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SANTORAL ABRIL 2007
DOMINGO DE RAMOS "DE LA PASIÓN DEL SEÑOR"
Santos: Melitón de Sardes, obispo. Beato Nuño de Álvarez, religioso.
SAN MELITÓN DE SARDES, del griego, "dulce como la miel" (siglo II). Obispo. Se ignoran datos de su origen y vida en familia. Sus biógrafos afirman que vivió en Turquía, Asia Menor. Su obra se conoce desde que fue elegido obispo de la diócesis de Sardes, en Lidia (antiguo reino de Asia Menor, a orillas del mar Egeo). Su obra literaria consta de una Apología y de textos teológicos, bíblicos y litúrgicos, de los cuales en nuestros días sólo se conocen fragmentos. Durante su época fue testigo de alguno de los ordenamientos de libros canónicos de la Sagrada Escritura. En los albores del siglo XX se localizó la Homilía sobre la pasión, cuya autoría se le atribuye. Su deceso ocurrió hacia el año 180 de la era cristiana. Se le reconoce como Padre apologista. Se le venera desde tiempo inmemorial como titular en el santoral de este día.
DE LA SEMANA SANTA
Santos: Francisco de Paula, fundador, y María Egipciaca, penitente.
SANTA MARÍA EGIPCIACA, del arameo, "señora" (342-422). Penitente. Aunque inmersa en la leyenda, su vida es ejemplo de la pecadora arrepentida que alcanza la santidad mediante la penitencia. El sacerdote Zósimo recopiló sus datos; la conoció en el camino al desierto de Judá, cuando era una mujer delgada en extremo; le preguntó su origen, y ella le narró que nació en Egipto y que a los doce años huyó de la casa paterna y vivió licenciosamente. La egipciaca también le contó que acompañó a unos peregrinos a Jerusalén. Cuando llegaron a los santos lugares, María trató de entrar tres veces al Santo Sepulcro, pero una fuerza misteriosa se lo impidió, a la vez que escuchaba una voz que le decía: "No eres digna de entrar en este sitio sagrado, porque vives esclavizada al pecado". Atemorizada, se postró ante una imagen de Nuestra Señora y le ofreció: "Madre, si me es permitido entrar, te prometo dejar esta vida de pecado y dedicarme a la oración y la penitencia". Después de este juramento pudo entrar. Al salir, escuchó otra vez la voz, que le dijo: "En el desierto, más allá del Jordán, encontrarás tu paz". Decidida a cumplir su promesa se dirigió al desierto. Ahí vivió durante cuarenta años, padeciendo sed, calor y frío extremos, alimentándose con raíces e insectos; en múltiples ocasiones fue tentada por el espíritu del mal para regresar a su antigua vida; pero encontró fortaleza en el amor a Cristo, en María Santísima y en la oración y penitencia. Falleció con fama de santa; su culto es inmemorial. Iconografía: con burda túnica, en el desierto en actitud orante, intercesora de pecadores arrepentidos.
DE LA SEMANA SANTA
Santos: Ricardo Wych, obispo, y Sixto I, papa y mártir.
SAN RICARDO WYCH, del germánico, "jefe audaz" (1197-1253). Obispo. Oriundo de Wych, Inglaterra. Aún niño quedó huérfano de padre; su madre le procuró formación cristiana e instrucción hasta cursar la universidad, en Oxford. Continuó estudios en París y Bolonia; se graduó en derecho civil, y fue canciller en Oxford (1235). Hizo amistad con san Edmundo Rich (16 de noviembre), arzobispo de Canterbury, con quien colaboró (1237). Convencido de su vocación, complementó su academia en Orleáns, Francia, y recibió la ordenación sacerdotal en 1242. Desempeñó su ministerio en parroquias inglesas; destacó por su predicación, caridad para los niños, los pobres y los enfermos. Fue elegido obispo de Rochester, en 1244; se enfrentó a la oposición del monarca Enrique III, quien acudió al pontífice Inocencio IV (1243-1254) a fin de anular el nombramiento. Sin embargo, el pontífice ratificó obispo a Ricardo. Pese a todo, el rey desconoció la autoridad episcopal y ordenó a sus súbditos y al clero que lo rechazaran, hasta que Ricardo, sin apoyo y sumido en la miseria, se hospedó en una casa parroquial. Soportó con prudencia esta situación, hasta que intervino la Santa Sede e hizo que el rey permitiera su acceso a la diócesis (1247). Durante su ministerio se distinguió por su austeridad, difusión de la Palabra de Dios, administración de los sacramentos, generosidad para con los pobres y erradicación de la simonía y el nepotismo. Enfermó y murió en la población inglesa de Dover. Urbano IV lo canonizó en 1262. Iconografía: con atavío episcopal; a su lado un león (que simboliza la fuerza) y dos llaves.
DE LA SEMANA SANTA
Santos: Isidoro de Sevilla, doctor de la Iglesia, y Cayetano Catanosso, fundador.
