Búsqueda de algún Santo de este mes...

Dom

Lun

Mar

Mie

Jue

Vie

Sab

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

14

15

16

17

18

19

20

21

22

23

24

25

26

27

28

29

30

SANTORAL NOVIEMBRE DEL 2006

 

 

 

 

 

 

 

 

MIÉRCOLES 1

TODOS LOS SANTOS.

SANTOS: GERMÁN DE MONTFORT, ABAD, Y AMABLE DE RIOM, PRESBÍTERO.

TODOS LOS SANTOS, del latín sanctus, "sagrado". Esta celebración se inició en el Oriente. Los pontífices Gregorio III (731-741) y Gregorio IV (827-844) la extendieron al Occidente. Gregorio VII (1073-1085) la fijó para esta fecha. Con ella conmemoramos a hombres y mujeres que han sido inscritos en el Santoral o el Martirologio, y también a las personas que han dado en el mundo ejemplo de santidad y que han pasado inadvertidas, y por ello no han sido canonizadas ni se les ha otorgado celebración o memoria anual. En este día en especial, solicitamos a todos los santos alcanzar por su intercesión las gracias que nos hacen falta para vivir y animarnos a la imitación de sus virtudes con la esperanza de alcanzar la gloria. El Catecismo de la Iglesia Católica dice: "De la Iglesia [el cristiano] aprende el ejemplo de la santidad; reconoce en la Bienaventurada Virgen María la figura y la fuente de esa santidad; la discierne en el testimonio auténtico de los que la viven; la descubre en la tradición espiritual y en la larga historia de los santos que le han precedido y que la liturgia celebra a lo largo del santoral". Iconografía: santos y santas con túnicas blancas en torno a la Santísima Trinidad.

 

JUEVES 2

Los Fieles Difuntos.

Santos: San Ambrosio de Agauno, abad. San Victorino, mártir. Beato Juan Bodey, mártir.

SAN VICTORINO (303) era ya retórico cuando fue elegido obispo de Pettau, en el norte de Panonia. Escribió comentarios sobre varios libros del Antiguo y del Nuevo Testamento, san Jerónimo solía citarlos, pero no sin expresar la buena opinión que tenía del obispo. San Victorino hizo la guerra a diversas herejías de su época, pero él mismo fue acusado de milenarismo, es decir, de esperar que, en el año 1000, Cristo establecería su reino en la tierra. Se dice que fue martirizado durante la persecución de Diocleciano. En una época, se creyó que había sido el primer obispo de Poitiers, debido a una latinización errónea del nombre de su diócesis. No se conservan las actas de su martirio; lo poco que sabemos de él procede de referencias ocasionales que se encuentran en las obras de san Jerónimo.

 

VIERNES 3

Santos: Martín de Porres, religioso, y Pedro Almató, mártir. Beato Ruperto Mayer, presbítero.

BEATO RUPERTO MAYER, del germánico, variante de Roberto, "el que brilla por su fama" (1876-1945). Presbítero. Oriundo de Stuttgart (Alemania), de padres católicos. Inició sus estudios en Ravensburg (Baviera). En su juventud decidió consagrar su vida a Dios, mas, a causa de problemas políticos, estaba cerrado el seminario jesuita. Estudió filosofía y teología en Friburgo, Munich y Turingia, hasta ordenarse de sacerdote en Rotlenburg. Ejerció su ministerio como capellán y continuó estudiando en el noviciado jesuita en Tisis, Austria. Al término, fue enviado a Munich como predicador; aquí atendió a multitud de campesinos y estableció la comunidad de Hermanos de la Sagrada Familia para atender a jóvenes obreras y emigrantes. Fue el primer capellán militar católico condecorado al inicio de la Primera Guerra Mundial. Cuando atendía heridos en Rumania, una metralla le arrancó la pierna izquierda; enfermó de gravedad y regresó a Munich. Ocupó diversos cargos y dirigió Caritas diocesana y una comunidad mañana. Vivió en Baviera los conflictos de la posguerra, y también el avance nazi. En su prédica denunció la política infrahumana del III Reich; por ello, las autoridades le prohibieron predicar, orden que no acató, y fue, por ende, detenido en varias ocasiones. Entre 1938 y 1939 se le aprehendió en dos ocasiones y se le condujo al campo de concentración de Sachsenhausen (Berlín); aquí se le confinó en una celda de aislamiento, con un mínimo de alimentos, la salud debilitada y la cicatriz de la pierna amputada con infección. Para evitarse problemas, las autoridades lo enviaron en secreto al monasterio benedictino de Etal (Baviera); durante este exilio, la Segunda Guerra terminó, y pudo regresar a Munich, donde se dedicó a la predicación y auxilió a los repatriados. Sufrió pérdidas leves de la palabra (afasia). El primero de noviembre, cuando celebraba la asamblea eucarística, padeció un ataque cerebral que le causó la muerte. Se le reconoce como el apóstol de Munich. Fue beatificado por Juan Pablo II en 1987.

 

SÁBADO 4

Santos: Carlos Borromeo, cardenal, y Emerico o Enrique de Hungría, príncipe. Beata Elena Enselmini, religiosa.

BEATA ELENA ENSELMINI, del latín Helena, "la que brilla" (1208-1242). Religiosa. Nació en Padua, Italia. Se sabe que era de cuna humilde, pero no se conocen otros pormenores de su familia e infancia hasta los doce años, cuando ingresó en la orden de las clarisas pobres; recibió el velo del seráfico Francisco de Asís, en Arcella. Hacia 1230 enfermó gravemente de un mal en ese entonces desconocido, el cual le provocó espasmos y calenturas durante casi año y medio. Conoció y estableció amistad profunda con san Antonio de Padua (13 de junio), quien la visitó durante su enfermedad y admiró por su piedad, humildad y amor al Santísimo Sacramento. En 1231, Elena quedó muda y ciega; entonces recibió el don de la inedia, esto es, pasaba largos periodos sin recibir alimento material y subsistía sólo con la sagrada Eucaristía. Cuando cumplió los veinte años, fue tentada por el Maligno en innumerables ocasiones; salió victoriosa por su gran fe en la misericordia divina. Murió en el convento de su ciudad natal. León X (1513-1521) la beatificó. Su culto fue confirmado por Inocencio XII (1691-1700) el 29 de octubre de 1695.

