Folleto EVC No. 348

¿QUÉ ES PARA USTED LA RELIGIÓN CATÓLICA?

 

Lo que la Religión Católica sea para usted depende de dos cosas:

- Del conocimiento que tenga usted de ella.

- De la clase de vida que esté llevando.

 

Si usted es un ignorante por completo en Religión, si su ignorancia llega al grado de no ser capaz ni de dar una buena definición de lo que es la Religión, ella podrá ser para usted algo odioso; pues de igual manera que para amar una cosa se requiere conocerla y estimarla, con frecuencia odiamos lo que no conocemos, lo que no entendemos.

Y todavía le parecerá a usted aún más odiosa, al está llevando una vida de pecado, pues aunque usted no sepa ni lo que es la Religión, se dará cuenta instintivamente de que condena su conducta y eso no le agradará, y se revelará contra ella; dirá que es el opio del pueblo porque duerme en éste los malos deseos, los deseos desordenados de lujuria y de rapiña como los que usted tiene y la Religión no será para usted otra cosa que prejuicios y supersticiones.

Si, esto es la Religión Católica para los que a su ignorancia añaden estar llevando una mala vida: sea que además de, su esposa tengan otra mujer, o que se estén enriqueciendo con negocios sucios, o se han divorciado y vuelto a casar, o han ingresado a la masonería, o al comunismo, etc., etc., todos ellos odian la Religión; no quieren ni oír hablar de ella y llega su odio hasta a declararse enemigos de la instrucción religiosa so-pretexto de que dicha instrucción fomenta los prejuicios y fanatismos que juzgan intolerables.

Pero están en esto plenamente equivocados y hablan así también porque no tienen o no quieren tener un concepto correcto de lo que son los prejuicios y el fanatismo, pues de tenerlo, sabrían que ellos son producto de la ignorancia y que, por lo tanto, para extirparlos el único medio es precisamente la instrucción religiosa.

 

Para combatir el fanatismo y los prejuicios hay que fomentar la instrucción Religiosa.

Bastaría para que se diera cuenta de cuan equivocados están los que quieren proscribir la Instrucción Religiosa so-pretexto de combatir el fanatismo y los prejuicios, con que consultaran en el Diccionario de la Real Academia Española el significado de estas dos palabras, pues si así lo hicieran, verían que:

"Fanático, ca,": (del latín fanaticus) adj. Que defiende con tenacidad y furor, opiniones erradas en materia de Religión U. t. c. s. preocupado o entusiasmado ciegamente por una cosa. FANATICO por la música.

"Fanatismo,": m, Tenaz preocupación del fanático.

" Prejuicio": es la acción de juzgar de las cosas sin tener de ellas cabal conocimiento.

Así pues, si damos a las palabras el verdadero significado que tienen en castellano, tanto el fanatismo como los prejuicios, son resultado de la ignorancia y, por lo tanto, la manera de combatirlos, es precisamente pro pagando la instrucción religiosa.

Y todavía más, nótese que, de acuerdo con lo que establece el Diccionario, no cabe fanatismo cuando se defienden opiniones ciertas en materia de Religión; y que, por el contrario, los fanáticos son sus enemigos pues ellos defienden opiniones erradas sobra Religión y por cierto, con más "furor" que como defienden los católicos las suyas.

Y otro tanto hay que decir acerca de los prejuicios, si ellos son la acción de juzgar de las cosas sin tener cabal conocimiento de ellas, es evidente que habrá que tener cabal conocimiento de la Religión para poder juzgar de ella sin prejuicios, conocimiento que únicamente se obtiene mediante la Instrucción Religiosa.

Es de causar pasmo, el observar las aberraciones a las que conduce el odio a la Religión, a aquellos malvados cuya ignorancia religiosa llega al grado de no saber ni siquiera dar una buena definición de lo que es Religión.

Si el conocimiento que de la Religión tiene usted es deficiente y hasta equivocado, como lo tienen actualmente la inmensa mayoría de los católicos en México a causa de la ignorancia religiosa que ha producido la escuela laica, lo que trae consigo un desequilibrio fatal, pues generalmente todo lo que saben los adultos de su religión es lo que mal aprendieron y peor entendieron de niños antes de hacer su Primera Comunión, de donde resulta que ya crecidos tienen religión de niños y necesidades y mentalidad de adultos; puede ser entonces para usted la Religión Católica "una de tantas religiones" algo sin mayor importancia, propia sola para seres sentimentales y sumisos como son las mujeres y los niños y la verá usted hasta con indiferencia.

