Santoral Septiembre del 2008 / www.laverdadcatolica.org

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SAN JOSUÉ, del hebreo, "Yahvé salva" (1534-1429 a.C.). Profeta. Al finalizar el libro del Deuteronomio, el profeta Moisés lo designa jefe de las tribus de Israel que van en busca de la Tierra Prometida (34, 9). Josué surge en la Biblia como prefigura de Jesús (misma raíz etimológica; del hebreo, "Yahvé salva"). Hijo de Nun, toma la iniciativa para conquistar la tierra que Dios da a su pueblo. Es figura central del libro homónimo en el Antiguo Testamento, donde se narran sus hazañas en 24 capítulos. De la tribu de Efraín, su nombre es Hosea antes de que Moisés le cambie el nombre (Nm 13,8-16). Es uno de los acompañantes de Moisés cuando éste sube al Monte Sinaí a recibir las Tablas de la Ley (Ex 32, 17). Al morir Moisés, sigue las indicaciones de Yahvé y hace que el Arca de la Alianza marche delante del ejército israelita. Después sitia a Jericó (Jos 6, 1-27) Y hace que el Sol se detenga sobre Gabaón para que le dé tiempo de vencer a los amorreos (Jos 10). Éstas y otras hazañas realiza Josué antes de su muerte que ocurre a los ciento diez años de edad. Es sepultado en Timnat Seraj, en la montaña de Efraím, al norte del monte Gaas (Jos 24, 29-30). Su nombre ha sido incluido en el Santoral, por su fiel participación en el plan salvifico de Dios. Iconografía: con túnica de época, al frente del ejercito y del arca de la Alianza al atravesar el río Jordán, entre otras. Compendio de Historia Sagrada. Progreso Editorial.

Santos: Beato Bartolomé Gutiérrez y compañeros, mártires. San Agrícola de Aviñón, obispo, y Teodata de Nicea y compañeros, mártires.

BEATO BARTOLOMÉ GUTIÉRREZ Y COMPAÑEROS, del arameo "el hijo del arador" o "abundante en surcos" (1580?-1632). Mártires. Se desconocen detalles de su infancia. Nace en la Ciudad de México, donde es bautizado, según consta en el libro de registros de bautizo, en el Sagrario Metropolitano, en 1580. Es hijo de Alonso Gutiérrez y Ana Rodríguez. De joven, ingresa en el convento de San Agustín de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús (ubicado en lo que hoy son las calles de República de Uruguay esquina Isabel la Católica, Centro Histórico) en 1596. Al terminar los estudios eclesiásticos es ordenado sacerdote. Según datos de su época, el padre Bartolomé es de complexión robusta. En 1606, se le envía con varios compañeros a misionar en Manila, Filipinas. Cuando éstos le dicen que su sobrepeso le imposibilitaría en las actividades que requería la evangelización del lugar, él con buen humor les responde: “... con esto habrá más reliquias que repartir de mi cuerpo cuando muera mártir... Alguna vez pasaré a Japón, a morir por la fe de Cristo". En efecto, pese a las persecuciones que contra los cristianos se realizaban en Japón, Bartolomé realiza dos viajes a esas tierras; en el segundo, permanece por espacio de 15 años. Su misión se cumplirá: cada vez más orientales conocen al Dios verdadero. Sin embargo, es descubierto y hecho prisionero con otros sacerdotes, con quienes es trasladado a Nagasaki. Se le encarcela durante tres años, con el consecuente mal trato. Por órdenes del emperador Taicosama, como mártir, es quemado vivo en una hoguera; sus cenizas son arrojadas al mar. El beato Pío IX (1846-1878) (7 de febrero), en el breve Martyrum rigata sanguine, con fecha de 7 de mayo de 1867, aprueba que 205 mártires sacrificados en Japón, entre ellos el mexicano Bartolomé Gutiérrez, sean declarados beatos con oficio y misa propias en las órdenes dominica, agustina, franciscana y jesuita. Iconografía: con hábito en la hoguera del martirio. El proceso de canonización del beato Bartolomé continúa vigente en la Santa Sede.

Santos: Gregorio Magno, Papa y doctor de la Iglesia, y Aristeo o Aristión de Alejandría, mártir. Beato Guala de Brescia, obispo.

BEATO GUALA DE BRESCIA, etimología desconocida (1180?-1244). Obispo. Originario de Bérgamo, Italia. En 1219, ya sacerdote y canónigo, ingresa en la recién creada Orden de los Predicadores (dominicos), donde es acogido por el fundador santo Domingo de Guzmán (agosto 8), quien le comisiona para fundar un monasterio en Brescia, del que fue Superior. Estando allí, tiene la visión profética de la muerte del fundador y su entrada al Reino. Durante el tiempo que permanece en dicha ciudad, su amor hacia los miembros de su comunidad religiosa y hacia los pobres le merecen el amor y respeto de sus hermanos y la feligresía. Por sus virtudes y su integridad, es superior de su orden y posteriormente, designado por el Papa, Inquisidor de la Fe, cargo donde destaca por su generosidad y comprensión. En 1229, Gregorio IX (1227-1241) le nombra obispo de Brescia. Durante esta etapa de su vida pastoral, la región se encuentra envuelta en severos problemas entre la Iglesia y el emperador Federico II (1194-1250), quien lucha contra el papado y es excomulgado por el citado Pontífice. Guala logra la reconciliación entre ambas partes. Es exitosa su encomienda de lograr la pacificación de las ciudades del norte de Italia. En todo lugar destaca por su profundo misticismo y su vida de oración, los cuales conjuga con su labor pastoral. Hacia 1239, se retira al monasterio de Altino, donde, en olor a santidad, entrega su alma al Creador. Por sus virtudes, la feligresía inicia su culto, el cual es confirmado por Pío IX (1846-1878) el 1 de octubre de 1868. Sus restos se conservan en el convento dominico de la Madre del Señor en Bérgamo. También se le conoce con los nombres de Gaudiosus de Brescia o Guala de Bérgamo.

Santos: Rosalía de Viterbo, laica, e Ida de Herzfeld, viuda. Beata Catalina Mattei o de Racconigi, laica.

BEATA CATALINA MATTEI O DE RACCONIGI, del griego, "pura" (1486-1547). Laica. Nativa de Racconigi, Italia. Sus padres son humildes artesanos. Desde muy joven labora como tejedora. En 1899, a semejanza de su admirada Catalina de Siena, a quien, debido a una visión, toma como modelo espiritual, emite voto de castidad personal y se caracteriza por su amor al Creador y el servicio al prójimo. Ingresa como terciaria (seglar) en la orden dominica. Quienes le conocen atestiguan su permanente sumisión a la voluntad divina, su ferviente oración para la salvación de pecadores y su aceptación de la Divina Voluntad al resistir con ejemplar resignación los fuertes dolores que le trajo consigo llevar en su cuerpo los estigmas de la Pasión. En 1501, durante otra de sus visiones, según relata: “... se me apareció la Santísima Virgen, que, tomando mi mano, la une a la del Divino Redentor, diciendo: 'Te doy por esposo a mi Hijo, en fe, esperanza y caridad '''. En otra ocasión cae en éxtasis: “...la Santísima Virgen con hábito dominico, me mandó que entrara en la Tercera Orden...", prediciendo que en corto tiempo los hermanos abrirían un convento en Racconigi. Por sus virtudes y dones con que Dios premia el amor y la fidelidad de su hija, es calumniada y rechazada por su comunidad, lo que le lleva a refugiarse en la población de Caramagna (1547), donde radica el resto de su vida. Según sus indicaciones, sus restos son enterrados en la iglesia dominica de Garessio, región de Piamonte, Italia. El pontífice Pío VII (1800-1823) confirma su culto en 1808 y le concede Misa y Oficio propios. Iconografía: en un nimbo, vestida con el hábito de terciaria dominica contemplando al Divino Maestro, quien con su mano le coloca un corazón llameante; a sus pies, un querubín lleva en sus manos un lirio, símbolo de pureza. Su cuerpo se encuentra incorrupto.

