Santoral Octubre del 2003

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Santos: Teresa del Niño Jesús, Remigio, Verísimo, Romano, Máxima y Julia.

SANTA TERESA DEL NINO Jesús, del latín. "la que cosecha" (1873-1897). Doctora de la Iglesia. Nace en Alencón, Francia. Crece en el seno de una familia cristiana ejemplar. Su madre muere cuando Teresa tiene cuatro años. Su padre se esmera en la formación de sus hijos, por lo que tres de sus hijas ingresan en la vida religiosa. A los quince años, con una dispensa, ingresa en la orden de Carmelitas Descalzas, donde profesa en 1890. Por sus conocimientos, se le nombra maestra de novicias. Su vida religiosa está plena de oración y penitencia, así como de una lucha intensa, a fin de vencer constantes tentaciones del Maligno. Padece de tuberculosis, con constantes crisis; su mérito, desde la clausura del convento, es ofrecer su enfermedad, oraciones y sacrificios por las misiones, la conversión de la humanidad y la santificación de los sacerdotes. Su autobiografía: Historia de un alma, la escribe por instrucciones de su guía espiritual; en ella dice: "... A pesar de mi pequeñez, puedo aspirar a la santidad"; "Yo espero tanto de la justicia de Dios como de su misericordia"; con estas frases queda demostrada su espiritualidad evangélica. Muere en Lisieaux. Sus últimas palabras son: "¡Oh, le amo, Dios mío, os amo! Pío XI la canoniza en 1925 y la nombra patrona de las misiones. Juan Pablo II la proclama doctora de la Iglesia el 19 de octubre de 1997. Iconografía: con hábito y crucifijo con rosas en sus brazos. Protectora de la pureza de niños y jóvenes.

SANTOS ÁNGELES CUSTODIOS, del latín eclesiástico, “mensajeros de Dios". La tradición bíblica nos dice que son seres espirituales que interceden ante Dios y la humanidad. Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo encontramos numerosos pasajes en los que se les menciona: "... Yo envío a mi Ángel delante de ti, para que te guíe y te guarde... hasta el lugar que te he preparado" (Ex 23, 20); "... Servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación" (Hb 1, 14). En el IV Concilio de Letrán (1215), se fija celebrarlos en esta fecha. En 1608, Pablo V extiende la veneración a la Iglesia universal. Iconografía: en el Renacimiento se representan como niños; en la actualidad se incluyen jóvenes con túnicas blancas y alas. Los ángeles custodios nos protegen durante toda la vida y son un medio para acercarnos al Creador, a fin de que, al término de nuestra vida terrena, logremos la gloria celestial.

SANTA MARÍA JOSEFA ROSELLÓ, del arameo, “señora" y del hebreo, "Dios acrecentará", respectivamente (1811-1888). Fundadora. Nace en Abisola, Italia. se le bautiza con el nombre de Benedicta. Crece en el seno de una familia de obreros. En su juventud brota en ella el deseo de consagrarse a la vida religiosa; ingresa en la orden franciscana como terciaria. A los 19 años entra al servicio de un matrimonio; se encarga del cuidado del esposo. Al morir éste se le propone quedarse con la viuda como hija adoptiva; sin embargo, pese a la tentadora oferta, prefiere ser fiel a su vocación. Así, en 1837, por indicaciones del obispo Agustín de Mari, con otras jóvenes funda la Congregación de Nuestra Señora de la Misericordia, cuyas integrantes se esmerarán en la educación y el cuidado de niñas pobres. El nuevo instituto religioso emprende diversas acciones, como liberar y dar asilo a esclavos de África. En 1869 funda el Pequeño Seminario para hijos de obreros que deseen ser sacerdotes. Aunque es la Superiora, y pese a las dolorosas enfermedades que la aquejan, no renuncia a desempeñar las tareas más humildes ni a cuidar enfermos. Muere en la Casa Generalicia de la orden, en Savona, Italia. Sus últimas palabras son: "Amemos a Jesús. Lo más importante es amar a Dios y salvar el alma”. Pío XII la canoniza en 1949.

