SANTORAL MARZO DEL 2009/ www.laverdadcatolica.org
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I DOMINGO DE CUARESMA
Santos: David de Gales, obispo; Albino o Albín de Angers, obispo, y Félix III, Papa. (Morado)
SAN ALBINO O ALBÍN DE ANGERS, del latín, "alba", "aurora" (469-550). Obispo. Los escasos datos los escribió el hagiógrafo Omer Englebert, en los que consta su existencia y fama de santidad, por lo cual su culto es inmemorial. Oriundo de Vannes, Morbihan, Francia; su familia perteneció a la nobleza y se ignoran particularidades de su infancia. En su juventud muestra dotes de piedad, practica la castidad y se consagra a Dios. Vivió en la época merovingia (dinastía que prevaleció en La Galia francesa de 481 a 752) en la cual los señores de la realeza acostumbraban contraer nupcias con alguna de sus hermanas o con sus hijas. Sin embargo, los obispos callaban esas irregularidades por temor a convertirse en reos de muerte, hasta que en el año 529 Albino es nombrado obispo de Angers y sanciona abiertamente dichos actos incestuosos. Asimismo, expresaba con valor: "Verán que obtendrán mi cabeza y que acabaré como san Juan Bautista". El mérito del santo obispo fue lograr que la Iglesia de La Galia condenara los enlaces incestuosos y excomulgara a esos contrayentes. Su muerte ocurre en su sede episcopal e inicia el pueblo su veneración.
Santos: Inés de Bohemia, abadesa, y Ceades de Inglaterra, obispo. Beato Carlos el Bueno de Dinamarca, mártir. Morado
BEATO CARLOS EL BUENO DE DINAMARCA, del germánico, "hombre experto" (1081?-1127). Mártir. Hijo del rey san Canuto, de Dinamarca (19 de enero), lugar donde nace y recibe formación en las virtudes cristianas; se ignoran referencias de su niñez. Al cumplir la mayoría de edad recibió el título de conde de Amiens (actual ciudad francesa) y de Flandes (parte de la actual Bélgica). Se distingue por su buen corazón y gobierna con justicia; además, manifiesta su generosidad: con los necesitados, y su fervor y amor a Dios, por lo que el pueblo le otorga el título de el Bueno. Se integra m las filas de la primera cruzada (1095-1099). Tiempo después rechaza ser rey de Jerusalén (1124). Durante ocho años ejerce su gobierno en Flandes, Picardía y Artois, lugares donde muestra prudencia y sabiduría. Por su honestidad, usureros y especuladores traman su muerte ya que impedía su enriquecimiento al encarecer los alimentos en un crudo invierno. Fue asesinado en una fecha como hoy, mientras asistía a la santa misa en el templo de San Donaciano, en la ciudad belga de Brujas. Sus reliquias se veneran en la catedral de dicha ciudad. Su culto como beato lo confirma en 1883 León XIII (1878-1903).
Santos: Emeterio y Caledonio o Celedonio de Calahorra, mártires; Tiziano de Brescia, obispo, y Catalina María Drexel, fundadora. Feria (Morado)
BEATO CARLOS EL BUENO DE DINAMARCA, del germánico, "hombre experto" (1081?-1127). Mártir. Hijo del rey san Canuto, de Dinamarca (19 de enero), lugar donde nace y recibe formación en las virtudes cristianas; se ignoran referencias de su niñez. Al cumplir la mayoría de edad recibió el título de conde de Amiens (actual ciudad francesa) y de Flandes (parte de la actual Bélgica). Se distingue por su buen corazón y gobierna con justicia; además, manifiesta su generosidad: con los necesitados, y su fervor y amor a Dios, por lo que el pueblo le otorga el título de el Bueno. Se integra m las filas de la primera cruzada (1095-1099). Tiempo después rechaza ser rey de Jerusalén (1124). Durante ocho años ejerce su gobierno en Flandes, Picardía y Artois, lugares donde muestra prudencia y sabiduría. Por su honestidad, usureros y especuladores traman su muerte ya que impedía su enriquecimiento al encarecer los alimentos en un crudo invierno. Fue asesinado en una fecha como hoy, mientras asistía a la santa misa en el templo de San Donaciano, en la ciudad belga de Brujas. Sus reliquias se veneran en la catedral de dicha ciudad. Su culto como beato lo confirma en 1883 León XIII (1878-1903).
Santos: Casimiro de Polonia, príncipe, y Lucio I, Papa, Beata Plácida Viel, abadesa. Feria (Morado)
BEATA PLÁCIDA VIEL, del latín, "plácido, suave, tranquilo" (1815-1877). Abadesa. Ve la primera luz en Normandía, Francia. Hija de padres católicos; en el bautismo recibe los nombres de Eulalia Victoria Jacqueline; se ignoran pormenores de su infancia. A los dieciocho años de edad, definida su vocación, ingresa en la congregación de las Hermanas de las Escuelas Cristianas de la Misericordia, en la cual su tía santa María Magdalena Postel (16 de julio) era superiora. Destaca por su trabajo y conducta ejemplar, por ello, en 1841 se le otorga el cargo de asistente general de la congregación y después de cinco años -a la muerte de la citada superiora-, se le designa para ocupar ese cargo. Su función la ejerce con prudencia y sabiduría, y propaga el instituto en Normandía, al fundar más de treinta escuelas para la atención de niños marginados. Por los méritos de la congregación, el beato Pío IX -1846-1878- (7 de febrero), en 1859, le concede la aprobación pontificia para su fundación. Su obra fue más allá del claustro y las escuelas, al brindar auxilio a los combatientes de la guerra franco-prusiana en 1877. La obra de la hermana Plácida Viel se interrumpe por la llamada a la casa del Padre en la abadía francesa de Saint-Sauveur-le- Vicomte. El Siervo de Dios, Pío XII (1939-1958), la beatifica en 1951.
Santos: Virgilio de Ariés, obispo, y Juan José de la Cruz, presbítero. Beato Cristóbal Macassoli de Milán, presbítero. Feria (Morado)
SAN JUAN JOSÉ DE LA CRUZ, del hebreo, "Dios ha hecho gracia" y "Dios acrecentará", respectivamente (1654-1734). Presbítero. Después de la muerte de san Francisco de Asís (4 de octubre), en su fundación -que se conocerá como Primera Orden (actual orden de Frailes Menores)-, hubo algunos desacuerdos entre los franciscanos sobre el exacto cumplimiento de la Regla escrita por el Seráfico. Por consiguiente a fines del siglo XVI se suscita un movimiento de renovación, cuyo promotor, san Pedro de Alcántara (19 de octubre), instituye la Reforma de los Observantes Descalzos, también llamados Alcantarinos, para seguir con mayor disciplina la estricta observancia de dicha Regla; en esta corriente ingresan numerosos varones, que dan ejemplo de obediencia y pobreza. Entre quienes se apegan a esta reforma está el santo de este día. Juan José de La Cruz nace en el islote de Isquia, Nápoles, Italia; se le bautiza con el nombre de Carlos Cayetano, sus padres fueron unos nobles piadosísimos. Desde la infancia gusta del silencio y la oración, y dedica sus ratos libres a rezar en el templo. De joven muestra su generosidad hacia los necesitados, especial devoción a María Santísima y deseo de consagrarse a Dios; por tanto, hacia el año 1669 deja la familia, se traslada a Nápoles e ingresa en la orden franciscana de los citados Observantes Descalzos, en el convento de Santa Lucía del Monte. Inicia su noviciado en total austeridad; al vestir el hábito profesa con el nombre de Juan José de la Cruz. En 1674, debido a sus virtudes, los superiores lo envían a fundar un convento en la región italiana de Piedimonte, al pie de los montes Apeninos. Con empeño contribuye a la edificación, se convierte en un albañil más, carga diversos materiales para esa construcción, además de cumplir con sus oraciones y ayunos extremos, hasta que enferma a punto de morir; sin embargo, de repente queda sano, se dice, que por intercesión de la santísima Virgen María. A los veintitrés años se le ordena sacerdote, ministerio que acepta por obediencia ya que se consideraba indigno de ocuparlo; imparte el sacramento de la confesión y hace penitencias; mortifica su cuerpo con cilicios a fin de que Dios perdonase a los pecadores que acudían al confesionario. Gusta del retiro a la soledad en una ermita cercana al convento, para orar y hacer penitencia, ahí se le unen algunos religiosos de quienes es guía espiritual. Ocupa el cargo de maestro de novicios, guardián del convento y definidor de la orden. Se le atestiguan hechos milagrosos, así como éxtasis y levitaciones. El Señor le otorga el don de estar en dos sitios a la vez (bilocación) y leer las conciencias. Es generoso con los necesitados que llegan a las puertas del monasterio, proporciona alimentos, aun a costa de quedar sin comer; siempre descalzo, permanece en continuas vigilias y plegarias al Todopoderoso. Se dice que María Santísima se le aparecía, hablaba con él y le proporcionaba al Niño Jesús para que lo tuviese en sus brazos. Este santo varón asciende al cielo a los ochenta años de edad. Gregorio XVI (1831-1846) lo canoniza el 26 de mayo de 1839. Iconografía: con hábito, en sus manos un crucifijo y con un lirio, alusivo a su pureza.