SAN ISIDORO DE SEVILLA, del griego, "don de la diosa Isis" (560-636). Doctor de la Iglesia. Originario de Sevilla, España; fue el menor de cuatro hijos, quienes han sido canonizados; dos fueron obispos: Leandro (13 de septiembre) y Fulgencio (4 de enero) y abadesa otra, Florentina (20 de junio). En su niñez quedó huérfano y recibió instrucción de sus hermanos. Destacó por su inteligencia; aprendió hebreo, latín y griego, y fue erudito en literatura y otras materias. Conocedor de los problemas de la Iglesia y de la política de su país, se entregó a Dios en el servicio pastoral. A la muerte de su hermano Leandro, lo sustituyó en la sede episcopal sevillana (600). Participó en el segundo concilio de Sevilla (619) y en el cuarto de Toledo (633), donde se restauró la Iglesia española. Escritor de obras de contenido etimológico, teológico, bíblico y dogmático; algunas de sus obras son Las diferencias, Etimologías, Nacimiento y muerte de los personajes bíblicos, Las herejías y Nombre de la ley y del evangelio. En sus últimos años quedó paralítico. Murió en su diócesis, de donde es patrono. Desde 1063, sus reliquias se veneran en la catedral de León, España. Proclamado doctor de la Iglesia en 1722 por Inocencio XIII, hecho que confirmó su culto inmemorial. Iconografía: con atavío común episcopal y un libro en las manos.
JUEVES SANTO
Santos: Vicente Ferrer, presbítero, y Juliana del Monte Cornelio, religiosa.
SANTA JULIANA DEL MONTE CORNELIO, del latín Iulianus, patronímico de Iulius (1258). Religiosa. Oriunda de Lieja, Bélgica. Huérfana de padres desde los cinco años; recibió educación en el monasterio de religiosas del monte San Cornelio, hasta profesar en la vida consagrada. Hacia 1208 tuvo una revelación: vio que a la luna llena le faltaba un pedazo. Al paso del tiempo, en otra visión, el Espíritu Santo la inspiró para comprender que aquella fase lunar era la Iglesia y el pedazo faltante simbolizaba la carencia de una solemnidad en el ciclo litúrgico. Para ello Cristo le hizo comprender la necesidad de celebrar una fiesta anual, a fin de conmemorar la institución de la Eucaristía, en virtud de que la celebración histórica de la Cena del Señor, en el Jueves Santo, no era la adecuada. Pese a que tenía la certeza de la revelación, tuvo dudas, además de que la jerarquía eclesiástica la censuró y no aprobó la celebración. Juliana padeció persecuciones. Encontró asilo en los conventos cistercienses de Villers, de la cual fue considerada parte, aunque algunos autores la consideran premostratense o agustina. Aún con especulaciones, en 1247, el obispo de Lieja instituyó en su diócesis la celebración mencionada, con el nombre de Corpus Christi, aprobada en 1261 por el pontífice Urbano IV con la promulgación de la bula Transitorius, bula que, a su muerte, fue olvidada, hasta que Clemente V (1312-1313) y Juan XXII (1317) la apoyaron y difundieron. La solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo se celebra hasta nuestros días. La humilde monja murió en Villers (Bélgica). En 1599, Clemente XII aprobó su culto.
VIERNES SANTO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR.
Santos: Marcelino de Roma, mártir, y Celestino I, papa.
SAN MARCELINO DE ROMA, del latín, "perteneciente a Marte" (415). Mártir. Fue uno de los cristianos que ofrendaron su vida en aras de la fe en los primeros siglos de nuestra era. Por lo anterior, no se conocen datos precisos de su familia; se le conoce por los escritos de san Agustín de Hipona (28 de agosto), quien fue testigo de su vida. Se sabe que era romano y que fue secretario de Estado del emperador Honorio (395-423), quien lo envió a Cartago, África, para combatir el cisma de los donatistas (secta que negaba el perdón a los que, ya bautizados, cometían algún pecado). Marcelino cumplió dicha misión con imparcialidad, por lo cual padeció el martirio a manos de herejes donatistas en la mencionada ciudad. Es titular en el santoral de hoy y su culto se pierde en la memoria de los tiempos.
SÁBADO SANTO
Vigilia de la Pascua de Resurrección
Santos: San Juan Bautista de La Salle, fundador. Beata María Asunta Pallota, religiosa.
SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE, del hebreo, "Dios ha hecho gracia" (1651-1719). Fundador. Distinguido maestro, reconocido por la pedagogía universal. Nació en Reims, Francia, primogénito de piadosa y acaudalada familia. Recibió instrucción en su hogar, en la escuela y, en su juventud, en la universidad. Dejó las riquezas para consagrar su vida a Dios, para lo cual inició estudios eclesiásticos en 1662. Fue nombrado canónigo de la catedral en su tierra natal en 1667; obtuvo el título de maestro en artes en 1669. Permaneció en el seminario francés de San Sulpicio, pero suspendió el curso para atender la administración de la herencia familiar; al término se reintegró al seminario, hasta ser ordenado de sacerdote en 1678. Ejerció su ministerio y atendió la educación de niños marginados. Para esta misión reunió voluntarios, a quienes organizó y dio instrucción para fundar la congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (o lasallistas) en 1684. Dedicó su fortuna a establecer institutos educativos para niños necesitados; además, fundó la primera escuela para preparar maestros laicos, considerada la primera escuela normal o de magisterio, a la que proveyó de un reglamento. Otra de sus aportaciones es la sustitución de la enseñanza colectiva por la enseñanza individualizada. De su obra literaria citamos Meditaciones, Método de oración y Guía para el formador de maestros. Su arduo trabajo terminó al morir, en San Yon (Rúan, Francia). León XII lo canonizó en 1900. Pío XII lo proclamó patrono de los maestros en 1950. Iconografía: con hábito y rodeado por niños.