SAN FRANCISCO DE ASÍS, del italiano antiguo, "franco, francés" (1182-1226). Fundador. Nace en Asís, Italia. Se le bautiza con el nombre de Juan; sin embargo su padre lo llama Francisco (es decir, franco, francés), nombre desconocido hasta entonces. Ingresa en la escuela de los canónigos de san Jorge. Su vida juvenil parece indicar que heredará los negocios de la familia. En 1202, participa en la guerra contra Perusa, en la que se le encarcela; al quedar libre, su minada salud le hace guardar cama; más tarde, al pretender continuar su vida anterior, escucha una voz interior que le dice: "¿A quién hay que servir primero, al Señor o al siervo?", y renuncia a la riqueza. Se despoja de sus lujosos atuendos, y se retira a la vida eremítica de oración y penitencia. Atiende a los necesitados, y para ello atrae a sus compañeros; así surge una fraternidad que dará lugar a la orden de frailes menores (1221). Apoya la fundación de las Clarisas. La historia reconoce su obra, y aun lo hacen los no católicos; su obra ha proliferado por el mundo. Es el autor de Florecillas, un conjunto de poemas, y el iniciador de la tradición de los nacimientos de la época navideña. Por la perfección espiritual que logra alcanzar, se comunica con la naturaleza, e incluso con los animales. Su vida austera, lo raído de sus hábitos, mueven a llamarlo "esposo de doña pobreza". En 1224 recibe los estigmas de la Pasión del Señor, que lleva hasta su muerte, acaecida en su tierra natal. Gregorio IX lo canoniza en 1228. Iconografía: se le ve con hábito y rodeado por animales. Es el intercesor de los ecologistas.

SAN PLACIDO DE SUBIACO, del latín, “tranquilo” (siglo VI). Mártir. Vive en Roma; es hijo de un patricio romano, quien confía su educación al que, más tarde, será san Benito de Nursia, el cual lo forma en los monasterios de Subiaco y Montecassino (Italia). La religiosidad popular en Sicilia lo venera como mártir ya que, al parecer, en este lugar funda un monasterio donde unos piratas lo decapitan junto con otros monjes.

SAN BRUNO, DE COLONIA, del germánico. "acorazado” (1030-110l). Fundador. Nace en Colonia (Alemania). Estudia filosofía y teología. Sus bienes le son confiscados, por cuestiones políticas; así, al darse cuenta de la frivolidad mundana, decide dedicarse a Dios. Para la Iglesia de Reims es como un preceptor por sus profundos conocimientos de las Sagradas Escrituras, que encamina al servicio de Dios. Decide retirarse a la vida contemplativa, y con otros compañeros funda la congregación de los cartujos, caracterizada por una vida desligada al máximo de lo terrenal, en silencio perpetuo y oración para la salvación de la humanidad. En una de sus cartas escribe: "Cuánta utilidad y gozo divino traen consigo la soledad y el silencio... Dios premia con la paz y el gozo en el Espíritu Santo". Se le atribuyen comentarios a los Salmos y a las Epístolas de san Pablo. Expresaba: "...Vivo en estas tierras con mis hermanos... en permanente centinela en espera del Señor, para abrirle apenas llame". Muere en el monasterio de Calabria, Italia. León X lo canoniza en 1510. Iconografía: se le representa con hábito, estrella sobre el pecho y (alusivo al silencio) un dedo sobre sus labios.

NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, del latín, "corona de rosas". El papa Pío V (569) difunde la oración del santo rosario a la Iglesia universal, con la estructura actual. La tradición nos dice que santo Domingo de Guzmán, en una manifestación de la Santísima Virgen María, recibe la encomienda de difundir el rezo del santo rosario; el sucesor de este santo en la orden dominica, Humberto de Romans, continúa esta eficaz plegaria, y Alano de la Roche (siglo XV) la propaga con las "cofradías del rosario". En sus misterios, el rosario rememora la vida, los milagros, la pasión, la muerte y la gloriosa resurrección de Jesucristo, y la institución de la Eucaristía. Pío X (1913) establece festejar a Nuestra Señora del Rosario en esta fecha. Juan Pablo II, en la carta apostólica El rosario de la Virgen María (2002), proclama que sea el año del rosario hasta octubre de 2003. Asimismo, adiciona los misterios de la luz, en los que se relata la vida pública del Redentor. Expresa que "Es una oración apreciada por numerosos santos, y fomentada por el Magisterio". Además, por su carácter cristológico, concentra "...'la profundidad de todo el mensaje evangélico". A la luz de este documento pontificio, se reconoce el rosario corno oración contemplativa, y requiere la meditación de los misterios de la vida de Cristo a través del Corazón de María. León XIII (1883), en su encíclica Supremi apostolatus officio, considera esta oración "eficaz instrumento ante los males de la sociedad". Iconografía: María Santísima con túnica rosa, manto azul, el Niño Jesús en sus brazos y el rosario en sus manos.