 

DOMINGO 5

XXXI DOMINGO ORDINARIO

Santos: Zacarías e Isabel, padres de san Juan el Bautista. Beata Francisca de Amboise, religiosa.

BEATA FRANCISCA DE AMBOISE, del italiano antiguo, "francesa" (1427-1485), Religiosa. Nació en Thouars, Francia, de padres nobles y cristianos; desde los cuatro años de edad fue prometida en matrimonio al hijo de duque de Bretaña; contrajo nupcias con él en la catedral de Reims (1450), donde los dos recibieron el título de duques de Bretaña. Hicieron voto de castidad. Francisca conservó la austeridad en el vestido y en sus pertenencias; se dedicó a realizar obras benéficas. Tal era su celo por la palabra de Dios, que reformó Bretaña y logró en ella paz y prosperidad. Al enviudar, decidió dejar riquezas y entregar su vida a Dios. La nobleza la censuró y se opuso; sin embargo, la firmeza de su vocación la convenció y no insistió para que continuara en el mundo. Ingresó en la orden carmelita de clausura; fue priora en el convento de Nantes. Se distinguió por su humildad, oración y penitencia. Escribió Exhortaciones, un tratado de espiritualidad; su lema fue "Procurar ante todo que Dios sea el más amado". Es considerada madre de las monjas carmelitas, por ser la primera cuya santidad se reconoció en forma oficial desde que el Carmelo femenino existió canónicamente. Pío IX aprobó su culto (1867).

 

LUNES 6

Santos: Leonardo de Noblat, abad, y Pablo el Confesor, de Constantinopla, mártir. Beata Margarita de Lorena, viuda.

BEATA MARGARITA DE LORENA, del latín, "perla" (1463-1521). Viuda. Nació en noble cuna, en el castillo de Vaudemont, en Lorena, Francia. Fue hija del duque Frederic de Lorena y sobrina de Margarita de Anjou. Desde pequeña mostró inclinación a la vida religiosa; sus lecturas predilectas eran las vidas de los Padres de la Iglesia y de santos, especialmente los eremitas, y la Leyenda áurea. Se casó con Rene, duque de Alenzón, veintitrés años mayor que ella; tuvo tres hijos. Vivió los conflictos ocasionados por la Guerra de los Cien Años (1337-1453), en la cual murió su marido; asumió el gobierno del ducado y la educación de sus hijos, pese a las constantes protestas de sus parientes. Durante el periodo mencionado repartió gran parte de su herencia entre los pobres y enfermos; asimismo, fundó el convento de clarisas en Argentan (Bretaña francesa). Ya adultos sus hijos se incorporó a aquel convento, donde fue ejemplo de humildad, obediencia, caridad y oración; rechazó en incontables ocasiones el cargo de abadesa; sus penitencias y ayunos eran de tal magnitud, que el obispo le prohibió continuarlos. Murió aquí. Su culto fue aprobado por Benedicto XV, en 1921.

 

MARTES 7

Santos: Ernesto de Zwiefalten, abad, y Willibrod de Utrecht, obispo. Beato Francisco Palau, fundador.

BEATO FRANCISCO PALAU, del italiano antiguo, "francés" (1811-1872). Fundador. Nació en Aytona (Lérida, España), hijo de campesinos. En 1928 ingresó en el seminario de Lérida, donde inició estudios eclesiásticos, que continuó con los carmelitas descalzos en Barcelona (1832); pronunció votos solemnes en 1933. Su vida conventual se interrumpió por la revolución; sin embargo, se ordenó en Barbastro en 1836. Durante once años ejerció su ministerio en Francia. Al regresar a su patria, se le otorgó el cargo de director espiritual del seminario de Barcelona. Colaboró en el establecimiento de la Escuela de la Virtud, instituto pionero en la catequesis para adultos, que por conflictos políticos fue clausurado, y él desterrado a Ibiza (1854-1860). Una vez liberado, predicó intensamente en Palma de Mallorca, Madrid, Barcelona y otras poblaciones; además, organizó misiones populares en 1865. Se dedicó a atender enfermos incurables; esto le ocasionó dificultades e incomprensiones; por ello viajó a Roma para informar a Pío IX de su situación (1867). A su retorno, fue nombrado director de los terciarios carmelitas; fundó dos congregaciones: Carmelitas Misioneras y Carmelitas Misioneras Teresianas. Dirigió en Barcelona El Ermitaño, semanario en el que censuró las ideas antirreligiosas (1868). Asistió en Roma al Concilio Vaticano I (1869 -1870). Regresó a Barcelona para continuar respaldando sus fundaciones en Calasanz (Huesca). Cuando visitó la institución de Tarragona, enfermó, y ahí murió. Fue beatificado por Juan Pablo II (1988).

 

MIÉRCOLES 8

Santos: Godofredo de Amiens, abad, y Diosdado papa. Beato Juan Duns Escoto, presbítero.

SAN DIOSDADO O ADEODATO I, del latín, "Dios dio" (siglo VII). Papa. Oriundo de Roma. Se desconocen datos anteriores a su elección pontificia en octubre de 615; ocupó el lugar sesenta y ocho de la cronología papal. Defendió a la Santa Sede de las invasiones de Constantinopla y los bárbaros. Propició la práctica de que los sacerdotes celebrasen dos asambleas eucarísticas en días festivos. Estableció que, a la muerte de un pontífice, se proporcionara ayuda económica a los pobres. Destacó por su generosidad y amor al prójimo cuando atendió a los damnificados por un terremoto y por la peste que asolaron a la población romana en el tiempo de su pontificado; se dice que curó a un leproso al darle un beso. El sello con su escudo es el más antiguo que se conserva en el palacio Vaticano; de ello se deduce que fue el primero en imponer sello o timbre a los documentos pontificios. Murió en la sede pontificia en un día como hoy del año 618.

