SANTORAL AGOSTO DEL 2008/ www.laverdadcatolica.org
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Santos: Alfonso María Ligorio, fundador; Domingo Hanh de Vietnam, mártir, y Arcadio de Bourges.
SANTO DOMINGO HANH DE VIETNAM, del latín, "señorial" (1838). Mártir. No se ubica fecha de su nacimiento. Hijo de padres piadosos, nace en Nang-a, Vietnam. No hay mayores datos de su infancia, pero se sabe que en su juventud resuelve ser sacerdote y que el obispo san Jerónimo de Hermosilla (31 de octubre) fue su guía espiritual, mientras que su maestro es san Ignacio Clemente Delgado (12 de julio). Ambos lo forman en el noviciado de la orden dominica, donde es ordenado sacerdote en 1826. Vive una época de continua persecución contra los cristianos en su país, por lo que permanece oculto. Cuando es descubierto por espías del mandarín, es encarcelado, luego de lo cual las autoridades paganas pretenden hacer que Domingo pase sobre un crucifijo y una estampa de la Virgen María, que él abraza y besa. Luego, ante el crucifijo y la imagen, expresa: "Esto yo no lo consiento de ninguna manera, lo único que deseo es recibir la muerte por mi religión... ". Después de esta negativa, sufre azotes y es atado con cadenas, y de nuevo se le encarcela, esta vez sin recibir alimentos. Decapitado, entrega su vida en precio por seguir la religión verdadera. El pontífice Juan Pablo II (1978-2005) lo canoniza en 1988.
Nuestra Señora de los Ángeles.
Santos: Pedro Julián Eymard, fundador, y Eusebio de Vercelli, obispo.
SAN EUSEBIO DE VERCELLI, del griego. "el piadoso" (328?-370?). Obispo. Oriundo de Cerdeña, Italia. Se desconocen datos anteriores a su juventud, cuando era lector (clérigo que se ocupaba de enseñar a los catecúmenos y neófitos los principios de la religión católica, así como de leer textos bíblicos) en la Iglesia de Roma y compañero del futuro pontífice Liberio (352-366). Poco después, en 345 es electo primer obispo de la ciudad italiana de Vercelli. Destaca por ser un tenaz defensor de la fe cristiana en contra del arrianismo, herejía formulada por Arrio (256-336) que negaba la divinidad de Jesús. En el concilio de Arlés (353), el emperador Constancio (288?-337) dispone que los obispos de Italia, reunidos en Milán para efectuar un concilio en 355, deberían hacer causa común en contra de san Atanasio de Alejandría (295-373) (2 de mayo). Como Eusebio no apoya dicha condena, es depuesto del episcopado y desterrado a Escitópolis, Palestina (actual Israel), del 355 al 360. En una etapa posterior, se le exilia en Capadocia (Turquía) y después se le confina al desierto de La Tebaida en Egipto. Hacia 362, muerto Constancio, regresa a su sede y participa con Atanasio también liberado del exilio en el concilio convocado por éste en Alejandría, Egipto. Regresa a Vercelli, donde continua su lucha contra las herejías arrianas, unido con san Hilario de Poitiers (13 de enero). Se le atribuye haber escrito Codex Vercellencis, versión latina de los Evangelios, obra anterior a la traducción de la Biblia, hecha por san Jerónimo (347-420) (30 de septiembre); además de tres Cartas o Epístolas, con notable influencia de san Pablo (29 de junio). Es reconocido como Padre de la Iglesia y animador de la vida monástica para la que escribió una Regla, así como defensor de la verdad de Cristo. Su deceso ocurre en su sede episcopal. Su culto es inmemorial, siendo patrono de Piamonte (región del noroeste de Italia). Iconografía: con atavío común a los obispos, un manuscrito y piedras alusivas a la tortura de ser lapidado en su exilio.
XVIII DOMINGO ORDINARIO
Santos: Lidia de Filipos, mártir; Pedro de Anagni, obispo, y Nicodemo de Jerusalén, laico.
SAN NICODEMO DE JERUSALÉN, del griego, "vencedor del pueblo" (siglo I). Laico. No se tiene noticia de su vida anterior a cuando ya adulto. Es doctor de la ley en Israel y pertenece al sanedrín (del griego synedrion, asiento; consejo supremo de los judíos, en el que se juzgaban y trataban asuntos de Estado y religiosos), el cual está integrado por antiguos judíos de Jerusalén, sacerdotes, ancianos y escribas. Es uno de los numerosos discípulos de Jesús que permanecieron en el anonimato. Es mencionado en el Evangelio de Juan: "Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, magistrado judío... " (3, 1). Históricamente es reconocido por su servicio, después del martirio y la muerte del Redentor, haciéndose presente, ante la ausencia de los Apóstoles, con la finalidad de colaborar con mirra y áloe; asimismo, ayuda a ungir el cadáver de Jesús con dichas sustancias y envolverlo en un sudario, para colocarlo en un sepulcro nuevo, que donó san José de Arimatea (17 de marzo). No se conocen sitio ni fecha de su deceso, pero es posible que haya muerto mártir, victima de las persecuciones en los primeros tiempos del cristianismo. Por su participación en el plan salvifico de Dios, se le ha incluido en el Santoral; su veneración es inmemorial.
Santos: Juan María Vianney, presbítero; Aristarco de Tesalónica, obispo, y Justino Y Crescencio de Roma, mártires.
SAN ARISTARCO DE TESALÓNICA, del griego, "el mejor príncipe" (siglo I). Mártir. Es un ferviente cristiano y fiel seguidor del apóstol san Pablo (29 de junio). Vive en Tesalónica (actual Salónica, ciudad de Macedonia, Grecia). Se desconocen de él datos anteriores a haber acompañado al Apóstol de los gentiles en su tercer viaje misionero. Como las persecuciones contra los cristianos provocan continuas revueltas, en una ocurrida en Éfeso, Turquía, Aristarco fue llevado con lujo de violencia al teatro para ser ejecutado (Hch 19, 29; 20, 4); sin embargo, Dios permite que escape. Después acompaña a san Pablo a Roma, donde éste es encarcelado (Hch 27, 2; Col 4, 10). Se desconoce el lugar de su muerte, aunque quizás es victima de las persecuciones paganas. Su culto se pierde en los anales de la historia.
Dedicación de la Basílica de Santa María la Mayor
Nuestra Señora de las Nieves
Santos: Abel de Lobbes, monje, y Emigdio de Ascoli, mártir.
SAN EMIGDIO DE ASCOLI, del latín. Aemygdius, (303). Mártir. Nace en Tréveris, Alemania, en el seno de una familia pagana. No se cuenta con particularidades de su vida; pero quizás en su juventud se convierte al cristianismo. Como es costumbre en su época, siendo cristiano peregrina a Roma, ciudad en la que manifiesta su amor al Dios verdadero al destruir, sin temor a las autoridades paganas, una estatua del dios Esculapio. Esta demostración de fe, aunada a su buena conducta, permite que el Sumo Pontífice lo nombre obispo. Para evitar que sea capturado por los paganos, le asigna la diócesis de Ascoli (Piceno, Italia), como primer obispo de esta ciudad. Cumple con celo pastoral la evangelización del lugar, donde predica la Palabra de Dios y logra múltiples conversiones. Es amado y respetado por quienes lo rodearon; sin embargo, al paso del tiempo es aprehendido por las tropas del emperador Diocleciano (284-305), quien ordena su decapitación. Al morir mártir, el pueblo inicia su inmemorial veneración. Patrono de Piceno, es invocado como protector contra los terremotos.
