SANTORAL ABRIL DEL 2010/ www.laverdadcatolica.org |
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JUEVES SANTO
Santos: Melitón de Sardes, obispo; Nuño Álvares de Pereira religioso y Valerio de Leuconay, mártir. (Blanco)
SAN NUÑO
ÁLVARES DE PEREIRA, del latín. "el noveno”
(1360-1431). Religioso. Hijo de fieles católicos pertenecientes a la
nobleza, su padre fue prior de los Caballeros de la Santa Cruz de Jerusalén;
nace en Sernache de Biomardim, Portugal. Se le conoce a partir de los trece
años al ingresar en la corte de su país y, por tradición,
a la carrera militar; demuestra, desde la adolescencia, vocación para
ingresar a la vida consagrada; por obedecer a sus progenitores acepta contraer
nupcias en 1376 y procrea tres hijos. Tiene una brillante participación
en la milicia durante la defensa por la independencia de su país y se
le conmemora como héroe nacional. Nunca olvida sus principios cristianos,
es hombre de oración, magnánimo con los necesitados, protector
de los derechos humanos de sus coterráneos y benefactor de diversas órdenes
religiosas. En 1387 enviuda y continúa en la misión para salvaguardar
su país. Por devoción a la Santísima Virgen María
manda construir un templo en 1423 y encomienda la atención del mismo
a la orden de carmelitas descalzos, en seguida deja su posición militar
y vasta fortuna, e ingresa en el monasterio de esa orden en Lisboa, Portugal;
desde entonces su nombre es Nuño de Santa Maria. Destaca por su humildad,
pobreza, piedad y penitencia extremas, asimismo, dedica horas a la contemplación
al Santísimo Sacramento; aún en vida su fama de santidad, le otorga
el título de "el Santo condestable". Esta vida ejemplar para
su patria y sus prójimos, llega al final de su existencia en el mencionado
monasterio. Benedicto XVI (2005) lo canoniza, el 26 de abril de 2009. Se le
celebra en forma indistinta en esta fecha por su deceso, o bien el I de noviembre.
Iconografía: a caballo, con atuendo militar o con hábito en actitud
orante y un casco militar a su lado.
N.B.: por ser su apellido de origen portugués se escribe Álvares.
VIERNES SANTO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR
Santos: Francisco de Paula, fundador y Domingo Tuoc, mártir. Beata María Elena Stoilenwerk, cofundadora. (Rojo)
BEATA MARÍA ELENA STOLLENWERK, del arameo, “señora”. y del griego, "brillante, resplandeciente. "antorcha” (1852-1900). Cofundadora. De origen alemán, nace en Rollesbroich, Eifel, hija de padres católicos y acaudalados. Desde su infancia le conmueven los niños chinos abandonados. Más adelante, al conocer la Asociación de la Infancia Misionera, siente la llamada a consagrar su vida a Dios y a servir a esos pequeños. Se dedica a la oración, confiada en la voluntad de Dios para que El le señale el camino, hasta que, por respuesta, conoce un seminario misionero en Steyl, fundado por el presbítero san Arnoldo Janssen (15 de enero). Dirige una carta al citado lugar en 1882 y expresa: "No deseo otra cosa más que con la gracia de Dios, ser la última y ofrecerme como sacrificio para la propagación de la fe", y poco después se une a la Casa Misional, donde el padre Janssen la admite como cocinera del seminario, con la promesa de fundar en el futuro una congregación femenina; la aceptación de Maria Elena a esta tarea, demuestra su humildad y afán de servicio. Su constancia se recompensa al apoyar al citado sacerdote como cofundadora de la congregación de Misioneras Siervas del Espíritu Santo en 1889. Pronuncia sus votos en 1894 y se desempeña como coordinadora y formadora de sus hermanas espirituales, a quienes envía a misionar en Argentina y en Togo; también ella desea participar en tierras de misión. En 1898, el padre Amoldo le propone su transferencia a una nueva congregación de vida contemplativa fundada por él: las Siervas del Espíritu Santo de la Perpetua Adoración. María Elena acepta e inicia el noviciado; se entrega al Creador con todo su corazón, en relación profunda con el Espíritu Santo y entrañable amor a Jesús Sacramentado; dos años después muere con fama de santidad; se le considera pionera de la obra misionera de la Iglesia. Hoy, las Misioneras Siervas del Espíritu Santo tienen presencia en más de sesenta países en el mundo. El Siervo de Dios, Juan Pablo II (1978-2005) la beatifica el 7 de mayo de 1995, quien en la ceremonia señala: “…Que la nueva beata dé también hoy a las jóvenes orientadas hacia la actividad misionera, un corazón así de grande y una fe así de firme, para que la vida eterna, que sólo el Señor puede dar, crezca y madure en el corazón de los hombres”. Iconografía: con hábito y toca de sus congregación, con una discreta y dulce sonrisa.
SÁBADO 3
SAN JOSÉ "EL HIMNOGRAFO" DE CONSTANTINOPLA, del hebreo, “Dios acrecentara" (810? -886). Presbítero. Nace en Sicilia, Italia; de padres cristianos; se desconocen otros pormenores de su infancia y juventud. En 830, debido a la invasión árabe, abandona su país y se dirige a Tesalónica (ciudad del norte de Grecia), donde se hace monje; posteriormente se afilia al monasterio del Studium, en Constantinopla (actual Estambul, Turquía), del cual sale en 841 debido a la persecución de los iconoclastas (quienes negaban el culto a las sagradas imágenes, las destruían y perseguían a quienes las veneraban) y se embarca a Roma; sin, embargo en el camino su nave es capturada por piratas, quienes llevan al monje a la isla de Creta y lo venden como esclavo. Durante ese tiempo anima a los cautivos cristianos a permanecer en la fe y a tener esperanza en la misericordia divina; asimismo, logra numerosas conversiones entre los presos y sus guardias. Escapa de prisión y llega a Constantinopla donde funda un monasterio. Al asumir el trono el emperador iconoclasta Teophilus, se le destierra a Crimen, Ucrania. Años después se le nombra obispo de Tesalónica. A san José se le considera uno de los grandes poetas litúrgicos e himnistas de la Iglesia bizantina con más de mil composiciones, por ello se le conoce como "el Himnógrafo"; también es notable su obra evangelizadora y en contra de los iconoclastas. Muere de muerte natural en Constantinopla.
DOMINGO DE PASCUA DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR.
Santos: Isidoro de Sevilla, Doctor de la Iglesia y Benito de Palermo, hermano lego (Rojo)
PASCUA DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR, del hebreo. pasáj "cojear, saltar" y del latín, resurrectio "acción de resucitar", por excelencia, la de nuestro Señor Jesucristo (siglo O. En la Iglesia primitiva los apóstoles celebraban la Pascua del Señor cada semana (Hch 20, 7; 1 Co 5, 7-8; 16, 2; Ap 1,10). Posteriormente, en el año 325, por Decreto del Concilio de Nicea la celebración ha sido anual; con ello la Pascua, precedida de un tiempo de preparación (la Cuaresma), se manifiesta como centro, culmen y eje de toda la vida cristiana; y giran en torno a la misma las memorias, fiestas y solemnidades del año litúrgico. En su momento los Doce dieron testimonio del triunfo de Cristo sobre la muerte, al predicar en la difusión del mensaje de amor heredado de Jesús. Hoy, los católicos tenemos el compromiso de ser testigos de la Resurrección con nuestras buenas acciones, obediencia a sus mandamientos y, sobre todo, con amor y servicio al prójimo. El ordinal 554 del Documento Conclusivo de Aparecida (Brasil, mayo 2007) aporta una súplica: "Quédate con nosotros, Señor, acompáñanos aunque no siempre hayamos sabido reconocerte... porque en torno a nosotros se van haciendo más densas las sombras, y Tú eres la Luz; en nuestros corazones se insinúa la desesperanza, y Tú los haces arder con la certeza de la Pascua...Tú nos confortas en la fracción del pan para anunciar a nuestros hermanos que en verdad Tú has resucitado y que nos has dado la misión de ser testigos de tu Resurrección". Iconografía: Jesús de pie, con lienzos blancos resplandecientes cubre parte de su cuerpo, deja atrás la "tumba vacía", en el excelso momento de su Resurrección; en su mano derecha sostiene un banderín blanco estampado con una cruz roja, símbolo de su victoria sobre la muerte. En la capilla del Santísimo Sacramento, dentro de la basílica de Santa María de Guadalupe (Ciudad de México), se aprecia el bello mural El Don de la Resurrección, realizado en 1980 por el Arquitecto mexicano Pedro Medina Guzmán, "El Charro".