Santos: Olegario de Barcelona, obispo, y Juan Bautista Nam, mártir. Beata María de la Providencia, fundadora. Feria (Morado)
BEATA MARÍA DE LA PROVIDENCIA, del arameo,
"señora" y del latín providentia, "disposición
anticipada que conduce al logro de un fin" (por antonomasia, la disposición
de Dios) (1825-1871). Fundadora. Se le bautiza con los nombres de Eugenia María
Josefina Smet (por lo cual algunos biógrafos la citan como Eugenia Smet).
Nace en Lille, Francia. De familia católica, quien desde su infancia
le inculca virtudes y confía su formación e instrucción
al colegio de las religiosas del Sagrado Corazón, en su tierra natal.
Su espiritualidad y alma bondadosa le encaminan a consagrarse a Dios y a los
diecisiete años ingresa en la misma congregación. En 1856, conoce
en París al sacerdote san Juan María Vianney (4 de agosto) a quien
confía sus propósitos de realizar un apostolado y fundar una congregación
religiosa de damas. Con el estímulo de este santo funda la Sociedad Auxiliadora
de las Almas del Purgatorio, quienes -además de hacer los votos de pobreza,
castidad y obediencia-, añaden un cuarto voto y se comprometen a orar,
sufrir y trabajar en sufragio de las benditas ánimas del purgatorio.
Su institución pronto progresa y se difunde en Europa, donde establece
escuelas y casas de asistencia para mujeres viudas, trabajadoras y madres solteras,
anticipándose a su época, ya que en ese entonces la mujer pasaba
inadvertida. Por sus méritos, en 1859 el beato Pío IX -1846-1878-
(7 de febrero) le concede a la congregación especiales indulgencias.
En 1867, seis religiosas viajan a Shangai, China, donde construyen otra casa.
Asimismo, en Estados Unidos de Norteamérica se edifican dos fundaciones,
una en Nueva York (1892) y otra en San Luis Missouri (1903). Dos años
más tarde, se establecen en la ciudad estadounidense de San Francisco,
lugar donde queda de manifiesto su caridad y espíritu de servicio, al
auxiliar a las víctimas del terremoto acaecido en 1906. La obra de María
de la Providencia se interrumpe por la terrible enfermedad del cáncer
que padece durante varios años, hasta entregar su alma a Dios en la casa
generalicia de París, Francia. El Siervo de Dios Pío XII (1939-1958)
la beatifica el 26 de mayo de 1957.
Santos: Perpetua y Felicitas de Roma, mártires, y Pablo el Sencillo o el Simple de la Tebaida, anacoreta. Beato Juan Larke y compañeros, mártires.
Vísperas I del domingo
2a semana del Salterio Feria (Morado)
BEATOS JUAN LARKE, JUAN IRELAND Y GERMÁN GARDINER, del hebreo, "Dios ha hecho gracia", y del latín, derivado del germánico, "el lancero", respectivamente. (1544). Mártires. Del beato Juan Larke, se desconoce su origen y otros datos de su vida. Con certeza se afirma que, al radicar en Londres, es párroco y rector de la iglesia de Santa Ethelburga, a partir de 1504 y hasta dos años antes de su martirio. Asimismo, ocupa la rectoría de Woodford, Essex (1526-1527) lugar donde conoce a santo Tomás Moro (22 de junio), quien -cuando visitaba la citada ciudad- frecuentaba la parroquia que dirigía Juan Larke. Debido a esta relación, cuatro años después, Moro le asigna la parroquia de Chelsea. Al enterarse del martirio de santo Tomás Moro, Larke redefine su sacerdocio y se entrega con mayor vehemencia a él y a la defensa de la verdadera y única religión, por ello se niega a reconocer la presunta supremacía espiritual del rey inglés Enrique VIII (1491-1547) -quien se había separado de la Iglesia católica y adherido a la Reforma protestante, y se designa: “... defensor de la fe, jefe supremo sobre la Tierra de la Iglesia de Inglaterra e Irlanda"-. Se le apresa junto con el sacerdote Juan Ireland, rector de Eltham, Kent, Inglaterra; asimismo, es encarcelado Germán Gardiner, laico, quien fungía como secretario del obispo de Winchester. Los tres son juzgados en Westminster el 15 de febrero de 1544 y condenados a muerte: “... olvidando su deber de lealtad al rey y de fidelidad al Dios todopoderoso, seducidos por el demonio, han obrado falsa, maliciosa y traidoramente como falsos y villanos traidores contra el serenísimo y cristianísimo príncipe Don Enrique VIII... "; se les decapita en Tyburn, un día como hoy. Cabe señalar que, junto con los tres mártires, se aprehendió a otro seglar quien, al ver en peligro su vida, apostató. Debido a la entrega de su vida por defender la fe, el pontífice beato Pío IX (7 de febrero) 1846-1878-, confirmó su culto en 1886.
II DOMINGO DE CUARESMA
Santos: Juan de Dios, fundador, y Apolunio y Filemón de Egipto, mártires. Beato Faustino Miguez, fundador.
SANTOS APOLONIO y FlLEMÓN DE EGIPTO, del griego, "perteneciente a Apolo" y "amante afectuoso", respectivamente (siglos III-IV). Mártires. Antiguos textos aportan datos escasos pero fidedignos de estos dos santos. Se desconocen los rasgos que antecedieron a la salida del fiel cristiano Apolonio de la región egipcia de la Tebaida, a fin de establecerse en la ciudad para auxiliar a los cristianos, prisioneros del pagano Filemón. A su llegada Filemón exclamó: "Debes estar loco para haber abandonado el desierto donde estabas seguro y aparecer aquí, expuesto a ser ejecutado". Después de estas expresiones Apolonio, haciendo gala de su fe al Dios verdadero dijo que debía ayudar a sus hermanos en peligro; con su respuesta demostró al pagano que la fe verdadera era la suya. Por tan valiente acto Filemón, asombrado, deja en libertad a los prisioneros, se convierte y solicita ser instruido en la doctrina de Cristo. Esta conversión propicia el enfado de las autoridades paganas y los llevan ante un juez. Algunas reseñas indican que, ante la fe de Apolonio y Filemón, el juez también se convirtió; sin embargo, los dos primeros son condenados a morir ahogados. La Iglesia los venera como mártires desde tiempo inmemorial.
