete a tu casa'? Pues para que sepan que el Hijo del hombre
tiene poder en la tierra para perdonar los pecados -le dijo al paralítico-:
Yo te lo mando: levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa".
El hombre se levantó inmediatamente, recogió su camilla y salió
de allí a la vista de todos, que se quedaron atónitos y daban
gloria a Dios, diciendo: "¡Nunca habíamos visto cosa igual!".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Nadie se atreve a actuar con tanta autoridad en el nombre de Dios. Jesús restituye la salud y el perdón a los agobiados por culpas y estigmatizaciones, además de revelar el rostro compasivo del Padre.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al presentarte nuestras ofrendas, te suplicamos, Señor, que por medio de estos misterios, nos acerquemos a Jesús, y renovemos la acción salvadora de su Sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. 1 Go 10. 16)
El cáliz de nuestra acción de gracias, nos une a todos en la Sangre de Cristo; y el pan que partimos, nos une a todos en el Cuerpo del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, habiendo sido confortados con el alimento y bebida celestiales, te pedimos que defiendas del temor del enemigo a quienes has redimido con la preciosa Sangre de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Marcelo I, Papa; Santiago de Tarantasia, obispo, y Bernardo de Corbio y compañeros, mártires.
Vísperas I del domingo: 2a semana del Salterio Feria (Verde)
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Hch 1, 14)
Con un mismo espíritu, los discípulos perseveraban en la oración junto con Maria, la Madre de Jesús.
ORACIÓN COLECTA
Dios misericordioso, que quisiste que tu Hijo unigénito proclamara desde la cruz como Madre nuestra a su propia Madre, haz que tu Iglesia, por la mediación y cooperación maternal de la Virgen María, crezca cada día en santidad y atraiga a su seno a todas las naciones. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 9, 1-4. 10. 17-19; 10, 1
Había un
hombre de la tribu de Benjamín, llamado Quis. Era de gran valor. Tenía
un hijo llamado Saúl, joven y de buena presencia. Entre los israelitas
no había nadie más apuesto que él. Era el más alto
de todos y ninguno le llegaba al hombro.
Un día se le perdieron las burras a Quis y éste le dijo a su hijo
Saúl: "Toma contigo a uno de los criados y vete a buscar las burras".
Recorrieron los montes de Efraín y la región de Salisá,
pero no las encontraron; atravesaron el territorio de Saalin y no estaban allí;
después, la tierra de Benjamín y tampoco las hallaron. Entonces
se dirigieron a la ciudad donde vivía Samuel, el hombre de Dios. Cuando
Samuel vio a Saúl, el Señor le dijo: "Éste es el hombre
de quien te he hablado. Él gobernará a mi pueblo".
Saúl se acercó a Samuel, que se encontraba en la puerta de la
ciudad, y le dijo: "Indícame, por favor, dónde está
la casa del vidente". Samuel le respondió: "Yo soy el vidente.
Sube delante de mí al lugar sagrado y quédate a cenar conmigo.
Mañana temprano te despediré, después de decirte todo lo
que está en tu corazón".
Al día siguiente, muy temprano, Samuel tomó el cuerno donde guardaba
el aceite y lo derramó sobre la cabeza de Saúl. Después
lo besó y le dijo: "El Señor te ha ungido como jefe de Israel,
su pueblo. Tú reinarás sobre el pueblo del Señor y lo librarás
de los enemigos que lo rodean". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Samuel reconoce un don extraordinario en la persona de Saúl. No se confunde con las apariencias, sino que entreve la fuerza de Dios que opera en este soldado valeroso.
Del salmo
20 R/. De tu poder, Señor, se alegra el rey.
De tu poder, Señor, se alegra el rey, se alegra con el triunfo que le
has dado. Le otorgaste lo que él tanto anhelaba, no rechazaste el ruego
de sus labios. R/.
Lo colmaste, Señor, de bendiciones, con oro has coronado su cabeza. La
vida te pidió, tú se la diste, una vida por siglos duradera. R/.
Tu victoria, Señor, le ha dado fama, lo has cubierto de gloria y de grandeza.
Sin cesar le concedes tus favores y lo colmas de gozo en tu presencia. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 4, 18) R/. Aleluya, aleluya.
El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva y anunciar
la liberación a los cautivos. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 2, 13-17
En aquel tiempo,
Jesús salió de nuevo a caminar por la orilla del lago; toda la
muchedumbre lo seguía y Él les hablaba. Al pasar, vio a Leví
(Mateo), el hijo de Alfeo, sentado en el banco de los impuestos, y le dijo:
"Sígueme". Él se levantó y lo siguió.
Mientras Jesús estaba a la mesa en casa de Leví, muchos publicanos
y pecadores se sentaron a la mesa junto con Jesús y sus discípulos,
porque eran muchos los que lo seguían. Entonces unos escribas de la secta
de los fariseos, viéndolo comer con los pecadores y publicanos, preguntaron
a sus discípulos: "¿Por qué su maestro come y bebe
en compañía de publicanos y pecadores?"
Habiendo oído esto, Jesús les dijo: "No son los sanos los
que tienen necesidad del médico, sino los enfermos Yo no he venido para
llamar a los justos, sino a los pecadores". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Los recaudadores son descalificados por los simplistas y maniqueos que dividen el mundo en buenos y malos. Jesús no fomenta revanchas baratas o facciosas. Urge a ricos y pobres a mirar la vida con el lente del Reino.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Convierte, Señor, en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, estos dones que te presentamos, y haz que este memorial de nuestra redención, nos inflame en el amor a la Virgen María, Madre de la Iglesia, y nos asocie íntimamente a ella en la obra de la salvación de los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo
y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias siempre
y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, y alabarte
en esta conmemoración de la Virgen María.
Porque ella, al aceptar tu Palabra en su corazón inmaculado, mereció
concebirla en su seno virginal y, al dar a luz a su Creador, preparó
el nacimiento de la Iglesia.
Porque ella, al aceptar, junto a la cruz, el encargo de tu amor, recibió
como hijos a todos los hombres, redimidos por la sangre de Cristo.
Porque ella, al unirse a las oraciones de los apóstoles y de los discípulos,
que esperaban la venida del Espíritu Consolador, se convirtió
en el modelo de la Iglesia suplicante. Y, desde su asunción gloriosa
a los cielos, sigue mostrando su amor a la Iglesia peregrina, y protege sus
pasos hacia la patria del cielo, hasta que venga el Señor, lleno de gloria.
Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos sin cesar, diciendo:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Jn 19, 26-27)
Desde la cruz, Cristo dijo al discípulo amado: "He ahí a tu Madre".
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has concedido en este sacramento la prenda de nuestra vida eterna, haz, Señor, que tu Iglesia, por la intercesión maternal de la Virgen María, ilumine a todas las naciones con la luz del Evangelio y las santifique con los dones de tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
II DOMINGO ORDINARIO
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 65, 4)
Que se postre ante ti, Señor, la tierra entera; que todos canten himnos en tu honor y alabanzas a tu nombre.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que con amor gobiernas los cielos y la tierra, escucha paternalmente las súplicas de tu pueblo y haz que los días de nuestra vida transcurran en tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 62, 1-5
Por amor a Sión
no me callaré y por amor a Jerusalén no me daré reposo,
hasta que surja en ella esplendoroso el justo y brille su salvación como
una antorcha. Entonces las naciones verán tu justicia, y tu gloria todos
los reyes. Te llamarán con un nombre nuevo, pronunciado por la boca del
Señor. Serás corona de gloria en la mano del Señor y diadema
real en la palma de su mano. Ya no te llamarán "Abandonada",
ni a tu tierra, "Desolada"; a ti te llamarán "Mi complacencia"
y a tu tierra, "Desposada", porque el Señor se ha complacido
en ti y se ha desposado con tu tierra.
Como un joven se desposa con una doncella, se desposará contigo tu hacedor;
como el esposo se alegra con la esposa, así se alegrará tu Dios
contigo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Dios se alegra con la restauración de Jerusalén. Su pueblo vuelve a conocer el gozo, la paz y la justicia. La vida plena se caracteriza por la armoniosa fraternidad con la que conviven los hijos de Israel.
Del salmo
95 R/. Cantemos la grandeza del Señor.
Cantemos al Señor un nuevo canto, que le cante al Señor
toda la tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo. R/.
Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los
pueblos; de nación en nación, sus maravillas. R/.
Alaben al Señor, pueblos del orbe, reconozcan su gloria y su poder y
tribútenle honores a su nombre. R/.
Caigamos en su templo de rodillas. Tiemblen ante el Señor los atrevidos.
"Reina el Señor", digamos a los pueblos, gobierna a las naciones
con justicia. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12, 4-11
Hermanos: Hay diferentes
dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diferentes servicios, pero el
Señor es el mismo. Hay diferentes actividades, pero Dios, que hace todo
en todos, es el mismo.
En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Uno
recibe el don de la sabiduría; otro, el don de la ciencia. A uno se le
concede el don de la fe; a otro, la gracia de hacer curaciones, y a otro más,
poderes milagrosos. Uno recibe el don de profecía, y otro, el de discernir
los espíritus. A uno se le concede el don de lenguas, y a otro, el de
interpretarlas. Pero es uno solo y el mismo Espíritu el que hace todo
eso, distribuyendo a cada uno sus dones, según su voluntad. Palabra de
Dios. T. Te alabamos, Señor.
En la comunidad eclesial nadie tiene el patrimonio ni la exclusividad de los
carismas. El Espíritu de Jesús resucitado se nos otorga generosamente.
Los auténticos carismáticos consolidan el Cuerpo de Cristo.
ACLAMACIÓN
(cfr. 2 Ts 2, 14) R/. Aleluya, aleluya.
Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria
de nuestro Señor Jesucristo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 2, 1-11
En aquel tiempo, hubo una boda en Cana de Galilea a la cual asistió la
madre de Jesús. Éste y sus discípulos también fueron
invitados. Como llegara a faltar el vino, María le dijo a Jesús:
"Ya no tienen vino". Jesús le contestó: "Mujer,
¿qué podemos hacer tú y yo? Todavía no llega mi
hora". Pero ella dijo a los que servían: "Hagan lo que Él
les diga".
Había allí seis tinajas de piedra, de unos cien litros cada una,
que servían para las purificaciones de los judíos. Jesús
dijo a los que servían: "Llenen de agua esas tinajas". Y las
llenaron hasta el borde. Entonces les dijo: "Saquen ahora un poco y llévenselo
al encargado de la fiesta". Así lo hicieron, y en cuanto el encargado
de la fiesta probó el agua convertida en vino, sin saber su procedencia,
porque sólo los sirvientes la sabían, llamó al novio y
le dijo: "Todo el mundo sirve primero el vino mejor, y cuando los invitados
ya han bebido bastante, se sirve el corriente. Tú, en cambio, has guardado
el vino mejor hasta ahora".
