SANTORAL DICIEMBRE DEL 2008/ www.laverdadcatolica.org
Dom |
Lun |
Mar |
Mié |
Jue |
Vie |
Sáb |
|
||||||
31 |
Santos: Eloy o Eligio de Noyón, obispo; Eduardo Campion y compañeros, mártires, y Nahúm, profeta. Feria (Morado)
SAN NAHÚM,
del hebreo, "Dios consuela", "consolación" (siglo
VII a. C.). Profeta. Es el séptimo de los profetas, aquellos llamados
"menores", por lo breve de su mensaje. Por tradición, se indica
que vive al sur de Judá, Jerusalén. Profetiza la destrucción
de Nínive; en su narración, indica los detalles de acontecimientos
políticos y militares. Asimismo, antepone un salmo sobre el poder y la
bondad de Yahvé asegurando: "El Señor es un Dios celoso y
justiciero... El Señor es paciente y poderoso; las nubes son el polvo
de sus pasos" (Na 1, 2-3). El oráculo de Nahúm no está
fechado. Quizá su libro en el Antiguo Testamento, es escrito entre los
años 668 a 612 antes de la era cristiana. Es un defensor de su pueblo
y propagador de la justicia de Dios. Se dice que su tumba está al norte
de Mosul (actual territorio de Irak o Mesopotamia), lugar cercano al río
Tigris. Se incluye en el Santoral por su participación en el plan salvífico
de Dios.
Santos: Bibiana de Roma, mártir, y Roberto de Matallana, abad. Beata María Ángela Astorch, religiosa. Feria (Morado)
BEATA MARÍA ÁNGELA ASTORCH, del arameo, "señora", y del griego, "mensajero de Dios" (1592-1665). Religiosa. Nativa de Barcelona, España. Sus padres son católicos con vastos recursos. Antes de cumplir su primer año, muere su madre y a los cinco años de edad queda huérfana de padre. Por fortuna, sus tutores le procuran formación católica. A los siete años se le da por muerta; cuando en las exequias, su hermana Isabel -religiosa capuchina- pronuncia una oración fúnebre, de súbito e inexplicablemente la niña vuelve a la vida. Cuando Ángela es mayor escribe: "Mi niñez fue hasta los siete años... y a los doce... entré de religiosa capuchina... por mi voluntad". Al hacer su noviciado tiene una maestra severa en extremo, pero logra superar tan difícil etapa. En 1609 hace su profesión y desempeña la tarea de Consejera de la congregación. Después, sus superioras la envían a la ciudad española de Zaragoza a establecer un monasterio, donde tiene los cargos de maestra de novicias y de profesas; más tarde es vicaria y, a continuación, abadesa, en 1627. Durante esa época, su director espiritual, al darse cuenta de que era una religiosa fuera de lo común, le sugiere escribir los datos sobresalientes de su vida, así como los hechos extraordinarios con los que el Creador la dota. Tiene una afición por la lectura de la Sagrada Escritura, en especial por los Salmos, así como por la vida y la misión de los Santos Padres de la Iglesia y por el Breviario (del latín, "índice", "resumen", libro que contiene la Liturgia de las Horas, rezo obligatorio para religiosas y sacerdotes, pero voluntario para los laicos). Entre su obra escrita se encuentran: Relatos autobiográficos, Mi camino interior, Cuentas de Espíritu y Cartas. Hacia 1645 funda otro monasterio en Murcia, en el que vive los últimos 20 años de vida dejando una estela de santidad, hasta su muerte ocurrida en esa ciudad. Beatificada por el Siervo de Dios Juan Pablo II (1978-2005) en 1983, quien la nombra la "Santa del Breviario".
Santos: Francisco Javier, presbítero; Galgano de la Toscana, anacoreta, y Sofonías, profeta. Memoria (Blanco)
SAN GALGANO DE LA TOSCANA, del probable latín, "originario de la Galia" (1181). Anacoreta. Nace en noble cuna en la ciudad de Clusdino, región de La Toscana, Italia. Antes de engendrar hijos, sus padres se encomiendan a la intercesión del arcángel san Miguel (29 de septiembre), a quien atribuyen el milagroso nacimiento. Pese a ello, en su niñez y juventud no le inculcan valores cristianos: el resultado es un joven alejado de Dios, de conducta desordenada, que causa escándalo en el pueblo por sus vicios. Cuando tenía 32 años de edad, san Miguel arcángel se le presenta en un sueño. Desde entonces, Galgano toma la decisión de entregar su vida al Señor como eremita, de acuerdo con lo revelado por el arcángel. Sus padres, quienes no aprueban su decisión, pretenden distraerlo, por lo cual le indican localizar, en una población cercana, a una piadosa dama con la finalidad de desposarse con ella; sin embargo, al dirigirse al lugar a caballo, el animal se desploma junto con el joven jinete. Galgano interpreta tal caída como un mensaje divino para seguir su vocación religiosa. Luego de ello, decide dirigirse a una solitaria zona montañosa donde se establece, construye una choza, e inicia su vida de austeridad y ascetismo (dedicación a lograr la perfección cristiana). No obstante su ejemplo de santidad, el espíritu del mal quiere regresarlo a la vida licenciosa, pero Galgano, con oración, ahuyenta las tentaciones. Su fama de santo varón atrae a numerosos lugareños, quienes atestiguan la realización de curaciones milagrosas. Al paso del tiempo, recibe halagos por su don de realizar milagros; para huir de la vanidad, decide ingresar en un monasterio de la orden cisterciense. Lo anterior no se realiza, ya que, enfermo, se queda en su ermita, donde llegan a visitarlo los obispos de las diócesis de Volterra y de Mesina, acompañados de tres monjes cistercienses, lugar donde lo encuentran en agonía. En tales circunstancias, Galgano expresa: "No en vano han llegado a este sitio, sino por disposición divina para que yo vistiese la cogulla (vestidura con amplias mangas y capucha, que vestían los cistercienses) que tanto he deseado y con la que quería morir esperando ser recibido por san Benito (11 de julio) y san Bernardo (20 de agosto) como uno 30 de sus hijos"; después expira. Los mismos visitantes le visten con dicho hábito y ahí lo sepultan. El pueblo inicia su veneración debido a que sobre su sepulcro se realizan hechos milagrosos. Tiempo después, en el lugar, se construye un monasterio cisterciense con el nombre de san Galgano, donde se depositan sus reliquias. El pontífice Lucio III (1181-1185) confirma su culto como santo en 1185.
Santos: Juan Damasceno, doctor de la Iglesia, y Osmundo de Salisbury, obispo. Beato Adolfo Kolping, fundador. Feria (Morado)
BEATO ADOLFO KOLPING, del germánico. "guerrero de noble estirpe" (1813-1865). Fundador. Originario de Kerpen, Alemania. Su familia es católica de escasos recursos. Por sus carencias se ve en la necesidad de dejar sus estudios y trabajar para ayudar en la exigua economía del hogar. Se desempeña como aprendiz de zapatero, a la edad de 13 años. Hacia 1836 ingresa en el colegio de san Marcelo, en la ciudad alemana de Colonia, donde decide consagrarse a Dios en la vocación sacerdotal. Una vez terminada su academia, es ordenado sacerdote en la citada población (1845). Se le asigna párroco de Wuppertal-Elberfeld, ciudad en la que habitan numerosos artesanos desempleados. Destaca por su gran calidad humana, por lo que es designado director espiritual de la Asociación de Jóvenes Artesanos de dicho lugar. Demuestra en este cargo su brillante inteligencia y comprensión ante los problemas sociales, pues se da cuenta de que este tipo de asociaciones logran resolver la problemática del desempleo y, por consecuencia, las carencias económicas de su feligresía. Para lo anterior se da a la tarea de fundar, en 1849, la Asociación Católica de Jóvenes Artesanos, antecedente de los actuales grupos de autoayuda de las nombradas Familias Kolping y de la Sociedad de Labradores, que en nuestros días tienen presencia en más de 50 países, en beneficio de miles de artesanos y sus familias. Esta vida de servicio al prójimo acude a la llamada del Creador, en la población que tanto ayuda, ante la tristeza de los numerosos trabajadores, testigos de su santidad. Beatificado por el Siervo de Dios Juan Pablo II (1978-2005) el 27 de octubre de 1991.
