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MISAL ENERO 2006
MARÍA. MADRE DE DIOS
Santos: José María Tomassi, cardenal, y Odilón de Cluny, abad.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sedulio)
Te aclamamos, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al rey que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.
Se dice Gloría
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que por la fecunda virginidad de María diste al género humano el don de la salvación eterna, concédenos sentir la intercesión de aquella por quien recibimos al autor de la vida, Jesucristo, Señor nuestro, que vive y reina contigo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Números: 6, 22-27
En aquel tiempo, el Señor habló a Moisés y le dijo: "Di a Aarón y a sus hijos: 'De esta manera bendecirán a los israelitas: El Señor te bendiga y te proteja, haga resplandecer su rostro sobre ti y te conceda su favor. Que el Señor te mire con benevolencia y te conceda la paz'. Así invocarán mi nombre sobre los israelitas y yo los bendeciré". Palabra de Dios, Te alabamos, Señor.
Palabras hermosas y esperanzadoras.
La firme certeza de la bendición divina fortifica los corazones quebrantados
y lanza al creyente a remar confiadamente, al inicio del nuevo año.
Del salmo 66 R/. Ten piedad de nosotros, Señor, y bendícenos.
Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a
nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. R/.
Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia;
con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones.
R/.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos, que los pueblos te aclamen todos
juntos. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los galotas: 4, 4-7
Hermanos: Al llegar la plenitud
de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo
la ley, para rescatar a los que estábamos bajo la ley, a fin de hacernos
hijos suyos. Puesto que ya son ustedes hijos, Dios envió a sus corazones
el Espíritu de su Hijo, que clama "¡Abbá!", es
decir, ¡Padre! Así que ya no eres siervo, sino hijo; y siendo hijo,
eres también heredero por voluntad de Dios. Palabra de Dios. T. Te alabamos,
Señor.
Jesús, el hijo de Dios, nacido de mujer, ha venido a nosotros para culminar
un rescate y una liberación. El año viejo ha pasado; con la plenitud
del tiempo recibimos la condición filial.
ACLAMACIÓN (Heb
1,1-2) R/. Aleluya, aleluya.
En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios en el pasado a
nuestros padres, por boca de los profetas. Ahora, en estos tiempos, nos ha hablado
por medio de su Hijo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 2,16-21
En
aquel tiempo, los pastores fueron a toda prisa hacia Belén y encontraron
a María, a José y al niño, recostado en el pesebre. Después
de verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño, y
cuantos los oían, quedaban maravillados. María, por su parte,
guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón.
Los pastores se volvieron a sus campos, alabando y glorificando a Dios por todo
cuanto habían visto y oído, según lo que se les había
anunciado.
Cumplidos los ocho días, circuncidaron al niño y le pusieron el
nombre de Jesús, aquel mismo que había dicho el ángel antes
de que el niño fuera concebido. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
El niño y la madre llenan con su presencia el pesebre de Belén. Los pastores se encuentran primero con María, y ella los conduce al niño envuelto en pañales; pañales que son símbolo de la verdadera humanidad de Jesús (Sab 7, 1-4).
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, tú que eres el origen de todos los bienes y quien los lleva a su pleno desarrollo, concede a quienes celebramos en la Virgen María, Madre de Dios, las primicias de nuestra redención, alcanzar la plenitud de sus frutos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA I
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la solemnidad de Santa María,
siempre virgen:
Porque ella concibió a tu único Hijo por obra del Espíritu
Santo y, sin perder la gloria de su virginidad, hizo brillar sobre el mundo
la luz eterna, Jesucristo Señor nuestro.
Por él, los ángeles y los arcángeles y todos los coros
celestiales celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos
asociarnos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza: Santo, santo, santo...
Sí se usa el Canon romano, se dice Reunidos en comunión propio.
Si se usa la plegaría eucarística II o III, se dice Acuérdate...
o Atiende, propio.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Heb 13, 8)
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por todos los siglos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que estos sacramentos celestiales que hemos recibido con alegría sean fuente de vida eterna para nosotros, que nos gloriamos de proclamar a la siempre Virgen María como Madre de tu Hijo y Madre de la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-Las palabras de esperanza y las promesas divinas acomodan bien al comienzo del año nuevo. El riesgo es que se conviertan en fórmulas vanas, en símbolos que ya no dicen nada. La fe se descompone cuando se reduce a folclor religioso, pierde su fuerza transformadora. El comienzo del año nos alcanza con una hermosa oración de bendición: "El Señor te muestre su rostro y te conceda la paz". Quienes creemos en la presencia salvadora de Jesús, estamos ciertos de que ya hemos visto el rostro de Dios en la persona de su Hijo. Jesús nos ha introducido en la experiencia de ese Dios que nadie ha visto, y con esa paz podemos emprender el camino al comienzo del año.
Santos: Basilio Magno y Gregorio Nacianceno, padres de la Iglesia, y Macario de Alejandría, abad.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 36, 30-31)
La boca del justo dice palabras sensatas y su lengua expresa lo recto, porque lleva grabada en el corazón la ley de su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has iluminado a tu Iglesia con el ejemplo y la doctrina de los santos Basilio y Gregorio, haz que seamos humildes para comprender tu verdad y danos tu amor para ajustar a ella toda nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo...
LÍTURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 2, 22-28
Hijos míos: ¿Quién
es el mentiroso, sino aquel que niega que Jesús es Cristo? Ése
es el anticristo, porque niega al Padre y al Hijo. Nadie que niegue al Hijo
posee al Padre; pero quien reconoce al Hijo, posee también al Padre.
Que permanezca, pues, en ustedes lo que desde el principio han oído.
Si permanece en ustedes lo que han oído desde el principio, también
ustedes permanecerán en el Hijo y en el Padre. Ésta es la promesa
que él mismo nos hizo: la vida eterna.
Les he escrito esto, pensando en aquellos que tratan de inducirlos al error.
Recuerden que la unción que de él han recibido permanece en ustedes
y no necesitan enseñanzas de nadie; esta unción, que es verdad
y no mentira, los ilustra a través de todas las cosas; permanezcan, pues,
en él, como la unción les enseña.
Así pues, hijos míos, permanezcan en él, para que, cuando
él se manifieste, tengamos plena confianza y no nos veamos confundidos
por él en el día de su venida. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Juan robustece la confianza
de sus hermanos. Ellos no serán víctimas de embusteros, porque
cuentan con la unción del Espíritu de Jesús, que continúa
enseñando a sus seguidores.
Del salmo 97 R/. Cantemos la grandeza del Señor.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
ACLAMACIÓN (Heb
1, 1-2) R/. Aleluya, aleluya.
En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios en el pasado a
nuestros padres, por boca de los profetas. Ahora, en estos tiempos, nos ha hablado
por medio de su Hijo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 1, 19-28
Éste es el testimonio
que dio Juan el Bautista, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén
a unos sacerdotes y levitas para preguntarle: "¿Quién eres
tú?".
Él reconoció y no negó quién era. Él afirmó:
"Yo no soy el Mesías", De nuevo le preguntaron: "¿Quién
eres, pues? ¿Eres Elías?". Él les respondió:
"No lo soy". "¿Eres el profeta?". Respondió:
"No". Le dijeron: "Entonces dinos quién eres, para poder
llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti
mismo?". Juan les contestó: "Yo soy la voz que grita en el
desierto: 'Enderecen el camino del Señor', como anunció el profeta
Isaías”.
Los enviados, que pertenecían a la secta de los fariseos, te preguntaron:
"Entonces ¿por qué bautizas, si no eres el Mesías,
ni Elías ni el profeta?". Juan les respondió: "Yo bautizo
con agua, pero en medio de ustedes hay uno al que ustedes no conocen, alguien
que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle las
correas de sus sandalias".
Esto sucedió en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan
bautizaba. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Juan había sido mentor de Jesús. Su arraigo popular despertó las suspicacias de los dirigentes judíos. Juan sabía de su posición subordinada: un día se manifestaría Jesús y empezaría a llamar discípulos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sea grato, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte en la fiesta de san Basilio y san Gregorio, cuyas enseñanzas y ejemplo nos mueven a alabarte con todo nuestro ser. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 12, 42)
Éste es el siervo fiel y sensato a quien su señor ha puesto al frente de su familia, para darles la ración de trigo a su tiempo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A quienes nos has alimentado con el Cuerpo de Cristo, ilumínanos, Señor, con sus enseñanzas para que en la festividad de san Basilio y san Gregorio aprendamos tu verdad e imitemos tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
El Santísimo Nombre de Jesús
Santos: Genoveva de París, virgen, y Fulgencio de Ruspe, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Flp 2, 10-11)
Que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra, en los abismos; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
ORACIÓN COLECTA
Al venerar el santísimo nombre de Jesús, te rogamos, Señor, que, después de gustar su dulzura en esta vida, nos concedas gozar plenamente de la eterna alegría en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 2, 29-3, 6
Queridos hijos: Si ustedes
saben que Dios es santo, tienen que reconocer que todo el que practica la santidad
ha nacido de Dios.
Miren cuánto amor nos ha tenido el Padre, pues no sólo nos llamamos
hijos de Dios, sino que lo somos. Si el mundo no nos reconoce, es porque tampoco
lo ha reconocido a él.
Hermanos míos, ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado
cómo seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando él se manifieste,
vamos a ser semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
Y todo el que tiene puesta en él esta esperanza, procura ser santo, como
Jesucristo es santo. Todo el que comete pecado quebranta la ley, puesto que
el pecado es quebrantamiento de la ley. Y si saben ustedes que Dios se manifestó
para quitar los pecados, es porque en él no hay pecado. Todo el que permanece
en Dios, no peca. Todo el que vive pecando, es como si no hubiera visto ni conocido
a Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La comunión plena
con Dios en la vida eterna no será una ruptura o un nuevo comienzo, sino
la continuación y la plenitud de la vida de comunión con Dios,
iniciada en el bautismo.
Del salmo 97 R/. Aclamemos con júbilo al Señor.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
Cantemos al Señor al son del arpa, suenen los instrumentos. Aclamemos
al son de los clarines al Señor, nuestro rey. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 1,
14. 12) R/. Aleluya, aleluya.
Aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. A todos
los que lo recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 1, 29-34
En aquel tiempo, vio Juan
el Bautista a Jesús, que venía hacia él, y exclamó:
"Éste es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo. Éste
es aquel de quien yo he dicho: 'El que viene después de mí, tiene
precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo'. Yo no lo
conocía, pero he venido a bautizar con agua, para que él sea dado
a conocer a Israel".
Entonces Juan dio este testimonio: "Vi al Espíritu descender del
cielo en forma de paloma y posarse sobre él. Yo no lo conocía,
pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: 'Aquel sobre quien
veas que baja y se posa el Espíritu Santo, ése es el que ha de
bautizar con el Espíritu Santo'. Pues bien, yo lo vi y doy testimonio
de que éste es el Hijo de Dios". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Juan comparte su proceso espiritual. Él reafirma en dos ocasiones que no conocía a Jesús. Dios le ofreció una señal y consiguió descubrir la identidad verdadera de Jesús: el Hijo de Dios.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Padre todopoderoso, acepta complacido las ofrendas que te presentamos en nombre de Cristo, pues sabemos, por su promesa, que cuanto pidamos en su nombre nos será concedido. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Hech 4, 12)
Ningún otro nombre ha sido dado a los hombres bajo el cielo, que pueda salvarnos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor; venerar dignamente en estos sacramentos a Jesús, a cuyo nombre quisiste que toda rodilla se doblegara y que por él obtuviera todo el género humano la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Mt 28, 20)
Sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, dice el Señor
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno, principio de toda creatura, concédenos durante este año, que desde hoy te dedicamos, no carecer de lo necesario para la vida y dar testimonio de ti con nuestras buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 3, 7-10
Hijos míos: No dejen
que nadie los engañe. Quien practica la santidad es santo, como Cristo
es santo. Quien vive pecando, se deja dominar por el diablo, ya que el diablo
es pecador desde el principio. Pues bien, para eso se encarnó el Hijo
de Dios: para deshacer las obras del diablo. Ninguno que sea hijo de Dios sigue
cometiendo pecados, porque el germen de vida que Dios le dio permanece en él.
No puede pecar, porque ha nacido de Dios.
En esto se distinguen los hijos de Dios de los hijos del diablo: todo aquel
que no practica la santidad, no es de Dios; tampoco es de Dios el que no ama
a su hermano. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La transformación
interior que realiza el bautismo nos habilita para vivir gozosamente cumpliendo
el designio de Dios. A tan grande amor, se responde con vivo amor filial.
Del salmo 97 R/. Toda la tierra ha visto al Salvador.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
Alégrense el mar y el mundo submarino, el orbe y todos los que en él
habitan. Que los ríos estallen en aplausos y las montañas salten
de alegría. R/.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
R/.
ACLAMACIÓN (Heb
1, 1-2) R/. Aleluya, aleluya.
En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios en el pasado a
nuestros padres, por boca de los profetas. Ahora, en estos tiempos, nos ha hablado
por medio de su Hijo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 1, 35-42
En aquel tiempo, estaba
Juan el Bautista con dos de sus discípulos, y fijando los ojos en Jesús,
que pasaba, dijo: "Éste es el Cordero de Dios". Los dos discípulos,
al oír estas palabras, siguieron a Jesús. El se volvió
hacia ellos, y viendo que lo seguían, les preguntó: "¿Qué
buscan?". Ellos le contestaron: "¿Dónde vives, Rabí?".
(Rabí significa 'maestro'). Él les dijo: "Vengan a ver".
Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con él ese
día. Eran como las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón
Pedro, era uno de los dos que oyeron lo que Juan el Bautista decía y
siguieron a Jesús. El primero a quien encontró Andrés fue
a su hermano Simón, y le dijo: "Hemos encontrado al Mesías"
(que quiere decir 'el ungido'). Lo llevó a donde estaba Jesús
y éste, fijando en él la mirada, le dijo: "Tú eres
Simón, hijo de Juan. Tú te llamarás Kefás"
(que significa Pedro, es decir, 'roca'). Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
La dinámica del testimonio es imparable. Juan Bautista se lo ofreció a Andrés, Andrés a Pedro, y éste a muchos más, hasta que un día llegó un testigo que nos ayudó a conocer a Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sean gratas, Señor, las ofrendas que te presentamos, para que todos los que celebramos con alegría el principio de este nuevo año, podamos vivirlo día a día en tu amistad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Heb 13, 8)
Cristo es siempre el mismo, ayer, hoy y por todos los siglos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Permanece, Señor, en medio del pueblo que ha participado en esta Eucaristía y se confía siempre a tu protección, a fin de que, a lo largo del año que se inicia, se vea libre de todo peligro. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Jn 1, 1)
En el principio y antes de todos los siglos, el que es la Palabra era Dios, el mismo que luego se dignó nacer como salvador del mundo.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios nuestro, que iniciaste admirablemente la obra de la redención con el nacimiento de tu Hijo, fortalece en nosotros la fe, para que, siguiendo sus enseñanzas, podamos alcanzar la prometida recompensa de la gloria. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 3, 11-21
Hermanos: Éste es
el mensaje que ustedes han oído desde el principio: que nos amemos los
unos a los otros, no como Caín, que era del demonio, y por eso mató
a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque sus propias obras
eran malas, mientras que las de su hermano eran buenas.
No se sorprendan, hermanos, de que el mundo los odie. Nosotros estamos seguros
de haber pasado de la muerte a la vida, porque amamos a nuestros hermanos. El
que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida y
bien saben ustedes que ningún homicida tiene la vida eterna.
Conocemos lo que es el amor, en que Cristo dio su vida por nosotros. Así
también debemos nosotros dar la vida por nuestros hermanos. Si alguno,
teniendo con qué vivir, ve a su hermano pasar necesidad, y sin embargo,
no lo ayuda, ¿cómo habitará el amor de Dios en él?
Hijos míos, no amemos solamente de palabra, amemos de verdad y con las
obras. En esto conoceremos que somos de la verdad, y delante de Dios tranquilizaremos
nuestra conciencia de cualquier cosa que ella nos reprochare, porque Dios es
más grande que nuestra conciencia y todo lo conoce. Si nuestra conciencia
no nos remuerde, entonces, hermanos míos, nuestra confianza en Dios es
total. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La justicia auténtica
se concreta y perfecciona en el amor. Quien ama a Dios, también ama a
sus hermanos. Y quien ama de verdad, concreta su amor con actitudes justas y
solidarias.
Del salmo 99 R/. Alabemos a Dios, todos los hombres.
Alabemos a Dios, todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría
y con júbilo entremos en su templo. R/.
Reconozcamos que el Señor es Dios, que él fue quien nos hizo y
somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño. R/.
Entremos por sus puertas dando gracias, crucemos por sus atrios entre himnos,
alabando al Señor y bendiciéndolo. R/.
Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia
y su fidelidad nunca se acaba. R/.
ACLAMACIÓN R/. Aleluya,
aleluya.
Un día sagrado ha brillado para nosotros. Vengan, naciones, y adoren
al Señor, porque hoy ha descendido una gran luz sobre la tierra. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 1, 43-51
En aquel tiempo, determinó
Jesús ir a Galilea, y encontrándose a Felipe, le dijo: "Sígueme".
Felipe era de Betsaida, la tierra de Andrés y de Pedro.
Felipe se encontró con Natanael y le dijo: "Hemos encontrado a aquel
de quien escribió Moisés en la ley y también los profetas.
