MISAL NOVIEMBRE DEL 2010 / www.laverdadcatolica.org |
Intenciones del Santo Padre para el mes de Noviembre 2010 |
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GENERAL | |
Para que cuantos son víctimas de las drogas y de toda clase de adicciones, encuentren en el poder de Dios Salvador la fuerza de cambiar radicalmente su vida, gracias al apoyo de la comunidad cristiana. |
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MISIONAL | |
Para que las Iglesias de América Latina, prosigan la Misión Continental propuesta por sus obispos, insertándola en la tarea misionera universal del Pueblo de Dios. |
Ante la ignorancia religiosa por un lado y los ataques de los enemigos de la Iglesia por otro, hay que dar respuesta por ejemplo a lo que dicen algunos que Jesucristo tuvo que irse a la India para ser “iluminado” o si se casó y tuvo hijos... | ||||
Todos los Santos
Santos: Salomón de Bretaña, laico; Clemente Kiusjemon y compañeros, mártires. Solemnidad (Blanco)
TODOS LOS SANTOS
ANTÍFONA DE ENTRADA
Alegrémonos en el Señor al celebrar la solemnidad de Todos los Santos, por la cual se alegran los ángeles y alaban al Hijo de Dios.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y eterno, que otorgas a tu Iglesia la alegría de celebrar, en esta solemnidad, los méritos y la gloria de todos los santos, concede a tu pueblo, por intercesión de todos estos hermanos nuestros, la abundancia de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 7, 2-4. 9-14
Yo, Juan, vi a un ángel
que venía del oriente. Traía consigo el sello del Dios vivo y
gritaba con voz poderosa a los cuatro ángeles encargados de hacer daño
a la tierra y al mar. Les dijo: "¡No hagan daño a la tierra,
ni al mar, ni a los árboles, hasta que terminemos de marcar con el sello
la frente de los servidores de nuestro Dios!". Y pude oír el número
de los que habían sido marcados: eran ciento cuarenta y cuatro mil, procedentes
de todas las tribus de Israel.
Vi luego una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla. Eran individuos
de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas. Todos estaban
de pie, delante del trono y del Cordero; iban vestidos con una túnica
blanca; llevaban palmas en las manos y exclamaban con voz poderosa: "La
salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono,
y del Cordero".
Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono, de los ancianos
y de los cuatro seres vivientes, cayeron rostro en tierra delante del trono
y adoraron a Dios, diciendo: "Amén. La alabanza, la gloria, la sabiduría,
la acción de gracias, el honor, el poder y la fuerza, se le deben para
siempre a nuestro Dios".
Entonces uno de los ancianos me preguntó: "¿Quiénes
son y de dónde han venido los que llevan la túnica blanca?".
Yo le respondí: "Señor mío, tú eres quien lo
sabe". Entonces él me dijo: "Son los que han pasado por la
gran persecución y han lavado y blanqueado su túnica con la sangre
del Cordero". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los que han recibido la marca del Cordero y las vestiduras blancas representan a los hombres y mujeres fieles a Dios, que han perseverado sobre las pruebas y tribulaciones.
Del salmo 23 R/.
Ésta es la clase de hombres que te buscan, Señor.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los
que en él habitan, pues El lo edificó sobre los mares, Él
fue quien lo asentó sobre los ríos. R/.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién
podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos
puras y que no jura en falso. R/.
Ése obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador,
le hará justicia. Ésta es la clase de hombres que te buscan y
vienen ante ti, Dios de Jacob. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 3, 1-3
Queridos hijos: Miren cuánto
amor nos ha tenido el Padre, pues no sólo nos llamamos hijos de Dios,
sino que lo somos. Si el mundo no nos reconoce, es porque tampoco lo ha reconocido
a Él.
Hermanos míos, ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado
cómo seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando Él se manifieste,
vamos a ser semejantes a Él, porque lo veremos tal cual es.
Todo el que tenga puesta en Dios esta esperanza, se purifica a sí mismo
para ser tan puro como Él. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Los cristianos nos sabemos hijos de Dios. Esa filiación nos ha sido dada desde el bautismo y se acrecienta a medida que conformamos nuestra vida con el mandamiento del amor.
ACLAMACIÓN
(Mt 11, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Vengan a mí todos los que están fatigados y agobiados
por la carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 5, 1-12
En
aquel tiempo, cuando Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte
y se sentó. Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida
comenzó a enseñarles y les dijo: "Dichosos los pobres de
espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los que
lloran, porque serán consolados. Dichosos los sufridos, porque heredarán
la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán
saciados. Dichosos los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios. Dichosos
los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de Dios. Dichosos
los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los
cielos.
Dichosos serán ustedes, cuando los injurien, los persigan y digan cosas
falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento,
porque su premio será grande en los cielos". Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
San Mateo nos presenta esta ampliada serie de las bienaventuranzas como un programa espiritual. Es oportuno formar nuestra vida con la justicia perfecta del Reino de los cielos.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, el sacrificio de alabanza que vamos a ofrecerte al celebrar hoy la fiesta de todos aquellos que gozan ya de tu vida inmortal, y concédenos experimentar siempre su protección y su ayuda en nuestro camino hacia ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque hoy nos concedes celebrar la gloria de todos los santos, asamblea de
la Jerusalén celestial que eternamente te alaba.
Hacia ella, peregrinos en la tierra, nos encaminamos alegres, guiados por la
fe y animados por la gloria de nuestros hermanos; en ellos encontramos ejemplo
y ayuda para nuestra debilidad.
Por eso, unidos a los santos y a los coros de los ángeles, te glorificamos
y cantamos, diciendo: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 8-10)
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, fuente única de toda santidad y admirable en todos tus santos, haz que este sacramento nos encienda en el fuego de tu amor y nos prepare para la alegría de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Conmemoración de todos los Fieles Difuntos
Santos: San Victorino de Pettau, mártir. Beato Juan Bodey, mártir. (Blanco o morado)
TODOS LOS FIELES DIFUNTOS
PRIMERA MISA
ANTÍFONA DE ENTRADA (1 Ts 4, 14; 1 Co 15, 22)
Si creemos que Jesús murió, y resucitó, así también creemos que Dios llevará con Él a los que mueren en Jesús. Y así como todos han muerto en Adán, así también todos revivirán en Cristo.
ORACIÓN COLECTA
Escucha, Señor, nuestras súplicas y haz que, al proclamar nuestra fe en la resurrección de tu Hijo, se avive también nuestra esperanza en la resurrección de nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de la Sabiduría: 3, 1-9
Las almas de los justos
están en las manos de Dios y no los alcanzará ningún tormento.
Los insensatos pensaban que los justos habían muerto, que su salida de
este mundo era una desgracia y su salida de entre nosotros, una completa destrucción.
Pero los justos están en paz.
La gente pensaba que sus sufrimientos eran un castigo, pero ellos esperaban
confiadamente la inmortalidad. Después de breves sufrimientos recibirán
una abundante recompensa, pues Dios los puso a prueba y los halló dignos
de sí. Los probó como oro en el crisol y los aceptó como
un holocausto agradable.
En el día del juicio brillarán los justos como chispas que se
propagan en un cañaveral. Juzgarán a las naciones y dominarán
a los pueblos, y el Señor reinará eternamente sobre ellos.
Los que confían en el Señor comprenderán la verdad y los
que son fieles a su amor permanecerán a su lado, porque Dios ama a sus
elegidos y cuida de ellos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los justos han vivido una espiritualidad de confianza y resistencia en Dios. El Señor, que es fiel y justo, no los defraudará, antes bien, los hará partícipes de su gloria para siempre.
Del salmo 26 R/.
Espero ver la bondad del Señor.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién
voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién
podrá hacerme temblar? R/.
Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del
Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar
continuamente en su presencia. R/.
Oye, Señor, mi voz y mis clamores y tenme compasión. El corazón
me dice que te busque y buscándote estoy. No rechaces con cólera
a tu siervo. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor
y fortaleza y en el Señor confía. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 3, 14-16.