La Transfiguración del Señor
Santos: Justo y Pastor de Alcalá, mártires, y Hormisdas I, Papa.
LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR, del latín, transfigurarse, transformar la figura (siglo I). Cuando el apóstol san Pedro (29 de junio) confiesa que Jesús es el Cristo, Hijo de Dios vivo, el Mesías muestra a sus discípulos, por medio de señales, que Él debía padecer, ser condenado a muerte y a los tres días resucitar (Mt 16,21). Sin embargo, los Doce no comprendían esto; en ese lapso ocurre el suceso de la transfiguración en el monte Tabor (Mt 17 1-9 Y 2 P 1, 16-18). Jesús, transfigurado, muestra a tres de sus discípulos su divinidad, con lo que confirma la confesión de Pedro; además, señala que para entrar en la gloria, es necesario pasar por la Cruz. La transfiguración nos anticipa la visión de la gloriosa venida de Cristo; como se afirma en la Epístola paulina: “... el cual transfigurará este miserable cuerpo nuestro en un cuerpo glorioso como el suyo" (Flp 3, 21). Tal acontecimiento, cuya finalidad es fortalecer la fe de los apóstoles ante la proximidad de la Pasión, con la subida al citado monte, prepara la subida al Calvario. De igual manera, el Redentor manifiesta lo que su cuerpo contiene e irradia por medio de los sacramentos, para preparamos para estar en la gloria (cfr. Catecismo de la Iglesia católica 554, 555, 556 Y 568). Iconografía: Jesús, transfigurado, resplandece en la cima del monte Tabor (situado al norte de Palestina); sus vestiduras son blancas como la nieve; a su derecha, Elías lleva un libro en sus manos y a su izquierda, Moisés, con las tablas de la Ley; extasiado s a sus pies, Pedro, Santiago y Juan contemplan la escena.
Santos: Sixto II, papa; Cayetano de Thiene, fundador, y Alberto Trápani o de Mesina, presbítero.
SAN ALBERTO TRÁPANI O DE MESINA, del germánico, "el que brilla por la nobleza de su estirpe" (1307). Presbítero. El piadoso matrimonio de Juana y Benito, después de constantes súplicas a la madre de Dios, engendran a su único hijo, quien es bautizado con el nombre de Alberto, que nace en Trápani (Sicilia, Italia) pasados veintiséis años de que ellos contrajeron nupcias. Alberto, a temprana edad, inicia estudios en el monasterio de la orden de los Carmelitas Descalzos en su tierra natal; desde entonces demuestra su devoción a Nuestra Señora del Monte Carmelo. Continúa su academia en dicho monasterio, hasta ser ordenado sacerdote. Durante toda su vida ejerce su ministerio en la población siciliana de Mesina. Destaca por el estricto cumplimento de la Regla carmelitana, la oración constante, la austeridad y el ayuno. Se dice que realiza hechos milagrosos, entre los que se menciona haber logrado con su oración calmar la hambruna que asolaba la mencionada población, con la llegada en forma milagrosa y sin explicación lógica, de naves con víveres, los cuales el padre Alberto distribuye entre la feligresía. Demuestra sus dotes de predicador y, por sus méritos, ocupa el cargo de provincial en Sicilia (1296). Propicia el establecimiento de conventos en los alrededores de Mesina, así como la promoción de vocaciones sacerdotales, hasta su muerte, que ocurre con fama de santo. Su culto inmemorial es ratificado en 1476 por Bula (documento pontificio que concede gracias o privilegios) pontificia de Sixto IV (1471-1484). Patrono de la orden Carmelita y de Mesina. Iconografía: con hábito, recibiendo en un éxtasis al Niño Jesús, que le entrega María Santísima.
Santos: Domingo de Guzmán, fundador; Famiano de Galesse, monje. Beata María de la Cruz, fundadora.
SAN FAMIANO DE GALESSE, del latín, "el que ha conquistado la fama" (1090-1150). Monje. Sus biógrafos indican que sus padres eran de amplios recursos. Famiano nace en Colonia, Alemania. Sin aportar mayores detalles, se narra que a los dieciocho años de edad recibe las órdenes menores (nombre que se daba a cada uno de los grados de subdiaconado, ostiario y lector, entre otros, los cuales ya han sido suprimidos), por lo que viste el habito en señal de su pertenencia al clero; en su cuello lleva siempre una cruz pendiente de una cadena. Piadoso, vive, como era la costumbre en el clero, rodeado de comodidades, lo que le causaba disgusto, ya que prefería la austeridad. Para evitar una situación de bienestar, decide dedicarse a peregrinar. Visita los principales santuarios de su país; asimismo, recorre Italia, Tierra Santa y España (1115), donde decide vivir como eremita. Hacia 1137 se integra a la vida monástica en Santa María de Oseira, ubicada en la ribera derecha del río Oseira, nombre que adoptó el monasterio. Reconociendo su vida ejemplar, se le unen los monjes García, Diego, Juan y Pedro, pioneros de la fundación. Al parecer no fueron cistercienses desde ese entonces, aunque viven bajo la Regla benedictina, en 1141 se integran a la orden del Cister y logran numerosas vocaciones formando una numerosa comunidad de profunda fe y espiritualidad, con la guía de Fabiano. Su muerte ocurre en Galessee (Umbría, Italia), donde tiene dedicado un templo y se venera su cuerpo incorrupto, como patrono de la población. Canonizado en 1154, por Anastasio IV (1153-1154). Iconografía: con hábito y bastón de eremita o peregrino.
Santos: Teresa Benedicta de la Cruz, mártir, y Romano o Román "el Ostiario", mártir. Beato Juan de Salerno, presbítero.
SAN ROMANO o ROMÁN "el Ostiario", del latín, "perteneciente a Roma, romano" (siglo III). Mártir. No se conocen detalles de su vida; es un soldado pagano originario de Roma. En la edad adulta, se convierte al cristianismo, por la predicación del diácono (del griego diákonos, "servidor") san Lorenzo (10 de agosto). El término ostiario es la primera de las órdenes menores (véase santoral del 8 de agosto); proviene del latín y significa "el que abre la puerta o portero". Se le llama así por su actividad al permitir el acceso de quienes se reunían a escuchar la Palabra de Dios en algún sitio oculto, para evitar ser descubiertos por las autoridades paganas. Este santo de culto inmemorial muere decapitado, en la Vía Tiburtina de la Ciudad Eterna, por negarse a renunciar al Dios único y verdadero, hacia 258. Otros santos con este nombre son: Román de Rouen, obispo (23 de octubre), y Román de Antioquia, diácono (18 de noviembre).
XIX DOMINGO ORDINARIO
Santos: Lorenzo de Roma, mártir; Diosdado de Roma, laico, y Aredio de Lyon, obispo.
SAN DIOSDADO DE ROMA, del latín, "Dios dio" (siglo VI). Laico. Con su culto inmemorial, sus datos fidedignos son mínimos; sin embargo, atestigua sus virtudes y vida ejemplar el pontífice san Gregorio Magno (590-604) (3 de septiembre), en su obra Diálogos. Se narra que es de origen romano, dedicado a las faenas campesinas; además, se da testimonio de su piedad por su dedicación a la oración y a la práctica de la penitencia. También se indica que trabaja como zapatero y que en ambos casos es reconocido por su honestidad. Asimismo, pese a su pobreza, cada semana atiende las necesidades de los más pobres. Se dice que todas sus ganancias las reparte entre éstos cada sábado, hasta su fallecimiento, con fama de santidad, ocurrido en su tierra natal.