Santos: Francisca Romana, viuda, y Paciano Barcelona, obispo. Beato Marcelo Callo, laico Feria (Morado)
SAN PACIANO DE BARCELONA, del latín, pacianus, "el que pertenece a la paz" (siglo IV). Obispo. Su biografía, con detalles escasos, la escribió san Jerónimo (30 de septiembre), sin aportar pormenores de familia e infancia; al parecer nació en Barcelona, España. Cursó estudios de humanidades y teología, fue un hombre acaudalado, de amplia cultura y estimado por sus cualidades morales; era casado y tenía un hijo. Cerca del año 392, por su fe y conducta ejemplar es electo obispo de su ciudad natal, misión en la que destaca por su oratoria e inteligencia. Escritor de interesantes obras de las que se citan: Tratado sobre el bautismo, tres epístolas o cartas a Simproniano, en éstas defiende la potestad de la Iglesia para conceder el perdón de los pecados y sostiene que esa autoridad no está sujeta a la santidad de vida de los ministros de la Iglesia. Otro de sus escritos fue Parenesis, en el cual exhorta a la penitencia y establece dos clases de pecados: los ordinarios, y los capitales. El pensamiento e ideas del obispo Paciano se anticiparon al Magisterio de la Iglesia de su época, ya que aún no se decidía cómo administrar el sacramento de la penitencia (confesión o reconciliación). En cuanto a su deceso, se dice que murió mártir, ya que así quedó anotado en los martirologios que datan del siglo IX, así como en los manuscritos de la catedral de Barcelona (siglos XII-XIII) de la cual es patrono. En la actualidad, sus reliquias se veneran en el templo barcelonés dedicado a él. Su festividad se proclamó en el sínodo diocesano desde el año 1600.
Santos: Macario de Jerusalén, obispo; María Eugenia Milleret, fundadora, y Simplicio I, Papa. Feria (Morado)
SAN SIMPLICIO I, del latín, "sincero", "sin malicia" (483). Papa. Se desconocen particularidades de su infancia y familia; originario de Tívoli, Italia, sin precisarse la fecha de su nacimiento. Ocupó el orden cuarenta y siete en la cronología pontificia, electo el 3 de marzo del año 468. En el ejercicio de su pontificado acontece la caída del Imperio Romano de Occidente, así como el cisma que provocó la fundación de las Iglesias de Armenia, Egipto y Siria. Destaca por su habilidad administrativa, con lo cual logra mejorar los recursos de la Iglesia y, por consecuencia, la Santa Sede adquiere prestigio político y afirma su autoridad. Regulariza la adecuada distribución de las limosnas o donativos, para atender con generosidad a los peregrinos, las nuevas iglesias y a las clases marginadas. Fallece en la sede pontificia en una fecha como la de hoy, en el año 483. En su época, al morir, cada pontífice era venerado como santo.
Santos: Eulogio de Córdoba, mártir; Esteban de Obacina, abad, y Vicente y Ramiro de León, mártires. Feria (Morado)
SANTOS VICENTE Y RAMIRO DE LEÓN, del latín, "vencedor" y del germánico, "ilustre, brillante, famoso", respectivamente (siglo VI). Mártires. De origen español. Sólo se conocen datos de su edad adulta. Estos monjes vivieron en la época de la dominación de los suevos (siglo VI), quienes seguían las herejías arrianas (Arrio -256-336-, que afirmaban que Jesús era un alma excelsa, superior a los ángeles, pero carente de divinidad). Vicente, abad del monasterio de san Claudio, en la ciudad hispana de León, destacaba por ser predicador de la doctrina de Cristo y defensor de la misma. Por tal motivo es requerido por las autoridades paganas para hacerlo negar la fe del Dios verdadero, al no conseguirlo lo azotan y lo llevan frente a su abadía, donde lo ejecutan. Tiempo después, el monje Ramiro lo sucede en el cargo de abad y enfrenta a los herejes, pero lo acuchillan y muere mártir en aras de la fe. La veneración de ambos se pierde en la memoria de los tiempos.
Santos: Pablo Aureliano de Lyon, obispo; Luis Orione, fundador, y Teófanes de Turquía, el Cronógrafo, abad. Feria (Morado)
SAN TEÓFANES, EL CRONÓGRAFO DE TURQUÍA, del griego, "aquel a quien Dios aparece" (818). Abad. Datos fidedignos los recopiló el hagiógrafo reverendo Alban Butler (1711-1773), haciéndose constar su veneración hasta la actualidad. Al parecer era de origen turco; se ignoran sus referencias familiares. Su padre, gobernador de las islas del Archipiélago de las Cícladas (grupo de islas griegas en el mar Egeo), muere cuando el infante tenía tres años, éste hereda cuantiosa fortuna. El tutor del niño, el emperador Constantino Copronimus, le procura formación en Cristo y vasta instrucción cultural. En su juventud contrae nupcias, pero desde el primer día de matrimonio ambos consortes hacen voto de castidad y más adelante su esposa profesa la vida religiosa. Por su parte, Teófanes consagra su vida a Dios en la oración, la penitencia y el estudio; vive en absoluta pobreza en un monasterio de Bitinia (Asia Menor); se deduce que llegó a ser abad. En el año 787 participa en el II Concilio de Nicea, ahí destaca por su actitud humilde y su raída vestimenta. La tradición dice que siempre mortificó su cuerpo con cilicios (cinturón con cadenillas de hierro y filosas puntas para mortificar el cuerpo), que dormía en una dura estera usando una piedra como almohada. A los cincuenta años de edad padece una enfermedad renal, la cual le causa terribles dolores, misma que soporta con ejemplar resignación cristiana. Cuando en 814 el pagano emperador Leo el Armenio, reanuda la persecución contra la Iglesia, prohíbe el culto a las imágenes. Al conocer la piedad de Teófanes, lo trata de persuadir para que éste rechace el culto a las imágenes sagradas mediante obsequios, aduladoras cartas y le solicita que se presente ante él en Constantinopla (actual Estambul). Sin embargo, el santo varón no cree en sus embustes y en una misiva le contesta: "Si pretendes obligarme a la complacencia con tus amenazas, como a un niño se le atemoriza con un bastón, sólo malgastarás tus esfuerzos". Aún con la negativa el monarca insiste, sin lograr vencer la férrea fe del santo, y al no lograr su propósito lo castiga con trescientos latigazos y lo recluye después en un calabozo en el que permanece tres años. Posteriormente, en el año 818 lo excarcelan aún con vida de ese lugar, y lo destierran a la isla de Samotracia (al noroeste de Grecia), donde días después entrega su alma al Creador. Se le conoce como el Cronógrafo por su libro Cronografía, en el cual relata importantes sucesos entre los años 284 al 813. Su veneración se pierde en la memoria de los tiempos.
Santos: Rodrigo de Córdoba, mártir; Sancha de Portugal, religiosa, y Eufrasia de Turquía, religiosa. Feria (Morado)
SANTA SANCHA DE PORTUGAL, del latín, sanctius, forma adjetivada o gentilicia de sanctus, "el que pertenece a sanctus" (del latín sanctus, sagrado; derivación de sancire, consagrar) (l229). Religiosa. Nace en Lisboa, Portugal; segunda hija de los reyes católicos Sancho I el Poblador (1154-1211) de Portugal y Aldonza (Dulce, del latín, dulcis, dulce, "grato, agradable, deleitoso") de Aragón. En su infancia demuestra juicio e inclinación a la oración. Una anécdota indica que en la adolescencia se le preguntó con quién le gustaría casarse cuando tuviese que hacerlo, a lo que ella contestó: "Con aquel que me ha recibido por esposa antes de nacer". Hacia el año 1208 queda huérfana de madre y, al buscar la soledad, para evitar peligros y quizá pretendientes, decide retirarse a vivir en la paz de una propiedad que su padre, al morir, le había heredado en la Villa de Alenquer (próxima a Lisboa), ahí vive en forma austera sin denotar su nobleza. Pese a todo, su hermano Alfonso II el Gordo (1185?-1223), heredero del trono, viola el testamento de su progenitor e intenta despojada de esa propiedad. Por lo anterior, como era costumbre, Sancha recurre al apoyo del Sumo Pontífice, quien obliga al monarca a restituir la herencia a su piadosa hermana. Tiempo después, al reconciliarse Alfonso y Sancha, el hermano pretende entregarla en matrimonio con el rey de Castilla Fernando III el Santo (1201?-1252), pero la joven se niega y le expresa: "Más fácil me sería, hermano, dejarme arrojar en un horno ardiendo o con una piedra al cuello en lo profundo del mar y cortar mis miembros uno a uno, que casar con hombre nacido; y si en alguna cosa deseas darme gusto, será en no hablarme más sobre el asunto". Para evitar propuestas matrimoniales, ante el obispo del lugar hace público su voto de castidad en la ciudad lusitana de Coimbra. Posteriormente, funda un monasterio dedicado a Santa María de Cela, donde, reunida con varias compañeras, acatan la Regla Cisterciense. Deja una herencia de santidad al morir en el citado monasterio en una fecha como hoy, del año 1229; por su fama de santidad y los hechos milagrosos ocurridos por su intercesión, da inicio su veneración. Su culto lo aprueba Clemente XI (1700-1721) en el año de 1705. Sus reliquias se trasladan a Lorvao, Coimbra, Portugal, donde actualmente reciben las muestras de agradecimiento de sus devotos.