LUNES 5 DE LA OCTAVA DE PASCUA
SANTOS: Vicente Ferrer, presbítero: María Crescencia Hoss, laica y Juliana del Monte Cornelio, religiosa. Feria (Blanca)
SANTA JULIANA DEL MONTE CORNELIO, del latín, luliaunus, patronímico de Iulius, derivación del griego, "dios" "divinidad" (1258). Religiosa. Se ignoran mayores datos de su infancia, salvo los siguientes: Nace en Lieja (Bélgica); queda huérfana de padres a los cinco años y bajo la custodia de familiares, quienes la envían al monasterio de religiosas del monte San Cornelio, donde recibe educación. En el citado claustro hacia 1208 profesa en la vida consagrada; se distingue por su constante oración y humildad. En cierta ocasión, cuando oraba tiene una revelación en la cual ve que a la luna llena le falta un trozo. Tiempo después, en otra visión, el Espíritu Santo le inspira y comprende que aquella fase lunar representaba a la Iglesia, y que el trozo faltante es símbolo de la ausencia de una solemnidad en el año litúrgico, para ello Cristo le hace entender la necesidad de celebrar una fiesta anual para conmemorar la institución de la Eucaristía, en virtud de que la celebración histórica de la Cena del Señor en el Jueves Santo no era la adecuada, debido a que la solemne e histórica memoria de la Cena del Señor se opacaba ante las ceremonias propias del citado día; además, en esa época (siglo XIII) las herejías inquietaban a los pueblos, haciéndose necesario rendir culto a Jesús Eucaristía. A esta sencilla religiosa, pese a su fe, le invaden las dudas, además la jerarquía eclesiástica la censura y se opone a la celebración. Por consiguiente se le persigue, pero encuentra asilo en varios conventos belgas en Villers (esto motiva confusión pues algunos autores la ubican como religiosa cisterciense, premostratense o Agustina). Años después, en 1247 el obispo de Lieja -aún con dudas-, acepta instituir la celebración en su diócesis, con el título de Corpus Cristi; luego, en 1261 Urbano IV (1261-1264) la aprueba para efectuarse 60 días posteriores a la Pascua, con la promulgación de la Bula Transitorias, pero a la muerte del pontífice la celebración cae en el olvido. Hasta que Clemente V (1305-1314) y Juan XXII (1316-1334) apoyan y difunden la Bula y celebran la festividad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, que con el grado de solemnidad celebramos hasta nuestros días. La humilde monja muere con fama de santa en una fecha como hoy en un monasterio de Villers (Bélgica) y Clemente VIII (1592-1605) aprueba su culto en 1599.
MARTES 6 DE LA OCTAVA DE PASCUA
Santos: Marcelino de Roma mártir; Irineo de Sirmio, mártir y Guillermo de Eskil, abad. Feria (Blanco)
SAN MARCELINO DE ROMA, del latín, "perteneciente
a Marte" (415). Mártir. Es uno de los cristianos que ofrendaron
su vida en aras de la fe en los primeros siglos de nuestra era. Por lo anterior
no se narran datos precisos de su familia, se le conoce por los escritos de
san Agustín de Hipona (agosto 28), testigo de su vida. Se sabe que era
romano y secretario de estado del emperador Honorio (395-423) quien lo envía
a Cartago (África) para combatir el cisma de los "donatistas"
(secta que negaba el perdón a los que, ya bautizados, cometían
algún pecado). Marcelino cumple la misión con imparcialidad por
lo cual padece el martirio a manos de herejes donatistas en la mencionada ciudad.
Es titular en el Santoral de hoy y su culto se pierde en la memoria de los tiempos.
MIÉRCOLES 7 DE LA OCTAVA DE PASCUA
Santos: Juan Bautista de La Salle, fundador y Germán José de Colonia, presbítero. Beata María Asunta Pallota, religiosa. Feria (Blanco)
SAN GERMÁN JOSÉ DE COLONIA, del latín, quizá derivado del germánico, "el hombre de la lanza" y del hebreo, "Dios acrecentará" (1150-1241?). Presbítero. Nace en Colonia, Alemania, sin precisar fecha, al parecer hijo de padres humildes. A los doce años ingresa en el monasterio de Canónigos Regulares de Premontre (premostratenses) de Stenfield, en su país. Se dice que durante su niñez en el convento, la Santísima Virgen le "prestaba" al Niño Jesús para jugar con Él. Realiza estudios eclesiásticos en el citado lugar y en Frisia, Holanda. Al regresar a Stenfield, primero es sacristán y al terminar su academia recibe la ordenación sacerdotal. Durante su ministerio es director espiritual de varios claustros de religiosas, por lo cual se le atribuye la autoría de los tratados para las mismas y un Comentario al Cantar de los Cantares; algunos otros de sus manuscritos se extravían. Destaca por su amor a la Virgen María y al Sagrado Corazón de Jesús, devoción a la que compone himnos y oraciones. Su gran fe y sabiduría propician que se le considere "santo" en su comunidad y entre el pueblo, por lo cual cuando muere en el convento de Hoven, Alemania, sus reliquias se trasladan a Ubbergen, Alemania, donde se edifica un templo en su honor. En 1728 el pontífice Benedicto XIII (1724-1730) le consagra un altar en Roma. Su culto lo aprueba la Santa Sede en 1961. Iconografía: con atavío de ceremonia, en el coro, en sus manos porta un cáliz adornado con tres rosas, por haber invocado a Maria Santísima con el nombre de Rosa. Por asonancia con su primer nombre, quizá algunas traducciones lo nombran como Hermano (Herman, Ermanno, etc.) José.
JUEVES 8 DE LA OCTAVA DE PASCUA
Santos: Julia de Cartago, mártir, Gualterio o Walter de Pontoise, abad y Dionisio de Corinto obispo. Feria (Blanco)
SAN DIONISIO DE CORINTO, del latín y del griego, "consagrado al dios Dionisio" (siglo II). Obispo. Los mínimos datos fieles a la realidad biográfica de este santo obispo se narran en el Martirologio Romano e indican: "En Corinto, el bienaventurado Dionisio, obispo, que, por su ciencia y la gracia que Dios le dio para proclamar su Palabra, ilustró al pueblo no sólo de su ciudad y de su provincia, sino que por medio de sus Cartas, adoctrinó también a los obispos de otras ciudades. Tal veneración tenia hacia los romanos pontífices, que mandó leer sus Cartas públicamente en las iglesias los domingos...". Se consagra obispo de Cesarea hacia el año 170, además auxilia en las iglesias de Creta, Atenas, Nicomedia, El Ponto y Roma, entre otras. El ilustre historiador Eusebio de Cesarea (260?- 340?) realizó una compilación de las Cartas escritas por san Dionisio, que demostraron que en su época las diferencias entre las Iglesias de Oriente y Occidente casi no eran perceptibles. Sus enseñanzas han sido, durante siglos, testimonio de respeto por la Iglesia romana y como muestra de la celebración dominical expresaba: "Hoy celebramos el santo día del Señor, el domingo...". Después de diez años de exhaustiva misión pastoral, muere cerca del año 180. La Iglesia ortodoxa griega (del griego, orthódoxos, conforme con el dogma católico) lo venera como mártir; sin embargo, el Martirologio no menciona la forma en que ocurre su deceso. Por su fama de santidad el pueblo inicia su veneración inmemorial.