Santos: Clara de Asís, fundadora, y Digna de Todi, eremita. Beato Juan Jorge Rehm y compañeros, mártires.
BEATO JUAN JORGE REHM Y COMPAÑEROS, del hebreo, "Dios ha hecho gracia", y del griego, "agricultor" (1742-1794). Mártires. Nace en Katzenthal (Alto Rhin, Alsacia, Francia). No se conocen detalles anteriores a su juventud, cuando realiza estudios en el convento dominico de Shlestadt, cercano a su tierra natal, hasta recibir la ordenación sacerdotal. Inicia su ministerio en época de la Revolución Francesa (1789-1799), cuando, por haberse negado al juramento cismático (del latín schisma, y éste del griego sjísma, "separación" o división en el seno de una iglesia o religión) que le proponían las autoridades, es hecho prisionero en la población francesa de Nancy y posteriormente deportado; embarcado hacia Rochefort, durante la travesía recibe un trato infrahumano, debido al cual murió. Su Santidad Juan Pablo II (1978-2005) lo reconoce como mártir y lo beatifica, con sesenta y tres compañeros, el l de octubre de 1995. A este grupo se le conmemora hoy como los Mártires de la Revolución Francesa.
Santos: Juana Francisca de Chantal, fundadora; Hilaria de Ausburgo y compañeros, mártires. Beato Isidoro Bakanja, mártir.
SANTA HILARIA DE AUSBURGO Y COMPAÑEROS, del latín, "alegre", "sonriente" (304). Mártires. Los pocos datos fidedignos que se conocen de esta santa de culto inmemorial se narran en la Passio de su hija, la mártir santa Afra de Ausburgo (5 de agosto). Originaria de la población mencionada en Austria, como pagana se consagra a la diosa Venus, por lo que ejerce la prostitución. Tanto Hilaria como Afra se convierten al cristianismo, cuando logran vivir de acuerdo con la virtud en Cristo. Al ser descubierta, Afra es martirizada. Poco después, cuando Hilaria, acompañada por varios cristianos, oraba ante la tumba de la hija, es sorprendida por los paganos, quienes atan a todo el grupo y sobre el mismo sepulcro los queman, es decir, mueren como mártires en aras de la fe.
Santos: Ponciano, papa; Hipólito de Cerdeña, mártires; Benildo Romancon, hermano de las Escuelas Cristianas. Beato Secundino María Ortega y compañeros, mártires.
BEATO SECUNDINO MARÍA ORTEGA Y COMPAÑEROS, del latín, "el segundo", y del arameo, "señora" (1936). Mártires. Este sacerdote encabeza una lista de 51 misioneros sacerdotes, religiosos y seminaristas de la congregación de Hijos del Inmaculado Corazón de María (claretianos), quienes mueren mártires por el hecho de ser católicos. La inmolación de este grupo ocurre durante la persecución religiosa en la Guerra Civil española (1936-1939) entre el día 2 y el día 18 de agosto de 1936, en la ciudad de Barbastro (Huesca, España). En dicha época, la milicia del país perseguía con tenacidad a sacerdotes y religiosos, a quienes forzaba a que abandonasen su ministerio para salvar su vida; por lo anterior, los mismos dejaron escrito: "Nos fusilan únicamente por ser religiosos". El 2 de julio del citado año fue tomada por asalto la casa de los claretianos y son arrestados todos quienes la habitaban y conducidos a la cárcel municipal, donde aceptan en silencio mal trato y vejaciones, pero también oran por sus perseguidores. Los sacerdotes se confiesan entre ellos y administran la Eucaristía a otros encarcelados, hasta que, sin juicio alguno, mueren sin renunciar a Cristo. Algunos nombres de los beatos son: Secundino María, Sebastián Calvo, José Pavón, Javier Bandrés, Antonio María Dalmau y Manuel Buill. El recordado pontífice Juan Pablo II (1978-2005) los beatifica en 1992. Sus reliquias son veneradas en el templo del Inmaculado Corazón de Maria en Barbastro.
Santos: Maximiliano María Kolbe, mártir, y Anastasio de Esztergom, abad. Beata Isabel Renzi, fundadora.
SAN MAXIMILIANO MARÍA KOLBE, del latín, "el mayor de los emilianos", y del arameo, "señora" (1894-1941). Mártir. En el bautismo recibe el nombre de Raimundo (del germánico, "la protección del consejo divino"). Nace en Zdunska-Wola, Polonia. Su familia es humilde; su padre, Julio Kolbe, es tejedor y terciario franciscano; su madre, María Browska, en la juventud de su hijo, ingresa con las religiosas benedictinas. Maximiliano, durante su niñez, carece de educación formal, pero aprende a leer y escribir en su casa; es alegre, listo y acomedido en las faenas del hogar, así como admirador de la espiritualidad de san Francisco de Asís (4 de octubre). Continuamente reza ante el altar de la familia; sin embargo, como todo niño era travieso, por lo que en una ocasión recibe un regaño de su madre y posteriormente le platica el siguiente suceso: "Mamá, cuando me regañaste, pedí con insistencia a la Virgen que me revelase mi porvenir... Luego en la iglesia... se me apareció la Virgen con dos coronas en las manos, una blanca y otra roja. Me preguntó cuál de las dos escogía. La blanca significaba santidad de vida y la roja que llegaría a ser mártir. Respondí que las dos. Entonces la Virgen me miró con dulzura y desapareció". Dicho suceso provoca en Raimundo un cambio y en todo momento tiene presente la visión, anhelante de morir mártir. Tiempo después, ingresa en la escuela de comercio. En 1907, los hermanos franciscanos conventuales establecen un seminario en Leópoli, al que inmediato ingresa el joven. Hace su profesión en Cracovia y continúa estudios en Roma, hasta recibir la ordenación sacerdotal (1918). Su ministerio queda enmarcado en tres fases: consagración a la Inmaculada Concepción de María; la utilización de los medios de comunicación para la evangelización y su muerte como mártir. Desempeña el cargo de superior del convento en Niepokalonow, Varsovia, donde destaca por sus dotes de administrador. Para atender a los feligreses, establece las "Haciendas de la Inmaculada" y funda una radiodifusora para propagar la Palabra de Dios. Sobre su obra escrita, se encuentra la edición de El pequeño diario y El caballero de la Inmaculada. Cuando al desatarse la persecución nazi contra los católicos es aprehendido, ante sus fieles expresa con tranquilidad: "No se alarmen, voy a servir a la Inmaculada en otro campo de misión". En la prisión del campo de concentración en Auschwitz, administra el sacramento de la reconciliación, consuela e imparte su bendición a los demás presos. Al percatarse de que un padre de familia iba a ser ultimado, se ofrece voluntariamente a sustituir al sargento polaco Francisco Gajownczeklo, por lo que muere mártir, inyectado con una sustancia letal. El Siervo de Dios Juan Pablo II (1978-2005) lo canoniza en 1982; el sargento a quien sustituyó estuvo en dicha ceremonia.
La Asunción de la Santísima Virgen María
Santos: Felipe de Nicomedia y compañeros, mártires, y Tarsicio de Roma, mártir.