Es Jesús de Nazaret, el hijo de José". Natanael replicó:
"¿Acaso puede salir de Nazaret algo bueno?". Felipe le contestó:
"Ven y lo verás".
Cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, dijo: "Éste es
un verdadero israelita en el que no hay doblez". Natanael le preguntó:
"¿De dónde me conoces?". Jesús le respondió:
"Antes de que Felipe te llamara, te vi cuando estabas debajo de la higuera".
Respondió Natanael: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú
eres el rey de Israel". Jesús le contestó: "Tú
crees, porque te he dicho que te vi debajo de la higuera. Mayores cosas has
de ver". Después añadió: "Yo les aseguro que
verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre
el Hijo del hombre". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
Las últimas palabras de Jesús lo presentan como el camino que abre el acceso al Padre. Ya lo dirá más tarde: "Nadie va al Padre si no es por mí". Jesús es, con toda razón, puerta y camino.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos para esta Eucaristía, en la que se realiza un glorioso intercambio, a fin de que, al ofrecerte tus propios dones, podamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Navidad
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 3, 16)
Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que la gracia de estos sacramentos fortalezca cada día más nuestra vida cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Melanio de Rennes, obispo, y Garios de Sezze, religioso. Beato Andrés (Alfredo) Besette, religioso.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 111, 4)
Una luz se levanta en las tinieblas para los hombres de corazón recto: el Dios clemente, justo y compasivo,
ORACIÓN COLECTA
Ilumina, Señor, a tas hijos, y haz arder nuestros corazones con el esplendor de tu gloria, para que conozcamos cada vez más a nuestro salvador y podamos amarlo e imitarlo. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 5, 5-13
Queridos hijos: ¿Quién
es el que vence al mundo? Sólo el que cree que Jesús es el Hijo
de Dios. Jesucristo se manifestó por medio del agua y de la sangre; Él
vino, no sólo con agua, sino con agua y con sangre. Y el Espíritu
es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Así
pues, los testigos son tres: el Espíritu, el agua y la sangre. Y los
tres están de acuerdo.
Si aceptamos el testimonio de los nombres, el testimonio de Dios vale mucho
más y ese testimonio es el que Dios ha dado de su Hijo.
El que cree en el Hijo de Dios tiene en sí ese testimonio. El que no
le cree a Dios, hace de él un mentiroso, porque no cree en el testimonio
que Dios ha dado de su Hijo. Y el testimonio es éste: que Dios nos ha
dado la vida eterna y esa vida está en su Hijo. Quien tiene al Hijo,
tiene la vida; quien no tiene al Hijo, no tiene la vida.
A ustedes, los que creen en el nombre del Hijo de Dios, les he escrito estas
cosas para que sepan que tienen la vida eterna. Palabra de Días.
Te alabamos, Señor.
El apocamiento de algunos
cristianos ante la creciente indiferencia religiosa puede vencerse, según
san Juan, solamente con la fuerza de la fe. La certeza de sabernos hijos es
nuestra mayor fortaleza.
Del salmo 147 R/. Bendito sea el Señor.
Glorifica al Señor, Jerusalén, a Dios ríndele honores,
Israel. Él refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en
tu casa. R/.
Él mantiene la paz en tus fronteras, con su mejor trigo sacia tu hambre.
Él envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente.
R/.
Le muestra a Jacob su pensamiento, sus normas y designios a Israel. No ha hecho
nada igual con ningún pueblo, ni le ha confiado a otro sus proyectos.
R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Mc 9, 7) R/. Aleluya, aleluya.
En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre, que decía:
"Este es mi Hijo amado: escúchenlo". R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 1, 7-11
En aquel tiempo, Juan predicaba
diciendo: "Ya viene detrás de mí uno que es más poderoso
que yo, uno ante quien no merezco ni siquiera inclinarme para desatarle la correa
de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los
bautizará con el Espíritu Santo".
Por esos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado
por Juan en el Jordán. Al salir Jesús del agua, vio que los cielos
se rasgaban y que el Espíritu, en figura de paloma, descendía
sobre él. Se oyó entonces una voz del cielo que decía:
"Tú eres mi Hijo amado; yo tengo en ti mis complacencias".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La escena es armoniosa. Jesús recibe el bautismo para mostrar su solidaridad con un pueblo pecador, al que, de ese modo, invita a la conversión. A la vez, es el Hijo predilecto de Dios.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, con bondad las ofrendas de tu pueblo y concédenos que, las realidades que creemos por la fe, las consigamos por este sacramento celestial. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Navidad
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Jn 4, 9)
Dios envió al mundo a su Hijo único, para darnos vida por medio de él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que nos unes a ti por la participación de este sacramento, concédenos obtener toda su eficacia para que así la recepción de este don tuyo nos haga más dignos de seguirlo recibiendo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Raymundo de Peñafort, fundador, y Canuto Lavard, mártir. Beato Ambrosio Fernández, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA
La Virgen María dio a luz al Rey eterno, y aúna al gozo de ser madre el honor de la virginidad: No se vio antes de ella algo semejante, ni se verá después.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que por la fecunda virginidad de María diste al género humano el don de la salvación eterna, concédenos sentir la intercesión de aquella por quien recibimos al autor de la vida, Jesucristo, Señor nuestro, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 5,14-21
Queridos hijos: La confianza
que tenemos en Dios consiste en que, si le pedimos algo conforme a su voluntad,
él nos escucha. Si estamos seguros de que escucha nuestras peticiones,
también lo estamos de poseer ya lo que le pedimos. Si alguno ve que su
hermano comete un pecado de los que no llevan a la muerte, que pida por él
y le obtendrá la vida. Esto vale para los que cometen pecados que no
llevan a la muerte, porque hay un pecado que lleva a la muerte (por ése
no digo que se pida). Toda mala acción es pecado, pero hay pecados que
no llevan a la muerte.
Sabemos que todo el que ha nacido de Dios no peca, sino que el Hijo de Dios
lo protege, y no lo toca el demonio. Sabemos que somos de Dios, mientras que
el mundo entero yace en poder del demonio. También sabemos que el Hijo
de Dios ha venido ya y que nos ha dado inteligencia para conocer al Dios verdadero.
Nosotros permanecemos fieles al único verdadero, porque permanecemos
en su Hijo Jesucristo. Él es el verdadero Dios y la vida eterna. Hijos
míos, no adoren a los ídolos. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Quien está unido
verdaderamente a Dios no peca; al menos, no comete pecados "que acarrean
la muerte". Quien se ha unido verdaderamente con Dios, ya no morirá.
Del salmo 149 R/. El Señor es amigo de su pueblo.
Entonen al Señor un canto nuevo, en la reunión litúrgica
proclámenlo. En su creador y rey, en el Señor, alégrese
Israel, su pueblo santo. R/.
En honor de su nombre, que haya danzas, alábenlo con arpa y tamboriles.
El Señor es amigo de su pueblo y otorga la victoria a los humildes. R/.
Que se alegren los fieles en el triunfo, que inunde el regocijo sus hogares,
que alaben al Señor con sus palabras, porque en esto su pueblo se complace.
R/.
ACLAMACIÓN (Lc 7,16)
R/. Aleluya, aleluya.
Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 2,1-11
En aquel tiempo, hubo una
boda en Cana de Galilea, a la cual asistió la madre de Jesús.
Éste y sus discípulos también fueron invitados. Como llegara
a faltar el vino, María le dijo a Jesús: "Ya no tienen vino".
Jesús le contestó: "Mujer, ¿qué podemos hacer
tú y yo? Todavía no llega mi hora". Pero ella dijo a los
que servían: "Hagan lo que él les diga". Había
allí seis tinajas de piedra, de unos cien litros cada una, que servían
para las purificaciones de los judíos. Jesús dijo a los que servían:
"Llenen de agua esas tinajas". Y las llenaron hasta el borde. Entonces
les dijo: "Saquen ahora un poco y llévenselo al encargado de la
fiesta". Así lo hicieron, y en cuanto el encargado de la fiesta
probó el agua convertida en vino, sin saber su procedencia, porque sólo
los sirvientes la sabían, llamó al novio y le dijo: "Todo
el mundo sirve primero el vino mejor, y cuando los invitados ya han bebido bastante
se sirve el corriente. Tú, en cambio, has guardado el vino mejor hasta
ahora".
Esto que hizo Jesús en Cana de Galilea fue el primero de sus signos.
Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Las jarras estaban vacías. La purificación ya no se conseguiría con los viejos rituales. Jesús ha traído un vino nuevo, y es el tiempo de las bodas y de la fe confiada: "Hagan lo que él les diga".
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, nuestras ofrendas y concédenos que, iluminados por el Espíritu Santo y a ejemplo de la Virgen, busquemos siempre tu gracia y podamos conservarla. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 1, 14)
El Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros, lleno de gracia y de verdad.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, te pedimos, Señor, que este divino sacramento que hemos recibido, llenos de gozo en la festividad de la Virgen María, nos haga partícipes de la divinidad de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
LA EPIFANÍA DEL SEÑOR
Santos: Apolinar de Hierápolis, obispo, y Severino de Nórica, abad.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Mal 3, 1; 1 Crón 19, 12)
Miren que ya viene el Señor de los ejércitos; en su mano están el reino y la potestad y el imperio.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios nuestro, que por medio de una estrella diste a conocer, en este día, a todos los pueblos el nacimiento de tu Hijo, concede a los que ya te conocemos por la fe llegar a contemplar, cara a cara, la hermosura de tu inmensa gloria. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 60, 1-6
Levántate y resplandece,
Jerusalén, porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor alborea
sobre ti. Mira: las tinieblas cubren la tierra y espesa niebla envuelve a los
pueblos; pero sobre ti resplandece el Señor y en ti se manifiesta su
gloria. Caminarán los pueblos a tu luz y los reyes, al resplandor de
tu aurora.
Levanta los ojos y mira alrededor: todos se reúnen y vienen a ti; tus
hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces verás
esto radiante de alegría; tu corazón se alegrará, y se
ensanchará, cuando se vuelquen sobre ti los tesoros del mar y te traigan
las riquezas de los pueblos. Te inundará una multitud de camellos y dromedarios,
procedentes de Madián y de Efá. Vendrán todos los de Sabá
trayendo incienso y oro y proclamando las alabanzas del Señor.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Jerusalén se ha
renovado, ella refleja su resplandor y la luz de Dios la inunda. La comunidad
creyente no es un cuerpo opaco, sino un espejo que refleja la gloria de la presencia
divina.
Del salmo 71 R/. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes,
así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá
a tu pueblo justamente. R/.
Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era
tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro
de la tierra. R/.
Los reyes de Occidente y de las islas le ofrecerán sus dones. Ante él
se postrarán todos los reyes y todas las naciones. R/.
Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra
sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida
al desdichado. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 3, 2-3. 5-6.
Hermanos: han oído hablar de la distribución de la gracia de Dios, que se me ha confiado en favor de ustedes. Por revelación se me dio a conocer este misterio, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, pero que ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas es decir, que por el Evangelio también los paganos son coherederos de la misma herencia, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la misma promesa en Jesucristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Pablo está corriendo el velo que escondía los secretos divinos. Dios se ha decidido a derribar las fronteras, las divisiones étnicas y raciales. Todos podemos ser parte de su pueblo.
ACLAMACIÓN (Mt 2,
2) R/. Aleluya, aleluya.
Hemos visto su estrella en el Oriente y hemos venido a adorar al Señor.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 2, 1-12
Jesús nació
en Belén de Judá, en tiempos del rey Heredes. Unos magos de Oriente
llegaron entonces a Jerusalén y preguntaron: "¿Dónde
está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos surgir
su estrella y hemos venido a adorarlo".
Al enterarse de esto, el rey Heredes se sobresaltó y toda Jerusalén
con él. Convocó entonces a los sumos sacerdotes y a los escribas
del pueblo y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías.
Ellos le contestaron: "En Belén de Judá, porque así
lo ha escrito el profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá,
no eres en manera alguna la menor entre las ciudades ilustres de Judá,
pues de ti saldrá un jefe, que será el pastor de mi pueblo, Israel".
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos, para que le precisaran
el tiempo en que se les había aparecido la estrella y los mandó
a Belén, diciéndoles: "Vayan a averiguar cuidadosamente qué
hay de ese niño y, cuando lo encuentren, avísenme para que yo
también vaya a adorarlo".
Después de oír al rey, los magos se pusieron en camino, y de pronto
la estrella que habían visto surgir, comenzó a guiarlos, hasta
que se detuvo encima de donde estaba el niño. Al ver de nuevo la estrella,
se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa y vieron al niño
con María, su madre, y postrándose, lo adoraron. Después,
abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Advertidos
durante el sueño de que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra
por otro camino. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Este relato gira en torno de un contraste notorio: los extranjeros venidos de Oriente consiguen ver y adorar a Jesús, mientras que Herodes e Israel no logran descubrirlo.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad los dones de tu Iglesia, que no consisten ya en oro, incienso y mirra, sino en tu mismo Hijo, Jesucristo, que, bajo las apariencias de pan y de vino, va a ofrecerse en sacrificio y a dársenos en alimento, él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
PREFACIO DE EPIFANÍA
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque hoy has revelado en Cristo, para luz de todos los pueblos, el misterio
de nuestra salvación, pues al manifestarse tu Hijo en nuestra carne mortal,
nos hiciste partícipes de la gloria de su inmortalidad.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles, y con todos los coros
celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria. Santo, santo, santo...
Sí se usa el Canon romano, se dice Reunidos en comunión propio.
Si se usa la plegaria eucarística II o III, se dice Acuérdate...
o Atiende, propio.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Mt 2, 2)
Hemos visto su estrella en el Oriente y venimos con regalos a adorar al Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que tu luz, Señor, nos guíe y nos acompañe siempre para que comprendamos cada día más este sacramento en el que hemos participado y podarnos recibirlo con mayor amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- En nuestros días predomina la indiferencia religiosa, aumenta el número de personas que mantienen una fe y unas creencias, pero se abstienen de convertirlas en una práctica y en una forma de vida. A la larga, la fe que no se practica termina desapareciendo. Los personajes evangélicos que no reconocieron al Rey de los judíos mantenían una creencia religiosa por motivos de cultura y tradición, pero sus prácticas ya no se nutrían de la esperanza en el Dios de Israel. En la medida en que mantengamos un nexo real y operante entre la fe y la vida, podremos reconocer la presencia de Jesús.
El bautismo del Señor
Santos: Julián de Antioquía, mártir, y Andrés Corsini, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Mt 3, 16-17)
Inmediatamente después de que Jesús se bautizó, se abrieron los cielos y el Espíritu Santo se posó sobre él en forma de paloma, y resonó la voz del Padre que decía: "Este es mi Hijo amado, en quien he puesto todo mi amor".
Se dice Gloría
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que proclamaste solemnemente que Cristo era tu Hijo amado cuando fue bautizado en el Jordán y descendió el Espíritu Santo sobre él, concede a tus hijos adoptivos, renacidos del agua y del Espíritu, perseverar siempre fieles en el cumplimiento de tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 42, 1-4. 6-7
Esto dice el Señor:
"Miren a mi siervo, a quien sostengo, a mi elegido, en quien tengo mis
complacencias. En él he puesto mi espíritu para que haga brillar
la justicia sobre las naciones.
No gritará, no clamará, no hará oír su voz por las
calles; no romperá la caña resquebrajada, ni apagará la
mecha que aún humea. Promoverá con firmeza la justicia, no titubeará
ni se doblegará hasta haber establecido el derecho sobre la tierra y
hasta que las islas escuchen su enseñanza.
Yo, el Señor, fiel a mi designio de salvación, te llamé,
te tomé de la mano, te he formado y te he constituido alianza de un pueblo,
luz de las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos
de la prisión y de la mazmorra a los que habitan en tinieblas".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El profeta presenta con
gozo al Siervo que cumplirá la misión de testimoniar la esperanza.
Las naciones limpiarán su visión y redescubrirán en la
vida de su pueblo la novedad de Dios.
Del salmo 28 R/. Te alabamos Señor.
Hijos de Dios, glorifiquen al Señor, denle la gloria que merece. Postrados
en su templo santo, alabemos al Señor. R/.
La voz del Señor se deja oír sobre las aguas torrenciales. La
voz del Señor es poderosa, la voz del Señor es imponente.
R/.
El Dios de majestad hizo sonar el trueno de su voz. El Señor se manifestó
sobre las aguas desde su trono eterno. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Mc 9, 7) R/. Aleluya, aleluya.
Se abrió el cielo y resonó la voz del Padre, que decía:
"Este es mi Hijo amado; escúchenlo". R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 1, 7-11
En aquel tiempo, Juan predicaba
diciendo: "Ya viene detrás de mí uno que es más poderoso
que yo, uno ante quien no merezco ni siquiera inclinarme para desatarle la correa
de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los
bautizará con el Espíritu Santo".
Por esos días, vino Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado
por Juan en el Jordán. Al salir Jesús del agua, vio que los cielos
se rasgaban y que el Espíritu, en figura de paloma, descendía
sobre él. Se oyó entonces una voz del cielo que decía:
"Tú eres mi Hijo amado; yo tengo en ti mis complacencias".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Juan convocó a Israel a la renovación. No tenía caso seguir la rutina de los sacrificios y el culto exterior. Jesús llega a la orilla del Jordán, y así comienza la verdadera renovación de Israel.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos al conmemorar el bautismo y la manifestación de tu Hijo amado, y conviértelos en aquel mismo sacrificio con el que Cristo lavó misericordiosamente los pecados del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque quisiste rodear el bautismo de tu Hijo en el Jordán de signos
admirables, a fin de poner de manifiesto el misterio del nuevo baño bautismal.