VIERNES 9 DE LA OCTAVA DE PASCUA
Santos: Hugo de Rouen, obispo; Casilda de Burgos, virgen. Beato Tomás de Tolentino, mártir. Feria (Blanco)
SANTA CASILDA DE BURGOS, del germánico, "la combatiente" (siglo XI). Virgen. No se conocen detalles de familia; fue una joven pagana que vivía en Burgos, durante la invasión musulmana a la península ibérica. Varios de sus datos biográficos se dieron a conocer en documentos del siglo XV. Sin embargo, no se precisa si su padre fue el rey moro de Toledo, Al-Mamún o un prefecto de Cuenca, ambos paganos. Al percatarse de la difícil situación que vivían los cautivos cristianos en Toledo la joven los visita y les lleva alimentos, este trato hace que anhele conocer a Cristo. Al enterarse su padre de esos encuentros, le prohíbe hacerlos. Sin embargo, oculta continúa llevando alimentos; cierto día su padre la sorprende y al reñir con ella, ésta muestra lo que llevaba y ruedan por tierra fragantes flores. Casilda sabía que era un delito abandonar la religión musulmana e ignoraba cómo profesar la fe cristiana. En una ocasión nuestra santa cae gravemente enferma; al enterarse los prisioneros cristianos le hacen saber que para sanar debe acudir a los manantiales de aguas milagrosas de san Vicente, en Briviesca. Su padre, preocupado por la gravedad de su hija, la envía con sirvientes al citado lugar donde sana. Casada decide permanecer en territorio cristiano; recibe el bautismo, hace voto de castidad y pasa el resto de sus días en vida eremita dedicada a la oración. Se ignora el lugar de su fallecimiento, con fama de santidad. Su veneración se pierde en los anales de la historia.
SÁBADO 10 DE LA OCTAVA DE PASCUA
Santos: Macario de Gante, obispo; Magdalena Canossa, fundadora y Ezequiel, profeta.
Vísperas I de mañana. Todo propio Feria (Blanco)
SAN EZEQUIEL, del hebreo, "Dios fortalece" (siglo VI a. C.). Profeta. En el Antiguo Testamento existieron cuatro profetas conocidos como Mayores, por lo extenso de su mensaje, quienes en orden cronológico, son Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel; el que hoy conmemoramos es el tercero. No es posible tener amplios datos biográficos dado la remota época de su existencia; al parecer era descendiente de sacerdotes. Hacia el año 597 a. C. padece el destierro a Babilonia junto con el rey Joaquín y varios judíos de la clase dirigente, por orden del monarca Nabucodonosor II (605-562 a. C.). Después de cinco años de permanecer desterrado hacia, 593-592 a. C., tiene una revelación que marca el inicio de su misión profética, la cual narra con detalle en su libro homónimo, al expresar al final de primer capítulo: "...semejante al arco iris que aparece entre las nubes en día de lluvia, tal era el fulgor que despedía. Esta visión era la imagen de la Gloria de Yahvé. Al verla caí rostro en tierra y oí una voz que me hablaba" (Ez 1, 28). Su obra literaria es considerada como la más visionaria entre los textos proféticos, colección escrita por él y quizá acrecentada por un grupo de sus discípulos; comprende dos introducciones distintas y cuatro libros que integran un total de 48 capítulos. En sus textos —hacia 586 a. C. —, anuncia la destrucción de Jerusalén. No se precisa el lugar de su muerte. Se incluye en el Santoral, por haber participado en el Plan Salvífico de Dios. Iconografía: basada en sus profecías, se representa con túnica de época, ante los huesos secos, reanimados por el soplo del Espíritu (Ez 37, 7).
II DOMINGO DE PASCUA O DE LA DIVINA MISERICORDIA
Santos: Estanislao de Cracovia, mártir, y Felipe de Gortina, obispo (Blanco)
DOMINGO DE LA DIVINA MISERICORDIA, del latín, miser, "pobre", miserable", y cor, "de corazón sensible a la miseria". "Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mantenido ocultas estas cosas a los sabios y prudentes y las revelaste a la gente sencilla..." (Mt 11, 25). En este versículo se expresa el deseo del Padre por considerar a los más sencillos e insignificantes a los ojos del mundo, pero no así a los de Dios; tal es el caso de una sencilla religiosa polaca, santa Faustina Kowalska (5 de octubre), quien de 1931 a 1938 fue digna vidente de la aparición del Señor de la Misericordia. El mensaje de Jesús indica: "Hija mía, anuncia al mundo entero mi infinita Misericordia. Deseo que esta festividad sea un refugio para todas las almas; pero sobre todo para los pobres pecadores. En ese día, las entrañas de mi Misericordia estarán abiertas para todos. Los que confesaren y comulgaren en esa fiesta recibirán el perdón de sus pecados y la remisión de las penas debidas para su expiación. Es tan grande mi Misericordia, que durante la eternidad misma, ninguna inteligencia angélica ni humana podrá escudriñar su profundidad. Esta fiesta brota de lo más profundo de Mí mismo. Deseo que sea fijada el primer domingo después de Pascua". El Siervo de Dios, Juan Pablo II (1978-2005), en el Año Jubilar 2000, por medio de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, publicó un Decreto que instituye esta celebración en el II domingo de Pascua. Iconografía: acorde con la visión de santa Faustina, Jesús ataviado con alba túnica, camina hacia nosotros; con su mano derecha nos bendice y con la izquierda nos señala su corazón, del que surgen dos rayos, uno rojo (sangre) y otro claro (agua), al pie de la representación la frase: "Jesús, yo confío en ti".
Santos: Julio I, papa; Teresa de Jesús de los Andes, religiosa y Zenón de Verona obispo. Feria (Blanco)
SAN ZENÓN DE VERONA, del griego, genitivo poético de "Zeus, Júpiter" (siglo IV). Obispo. Citado como mártir por san Gregorio Magno (3 de septiembre) y en varios Martirologios; en el Misal de Verona se le reconoce como confesor, sin haber muerto mártir. Se le considera, por su nacimiento o por su educación, de origen latino o africano. Vive en la época de los emperadores Constantino el Grande (306-337) y Juliano el Apóstata (361-363). No se conocen particularidades de su infancia y familia. Se comprobó que fue el octavo obispo de la diócesis de Verona, Italia, nombrado en el año 362. La evidencia de su existencia y misión pastoral, se conoce por los más de cien sermones que se le atribuyen, ya que contienen valioso material de doctrina, liturgia, la Creación, la Santísima Virgen Maria, Sagrada Escritura, la Iglesia, los Sacramentos, y advertencias contra los vicios de su tiempo; narran los numerosos bautismos que impartió a los convertidos y su lucha contra los herejes arrianos y los pelagianos. La extrema pobreza en la cual vive permite que la feligresía sea generosa en sus donativos, con los cuales él atiende las necesidades de los pobres y decide construir un gran templo (actual basílica de san Zenón). Se esfuerza por transmitir sus conocimientos al clero, efectúa múltiples ordenaciones durante la Pascua, propicia la reconciliación y sincero arrepentimiento de los penitentes; consagra a Dios a numerosas jóvenes vírgenes y predica el respeto por los difuntos. Después de una vida meritoria a los ojos de Dios, fallece en su sede episcopal, cerca del año 380. Se le otorga el titulo de mártir debido a las persecuciones padecidas por orden del mencionado Juliano el Apóstata. Su culto es inmemorial. Iconografía: con las insignias episcopales, en ocasiones según, piadosas leyendas, lleva un pez en sus manos, para recordarnos que, si no quieres estar a cargo de nadie, debes ir a pescar al río o al mar para comer lo necesario. Este nombre también equivale a Zenaida, Zenobio y Zenas.