SANTOS SERGIO y BACO, del latín, los dos nombres derivan del nombre de una gens romana (siglo IV). Mártires. Militares romanos pertenecientes a la nobleza. Una vez que se convierten al cristianismo son víctimas de las persecuciones paganas. Por negarse a adorar a los dioses se les traslada a Mesopotamia, donde sufren torturas y mueren decapitados. Iconografía: aparecen con atuendo militar y palmas del martirio. Protectores de los militares.

SAN DIONISIO y compañeros, del griego, "consagrado al dios Dioniso" (siglo III). Mártires. Su vida se conoce a través de la Historia de los francos, escrita por san Gregorio de Tours. Al parecer, a Dionisio, primer obispo de París, Eleuterio, sacerdote, y Rústico, diácono, se les envía a las Galias (Francia), a mediados del siglo III con el propósito de dar a conocer la Palabra de Dios. Ejercen su ministerio siendo víctimas de la persecución de Decio, quien los encarcela por negarse a dar culto a los dioses paganos. Sufren torturas y mueren decapitados; tal vez se les arroja al río Sena. En 475, sobre la tumba de estos mártires, se edifica la abadía de Saint Dénis, donde fueron sepultados reyes franceses. Iconografía: atavío episcopal griego o en el martirio.

SAN HUGOLINO y compañeros, del germánico, "inteligencia", diminutivo de Hugo (s. XIII). Mártires. Este grupo dé sacerdotes franciscanos Desembarca en Ceuta, al Norte de África. Inician su misión evangelizadora en ese lugar, y al transcurrir un breve tiempo se les arresta al negarse a adorar a falsos dioses. Todos mueren decapitados. Sus nombres: Domno, laico, y los sacerdotes Hugolino, Nicolás, Samuel, León y Ángel.

BEATO ELÍAS DEL SOCORRO NIEVES, del hebreo, "mi Dios es Yahvé" (¿1882?-1928). Mártir. Nace en Yuriria, Guanajuato (México). Hijo de humildes campesinos. Define su vocación al sacerdocio e ingresa en la orden de san Agustín, donde recibe la ordenación sacerdotal. Se distingue por su entrega generosa a las necesidades de sus feligreses y su espíritu de servicio. Se le envía a atender la comunidad de Caracheo, Michoacán (1921). Padece la difícil época de la persecución religiosa en la República Mexicana; su amor a Cristo le hace continuar el ejercicio de su ministerio en forma oculta, aun disfrazándose. Se le descubre y es fusilado en las cercanías de la población guanajuatense de Cortazar. El proceso de su canonización continúa, en espera de los milagros que acontezcan por intercesión de este Beato. Juan Pablo II lo beatifica en 1997.

NUESTRA SEÑORA DEL PILAR, del latín, "pilastra". Según una piadosa tradición, cuando el Apóstol Santiago "el Mayor" evangelizaba la península ibérica (en la actual ciudad de Zaragoza), se le "aparece” la imagen de María Santísima sobre una columna, para alentar su labor apostólica. Tiempo después, la religiosidad popular la llama Nuestra Señora del Pilar. En el mencionado sitio se construye un templo, hoy Basílica. Clemente XIII (siglo XVIII) fija en esta fecha su veneración y difunde su culto.