 

JUEVES 9

Dedicación de la Basílica de Letrán.

Santos: San Teodoro de Roma, mártir. Beata Isabel Catez de la Trinidad, religiosa.

BEATA ISABEL CATEZ DE LA TRINIDAD, del hebreo, "mi plenitud es Dios", y del latín trinitas, "conjunto de tres" (1880-1906). Religiosa. Al parecer, su nacimiento, en Borges (Francia), fue un hecho milagroso, pues el embarazo fue uno que ahora se considera de alto riesgo. La educación elemental le fue proporcionada en su hogar; estudió música en Dijón. En su niñez mostró interés por conocer la religión católica y acercarse a Dios. Cuando hizo su primera comunión (1891), mencionó haberse enlazado con Cristo: "Este gran día nos hemos dado por completo el uno al otro". Desde los catorce años dijo vivir entregada "incondicionalmente a Jesús" e hizo voto personal de castidad. Ingresó en la orden de las carmelitas descalzas en 1901. Su director espiritual, al darse cuenta de su santidad, le indicó que escribiera cartas en las cuales diera a conocer su espiritualidad. Destacó por amable. Admiraba la naturaleza; decía: "Todo me habla de Dios... Me parece que he encontrado mi cielo en la tierra, ya que el cielo es Dios y Dios está en mi alma". Su vida en el convento era de permanente oración y austeridad; gozó de experiencias místicas. Sufrió una dura prueba con su padecimiento de la enfermedad de Adisson (atrofia de las glándulas suprarrenales), y de intensos dolores de cabeza y úlceras. Aun enferma escribió El cielo de la fe y Últimos ejercicios, entre otras obras. Murió en el convento de Gijón. Sus últimas palabras comprensibles fueron "Voy a la Luz, al Amor, a la Vida". Juan Pablo II la beatificó en 1984.

 

VIERNES 10

Santos: León Magno, papa; Andrés Avelino, presbítero, y Demetrio de Antioquía y compañeros, mártires.

SAN ANDRÉS AVELINO, del griego, "varonil" (1521-1608). Presbítero. Fue bautizado con el nombre de Lancellotte. Nació en la población italiana de Castronovo, de padres católicos. Aprendió las primeras letras con su tío sacerdote. En su juventud, conservó la castidad e inició estudios eclesiásticos, hasta ordenarse de sacerdote en 1545. En Nápoles se doctoró en derecho civil y canónico, en 1547. Con el ejemplo de los ejercicios espirituales ignacianos, su vida se tornó aún más ejemplar, y también con la instrucción del sacerdote Juan Marinonío, de la orden de los teatinos. Se desempeñó como brillante abogado en la curia napolitana. Le fue encomendada la reforma del monasterio femenino, donde, por su celo pastoral, trató de imponer la estricta clausura. Por ello fue censurado y padeció un atentado. Una vez sano, vistió el hábito de los teatinos (1556) y adoptó el nombre con que lo conocemos; adicionó a los tres votos, dos: acatar la voluntad de Dios y perfeccionar su servicio a Él. En diez años fue maestro de novicios, superior en el convento de Nápoles y fundador de un instituto teológico. Dios lo dotó con el don de profecía y de realizar hechos milagrosos. Cuando en Nápoles celebraba la asamblea eucarística, sufrió un ataque de apoplejía que le ocasionó la muerte en las gradas del altar. Clemente XI lo canonizó en 1712. Iconografía: revestido con casulla al desvanecerse en el momento de su muerte. Es el protector contra la apoplejía y la muerte repentina.

 

SÁBADO 11

Santos: Martín de Tours, obispo, y Juan el Limosnero de Alejandría, patriarca. Beato Gabriel Ferretti, religioso.

GABRIEL FERRETTI nació en Ancona hacia el año 1385, hijo de los condes Liberotto y Alvisa Sacchetti. A los dieciocho años, contra la voluntad de sus padres, tomó el hábito de los Frailes Menores en el convento anconitano de San Francisco ad Alto, donde se consagró totalmente a Dios tras emitir los votos de pobreza, castidad y obediencia. En el silencio del convento, concentrado totalmente en el ejercicio de la vida religiosa, profundizó en el estudio de las ciencias teológicas. Una vez ordenado de sacerdote, se dedicó al apostolado entre pobres y enfermos, y pronto fue considerado el padre de Ancona. Las virtudes y dotes de Gabriel llamaron la atención de los superiores, quienes en 1425, lo eligieron guardián del convento; no sólo restauró y engrandeció, sino que se distinguió en la heroica asistencia a los apestados de los años 1425 y 1427. Los hermanos menores de la provincia seráfica de las Marcas, reunidos en capítulo, en 1434 lo eligieron ministro provincial. Contribuyó eficazmente a propagar la fiel observancia de la regla franciscana en las Marcas. El pontífice Eugenio IV le concedió amplias facultades para abrir nuevos conventos, como en Santa María de las Gracias, en San Severino Marcas, San Nicolás en Ascoli Piceno y la Anunciación, en Osimo. Además, a pesar de las múltiples y agobiantes ocupaciones, continuó interesándose por el convento de San Francisco el Alto y sus conciudadanos de Ancona. Tenía una tierna devoción a la Santísima Virgen y difundió ampliamente la corona franciscana de las siete alegrías de la Bienaventurada Virgen María. La Virgen recompensó el amor filial de su siervo con apariciones y dulces coloquios. También Dios premió las virtudes de su siervo con el don de la profecía y de los prodigios. Una sobrina suya de nombre Casandra, imposibilitada para caminar, se dirigió a su santo tío. Este oró, luego trazó un signo de la cruz sobre la articulación afectada y la enferma sanó. Gabriel terminó su virtuosa y laboriosa existencia a los 71 años en el convento de Ancona. Benedicto XIV aprobó su culto el 19 de septiembre de 1753

 

DOMINGO 12

XXXII DOMINGO ORDINARIO

Santos: Josafat de Ucrania, mártir, y Agustina Livia Petrantoni, religiosa.

