SANTORAL DE ENERO DEL 2004
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JUEVES 1
Santa María, Madre de Dios.
Santos: Almaquio o Telésforo, Odilón de Cluny y José María Tomassi.
SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS. "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según su Palabra" (Lc 1, 38); con esta respuesta la Santísima Virgen María acepta ser madre de Jesús y se consagra a la voluntad del Padre; asimismo, colabora en el misterio de la Redención por su libre y generosa voluntad, y encarna al Hijo de Dios por obra y gracia del Espíritu Santo. La Iglesia proclamó, en el concilio de Éfeso (431), a María como Madre de Dios. Las reformas de 1969 al actual calendario litúrgico confirman en esta fecha su solemnidad. Nuestra excelente intercesora, María Santísima, siempre escucha nuestras súplicas, para agrado de Dios y salvación de nuestras almas.
Santos: Gregorio, Macario de Alejandría, Isidoro de Nitria, Narciso y Marcelino.
SAN BASILIO MAGNO, del griego, "regio"(330J 379). Padre de la Iglesia. Nació en Cesarea de Capadocia (Turquía). Su familia era cristiana. Su madre, Amelia, y su abuela, Macrina, quienes a la postre serían santas, le inculcaron el amor a Dios. Realizó estudios en Atenas y Constantinopla e hizo Vida ascética en la soledad del desierto en Egipto, Siria y Palestina. Recibió el bautismo a los 26 años. Destacó por su elocuencia; muchos de sus oyentes se convertían en seguidores de Cristo. Fundó monasterios en el Ponto y escribió las Constituciones, que fueron los primeros escritos para reglamentar la vida religiosa, además de Homilías y Sermones, Sobre el Espíritu Santo, etc. Ordenado sacerdote en 364 y consagrado obispo de Cesarea. Con generosidad, donó su herencia para obras benéficas: hospitales y casas para y proteger pobres y ancianos. Entrega su alma al Creador en su sede episcopal. Uno de sus pensamientos fue: el pan que no necesitas es el pan que le falta al pobre;". Iconografía: con atavío episcopal; pergamino, por su valiosa obra litúrgica y bíblica, y una paloma sobre su cabeza, que simboliza la inspiración del Espíritu Santo.
Santísimo Nombre de Jesús.
Santos: Genoveva, Antero y Fulgencio.
EL SANTISIMO NOMBRE DE JESUS, del hebreo, abreviatura de Yehoshúah, Josué (Jesús), "Dios salva". . Es el nombre dado por el arcángel Gabriel a la Virgen María (Lc 1, 31): "Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y le darás por nombre Jesús", el cual expresa la identidad y misión de Cristo. Así, Dios recapitula la historia de la Salvación en favor de la humanidad. Es el nombre del mismo Dios, presente en la persona de su Hijo (Hch 5, 41; 3 In 7), el Redentor. "...No hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos" (Hch 4, 12). La Resurrección. glorifica el nombre de Dios, en adelante quedara de manifiesto el poder soberano del "Nombre que está sobre todo nombre", tal como cita san Pablo en Fil 2, 9-10: "Por lo cual Dios también le exalto hasta lo sumo, y le dio un Nombre que esta sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla
LA EPIFANIA DEL SEÑOR.
Santos: Rigoberto, Isabel Ana Seton y Aquilino.
La Epifanía del Señor, del griego: epifanía, de epi y faino, "manifestación". El salmo 97 canta: "Que te alaben, Señor, todos los pueblos...". La epifanía celebra desde el siglo v la manifestación de Jesús ante los hombres, no como en su nacimiento, sino con su naturaleza humana se hace presente a la humanidad, donde será alabado hasta la eternidad. Tradiciones apócrifas (siglos V al VIII) señalan la llegada de tres magos (sabios) con regalos para el recién nacido, dando origen al "día de reyes". Sin embargo, la importancia con que esta solemnidad se reviste es la epifanía de Jesús a los paganos, cumpliéndose las profecías de Isaías: ´"..vendrán todos trayendo oro, incienso y mirra, proclamando las alabanzas de Yahvé" (60, 5-6). Iconografía: la escena del nacimiento del Niño Jesús, con María y José, adorado por los sabios de Oriente.
Santos: Telésforo, Juan Nepomuceno, Simeón y Emiliana.