SAN TEÓFILO DE ANTIOQUIA, del griego. "amigo de Dios" (siglo II). Obispo. De posible origen asirio. Su amplia cultura la adquiere en Grecia. Su familia se convierte al cristianismo. Eusebio de Cesarea, sexto obispo de Antioquía, escribe su biografía. Se le reconoce como uno de los primeros Padres Apologistas (persona que hace una apología –defensa de otra). Su amigo Autólico le reprocha haber abandonado a los dioses, a lo que Teófilo contesta: "... pido al único Dios... la gracia de exponer toda la verdad... según su voluntad... y a todo el que esto leyere lo guíe por su verdad y su gracia". Critica las divinidades paganas, exhorta la lectura de la Sagrada Escritura, anuncia premios y castigos y la necesidad de purificar el corazón para alcanzar la verdad. Su obra escrita comprende: A Autólico y Contra la herejía de Hermógenes. Es el primero que utiliza el término triás/ados=triada, trinidad, de suma importancia en la Teología Trinitaria. Se ignora la fecha exacta de su deceso. Su memoria la señala el Martirologio Romano desde la segunda mitad del siglo IX.

SAN CALIXTO I, del griego, "bellísimo" (siglo III). Papa y mártir. De origen romano, al parecer esclavo y trabajador en las minas de Cerdeña (Italia). Obtuvo su libertad hacia 190. Recibe las órdenes del diaconado y funge como secretario del papa Ceferino, y ocupa su cargo a la muerte de éste (217). Ostenta el décimo sexto lugar en la cronología pontificio. Combate herejías y soluciona errores teológicos de su época. Al parecer, manda construir el cementerio de la Vía Apia, conocido como Catacumbas de San Calixto, donde se da sepultura a numerosos pontífices y mártires de los primeros siglos. Se le tortura y ultima a golpes de bastón y después es arrojado a un pozo.

SANTA TERESA DE JESÚS, del latín, "la que cosecha" (1515-1582). Doctora de la Iglesia, Nació en Avila, España; recibió esmerada educación con las religiosas agustinas, su nombre era Teresa de Cepeda y Ahumada. Huérfana de madre desde poco antes de cumplir los 12 años, le pidió a la Virgen que fuera su madre. Desde niña manifestaba el deseo de morir mártir en defensa de la fe en Cristo y dedicar su vida a Dios en la vida religiosa. En su juventud logró realizar su deseo profesando en la orden carmelitana, donde, por su brillante inteligencia, ocupó el cargo de Superiora. Aportó importantes reformas en la orden para hacerla de la más estricta disciplina. Con el apoyo de quien más tarde sería san Juan de la Cruz, propició la fundación de numerosos monasterios. Su vasta obra escrita es reconocida por la literatura universal; en ella se encuentran poemas y cartas; destaca el Libro de las Fundaciones y las Moradas, además de su autobiografía. Su vida, plena de experiencias místicas, tuvo que superar las tentaciones del espíritu del mal; con fe y amor al Creador exclamaba: “Nada te turbe, nada te espante...¡ Solo Dios Basta!”. Murió en Alba de Tormes, sus restos se veneran en su tierra natal. Gregorio XV la elevó a los altares en 1622 y Pablo VI la proclamó Doctora de la Iglesia en 1970. Iconografía: es variada, destaca la representación del momento de la transverberación cuando un ángel le atraviesa el corazón con un a flecha de fuego (amor de Cristo) y una paloma (inspiración) queda suspendida sobre su cabeza. Intercesora en los males cardiacos.

SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE, del latín, "perla" y del arameo, "señora" (1647-1690). Religiosa. Nació en Lhautecourt, Borgoña (entonces provincia española). Su familia era de amplios recursos, de niña demostró buen comportamiento. Ingresó en la vida religiosa a los 17 años en la orden de la Visitación de Santa María y profesó en 1672. Su vida transcurrió en la paz y oración conventuales, hasta que tuvo revelaciones de Nuestro Señor Jesucristo, quien le dice: "He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres...” Después de tres apariciones y la promesa de Jesús de que quienes recibieron la comunión durante los nueve primeros viernes en forma continua, tendrían garantía de salvación. A partir de 1675 se inició esta devoción. Su obra escrita contiene 133 cartas, poemas y una Autobiografía, escrita por instrucción de su director espiritual (quien más tarde sería santo), el Padre Claudio de la Colombiére, quien dio fe de la veracidad de las revelaciones. La santa al iniciar el texto lo ofreció a Jesús diciendo: "Sólo por vuestro amor es por lo que me someto a la obediencia de escribir esto....” Murió en el monasterio francés de Paray-le-Monial. Canonizada por Benedicto XV en 1920. Iconografía: con hábito en éxtasis ante el Sagrado Corazón de Jesús.