Santos: Lorenzo Justiniano, obispo, y Obdulia de Toledo, mártir. Beata María de los Apóstoles, fundadora.

BEATA MARÍA DE LOS APÓSTOLES, del arameo, "señora" (1833-1907). Fundadora. Teresa van Wüllenweber nace en el castillo de Myllendonk, Alemania. A la edad de 15 años ingresa en el Internado Benedictino de su ciudad natal, donde estudia dos años; de ahí pasa a las Misiones Parroquiales de Myllendonk, donde permanece hasta 1857. Cursa el noviciado con las Hermanas de la Adoración Perpetua (1868-1871). En 1871 inicia un grave conflicto entre el Imperio Alemán y la Iglesia, el cual origina la fundación del llamado Kulturkampf (del alemán: 'cultura' y 'lucha'). Teresa decide crear las "Hermanas Misioneras Alemanas", institución que hará frente a los ataques del Estado. Sus intereses espirituales se encaminan al trabajo misionero, por lo que formula "voto privado misionero", en la ciudad de Myllendonk. Para tal fin, renta una propiedad en Neuwerk, y en 1876 funda el Instituto Santa Bárbara, del cual es directora. En 1882 inicia la fecunda amistad entre Teresa y el Siervo de Dios Padre Francisco María de la Cruz Jordán (1848-1918), quien en 1881 inicia la Sociedad del Divino Salvador, cuya inspiración fundacional es: "Esta es la Vida Eterna, que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo" (Jn 17, 3). La rama femenina del instituto recién creado se origina en Tívoli, Italia, en 1888, bajo el nombre de La Congregación de las Hermanas del Divino Salvador (Hermanas Salvatorianas). A partir de entonces, Teresa cambia su nombre por el de María de los Apóstoles. La espiritualidad de María sirve para que la congregación incremente el número de sus integrantes. En 1889 hace sus votos perpetuos y es designada superiora. A finales de 1890, algunas hermanas viajan como misioneras la India. Debido al carisma de la institución, son enviadas varias hermanas a Ecuador, Sudamérica. En 1894 se establecen en Roma y en 1895 tres hermanas son enviadas a Estados Unidos. Al año siguiente, como muestra del cariño que sienten por ella sus hermanas, es reelegida Superiora del Instituto. Dos años después, en olor a santidad y siendo amada, respetada y admirada por quienes le conocen, entrega su alma al Creador en Tívoli, Italia. Beatificada por Pablo VI (1963-1978) el 13 de octubre de 1968.

Santos: Cleto y Donaciano, mártires; Zacarías, profeta, y Bega de Cumber1and, abadesa.

SAN ZACARÍAS, del hebreo, "Yahvé de acordó" (siglo VI a. C). Profeta. La tradición indica que nació en Galaad, parte de la región montañosa de Palestina, al este del río Jordán. Su familia es creyente del Dios verdadero. Su progenitor y antepasados paternos son sacerdotes servidores en el templo de Jerusalén, por lo que en esa ciudad desempeña su misión hacia fines del año 520 a.C. La última noticia que se conoce de él sucede hacia el 518 a.C., cuando en unión con el profeta Ageo (hacia 520 a.C.) promueve la reconstrucción del citado templo. Los estudios hechos por los exégetas (intérpretes) de la Sagrada Escritura denotan que es autor de la primera parte del libro homónimo en el Antiguo Testamento (capítulos 1-8); los demás capítulos (9-14), tiempo después, son escritos por otro profeta. Zacarías es el penúltimo de los doce Profetas Menores, denominados así por lo breve de su mensaje; en el Antiguo Testamento se mencionan otros personajes con el mismo nombre: Zacarías, sumo sacerdote judío, en el siglo IX a.C., y Zacarías rey de Israel, en 743 a.C. El Nuevo Testamento señala a los santos Zacarías y su esposa Isabel (5 de noviembre), padres de san Juan el Bautista. Este profeta se incluye en el Santoral de hoy por participar en el plan de salvación de Dios.

Santos: Regina de Francia, mártir, y Juan de Lodi, obispo. Beatos Juan Ducket y Rodolfo Corby, mártires.

BEATOS JUAN DUCKET Y RODOLFO CORBY, del hebreo, "Dios ha hecho gracia", y del germánico, "lobo de la fama", respectivamente (1644). Mártires. Juan Ducket nace en Silfortriggs, Inglaterra. Inicia estudios eclesiásticos en Douai, Francia; al cúlmino de los mismos, recibe la ordenación sacerdotal en 1639. Ejerce su ministerio en su país, donde atiende a la comunidad católica de Dirham. Pese a que en su patria se desata una tenaz persecución contra los cristianos, prosigue su predicación con el propósito de dar a conocer la misión salvífica de Cristo y conducir a las almas a la religión verdadera. Cuando las autoridades lo descubren, es encarcelado en la población inglesa de Wolsingham y poco después conducido a Londres, donde es condenado a morir en la horca. Rodolfo Corby, de origen irlandés, nace cerca de Dublín, en el seno de una familia católica. Cursa teología en Sevilla y Valladolid, España. Definida su vocación, ingresa en la Compañía de Jesús (jesuitas) en Flandes, Bélgica, población donde se ordena sacerdote en 1631. Para el desempeño de su misión, se le envía a Durham, Inglaterra; no obstante las persecuciones contra el catolicismo, durante 12 años el padre Corby atiende a la feligresía hasta ser aprehendido por las autoridades inglesas. Los dos son conducidos a Tyburn, Londres, Inglaterra, donde mueren mártires en aras de la fe. En 1929 son beatificados por Pío XI (1922-1939), con otros 105 mártires de Inglaterra.

LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, del latín, nativitas, "nacimiento" (siglo 1 a.C.). María, nace en Nazaret, Galilea. Se dice que sus padres, los santos Joaquín y Ana (26 de julio), tienen casados 20 años sin procrear, por lo que el sumo sacerdote en el Templo de Jerusalén rechaza la ofrenda de Joaquín, ya que era oprobio ser varón estéril; por tal vergüenza, el hombre no se atreve a regresar a su aldea y se oculta entre el gentío que asistía al templo, donde un ángel lo encuentra para comunicarle la noticia de que él y su esposa concebirían un hijo. La Sagrada Escritura no refiere dato alguno sobre la infancia de María; son escritos apócrifos los que dan rasgos de esta historia. María es engendrada por sus padres en un acto natural; nace exenta de pecado original, para ser la Madre de Dios. Esta celebración se origina en Oriente, quizás en el siglo V. En Roma es aprobada en el siglo VII por Sergio I (687-701); san Pío X (1903-1914) (21 de agosto) le concede la categoría de fiesta, con Oficio y Misa propios. En la actualidad, para respetar un orden cronológico, se celebra nueve meses después de la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María (8 de diciembre). Iconografía: Ana después de dar a luz a María, reposa atendida por varias damas, mientras la niña envuelta en lienzos duerme rodeada de ángeles. En México una bella tradición nos dice que en 1840 a la religiosa Magdalena del Señor San José (1859) de la orden de la Inmaculada Concepción, al hacer oración, tiene la inspiración de venerar a María Niña. Después, en dos ocasiones, sueña que María Santísima le dice: "Quiero que se me dé culto en mi infancia; concederé cuanto se me pida en esta advocación", por lo que, tras vencer algunos obstáculos, se le concede permiso y manda esculpir la pequeña imagen, iniciándose la veneración y los milagros por su intercesión; sin embargo, la jerarquía eclesiástica retira la escultura del culto. Después de insistir, la religiosa logra la aprobación del pontífice Gregorio XVI (1831-1846), quien concede a la imagen varias indulgencias. Esa misma representación de la Divina Infantita se puede visitar actualmente en el convento de la congregación Esclavas de la Inmaculada Niña, ubicado en la calle Madero # 2, Delegación Tlalpan, Ciudad de México. A su protección se encomiendan niños y niñas, a quienes les entusiasma regalarle juguetes.