Santos: Matilde de Alemania, reina, y Alejandro de Macedonia, mártir. Beata Eva del Monte. Cornelio, ermitaña.
Vísperas I del domingo
3a semana del Salterio Feria (Morado)
BEATA EVA DEL MONTE CORNELIO, del hebreo, '"que da vida" (1205?-1265?). Oriunda de Lieja, Bélgica. Sin detallarse fecha, ingresa en el convento de San Martín, en su país. Su vida sufre un cambio radical cuando conoce a santa Juliana de Monte Cornelio (5 de abril), con quien le unirá una entrañable amistad. La relación entre ambas y su devoción al Santísimo Sacramento las lleva a concebir la idea de establecer una solemnidad en honor al Cuerpo de Cristo (Corpus Christi). Solicitan al pontífice Urbano IV (1261-1264) instituir esa fiesta; sin embargo, el papa tenía dudas acerca de ello. Dios le responde al acontecer el llamado "Milagro de Bolsena" (1261), cuando al celebrar la santa misa en dicho lugar, en el momento de la consagración, la Sagrada Forma sangra copiosamente. Después de esto, el 11 de agosto de 1264, en Orvieto, dicta la bula Transiturus de hoc mundo, con la cual instituye para la Iglesia universal la fiesta del Corpus Christi; en ella manifiesta: "Las piadosas muchedumbres del pueblo han de acudir a las iglesias y pueblo y clero se entreguen a entonar alegres himnos. En los cantos de alabanza participen los deseos y sentimientos de todos... Cante la fe, baile la esperanza, exulte la caridad. Aplauda la devoción, grite la pureza y regocíjese la sinceridad... ". Durante el año posterior al acontecimiento referido, Eva continúa con su vida de austeridad, oración, penitencia y dedicación total al Señor. Su deceso ocurre en el citado convento. Quienes le conocieron atestiguaron su vida plena de virtudes y santidad, así como los prodigios que se efectuaron a los fieles y peregrinos que solicitaban su intercesión; por ello, dio inicio su veneración. La iglesia aprobó su culto en 1902. También se le conoce como Eva de Lieja.
III DOMINGO DE CUARESMA
Santos: Santa Luisa de Marillac, fundadora; Clemente María Hofbauer, presbítero, y Ramón o Raimundo de Fitero, fundador. (Morado)
SAN RAMÓN O RAIMUNDO DE FITERO, del germánico, "la protección del consejo divino" [1163). Fundador. Las biografías fidedignas que se han compilado de este santo, de origen español, no registran datos exactos de fecha, lugar de nacimiento ni particularidades de su infancia y familia. Su nombre era Ramón o Raimundo, adaptándose el apellido Sierra o Serrat, del posible lugar de origen; se deduce su formación en Cristo, ya que las crónicas parten de su nombramiento como canónigo benedictino en la catedral española de Tarazona, en Aragón, según consta en actas de la misma. Como Ramón deseaba mayor perfección cristiana, ingresa en el claustro de la orden cisterciense en la zona montañosa de Vera (Cantabria, España); lo inhóspito del lugar los obliga a trasladarse a un sitio donado por el monarca Alfonso VII (1105-1157) en Nienzabas (Nienzebas), en la localidad de Fitero, sitio apacible, con clima favorable, donde los monjes podrían trabajar la tierra para su sustento. Por su vida ejemplar, en 1144 se le nombra abad y asiste al Capítulo general de la orden celebrado en Francia hacia 1148; ahí habla con el pontífice beato Eugenio III -1145-1153- (8 de julio), y obtiene favores para su convento; después de este acuerdo se trasladan a la población española de Fitero (Calatrava, Ciudad Real) y fundan una gran abadía (1150) con el nombre de Santa María, y él es su primer abad. Su máxima obra fue la fundación y organización, en 1158, de la Orden de Calatrava, institución religiosa --que adoptó la Regla de san Benito-- y militar, para defender dicha ciudad de la invasión árabe; sin embargo, los monjes no tuvieron necesidad de enfrentarse en un posible combate ya que, al enterarse los musulmanes de que los españoles habían preparado hasta en el más mínimo detalle la estrategia para ganar Calatrava, decidieron retirarse. Después de cinco años de perfeccionar su espíritu e indicar las normas para la citada orden, se retira a la localidad española de Ciruelos, Toledo, donde fallece con fama de santidad en una fecha como la de hoy. Sus reliquias se trasladan al monasterio toledano de Montesino, donde reciben veneración inmemorial hasta el año 1835, cuando se instalan para su culto en la Catedral de Toledo, donde permanecen hasta nuestros días.
Santos: Heriberto de Colonia, obispo. Abraham, el Solitario de Egipto, ermitaño y Julián de Anazarbo, mártir. Feria (Morado)
SAN JULIÁN DE ANAZARBO, del latino patronímico de Julio, "cielo", "dios", "divino" (siglo IV). Mártir. Datos fieles de su martirio y que avalan su existencia los escribió san Juan Crisóstomo (13 de septiembre). Su sacrificio martirial ocurre en la época del cruel perseguidor de cristianos: Licinius (311-324), emperador de Oriente. Julián vivía en Anazarbo, Cilicia, Asia Menor. Su familia y él se habían convertido al cristianismo, pero ocultaban su fe por temor a las persecuciones. A los dieciocho años de edad confiesa ser creyente del Dios verdadero y es encarcelado por orden del prefecto Marciano; padece tortura y es obligado a recorrer Cilicia a pie durante un año, expuesto a las burlas y maltrato de los paganos. Como en ese lapso no accede a negar a Cristo, el citado prefecto ordena arrojarlo al mar dentro de un saco con serpientes. Piadosos cristianos, testigos del crimen, recuperan el cuerpo y le dan sepultura en Antioquia. Su veneración se pierde en la memoria de los tiempos.