Santos: Martín I, papa y mártir; y Hermenegildo de Sevilla, mártir. Beata Margarita de Castello, laica. Feria (Blanco)
SAN MARTÍN I, del latín, "perteneciente a Marte" (655). Papa y mártir. Se desconoce fecha de nacimiento, se le ubica como originario de la población italiana de Todi Las biografías aportan datos a partir de su elección papal, en el orden setenta y cuatro de la cronología, es probable hacia el año 649 de la era cristiana. Durante su ministerio convoca en Roma un concilio en la basílica de Letrán, en el que enfrenta a los monotelitas (quienes únicamente reconocían la naturaleza humana de Cristo y negaban su divinidad). A causa de la reunión conciliar anterior, redacta actas y las envía a los obispos para terminar con la errónea teoría monotelita. Por su fe a Cristo se le captura y se le condena a muerte; ante su inevitable asesinato expresa: "Hagan de mí lo que quieran, cuando llegue la muerte me servirá de alivio"; sin embargo, por el momento no se cumple la condena pero sufre el destierro al Queroneso Póntico (actual Crimea, Ucrania), donde soporta maltrato y vejaciones y muere por inanición. Por su sacrificio, la Iglesia le concede ser venerado como un santo mártir.
Santos: Máximo, Tiburcio y Valerio de Roma, mártires. Beato Pedro Gonzalez “San Telmo” presbítero. Feria (Blanco)
BEATO PEDRO GONZÁLEZ "SAN TELMO", del arameo, "piedra”. Probable aféresis de Antelmo, del germánico "la protección de la patria", respectivamente (1190?-1246). Presbítero. Nace en Frómista, en Palencia, España; hijo de padres cristianos con buena posición. Cursa estudios básicos en la escuela del pueblo y en la Catedral. Joven apuesto, con inteligencia brillante, logra una vasta cultura humanista; además aprende Sagrada Escritura y leyes. Por sus méritos es ayudante en la Catedral, después canónigo y asciende a deán del Cabildo en el año 1218. Gusta de la actividad eclesiástica sin definir su vocación, pero un suceso cambió su desorganizada existencia. Su vanidad -un hecho en apariencia intrascendente-, le hace dar un giro a su vida, cuando al participar en una procesión elegantemente vestido sobre su caballo, de repente cae del corcel sobre un charco enlodado y es motivo de burla de quienes lo ven. El hecho le hace comprender su frívola actitud, reflexiona y decide consagrarse a Dios en el ministerio sacerdotal. Ingresa en la orden de Predicadores (dominicos) hasta que, al cumplir los estudios (1220), recibe la ordenación. Es un distinguido predicador; la feligresía busca de escuchar sus sabias palabras reunida en plazas, por ser insuficiente el templo. Recibe el nombramiento de capellán del ejército y, por moralizar a la soldadesca se atrae antipatías. Después, para que su predicación rinda frutos en varias regiones, sus superiores lo designan "misionero itinerante". Así recorre diversas poblaciones hasta que reside entre los pescadores del puerto de Tuy en Pontevedra, España. En este lugar organiza asociaciones y los marinos buscan su consejo, ya que lo reconocen como amigo y sacerdote ejemplar; asimismo, cuando algún marino se encontraba en el mar en situación de peligro, tan solo con invocar: "Dios mío, por las oraciones de Fray Telmo ¡sálvame!", de inmediato se libraba de su penosa situación. Esta ejemplar vida llega a su fin, con fama de santidad, en Tuy, lugar en el que es patrono; por la admiración y cariño que le profesan los lugareños se difunde su veneración. Siglos más tarde en 1741 Benedicto XIV (1740-1758) confirma su culto inmemorial como beato. Iconografía: con hábito, a su lado un faro, ancla y barco. Protector de navegantes y contra las tormentas. El nombre de san Telmo, en la actualidad, es nombre "de pila" para niños y para las niñas es Telma.
Santos: Santas Anastasia y Basilisa de Roma, mártires y Damián de Veuster o de Molokai, presbítero. Feria (Blanco)
SAN DAMIÁN DE VEUSTER O DE MOLOKAL del griego, "domador" (1840-1889). Presbítero. Hijo de humildes campesinos católicos; nace en Tremelo, Bélgica; bautizado con el nombre de José, fue el menor de siete hermanos. Cursa estudios básicos y desde la adolescencia trabaja en el campo para ayudar en el hogar. Destaca por su inteligencia y una especial destreza en la albañilería. Sus padres lo envían a estudiar en Bélgica y después de un retiro espiritual decide seguir la llamada de Dios y con la anuencia de sus padres, en 1859 ingresa en la congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y de Maria, en el noviciado en la ciudad belga de Lovaina, con el nombre de Damián. En 1863, su hermano que lo precedió en la vocación sacerdotal, debía partir a misionar en las islas Hawai, pero como enfermó, el joven Damián obtuvo permiso del Superior y lo sustituye en el viaje. Desembarca en Honolulu en 1864, termina los estudios eclesiásticos y recibe la ordenación sacerdotal en 1866, y se entrega como misionero en las poblaciones hawaianas. En tanto, el gobierno de esa isla, para frenar la proliferación de la lepra —incurable en esa época—, confina a los contagiados en la isla de Molokai, y, por voluntad propia el padre Damián permanece en ese lugar desde 1873. Pese a su reputación como un sitio de desesperanza y dolor, atiende con caridad a aquellos incurables. Una vez ahí, con su fuerza y habilidad transforma el lugar, organiza la enseñanza de oficios y actividades recreativas; instala orfanatos, capilla, viviendas, consigue donativos, amplía el hospital y hace de la isla un lugar limpio y agradable, con ayuda de aquellos, hasta entonces desamparados. Auxilia espiritual y físicamente a los leprosos, lava y venda sus heridas, experimenta en sí mismo nuevos tratamientos para aliviar las dolencias de los necesitados y entierra a los difuntos. Se muestra optimista y expresa: "Hago lo imposible por mostrarme alegre, para levantar el ánimo de mis enfermos". Aquel conocido como "el Infierno de Molokai", transformado por este ejemplar santo, causa admiración al gobierno del país. Por milagro logra escapar del contagio durante diez años; sin embargo, en 1884, se contagia y al enterarse, con absoluta confianza en Dios señala: "Estoy feliz y contento, y si me dieran a escoger la salida de este lugar a cambio de la salud, respondería sin dudarlo: Me quedo con mis leprosos toda mi vida". El mismo padre Veuster testimonió que su permanencia en la llamada "Isla maldita", tenía una razón al decir que: "Sin la presencia del divino Maestro en mi pobre capilla, jamás habría podido mantener unida mi suerte a la de los leprosos de Molokai". Su muerte impresiona a los diversos sectores de la sociedad, aún a los no católicos, y se le reconoce como un héroe de la caridad y un "leproso voluntario". Nuestro recordado Siervo de Dios, Juan Pablo II (1978-2005) al beatificarlo en 1995, lo declaró "Apóstol de los leprosos". Su Santidad Benedicto XVI lo canoniza el 11 de octubre de 2009. Iconografía: con hábito, rodeado por leprosos, en el desempeño de su encomiable apostolado.