Esto que Jesús hizo en Cana de Galilea fue el primero de sus signos.,
Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en Él.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La inversión en el ritual festivo es evidente. El vino bueno llega al momento en que los comensales están bebidos. Jesús rompe los esquemas tradicionales y regala inesperadamente el vino nuevo del Reino.
Credo
ORACIÓN UNIVERSAL
Presentemos
nuestras preces al Padre. Él nos ama, y quiere que todos los hombres
y mujeres de la tierra puedan vivir en su amor.
A cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
Para que los cristianos
seamos ejemplo de servicio, de generosidad, de lucha por la justicia, de amor
a los pobres. Oremos.
Para que las Iglesias cristianas alcancemos la unidad bajo la guía de
nuestro único pastor, Jesucristo. Oremos:
Para que crezcan en nuestras comunidades las vocaciones sacerdotales y religiosas.
Oremos:
Para que nuestros gobernantes y políticos busquen el bien de todos los
ciudadanos, y especialmente el de los que tienen menos posibilidades. Oremos:
Para que se acabe la fabricación y el comercio de armas. Oremos:
Para que todos los que participamos de esta Eucaristía vivamos la alegría
de seguir a Jesucristo. Oremos.
Escucha, Padre, nuestra oración, y derrama sobre nosotros los dones de
tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos,
Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez
que celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo, se lleva a cabo la obra
de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 22, 5)
Para mí, Señor, has preparado la mesa y has llenado la copa hasta los bordes.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Infúndenos,
Señor, el espíritu de tu caridad para que, alimentados del mismo
pan del cielo, permanezcamos siempre unidos por el mismo amor. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Para las Misas "Por la unidad de los cristianos", el Leccionario propone
varias lecturas. Sugerirnos aquí dos posibles modelos, que se pueden
utilizar durante el octavario (18-25 de enero), incluso el domingo, conforme
a lo que se indica en el Calendario Litúrgico 2010, publicado por la
Comisión Episcopal para la Pastoral Litúrgica, (si se utiliza
entre semana, sólo se toma una de las dos primeras lecturas).
Formulario
I:
1a. lect.: Dt 30, 1-4
Salmo R.: Jr 31, 10. 11. 12ab. 13-14
(R/. Señor,
cuida a tu rebaño como un pastor.)
Nota: Este cántico de Jeremías se encuentra en la Liturgia
de las Horas; en las Laudes del jueves. la semana.
2a. lect.: I Tm
2, 5-8
Aleluya: Que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en
ti somos uno para que el mundo crea que tú me has enviado, dice el Señor
(cfr. Jn 17, 21).
Evang.: Jn 17, 20-26
Formulario
II:
1a. lect.: Ez 36, 24-28
Salmo R.: Sal 117. 22-23. 25-26. 28
(R/. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.)
2a. lect.: Ef
4, 1-6
Aleluya: Que en sus corazones reine la paz de Cristo, esa paz a la que ustedes
han sido llamados como miembros de un solo cuerpo (Col 3, 15).
Evang.: Mt 18, 19-22
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Los símbolos matrimoniales están presentes por doquier en los textos bíblicos. Dios es el esposo que se alegra con su pueblo (la esposa). Es el marido engañado que persiste en llamar a la fidelidad al Israel idólatra. Esta no es una historia antigua o remota, escrita o vivida en siglos lejanos. Es nuestra historia. Los cristianos traficamos descaradamente con nuestra fidelidad. A cambio de beneficios económicos, de un poco de gloria o poder humano, veneramos ídolos que no salvan y hemos estado al servicio de dioses que no liberan. La idolatría es un vino barato y corriente para los que ya están bebidos. La fe cristiana que nos regala el Espíritu es el vino bueno y generoso que sacia en verdad el corazón humano.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Jn 10, 14-15)
Yo soy el Buen Pastor, dice el Señor, y conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí, de la misma manera que el Padre me conoce a mí y yo al Padre: y doy la vida por ellas.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, tú que reúnes a los que están dispersos y los mantienes en la unidad, mira con amor a todos los cristianos, a fin de que, cuantos están consagrados por un solo bautismo formen una sola familia, unida por el amor y la integridad de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 15,16-23
En aquellos días,
Samuel le dijo a Saúl: "Te voy a manifestar lo que el Señor
me dijo hoy en la noche". El le contestó: "¿Qué
te dijo?". Samuel prosiguió: "Aunque a tus propios ojos no
valías nada, ¿no llegaste acaso a ser el jefe de Israel? El Señor
te ungió como rey de Israel. El te ordenó llevar a cabo una expedición
contra los amalecitas, diciéndote: 'Ve y destruye a esos pecadores. Hazles
la guerra hasta acabar con todos ellos'.
¿Por qué no has obedecido la voz del Señor y te has quedado
con el botín, haciendo lo que desagradaba al Señor?”. Saúl
le respondió a Samuel: "No. Yo obedecí al Señor. Llevé
a cabo la expedición que Él me ordenó. Traje cautivo a
Agag, rey de Amalec, y acabé con los amalecitas. Fue el pueblo el que
tomó del botín lo mejor de las ovejas y los bueyes para sacrificarlos
al Señor, nuestro Dios, en Guilgal".
Pero Samuel le replicó: "¿Crees tú que al Señor
le agradan más los holocaustos y los sacrificios que la obediencia a
sus palabras? La obediencia vale más que el sacrificio, y la docilidad,
más que la grasa de los carneros. La rebelión contra Dios es tan
grave como el pecado de hechicería, y la obstinación, como el
crimen de idolatría. Por haber rechazado la orden del Señor, Él
te rechaza a ti como rey". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Este relato tiene un aire trágico. El héroe termina siendo despreciado. Su generosa espontaneidad es descalificada. La lección es elocuente: Dios prefiere la obediencia a los sacrificios.
Del salmo
49 R/. Quien me da gracias, ése me honra.
No voy a reclamarte sacrificios, dice el Señor, pues siempre
están ante mí tus holocaustos. Pero ya no aceptaré becerros
de tu casa ni cabritos de tus rebaños. R/.
¿Por qué citas mis preceptos y hablas a toda hora de mi pacto,
tú que detestas la obediencia y echas en saco roto mis mandatos? R/.
Tú haces esto, ¿y yo tengo que callarme? ¿Crees acaso que
yo soy como tú? No, yo te reprenderé y te echaré en cara
tus pecados. R/.
Quien las gracias me da, ése me honra y yo salvaré al que cumple
mi voluntad. R/.
ACLAMACIÓN
(Hb 4, 12) R/. Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios es viva y eficaz y descubre los pensamientos e intenciones
del corazón. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 2, 18-22
En
una ocasión en que los discípulos de Juan el Bautista y los fariseos
ayunaban, algunos de ellos se acercaron a Jesús y le preguntaron: "¿Por
qué los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos
ayunan, y los tuyos no?".
Jesús les contestó: "¿Cómo van a ayunar los
invitados a una boda, mientras el novio está con ellos? Mientras está
con ellos el novio, no pueden ayunar. Pero llegará el día en que
el novio les será quitado y entonces sí ayunarán.
Nadie le pone un parche de tela nueva a un vestido viejo, porque el remiendo
encoge y rompe la tela vieja y se hace peor la rotura. Nadie echa vino nuevo
en odres viejos, porque el vino rompe los odres, se perdería el vino
y se echarían a perder los odres. A vino nuevo, odres nuevos". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Nada más alejado de la fe viva de los difuntos que el tradicionalismo ritual y la rutinaria repetición de esquemas arcaicos. El vino nuevo del Reino se oferta por caminos inesperados.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, tú que con un solo y único sacrificio, el de tu Hijo, redimiste a tu pueblo y lo adoptaste para siempre, concédele los dones de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo
y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en
todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Por Cristo,
Señor nuestro.
Por Él nos has conducido al conocimiento de la verdad, para hacernos
miembros de su cuerpo mediante el vínculo de una misma fe y un mismo
bautismo; por Él has enviado sobre todos los pueblos del mundo a tu Espíritu
Santo, admirable constructor de la Iglesia por la abundancia de sus dones, y
autor de la unidad, el cual habita en tus hijos de adopción, santifica
a toda la Iglesia y la dirige con sabiduría. Por eso, unidos al coro
de los ángeles, te alabamos con alegría, diciendo: Santo, Santo,
Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. 1 Co 10, 17)
Todos los que participamos de un mismo pan y de un mismo cáliz, no obstante ser muchos, somos un solo cuerpo como uno solo es el pan.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que esta santa comunión que hemos recibido, signo de nuestra fraternidad en Cristo, realice la unidad en tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 105, 47)
Sálvanos, Señor Dios nuestro y reúnenos de entre las naciones, para que podamos agradecer tu poder santo y sea nuestra gloria el alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has unido a gente de todas las naciones en la alabanza de tu nombre, concédenos amar y practicar cuanto nos mandas, para que el pueblo cristiano, el que tú has llamado a tu Reino, viva unido por la fe y el amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 16, 1-13
En aquellos días,
dijo el Señor a Samuel: "¿Hasta cuándo vas a estar
triste por Saúl? Yo ya lo rechacé y él no reinará
más sobre Israel. Ve a la casa de Jesé, en Belén, porque
de entre sus hijos me he escogido un rey. Llena, pues, tu cuerno de aceite para
ungirlo y vete".
Pero Samuel le replicó: "¿Cómo voy a ir? Si Saúl
se entera, me matará". El Señor le respondió: "Lleva
contigo una ternera y di: 'Vengo a ofrecer un sacrificio al Señor'. Invita
a Jesé al sacrificio y yo te indicaré lo que has de hacer. Luego
ungirás al que yo te señale".
Hizo Samuel lo que el Señor le había dicho. Cuando llegó
a Belén, los ancianos de la ciudad salieron a recibirlo temerosos y le
preguntaron: "¿Vienes en son de paz?". Les respondió:
"Si. Vengo a ofrecer un sacrificio al Señor. Purifíquense
y vengan conmigo al sacrificio". Luego purificó a Jesé y
a sus hijos y los invitó también al sacrificio.
Cuando se presentaron ante él, al ver a Eliab, el hijo mayor de Jesé,
Samuel pensó: "Éste es, sin duda, el que voy a ungir como
rey". Pero el Señor le dijo: "No te dejes impresionar por su
aspecto ni por su gran estatura, pues yo lo he descartado, porque yo no juzgo
como juzga el hombre. El hombre se fija en las apariencias, pero el Señor
se fija en los corazones".
Entonces, Jesé llamó a su hijo Abinadab y lo hizo pasar ante Samuel,
el cual le dijo: "Tampoco a éste lo ha escogido el Señor".
Jesé hizo pasar a Samá, pero Samuel le dijo: "A éste
tampoco lo ha elegido el Señor". Así fueron pasando ante
Samuel siete de los hijos de Jesé; pero Samuel dijo: "Ninguno de
éstos es el elegido del Señor". Luego le preguntó
a Jesé: "¿Son éstos todos tus hijos?". Él
respondió: "Falta el más pequeño, que está
cuidando el rebaño". Samuel le dijo: "Hazlo venir, porque no
nos sentaremos a comer hasta que llegue". Y Jesé lo mandó
llamar.
