Mons. Rafael Guízar Valencia a un paso de la canonización

La Santa Sede promulgó el decreto que reconoce el milagro atribuido a la intercesión del Beato Rafael Guízar Valencia.

Mons. Rafael Guízar y Valencia, Obispo de Veracruz durante los años de la persecución religiosa en México.

Ciudad del Vaticano, 05 de mayo de 2006. – Benedicto XVI autorizó este viernes la promulgación del decreto que reconoce un milagro atribuido a la intercesión del beato Rafael Guízar Valencia, quien fuera el quinto obispo de Veracruz, gran evangelizador en México durante la cruenta persecución religiosa del siglo pasado.

El hecho milagroso ocurrió en Xalapa, Veracruz (México). El niño Rafael de Jesús, cuando tenía 31 semanas de gestación le detectaron paladar hendido y labio leporino en el vientre de su madre. El bebé nacería con esa malformación. Encomendaron a Dios la salud del bebé, por intercesión del beato obispo de Veracruz. Cuando nació el niño, los papás preguntaron al médico: "¿Cómo nació?". A lo que el médico respondió: "Sano, sin ninguna malformación…". El reconocimiento de un milagro atribuido a su intercesión es una de las condiciones decisivas para que un beato pueda ser canonizado.

Rafael Guízar Valencia (26 de abril de 1878 – 6 de junio de 1938) nació en Cotija de la Paz (Michoacán) y fue el séptimo de los once hijos del matrimonio Guízar Valencia. Su hermano Antonio fue arzobispo de Chihuahua. Recibió la ordenación sacerdotal en Zamora, el 1 de junio de 1901, cuando contaba con 23 años de edad. Tuvo la encomienda de ser el director espiritual del seminario de Zamora donde impartió clases de Teología dogmática.

Pronto fue nombrado misionero apostólico por el Papa León XIII, cargo por el que se dedicó a evangelizar los pueblos que visitaba, inspirado en un sencillo «Catecismo» que él mismo escribió. En tiempos de la revolución mexicana de 1910 se dedicó a atender particularmente a los moribundos y a sus familias. En 1913, misionó entre los soldados, en la Ciudad de México, Puebla y Morelos. Auxilió a los heridos del ejército de Carranza e incluso logró filtrarse como capellán en el ejército de Zapata.

Disfrazado

El corazón del Rafael Guízar y Valencia permanece incorrupto.

de vendedor de baratijas, en medio de la lluvia de balas, se acercaba a los que agonizaban y les ofrecía la reconciliación con Dios, les impartía la absolución sacramental y muchas veces, les daba también el sagrado Viático que llevaba consigo de manera oculta, para que no lo descubrieran como sacerdote.

Durante la persecución religiosa de los años veinte, el padre Guízar tuvo que emprender el camino del destierro a Estados Unidos, Guatemala y la isla de Cuba, donde continuó con su obra misionera. En julio de 1919, se encontraba en La Habana, Cuba, cuando recibió la noticia de que el Papa Benedicto XV le nombró obispo de Veracruz. El 30 de noviembre de 1919, recibió en La Habana, Cuba, la consagración episcopal, por el Delegado Apostólico, monseñor Tito Trochi.

Entre sus obras como obispo, reconstruyó el seminario diocesano, estableciéndolo en Xalapa, para trasladarlo después a la Ciudad de México, cuando las tropas anticlericales se apoderaron de los inmuebles de la Iglesia. Al estallar nuevamente la persecución religiosa, bajo el gobierno del presidente Plutarco Elías Calles, tuvo que viajar a la Ciudad de México con muchos de sus seminaristas, y pidió a los sacerdotes de Veracruz continuar con sus servicios desde el anonimato. Monseñor Guízar logró mantener activo el seminario; las autoridades lo buscaron y, para salvar su vida, abandonó nuevamente el país; pasó de los Estados Unidos a Cuba, Guatemala y Colombia.

El 7 de mayo de 1929, el Presidente Portes Gil declaró su buena voluntad de diálogo con los Obispos. Al oír esta noticia, monseñor Guízar Valencia decide regresar a su Patria, a su Diócesis y a su Seminario. El 24 del mismo mes de mayo escribe a todos sus fieles una carta pidiéndoles oraciones para que se llegue pronto a un arreglo pacífico entre la Iglesia y el Estado. El arreglo, aunque provisional, se hizo público el 22 de junio de 1929.

En 1931, ante la ley del gobernador de Veracruz, Adalberto Tejeda, que imponía el control del gobernador del culto en la diócesis, limitando el número de sacerdotes a uno por cada cien mil habitantes (trece sacerdotes para todo el Estado de Veracruz), monseñor Guízar tuvo que salir desterrado por tercera vez a Puebla y a la Ciudad de México. Más tarde regresó a pesar de que se había dictado contra él una sentencia a muerte.

Después de una dolorosa enfermedad, falleció en una casa contigua al edificio de su Seminario,

Mons. Rafael Guízar y Valencia de pie en traje y el entonces seminarista Marcial Maciel, abajo de espaldas, cavando un pozo para beneficio de la comunidad.

en la Ciudad de México y auxiliado espiritualmente por su hermano Antonio. Mons. Guízar quiso fallecer acostado en el suelo, en señal de austeridad y de clara conciencia de su condición de creatura ante Dios.

Fue beatificado, el 29 de enero de 1995, por Su Santidad Juan Pablo II, en la Basílica de San Pedro en Roma.

Una de las hermanas del futuro santo, María, fue madre de la Sierva de Dios Maura Degollado Guízar (Mamá Maurita), madre a su vez del padre Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo y del Movimiento de apostolado Regnum Christi. El padre Maciel cuenta de su tío: «Recuerdo que en alguna ocasión me invitó a acompañarlo a la Alameda de la Ciudad de México. Él llevaba un acordeón que tocaba muy bien, pero yo no sabía para qué lo iba a usar. Llegamos a este lugar, muy concurrido, sacó su acordeón y comenzó a tocar canciones populares […] La gente se reunió en círculo en torno a él. Cuando hubo un número suficientemente grande, dejó de lado el acordeón y comenzó a predicar a Cristo. No sé si lo hizo para darme una lección. Yo creo que le salía del alma y se veía que gozaba verdaderamente cuando podía hablar de Cristo a los demás» («Mi vida es Cristo», n. 16).

Si deseas conocer más sobre este santo obispo mexicano, te recomendamos la lectura del libro «Monseñor Rafael Guízar Valencia. Amigo de los pobres», del P. Pedro Barrajón, L.C., que se encuentra disponible en nuestra tienda virtual Misión Multimedia.