DOMINGO DE PASCUA DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR
Santos: Julia de Córcega, mártir. Beato Julián de San Agustín, religioso.
SANTA JULIA DE CÓRCEGA, del latín antiguo, "la celeste", "divina1" (siglo VI). Mártir. Vivió en el siglo VI. Se desconocen detalles de su vida; la tradición indica que era una esclava romana convertida al cristianismo. Padeció la persecución musulmana; por negarse a adorar a los falsos dioses, murió mártir en Livorno, Italia. Otras narraciones aseveran que fue martirizada en la isla italiana de Córcega. Es patraña de ambos lugares; su culto es inmemorial y titular del santoral de este día.
LUNES DE PASCUA
Santos: Hugo de Rúan, obispo; María de Cleofás y María Salomé, mártires.
SANTAS MARÍA DE CLEOFÁS y MARÍA SALOMÉ, del arameo, "señora"; y el griego, "la gloria del Padre", y del hebreo, "pacífica", respectivamente (siglo I). Mártires. Estas dos damas, cuyo origen y datos de su vida se desconocen, se encuentran entre las mujeres que siguieron y asistieron con fidelidad a Jesús durante su vida pública. Al parecer María era esposa de Cleofás, y Salomé, esposa de Zebedeo y madre de los apóstoles Santiago el Mayor y Juan Evangelista. Las dos acompañaron al Redentor en el camino al Calvario, y también a la Virgen María y a santa María Magdalena (22 de julio) a presenciar la crucifixión. Después de la muerte de Cristo, iniciaron en el sepulcro la preparación del cadáver el Viernes Santo por la tarde y, pasado el sábado, acudieron a embalsamar el cuerpo del Señor (Mc 16,1 -2). Han sido incluidas en el Martirologio y se deduce que murieron mártires, víctimas de las persecuciones de la época. Iconografía: en las representaciones del Calvario, con túnica de época al pie de la cruz.
OCTAVA DE PASCUA
Santos: Macario de Gante, misionero, y Ezequiel, profeta.
SAN MACARIO DE GANTE, del griego, "feliz", "bienaventurado" (l012). Misionero, difundió el Evangelio misionando en los Países Bajos. Al parecer, fue originario de Antioquía de donde emigró hacia Occidente. Durante su camino peregrinó, difundió la Palabra den Dios y convirtió a los paganos que encontraba a su paso. Al llegar a Gante, Bélgica, fue hospedado en un monasterio benedictino, donde, atacado por la peste, murió con fama de santo, por lo cual se inició su veneración. También es conocido como Macario de Antioquía. Invocado contra las epidemias.
OCTAVA DE PASCUA
Santos: San Estanislao de Cracovia, mártir. Beata Elena Guerra, fundadora.
SAN ESTANISLAO DE CRACOVIA, del eslavo, "la gloria del campamento" (1030-1079). Mártir. Patrono de Polonia, país donde nació en la población de Szczepanowski, de padres humildes. Cursó estudios básicos en un monasterio donde recibió formación en los valores cristianos y continuó su instrucción en Lieja, Bélgica. Regresó a su patria, definió su vocación e ingresó al seminario hasta recibir la ordenación sacerdotal en Cracovia, Polonia. Fue nombrado canónigo de la catedral y, en 1072, obispo de esa diócesis. Se distinguió por su cultura y prudencia; fue amable director espiritual y de brillante oratoria. Efectuó continuas visitas a su diócesis y reafirmó en los sacerdotes la responsabilidad con los feligreses a los que debían dar ejemplo de oración y humildad. Atendió con generosidad a los pobres y actuó como conciliador en varios asuntos. Cuando el monarca Boleslao II "el Atrevido" (1039-1081) llevó una vida licenciosa, el obispo lo reprendió y Boleslao juró vengarse. Por lo anterior lo mandó asesinar enviando a sus soldados y como éstos no cometieron el magnicidio porque Estanislao celebraba la santa misa, Boleslao acudió al templo y lo asesinó. La feligresía atestiguó y reprobó los hechos, y el monarca huyó del país. Con su martirio inició su culto e Inocencio IV lo canonizó en 1253. Iconografía: con atavío común episcopal.
OCTAVA DE PASCUA
Santos: Julio I. papa; Teresa de los Andes, religiosa.