SAN JOSAFAT DE UCRANIA, del hebreo, "juicio de Yahvé" (1580-1623). Mártir. Nació en Vladimir, Polonia, educado en la fe ortodoxa, cursó estudios básicos en su tierra natal. Fue comerciante en Vilna, Lituania. Convencido de la fe en Cristo, decide ingresar en el monasterio de san Basilio, en 160Recibe la ordenación sacerdotal en 1609, y se le consagra obispo de Vitebsk en 1614 y arzobispo de Polotsk, Ucrania, en 1617. Al propiciar la unidad del rito bizantino con e! romano, su país lo consideró como una traición a los cristianos ortodoxos y la nobleza ucraniana, lo cual provocó una campaña político religiosa en su contra, y fue víctima de un grupo de fanáticos que lo asesinaron y ultrajaron su cadáver. En 1628 su cuerpo fue encontrado incorrupto, A los veinte años de su heroico martirio Urbano VIII lo beatificó con el título de "apóstol de la unidad católica". Pío IX lo canonizó en 1867. Pablo VI (1963-1978) extendió su veneración a Occidente como elemento clave del ecumenismo en la Iglesia Católica.

 

LUNES 13

Santos: Diego de Alcalá, religioso; Nicolás I, papa. Beato Eugenio Bossilkov, mártir.

SAN DIEGO DE ALCALÁ, del hebreo, derivado de Santiago, "Dios protege" (1400-1463). Religioso. Nació en San Nicolás del Puerto (Sevilla, España), de padres humildes; se desconocen detalles de su infancia. En su adolescencia dejó su hogar e hizo vida eremítica en la serranía de Córdoba; al parecer un monje fue su guía espiritual con quien avanzó en la ascesis y la oración. A los treinta años de edad ingresa en la orden franciscana en la población cordobesa de Arrizafa; al no saber leer ni escribir profesa como hermano lego. Realizaba las tareas domésticas que se le encomendaban. Habitó en los monasterios de Sevilla, Córdoba, Alcalá de Henares y Roma, entre otros. Se le conocía como "el santo itinerante", ya que su ejemplo de vida lo distinguía en el lugar al que se le asignaba. El Señor le otorgó dones especiales como el de consejo y sabiduría, así como continuos éxtasis, numerosas conversiones y curaciones milagrosas. Destacó por su devoción a la Eucaristía y a la Virgen Santísima. Peregrina a Roma en 1450; ahí reside en el convento de Araceli, donde, por una epidemia, enferman varios monjes y él los atiende con gran afecto. Se atestiguó que sanó a algunos con su oración y el aceite de la lámpara del altar. Al regresar a su país se le ubica en el monasterio de Alcalá de Henares, donde es portero y trata con bienhechores y menesterosos que acudían a solicitar sustento, a quienes trata con afabilidad, prudencia y generosidad, hasta su muerte en este lugar. Sixto V lo canonizó 1588.

 

MARTES 14

Santos: Lorenzo O'Toole, obispo y Serapio de Argel, mártir. Beata Magdalena Mora no, religiosa.

SAN SERAPIO DE ARGEL, del latín Serapion y del griego Serapis, divinidad egipcia (1179-1240). Mártir. De origen irlandés. Se ignoran registrar datos de su familia y niñez. Su biógrafo Francisco Zumel lo enumera como uno de los primeros religiosos de la orden mercedaria. Fue militar en España en el ejército de Alfonso VIII de 1155 a 1214. Luchó por la libertad de los cristianos prisioneros de los musulmanes. Serapio siente el llamado de Dios e ingresa en la orden mercedaria española hacía 1222. Asimismo, se ofrece como voluntario para misionar en África y como rehén, para liberar a cristianos cautivos de los musulmanes. Junto con fray Berenguer de Bañeres vivió en Argel. Los dos convivieron con los encarcelados y les procuraron enseñanza cristiana; además de lograr la liberación de muchos, quedó como rehén en tanto llegaba el dinero de su rescate. Se dice que en muchos casos ocupó sus recursos para pagar por la liberación. En cierta ocasión no se recibió el dinero a tiempo, por lo cual fue sentenciado al martirio, padeció tortura y fue clavado en una cruz hasta su muerte; otras crónicas señalan que se le decapitó. Quedó inscrito en el Martirologio Romano en 1743. Por su sacrificio se le considera patrono de aquellos que entregan su vida para salvar la de los demás, a fin de que no decaiga su fe y su esperanza.

 

MIÉRCOLES 15

Santos: Alberto Magno, doctor de la Iglesia, y Maclovio de Aleth, monje. Beata Lucía Braccadelli, laica.

SAN MACLOVIO DE ALETH, del bajo latín, Maclovius; es posible confrontar con Clodoaldo, del germánico,"famoso por su poder" (520-618). Obispo. Originario de Glamorgan (Gales). Sus datos biográficos se conocen a partir de ser monje en la abadía galesa de Llancarvan, cuando Dios le inspiró para dedicarse a convertir a los bretones. Se dirige a Bretaña y permanece en el lugar que actualmente lleva su nombre (Saint Malo, en la desembocadura del río Rance, donde, al darse cuenta de que sus habitantes eran salvajes, se dedica a difundir la palabra de Dios logrando numerosas conversiones, y es consagrado obispo del lugar. Después de veinte años y pese a su encomiable labor pastoral, padece calumnias y decide continuar su misión en Aquitania (antigua región ubicada entre los Pirineos, el río Carona y el golfo de Gascuña). Se establece en Saintonge (Charente Maritime, Francia), realiza vasta misión hasta su deceso en esta población. Su culto fue iniciado por el pueblo.