SAN JUAN NEPOMUCENO NEWMAN, del hebreo, "Dios ha hecho gracia", y gentilicio de Nepomuk (Bohemia) (1811-1860). Fundador. Nació en Prachatitz (Bohemia). Estudió en Budweis e ingresó al seminario (1831). En 1833 fue enviado a Praga y después a evangelizar emigrantes en América, desembarcó en Nueva York (EE.UU.). En 1836 recibió la ordenación sacerdotal en la catedral de San Patricio. Asignado a atender la ciudad de Búfalo, expresó: "He sido enviado como misionero y debo ocuparme, de las almas más abandonadas...". Se enfrentó a etnias y sectas, y llegó a sentirse solo ante la enorme tarea evangelizadora. Le fue concedido pasar a la Congregación Redentorista como misionero; dos años más tarde profesó. Inició ardua evangelización itinerante con los emigrantes de su país. Ocupó cargos de provincial en Pittsburg y superior general de Norteamérica (1847-1849). Pío IX lo nombró obispo de Filadelfia, eligió como lema: "Pasión de Cristo, confórtame". Realizó visitas pastorales, incrementó el culto a la Eucaristía, favoreció la creación de escuelas parroquiales, participó en el concilio de Baltimore; escritor de catecismos en alemán, propició vocaciones y especial devoción a María Santísima. Fundó la congregación de las Hermanas de la Tercera Orden de San Francisco (1856). La muerte le sorprendió en plena calle de Filadelfia, sus restos reposan en la iglesia de San Pedro de este lugar. Canonizado por Pablo VI en 1977.
Santos: Melanio, Carlos, Félix y Crispín.
SAN CARLOS DE SEZZE, del germánico, "hombre experto" (1613-1670). Religioso. Nació en Sezze, Italia. Desde pequeño ayudó a la manutención de su familia. Visitaba la iglesia de los frailes menores, ejercitaba la oración, la lectura de libros religiosos y de vida de santos lo cual le llevó a expresar: "Si llego a entrar en la orden imitaré a estos santos: pasaré las noches en la iglesia y haré penitencia". Ingresó con los franciscanos (1635). Practicaba "la confianza en Dios" o pequeñez espiritual. Durante una epidemia de peste auxilió a los enfermos más peligrosos y cargó a los muertos para darles cristiana sepultura. Fue sacristán de San Pedro in Montorio, en cuya iglesia de San José fue estigmatizado: durante la Consagración de la Sagrada Forma un rayo luminoso fue directo a su costado y grabó en su corazón una cruz, la cual aún puede observarse en su corazón incorrupto; por eso se le conoce como "Serafín de la Eucaristía". En vida se le atestiguaron numerosísimos milagros. Asombrosamente, y pese a que sólo recibió instrucción elemental, escribió obras llenas de misticismo, comparables con las de santa Teresa y san Juan de la Cruz. Murió en el convento romano de San Francisco a Ripa, después de que, postrado de rodillas, recibió la Sagrada Comunión. Iconografía: con hábito franciscano, abierto en el costado, donde aparece la llaga del Señor, pluma en mano y libro.
Santos: Raymundo, Luciano, Julián, Basilisa, Félix y Genaro.
SAN RAYMUNDO DE PEÑAFORT, del germánico, "protección del consejo divino" (1175-1275). Fundador. Nació en Peñafort, España. Desde joven destacó por su inteligencia. Recibió el doctorado en derecho civil y canónico. Ocupó el cargo de archidiácono y canónigo de la catedral de Barcelona (1219). Ingresó en la Orden de los Predicadores (dominicos), y hacia 1225 recibió el presbiterado. Colaboró con el legado pontificio en asuntos entre su país y la Santa Sede. Nombrado capellán de Gregorio IX participó como su asesor y penitenciario pontificio. Predicó en las Cruzadas, 1ogrando con su docta oratoria numerosas conversiones. Ejerció la docencia en el noviciado. En 1238 es nombrado superior general de su orden. Autor de muchas obras, entre las cuales destacan Decretales y Summa, entre otras. Es cofundador de la orden Mercedaria, en unión con Pedro Nolasco. Dejó para el mundo una herencia de sabiduría al servicio del prójimo. Murió en su tierra natal. Su canonización, realizada por Clemente VIII, el 29 de abril de 1601, fue la primera efectuada la basílica de San Pedro, en Roma. Iconografía: con hábito dominico o mercedario, escribiendo. Intercesor de magistrados, jurisconsultos y canonistas.
Santos: Apolinar, Pedro Tomás, Severino y Luciano.
SAN PEDRO TOMÁS, del arameo, "piedra" y "gemelo" (1305-1365). Obispo. Nació en Salimaso (Francia). Su vida se conoce a partir del ingreso en la orden del Carmelo. No contaba con dotes intelectuales; sin embargo, logró gran sabiduría. Por su trabajo en la vida religiosa, ocupó el cargo de procurador general de su orden, así como de las iglesias latina y oriental. Cuando una epidemia de peste negra asoló su país, causante de muchas muertes, suplicó fervorosamente ala Madre de Dios la salud para el pueblo y la conservación de la orden. Se dice que María Santísima le manifestó: "Confía, Pedro, que tu orden del Carmen durará mientras el mundo exista". Participó en la instauración de la facultad de teología en la universidad de Bolonia. Consagrado obispo de Patti y Corón. Legado Pontificio y Patriarca de Constantinopla, donde realizó encomiable labor a favor del ecumenismo. Notable predicador y solícito confesor, convertía a acérrimos pecadores. Vigiló el estricto orden, constante oración y penitencia en los conventos carmelitas. Escribió un tratado en defensa de la Inmaculada Concepción y varios tomos de sermones. Extenuado, con una delgadez excesiva, murió en el convento francés de Famagusta. Pablo V difundió su culto en 1609.