En efecto, hiciste oír tu voz desde el cielo para que creyéramos
que tu Palabra se encontraba presente entre los hombres y, por el Espíritu,
que descendió en forma de paloma, se manifestara que tu Siervo Jesús
era ungido con el óleo de la alegría y reconociéramos en
Él al Mesías, enviado a anunciar la Buena Nueva a los pobres.
Por eso, a una con los espíritus celestes te alabamos constantemente
en la tierra diciendo: Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 1, 32. 34)
Éste es aquél de quien Juan decía: Yo lo he visto y doy testimonio de que es el Hijo de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A cuantos hemos participado del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos, Señor, escuchar con fe su palabra, para que así podamos llamarnos hijos tuyos y serlo de verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Guillermo de Bourges y Gregorio de Nisa, obispos. Beata Ana de los Ángeles Monteagudo, religiosa.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Vi al Señor sentado en un trono excelso; lo adoraban una multitud de ángeles que cantaban a una sola voz: "Éste es aquel cuyo poder permanece eternamente".
ORACIÓN COLECTA
Escucha, Señor, con bondad, las súplicas de tu pueblo, y concédenos luz para conocer tu voluntad y fortaleza para cumplirla. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 1, 9-20
En aquel tiempo, después
de tomar la comida ritual en Silo, Ana se levantó y se puso a orar ante
el Señor. Llena de amargura y con muchas lágrimas, hizo esta promesa:
"Señor de los ejércitos, mira la aflicción de tu sierva
y acuérdate de mí. Si me das un hijo varón, yo te lo consagraré
por todos los días de su vida, y en señal de ello, la navaja no
tocará su cabeza".
Mientras tanto, el sacerdote Eli estaba sentado a la puerta del santuario. Ana
prolongaba su oración y Eli la miraba mover los labios, pero no oía
su voz. Pensando que estaba ebria, le dijo: "Has bebido mucho. Sal de la
presencia del Señor hasta que se te pase". Pero Ana le respondió:
"No, señor. Soy una mujer atribulada. No he bebido vino ni bebidas
embriagantes; estaba desahogando mi alma ante el Señor. No pienses que
tu sierva es una mujer desvergonzada, pues he estado hablando movida por mi
dolor y por mi pena".
Entonces le dijo Eli: "Vete en paz y que el Dios de Israel te conceda lo
que le has pedido". Ella le contestó: "Ojalá se cumpla
lo que me dices". La mujer salió del templo, fue a donde estaba
su marido, y comió y bebió con él. Su rostro no era ya
el mismo de antes.
A la mañana siguiente se levantaron temprano, y después de adorar
al Señor, regresaron a su casa en Rama. Elcaná tuvo relaciones
conyugales con su esposa Ana, y el Señor se acordó de ella y de
su oración. Ana concibió, dio a luz un hijo y le puso por nombre
Samuel, diciendo: "Al Señor se lo pedí". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Dios atiende con prontitud
y sobrada benevolencia la petición de Ana. Los creyentes no podemos apresurarlo:
Dios sabe muy bien cuándo responder a nuestros ruegos.
1 Sam 2 R/. Mi corazón se alegra en Dios, mi salvador.
Mi corazón se alegra en el Señor, en Dios me siento yo fuerte
y seguro. Ya puedo responder a mis contrarios, pues eres tú, Señor,
el que me ayuda. R/.
El arco de los fuertes se ha quebrado, los débiles se ven de fuerza llenos.
Se ponen a servir por un mendrugo los antes satisfechos; y sin tener que trabajar,
pueden saciar su hambre los hambrientos. Siete veces da a luz la que era estéril
y la fecunda ya dejó de serlo. R/.
Da el Señor muerte y vida, deja morir y salva de la tumba; él
es quien empobrece y enriquece, quien abate y encumbra. R/
Él levanta del polvo al humillado, al oprimido saca de su oprobio, para
hacerlo sentar entre los príncipes en un trono glorioso. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
1 Tes 2, 13) R/. Aleluya, aleluya.
Reciban la palabra de Dios, no como palabra humana, sino como palabra divina,
tal como es en realidad. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 1, 21-28
En aquel tiempo, llegó
Jesús a Cafarnaúm, y el sábado siguiente fue a la sinagoga
y se puso a enseñar. Los oyentes quedaron asombrados de sus palabras,
pues enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu
inmundo, que se puso a gritar: "¿Qué quieres tú con
nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a acabar con nosotros?
Ya sé quién eres: el Santo de Dios". Jesús le ordenó:
"¡Cállate y salde él!". El espíritu inmundo,
sacudiendo al hombre con violencia y dando un alarido, salió de él.
Todos quedaron estupefactos y se preguntaban: "¿Qué es esto?
¿Qué nueva doctrina es ésta? Este hombre tiene autoridad
para mandar hasta a los espíritus inmundos y lo obedecen". Y muy
pronto se extendió su fama por toda Galilea. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús proclama una enseñanza nueva y radical. Su palabra no está gastada; al contrario, es un mandato enérgico que, al igual que la palabra divina, surte efecto de inmediato.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte, y, por sus méritos, escucha nuestras filiales oraciones y santifica toda nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 10, 10)
Yo he venido, dice el Señor, para que tengan vida, y la tengan en abundancia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A quienes has alimentado con tus sacramentos, concédeles, Dios todopoderoso, servirte con una vida que te sea agradable. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Higinio, Papa; Tomás de Cori, presbítero, y Honorata de Pavía, virgen.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Ef 1, 9. 10)
Dios nos ha dado a conocer el misterio de su voluntad, que es recapitular en Cristo todas las cosas, así las del cielo como las de la tierra.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que con admirable providencia dispusiste que el Reino de Cristo se extendiera por todo el mundo y que todos los hombres participaran de la redención, haz que tu Iglesia, sacramento universal de salvación, manifieste y realice entre los hombres el misterio de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 3, 1-10. 19-20
En los tiempos en que el
joven Samuel servía al Señor a las órdenes de Eli, la palabra
de Dios se dejaba oír raras veces y no eran frecuentes las visiones.
Los ojos de Eli se habían debilitado y ya casi no podía ver. Una
noche, cuando aún no se había apagado la lámpara del Señor,
estando Eli acostado en su habitación y Samuel en la suya, dentro del
santuario donde se encontraba el arca de Dios, el Señor llamó
a Samuel y éste respondió: "Aquí estoy". Fue
corriendo a donde estaba Eli y le dijo: "Aquí estoy. ¿Para
qué me llamaste?". Respondió Eli: "Yo no te he llamado.
Vuelve a acostarte". Samuel se fue a acostar. Volvió el Señor
a llamarlo y él se levantó, fue a donde estaba Eli y le dijo:
"Aquí estoy. ¿Para qué me llamaste?". Respondió
Eli: "No te he llamado, hijo mío. Vuelve a acostarte".
Aún no conocía Samuel al Señor, pues la palabra del Señor
no le había sido revelada. Por tercera vez llamó el Señor
a Samuel; éste se levantó, fue a donde estaba Eli y le dijo: "Aquí
estoy. ¿Para qué me llamaste?".
Entonces comprendió Eli que era el Señor quien llamaba al joven
y dijo a Samuel: "Ve a acostarte, y si te llama alguien, responde: 'Habla,
Señor; tu siervo te escucha' ". Y Samuel se fue a acostar.
De nuevo el Señor se presentó y lo llamó como antes: "Samuel,
Samuel". Éste respondió: "Habla, Señor, tu siervo
te escucha". Samuel creció y el Señor estaba con él.
Y todo lo que el Señor le decía, se cumplía. Todo Israel,
desde la ciudad de Dan hasta la de Bersebá, supo que Samuel estaba acreditado
como profeta del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Nadie sabe descubrir a
solas la presencia de Dios. Se necesita siempre de guías y testigos.
Eli auxilia a Samuel y lo introduce en la experiencia de la escucha divina.
Del salmo 39 R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Esperé en el Señor con gran confianza; él se inclinó
hacia mí y escuchó mis plegarias. Dichoso el hombre que ha puesto
su confianza en el Señor y no acude a los idólatras, que se extravían
con engaños. R/.
Sacrificios y ofrendas no quisiste; abriste, en cambio, mis oídos a tu
voz. No exigiste holocaustos por la culpa, así que dije: "Aquí
estoy". R/.
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que
deseo: tu ley en medio de mi corazón. R/.
He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú
lo sabes, Señor. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 10,
27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me
siguen. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 1, 29-39
En aquel tiempo, al salir
Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón
y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre, y enseguida
le avisaron a Jesús. Él se le acercó, y tomándola
de la mano, la levantó. En ese momento se le quitó la fiebre y
se puso a servirles.
Al atardecer, cuando el sol se ponía, le llevaron a todos los enfermos
y poseídos del demonio, y todo el pueblo se apiñó junto
a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó
a muchos demonios, pero no dejó que los demonios hablaran, porque sabían
quién era él. De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro,
Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario,
donde se puso a orar. Simón y sus compañeros lo fueron a buscar,
y al encontrarlo, le dijeron: "Todos te andan buscando". Él
les dijo: "Vamos a los pueblos cercanos para predicar también allá
el Evangelio, pues para eso he venido". Y recorrió toda Galilea,
predicando en las sinagogas y expulsando a los demonios. Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La presión popular pretende acaparar a Jesús. Él no se deja seducir, y reacciona con firmeza, porque entiende cuál es su misión: evangelizar los poblados y las aldeas de Israel.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Padre misericordioso, las ofrendas de esta comunidad cristiana y por el poder de este sacrificio que estamos ofreciendo, haz que la multitud de los creyentes viva cada vez más de acuerdo con su dignidad de estirpe elegida, de sacerdocio real, de nación consagrada y de pueblo redimido por ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Apoc 22, 17. 20)
El Espíritu y la esposa dicen: Ven. Amén. Ven, Señor Jesús.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, que con tus sacramentos alimentas y fortaleces a tu Iglesia, concede a quienes hemos participado del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, vivir su doctrina de amor y ser así fermento de vida e instrumento de salvación en medio de la comunidad humana. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Arcadio de Mauritania, mártir; Margarita de Montreal, fundadora, y Benito Biscop, abad.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 77, 23-25)
Abrió Dios las compuertas del cielo e hizo llover sobre ellos el maná para que comiesen; les dio un trigo celeste, y el hombre comió pan de ángeles.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que llevaste a cabo la obra de la redención humana por el misterio pascual de tu Hijo, concédenos que, al anunciar llenos de fe por medio de los signos sacramentales, su muerte y resurrección, recibamos cada vez con mayor abundancia los frutos de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 4, 1-11
Sucedió en aquellos
tiempos que los filisteos se reunieron para hacer la guerra a Israel y los israelitas
salieron a su encuentro. Acamparon cerca de Eben-Ezer y los filisteos en Afeq.
Los filisteos se pusieron en orden de batalla contra Israel. Se trabó
el combate y los israelitas fueron derrotados y sufrieron cuatro mil bajas.
El ejército se retiró al campamento y los ancianos de Israel se
preguntaban: "¿Por qué permitió el Señor que
nos derrotaran hoy los filisteos? Traigamos de Silo el arca de la alianza del
Señor, para que vaya en medio de nosotros y nos salve de nuestros enemigos".
Mandaron traer de Silo el arca del Señor de los ejércitos, que
se sienta sobre los querubines. Los dos hijos de Eli, Jofní y Pinjas,
acompañaron el arca.
Al entrar el arca de la alianza en el campamento, todos los israelitas lanzaron
tan grandes gritos de júbilo que hicieron retumbar la tierra. Cuando
los filisteos oyeron el griterío, se preguntaron: "¿Qué
significará ese gran clamor en el campamento de los hebreos?". Y
se enteraron de que el arca del Señor había llegado al campamento.
Entonces los filisteos se atemorizaron. Decían: "Sus dioses han
venido al campamento. ¡Pobres de nosotros! Hasta ahora no nos había
sucedido una desgracia semejante. ¿Quién nos librará de
la mano de esos dioses poderosos? Estos son los dioses que castigaron a Egipto
con toda clase de plagas. Cobren ánimo, filisteos, y sean hombres. No
sea que tengamos que servir a los israelitas, como ellos nos han servido a nosotros.
Luchemos como los hombres".
Los filisteos lucharon e Israel fue derrotado. Todos los israelitas huyeron
a sus tiendas. Fue una derrota desastrosa en la que Israel perdió treinta
mil soldados. El arca de Dios fue capturada y murieron Jofní y Pinjas,
los dos hijos de Eli. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La presencia de Dios en
medio de su pueblo no debe confundirse con un amuleto de buena suerte. Dios
conserva la libertad para salvar, castigar o amonestar a su pueblo.
Del salmo 43 R/. Redímenos, Señor, por tu misericordia.
Ahora nos rechazas y avergüenzas; ya no sales, Señor, con nuestras
tropas, nos haces dar la espalda al enemigo y nos saquean aquellos que nos odian.
R/.
Nos has hecho el objeto del escarnio y la burla de pueblos fronterizos. Las
naciones se mofan de nosotros y los pueblos nos ponen en ridículo. R/.
Despierta ya. ¿Por qué sigues durmiendo? No nos rechaces más;
Señor, despierta. ¿Por qué te nos escondes? ¿Por
qué olvidas nuestras tribulaciones y miserias? R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Mt 4, 23) R/. Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba el Evangelio del Reino y curaba toda clase de enfermedades
en el pueblo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 1, 40-45
En aquel tiempo se le acercó
a Jesús un leproso para suplicarle de rodillas: "Si tú quieres,
puedes curarme". Jesús se compadeció de él, y extendiendo
la mano, lo tocó y le dijo: "¡Sí quiero: sana!".
Inmediatamente se le quitó la lepra y quedó limpio.
Al despedirlo, Jesús le mandó con severidad: "No se lo cuentes
a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu
purificación lo prescrito por Moisés".
Pero aquel hombre comenzó a divulgar tanto el hecho, que Jesús
no podía ya entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera,
en lugares solitarios, a donde acudían a él de todas partes. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La fuerza salvadora de Jesús encuentra obstáculos. Éstos no son insuperables. Jesús tiene voluntad de evangelizar y continúa proclamando con entusiasmo una palabra de esperanza.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, te pedimos humildemente nos concedas que este sacramento de amor sea siempre para nosotros un signo de unidad y un vínculo de amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51-52)
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor. El que coma de este pan, vivirá eternamente; pues el pan que voy a dar, es mi carne, y lo doy para vida del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que la participación en este banquete celestial nos santifique, de modo que, por la recepción del Cuerpo y la Sangre de Cristo, se estreche entre nosotros la unión fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Sab 11, 24. 25. 27)
Señor, tú tienes misericordia de todos y nunca odias a tus creaturas; borras los pecados de los hombres que se arrepienten, y los perdonas, porque tú, Señor, eres nuestro Dios.
ORACIÓN COLECTA
Escucha, Señor, nuestra oración y perdona nuestros pecados, para que recibamos, juntamente, tu perdón y tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 8, 4-7. 10-22
En aquellos días
se reunieron todos los ancianos de Israel y fueron a Rama a ver a Samuel y le
dijeron: "Mira, tú ya eres viejo y tus hijos no siguen tus ejemplos.
Danos, pues, un rey para que nos gobierne, como sucede en todos los pueblos".
A Samuel le disgustó que le hubieran pedido un rey que los gobernara.
Entonces Samuel invocó al Señor y éste le respondió:
"Dale al pueblo lo que te pide, pues no es a ti a quien rechazan, sino
a mí, porque no me quieren por rey".
Samuel comunicó al pueblo, que le había pedido un rey, las palabras
del Señor y dijo: "Vean cómo los tratará el rey que
reine sobre ustedes: tomará a sus hijos y los hará servir en los
carros y en la caballería de él y los hará correr delante
de su propio carro; a algunos de ellos los pondrá al frente de mil soldados
y a otros, de cincuenta; a otros los obligará a labrar y cosechar sus
tierras; a otros los hará fabricar armas para la guerra y aparejos para
sus carros. Tomará también a las hijas de ustedes como perfumistas,
cocineras y reposteras. Les quitará a ustedes sus mejores campos, viñas
y olivares, y se los dará a sus ministros. Exigirá el diezmo de
lo que produzcan los sembrados y las viñas de ustedes y se lo dará
a sus ministros y a sus criados. Tomará a los criados y las criadas de
ustedes, sus mejores bueyes y asnos y los empleará en los trabajos de
él. Les exigirá el diezmo de sus rebaños y ustedes mismos
se convertirán en sus esclavos. Aquel día clamarán al Señor
contra el rey que ustedes mismos elijan, pero el Señor no les responderá".
El pueblo, sin embargo, se negó a escuchar las advertencias de Samuel
y gritó: "No importa. Queremos tener un rey y ser también
nosotros como las demás naciones. Nuestro rey nos gobernará y
saldrá al frente de nosotros en nuestros combates". Samuel oyó
las palabras del pueblo y se las repitió al Señor, y el Señor
le dijo: "Hazles caso y que los gobierne un rey". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
La corriente adversa a
la monarquía también hace oír su voz y nos recuerda que
el poder absoluto termina siendo contraproducente, porque produce desigualdad
y opresión.
Del salmo 88 R/. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Señor, feliz el pueblo que te alaba y que a tu luz camina, que en tu
nombre se alegra a todas horas y al que llena de orgullo tu justicia. R/.
Feliz, porque eres tú su honor y fuerza, y exalta tu favor nuestro poder.