Santos: Sabás de Capadocia, abad; Atala o Attalía de Alsacia, abadesa, y Dalmacio de Pavía, mártir. Feria (Morado)
SANTA ATALA O ATTALÍA DE ALSACIA, del latín Attalus, de la ciudad de Atalia (siglo VIII). Abadesa. Originaria de la provincia francesa de Alsacia, donde sus padres son duques. En su infancia recibe formación en los valores evangélicos por medio de su tía paterna, la abadesa santa Odila u Otilia (13 de diciembre), en el monasterio francés de Hohenburg (actual Monte Santa Odila). En su juventud comunica a sus padres el deseo de consagrarse a Dios y renunciar a la vida de riqueza. Asimismo, logra el apoyo de su padre, el duque Adalberto, para construir un monasterio en Estrasburgo, Francia, el cual se encomienda a la protección del mártir san Esteban (26 de diciembre), que sigue la Regla benedictina, de donde Atala es la abadesa. Ahí se unen numerosas jóvenes para hacer vida de austeridad, dedicadas a la oración y la penitencia. En ese lugar, años después, con fama de santidad, entrega su alma al Creador. Su veneración se pierde en la memoria de los tiempos.
Santos: Nicolás de Bari o de Myra, obispo; Asela de Roma, virgen, y Pedro Pascual de Jaén, mártir. Vísperas I del domingo: 2a semana del Salterio Feria (Morado)
SAN PEDRO PASCUAL DE JAÉN, del arameo, "piedra", "roca", y del hebreo, pesaj, "relativo a la Pascua" (1227-1300). Mártir. Natural de Valencia, España. Varios hagiógrafos rescatan algunos datos fidedignos de su vida, que transcurre en tiempos de la persecución de los mahometanos contra los cristianos. Ingresa en la orden de Nuestra Señora de la Merced (mercedarios), donde permanece hasta que es ordenado sacerdote. Ejerce su ministerio en la provincia española de San Miguel de Transmuros. Posteriormente, el pontífice Bonifacio VIII (1294-1303) lo nombra obispo de la diócesis de Jaén, en su país (1296). Pese a la persecución pagana, ejerce su episcopado con celo pastoral, por lo que logra numerosas conversiones. Se reconoce como autor de varios escritos, pero, debido a los conflictos por los que España atraviesa, éstos quedan sin su rúbrica. Además, es necesario hacer notar que en el siglo XV existe otro obispo, también mártir, en la misma diócesis, quien es llamado Gonzalo de Estúñiga, por lo que las obras escritas de ambos se confunden. Hay que reconocer que a través del tiempo algunos grandes santos son, en ocasiones, desconocidos para la humanidad, a pesar de ser gratos a los ojos de Dios. Pedro Pascual muere para el mundo, decapitado por los sarracenos, al pie del altar al celebrar la Asamblea Eucarística. Desde tiempo inmemorial, por su sacrificio, los mercedarios inician su veneración, que es confirmada al declarado santo Clemente X (1670-1676), lo que ocurre el 14 de abril de 1670. Queda inscrito en el Martirologio Romano a partir de 1675. Iconografía: con hábito mercedario, en el momento de su asesinato en el altar. Patrono de escritores y estudiantes.
II DOMINGO DE ADVIENTO
Santos: Ambrosio de Milán, doctor de la Iglesia, y Fara de Meaux, abadesa. Beato Agatón de Alejandría, mártir. (Morado)
SANTA FARA DE MEAUX, diminutivo del nombre árabe, Faro. "alegre" (655?). Abadesa. De origen francés, nace cerca de Meaux. Hija del conde Emerico o Angerico, no se conocen datos de su progenitora ni particularidades de su vida familiar. Se deduce su formación cristiana, ya que, en su niñez, san Columbano de Luxeuil (23 de noviembre) le imparte su bendición y la consagra a Dios. La niña crece bondadosa e inclinada a la oración; en la adolescencia manifiesta su vocación hacia la vida religiosa, pero su padre se opone. Ante tal negativa, Fara enferma de gravedad. En esta penosa situación, interviene san Eustacio, abad de Luxeuil (29 de marzo), quien comenta al conde que su hija sólo sanará si él acepta la voluntad divina; Angerico promete acceder. Una vez que Fara sana, su progenitor olvida su promesa. Ante la oposición, la joven escapa de la casa paterna. Poco después, san Eustacio logra que padre e hija se reconcilien. Cuando Fara ingresa en la vida monástica, con el apoyo de su padre se construye un doble monasterio: el Evoriacum, que lleva el nombre de Faremoutiers (monasterio de Fara), donde ella es la primera abadesa y se sigue la Regla de san Columbano. Permanece en su cargo durante 37 años, dedicada a la oración y el servicio al prójimo. Esta vida de oración y servicio es interrumpida por la llamada a la casa del Padre. Los fieles, que desde en vida acuden a la abadesa a solicitar su intercesión y ven cumplidas sus peticiones, después de su deceso atestiguan numerosos milagros e inician su culto inmemorial. Iconografía: como una niña, con elegante atuendo de la época, al recibir la bendición de san Columbano.
La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María
Santos: Frida, Edith y Sabina de Inglaterra, mártires, y Eucario de Tréveris, obispo. Solemnidad (Blanco o azul)
LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, nombre místico relativo a María Santísima, del latín, inmaculatus, "la que no tiene mancha". El documento conclusivo de Aparecida (Río de Janeiro, Brasil), redactado en mayo de 2007 por la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, indica: “... ésta es la hora de la seguidora más radical de Cristo, de su magisterio discipular y misionero, al que nos envía el Papa Benedicto XVI (2005-): María Santísima, la Virgen pura y sin mancha, es para nosotros escuela de fe destinada a guiamos y a fortalecemos en el camino que lleva al encuentro con el Creador del cielo y de la Tierra ( ... ). Permanezcan en la escuela de María. Inspírense en sus enseñanzas. Procuren acoger y guardar dentro del corazón las luces que Ella, por mandato divino, les envía desde lo alto” (confrontar párrafo 270). Esta celebración se inicia en el Oriente hacia el siglo VIII; otras afines se celebran en España e Irlanda, en el siglo IX; además, en el siglo XI, ya es exaltada su pureza en Inglaterra. En 1439, en los temas tratados en el concilio de Basilea, Suiza, se hace énfasis en que María, desde siempre, fue preservada inmune de toda mancha desde su concepción. El dogma (verdad a la luz de la fe) de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María es proclamado por el beato Pío IX -7 de febrero- (1846-1878) el 8 de diciembre de 1854, fecha que queda ubicada para la Iglesia universal para la solemnidad. Iconografía: entre nubes, María de pie, ataviada con vestido blanco, manto azul, rodeada por ángeles; sus manos juntas sobre el pecho en actitud orante. Quizá la más bella obra conocida es la representación que este mes engalana nuestra portada, creación del pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo (1618-1682). Las más bellas historias de advocaciones marianas de México y América Latina se relatan en el libro México mariano, cuya autora es la hermana Guadalupe Pimentel, H. C., publicado por Editorial Progreso, S. A., México, 2005.