Santos: Julián, Andrés, Basilisa y Adrián.
SAN ANDRÉS CORSINI, del griego, "varonil" (siglo xII-1373). Obispo. Nació en Florencia, su familia era de la aristocracia. Ingresó en la orden del Carmelo, donde prometió cumplir en forma estricta la disciplina; se distinguió por su caridad fraterna, austeridad y penitencia rigurosa. Ocupó el cargo de provincial y fomentó en los religiosos la pobreza, oración, obediencia absoluta a las Constituciones carmelitas así como el celo apostólico. Durante una epidemia atendió con esmero a los enfermos. Consagrado obispo de Fiésole, Italia (1349), cargo que desempeño con prudencia y bondad. Su habitación, en la sede del obispado, era una austera celda; dormía sobre un lecho de hierbas y hacía largas vigilias de oración. Un mensaje resume su vida: "Vivir la caridad con los pobres y que el celo por el reino de Dios abrase nuestro corazón". El Papa le encomendó solucionar conflictos y vigilar la correcta disciplina en los monasterios de su diócesis, misión que cumplió con esmero. Murió en su sede episcopal. En su tumba, que se conserva en la basílica del Carmen, en Florencia, aparece su cita: "Admirable por el ejemplo de su vida y de su elocuencia". Fue canonizado por Urbano VIII, quien lo señaló como "modelo de superiores y de obispos".
Santos: Guillermo. Beatos Gregorio X y Ana de los Ángeles Monteagudo, Agatón.
BEATO GREGORIO X, del griego, "vigilante" (siglo XIII). Papa. Originario de Piacenza, Italia. Su nombre era Teobaldo Visconti. Electo Papa en 1271; ejerció su pontificado hasta 1276. Ocupó el lugar 182 en la cronología papal. Después de tres acuerdos en el cónclave de Viterbo, sin que el colegio cardenalicio acordara la elección papal, el pueblo, que apoyaba, obligó a que se efectuara un formal nombramiento logrando así que Gregorio X ocupara el cargo. Proclamó el II Concilio de Lyon, luchó por la unidad con los griegos y la recuperación de Tierra Santa. Murió en la sede pontificia.
EL BAUTISMO DEL SEÑOR.
Santos: Higinio, Tomás de Cori y Teodosio.
EL BAUTISMO DEL SEÑOR (siglo I). Este hecho narra en el Evangelio de Lucas (3, 15,-16; 21-22). Jesús, junto con gente del pueblo, fue bautizado en el río Jordán, a la edad de treinta años por Juan el Bautista. Cuando el bautismo se efectuó: "...se abrieron los cielos; el Espíritu Santo bajó sobre Él y se manifestó en forma de paloma. Y del cielo llegó una voz que decía Tú eres mi Hijo, el Amado; tú eres mi Elegido". Con esta manifestación Cristo inició su vida pública. Iconografía Jesús aparece sumergido en el río, descubierto hasta la cintura, mientras Juan el Bautista derrama agua sobre su cabeza y el Espíritu Santo, en forma de paloma, se posa sobre ambos.
Santos: Arcadio, Antonio Maria Pucci, Benito y Margarita.
SAN ANTONIO MARÍA PUCCI, del latín, "el defensor" (1819.1892). Presbítero. Nació en Poggiole, Italia. Su escasa educación la recibió al "cambiar" sus servicios de monaguillo por lecciones. En 1837 ingresó en la orden de los Siervos de la Madre de Dios (servitas), caracterizada por su intensa vida pastoral y la propagación de la devoción a la Virgen de los Dolores. En 1843 es ordenado sacerdote y destina do a ejercer su ministerio en Viareggio; años después es nombrado párroco de San Andrés. Sus feligreses, en su mayoría pescadores, le llamaban "el Curatino". Obtuvo el grado de maestro en Sagrada Teología. Organizó numerosísimos grupos de catequesis y de seglares, como la Congregación de la Doctrina Cristiana, Compañía de San Luis, Cofradía del Santísimo Sacramento, la Colonia marina y el Apostolado del mar. Auxilió a pobres y enfermos. A todos aconsejaba "Busquen un buen amigo y huyan de los tristes". Formó grupos apostólicos femeninos y es considerado fundador de las Siervas de María. Su gestión se desarrolló en un ambiente de luchas políticas entre grupos liberales y anticlericales, de quienes logró el reconocimiento a sus obras. Fue pionero en la coordinación de las formas de catequesis, organización pastoral y civil religiosa con los nuevos escenarios de una sociedad liberal. Muchos fieles atestiguaron sus éxtasis y milagros. Murió en su parroquia. Canonizado por Juan XXIII en 1962.