Feliz, porque el Señor es nuestro escudo y el Santo de Israel es nuestro
rey. R/.
ACLAMACIÓN (Lc 7,
16} R/. Aleluya, aleluya.
Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 2, 1-12
Cuando Jesús volvió
a Cafarnaúm, corrió la voz de que estaba en casa, y muy pronto
se aglomeró tanta gente que ya no había sitio frente a la puerta.
Mientras él enseñaba su doctrina, le quisieron presentar a un
paralítico, que iban cargando entre cuatro. Pero como no podían
acercarse a Jesús por la cantidad de gente, quitaron parte del techo,
encima de donde estaba Jesús, y por el agujero bajaron al enfermo en
una camilla.
Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, le dijo al paralítico:
"Hijo, tus pecados te quedan perdonados". Algunos escribas que estaban
allí sentados comenzaron a pensar: "¿Por qué habla
éste así? Eso es una blasfemia. ¿Quién puede perdonar
los pecados sino sólo Dios?".
Conociendo Jesús lo que estaban pensando, les dijo: "¿Por
qué piensan así? ¿Qué es más fácil,
decirle al paralítico: 'Tus pecados te son perdonados' o decirle: 'Levántate,
recoge tu camilla y vete a tu casa'? Pues para que sepan que el Hijo del hombre
tiene poder en la tierra para perdonar los pecados -le dijo al paralítico-:
Yo te lo mando: levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa".
El Hombre se levantó inmediatamente, recogió su camilla y salió
de allí a la vista de todos, que se quedaron atónitos y daban
gloria a Dios, diciendo: "¡Nunca habíamos visto cosa igual!".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El viejo dilema: cuerpo o alma, salvación eterna o promoción humana, está falseado. Jesús viene a liberar al hombre entero, por eso perdona pecados y devuelve la salud corporal.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza, para que perdones nuestros pecados y dirijas hacia ti nuestro vacilante corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc. 15, 10)
Por un solo pecador que se convierta, dice el Señor, habrá gran alegría entre los ángeles del cielo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por nuestra participación
en el sacramento del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos has perdonado, Señor,
nuestros pecados; concédenos tu gracia para evitarlos de ahora en adelante
y servirte con sincero corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Macrina de Cesárea, viuda: Juan de Ribera, obispo, y Félix de Nola, presbítero.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Hech 1, 14)
Con un mismo espíritu, los discípulos perseveraban en la oración junto con María, la Madre de Jesús.
ORACIÓN COLECTA
Dios misericordioso, que quisiste que tu Hijo unigénito proclamara desde la cruz como Madre nuestra a su propia Madre, haz que tu Iglesia, por la mediación y cooperación maternal de la Virgen María, crezca cada día en santidad y atraiga a su seno a todas las naciones. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 9, 1-4. 10. 17-19; 10,1
Había un hombre de
la tribu de Benjamín, llamado Quis. Era de gran valor. Tenía un
hijo llamado Saúl, joven y de buena presencia. Entre los israelitas no
había nadie más apuesto que él. Era el más alto
de todos y ninguno le llegaba al hombro.
Un día se le perdieron las burras a Quis y éste le dijo a su hijo
Saúl: "Toma contigo a uno de los criados y vete a buscar las burras".
Recorrieron los montes de Efraín y la región de Salisá,
pero no las encontraron; atravesaron el territorio de Saalín y no estaban
allí; después, la tierra de Benjamín y tampoco las hallaron.
Entonces se dirigieron a la ciudad donde vivía Samuel, el hombre de Dios.
Cuando Samuel vio a Saúl, el Señor le dijo: "Éste
es el hombre de quien te he hablado. Él gobernará a mi pueblo".
Saúl se acercó a Samuel, que se encontraba en la puerta de la
ciudad, y le dijo: "Indícame, por favor, dónde está
la casa del vidente". Samuel le respondió: "Yo soy el vidente.
Sube delante de mí al lugar sagrado y quédate a cenar conmigo.
Mañana temprano te despediré, después de decirte todo lo
que está en tu corazón".
Al día siguiente, muy temprano, Samuel tomó el cuerno donde guardaba
el aceite y lo derramó sobre la cabeza de Saúl. Después
lo besó y le dijo: "El Señor te ha ungido como jefe de Israel,
su pueblo. Tú reinarás sobre el pueblo del Señor y lo librarás
de los enemigos que lo rodean". Palabra de Dios, T, Te alabamos, Señor.
Saúl es un muchacho vigoroso y fuerte, tiene dotes de liderazgo entre
la gente de su tribu. Dios lo tomará para conducir al pueblo de Israel.
Del salmo 20 R/. De tu poder, Señor, se alegra el rey.
De tu poder, Señor, se alegra el rey, se alegra con el triunfo que le
has dado. Le otorgaste lo que él tanto anhelaba, no rechazaste el ruego
de sus labios. R/.
Lo colmaste, Señor, de bendiciones, con oro has coronado su cabeza. La
vida te pidió, tú se la diste, una vida por siglos duradera. R/.
Tu victoria, Señor, le ha dado fama, lo has cubierto de gloria y de grandeza.
Sin cesar le concedes tus favores y lo colmas de gozo en tu presencia. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Lc 4, 18) R/. Aleluya, aleluya.
El Señor me ha enviado para anunciar a los pobres la buena nueva y proclamar
la liberación a los cautivos. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 2, 13-17
En aquel tiempo, Jesús
salió de nuevo a caminar por la orilla del lago; toda la muchedumbre
lo seguía y él les hablaba. Al pasar, vio a Leví (Mateo),
el hijo de Alfeo, sentado en el banco de los impuestos, y le dijo: "Sígueme".
Él se levantó y lo siguió.
Mientras Jesús estaba a la mesa en casa de Leví, muchos publícanos
y pecadores se sentaron a la mesa junto con Jesús y sus discípulos,
porque eran muchos los que lo seguían. Entonces unos escribas de la secta
de los fariseos, viéndolo comer con los pecadores y publícanos,
preguntaron a sus discípulos: "¿Por qué su maestro
come y bebe en compañía de publícanos y pecadores?".
Habiendo oído esto, Jesús les dijo: "No son los sanos los
que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido para
llamar a los justos, sino a los pecadores". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Los cobradores de impuestos tenían la clave y la memoria para mantener el sistema opresor de Roma. Jesús los invita a escucharlo para que desmonten toda esta violencia.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Convierte, Señor, en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, estos dones que te presentamos, y haz que este memorial de nuestra redención nos inflame en el amor a la Virgen María, Madre de la Iglesia, y nos asocie íntimamente a ella en la obra de la salvación de los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr Jn 2, 1. 11)
Hubo unas bodas en Cana de Galilea a las que asistió María, la Madre de Jesús. En esa ocasión, Jesús dio principio a sus milagros, manifestó su poder y sus discípulos creyeron en él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has concedido en este sacramento la prenda de nuestra vida eterna, haz, Señor, que tu Iglesia, por la intercesión maternal de la Virgen María, ilumine a todas las naciones con la luz del Evangelio y las santifique con los dones de tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 65, 4)
Que se postre ante ti, Señor, la tierra entera; que todos canten himnos en tu honor y alabanzas a tu nombre.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que con amor gobiernas los cielos y la tierra, escucha paternalmente las súplicas de tu pueblo y haz que los días de nuestra vida transcurran en tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 3, 3-10.19
En aquellos días,
el joven Samuel servía en el templo a las órdenes del sacerdote
Eli. Una noche, estando Eli acostado en su habitación y Samuel en la
suya, dentro del santuario donde se encontraba el arca de Dios, el Señor
llamó a Samuel y éste respondió: "Aquí estoy".
Fue corriendo a donde estaba Eli y le dijo: "Aquí estoy. ¿Para
qué me llamaste?". Respondió Eli: "Yo no te he llamado.
Vuelve a acostarte". Samuel se fue a acostar. Volvió el Señor
a llamarlo y él se levantó, fue a donde estaba Eli y le dijo:
"Aquí estoy. ¿Para qué me llamaste?". Respondió
Eli: "No te he llamado, hijo mío. Vuelve a acostarte".
Aún no conocía Samuel al Señor, pues la palabra del Señor
no le había sido revelada. Por tercera vez llamó el Señor
a Samuel; éste se levantó, fue a donde estaba Eli y le dijo: "Aquí
estoy. ¿Para qué me llamaste?".
Entonces comprendió Eli que era el Señor quien llamaba al joven
y dijo a Samuel: "Ve a acostarte y si te llama alguien responde: 'Habla,
Señor; tu siervo te escucha'". Y Samuel se fue a acostar.
De nuevo el Señor se presentó y lo llamó como antes: "Samuel,
Samuel". Éste respondió: "Habla, Señor, tu siervo
te escucha". Samuel creció y el Señor estaba con él.
Y todo lo que el Señor le decía, se cumplía. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
El camino espiritual no
termina nunca. Cada creyente va aprendiendo, como Samuel, a reconocer y descubrir
la voz y la presencia sutil de Dios en su vida diaria.
Del salmo 39 R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Esperé en el Señor con gran confianza, él se inclinó
hacia mí y escuchó mis plegarias. Él me puso en la boca
un canto nuevo, un himno a nuestro Dios. R/.
Sacrificios y ofrendas no quisiste; abriste, en cambio, mis oídos a tu
voz. No exigiste holocaustos por la culpa, así que dije: "Aquí
estoy". R/.
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que
deseo: tu ley en medio de mi corazón. R/.
He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú
lo sabes, Señor. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 6, 13-15. 17-20
Hermanos: el cuerpo no
es para fornicar, sino para servir al Señor; y el Señor, para
santificar el cuerpo. Dios resucitó al Señor y nos resucitará
también a nosotros con su poder.
¿No saben ustedes que sus cuerpos son miembros de Cristo? Y el que se
une al Señor, se hace un solo espíritu con él. Huyan, por
tanto, de la fornicación. Cualquier otro pecado que cometa una persona,
queda fuera de su cuerpo; pero el que fornica, peca contra su propio cuerpo.
¿O es que no saben ustedes que su cuerpo es templo del Espíritu
Santo, que han recibido de Dios y habita en ustedes? No son ustedes sus propios
dueños, porque Dios los ha comprado a un precio muy caro. Glorifiquen,
pues, a Dios con el cuerpo. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
Los cristianos de Corinto están poniendo en riesgo su libertad. El entorno
los empuja a vivir de manera permisiva. Los cristianos hemos de mantener nuestra
libertad.
ACLAMACIÓN (jn 1,
41.17) R/. Aleluya, aleluya.
Hemos encontrado a Cristo, el Mesías. La gracia y la verdad nos han llegado
por él. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 1, 35-42
En aquel tiempo, estaba Juan el Bautista con dos de sus discípulos, y fijando los ojos en Jesús, que pasaba, dijo: "Éste es el Cordero de Dios". Los dos discípulos, al oír estas palabras, siguieron a Jesús. Él se volvió hacia ellos, y viendo que lo seguían, les preguntó: "¿Qué buscan?". Ellos le contestaron: "¿Dónde vives, Rabí?" (Rabí significa "maestro"). Él les dijo: "Vengan a ver". Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con él ese día. Eran como las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron lo que Juan el Bautista decía y siguieron a Jesús. El primero a quien encontró Andrés fue a su hermano Simón, y le dijo: "Hemos encontrado al Mesías" (que quiere decir "el Ungido"). Lo llevó a donde estaba Jesús y éste, fijando en él la mirada, le dijo: "Tú eres Simón, hijo de Juan. Tú te llamarás Kefás" (que significa Pedro, es decir, "roca"). Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los buenos maestros saben guiar a sus discípulos a la excelencia. Juan introdujo a Jesús en el camino bautismal que renovaría a Israel. En su momento, aprendió a hacerse a un lado.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo se lleva a cabo la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio dominical
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Jn 4, 16)
Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Infúndenos, Señor, el espíritu de tu caridad para que, alimentados del mismo pan del cielo, permanezcamos siempre unidos por el mismo amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La espiritualidad cristiana es un camino experiencial. Los creyentes comparten la vida y la suerte de su Señor. Los primeros discípulos compartieron su primera jornada al lado de Jesús y decidieron permanecer con Él. La vinculación con Jesús no se mantiene por imposición ni por presión social. La fe es una opción personal e intransferible. Los que vivimos convencidos del señorío de Dios y de la oferta cristiana nos reunimos a celebrar nuestra fe, la proclamamos y la vivimos gozosamente, como una urgencia de renovación personal y comunitaria.
Santos: Marcelo I, Papa y mártir; Berardo de Corbio y compañeros, mártires, y Juana de Bagno, laica.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ez 36, 26. 27. 28)
Arrancaré de ustedes el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, dice el Señor. Les infundiré mi espíritu. Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Inflama, Señor, nuestros corazones con el Espíritu de tu amor, para que pensemos y actuemos según tu voluntad y te amemos sinceramente en nuestro prójimo. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 15, 16-23
En aquellos días,
Samuel le dijo a Saúl: "Te voy a manifestar lo que el Señor
me dijo hoy en la noche". Él le contestó: "¿Qué
te dijo?". Samuel prosiguió: "Aunque a tus propios ojos no
valías nada, ¿no llegaste acaso a ser el jefe de Israel? El Señor
te ungió como rey de Israel. Él te ordenó llevar a cabo
una expedición contra los amalecitas, diciéndote: 'Ve y destruye
a esos pecadores. Hazles la guerra hasta acabar con todos ellos'. ¿Por
qué no has obedecido la voz del Señor y te has quedado con el
botín, haciendo lo que desagradaba al Señor?".
Saúl le respondió a Samuel: "No. Yo obedecí al Señor.
Llevé a cabo la expedición que él me ordenó. Traje
cautivo a Agag, rey de Amalee, y acabé con los amalecitas. Fue el pueblo
el que tomó del botín lo mejor de las ovejas y los bueyes para
sacrificarlos al Señor, nuestro Dios, en Guilgal".
Pero Samuel le replicó: "¿Crees tú que al Señor
le agradan más los holocaustos y los sacrificios que la obediencia a
sus palabras? La obediencia vale más que el sacrificio, y la docilidad,
más que la grasa de los carneros. La rebelión contra Dios es tan
grave como el pecado de hechicería, y la obstinación, como el
crimen de idolatría. Por haber rechazado la orden del Señor, él
te rechaza a ti como rey". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
En el terreno de las preferencias,
Dios antepone la fidelidad y la obediencia a las prácticas rituales.
El culto verdadero es expresión de una renovación interior.
Del salmo 49 R/. Quien me da gracias, ése me honra.
No voy a reclamarte sacrificios, dice el Señor, pues siempre están
ante mí tus holocaustos. Pero ya no aceptaré becerros de tu casa
ni cabritos de tus rebaños. R/.
¿Por qué citas mis preceptos y hablas a toda hora de mi pacto,
tú que detestas la obediencia y echas en saco roto mis mandatos? R/.
Tú haces esto, ¿y yo tengo que callarme? ¿Crees acaso que
yo soy como tú? No, yo te reprenderé y te echaré en cara
tus pecados. R/.
Quien las gracias me da, ése me honra y yo salvaré al que cumple
mi voluntad. R/.
ACLAMACIÓN (Heb
4,12) R/. Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios es viva y eficaz, y descubre los pensamientos e intenciones
del corazón. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 2, 18-22
En una ocasión, en que los discípulos de Juan el Bautista y los fariseos ayunaban, algunos de ellos se acercaron a Jesús y le preguntaron: "¿Por qué los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, y los tuyos no?". Jesús les contestó: "¿Cómo van a ayunar los invitados a una boda, mientras el novio está con ellos? Mientras está con ellos el novio, no pueden ayunar. Pero llegará el día en que el novio les será quitado y entonces sí ayunarán. Nadie le pone un parche de tela nueva a un vestido viejo, porque el remiendo encoge y rompe la tela vieja y se hace peor la rotura. Nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino rompe los odres, se perdería el vino y se echarían a perder los odres. A vino nuevo, odres nuevos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El Reino de Dios es una novedad inagotable. Los siglos y la rutina no han logrado empañar su dinamismo. Los odres y las prácticas van transformándose cuando el Espíritu nos lo hace entender.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, nuestras ofrendas y, por este sacrificio eucarístico, concédenos hacer llegar tu amor a todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Cor 13, 13)
Ahora tenemos estas tres virtudes: la fe, la esperanza y la caridad; pero la caridad es la mayor de las tres.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Infunde, Señor, tu Espíritu Santo en quienes hemos participado del mismo pan celestial y reanímanos con la alegría del amor perfecto. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Antonio de la Tebaida, abad, y Rosalina de Villeneuve, religiosa. Beato Pedro To Rot, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 91, 13-14)
Los justos crecerán como palmeras, se elevarán tan alto como cedros del Líbano, plantados en la casa del Señor en medio de sus patios darán flores.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que concediste a san Antonio abad dejar por tu amor cuanto tenía
para servirte heroicamente en el desierto, otórganos, por sus méritos,
superar nuestro egoísmo y amarte a ti sobre todas las cosas. Por nuestro
Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 16, 1-13
En aquellos días
dijo el Señor a Samuel: "¿Hasta cuándo vas a estar
triste por Saúl? Yo ya lo rechacé y él no reinará
más sobre Israel. Ve a la casa de Jesé, en Belén, porque
de entre sus hijos me he escogido un rey. Llena, pues, tu cuerno de aceite para
ungirlo y vete".