SAN IGNACIO DE ANTIOQUÍA, del latín, modificado del celtibérico, "egnatius" (40-107). Mártir. Nació en la antigua Turquía o Antioquía de Siria. Una tradición lo ubica como discípulo de san Juan Evangelista y segundo obispo en su tierra natal, a la que gobernó por 40 años. Durante la persecución de Trajano se le encarceló y envió a Roma para ser ejecutado. En este viaje escribió cartas para confortar a las comunidades de Filadelfia, Éfeso y Esmirna, entre otras, y las exhortó a permanecer firmes en la fe cristiana; por estas cartas se conoce su obra de evangelización. Murió en el coliseo romano devorado por las fieras. Se le considera uno de los Padres Apostólicos (por su cercanía con los Apóstoles). Iconografía: Aparece con atavío común a los obispos orientales; palma, por su martirio, y leones. Invocado contra enfermedades de la garganta.

SAN LUCAS, del latín, lucanus, "matinal", "luminoso" (siglo I). Mártir. Es educado en la cultura griega. Médico de profesión y aficionado a la pintura. Al parecer era de Antioquía (Turquía); se unió con san Pablo a fin de realizar su apostolado en los viajes de misión. Autor del tercer Evangelio y del Libro de los hechos de los apóstoles. En su Evangelio destaca la bondad del Redentor, sobre todo en las parábolas del "Hijo Pródigo" y la "Oveja perdida". A Lucas se debe el conocer la infancia dé Jesús y algunos datos de la Virgen María. Según la tradición, murió mártir en Patrás (Grecia). Iconografía: Aparece con túnica de época, escribiendo; un toro como atributo, porque empieza su Evangelio mencionando el ministerio sacerdotal de Zacarías, padre de Juan el Bautista. Protector de médicos, farmacéuticos y pintores.

SAN PEDRO DE ALCÁNTARA, del arameo, "piedra" (1499-1562). Presbítero. Nace en la población española de Alcántara. Estudia letras y derecho canónico. Ingresa en la orden franciscana, donde recibe la ordenación sacerdotal (1525). Realiza algunas reformas en la Regla de San Francisco y se une con otros franciscanos en una congregación de vida austera y meditación, conocida como "los descalzos" o “alcantarinos". Su vida, austera en extremo, se caracteriza por el ayuno y la disciplina. Por su constante e intensa oración, cae varias veces en éxtasis, situación atestiguada por monjes. Destacó por su don de consejo y amabilidad. Escribe el Tratado de oración y de la meditación, compuesto para "dar alimento evangélico a los hijos pequeños de Dios...” Muere en Arenas de San Pedro (España). Lo canoniza Clemente IX en 1669. Iconografía: Aparece con hábito franciscano; delgadez excesiva, descalzo; crucifijo en las manos, calavera (austeridad); unas disciplinas, pluma y libro.

SAN ARTEMIO DE EGIPTO, del griego, “perteneciente a Diana" (siglo IV) Mártir. También se le conoce como Artemio. El emperador Constantino le otorga el cargo de prefecto, en Egipto. Profesaba la fe cristiana, por lo que Juliano "el Apóstata" lo manda decapitar.

Santos: Celia, Hilarión, Antonio María Gianelli, Úrsula y compañeras, mártires.

SANTA CELIA, del etrusco, "celi=septiembre" (siglo V). Religiosa. Nace en Meaux, Las Galias (Francia). Movida por su piedad, "toma el velo de las vírgenes", que le otorga santa Genoveva, a la postre Patrona de París. Por su fama de santidad se le incluye en el santoral. Muere en el año 460.

XXV Aniversario de la Solemne Inauguración del Supremo Pontificado del Papa Juan Pablo II.