Esta indiferencia será aún mayor si lleva usted una vida mundana, si Dejándose contagiar por el ambiente que ha producido la escuela laica, piensa usted como los mundanos, de modo contrario a como lo instituyó Nuestro Señor Jesucristo, pues El nos dice: bienaventurados los pobres de espíritu, (es decir, los que no tienen apego desordenado a la riqueza), porque de ellos es el Reino de los Cielos y usted piensa: "Bienaventurados los que nadan en la abundancia y en las riquezas, porque ellos son los reyes de la tierra".

Nos dice Nuestro Señor: bienaventurados los que lloran, es decir, los que lloran sus pecados, los que hacen penitencia, los que sufren con resignación las penas de la vida, considerándolas como justo castigo de ellos y usted piensa: "Bienaventurados los que gozan y se divierten harto porque la vida es corta y hay que saberla aprovechar".

Nuestro Señor nos dice: Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicias es decir, los que desean ardientemente alcanzar la santidad, vivir la vida perfecta y usted piensa: "Bienaventurados los que teniendo hambre y sed de las vanidades de este mundo pueden saciarles plenamente, porque es en ellas donde se encuentra la felicidad".

Nuestro Señor nos dice: Ama a tu prójimo como a ti mismo y a usted ¡Qué le importa el prójimo, al que egoístamente sacrifica por su bien personal! Nos dice Nuestro Señor: Lo que Dios ha unido no lo desuna el hombre y usted encuentra en razón que cuando alguien no es feliz en su matrimonio se separe de su cónyuge para buscar felicidad en otra unión.

En fin Nuestro Señor nos dice: Ama a tus enemigos devuelve bien por mal y usted dice: "A mí quién me la hace me la paga".

Nada de extraño tiene que pensando usted en esa forma y obrando en consecuencia, pues es bien subido que la idea engendra el acto, su indiferencia por su religión llegue al grado de que ni vaya a Misa los domingos (pues usted no sabe lo que es la Misa, desconoce su excelencia y está ignorante de que los fieles no son simples espectadores en ella, sino que son cosacerdotes y víctimas), ni mucho menos frecuente los Sacramentos, de los que no tiene la estima que merecen; si usted en fin, es de los que "no practican", como vulgarmente se dice, la Religión será para usted algo sin mayor interés, algo indiferente..

Ahora bien, si a pesar de su conocimiento deficiente y hasta equivocado en Religión, lleva usted una vida moral y "practica", su falta de instrucción religiosa dará lugar a muchos pensamientos y conceptos equivocados, por ejemplo: prestará usted más atención a las pocas cosas que hay en la vida que encontramos absurdas y pensará que el mundo está muy mal arreglado y al ver que Dios no le concede todo cuanto le pide, dudará de su Providencia Divina, ¡cómo si la Religión fuera el arte de lograr a fuerza de oraciones, que Dios haga nuestra voluntad, en vez de hacer nosotros la suya!

Y si tiene usted conocimiento de la excelencia de la Moral católica, esa Moral que condena el divorcio, el control de la natalidad, que exige restituir lo robado etc., etc., de esta Moral que no se limita a ordenar la que debemos hacer para ser buenos, sino para ser santos, y que por desconocer el auxilio espiritual que nos proporcionan los Sacramentos, juzgará usted que es algo muy hermoso, pero imposible de ser llevada a la practica.

Y si desconoce usted la APOLOGETICA no verá usted la razón para obedecer los preceptos y seguir los consejos de la Religión ella será para usted UNA IMPOSICION ARBITRARIA que restringe nuestras actividades que nos entristece. San Francisco de Sales dice: que un Santo triste es un triste Santo un yugo que más o menos penosamente cargamos.

Si Ud. conoce bien su Religión y la VIVE ...