Hermanos: Nosotros estamos
seguros de haber pasado de la muerte a la vida, porque amamos a nuestros hermanos.
El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida
y bien saben ustedes que ningún homicida tiene la vida eterna.
Conocemos lo que es el amor, en que Cristo dio su vida por nosotros. Así
también debemos nosotros dar la vida por nuestros hermanos. Palabra de
Dios. T. Te alabamos, Señor.
El Señor Jesús es el prototipo del amor auténtico. Es un
amor que se entrega sin reservas. Quien ama como Jesús, padece el mismo
rechazo del mundo que el padeció en su vida terrena.
ACLAMACIÓN
(Mt 25, 34) R/. Aleluya, aleluya.
Vengan, benditos de mi Padre, dice el Señor; tomen posesión
del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 25, 31-46
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado
de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará
en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante Él todas
las naciones, y Él apartará a los unos de los otros, como aparta
el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha
y a los cabritos a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre;
tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación
del mundo porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron
de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo
y me visitaron, encarcelado y fueron a verme'. Los justos le contestarán
entonces: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos
de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero
y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo
o encarcelado y te fuimos a ver?'. Y el rey les dirá: 'Yo les aseguro
que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo
lo hicieron'.
Entonces dirá también a los de la izquierda: 'Apártense
de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus
ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y
no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no
me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron'.
Entonces ellos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te
vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y
no te asistimos?'. Y Él les replicará: 'Yo les aseguro que cuando
no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron
conmigo'. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a
la vida eterna". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
El criterio decisivo que nos alejará o acercará del Padre celestial será la actitud compasiva o indiferente hacia todos los hambrientos y necesitados que Dios nos permitió encontrar.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te ofrecemos en este sacramento de amor que nos une a Cristo, tu Hijo, y recibe a nuestros hermanos difuntos en la gloria de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de difuntos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 11, 25-26)
Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá y el que vive y cree en mí, no morirá para siempre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por este memorial de la muerte y resurrección de Cristo que hemos celebrado, concede, Señor, a nuestros hermanos difuntos, gozar de la paz eterna de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
SEGUNDA MISA
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. 4 Esd 2, 34. 35)
Dales, Señor, el descanso eterno y brille para ellos la luz eterna.
ORACIÓN COLECTA
Dios de infinita misericordia, que quisiste que tu Hijo muriera para redimirnos a todos, concede a nuestros hermanos difuntos compartir con Cristo la gloria de la resurrección, en la que creyeron y esperaron. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 25, 6. 7-9
En aquel día, el
Señor del universo preparará sobre este monte un festín
con platillos suculentos para todos los pueblos.
Él arrancará en este monte el velo que cubre el rostro de todos
los pueblos, el paño que oscurece a todas las naciones. Destruirá
la muerte para siempre; el Señor Dios enjugará las lágrimas
de todos los rostros y borrará de toda la tierra la afrenta de su pueblo.
Así lo ha dicho el Señor.
En aquel día se dirá: "Aquí está nuestro Dios,
de quien esperábamos que nos salvara; alegrémonos y gocemos con
la salvación que nos trae". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 129 R/. Señor, escucha mi oración.
Desde el abismo de mis pecados clamo a ti; Señor, escucha mi clamor;
que estén atentos tus oídos a mi voz suplicante. R/.
Si conservaras el recuerdo de las culpas, ¿quién habría,
Señor, que se salvara? Pero de ti procede el perdón, por eso con
amor te veneramos. R/.
Confío en el Señor, mi alma espera y confía en su palabra;
mi alma aguarda al Señor, mucho más que a la aurora el centinela.
R/.
Como aguarda a la aurora el centinela, aguarda Israel al Señor, porque
del Señor viene la misericordia y la abundancia de la redención,
y Él redimirá a su pueblo de todas sus iniquidades. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 4, 13-14. 17-18
Hermanos: No queremos que
ignoren lo que pasa con los difuntos, para que no vivan tristes, como los que
no tienen esperanza. Pues, si creemos que Jesús murió y resucitó,
de igual manera debemos creer que, a los que murieron en Jesús, Dios
los llevará con Él, y así estaremos siempre con el Señor.
Consuélense, pues, unos a otros, con estas palabras. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN (Jn 3, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en Él tenga vida eterna. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 6, 51-58
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los judíos: "Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo;
el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy
a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida".
Entonces los judíos se pusieron a discutir entre sí: "¿Cómo
puede éste darnos a comer su carne?".
Jesús les dijo: "Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del
hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que
come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré
el último día.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi
carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre,
que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por Él, así también
el que me come vivirá por mí.
Éste es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que
comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan, vivirá para
siempre". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios todopoderoso, que por medio de las aguas del bautismo regeneraste un día a nuestros hermanos hoy difuntos, por este sacrificio de reconciliación que la Iglesia te ofrece, purifícalos de sus pecados en la Sangre de Cristo y recíbelos en los brazos de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de difuntos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. 4 Esd 2, 35. 34)
Brille, Señor, para nuestros hermanos difuntos la luz eterna y vivan para siempre en compañía de tus santos, ya que eres misericordioso. Dales, Señor, el descanso eterno y brille para ellos la luz eterna y vivan para siempre en compañía de tus santos, ya que eres misericordioso.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por medio de este sacramento con que nos has unido a tu Hijo, muerto y resucitado por nuestra salvación, perdona, Señor, las culpas de nuestros hermanos difuntos y condúcelos a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
TERCERA MISA
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Rm 8, 11)
Dios, que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, dará también la vida a nuestros cuerpos mortales por medio de su Espíritu que habita en nosotros.
ORACIÓN COLECTA
Dios, creador y redentor nuestro, por cuyo poder Cristo venció a la muerte y subió glorioso a tu Reino, concede a nuestros hermanos difuntos compartir su victoria y disfrutar de tu presencia eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de los Macabeos: 12, 43-46
En aquellos días,
Judas Macabeo, jefe de Israel, hizo una colecta y recogió dos mil dracmas
de plata, que envió a Jerusalén para que ofrecieran un sacrificio
de expiación por los pecados de los que habían muerto en la batalla.
Obró con gran rectitud y nobleza, pensando en la resurrección,
pues si no hubiera esperado la resurrección de sus compañeros,
habría sido completamente inútil orar por los muertos. Pero él
consideraba que, a los que habían muerto piadosamente, les estaba reservada
una magnífica recompensa. En efecto, orar por los difuntos para que se
vean libres de sus pecados es una acción santa y conveniente. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 102 R/. El Señor es compasivo y misericordioso.
El Señor es compasivo
y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. No nos trata
como merecen nuestras culpas, ni nos paga según nuestros pecados. R/.
Como un padre es compasivo con sus hijos, así es compasivo el Señor
con quien lo ama, pues bien sabe Él de lo que estamos hechos y de que
somos barro, no se olvida. R/.
La vida del hombre es como la hierba, brota como una flor silvestre: tan pronto
la azota el viento, deja de existir y nadie vuelve a saber nada de ella. R/.
El amor del Señor a quien lo teme es un amor eterno, y entre aquellos
que cumplen con su alianza, pasa de hijos a nietos su justicia. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 20-24. 25-28
Hermanos: Cristo resucitó, y resucitó como la primicia de todos los muertos. Porque si por un hombre vino la muerte, también por un hombre vendrá la resurrección de los muertos. En efecto, así como en Adán todos mueren, así en Cristo todos volverán a la vida; pero cada uno en su orden: primero Cristo, como primicia; después, a la hora de su advenimiento, los que son de Cristo. Enseguida será la consumación, cuando Cristo entregue el Reino a su Padre. Porque Él tiene que reinar hasta que el Padre ponga bajo sus pies a todos sus enemigos. El último de los enemigos en ser aniquilado, será la muerte. Es claro que cuando la Escritura dice: Todo lo sometió el Padre a los pies de Cristo, no incluye a Dios, que es quien le sometió a Cristo todas las cosas. Al final, cuando todo se le haya sometido, Cristo mismo se someterá al Padre, y así Dios será todo en todas las cosas. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Jn 11, 25. 26) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor; el que
cree en mí, aunque haya muerto, vivirá. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio
según san Lucas: 23, 44-46. 50. 52-53; 24, 1-6
Era casi el mediodía,
cuando las tinieblas invadieron toda la región y se oscureció
el sol hasta las tres de la tarde. El velo del templo se rasgó a la mitad.