Santos: Juan Diego Cuauhtlatoatzin, laico, y Pedro Fournier, fundador. Beato Bernardo Silvestrelli, fundador. Memoria (Blanco)
SAN JUAN DIEGO CUAUHTLATOATZIN, del hebreo, "Dios ha hecho gracia"; del latín, "instruido", y del náhuatl, "el que habla como águila" (1474-1548). Laico. Nace en el calpulli de Tlayacac, perteneciente al reino de Texcoco, actual territorio de Cuautitlán, municipio del estado de México. Pertenece a la casta de los macehuales, la más baja entre su etnia. Se convierte al cristianismo y es bautizado con el nombre de Juan Diego; se une en matrimonio religioso con Lucía, llamada antes del bautismo Malintzin (1524). Cuatro años después queda viudo y vive con su anciano tío Juan Bernardino, en el poblado de Tulpetlac, al norte de la ciudad de México. Es un hombre piadoso, que todos los días asiste a la Santa Misa y a recibir la catequesis; camina desde su hogar hasta el templo de Santiago, en Tlatelolco. En diciembre de 1531 hace su recorrido acostumbrado, pero al pasar por el cerro del Tepeyac, del 9 al 12, presencia cuatro apariciones de la Santísima Virgen María, quien le solicita se le construya un templo en ese mismo sitio para atender las súplicas de sus hijos. Juan Diego, obedeciendo a la "Señora del Cielo" -como la llamó--, acude a ver y narrar el acontecimiento al obispo fray Juan de Zumárraga (1468-1548), quien lo escucha a través del intérprete Juan González. El prelado no da crédito al indígena y le pide”... una señal" para saber si es verdad lo que ve. Al día siguiente, al contemplar a María Santísima, le cuenta y solicita "una señal" para que sea atendida su petición; la Divina Señora le indica cortar rosas, colocadas en su tilma y entregadas al obispo. Una vez en el obispado, después de prolongada espera ante el citado prelado, despliega su tilma; al caer las flores, observan que en la burda tela queda estampada la imagen de la Madre de Dios, a quien hoy se conoce como Nuestra Señora de Guadalupe. Este santo varón vive el resto de su vida -16 años- como custodio de la imagen colocada en una ermita y con entusiasmo narra a los visitantes el acontecimiento. En el Archivo Histórico de la Basílica de Guadalupe se encuentran las crónicas que cuentan cómo el vidente entrega su vida a Dios, en el cuidado de la tilma, la confesión y la comunión frecuentes, la oración constante, así como el ayuno y las disciplinas con las que castiga su cuerpo. Juan Pablo II (1978-2005) lo canoniza el 30 de julio de 2002, durante su quinta visita a México. Iconografía: con atuendo indígena, camisa y pantalón blanco de manta; de pie, al mostrar el ayate o tilma (burda tela tejida con fibra de maguey), con la imagen guadalupana.
Santos: Melquíades I, papa y mártir, y Eulalia de Mérida, mártir. Beato Gregorio III, papa. Feria (Morado)
BEATO GREGORIO III, del griego, "vigilante (741). Papa. Originario de Siria. Lo eligen pontífice el 18 de marzo de 731, en el orden 90 después de san Pedro. En el año de inicio de su pontificado convoca un concilio con la finalidad de reprobar la ideología iconoclasta (secta de cristianos de Bizancio, que consideran idólatra el culto a las imágenes y que emprenden la destrucción de las mismas). Con el apoyo de las tropas de Carlos Martel (688?-741), rey de los francos, combate a los lombardos (pueblo germánico pagano que, a la postre, se convierte al cristianismo). Al parecer, a partir de su ejercicio papal se emplea el término cristianismo, que después utilizarían los monarcas franceses. También determina que a las aportaciones económicas que recibe la Santa Sede se les dé el nombre de óbolo de san Pedro, término que se utiliza hasta nuestros días. Realiza recorridos misioneros e instaura un fondo para obras benéficas, además de propiciar la relación independiente entre la Iglesia y la Corte. Fallece en Roma. Su culto se pierde en la memoria de los tiempos, ya que, cabe señalar, en su época a la muerte de cada papa se inicia su veneración como santos.
Santos: Dámaso I, papa; Sabina de Piacenza, obispo, y Maravillas de Jesús, religiosa. Feria (Morado)
SANTA MARAVILLAS DE JESÚS, del latín, plural de mirabilis, "admirable", y del hebreo, abreviatura de Yehoshúah = Josué, "Yahvé salva" (1891-1984). Religiosa. Oriunda de Madrid, España. Pertenece a la nobleza; sus padres, Luis y Cristina, fieles católicos, son marqueses de Pidal. Desde su infancia recibe esmerada formación en los valores cristianos, en especial por medio de su abuela materna. En su niñez se distingue por poseer una brillante inteligencia, así como una inclinación a la piedad y la fe en Cristo. En su juventud, luego de hacer voto personal de castidad, se dedica al estudio de lenguas y cultura general, además de realizar obras de beneficencia y atender en el aspecto económico a familias marginadas. Conquistada por la lectura de las obras de Teresa de Ávila (15 de octubre) y Juan de la Cruz (14 de diciembre), define su vocación para consagrarse a Dios, por lo que ingresa en la orden de Carmelitas Descalzas de El Escorial, cuya sede está en la capital española (1919). Dos años más tarde, hace su profesión y adiciona a su nombre "de Jesús". Precisamente es el inmenso amor al Redentor lo que la inspira a integrarse en la orden carmelita, hacer constantes vigilias de oración en reparación de los pecados de la humanidad y dedicar constantes horas de contemplación ante el Sagrario; de acuerdo con lo que ella expresa: “... ser como una lámpara viva que se consumiese en amor y reparación ante el Corazón de Cristo". Establece un monasterio carmelita en el cerro de los Ángeles -centro geográfico de España. Para atender la edificación, ella, con tres religiosas, se instalan en unas habitaciones provisionales en el pueblo de Getafe, donde Maravillas de Jesús hace su profesión solemne (1924), luego de lo cual es nombrada priora y maestra de novicias, lo que ocurre en 1926, año cuando residen en el nuevo convento. En dicho lugar las vocaciones se multiplican; asimismo, provoca el establecimiento de nueve monasterios españoles y uno en Kottayam, India. Demuestra capacidad administrativa y realiza múltiples obras benéficas para los necesitados y los enfermos. Durante la persecución religiosa en su país, hace ayunos y vigilias de oración para terminar tan conflictiva situación. Por desgracia, durante la Guerra Civil española (1936-1939) las religiosas son expulsadas de su claustro, por lo que se recluyen en Madrid, donde padecen penurias y sacrificios. Tiempo después se instala con sus hermanas espirituales en la población de Desierto de Batuecas, en Salamanca, donde funda otro monasterio. Al regresar al Cerro de los Ángeles, en 1939, reconstruye lo que había quedado del convento y promueve otras fundaciones en América. Su avanzada edad y agotadoras jornadas, le provocan problemas circulatorios, aunque no le impiden continuar con la atención a los enfermos y cubrir las necesidades del convento, lo que es agradable a Dios en el cumplimiento de su voluntad, desde donde recomienda: "Lo que Dios quiera, como Dios quiera, cuando Dios quiera". Su deceso ocurre en el monasterio madrileño de La Aldehuela. Se dice que su cuerpo exhala un perfume de nardos. Su santidad Juan Pablo II (1978-2005) (q.e.p.d.) la canoniza en el 2003.