Santos: Pedro Claver, presbítero, y Clarano o Querano de Irlanda, abad. Beato Federico Ozanam, laico.

BEATO FEDERICO OZANAM, del germánico, "poderoso en la paz" (1813-1853). Laico. Juan Antonio Ozanam y María Nantas, por problemas políticos, son exiliados de Francia y se trasladan a Milán, Italia, donde nace Federico, que es educado en los valores cristianos. Cuando el niño cuenta con cinco años de edad, sus progenitores regresan a su patria, para radicar en Lyon. Desde sus estudios elementales en dicha ciudad, demuestra su religiosidad e inteligencia. A los 18 años inicia la universidad en La Sorbona de París, donde obtiene las licenciaturas en Derecho y Humanidades. El ambiente que lo rodea lo aleja de la religión inculcada en el hogar; un suceso marca su futuro: Un día, al entrar en un templo, ve a un hombre arrodillado rezando con devoción el rosario, se acerca a él y se da cuenta que era uno de sus profesores, el físico Andrés María Ampere (1775-1836), científico francés famoso en el mundo por realizar valiosas aportaciones al estudio de la electrodinámica. Este encuentro le causa una grata impresión y arrodillado se une a la oración. Este hecho le hace reflexionar, y decide acercarse a la miseria de sus coterráneos, discernir las causas y efectos de la misma, por lo que decide convivir con los necesitados, con el propósito de mejorar su situación. El citado científico lo orienta para que el joven formalice un compromiso de beneficio para con los necesitados. En 1833, con varios universitarios altruistas, decide iniciar la "Conferencia de Caridad"; efectúa reuniones para hacer visitas a los hogares más humildes, detectar sus carencias y atenderlas. Más adelante, el nombre es cambiado por "Conferencias de la Historia". Como su trabajo requiere de mayor apoyo, con las ideas de la beata Rosalía Rendú (7 de febrero), religiosa
Hija de la Caridad (vicentina), su obra se convierte en la Sociedad de San Vicente de Paúl, cuyo apostolado es definido por Ozanam con las palabras: "La cuestión que divide a los hombres es una cuestión social. Se trata de saber si prevalecerá el espíritu del egoísmo o el espíritu del sacrificio". La sociedad se desarrolla con rapidez y con la vitalidad de los principios evangélicos, amar a Dios en el servicio al prójimo. Escribe en varios periódicos y revistas, y en 1840 obtiene el nombramiento de La Sorbona como profesor de literatura extranjera. El profesor Ozanam no descuida en ningún momento su apostolado ni su función académica; al respecto, expresa: "Soy de la Iglesia y de la universidad al mismo tiempo y voy a conjugar estos dos deberes, sean cuales fueran sus dificultades". Esta vida transformada por la oración del rosario y plena de amor a Dios, se extingue, después de penosa enfermedad, en la ciudad francesa de Marsella. Beatificado por el Siervo de Dios Juan Pablo II (1978-2005) en su viaje a Paris, Francia (del 21 al 24 de agosto), en 1997, en ocasión de la XII Jornada Mundial de la Juventud. Iconografía: en representaciones pictóricas, con vestuario de época.

Santos: Nicolás de Tolentino, presbítero, y Oglerio de Locedio, abad. Beato Apolinar Franco y compañeros, mártires.

SAN OGLERIO DE LOCEDIO, etimología desconocida (1214). Abad. Su obra en la oración y el amor de Dios es de tal trascendencia que le lleva a los altares. Hijo de humildes y católicos padres, nace en Trino (Vercelli, Italia). Ingresa en la abadía de la orden cisterciense, ubicada en la población italiana de Locedio. En ese lugar es fiel colaborador del abad Pedro; ambos, por instrucciones del pontífice Celestino III (1191-1198), tratan de pacificar las regiones del norte de su país y predican en la cuarta Cruzada (1202-1204). A este santo se atribuye haber logrado la armonía entre su tierra natal y Vercelli, en 1202. Una vez que el abad Pedro es designado a atender el monasterio de La Ferté, a Oglerio se le nombra abad en Locedio. Este monje se adelanta a su época en el estudio del dogma de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, cuando con sabiduría y devoción escribe el Tratado sobre las excelencias de la Virgen Madre, que aún se conserva y en el que resalta la gracia, humildad y virginidad de la Madre de Dios, así como la importancia de que sus devotos son salvados por su intercesión; además, escribe varios Sermones. Quienes lo rodean son testigos de su don de realizar numerosos hechos milagrosos, por lo que a su fallecimiento, con fama de santidad, el pueblo inicia su veneración, que al correr de los siglos aprueba, en 1875, el beato pío IX (1846-1878) (7 de febrero). Hoy la parroquia de Trino (Vercelli, Piamonte, Italia) está consagrada a él; ahí se veneran sus reliquias. De acuerdo con la relación de María con el Císter, que en vida san Oglerio advierte en 1134, un Capítulo General de la orden establece que todos los templos cistercienses se consagraran a la Virgen Santísima, decreto que tiene vigor hasta nuestros días.

Santos: Proto y Jacinto de Roma, mártires, y Pafnucio de la Tebaida, obispo, Beato Buenaventura de Barcelona, religioso.

BEATO BUENAVENTURA DE BARCELONA, del latín, "feliz", "bienaventurado" (1620-1684). Religioso. En el bautismo recibe el nombre de Miguel Bautista. Hijo de padres con escasos recursos y profundamente cristianos, es natural de Riudoms Tarragona, España. En su niñez ayuda a la familia en el trabajo del campo; con esfuerzo aprende a leer y a escribir. En la juventud siente el llamado de Dios a la vida religiosa; sin embargo, por obediencia a sus progenitores se casa a los 18 años pero de acuerdo con su esposa ambos conservan la castidad. Después de un año, Miguel queda viudo e ingresa en la orden de Frailes Menores (franciscanos) en el monasterio de Escornalbou, Tarragona; hacia 1640, profesa como hermano lego, recibe el hábito y elige el nombre de Buenaventura; durante 17 años cumple fielmente la Regla; destaca por su espiritualidad y sirve a sus hermanos como cocinero, portero, enfermero o bien pidiendo limosna para el sustento del monasterio. Después, con autorización de sus superiores, se traslada a Roma donde establece un convento y, peregrina a Loreto y Asís. Luego es asignado a radicar en el colegio franciscano de San Isidoro, con la finalidad de preparase para una nueva misión (1659). Pese a su carencia de estudios, supera dificultades y logra su propósito de promover reformas a la Regla. Más adelante, apoyado por la Santa Sede y el Colegio Cardenalicio, funda los primeros conventos reformados en Poggio Mirteto, Sabina y Tívoli, entre otras regiones; con lo anterior, contribuye al florecimiento de su orden. No obstante la cultura que con cierta dificultad adquiere, por humildad rechaza recibir la ordenación sacerdotal. Su vida se caracteriza por ser austera y de generosidad con los pobres. Dios le otorga los dones de discernimiento y para leer las conciencias. Se le atribuyen hechos milagrosos, además de continuos éxtasis y la comprensión de los misterios de la fe. Le ha sido atribuida la autoría de un breve Tratado sobre los requisitos para acudir al retiro y exhortaciones vocacionales. En retiro en el convento romano de Monte Palatino, entrega su alma al Creador. Beatificado por san Pío X (1903-1914) (21 de agosto) el l0 de junio de 1906.