 

JUEVES 16

Santos: Margarita de Escocia, reina; Gertrudis Magna, religiosa, y Edmundo de Canterbury, obispo.

SAN EDMUNDO DE CANTERBURY, del anglosajón, "la protección de la propiedad" (1180-1240). Obispo. Hijo de padres cristianos con vastos recursos; nació en Abingdon, Inglaterra. Cursa estudios universitarios en Oxford; consagra su vida a Dios y hace voto privado de castidad. Continúa su academia en París; regresa a su país por la muerte de su madre, quien le solicita hacerse cargo de sus tres hermanos; deja a éstos provistos de lo necesario y regresa a París, donde se dedica al estudio. Fue ejemplo de austeridad, además de hacer obras de misericordia. Una vez doctorado en Teología, ocupa el cargo de docente en la Sorbona; en esa época define su vocación al sacerdocio y recibe las órdenes sagradas. Regresa a su patria, donde es maestro de filosofía de 1219 a 1226 y predica el Evangelio en diversas diócesis. Fue canónigo en la catedral de Salisbury y arzobispo de Canterbury, cargo que aceptó por obediencia en 1234. Escribió Espejo de la Iglesia. Procuró que la feligresía viviera de acuerdo con los valores evangélicos. Por problemas políticos con eí monarca Enrique III (1207-1272), quien obstaculiza su misión pastoral, se retira a territorio francés, donde es bien recibido por el rey san Luis IX (25 de agosto). Por su delicada salud se hospeda en la abadía cisterciense de Pontigny. Más tarde decide regresar a su país, pero en la travesía se agrava y se hospeda con los frailes agustinos de Soisy, donde muere. Fue canonizado en 1246 por Inocencio IV (1243-1254). Iconografía: con atuendo episcopal y un niño recién nacido en sus brazos, en alusión a su caridad.

 

VIERNES 17

Santos: Isabel de Hungría, duquesa; Gregorio de Tours. obispo, y Dionisio de Alejandría, patriarca.

SAN GREGORIO DE TOURS, del griego, "vigilante" (5387-594). Obispo. Hijo de ilustre familia, nacido en Auvernia, Francia. No se conocen particularidades de su infancia y vida familiar. Es de suponerse que profesó la fe de Cristo, ya que hacia el año 573 fue obispo de la población francesa de Tours, cuando aún la organización de la Iglesia nombraba obispos a laicos de vida ejemplar. Ejerció su episcopado en la época merovingia, en medio de graves trastornos políticos y crueles asesinatos. Con valor afrontó la penosa situación, imponiéndose en contra de los asesinos y el paganismo. Es autor de Historia de los francos, narración en la que testimonia los acontecimientos de su tiempo. El sentido crítico de Gregorio es bueno, lo que se deja ver aún más en sus Ocho libros de los milagros. Murió en su diócesis, siendo muy apreciado por quienes le conocieron. Su culto es inmemorial.

 

SÁBADO 18

Dedicación de las basílicas de San Pedro y San Pablo.

Santos: Santa Filipina. Dúchense. Beata Carolina Kózka, mártir.

BEATA CAROLINA KÓZKA, del germánico, forma diminutiva femenina de Carlos, "hombre experto", en este caso "mujer experta" (1898-1914). Mártir. Nació cerca de Tárnow, Polonia. Cursó sólo estudios elementales, ya que la situación económica de sus padres era muy difícil; tenía diez hermanos. La piedad y devoción la recibió en casa, donde se rezaba el rosario diariamente, y la asistencia a misa dominical era la forma en que la familia agradecía los dones con que les favorecía el Señor. Así llegó el inicio de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y Polonia fue invadida por el ejército soviético. La situación en Tárnow era cada día más difícil debido a los abusos y la brutalidad de los soldados. En este marco llega la noche del 18 de noviembre, cuando un soldado ebrio irrumpe en la casa de la familia Kózka exigiendo alimento. Al no quedar complacido, obliga al padre y a Carolina a acompañarlo para reportar su conducta a las autoridades. En el camino obliga al padre (bajo amenazas de matarlo a él y a su familia) a regresar a su casa. De lo que sigue fueron testigos dos muchachos, quienes ocultos presenciaron el martirio de Carolina: la pequeña fue arrastrada entre matorrales, y por defender su virginidad, Carolina murió. A la mañana siguiente encontraron su cuerpo mutilado entre la hojarasca; además, presentaba heridas de bayoneta en cabeza, piernas, costado y cuello. Sus manos ensangrentadas daban fe de la resistencia que opuso. A su entierro acudió todo el pueblo. Se le conoce como la Estrella de Tárnow. Fue beatificada el 10 de junio de 1987 en su pueblo natal por Juan Pablo II, quien expresó: "La muerte de Carolina nos dice que el cuerpo humano tiene un valor y dignidad inmensa que no se puede abaratar. Carolina Kózka era consciente de esta dignidad. Consciente de esta vocación, entregó su vida joven, cuando fue necesario entregarla, para defender su dignidad de mujer".

 

DOMINGO 19

XXXIII DOMINGO ORDINARIO

Santos: Ponciano, papa y mártir; Abdías, profeta, y Rafael Kalinowsky, presbítero.

SAN ABDÍAS, del hebreo Obad-Yah "esclavo de Yahvé" (siglo VII? a. C.). Profeta. Fue el cuarto de los profetas llamados "menores" por lo breve de su mensaje. Es autor del libro homónimo en el Antiguo Testamento, siendo el texto más corto entre los libros profetices y es posible que haya sido redactado después del año 500 antes de la era cristiana. En su contenido se encuentra una sentencia contra Edom, ciudad en el suroeste de Judá. Su forma poética al escribir denota su fe en la justicia de Dios. Abdías ha quedado incluido en el Santoral por su participación en el plan salvífico de Dios. Los hebreos, en su canon, ponen en cuarto lugar su profecía, por lo que muchos coinciden en que vivió en el reinado de Ozías. Sin embargo, san Jerónimo dice que éste es el mismo que alimentó a los cien profetas que se habían ocultado en cavernas para librarse del furor de Jezabel; y si esto es así, floreció en el reinado de Acab, y mucho antes que Ozías.