El muchacho era rubio, de ojos vivos y buena presencia. Entonces el Señor
dijo a Samuel: "Levántate y úngelo, porque éste es".
Tomó Samuel el cuerno con el aceite y lo ungió delante de sus
hermanos. A partir de aquel día, el espíritu del Señor
estuvo con David. Samuel se despidió y regresó a Rama.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Samuel sigue valorando la entrega y el carisma de Saúl. Dios le hace entender que sus preferencias han cambiado. Un betlemita de oscuros orígenes será consagrado e impulsado por el Espíritu del Señor.
Del salmo
88 R/. He encontrado a David, mi servidor.
Hablando tú en visión a tus amigos un día les dijiste:
"He escogido a un valiente de mi pueblo y he ceñido a sus sienes
la corona. R/.
He encontrado a David, mi servidor y con mi aceite santo lo he ungido. Lo sostendrá
mi mano y le dará mi brazo fortaleza. R/.
Él me podrá decir: `Tú eres mi padre, el Dios que me protege
y que me salva'. Y yo lo nombraré mi primogénito sobre todos los
reyes de la tierra". R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Ef 1. 17-18) R/. Aleluya, aleluya.
Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestras mentes, para
que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su llamamiento.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 2, 23-28
Un
sábado, Jesús iba caminando entre los sembrados, y sus discípulos
comenzaron a arrancar espigas al pasar. Entonces los fariseos le preguntaron:
"¿Por qué hacen tus discípulos algo que no está
permitido hacer en sábado?".
Él les respondió: "No han leído acaso lo que hizo
David una vez que tuvo necesidad y padecían hambre él y sus compañeros?
Entró en la casa de Dios, en tiempos del sumo sacerdote Abiatar, comió
de los panes sagrados, que sólo podían comer los sacerdotes, y
les dio también a sus compañeros". Luego añadió
Jesús: "El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre
para el sábado. Y el Hijo del hombre también es dueño del
sábado". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Las instituciones sociales o religiosas son útiles y necesarias. Sin éstas no perduraría la fuerza del carisma. Por desgracia, las instituciones se agigantan y convierten a las personas en víctimas de mecanismos opresores.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al celebrar el memorial de nuestra salvación, imploramos, Señor, de tu bondad, que este sacramento de amor sea para todos nosotros signo de unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo
y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en
todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Por Cristo,
Señor nuestro.
Por Él nos has conducido al conocimiento de la verdad, para hacernos
miembros de su cuerpo mediante el vínculo de una misma fe y un mismo
bautismo; por Él has enviado sobre todos los pueblos del mundo a tu Espíritu
Santo, admirable constructor de la Iglesia por la abundancia de sus dones, y
autor de la unidad, el cual habita en tus hijos de adopción, santifica
a toda la Iglesia y la dirige con sabiduría. Por eso, unidos al coro
de los ángeles, te alabamos con alegría, diciendo: Santo, Santo,
Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Gol 3, 14-15)
Sobre todas las virtudes pongan el amor, que es el vínculo de la perfecta unión; y que en sus corazones reine la paz de Cristo a la que han sido llamados en un solo cuerpo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, infunde en nosotros el espíritu de tu caridad y, con la fuerza de este sacrificio eucarístico, haz que cuantos creemos en ti vivamos unidos en un mismo amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ef 4, 4-6)
Un solo cuerpo y un solo espíritu, como también es una la esperanza de la vocación con la que han sido llamados. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todo, lo penetra todo y está en todo.
ORACIÓN COLECTA
Señor, mira con bondad a tu pueblo y, con los dones de tu Espíritu, aumenta en todos los que creen en ti el amor por la verdad, a fin de que busquemos la perfecta unidad de tu familia y trabajemos por obtenerla. Por nuestro señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 17, 32-33. 37. 40-51
En aquellos días,
dijo David a Saúl: "Señor, no se atemorice tu corazón
por ese filisteo. Tu siervo irá y peleará con él".
Pero Saúl le replicó: "Tú no puedes ir a pelear contra
Goliat, porque no eres más que un muchacho, y él, un hombre adiestrado
para la guerra desde su juventud". David le contestó: "El Señor,
que me ha librado de las garras del león y del oso, me librará
también de las manos de ese filisteo". Saúl le dijo: "Ve,
y que el Señor te ayude".
Tomó David el cayado que siempre llevaba consigo; escogió en el
arroyo cinco piedras bien lisas, las puso en su morral, y con la honda en la
mano avanzó hacia el filisteo. Goliat, precedido por su escudero, se
fue acercando a David. El filisteo se le quedó mirando, y cuando vio
que era un joven, rubio y de buena presencia, lo despreció y le dijo:
"¿Soy acaso un perro para que me salgas al encuentro con palos y
con piedras?". David le contestó: "No. Eres peor que un perro".
Entonces Goliat lo maldijo en nombre de sus dioses y añadió: "Acércate,
que yo les echaré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo".
David le replicó: "Tú vienes hacia mí con espada,
lanza y jabalina. Pero yo voy contra ti en el nombre del Señor de los
ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has
insultado. Hoy mismo te va a entregar el Señor en mis manos; te voy a
vencer y te voy a cortar la cabeza, y voy a echarles tu cadáver y los
cadáveres de los filisteos a las aves del cielo y a las fieras del campo.
Así sabrá toda la tierra que hay Dios en Israel, y toda esa multitud
sabrá que el Señor no necesita ni lanzas ni espadas para vencer,
porque Él es el Señor de la guerra y los entregará a ustedes
en nuestras manos".
Cuando el filisteo comenzó a avanzar contra David, éste corrió
a su encuentro, metió la mano en el morral, sacó una piedra, la
tiró con la honda e hirió al filisteo en la frente. La piedra
se le clavó en la frente y el filisteo cayó de boca por tierra.
Venció David al filisteo con una honda y una piedra; lo hirió
y lo mató, sin tener espada en la mano. Corrió David a donde estaba
caído el filisteo, tomó su espada, la sacó de la vaina,
lo mató y le cortó la cabeza. Los filisteos, viendo que había
muerto su jefe, huyeron. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
David tiene experiencia del auxilio divino. En su vida pastoril enfrenta peligros desmesurados con la ayuda del Señor. Con esa confianza asume un reto desmedido.
Del salmo
143 R/. Bendito sea el Señor. R/.
Bendito sea el Señor, mi roca firme; El adiestró mis
manos y mis dedos para luchar en lides. R/.
El es mi amigo fiel, mi fortaleza, mi seguro escondite, escudo en que me amparo,
el que los pueblos a mis plantas rinde. R/.
Al compás de mi cítara, nuevos cantos, Señor, he de decirte,
pues tú das a los reyes la victoria y salvas a David, tu siervo humilde.
R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Mt 4, 23) R/. Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba el Evangelio del Reino y curaba las enfermedades
y dolencias del pueblo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 3, 1-6
En
aquel tiempo, Jesús entró en la sinagoga, donde había un
hombre que tenia tullida una mano. Los fariseos estaban espiando a Jesús
para ver si curaba en sábado y poderlo acusar. Jesús le dijo al
tullido: "Levántate y ponte allí en medio".
Después les preguntó: "¿Que es lo que está
permitido hacer en sábado, el bien o el mal? ¿Se le puede salvar
la vida a un hombre en sábado o hay que dejarlo morir?". Ellos se
quedaron callados. Entonces, mirándolos con ira y con tristeza, porque
no querían entender, le dijo al hombre: "Extiende tu mano".
La extendió, y su mano quedó sana.
Entonces se fueron los fariseos y comenzaron a hacer planes, con los del partido
de Herodes, para matar a Jesús. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Jesús incomoda a los escrupulosos fariseos y a los gobernantes pragmáticos. No cabe duda de que "los extremos se tocan”. Herodianos y fariseos rechazan a Jesús porque afecta su particular visión del mundo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que a todos los que estamos unidos por el mismo bautismo, nos purifique, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte y nos haga participar algún día de los mismos sacramentos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo
y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en
todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Por Cristo,
Señor nuestro.
Por Él nos has conducido al conocimiento de la verdad, para hacernos
miembros de su cuerpo mediante el vínculo de una misma fe y un mismo
bautismo; por Él has enviado sobre todos los pueblos del mundo a tu Espíritu
Santo, admirable constructor de la Iglesia por la abundancia de sus dones, y
autor de la unidad, el cual habita en tus hijos de adopción, santifica
a toda la Iglesia y la dirige con sabiduría. Por eso, unidos al coro
de los ángeles, te alabamos con alegría, diciendo: Santo, Santo,
Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 21. 23)
Que todos sean uno, como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, dice el Señor. Yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectos en la unidad.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al participar del sacramento de tu Hijo, te pedimos, Señor, que santifiques y renueves a tu Iglesia, a fin de que todos los que nos gloriamos del nombre de cristianos podamos servirte en la unidad de la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Inés de Roma, mártir; Fructuoso, Augurio Eulogio de Tarragona, mártires. Memoria (Rojo)
ANTÍFONA DE ENTRADA
Como las vírgenes prudentes, santa Inés conserva su lámpara encendida para salir al encuentro de Cristo.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que eliges a los débiles para vencer a los poderosos, te pedimos, al celebrar el martirio de santa Inés, que nos concedas imitar la heroica firmeza de su fe. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 18, 6-9; 19, 1-7
En aquellos días,
cuando David regresaba de haber matado al filisteo, las mujeres de todos los
poblados salieron a recibir al rey Saúl, danzando y cantando al son de
tambores y panderos, y dando grandes gritos de alegría. Al danzar, las
mujeres cantaban a coro:
"Mató Saúl a mil, pero David a diez mil".
A Saúl le cayeron muy mal esas palabras y se enojó muchísimo
y comentó: "A David le atribuyen diez mil, y a mí tan sólo
mil. Lo único que le falta es ser rey". Desde entonces, Saúl
miraba a David con rencor.
Un día, Saúl comunicó a su hijo Jonatán y a sus
servidores que había decidido matar a David. Pero Jonatán quería
mucho a David y le dijo a éste: "Mi padre, Saúl, trata de
matarte. Cuídate, pues, mucho, mañana por la mañana. Retírate
a un lugar seguro y escóndete. Yo saldré con mi padre por el campo
donde tú estés y le hablaré de ti; veré qué
piensa y te lo avisaré".
Habló entonces Jonatán a su padre en favor de David y le dijo:
"No hagas daño, señor mío, a tu siervo
David, pues él no te ha hecho ningún mal, sino grandes servicios.
Arriesgó su vida para matar al filisteo, con lo cual el Señor
dio una gran victoria a todo Israel. Tú mismo lo viste y te alegraste.
¿Por qué, pues, quieres hacerte reo de sangre inocente, matando
a David sin motivo?". Al oír esto, se aplacó Saúl
y dijo: "Juro por Dios que David no morirá".