Santos: Bernardita Soubirous, religiosa; Benito José Labre, laico y Toribio de Astorga, obispo. Feria (Blanco)
SAN TORIBIO DE ASTORGA, del griego, "ruidoso, estrepitoso" o “turbulento" (480). Obispo. Natural de Astorga, provincia de Galicia, España, de la que sus padres eran principales. Destaca por su formación en Cristo, dedicación al estudio y vasta cultura. Las noticias biográficas indican que en la juventud dona su cuantiosa herencia a los pobres y viaja a Jerusalén donde el obispo del lugar le confía las reliquias de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, debido a la gran estimación que por él sentía. Cuando regresa a su patria, realiza hechos milagrosos, al sanar numerosos enfermos y con las limosnas recibidas edifica un templo y ahí coloca las citadas reliquias. Al fallecer el obispo de Astorga, Toribio lo sustituye. Por desgracia, es víctima de una calumnia de un diácono, que pretendía ocupar el cargo episcopal. Más adelante, el santo obispo logra justificar su inocencia con una eficaz prueba que consistió en traer ante el altar un incensario, tomar en sus manos las brasas encendidas, envolverlas en su roquete (vestidura blanca corta, colocada sobre la sotana), y a la vez entonar el Salmo 67, que inicia: "Levántese Dios, y sean disipados sus enemigos...", camina alrededor del templo llevando las ascuas en aquella vestidura y el pueblo ve cómo ni el roquete, ni las manos del prelado sufren lesión alguna. La asombrada feligresía permanece admirada del hecho, mientras el calumniador confiesa su pecado. Su obra más notable fue erradicar la herejía de los priscilianos en España (la doctrina herética del priscilianismo en el siglo IV, negaba a la Santísima Trinidad en su divinidad), por medio de una carta enviada a los obispos de su país en la cual impugna esos errores. Luego, con los escritos del pontífice san León I el Magno (440-461, 10 de noviembre), en los Concilios nacional en Toledo y provincial en Galicia, consigue desaparecer la mencionada herejía que enviciaba la Hispania de entonces. Se atribuye la redacción de dos libros en contra del priscilianismo. Esta ejemplar vida fallece en su diócesis. Durante la invasión musulmana en el siglo VIII sus restos-reliquia, así como las reliquias de la Pasión, provenientes de Jerusalén, se trasladan para su resguardo, a un monasterio ahora conocido como de san Toribio de Liébana. Su veneración es inmemorial; es patrono de Astorga. Iconografía: con las insignias episcopales; a sus pies criaturas infernales, símbolo de las herejías derrotadas; o bien en el suceso de las brasas que no quemaron el roquete.
Santos: Aniceto I, papa y mártir; y Roberto de la Casa de Dios, abad. Beata Mariana de Jesús Navarro, virgen.
Vísperas I del domingo: 3a semana del Salterio Feria (Blanco)
BEATA MARIANA DE JESÚS NAVARRO, del arameo, "señora" y del hebreo, forma abreviada de Yeoshúah o sea Josué, "Yahvé salva” (1565-1624). Virgen. Nace en Madrid, España, hija primogénita de once hermanos, sus padres Juana y Luis la bautizan con el nombre de Mariana. A los nueve años muere su madre, y ella cuida de sus cinco hermanos pequeños, esto la hace tener sentido de responsabilidad y madura su carácter. Desde entonces trabaja para el sostenimiento de la familia. Gusta de vestir con elegancia, era bella y a los 22 años tiene un novio; sin embargo, Dios le había reservado otra misión, por lo cual, después de un año, decide terminar esa relación, corta su hermosa cabellera y decide consagrarse al Creador. Se dirige a la orden de Nuestra Señora de la Merced (mercedarios) en Madrid y reside junto al convento mercedario de Santa Bárbara, que inicia su construcción; habita en un humilde aposento de 1606 a 1610. Después vive en un "portal" pidiendo limosna y, posteriormente, le se construye una sencilla casa y en 1613 viste el hábito —en forma privada— de la citada orden, como terciada o donada (la que vive de acuerdo con una Regla, sin permanecer dentro de un claustro) y profesa en 1614. Es consciente de ser aceptada como monja, impedida por su endeble salud, ya que desde los 33 años de edad padece severas enfermedades, que soporta con ejemplar paciencia, siempre por amor a Jesús Sacramentado y a Nuestra Señora de la Merced. A la conocida como "Casita de Mariana", acuden para recibir consuelo los pobres y enfermos. Además, proporciona guía espiritual cuando se le requiere en la corte. Siempre con gran humildad, recorre la capital española montada en un burro, pidiendo limosna para cumplir con la misión de la orden o sea la redención de los cautivos. Autora de una Autobiografía, Sentencias espirituales y Versos de humildad. Esta seglar mercedaria, logra la santidad en el mundo, entregada a Dios en el servicio al prójimo, hasta su muerte en un día como hoy en Madrid; a sus funerales asisten numerosos feligreses, e inicia su veneración, logrando en el mismo año, que se le diese culto particular y privado. Su cuerpo permanece incorrupto, flexible y emana un agradable aroma; recibe veneración en el convento de las mercedarias en la capital española. Iconografía: con habito mercedario, en sus manos un crucifijo. Pío VI (1775-1799) la beatifica en 1783. Nombre homónimo con la santa ecuatoriana Mariana de Jesús Paredes Flores, conocida como "La Azucena de Quito", cuya memoria se celebra el 26 de mayo.
III DOMINGO DE PASCUA
Santos: Perfecto de Córdoba, mártir, y Juan Isauro de Grecia, monje. Beata Savina Petrilli, Fundadora (blanco)
BEATA SAVINA PETRILLI, del latín. Sabinos, cognomen romano derivado de un nombre étnico (1851-1923). Fundadora. Nace en la ciudad italiana de Siena un 29 de agosto. Durante su primer año de vida sufre una enfermedad que la pone a las puertas de la muerte de la cual sana, pero deja minada su salud de por vida. A la edad de quince años se afilia a la congregación de las Hijas de María, donde —por sus virtudes—, se le nombra presidenta al año siguiente. En 1867 formaliza su voto de virginidad. En 1869 viaja a Roma y es recibida en audiencia por el pontífice beato Pío IX (1846-1878; 7 de febrero), quien la conmina a seguir el ejemplo de santa Catalina de Siena (29 de abril), invitación que será una guía para el resto de su vida. Al regresar a la casa paterna, en la capilla de ésta y en unión con varias compañeras se consagran de forma personal y voluntaria, en presencia de su confesor, y hacen votos de castidad, pobreza y obediencia e hincan de manera más comprometida su trabajo en beneficio de los pobres materiales y de espíritu, éste es el inicio de la nueva congregación de las Hermanas Pobres de Santa Catalina de Siena (1881), y establecen la primera casa en Onano, Viterbo; posteriormente (1903), fundan la primera misión en la ciudad brasileña de Belem. El instituto recibe la aprobación pontificia en 1906. En privado, Savina promete al Señor, a través de un voto, la "obediencia perfecta". Su obra pronto encuentra jóvenes quienes, cautivas por el trabajo, la dedicación y el carisma de la orden se adhieren y pronto las Hermanas Pobres de Santa Catalina de Siena se conocen en diferentes continentes. Después de una vida consagrada a la adoración, oración y al servicio de los más necesitados Savina Petrilli entrega su alma al Creador en la ciudad que la vio nacer. Las hermanas cuentan con más de veinte casas en Italia; además, llevan consuelo material y espiritual a comunidades de la India, Filipinas, Estados Unidos de Norteamérica, Paraguay, Brasil y Argentina. El Siervo de Dios Juan Pablo II (1978-2005) la beatifica, el 24 de abril de 1988.
Santos: Emma de Bremen, viuda; y León IX, papa. Beato Conrado de Ascoli, presbítero. Feria (Blanco)
BEATO CONRADO DE ASCOLI, del germánico. "atrevido en el consejo' (1234-1289). Presbítero. Oriundo de Ascoli, Piceno, Italia, hijo de la familia Miliani; se deduce su formación católica, se ignoran detalles de su niñez y juventud. Estudia en el Sacro Convento de Asís y en Perusa, hasta obtener de un doctorado. Desempeña el cargo de docente en varias escuelas de la orden de Frailes Menores (franciscanos) en Roma. Se le envía a misionar en África, actividad que realiza en las ciudades de Libia y Cirenaica (región norte de África, sobre la costa del Mediterráneo, entre Egipto y el desierto de Libia). Al regresar a Italia, recibe indicaciones del Papa para acompañar a Jerónimo Masci; ambos se hacen sinceros amigos en la tarea de impedir una guerra entre Francia y España. Al regreso de este encargo, en 1278, Jerónimo se consagra cardenal. Posteriormente, Conrado se desempeña como maestro de Teología en la Universidad de Paris (1280). Años más tarde, su amigo Jerónimo Masci es electo pontífice con el nombre de Nicolás IV (1288-1292) y llaman a Conrado para ser su consejero. Su vida de religioso ejemplar y distinguidas virtudes propician su nombramiento de cardenal, debido a esto no desea permanecer en Roma y, por humildad, permanece en su tierra natal, donde la feligresía le tributa especiales muestras de cariño y reverencia, ya que desde entonces tiene fama de santidad. Después de un mes de tal recibimiento, enferma de gravedad y predice la fecha de su deceso, la cual se cumple con exactitud y da inicio su veneración. Siglos más tarde Pío VI (1775-1799) concede oficio y Asamblea Eucarística en su honor en 1783 y se confirma su culto.