EL SANTÍSIMO NOMBRE DE MARÍA, del arameo, "señora" (siglo I a.C.). El nombre de una persona queda vinculado en forma cercana a su realidad; asimismo, se entiende como expresión de la personalidad o bien como medio para constituirla. En el Antiguo Testamento, algunos nombres propios significan una especial relación con Dios. Desde la antigüedad, los judíos entienden que el nombre que se asigna a una persona lo marca para toda su vida, de ahí la importancia de la imposición del nombre a un hijo o una hija; tal es el caso de la Santísima Virgen, a quien sus padres, los santos Joaquín y Ana (26 de julio), días después del nacimiento acuden al templo a cumplir con este requisito. La primera persona con este nombre se cita en la Biblia (Éx 15, 20): la hermana del profeta Moisés. Su significado varía según cada traducción; por ejemplo: del latín, domina, "señora"; del hebreo Myriam, mir-am, que se interpreta como "madre fuerte"; del arameo, "princesa", "señora", y en México una acepción del chinanteco Marai, entre otros. Es de particular relevancia destacar cómo estas interpretaciones acerca del nombre de María, desde tiempo inmemorial, corresponden a lo que la personalidad de María simboliza para el mundo católico. El pontífice Inocencio XI (1676-1689) (12 de agosto) extiende a la Iglesia universal esta conmemoración a partir de 1683. Es digno enseñar a los pequeños que se encomienden a la protección de la Madre de Dios y para que ella sea para todos un modelo de bondad y perfección espiritual. Un pensamiento de san Luís María Grignon de Monfort (28 de abril) expresa: "Dios reunió en un lugar todas las aguas y lo llamó mar, y reunió en otro lugar todas las gracias y lo llamó María".

Santos: Juan Crisóstomo, doctor de la Iglesia; Maurilio de Angers, obispo, y Amado de Suiza, obispo.

SAN JUAN CRISÓSTOMO, del hebreo, "Dios ha hecho gracia", y del griego, Chrisostomos, "boca de oro" (344?-407). Doctor de la Iglesia. Vio la primera luz en Antioquia de Siria, actual Turquía. Su progenitor, comandante romano, muere dejándolo en la orfandad aún niño. Su madre, persona de buenos sentimientos y caritativa con los necesitados, le procura excelentes maestros, quienes lo forman e instruyen, hasta graduarse en Derecho. Como era la costumbre de aquel tiempo, fue bautizado ya adulto. Hacia 374 se une a varios eremitas que habitan, en vida de estudio y oración, en la zona montañosa al sur de Antioquia, donde hace vida comunitaria por cuatro años y dos años más en la soledad dentro de una húmeda cueva, lo cual le provoca una enfermedad, lo que motiva a regresar a la ciudad, donde, tomando en cuenta sus conocimientos, recibe la orden del diaconado y poco después la ordenación sacerdotal. Redacta sus Homilías contra las estatuas, cuando presenció una rebelión contra el emperador, en la que el pueblo destruye las estatuas del monarca y de sus familiares; este hecho da lugar a que su predicación se tornara vehemente al dar a conocer la doctrina del Redentor, por lo que es respetado por el pueblo y las autoridades. Su legado literario incluye más de 200 cartas, discursos, sermones bíblicos y tratados. Es nombrado obispo de Constantinopla (actual Estambul) y en 398, consagrado patriarca de dicha ciudad. Asimismo, fustiga con su palabra la maldad de los clérigos sometidos a las cortes y los excesos de los laicos, pero cuando se atreve a condenar las vanidades de la emperatriz Eudoxia (404), ésta, indignada, desata una campaña en contra de él y lo manda al exilio, donde permanece encarcelado y victima del maltrato. Muere en la población turca de Comana. Hacia 438, sus reliquias son trasladadas a Constantinopla y depositadas en el templo de los Santos Apóstoles. Proclamado doctor de la Iglesia en 1568, cuando queda confirmado su culto inmemorial; es uno de los cuatro doctores de la Iglesia oriental, en unión con los santos Basilio Magno, Gregorio Nacianceno (ambos del 2 de enero) y Atanasio de Alejandría (2 de mayo). El pontífice san Pío X (1903-1914) (21 de agosto) le otorga el patronazgo sobre los predicadores en 1909. Iconografía: con atavío de obispo oriental, en sus manos un pergamino y un panal, alusivos a su sapiencia y oratoria, respectivamente.

Santos: Materno de Colonia, obispo; Notburga de Rotemburgo, laica, y Gabriel Taurino Dufresse, mártir.

SANTA NOTBURGA DE ROTEMBURGO, del germánico, "protección en el apuro" (1265-1313). Laica. Originaria de Rattenberg, Austria. Sirvienta del conde de Rotemburgo (Rothenburg), Alemania, aprovecha su empleo para repartir entre los pobres los sobrantes de las comidas de sus patrones; se cuenta que la esposa del conde le ordena dejar de hacerlo y dar las sobras a los cerdos. Notburga, ante tal prohibición, opta por destinar parte de su alimento para repartirlo entre los pobres. Se cuenta que un día es sorprendida llevando alimento a los pobres, desobedeciendo la orden dada. El noble le ordena mostrar lo que llevaba en su regazo; milagrosamente, los alimentos se transformaron en vinagre y piedras. No obstante, Otilia, la esposa del conde, despide a Notburga; poco tiempo después regresa a su trabajo, ya que Otilia enferma y solicita que la piadosa doncella esté junto a ella como enfermera. Al fallecer la condesa, Notburga fue contratada para servir a un campesino en el pueblo de Eben; acepta con la condición de que la dejen asistir a la Santa Misa diariamente. El conde volvió a emplearla. Antes de morir solicita al conde ser depositada en una carreta y sepultada en el lugar donde ésta se detuviera. El noble caballero cumple la última voluntad de su sirvienta. La carreta se para frente a la capilla de San Ruperto, cercana a Eben, donde es enterrada. Su culto es ratificado en 1862. Iconografía; se le representa con una mazorca de maíz, o flores, y una hoz en su mano. Patrona de sirvientes y campesinos.

Santos: Santa Catalina Fieschi, laica. Beato Orlando de Médicis, anacoreta.

NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES, del latín, "penas" o "sufrimiento" (siglo XIII). En épocas pasadas esta conmemoración se efectuaba el viernes anterior al Domingo de Ramos, Para señalar su relación con la Pasión del Señor. Con la finalidad de preservar intactos los días de la Cuaresma, el pontífice san Pío X (1903-1914) (21 de agosto) la traslada al 15 de septiembre. En algunas zonas de la República mexicana aún se conserva el nombrado Viernes de Dolores, con festividades especiales dedicadas a esta advocación de Maria Santísima. Se recuerda a María al pie de la cruz en el Monte Calvario (Jn 19, 25-27). Esta devoción surge en la Edad Media, promovida por el cisterciense san Bernardo de Claraval (20 de agosto); al parecer en 1423 se celebra en Alemania como una festividad local, pero es el pontífice Benedicto XIII (1724-1730) quien la incluye en el calendario litúrgico (1721). En las reformas posteriores al Concilio Vaticano II, con referencia a la liturgia, se le otorgan nuevos formularios al oficio y a la Asamblea Eucarística de este día. Existe la devoción de "Los Siete Dolores de la Bienaventurada Virgen María", que es recomendable rezar hoyo bien los viernes, ya que nos recuerdas las penas que padece María en su vida terrenal. 1. Profecía de Simeón; 2. Huida a Egipto; 3. El Niño Jesús extraviado en el templo; 4. Jesús con la cruz a cuestas; 5. La crucifixión y muerte del Redentor; 6. La lanzada que traspasó el corazón del Crucificado y 7. El desprendimiento de la cruz. Iconografía: Nuestra Señora ataviada de riguroso luto, con vestido y manto negro o morado, al pie de la cruz; su rostro, bañado en lágrimas, refleja el inmenso dolor por la muerte de su Hijo; sobre el pecho, sus manos sostienen un pañuelo, mientras su corazón es traspasado por siete dagas.