Jesús, clamando con voz potente, dijo: "¡Padre, en tus manos
encomiendo mi espíritu!". Y dicho esto, expiró.
Un hombre llamado José, consejero del sanedrín, hombre bueno y
justo, se presentó ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús.
Lo bajó de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo colocó
en un sepulcro excavado en la roca, donde no habían puesto a nadie todavía.
El primer día después del sábado, muy de mañana,
llegaron las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes que habían preparado.
Encontraron que la piedra ya había sido retirada del sepulcro y entraron,
pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.
Estando ellas todas desconcertadas por esto, se les presentaron dos varones
con vestidos resplandecientes. Como ellas se llenaron de miedo e inclinaron
el rostro a tierra, los varones les dijeron: "¿Por qué buscan
entre los muertos al que está vivo? No está aquí; ha resucitado".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte por todos nuestros hermanos que descansan en Cristo, líbralos del poder de la muerte y concédeles la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de difuntos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Flp 3, 20-21)
Esperamos como Salvador a nuestro Señor Jesucristo, el cual transformará nuestro cuerpo frágil en cuerpo glorioso como el suyo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por este memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo que hemos celebrado, concede, Señor, a todos los fieles difuntos, la plenitud de tu perdón y de tu paz, para que la nueva vida que un día recibieron en el bautismo, florezca eternamente en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Martín de Porres, religioso; Pedro Almató, mártir. Beato Pío Campidelli, religioso. Memoria (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 15, 5-6)
El Señor es la parte que me ha tocado en herencia; la parte que he recibido es la más hermosa. El mismo Señor es mi recompensa.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios nuestro, que condujiste a san Martín de Porres a la gloria celestial por un camino de trabajos humildes e ignorados, concédenos imitar sus ejemplos para que gocemos de tu vida en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 2, 12-18
Queridos hermanos míos:
Así como siempre me han obedecido cuando he estado presente entre ustedes,
con mayor razón obedézcanme ahora que estoy ausente. Sigan trabajando
por su salvación con humildad y temor de Dios, pues El es quien les da
energía interior para que puedan querer y actuar conforme a su voluntad.
Háganlo todo sin quejas ni discusiones, para que sean ustedes hijos de
Dios, irreprochables, sencillos y sin mancha, en medio de los hombres malos
y perversos de este tiempo. Entre ellos brillarán como antorchas en el
mundo, al presentarles las palabras de la vida. Así, el día de
la venida de Cristo, yo me sentiré orgulloso al comprobar que mis esfuerzos
y trabajos no han sido inútiles. Y aunque yo tuviera que derramar mi
sangre para que ustedes siguieran ofreciendo a Dios la ofrenda sagrada de su
vida de fe, me sentiría feliz y me regocijaría con todos ustedes.
Y ustedes, por su parte, alégrense y regocíjense conmigo. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Los filipenses saben que Dios es quien activa en su espíritu la obra de la salvación. No basta con tener buenas intenciones y anhelar el bien, es imprescindible el auxilio de la gracia divina.
Del salmo 26 R/.
El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién
voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién
podrá hacerme temblar? R/.
Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del
Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar
continuamente en su presencia. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor
y fortaleza y en el Señor confía. R/.
ACLAMACIÓN
(1 P 4, 14) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos ustedes, si los injurian por ser cristianos, porque el Espíritu
de Dios descansa en ustedes R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio
según san Lucas: 14, 25-33
En aquel tiempo, caminaba
con Jesús una gran muchedumbre y Él, volviéndose a sus
discípulos, les dijo: "Si alguno quiere seguirme y no me prefiere
a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas,
más aún, a sí mismo, no puede ser mi discípulo.
Y el que no carga su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.
Porque, ¿quién de ustedes, si quiere construir una torre, no se
pone primero a calcular el costo, para ver si tiene con qué terminarla?
No sea que, después de haber echado los cimientos, no pueda acabarla
y todos los que se enteren comiencen a burlarse de él, diciendo: 'Este
hombre comenzó a construir y no pudo terminar'.
¿O qué rey que va a combatir a otro rey, no se pone primero a
considerar si será capaz de salir con diez mil soldados al encuentro
del que viene contra él con veinte mil? Porque si no, cuando el otro
esté aún lejos, le enviará una embajada para proponerle
las condiciones de paz. Así pues, cualquiera de ustedes que no renuncie
a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El discipulado cristiano podrá renovar nuestra Iglesia. Si nos decidimos a vivir el triple reajuste que demanda el Señor, antepondremos los valores del reino al egoísmo y los demás intereses mezquinos que nos enajenan.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios misericordioso, que transformaste a san Martín de Porres, para hacer de él un hombre nuevo a imagen de Cristo, renuévanos también a nosotros mediante este sacrificio de reconciliación que vamos a ofrecerte. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Mt 19, 27-29)
Yo les aseguro, dice el Señor, que los que han dejado todo para seguirme, recibirán cien veces más y alcanzarán la vida eterna.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios omnipotente, que por medio de este sacramento nos comunicas la fuerza de tu Espíritu, haz que, a ejemplo de san Martín de Porres, te amemos sobre todas las cosas y vivamos siempre como verdaderos hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ez 34, 11. 23-24)
Cuidaré de mis ovejas, dice el Señor, y les buscaré un pastor que las apaciente, y yo, el Señor, seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Conserva, Señor, en tu pueblo el espíritu que animó a san Carlos Borromeo, a fin de que tu Iglesia, renovada sin cesar y cada vez más fiel al Evangelio, pueda mostrar al mundo el verdadero rostro de Cristo, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 3, 3-8
Hermanos: El verdadero pueblo
de Israel somos nosotros, los que servimos a Dios movidos por su Espíritu
y ponemos nuestra gloria en Cristo Jesús y no confiamos en motivos humanos.
Aunque yo ciertamente podría apoyarme en tales motivos. Más aún,
nadie tendría más razones que yo para confiar en motivos humanos,
porque fui circuncidado al octavo día, soy israelita de nacimiento, de
la tribu de Benjamín, hebreo e hijo de hebreos; en lo que toca a la interpretación
de la ley, fariseo, y tan fanático, que fui perseguidor de la Iglesia
de Dios; y en cuanto a la rectitud que da el cumplimiento de la ley, intachable.
Pero todo lo que era valioso para mí, lo consideré sin valor a
causa de Cristo. Más aún, pienso que nada vale la pena en comparación
con el bien supremo, que consiste en conocer a Cristo Jesús, mi Señor,
por cuyo amor he renunciado a todo, y todo lo considero como basura, con tal
de ganar a Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
San Pablo había consolidado un historial impecable dentro del fariseísmo más radical. Cuando se encontró con Jesús resucitado se despojó de todas sus fortalezas para dejarse robustecer por Cristo.
Del salmo 104 R/.
El que busca al Señor será dichoso.
Entonen en su honor himnos y cantos; celebren sus portentos. Del nombre
del Señor enorgullézcanse y siéntase feliz el que lo busca.
R/.
Recurran al Señor y a su poder y a su presencia acudan. Recuerden los
prodigios que El ha hecho, sus portentos y oráculos. R/.
Descendientes de Abraham, su servidor; estirpe de Jacob, su predilecto, escuchen:
el Señor es nuestro Dios y gobiernan la tierra sus decretos. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 11, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados
por la carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 15, 1-10
En aquel tiempo, se acercaban
a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharlo; por lo cual los
fariseos y los escribas murmuraban entre sí: "Éste recibe
a los pecadores y come con ellos".
Jesús les dijo entonces esta parábola: "¿Quién
de ustedes, si tiene cien ovejas y se le pierde una, no deja las noventa y nueve
en el campo y va en busca de la que se le perdió hasta encontrarla? Y
una vez que la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría
y al llegar a su casa, reúne a los amigos y vecinos y les dice: 'Alégrense
conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido'.