Santos: Inés de Montepulciano, abadesa, Marcelino de Embrun obispo. Beato Simón, Rinalducci, presbítero. Feria (Blanco)
SAN MARCELINO DE EMBRUN, del latín, patronímico de Marcelo, diminutivo de Marcus o sea Marco (374?). Obispo. No se conocen particularidades de su familia e infancia, nace en la entonces provincia romana de África. Profesa la religión de Cristo, y es un fervoroso cristiano. En su época juvenil viaja con dos amigos hacia La Galia (actual territorio francés), con el propósito de evangelizar. Cuando llegan a Embrun se separan, porque Marcelino decide permanecer ahí e iniciar su misión en los Altos Alpes franceses, lugar en el que edifica un templo. Al paso del tiempo, por sus virtudes, san Eusebio de Vercelli (2 de agosto) lo nombra obispo de la diócesis de Embrun (Francia), a la vez que imparte su bendición al citado templo. En el desempeño de su misión episcopal destaca por su humildad y celo pastoral. Se dice que el Creador le otorga el don de la taumaturgia, al realizar extraordinarios hechos milagrosos en bien de sus feligreses, En prueba de su mansedumbre —relata una anécdota— una ocasión sustituyó a una mula en un carruaje. En su fecunda labor pastoral obtiene la conversión de numerosas almas. Enfrenta con denuedo el arrianismo -herejía propagada por Arrio (256-336), la cual no admitía más que un Dios creador, y negaba la divinidad de Jesús—, y evita que ésta se imponga en Occidente. Pese a las persecuciones contra los cristianos, cumple su labor de evangelización, no obstante que en incontables ocasiones debe ocultarse en zonas montañosas. Este admirable prelado fallece en su diócesis donde fue el primer obispo. Por su encomiable ejemplo, el pueblo inicia su veneración. Iconografía: con atavío común episcopal, mitra y báculo.
Santos: Anselmo de Canterbury, doctor de la Iglesia; y Conrado de Parzham, hermano lego. Beato, Bartolomé Cerveri, mártir. Feria (Blanco)
BEATO BARTOLOMÉ CERVERI, del arameo. "abundante en surcos" (1420?-1466). Mártir. Antonio Pavoni —su nombre en la Tierra—, nace en Savigliano, Italia. Se desconocen datos previos a su ingreso en la orden de predicadores (dominicos) en su ciudad natal, donde destaca por sus brillantes dotes para el estudio. Cursa los estudios de licenciatura, maestría y doctorado en la prestigiada universidad de Turín, graduándose en 1452. El año posterior a su titulación forma parte del cuerpo docente de la citada casa de estudios. Después se integra a la comunidad dominica y, durante más de diez años, trabaja intensamente como predicador; lucha contra la principal herejía de su tiempo: la de los cátaros (que defendían un rígido dualismo, rechazaban los sacramentos y justificaban el suicidio), quienes ya habían sacrificado a tres ilustres sacerdotes: san Pedro de Verona (4 de junio), el beato Pedro de Ruffi (2 de febrero) y el beato Antonio de Pavonio (9 de abril). Se le nombra inquisidor de la región de Piamonte, labor que desempeña con ejemplar determinación ya que logra que numerosos apóstatas regresen a la verdadera fe; debido a ello los herejes lo combaten hasta que lo emboscan cuando, acompañado por algunos sacerdotes, se dirige camino a Cerverio, diócesis de Fossano. Bartolomé recibe varias puñaladas que le causan la muerte. Su cuerpo es llevado a la iglesia de los dominicos en Savigliano donde, posteriormente se le edifica una capilla propia en la cual pinturas murales relatan su vida y martirio. El beato Pío IX (1846-1878; 7 de febrero) lo beatifica en 1853. Iconografía: con hábito dominico en el momento de su martirio. Se le invoca contra el granizo y los truenos.
Santos: Agapito I, papa; Mariább de Persia, obispo y Sotero y Cayo mártires. Feria (Blanco)
SANTOS SOTERO Y CAYO, del latín, Gaius, "grajo", "urraca" y del griego, "salvador", respectivamente (siglos I-II). Pontífices y mártires. SOTERO: Oriundo de Fondi, Italia. Electo pontífice en 166, ocupa el orden decimosegundo, después de san Pedro. A él se debe la introducción de la celebración anual de la Pascua. Confirma el matrimonio como sacramento. Se le conoce como "el Papa de la caridad" por la generosa ayuda a las iglesias necesitadas; así como a los huérfanos, viudas, marginados y en especial, a los condenados a trabajos forzados en las minas. Muere en Roma hacia el año 175 a causa de las persecuciones paganas, por lo cual la tradición lo venera como mártir. Recibe sepultura en la Vía Apia. CAYO: nativo de Dalmacia (actual región entre Croacia y Bosnia). Su elección pontificia ocurre en 283, en el sitio vigésimo octavo de la cronología. Instaura los grados necesarios en las órdenes sagradas para asumir al cargo de obispo. Ocultándose en cavernas propaga la Palabra de Dios en diversas regiones. Es considerado mártir, víctima de las persecuciones paganas, hacia el año 296. Se le sepulta en las catacumbas de San Calixto; en su epitafio se escribió la palabra Domno, que indica su muerte en aras de la fe. El culto de ambos, inicia después del deceso, como era la tradición en la época.
Santos: Jorge de Turquía y Adalberto de Praga, mártires. Beata Teresa María de la Cruz, fundadora. Feria (Blanco)
BEATA TERESA MARÍA DE LA CRUZ, del latín, "la que cosecha" y del arameo, "señora" (1846 1910). Fundadora. Teresa Manetti, su nombre en la Tierra, ve la luz primera en la ciudad italiana de Florencia, en una humilde familia, la cual ve acrecentadas sus carencias con la muerte del padre, cuando Teresa aún es muy pequeña; esto, aunado a las difíciles condiciones sociales, políticas y económicas del país hacen que Bettina, como le llamaban sus familiares, crezca en medio de graves carencias. A la edad de diecinueve años descubre su vocación religiosa, a través del conocimiento de la vida y obra de santa Teresa de Ávila (15 de octubre). En 1876 en unión con varias que pensaban servir al Señor tomando como ejemplo a Teresa de Ávila, funda un "conventino"; éste es el inicio de lo que años después será la Congregación de Carmelitas de santa Teresa; su confesor y guía espiritual le enfoca al cuidado de la asistencia a los huérfanos. Su misión ve pronto recompensa al lograr que el pueblo de San Martino Di Castrozza, así como comunidades vecinas apoyen con dinero y con su trabajo la edificación de un monasterio y una iglesia (1880-1887). A partir de ahí la obra se expande con singular rapidez; la madre abandona san Martino para dirigirse a la región de la Toscana, donde pronto es recibida con alegría por sus habitantes. La naciente congregación recibe la aprobación pontificia en 1904 y su misión traspasa las fronteras italianas y funda casas asistenciales para pobres en Siria y Palestina. María Teresa de la Cruz muere en la Toscana, dejando tras de si una estela de amor a Dios y servicio a los más humildes. En la actualidad su fundación cuenta con casas en Líbano, Brasil y Praga. La vida de la Fundadora, así como los numerosos milagros que a través de su sierva Dios ha concedido a quienes con fe a ella se encomiendan motivan su beatificación por el Siervo de Dios Juan Pablo II (1978-2005) en 1986. Le invocan particularmente aquellas personas que sufren burlas y críticas negativas por su piedad o devoción.
V ANIVERSARIO DE LA SOLEMNE INAUGURACIÓN DEL MINISTERIO PETRINO I DEL PAPA BENEDICTO XVI (2005).
Santos: Fidel de Sigmaringen, mártir y Gregorio de Elvira, obispo.