Entonces Jonatán llamó a David y le contó lo sucedido.
Luego lo condujo ante Saúl, y David continuó a su servicio, como
antes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El éxito militar acompaña a David. Su fama se acrecienta como la espuma, pero también se atrae el fervor popular. Saúl se incomoda y deja que sus pulsiones destructivas se vuelquen en contra de David.
Del salmo
55 R/. En el Señor confío y nada temo.
Tenme piedad, Señor, porque me acosan, me persiguen y atacan todo el
día; me pisan sin cesar mis enemigos; innumerables son los que me hostigan.
R/.
Toma en cuenta, Señor, todos mis pasos y recoge mis lágrimas.
Que cuando yo te invoque, el enemigo se bata en retirada. R/.
Yo sé bien que el Señor está conmigo; por eso en Dios,
cuya promesa alabo, sin temor me confío. ¿Qué hombre ha
de poder causarme daño? R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. 2 Tm 1, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer
la vida por medio del Evangelio. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 3, 7-12
En
aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla
del mar, seguido por una muchedumbre de galileos. Una gran multitud, procedente
de Judea y Jerusalén, de Idumea y Transjordania y de la parte de Tiro
y Sidón, habiendo tenido noticias de lo que Jesús hacía,
se trasladó a donde él estaba.
Entonces rogó Jesús a sus discípulos que le consiguieran
una barca para subir en ella, porque era tanta la multitud, que estaba a punto
de aplastarlo.
En efecto, Jesús había curado a muchos, de manera que todos los
que padecían algún mal, se le echaban encima para tocarlo. Cuando
los poseídos por espíritus inmundos lo veían, se echaban
a sus pies y gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios". Pero Jesús
les prohibía que lo manifestaran. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
La gente que escucha a Jesús tiene un olfato especial para distinguir la originalidad de su mensaje. Se pone a seguirlo sin descanso, porque descubre que una fuerza humanizadora lo acompaña.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que los dones que vamos a ofrecerte en honor de tu santa virgen Inés te sean, Señor, tan agradables, como agradable fue a tus ojos su martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 6)
Ya viene el esposo; salgamos al encuentro de Cristo, el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que glorificaste a santa Inés con la doble corona de la virginidad y del martirio, concédenos que esta comunión nos ayude a superar todas las pruebas y podamos así alcanzar el Reino eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Vicente de Zaragoza, mártir, y Anastasio de Persia, mártir. Beata Laura Vicuña larca. Feria (Verde)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Jn 10, 14-15)
Yo soy el Buen Pastor, dice el Señor, y conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí, de la misma manera que el Padre me conoce a mí y yo al Padre; y doy la vida por ellas.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que nos amas tanto, envía sobre nosotros la gracia abundante de tu espíritu, para que, viviendo con verdad nuestro cristianismo, demos al mundo testimonio de la verdad y busquemos confiados la unidad de todos los creyentes en la paz verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 24, 3-21
En aquellos días,
Saúl tomó consigo tres mil hombres valientes de todo Israel y
marchó en busca de David y su gente, en dirección de las rocas
llamadas "las Cabras Monteses", y llegó hasta donde había
un redil de ganado, junto al camino. Había allí una cueva, y Saúl
entró en ella para satisfacer sus necesidades.
David y sus hombres estaban sentados en el fondo de la cueva. Ellos le dijeron:
"Ha llegado el día que te anunció el Señor, cuando
te hizo esta promesa: 'Pondré a tu enemigo entre tus manos, para que
hagas con el lo que mejor te parezca' ".
David se levantó sin hacer ruido y cortó la punta del manto de
Saúl. Pero a David le remordió la conciencia por haber cortado
el manto de Saúl y dijo a sus hombres: "Dios me libre de levantar
la mano contra el rey, porque es el ungido del Señor". Con estas
palabras contuvo David a sus hombres y no les permitió atacar a Saúl.
Saúl salió de la cueva y siguió su camino. David salió
detrás de él y le gritó: "Rey y señor mío".
Y cuando Saúl miró hacia atrás, David le hizo una gran
reverencia, inclinando la cabeza hasta el suelo, y le dijo: "¿Por
qué haces caso a la gente que dice: 'David trata de hacerte mal'? Date
cuenta de que hoy el Señor te puso en mis manos en la cueva y pude matarte,
pero te perdoné la vida, pues me dije: 'No alzaré mi mano contra
el rey, porque es el ungido del Señor'. Mira la punta de tu manto en
mi mano. Yo la corté y no te maté. Reconoce, pues, que en mí
no hay traición y que no he pecado contra ti. Tú, en cambio, andas
buscando la ocasión de quitarme la vida. Que el Señor sea nuestro
juez, y que El me haga justicia. Yo no alzaré mi mano contra ti, porque
como dice el antiguo proverbio: los malos obran mal'. ¿Contra quién
has salido a guerrear, rey de Israel? ¿A quién persigues? A un
perro muerto, a una pulga. Que el Señor sea el juez y nos juzgue a los
dos. Que El examine mi causa y me libre de tu mano".
Cuando David terminó de hablar, Saúl le respondió: "¿Eres
tú, David, hijo mío, quien así me habla?". Saúl
rompió a llorar y, levantando la voz, le dijo: "Tú eres más
justo que yo, porque sólo me haces el bien, mientras que yo busco tu
mal. Hoy has demostrado conmigo tu gran bondad, pues el Señor me puso
en tus manos, y tú no me has quitado la vida. ¿Qué hombre,
que encuentra a su enemigo, le permite seguir su camino en paz? Que el Señor
te recompense por lo que hoy has hecho conmigo. Ahora estoy cierto de que llegarás
a ser rey y de que el reino de Israel se consolidará en tus manos".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Saúl interpreta con claridad la conducta de David. Este subalterno se ha comportado con magnanimidad y justicia, mientras que el rey procede con deslealtad y violencia.
Del salmo
56 R/. Señor, apiádate de mí.
Apiádate de mi, Señor, apiádate, pues en ti me refugio;
me refugio a la sombra de tus alas hasta que pase el infortunio. R/.
Voy a clamar al Dios altísimo, al Dios que me ha colmado de favores;
desde el cielo, su amor y su lealtad me salvarán de mis perseguidores.
R/.
Señor, demuestra tu poder y llénese la tierra de tu gloria; pues
tu amor es más grande que los cielos y tu fidelidad las nubes toca. R/.
ACLAMACIÓN
(2 Co 5, 19) R/. Aleluya, aleluya.
Dios ha reconciliado consigo al mundo por medio de Cristo, y nos ha encomendado
a nosotros el mensaje de la reconciliación. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 3, 13-19
En aquel tiempo, Jesús subió al monte, llamó a los que
Él quiso, y ellos lo siguieron. Constituyó a doce para que se
quedaran con El, para mandarlos a predicar y para que tuvieran el poder de expulsar
a los demonios.
Constituyó entonces a los Doce: a Simón, al cual le impuso el
nombre de Pedro; después, a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, a quienes
dio el nombre de Boanergues, es decir "hijos del trueno"; a Andrés,
Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo,
Simón el Cananeo y a Judas Iscariote, que después lo traicionó.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El Señor Jesús no es un francotirador ni un genio megalómano. Es un maestro de sabiduría y un profeta que quiere congregar a un grupo de discípulos que empujen la renovación de Israel.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, tú que con un solo y único sacrificio, el de su Hijo, redimiste a tu pueblo y lo adoptaste para siempre, concédele los dones de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo
y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en
todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Por Cristo,
Señor nuestro.
Por Él nos has conducido al conocimiento de la verdad, para hacernos
miembros de su cuerpo mediante el vínculo de una misma fe y un mismo
bautismo; por Él has enviado sobre todos los pueblos del mundo a tu Espíritu
Santo, admirable constructor de la Iglesia por la abundancia de sus dones, y
autor de la unidad, el cual habita en tus hijos de adopción, santifica
a toda la Iglesia y la dirige con sabiduría. Por eso, unidos al coro
de los ángeles, te alabamos con alegría, diciendo: Santo, Santo,
Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr 1 Co 10, 17)
Todos los que participamos de un mismo pan y de un mismo cáliz, no obstante ser muchos, somos un solo cuerpo como uno solo es el pan.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que esta santa comunión que hemos recibido, signo de nuestra fraternidad en Cristo, realice la unidad en tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Vísperas I del domingo: 39 semana del Salterio. Feria (Verde)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 105, 47)
Sálvanos, Señor Dios nuestro y reúnenos de entre las naciones, para que podamos agradecer tu poder santo y sea nuestra gloria el alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Escucha, Señor, con bondad, las plegarias de tu pueblo y haz que los corazones de tus fieles se unan en tu alabanza y en un común arrepentimiento a fin de que, superada toda división entre los cristianos y en perfecta comunión, tu Iglesia se encamine gozosa hacia el Reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de Samuel: 1, 1-4. 11-12. 17. 19. 23-27
En aquellos días,
después de derrotar a los amalecitas, David se fue a Siquelag y ahí
permaneció dos días. Al tercer día llegó un hombre
del campamento de Saúl, con los vestidos rotos y la cabeza cubierta de
polvo. Llegó a donde estaba David y se postró en señal
de reverenda. David le preguntó: "¿De dónde vienes?".
Él respondió: "Vengo huyendo del campamento de Israel".
David le preguntó: "¿Qué ha pasado? Cuéntamelo".
Él respondió: "El pueblo fue derrotado en la batalla y huyó.
Muchos cayeron y entre los muertos se encuentran Saúl y Jonatán".
Entonces David rasgó sus vestiduras, y lo mismo hicieron los que estaban
con él. Prorrumpieron en lamentaciones y llanto, y ayunaron hasta la
noche por Saúl y Jonatán, por el pueblo del Señor y por
la casa de Israel, pues habían muerto a espada. Entonces David entonó
una elegía por Saúl y su hijo Jonatán: "Tus héroes,
Israel, han sido Inmolados en tus montañas. ¿Por qué cayeron
los valientes? Saúl y Jonatán, queridos y admirados, inseparables
en la vida y unidos en la muerte, más veloces que las águilas
y más fuertes que los leones.
Hijas de Israel, lloren por Saúl, que las vestía de púrpura
y de lino y las cubría de joyas y de oro.
¿Por qué cayeron los valientes en medio de la batalla? Jonatán
yace muerto en tus montañas. Por ti, Jonatán, hermano mío,
estoy lleno de pesar. Te quise con toda el alma y tu amistad fue para mí
más estimable que el amor de las mujeres. ¿Por qué cayeron
los valientes y pereció la flor de los guerreros?". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Las muertes de Saúl y Jonatán marcarán el final del primer intento monárquico en Israel. David siente esa doble muerte y se lamenta desde lo más profundo de su corazón.
Del salmo
79 R/. Señor, vuelve tus ojos a nosotros.
Escúchanos, pastor de Israel, que guías a José
como un rebaño; tú, que estás rodeado de querubines, manifiéstate;
ante la ruina de Efraín, Benjamín y Manasés, despierta
tu poder y ven a salvarnos. R/.