Pero Samuel le replicó: "¿Cómo voy a ir? Si Saúl
se entera, me matará". El Señor le respondió: "Lleva
contigo una ternera y di: 'Vengo a ofrecer un sacrificio al Señor'. Invita
a Jesé al sacrificio y yo te indicaré lo que has de hacer. Luego
ungirás al que yo te señale".
Hizo Samuel lo que el Señor le había dicho. Cuando llegó
a Belén, los ancianos de la ciudad salieron a recibirlo temerosos y le
preguntaron: "¿Vienes en son de paz?". Les respondió:
"Sí. Vengo a ofrecer un sacrificio al Señor. Purifíquense
y vengan conmigo al sacrificio". Luego purificó a Jesé y
a sus hijos y los invitó también al sacrificio.
Cuando se presentaron ante él, al ver a Eliab, el hijo mayor de Jesé,
Samuel pensó: "Éste es, sin duda, el que voy a ungir como
rey". Pero el Señor le dijo: "No te dejes impresionar por su
aspecto ni por su gran estatura, pues yo lo he descartado, porque yo no juzgo
como juzga el hombre. El hombre se fija en las apariencias, pero el Señor
se fija en los corazones".
Entonces, Jesé llamó a su hijo Abinadab y lo hizo pasar ante Samuel,
el cual le dijo: "Tampoco a éste lo ha escogido el Señor".
Jesé hizo pasar a Sama, pero Samuel le dijo: "A éste tampoco
lo ha elegido el Señor". Así fueron pasando ante Samuel siete
de los hijos de Jesé; pero Samuel dijo: "Ninguno de éstos
es el elegido del Señor". Luego le preguntó a Jesé:
"¿Son éstos todos tus hijos?". Él respondió:
"Falta el más pequeño, que está cuidando el rebaño".
Samuel le dijo: "Hazlo venir, porque no nos sentaremos a comer hasta que
llegue". Y Jesé lo mandó llamar.
El muchacho era rubio, de ojos vivos y buena presencia. Entonces el Señor
dijo a Samuel: "Levántate y úngelo, porque éste es".
Tomó Samuel el cuerno con el aceite y lo ungió delante de sus
hermanos.
A partir de aquel día, el espíritu del Señor estuvo con
David. Samuel se despidió y regresó a Rama. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
Dios siempre ha preferido
salvar a su pueblo valiéndose de gente menuda. De esa manera se muestra
su grandeza. David es un muchacho entusiasta que Dios tomará a su servicio.
Del salmo 88 R/. He encontrado a David, mi servidor.
Hablando tú en visión a tus amigos un día les dijiste:
"He escogido a un valiente de mi pueblo y he ceñido a sus sienes
la corona. R/.
He encontrado a David, mi servidor, y con mi aceite santo lo he ungido. Lo sostendrá
mi mano y le dará mi brazo fortaleza. R/.
Él me podrá decir: 'Tú eres mi Padre, el Dios que me protege
y que me salva'. Y yo lo nombraré mi primogénito sobre todos los
reyes de la tierra". R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Ef 1, 17-18) R/. Aleluya, aleluya.
Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestras mentes, para
que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su llamamiento.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 2, 23-28
Un sábado, Jesús
iba caminando entre los sembrados, y sus discípulos comenzaron a arrancar
espigas al pasar. Entonces los fariseos le preguntaron: "¿Por qué
hacen tus discípulos algo que no está permitido hacer en sábado?".
Él les respondió: "¿No han leído acaso lo que
hizo David una vez que tuvo necesidad y padecían hambre él y sus
compañeros? Entró en la casa de Dios, en tiempos del sumo sacerdote
Abiatar, comió de los panes sagrados, que sólo podían comer
los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros". Luego
añadió Jesús: "El sábado se hizo para el hombre,
y no el hombre para el sábado. Y el Hijo del hombre también es
dueño del sábado". Palabra del Señor. T. Gloria a
ti, Señor Jesús.
Los valores que ordenaban la vida de Israel estaban desajustados. Jesús
los reordena. La ley es valiosa cuando se pone al servicio de la persona y la
comunidad, y no a la inversa.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estos dones que humildemente te presentamos en la conmemoración de san Antonio abad, y líbranos de nuestro apego a los bienes materiales para que te poseamos a ti como única riqueza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 19, 21)
Si quieres ser perfecto, dice el Señor, vende lo que posees, reparte el dinero entre los pobres y después, ven y sígueme.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por medio de esta Eucaristía, concédenos, Señor, la fuerza necesaria para vencer siempre, a ejemplo de san Antonio, las tentaciones del enemigo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Para las misas "Por la unidad de los cristianos", el Leccionario propone varias lecturas. Sugerimos aquí dos posibles modelos, que se pueden utilizar durante el octavario (18-25 de enero), incluso el domingo, conforme a lo que se indica en el Calendario Litúrgico 2006, publicado por la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica, por medio de Obra Nacional de la Buena Prensa, A. C. (Si se utiliza entre semana, sólo se toma una de las dos primeras lecturas).
Formulario I:
la. lect: Deum 30, 1-4
Salmo R.: Jer 3l, 10. 11. 12ab. 13-14
(R/. Señor, cuida a tu rebaño como un pastor).
Nota: Este cántico de Jeremías se encuentra en la Liturgia de
las Horas, en las Laudes del jueves I semana.
2a. lect.: Tim2, 5-8
Aleluya: Que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti
somos uno, para que el mundo crea que tú me has enviado, dice el Señor
(cfr Jn 17, 21).
Evang.: Jn 17, 20-26
Formulario II:
la. lect: Ez 36, 24-28
Salmo R.: Sal 117, 22-23. 25-26. 28
(R/. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular).
2a. lect: Ef 4, 1-6
Aleluya: Que en sus corazones reine la paz de Cristo, esa paz a la que ustedes
han sido llamados como miembros de un solo cuerpo (Col 3, 15).
Evang.: Mt 18, 19-22
ANTÍFONA DE ENTRADA (Jn 10, 14-15)
Yo soy el Buen Pastor, dice el Señor, y conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí, de la misma manera que el Padre me conoce a mí y yo al Padre; y doy la vida por ellas.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, tú que reúnes a los que están dispersos y los mantienes en la unidad, mira con amor a todos los cristianos, a fin de que, cuantos están consagrados por un solo bautismo, formen una sola familia, unida por el amor y la integridad de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 17, 32-33. 37. 40-51
En aquellos días
dijo David a Saúl: "Señor, no se atemorice tu corazón
por ése filisteo. Tu siervo irá y peleará con él".
Pero Saúl le replicó: "Tú no puedes ir a pelear contra
Goliat, porque no eres más que un muchacho, y él, un hombre adiestrado
para la guerra desde su juventud". David le contestó: "El Señor,
que me ha librado de las garras del león y del oso, me librará
también de las manos de ese filisteo". Saúl le dijo: "Ve,
y que el Señor te ayude".
Tomó David el cayado que siempre llevaba consigo; escogió en el
arroyo cinco piedras bien lisas, las puso en su morral, y con la honda en la
mano, avanzó hacia el filisteo. Goliat, precedido por su escudero, se
fue acercando a David. El filisteo se le quedó mirando, y cuando vio
que era un joven, rubio y de buena presencia, lo despreció y le dijo:
"¿Soy acaso un perro para que me salgas al encuentro con palos y
con piedras?". David le contestó: "No. Eres peor que un perro".
Entonces Goliat lo maldijo en nombre de sus dioses y añadió:
"Acércate, que yo les echaré tu carne a las aves del cielo
y a las bestias del campo".
David le replicó: "Tú vienes hacia mí con espada,
lanza y jabalina. Pero yo voy contra ti en el nombre del Señor de los
ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has
insultado. Hoy mismo te va a entregar el Señor en mis manos; te voy a
vencer y te voy a cortar la cabeza, y voy a echarles tu cadáver y los
cadáveres de los filisteos a las aves del cielo y a las fieras del campo.
Así sabrá toda la tierra que hay Dios en Israel, y toda esa multitud
sabrá que el Señor no necesita ni lanzas ni espadas para vencer,
porque él es el Señor de la guerra y los entregará a ustedes
en nuestras manos".
Cuando el filisteo comenzó a avanzar contra David, éste corrió
a su encuentro, metió la mano en el morral, sacó una piedra, la
tiró con la honda e hirió al filisteo en la frente. La piedra
se le clavó en la frente y el filisteo cayó de boca por tierra.
Venció David al filisteo con una honda y una piedra; lo hirió
y lo mató, sin tener espada en la mano. Corrió David a donde estaba
caído el filisteo, tomó su espada, la sacó de la vaina,
lo mató y le cortó la cabeza. Los filisteos, viendo que había
muerto su jefe, huyeron. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
David tiene habilidades
para el combate y la lucha, y por encima de todo, tiene una gran confianza en
Dios. Con tal determinación vivirá y ayudará a cumplir
las promesas divinas.
Del salmo 143 R/. Bendito sea el Señor.
Bendito sea el Señor, mi roca firme; él adiestró mis manos
y mis dedos para luchar en lides. R/.
Él es mi amigo fiel, mi fortaleza, mi seguro escondite, escudo en que
me amparo, el que los pueblos a mis plantas rinde. R/.
Al compás de mi cítara, nuevos cantos, Señor, he de decirte,
pues tú das a los reyes la victoria y salvas a David, tu siervo humilde.
R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Mt 4, 23) R/. Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba el Evangelio del Reino y curaba las enfermedades y dolencias
del pueblo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 3, 1-6
En aquel tiempo, Jesús
entró en la sinagoga, donde había un hombre que tenía tullida
una mano. Los fariseos estaban espiando a Jesús para ver si curaba en
sábado y poderlo acusar. Jesús le dijo al tullido: "Levántate
y ponte allí en medio".
Después les preguntó: "¿Qué es lo que está
permitido hacer en sábado, el bien o el mal? ¿Se le puede salvar
la vida a un hombre en sábado o hay que dejarlo morir?". Ellos se
quedaron callados. Entonces, mirándolos con ira y con tristeza, porque
no querían entender, le dijo al hombre: "Extiende tu mano".
La extendió, y su mano quedó sana.
Entonces se fueron los fariseos y comenzaron a hacer planes con los del partido
de Heredes, para matar a Jesús. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Los fariseos han tergiversado la escala de valores, encumbrado la ley y subestimado la misericordia y la compasión. Jesús los reacomodará y revelará el verdadero rostro de Dios.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, tú que con un solo y único sacrificio, el de tu Hijo, redimiste a tu pueblo y lo adoptaste para siempre, concédele los dones de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Por Cristo, Señor nuestro.
Por él nos has conducido al conocimiento de la verdad, para hacernos
miembros de su cuerpo mediante el vínculo de una misma fe y un mismo
bautismo; por él has enviado sobretodos los pueblos del mundo a tu Espíritu
Santo, admirable constructor de la Iglesia por la abundancia de sus dones, y
autor de la unidad, el cual habita en tus hijos de adopción, santifica
a toda la Iglesia y la dirige con sabiduría.
Por eso, unidos al coro de los ángeles, te alabamos con alegría
diciendo: Santo, santo, santo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. 1 Cor 10, 17)
Todos los que participamos de un mismo pan y de un mismo cáliz, no obstante ser muchos, somos un solo cuerpo como uno solo es el pan.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que esta santa comunión que hemos recibido, signo de nuestra fraternidad en Cristo, realice la unidad en tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Mario de Persia y compañero, mártires, y Arsenio de Corfú, obispo. Beato Marcelo Spínola, fundador.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 105, 47)
Sálvanos, Señor Dios nuestro, y reúnenos de entre las naciones, para que podamos agradecer tu poder santo y sea nuestra gloria el alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has unido a gente de todas las naciones en la alabanza de tu nombre, concédenos amar y practicar cuanto nos mandas, para que el pueblo cristiano, el que tú has llamado a tu Reino, viva unido por la fe y el amor. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 18, 6-9; 19 1-7
En aquellos días,
cuando David regresaba de haber matado al filisteo, las mujeres de todos los
poblados salieron a recibir al rey Saúl, danzando y cantando al son de
tambores y panderos, y dando grandes gritos de alegría. Al danzar, las
mujeres cantaban a coro:
"Mató Saúl a mil, pero David a diez mil".
A Saúl le cayeron muy mal esas palabras y se enojó muchísimo
y comentó: "A David le atribuyen diez mil, y a mí tan sólo
mil. Lo único que le falta es ser rey". Desde entonces Saúl
miraba a David con rencor.
Un día Saúl comunicó a su hijo Jonatan y a sus servidores
que había decidido matar a David. Pero Jonatan quería mucho a
David y le dijo a éste: "Mi padre Saúl trata de matarte.
Cuídate, pues, mucho, mañana por la mañana. Retírate
a un lugar seguro y escóndete. Yo saldré con mi padre por el campo
donde tú estés y le hablaré de ti; veré qué
piensa y te lo avisaré".
Habló entonces Jonatan a su padre en favor de David y le dijo: "No
hagas daño, señor mío, a tu siervo David, pues él
no te ha hecho ningún mal, sino grandes servicios. Arriesgó su
vida para matar al filisteo, con lo cual el Señor dio una gran victoria
a todo Israel. Tú mismo lo viste y te alegraste. ¿Por qué,
pues, quieres hacerte reo de sangre inocente, matando a David sin motivo?".
Al oír esto, se aplacó Saúl y dijo: "Juro por Dios
que David no morirá".
Entonces Jonatan llamó a David y le contó lo sucedido. Luego lo
condujo ante Saúl, y David continuó a su servicio, como antes.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los picapleitos sólo
saben incitar a los demás a la violencia. Jonatan, el hijo de Saúl,
era un hombre que vivió al servicio de la paz y la reconciliación.
Del salmo 55 R/. En el Señor confío y nada temo.
Tenme piedad, Señor, porque me acosan, me persiguen y atacan todo el
día; me pisan sin cesar mis enemigos; innumerables son los que me hostigan.
R/.
Toma en cuenta, Señor, todos mis pasos y recoge mis lágrimas.
Que cuando yo te invoque, el enemigo se bata en retirada. R/.
Yo sé bien que el Señor está conmigo; por eso en Dios,
cuya promesa alabo, sin temor me confío. ¿Qué hombre ha
de poder causarme daño? R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
2 Tim 1,10) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la
vida por medio del Evangelio. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 3, 7-12
En aquel tiempo, Jesús
se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, seguido por
una muchedumbre de galileos. Una gran multitud, procedente de Judea y Jerusalén,
de Idumea y Transjordania y de la parte de Tiro y Sidón, habiendo tenido
noticias de lo que Jesús hacía, se trasladó a donde él
estaba.
Entonces rogó Jesús a sus discípulos que le consiguieran
una barca para subir en ella, porque era tanta la multitud que estaba a punto
de aplastarlo.
En efecto, Jesús había curado a muchos, de manera que todos los
que padecían algún mal se le echaban encima para tocarlo.
Cuando los poseídos por espíritus inmundos lo veían, se
echaban a sus pies y gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios". Pero
Jesús les prohibía que lo manifestaran. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
La gente había llegado de todos lados atraída por la esperanza que Jesús suscitaba. Cuando abundan los beneficios, sobran los seguidores. Cuando llegue la cruz, Jesús se quedará solo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al celebrar el memorial de nuestra salvación, imploramos, Señor, de tu bondad, que este sacramento de amor sea para todos nosotros signo de unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio propio
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Col 3, 14-15)
Sobre todas las virtudes pongan el amor, que es el vínculo de la perfecta unión; y que en sus corazones reine la paz de Cristo a la que han sido llamados en un solo cuerpo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, infunde en nosotros el espíritu de caridad y, con la fuerza de este sacrificio eucarístico, haz que cuantos creemos en ti vivamos unidos en un mismo amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Fabián, Papa, y Sebastián de Roma, mártir. Beato Cipriano Miguel Iwense, presbítero.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ef 4, 4-6)
Un solo cuerpo y un solo espíritu, como también es una la esperanza de la vocación con la que han sido llamados. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todo, lo penetra todo y está en todo.
ORACIÓN COLECTA
Señor, mira con bondad a tu pueblo y, con los dones de tu Espíritu, aumenta en todos los que creen en ti el amor por la verdad, a fin de que busquemos la perfecta unidad de tu familia y trabajemos por obtenerla. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 24, 3-21
En aquellos días,
Saúl tomó consigo tres mil hombres valientes de todo Israel y
marchó en busca de David y su gente, en dirección de las rocas
llamadas las "Cabras Monteses", y llegó hasta donde había
un redil de ganado, junto al camino. Había allí una cueva, y Saúl
entró en ella para satisfacer sus necesidades.
David y sus hombres estaban sentados en el fondo de la cueva. Ellos le dijeron:
"Ha llegado el día que te anunció el Señor, cuando
te hizo esta promesa: 'Pondré a tu enemigo entre tus manos, para que
hagas con él lo que mejor te parezca'".
David se levantó sin hacer ruido y cortó la punta del manto de
Saúl. Pero a David le remordió la conciencia por haber cortado
el manto de Saúl y dijo a sus hombres: "Dios me libre de levantar
la mano contra el rey, porque es el ungido del Señor". Con estas
palabras contuvo David a sus hombres y no les permitió atacar a Saúl.
Saúl salió de la cueva y siguió su camino. David salió
detrás de él y le gritó: "Rey y señor mío".