Santos: Patricio de Irlanda, obispo, y José de Arimatea, laico; Gertrudis Nivelles, abadesa. (Morado)
SANTA GERTRUDIS DE NIVELLES, del germánico, "lanza fiel" (659). Abadesa. Oriunda de Bravante, Bélgica, abadesa en este lugar. Hija del beato Pepino I de Landen (21 de febrero) y de la beata Ida de Nivelles (8 de mayo); hermana de santa Begga de Ardenas (17 de diciembre). Desde pequeña muestra su deseo de consagrarse al servicio de Dios. A la muerte de su padre (639), Ida decide dedicarse a la vida religiosa y edifica un doble monasterio en Nivelles, donde reside -hasta su fallecimiento-, junto con su hija Gertrudis. Por su piedad, a Gertrudis se le designa abadesa a la temprana edad de veinte años. Con su dirección, el monasterio cobra fama debido a la generosidad con que se trata a los peregrinos y a los monjes irlandeses misioneros. Profesa especial devoción a las ánimas del Purgatorio y contribuye en la construcción del monasterio de Saint-Maur-des-Fossés, en las afueras de París. Es célebre por la ayuda que presta a la labor misionera y de evangelización que encabeza san Ultán (4 de septiembre) en Irlanda. En 656, abdica de su cargo a favor de su sobrina santa Wilfetrudis de Nivelles (23 de noviembre), para dedicarse a la oración y al estudio de las Sagradas Escrituras. Durante este periodo tiene experiencias místicas, éxtasis y visiones. Con fama de santidad y dando ejemplo de caridad y amor a Dios, a sus hermanos y hermanas, muere -como su Amado- a la edad de treinta y tres años. Pronto los habitantes de Bélgica, Inglaterra, Irlanda y otros países inician su veneración. Sus patronazgos son múltiples: peregrinos, viajeros, jardineros y campesinos (ya que su memoria pronosticaba la llegada del buen tiempo de comenzar la siembra); por su devoción a las ánimas, se le encomiendan las almas de quienes han muerto recientemente, entre otros. Iconografía: con hábito y báculo, al frente del monasterio de Nivelles.
Santos: Cirilo de Jerusalén, doctor de la Iglesia; Alejandro de Jerusalén, mártir, y Salvador de Horta. Feria (Morado)
SAN ALEJANDRO DE JERUSALÉN, del griego, "vencedor de los hombres" (250?). Mártir. Las innumerables víctimas de las persecuciones en los primeros siglos del cristianismo, hicieron prácticamente imposible que sus biografías quedasen registradas con detalles, ya que sólo se les conocía cuando morían mártires en aras de la fe y por tradiciones orales. Tal es el caso de san Alejandro a quien se le conoce cuando, al fungir como obispo de Capadocia (actual territorio turco), ofrece hospedaje a Clemente, obispo de Alejandría, hacia el año 205 de la era cristiana, cuando este último había sido desterrado de su sede episcopal. Por tal acción, nuestro santo es hecho prisionero durante varios años, y Clemente ocupa su lugar en el episcopado. Más adelante, al ser liberado, peregrina a Tierra Santa, donde encuentra a Narciso, el anciano obispo de Jerusalén, de quien es asistente por su avanzada edad, para auxiliado en una crítica situación político-religiosa de la época. Alejandro se convierte en discípulo del sabio Narciso, y a su muerte lo sucede en el cargo. Es contemporáneo del célebre erudito y defensor del cristianismo Orígenes (185-254), quien lo recibe en la diócesis de Alejandría, Egipto, y le procura una digna residencia en Cesarea de Palestina. Alejandro realiza vasta misión pastoral, pacifica a los judeocristianos, establece una extensa biblioteca en Jerusalén y contribuye al conocimiento de la catequesis. Su trabajo se interrumpe al ser arrestado por orden del pagano Decio (249-251) y es llevado a Cesarea de Palestina, donde muere mártir. El pueblo da inicio a su veneración inmemorial.
San José, Esposo de la Santísima Virgen María
Santos: Beatos Sibilina Biscossi, laica, y Marcelo Callo, laico. Solemnidad (Blanco)
SAN JOSÉ, del hebreo, "Dios acrecentará" (siglo I a. C.-siglo I d. C.). Esposo de la Santísima Virgen María. En la Sagrada Escritura se encuentran mínimos pasajes respecto a san José, casi todo lo que se conoce está en los dos primeros capítulos de los evangelistas Mateo y Lucas. Conforme a la genealogía (Mt 1,16), es descendiente del linaje real de David (Lc 2, 4); vive en Nazaret, y es carpintero de oficio (Mt 13, 55). Citado en las narraciones del nacimiento, la adoración de los magos, la huida a Egipto y, por última ocasión, en el relato del Niño, perdido y encontrado en el templo (Lc 2, 41-52). Es de suponerse que José muere antes del martirio de Cristo, ya que al ser viuda María al pie de la cruz, Jesús la encomienda a Juan el Evangelista (Jn 19,26). Las anteriores y otras menciones sólo son referencias accidentales o la opinión de sus coterráneos respecto a que era el padre que había engendrado a Jesús. Otras citas se localizan en los llamados evangelios apócrifos, con leyendas que presentan una imagen deformada de la realidad y tergiversan la Sagrada Escritura; por tanto, no son fidedignos ni aceptados por el Magisterio de la Iglesia. Al correr de los siglos la imagen de san José ha sido admirada por grandes santos y doctores de la Iglesia como Agustín de Hipona (28 de agosto), Juan Crisóstomo (13 de septiembre) y Efrén de Siria (9 de junio), entre otros. Esta solemnidad la instituye Sixto IV en 1479. En 1621, Gregorio XV la extiende a la Iglesia universal. Proclamado Patrono de la Iglesia universal por el beato Pío IX -1846-878- (7 de febrero) en 1847, quien en el decreto Inclytum Patriarcham (1871) exalta su "excelsa misión paternal". En 1889, León XIII (1878-1903) publica la encíclica Quamquam pluries sobre la importancia del culto a san José. El beato Juan XXIII -1958-1963-- (11 de octubre) lo incluye en el canon de la Asamblea Eucarística, después de mencionar a María Santísima. El Siervo de Dios, Juan Pablo II (1989) escribió la exhortación apostólica El Custodio del Redentor, sobre la misión de san José. Iconografía: con túnica verde y manto amarillo, en sus brazos lleva al Niño Jesús con una azucena, alusiva a su pureza. Protector de obreros, trabajadores, carpinteros, ebanistas y de padres de familia. Es recomendable encomendarse a él para obtener una muerte en gracia de Dios, ya que se considera que él murió confortado por Jesús y María.
Santos: Martín de Braga, obispo; Fotina, la Samaritana, laica, y Cutberto de Lindisfarne, obispo. Feria (Morado)
SAN CUTBERTO DE LINDISFARNE, del anglosajón, "el brillo de la sabiduría" (687). Sin contar con detalles de su infancia y familia, se le considera de origen inglés. En su juventud es atraído por la devoción de unos monjes consagrados a Dios en el monasterio de Melrose, Escocia. Sin embargo, él continúa con su trabajo de cuidador de ovejas, y ora en la campiña, a imitación de aquellos santos varones a quienes admiraba. Se dice que en un sueño vio a san Adrián (9 de enero) -fundador del citado convento-, al ser elevado a los cielos después de haber fallecido en el monasterio inglés de Lindisfarne. Este sueño fue su inspiración y se dirige a Melrose, donde solicita su ingreso y, al ser admitido, viste el hábito. En 674 ocupa el cargo de prior; se dedica al apostolado de la predicación, para convertir a los paganos y erradicar la superstición; era tan admirable su afán por dar a conocer la fe verdadera, que transitaba a pie abruptas zonas montañosas para evangelizar. Más tarde, desempeña el cargo de prior en Lindisfarne, lugar donde vive varios años consagrándose a la difusión de la palabra de Dios entre los lugareños y pueblos vecinos. Para profundizar en la espiritualidad, llega a la solitaria isla de Farne, Cumberland, Escocia, ahí construye una cabaña que le sirve como celda; en esa soledad permanece en oración, penitencia y extrema austeridad. Al parecer, pese a la permanente sequía, con sus plegarias logra que llegue la lluvia, para sembrar y cosechar su frugal alimento. En su celda permanece sin salir, pero como Dios le otorga el don de consejo, a través de la ventana de su habitación atiende a otros monjes que se acercan a él para escuchar sus sabias recomendaciones. Más adelante, en el Sínodo de Northumbria, Inglaterra, es electo obispo de Lindisfarne, cargo que por humildad no acepta, hasta que el monarca inglés le solicita que acceda para beneficio de los habitantes de la diócesis. En su ministerio episcopal continúa su vida de austeridad y realiza recorridos pastorales para propagar el Evangelio. Transcurridos dos años de intenso trabajo, cuando presiente su muerte, solicita retirarse del episcopado y regresa a Farne donde entrega su alma al Creador. Su fama de santidad -iniciada en vida- continúa, así como los hechos milagrosos, por lo cual el pueblo impulsa su veneración. En Inglaterra se le han dedicado diversos templos.