Señor, Dios de los ejércitos, ¿hasta cuándo seguirás
airado y sordo a las plegarias de tu pueblo? Nos has dado llanto por comida
y por bebida, lágrimas en abundancia. Somos la burla de nuestros vecinos,
el hazmerreír de cuantos nos rodean. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Hch 16, 14) R/. Aleluya, aleluya.
Abre, Señor, nuestros corazones, para que comprendamos las palabras
de tu Hijo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 3, 20-21
En aquel tiempo, Jesús entró en una casa con sus discípulos y acudió tanta gente, que no los dejaban ni comer. Al enterarse sus parientes, fueron a buscarlo, pues decían que se había vuelto loco. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús se aleja de Nazaret de forma sorprendente. Sus familiares quedan desconcertados por su partida y no entienden su estilo de vida tan libre y autónomo, por eso pretenden encerrarlo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al celebrar el memorial de nuestra salvación, imploramos, Señor, de tu bondad, que este sacramento de amor sea para todos nosotros signo de unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo
y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en
todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Por Cristo,
Señor nuestro.
Por Él nos has conducido al conocimiento de la verdad, para hacernos
miembros de su cuerpo mediante el vínculo de una misma fe y un mismo
bautismo; por Él has enviado sobre todos los pueblos del mundo a tu Espíritu
Santo, admirable constructor de la Iglesia por la abundancia de sus dones, y
autor de la unidad, el cual habita en tus hijos de adopción, santifica
a toda la Iglesia y la dirige con sabiduría. Por eso, unidos al coro
de los ángeles, te alabamos con alegría, diciendo: Santo, Santo,
Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Col 3, 14-15)
Sobre todas las virtudes pongan el amor, que es el vínculo de la perfecta unión; y que en sus corazones reine la paz de Cristo a la que han sido llamados en un solo cuerpo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, infunde en nosotros el espíritu de tu caridad y, con la fuerza de este sacrificio eucarístico, haz que cuantos creemos en ti vivamos unidos en un mismo amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
III DOMINGO ORDINARIO.
Nuestra Señora Reina de la Paz
Santos: San Francisco de sales, fundador. Beata Paula Gambara Costa, laica. (Verde)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 95, 1. 6)
Canten al Señor un cántico nuevo, hombres de toda la tierra, canten al Señor. Hay brillo y esplendor en su presencia, y en su templo, belleza y majestad.
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno y todopoderoso, conduce nuestra vida por el camino de tus mandamientos para que, unidos a tu Hijo amado, podamos producir frutos abundantes. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de Nehemías: 8, 2-4. 5-6. 8-10
En aquellos días,
Esdras, el sacerdote, trajo el libro de la ley ante la asamblea, formada por
los hombres, las mujeres y todos los que tenían uso de razón.
Era el día primero del mes séptimo, y Esdras leyó desde
el amanecer hasta el mediodía, en la plaza que está frente a la
puerta del Agua, en presencia de los hombres, las mujeres y todos los que tenían
uso de razón. Todo el pueblo estaba atento a la lectura del libro de
la ley. Esdras estaba de pie sobre un estrado de madera, levantado para esta
ocasión. Esdras abrió el libro a la vista del pueblo, pues estaba
en un sitio más alto que todos, y cuando lo abrió, el pueblo entero
se puso de pie. Esdras bendijo entonces al Señor, el gran Dios, y todo
el pueblo, levantando las manos, respondió: "¡Amén!",
e inclinándose, se postraron rostro en tierra. Los levitas leían
el libro de la ley de Dios con claridad y explicaban el sentido, de suerte que
el pueblo comprendía la lectura.
Entonces Nehemías, el gobernador, Esdras, el sacerdote y escriba, y los
levitas que instruían a la gente, dijeron a todo el pueblo: "Este
es un día consagrado al Señor, nuestro Dios. No estén ustedes
tristes ni lloren (porque todos lloraban al escuchar las palabras de la ley).
Vayan a comer espléndidamente, tomen bebidas dulces y manden algo a los
que nada tienen, pues hoy es un día consagrado al Señor, nuestro
Dios. No estén tristes, porque celebrar al Señor es nuestra fuerza".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La Torah enseña a vivir como buen israelita. La letra hebrea se torna ininteligible para la generación que regresa del exilio. Esdras se las ingenia para devolverle al pueblo el tenor original de la Palabra Santa.
Del salmo
18 R/. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.
La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables
son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.
En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para el corazón;
son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor
son verdaderos y enteramente justos. R/.
Que sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón.
Haz, Señor, que siempre te busque, pues eres mi refugio y salvación.
R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12, 12-30
Hermanos: Así
como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar de ser
muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque todos
nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, hemos
sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo, y a
todos se nos ha dado a beber del mismo Espíritu.
El cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos. Si el pie dijera:
"No soy mano, entonces no formo parte del cuerpo", ¿dejaría
por eso de ser parte del cuerpo? Y si el oído dijera: "Puesto que
no soy ojo, no soy del cuerpo", ¿dejaría por eso de ser parte
del cuerpo? Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿con qué oiríamos?
Y si todo el cuerpo fuera oído, ¿con qué oleríamos?
Ahora bien, Dios ha puesto los miembros del cuerpo cada uno en su lugar, según
lo quiso. Si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría
el cuerpo?
Cierto que los miembros son muchos, pero el cuerpo es uno solo. El ojo no puede
decirle a la mano: "No te necesito"; ni la cabeza, a los pies: "Ustedes
no me hacen falta". Por el contrario, los miembros que parecen más
débiles son los más necesarios. Y a los más íntimos
los tratamos con mayor decoro, porque los demás no lo necesitan. Así
formó Dios el cuerpo, dando más honor a los miembros que carecían
de él, para que no haya división en el cuerpo y para que cada
miembro se preocupe de los demás. Cuando un miembro sufre, todos sufren
con él; y cuando recibe honores, todos se alegran con él.
Pues bien, ustedes son el cuerpo de Cristo y cada uno es un miembro de él.
En la Iglesia, Dios ha puesto en primer lugar a los apóstoles; en segundo
lugar, a los profetas; en tercer lugar, a los maestros; luego, a los que hacen
milagros, a los que tienen el don de curar a los enfermos, a los que ayudan,
a los que administran, a los que tienen el don de lenguas y el de interpretarlas.
¿Acaso son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son
todos maestros? ¿Hacen todos milagros? ¿Tienen todos el don de
curar? ¿Tienen todos el don de lenguas y todos las interpretan? Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Los diferentes carismas y ministerios que el Espíritu suscita en la comunidad son valiosos. Tales dones construyen de forma discreta o vistosa la unión indisoluble del Cuerpo místico de Cristo.
ACLAMACIÓN
(Lc 4, 18) R/. Aleluya, aleluya.
El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva y anunciar
la liberación a los cautivos. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 1,1-4; 4, 14-21
Muchos
han tratado de escribir la historia de las cosas que pasaron entre nosotros,
tal y como nos las trasmitieron los que las vieron desde el principio y que
ayudaron en la predicación. Yo también, ilustre Teófilo,
después de haberme informado minuciosamente de todo, desde sus principios,
pensé escribírtelo por orden, para que veas la verdad de lo que
se te ha enseñado.
(Después de que Jesús fue tentado por el demonio en el desierto),
impulsado por el Espíritu, volvió a Galilea. Iba enseñando
en las sinagogas; todos lo alababan y su fama se extendió por toda la
región. Fue también a Nazaret donde se había criado. Entró
en la sinagoga, como era su costumbre hacerlo los sábados, y se levantó
para hacer la lectura. Se le dio el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló
y encontró el pasaje en que estaba escrito: El Espíritu del Señor
está sobre mi, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena
nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación
a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de
gracia del Señor.
Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó.
Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en él. Entonces
comenzó a hablar, diciendo: "Hoy mismo se ha cumplido este pasaje
de la Escritura que acaban de oír". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Los hombres y las mujeres que escuchan la lectura de Isaías en la sinagoga de Nazaret se asombran al escuchar una interpretación demasiado "benévola" como la que proclama Jesús.
Credo
ORACIÓN UNIVERSAL
Presentemos
al Padre nuestras plegarias.
A cada petición diremos: Padre, escúchanos.
Oremos por todos los que creemos en Jesucristo. Tristemente, estamos divididos
en distintas Iglesias. Oremos para que llegue el momento en que formemos una
única comunidad bajo la guía de nuestro único pastor, Jesucristo.
Oremos:
Oremos por los que no creen en Jesucristo. La fe y la esperanza que nacen del
Evangelio son luz capaz de iluminar y llenar de alegría a todo el mundo.
Oremos para que nadie quede privado de esta luz gozosa. Oremos:
Oremos por los pobres y por todos los que viven en situaciones de dolor o de
opresión. Jesús ha venido a traerles la vida y la libertad. Oremos
para que la paz de Jesús, su felicidad, su amor, lleguen a todos. Oremos:
Y oremos por nosotros y por nuestra comunidad (parroquial). Dios nos ha dado
a cada uno dones distintos para el bien de todos. Oremos para que estos dones
den mucho fruto. Oremos:
Escucha, Padre, nuestras plegarias y derrama tu amor sobre el mundo entero.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad, los dones que te presentamos y santifícalos por medio de tu Espíritu para que se nos conviertan en sacramento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo ordinario.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Señor, por habernos alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y te pedimos que este don tuyo sea para nosotros fuente inagotable de vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Las lecturas de la Palabra de Dios son diversas. Algunos lectores de la Biblia se quedan atorados en la letra y se convierten en fanáticos que anuncian catástrofes o planean actos violentos en contra de personas indefensas. Por fortuna, son los menos. A otros, a quienes consideramos lectores atentos y creyentes congruentes, la Palabra de Dios los empuja a entregarse generosamente al servicio de un proyecto social o a dar su vida como rescate para salvaguardar la vida de otros. Nuestros mártires cristianos, tanto los que entregaron su vida en los primeros años de la Iglesia como los asesinados en países latinoamericanos en años recientes, son prueba de una lectura fiel de la Palabra de Dios. El Señor Jesús desconcierta a los nazarenos porque anuncia una liberación para los oprimidos sin recurrir a la revancha ni al ajuste de cuentas.
La Conversión de San Pablo, apóstol
Santos: San Palemón de la Tebaida anacoreta. Beato Enrique Seuze, presbítero. Fiesta (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADA (2 Tm 1, 12; 4, 8)
Yo sé en quien tengo puesta mi confianza y estoy convencido de que el Señor, justo juez, me dará la recompensa el día de su venida.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que has iluminado al mundo entero con la palabra de tu apóstol Pablo, cuya conversión conmemoramos hoy; haz que nos convirtamos a ti para dar, así, al mundo, un testimonio de tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 9, 1-22
En aquellos días,
Saulo, amenazando todavía de muerte a los discípulos del Señor,
fue a ver al sumo sacerdote y le pidió, para las sinagogas de Damasco,
cartas que lo autorizaran para traer presos a Jerusalén a todos aquellos
hombres y mujeres seguidores del Camino.