Nuestra Señora de Guadalupe
Santos: Donato de Roma y compañeros, mártires, y Simón Hua de Vietnam, mártir. Solemnidad (Blanco)
NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE, del náhuatl coatlaxopeu, "la que pisoteó la serpiente", y del árabe marroquí, uad-al-hub, "río de amor" (1531). En el cerro del Tepeyac, al norte de la ciudad de México, María Santísima se aparece a san Juan Diego (9 de diciembre) del 9 al 12 de diciembre de 1531. Tal acontecimiento queda registrado por la narración del propio vidente a Antonio Valeriano en el escrito Nican Mopohua (del náhuatl, Aquí se narra). Dicha imagen queda estampada para la posteridad en la tilma -burda tela hecha con fibra de maguey- del indígena. El culto a "la Señora del cielo", cuya imagen es colocada en una ermita entre 1535-1556, es aprobado por Julio III (1550-1555) en 1551. Entre otros pontífices que intervienen dando prerrogativas a nuestra Morenita del Tepeyac están Benedicto XIV (1740-1748), quien le asigna oficio propio en 1746; León XIII (1878-1903), quien decreta la coronación efectuada el 12 de octubre de 1895; san Pío X (1904-1914) (21 de agosto), quien eleva el templo al rango de Basílica en 1908; Pío XII (1939-1958), quien la proclama Emperatriz de América en 1945, y el Siervo de Dios Juan Pablo II (1978-2005), quien en su cuarta visita a México, en enero de 1999, la llama Estrella de la Nueva Evangelización. El pueblo mexicano, en todos sus confines, ama y respeta a la Virgen de Guadalupe. Son incontables sus milagros y la asistencia en número de fieles que durante el año visitan su Basílica, cantidad sólo superada por los asistentes a la Basílica vaticana. La Señora del Cielo, en sus apariciones, manifiesta de viva voz, en la lengua del indígena: "¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu madre? ¿Acaso no soy tu ayuda y protección?". Así es, en efecto, los mexicanos, y hasta los extranjeros, acuden con fe a esta advocación, y María atiende sus peticiones. En cuanto al aspecto material, ¿qué es lo que hace que esa representación iconográfica se conserve bella desde 1531? Científicos de fama internacional realizan, en todos los tiempos, acuciosas investigaciones. A continuación se citan algunas de las más recientes: la tela (tejida en fibra de maguey), pese a los siglos, se conserva en buen estado, por lo que se considera que, después de las apariciones, en su primera ermita está a la intemperie; sin embargo, ni el calor, ni la humedad, ni el frío ni la luz le afectan. Los ojos de Santa María de Guadalupe son observados, en 1956, por el oftalmólogo Rafael Torija Lauvoignet, quien, al examinar la pupila, se percata de que en el iris (membrana coloreada del ojo) se refleja la figura de un hombre, lo cual lleva a mayores investigaciones; posteriormente, en 1979, el doctor José Aste Tonsman revela que los ojos de nuestra Morenita parecen de una persona viva, pues refleja lo que mira, con un aumento de 2000 veces, entre otros, un fraile franciscano (quizá fray Juan de Zumárraga), un indígena orante, niños y varios frailes más, quienes están presentes cuando Juan Diego despliega la tilma y aparece pintada Nuestra Señora de Guadalupe. Al analizar la pintura utilizada para colorear la imagen, según investigaciones del Premio Nobel de Química 1938 y 1949, doctor Richard Khun -de origen judío-, se determina que los colorantes no son de origen vegetal, animal ni mineral. Al no dilucidar tal misterio, en 1979, los doctores Jody Brand Smith y Phillip Callagan, científicos de la NASA (National Aeronautics and Space Administration, organización del gobierno de Estados Unidos), estudian con rayos infrarrojos las características de dicha pintura; descubren que no hay preparación para conservar, como hasta ahora, la tela y la pintura, además de no observar trazos previos, como ocurre con las obras de pintores de renombre, por lo que se deduce que es pintada y coloreada en forma directa, sin cálculos previos. También los investigadores concluyen que no hay rastros de pinceladas, lo que significa que la técnica utilizada es desconocida incluso en nuestros días. Los citados científicos notan que la temperatura de la tilma es como la del cuerpo humano, es decir, entre los 36.6 y los 37 grados centígrados, lo que consideran inexplicable. Otro dato importante es que el tamaño y la proporción de la figura son los de una adolescente, con la proporción de su cuerpo acorde con su estatura. Además, en su rostro moreno presenta las características de la raza indígena. Éstas son sólo una de las muchas investigaciones que sobre la Santa Imagen se realizan. Iconografía: en medio de un nimbo de nubes, la silueta de María de Guadalupe es rodeada por rayos de luz (el Sol), de pie sobre la luna menguante, ataviada con vestido en tono rosa "terroso" (terracota), estampado con flores de la región; una cinta negra atada con un moño sobre su vientre, que señala -a la usanza indígena- su estado de gravidez. Cierra el ruedo de su cuello una cruz; lleva, alrededor de éste y de sus puños, armiño. Está cubierta desde su cabeza con manto azul plasmado de estrellas. A sus pies, la sostiene un ángel (de los llamados tronos), que simbólicamente, con la mano derecha, toma el borde del manto (el cielo) y, con la izquierda, el vestido (la Tierra). Historia y detalles se conocen en el libro Tonantzin Guadalupe, cuyo autor es el profesor Joaquín Flores Segura, publicado por la Editorial Progreso, S. A. de C. V., editado en inglés y en español.
Santos: Lucía de Roma, mártir, y Otilia u Odila de Alsacia, abadesa. Beato Antonio Grassi, presbítero. Vísperas I del domingo: 3a semana del Salterio Memoria (Rojo)
BEATO ANTONIO GRASSI, del latín, Antonius "de la familia Antonia" (1592-1671). Presbítero. Nace en Fermo, Ascoli Piceno, Italia. Desde pequeño muestra grandes virtudes e inclinación por la vida religiosa. Es educado por los sacerdotes del Oratorio en su ciudad natal. Ingresa en la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri en 1609 y ordenado sacerdote en 1617. Es electo prior de su comunidad en 1635, cargo que ocupa hasta su muerte. Es destacadísimo catequista y Padre Espiritual. Su preocupación por la salvación de las almas le lleva a visitar hospitales y cárceles. Los ejemplos de fe, oración y caridad marcan de forma singular su vida. Tiene el don de la profecía. Los pontífices Clemente X (1670-1676) e Inocencio XI (1676-1689) lo ponen en gran estima. Por su don para conciliar rencillas, es llamado "Ángel de la paz" y, por su caridad, "Padre de los pobres". Se cuenta que reparte su ropa entre los menesterosos. Una de sus principales metas es que sus hermanos cumplan la observancia de Regla del Oratorio. En 1625 peregrina a Roma, para obtener las gracias del Jubileo. Profesa una ejemplar devoción a la Virgen de Loreto, por lo que realiza numerosos viajes a su santuario. Después de penosa y larga agonía, entrega su alma al Señor. Su reputación de hombre santo -de la que goza aun en vida- traspasa las fronteras italianas y llega hasta Alemania, donde se le profesa especial veneración. Provoca que a sus funerales y tumba acudan numerosos fieles. Sus restos descansan bajo el altar mayor de la Iglesia del Carmine, en Fermo. El Santo Padre León XIII (1878-1903) lo eleva a los altares en el Año Santo de 1900.
III DOMINGO DE ADVIENTO
Santos: Juan de la Cruz, doctor de la Iglesia; Nemetalah El-Hardini, presbítero, y Juan Paniagua, anacoreta. (Morado o Rosa)
SAN JUAN PANIAGUA, del hebreo, "Dios ha 3 hecho gracia" (siglo XII). Anacoreta. Su vida transcurre en la primera mitad del siglo XII. Habita en una zona montañosa, cerca de Segovia, España. Según la costumbre, decide consagrar su existencia al Creador, por ello, abandona casa y familia para vivir en la soledad como anacoreta, dedicado a la oración y extrema disciplina. Por casa tiene una cueva; su vestimenta es un burdo sayal; su austeridad lo lleva a sólo comer pan y agua, de ahí el sobrenombre de panyagua. No obstante aquel voluntario retiro, su fama de santo varón atrae a la gente de los alrededores, que es testigo de los hechos milagrosos que realiza y de la curación de sus enfermedades. Esta fama de santidad llega hasta el monasterio de la orden cisterciense, desde donde acuden varios monjes a la cueva del anacoreta, quienes, al darse cuenta de sus virtudes, interpretan este encuentro como providencial. En ese lugar, que tiene por nombre Sacramenta, establecen un monasterio al que Juan panyagua se integra como monje de la citada orden, hasta su deceso, que acaece en ese lugar. Los lugareños acuden ante su sepulcro, pues obtienen por su intercesión múltiples prodigios, por lo que inician su culto inmemorial. Los datos fidedignos que se conocen son recopilados por el historiador Crisóstomo Enríquez en el Menologium cisterciense. Es el protector para obtener buenas cosechas y evitar la sequía.