SAN JULIO I, del latín antiguo, "celestial", "divino" (352). Papa. Originario de Roma. Se desconocen datos anteriores a su elección, en febrero de 337; ocupó el orden trigésimo quinto de la cronología pontificia. Defensor de las acusaciones arrianas en contra de san Atanasio de Alejandría (2 de mayo), a quien confirmó como obispo en esa diócesis. Luchó con denuedo defendiendo el misterio de la Santísima Trinidad, contra los que pretendían que el Evangelio fuera un monoteísmo racionalista. Proclamó la primacía de la sede episcopal en Roma; convocó dos concilios celebrados en 341 y 343. Se le atribuye haber establecido para la iglesia Oriental la solemnidad de la Natividad del Señor el 25 de diciembre, en vez de celebrarla unida a la Epifanía el 6 de enero como se venía haciendo. Su deceso ocurrió en la Santa Sede.
OCTAVA DE PASCUA
Santos: Martín I, papa; Hermenegildo de Sevilla, mártir.
SAN HERMENEGILDO DE SEVILLA, del gótico, "el que vale por su ganado" (5647-585). Mártir. Oriundo de Sevilla, España, primogénito del arriano rey Leovigildo (el arrianismo fue una herejía, que negaba la total divinidad de Jesucristo). Se sabe que su madre murió y el padre contrajo segundas nupcias con una dama también arriana. Hermenegildo se casó con la princesa Ingunda, hija del rey de Reims, Francia, quien profesaba la fe católica. Los nuevos cónyuges se entendieron bien, pese a la diferencia de religión. Para evitar problemas el rey envió al joven matrimonio a Sevilla, donde quizá por influencia de su esposa y del obispo san Leandro (13 de noviembre), Hermenegildo recibió el bautismo con el nombre de Juan. Además, se adjudicó el título de rey, lo que enardeció a su padre quien lo mandó aprehender y encadenado lo confinaron en un calabozo, en esa condición fue desterrado a Toledo, llevado a Valencia y en Tarragona su progenitor le ofreció el perdón a cambio de profesar la doctrina arriana, pero no aceptó. Al llegar la Pascua, Hermenegildo, firme en la fe, recibe en la prisión a un obispo arriano quien le ofrece la comunión, él se niega y es decapitado. Sixto V (1585-1590) confirmó su culto. Iconografía: con atavío real; cadenas y hacha, alusivas a su martirio.
OCTAVA DE PASCUA
Santos: Máximo, Tiburcio y Valerio de Roma, mártires. Beato Pedro González "San Telmo", presbítero.
BEATO PEDRO GONZÁLEZ "SAN TELMO", del arameo, "piedra" (1907-1246). Presbítero. Hijo de padres cristianos, nació en Frómista, Palencia, España; Estudió en la escuela del pueblo y después en la catedral. Fue canónigo y ascendió a deán del Cabildo (1218). Era de brillante inteligencia y apegado a la actividad eclesiástica, pero muy vanidoso hasta que un hecho (en apariencia intrascendente), le hizo definir su vocación: al participar en una procesión elegantemente vestido sobre su caballo, sufrió una caída quedando enlodado y fue foco de burlas de la concurrencia. Esto le hizo comprender lo trivial de su vida e ingresó en la orden dominica hasta ser ordenado sacerdote (1220). Destacó por su predicación, era tal el interés por escucharlo que la feligresía se reunía en las plazas, por ser insuficiente el templo. Fue capellán del ejército y, por corregir los vicios de la soldadesca, se atrajo enemistades. Para que su predicación rindiera frutos se le designó como "misionero itinerante". Recorrió diversas poblaciones hasta residir entre los pescadores de Tuy, Pontevedra, España. Ahí organizó asociaciones, los marinos lo buscaban como consejero, amigo y sacerdote ejemplar. Cuando los peligros del mar los acechaban rogaban: "Dios mío, por las oraciones de fray Telmo, ¡sálvame!". Su muerte acaeció en dicha población de donde es patrono. Benedicto XIV confirmó su culto como beato en 1741. Iconografía: con hábito, a su lado un faro, ancla y barco. Protector de los marinos.
II DOMINGO DE PASCUA O DE LA DIVINA MISERICORDIA
Santos: Anastasia y Basílisa de Roma, mártires. Beato Damián de Veuster, presbítero.
SANTAS ANASTASIA Y BASILISA DE ROMA, del griego, "resurrección" y "reina", respectivamente (siglo I). Mártires. Estas dos damas de culto inmemorial y titulares en el santoral de hoy, se cree fueron de origen romano. Antiguos textos indican que eran discípulas convertidas por los apóstoles Pedro y Pablo, a los que (según la tradición) después de haber sido martirizados, dieron sepultura. Padecieron las persecuciones paganas y fueran aprehendidas, encarceladas y, por negarse a apostatar, fueron atormentadas hasta morir decapitadas por las tropas del emperador Nerón. Iconografía: con vestuario de la época, al sufrir el martirio.
Santos: Bernardita Soubirous, religiosa; Engracia de Zaragoza, mártir, y Benito José Labre, laico.