Pero sucedió que, cuando se aproximaba a Damasco, una luz del cielo lo
envolvió de repente con su resplandor. Cayó por tierra y oyó
una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?".
Preguntó él: "¿Quién eres, Señor?".
La respuesta fue: "Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate.
Entra en la ciudad y allí se te dirá lo que tienes que hacer".
Los hombres que lo acompañaban en el viaje se habían detenido,
mudos de asombro, pues oyeron la voz, pero no vieron a nadie. Saulo se levantó
del suelo, y aunque tenía abiertos los ojos, no podía ver. Lo
llevaron de la mano hasta Damasco y allí estuvo tres días ciego,
sin comer ni beber.
Había en Damasco un discípulo que se llamaba Ananías, a
quien se le apareció el Señor y le dijo: "Ananías".
Él respondió: "Aquí estoy, Señor". El
Señor le dijo: "Ve a la calle principal y busca en casa de Judas
a un hombre de Tarso, llamado Saulo, que está orando". Saulo tuvo
también la visión de un hombre llamado Ananías, que entraba
y le imponía las manos para que recobrara la vista.
Ananías contestó: "Señor, he oído a muchos
hablar de ese individuo y del daño que ha hecho a tus fieles en Jerusalén.
Además, trae autorización de los sumos sacerdotes para poner presos
a todos los que invocan tu nombre". Pero el Señor le dijo: "No
importa. Tú ve allá, porque yo lo he escogido como instrumento,
para que me dé a conocer a las naciones, a los reyes y a los hijos de
Israel. Yo le mostraré cuánto tendrá que padecer por mi
causa".
Ananías fue allá, entró en la casa, le impuso las manos
a Saulo y le dijo: "Saulo, hermano, el Señor Jesús, que se
te apareció en el camino, me envía para que recobres la vista
y quedes lleno del Espíritu Santo". Al instante, algo como escamas
se le desprendió de los ojos y recobró la vista. Se levantó
y lo bautizaron. Luego comió y recuperó las fuerzas. Se quedó
unos días con los discípulos en Damasco y se puso a predicar en
las sinagogas afirmando que Jesús era el Hijo de Dios.
Todos los que lo oían quedaban sorprendidos y decían: "¿No
es este hombre el que andaba persiguiendo en Jerusalén a los que invocan
el nombre de Jesús y que ha venido aquí para llevarlos presos
y entregarlos a los sumos sacerdotes?". Pero Saulo, cada vez con más
vigor, refutaba a los judíos que vivían en Damasco, demostrándoles
que Jesús era el Mesías. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Pablo aprende a leer la Palabra santa con los lentes de un fariseo escrupuloso. El encuentro con el resucitado lo enseña a mirar la Palabra con el enfoque de Cristo Jesús.
Del salmo
116 R/. Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio.
Que alaben al Señor todas las naciones, que lo aclamen todos los pueblos.
R/.
Porque grande es su amor hacia nosotros y su fidelidad dura por siempre. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 15. 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y
den fruto y su fruto permanezca. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 16, 15-18
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: "Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado. Éstos son los milagros que acompañarán a los que hayan creído: arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y éstos quedarán sanos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los apóstoles tienen que autentificar su mensaje con señales proféticas que certifiquen su íntima unión con Cristo resucitado. No es posible anunciar el Evangelio desde la incongruencia.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por este sacrificio eucarístico que vamos a ofrecerte, concédenos, Señor, que el Espíritu Santo nos ilumine con aquella misma fe que impulsó siempre a san Pablo a la predicación de tu Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de los apóstoles.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ga 2, 20)
Vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mi.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta comunión avive, Señor, en nosotros el amor incansable que impulsó a san Pablo a consagrarse al servicio de toda la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (1 S 2, 35)
Yo elegiré para mi pueblo un sacerdote fiel, que obre según mi corazón y mis deseos, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que hiciste dignos seguidores de san Pablo a tus santos obispos Timoteo y Tito, concédenos, por su intercesión, amarte y servirte en nuestros prójimos para que podamos llegar al cielo, nuestra patria. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Tito: 1, 1-5
Yo, Pablo, soy servidor de Dios y apóstol de Jesucristo, para conducir a los elegidos de Dios a la fe y al pleno conocimiento de la verdadera religión, que se apoya en la esperanza de la vida eterna. Dios, que no miente, había prometido esta vida desde tiempos remotos, y al llegar el momento oportuno, ha cumplido su palabra por medio de la predicación que se me encomendó por mandato de Dios, nuestro salvador. Querido Tito, mi verdadero hijo en la fe que compartimos: te deseo la gracia y la paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro salvador. El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar lo que faltaba y establecieras presbíteros en cada ciudad, como te lo ordené. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La misión apostólica no puede pararse. Por eso el apóstol san Pablo establece a Tito y a otros auxiliares como continuadores de su misión. La Iglesia está asentada sobre el cimiento de los apóstoles.
Del salmo
95 R/. Cantemos la grandeza del Señor.
Cantemos al Señor un canto nuevo, que le cante al Señor
toda la tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo. R/.
Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los
pueblos; de nación en nación, sus maravillas. R/.
Alaben al Señor, pueblos del orbe, reconozcan su gloria y su poder y
tribútenle honores a su nombre. R/.
"Reina el Señor", digamos a los pueblos. El afianzó
con su poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Mt 11, 25) R/. Aleluya, aleluya.
Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has
revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 3, 31-35
En aquel tiempo, llegaron a donde estaba Jesús, su madre
y sus parientes: se quedaron fuera y lo mandaron llamar. En torno a El estaba
sentada una multitud, cuando le dijeron: "Ahí fuera están
tu madre y tus hermanos, que te buscan".
Él les respondió: "¿Quién es mi madre y quiénes
son mis hermanos?". Luego, mirando a los que estaban sentados a su alrededor,
dijo: "Estos son mi madre y mis hermanos. Porque el que cumple la voluntad
de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús conforma con sus discípulos un nuevo modelo de familia. En la nueva familia de Jesús prevalecen la fraternidad, el respeto a la dignidad de los pequeños y la confianza en el Padre providente.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las ofrendas que te presentamos en la festividad de los santos obispos Timoteo y Tito y concédenos obtener por ellas, como lo esperamos, el auxilio de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 10, 10)
Yo vine al mundo, para que tengan vida y la tengan en abundancia, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el sacramento del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, te pedirnos, Dios y Padre nuestro, que el memorial que hemos celebrado con piedad nos obtenga plenamente tu perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Mt 9, 38)
Rueguen al dueño de la mies que mande operarios a sus campos, dice el Señor a sus discípulos.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que eres quien provee de pastores a la comunidad cristiana, haz que tu Espíritu suscite en ella sacerdotes dignos del altar y los llene de piedad y fortaleza para anunciar tu Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de Samuel: 7, 4-17
En aquellos días,
el Señor le habló al profeta Natán y le dijo: "Ve
y dile a mi siervo David que el Señor le manda decir esto: ‘¿Piensas
que vas a ser tú el que me construya una casa, para que yo habite en
ella? Desde que saqué a Israel de Egipto hasta el presente, no he tenido
casa, sino que he andado en una tienda de campaña, por dondequiera que
han ido los hijos de Israel. ¿Acaso en todo ese tiempo le pedí
a alguno de los jueces, a quienes puse como pastores de mi pueblo, Israel, que
me construyera una casa de cedro?'.
Di, pues, a mi siervo David: 'Yo te saqué de los apriscos y de andar
tras las ovejas, para que fueras el jefe de mi pueblo, Israel. Yo estaré
contigo en todo lo que emprendas, acabaré con tus enemigos y te haré
tan famoso como los hombres más famosos de la tierra.
Le asignaré un lugar a mi pueblo, Israel; lo plantaré allí
para que habite en su propia tierra. Vivirá tranquilo y sus enemigos
ya no lo oprimirán más, como lo han venido haciendo desde los
tiempos en que establecí jueces para gobernar a mi pueblo, Israel. Y
a ti, David, te haré descansar de tus enemigos. Además, yo, el
Señor, te hago saber que te daré una dinastía; y cuando
tus días se hayan cumplido y descanses para siempre con tus padres, engrandeceré
a tu hijo, sangre de tu sangre, y consolidaré su reino. Él me
construirá una casa y yo consolidaré su trono para siempre. Yo
seré para él un padre y él será para mí un
hijo. Si hace el mal, yo lo castigaré con vara fuerte y con azotes, pero
no le retiraré mi favor, como lo hice con Saúl, a quien quité
de tu camino. Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí,
y tu trono será estable eternamente'". Natán comunicó
a David todas estas palabras, conforme se las había revelado el Señor.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Natán, hace un repaso detenido de todos los beneficios que Dios ha concedido a David. El Señor suscita una descendencia duradera para David. Su auxilio y su protección serán su fortaleza.
Del salmo
88 R/. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
"Un juramento hice a David, mi servidor, una alianza pacté con mi
elegido: 'Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré
tu trono eternamente'. R/.
El me podrá decir: `Tú eres mi padre, el Dios que me protege y
que me salva'. Y yo lo nombraré mi primogénito sobre todos los
reyes de la tierra. R/.
Yo jamás le retiraré mi amor ni violaré el juramento que
le hice. Nunca se extinguirá su descendencia y su trono durará
igual que el ciclo". R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
La semilla es la palabra de Dios y el sembrador es Cristo; todo aquel
que lo encuentra vivirá para siempre. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 4,1-20
En
aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago,
y se reunió una muchedumbre tan grande, que Jesús tuvo que subir
en una barca; ahí se sentó, mientras la gente estaba en tierra,
junto a la orilla. Les estuvo enseñando muchas cosas con parábolas
y les decía:
"Escuchen. Salió el sembrador a sembrar. Cuando iba sembrando, unos
granos cayeron en la vereda vinieron los pájaros y se los comieron. Otros
cayeron en terreno pedregoso, donde apenas había tierra; como la tierra
no era profunda, las plantas brotaron enseguida; pero cuando salió el
sol, se quemaron, y por falta de raíz, se secaron. Otros granos cayeron
entre espinas; las espinas crecieron, ahogaron las plantas y no las dejaron
madurar. Finalmente, los otros granos cayeron en tierra buena; las plantas fueron
brotando y creciendo y produjeron el treinta, el sesenta o el ciento por uno".
Y
añadió Jesús: "El que tenga oídos para oír,
que oiga". Cuando se quedaron solos, sus acompañantes y los Doce
le preguntaron qué quería decir la parábola. Entonces Jesús
les dijo: "A ustedes se les ha confiado el secreto del Reino de Dios; en
cambio, a los que están fuera, todo les queda oscuro; así, por
más que miren, no verán; por más que oigan, no entenderán;
a menos que se arrepientan y sean perdonados".