LA ASUNCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, del latín eclesiástico, "elevación de la Virgen desde la tierra al cielo" (siglo I). María Inmaculada es preservada de todo pecado y, al término de su vida terrena, es asunta (elevada) en cuerpo y alma a la gloria celestial. De la misma forma, la Asunción de María instituye una participación singular en la resurrección de Cristo, a la vez que anticipa la resurrección de los muertos al final de los tiempos. El pontífice Pío XII (1939-1958) proclamó el dogma (verdad que debemos creer a la luz de la fe) el l de noviembre de 1950 en la constitución Munificentissimus Deus. El inicio de esta celebración tiene su origen en el Oriente (siglo VI), donde se fija en esta fecha; después pasa a Occidente, en el siglo VII. Iconografía: María, con vestido blanco y manto azul, sobre un nimbo de nubes, en la bóveda celeste, rodeada por ángeles; es asunta al cielo. Patrona de la ciudad de México; es venerada en la Parroquia del Sagrario Metropolitano en la capital (Plaza de la Constitución esquina calle Seminario, Centro Histórico).
Santos: Beato Bartolomé Laurel y compañeros, mártires. Santos Esteban de Hungría, rey, y Rosa Fan Hui de China, mártir.
BEATO BARTOLOMÉ LAUREL y COMPAÑEROS, del arameo, "el hijo del arador" (1627). Mártires. La actual ciudad de México, en la época de la Nueva España, ve nacer a Bartolomé, un indígena bautizado a finales del siglo XVI. Las biografías no aportan detalles de infancia ni familiares; se deduce su formación católica, que en esa época ya casi dominaba en nuestro país. En su juventud se dedica a la medicina, más basada en la herbolaria que en la química. Cabe señalar que en esos años las epidemias hacen presa a la población nativa y europea, por lo que desde 1524 existe el hospital de Jesús, fundado por el conquistador Hernán Cortés (1485-1547) para atender, en forma adecuada, las enfermedades de los pobladores. Con tal panorama, Bartolomé Laurel atiende en los nosocomios de la Tlaxpana (actual avenida México Tacuba), en la casa de cuna en Santa Fe y en San Hipólito, entre otros. De los datos fidedignos de este beato se conoce que de médico de cuerpos paso a ser de almas y que, aún joven, ingresó en la orden de frailes menores (franciscanos), donde profesó como hermano lego (el que siendo profeso, no tiene opción a la ordenación sacerdotal). Ahí recibe instrucción y amplía sus conocimientos en medicina y enfermería. En 1623, embarca hacia las Islas Filipinas, donde evangeliza y atiende a los enfermos durante cuatro años. Después, para el mismo servicio, se le envía a Japón, donde las autoridades y la población son paganas. Ahí las tropas persiguen tanto a los convertidos al cristianismo como a los evangelizadores. Pese a esto, Bartolomé predica en forma oculta. Al paso del tiempo, es denunciado y encarcelado junto con el sacerdote Francisco de Santa María y el catequista laico Gaspar Vaz. Los tres padecen el martirio y mueren quemados en la hoguera. El beato Pío IX 1846-1848 (7 de febrero), lo beatifica en 1867. Su proceso de canonización está vigente en la Comisión para las Causas de los Santos de la Arquidiócesis de México. Por lo anterior, es pertinente solicitar su intercesión en nuestras necesidades y enfermedades, ya que si Dios permite que el beato Bartolomé realice una curación milagrosa, será elevado a los altares como santo. Iconografía: con hábito y la palma del martirio en la hoguera.
XX DOMINGO ORDINARIO
Santos: Jacinto de Cracovia, presbítero, y Beatriz de Silva, fundadora. Beato Ángel Agustín Mazinghi, presbítero.
BEATO ÁNGEL AGUSTÍN MAZINGHI, del griego, "mensajero de Dios", y del latín, "perteneciente a Augusto" (1386-1438). Presbítero. Oriundo de Florencia, Italia. De familia ilustre, se desconocen particularidades de su niñez. Es de entenderse su formación cristiana, ya que a los 25 años ingresa en la Orden de Carmelitas Descalzos; además, para practicar la estricta observancia de la Regla, se inscribe en el convento de Las Selvas, en su país. Recibe la ordenación sacerdotal en 1415. Por méritos propios, ocupa el cargo de prior en los monasterios de Las Selvas y en su tierra natal; es profesor de teología en Florencia y en Frascati. Se distingue por su oratoria, gracias a la cual, con su predicación, obtiene múltiples conversiones. Es un superior amado, respetado y ejemplo de obediencia para sus hermanos espirituales. Practica el constante ayuno, la mortificación corporal y vigilias de oración, como ferviente devoto de María Santísima. Dios le concede el don de Consejo, por medio del cual resuelve las dificultades de la feligresía. Sus últimos años los vive en la casa de la orden carmelita en Florencia dedicado a la oración. Su culto inmemorial como beato es aprobado, el 7 de marzo de 1761, por el pontífice Clemente XIII (1758-1769). Iconografía: con hábito carmelita, ante los fieles predicando, en tanto los ángeles le colocan sobre la cabeza una corona de rosas en alusión a que, se dice, así lo vieron sus feligreses mientras predicaba. El Necrologio florentino de la orden carmelita expresa de él: "Fray Ángel Agustín, varón venerable sumamente virtuoso, insigne por su doctrina, consejero seguro, de gran fama y vida santísima, famosísimo por su predicación, el primer hijo de la observancia de Las Selvas".
Santos: Elena de la Cruz, emperatriz; Alberto Hurtado, presbítero, y Fermín de Metz, obispo.
SAN ALBERTO HURTADO, del germánico, contracción de Adalberto, "el que brilla por la nobleza de su estirpe" (1901-1952). Presbítero. Primogénito de dos hermanos, nace en Viña del Mar, Chile, Sudamérica. Sus padres Alberto y Ana, católicos. A los cuatro años de edad queda huérfano de padre; desde entonces la viuda, él y su hermano Miguel viven en casa de parientes en Santiago de Chile, donde padecen penurias. Su progenitora le consigue una beca para estudiar en el colegio jesuita de San Ignacio. En la adolescencia demuestra su inteligencia y piedad, por lo que se integra a la Congregación Mariana y participa en obras benéficas. A los 15 años desea ser sacerdote jesuita, por lo que la guía espiritual del padre Fernando Vives inspira su vocación para atender a los marginados. Sin embargo, le preocupa desatender a su madre y hermano, razón por la cual aplaza los estudios eclesiásticos. Inicia la carrera de derecho en la Universidad Católica de Chile (1918-1923); para sostener a su familia, consigue un empleo. Una vez titulado en la abogacía, deja a su madre y hermano con un futuro económico asegurado e ingresa en la Compañía de Jesús; inicia el noviciado en Chillán, en su país; continúa en Córdoba, Argentina (1925); después, en Barcelona, España (1931), Y en Lovaina, Bélgica. Es ordenado sacerdote en 1933. Hasta esta etapa de su vida, quienes lo rodean atestiguan su espíritu de servicio, buen carácter, inteligencia y su inmenso amor a Dios. Regresa a su patria en 1936, como doctor en pedagogía y teología, donde se dedica a trabajar con ahínco en diversas áreas: docente en el colegio de San Ignacio, la Universidad Católica y el seminario pontificio. Propicia la edificación de una casa de ejercicios; dirige la Congregación Mariana juvenil; es promotor de catequesis populares; logra numerosas vocaciones al sacerdocio, y desarrolla una intensa misión en la formación de laicos. En obra escrita se encuentra: ¿Es Chile un país católico?, Reglamentación del trabajo de los niños y Sindicalismo, entre otras. El padre Alberto anima a la niñez y a la juventud diciéndoles: "Nunca habremos dado a Dios lo suficiente, mientras no se lo hayamos dado todo", con la finalidad de que se esforzaran por el ideal de la santidad. En la última fase de su vida se dedica a atender el aspecto social de su feligresía; establece el Hogar de Cristo, donde se atiende a hombres, mujeres, jóvenes y niños en situación de calle, lugares que desde 1944 continúan proporcionando servicio. En 1947 funda la Asociación Sindical Chilena, que servirá para la formación de obreros que lucharán por mayor justicia social. Más adelante (1951) edita la revista Mensaje, para difundir el evangelio, la cultura y temas de actualidad, la cual continúa publicándose. Otro de sus pensamientos: "La injusticia causa enormemente más males que los que puede reparar la caridad", el cual refleja su amor al prójimo y su energía para atender a los necesitados. Esta vida plena de actividad se interrumpe por un infarto pulmonar, en mayo de 1952, y el diagnóstico de un cáncer de páncreas, por el que fallece, tres meses después. Es canonizado por Benedicto XVI, el 23 de octubre de 2005. Iconografía: con sotana y una franca sonrisa en su rostro.