 

LUNES 20

Santos: Félix de Valios, abad; José Anacleto González y compañeros, mártires. Beato Juan María Bocardo, fundador.

BEATO JOSÉ ANACLETO GONZÁLEZ Y COMPAÑEROS, del griego, "llamado en voz alta, invocado", "resucitado" (siglo XX). Mártires. El 22 de junio de 2004, en presencia de nuestro recordado Juan Pablo II (1978-2005), se promulgó el decreto de martirio de los entonces siervos de Dios que conmemoramos hoy. En la ceremonia de beatificación, en representación del pontífice Benedicto XVI, asistió el cardenal José Saraiva Martins, prefecto de la pontificia Congregación para las Causas de los Santos; este evento se efectuó el 20 de noviembre de 2005 en la ciudad de Guadalajara. Los trece nuevos beatos padecieron el martirio durante la persecución religiosa en nuestro país entre 1927 y 1931, sus nombres fueron: José Anacleto González (1888-1927), José Dionisio Luis Padilla Gómez (1899-1927), Miguel Gómez Loza (1888-1928), los hermanos Ezequiel (1876-1927) y Salvador Huerta Gutiérrez (1880-1927), Jorge Ramón (1899-1927) y Ramón Vicente Vargas González (1905-1927), Luis Magaña Servín (1902-1928) y Leonardo Pérez (1889-1927), laicos originarios de Jalisco; el niño José Sánchez del Río (1913-1928), nacido en Sahuayo, Michoacán. Así como los sacerdotes José Trinidad Rangel (1887-1927), guanajuatense; Darío Acosta Zurita, (1908-1931), veracruzano, y Andrés Sola y Molist (1895-1927), español. El obispo auxiliar de Guadalajara, José Trinidad González, en la presentación del libro editado por la Comisión Diocesana de Causas de Canonización de dicha ciudad, con las biografías de estos beatos, ha expresado: "Su martirio rubrica el testimonio de una vida coherente con el Evangelio, eficaz en la caridad y alegre en la esperanza..."

 

MARTES 21

La Presentación de la Santísima Virgen María.

Santos: San Gelasio I. papa, y Alberto de Lovaina, mártir.

SAN GELASIO I, del griego, "risueño" (496). Papa. Según el Líber Pontificalis era africano, pero él se declaró romano en una carta al emperador Anastasio (430-518); sus antecedentes de familia se desconocen. Fue electo pontífice en marzo del año 492, en el sitio cuarenta y nueve de la santa sede. Instituyó la unificación de las enseñanzas de las Iglesias Oriental y Occidental en un mismo cuerpo de ley canónica. Se distinguió por su generosidad con huérfanos y viudas, por lo que fue conocido como el Padre de los Pobres. Defendió la autoridad eclesiástica ante la del rey. Insistió sobre la primacía del aspecto espiritual humano, sobre el poder civil o temporal, perfeccionando así la doctrina sobre los "dos poderes", iniciada por sus antecesores. Se le atribuye haber establecido en la misa el uso del Kyrie eleison (del griego, "Señor, ten piedad"), que se utiliza antes de cantar el Gloria. Escribió numerosas decretales, seis tratados teológicos y otros documentos pontificios; además ordenó las extensas listas de mártires y santos en un calendario autorizado. Fue el inventor de una cronología cristiana que aún se utiliza, y calculó una fecha exacta para la celebración de la Pascua. Demostró capacidad administrativa, dedicación al estudio y a la oración hasta su fallecimiento, acaecido en Roma.

 

MIÉRCOLES 22

Santos: Cecilia de Roma, mártir, y Filemón de Colosas, laico. Beato Tomás Reggio, obispo.

SAN FILEMÓN DE COLOSAS, del griego, "amante, afectuoso" (siglo I). Laico. No se tienen detalles de su vida; era residente de Colosas, Frigia, Asia Menor, y como propietario de tierras gozaba de una posición desahogada. Fue convertido a la fe por san Pablo (29 de junio), con quien colaboró convirtiendo a sus conciudadanos; además, hospedaba en su casa a cristianos. Es el destinatario de la carta o epístola escrita por dicho apóstol durante su cautiverio, la cual fue incluida en el Nuevo Testamento; en ella le solicita recibir a su esclavo Onésimo, fugitivo por un supuesto robo. Así mismo, le pide que no le aplique castigo alguno y le otorgue trato de hermano en Cristo Jesús. Dicha misiva fue redactada en el año 55 de la era cristiana. Se desconoce el lugar y forma en que murió; su veneración se pierde en la memoria de los tiempos.

 

JUEVES 23

Santos: Beato Miguel Agustín Pro, mártir. Santos Clemente I, papa, y Columbano de Bobbio, abad.