Santos: Serapión de Thmius, obispo; Benita Cambiagio, religiosa, y Nicolás de Flueli, laico.
Vísperas I del domingo
4a semana del Salterio Feria (Morado)
SAN NICOLÁS DE FLUELI, del griego, "victorioso en el pueblo" (1417-1487). Laico. Nace en Flueli, Obwalden, Suiza, hijo de devotos practicantes de la fe católica y prósperos agricultores. Al parecer no aprende a leer ni a escribir y, por medio de un ermitaño benedictino, conoce la agrupación de los "Amigos de Dios", a la cual se acerca para unirse espiritualmente a Dios. En su juventud contrae nupcias con Dorotea y procrean diez hijos. Ocupa cargos en el gobierno de la población suiza de Sachseln, es consejero y juez del cantón, y diputado de Obwalden. Pese a su falta de estudios, destaca por ser un líder nato con capacidad administrativa y conciliador entre los conflictos del pueblo. Debido a los conflictos bélicos de su patria (1433 a 1460) deja el hogar para integrarse como oficial en el ejército. Sus biógrafos señalan que tuvo trato humano con los enemigos vencidos; además de respetar la paz en los conventos y los templos, así como proteger la vida de mujeres y niños. Su carácter pacífico lo hace renunciar a la milicia, regresa a su hogar y --de acuerdo con su esposa- decide consagrarse a Dios. Con el apoyo de su guía espiritual, el sacerdote Aimón Amgrund, despeja sus dudas y se integra en la agrupación "Amigos de Dios", en la región francesa de Alsacia (1467). Se dice que en una visión Dios le indica realizar una misión en su país, por lo cual regresa a Ranft, Obwalden, en 1468; ahí sus paisanos le construyen una ermita con una capilla, en donde vive en austeridad, dedicado a la oración y penitencia. Los lugareños acuden a él en busca de consejo y dirección espiritual; destaca como pacificador entre las riñas familiares; desde esa época adquiere fama de santidad. Con cariño y respeto, tanto sus conciudadanos como gobernantes y prelados lo llaman Hermano Nicolás. En su país se le considera Padre de la patria, ya que se le reconoce por haber sido conciliador para evitar guerras y crisis sociopolíticas, ante la amenaza bélica de Austria a Suiza (1473), la guerra civil helvética (1481) y el intento de agresión contra Constanza (1482). En este último año, envía un mensaje a las autoridades de Berna: "Conserven en sus corazones el recuerdo de la Pasión del Señor", por tal referencia logra conservar la paz en su país. Su vida en la ermita se prolonga diecinueve años hasta su muerte en ese lugar, con fama de santidad. Después de un culto espontáneo que inicia el pueblo, el pontífice Clemente IX (1667-1669), aprueba su veneración en 1669. El Siervo de Dios, Pío XII (1939-1958) lo canoniza el 15 de mayo de 1947 y lo proclama Patrono de Suiza, país donde se celebra su memoria anual el 25 de septiembre y, además, en una fecha como ésta, cuando entra a la patria celestial.
IV DOMINGO DE CUARESMA
Santos: Zacarías, Papa; Basilio de Ancira, mártir y Lea de Roma, viuda. (Rosa o Morado)
SANTA LEA DE ROMA, variante de Lía, del hebreo "cansada, lánguida" o femenino de Leo, del latín, "león" (383). Viuda. Los mínimos datos fidedignos de esta santa de culto inmemorial los escribió san Jerónimo (30 de septiembre), mismos que dan constancia de su existencia. Fue una acaudalada dama de origen romano, que enviuda en su juventud y rechaza la oferta de un segundo matrimonio con un noble. Se convierte al cristianismo y se une a varias piadosas mujeres en el barrio de Aventino, Roma. Se le conoce por el citado biógrafo, y fue su discípula en el estudio de la Sagrada Escritura en la Ciudad Eterna. Se dice que, al renunciar a su riqueza, vistió una burda túnica y vivió en el retiro en una austera habitación, dedicada a la oración hasta su deceso; otros relatos indican que vivió con otras mujeres en el retiro, haciendo vida de pobreza, oración y consagración a Dios.
Santos: San Toribio de Mogrovejo, obispo; Rafka (Rebeca) Ar-Rayés, religiosa, y José Oriol, presbítero. Feria (Morado)
SANTA RAFKA (REBECA) AR-RAYÉS, del hebreo, rifka, "lazo" (1832-1914). Religiosa. Oriunda de Himlaya, Líbano; bautizada con el nombre de Boutrossieh o Butrsie (Petra o Petronila, del arameo "piedra, roca"), su vida se reconoce por la narración que hizo a su superiora, quien la escuchó y la escribió poco antes de morir esta santa. A los siete años muere su madre y su padre contrae segundas nupcias; sufre desde entonces la falta del afecto maternal. Al cumplir catorce años, su madrastra y una tía pretenden casarla y, al oponerse la joven, se suscitan altercados. Por lo anterior Petrita, decidida a consagrarse al Señor, huye y se dirige al convento libanés de Nuestra Señora de la Liberación en Bikfaya, de la congregación de las Hijas de María, donde permanece con las religiosas. Se dice que al mirar la imagen de Nuestra señora, oyó una voz que penetraba en su conciencia: "Tú serás religiosa". En 1855 profesa con el nombre de sor Anissa. Ahí, durante siete años sirve en la cocina del seminario diocesano y aprovecha para estudiar, ya que en su niñez no lo había hecho. En 1860, sus superioras la envían al convento de Deir El-Qamar, donde los drusos (secta musulmana) se sublevan contra los cristianos y se desata una revolución. Sor Anissa brinda ayuda para salvar la vida de sus compatriotas católicos, en especial de los niños internos en el colegio de los jesuitas, aun a costa de exponer su propia existencia. Al término del conflicto, se le envía a Gabail, más tarde a Ma'ad, lugar donde, con los conocimientos que había adquirido, imparte clases durante siete años. Tiempo después, la citada congregación se dispersa y nuestra santa ingresa en la orden Libanesa Maronita, en el monasterio de San Simón, en Aytou, al norte de su país; en 1873 profesa y elige el nombre de Rafka (en español, Rebeca, del hebreo, "lazo"), en memoria del nombre de su difunta madre. En el relato de su biografía expresa: "Llena de salud y actividad, no me acordaba de haber estado enferma en estos años de mi vida. Entonces me dirigí a Dios con estas palabras: ¿Por qué, Dios mío, te alejas de mí, y por qué me abandonas... Por qué no me visitas con una enfermedad? ¿Habrás olvidado a tu esclava?". Poco después continúa su relato: "En el momento de dormir sufrí un fuerte dolor de cabeza, que se extendía sobre mis ojos hasta quedar ciega". A partir de 1885, padece dolorosas enfermedades: pierde la vista y queda inmóvil, víctima de una parálisis general que, a su vez, provoca en su cuerpo numerosas llagas y agudo dolor en las articulaciones. Su cuerpo adelgaza a tal grado que la piel marcaba sus huesos, los médicos diagnosticaron una tuberculosis osteoarticular, la cual la deja postrada, sólo sus manos se libran del dolor ocupándolas en tejer calcetas para ayudar en la economía de su congregación. Cautiva de permanentes malestares, expresa con fervor: "Por la gloria de Dios, en comunión con la Pasión de Cristo, con la corona de espinas en tu cabeza, ¡oh, mi Señor!". La mañana del Jueves Santo, expresa: "Si pudiera asistir a la misa, en este día de tan noble fiesta... "; sus hermanas espirituales tratan de llevarla en una camilla, pero lo impide un agudo dolor en la cadera y la dejan en la cama. Una vez en la capilla la misa da inicio y poco después Rafka llega arrastrándose, y dice: "No sé nada; pedía a Jesús que me ayudara, y de repente sentí que los pies se resbalaban de la cama, pude bajarme y me arrastré hasta la iglesia". Se le envía al monasterio de San José, en Yrabta, lugar donde dice a la superiora: "Me gustaría despedirme de mis hermanas y oír sus voces antes de morir", las religiosas, conmovidas, la rodean y recibe la sagrada comunión; sus últimas palabras fueron: "Oh, Jesús! Oh, María! Oh, san José! Les entrego mi corazón, mi alma; entre sus manos pongo mi espíritu". Su sepulcro recibe numerosos visitantes que devotos solicitan su intercesión, los milagros se suscitan e inician la causa de canonización. El Siervo de Dios, Juan Pablo II (1978-2005), la canoniza en 2001; durante la ceremonia de canonización destaca: "¡Que los enfermos, los afligidos, los refugiados de guerra y todas las víctimas del odio de hoy y de ayer puedan encontrar en santa Rafka una compañera de camino para que, por su intercesión, continúen buscando en la noche razones para seguir esperando y construir la paz!". Conocida como El Lirio del Líbano, es la primera santa de ese país. Iconografía: con hábito, en sus manos libro y rosario, al fondo el paisaje libanés, a su derecha una cruz y a su izquierda una imagen de la Virgen María. Venerada en la Catedral Maronita, República de Uruguay esquina Correo Mayor, Centro Histórico, y en el templo de Nuestra Señora de Líbano, calle Manzano 31, casi esquina con Avenida Río Churubusco, colonia Florida, Delegación Álvaro Obregón; ambas en la Ciudad de México.