Santos: Hilario, Gumersindo Agricio, Beata Verónica Negroni de Binasco.
BEATA VERÓNICA NEGRONI DE BINASCO, del griego, "la que lleva la victoria". (1415?-1497?). Virgen. Nació en Binasco, Italia. La precaria situación económica familiar le impidió recibir educación. Por las noches, Verónica aprendió por sí misma a leer. Desde joven experimentó éxtasis y visiones de la vida de Cristo. Afirman que la Virgen María la instruía y que le dictó tres normas para lograr la salvación 1) la pureza; 2) desterrar la crítica y la queja por las penas y sufrimientos; 3) la meditación diaria en la pasión de Jesús. Durante sus labores diarias dedicaba un tiempo a orar por la conversión de los no cristianos y a meditar en la pasión del Señor. Ingresó con las agustinas de Santa Martha. Sufría en silencio los dolores que le aquejaban y los ofrecía por la Pasión. Expresaba "Debo trabajar mientras pueda, mientras tenga tiempo. Fue modelo de obediencia y vida religiosa. Murió en su convento, el día que habla predicho.
Santos: Macrina, Juan, Félix y Dacio.
SAN JUAN DE RIBERA, del hebreo, "Dios ha hecho gracia" (1533-1611). Obispo; Nació en Sevilla, Fue concebido fuera del matrimonio. Vivió sus primeros años en casa de su madre; al morir ésta, su progenitor lo educó con esmero. Estudió en Salamanca. Conservó la castidad, según atestiguaron sus condiscípulos. Oraba y socorría a los necesitados con tal vehemencia, que lo creyeron demente, a tal grado que su padre lo hizo regresar a Sevilla; una vez ahí, manifestó el deseo de dedicar su vida a Dios e ingresó al seminario. Fue ordenado sacerdote en 1557. Iniciaba su rutina diaria a las cuatro de la mañana dedicando tres horas a la oración; después celebraba la asamblea eucarística con gran piedad, al grado que derramaba lágrimas de emoción. Atendía multitud de fieles en el confesionario. Dedicaba tiempo al estudio. Su comida era frugal. Dedicaba especial atención a los pobres; terminaba su día con el rezo del santo rosario. Consagrado obispo de Badajoz (1562) y arzobispo de Valencia (1569). Convocó a siete sínodos y fundó una casa de formación para jóvenes, el colegio-seminario de Corpus Christi, para preparar futuros sacerdotes. Su vida, plena de buenas obras, terminó en la sede arzobispal. Canonizado por Juan XXIII en 1960. Iconografía: aparece con atuendo episcopal, en éxtasis ante la Eucaristía.
Santos: Macario, Arnoldo, Pablo y Francisco.
SAN ARNOLDO JANSSEN, del germánico, "el que tiene el poder del águila" (1837-1909) Fundador. Nació en Goch, Alemania. Sacerdote en 1861, es nombrado profesor. Fervoroso devoto del Sagrado Corazón de Jesús, fue director diocesano del Apostolado de la Oración. Estableció relaciones con grupos cristianos no católicos. Renuncia a su cátedra para fundar la revista El pequeño mensajero del Corazón de Jesús, donde propaga noticias relacionadas con las misiones. Ante el destierro de sacerdotes y religiosos de Alemania, Amoldo insiste en la necesidad de que sacerdotes y laicos se unan a las misiones: "El Señor desafía nuestra fe a realizar algo nuevo, precisamente cuando tantas cosas se están derrumbando en la Iglesia", gustaba afirmar. Funda la casa misional en Steyl (Holanda) y la Congregación de los Misioneros del Verbo Divino, de la cual parten hacia China dos misioneros, uno de ellos es el ahora santo José Freinademetz (1897). Su interés en la publicación de revistas para difundir las misiones pronto tuvo eco y éxito entre religiosos, en grupos de hombres y de mujeres. Al ver el interés de ellas funda, la congregación de las Siervas del Espíritu Santo, (1889) y, en 1896, las Siervas del Espíritu Santo de Adoración Perpetua. Canonizado por Juan Pablo II el 5 de octubre de 2003.
Santos: Marcelo I, Fulgencio, Berardo y Priscila.