SAN COLUMBANO DE BOBBIO, del latín Columbus, derivado de Columba, "paloma" (540-615). Abad. Nació en Leinster, Irlanda, se desconocen datos anteriores a su vida monástica en el convento de Bangor, en su país, donde vivió en constante oración y estudio de la Sagrada Escritura, escritos de los santos padres y de los clásicos. Acompañado por doce monjes peregrinó a Bretaña en 690. Con sentido de penitencia y afán misionero llevó a los francos el mensaje evangélico y la conversión. En territorio francés fundó monasterios en Fontaine, Saint Gall, Coutances, entre otros, y el de Luxeil, donde permaneció veinte años, para el que escribió Regla de los monjes y Regla del cenobio. Por conflictos con el monarca, abandonó ese lugar y se embarcó rumbo a su país, pero un temporal lo dirigió a Milán, Italia, y fue bien recibido por el rey Aguilulfo, en 612, quien le proporcionó un terreno en Bobbio, donde construyó un monasterio. Enfrentó las herejías de los lombardos y el cisma contra el sumo pontífice Bonifacio IV (608-615). Tiempo después, las herejías continuaron y Columbano solicitó a dicho pontífice convocar un concilio para establecer la unidad entre los cristianos. El abad de Bobbio continuó su misión con notables méritos; en vida le llamaban santo y le atribuían milagros. Su muerte ocurrió en su abadía. El pueblo inició su veneración y lo nombró patrono del lugar. Iconografía: con burda túnica y un luminoso sol sobre el pecho, como símbolo que irradia al mundo la luz de la verdad.

 

VIERNES 24

Santos: Andrés Dung-lac y compañeros, mártires, y Flora v María de Córdoba, mártires. Beata María Ana Sala, religiosa.

FLORA Y MARÍA DE CÓRDOBA, del latín, "flor", y del arameo, "señora", respectivamente (siglo IX). Mártires. Fueron dos jóvenes que profesaron la fe en Cristo, de quienes se sabe que eran españolas y que vivieron en Córdoba, durante la época de la persecución musulmana. Cuando huía de los perseguidores paganos, Flora entró a una iglesia para encomendarse a Dios, ahí se encontró con María, quien era religiosa; ambas al presentir su muerte, se unieron en una última oración. Cuando salieron del templo, confortadas por haber encomendado su alma al Creador, fueron aprehendidas. Encarceladas con prostitutas y gente de mal vivir, son condenadas por los jueces a morir decapitadas, no sin el consuelo, ánimo y bendición de san Eulogio, que las conoció. Hecha la señal de la cruz, primero es la cabeza de Flora la que cercena el alfanje, después rueda la de María. Sus cuerpos quedan expuestos (para disuadir a los cristianos y demostrar el poder musulmán) a las aves y los perros. Al día siguiente los arrojaron al Guadalquivir. Sus cabezas reposan en la iglesia de San Acisclo. Su culto es inmemorial.

 

SÁBADO 25

Santos: Catalina de Alejandría y Mercurio, mártires, y Alan de Lavaur, abad. Beata Isabel de Reute, laica.

SAN MERCURIO, de Cesárea de Capadocia, fue un soldado romano a quien se le martirizó durante la persecución de Decio por negarse a participar en los actos del culto público a los dioses del imperio. Sus reliquias se veneran en Benevento, Italia. Mercurio es para los romanos el dios del comercio, que hereda de su homólogo griego, Hermes, la condición de mensajero de los dioses. Se representa con un sombrero provisto de alas, el caduceo en la mano y dos alitas en los pies. En Roma figuró entre los doce principales dioses del panteón romano, pero no entre los indigetes, los dioses latinos, sino entre los venidos de fuera. Y de éstos, tampoco entre los rurales, sino en los urbanos. Mercurio es, en efecto, un dios al que se asimilan otros dioses preexistentes protectores de los mismos intereses humanos. Goza de un culto extendido en todo el imperio, pero carece de mitología, que toma prestada de Hermes. El culto de Mercurio tiene un carácter muy singular, especialmente en las calles, en donde los mercaderes le dedicaban hornacinas y altares. Para atender a este culto se crearon cofradías de mercaderes, que hacían colectas y competían en la consagración al dios, erigiendo ricas estatuas y altares cada vez más artísticos en las encrucijadas de sus calles. He ahí un nombre de gran peso específico. Presente en el cielo como el primer planeta del sistema solar, que precede al Sol en su salida y le sigue en su ocaso; en la semana como el día central (mittwoch, centro de la semana, lo llaman los alemanes, y miércoles o día de Mercurio, nosotros); en la tierra como el más singular de los metales, y en el cielo romano como el dios del comercio y de la riqueza; y para que no le falte nada, cuatro santos en el cielo.

 

DOMINGO 26

Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo.

Santos: Conrado de Constanza, obispo, y Silicio, papa.

SAN SIRICIO nació en Roma en 384. Fue diácono con Liberio y Dámaso. Elegido por aclamación, fue el primero en asumir el apelativo de papa, que en griego significa padre. Gozó de la estima y de la simpatía del emperador Valentiniano II, pero no de la de san Jerónimo, a quien, además, no todo el clero romano le agradaba. Siguió la línea rigurosa y "monárquica" de Dámaso, reafirmando la supremacía del obispo de Roma y reivindicando para éste las decisiones más importantes en disciplina y derecho eclesiástico. Sus escritos tienen la fuerza decretalia (decretos) a la manera imperial, donde una afirmación no tiene fundamento en una base de derecho, sino en sí misma. Siricio no exhorta y no amonesta como lo hicieran sus antecesores, sino que manda y prohíbe. En Roma celebró un sínodo, en el cual se afirmó la superioridad de la Iglesia de Roma sobre las demás. Se prescribió el celibato a los sacerdotes y a los diáconos, y se dispuso que sólo los obispos podían ordenar a los sacerdotes y que también los monjes podían ser obispos. Fue hombre enérgico, capaz de hacerse respetar por todos y en cualquier circunstancia. El emperador Teodosio, por ejemplo, era culpable de un grave delito: haber destruido la ciudad de Tesalónica, que se le había rebelado, matando a más de siete mil personas. Arrepentido, pidió que fuera readmitido en el seno de la Iglesia. El papa Siricio lo perdonó, pero le aplicó una pública enmienda y humillación. Siricio está sepultado en la iglesia de Santa Práxedes, en Roma.

 

LUNES 27

Santos: Virgilio de Salzburgo, obispo, y Facundo y Primitivo de Sahagún, mártires. Beato Ramón Llull, laico.