Santos: Beatos Pedro Zúñiga, Luís Flores y compañeros, mártires. San Juan de Eudes, fundador. Beato Jordán de Pisa, presbítero.
BEATO JORDÁN DE PISA, del hebreo, "el que baja" (hace referencia a la corriente del río con ese nombre) (1255-1310). Presbítero. Es probable que naciera en la población italiana de Rivalto, cercana a Pisa, aunque se desconocen particularidades de infancia y familiares. Como primer dato fidedigno, se sabe que recibe el hábito de la orden dominica de manos del beato Jordán de Sajonia (13 de febrero), en 1280, en Pisa hasta ser ordenado sacerdote. En uno de sus sermones menciona que en 1276 estudiaba en la Universidad de París. Pasa a la historia como uno de los creadores del italiano moderno. Es un culto predicador y uno de los primeros en usar el dialecto toscano, en vez del latín, con lo que contribuyó al enriquecimiento del italiano hablado. Se ha equiparado la suya con la cultura del literato y filósofo Dante Alighieri (1265-1321) y la del poeta y humanista Francisco Petrarca (1304-1374), respecto del italiano escrito. Durante los años que desempeña el cargo de superior y maestro de novicios, el alto nivel de su enseñanza hace distinguir en su país a los religiosos del convento de Santa María Novella. Destaca por ser uno de los grandes oradores de su época. En ocasiones predica mañana, tarde y noche en tres iglesias diferentes, donde es escuchado por numerosos florentinos. Pese a sus conocimientos, su lenguaje es sencillo y entendido por la feligresía. Sus oyentes toman notas, de las que algunas se conservan y constituyen verdaderos tesoros lingüísticos. Al referirse a Cristo crucificado, ilustra la doctrina aconsejando la asistencia diaria a la misa; frecuentar los sacramentos; orar en la mañana y por la noche; la lectura espiritual y la meditación sobre la vanidad de este mundo y la eternidad del venidero. Cabe hacer notar que antes de santo Domingo de Guzmán (8 de agosto), sólo los obispos predicaban la Palabra de Dios, su oficio distintivo; ya que sacerdotes, monjes y ermitaños debían predicar con el ejemplo. El efecto de la predicación de Jordán de Pisa es extraordinario y eleva el nivel de la moral en varias poblaciones. Antiguas crónicas dominicas narran que conocía de memoria el Breviario, el Misal, la mayor parte de la Biblia con las notas marginales, la segunda parte de la Summa Teológica de santo Tomás de Aquino (28 de enero) y otros libros. Sus contemporáneos lo llaman el "Prodigio de la Naturaleza y de la Gracia". Sus grandes devociones son la Virgen Santísima y santo Domingo de Guzmán. Establece la cofradía del Divino Redentor en Pisa, la cual conserva las Constituciones primitivas. Es nombrado profesor de teología para el convento de San Jacques en París; pero al dirigirse hacia esa ciudad, en el camino enferma de gravedad y muere en la ciudad italiana de Piacenza. Su culto inmemorial lo confirma Gregorio XVI (1831-1846) en 1833; el mismo pontífice lo beatificó en 1838.
Santos: Bernardo de Claraval, doctor de la Iglesia, Leovigildo de Córdoba, mártir, y Samuel, profeta.
SAN BERNARDO DE CLARAVAL, del germánico. "guerrero taimado y audaz" (l090-1153). Doctor de la Iglesia. Originario de Fontaines, Borgoña, Francia, es el tercero de seis hijos. Sus padres, Tescelín y Alicia, son nobles con vastos recursos y una fe inquebrantable, la cual transmiten a sus hijos; asimismo, les proveen de una esmerada educación. No son conocidos datos de su vida; pero sí a partir de los 17 años cuando muere su madre y Bernardo, en su inexperiencia, se dedica a diversiones mundanas. Sin embargo, la fe heredada de sus progenitores rinde sus frutos. El abad cisterciense san Esteban Harding (28 de marzo) es su guía espiritual, al hacer que despertara en el joven la vocación religiosa; no sólo ingresa en la orden del císter, sino que realiza intensa acción vocacional entre sus parientes y amigos, por lo que logra más de 30 ingresos en la misma. Inicia la vida monástica en la abadía francesa de Citeaux (1110), donde es ejemplo de austeridad, obediencia, constante oración, penitencia y ayunos. Al terminar su noviciado, funda el monasterio en Claraval (1115), del cual fue abad y donde pasa el resto de su vida. Su cultura y elocuencia atrae numerosas vocaciones, con lo que convierte a dicha abadía en la más célebre de su época, por la magnífica formación que Bernardo imparte a sus monjes. Procura mantener la unidad de la Iglesia y la obediencia al sumo pontífice. Asiste al concilio de Troyes, Francia. Por su misticismo, el papa beato Eugenio III (1145-1153) (8 de julio) lo comisiona a predicar en la Segunda Cruzada (1147-1149). En las misiones que le son encomendadas, demuestra su brillante inteligencia. Escribe Apología, así como numerosos sermones y oraciones. Sus devociones son la contemplación a Cristo crucificado, a quien dedica diversas meditaciones, una de las cuales inicia así: "Yo tomo de las entrañas del Señor lo que me falta, pues sus entrañas rebosan misericordia...". Otra de ellas, referente al Santísimo Nombre de Jesús, indica: "... Jesús es miel en la boca, melodía en el oído, júbilo en el corazón". Su devoción a la Virgen Maria le inspira para recomendar: “... Si te ves sacudido por las olas de la soberbia, de la detracción, de la ambición o de la envidia, mira la estrella, invoca a María", además de dedicarle diversas oraciones a la Madre de Jesús. Deja una herencia de religiosidad y más de 50 monasterios fundados. Su muerte ocurre en la abadía de Claraval. Es canonizado por Alejandro III (1159-1181) en 1174. Es proclamado doctor de la Iglesia por Pío VIII (1829-1830) en 1830. Es protector de apicultores y fabricantes de cirios, en alusión a la dulzura de su carácter. Iconografía: con habito cisterciense, báculo de abad, delgado por los estragos del ayuno y en un éxtasis ante María Santísima.