Santos: Guillermo de Norwich, mártir, y Catalina de Suecia, abadesa. Beata María Karlowska, fundadora. Feria (Morado)
BEATA MARÍA KARLOWSKA, del arameo, "señora" (1865-1935). Fundadora. Oriunda de Karlowo, Polonia. Crece en el seno de una noble -pero no rica- y piadosa familia. Hace voto personal de castidad al cumplir diecisiete años. Al percatarse de las condiciones y discriminación de que eran víctimas las prostitutas en la ciudad de Poznan, decide crear hogares para que vivan en mejores condiciones, aprendan un oficio que les permita mantenerse y, así, alejarlas de la prostitución y favorecer su "conversión a Cristo". Al encontrar eco en su propuesta, crea la congregación del Buen Pastor de la Divina Providencia (conocidas como Hermanas del Buen Pastor o Pastorcitas), las cuales se consagran a la rehabilitación espiritual y social de las "mujeres de la calle", así como de las personas que sufren enfermedades venéreas. Trabaja principalmente en Plock, Pomerania, que hoy es parte de Polonia, así como en Lublin, Torun, Bydgoszcz, Topolno, Pniewite, Jablonowo y en Zoledowo. Su obra trasciende las fronteras de su país y funda nuevos conventos y casas de asistencia. Durante su vida, promueve muchas acciones que a favor de las mujeres y de la población en general. Su amor al Señor, piedad y caridad son ejemplo para sus paisanos, por ello, en 1935 recibe numerosos reconocimientos del gobierno polaco y de organismos internacionales. Muere en Pniewita y sus restos descansan en la casa generalicia de la orden en Jablonowo Pomorskie, Polonia. El Siervo de Dios Juan Pablo II (1978-2005) la beatifica en 1997.
La Anunciación del Señor
Santos: Santa lucía Filippini, fundadora. Isaac, patriarca. Solemnidad (Blanco)
LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR, del latín eclesiástico annuntiatio, "'acción y efecto de anunciar, notificar"' (siglo I. antes de Cristo). Dios dispuso que precediera a la Encarnación la aceptación de la Madre, a fin de que, así como una mujer (Eva) contribuyó a la muerte, otra mujer participara en dar la vida. Este hecho se conmemora en la solemnidad que hoy celebra la Iglesia universal como la Anunciación, cuando la Virgen nazarena, por mandato divino, es saludada por el arcángel Gabriel como la “... llena de gracia... “(Lc 1, 28), a la vez que ella manifiesta su aceptación al decir: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra" (Lc 1, 38). Así, María, santa e inmune de toda mancha de pecado acepta concebir en su seno virginal al Salvador del mundo. A través de los tiempos, la Iglesia ha meditado sobre la Virgen Santísima, contemplándola a la luz del Verbo hecho hombre. María, por su íntima participación en la historia de la salvación, reúne y refleja las verdades de la fe, atrayendo con amor materno a la humanidad hacia su Hijo, a su sacrificio y al amor del Padre. Además, la Iglesia en su misión apostólica la admira porque engendró a Cristo, concebido por obra del Espíritu Santo, para que también nazca y crezca en las almas de los fieles (cfr. Documentos Vaticano II, Constitución Dogmática Lumen Gentium, capítulo VIII, párrafos 56 y 65). Esta solemnidad tuvo su origen en Oriente, se celebraba a partir del siglo V como fiesta de la Concepción del Señor. El pontífice Sergio I (687-701) la promovió en Occidente. Se dice que esta celebración era nombrada por los griegos Evangelisma, que quiere decir Anunciación. Iconografía: María Santísima con atavío de época, con devoción, confiada a la voluntad del Padre, recibe el anuncio del arcángel Gabriel y acepta ser la Madre de Dios.
Santos: Braulio de Zaragoza, y Pedro de Sebaste, obispos. Beato Pedro Marginet, monje. Feria (Morado)
SAN PEDRO DE SEBASTE, del arameo. "piedra". "roca" (340?-391?). Obispo. Nace en Cesarea, Cappadocia. Fue el más joven de los diez niños del matrimonio formado por san Basilio el Mayor y santa Emmelia (30 de mayo), hermano de los santos Gregorio de Nazianzeno (2 de enero) y Macrina la Joven (19 de julio). Educado por su hermana Macrina, después de la muerte de su padre, Pedro ingresa en un monasterio en Armenia, fundado por su madre y padre y dirigido por Albahaca. En 362 es nombrado abad. Ayuda durante la hambruna que azota Pontus y Cappadocia. Se ordena (370) y es nombrado obispo de Sebaste en 380. Combate sin descanso para destruir el arrianismo (herejía de Arrio -256-336-, quien sostenía que Jesús era un alma excelsa, superior a los ángeles, pero carente de divinidad) en su diócesis; asiste al Concilio General de Constantinopla (381). Durante su vida da ejemplo de los valores cristianos. Muere en su sede episcopal.
Santos: San Ruperto de Salzburgo, obispo. Beatos Peregrino de Falerone, presbítero y Francisco Faa de Bruno, fundador. Feria (Morado)
SAN RUPERTO DE SALZBURGO, variante de Roberto, del germánico, "brillante en la fama" (718). Obispo. Es el santo titular en este día; se ignoran datos anteriores a la edad adulta; quizá fue de origen galés o irlandés. Sus biografías lo mencionan a partir de su nombramiento como obispo en la sede episcopal de Worms, en Alemania. Realiza con varios misioneros una amplia labor de evangelización en las ciudades alemanas de Regensburg, Salzburgo y Baviera. En esta última se presenta ante el pagano duque Teodo, quien, gracias a la recomendación del rey Childeberto III (695-711), lo autoriza a predicar la fe de Cristo. Con el apoyo de una hermana cristiana del citado duque, éste accede a escuchar a Ruperto, se convierte y con numerosos lugareños recibe el bautismo. Al parecer realiza hechos milagrosos durante su misión en los recorridos a las orillas del río Danubio y convierte a miles de habitantes. Al llegar a la vetusta ciudad de Juvavum, convierte a sus pobladores y logra que los gobernantes autoricen la reconstrucción del lugar al que, desde esa época, se le nombra Salzburgo; ahí edifica un monasterio donde él es el primer obispo-abad; además, establece monasterios femeninos, varios templos y eleva el nivel cultural en las poblaciones recorridas. No sólo atiende el aspecto religioso, sino también el progreso económico al aprovechar fuentes de agua salada con técnica adecuada para su explotación, se obtiene sal y se vende en los alrededores. Su muerte ocurre en Salzburgo, lugar donde se le venera como patrono y en Austria se le reconoce como apóstol del cristianismo. Por el gran afecto del pueblo, da inicio su inmemorial culto. Iconografía: con atuendo común episcopal y un salero, en alusión a su protección sobre los trabajadores de la sal y los mineros. En la época renacentista se le invocaba contra las infecciones intestinales.