Y les dijo a continuación: "Si no entienden esta parábola,
¿cómo van a comprender todas las demás? 'El sembrador'
siembra la palabra.
‘Los granos de la vereda' son aquellos en quienes se siembra la palabra,
pero cuando la acaban de escuchar, viene Satanás y se lleva la palabra
sembrada en ellos
'Los que reciben la semilla en terreno pedregoso', son los que, al escuchar
la palabra, de momento la reciben con alegría; pero no tienen raíces,
son inconstantes, y en cuanto surge un problema o una contrariedad por causa
de la palabra, se dan por vencidos.
‘Los que reciben la semilla entre espinas' son los que escuchan la palabra;
pero por las preocupaciones de esta vida, la seducción de las riquezas
y el deseo de todo lo demás, que los invade, ahogan la palabra y la hacen
estéril.
Por fin, los que reciben la semilla en tierra buena' son aquellos que escuchan
la palabra, la aceptan y dan una cosecha: unos, de treinta; otros, de sesenta;
y otros, de ciento por uno". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Un extraño sembrador que va lanzando el grano a diestra y siniestra, lo mismo en terrenos buenos que en pedregales estériles. Ese proceder aparentemente descuidado nos habla de la esperanza que Dios tiene en todos nosotros.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad, los dones y oraciones de tu pueblo; multiplica en él las vocaciones sacerdotales y hazlas perseverar en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Jn 3, 16)
En esto hemos conocido lo que es el amor de Dios: en que dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Con la fuerza de este sacramento de amor que hoy hemos celebrado, haz, Señor, madurar las vocaciones que a manos llenas sembraste en el campo de la Iglesia, a fin de que sean muchos los que elijan servirte en sus hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 4, 18)
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Nueva a los pobres y anunciar su liberación a los cautivos.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios nuestro, que hiciste de Tomás de Aquino un hombre admirable por su anhelo de santidad y su dedicación a las ciencias sagradas, ayúdanos a comprender su doctrina y a imitar sus ejemplos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de Samuel: 7, 18-19. 24-29
Cuando David se
enteró por Natán de las promesas divinas, fue a ponerse delante
del Señor y le dijo:
"¿Quién soy yo, Señor, y qué es mi casa, para
que me hayas favorecido tanto hasta el presente? Y no contento con esto, extiendes
ahora tus promesas también a mis descendientes. Ciertamente, Señor,
no es así como proceden los hombres.
Tú has elegido al pueblo de Israel para que sea siempre tu pueblo. Y
tú, Señor, has querido ser su Dios. Ahora, Señor, mantenle
a tu siervo y a su casa la promesa que le has hecho y cumple tus palabras. Así
tu nombre será glorificado para siempre y todos dirán: `El Señor
de los ejércitos es el Dios de Israel'.
La casa de tu siervo David permanecerá para siempre en tu presencia,
pues tú, Señor de los ejércitos, Dios de Israel, eres quien
le ha hecho esta revelación a tu siervo: "Yo te edificaré
una casa"; por eso tu siervo se ha atrevido a dirigirte esta súplica.
Sí, Señor, tú eres Dios y tu palabra es verdadera. Tú
has hecho una promesa a tu siervo David; dígnate, pues, ahora, bendecir
la casa de tu siervo, para que permanezca para siempre ante ti, porque tú,
Señor Dios, lo has dicho, y con tu bendición, la casa de tu siervo
será bendita para siempre". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
David reconoce que Dios lo favorece con gran generosidad. La promesa es amplia y generosa. El rey confía en la palabra de Natán y agradece gustosamente la bendición para su casa.
Del salmo
131 R/. Dios le dará el trono de su padre David.
Señor, Dios poderoso de Jacob: en favor de David, acuérdate de
todos sus afanes y de aquel juramento que te hizo. R/.
David juró al Señor: "No he de entrar en la tienda donde
habito ni he de subir al lecho en que descanso, no habré de conceder
sueño a mis ojos ni quietud a mis párpados, hasta que halle un
lugar para el Señor, una morada fija para el Dios poderoso de Jacob".
R/.
Dios prometió a David —y el Señor no revoca sus promesas—:
"Pondré sobre tu trono a uno de tu propia descendencia. R/.
Si tus hijos son fieles a mi alianza y cumplen los mandatos que yo enseñe,
también ocuparán sus hijos tu trono para siempre". R/.
Esto es así, porque el Señor ha elegido a Sión como morada:
"Aquí está mi reposo para siempre. Porque así me agradó,
será mi casa". R/.
ACLAMACIÓN
(Sal 118, 105) R/. Aleluya, aleluya.
Tus palabras, Señor, son una antorcha para mis pasos y una luz
en mi sendero. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 4, 21-25
En
aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “¿Acaso se enciende
una vela para meterla debajo de una olla o debajo de la cama? ¿No es
para ponerla en el candelero? Porque si algo está escondido, es para
que se descubra; y si algo se ha ocultado, es para que salga a la luz. El que
tenga oídos para oír, que oiga".
Siguió hablándoles y les dijo: "Pongan atención a
lo que están oyendo. La misma medida que utilicen para tratar a los demás,
esa misma se usará para tratarlos a ustedes, y con creces. Al que tiene,
se le dará; pero al que tiene poco, aun eso poco se le quitará".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Las parábolas que Jesús compone son deliberadamente provocadoras. Son mensajes cuestionadores que nos invitan a reflexionar y a redescubrir con ojos de fe el rostro misericordioso del Padre celestial.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que estos dones, Señor, que te presentamos en honor de tus santos y que van a dar testimonio de tu poder y de tu gloria, nos alcancen de ti la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Fortalecidos con el pan de la vida, te pedimos, Señor, que a ejemplo de santo Tomás de Aquino, podamos servirte con entrega absoluta y amar a nuestros hermanos con amor incansable. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Ga 6, 14)
Que nuestra única gloria sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en quien está nuestra salvación, nuestra vida y resurrección y por quien hemos sido redimidos y liberados.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo muriera en la Cruz para salvar a todos los hombres, concédenos aceptar por su amor la cruz del sufrimiento aquí en la tierra, para poder gozar en el cielo los frutos de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de Samuel: 11, 1-4.5-10. 13-17
En la época
del año en que los reyes acostumbraban salir a la guerra, David envió
a Joab con sus oficiales y todo Israel contra los amonitas. Los derrotaron y
pusieron sitio a Rabbá.
David se había quedado en Jerusalén. Un día, al atardecer,
se levantó de dormir y se puso a pasear por la terraza del palacio; desde
ahí vio a una mujer que se estaba bañando. Era una mujer muy hermosa.
David mandó preguntar quién era aquella mujer y le dijeron: "Es
Betsabé, hija de Eliam, esposa de Urías, el hitita". David
mandó unos criados a buscarla. Se la trajeron a su casa y durmió
con ella. La mujer quedó embarazada y le mandó decir a David:
"Estoy encinta".
Entonces David le envió un mensaje a Joab: "Haz que venga Urías,
el hitita". Joab cumplió la orden, y cuando Urías se presentó
a David, el rey le preguntó por Joab, por el ejército y por el
estado de la guerra. Luego le dijo: "Ve a descansar a tu casa, en compañía
de tu esposa". Salió Urías del palacio de David y éste
le mandó un regalo. Pero Urías se quedó a dormir junto
a la puerta del palacio del rey, con los demás servidores de su señor,
y no fue a su casa. Le avisaron a David: "Urías no fue a su casa".
Al día siguiente, David lo convidó a comer con él y lo
hizo beber hasta embriagarse. Ya tarde, salió Urías y se volvió
a quedar a dormir con los servidores de su señor y no fue a su casa.
A la mañana siguiente escribió David a Joab una carta y se la
envió con Urías. En ella le decía: "Pon a Urías
en el sitio más peligroso de la batalla y déjalo solo para que
lo maten". Joab, que estaba sitiando la ciudad, puso a Urías frente
a los defensores más aguerridos. Los sitiados hicieron una salida contra
Joab y murieron algunos del ejército de David, entre ellos, Urías,
el hitita. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
David se desentiende de sus obligaciones militares. Comienza a vivir de forma cómoda y descuidada. Su fragilidad y su prepotencia lo empujan a tratar a las personas como si fueran objetos.
Del salmo
.50 R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.
Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate
de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y
purifícame de mis pecados. R/.
Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra
ti solo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo. R/.
Es justa tu sentencia y eres justo, Señor, al castigarme. Nací
en la iniquidad, y pecador me concibió mi madre. R/.
Haz que sienta otra vez júbilo y gozo y se alegren los huesos quebrantados.
Aleja de tu vista mis maldades y olvídate de todos mis pecados. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Mt 11, 25) R/. Aleluya, aleluya.
Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has
revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 4, 26-34
En
aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "El Reino de Dios se parece
a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra: que pasan
las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla
germina y crece; y la tierra, por sí sola, va produciendo el fruto: primero
los tallos, luego las espigas y después los granos en las espigas. Y
cuando ya están maduros los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues
ha llegado el tiempo de la cosecha".
Les dijo también: "¿Con qué compararemos el Reino
de Dios? ¿Con qué parábola lo podremos representar? Es
como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña
de las semillas; pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de
los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar
a su sombra".
Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje,
de acuerdo con lo que ellos podían entender. Y no les hablaba sino en
parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El mecanismo y la dinámica del reino están envueltos en el misterio. Las personas optamos en ocasiones por los valores evangélicos, pero sin tener clara conciencia de cumplir el designio de Dios.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que este sacrificio que Cristo te ofreció sobre la Cruz para borrar los pecados del mundo, nos purifique ahora de todas nuestras culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12, 32)
Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor nuestro Jesucristo, tú que nos has redimido por medio de tu Cruz y nos has hecho partícipes de tu Cuerpo y de tu Sangre, concédenos participar también de la gloria de tu resurrección. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos
Santos: Jacinta Mariscotti, religiosa, y Lesmes de Burgos, abad. Beato Sebastián Valfré, presbítero.
Vísperas I del domingo: 4a semana del Salterio Feria (Verde)
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sedulio)
Te aclamamos, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al Rey que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.
ORACIÓN COLECTA
Dios santo, Padre de Jesucristo, nuestro Salvador, que en Santa María, Virgen y Madre, nos has dado la imagen de la Iglesia, envía tu Espíritu en ayuda de nuestra debilidad; para que, perseverando en la fe, crezcamos en el amor y caminemos juntos hasta la meta de la bienaventurada esperanza. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de Samuel: 12, 1-7. 10-17
En aquellos días,
el Señor envió al profeta Natán para que fuera a ver al
rey David. Llegó Natán ante el rey y le dijo: "Había
dos hombres en una ciudad, uno rico y el otro pobre. El rico tenía muchas
ovejas y numerosas reses. El pobre sólo tenía una ovejita, que
se había comprado; la había criado personalmente y ella había
crecido con él y con sus hijos. Comía de su pan, bebía
de su vaso y dormía junto a él. La quería como a una hija.