Y cuando Saúl miró hacia atrás, David le hizo una gran
reverencia, inclinando la cabeza hasta el suelo, y le dijo: "¿Por
qué haces caso a la gente que dice: 'David trata de hacerte mal'? Date
cuenta de que hoy el Señor te puso en mis manos en la cueva y pude matarte,
pero te perdoné la vida, pues me dije: 'No alzaré mi mano contra
el rey, porque es el ungido del Señor'. Mira la punta de tu manto en
mi mano. Yo la corté y no te maté. Reconoce, pues, que en mí
no hay traición y que no he pecado contra ti. Tú, en cambio, andas
buscando la ocasión de quitarme la vida. Que el Señor sea nuestro
juez, y que él me haga justicia. Yo no alzaré mi mano contra ti,
porque como dice el antiguo proverbio: 'Los malos obran mal'. ¿Contra
quién has salido a guerrear, rey de Israel? ¿A quién persigues?
A un perro muerto, a una pulga. Que el Señor sea el juez y nos juzgue
a los dos. Que él examine mi causa y me libre de tu mano".
Cuando David terminó de hablar, Saúl le respondió: "¿Eres
tú, David, hijo mío, quien así me habla?". Saúl
rompió a llorar, y levantando la voz le dijo: "Tú eres más
justo que yo, porque sólo me haces el bien, mientras que yo busco tu
mal. Hoy has demostrado conmigo tu gran bondad, pues el Señor me puso
en tus manos, y tú no me has quitado la vida. ¿Qué hombre,
que encuentra a su enemigo, le permite seguir su camino en paz? Que el Señor
te recompense por lo que hoy has hecho conmigo. Ahora estoy cierto de que llegarás
a ser rey y de que el reino de Israel se consolidará en tus manos".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
David es un hombre con
un corazón magnánimo. Lo manifiesta cuando desatiende los consejos
que lo incitan a la venganza. Se sabe perdonado y aprende a perdonar.
Del salmo 56 R/. Señor, apiádate de mí.
Apiádate de mí, Señor, apiádate, pues en ti me refugio;
me refugio a la sombra de tus alas hasta que pase el infortunio. R/.
Voy a clamar al Dios altísimo, al Dios que me ha colmado de favores;
desde el cielo, su amor y su lealtad me salvarán de mis perseguidores.
R/.
Señor, demuestra tu poder y llénese la tierra de tu gloria; pues
tu amor es más grande que los cielos y tu fidelidad las nubes toca. R/.
ACLAMACIÓN (2 Cor
5, 19) R/. Aleluya, aleluya.
Dios ha reconciliado consigo al mundo, por medio de Cristo, y nos ha encomendado
a nosotros el mensaje de la reconciliación. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 3,13-19
En aquel tiempo, Jesús
subió al monte, llamó a los que él quiso, y ellos lo siguieron.
Constituyó a doce para que se quedaran con él, para mandarlos
a predicar y para que tuvieran el poder de expulsar a los demonios.
Constituyó entonces a los Doce: a Simón, al cual le impuso el
nombre de Pedro; después, a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, a quienes
dio el nombre de Boanergues, es decir "hijos del trueno"; a Andrés,
Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo,
Simón el Cananeo y a Judas Iscariote, que después lo traicionó.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los Doce fueron constituidos por Jesús para estar con él, para acompañarle y continuar su misión. No es posible invertir el orden. Hay que vivir con Jesús para poder anunciarle.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que a todos los que estamos unidos por el mismo bautismo nos purifique, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte y nos haga participar algún día de los mismos sacramentos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio propio
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 21. 23)
Que todos sean uno, como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, dice el Señor. Yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectos en la unidad.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al participar del sacramento de tu Hijo, te pedimos, Señor, que santifiques y renueves a tu Iglesia, a fin de que todos los que nos gloriamos del nombre de cristianos podamos servirte en la unidad de la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Celebremos con alegría la fiesta de santa Inés, virgen, porque el Señor del universo la ha colmado de su amor.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que eliges a los débiles para vencer a los poderosos, te pedimos, al celebrar el martirio de santa Inés, que nos concedas imitar la heroica firmeza de su fe. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo, libro de Samuel: 1, 1-4. 11-12. 17. 19. 23-27
En aquellos días,
después de derrotar a los amalecitas, David se fue a Siquelag y ahí
permaneció dos días. Al tercer día llegó un hombre
del campamento de Saúl, con los vestidos rotos y la cabeza cubierta de
polvo. Llegó a donde estaba David y se postró en señal
de reverencia. David le preguntó: "¿De donde vienes?".
Él respondió: "Vengo huyendo del campamento de Israel".
David le preguntó: "¿Qué ha pasado? Cuéntamelo".
Él respondió: "El pueblo fue derrotado en la batalla y huyó.
Muchos cayeron y entre los muertos se encuentran Saúl y Jonatán".
Entonces David rasgó sus vestiduras, y lo mismo hicieron los que estaban
con él. Prorrumpieron en lamentaciones y llanto, y ayunaron hasta la
noche por Saúl y Jonatán, por el pueblo del Señor y por
la casa de Israel, pues habían muerto a espada. Entonces David entonó
una elegía por Saúl y su hijo Jonatán:
"Tus héroes, Israel, han sido inmolados en tus montañas.
¿Por qué cayeron los valientes? Saúl y Jonatán,
queridos y admirados, inseparables en la vida y unidos en la muerte, más
veloces que las águilas y más fuertes que los leones.
Hijas de Israel, lloren por Saúl, que las vestía de púrpura
y de lino y las cubría de joyas y de oro.
¿Por qué cayeron los valientes en medio de la batalla? Jonatán
yace muerto en tus montañas. Por ti, Jonatán, hermano mío,
estoy lleno de pesar. Te quise con toda el alma y tu amistad fue para mí
más estimable que el amor de las mujeres. ¿Por qué cayeron
los valientes y pereció la flor de los guerreros?" Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
David entona un lamento
generoso y sentido. Las muertes de Saúl y su amigo Jonatán fueron
un sufrimiento profundo para él. En la desgracia se conoce a los amigos.
Del salmo 79 R/. Señor, vuelve tus ojos a nosotros.
Escúchanos, pastor de Israel, que guías a José como un
rebaño; tú, que estás rodeado de querubines, manifiéstate;
ante la ruina de Efraín, Benjamín y Manases, despierta tu poder
y ven a salvarnos. R/.
Señor, Dios de los ejércitos, ¿hasta cuándo seguirás
airado y sordo a las plegarias de tu pueblo? Nos has dado llanto por comida
y por bebida, lágrimas en abundancia. Somos la burla de nuestros vecinos,
el hazmerreír de cuantos nos rodean. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Hech 16, 14) R/. Aleluya, aleluya.
Abre, Señor, nuestros corazones, para que comprendamos las palabras de
tu Hijo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 3, 20-21
En aquel tiempo, Jesús entró en una casa con sus discípulos y acudió tanta gente, que no los dejaban ni comer. Al enterarse sus parientes, fueron a buscarlo, pues decían que se había vuelto loco. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los parientes y familiares más próximos a Jesús no comprendieron, al principio, sus signos controvertidos. Jesús fue para ellos una bandera discutida y un signo contradictorio.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que los dones que vamos a ofrecerte en honor de tu santa virgen Inés te sean, Señor, tan agradables, como agradable fue a tus ojos su martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 4. 6)
Las cinco vírgenes prudentes llevaron frascos de aceite con las lámparas. A medianoche se oyó una voz: Ya viene el esposo; salgan al encuentro de Cristo, el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que glorificaste a santa Inés con la doble corona de la virginidad y del martirio, concédenos que esta comunión nos ayude a superar todas las pruebas y podamos así alcanzar el Reino eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Vicente de Zaragoza, mártir, y Domingo de Sora, abad. Beata Laura Vicuña, laica.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 95, 1. 6)
Canten al Señor un cántico nuevo, hombres de toda la tierra, canten al Señor. Hay brillo y esplendor en su presencia y en su templo, belleza y majestad.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA.
Dios eterno y todopoderoso, conduce nuestra vida por el camino de tus mandamientos para que, unidos a tu Hijo amado, podamos producir frutos abundantes. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Jonás: 3, 1-5. 10
En aquellos días,
el Señor volvió a hablar a Jonás y le dijo: "Levántate
y vete a Nínive, la gran capital, para anunciar ahí el mensaje
que te voy a indicar".
Se levantó Jonás y se fue a Nínive, como le había
mandado el Señor. Nínive era una ciudad enorme: hacían
falta tres días para recorrerla. Jonás caminó por la ciudad
durante un día, pregonando: "Dentro de cuarenta días Nínive
será destruida".
Los ninivitas creyeron en Dios, ordenaron un ayuno y se vistieron de sayal,
grandes y pequeños. Cuando Dios vio sus obras y cómo se convertían
de su mala vida, cambió de parecer y no les mandó el castigo que
había determinado imponerles. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
A diferencia de lo que
pasa con otros profetas, a Jonás sí lo escucharon. Los ninivitas
atendieron al llamado del profeta y se mostraron como gente sensata y dispuesta.
Del salmo 24 R/. Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad
de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra
esperanza. R/.
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según
ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero,
guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos.
R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 7, 29-31
Hermanos: Les quiero decir una cosa: el tiempo apremia. Por tanto, conviene que los casados vivan como si no lo estuvieran; los que sufren, como si no sufrieran; los que están alegres, como si no se alegraran; los que compran, como si no compraran; los que disfrutan del mundo, como si no disfrutaran de él; porque este mundo que vemos es pasajero. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Esta lección de
sabiduría nos ayudaría a vivir sin presiones ni angustias. La
vida es breve, el plazo se va acortando y el apóstol nos urge a vivir
en libertad.
ACLAMACIÓN (Me 1,15) R/. Aleluya, aleluya.
El Reino de Dios está cerca, dice el Señor; arrepiéntanse
y crean en el Evangelio. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 1, 14-20
Después de que arrestaron
a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea para predicar el Evangelio
de Dios y decía: "Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya
está cerca. Conviértanse y crean en el Evangelio".
Caminaba Jesús por la orilla del lago de Galilea, cuando vio a Simón
y a su hermano, Andrés, echando las redes en el lago, pues eran pescadores.
Jesús les dijo: "Síganme y haré de ustedes pescadores
de hombres". Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante, vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que
estaban en una barca, remendando sus redes. Los llamó, y ellos, dejando
en la barca a su padre con los trabajadores, se fueron con Jesús.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Muchos de los profetas de Israel proclamaron mensajes amenazantes y sombríos. La buena nueva del reino anunciada por Jesús es una proclama urgente que abre paso a la esperanza.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad, los dones que te presentamos y santifícalos por medio de tu Espíritu para que se nos conviertan en sacramento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio dominical
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 8, 12)
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Señor, por habernos alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y te pedimos que este don tuyo sea para nosotros fuente inagotable de vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- En nuestra sociedad de consumo, donde cada uno trata dé emular al otro y de acumular bienes más suntuosos que los demás, no existe el ánimo de vivir con moderación y mesura. Al parecer vivir es consumir cada día más. Las otras búsquedas más profundas cada vez tienen menos seguidores. Solamente quienes no se han quedado embelesados con el "canto de las sirenas" de la mercadotecnia y el consumo ilimitado, mantienen sus oídos atentos a la proclama liberadora del reinado de Dios. La propuesta cristiana de felicidad no radica en la posesión ostentosa, sino en la participación fraterna y gozosa de los bienes que Dios nos ha entregado.
Santos: Ildefonso de Toledo, obispo, y Francisco Gil, mártir. Beata Josefa María de Santa Inés, religiosa.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ef 4, 4-6)
Un solo cuerpo y un solo espíritu, como también es una la esperanza de la vocación con la que han sido llamados. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todo, lo penetra todo y está en todo.
ORACIÓN COLECTA
Muéstranos, Señor, la abundancia de tu misericordia y, por la acción del Espíritu Santo, acaba con toda división entre los cristianos, para que tu Iglesia se manifieste con mayor claridad como signo de salvación y el mundo crea en tu enviado Jesucristo, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de Samuel: 5, 1-7. 10
En aquellos días,
todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David, de la tribu
de Judá, y le dijeron: "Somos de tu misma sangre. Ya desde antes,
aunque Saúl reinaba sobre nosotros, tú eras el que conducía
a Israel, pues ya el Señor te había dicho: "Tú serás
el pastor de Israel, mi pueblo; tú serás su guía'".
Así pues, los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver a David,
rey de Judá. David hizo con ellos un pacto en presencia del Señor
y ellos lo ungieron como rey de todas las tribus de Israel.
David tenía treinta años, cuando comenzó a reinar. Primero
reinó en Hebrón, sobre Judá, siete años y tres meses.
Después, en Jerusalén, reinó sobre todo Israel y Judá,
treinta y tres años. En total, su reinado duró cuarenta años.
Una vez ungido rey, David y sus hombres marcharon a Jerusalén, contra
los yebuseos que habitaban aquella tierra. Éstos le dijeron a David:
"Tú no entrarás aquí, pues los ciegos y los cojos
bastarán para rechazarte. Ellos mismos dicen: 'David jamás entrará
aquí' ". Él, sin embargo, tomó la fortaleza de Sión,
que en adelante se llamó "la ciudad de David". David se hacía
cada vez más poderoso y el Señor estaba con él. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
La conquista de Jerusalén
es la culminación de la carrera ascendente de David. Este soldado victorioso
organizó de manera inteligente a su pueblo para que pudiera vivir en
libertad.
Del salmo 88 R/. Contará con mi amor y mi lealtad.
Hablando tú en visión a tus amigos un día les dijiste:
"He escogido a un valiente de mi pueblo y he ceñido a sus sienes
la corona. R/.
He encontrado a David, mi servidor, y con mi aceite santo lo he ungido. Lo sostendrá
mi mano y le dará mi brazo fortaleza. R/.
Contará con mi amor y mi lealtad y su poder aumentará en mi nombre.
Extenderé su imperio sobre el mar, sobre los ríos todos, su dominio".
R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
2 Tim 1, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la
vida por medio del Evangelio. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 3, 22-30
En aquel tiempo, los escribas
que habían venido de Jerusalén, decían acerca de Jesús:
"Este hombre está poseído por Satanás, príncipe
de los demonios, y por eso los echa fuera".
Jesús llamó entonces a los escribas y les dijo en parábolas:
"¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Porque
si un reino está dividido en bandos opuestos no puede subsistir. Una
familia dividida tampoco puede subsistir. De la misma manera, si Satanás
se rebela contra sí mismo y se divide, no podrá subsistir, pues
ha llegado su fin. Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y llevarse
sus cosas, si primero no lo ata. Sólo así podrá saquear
la casa.
Yo les aseguro que a los hombres se les perdonarán todos sus pecados
y todas sus blasfemias. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo
nunca tendrá perdón; será reo de un pecado eterno".
Jesús dijo esto porque lo acusaban de estar poseído por un espíritu
inmundo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús se identifica ciertamente con el hombre fuerte y bien armado que vence al "fuerte" y devuelve a las personas su libertad perdida. El camino cristiano no avala la opresión.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que a todos los que estamos unidos por el mismo bautismo nos purifique, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte y nos haga participar algún día de los mismos sacramentos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 21. 23)
Que todos sean uno, como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, dice el Señor. Yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectos en la unidad.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al participar del sacramento de tu Hijo, te pedimos, Señor, que santifiques y renueves a tu Iglesia, a fin de que todos los que nos gloriamos del nombre de cristianos podamos servirte en la unidad de la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestra Señora Reina de la Paz
Santos: San Francisco de Sales, doctor de la iglesia. Beato Vicente Lewoniuk y compañeros, mártires.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Dan 12, 3)
Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento; y los que enseñaron a muchos la justicia, serán como estrellas eternas.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que para salvación de los hombres concediste a san Francisco de Sales el don de servir con extremada amabilidad a todos, ayúdanos a demostrar, a ejemplo suyo, en una actitud servicial con nuestros hermanos, toda la delicadeza de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de Samuel: 6, 12-15. 17-19
En aquellos días,
David fue a casa de Obededom, donde estaba el arca de la alianza, y la transportó
con gran alborozo a la ciudad de David. Apenas habían dado seis pasos
los que llevaban el arca, cuando él sacrificó un toro y un becerro
gordo.
David danzaba con todas sus fuerzas ante el Señor, ceñido con
una especie de mandil de lino, que usaban los sacerdotes. David y toda la casa
de Israel conducían el arca del Señor con aclamaciones de júbilo,
al son de las trompetas.
Llevaron el arca del Señor y la colocaron en su sitio, en medio de la
tienda que David había mandado levantar. Luego David ofreció al
Señor holocaustos y sacrificios de acción de gracias. Cuando terminó,
David bendijo al pueblo en nombre del Señor de los ejércitos y
repartió a todo el pueblo, a cada hombre y a cada mujer de Israel, un
pan, un trozo de carne asada y un pastel de pasas. Después se fueron
todos, cada uno a su casa. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El arca es trasladada a
Jerusalén en medio del gozo y la algarabía. El pueblo se sabe
seguro cuando está consciente de que Dios lo acompaña. Sión
se convertirá en la morada del Señor.
Del salmo 23 R/. El Señor es el rey de la gloria.
¡Puertas, ábranse de par en par; agrándense, portones eternos,
porque va a entrar el rey de la gloria! R/.
Y ¿quién es el rey de la gloria? Es el Señor, fuerte y
poderoso, el Señor, poderoso en la batalla. R/.
¡Puertas, ábranse de par en par, agrándense, portones eternos,
porque va a entrar el rey de la gloria! R/.
¿quién es el rey de la gloria? El Señor, Dios de los ejércitos,
es el rey de la gloria. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Mt 11, 25) R/. Aleluya, aleluya.
Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado
los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 3, 31-35
En aquel tiempo, llegaron
a donde estaba Jesús, su madre y sus parientes; se quedaron fuera y lo
mandaron llamar. En torno a él estaba sentada una multitud, cuando le
dijeron: "Ahí fuera están tu madre y tus hermanos, que te
buscan".
Él les respondió: "¿Quién es mi madre y quiénes
son mis hermanos?". Luego, mirando a los que estaban sentados a su alrededor,
dijo: "Éstos son mi madre y mis hermanos. Porque el que cumple la
voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La familia biológica de Jesús es puesta al margen. La nueva familia, la de sus discípulos y seguidores, es ahora más importante. Los creyentes viven una solidaridad cada vez más profunda.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este sacrificio, prueba suprema del amor de Cristo, nos comunique, Señor, el fuego del Espíritu Santo que llenó de bondad el corazón de tu siervo Francisco de Sales. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Cor 1, 23-24)
Nosotros proclamamos a Cristo crucificado: fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por esta sagrada comunión, concédenos, Padre misericordioso, imitar en la tierra el amor y la bondad de san Francisco, para que podamos participar con él de la gloria en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La conversión de san Pablo, apóstol
Santos: San Prix de Clermont, obispo. Beato Enrique Seuze, presbítero.
ANTÍFONA DE ENTRADA (2 Tim 1, 12; 4, 8)
Yo sé en quien tengo puesta mi confianza y estoy convencido de que el Señor, justo juez, me dará la recompensa el día de su venida.
Se dice Gloría
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que has iluminado al mundo entero con la palabra de tu apóstol Pablo, cuya conversión conmemoramos hoy; haz que nos convirtamos a ti para dar, así, al mundo, un testimonio de tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 9, 1-22
En aquellos días,
Saulo, amenazando todavía de muerte a los discípulos del Señor,
fue a ver al sumo sacerdote y le pidió, para las sinagogas de Damasco,
cartas que lo autorizaran para traer presos a Jerusalén a todos aquellos
hombres y mujeres seguidores de Camino.
Pero sucedió que, cuando se aproximaba a Damasco, una luz del cielo lo
envolvió de repente con su resplandor. Cayó por tierra y oyó
una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?".
Preguntó él: "¿Quién eres, Señor?".
La respuesta fue: "Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate.
Entra en la ciudad y allí se te dirá lo que tienes que hacer".
Los hombres que lo acompañaban en el viaje se habían detenido,
mudos de asombro, pues oyeron la voz, pero no vieron a nadie. Saulo se levantó
del suelo, y aunque tenía abiertos los ojos, no podía ver. Lo
llevaron de la mano hasta Damasco y allí estuvo tres días ciego,
sin comer ni beber.
Había en Damasco un discípulo que se llamaba Ananías, a
quien se le apareció el Señor y le dijo: "Ananías".
Él respondió: "Aquí estoy, Señor". El
Señor le dijo: "Ve a la calle principal y busca en casa de Judas
a un hombre de Tarso llamado Saulo, que está orando". Saulo tuvo
también la visión de un hombre llamado Ananías, que entraba
y le imponía las manos para que recobrara la vista.
Ananías contestó: "Señor, he oído a muchos
hablar de ese individuo y del daño que ha hecho a tus fieles en Jerusalén.
Además, trae autorización de los sumos sacerdotes para poner presos
a todos los que invocan tu nombre". Pero el Señor le dijo: "No
importa. Tú ve allá, porque yo lo he escogido como instrumento
para que me dé a conocer a las naciones, a los reyes y a los hijos de
Israel. Yo le mostraré cuánto tendrá que padecer por mi
causa".
Ananías fue allá, entró en la casa, le impuso las manos
a Saulo y le dijo: "Saulo, hermano, el Señor Jesús, que se
te apareció en el camino, me envía para que recobres la vista
y quedes lleno del Espíritu Santo". Al instante, algo como escamas
se le desprendió de los ojos y recobró la vista. Se levantó
y lo bautizaron. Luego comió y recuperó las fuerzas. Se quedó
unos días con los discípulos en Damasco y se puso a predicar en
las sinagogas, afirmando que Jesús era el Hijo de Dios.
Todos los que lo oían quedaban sorprendidos y decían: "¿No
es este hombre el que andaba persiguiendo en Jerusalén a los que invocan
el nombre de Jesús y que ha venido aquí para llevarlos presos
y entregarlos a los sumos sacerdotes?". Pero Saulo, cada vez con más
vigor, refutaba a los judíos que vivían en Damasco, demostrándoles
que Jesús era el Mesías. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Pablo tiene que dejarse
conducir a Damasco por sus compañeros. En lo sucesivo, y a lo largo de
toda su vida, tendrá que dejarse conducir por Cristo, que lo ha elegido
como su instrumento.
Del salmo 116 R/. Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio.
Que alaben al Señor todas las naciones, que lo aclamen todos los pueblos.
R/.
Porque grande es su amor hacia nosotros y su fidelidad dura por siempre. R/.
ACLAMACIÓN (jn 15,
16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto,
y su fruto permanezca. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 16, 15-18
En aquel tiempo, se apareció
Jesús a los Once y les dijo: "Vayan por todo el mundo y prediquen
el Evangelio a toda creatura. El que crea y se bautice, se salvará; el
que se resista a creer, será condenado. Éstos son los milagros
que acompañarán a los que hayan creído: Arrojarán
demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes
en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño; impondrán
las manos a los enfermos y éstos quedarán sanos". Palabra
del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
La misión cristiana es universal. Los seguidores de Jesús viven
la comunión con Dios y con los hombres, y se convierten en testigos que
invitan a vivir en comunión con el Padre.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por este sacrificio eucarístico que vamos a ofrecerte, concédenos, Señor, que el Espíritu Santo nos ilumine con aquella misma fe que impulsó siempre a san Pablo a la predicación de tu Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de los apóstoles I
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Gal 2, 20)
Vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta comunión avive, Señor, en nosotros el amor incansable que impulsó a san Pablo a consagrarse al servicio de toda la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Timoteo y Tito, obispos, y Paula de Roma, viuda. Beato Miguel Kozal, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (1 Sam 2, 35)
Yo elegiré para mi pueblo un sacerdote fiel, que obre según mi corazón y mis deseos, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que hiciste dignos seguidores de san Pablo a tus santos obispos Timoteo y Tito, concédenos, por su intercesión, amarte y servirte en nuestros prójimos para que podamos llegar al cielo, nuestra patria. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Tito: 1, 1-5
Yo, Pablo, soy servidor
de Dios y apóstol de Jesucristo, para conducir a los elegidos de Dios
a la fe y al pleno conocimiento de la verdadera religión, que se apoya
en la esperanza de la vida eterna. Dios, que no miente, había prometido
esta vida desde tiempos remotos, y al llegar el momento oportuno, ha cumplido
su palabra por medio de la predicación que se me encomendó por
mandato de Dios, nuestro salvador.
Querido Tito, mi verdadero hijo en la fe que compartimos: te deseo la gracia
y la paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro salvador.
El motivo de haberte dejado en Creta fue para que acabaras de organizar lo que
faltaba y establecieras presbíteros en cada ciudad, como te lo ordené.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Pablo, como apóstol
del Mesías, vive plenamente al servició del Evangelio. Hasta tal
punto encarnó con fidelidad dicha misión, que llegó a identificarse
totalmente con el mensaje.
Del salmo 95 R/. Cantemos la grandeza del Señor.
Cantemos al Señor un canto nuevo, que le cante al Señor toda la
tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo. R/.
Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los
pueblos; de nación en nación, sus maravillas. R/.
Alaben al Señor, pueblos del orbe, reconozcan su gloria y su poder y
tribútenle honores a su nombre. R/.
"Reina el Señor", digamos a los pueblos. Él afianzó
con su poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia. R/.
ACLAMACIÓN (Sal
118, 105) R/. Aleluya, aleluya.
Tus palabras, Señor, son una antorcha para mis pasos y una luz en mi
sendero. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 4, 21-25
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "¿Acaso se enciende una vela para meterla debajo de una olla o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero? Porque si algo está escondido, es para que se descubra; y si algo se ha ocultado, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga". Siguió habiéndoles y les dijo: "Pongan atención a lo que están oyendo. La misma medida que utilicen para tratar a los demás, esa misma se usará para tratarlos a ustedes, y con creces. Al que tiene, se le dará; pero al que tiene poco, aun eso poco se le quitará". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El seguimiento de Jesús y la participación en el reinado de Dios exige asumir riesgos. Quien se decide a vivir el camino cristiano está dispuesto a aceptar reveses y desaires.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las ofrendas que te presentamos en la festividad de los santos obispos Timoteo y Tito y concédenos obtener por ellas, como lo esperamos, el auxilio de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 10, 10)
Yo vine al mundo para que tengan vida y la tengan en abundancia, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el sacramento del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, te pedimos, Dios y Padre nuestro, que el memorial que hemos celebrado con piedad nos obtenga plenamente tu perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Ángela de Merici, fundadora, y Vitaliano, Papa. Beato Jorge Mutualaitis-Matulewícz, fundador.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Gal 6, 14)
Que nuestra única gloria sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en quien está nuestra salvación, nuestra vida y resurrección y por quien hemos sido redimidos y liberados.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo muriera en la Cruz para salvar a todos los hombres, concédenos aceptar por su amor la cruz del sufrimiento aquí en la tierra, para poder gozar en el cielo los frutos de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de Samuel: 11, 1-4. 5-10. 13-17
En la época del año
en que los reyes acostumbraban salir a la guerra, David envió a Joab
con sus oficiales y todo Israel contra los amonitas. Los derrotaron y pusieron
sitio a Rabbá.
David se había quedado en Jerusalén. Un día, al atardecer,
se levantó de dormir y se puso a pasear por la terraza del palacio; desde
ahí vio a una mujer que se estaba bañando. Era una mujer muy hermosa.
David mandó preguntar quién era aquella mujer y le dijeron: "Es
Betsabé, hija de Eliam, esposa de Urías, el hitita". David
mandó unos criados a buscarla. Se la trajeron a su casa y durmió
con ella. La mujer quedó embarazada y le mandó decir a David:
"Estoy encinta". Entonces David le envió un mensaje a Joab:
"Haz que venga Urías, el hitita". Joab cumplió la orden,
y cuando Urías se presentó a David, el rey le preguntó
por Joab, por el ejército y por el estado de la guerra. Luego le dijo:
"Ve a descansar a tu casa, en compañía de tu esposa".
Salió Urías del palacio de David y éste le mandó
un regalo. Pero Urías se quedó a dormir junto a la puerta del
palacio del rey, con los demás servidores de su señor, y no fue
a su casa. Le avisaron a David: "Urías no fue a su casa". Al
día siguiente, David lo convidó a comer con él y lo hizo
beber hasta embriagarse. Ya tarde, salió Urías y se volvió
a quedar a dormir con los servidores de su señor y no fue a su casa.
A la mañana siguiente escribió David a Joab una carta y se la
envió con Urías. En ella le decía: "Pon a Urías
en el sitio más peligroso de la batalla y déjalo solo para que
lo maten". Joab, que estaba sitiando la ciudad, puso a Urías frente
a los defensores más aguerridos. Los sitiados hicieron una salida contra
Joab y murieron algunos del ejército de David, entre ellos, Urías,
el hitita. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El narrador nos presenta
con mucha finura el extravío del rey David. Mientras todo Israel está
en el campo de batalla, él reposa en la alcoba del palacio.
Del salmo 50 R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.
Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate
de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y
purifícame de mis pecados. R/.
Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra
ti solo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo. R/.
Es justa tu sentencia y eres justo, Señor, al castigarme. Nací
en la iniquidad, y pecador me concibió mi madre. R/.
Haz que sienta otra vez júbilo y gozo y se alegren los huesos quebrantados.
Aleja de tu vista mis maldades y olvídate de todos mis pecados. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Mt 11, 25) R/. Aleluya, aleluya.
Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado
los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 4, 26-34
En aquel tiempo, Jesús
dijo a la multitud: "El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando
un hombre siembra la semilla en la tierra: que pasan las noches y los días,
y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra,
por sí sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las espigas
y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros
los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha".
Les dijo también: "¿Con qué compararemos el Reino
de Dios? ¿Con qué parábola lo podremos representar? Es
como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña
de las semillas; pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de
los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar
a su sombra".
Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje,
de acuerdo con lo que ellos podían entender. Y no les hablaba sino en
parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El dinamismo del Reino no puede ser reducido a factores externos. La levadura del Reino va transformando sutilmente a las personas, sin que éstas lo entiendan del todo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que este sacrificio que Cristo te ofreció sobre la cruz para borrar los pecados del mundo, nos purifique ahora de todas nuestras culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12, 32)
Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor nuestro Jesucristo, tú, que nos has redimido por medio de tu cruz y nos has hecho partícipes de tu Cuerpo y de tu Sangre, concédenos participar también de la gloria de tu resurrección. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Eclo 15, 5)
El Señor lo ha llenado del espíritu de sabiduría e inteligencia, ha abierto sus labios en medio de la asamblea y lo ha revestido de gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios nuestro, que hiciste de Tomás de Aquino un hombre admirable por su anhelo de santidad y su dedicación a las ciencias sagradas, ayúdanos a comprender su doctrina y a imitar sus ejemplos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de Samuel: 12, 1-7. 10-17
En aquellos días,
el Señor envió al profeta Natán para que fuera a ver al
rey David. Llegó Natán ante el rey y le dijo: "Había
dos hombres en una ciudad, uno rico y el otro pobre. El rico tenía muchas
ovejas y numerosas reses. El pobre sólo tenía una ovejita, que
se había comprado; la había criado personalmente y ella había
crecido con él y con sus hijos. Comía de su pan, bebía
de su vaso y dormía junto a él. La quería como a una hija.
Un día llegó un visitante a la casa del rico, y éste no
quiso sacrificar ninguna de sus ovejas ni de sus reses, sino que se apoderó
de la ovejita del pobre, para agasajar a su huésped".
Al escuchar esto, David se puso furioso y le dijo a Natán: "Verdad
de Dios que el hombre que ha hecho eso debe morir. Puesto que no respetó
la ovejita del pobre, tendrá que pagar cuatro veces su valor".
Entonces Natán le dijo a David: "¡Ese hombre eres tú!
Por eso te manda decir el Señor: 'La muerte por espada no se apartará
nunca de tu casa, pues me has despreciado, al apoderarte de la esposa de Urías,
el hitita, y hacerla tu mujer. Yo haré que de tu propia casa surja tu
desgracia, te arrebataré a tus mujeres ante tus ojos y se las daré
a otro, que dormirá con ellas en pleno día. Tú lo hiciste
a escondidas; pero yo cumpliré esto que te digo, ante todo Israel y a
la luz del sol' ".
David le dijo a Natán: "He pecado contra el Señor".
Natán le respondió: "El Señor te perdona tu pecado.
No morirás. Pero por haber despreciado al Señor con lo que has
hecho, el hijo que te ha nacido morirá". Y Natán se fue a
su casa.
El Señor mandó una grave enfermedad al niño que la esposa
de Urías le había dado a David. Éste pidió a Dios
por el niño, hizo ayunos rigurosos y de noche se acostaba en el suelo.
Sus servidores de confianza le rogaban que se levantara, pero él no les
hacía caso y no quería comer con ellos. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
La parábola de Natán
es el espejo donde el profeta confronta al rey. El pecado opaca la conciencia
del mal. Cuando el hombre comienza a reconocer su maldad, inicia la conversión.
Del salmo 50 R/. Crea en mí, Señor, un corazón puro.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu
nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti,
ni retires de mí tu santo espíritu. R/.
Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí
un alma generosa. Enseñaré a los descarriados tus caminos y volverán
a ti los pecadores. R/-
Líbrame de la sangre, Dios, salvador mío y aclamará mi
lengua tu justicia. Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu
alabanza. R/.
ACLAMACIÓN (jn 3,
16) R/. Aleluya, aleluya.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en él tenga vida eterna. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 4, 35-41
Un día, al atardecer,
Jesús dijo a sus discípulos: "Vamos a la otra orilla del
lago". Entonces los discípulos despidieron a la gente y condujeron
a Jesús en la misma barca en que estaba. Iban, además, otras barcas.
De pronto se desató un fuerte viento y las olas se estrellaban contra
la barca y la iban llenando de agua. Jesús dormía en la popa,
reclinado sobre un cojín. Lo despertaron y le dijeron: "Maestro,
¿no te importa que nos hundamos?". Él se despertó,
reprendió al viento y dijo al mar: "¡Cállate, enmudece!".
Entonces el viento cesó y sobrevino una gran calma. Jesús les
dijo: "¿Por qué tenían tanto miedo? ¿Aún
no tienen fe?". Todos se quedaron espantados y se decían unos a
otros: "¿Quién es éste, a quien hasta el viento y
el mar obedecen?". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
La narración evangélica sobre la tempestad sosegada es una lección permanente para los cristianos. Una y otra vez necesitamos aprender a confiar en la presencia de Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sea grato, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte en la fiesta de santo Tomás de Aquino, cuyas enseñanzas y ejemplo nos mueven a alabarte con todo nuestro ser. Por; Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 12, 42)
Éste es el siervo fiel y sensato a quien su señor ha puesto al frente de su familia, para darles la ración de trigo a su tiempo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A quienes nos has alimentado con el Cuerpo de Cristo, ilumínanos, Señor, con sus enseñanzas, para que en la festividad de santo Tomás de Aquino, aprendamos tu verdad e imitemos tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 105, 47)
Sálvanos, Señor y Dios nuestro; reúnenos de entre las naciones, para que podamos agradecer tu poder santo y sea nuestra gloria el alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor Dios nuestro, amarte con todo el corazón y, con el mismo amor, amar a nuestros prójimos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Deuteronomio: 18, 15-20
En aquellos días
habló Moisés al pueblo diciendo: "El Señor Dios hará
surgir en medio de ustedes, entre sus hermanos, un profeta como yo. A él
lo escucharán. Eso es lo que pidieron al Señor, su Dios, cuando
estaban reunidos en el monte Horeb: 'No queremos volver a oír la voz
del Señor nuestro Dios, ni volver a ver otra vez ese gran fuego; pues
no queremos morir'.