Santos: María Crucificada Di Rosa, fundadora; Irineo de Roma y compañeros, mártires, y Cristina o Cristiana o Nina de Georgia, eremita. Feria (Morado)
SANTA CRISTINA O CRISTIANA O NINA DE GEORGIA, del latín, "que pertenece a Cristo" (siglo IV). Eremita. Son conocidos escasos datos fehacientes de su familia y su niñez. Cuando su padre, el fiel cristiano Zabulón -originario de Capadocia, Turquía-, que se dedica a la vida eremítica, y su madre es ordenada diaconisa, la niña (quizá de nombre Cristina, por diminutivo Nina) es encargada para su cuidado a una piadosa anciana, quien le procura educación y le da formación en las virtudes cristianas. La citada anciana le relata historias sobre un país pagano llamado Georgia; por ello nace en Nina el deseo de evangelizar dicho lugar. Se dice que, en sueños, la Santísima Virgen María le entrega una cruz, lo que incrementa aquel deseo. En su juventud se traslada a Georgia, donde vive en un sitio apartado del bullicio citadino profesando la fe de Cristo, entregada a la oración, la penitencia y compartiendo sus escasos bienes con los más necesitados. Es amada y admirada por los lugareños, quienes dan testimonio de su vida ejemplar y de que realiza curaciones milagrosas al invocar el nombre de Cristo, lo que le vale ser conocida como Cristiana. Además, difunde con vehemencia la Palabra de Dios, con lo que se establece los cimientos del cristianismo en Georgia. Años después, abandona su retiro, viaja a Constantinopla -donde convierte a la reina. Su labor evangelizadora, durante más de 30 años, termina cuando es llamada a la casa del Padre. Su muerte, con fama de santa, ocurre en la región caucásica; su culto se pierde en la memoria de los tiempos. La Iglesia ortodoxa la reconoce como la Santa Equiapostólica Nina, cristianizadora de los georgianos. Nuestro recordado pontífice Juan Pablo II (1978-2005) expresa de ella: "La Iglesia en Georgia... debe la verdadera conversión de la nación a santa Nina... Su oración logró levantar el templo que se estaba construyendo... Es el verdadero pilar de la fe del pueblo georgiano".
Santos: Alicia o Adelaida o Adelina de Alemania, emperatriz; José Manyanet, fundador, y Ananías, Azarías y Misael, mártires. Feria (Morado)
SANTOS ANANÍAS, AZARÍAS y MISAEL, del griego, "Yahvé es compasivo", y del hebreo, "socorro de Yahvé", y "Dios es incomparable", respectivamente (siglo VI antes de Cristo). Mártires. Se trata de tres jóvenes de quienes se desconocen datos anteriores al tiempo cuando son compañeros del profeta Daniel, durante su cautiverio en Babilonia (Dn 1,6). Profesan fidelidad al Dios verdadero y, por negarse a obedecer al rey Nabucodonosor II (6301-526 a. C.) y ofrecer sacrificios a los ídolos, son torturados e introducidos en un horno ardiente del que milagrosamente salen ilesos (Dn 3). Han sido incluidos en el Martirologio por su participación en el plan salvífico divino. Su culto se pierde en la memoria de los tiempos.
Santos: Lázaro de Betania, laico; Florián de Palestina y compañeros, mártires, y Olimpia u Olimpiades de Constantinopla, viuda. Feria (Morado)
SAN LÁZARO DE BETANIA, forma latina de Eleazar, del hebreo, "Dios es mi socorro" (siglo 1). Laico. El evangelio de Juan (11, 1-45) relata su enfermedad, su muerte y el milagro de Jesús al devolverlo a la vida. Es amigo cercano y muy querido del Maestro. Con sus hermanas, María y Marta, vive en Betania, población cercana a Jerusalén. Por los datos proporcionados, Jesús visita con frecuencia su casa para descansar o cuando transita de un lugar a otro. Narra el evangelista el milagro que Cristo obra en su amigo Lázaro. Cuando sus hermanas envían aviso a Jesús: “... Señor, el que tú amas está enfermo", Cristo les contesta: "Esta enfermedad no es de muerte, sino para gloria de Dios y por ella se manifestará la gloria del Hijo de Dios". Cuando llega a Betania -cuatro días después-, Lázaro está muerto; al ver la consternación de sus hermanas, el Maestro lo resucita. Después de este acontecimiento, los enemigos de Jesús de Nazaret vuelven más encarnizada la lucha contra Él, ya que sin lugar a dudas los creyentes y discípulos aumentan en gran número. Tras este suceso histórico, por demás admirable, el personaje de Lázaro se ve envuelto en la leyenda, por ello se le atribuye ser obispo, tal como lo consigna el santoral, ya que, según esta versión, junto con sus hermanas, es desterrado, por lo que llega hasta el actual territorio francés, donde, en la desembocadura del río Ródano, predica la Buena Nueva -ya como obispo. Muere mártir. Otros biógrafos le vinculan con la parábola de Lázaro el pobre (cfr. Lc 16 19-31); por ello, le hacen patrono de los lazaretos -hospitales para enfermos contagiosos; leprosarios-, así como protector de ulcerados y leprosos. Las dudas que siempre están vigente son: ¿Quién es Lázaro y qué relación lo vincula con el Maestro para que se obre en él tal portento? ¿Cómo es su amistad para que el mismo Cristo llore ante su tumba por el amigo perdido? San Lázaro tiene dedicada una Basílica en Betania (1953). La fe demostrada por estos hermanos es su participación en el plan de salvación del Señor, por lo que a Lázaro se le incluye como santo titular en esta fecha. Iconografía: Cristo de pie, con los brazos extendidos, ante la cueva donde está el sepulcro de su amigo; un cuerpo amortajado emerge de la misma, ante la mirada atónita de sus hermanas, los discípulos y el pueblo.
Santos: Winebaldo de Eichstat, abad, y Graciano de Tours, obispo. Nuestra Señora de Zapopan. Feria (Morado)
SAN WINEBALDO DE EICHSTAT, del germánico, "amigo audaz" (700-761). Abad. Los datos conocidos de su infancia son escasos. Nativo de East-Anglia, Inglaterra, es hijo de san Ricardo (7 de febrero), un inglés que pertenece a la nobleza, además de ser fiel creyente y procurar a sus hijos formación en la virtud cristiana. En el 720, joven, peregrina hacia Roma, en compañía de su hermano san Willebaldo (7 de julio) y de su padre, quien enferma y fallece en Luca, Italia. Los dos hermanos continúan su peregrinaje; al llegar a su destino, Winebaldo se establece y queda varios años en la Ciudad Eterna, con la finalidad de profundizar en espiritualidad, dedicado a la oración y al estudio. En esa urbe conoce al obispo de Maguncia, san Bonifacio (5 de junio), quien atiende una misión encomendada por el pontífice beato Gregorio III (731741) (l0 de diciembre). Acompaña al citado obispo en su regreso a su sede episcopal ubicada en Alemania, donde Winebaldo radica y efectúa una gran labor de evangelización en Turingia y Baviera. Más adelante continúa su apostolado en una abadía de la diócesis de Eichstat, donde su hermano Willebaldo es nombrado obispo. Prosigue su misión fundando, en la población alemana de Heindenheim, un amplio monasterio con una sección para varones del que es abad, y otra para damas, en el que su hermana santa Walburga (25 de febrero) desempeña el cargo de abadesa. A este ejemplar abad se debe la formación evangélica de numerosas generaciones de monjes, quienes catequizan y convierten a gran parte de los habitantes del territorio alemán. Muere en su abadía y, por su fama de santidad, se inicia su culto inmemorial. Iconografía: con túnica de burda tela, báculo de abad y tres leopardos, alusivos a su origen inglés.