Un día llegó un visitante a la casa del rico, y éste no
quiso sacrificar ninguna de sus ovejas ni de sus reses, sino que se apoderó
de la ovejita del pobre, para agasajar a su huésped". Al escuchar
esto, David se puso furioso y le dijo a Natán: "Verdad de Dios que
el hombre que ha hecho eso debe morir. Puesto que no respetó la ovejita
del pobre, tendrá que pagar cuatro veces su valor".
Entonces Natán le dijo a David: "¡Ese hombre eres tú!
Por eso te manda decir el Señor: ‘La muerte por espada no se apartará
nunca de tu casa, pues me has despreciado, al apoderarte de la esposa de Urías,
el hitita, y hacerla tu mujer. Yo haré que de tu propia casa surja tu
desgracia, te arrebataré a tus mujeres ante tus ojos y se las daré
a otro, que dormirá con ellas en pleno día. Tú lo hiciste
a escondidas, pero yo cumpliré esto que te digo, ante todo Israel y a
la luz del sol' ".
David le dijo a Natán: "He pecado contra el Señor".
Natán le respondió: "El Señor te perdona tu pecado.
No morirás. Pero por haber despreciado al Señor con lo que has
hecho, el hijo que te ha nacido morirá". Y Natán se fue a
su casa.
El Señor mandó una grave enfermedad al niño que la esposa
de Urías le había dado a David. Éste pidió a Dios
por el niño, hizo ayunos rigurosos y de noche se acostaba en el suelo.
Sus servidores de confianza le rogaban que se levantara, pero él no les
hacía caso y no quería comer con ellos. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Dios ama a David, por eso lo confronta a través de Natán, para que reconozca su pecado y reoriente su vida. David aprende la lección y acepta la responsabilidad de sus acciones violentas
Del salmo
50 R/. Crea en mí, Señor, un corazón puro.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu
nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti,
ni retires de mí tu santo espíritu. R/.
Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí
un alma generosa. Enseñaré a los descarriados tus caminos y volverán
a ti los pecadores. R/.
Líbrame de la sangre, Dios, salvador mío y aclamará mi
lengua tu justicia. Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu
alabanza. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 3, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en Él tenga vida eterna. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 4, 35.41
Un
día, al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos: "Vamos
a la otra orilla del lago". Entonces los discípulos despidieron
a la gente y condujeron a Jesús en la misma barca en que estaba. Iban
además otras barcas.
De pronto se desató un fuerte viento y las olas se estrellaban contra
la barca y la iban llenando de agua. Jesús dormía en la popa,
reclinado sobre un cojín. Lo despertaron y le dijeron: "Maestro,
¿no te importa que nos hundamos?". El se despertó, reprendió
al viento y dijo al mar: "¡Cállate, enmudece!". Entonces
el viento cesó y sobrevino una gran calma. Jesús les dijo: "¿Por
qué tenían tanto miedo? ¿Aún no tienen fe?".
Todos se quedaron espantados y se decían unos a otros: "¿Quiénes
éste, a quien hasta el viento y el mar obedecen?". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El trayecto vespertino hacia Gerasa se complica. El lago de Galilea se encrespa y los discípulos se atemorizan e increpan con dureza al Maestro. El Señor responde con tranquilidad y somete al viento y al oleaje.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Padre lleno de bondad, que nos socorra el inmenso amor de tu Hijo unigénito para que, quien al nacer de la Virgen Maria, no menoscabó la integridad de la Madre, sino que la consagró, nos libre de nuestras culpas y haga acepta a ti nuestra oblación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Lc 11, 27)
Dichosa la Virgen María, que llevó en su seno al Hijo del eterno Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, al recibir el sacramento celestial en esta conmemoración de la santísima Virgen Maria, te pedimos que nos concedas celebrar dignamente, a imitación suya, el misterio de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
IV DOMINGO ORDINARIO.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 105, 47)
Sálvanos, Señor y Dios nuestro; reúnenos de entre las naciones, para que podamos agradecer tu poder santo y sea nuestra gloria el alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, Dios nuestro, amarte con todo el corazón y, con el mismo amor, amar a nuestros prójimos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Jeremías: 1, 4-5. 17-19
En
tiempo de Josías, el Señor me dirigió estas palabras: "Desde
antes de formarte en el seno materno, te conozco; desde antes de que nacieras,
te consagré como profeta para las naciones. Cíñete y prepárate;
ponte en pie y diles lo que yo te mando. No temas, no titubees delante de ellos,
para que yo no te quebrante.
Mira: hoy te hago ciudad fortificada, columna de hierro y muralla de bronce,
frente a toda esta tierra, así se trate de los reyes de Judá,
como de sus jefes, de sus sacerdotes o de la gente del campo. Te harán
la guerra, pero no podrán contigo, porque yo estoy a tu lado para salvarte".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Jeremías es escogido por Dios para anunciar una palabra exigente y dura. Los habitantes de Jerusalén se encierran en sus mentiras y el profeta tiene que seguirles invitando a convertirse.
Del salmo
70 R/. Señor, tú eres mi esperanza.
Señor, tú eres mi esperanza, que no quede yo jamás defraudado.
Tú, que eres justo, ayúdame y defiéndeme; escucha mi oración
y ponme a salvo. R/.
Sé para mí un refugio, ciudad fortificada en que me salves. Y
pues eres mi auxilio y mi defensa, líbrame, Señor, de los malvados.
R/.
Señor, tú eres mi esperanza; desde mi juventud en ti confío.
Desde que estaba en el seno de mi madre, yo me apoyaba en ti y tú me
sostenías. R/.
Yo proclamaré siempre tu justicia y a todas horas, tu misericordia. Me
enseñaste a alabarte desde niño y seguir alabándote es
mi orgullo. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12, 31-13, 13
Hermanos:
Aspiren a los dones de Dios más excelentes. Voy a mostrarles el camino
mejor de todos. Aunque yo hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles,
si no tengo amor, no soy más que una campana que resuena o unos platillos
que aturden. Aunque yo tuviera el don de profecía y penetrara todos los
misterios, aunque yo poseyera en grado sublime el don de ciencia y mi fe fuera
tan grande como para cambiar de sitio las montañas, si no tengo amor,
nada soy. Aunque yo repartiera en limosnas todos mis bienes y aunque me dejara
quemar vivo, si no tengo amor, de nada me sirve.
El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia; el amor no
es presumido ni se envanece; no es grosero ni egoísta; no se irrita ni
guarda rencor; no se alegra con la injusticia, sino que goza con la verdad.
El amor disculpa sin limites, confía sin límites, espera sin límites,
soporta sin límites.
El amor dura por siempre; en cambio, el don de profecía se acabará;
el don de lenguas desaparecerá y el don de ciencia dejará de existir,
porque nuestros dones de ciencia y de profecía son imperfectos. Pero
cuando llegue la consumación, todo lo imperfecto desaparecerá.
Cuando yo era niño, hablaba como niño, sentía como niño
y pensaba como niño; pero cuando llegué a ser hombre, hice a un
lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo y oscuramente,
pero después será cara a cara. Ahora sólo conozco de una
manera imperfecta, pero entonces conoceré a Dios como Él me conoce
a mí. Ahora tenemos estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor;
pero el amor es la mayor de las tres. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
El carisma más importante que el Espíritu suscita es el amor. El amor es la culminación de nuestra existencia cristiana. Quien confiesa a Jesús como Señor tiene que vivir amando como Él ama.
ACLAMACIÓN
(Lc 4, 18) R/. Aleluya, aleluya.
El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva
y anunciar la liberación a los cautivos. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 4, 21-30
En
aquel tiempo, después de que Jesús leyó en la sinagoga
un pasaje del libro de Isaías, dijo:
"Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír".
Todos le daban su aprobación y admiraban la sabiduría de las palabras
que salían de sus labios, y se preguntaban: "¿No es éste
el hijo de José?".
Jesús les dijo: "Seguramente me dirán aquel refrán:
'Médico, cúrate a ti mismo' y haz aquí, en tu propia tierra,
todos esos prodigios que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm".
Y añadió: "Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra.
Había ciertamente en Israel muchas viudas en los tiempos de Elías,
cuando faltó la lluvia durante tres años y medio, y hubo un hambre
terrible en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado
Elías, sino a una viuda que vivía en Sarepta, ciudad de Sidón.
Había muchos leprosos en Israel, en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo,
ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, que era de Siria".
Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira,
y levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta una saliente
del monte, sobre el que estaba construida la ciudad, para despeñarlo.
Pero Él, pasando por en medio de ellos, se alejó de allí.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El primer encuentro de Jesús con sus paisanos, al menos en el Evangelio de Lucas, resulta fallido. Los nazarenos se molestan al escuchar un mensaje de reconciliación abierto a todos los pueblos.
Credo.
ORACIÓN UNIVERSAL
Con fe y confianza,
y con un corazón muy abierto al mundo entero, presentemos nuestra oración
al Padre.
A cada petición diremos: Padre, escúchanos.
Por la Iglesia,
para que sea siempre, en todas partes, luz de concordia y de esperanza. Oremos:
Por los misioneros y misioneras, para que no desfallezcan ante las dificultades,
y vivan llenos de la alegría de Dios. Oremos:
Por los que se preparan para el sacerdocio, para que, como Jesús, tengan
un gran espíritu de entrega y de servicio. Oremos:
Por los inmigrantes, para que puedan llevar una vida digna, como toda persona
merece. Oremos:
Por los países que sufren a causa del hambre y de la pobreza, para que
los que tienen el poder político y económico hagan posible que
las riquezas de este mundo lleguen a todos. Oremos:
Por nosotros, para que el Señor nos dé en todo momento su paz
y su gracia. Oremos:
Escucha, Padre, la oración de tu pueblo, tú que eres la fuente
de toda bondad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estos dones que te presentamos en señal de sumisión a ti, y conviértelos en el sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 30, 17-18)
Ven, Señor, en ayuda de tu siervo y sálvame por tu misericordia. Que no me arrepienta nunca de haberte invocado.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el sacramento del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo que acabamos de recibir, nos ayude Señor, a vivir más profundamente nuestra fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- No pocas veces los creyentes -judíos, cristianos o musulmanes- en el Dios de Abrahán y de Jesús nos hemos querido adueñar de Dios como si fuese un patrimonio exclusivo. El Dios que confesarnos como Padre todopoderoso nos ama a todos sin distinciones. No es Dios de una congregación religiosa en particular. Es el Señor de la historia que se deja conocer y entabla una amistad estrecha con todos los que lo buscan con corazón sincero. Los nazarenos quieren adueñarse del mensaje salvifico. Jesús los anima a ensanchar su mirada. Los que seguimos a Jesús estamos urgidos de tender lazos de comunión con los creyentes de cualquier credo que busquen trabajar por la paz. De concordia, el entendimiento entre los pueblos y las razas de la Tierra. Nuestra mano abierta también tendrá que extenderse a cualquier hombre de buena voluntad.
www.laverdadcatolica.org |