Santos: Pío X, papa, y José Dang de Vietnam, presbítero. Beato Ramón Pieró, mártir.
BEATO RAMÓN PIERÓ, del germánico, derivado de Raimundo, "la protección del consejo divino" (1891-1936). Mártir. Nativo de la población barcelonesa de Aiguafreda, España; sus padres católicos son quienes le procuran instrucción en los valores de Cristo. Cursa los estudios elementales en la escuela de su pueblo. A los lo años de edad ingresa en el convento de la orden de predicadores (dominicos) de san Juan Bautista de Corias, Asturias. Definida su vocación religiosa, en 1911 cursa estudios eclesiásticos en el monasterio español de San Esteban, en Salamanca, donde se unió al grupo de restauradores de la provincia de Aragón, y continúa su academia hasta graduarse en teología. Recibe la ordenación sacerdotal hacia 1915. Se le envía a Barcelona, donde ejerce su ministerio y se desempeña como docente en varios colegios. Cuando se desata la Guerra Civil española (1936-1939), los sacerdotes ejercen su ministerio en forma oculta para evitar ser fusilados, por la persecución religiosa provocada por dicho conflicto bélico. El padre Ramón realiza su ministerio oculto en hogares de familias piadosas. Sin embargo, es descubierto, encarcelado y pasado por las armas en El Morrot, Barcelona. Un día como hoy Juan Pablo II (1978-2005) lo beatifica en el año 2001. Iconografía: con hábito de la orden dominica. Se pueden encontrar fotografías suyas.
Nuestra Señora María Reina
Santos: Juan Kemble, mártir, y Andrés de Fiésole, abad.
NUESTRA SEÑORA MARÍA REINA. En los documentos del Concilio Vaticano II, fue emitida la constitución dogmática Lumen Gentium (Luz de las gentes). En el capítulo VIII, título III, ordinal 59, leemos que la Santísima Virgen María, después de haber sido elevada a los cielos; “... fue ensalzada por el Señor como Reina universal con el fin de que se asemejase de forma más plena a su Hijo, Señor de los señores (confrontar Ap 19, 16) y vencedor del pecado y de la muerte". El pontífice Pío XII (1939-1958) instituye la conmemoración litúrgica del reinado de María, en 1954, al coronar a la Virgen en la basílica romana de Santa María la Mayor. El 11 de octubre de 1954 el mencionado pontífice promulga la encíclica Ad Coeli Reginam, sobre la dignidad y la realeza de María. En su segunda visita a Polonia, el Siervo de Dios Juan Pablo 11 (1978-2005), el 19 de junio de 1983, expresa: "Al Reino del Hijo está plenamente unido el Reino de su madre; su Reino y el de ella no son de este mundo. Pero están enraizados en la historia humana, en la historia de toda la raza humana, por el hecho de que el Hijo de Dios, de la misma sustancia que el Padre, se hizo hombre por el poder del Espíritu Santo en el vientre de María. Y ese reino es definitivamente enraizado en la historia humana a través de la Cruz, al pie de la cual estaba la Madre de Dios como corredentora. Y es en ese evento de la Cruz y Maria al pie de su Hijo, que el Reino se funda y permanece. Todas las comunidades humanas experimentan el reino maternal de María, que les acerca al reino de Cristo". Esta memoria es promulgada por Pío XII (1939-1958) el 1 de noviembre de 1954, para celebrarse el 31 de mayo; después de las reformas establecidas por el Concilio Vaticano II, el Calendario Litúrgico la celebra en esta fecha, con la finalidad de seguir un orden cronológico, en la octava de la Asunción a los cielos (agosto 15). Como fieles católicos, hemos de esforzamos día con día para que María reine en nuestros corazones, en nuestras familias y en nuestra patria. Iconografía: de acuerdo con la creatividad de cada autor, María ataviada con vestido blanco y manto azul, sentada en un trono celestial, coronada; cetro en su mano derecha y en la izquierda, un orbe (esfera azul), como insignia de majestad. En la ciudad de México se localiza una parroquia dedicada a María Reina en el interior de la Unidad Independencia: calle Pinos número 13, Delegación Magdalena Contreras.
Santos: Eugenio de Ardstraw, obispo; Felipe Benicio, presbítero, y Flaviano de Autún, obispo.
SAN FELIPE BENICIO, del griego, "aficionado a los caballos" (1233-1285). Presbítero. Nace en Florencia, Italia; en el seno de una familia noble; sus padres, profundamente cristianos, viven con la tristeza de no tener hijos. Al fin el cielo les concede a Felipe, quien es educado por un preceptor y después enviado a París para cursar estudios superiores. Demuestra ser de brillante inteligencia, hasta recibir el doctorado en medicina y filosofía a los 19 años. Ejerce la medicina por un año, hasta que entra a rezar en un templo de Fiésole; para discernir su vocación, escuchó la predicación y por la noche, en sueños, tiene la visión de María Santísima, quien, sobre un carro resplandeciente rodeada por ángeles y santos, le decía "Felipe únete a este carro", luego de lo cual comprende los deseos de la Divina Señora, por lo que al día siguiente llama al convento de Cafaggio, preguntando por el prior, que era Bonfiglio Bonaldi, uno de los siete fundadores de la orden. El 17 de abril recibe el hábito negro de los hermanos conversos (1254). Recibe la ordenación sacerdotal en Siena (1259). Ejerce su ministerio con humildad, oculta sus conocimientos para ser un simple integrante de la orden, pero Dios lo ilumina y lo hace sentirse comprometido a utilizar sus dones en favor de la orden, como maestro de novicios en Siena (1262). Los superiores le envían a la ciudad italiana de Forli, con la finalidad de resolver un conflicto entre la Santa Sede y el emperador. En la citada ciudad es atacado físicamente; sin embargo, el padre Felipe, con su pacífica actitud y caridad, provoca la conversión de quien encabeza a los agresores, quien a la postre será el servita san Peregrino Laziosi (5 de mayo). Es electo superior de la orden en 1267, reforma la Regla, participa en el segundo concilio de Lyon (Francia), pacifica conflictos entre guelfos y guibelinos (1279). En época de elección pontificia, se percata de que era uno de los candidatos y huye hacia el monte Tuniato. En este retiro voluntario, ocurre un suceso milagroso: después de secarse el manantial que le proveía de agua, se dice que dio tres golpes con su bastón en el suelo, por lo que brotó agua que formó una laguna, que aún lleva el nombre de "Baños de San Felipe", en el monte de Montagrate, manantial al cual se le atribuyen curaciones milagrosas. Tiempo después, cuando el papa Gregario X (1271-1276) es elegido, regresa a Florencia. Envía a los primeros misioneros servitas al oriente en 1284; recibe en la tercera orden a santa Juliana de Falconieri (19 de junio); funda una casa para arrepentidas en Todi, en la que las primeras novicias son dos mujeres que pretendieron hacerle perder su castidad. Vive sus últimos meses entregado a la oración en la casa de reposo de los Siervos de María en Todi. Antes de morir abraza un crucifijo y expresa: "Este es mi libro. Aquí es donde yo he aprendido el camino del cielo". Su deceso ocurre en la octava de la Asunción de María. Canonizado en 1671 por Clemente X (1670-1676), con el acta de canonización promulgada por Benedicto XIII (1724-1730) en 1724, es el primer servita elevado a los altares en la historia de su orden. Iconografía: con hábito, en actitud orante.
XXI DOMINGO ORDINARIO
Santos: Bartolomé, apóstol, y Juana Antida, fundadora. Beato Maximiliano Binkiewicz, mártir.