SAN FULGENCIO DE SEVILLA, del latín: "resplandeciente" (540/550?-625). Obispo. Nació en la provincia española de Cartagena. Estudió lenguas y Sagrada Escritura y obtuvo el doctorado. Con elocuencia y sabiduría combatía las herejías de los arrianos, por lo que fue desterrado de Sevilla; encarcelado, sufrió el maltrato de los enemigos de Cristo. Desde su prisión, envió cartas a los cristianos a fin de que lucharan en defensa de la fe. Cuando fue liberado regresó a Sevilla, donde se le consagró obispo, por su erudición y piedad (una tradición indica que también había sido obispo de Cartagena y de Écija). Escribió algunas obras en defensa de la religión, consideradas en su época muy útiles, ya que saciaron la necesidad de un pueblo que deseaba ser instruido y conocer la palabra de Dios. Murió en su sede episcopal. Iconografía: aparece con atavío común a los obispos, escribiendo. Patrono de Cartagena y Murcia.
Santos: Antonio, Mariano, Sulpicio de Bourge y Sabino.
SAN ANTONIO,
del latín, "el defensor" (251-356). Abad. Nació en la
región egipcia de Quaeman. Al morir sus padres él tendría
apenas 18 años; heredó varias parcelas y una casa; además,
estuvo al cuidado de una hermana menor. La lectura de la Sagrada Escritura lo
conmovió, por lo que, a los veinte años, decidió vender
sus bienes, dió una parte a su hermana, a quien encargó a unas
virtuosas damas; con el resto de su herencia socorrió a los pobres. Se
retiró al desierto para hacer vida contemplativa y profundizar en el
conocimiento de Dios. Los que habitaban cerca de este lugar y conocían
su piadosa vida lo llamaban "el amigo de Dios". Se dice que el espíritu
del mal lo distraía, cuando se le aparecía en forma de diversos
animales, pero él lo combatía con oración y duras penitencias;
además de huir a otras grutas donde también era perseguido y salía
invicto. Muchos jóvenes, al admirar su sabiduría y cautivados
por sus enseñanzas, le siguieron y con él establecieron una abadía,
por lo que ha sido considerado fundador de la vida monástica en el alto
Egipto. Al parecer, realizaba curaciones milagrosas y, cuando los beneficiados
le mostraban su gratitud, el les contestaba: "No es a mi a quien hay que
dar las gracias, sino sólo a Dios.". Murió en una ermita,
en Quolzoum (Palestina). Iconografía: aparece ataviado con una burda
túnica, bastón y la cruz egipcia o de san Antonio; un animal a
sus pies (alusivo a la tentación vencida). Patrono de los animales y
protector contra enfermedades contagiosas y de la piel.
Para las misas "Por la unidad de los cristianos", el Leccionario propone
varias lecturas. Sugerimos aquí dos posibles modelos, que se pueden utilizar
durante el octavario (18-25 de enero), incluso el domingo, conforme a lo que
se indica en el Calendario Litúrgico 2004, publicado por la Comisión
Episcopal de Pastoral Litúrgica, por medio de Obra Nacional de la Buena
Prensa, A. C. (Si se utiliza entre semana, sólo se toma una de las dos
primeras lecturas).
Formulario I
la. Lect.: Deut 30,1-4
Salmo R.: Jer 31, 10.11. 12ab. 13-14
(R/. Señor, cuida a tu rebaño como un pastor).
Nota: Este cántico de Jeremías se encuentra en la Liturgia de
las Horas, en las Laudes del jueves I semana.
2a. Lect.: 1 Tim 2,5-8
Aleluya: Que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti
somos uno para que el mundo crea que tú me has enviado, dice el Señor
(Cfr. Jn 17,21).
Evang.: Jn 17, 20-26
Formulario II
la. Lect.: Ez 36, 24-28
Salmo R.: Sal 117, 22-23.25-26.28
(R/. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular).
2a. Lect.: Ef 4, 1-6
Aleluya: Que en sus corazones reine la paz de Cristo, esa paz ala que ustedes
han sido llamados como miembros de un solo cuerpo (Col 3, 15).
Evang.: Mt 18, 19-2
Santos: Leobardo, Margarita, Prisca y Deslio.
SAN LEOBARDO, del latín y del griego, "león pantera" (530-593). Ermitaño. Nació en Auverne, Francia; su familia gozaba de amplios recursos, lo que le facilitó obtener una amplia cultura. Estaba comprometido con una dama de la nobleza; sin embargo, al morir su padre, para evitar que su familia lo obligase a contraer matrimonio, huyó a Tours, donde peregrinó a la tumba de san Martín. Eligió la vida de oración, para lo cual se instaló en una solitaria gruta, donde estudió la Sagrada Escritura y trabajó el pergamino para obtener recursos; ahí vivió durante 22 años, hasta su muerte, con fama de santidad.
Santos: Mario, Canuto o Knut, Enrique. Beato Marcelo Spínola.