SANTA MARIA SALOME, helenización del hebreo, shalem "completo, perfecto" (siglo I). Viuda. Al parecer, había nacido en Nazaret, era esposa del pescador Zebedeo, ambos, padres de los Apóstoles Santiago "el Mayor" y Juan el Evangelista (Mt 20, 20-23). La tradición la ubica en el grupo de mujeres seguidoras del Mesías hasta el Calvario (Mt 27, 56); después de su muerte, preparan el cuerpo y, posteriormente, encuentran el sepulcro vacío. Es posible que haya muerto en las persecuciones contra los cristianos. Iconografía: Aparece con atuendo de época, al pie de la cruz, con otras mujeres piadosas que acompañan a la Virgen María.

SAN JUAN DE Capistrano, del hebreo. "Dios hace misericordia”. (1386-1456). Presbítero. Nace en Capistrano, Italia. Estudia arte y derecho. Contrae matrimonio y hereda el cargo militar de su padre. Acuerda, con su esposa, dedicarse a la vida religiosa; deja la milicia e ingresa con los franciscanos. Recibe el orden sacerdotal (1425) y ocupa el cargo de Vicario General. Se le designa Legado apostólico en Austria, organiza una cruzada para defender Europa del Islam. Es uno de los más valiosos predicadores del siglo XV; ya fuese en lengua italiana o en latín, también se valía de algún intérprete. Logra apaciguar ciudades; al predicar, contra el odio y discordias, decía: "Donde no hay justicia, no puede florecer la paz, donde hay paz, allí está Dios; donde hay discordia, allí reina el demonio". Sus escritos incluyen epístolas y libros para la catequesis popular. Murió en Ilock, Croacia. En 1724 se le canoniza. Iconografía: Aparece con hábito y cruz roja en el pecho (por las cruzadas) bandera blanca, con las siglas JHS de Jesucristo, y los tres clavos de la crucifixión.

BEATO RAFAEL GUÍZAR Y VALENCIA del hebreo, “Dios ha sanado" (1878-1938). Obispo. Nace en Cotija, Michoacán (México). Realizó sus estudios en Zamora y recibió la ordenación sacerdotal en 1901. Su ardua labor evangelizadora la desempeñó en varios estados. Sufre la época de la persecución religiosa en nuestro país, por lo que continúa su ministerio en Cuba, Guatemala, Panamá, etc. Consagrado obispo de Veracruz (1919), desempeña este cargo a partir de 1920, cuando regresa a su patria. Se reconoce la ardua labor episcopal que desempeñó durante 28 años; dirige misiones en toda la república y en el extranjero. Soporta calumnias y severas críticas, debido a la difícil situación política. Muere, con fama de santidad, en nuestra capital. Se le sepulta en Jalapa. En 1950, sus restos se trasladan a la Catedral de Veracruz. Juan Pablo II lo beatifica en 1995; la causa de canonización, para otorgarle el título de santo, aún continúa. Iconografía: Aparece, en fotografías, con atuendo episcopal.

SAN GAUDENCIO o GABINO, del latín, "que se alegra" (337-418). Obispo. Nace en la población italiana de Ivrea. Es consagrado obispo de Novara en 398. Destaca por su oratoria y vasta labor episcopal. Su obra literaria, en parte, fue extraviada, otras obras quedan para la posteridad localizables en el tomo XX de la colección Migne, que también incluye homilías para el tiempo pascual. Según la tradición, apoya la construcción de la catedral de Novata, donde muere y del que se le nombra Patrono. Iconografía: aparece con atuendo común a los obispos.

SAN EVARISTO, del griego, "agradable, complaciente" (siglo II). Papa y mártir. Griego de nacimiento. Electo papa, hacia el año 95, ocupa el quinto lugar en la cronología papas. Se le atribuye la ordenación de 17 sacerdotes, la institución de las primeras 7 ó 9 diaconías, que confía a los sacerdotes ancianos, por su experiencia; además, consagra l5 obispos, origen del actual Colegio Cardenalicio. Debido al aumento, y para la mejor atención de los cristianos, divide Roma en las actuales siete zonas tradicionales. Muere en la sede pontificia. Iconografía: aparece con atuendo común pontifical y un libro (referente a sus decretos).

Santos: Frumencio, Odrano, Vicente, Sabina y Cristeta. Beata Antonieta de Brescia.