SANTA BERNARDITA SOUBIROUS, del germánico, "oso fuerte" (1844-1879). Religiosa. Nació en el poblado francés de Lourdes. Por carecer de recursos sus dos primeros años la atendió una dama que fue su nodriza. De regreso a su hogar, su padre había perdido un ojo y la precaria situación se tornó miserable cuando su progenitor, analfabeta, firmó documentos ilegales y fue encarcelado. La niña creció cuidando a sus hermanos, sin estudios, con endeble salud y atacada por el asma. En 1857 fue enviada como sirvienta a la casa de su antigua nodriza. Al inicio de 1858 regresó a su casa y el 11 de febrero salió al bosque a juntar leña cuando al medio día, en la gruta de Massabielle, quedó asombrada ante la aparición de la Santísima Virgen María, cuyas apariciones se repitieron hasta el 16 de julio, cuando la hermosa Señora le dijo: "Yo soy la inmaculada Concepción", como confirmación del dogma proclamado en 1854 por el pontífice Pío X. Durante las revelaciones la niña sufrió interrogatorios y censuras, que cesaron al paso del tiempo. Dos años después, Bernardita ingresó a la vida religiosa con las Hermanas de la Enseñanza y la Caridad en Nevers, Francia. Dio ejemplo de humildad y oración, padeciendo penosas enfermedades hasta su muerte en ese monasterio. Su cuerpo fue descubierto incorrupto en 1909. Pío XI la canonizó en 1933. Iconografía: en actitud orante ante la aparición de la que hoy conocemos como Nuestra Señora de Lourdes.
Santos: Aniceto I. mártir, y Roberto de la Casa de Dios, abad. Beata Catalina Tekakwitha, indígena.
SAN ANICETO I, del griego, "invencible" (siglo II). Papa y mártir. Oriundo de Siria; se desconocen datos anteriores a su elección pontificia en el año 155; ocupó el undécimo sitio en la Santa Sede. Gobernó la Iglesia cuando Roma era un gran centro de religiosidad y cultura. Fungió como moderador de las disertaciones entre griegos y orientales para acordar la fecha de celebración de la Pascua y fijó la misma en domingo, acorde con la tradición del apóstol Pedro. Murió en Roma, víctima de las persecuciones.
Santos: Perfecto de Córdoba, mártir, y Galdino de Milán, obispo. Beata María de la Encarnación, religiosa.
SAN PERFECTO DE CÓRDOBA, del latín, "completo" (850?). Mártir. Se ignoran detalles de su vida. De origen español, nacido en Córdoba. Después de ser ordenado sacerdote, fue asignado como párroco en el templo de San Acisclo, en su tierra natal. Durante la persecución de los sarracenos fue capturado y encarcelado. Al ser interrogado por las autoridades paganas sobre su opinión acerca de Cristo y Mahoma, expresó que Jesús era el Dios verdadero y Mahoma un profeta falso. Por lo anterior permaneció en prisión hasta morir martirizado, quizá en el año 850. Su culto se pierde en la memoria de tos tiempos.
Santos: Emma de Bremen, viuda, y León IX, papa. Beato Conrado de Ascoli, presbítero.
SANTA EMMA DE BREMEN, del germánico antiguo, "fuerza" (l045). Viuda. Pese a su noble ascendencia no existen detalles de su infancia; era de origen sajón; profesaba la fe de Cristo, demostró sus virtudes y paciencia al soportar el mal carácter de su progenitora. Conocedor de sus cualidades, su padre le procuró una unión conyugal con un buen hombre: el conde Ludger, con quien procreó dos hijos, uno de ellos de nombre Imad llegó a ser obispo en Westfalia, Alemania. Aún joven quedó viuda y heredó una cuantiosa fortuna, que dedicó a obras de caridad; propició la construcción de monasterios y templos. Estableció una abadía en Westfalia y dos en Bremen, Alemania, siendo esta ciudad la más favorecida con su generosidad. Después de cuarenta años de servicio al prójimo y ser ejemplo de oración falleció en Bremen, iniciando el pueblo su culto.
Santos: Inés de Montepulcíano, abadesa; Marcelino de Embrun, obispo, y Anastasio de Antioquía, mártir.
SANTA INÉS DE MONTEPULCIANO, del griego, "casta", "pura" (1268-1317). Abadesa. Hija de acaudalada familia, nació en Gracciano Vecchio, Italia. Desde los nueve años cursó sus estudios en un monasterio de Montepulciano; destacó por su piedad. Por sus cualidades, con una dispensa especial de la Santa Sede fue enviada a fundar el monasterio dominico de Santa María Novella, en Orvieto, del que fue nombrada abadesa. Durante su cargo fue prudente y se distinguió por su continua oración; se dice que tuvo el don de realizar milagros y el de la profecía. Padeció penosa enfermedad con paciencia, por lo cual le prohibieron los ayunos y penitencias extremas que de continuo practicaba. Al parecer le atestiguaron éxtasis y levitaciones. A fines del siglo XIII fue asignada abadesa en Montepulciano, donde continuó su ejemplar vida hasta su muerte. Benedicto XIII la canonizó en 1728. Iconografía: con hábito, lirio y un cordero por asonancia con su nombre (del latín agnus, cordero). Patrona de Orvieto y Montepulciano.
Santos: Anselmo de Canterbury, doctor de la Iglesia, Conrado de Parzham, hermano lego.