SAN MARIO y compañeros, del latín, "del dios Marte" (siglo III). Mártires. En esta fecha, la Iglesia conmemora a una familia de origen persa formada por Mario, su esposa Marta y sus hijos Audifaz y Abaco. Peregrinaron a Roma en tiempos del pagano Claudio II (268-270) donde se dedicaron, como buenos cristianos, a auxiliar a las víctimas de la persecución pagana; al ser descubiertos, fueron encarcelados y torturados, muriendo mártires en aras de la fe.
Santos: Fabián, Sebastián, Eustoquia y Eutimio. Beato Cipriano Miguel Iwenetansi.
EUSTOQUIA CALAFATO DE MESINA, del griego, "mujer hábil" (1434-1486). Abadesa. Nació en Mesina, hija de condes. Su madre le inculcó 1as virtudes preferidas por san Francisco de Asís. Dos veces fue concedida en matrimonio, pero antes de celebrarse la ceremonia nupcial murieron los futuros cónyuges; al mismo tiempo, se incrementaba el deseo de Eustoquia por unirse con el Salvador. Venciendo la oposición paterna, ingresó en la orden de las Clarisas de Santa María de Basico. Once años después decidió fundar, en Montevergine, un monasterio, para retomar la observancia puntual de la Regia de San Francisco. Ahí fungió como abadesa hasta su muerte. El monasterio y su superiora sirvieron de ejemplo y modelo para la población. Al parecer, su vida fue pródiga en singulares carismas, que experimentó numerosas visiones y que produjo infinidad de curaciones milagrosas. Canonizada por Juan Pablo II el 11 de junio de 1988. Iconografía: aparece con una cruz en su mano o arrodillándose ante el Santísimo Sacramento.
Santos: Inés, Epifanio, Fructuoso, Augurio, Meinardo y Eulogio.
SANTA INÉS, del latín, "cordero" (siglo IV). Mártir. Joven romana, educada en la fe de Cristo, decidió hacer voto personal de castidad, sin temer a las persecuciones paganas de su tiempo. El emperador Sofronio le planteó una cruel opción: .casarse con su hijo, y adorar a los dioses, o sufrir la tortura, al no aceptar y manifestar su fidelidad a Cristo; fue enviada a un calabozo y murió degollada, a la edad de 13 años. Iconografía aparece con túnica de época, lirio y un cordero (alusivo a su sacrificio) y dos coronas, una por la defensa de su fe y otra por defender su castidad. Invocada para proteger la pureza en las jóvenes.
Santos: Vicente, Domingo y Vicente. Beata Laura Vicuña.
SAN VICENTE DE ZARAGOZA, del latín, "vencedor" (280-304). Mártir. Originario de Huesca, España. Desde niño demostró su piedad cristiana. Fue ordenado diácono. En la persecución de Diocleciano, junto con el obispo Valerio, fue aprehendido y encarcelado. Al prelado se le desterró, mientras que a Vicente fue sometido a múltiples torturas, las que soportó estoicamente. La guardia que lo custodiaba, según afirman, quedó admirada por su valor, además de haberlo visto en continuos éxtasis. Murió en Valencia, lugar del que es patrono, así como de Zaragoza. Iconografía: aparece como un joven de rodillas, en actitud orante, palma y lanza, alusiva a su martirio.
Santos: Ildefonso, Francisco Gil, Juan y Emerenciana.
SAN FRANCISCO GIL, del italiano antiguo, "franco", "francés" (1702-1745). Mártir. Nació en Tarragona (España). Ingresó en un convento dominico y recibió la ordenación sacerdotal (1727). Deseoso de evangelizar fue enviado a Oriente. En 1729 embarcó hacia Filipinas y de ahí a Baatán y Pangasinán, donde aprendió lenguas nativas. En Manila desempeñó por dos años el cargo de secretario del Provincial; más adelante le asignaron misionar en Tonkín (Actual Vietnam). Los primeros años de estancia, aun con cierta dificultad, logró difundir la palabra de Dios, administrar los sacramentos y auxiliar enfermos. En 1737 fue aprendido y se le llevó a una barca donde estaban prisioneros otros cristianos, ante los cuales exclamó: "Ya me habéis hecho prisionero, ¿por qué lleváis presos a éstos? ¡Soltadlos!. Sin saber por qué sus correligionarios fueron liberados; empero, Francisco permaneció cautivo ocho años, durante ellos padeció humillaciones y enfermedades; no obstante, desarrolló ardua actividad apostólica, convirtiendo su cárcel en misión. A sus fieles, quienes querían pagar por su rescate, le dijo: "...jamás consentiré que se gaste una sola moneda para librarme de morir por Dios, Nuestro Señor". Murió decapitado; algunos discípulos conservaron, como reliquias, pañuelos con sangre del mártir y le dieron cristiana sepultura. Canonizado por Juan Pablo II en 1988.
Nuestra Señora, Reina de la Paz.
Santos: Francisco, Feliciano. Mardonio. Tirso y Proyecto.