Santos: Cornelio, papa, Y Cipriano, obispo, mártires, Juan Macias, hermano lego, y Edith de Wilton, religiosa.

SAN JUAN MACÍAS, del hebreo, "Dios ha hecho gracia" (1585-1645). Religioso. Oriundo de Ribera del Fresno, Badajoz, España. De padre y madre católicos, quienes mueren cuando él tiene cinco y seis años, respectivamente. Juan e Inés, su hermana menor, quedan al cuidado de sus padrinos. Los niños guardan como recuerdo de su progenitora un rosario que diariamente rezan. En casa de sus tutores, el niño ayuda con los gastos trabajando como pastor. Al parecer en la adolescencia, estando en dicho servicio, tiene una revelación de san Juan Evangelista (27 de diciembre), quien le dijo: “...vengo del cielo y me envía Dios para que te acompañe, porque miró tu humildad... Vengo a acompañarte porque te tiene escogido para sí; te tengo que llevar a unas tierras muy remotas y lejanas, adonde te han de levantar templos...". A los 20 años el joven se marcha de su tierra natal, con la premisa: "Para que se haga la voluntad de Dios en mí". Durante 19 años recorre varias regiones españolas, trabajando en los viñedos o el pastoreo, hasta que en Jerez de la Frontera hace amistad con los frailes de la orden de predicadores (dominicos). Desde entonces vive sirviendo en el templo y convento de la orden citada. Estando al servicio de un mercader, a sus 34 años de edad embarca al Nuevo Mundo, para llegar a Cartagena de Indias, Colombia, en Sudamérica. Ahí, Juan deja todo y continúa la travesía marítima hasta llegar a Lima, Perú, donde acude al convento dominico, hace oración ante la imagen de Nuestra Señora del Rosario (7 de octubre) e ingresa a la vida religiosa como hermano de obediencia o cooperador, hacia 1622. Las funciones a desempeñar son, en adelante, ser cocinero, lavaloza, atender la portería, hacer limpieza, etcétera. Da ejemplo de vida por su silencio, continua penitencia, ayuno, humildad, obediencia y austeridad. Viste túnicas usadas, viejas y remendadas. Sus devociones principales son el rezo del Rosario; se dice que tenía encallecidos los dedos de tanto repasar las cuentas del Rosario y orar en sufragio de las almas del purgatorio. Los últimos años de vida está dotado de dones sobrenaturales, éxtasis y fenómenos místicos, atestiguados por los hermanos del convento. Canonizado por Pablo VI (1963-1978) el 28 de septiembre de 1975. Iconografía: con hábito, en éxtasis rodeado por ángeles, rezando el rosario.

Santos: Roberto Belarmino, doctor de la Iglesia; Pedro Arbués, mártir, e Hildegarda Van Bingen, virgen.

SAN PEDRO ARBUÉS, del arameo, "piedra", "roca" (1441-1485). Mártir. Hijo de los nobles Antonio y Sancha. Nace en Épila, Zaragoza, España. Buen estudiante, hace estudios elementales en su tierra natal y los continúa en Bolonia, Italia, hasta obtener los títulos en derecho civil y derecho canónigo, en 1473. Al demostrar su inteligencia, piedad y buena conducta, le es otorgada una plaza de docente en Bolonia. Un año después, es honrado por el Cabildo de la catedral de Zaragoza, España, siendo ya sacerdote, con el cargo de canónigo regular de san Agustín; profesa sus votos solemnes en 1476. Al ejercer la canonjía, da ejemplo de una vida virtuosa, con trato amable y generoso con los necesitados, además de destacar por su cultura. En 1483 es nombrado, por la Santa Sede, Inquisidor General en el reino de Aragón. Su celo en el servicio inquisitorio hace que se inicien continuas detenciones y procesos de los que no cumplían con el catolicismo, lo cual causa represalias de los aludidos, que comienzan a quejarse por sus acciones rigoristas; sin embargo, los Reyes Católicos no dan importancia a las clamores, dada la probidad del padre Arbués; las denuncias se dirigen a Roma; la sede pontificia no contraviene lo dictaminado por el inquisidor. Se fragua una emboscada para asesinarlo. Son los familiares de los condenados quienes lo acechan por la noche, cuando solo se dirigía a la Catedral, los malhechores lo esperan en el interior de la misma y cuando Pedro hacía una genuflexión ante el Santísimo, es golpeado y apuñalado en el cuello, luego de lo cual se desploma sobre el piso y desangrándose alcanza a decir: "Loado sea Jesucristo; que yo muero por su fe"; los victimarios huyen cobardemente. Tan funesto hecho fue atestiguado por el Cabildo catedralicio, por cuyas manos es conducido el herido hasta su casa. Agonizante, otorga el perdón a sus agresores y muere santamente, dos días después, en la ciudad de Zaragoza en medio de la indignación del clero y la feligresía. Los asesinos son capturados por las autoridades y la justicia cae sobre ellos. Por su sacrificio, la Iglesia lo venera como mártir. El 29 de junio de 1867 es canonizado por el beato Pío IX (1846-1878) (7 de febrero). Iconografía: antiguos grabados lo representan en actitud orante, al ser atacado por sus enemigos.

Santos: Beatos Juan Bautista y Jacinto de los Ángeles, mártires. Santos: José de Cupertino, presbítero, y Ricarda o Richilda de Alsacia, emperatriz.

BEATOS JUAN BAUTISTA Y JACINTO DE LOS ÁNGELES, del hebreo, "Dios ha hecho gracia", y del griego, "gladiolo", respectivamente (1660-1700). Mártires. Estos dos beatos mexicanos nacen en la Sierra Norte de Oaxaca. Su conversión al cristianismo, acontece quizás en su juventud. Son bautizados por los frailes de la Orden de Predicadores (dominicos), en el poblado de San Francisco Cajones. Son laicos casados, con familia, y piadosos cristianos de vida honesta. De acuerdo con los decretos del III Concilio Provincial Mexicano, en 1585 se les selecciona para realizar la función de fiscales, “... quienes al lado de los párrocos serán perpetuos censores de las costumbres públicas... con el compromiso de denunciar vicios y delitos". Las crónicas indican que la noche del 14 de septiembre de 1700 Juan Bautista y Jacinto de los Ángeles descubren a un grupo de nativos, en la región que les correspondía fiscalizar, llevando a cabo ceremonias ante los ídolos, por lo que proceden a denunciar los hechos ante las autoridades eclesiásticas, avisando de inmediato a los frailes, quienes acuden a confiscar ídolos y ofrendas. A la mañana siguiente, la población no creyente, enardecida, exige la devolución de lo confiscado, con la amenaza de que, de no hacer la devolución, incendiarían el templo y el convento. En vano los sacerdotes tratan de calmar al gentío. Sin embargo, Juan y Jacinto, para que no cumplan la intimidación, se entregan a los demandantes. Por la fuerza, los paganos conducen a los dos fiscales hacia el monte Xagacia, desde donde son arrojados al despeñadero y sus cuerpos, destrozados a machetazos. El Siervo de Dios Juan Pablo II los beatifica en su quinta visita a México, el 1 de agosto de 2002, en la Basílica de Santa María de Guadalupe. Las reliquias de estos mártires se veneran en la capilla dedicada a ellos, en el interior de la Catedral de Oaxaca. Iconografía: con atuendo típico regional; de pie, cada uno lleva en sus manos la cruz alta propia de su nombramiento como fiscales.