Yo les aseguro que también en el cielo habrá más alegría
por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos, que no necesitan
arrepentirse.
¿Y qué mujer hay, que si tiene diez monedas de plata y pierde
una, no enciende luego una lámpara y barre la casa y la busca con cuidado
hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas
y les dice: 'Alégrense conmigo, porque ya encontré la moneda que
se me había perdido'. Yo les aseguro que así también se
alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se arrepiente".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La terna de parábolas nos devuelve la posibilidad de recomenzar nuestra vida, a sabiendas de que, el Dios que se nos ha revelado en Jesucristo, nos dispensa una misericordia desmedida.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad, los dones que te presentamos al conmemorar hoy a san Carlos Borromeo, pastor vigilante y modelo de santidad, y haz que este sacrificio produzca en nosotros frutos abundantes de vida cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 16)
No son ustedes los que me han elegido, dice el Señor, soy yo quien los ha elegido, para que vayan y den fruto y ese fruto perdure.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta sagrada Eucaristía nos comunique, Señor, la fuerza necesaria para ser, a ejemplo de san Carlos, fieles servidores de la Iglesia y de nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 32, 11. 19)
Los proyectos de su corazón subsisten de edad en edad, para librar de la muerte la vida de sus fieles, y reanimarlos en tiempo de hambre.
ORACIÓN COLECTA
Haz, Señor, que nos revistamos con las virtudes del corazón de tu Hijo, y nos encendamos con el amor que lo inflama, para que, asemejándonos a Él, merezcamos participar de la eterna redención. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 3, 17-4, 1
Hermanos: Sean todos ustedes
imitadores míos y observen la conducta de aquellos que viven el ejemplo
que les he dado a ustedes. Porque, como muchas veces se lo he dicho a ustedes,
y ahora se lo repito llorando, hay muchos que viven como enemigos de la cruz
de Cristo. Esos tales acabarán en la perdición, porque su dios
es el vientre, se enorgullecen de lo que deberían avergonzarse y sólo
piensan en cosas de la tierra.
Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos que venga
nuestro salvador, Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo miserable
en un cuerpo glorioso, semejante al suyo, en virtud del poder que tiene para
someter a su dominio todas las cosas. Hermanos míos, a quienes tanto
quiero y extraño: ustedes, hermanos míos amadísimos, que
son mi alegría y mi corona, manténganse fieles al Señor.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Somos ciudadanos del cielo y como tales no podemos sujetarnos a las exigencias terrenales. El apóstol Pablo consiguió liberarse de toda atadura, por eso podía presentarse como ejemplo para los cristianos de Filipos.
Del salmo 121 Vayamos
con alegría al encuentro del Señor.
¡Qué alegría sentí cuando me dijeron: "Vayamos
a la casa del Señor"! Y hoy estamos aquí, Jerusalén,
jubilosos, delante de tus puertas. R/.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según
lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor. R/.
ACLAMACIÓN (1 Jn 2, 5) R/. Aleluya, aleluya.
En aquel que cumple la palabra de Cristo, el amor de Dios ha llegado
a su plenitud. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 16, 1-8
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Había una vez un hombre rico que
tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de haberle
malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo: `¿Es cierto lo que
me han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no serás
administrador'. Entonces el administrador se puso a pensar:
`¿Qué voy a hacer ahora que me quitan el trabajo? No tengo fuerzas
para trabajar la tierra y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo
que voy a hacer, para tener a alguien que me reciba en su casa, cuando me despidan'.
Entonces fue llamando uno por uno a los deudores de su amo. Al primero le preguntó:
`¿Cuánto le debes a mi amo?'. El hombre respondió: 'Cien
barriles de aceite'. El administrador le dijo: 'Toma tu recibo, date prisa y
haz otro por cincuenta'. Luego preguntó al siguiente: 'Y tú, ¿cuánto
debes?'. Éste respondió: 'Cien sacos de trigo'. El administrador
le dijo: 'Toma tu recibo y haz otro por ochenta'.
El amo tuvo que reconocer que su mal administrador había procedido con
habilidad. Pues los que pertenecen a este mundo son más hábiles
en sus negocios que los que pertenecen a la luz". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
El administrador habilidoso supo desprenderse de sus beneficios. Ayudó a los deudores de su amo, con la intención de que lo acogieran a la hora de su despido. El Señor nos alienta a aprender la lección.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, Padre misericordioso, que por el inmenso amor con que nos has amado, nos diste con inefable bondad a tu Hijo único, concédenos que, identificados con Él en una perfecta unidad, te ofrezcamos una digna oblación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 19, 34)
Uno de los soldados le abrió el costado con su lanza, y al punto salió sangre y agua.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo participado de tu sacramento de amor, te pedimos, Señor, la gracia de parecernos a Cristo aquí en la tierra, para merecer compartir su gloria allá en el cielo, con Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Vísperas I del domingo: 4a semana del Salterio Feria (Verde)
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA
Dichosa tú, Virgen María, que llevaste en tu seno al creador del universo; diste a luz al que te creó, y permaneces virgen para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Padre bueno, Dios nuestro, que en María, primicia de la redención, nos has dado una madre de inmensa ternura, abre nuestros corazones a la alegría del Espíritu Santo y haz que, a imitación de la Virgen, sepamos alabarte por las maravillas realizadas en Cristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 4, 10-19
Hermanos: Me he alegrado
mucho en el Señor de que el interés de ustedes por mí se
haya vuelto a manifestar. No es que no lo tuvieran, sino que les había
faltado la ocasión de ayudarme. Y no se lo digo porque esté necesitado,
pues he aprendido a conformarme con lo que tengo.
Sé lo que es vivir en pobreza y también lo que es tener de sobra.
Estoy acostumbrado a todo: lo mismo a comer bien que a pasar hambre; lo mismo
a la abundancia que a la escasez. Todo lo puedo unido a aquel que me da fuerza.
Sin embargo, han hecho ustedes bien en socorrerme cuando me vi en dificultades.
Ustedes saben, filipenses, que al comenzar a predicar el Evangelio, cuando salí
de Macedonia, ninguna comunidad cristiana, fuera de ustedes, me brindó
una ayuda económica a cambio de lo que habían recibido de mí.
Pues, incluso cuando estaba en Tesalónica, en más de una ocasión
me enviaron ayuda para aliviar mis necesidades.
No es que yo busque sus donativos; lo que me importa es que ustedes se hagan
cada vez más ricos ante Dios. Tengo cuanto necesito y más de lo
que necesito. Tengo de sobra con lo que Epafrodito me entregó de parte
de ustedes, y que es para Dios ofrenda y sacrificio que Él acepta con
agrado. Y mi Dios, con su infinita riqueza, remediará con esplendidez
todas sus necesidades, por medio de Cristo Jesús. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
San Pablo consiguió vivir con enorme libertad interior. Lo mismo se las ingeniaba para vivir de forma modesta, que con recursos suficientes. La sabiduría libera a los sabios de toda preocupación.
Del salmo 111 R/.
Dichosos los que temen al Señor.
Dichosos los que temen al Señor y aman de corazón sus
mandamientos; poderosos serán sus descendientes: Dios bendice a los hijos
de los buenos. R/.
Quienes, compadecidos, prestan y llevan su negocio honradamente, jamás
se desviarán: vivirá su recuerdo para siempre. R/.
Firme está y sin temor su corazón, al pobre dan limosna, obran
siempre conforme a la justicia; su frente se alzará llena de gloria.
R/.
ACLAMACIÓN
(2 Co 8, 9) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 16, 9-15
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Con el dinero, tan lleno de injusticias,
gánense amigos que, cuando ustedes mueran, los reciban en el cielo. El
que es fiel en las cosas pequeñas, también es fiel en las grandes;
y el que es infiel en las cosas pequeñas, también es infiel en
las grandes. Si ustedes no son fieles administradores del dinero, tan lleno
de injusticias, ¿quién les confiará los bienes verdaderos?