Vísperas I del domingo
4a semana del Salterio Feria (Blanco)
SAN GREGORIO DE ELVIRA, del griego. "vigilante" (siglo V). Obispo. Los datos fidedignos que testimonian su vida y obra, los escribe por Jerónimo (30 de septiembre) en Chronicon, en la cual se da a conocer hacia 357-359, al ser elegido obispo de la población española de Elvira, cercana a la actual ciudad de Granada. Su vasta obra literaria se conoce en el inicio del siglo XX, después de exhaustivos estudios bibliográficos. Este santo varón se distingue como un notable exegeta, quien favorece el estudio de la Sagrada Escritura y con sus amplios conocimientos participa en la defensa de la fe, durante las controversias arrianas. Es posible que la teología de sus escritos se haya inspirado en el período posterior al Concilio de Nicea efectuado en 325, ya que infunde la consustancialidad de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. A través de los siglos, es calificado como uno de los grandes literatos de su tiempo. Asimismo, en las crónicas de san Jerónimo, este obispo se describe de edad avanzada, hacia el año 392, y se deduce que entregó su alma al Creador en los inicios del siglo V, sin precisarse el lugar. Su culto se pierde en los anales de la historia. Iconografía: con atuendo común episcopal, anciano con barba y un libro por sus importantes escritos.
IV DOMINGO DE PASCUA
Santos: Marcos, evangelista y Pedro de San José de Betancur, fundador. Beato Juan Piamarta fundador (Blanco)
BEATO JUAN PIAMARTA, del hebreo, "Dios ha hecho gracia" (1841-1913). Fundador. Nace en Brescia, Italia, en el seno de una familia de humildes campesinos. Después de afrontar la difícil situación económica familiar durante su infancia y primeros años juveniles se le ordena sacerdote. Su carisma sacerdotal le lleva a incursionar en el trabajo con niños huérfanos y con jóvenes, por lo cual funda el Instituto Artigianelli —Pequeños Artesanos— (1886), el cual nace para satisfacer las necesidades espirituales y materiales de los jóvenes de Brescia y sus poblaciones vecinas. En 1895, con gran ahínco transforma una tierra árida en un fecundo campo de cultivo al establecer la colonia agrícola de Remedello Sopra. Para continuar su obra en beneficio de la niñez y juventud carente de recursos y de formación espiritual funda una sociedad de clérigos, hermanos y sacerdotes: la Sagrada Familia de Nazaret (1902); así como una —con participación de Elisa Baldo—, congregación femenina: las Humildes Siervas del Señor. Su vida se caracteriza por el trabajo, la virtud y una enorme tenacidad y gran fe que le llevan a superar los múltiples obstáculos que se le presentan durante su vida y que afronta para cumplir con la misión que el Señor le había encomendado. Muere en la ciudad de Remedillo y en 1926 su cuerpo se traslada a la iglesia del Instituto de Artigianelli. En la actualidad su obra se extiende por diversas partes del mundo. El Siervo de Dios Juan Pablo II (1978-2005) lo beatifica.
Santos: Cleto y Marcelino: pontífices y mártires; Franca Vidalta, abadesa y Rafael Arnaíz Barón laico. Feria (Blanco)
SAN RAFAEL ARNAÍZ BARÓN, del hebreo. "Dios ha sanado" (1911-1938). Laico. Nace en Burgos, España; primogénito de cuatro hermanos; hijo de Rafael y Mercedes, matrimonio de fervientes cristianos con amplios recursos. Desde la infancia es un niño inteligente y dócil, después de recibir su primera comunión (1919), manifiesta especial devoción a la Virgen María. A los ocho años de edad cursa estudios en su tierra, pero los interrumpe por una delicada enfermedad; al sanar su padre lo consagra a Nuestra Señora del Pilar, en Zaragoza. En 1922, la familia se traslada a Oviedo, ahí cursa el bachillerato y continúa su carrera de Arquitectura, en Madrid; une el estudio con una vida de piedad y oración y participa en la adoración nocturna al Santísimo Sacramento. Buen deportista, de carácter jovial, amistoso, gusta de la música y el teatro. En 1930 conoce un monasterio de La Trapa, desde entonces siente atracción por la vida monástica; luego interrumpe la carrera universitaria y en enero de 1934 entra en el monasterio de San Isidro, en la provincial española de Dueñas. En el noviciado vive con entusiasmo la austeridad de la orden, hasta que sufre una dura prueba: enferma de diabetes —grave enfermedad en su época— y regresa a la casa paterna para ser atendido en forma adecuada. Dos años transcurren antes de su reingreso; sin embargo, en dos ocasiones se le regresa por su padecimiento y en una cuarta ocasión, en 1937, regresa en calidad de oblato (laico consagrado a Dios, que sin profesar, vive en el convento). Muere con fama de santo a los 27 años de edad; se le sepulta en el camposanto de su monasterio y se le traslada posteriormente a la capilla del mismo. En su misticismo expresaba: "Señor, enséñanos a padecer con esa alegría humilde y sin gritos de los santos". Escribió Impresiones de la Trapa, que es una descripción detallada de la vida monástica; en Meditaciones de un trapense indica: "La paz para el trapense es Dios y fuera de El no hay nada en una Trapa que merezca la pena"; de sus Obras completas, destacan Mi cuaderno: soledad: Dios y mi alma, notas de conciencia; además de otros escritos ascéticos. Ejemplo de una existencia discreta, oculta, plena en humildad, dejó un mensaje a los jóvenes en el que señala: "Hermano..., Ama a Cristo!..., lo demás ¿qué más da?". Su Santidad Benedicto XVI lo canonizó el 11 de octubre de 2009 y lo mostró como amigo, ejemplo e intercesor de los jóvenes. Iconografía: con hábito trapense, cubre su cabeza con la capucha del mismo; su rostro y mirada reflejan gran bondad y ternura.
Santos: Beata María Guadalupe García Zavala cofundadora; Santa Zita de Lucca, virgen y Pedro Armengol, religioso. Feria (Blanco)
BEATA MARÍA GUADALUPE GARCÍA ZAVALA, del arameo, "señora" y del náhuatl coatlaxopeuh, "la que pisoteó la serpiente" (1878-1963). Cofundadora. Nace en Zapopan, Jalisco (México); hija de Refugio y Fortino, piadosos católicos; bautizada con los nombres de Anastasia (del griego, "resurrección") Guadalupe; vivieron frente a la basílica del lugar. Desde la infancia en repetidas ocasiones se le encontraba rezando dentro del citado santuario, a la vez que estudiaba. En la juventud estudia piano, así como corte y confección, actividad a la que se dedica, ayudando con ello a la economía del hogar. Sin descuidar el aspecto espiritual asiste a la Conferencia Vicentina y hace obras de beneficio social. Forma parte de la Corte de Honor Eucarística. Era una bella muchacha, rodeada de amistades, pretendientes y un novio, con el que termina por algunos desacuerdos. Al trasladarse la familia a Guadalajara, en 1898, se asocia en su parroquia a la Conferencia de la Beata Margarita (actual santa Margarita Marta Alacoque, 16 de octubre) y se dedica a las obras de beneficencia: aprende a amar al Sagrado Corazón de Jesús y servirlo a través de los pobres, cuando es auxiliar de enfermería con el médico del dispensario. El padre Iñiguez, su guía espiritual, descubre en Guadalupe su carisma de auxilio a los necesitados y para consolidar la ayuda a las clases marginadas ambos fundan, en 1901, la congregación de Siervas de Santa Margarita María y de los Pobres, además de un hospital que la Madre Lupita -como los enfermos la llamaban con cariño atiende durante 26 años. En este servicio demuestra ser una administradora innata y se refugia en la Divina Providencia para cubrir los gastos del nosocomio. Se distingue por ser afable, cariñosa y servicial, concede tiempo para hablar con el enfermo y proporcionarle consuelo. Su lema era: "La caridad hasta el sacrificio y constancia hasta la muerte", que se cumplió al ocurrir su deceso en el mismo hospital. Escribió una Autobiografía con el título que le han dado sus devotos: El Ángel de los Enfermos. Su obra de amor se ha extendido en México y en el extranjero. Juan Pablo II (1978-2005) la beatifica el 25 de abril de 2004. Su causa de canonización continúa vigente; para elevarla a los altares como santa hace falta, con su intercesión, obtener un milagro. Iconografía: con hábito, su cabeza cubierta con velo y crucifijo al cuello, en sus labios expresiva sonrisa.