SAN CONRADO DE PARZHAM, del germánico "consejero audaz" (1818-1894). Hermano lego. El ejemplo de este santo demuestra lo que hace el servicio al prójimo unido al amor a Dios. Nació en Parzham, Baja Baviera, Alemania. Se desconocen pormenores de su vida. Hasta a los treinta años de edad trabajó en su propia granja, pero sintió el llamado de Dios y se presentó con los frailes capuchinos del santuario de Nuestra Señora de Altötting. Ahí se le recibió como hermano lego y atendió la portería el resto de su vida. Sin embargo, no sólo se limitaba a abrir o cerrar la puerta, sino que permanecía orando y cada vez que llamaban atendía con cariño y, por amor a Dios, a los proveedores, menesterosos, peregrinos o visitantes. Para cada uno tenía palabras de aliento o bien les hablaba de las bondades divinas, incluso los impulsaba a la vocación religiosa. Muchos religiosos y religiosas confesaban que gracias a la actitud de Conrado habían profesado. Su muerte, con fama de santo, ocurrió en su convento de Altötting. Iconografía: con burda túnica, descalzo, rodeado de unos pajaritos.
III DOMINGO DE PASCUA
Santos: Agapito I, papa; Sotero y Cavo de Roma, mártires.
SANTOS SOTERO Y CAYO, del griego "salvador", y del latín, Gaius, prenombre romano, respectivamente. Pontífices y mártires. SOTERO (t!75). Oriundo de Fondi, Italia, electo en el año 166, en el sitio duodécimo después de san Pedro. Estableció la celebración anual de la Pascua y confirmó el matrimonio como sacramento. Se distinguió por su generosa ayuda a viudas, huérfanos, marginados y a los condenados a trabajos forzados en las minas; por lo anterior se le conoció como "el Pontífice de la caridad". Murió víctima de las persecuciones; sepultado en la Vía Apia, la tradición lo venera como mártir. CAYO (296). Nació en Dalmacia, actual Croacia y Bosnia, electo en diciembre de 283, en el orden vigésimo octavo de la cronología. Organizó las órdenes sagradas para ascender al episcopado. Realizó vasta misión de evangelización y logró numerosas conversiones; se ocultó en cuevas para evitar ser capturado por las tropas paganas. Se cree que murió mártir, sobre su tumba, en las catacumbas de San Calixto, se escribió Domno, palabra que señala a los que murieron mártires.
Santos: Jorge de Turquía y Adalberto de Praga, mártires. Beato Gil de Asís, religioso.
SAN ADALBERTO DE PRAGA, del germánico, "el brillo de la nobleza" (997) Mártir. De origen alemán, nació en Bohemia. Se desconocen datos de su familia e infancia. Su nombre era Wojtecb (que significa "ayuda del ejército"), y lo cambió por Adalberto, al ser confirmado por el obispo del mismo nombre a quien debía su educación y formación en la fe de Cristo. Se le nombró obispo de Praga; en esta diócesis luchó para erradicar el paganismo y las herejías. Tiempo después viajó a Roma e ingresó en la vida monástica y vivió sus últimos años en Polonia. Finalmente, pretendió evangelizar en Prusia y murió mártir atravesado por una lanza de los enemigos paganos. Su culto es inmemorial.
II ANIVERSARIO DE LA SOLEMNE INAUGURACIÓN DEL MINISTERIO PETRINO DEL PAPA BENEDICTO XVI (2005)
Santos: Fidel de Sigmaringen, mártir; Benito Menni, fundador, y Guillermo Fírmalo, confesor.
SAN FIDEL DE SIGMARINGEN, del latín, "fiel" (1578-1622). Mártir. Nació en Sigmaringen, Alemania, de padres católicos con recursos; bautizado como Marcos. A los diecinueve años murió su padre y después su madre; quedó al cuidado de un tutor cristiano. Cursó la universidad en Willingen, hasta doctorarse en filosofía. Durante seis años viajó por Europa ampliando su cultura. Regresó a su país, continuó estudios hasta titularse en derecho civil y eclesiástico. Distinguido abogado y con amplios recursos, se percató de la corrupción practicada por algunos colegas y decidió cambiar su bufete por la vida monástica. Solicitó su ingreso con los capuchinos, pero por su edad no lo aceptaron. Acudió al clero diocesano y fije aceptado y, por una dispensa especial debido a sus conocimientos, recibió la ordenación sacerdotal (1612). Empeñado en ser franciscano ese mismo año se presentó con los capuchinos y recibió el hábito de la orden; cambió su nombre por el de Fidel y profesó en 1613. Durante cinco años estudió teología; ocupó el cargo de prior en los conventos alemanes de Feldkirch, Freiburg y Rheinfelden, entre otros. Destacó por su oratoria y participó en la campaña de evangelización en territorio suizo (1621). Estando en Seewis, Suiza, cuando predicaba, entró al templo la soldadesca y él, para evitar un sacrilegio dentro del lugar, salió a la calle, trató de huir pero fue alcanzado y ultimado por una espada. Benedicto XIV lo canonizó en 1746. Iconografía: con túnica café y espada, por su martirio.
Santos: Marcos, evangelista y mártir; Pedro de San José de Betancur, fundador. Beata Gabriela Saghedo, virgen.