Y si no han sido fieles en lo que no es de ustedes, ¿quién les
confiará lo que sí es de ustedes?
No hay criado que pueda servir a dos amos, pues odiará a uno y amará
al otro, o se apegará al primero y despreciará al segundo. En
resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero".
Al oír todas estas cosas, los fariseos, que son amantes del dinero, se
burlaban de Jesús. Pero Él les dijo: "Ustedes pretenden pasar
por justos delante de los hombres; pero Dios conoce sus corazones, y lo que
es muy estimable para los hombres es detestable para Dios". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Nada es tan obsesivo como el afán de riquezas. La codicia desajusta desmedidamente nuestro corazón, al punto que terminamos por convertirnos en siervos dóciles que corremos detrás de las riquezas.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, te rogamos, Señor, que la ofrenda que te presentamos nos transforme, por tu gracia, en oblación viva y continua. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 49)
Ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso, cuyo nombre es santo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Ya que participamos de la redención eterna, te pedimos, Señor, que al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, nos gloriemos de la plenitud de tu gracia y sintamos los efectos de tu obra redentora. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXXII DOMINGO ORDINARIO
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 87, 3)
Que llegue hasta ti mi súplica, Señor, y encuentren acogida mis plegarias.
ORACIÓN COLECTA
Ayúdanos, Señor, a dejar en tus manos paternales todas nuestras preocupaciones, a fin de que podamos entregarnos con mayor libertad a tu servicio. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de los Macabeos: 7, 1-2. 9-14
En aquellos días,
arrestaron a siete hermanos junto con su madre. El rey Antíoco Epifanes
los hizo azotar para obligarlos a comer carne de puerco, prohibida por la ley.
Uno de ellos, hablando en nombre de todos, dijo: "¿Qué quieres
saber de nosotros? Estamos dispuestos a morir antes que quebrantar la ley de
nuestros padres". El rey se enfureció y lo mandó matar. Cuando
el segundo de ellos estaba para morir, le dijo al rey: "Asesino, tú
nos arrancas la vida presente, pero el rey del universo nos resucitará
a una vida eterna, puesto que morimos por fidelidad a sus leyes". Después
comenzaron a burlar
se del tercero. Presentó la lengua como se lo exigieron, extendió
las manos con firmeza y declaro confiadamente: "De Dios recibí estos
miembros y por amor a su ley los desprecio, y de Él espero recobrarlos".
El rey y sus acompañantes quedaron impresionados por el valor con que
aquel muchacho despreciaba los tormentos.
Una vez muerto éste, sometieron al cuarto a torturas semejantes. Estando
ya para expirar, dijo: "Vale la pena morir a manos de los hombres, cuando
se tiene la firme esperanza de que Dios nos resucitará. Tú, en
cambio, no resucitarás para la vida". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Los siete hermanos están arraigados en una fe inquebrantable. Su confianza en Dios es total, no le exigen que los libre del tormento, pues están ciertos que les dará la plenitud de la vida en la resurrección.
Del salmo 16 R/.
Al despertar, Señor, contemplaré tu rostro.
Señor, hazme justicia y a mi clamor atiende; presta oído
a mi súplica, pues mis labios no mienten. R/.
Mis pies en tus caminos se mantuvieron firmes, no tembló mi pisada. A
ti mi voz elevo, pues sé que me respondes. Atiéndeme, Dios mío,
y escucha mis palabras. R/.
Protégeme, Señor, como a las niñas de tus ojos, bajo la
sombra de tus alas escóndeme, pues yo, por serte fiel, contemplaré
tu rostro y al despertarme, espero saciarme de tu vista. R/.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 2, 16-3, 5
Hermanos: Que el mismo Señor
nuestro, Jesucristo, y nuestro Padre Dios, que nos ha amado y nos ha dado gratuitamente
un consuelo eterno y una feliz esperanza, conforten los corazones de ustedes
y los dispongan a toda clase de obras buenas y de buenas palabras.
Por lo demás, hermanos, oren por nosotros para que la palabra del Señor
se propague con rapidez y sea recibida con honor, como aconteció entre
ustedes. Oren también para que Dios nos libre de los hombres perversos
y malvados que nos acosan, porque no todos aceptan la fe.
Pero el Señor, que es fiel, les dará fuerza a ustedes y los librará
del maligno. Tengo confianza en el Señor de que ya hacen ustedes y continuarán
haciendo cuanto les he mandado. Que el Señor dirija su corazón
para que amen a Dios y esperen pacientemente la venida de Cristo. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
La esperanza cristiana no alienta la pasividad ni la fuga de nuestras responsabilidades históricas. La esperanza nos dinamiza y nos anima a vivir una caridad esforzada y activa.
ACLAMACIÓN
(Ap 1, 5. 6) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo es el primogénito de los muertos; a Él sea
dada la gloria y el poder por siempre. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 20, 27-38
En aquel tiempo, se acercaron
a Jesús algunos saduceos. Como los saduceos niegan la resurrección
de los muertos, le preguntaron: "Maestro, Moisés nos dejó
escrito que si alguno tiene un hermano casado que muere sin haber tenido hijos,
se case con la viuda para dar descendencia a su hermano. Hubo una vez siete
hermanos, el mayor de los cuales se casó y murió sin dejar hijos.
El segundo, el tercero y los demás, hasta el séptimo, tomaron
por esposa a la viuda y todos murieron sin dejar sucesión. Por fin murió
también la viuda. Ahora bien, cuando llegue la resurrección, ¿de
cuál de ellos será esposa la mujer, pues los siete estuvieron
casados con ella?".
Jesús les dijo: "En esta vida, hombres y mujeres se casan, pero
en la vida futura, los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección
de los muertos, no se casarán ni podrán ya morir, porque serán
como los ángeles e hijos de Dios, pues Él los habrá resucitado.
Y que los muertos resucitan, el mismo Moisés lo indica en el episodio
de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios
de Jacob. Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para Él
todos viven". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Los saduceos pretenden acorralar al Señor en un callejón sin salida. El Maestro no se intimida ante sus argumentaciones falaces y aclara la aparente contradicción, al afirmar que Dios es Señor de vivos y no de muertos.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Al Dios de la vida
y del amor, presentémosle nuestra oración.
Después de cada petición diremos: Te rogamos, óyenos.
Por todas la Iglesias que creemos en Cristo. Que llegue pronto el día
en el que podamos compartir el pan y el cáliz de una misma Eucaristía.
Oremos.
Por los gobernantes y los políticos de nuestro país. Que actúen
pensando siempre en aquellos que más ama Dios, los pobres y los débiles,
de aquí y de todo el mundo. Oremos.
Por los niños y niñas que tienen que trabajar ya desde pequeños
y no pueden jugar ni educarse como merecen. Que sean liberados de esta situación
dolorosa y puedan crecer felices. Oremos.
Por los que están detenidos en las cárceles, sea cual sea la causa.
Que se puedan rehabilitar y vivir una vida digna y en paz. Oremos.
Por nosotros. Que amemos a Dios con todo el corazón y vivamos según
el Evangelio de Jesús. Oremos.
Escucha, Padre, nuestra oración. Míranos con amor, y danos
tu Espíritu Santo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con
bondad los dones que te presentamos, a fin de que el sacramento de la muerte
y resurrección de tu Hijo, nos alcance de ti la vida verdadera. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 22, 1-2)
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar; me conduce hacia fuentes tranquilas para reparar mis fuerzas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Señor, por habernos alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y te rogamos que la fuerza del Espíritu Santo, que nos has comunicado en este sacramento, permanezca en nosotros y transforme toda nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La
actitud inmediata, de quienes creen que esta vida es demasiado breve y que,
además, según su opinión, no tenemos certeza de que exista
otra, los hace vivir con desesperación y ansiedad. Las personas que viven
"a tope", gozando al máximo las experiencias excitantes y cancelando
de su horizonte cualquier posibilidad de superar el límite de la muerte,
han inundado su corazón de esperanzas triviales. Para los que hemos dicho
de forma libre y madura que el centro de nuestra vida
gira en torno de la confianza firme en la resurrección de Jesús,
existe una vida infinitamente superior a la que experimentamos en el momento
presente. No estamos atrapados por la madeja pegajosa de este mundo aparente.