NUESTRA SEÑORA REINA DE LA PAZ, del latín, "convención", "pacto". Esta advocación de la Santísima Virgen María ha surgido, a través de los tiempos, como una necesidad apremiante de paz y concordia entre las naciones. Durante su vida terrena, nuestra Madre del cielo vivió unificada en amor y sufrimiento con Jesucristo, nuestra paz (Ef 2, 14). Si acudimos a María en los momentos de prueba, ella nos confortará y dará la paz necesaria para lograr armonía y mejor convivencia con quienes nos rodean. Iconografía: Aparece nuestra Buena Madre de pie, rodeada por ángeles; vestido blanco y manto azul; el Niño Jesús, en su brazo izquierdo, y en la mano derecha sostiene un banderín blanco con la palabra Pax.
La Conversión de san Pablo Apóstol.
Santos: Ananías, Prix de Clermont, Juventino y Maximino.
LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO, APÓSTOL (siglo I). Este acontecimiento se narra en el libro de los Hechos de los Apóstoles (22, 6-15), del evangelista san Lucas, testigo y compañero de la ardua misión y viajes de san Pablo, "el Apóstol de los gentiles"; fundador de las primeras comunidades cristianas, propagador de la fe en el Dios verdadero y escritor de epístolas en el Nuevo Testamento. Iconografía: Aparece Pablo con atuendo militar, camino a Damasco, en cuyo trayecto tiene una revelación de Cristo y, después de este.
Santos: Timoteo, Tito, Roberto, Paula y Teógenes.
SAN ROBERTO DE MOLESMES, del germánico, "el brillo de la fama" (1029?-1111): Fundador. Nació en la población francesa de Champagne. A los quince años ingresó en el monasterio benedictino de Mouthier-la-Celle, donde recibió debida formación y destacó por su vida ejemplar. Desempeñó cargos en diversos monasterios y colaboró con san Bruno en los inicios de la orden de los Cartujos. Se estableció en el convento de Molesmes, pero al notar que la disciplina no tenía la severidad acorde a los votos religiosos, en compañía de varios monjes decidió encaminarse a Lyon para entrevistarse con el legado pontificio, a quien expuso los anhelos de observar mayor rigor y austeridad; convencido, éste les autorizó fundar una abadía donde se cumpliera el ideal benedictino. En un lugar solitario llamado Citeaux (Cister), del obispado de Chalons, se estableció la fundación de la orden cisterciense en 1098, donde fue electo Roberto como abad. Por algún malentendido, se le ordenó regresar a su anterior monasterio en Molesmes, lugar en que permaneció hasta su muerte. Su culto se difundió desde 1222, las reformas del santoral después del Concilio Vaticano II colocaron su memoria anual en esta fecha, en unión con los otros dos santos fundadores del Cister, Alberico y Esteban Harding.
Santos: Ángela, Enrique de Osso, Vitaliano y Vicencio.
SAN ENRIQUE DE OSSÓ, del germánico, "el príncipe de la casa" (1840-1896). Fundador. Vio la luz primera en Vinebre, España. Su vocación docente la manifestó desde la infancia, edad en que compartía conocimientos y pertenencias con sus condiscípulos. Ingresó al seminario a los 14 años. Fue estudiante destacado y se preocupaba por acercar a los jóvenes a Dios. Después de recibir la ordenación sacerdotal, se dedicó a la fundación de escuelas y a suministrar ayuda a clases marginadas, Fundó la Congregación de la Compañía de Santa Teresa de Jesús (teresianas). Su obra escrita comprende textos, homilías, epístolas, etc. Dejó un legado de servicio, amor al prójimo y educación para la niñez y juventud. Murió en el Desierto de las Palmas (Barcelona). Enalteció la persona y el trabajo de la mujer, por ello expresó: "Educar a un niño es formar a un hombre; educar a una mujer es formar a una familia". Canonizado en Madrid por Juan Pablo II (1993). Iconografía: Aparece con sotana en el desempeño de su labor docente.
Santos: Tomás, Julián, Águeda, Jacobo o Jaime.
SAN JULIÁN DE CUENCA, del latín arcaico, "el Divino" (siglos XII-XIII). Obispo. Probablemente fue originario de Toledo. Su vida es conocida después de haber sido consagrado obispo de Cuenca, España (1198). Procuró el bienestar y la instrucción de su feligresía, incluso de los no cristianos, judíos y musulmanes. Inició la construcción de la catedral de su diócesis. Gustaba retirarse a la soledad, en una gruta, y dedicarse a la oración; su piedad y buen carácter le ganaron el aprecio de los feligreses, quienes habían llegado de Castilla, Navarra y el sur de Francia a repoblar este territorio, recién conquistado a los musulmanes. Realizó continuos recorridos pastorales para socorrer a los pobres y atender a enfermos por las epidemias. Dejó una herencia de santidad a su muerte, ocurrida en 1208. Su culto se extendió desde mediados del siglo xv, se le ha reconocido como "el verdadero padre de los pobres". Sus reliquias se encuentran en una capilla de la catedral de la que fue su diócesis.