Santos: Rufo y Zósimo de Filipo, mártires, y Nemesio de Alejandría y compañeros, mártires. Beato Urbano V, papa. Feria (Morado)
SANTOS RUFO Y ZÓSIMO DE FILIPO, del latín, "rojizo", y del griego, "vital", respectivamente (siglo I). Mártires. Como es común en los mártires de los primeros siglos de la era cristiana, no se conocen detalles de su vida, aunque algunos indican que son originarios de Filipo, Macedonia o Antioquía, en Siria. La tradición indica que son notables predicadores de la fe cristiana. Tal vez discípulos del apóstol san Pablo (29 de junio), quien los menciona en su Epístola a los romanos (16, 13). Acompañan en un viaje misionero a san Ignacio de Antioquía (17 de octubre), lugar en donde los tres mueren mártires en el anfiteatro devorados por las fieras. Por su sacrificio en aras de la fe, su veneración se pierde en la memoria de los tiempos.
Santos: Filogonio de Antioquia, obispo, y Domingo de Silos, abad. Beato Pedro de la Cadiretta, mártir. Vísperas I del domingo: 4a semana del Salterio Feria (Morado)
SAN FILOGONIO DE ANTIOQUÍA, del griego, "amigo de su generación" (324). Obispo. No se conocen de él mayores detalles, aparte de que es un brillante abogado y cuenta con amplios recursos económicos. Casado, vive con su familia como ejemplo de honestidad y amor filial. Se deduce que profesa la fe en Cristo, ya que los cristianos de Antioquía, Siria, ciudad donde se establece, lo nombran obispo para dicha sede. Destaca por su celo pastoral, atiende con sabiduría a los feligreses y enfrenta con valor las herejías del pagano Arrio (256-336), quien niega la divinidad de Cristo. Muere en su diócesis, dejando una herencia de santidad, por lo que el pueblo inicia su veneración inmemorial.
IV DOMINGO DE ADVIENTO
Santos: Pedro Canisio, doctor de la Iglesia; Juan de Kronstadt, presbítero, y Anastasio II El Joven de Antioquía, obispo. (Morado)
SAN JUAN DE KRONSTADT, del hebreo, "Dios ha hecho gracia" (1829-1908). Presbítero. De familia humilde, nace en Archangelsk, población situada al norte de Rusia. Por sus carencias económicas, su progenitor con gran esfuerzo logra inscribirlo en la escuela de su tierra natal. En su juventud define su vocación al sacerdocio, por lo que ingresa al seminario, a la vez que consigue un empleo para ayudar en los gastos de la familia. En 1855 recibe la ordenación sacerdotal. Poco después contrae nupcias -cabe hacer notar que la Iglesia ortodoxa rusa permite que los sacerdotes se casen-; sin embargo, hace voto de castidad con su cónyuge. Ejerce su ministerio en la Catedral de San Andrés en Kronstadt (población de la isla de Kotlin, ubicada en el golfo de Finlandia), en donde vive hasta su deceso. Es un destacado sacerdote al que Dios le concede realizar extraordinarios y numerosos hechos milagrosos (taumaturgia), así como el don de conmover corazones de los pecadores con sus sencillas palabras. Su existencia es modelo de oración, servicio al prójimo y caridad hacia los más necesitados, para quienes establece numerosas instituciones; entre ellas la Casa de Laboriosidad, donde se encuentran diversos servicios: iglesia, escuela, talleres y un orfanato. En obra literaria escribe su diario con el título de Mi vida en Cristo. Es reconocido como uno de los místicos de la Iglesia ortodoxa rusa. Pasa sus últimos años padeciendo una penosa enfermedad, hasta su muerte, ocurrida en Kronstadt. El Sínodo de los obispos de la mencionada Iglesia (en el exilio, en 1964) determina sus virtudes heroicas, por lo que es canonizado por el Siervo de Dios Juan Pablo II (1978-2005) en 1990.
Santos: Francisca Xavier Cabrini, fundadora, y Demetrio de Ostia y compañeros, mártires. Beata María de Pisa, religiosa. Feria (Morado)
BEATA MARÍA DE PISA, del arameo, "señora" (1431). Laica. Nace en Pisa, Italia, en el seno de la noble familia Mancini. Por obediencia se casa dos veces; la primera cuando cuenta con 12 años, aunque enviuda cuatro años después, matrimonio del cual nacen dos hijos; en las segundas nupcias -las cuales duran ocho años-, procrea otros cinco; al parecer, los siete mueren jóvenes. Su familia la presiona para casarse por tercera vez, pero María no acepta, puesto que su vocación es la vida religiosa. Para tal finalidad ingresa como terciaria en la Orden de Predicadores (dominica) y consagra su vida al servicio del prójimo, en especial de los enfermos y los pobres; convierte su casa en hospital. Se dice que desde pequeña tiene experiencias místicas y proféticas. Sin conocerse fecha, ingresa en el convento dominicano de Santa Croce, donde dedica sus esfuerzos a restablecer la estricta observancia a la Regla de Santo Domingo. En olor a santidad, entrega su alma al Señor. Es beatificada por Pío IX (1846-1878), en 1855. También se le conoce como María Mancini.
Santos: Juan de Kety o Kanty, presbítero, y Victoria y Anatolia de Roma, mártires. Beato Nicolás Factor, presbítero. Feria (Morado)
SAN JUAN DE KETY O KANTY, del hebreo, "Dios ha hecho gracia" (1390-1473). Presbítero. Nace en la pequeña población de Kety, Polonia. Al parecer su nombre es Juan Cancio. Lo único que se sabe sobre sus datos familiares es que su padre es burgomaestre (magistrado municipal, en algunas ciudades alemanas) y es de suponerse su formación católica. En la juventud realiza estudios en la Universidad de Cracovia, hasta recibir el doctorado en filosofia (1418). Por espacio de ocho años, se desempeña en la docencia en la escuela conventual de Miechow, en su país. En 1439 recibe el nombramiento de canónigo Deán (encargado de los canónigos en una diócesis) en la colegiata (templo regido por canónigos) de San Florían, en Cracovia. Después continúa su labor pedagógica en la citada universidad y hace estudios hasta doctorarse en teología y recibir la ordenación sacerdotal. Se le encomienda la enseñanza de religión y escritura a los hijos del rey de Polonia; para lo anterior, tiene acceso a la corte, donde se presenta vestido con una sotana raída y actitud humilde. Es generoso con los pobres; cuando recibe el pago por su trabajo en la universidad, lo comparte con las familias necesitadas. Es de carácter jovial, optimista. Su lema era Excélsior, que significa ¡más arriba! Una anécdota cuenta que al peregrinar hacia Roma es víctima de un asalto en una posada, pero, al darse cuenta de que en el piso queda una moneda, la entrega a los bandidos diciéndoles: "Han dejado ésta". Ante tal actitud, los pillos le devuelven el dinero robado. Después, peregrina a Tierra Santa, donde predica la Palabra de Dios. En 1460 es electo director del Colegio Mayor de la Universidad. En esta etapa escribe una propuesta en el plantel para aviso de sus alumnos con la máxima: "Procura no ofender, porque cuesta mucho pedir perdón". Incluye en su servicio universitario la trascripción precisa de más de 18 mil páginas de códices teológicos antiguos y de su época. Muchas veces -sin cobrar-, trabaja durante las noches y con buen humor expresa: "He acabado a las primeras luces del día... transcribo esto para evitar la pereza y el aburrimiento". Fallece en Cracovia, donde es sepultado en la iglesia de Santa Ana. Canonizado el 16 de julio de 1767 por Clemente XIII (1758-1769), quien expresa de él: "San Juan de Kety debe ser contado entre aquellos excelentes varones que fueron eximios por su santidad y doctrina, porque practicaban lo que enseñaban, y por la defensa de la fe ortodoxa, impugnada por los herejes". Iconografía: con sotana, en sus manos un libro y sobre su cabeza birrete doctoral.
