SAN MARCOS, del griego "martillo" (siglo I).
Evangelista y mártir. Al parecer era originario de Chipre. Discípulo
de los Apóstoles Pedro y Pablo, fue primo de Bernabé, el
compañero de Pablo. Vivió en Jerusalén, en la casa
de su madre María, donde se reunían los primeros cristianos.
Se le atribuye la autoría del segundo de los cuatro Evangelios,
que es el más breve (cuenta sólo con dieciséis capítulos),
probablemente escrito hacia el año 70 d. C., en el que narra en
forma concisa los hechos y recorridos de Jesús desde el Bautismo
hasta la Crucifixión y el mensaje del ángel cuando anuncia
la Resurrección; asimismo da cuenta de las costumbres judías,
Acompañó a Pablo y Bernabé a Chipre en su primer
viaje misionero y después regresó a Roma. Se considera que
plasmó por escrito en su Evangelio lo que Pedro narraba de Cristo.
Pedro se refiere a él diciéndole "...mi hijo Marcos"
(1 Pedro 5, 13) y Pablo dice a Timoteo: "Trae contigo a Marcos, pues
lo necesito para el ministerio evangélico"; asimismo, le considera
un amigo leal. Antiguas leyendas indican que predicó en Egipto
y murió mártir en Alejandría donde fue sepultado;
en el siglo IX sus restos fueron llevados a Venecia, Italia, donde se
veneran en la Catedral a él dedicada. Protector de notarios, vidrieros,
y curtidores; además es Patrono titular de la Orden Servita. Iconografía:
con túnica y capa de la época, escribiendo su Evangelio,
a su lado un león, lo cual tiene varias interpretaciones, entre
otras, la de que comienza con la predicación de san Juan "el
Bautista" (el Precursor) en el desierto; por analogía, se
le compara con el rugido del felino en dichos lugares. Otros señalan
que es por la fuerza de su Evangelio.
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