Nos sabemos forasteros y emigrantes y anhelamos ser acogidos por Cristo Jesús
en la plenitud de la vida junto al Padre.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Is 53, 4)
El Señor soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores.
ORACIÓN COLECTA
Señor omnipotente y misericordioso, que continuamente demuestras tu amor a tus hijos, escucha nuestras oraciones por los que hoy van a morir, a fin de que la sangre preciosa de tu Hijo, nuestro redentor, los purifique de todo pecado y los haga descansar para siempre en tus brazos, llenos de misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Tito: 1, 1-9
Yo, Pablo, soy servidor
de Dios y apóstol de Jesucristo, para conducir a los elegidos de Dios
a la fe y al pleno conocimiento de la verdadera religión, que se apoya
en la esperanza de la vida eterna. Dios, que no miente, había prometido
esta vida desde tiempos remotos, y al llegar el momento oportuno, ha cumplido
su palabra por medio de la predicación que se me encomendó por
mandato de Dios, nuestro salvador.
Querido Tito, mi verdadero hijo en la fe que compartimos: te deseo la gracia
y la paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro salvador.
El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar lo
que faltaba y establecieras presbíteros en cada ciudad, como te lo ordené.
Han de ser irreprochables, casados una sola vez; y sus hijos han de ser creyentes
y no acusados de mala conducta o de rebeldía.
Por su parte, el obispo, como administrador de Dios, debe ser irreprochable;
no debe ser arrogante, ni iracundo, ni bebedor, ni violento, ni dado a negocios
sucios. Al contrario, debe ser hospitalario, amable, sensato, justo, piadoso,
dueño de sí mismo, fielmente apegado a la fe enseñada,
para que sea capaz de predicar una doctrina sana y de refutar a los adversarios.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La iglesia de Creta deberá establecer ministerios de conducción para servicio de los creyentes. Los candidatos tendrán que gozar de autoridad moral y conducirse de forma intachable.
Del salmo 23 R/.
Haz, Señor, que te busquemos.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los
que en él habitan, pues El lo edificó sobre los mares, Él
fue quien lo asentó sobre los ríos. R/.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién
podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos
puras y que no jura en falso. R/.
Ése obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador,
le hará justicia. Ésta es la clase de hombres que te buscan y
vienen ante ti, Dios de Jacob. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Flp 2, 15. 16) R/. Aleluya, aleluya.
Iluminen al mundo con la luz del Evangelio reflejada en su vida. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 17, 1-6
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "No es posible evitar que existan ocasiones
de pecado, pero ¡ay de aquel que las provoca! Más le valdría
ser arrojado al mar con una piedra de molino sujeta al cuello, que ser ocasión
de pecado para la gente sencilla. Tengan, pues, cuidado. Si tu hermano te ofende,
trata de corregirlo; y si se arrepiente, perdónalo. Y si te ofende siete
veces al día, y siete veces viene a ti para decirte que se arrepiente,
perdónalo".
Los apóstoles dijeron entonces al Señor: "Auméntanos
la fe". El Señor les contestó: "Si tuvieran fe, aunque
fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle
a ese árbol frondoso: 'Arráncate de raíz y plántate
en el mar', y los obedecería". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
La radicalidad evangélica nos plantea una disyuntiva: debemos vivir pendientes de la fe ingenua de nuestros hermanos o perderemos la amistad y la armonía con el Padre celestial.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que el sacrificio que vamos a ofrecerte por nuestros hermanos cuya vida terrena se está extinguiendo, los purifique, Señor, de toda culpa, a fin de que, después de haber soportado aquí los sufrimientos que tu voluntad dispuso, entren en el descanso eterno que tú les has preparado. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 54)
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, dice el Señor, y yo lo resucitaré el último día.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por esta Eucaristía, conforta, Señor, con tu gracia a nuestros hermanos que hoy van a morir para que en la hora de su muerte no sean vencidos por el enemigo y merezcan llegar a la vida eterna en compañía de tus ángeles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Dedicación de la Basílica de Letrán
DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 21, 2)
Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de donde estaba al lado de Dios, engalanada como una novia que se adorna para su esposo.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, que has querido congregar a tu pueblo y llamarlo Iglesia, es decir, asamblea, concede a los que se reúnen en tu nombre venerarte, amarte y seguirte, y, guiados por ti, alcanzar el Reino que les tienes prometido. Por nuestro Señor Jesucristo...
Se dice Gloria
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 3, 9-11. 16-17
Hermanos: Ustedes son la casa que Dios edifica. Yo, por mi parte, correspondiendo al don que Dios me ha concedido, como un buen arquitecto, he puesto los cimientos; pero es otro quien construye sobre ellos. Que cada uno se fije cómo va construyendo. Desde luego el único cimiento válido es Jesucristo y nadie puede poner otro distinto. ¿No saben acaso ustedes que son el templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Quien destruye el templo de Dios, será destruido por Dios, porque el templo de Dios es santo y ustedes son ese templo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
No son los edificios materiales los que sirven como morada de Dios. Somos nosotros los que nos hemos vinculado a Cristo muerto y resucitado, quienes somos templo de Dios por la fuerza del Espíritu.
Del salmo 45 R/.
Un río alegra a la ciudad de Dios.
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, quien en todo peligro nos
socorre. Por eso no tememos, aunque tiemble, y aunque al fondo del mar caigan
los montes. R/.
Un río alegra a la ciudad de Dios, su morada el Altísimo hace
santa. Teniendo a Dios, Jerusalén no teme, porque Dios la protege desde
el alba. R/.
Con nosotros está Dios, el Señor; es el Dios de Israel nuestra
defensa. Vengan a ver las cosas sorprendentes que ha hecho el Señor sobre
la tierra. R/.
ACLAMACIÓN
(2 Cro 7, 16) R/. Aleluya, aleluya.
He elegido y santificado este lugar, dice el Señor, para que
siempre habite ahí mi nombre. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 2, 13-22
Cuando se acercaba la Pascua de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó las mesas y les tiró al suelo las monedas; y a los que vendían palomas les dijo: "Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado la casa de mi Padre". En ese momento, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito: El celo de tu casa me devora. Después intervinieron los judíos para preguntarle: "¿Qué señal nos das de que tienes autoridad para actuar así?". Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré". Replicaron los judíos: "Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?". Pero Él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucito Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Las palabras proféticas en relación con el templo no se comprendieron en su momento. Ya no será necesario edificar templos de piedra. El Señor resucitado se hará presente entre los suyos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, nuestras ofrendas y concede a tu pueblo, unido en la plegaria, ser fortalecido por tus sacramentos y obtener lo que pide en sus oraciones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque en toda casa consagrada a la oración te has dignado quedarte con
nosotros, para hacernos tú mismo templos del Espíritu Santo, que
brillen, sostenidos por tu gracia, con el esplendor de una vida santa.
Y, porque con tu acción constante, santificas a la Iglesia, esposa de
Cristo, simbolizada por estos edificios materiales, a fin de que, llena de gozo
por la multitud de sus hijos, sea presentada a ti en la gloria de tu Reino.
Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin
cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 P 2, 5)
Nosotros somos piedras vivas, que sirven para construir el templo espiritual, el pueblo sacerdotal que pertenece a Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que has querido darnos en tu Iglesia un signo temporal de la Jerusalén celeste, concédenos, por esta comunión, ser transformados aquí en templos de tu gracia y entrar un día en el Reino de tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: León I Magno, Papa; Andrés Avelino, presbítero; y Justo de Canterbury, obispo. Memoria (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Si 44, 15. 14)
Los pueblos recuerdan
la sabiduría de los santos; la asamblea proclama su alabanza y su fama
perdura por generaciones.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que nos has prometido que las fuerzas del mal nunca prevalecerán contra la Iglesia, cimentada sobre la roca de Pedro, haz que, por la intercesión del Papa san León Magno, tu pueblo permanezca siempre firme en la verdad y goce de una paz estable y verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Tito: 3, 1-7
Querido hermano: Recuérdales
a todos que deben someterse a los gobernantes y a las autoridades, que sean
obedientes, que estén dispuestos para toda clase de obras buenas, que
no insulten a nadie, que eviten los pleitos, que sean sencillos y traten a todos
con amabilidad.