El Señor me respondió: 'Está bien lo que han dicho. Yo
haré surgir en medio de sus hermanos un profeta como tú.
Pondré mis palabras en su boca y él dirá lo que le mande
yo. A quien no escuche las palabras que él pronuncie en mi nombre, yo
le pediré cuentas. Pero el profeta que se atreva a decir en mi nombre
lo que yo no le haya mandado, o hable en nombre de otros dioses, será
reo de muerte' ". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El profeta comunica la
voluntad de Dios a su pueblo. Los profetas son la conciencia crítica
de Israel. Cuando el pueblo se complace en sus caminos, el profeta lo pone frente
al espejo.
Del salmo 94 R/. Señor, que no seamos sordos a tu voz.
Vengan, lancemos vivas al Señor, aclamemos al Dios que nos salva. Acerquémonos
a él, llenos de júbilo, y démosle gracias. R/.
Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor, que nos
hizo, pues él es nuestro Dios y nosotros, su pueblo; él es nuestro
pastor y nosotros, sus ovejas. R/.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su
corazón, como el día de la rebelión en el desierto, cuando
sus padres dudaron de mí, aunque habían visto mis obras".
R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 7, 32-35
Hermanos: Yo quisiera que
ustedes vivieran sin preocupaciones. El hombre soltero se preocupa de las cosas
del Señor y de cómo agradarle; en cambio, el hombre casado se
preocupa de las cosas de esta vida y de cómo agradarle a su esposa, y
por eso tiene dividido el corazón. En la misma forma, la mujer que ya
no tiene marido y la soltera se preocupan de las cosas del Señor y se
pueden dedicar a él en cuerpo y alma. Por el contrario, la mujer casada
se preocupa de las cosas de esta vida y de cómo agradarle a su esposo.
Les digo todo esto para bien de ustedes. Se lo digo, no para ponerles una trampa,
sino para que puedan vivir constantemente y sin distracciones en presencia del
Señor, tal como conviene. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La soltería es un estado de vida que favorece y garantiza un ámbito mayor de libertad exterior. Quien permanece soltero puede dedicarse con amplitud al servicio de Dios.
ACLAMACIÓN (Mt 4,
16) R/. Aleluya, aleluya.
El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz. Sobre los que vivían
en tierra de sombras una luz resplandeció. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 1, 21-28
En aquel tiempo, llegó
Jesús a Cafarnaúm y el sábado siguiente fue a la sinagoga
y se puso a enseñar. Los oyentes quedaron asombrados de sus palabras,
pues enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu
inmundo, que se puso a gritar: "¿Qué quieres tú con
nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a acabar con nosotros?
Ya sé quién eres: el Santo de Dios". Jesús le ordenó:
"¡Cállate y sal de él!". El espíritu inmundo,
sacudiendo al hombre con violencia y dando un alarido, salió de él.
Todos quedaron estupefactos y se preguntaban: "¿Qué es esto?
¿Qué nueva doctrina es ésta? Este hombre tiene autoridad
para mandar hasta a los espíritus inmundos y lo obedecen". Y muy
pronto se extendió su fama por toda Galilea. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Las personas experimentamos diferentes formas de esclavitud. De todas esas esclavitudes nos libera Jesús. Es suficiente reconocerse necesitado para recibir la ayuda de Jesús.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estos dones que te presentamos en señal de sumisión a ti, y conviértelos en el sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio dominical
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 3-4)
Bienaventurados los pobres de espíritu, porque suyo es el Reino de los cielos. Bienaventurados los apacibles, porque poseerán la tierra, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el sacramento del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo que acabamos de recibir, nos ayude, Señor, a vivir más profundamente nuestra fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Los seres humanos hemos aprendido a liberarnos de las condiciones adversas del medio ambiente, creamos herramientas y formas de organización para vivir en sociedad y librarnos de la violencia que los demás ejercen sobre nosotros. De lo que no logramos liberarnos completamente es de nuestro propio yo. El hombre no consigue vivir como un ser en libertad. Se libra de un condicionamiento y aparecen nuevas formas de dominio. La tecnología aligera su trabajo y a la vez lo vuelve dependiente de la misma. Las formas de enajenación se modifican pero no desaparecen. Solamente Jesús puede liberar a quien reconoce su propia esclavitud.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 36, 3-4)
Pon tu esperanza en Dios, practica el bien y vivirás tranquilo en esta tierra. Busca en él tu alegría y te dará el Señor cuanto deseas.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que inspiras y llevas a término todo santo: propósito, conduce a tu pueblo por el camino de la salvación y haz que, cuantos lo dejaron todo para consagrarse a ti y seguir a Cristo casto, pobre y obediente, sean fieles en tu servicio y en el de sus hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de Samuel: 15, 13-14. 30; 16, 5-13
En aquellos días
llegó un hombre a avisar a David: "Todos los israelitas se han puesto
de parte de Absalón". Entonces David les dijo a sus servidores que
estaban con él en Jerusalén: "Huyamos pronto, porque si llega
Absalón no nos dejará escapar. Salgamos a toda prisa, pues si
se nos adelanta y nos alcanza, nos matará y pasará a cuchillo
a todos los habitantes de la ciudad".
Al subir por el monte de los Olivos, David iba llorando, con la cabeza cubierta
y los pies descalzos. Todos sus acompañantes iban también con
la cabeza cubierta y llorando.
Cuando llegaron a Bajurim, un hombre de la familia de Saúl, llamado Semeí,
hijo de Guerá, les salió al encuentro y se puso a seguirlos. Los
iba maldiciendo y arrojaba piedras a David y a todos sus hombres. El pueblo
y los soldados se agruparon en torno a David. Semeí le gritaba: "Fuera
de aquí, asesino malvado. El Señor te está castigando por
toda la sangre de la casa de Saúl, cuyo trono has usurpado. El Señor
ha entregado el trono a tu hijo Absalón y tú has caído
en desgracia, porque eres un asesino".
Abisay, hijo de Sarvia, le dijo entonces a David: "¿Por qué
se ha de poner a maldecir a mi señor ese perro muerto? Déjame
ir a donde está y le corto la cabeza". Pero el rey le contestó:
"¿Qué le vamos a hacer? Déjalo; pues si el Señor
le ha mandado que me maldiga, ¿quién se atreverá a pedirle
cuentas?".
Enseguida, David dijo a Abisay y a todos sus servidores: "Si mi propio
hijo quiere matarme, ¿con cuánta mayor razón este hombre
de la familia de Saúl? Déjenlo que me maldiga, pues se lo ha ordenado
el Señor.
Tal vez el Señor se apiade de mi aflicción y las maldiciones de
hoy me las convierta en bendiciones". Y David y sus hombres prosiguieron
su camino. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los parientes del difunto
rey Saúl están enemistados con David. El monarca no rehuye las
acusaciones y reconoce la verdad de sus palabras.
Del salmo 3 R/. Levántate, Señor, y sálvame, Dios mío.
Mira, Señor, cuántos contrarios tengo, y cuántos contra
mí se han levantado; cuántos dicen de mí: "Ni Dios
podrá salvarlo". R/.
Mas tú, Señor, eres mi escudo, mi gloria y mi victoria; desde
tu monte santo me respondes cuando mi voz te invoca. R/.
En paz me acuesto, duermo y me despierto, porque el Señor es mi defensa.
No temeré a la enorme muchedumbre que me cerca y me acecha. R/.
ACLAMACIÓN (Lc 7,
16) R/. Aleluya, aleluya.
Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 5,1-20
En aquel tiempo, después
de atravesar el lago de Genesaret, Jesús y sus discípulos llegaron
a la otra orilla, a la región de los gerasenos. Apenas desembarcó
Jesús, vino corriendo desde el cementerio un hombre poseído por
un espíritu inmundo, que vivía en los sepulcros. Ya ni con cadenas
podían sujetarlo; a veces habían intentado sujetarlo con argollas
y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba las argollas;
nadie tenía fuerzas para dominarlo. Se pasaba días y noches en
los sepulcros o en el monte, gritando y golpeándose con piedras.
Cuando aquel hombre vio de lejos a Jesús, se echó a correr, vino
a postrarse ante él y gritó a voz en cuello: "¿Qué
quieres tú conmigo, Jesús, Hijo de Dios altísimo? Te ruego
por Dios que no me atormentes".
Dijo esto porque Jesús le había mandado al espíritu inmundo
que saliera de aquel hombre. Entonces le preguntó Jesús: "¿Cómo
te llamas?". Le respondió: "Me llamo Legión, porque
somos muchos". Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella
comarca.
Había allí una gran piara de cerdos, que andaban comiendo en la
falda del monte. Los espíritus le rogaban a Jesús: "Déjanos
salir de aquí para meternos en esos cerdos". Y él se lo permitió.
Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos;
y todos los cerdos, unos dos mil, se precipitaron por el acantilado hacia el
lago y se ahogaron.
Los que cuidaban los cerdos salieron huyendo y contaron lo sucedido, en el pueblo
y en el campo. La gente fue a ver lo que había pasado. Se acercaron a
Jesús y vieron al antes endemoniado, ahora en su sano juicio, sentado
y vestido. Entonces tuvieron miedo. Y los que habían visto todo, les
contaron lo que le había ocurrido al endemoniado y lo de los cerdos.
Ellos comenzaron a rogarle a Jesús que se marchara de su comarca.
Mientras Jesús se embarcaba, el endemoniado le suplicaba que lo admitiera
en su compañía, pero él no se lo permitió y le dijo:
"Vete a tu casa a vivir con tu familia y cuéntales lo misericordioso
que ha sido el Señor contigo". Y aquel hombre se alejó de
ahí y se puso a proclamar por la región de Decápolis lo
que Jesús había hecho por él. Y todos los que lo oían
se admiraban. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Los hombres oprimidos frecuentemente sufren por la pedagogía equivocada que usan para atenderlos. Jesús descubre la cadena invisible que ata al geraseno y lo libera para siempre.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por medio de este sacrificio que te ofrecemos santifica, Señor, a los que has congregado en tu nombre a fin de que, cumpliendo con fidelidad sus votos, te sirvan con absoluta entrega. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Re 19, 7)
El ángel del Señor le dijo a Elías: Levántate y come, porque aún te queda un largo camino.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A quienes tu amor ha congregado y hecho partícipes de un mismo pan, concédeles, Señor, ayudarse y estimularse mutuamente en la práctica de la caridad y de las buenas obras, para que, con una vida santa, den testimonio eficaz de Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Juan Bosco, fundador; Francisco Javier María Bianchi, presbítero, y Marcela de Roma, viuda.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Mc 10, 14)
Dejen que los niños se acerquen a mí, dice el Señor, y no se lo impidan, porque de ellos es el Reino de Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en la persona de san Juan Bosco otorgaste a la juventud un padre y un maestro, enciende nuestro corazón con el mismo amor con que encendiste el suyo, para que en la entrega total a los demás, busquemos servirte sólo a ti. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de Samuel: 18, 9-10. 14. 24-25. 30-19, 3
En aquellos días,
después de haber sido derrotado por los hombres de David, Absalón,
su hijo, se dio a la fuga. Iba montado en una mula, y al meterse la mula bajo
las ramas de una frondosa encina, a Absalón se le atoró la cabeza
entre las ramas y se quedó colgando en el aire y la mula siguió
corriendo. Uno de los soldados lo vio y le fue a avisar a Joab: "Acabo
de ver a Absalón colgando de una encina". Joab se acercó
a donde estaba Absalón, tomó tres flechas en la mano y se las
clavó en el corazón.
Mientras tanto, David estaba en Jerusalén, sentado a la puerta de la
ciudad. El centinela, instalado en el mirador que está encima de la puerta
de la muralla, levantó la vista y vio que un hombre venía corriendo
solo. Le gritó al rey para avisarle. El rey le contestó: "Si
viene solo, es señal de que trae buenas noticias. Déjalo pasar.
Tú, quédate ahí". El centinela lo dejó pasar
y permaneció en su puesto.
El hombre que venía corriendo, que era un etíope, llegó
a donde estaba David y le dijo: "Le traigo buenas noticias a mi señor,
el rey. Dios te ha hecho justicia hoy, librándote de los que se habían
rebelado contra ti". El rey le preguntó: "Pero, mi hijo Absalón,
¿está bien?". Respondió el etíope: "Que
acaben como él todos tus enemigos y todos los que se rebelen contra mi
señor, el rey".
Entonces el rey se estremeció. Subió al mirador que está
encima de la puerta de la ciudad y rompió a llorar, diciendo: "Hijo
mío, Absalón; hijo, hijo mío, Absalón. Ojalá
hubiera muerto yo en tu lugar, Absalón, hijo mío".
Le avisaron entonces a Joab que el rey estaba inconsolable por la muerte de
Absalón. Por eso, aquella victoria se convirtió en día
de duelo para todo el ejército, cuando se enteraron de que el rey estaba
inconsolable por la muerte de su hijo. Por ello, las tropas entraron a la ciudad
furtivamente, como entra avergonzado un ejército que ha huido de la batalla.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La familia de David pierde
sus valores a causa de la ambición. Absalón muere en su lucha
desesperada por suceder a su padre. La ambición de poder es homicida
Del salmo 85 R/. Protégeme, Señor, porque te amo.
Presta, Señor, oídos a mi súplica, pues soy un pobre, lleno
de desdichas. Protégeme, Señor, porque te amo; salva a tu servidor,
que en ti confía. R/.
Ten compasión de mí, pues clamo a ti, Dios mío, todo el
día, y ya que a ti, Señor, levanto el alma, llena a este siervo
tuyo de alegría. R/..
Puesto que eres, Señor, bueno y clemente y todo amor con quien tu nombre
invoca, escucha mi oración y a mi súplica da respuesta pronta.
R/.
ACLAMACIÓN (Mt s,
17) R/. Aleluya, aleluya.
Cristo hizo suyas nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 5, 21-43
En aquel tiempo, cuando
Jesús regresó en la barca al otro lado del lago, se quedó
en la orilla y ahí se le reunió mucha gente. Entonces se acercó
uno de los jefes de la sinagoga llamado Jairo. Al ver a Jesús, se echó
a sus pies y le suplicaba con insistencia: "Mi hija está agonizando.
Ven a imponerle las manos para que se cure y viva". Jesús se fue
con él, y mucha gente lo seguía y lo apretujaba.
Entre la gente había una mujer que padecía flujo de sangre desde
hacía doce años. Había sufrido mucho a manos de los médicos
y había gastado en eso toda su fortuna, pero en vez de mejorar, había
empeorado. Oyó hablar de Jesús, vino y se le acercó por
detrás entre la gente y le tocó el manto, pensando que, con sólo
tocarle el vestido, se curaría. Inmediatamente se le secó la fuente
de su hemorragia y sintió en su cuerpo que estaba curada.
Jesús notó al instante que una fuerza curativa había salido
de él, se volvió hacia la gente y les preguntó: "¿Quién
ha tocado mi manto?". Sus discípulos le contestaron: "Estás
viendo cómo te empuja la gente y todavía preguntas: '¿Quién
me ha tocado?' ". Pero él seguía mirando alrededor, para
descubrir quién había sido. Entonces se acercó la mujer,
asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado; se postró
a sus pies y le confesó la verdad. Jesús la tranquilizó
diciendo: "Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y queda sana de tu enfermedad".
Todavía estaba hablando Jesús, cuando unos criados llegaron de
casa del jefe de la sinagoga para decirle a éste: "Ya se murió
tu hija. ¿Para qué sigues molestando al Maestro?". Jesús
alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga:
"No temas, basta que tengas fe". No permitió que lo acompañaran
más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago.
Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús el alboroto de
la gente y oyó los llantos y los alaridos que daban. Entró y les
dijo: "¿Qué significa tanto llanto y alboroto? La niña
no está muerta, está dormida". Y se reían de él.
Entonces Jesús echó fuera a la gente, y con los padres de la niña
y sus acompañantes, entró a donde estaba la niña. La tomó
de la mano y le dijo: "¡Talitá, kum!", que significa:
"¡Óyeme, niña, levántate!". La niña,
que tenía doce años, se levantó inmediatamente y se puso
a caminar. Todos se quedaron asombrados. Jesús les ordenó severamente
que no lo dijeran a nadie y les mandó que le dieran de comer a la niña.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Este doble relato combina dos motivos: la inmortalidad y la curación. Jesús no solamente tiene poder para curar, también dispone del poder para vencer a la muerte.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que la Iglesia te ofrece en memoria de tu santo Juan Bosco y haz que este sacrificio impregne de tu amor todas nuestras actividades. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 18, 3)
A menos que cambien y se hagan tan sencillos como niños, no entrarán en el Reino de los cielos, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de Cristo que hemos recibido en este sacramento, nos den fuerza, Señor para que, a ejemplo de san Juan Bosco, podamos comunicar a los demás la luz de la verdad y el fuego de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.