BEATO MAXIMILIANO BINKIEWICZ, del latín, "el más grande Emiliano" (1908-1942). Mártir. De origen polaco, nace en Zamowiec. Es sacerdote en la diócesis de Czestochowa, pero no se conocen mayores datos de su infancia, familia y juventud. En la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Polonia padece una tenaz persecución contra la religión católica, en la cual son asesinados miles de sacerdotes, religiosos y laicos, sólo por profesar la fe de Cristo. Los testigos de Cristo durante la ocupación nazi (1939-1945), que conmemoramos este día, son en total 108, entre ellos hay tres obispos, 78 sacerdotes, 10 religiosos, ocho religiosas y nueve laicos. La mayoría de los sacerdotes mueren por negarse a abandonar su ministerio, pese a las amenazas. Las religiosas en silencio aceptan con heroísmo los sufrimientos y la muerte. Todos entregan su vida torturados y ejecutados, en aras de la fe, en los campos de concentración alemanes de Dachau y Auschwitz. Algunos nombres de los mártires: Julia Rodzinska, Bogumila Noiszewska y Kazimiera Wolowska, religiosas. Maximiliano Binkiewicz y Zygmunt Pisarski, sacerdotes; Michal Kozal, obispo, y Julian Nowowiejski, arzobispo. Anicet Koplinski y Stanislaw Tymoteusz, religiosos, y Tadeusz Dulny, seminarista. Las laicas Natalia Tulasiewicz, agente pastoral; Maria Biemacka, campesina que pidió ser fusilada en lugar de su nuera embarazada. Beatificados por el Siervo de Dios Juan Pablo II (1978-2005), en Varsovia, Polonia, el 13 junio de 1999. Este grupo de beatos son conocidos como los 108 mártires de la Segunda Guerra Mundial o como los mártires polacos. Iconografía: en una alegoría, todos los mártires y Jesús resucitado frente a ellos.
Santos: Luís IX de Francia, rey; José de Calasanz, fundador, y Ginés de Arlés, mártir.
SAN GINÉS DE ARLÉS, del latín, Genesius, y del griego, "origen, nacimiento" (siglo IV). Mártir. Nace en Arlés, Francia. No se conocen mayores datos, hasta su juventud cuando era miembro del ejército romano. Por haber aprendido a leer y escribir, un magistrado de su ciudad natal lo ocupa como su notario y secretario. Ginés inicia el catecumenado y se convierte al cristianismo. Por esa época, Máximo (383-388) promulga un decreto declarando una persecución contra los cristianos. Al ser descubierto y por ser fiel a Cristo, es martirizado. Su culto se pierde en la memoria de los tiempos. Otro santo con este nombre es Ginés "el Comediante", quizá de origen romano y pagano, quien vive durante el reinado de Diocleciano (284-305), tenaz perseguidor de los cristianos. Los escasos datos fidedignos narran que era actor y cierto día representa el papel de un pagano que recibía el bautismo y se convierte; por tal escena, es blanco de las burlas de los espectadores. Sin embargo, Dios permite que de súbito se convirtiera al cristianismo, lo que proclama en público al terminar la representación. Por lo anterior, es condenado a morir decapitado. Por su sacrificio, el pueblo inicia su veneración. Patrono de actores y comediantes, es venerado en el medio artístico.
Santos: Beato Junípero Serra, presbítero, y san Ceferino I, papa. Beato Domingo de la Madre de Dios, presbítero.
BEATO DOMINGO DE LA MADRE DE DIOS, del latín, "señorial" (1792-1849). Presbítero. Nace en Viterbo, Italia. Se deduce su formación católica. A los 23 años de edad, profesa como religioso con los Misioneros Pasionistas. Cuando todavía era novicio (1814), ocurre un hecho narrado en su biografía, el cual marca su existencia: "Al final de septiembre o en los primeros días de octubre sobre el mediodía, mientras oraba delante del altar de la Virgen, me fue revelada la fecha en que, sacerdote profeso, habría iniciado el ministerio y el campo de apostolado entre los disidentes: el noroeste de Europa; especialmente en Inglaterra". Poco después, enterados de su piedad, los superiores le permiten iniciar los estudios eclesiásticos y se le ordena sacerdote en 1818; continúa perfeccionándose hasta 1821, cuando es nombrado docente. Al paso del tiempo, ocupa los cargos de superior y provincial de la orden. En 1840 funda, en Bélgica, el primer convento pasionista fuera de Italia. Un año después, se traslada a Inglaterra, donde pasa el resto de su vida. El padre Domingo es el primer pasionista en entrar a Inglaterra, donde funda cuatro casas de su congregación. Destaca por su vasta misión evangelizadora, así como por ser un gran maestro de ascética, predicador infatigable, apóstol y apologista experto de las corrientes del pensamiento de su tiempo. En obra editorial se encuentran tratados apologistas, teológicos y filosóficos, así como un estudio sobre la infalibilidad del Sumo Pontífice, con lo que se anticipa a la declaración que años después hará el Concilio Vaticano I (1869-1870). Es un hombre de letras. Él mismo propone a los escritores de libros doctrinales: "No escriban nunca sobre el papel la primera línea de una obra, si primero no han escrito la última línea en el cerebro. Diez años de lección, veinte de meditación y una hora de composición, si quieren hacer obra digna de admiración". Un aspecto digno de consideración es el de su devoción a la pasión de Cristo y a la Virgen de los Dolores. Dejando una herencia de santidad, fallece en Inglaterra. Paulo VI (1963-1978) lo beatificó en 1963. Sus reliquias se veneran en la iglesia pasionista de Sutton, Liverpool. Es reconocido como "el Apóstol de Inglaterra".
Santos: Mónica, viuda, y Cesáreo de Arlés, obispo. Beata Maria del Pilar Izquierdo, fundadora.
SAN CESÁREO DE ARLÉS, del latín, "que pertenece al César" (470?-543). Obispo. De origen francés nace en Chalón. Se ignoran detalles anteriores a cuando se integra a la vida clerical (488). Cuando sus superiores se dan cuenta de su inteligencia, lo envían a la población francesa de Ródano, donde ingresa en un monasterio de la isla de Lerins. Tal vez la estricta disciplina y los constantes ayunos que se imponía, merman su salud, por lo que se le envía a recuperarse con unos parientes en Arlés, Francia. Al paso del tiempo, continúa los estudios eclesiásticos y es ordenado sacerdote (500). Posteriormente es nombrado obispo en dicha ciudad (503). Una vez a cargo de su diócesis, trabaja con celo pastoral con la finalidad de convertir al cristianismo a numerosos paganos. Lucha contra las herejías de Arrio (280-336), quien negaba la divinidad de Jesús; convoca sínodos y concilios locales. Se distingue como uno de los más notables predicadores de la Iglesia latina. Entre sus escritos encontramos más de 200 sermones: Tratado contra el semipelagianismo. Regla para los monjes, Regla para las vírgenes y El misterio de la Santa Trinidad. En un sermón sobre la misericordia divina, indica: "Les pregunto hermanos, ¿qué es lo que quieren o buscan cuando vienen a la iglesia? Ciertamente la misericordia. Practiquen, pues, la misericordia terrena y recibirán la misericordia celestial". Deja una estela de santidad a su muerte, acaecida en su sede episcopal.
Santos: Agustín de Hipona, doctor de la Iglesia; Edmundo Arrowsmith, mártir, y Alejandro I de Constantinopla, patriarca.