Porque hubo un tiempo en que también nosotros fuimos insensatos y rebeldes
con Dios; andábamos descarriados y éramos esclavos de todo género
de pasiones y placeres; vivíamos una vida llena de maldad y de envidia;
éramos abominables y nos odiábamos los unos a los otros.
Pero, al manifestarse la bondad de Dios, nuestro salvador, y su amor a los hombres,
Él nos salvó, no porque nosotros hubiéramos hecho algo
digno de merecerlo, sino por su misericordia. Lo hizo mediante el bautismo,
que nos regenera y nos renueva, por la acción del Espíritu Santo,
a quien Dios derramó abundantemente sobre nosotros, por Cristo, nuestro
salvador. Así, justificados por su gracia, nos convertiremos en herederos,
cuando se realice la esperanza de la vida eterna. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Quienes recibimos el baño regenerador del bautismo estamos habilitados para sumarnos a toda buena iniciativa. Cristo nos ha liberado para que sirvamos con sencillez a todo el mundo.
Del salmo 22 R/.
El Señor es mi pastor, nada me faltará.
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me
hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas.
R/.
Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así,
aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás
conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad. R/.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges
la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días
de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin
término. R/.
ACLAMACIÓN
(1 Ts 5, 18) R/. Aleluya, aleluya.
Den gracias siempre, unidos a Cristo Jesús, pues esto es lo
que Dios quiere que ustedes hagan. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 17, 11-19
En
aquel tiempo, cuando Jesús iba de camino a Jerusalén, pasó
entre Samaria y Galilea. Estaba cerca de un pueblo, cuando le salieron al encuentro
diez leprosos, los cuales se detuvieron a lo lejos y a gritos le decían:
"¡Jesús, maestro, ten compasión de nosotros!".
Al verlos, Jesús les dijo: "Vayan a presentarse a los sacerdotes".
Mientras iban de camino, quedaron limpios de la lepra.
Uno de ellos, al ver que estaba curado, regresó, alabando a Dios en voz
alta, se postró a los pies de Jesús y le dio las gracias. Ése
era un samaritano. Entonces dijo Jesús: "¿No eran diez los
que quedaron limpios? ¿Dónde están los otros nueve? ¿No
ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?".
Después le dijo al samaritano: "Levántate y vete. Tu fe te
ha salvado". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Los leprosos fueron curados por el poder de Dios que obraba señales extraordinarias en la persona de Jesús. La mayoría olvidó dar gracias y se sumergió en sus preocupaciones cotidianas.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por este sacrificio eucarístico que vamos a ofrecerte, ilumina, Señor, a tu Iglesia, para que nuestros pastores, guiados siempre por tu amor, puedan conducirnos por el camino del bien. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 1, 23-24)
Nosotros proclamamos a Cristo crucificado: fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que alimentas a tu Iglesia con el pan de la vida, guíala con la fuerza de tu amor, para que pueda vivir y crecer en libertad y mantenerse fiel a tu Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (1 S 2, 35)
Yo elegiré para mi pueblo un sacerdote fiel que obre según mi corazón y mis deseos, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que hiciste resplandecer tu gloria en la vida y en la muerte de san Martín, obispo de Tours, renueva en nuestros corazones la fuerza de tu amor, para que ni la muerte ni la vida puedan separarnos de ti. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Filemón: 7-20
Querido hermano: Recibí
gran alegría y consuelo, con motivo de tu caridad con los hermanos, porque
gracias a ti se sienten reconfortados.
Por eso, aunque como apóstol de Cristo tengo pleno derecho a ordenarte
lo que debes hacer, prefiero pedírtelo en nombre del amor. Yo, Pablo,
ya anciano y ahora, además, prisionero por la causa de Cristo Jesús,
quiero pedirte algo en favor de Onésimo, mi hijo, a quien he engendrado
para Cristo aquí en la cárcel. Él en otro tiempo te fue
inútil, pero ahora es muy útil para ti y para mí. Te lo
envío. Recíbelo como a mí mismo.
Yo hubiera querido retenerlo conmigo, para que en tu lugar me atendiera, mientras
estoy preso por la causa del Evangelio. Pero no he querido hacer nada sin tu
consentimiento, para que el favor que me haces no sea como por obligación,
sino por tu propia voluntad.
Tal vez él fue apartado de ti por un breve tiempo, a fin de que lo recuperaras
para siempre, pero ya no como esclavo, sino como algo mejor que un esclavo,
como hermano amadísimo. Él ya lo es para mí. ¡Cuánto
más habrá de serlo para ti, no sólo por su calidad de hombre,
sino de hermano en Cristo! Por lo tanto, si me consideras como compañero
tuyo, recíbelo como a mí mismo. Y si en algo te perjudicó
o algo te debe, ponlo a mi cuenta. Yo, Pablo, te lo pagaré, y esto lo
firmo de mi puño y letra. Y eso para no mencionar que tienes una deuda
conmigo, que eres tú mismo. Sí, hermano, hazme este favor por
nuestra unión con el Señor, para que confortes mi corazón
en Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El apóstol Pablo pasó varias temporadas en la cárcel. Aun en esas circunstancias adversas supo proclamar la buena nueva del evangelio. Onésimo, el esclavo fugitivo, fue prueba de su celo misionero.
Del salmo 145 R/.
El Señor ama al hombre justo.
El Señor siempre es fiel a su palabra y es quien hace justicia
al oprimido; Él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo.
R/.
Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el Señor
al hombre justo y toma al forastero a su cuidado. R/.
A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del inicuo.
Reina el Señor eternamente, reina tu Dios, oh Sión, reina por
siglos. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 15, 5) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la vid y ustedes los sarmientos; el que permanece en mí
y yo en él, ése da fruto abundante. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 17, 20-25
En
aquel tiempo, los fariseos le preguntaron a Jesús: "¿Cuándo
llegará el Reino de Dios?". Jesús les respondió: "El
Reino de Dios no llega aparatosamente. No se podrá decir: 'Está
aquí' o 'Está allá', porque el Reino de Dios ya está
entre ustedes".
Les dijo entonces a sus discípulos: "Llegará un tiempo en
que ustedes desearán disfrutar siquiera un solo día de la presencia
del Hijo del hombre y no podrán. Entonces les dirán: 'Está
aquí' o 'Está allá', pero no vayan corriendo a ver, pues
así como el fulgor del relámpago brilla de un extremo a otro del
cielo, así será la venida del Hijo del hombre en su día.
Pero antes tiene que padecer mucho y ser rechazado por los hombres de esta generación".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
No conviene dar crédito a revelaciones sensacionalistas que predicen el inicio de los tiempos definitivos. La historia de salvación continúa. Los cristianos no tienen por qué alarmarse; el Señor viene a su encuentro.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, los dones que te presentamos en esta festividad del obispo san Martín y concédenos que esta Eucaristía nos conduzca siempre hacia ti, a través de las alegrías y las penas de esta vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 40)
Yo les aseguro que todo lo que hagan a uno de estos hermanos míos insignificantes, a mí mismo me lo hacen, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has renovado con el sacramento de la unidad, ayúdanos, Señor, a cumplir tu voluntad en todo lo que hacemos, para que, a ejemplo de san Martín, disfrutemos la alegría de ser verdaderamente tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Este hombre es un verdadero mártir, ya que derramó su sangre por Cristo; no temió las amenazas de quienes lo juzgaron y mereció así el Reino de los cielos.
ORACIÓN COLECTA
Aviva, Señor, en tu Iglesia, el espíritu de amor, que dio valor a san Josafat para morir por su pueblo a fin de que, fortalecidos por tu amor, no dudemos en sacrificar ninguno de nuestros intereses por el bien de nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la segunda carta del apóstol san Juan: 4-9
Hermanos: Me ha dado mucha
alegría enterarme de que muchos de ustedes viven de acuerdo con la verdad,
según el mandamiento que hemos recibido del Padre.