Santos: Gontrán de Borgoña, rey, y Esteban Harding, abad. Beata Renata María Feillatreae, mártir.
Vísperas I del domingo
1a semana del Salterio Feria (Morado)
BEATA RENATA MARÍA FEILLATREAE, del latín, "vuelto a nacer", y del arameo, "señora", respectivamente (1751-1794). Mártir. Nace y muere en la ciudad de Angers, capital de la antigua provincia de Anjou, Francia. Son escasos los datos que dan cuenta de ella; lo relevante es que fue una seglar víctima de la intolerancia religiosa que vivió su país durante la Revolución Francesa (1789-1799). Sin precisar fecha ni año, contrae nupcias con un caballero de apellido Dumont y queda viuda. Se consagra al servicio del prójimo y a difundir la religión católica entre niños y jóvenes de su parroquia, y da muestras de caridad y amor hacia los más necesitados. Los revolucionarios la apresan y, al no negar su fe, es guillotinada en su ciudad natal junto con otros seglares, religiosos y religiosas a quienes se les conoce como Mártires de Angers. Por haber dado su vida en aras de la defensa de la fe y ser ejemplo de fidelidad y amor al Señor, el Siervo de Dios Juan Pablo II (1978-2005) beatifica a Renata María junto con otros de sus compañeros mártires, en una solemne y emotiva ceremonia en 1984. También se le conoce como Renata María Dumont.
V DOMINGO DE CUARESMA
Santos: Gladys de Gales, viuda; Eustacio de Luxeuil, abad, y Jonás y Baraquiso de Persia, mártires.
SANTOS JONÁS y BARAQUISO DE PERSIA, del hebreo, Jonah, "paloma" y alteración de Baraquías, "mi rayo es Yahvé'". Respectivamente (327). Mártires. Hermanos cristianos, quizá originarios de Persia (actual Irán), lugar donde vivían. No se conocen datos anteriores a su juventud cuando en su país reinaba el pagano monarca Sahpur II (309-379), cruel perseguidor de quienes profesaban la fe de Cristo. Ambos, compadecidos de los prisioneros del gobernante, se dedican a visitar a los encarcelados, para proporcionarles auxilio espiritual en ese trance, ya que morirían a causa de la fe y, al verlos atormentados y maltratados, los exhortaban así: "Hermanos, no temamos cosa alguna en nombre de nuestro Jesús crucificado, sustentemos una batalla para alcanzar la sempiterna corona". Estas visitas las hacían en forma continua, hasta que fueron descubiertos, aprehendidos y conducidos ante los jueces, quienes en vano trataron de hacerlos renunciar a Cristo, conminándolos a adorar al Sol, al fuego, al agua y a los falsos dioses, a lo que Jonás contesta: "No tengo que ver con el Sol, la Luna ni estrellas, ni con el fuego, ni el agua, que son sus dioses, ni es Sahpur un rey inmortal para que se haga obedecer más que al verdadero Dios. Sólo creo en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, verdadera Trinidad que conserva todo el universo". Los jueces se encolerizan al escuchar dicha expresión y lo someten a múltiples tormentos. Al día siguiente llaman a Baraquiso y le indican hacer sacrificios ante los dioses, como supuestamente ya lo había hecho su hermano -lo cual era mentira- pero él les dice: "Lo que ha hecho mi hermano lo haré también yo, ustedes mienten en todo, porque la verdad, que es Dios, no le permitiría hacer a mi hermano ese nefasto sacrificio", la respuesta irrita a las autoridades paganas y lo someten, igual que a Jonás, a torturas inenarrables. Las crónicas dicen que pese a los arteros castigos, Dios se hace presente y aparentemente no sienten ningún tormento. El primero en morir es Jonás y después Baraquiso, vencidos sus cuerpos por los crueles castigos, pero no así sus almas, las cuales vuelan a la gloria celestial. Su culto se pierde en la memoria de los tiempos. Iconografía: antiguos grabados los muestran con túnicas de época, al ser sometidos al martirio.
Santos: San Pedro Regalado, presbítero, y Leonardo Murialdo, fundador. Beato Amadeo de Saboya, duque. Feria (Morado)
SAN LEONARDO MURIALDO, del latín, "león" y "nardo” "regio como león" y "sencillo como el perfume del nardo" (1828-1890). Fundador. Hijo de padres católicos, nace en Turín, Italia. A la edad de ocho años queda huérfano de padre; desde su infancia demuestra ser piadoso, lo que motiva la burla de los demás niños, En su juventud define su vocación sacerdotal e ingresa al seminario y, en su tiempo libre, gusta de visitar el oratorio de San Luis, en su tierra natal, donde escucha los sabios consejos de san Juan Bosco (31 de enero). Al término de su academia se doctora con honores y poco después recibe la ordenación sacerdotal. Cursa estudios de especialización en teología y moral. Se le otorga el cargo de rector del Colegio de los Artesanitos, un gran centro de educación y capacitación para niños marginados. Desarrolla arduas jornadas de trabajo entre los niños y su feligresía; es criticado por su falta de descanso, ante esas críticas responde: "No me hice sacerdote para pasarla bien y descansado, sino para trabajar y desgastarme por las almas", Dedica su cuantiosa herencia para beneficiar a los necesitados que asistían al citado colegio; cuando dicha fortuna se agota pide limosna para atender a las necesidades de sus protegidos. Con varios compañeros de ideas afines funda la Congregación de San José, en 1877. No sólo atiende a los menores, sino que se preocupa por el beneficio social de los trabajadores, establece bibliotecas, asistencia sanitaria, fondos de pensiones, cajas de compensación para desempleados y accidentados, catecismo nocturno para obreros y funda una escuela agronómica. Su fructífero trabajo sólo lo interrumpe la llamada a la casa del Padre, al morir en el Colegio de los Artesanitos. Pablo VI (1963-1978) lo canoniza el 3 de mayo de 1970.
Santos: Benjamín de Persia, mártir; Amós, profeta y Balbina de Roma, mártir. Feria (Morado)
SAN AMÓS, del hebreo, "Yahvé ha sostenido" (siglo VIII a. C.). Profeta. Es el tercero de los doce profetas conocidos como menores, por lo breve de su mensaje y autor del libro de nueve capítulos que lleva su nombre en el Antiguo Testamento, es el más anciano y radical de los profetas. Los estudiosos de la Biblia señalan que quizá fue un pastor originario de una población situada al sur de Belén, en el país de Judá. Hacia el año 755 antes de Cristo, al finalizar el reinado del monarca Jeroboam I, se traslada a Palestina e ingresa en el santuario de Betel, ahí permanece hasta que, por causa de las intrigas del sacerdote Amasías, se le expulsa del reino. Sus profecías manifiestan la situación política respecto a la amenaza de los asirios y en especial los problemas e injusticias sociales que prevalecían en esa época. Experimenta visiones de que el juicio de Dios devastaría al país y lo sometería al cautiverio en el desierto, debido a la prepotencia e injusticias de las autoridades, así como por su vida licenciosa y la deficiente repartición de la riqueza y el lujo entre unos cuantos. Amós es el profeta de la justicia social, ya que revela a un Dios que defiende el derecho de los pobres. Sin embargo, en sus escritos menciona valiosas promesas de perdón y prosperidad: "Busquen a Yahvé y vivirán..." (Am 5, 6). Incluido en el Santoral de hoy por su invaluable intervención en el plan salvifico de Dios.
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