SAN VIRGILIO DE SALZBURGO, del latín Virgilius, "inclinar", "declinar" (siglo VIII). Obispo. Sus escasos datos biográficos indican que nació en Irlanda. Su nombre era Ferghil, latinizado como Virgilio. Se le conoce porque fue abad en un monasterio de su país, aunque después peregrinó a Tierra Santa. Al regresar a su patria se dedica a la difusión del Evangelio en Baviera y es electo obispo de Salzburgo, Austria, donde impulsa la edificación de su catedral, que él mismo consagra en el año 77Se distinguió por su vasta cultura; se le llamó el Geómetra; defendió la teoría de la redondez de la tierra. Realizó vasta misión pastoral en Corintia, Estiria y Panonia. Es posible que su fallecimiento haya ocurrido en su diócesis hacia 784 y sepultado en la mencionada catedral. Virgilio fue el mejor orfebre de las ideas y de la palabra. Joyas salían de su laboriosa e inspirada pluma. Fue tan grande la admiración que despertaron su figura y su obra, que hasta se le llegó a rendir culto como a un santo. Gregorio IX lo canonizó en 125.

 

MARTES 28

Santos: Catalina Labouré, virgen; Esteban el Joven y compañeros, mártires, y Jácome de la Marca, presbítero.

SANTA CATALINA LABOURÉ, del griego, "pura" (1806-1876). Religiosa. Nació en Fain-les-Mouthiers, Francia; sus padres, campesinos con recursos, la formaron en la fe. A los nueve años murió su madre. A los doce se hizo cargo de las tareas hogareñas. Inspirada por el Espíritu Santo oraba, visitaba enfermos y ayunaba. Se trasladó a Chatillón-sur-Seine, donde termina sus estudios y, auxiliada por su guía espiritual, descubre su vocación en 1824. Obtiene anuencia paterna e ingresa con las Hijas de la Caridad (vicentinas) en París, en 1830. Al parecer, Catalina veía en la hostia consagrada a Nuestro Señor. La noche del 19 de julio de 1830, María Santísima se le manifestó y le dijo que superaría dificultades venideras y que debía hablar de esa visión con su director espiritual. El 27 de noviembre, en la capilla vio en un cuadro a Nuestra Señora vestida de blanco, de cuyas manos salían resplandecientes rayos de luz rodeándola con la leyenda "¡Oh, María, sin pecado concebida! Ruega por nosotros que recurrimos a ti". De improviso, el cuadro se volvió y al reverso vio una letra M con una pequeña cruz y abajo los corazones de Jesús y de María. De pronto, escuchó una voz que le decía: "Haz acuñar una medalla según este modelo y las personas que la lleven bendecida y que recen esta breve oración, gozarán de una protección especial de la Madre de Dios". Una última aparición ocurrió en diciembre. Después de acuciosos estudios, la Iglesia aprobó la acuñación de la medalla. Desde 1831 y hasta su muerte Catalina trabajó en el hospicio de Reully, cerca de París. Pío XII la canonizó en 1947. Iconografía: con hábito ante la visión de la medalla milagrosa.

 

MIÉRCOLES 29

Santos: Saturnino de Tolosa, mártir; Cutberto Mayne y compañeros, mártires, e Iluminada de Todi, laica.

SAN SATURNINO DE TOLOSA, del latín, "perteneciente a Saturno" (257). Mártir. Su biografía se basa en tradiciones orales y quizá en leyendas; sin embargo, los datos fidedignos son escasos, respecto a su familia e infancia» pero comprueban su existencia y el ejemplo de fe que nos legó. Era griego; las narraciones lo dan a conocer a partir de que, siendo obispo en misión, llegó a Navarra, España. Al correr el tiempo, se traslada a la Galia, actual territorio francés, y establece su sede episcopal en Tolosa, 250. Con celo pastoral predica la palabra de Dios y obtiene múltiples conversiones; debido a esto las autoridades paganas lo culpan de la escasez de los adoradores de sus deidades y lo aprehenden. Los paganos le ordenaron sacrificar un toro en honor a los ídolos y ante el rechazo del obispo de sacrificar el animal (que poco después se convertiría en el instrumento inconsciente de su martirio, y sobre todo porque los paganos consideraron un ultraje a la divinidad las palabras de Saturnino al decir que no les tenía miedo a los rayos de Júpiter, ya que era impotente porque no existía) lo atraparon, enfurecidos, y lo ataron al cuello del toro, y picaron a éste. El toro corre escaleras abajo del Capitolio arrastrando al obispo. Se le invoca como intercesor de los toreros.

 

JUEVES 30

Santos: Andrés, apóstol, y José Marchand y Fermina de Amelia, mártires. Beato Federico de Ratisbona, religioso.

FERMINA DE AMELIA fue una mártir del siglo m. Cuando hay ausencia de datos históricos serios, existen, por el contrario, muchas leyendas acerca de la vida de algunos santos. Según las narraciones tradicionales, Fermina era romana. Debió nacer en el seno de una familia llamada Pisoni. Su padre era el gobernador de la ciudad, y su madre una cristiana llena del amor a Dios y al prójimo. La joven debía tener 16 años cuando estalló la persecución en Roma (la siempre y traída persecución de Diocleciano). Al ver el peligro que se avecinaba salió de la ciudad, pero antes vendió todas sus pertenencias —con gran alegría y desprendimiento— y entregó el dinero a los pobres. Para llegar a la nueva región de la Umbría italiana, tuvo que embarcarse en una nave en el Tíber de Civitavecchia. Como vio muchas necesidades entre los cristianos, que eran dura y cruelmente perseguidos, se quedó con ellos para ayudarles en todo aquello que fuera necesario. Al llegar a Amelia, se entregó a una vida de oración y penitencia. Su felicidad iba a durar poco tiempo. Descubierta por la policía, la llevaron a los tribunales. Juzgada injustamente, fue condenada a muerte. En Amelia se conserva su memoria.