Santos: José María de Yermo y Parres, fundador, y Jenaro de Nápoles, mártir. Beato Alonso de Orozco, presbítero.

SAN JOSÉ MARÍA DE YERMO Y PARRES, del hebreo, "Dios acrecentará", y del arameo, "señora" (1851-1904). Fundador. Originario de la hacienda de Jalmolonga, Malinalco, estado de México. Hijo del abogado Manuel de Yermo y María Josefa Parres, devotos católicos con recursos. Es bautizado, el día que nace, en la capilla de la hacienda. A los 50 días de nacido queda huérfano de madre. Don Manuel se traslada a la Ciudad de México para vivir con su hermana Carmen, quien proporciona atención al pequeño. Demuestra ser un excelente alumno; al terminar su primaria, recibe medalla al mérito civil, que le es entregada por el emperador Maximiliano, en 1864. A los 16 años ingresa en la Congregación de la Misión (vicentinos); pasados dos años, emite los votos religiosos (1869). Finaliza el curso de filosofía y por su brillante inteligencia lo envían a París a continuar con los teológicos. Regresa a México en 1872 y colabora en misiones populares vicentinas, donde da prueba de su espíritu de servicio. Considerando su frágil salud, se le manda como asistente del arzobispo Antonio Labastida y Dávalos. Sin embargo, delicado de salud en 1873, con la anuencia de sus superiores, deja la congregación y regresa a su casa donde se da a la tarea de establecer la asociación juvenil "El Ángel de la Pureza". Reinicia estudios en la congregación en 1875; desempeña el cargo de prefecto en el colegio de La Valenciana en Guanajuato, México, donde recibe las Órdenes menores. Es ordenado sacerdote el 24 de agosto de 1879 y celebra su primera misa en la Catedral de León, Guanajuato, México. En esta solemne ocasión, expresa: "Ahora sí, sólo podremos entrar al cielo llevando con nosotros un sinnúmero de almas. El sacerdote no es del mundo ni debe pertenecerle haciéndose mundano. Debe ser un ejemplo luminoso para el mundo". Es designado capellán de los templos del El Calvario y el Santo Niño, cuya situación era precaria; anexo al templo funda una casa de beneficencia con la ayuda de cuatro damas para atenderla, que es el antecedente de la fundación de las Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Pobres, cuyos votos son emitidos por las primeras religiosas en 1888. En la capital leonesa realiza una vasta misión: atiende a los marginados; establece asilos, orfanatos, hospitales y una casa hogar para la regeneración de jóvenes prostitutas. Durante el desbordamiento el río de Los Gómez auxilia a las victimas, sin importar la insalubridad ni su endeble salud; tal fue su servicio, que el gobernador Manuel González (1833-1893) lo reconoce como "el Gigante de la Caridad". Sin embargo, padece calumnias, por lo que es enviado a la ciudad de Puebla, México, donde continúa su obra al servicio del prójimo. Poco antes de su deceso, en enero de 1904, inaugura sus misiones en la Sierra Tarahumara (Chihuahua, México). Entregó su alma al Creador en la ciudad de Puebla, México. Sus reliquias se veneran en la Casa Central de las Siervas del Sagrado Corazón y de los Pobres, ubicada en calle 3 Poniente # 1512, Puebla de los Ángeles. El amigo de toda su vida, el poeta y dramaturgo Juan de Dios Peza, escribe lo siguiente: "No me sale ni me saldrá del alma esta pena tan grande, por la muerte de mi inolvidable hermano ...Fuimos amigos íntimos desde los 12 años de edad, 40 más o menos de trato fraternal.. ¡Cómo le lloro y cómo le recuerdo!". Canonizado por Juan Pablo II (1978-2005), el 21 de mayo de 2000. Iconografía: con sotana, rodeado por los niños a los que tanto sirvió.

Santos: Andrés Kim Taegon; Pablo Chong y compañeros, mártires, y Juan Carlos Cournay, mártir. Beato Francisco Posadas, presbítero.

BEATO FRANCISCO POSADAS, del italiano antiguo, "franco", "francés" (1644-1713). Presbítero. Nativo de Córdoba, España. Hijo de padres católicos, es conocido en su juventud cuando decide consagrarse a Dios e ingresa en el convento de la orden de Predicadores (dominicos) de Scala Coeli en su tierra natal. Hace el noviciado y recibe la ordenación sacerdotal en Jaén, Andalucía, España, donde durante 40 años evangeliza, por lo que se le reconoce como "el Apóstol de Andalucía". Tiempo después regresa a Scala Coeli y se dedica a la predicación. Destaca por su austeridad, humildad y extrema penitencia, así como por el desarrollo de intensa actividad en las obras de beneficencia y por ser guía espiritual hasta su muerte, acaecida en Córdoba. En uno de sus pensamientos, expresa: "La oración es comida que sustenta, conversación que regala, trato que entretiene y sueño dulce donde el alma descansa". Beatificado por Pío VII (1800-1823) en 1818. Iconografía: con hábito, rezando el rosario de María Santísima, a quien profesa especial devoción.

Santos: Mateo, apóstol y evangelista, y Maura de Troya, virgen. Beato Marcos Scalabrini, presbítero.

BEATO MARCOS SCALABRINI, del latín, derivado de Marte, dios griego de la guerra (1498). Presbítero. Nace en el seno de la noble familia Scalabrini, en la población de Mocogno, Módena, Italia. Ingresa en la Orden de Predicadores (dominicos) en el convento de Módena; caracteriza su vida su labor como apasionado predicador, el cual asocia su palabra con una ejemplar vida cristiana, lo que engendra múltiples conversiones y el cambio de vida de quienes se habían apartado de la ruta indicada por el Maestro. Recorre predicando diversas ciudades de Italia. Es prior del monasterio de Pésaro -lugar en el cual entrega su vida al Señor-, donde es respetado y admirado por su santidad, su dedicación al estudio y su ferviente oración. Es considerado uno de los grandes predicadores del siglo XV. A partir de 1949, su cuerpo reposa en el convento de Santo Domingo de Módena. Su culto es confirmado por el pontífice Pío IX (1846-1878) en 1857. También se le conoce como Marco o Marcos de Módena. No confundir con el beato Juan Bautista Scalabrini (1839-1905), obispo, fundador (1 de junio).

Santos: Beatos Cristóbal, Antonio y Juan de Tlaxcala, niños mártires. Santos: Félix IV, papa, y Mauricio de Agauno y compañeros, mártires.

BEATOS CRISTÓBAL, ANTONIO Y JUAN DE TLAXCALA, del latín, "portador de Cristo"; de Antonius, nombre de una gens romana, y del hebreo, "Dios ha hecho gracia", respectivamente (siglo XVI). Niños mártires. Los tres, infantes, nacidos en regiones del actual estado de Tlaxcala, primera diócesis mexicana, situada al oriente de la República, los cuales reciben instrucción religiosa en las primeras escuelas cristianas atendidas por frailes franciscanos en el citado lugar. Cristóbal nace en Atlihuetzia, como hijo del cacique Axótecatl; una vez convertido, pretende que su padre abrace la religión verdadera, así como propagar el Evangelio. Además, combate la poligamia, el alcoholismo y la idolatría de su comunidad, por lo que, pese a su corta edad hacia 1527, su padre, alentado por una de sus mujeres, lo golpea y arroja en la hoguera donde muere quemado. Antonio y Juan, originarios de Tizatlán (1526), se dedican a acompañar a frailes dominicos, quienes catequizan en las misiones de esa región y Oaxaca; en uno de esos caminos, son victimas de los paganos y mueren a golpes en Cuauhtichán, Puebla, en 1529. La Iglesia en México conmemora en esta fecha a los tres niños que murieron mártires en aras de la fe. Beatificados el 6 de mayo de 1990, en la segunda visita a México de nuestro recordado Juan Pablo II (1978-2005), en conmovedora ceremonia en la Basílica de Santa María de Guadalupe. Iconografía: con atuendo típico, crucifijo en sus manos, los tres en el momento de su martirio en la hoguera. Al visitar la capilla del cerrito en Ocotlán, Tlaxcala, es posible admirar representaciones pictóricas de estos niños mártires.