Santos: Pedro Chanel, protomártir Marista y Luis María Grignon de Montfort, fundador. Beata Juana Beretta Molla laica. Feria (Blanco)
BEATA JUANA BERETTA MOLLA, del hebreo, "Dios ha hecho gracia" (1922-1962). Laica. De origen italiano, nace en Magenta; recibe formación católica de María y Alberto, sus piadosos padres. En 1933 cursa estudios en su tierra natal y en Bérgamo. De buen carácter, gusta de tocar el piano y pintar, sin ser buena estudiante. Más tarde, al morir su hermana Amalia (1937), su estilo de vida da un giro hacia la madurez. En Génova asiste, en 1938; a los ejercicios espirituales impartidos por jesuitas. Desde entonces se entrega a Dios y, conmovida, anota en su diario: "Hago el santo propósito de hacer todo por Jesús. Cada uno de mis actos, cada uno de mis disgustos se los ofrezco a Jesús... Rezo al Señor para que me haga comprender la grandeza de su misericordia". Su mejoría emocional y madurez son notables; se auxilia con la guía espiritual del padre Righesi; se integra en la Acción Católica como instructora de jóvenes. Su madre muere en 1942 y poco después también su progenitor. En tanto, Juana se da cuenta de los padecimientos sufridos por las víctimas de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y decide estudiar medicina en las universidades de Milán y Pavía, sin dejar su misión apostólica en la parroquia. Destaca como una joven feliz, en la presencia de Dios y con El en todo momento, dispuesta a ayudar al necesitado; siempre en intensa actividad y a través de la lectura obtiene amplios conocimientos. Se especializa en pediatría e instala en 1952 un consultorio dedicado a atender madres y niños. Contrae matrimonio con Pedro Molla (1955); ambos son felices, procrean tres hijos a quienes educan en las virtudes cristianas y con el rezo del santo rosario en familia fortalecen su fe. El pensamiento de Juana como profesionista se expresaba así: "El médico debe ser honrado, debe ser un médico de fe; debe tener hacia sus semejantes un cuidado afectuoso pensando que son nuestros hermanos... Cada vez que tocamos el cuerpo de un enfermo, pobre, joven, viejo o niño, tocamos a Jesús". En 1961 se presenta su cuarto embarazo; se le diagnostica un tumor benigno en el útero que arriesga su existencia, no acepta un aborto y se le somete a una cirugía en la que madre e hijo se salvan. Espera los siete meses subsecuentes y nace su niña (1962) con perfecta salud; después, en forma repentina a Juana se le presenta una funesta infección y muere a la siguiente semana. El fallecimiento de esta destacada doctora es testimonio controvertido de generosidad y plena confianza en Dios. El Siervo de Dios, Juan Pablo II (19782005), la beatifica en 1994, ante la presencia de su última hija Juana Emmanuela, quien ahora dedicada a la medicina, continúa el gran ejemplo materno
Santos: Catalina de Siena, Doctora de la Iglesia; y Hugo "el Grande" de Cluny, abad Beato Benito de Urbino presbítero. Feria (Blanco)
BEATO BENITO DE URBINO, del latín "bendito" (1625). Presbítero. Se le bautiza con el nombre de Marcos. Desde muy pequeño queda huérfano, —con sus diez hermanos— bajo la custodia de tutores, quienes les procuran esmerada y cristiana educación. Se gradúa con honores en las universidades de Padua y Perugia y obtiene el título de Doctor en Leyes, en derecho civil y canónico. Su juventud e inteligencia le abren las puertas para ingresar en las más altas clases sociales y en la elite intelectual italiana; sin embargo, prefiere la soledad para elevar su alma y dedicarse al estudio y meditación en los misterios divinos. Por ello ingresa en el monasterio de frailes capuchinos de Fano (1584); antes de integrarse formalmente reparte su cuantiosa parte de la herencia paterna entre los pobres. Cursa los estudios correspondientes hasta que se ordena sacerdote y cambia su nombre por el de Benito. Debido a sus aptitudes y misticismo se le comisiona a los conventos de las Marcas, Italia y Bohemia (antiguo reino europeo que formó parte del imperio austriaco y también de la República Checa), donde se libra una tenaz lucha contra los protestantes luteranos y la herejía husita, que negaba la transustanciación. Es compañero de san Lorenzo de Brindisi; tras exitosa misión regresa a las Marcas, donde pasa el resto de su vida, la cual se caracteriza por la piadosa oración, la penitencia, la austeridad y la atención sin limites a las necesidades de la población más necesitada, por lo cual obtiene su cariño y respeto y llega a ser considerado santo antes de su muerte. Es elevado a los altares por el beato Pío IX (1846-1878; 7 de febrero) en 1867. Iconografía: con hábito capuchino rodeado de niños y enfermos.
Santos: Pío V, papa; y José Benito Cottolengo, fundador. Beata María de la Encarnación (Guyart Martín), religiosa. Feria (Blanco)
BEATA MARTA DE LA ENCARNACIÓN (GUYART MARTÍN), del arameo, "señora" y del latín eclesiástico, incarnatio, "dentro de la carne” (15991672). Religiosa. Oriunda de Tours, Francia. Marie Guyard Martin, su nombre en la Tierra; hija de humilde panadero. Desde pequeña destaca por aprenderse las homilías de la santa misa y repetirlas entre los miembros de su comunidad, especialmente a los niños. Contra su voluntad -ya que deseaba consagrarse al servicio de Dios-, se casa a la edad de diecisiete años con un fabricante de telas de seda, con quien procrea un hijo a quien ponen por nombre Claudio. Dos años después enviuda y trabaja como tenedora de libros de su cuñado, (abogado) y logra convertirse en gerente de la compañía; sin embargo, se niega a contraer nuevas nupcias. En 1620 tiene una experiencia mística que cambia su vida y, define su vocación religiosa. Pese a la oposición familiar, encabezada por su hijo (quien en 1641 se ordena como sacerdote benedictino, donde llega a ser asistente del superior general y principal biógrafo de su madre), ingresa con las religiosas ursulinas de su ciudad natal en 1631. Al profesar, en 1633, adopta el nombre de María de la Encarnación. En su convento es instructora de doctrina sagrada, maestra de novicias y guía espiritual en Tours. Su biografía señala que tuvo otra visión donde el Señor le señala que debe ir a Canadá para catequizar a los nativos y proporcionarles ayuda material. Así, en 1639, parte rumbo al territorio francés del Nuevo Mundo y llega a la ciudad de Quebec. De inmediato inicia el aprendizaje de las lenguas nativas, se vuelve experta en éstas y escribe catecismos, diccionarios y otras obras en dialectos de los indígenas canadienses. Dos años después (1641) coloca la primera piedra de su convento, el cual reconstruye en 1651. Mantiene una constante relación epistolar con la Casa Generalicia, de la cual se conservan más de doce mil cartas. Su obra con los indígenas canadienses no sólo se circunscribió a la evangelización, sino que procuró protegerles y enseñarles técnicas para su subsistencia. Durante su estancia en América tiene experiencias místicas y períodos de crisis espirituales las cuales supera gracias a su enorme confianza en la misericordia divina. Después de una fecunda vida entrega su vida al Señor en Quebec. El Siervo de Dios Juan Pablo II (1978-2005), la beatifica en 1980. También se le conoce con los nombres de María de las Ursulinas, la Madre de la Nueva Francia y Teresa del Nuevo Mundo. Nota: existe otra beata con el nombre de María de la Encarnación, cuya memoria se celebra el 18 de abril.
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