SAN MARCOS, del griego "martillo" (siglo I). Evangelista y mártir. Al parecer originario de Chipre. Discípulo de los apóstoles Pedro y Pablo; fue primo de Bernabé (el compañero de este último). Vivía en Jerusalén, en la casa de María, su madre, donde se reunían los primeros cristianos. Se le atribuye la autoría del segundo de los cuatro evangelios, siendo el más breve (cuenta con dieciocho capítulos), probablemente escrito en el año 70 de nuestra era, donde narra (en forma concisa) los hechos y recorridos de Jesús, a la vez que explica las costumbres judías. Acompañó a Pablo y Bernabé a Chipre en su primer viaje misionero y después regresó a Roma. Se considera que escribió en su evangelio lo que Pedro narraba de Cristo. Pablo expresó de él que era un amigo leal y buen ayudante y Pedro se refiere a él diciéndole "mi hijo". Piadosas leyendas indican que predicó en Egipto y murió mártir en Alejandría, donde fue sepultado ahí y que en el siglo IX sus restos fueron robados y llevados a Venecia, Italia, donde se veneran en la catedral a él dedicada. Iconografía: con túnica y capa de la época, escribiendo su evangelio, a su lado un león. Protector de notarios, vidrieros y curtidores.
Santos: Cleto y Marcelino, pontífices y mártires; Franca Vidalta, abadesa. Beato Rafael Arnaiz, monje.
SANTOS CLETO Y MARCELINO, del griego, "elegido" y "consagrado a Marte", respectivamente. Pontífices y mártires. CLETO (88). También conocido como Anacleto, era de origen romano. Fue discípulo del apóstol Pedro, quien lo convirtió. Tercer pontífice en la historia de la Iglesia, electo en el año 76. Estableció normas para la elección de obispos y la confección de hábitos eclesiásticos. Impulsó la construcción de un oratorio para sepultar a los mártires. Víctima de las persecuciones murió mártir hacia el año 88. MARCELINO (304). Nació en Roma. Electo en junio del año 296; fue el pontífice vigésimo noveno de la cronología. Aprobó que los apóstatas arrepentidos fueran aceptados por la Iglesia. Durante su ministerio, las persecuciones de Diocleciano (245-313) alcanzaron el máximo grado de violencia, fue mártir de estas.
Santos: Beata María Guadalupe García Zavala, cofundadora. Santa Zita de Lucca, virgen.
BEATA MARÍA GUADALUPE GARCÍA ZAVALA, del arameo, "señora" y del náhuatl, coatlaxopeuh, "la que pisoteó la serpiente" (1878-1963). Cofundadora. Nació en Zapopan, Jalisco. Sus padres vivían atrás de su propia tienda, enfrente de la Basílica de Nuestra Señora de Zapopan. Aún pequeña de continuo se encontraba orando en dicho santuario. En su juventud estudió piano, así como corte y confección, actividad en la que trabajó con diseños de alta costura, ayudando en el hogar con sus ganancias. Nunca descuidó el aspecto espiritual; asistía a la Conferencia Vicentina haciendo obras de beneficio social. Perteneció a la Corte de Honor Eucarística. El padre Cipriano Iñiguez, su confesor, descubrió en Guadalupe su carisma de entrega en el servicio a los necesitados así como su vocación religiosa y para consolidar la ayuda a las clases marginadas ambos fundaron la congregación de Siervas de Santa Margarita María y de los Pobres (1901). Establecieron en Guadalajara un hospital que la Madre Lupita —como los enfermos la llamaron con cariño—, atendió durante 26 años. Demostró sus dotes administrativas y esmero en el sostenimiento del nosocomio. Se distinguió por ser afable y sencilla; procuraba tiempo para platicar con el enfermo y darle ánimo y consuelo. Al paso del tiempo, minada por la enfermedad, recorría el hospital en silla de ruedas, haciendo exclamar: "...el corazón de la Madre Lupita no tiene límites para hacer el bien". Su lema fue: "La caridad hasta el sacrificio y constancia hasta la muerte". Se durmió en el Señor en el mencionado hospital, donde se veneran sus reliquias y existe un museo con la obra de esta notable religiosa. Escribió una Autobiografía, con el título que le han dado sus devotos: El ángel de los enfermos. Piadosas anécdotas narran que en la actualidad, algunos enfermos la ven en su gravedad —sin haberla conocido— y al sanar la reconocen en su fotografía. Su obra se encuentra en Jalisco, Baja California, Sonora, Colima y Tijuana. Beatificada por Juan Pablo II en 2004. Su canonización está vigente, para hacerla santa hace falta, con su intercesión, obtener un milagro. Iconografía: con hábito y crucifijo al cuello.
Santos: Pedro María Chanel, protomártir marista, y Luis María Grignon de Montfort, fundador.