Santos: Pío de Pietrelcina, presbítero, y Lino I, Papa. Beata Helena Duglioli, laica.

SAN LINO I, del latín, linus (76?). Papa y mártir. En el Liber pontifiealis se indica que es originario de Fucsia, Italia. Su elección pontificia ocurre en el año 67 de la era cristiana. De acuerdo con la Tradición, es el sucesor inmediato de san Pedro (29 de junio); por lo tanto, el segundo papa en la cronología. Enfrenta las herejías de sus contemporáneos Menandro (hereje samaritano que pretende ser enviado a la Tierra para salvar a la humanidad), discípulo de Simón "el Mago" (sectario judío que pretende "comprar" al apóstol san Pedro el don de hacer milagros, hecho que otorga el nombre de simonía al comercio de las cosas sagradas), quien intentó hacer creer al pueblo que él era un nuevo Mesías. Tiene el acierto de consagrar a los primeros 15 obispos en la historia de la Iglesia, con el propósito de que dichos prelados administren los sacramentos y atiendan el aspecto espiritual de las primitivas comunidades de cristianos. Es posible que este pontífice haya dado la pauta para que las damas entren al templo con la cabeza cubierta. Lo menciona el apóstol san Pablo (29 de junio) en la segunda Carta a Timoteo (4, 21). Se dice que realiza curaciones milagrosas; entre éstas, la de la hija del cónsul Saturnino; sin embargo, el cónsul, influenciado por el paganismo, manda asesinar al pontífice. Sus reliquias reposan en la colina vaticana. Es venerado como santo desde tiempo inmemorial.

Santos: Vicente María Strambi, obispo, y Pacífico de San Severino, presbítero.

SAN PACÍFICO DE SAN SEVERINO, del latín, "el que hace la paz" (1653-1721). Presbítero. Carlos Antonio Divini nace en San Severino Marche, Marcas, Italia. Hacia los cuatro años de edad queda huérfano y se hace cargo de él su tío materno, prior de la catedral de su población natal. En 1670 ingresa como Hermano Menor en un convento de franciscanos reformados y un año después es admitido. Cursa estudios de Filosofía y Teología. Recibe la orden sacerdotal en 1678, en el monasterio de Fossombrone. Su vocación para la enseñaza y el apostolado le llevan a prepararse en el convento del Crucifijo de Teja, donde es nombrado maestro de novicios, predicador y lector; de forma paralela, se dedica a la enseñanza de la filosofía y a la difusión de la palabra en su comunidad, para lo cual recorre por más de 10 años los caminos de la provincia de las Marcas. Su predicación motiva el cambio de vida de cientos de personas, el acercamiento al verdadero Dios de otros tantos y la profundización de su fe de miles. Por sus virtudes y ejemplar vida se ve envuelto en calumnias, ante lo cual Pacífico muestra serenidad y confianza en la Divina Misericordia; no se defiende de sus detractores; en cambio, reza y realiza penitencias y ayunos por ellos. Su ardua labor se ve interrumpida debido a una dolencia de las rodillas que le hace ingresar al convento de Forano y permanecer inmóvil (1698). Su frágil salud, debilitada aún más por su vida austera, los ayunos y las penitencias hace que durante los últimos años de su vida quede ciego, sordo y mudo; lo que lamenta es no poder participar en la vida de su comunidad, ni oficiar misa, ni escuchar en confesión a los feligreses que tanto le aman. Como el santo Job, todo lo acepta con ejemplar resignación y ofrece sus dolores para la salvación de las almas de los pecadores. Entrega su alma en el monasterio de San Severino. Es canonizado en 1839 por el papa Gregorio XVI (1831-1848).

Santos: Sergio de Radonech, abad; Vicente María Strambi, obispo, y Cleofás, laico

SAN CLEOFÁS, alteración del griego, "la gloria del padre" (siglo I). Laico. Cleofás (Lc 24, 18) es el esposo de María, la madre de los apóstoles Santiago y Juan Evangelista (Jn 19, 25; Mc 15, 40). Es mencionado por el evangelista Lucas (24, 13-35), quien narra los momentos cuando Cleofás y otro discípulo de Jesús regresan del trabajo a su casa, después de la muerte del Mesías, con inmensa tristeza por ese hecho, cuando el Resucitado se les hace presente, pero algo les impide reconocerlo, dando a entender el evangelista que los ojos de esos discípulos sólo reconocerían al Redentor en cuanto tuvieran fe, así, como los pecadores de todos los tiempos no reconocemos la presencia de Cristo en cada hecho favorable o desfavorable de nuestra vida. Se les identifica como los Peregrinos de Emaús y se pueden equiparar a nosotros, los católicos, quienes en ocasiones, impacientes, no apreciamos el valor de nuestra existencia, tampoco comprendemos que el Resucitado camina cerca de nosotros, aun en situaciones adversas, y está delante de la humanidad que peregrina durante toda la vida. Al entender éste y otros acontecimientos en la vida de cada uno de nosotros, nos interiorizamos en el propósito de Dios sobre la historia de la humanidad. Es incluido en el Santoral de esta fecha por su intervención en el Plan salvifico de Dios.

Santos: Cosme y Damián de Arabia, mártires, y Teresa Couderc, fundadora. Beata Lucía de Caltagirone, laica.

SANTA TERESA COUDERC, del latín, "la que cosecha" (1805-1885). Fundadora. De origen francés, nace en Lyon. Sus padres no tienen recursos, en el bautismo recibe el nombre de Maria Victoria y le es infundida la religión católica. Desde niña ayuda a trabajar en el campo. Como es juiciosa, los labriegos la llaman con cariño "la Pequeña Campesina". Al no haber escuela en la región, sólo aprende conocimientos básicos por medio de una instructora que en forma eventual acude a impartir conocimientos a los niños. En su juventud conoce a unos misioneros Y con la dirección espiritual del sacerdote Esteban Terme establece una hermandad de damas altruistas. A los 29 años es nombrada directora de la misma, cuyo apostolado es atender peregrinos visitantes de la tumba de san Juan Francisco Regis (17 de febrero), así como la atención espiritual y material de las clases marginadas. Con la finalidad de obtener mejores resultados, escribe normas para dicha labor apostólica, de la que entonces nombra congregación de Nuestra Señora del Cenáculo o de Hermanas del Retiro de San Regis. En su profesión religiosa cambia su nombre por el que hoy es conocida. A la muerte del padre Esteban, las religiosas pasan por dificultades económicas; No obstante, la fundación se recupera y continúa su obra. Pese al servicio a favor de los pobres, padece calumnias e intrigas de sus hermanas espirituales, por lo que durante 20 años es excluida de dirigir su fundación. Es enviada a París donde hace una fecunda labor dedicada a la catequesis, lo que es reconocido por la sociedad que la rodea. Este exilio involuntario lo supera dedicada a la oración. Con paciencia e inconmensurable fe, supera la prueba de sentirse rechazada, con lo que demuestra ser un ejemplo de humildad y amor a Dios (1852). Con el tiempo las religiosas que la acusan se arrepienten y permiten que reasuma su cargo como superiora de la congregación. Deja una herencia de santidad, a su muerte ocurrida en el convento de Lyon, Francia. Su pensamiento lo transmite con varias reflexiones, entre las cuales se citan: "Hay muchos que buscan a los demás, únicamente por no estar solos consigo mismos" y "Si no vas a decir algo bueno, entonces no digas nada en absoluto". Canonizada por Pablo VI (1963-1978) en 1970. Iconografía: con hábito en actitud orante ante el altar.