SAN FRUMENCIO DE ETIOPÍA, del latín, "comerciante de trigo" (siglo IV). Obispo. Originario de Tiro, Líbano. En un viaje que realiza por el Mediterráneo, con su padre y su hermano Edesio, la nave encalla en Etiopía, donde el rey ordena matar a los pasajeros; milagrosamente, Frumencio y su hermano se salvan y, al parecer, la reina los protege. Construyen una capilla en ese país y viajan a Alejandría a fin de solicitar un obispo y misiones para cristianizar Etiopía. Por su piedad y deseo de evangelizar se le otorga el cargo a él. A su regresó, organiza la comunidad etíope y realiza una encomiable labor de evangelización hasta su muerte, acaecida en Aksun, Etiopía, donde se le reconoce como patrono.

SANTOS SIMÓN Y JUDAS TADEO, del hebreo, "Dios ha escuchado" y "alabanzas sean dadas a Dios"; Tadeo, "valiente para proclamar su fe”, respectivamente (siglo I). Apóstoles y mártires. Según la acción, ambos predicaban juntos la Palabra de Dios; se les otorga el nombre de Apóstoles por su vasta misión evangelizadora. Simón tiene por sobrenombre "el Cananeo". Judas aparece junto a Santiago el Menor en la lista de los doce Apóstoles de Jesucristo (Mateo 10, 3; Marcos 3, 18). Se cree que era pariente de Jesús. Se le atribuye una Carta en el Nuevo Testamento (una de las epístolas canónicas); en ella exhorta a los cristianos a "...luchar valientemente por la fe..”. Posiblemente, Simón muere mártir, aserrado en Edesa y Judas a golpes de garrote en Persia. Iconografía: ambos con túnica de época; Simón con una sierra por su martirio, y Judas, con un medallón con la efigie de Jesús y un mazo; este último es considerado taumaturgo, por sus múltiples milagros. Intercesor eficaz en casos difíciles.

SAN JOAQUÍN ROYO, del hebreo, "Yahveh dispondrá" (1691-1748). Mártir. Nació en Teruel, España. Estudió Humanidades en Valencia, donde recibe el hábito de la orden dominicana. En 1710 ingresó en la orden dominica. A los 21 años viajó a Manila, Filipinas; allí fue ordenado sacerdote. Su celo apostólico le mueve a evangelizar China, donde logra -en 33 años de misión- incontables conversiones. Su lema era: "¡Que se salven tantas almas!". Sus discípulos son sometidos a múltiples humillaciones y torturas para que lo denuncien; para evitarles suplicios, el padre Royo se entrega. Dos años lo mantuvieron preso y torturado; finalmente fue asfixiado y su cuerpo quemado. Escribió un catecismo en chino y numerosas cartas. León XIII lo beatificó en 1893 y, en el año 2000, Juan Pablo II lo canonizó. Iconografía: Aparece con hábito, palma, o bien con sus compañeros, entre nubes, en ascenso a la Gloria.

SAN MARCELO, del latín, "perteneciente a Marte" (siglo III). Mártir. Nace en León (España). Sede de la legión romana Séptima Gemina, donde ocupa el grado de centurión, acampa en la actual Marruecos. Durante los festejos imperiales, depone sus armas y se convierte al cristianismo, por esta acción se le encarcela y muere decapitado en su tierra natal. Otra tradición nos dice que, en unión con Marcelo, tres soldados de su tropa, Claudio, Lupercio y Victorico, también cristianos, lo acompañan en su martirio. Desde el siglo XIX sus restos reposan en la iglesia de San Marcelo, en la ciudad española de León. Iconografía: Aparece con atuendo militar, palma y corona, por su martirio.

SAN WOLFANGO DE RATISBONA, del teutónico, "lobo que merodea" (927-994). Obispo. Nace Suabia, Alemania; su familia era de amplios recursos. Decidido a entregar su vida a Dios ingresa en la orden benedictina, donde recibe la ordenación sacerdotal en 964. Por su celo pastoral es consagrado obispo en Ratisbona (Baviera). Destaca por su cultura, y es caritativo con los pobres. Muy enfermo muere en Austria, en la iglesia, después de recibir los sacramentos ante una multitud de feligreses, quienes lo veneran. Iconografía: Aparece con atavío episcopal y un lobo a sus pies. Invocado contra la parálisis y la apoplejía.