SAN PEDRO MARÍA CHANEL, del arameo, "piedra" (1804-1841). Protomártir marista. Nació en La Potiére, Francia, aunque algunos textos mencionan que en Cuet, en el mismo país. En su niñez a la vez que estudiaba, frecuentaba el templo. Al darse cuenta de sus virtudes, el párroco lo recomendó por carta con los misioneros. Pedro, a los quince años, ya valoraba la importancia de ejercer ese ministerio. Definida su vocación sacerdotal estudió en el seminario hasta recibir la ordenación sacerdotal (1827); ejerció su ministerio en varias parroquias, en las que logró regresar a la fe de Cristo a algunos calvinistas. Sin embargo, su deseo era acudir a tierras de misión y solicitó su ingreso en la Sociedad de María (padres maristas). El fundador de esa sociedad, Juan Claudio Colín, había sido su profesor y conocía las cualidades de Pedro y lo aceptó con agrado (1831). Acompañó al fundador a Roma a solicitar la aprobación papal para misionar en Oceanía (1833). Regresaron a su patria y en 1836, aprobada por la Santa Sede la mencionada solicitud, el Padre Chanel se embarcó con otros compañeros rumbo a Oceanía, A su llegada desembarcaron en la isla de Futura, en el archipiélago de la Polinesia (1837); ahí, con el hermano Nazario, iniciaría su trabajo. Consiguió que un comerciante inglés lo auxiliara a entenderse con los nativos. Aprendió la lengua y logró numerosas conversiones (1838). Pese a esto, había enemigos de los misioneros, pero el padre hizo amistad con el hijo del jefe de la tribu Alo, quien lo apoyó; esto acrecentó el odio contra el sacerdote. En 1841 recibió a Musumusu, yerno del jefe de la tribu, quien lo golpeó y con un hacha le abrió la cabeza. Tres años después la sangre del mártir fue semilla de cristianos y todos los pobladores de Futura habían sido bautizados. Su cuerpo fue trasladado a Lyon, Francia, en 1851 y sepultado en el seminario marista. Pío XII lo canonizó en 1954. Iconografía: con hábito, palma por su martirio, evangelizando.
VI DOMINGO DE PASCUA
Santos: Catalina de Siena, doctora de la Iglesia, y Hugo "el Grande" de Cluny, abad.
SANTA CATALINA DE SIENA, del griego, "pura" (1347-1380). Doctora de la Iglesia. Nativa de Siena, Italia. A los seis años tuvo una visión de Cristo quien le pidió consagrarse a Él. En la adolescencia hizo voto de castidad; en la soledad permanecía en oración y renunció a las diversiones. En vano sus padres pretendieron que contrajera nupcias. En 1363 ingresó como terciaria en la orden dominica; vistió el hábito, tuvo un guía espiritual y siguió un Reglamento. Permanecía en su hogar pero comprometida en atender a los pobres y los enfermos. Durante cuatro años atendió a los necesitados soportando burlas y humillaciones de parte de familiares y conocidos; además superó tentaciones carnales. Antes de los 20 años tuvo una visión de Cristo colocándole un anillo esponsal; estas experiencias místicas, éxtasis y levitaciones continuaron de por vida. El Espíritu Santo le otorgó el don de consejo. Asimismo, la orden dominica la hacía participar en sus reuniones capitulares, ahí se percataron de la inteligencia y sabiduría con que Dios la había dotado. Por su intervención con el pontífice Gregorio XI (1370-1378) éste trasladó la Sede pontificia de Aviñón, Francia, a Roma (1376). Cabe hacer notar que Catalina aprendió a leer a los treinta años, por tanto, lo realizado en bien de la Iglesia fue por inspiración divina. Desde 1375 sintió en su cuerpo los estigmas de la Pasión del Señor. En sus escritos destaca Diálogos y 400 cartas. Su muerte ocurrió en Roma. Fue canonizada por Pío II en 1461. Pablo VI la proclamó Doctora de la Iglesia (1970). Iconografía: con túnica blanca y capa negra, en las manos un crucifijo y un lirio.
Santos: Pío V, papa; José Benito Cottolenqo, fundador, y Donato de Epiro, obispo.
SAN JOSÉ BENITO COTTOLENGO, del hebreo, "Dios acrecentará" y del latín, "bendito" (1786-1842). Fundador. Nació en Bra, Piamonte, Italia. En su infancia dio indicios de su vocación para atender enfermos. Fue devoto de santo Tomás de Aquino (28 de enero), ya que por su intercesión aprobó sus exámenes. Después de su academia recibió la ordenación sacerdotal (1811) y obtuvo el doctorado en teología. Ejerció su ministerio en Turín y demostró capacidad para las obras sociales. En cierta ocasión atendió a bien morir por falta de médico a una mujer humilde y decidió (sin recursos) confiar en Dios y acondicionó una casa para atender a enfermos pobres, con el nombre de pequeña casa de la Divina Providencia, siendo ésta la que de por vida financió su obra, ya que él no llevaba cuentas. Durante una epidemia el gobierno clausuró la casa por considerarla inadecuada. Sin embargo, no se desanimó y en 1832 reinició el establecimiento de un nosocomio más grande, con idéntico sistema económico. Su fe y caridad admirables atrajeron numerosas vocaciones con las que fundó comunidades femeninas y masculinas extendiendo sus pequeñas casas por Europa. Con gran fe expresaba: "Caridad y confianza, lo mismo le cuesta a Dios dar de comer a dos pobres que a dos mil". Con el tiempo surgieron residencias para minusválidos, psiquiátricos, asilos, hospicios, etc. Murió en Chieri, Italia. Pío XI lo canonizó en 1934.
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