SAN EDMUNDO ARROWSMITH, del anglosajón, "la protección de la propiedad" (1585-1628). Mártir. Nativo de Haydock, Lancashire, Inglaterra. Bautizado con el nombre de Brian. Sus padres, fieles cristianos, son arrestados por negarse a apostatar, por lo que dejan al pequeño y a sus hermanos solos. No se cuenta con datos de su infancia, pero se sabe que en 1605 Brian ingresa al colegio jesuita de Douai, en Inglaterra. Se dirige a Francia, donde recibe el orden sacerdotal, en 1611, y adopta el nombre de Eduardo. Regresa a su país donde, bajo un régimen contrario al catolicismo, ya que se pensaba que los católicos estaban aliados con España para derrocar al gobierno inglés. Trabaja más de 10 años en Lancashire, divulgando y preservando la verdadera fe. Edmundo es apresado en 1622.Ya en prisión se enfrenta, en una discusión teológica, al obispo protestante Jacobo I (1566-1625). Se ordena la libertad del padre Arrowsmith. Regresa a Lancashire (1623), donde vive los últimos cinco años de su vida, ya que es nuevamente aprehendido, juzgado y condenado a morir en la horca, luego de lo cual es descuartizado y sus restos arrojados a la hoguera (1628). Su mano se conserva en la iglesia de San Oswald, Ashton-in-Makerfield, Inglaterra. Es canonizado por S. S. Pablo VI, el 25 de octubre de 1970, como uno de los Cuarenta Mártires de Inglaterra y Gales, que mueren en los siglos XVI y XVII por negarse a abjurar de su fe. Entre los mártires se encuentran 10 sacerdotes jesuitas: Edmundo Campion (1581) Roberto Southwell (1595), Enrique Walpole (1595), Nicolás Oswen (1606), Tomás Garnet (1608), Enrique Morse (1645), Felipe Evans (1679), David Lewis (1679) Y Alejandro Briant (1581).
El martirio de san Juan Bautista
Santos: Zaqueo, laico, y Sabina de Troyes, mártir. Memoria (Rojo)
SAN ZAQUEO, del hebreo. "el inocente, el puro" (siglo I). Laico. No se conocen más datos que los que se citan en el Evangelio de Lucas 19, 1-10. Zaqueo, a quien el pueblo señala como un acaudalado publicano que vive en Jericó, obtiene su fortuna a través de negocios sucios; por lo tanto, lo consideran indigno y pecador, merecedor del castigo divino. Sin embargo, el Mesías, de paso por Jericó, lo ve entre la multitud subido en un sicómoro, pues, debido a su baja estatura, no podía vedo. Quizás este hombre, aunque sus manos no están del todo limpias, en su corazón no ha perdido el sentido del bien y admira en el fondo de su alma a Jesús, quien le indica: "Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que quedarme en tu casa". Él obedece, acción que es imagen del pecador arrepentido que recibe con alegría a Jesús en su casa. Ante esto, el pueblo se molesta y critica al Mesías, pero éste ha demostrado su fuerza y su misericordia salvando al pecador arrepentido, quien promete: "Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres y a quien haya exigido algo injustamente le devolveré cuatro veces más". La tradición dice que Zaqueo fue obispo de Cesárea en Jerusalén. Es incluido en el santoral de hoy por su participación en el plan salvífico de Dios. Iconografía: antiguas representaciones pictóricas lo muestran con vestimenta de época, de baja estatura, subido en un árbol.
Santos: Rosa de Lima, virgen, y Margarita Ward, mártir. Beato Alfredo Ildefonso Schuster, cardenal.
BEATO ALFREDO ILDEFONSO SHUSTER, del anglosajón, "el consejo de los elfos", y del germánico, "preparado para el combate" (1880-1954). Cardenal. Originario de Roma, Italia. En la tierra lleva el nombre de Alfredo Ludovico Luigi Schuster. Queda huérfano de padre desde muy temprana edad. A los 16 años ingresa en la abadía Casiniense benedictina, donde adopta el nombre de Ildefonso. Continúa sus estudios en el Colegio Pontificio de san Anselmo en Roma, donde se gradúa como doctor en filosofía; profesa como sacerdote benedictino en la Basílica de San Juan de Letrán (1904). Se destaca como maestro de novicios, así como por su pasión por el arte sacro, la arqueología y la historia de la Iglesia, de la liturgia y de la vida monástica. Es procurador general de la abadía de Monte Casino, de 1914 a 1929; abad de San Pablo extramuros, en 1918. En 1928, Pío XI (1922-1939) le nombra arzobispo de Milán, donde destaca como un fiel y amoroso servidor de su comunidad. El padre Shuster fue presidente del Pontificio Instituto Oriental, de 1919 a 1922, así como profesor en varios colegios e institutos. Convoca sínodos diocesanos y dos congresos eucarísticos. Es designado cardenal en 1929. Asiste como legado pontificio a varias actividades y congresos. Por su cultura y dominio de las bellas artes, es fundador del Instituto de Ambrosian Chant y Música Sacra y la Ambrosianeum y Didascaleion, así como de diversos centros culturales. Su presencia entre su feligresía, especialmente brindando apoyo a los desprotegidos y apoyando el Sacramento del matrimonio, es constante y fecunda; por ello, a su muerte acaecida en Venegono, Italia, se inicia su postulación para elevarle a los altares como ejemplo de vida cristiana y servicio del prójimo. Sus restos reposan en la catedral de Milán. Su santidad Juan Pablo II (1978-2005) lo beatificó en 1996.
XXII DOMINGO ORDINARIO
Santos: Ramón Nonato, cardenal, y Domingo de Val, niño, mártir. Beatos Mártires de Almería.
BEATOS MÁRTIRES
DE ALMERÍA.
(1936). Durante la Guerra Civil española (1936-1939) se desata una cruenta
persecución en contra de religiosos y religiosas, ya que fueron injustamente
considerados enemigos de la revolución. Es en este marco cuando, en 1936,
siete Hermanos de las escuelas cristianas (lasallistas) son martirizados en
la provincia de Almena por el sólo hecho de ser católicos; cinco
Hermanos fueron apresados en su escuela y los otros en la calle. Durante su
confinamiento, junto con otros religiosos, son víctimas de incontables
vejaciones. Durante la noche del 29 de agosto, del citado año, los obispos
de Guadix, Manuel Medina, y de Almena, Diego Ventaja, así como quince
feligreses son asesinados. La noche siguiente son martirizados los Hermanos
españoles: Hedmigio (Isidoro I Primo Rodriguez), Adalia, 1881; Amalio
(Justo Zariquiegui Mendoza), Salinas de Oro, 1886, y Valerio Bernardo (Marciano
Herrero Martínez) Porquera, 1909, cuyos cadáveres son arrojados
a un pozo. El 8 de septiembre son victimados los Hermanos Evencio Ricardo (Eusebio
Alonso Uyarra), Viloria, 1907, y Teodomiro Joaquín (Adrián Sáiz
Sáiz), Puentedey, 1907; cuatro días más tarde, los hermanos
Aurelio María (Bienvenido Villalón Acebrón), Zafra de Záncara,
1890, y José Cecilio (Bonifacio Rodríguez González), La
Molina de Ubiema, 1885, son asesinados. Los mártires no son sometidos
a ningún juicio. Juan Pablo II (1978-2005) los beatifica el 10 de octubre
de 1993.
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