Santos: Sulpicio Severo, José, Gildás y Aquilino.
SAN JOSÉ FREINADEMETZ,
del hebreo, "Dios acrecentará" (1852-1908). Misionero. Nació
en Oies, Italia. En 1875 se ordena sacerdote. Animado por la firme convicción
de que: "El mejor lugar en el mundo será siempre aquél donde
Dios me quiera", solicita al padre Janssen, fundador y rector del Instituto
Misionero del Verbo Divino, su aprobación para ingresar en su casa misionera.
En 1879 se le asigna evangelizar China. Desembarca en Hong Kong, donde trabaja
como misionero ambulante. Dos años después se le envía
a la provincia Shantung. Se preparó a conciencia para enfrentar con éxito
su misión: "...Amo la China y los chinos y desearía morir
mil veces por ellos. Ahora, que no tengo tantas dificultades con el idioma y
que conozco la gente y sus costumbres, considero la China como mi patria, como
mi campo de batalla donde deseo morir". Cuando una comunidad era evangelizada
comprometía a los habitantes en la labor misionera y dejaba en sus manos
su propia evangelización. Es autor de un catecismo en chino y se propuso
formar un clero nativo. Desempeñó diversos cargos diocesanos.
Sus continuos viajes, privaciones y penitencias mermaron su salud. En 1900 se
vio envuelto en la lucha de los boxers contra los europeos; de esta contienda
relata: "... Tantas veces corrí el peligro de morir y ser asesinado...".
Debido a su celo apostólico contrajo el tifus. Regresó a Taikia,
lugar donde murió. Su nombre chino fue Fu Shenfu. "Se hizo chino
entre los chinos", se afirma de él. Su divisa fue: "El idioma
que todos entienden es el amor". Canonizado el 5 de octubre de 2003 por
Juan Pablo II.
Santos: Jacinta, Muciano, Bertilla y Barsimeo.
SAN MUCIANO MARÍA WIAUX, del arameo, "señora" (1841-1917). Religioso. Nació en Mellet (Bélgica). En un pueblo vecino conoció una escuela de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (lasallistas). A los 15 años decidió ingresar al noviciado lasallista de Namur. Una vez concluidos sus estudios fue enviado al colegio de Malonne (Bruselas), donde se desempeñó como maestro de grupo, de dibujo, música, artesanías, etc.; su tenacidad por la mejora personal y profesional continua, su actitud sencilla y sus virtudes religiosas lo convirtieron en modelo para niños y religiosos. Su devoción a María Santísima, y la capacidad para comunicarla a los demás, eran sorprendentes. Difundía el rezo del santo rosario y pasaba muchas horas ante el sagrario; por esta extraordinaria devoción, sus alumnos le llamaban "el Hermano que reza siempre". Una enfermedad le hizo entrar en agonía, antes de morir expresó: "Cuando se está como yo, al borde del sepulcro, qué feliz se es de haber tenido siempre una gran devoción a la Santísima Virgen!". Canonizado por Juan Pablo n (1989). Iconografía: con hábito lasallista y rodeado por niños.
Santos: Juan, Marcela, Ciro, Tarciso y comps. Mártires.
SAN JUAN BOSCO, del hebreo, "Dios es misericordioso" (1815-1888). Fundador. Nació en Castelnuovo (Italia). Hijo de campesinos, al quedar huérfano de padre, su madre ejerce benéfica influencia en su personalidad con su ejemplo y enseñanzas. Trabajó como cuidador de ganado para ayudar en los gastos del hogar. Por desavenencias con su hermano, a los 12 años decide escapar de su casa. En un sueño, que marcó su vida, siente la necesidad de dedicarse a la educación de muchachos pobres y abandonados. Inspirado por esta idea, continúa trabajando e ingresa al seminario, donde se costea sus estudios, y a los veintiséis años es ordenado sacerdote en Turín (1841). Su obra educativa, reconocida universalmente, está dedicada en especial a la educación de niños y jóvenes desamparados, en casas-escuela, seminarios, talleres; propició el aumento de vocaciones sacerdotales en Europa y América. Su carácter, amable y optimista, hizo posible la fundación de la Sociedad de San Francisco de Sales (salesianos) y de las Hermanas de María Auxiliadora; con esta advocación, la Virgen es la patrona de sus instituciones. Realizó hechos milagrosos y los sueños con visiones proféticas que, iniciados en su niñez, continuaron durante, toda su vida, señalando el camino para el mejor desempeño de su misión en la tierra. Murió en Turín (Italia). Canonizado en 1934 por Pío XI. Intercesor de técnicos, niños y jóvenes.