Santos: Vicente de Paúl, fundador; Florentino e Hilario de Brémur, mártires. Beato Lorenzo de Ripafratta, presbítero.

BEATO LORENZO DE RIPAFRATTA, del latín, "laurel" (1373?-1456?). Presbítero. Su nacimiento quizás ocurre en la región Toscana de Ripafratta, Italia. En su juventud ingresa en la orden de predicadores (dominicos) en Pisa, donde recibe la orden del diaconado (del griego, "servidor"). Al terminar sus estudios es ordenado sacerdote. Hacia 1396 es designado superior de la orden, cargo en el que destaca por haber dado impulso a las reformas de la misma. Imparte la cátedra de teología a los novicios en el convento italiano de Cortona; es un excelente predicador, y guía espiritual. Durante una epidemia -sin temor al contagio- asiste a los enfermos en las poblaciones de Pistoya y Fabriano en su país. El padre Lorenzo es un ejemplo de penitencia, ayuno y oración para los religiosos y la feligresía; por su sabiduría, el pueblo le nombra "Arca de la Ciencia". Los últimos años de vida sufre con paciencia los dolores que le causa la herida en una pierna, ofreciendo a Dios su padecimiento, hasta su muerte en olor de santidad acaecida en la ciudad de Pistoya, cuando inician los pobladores su veneración, la cual es confirmada por el beato Pío IX (1846-1878) (7 de febrero) en 1851. Sus reliquias son veneradas en el templo de Santo Domingo de Guzmán, lugar donde fallece. Iconografía: con hábito, en actitud orante.

Santos: Lorenzo Ruiz y compañeros, mártires; Wenceslao de Bohemia, mártir, y Simón de Rojas, presbítero.

SAN SIMÓN DE ROJAS, del hebreo, variante de Simeón, "el hijo que Dios concede, para oír los ruegos de sus padres" (1552- 1624). Presbítero. Natural de Valladolid, España, Desde su niñez aspira a la vida religiosa, de lo que se deduce su formación en Cristo. Joven ingresa en la orden de la Santísima Trinidad (trinitarios) en su tierra natal. Destaca por su inteligencia y humildad, dones que lo ayudan en su ejercicio sacerdotal, ya que es solicitado en varios monasterios. Realiza vasta labor evangelizadora en el centro y sur de su país; es nombrado visitador de Castilla y Andalucía, Su fama de santidad hace que la reina lo llame para ser su confesor, A pesar de su fidelidad a Cristo y devoción a María Santísima, es acechado por los ataques del maligno, pero sale victorioso con oración y ayuno, Su observancia a la Regla es estricta; hace vida austera y mortifica su cuerpo con cilicios, Hay tres grandes cualidades que adornaron su existencia: 1) conversión de los pecadores; 2) santificación de los justos y 3) liberación de las almas del purgatorio, además de propagar y transmitir con vehemencia el amor al Crucificado y a su Santísima Madre, de quien expresaba: "Todo resulta suave y fácil con María". Es considerado personaje distinguido en la historia de España; sin embargo, por humildad, rechaza el nombramiento de obispo. En su obra escrita se destaca el Tratado sobre la oración y sus grandezas, así como numerosos sermones y su doctrina espiritual. La feligresía por sus servicios le otorga los títulos: "Apóstol de la devoción a la Virgen", "Amigo entrañable de los niños" y "Misionero de las cárceles madrileñas", entre otros. Introduce el oficio del Dulce Nombre de María en la Orden Trinitaria y después en la Iglesia universal. Su deceso acontece en Madrid, España. Canonizado por Juan Pablo II en 1988. Iconografía: con hábito, en actitud orante, ante un altar donde entre un nimbo de nubes se encuentra María Santísima con el Niño Jesús en brazos, quien le entrega un cíngulo; los ángeles rodean la escena.

Santos: Miguel, Gabriel y Rafael, arcángeles. y Fraterno de Auxerre, obispo. Beato Juan de Dukla, presbítero.

BEATO JUAN DE DUKLA, del hebreo. "Dios ha hecho gracia" (1414?-1484). Presbítero. Originario de la ciudad de Dukla, Polonia. En su juventud, después de vivir un tiempo como ermitaño, ingresa en la Orden Franciscana de los Hermanos Menores; posteriormente, se une a la rama bernardina (observante) franciscana, la cual lleva de forma estricta la Regla. Destaca por su amor a la Virgen María, pobreza, obediencia, prudencia y ascetismo. Por sus virtudes es designado guardián y superior del convento de Krosno y Leópoli. Destaca en el trabajo misionero y como confesor. Trata de conciliar las disputas entre grupos cismáticos y la Iglesia. Se le conoce como; "Heraldo de la paz y de la unión fraterna". Tiempo antes de morir pierde la vista, aceptando con ejemplar resignación tal carencia. El Señor le otorga el Don de la taumaturgia, por lo que su fama de santidad se expande por toda la región. Durante sus últimos años continúa su trabajo en el confesionario y predicando. Su muerte ocurre en Lviv, Ucrania. Canonizado por Juan Pablo II (1978-2005) en 1997. Iconografía: con hábito franciscano arrodillado viendo hacia el cielo, donde se aprecia a la Virgen María entregándole al Niño Jesús.

Santos: Jerónimo, doctor de la Iglesia, y Catalina Ni y Magdalena Tjyo, mártires. Beato Federico Albert, fundador.

BEATO FEDERICO ALBERT, del germánico, "poderoso en la paz" (1820-1876). Fundador. Nace en Turín, Italia; sus abuelos maternos se hacen cargo de él proporcionándole formación católica e instrucción elemental. A los 15 años de edad se decide por la milicia, pero los designios de Dios eran otros para el joven, ya que una anécdota cuenta que en cierta ocasión, cuando estaba en el templo, siente una voz interior y reflexiona en su vocación al sacerdocio, Luego ingresa al seminario. Prosigue estudios en la Real Universidad de Turín, donde cursa teología. Recibe la ordenación sacerdotal en 1843. Ejerce su ministerio como capellán de las Cortes, sin descuidar el apostolado de atender a las clases marginadas e inclusive a delincuentes. Su vida plena en virtudes y servicio al pueblo, permiten que el monarca Víctor Manuel II (18201878) reconozca su magnifico servicio en el aspecto social. Renuncia a su cargo en la citada capellanía, para atender de tiempo completo a su feligresía y a los necesitados. Contemporáneo de san Juan Bosco (31 de enero) intercambia con él sus ideas altruistas, en cuanto a instituciones de beneficencia. Es párroco en el templo de San Carlos en 1850 y dos años después en la población italiana, Lanzo Torinesse, es vicario parroquial. Su vasta misión comprende el establecimiento de orfanatorios, guarderías, casas de asistencia para jóvenes abandonadas, conservatorios, enseñanza de idiomas, normales para la formación de maestros, etcétera. Funda la congregación de Hermanas Vicentinas de Macla Inmaculada en 1869, conocidas como hermanas Albertinas. Por humildad, declina al nombramiento episcopal. Casi al final de su fructífera vida, en 1873 establece una colonia agrícola. Aun con su intensa actividad, se da tiempo para trabajos de decoración de su capilla; estando en estas labores, sufre una caída que le provoca heridas y por consecuencia la muerte, acaecida en Lanzo Torinesse. El 3 de septiembre de 1984 es beatificado por el recordado pontífice Juan Pablo II (1978-2005).