Santos: Adela de Alemania, religiosa; Irma o Irmina de Tréveris, abadesa, y Paula Isabel Cerioli, fundadora. Feria (Morado)
SANTA PAULA ISABEL CERIOLI, del latín, "pequeña", y del hebreo, "mi plenitud es Dios" (1816-1865). Fundadora. El poblado de Soncino, Italia, ve nacer a quien, en la Tierra, lleva el nombre de Constanza. Su familia pertenece a la noble y pudiente casa Cerioli. Aunque nunca padece por cuestiones económicas, sí sufre las derivadas de la frágil condición de su cuerpo. Es educada por su madre en las virtudes cristianas, especialmente en la caridad. En 1832, sus padres le inscriben en el colegio de las religiosas de la Visitación en la ciudad de Alzano, donde, a la par que el aprendizaje académico, perfecciona las virtudes espirituales. Por obediencia, contrae matrimonio con un noble hombre mucho mayor que ella, quien es poco creyente y hace padecer por su trato y conducta a Costanza. En los cerca de 20 años de matrimonio, procrea cuatro hijos, de los cuales tres mueren al poco tiempo de nacer; el último sólo vive 16 años y pocos meses después de éste fallece su marido (1854), que le deja una cuantiosa herencia. Puede sobrellevar sus penas gracias al acercamiento con Dios a través de la Iglesia, donde encuentra un nuevo sentido a su vida en el servicio a la infancia desamparada, a la cual atiende en el palacio que hereda en Comonte; además, les proporciona alimento, comida, formación escolar y espiritual; asimismo, los adiestra en la mejor forma de hacer producir el campo y en la crianza de animales. Al poco tiempo de iniciada esta misión, se le une Luisa Corti. Así, poco a poco, nuevas jóvenes le brindan su apoyo. Tres años más tarde, Costanza profesa como religiosa y adopta el nombre de Paula Isabel (1857). Forma la congregación de las Religiosas de la Sagrada Familia, cuyo patronazgo encomienda a San José. Su fundación tiene tanto éxito que, en 1863, se crea la rama masculina: los Hermanos de la Sagrada Familia, quienes se avocan al trabajo en zonas rurales y se instalan en Villa Campagna, cerca de Soncino, dirigidos por Juan Capponi, empleado del hospital de Leffe; ahí ponen especial atención en los niños huérfanos, a quienes se les brinda capacitación para desempeñar trabajos en áreas rurales. La propia Paula Isabel escribe las Constituciones para ambas fundaciones, en las cuales define las cualidades de las congregaciones: "La humildad, la sencillez, el amor al trabajo, a imitación de la Sagrada Familia de Nazaret, formarán el espíritu propio de este instituto". Pese a las dolencias ocasionadas por una deformidad en la espina dorsal y los padecimientos cardiacos, el entusiasmo y el trabajo de Paula nunca disminuyen. Por último, su cuerpo, agotado por el trabajo arduo y constante, rinde cuentas ante el Creador, mientras dormía en su celda de Comonte. Canonizada por Su Santidad Juan Pablo II (1978-2005) en 2004. Iconografía: con el hábito de su congregación, rodeada de niños con el uniforme de la escuela por ella fundada; sobre ellos, en el cielo, se aprecia a la Sagrada Familia.
La Natividad del Señor
Santos: Santa Eugenia de Roma, mártir, y Anastasia de Sirmio, mártir. Solemnidad (Blanco)
LA NATIVIDAD DEL SEÑOR, del latín, nativitas, "nacimiento" (siglo I). Esta solemnidad se establece en la fecha a partir del siglo IV en Roma. De forma paralela, en el Oriente cristiano se desarrolla otra celebración que marca la manifestación de Jesús al mundo, no como hombre, sino como Dios, a la que se nombra Epifanía (del griego epifaneia, manifestación; de epi-, y faino, mostrarse); se considera que Navidad y Epifanía no son celebraciones diferentes, ya que ambas señalan la aparición salvadora de Jesús en cuanto hombre y en cuanto Dios, es decir, contemplan el mismo tema. El Niño Jesús nace en Belén, actual Israel; en la más absoluta pobreza, sus padres José y María, llegado el momento del alumbramiento, se refugian en un lugar donde el Salvador viene al mundo. Este suceso se relata en el Evangelio de Lucas 2, 1-14. Es recomendable que las familias católicas instruyan a sus hijos sobre tal acontecimiento, así como a participar en la Asamblea Eucarística de la noche de Navidad y a conservar la tradición iniciada por san Francisco de Asís (octubre 4), en el siglo XIII, de colocar el nacimiento en el sitio principal del hogar, antes de la cena, con un villancico entonado por la familia, arrullar al Niño Dios y realizar una breve oración solicitando su protección. Lo anterior contribuye a transmitir el mensaje de alegría y paz, que debe significar para el mundo el verdadero espíritu de la Navidad. Iconografía: en el interior de la "cueva" de Belén, se aprecia a Jesús recién nacido envuelto en pañales, bajo el cuidado de sus padres María y José, con vestimenta de la época. Esta escena es presenciada por los pastores, quienes adoran al Niño y le llevan sencillos regalos.
Santos: Esteban de Roma, protomártir, y Dionisio I, papa. Beato Segundo Pollo, mártir. Fiesta (Rojo)
BEATO SEGUNDO POLLO, del latín, "el que sigue al primero" (1908-1941). Mártir. Nativo de Caresanablot, Vercelli, Italia. Como es común entre santos y mártires, se desconocen particularidades de su vida, infancia y juventud, pero ya se sabe algo relevante a partir de su encuentro con Dios y su consagración plena a El a través del servicio al prójimo. "Secondo, como señala Su Santidad Juan Pablo II en la Homilía pronunciada el día de su beatificación, ...es un ejemplo de sacerdote valiente que, en el arco de una breve existencia, supo alcanzar la cumbre de la santidad. La víspera de su ordenación sacerdotal, el nuevo beato ya manifestaba con lúcida determinación su propósito de acoger, sin reservas, en su vida el exigente programa del Evangelio. "Llegar a ser santo". Este fue su ideal y por él se esforzó a diario. Guiado por este propósito, vivió intensamente su ministerio sacerdotal, buscando y siguiendo asiduamente la voluntad de Dios". Es reconocido por su labor docente en los seminarios donde comparte sus conocimientos con sus alumnos. Su preparación para desempeñar su misión le lleva a profundizar en teología y las Sagradas Escrituras. Es director espiritual de varias generaciones de seminaristas, los cuales le recuerdan con cariño y admiración. Señala el amado pontífice: "Dos fueron los secretos de la ascensión de don Secondo a las cumbres de la santidad: su unión constante con Dios a través de la oración y su profunda devoción a la Madre celestial, María. Su diálogo asiduo con Dios y su amor filial a la Virgen fortalecieron su particular caridad pastoral, que se presenta como la síntesis más alta y característica de su ministerio sacerdotal. Vivió totalmente para sus hermanos, concluyendo su aventura terrena el día de san Esteban, casi imitando al ardiente testigo, "lleno del Espíritu Santo", del que habla el libro de los Hechos de los Apóstoles (cf. Hch 7, 55)". Su caridad llega al clímax cuando, siendo capellán militar en Dragali, Montenegro, asistiendo a un soldado herido, sin medir las consecuencias de encontrarse en medio del campo de batalla, muere al ser alcanzado por la metralla. Así”... este joven sacerdote de Vercelli entregó su alma a Dios, dejando a los capellanes militares de todo el mundo un ejemplo de cómo se ama y sirve a sus hermanos bajo las armas, y a los alpinos un modelo y un protector en el cielo", afirma Juan Pablo II. Beatificado en Vercelli, Italia, en 1998.