¡Ah! Pero si usted está bien instruido en Religión si se ha dado cuenta de la excelencia de la Religión Católica, de su superioridad infinita sobre las demás religiones principalmente a causa de sus SACRAMENTOS, que son el ORO de la Religión de Cristo la riqueza Divina que es privilegio exclusivo de la Religión Católica si se ha dado cuenta de las ventajas insospechadas que, nos trae no solamente en la otra vida, sino en ésta; ¡qué diferente aparecerá la Religión ante Usted!

Si está instruido en Apologética, que es la Ciencia que defiende la Religión Católica dándonos a conocer sus fundamentos científicos, la demostración de la verdad de sus enseñanzas y de la falsedad de las demás religiones y refuta las objeciones que le hacen sus enemigos, si se ha dado cuenta de que es de razón obedecer los preceptos de la Iglesia y seguir sus consejos, que son los Preceptos y los Consejos de Cristo; así como de que nos presenta la demostración de la verdad de sus enseñanzas, lo que hace que su Doctrina sea una Ciencia, ¡que lejos estará la Religión de ser para Usted una imposición arbitraria!

Si conservándose habitualmente en Estado de Gracia, requisito indispensable para entender la Religión, ha contemplado sus maravillosos Misterios, y se ha dado cuenta de lo que es la GRACIA ese DON DE DIOS que es su misma vida, la que nos trajo Nuestro Señor Jesucristo al mundo, que nos da los Sacramentos y nos lleva al Excelentísimo Estado de Gracia en el que Dios está en nosotros, presente, viviente, santificando, divinizando nuestra alma y nos vuelve como dioses; en pocas palabras si no solamente practica la Religión sino que la VIVE, pues no hace usted a la fuerza lo que ella ordena y aconseja, sino que lo hace con alegría, porque le nace de lo más hondo del alma, ¡Ah, qué diferente aparece entonces a usted la Religión Católica!

Ella lo lleva a usted a ver a Dios en todas las cosas, le descubre lo admirablemente bien que El las ha hecho, en todo cuanto ve descubre la Inteligencia, Sabiduría, Poder y Bondad Infinitos de Dios.

El mundo todo cambia para usted, pues se llena de amor de Dios y todo lo ve más hermosa todo es para usted pasmo, alegría, éxtasis.

Vive usted profundamente agradecido a Dios por todo lo que le ha dado, en lo que se goza de una manera muy especial, pues ve todo cuanto tiene como lo que es, una dádiva suya por la que tiene que estarle profundamente agradecido y pone su atención más en lo que tiene, que en lo que le falta, que muchas veces ni nota y cuando lo nota, le pide a Dios se lo conceda si es su Santa Voluntad; pues cuando entiende usted la Religión, sabe que ella no consiste en encontrar la felicidad en que Dios haga nuestra voluntad, sino en hacer nosotros la Suya, y lo bendecimos cuando no nos concede lo que le pedimos como si nos lo hubiera concedido

- Cuando conoce usted la Religión y la vive, ella deja de ser un yugo para usted, es por el contrario las alas que lo elevan al cielo.

- Cuando conoce bien su Religión y la vive, deja de verla como una restricción a sus actividades, pues ella es por el contrario un impulso maravilloso al bien.

- Cuando conoce usted bien su Religión y la vive, en vez de sentirse privado de la libertad, como un esclavo, se siente libre, pues libre es el que hace lo que quiero y ninguna libertad pierde el cristiano al no podar hacer el mal que la Religión prohibe, por la sencilla razón de que no quiere hacerlo.

 

RESUMIENDO:

Lo que la Religión Católica sea para Usted depende de 2 cosas:

- Del conocimiento que tenga Usted de ella.

- De la clase de vida que esté llevando. Así pues:

- Si Usted es ignorante en Religión y lleva mala vida, ella es algo odioso, el opio del pueblo, prejuicios y fanatismo.

- Si la conoce a medias e ignora la Apologética y no es consciente de su excelencia, la Religión será para Usted una imposición arbitraria, un yugo que más o menos penosamente arrastra.

- Pero si Usted la conoce bien y la VIVE, la Religión Católica será para Usted alegría, libertad, riqueza, RIQUEZA INFINITA, felicidad, la mayor felicidad sobre la tierra: la Divina Esperanza de la Felicidad Eterna y Divina de la otra vida, será, en fin; las alas que elevan el alma al Cielo.

"INSTRUCCIÓN RELIGIOSA Y EUCARISTÍA" A. M. D. G.

 


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