Santos: Juan, apóstol y evangelista, y Fabiola de Roma, viuda. Beato Buenaventura Tolomei, religioso. Vísperas I de mañana: Todo propio. Fiesta (Blanco)
BEATO BUENAVENTURA TOLOMEI, del latín, "feliz", "bienaventurado" (1348). Religioso. Oriundo de Siena, Italia. Cuentan antiguas crónicas que de pequeño se aprecia en él la Gracia de Dios; sin embargo, en su juventud, por un lapso de cuatro años, se olvida de la religión dedicándose a los placeres terrenales, llegando a cometer actos sacrílegos. Repentinamente, el Señor le hace reflexionar acerca de la forma de vida que lleva. A partir de ese momento, arrepentido peregrina a diversos santuarios, y se dedica a la oración y a la penitencia. Regresa a su tierra natal e ingresa en la Orden de los Predicadores (dominicos). Su vida monástica está llena de virtudes y sirve de ejemplo para que los monjes vivan en santidad. Asimismo, muchos feligreses que le conocen cambian su forma de vida; además, le admiran y respetan; sabedores de sus virtudes y la gracia con la que Dios le favorece, la gente empieza a solicitarle interceda por ellos ante el Señor. Muere en su ciudad natal cuando atiende enfermos contagiados por una plaga. Su culto es inmemorial. También se le conoce como Buenaventura Tolomeo.
LA SAGRADA FAMILIA
Los Santos Inocentes, mártires
Santos: San Gaspar del Búfalo, fundador. Fiesta (Blanco)
LA SAGRADA FAMILIA (siglo I). Esta festividad se conmemora a partir del siglo XVII. El pontífice Benedicto XV (1914-1922) señala su festividad en el domingo siguiente a la Navidad en 1921. La celebración de la Sagrada Familia, integrada por Jesús, María y José, es momento propicio para consagrar nuestras familias por medio de la oración a la protección divina. Recordar a esta familia de Nazaret, que no obstante su condición divina, se somete a las leyes de su tiempo, además de asumir las responsabilidades espirituales y materiales que se contraen con el matrimonio, será provechoso en nuestra época para imitados como ejemplo de fidelidad, amor conyugal, paterno y fraterno. Una jaculatoria o breve oración, para solicitar la protección de esa divina familia, dice: "Jesús, María y José, con su presencia constante, hagan de esta morada una casa de Nazaret". Iconografía: según la imaginación de cada autor, se aprecia a María con vestido blanco y manto azul; José, con túnica verde y manto amarillo, en el centro de la mano de ambos, Jesús Niño con alba túnica, una aureola rodea la cabeza de cada uno en señal de su santidad, sobre ellos una paloma que simboliza el Espíritu Santo. En enero del 2009, del 16 al 18, tendrá verificativo en la ciudad de México el VI Encuentro Mundial de las Familias, que se llevará a cabo con el tema "La familia formadora en valores humanos y cristianos", cuyas actividades constan de tres eventos principales: Congreso teológico pastoral, Encuentro festivo y testimonial, y la solemne Eucaristía final. Asimismo, durante el presente año, con el propósito de preparar al mundo católico a dicho Encuentro, se elaboran 12 catequesis -una por mes- con diversos temas, con la finalidad de auxiliar a las familias a comprender y promover los auténticos valores. Los mencionados encuentros los instaura nuestro apreciado pontífice, el Siervo de Dios Juan Pablo II (1978-2005), a partir de 1994, con motivo del Año Internacional de la Familia, en la ciudad de Roma, con la participación de la beata Teresa de Calcuta. Los siguientes se realizan cada tres años en Río de Janeiro (1997) y Roma (2000), con la presencia del Sumo Pontífice; en Manila (2003), donde, debido a su deteriorada salud, no acude su Santidad, y en Valencia (2006), donde por primera vez se presenta Benedicto XVI. Cabe hacer notar que cada encuentro es organizado por el Pontificio Consejo para la Familia, con la colaboración de la Diócesis elegida y que en este caso es México.
Santos: Tomás Becket, mártir, y David, profeta y rey. Beato Guillermo Howard, mártir. Feria (Blanco)
SANTO TOMÁS BECKET, del arameo, "gemelo". "mellizo" (1118-1170). Mártir. Natural de Londres, Inglaterra. Sus padres son de origen normando. Cursa estudios con los canónigos regulares en la abadía inglesa de Merton. En su juventud queda huérfano de padres, quienes le heredan una exigua renta, por lo que trabaja como escribiente para solventar sus gastos. Hacia 1143 es auxiliar del arzobispo Teobaldo de Canterbury, quien aprecia sus cualidades e inteligencia, por lo cual lo nombra archidiácono (1154), con la encomienda de atender las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y la corte inglesa. Más adelante, el monarca Enrique III Plantagenet (1133-1189) le otorga el cargo de canciller, por lo que queda al servicio fiel de la corte. No obstante, Tomás es un funcionario honesto, quien acostumbra darse tiempo para acudir a la abadía de Merton a dedicarse a la oración y la penitencia. Años después, en 1161, dicho monarca le da el cargo de arzobispo en Canterbury, pensando en que seria fácil manipular la Iglesia, por medio de quien es su fiel colaborador. Pero Tomás se dedica a atender la feligresía de su diócesis, haciendo vida de austeridad y beneficiando a los necesitados. Se distingue por defender la Iglesia ante la prepotencia de Enrique II, quien pretende someter la Iglesia al Estado. Las relaciones entre el arzobispo y la corte se toman conflictivas. Tomás, para evitar la manipulación, huye a Pontigny, Francia, donde vive en un retiro voluntario en el silencio de un monasterio cisterciense. Después pretende retomar su cargo en Canterbury, pero las tropas del todavía rey le preparan una emboscada y lo matan hundiéndole una espada en el cráneo, cuando en la quietud nocturna recita sus oraciones en el interior de la catedral de su diócesis. Antes de morir expresa: "Muero gustoso por el nombre de Jesús y por la defensa de la Iglesia". Después del deceso, el monarca reconoce la santidad del obispo y hace penitencia ante el sepulcro. Canonizado por Alejandro III (1159-1181) el 16 de julio de 1173. Iconografía: con atavío episcopal, con la espada de su martirio en la cabeza.
Santos: Sabino de Espoleto y compañeros, mártires; Félix I, papa, y Egwin de Worcester, obispo. Feria (Blanco)
SAN FÉLIX I, del latín. "feliz" (274). Papa. Nace en Roma. Su biografía aporta datos a partir de su elección pontificia, que ocurre el 5 de enero de 269. Ocupa la Santa Sede en el orden vigésimo sexto de la cronología. Le es atribuida la autoría de una Carta donde se afirma que la naturaleza divina y humana de Jesucristo están unidas en una sola persona. Inicia el rito de sepultar a los cristianos mártires bajo el altar y sobre éstos efectuar la celebración de la santa misa. Padece la persecución del pagano Aureliano (270-275), por lo que es posible que haya muerto mártir, en el 274. Como es la tradición, a la muerte de un pontífice se le venera como santo.
Santos: Silvestre I, papa; Melania La Joven, viuda, y Columba de Sens, mártir. Feria (Blanco)
SANTA
MELANlA LA JOVEN,
del griego, "de tez morena" (383-439). Viuda. Originaria de Roma.
Pertenece a la aristocracia romana. Se casa a los 14 años con Piniano,
su primo, con quien procrea dos hijos, quienes mueren siendo niños, por
lo que ambos cónyuges deciden vivir en castidad, siguiendo los valores
evangélicos; para tal finalidad, venden sus cuantiosos bienes, cuya parte
del producto reparten entre los menesterosos; el resto lo donan para construir
monasterios, hospitales e iglesias. Dejan Roma, antes del ataque de Alarico
(370-410), rey visigodo que invade Italia y quien sitia tres veces Roma, saqueándola
en 410. Viven en Sicilia por un tiempo, después en Tagaste, donde se
encuentran con su amigo san Agustín de Hipona (agosto 28). Admirando
la santidad de Piniano, los fieles desean que sea su obispo, pero éste
tiene otras metas y sigue su peregrinaje, hasta establecerse en Jerusalén.
Al quedar viuda (432), Melania funda una comunidad de vírgenes consagradas
en el lugar donde, se dice, ocurre la Ascensión del Señor y permanece
hasta su muerte. Su culto es inmemorial. Se le designa como "la Joven"
para distinguirla de santa Melania la Vieja, que fallece en el 410.
www.laverdadcatolica.org |