Les ruego, pues, hermanos, que nos amemos los unos a los otros. No se trata
de un mandamiento nuevo, sino del mismo que tenemos desde el principio. El amor
consiste en vivir de acuerdo con los mandamientos de Dios. Y el mandamiento
consiste en vivir de acuerdo con el amor, como lo han escuchado desde el principio.
Ahora han surgido en el mundo muchos que tratan de engañar, pues niegan
que Jesucristo es verdadero hombre. Estos son el verdadero impostor y anticristo.
Pongan, pues, atención para que no pierdan el fruto de sus trabajos y
puedan recibir la recompensa completa. Quien se aparta de la verdad y no permanece
fiel a la doctrina de Cristo, no vive unido a Dios; el que permanece fiel a
la doctrina de Cristo, ése sí vive unido al Padre y al Hijo. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
El mandamiento principal nunca quedará superado. Quien confiese a Cristo Jesús, sabe que el Padre nos ama y nos invita a vivir amando a los hermanos. Quien ama a Dios, respeta a su hermano.
Del salmo 118 R/.
Dichoso el que cumple la ley del Señor.
Dichoso el hombre de conducta intachable, que cumple la ley del Señor.
Dichoso el que es fiel a sus enseñanzas y lo busca de todo corazón.
R/.
Con todo el corazón te voy buscando; no me dejes desviar de tus preceptos.
En mi pecho guardaré tus mandamientos, para nunca pecar en contra tuya.
R/.
Favorece a tu siervo, para que viva y observe tus palabras. Ábreme los
ojos para ver las maravillas de tu voluntad. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 21, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora
de su liberación, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 17, 26-37
En
aquellos días, Jesús dijo a sus discípulos: "Lo que
sucedió en el tiempo de Noé también sucederá en
el tiempo del Hijo del hombre: comían y bebían, se casaban hombres
y mujeres, hasta el día en que Noé entró en el arca; entonces
vino el diluvio y los hizo perecer a todos.
Lo mismo sucedió en el tiempo de Lot: comían y bebían,
compraban y vendían, sembraban y construían, pero el día
en que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y
los hizo perecer a todos. Pues lo mismo sucederá el día en que
el Hijo del hombre se manifieste.
Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa,
que no baje a recogerlas; y el que esté en el campo, que no mire hacia
atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. Quien intente conservar
su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará.
Yo les digo: aquella noche habrá dos en un mismo lecho: uno será
tomado y el otro abandonado; habrá dos mujeres moliendo juntas: una será
tomada y la otra abandonada".
Entonces, los discípulos le dijeron: "¿Dónde sucederá
eso, Señor?". Y Él les respondió: "Donde hay
un cadáver, se juntan los buitres". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Por más que pretendamos inventar atajos para asegurar o dilatar nuestra felicidad pasajera, no lo conseguiremos. El camino que conduce a la dicha plena implica perder la propia vida.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Bendice y acepta, Señor, los dones que te presentamos y haz que esta Eucaristía, nos confirme en la misma fe que san Josafat atestiguó con su sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 5)
Yo soy la vid y ustedes los sarmientos, dice el Señor; el que permanece en mí y en el cual yo permanezco, ése dará fruto abundante.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este sacramento que hemos recibido nos comunique, Señor, tus dones de fortaleza y de paz, para que, a ejemplo de san Josafat, trabajemos sin descanso por la unidad y la santificación de la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Diego de Alcalá, religioso; Estanislao de Kostka, religioso. Beato Eugenio Bossilkov, mártir.
Vísperas I del domingo: la semana del Salterio. Feria (Verde)
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Jdt 13, 18-19)
María, el Altísimo te ha bendecido más que a todas las mujeres de la tierra, y de tal manera te ha glorificado, que los hombres no cesan de alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Dios santo y misericordioso, que te complaces en los humildes y realizas en ellos, por medio de tu Espíritu Santo, las maravillas de la salvación; mira la humildad de la Virgen María y danos un corazón sencillo y humilde, que sepa responder positivamente a todo signo de tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la tercera carta del apóstol san Juan: 5-8
Querido hermano: En todo lo que has hecho por los hermanos, y eso que son forasteros, te has portado como verdadero cristiano. Ellos han elogiado públicamente ante esta comunidad el amor con que los has tratado. Harás bien en ayudarlos de una manera agradable a Dios con lo que necesitan para su viaje, pues ellos se han puesto en camino por Cristo, sin aceptar nada de los paganos. Debemos, pues, ayudar a esos hermanos nuestros, para que seamos colaboradores en la difusión de la verdad. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El autor de la carta felicita a Gayo, un cristiano respetable y hospitalario que se ha solidarizado con los misioneros enviados a su comunidad. El amor cristiano nos llama a acoger al necesitado.
Del salmo 111 R/.
Dichosos los que temen al Señor.
Dichosos los que temen al Señor y aman de corazón sus
mandamientos; poderosos serán sus descendientes. Dios bendice a los hijos
de los buenos. R/.
Fortuna y bienestar habrá en su casa; siempre obrarán conforme
a la justicia. Quien es justo, clemente y compasivo, como una luz en las tinieblas
brilla. R/.
Quienes, compadecidos, prestan y llevan su negocio honradamente jamás
se desviarán; vivirá su recuerdo para siempre. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. 2 Ts 2, 14) R/. Aleluya, aleluya.
Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria
de nuestro Señor Jesucristo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 18, 1-8
En
aquel tiempo, para enseñar a sus discípulos la necesidad de orar
siempre y sin desfallecer, Jesús les propuso esta parábola:
"En cierta ciudad había un juez que no temía a Dios ni respetaba
a los hombres. Vivía en aquella misma ciudad una viuda que acudía
a él con frecuencia para decirle: 'Hazme justicia contra mi adversario'.
Por mucho tiempo, el juez no le hizo caso, pero después se dijo: 'Aunque
no temo a Dios ni respeto a los hombres, sin embargo, por la insistencia de
esta viuda, voy a hacerle justicia para que no me siga molestando' ".
Dicho esto, Jesús comentó: "Si así pensaba el juez
injusto, ¿creen acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos,
que claman a Él día y noche, y que los hará esperar? Yo
les digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo
del hombre, ¿creen que encontrará fe sobre la tierra?". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La insistencia y la tenacidad de la viuda que no se dejó arrebatar la esperanza por la sordera del juez, nos estimula a dirigirnos con plena confianza al Padre bondadoso, que atiende nuestros ruegos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Jubilosos de poder celebrar la festividad de la Madre de tu Hijo, te presentamos, Señor, estas ofrendas de alabanza, y te pedimos que por este santo intercambio de dones, se acrecienten en nosotros los frutos de la redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Lc 1, 48)
Me llamarán bienaventurada todas las generaciones, porque ha puesto Dios sus ojos en la humildad de su esclava.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido el sacramento celestial, te pedimos, Señor, que cuantos hemos celebrado con veneración, la memoria de la santísima Virgen María, merezcamos participar del banquete eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXXIII DOMINGO ORDINARIO
Santos: Lorenzo O'Toole, obispo; José Pignatelli, presbítero. Beata Magdalena Morano, religiosa. (Verde)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Jr 29, 11. 12. 14)
Yo tengo designios de paz, no de aflicción, dice el Señor. Me invocarán y yo los escucharé y los libraré de su esclavitud dondequiera que se encuentren.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, tu ayuda para entregarnos fielmente a tu servicio porque sólo en el cumplimiento de tu voluntad podremos encontrar la felicidad verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Malaquías: 3, 19-20
"Ya viene el día del Señor, ardiente como un horno, y todos los soberbios y malvados serán como la paja. El día que viene los consumirá, dice el Señor de los ejércitos, hasta no dejarles ni raíz ni rama. Pero para ustedes, los que temen al Señor, brillará el sol de justicia, que les traerá la salvación en sus rayos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Las imágenes están cargadas de rasgos vistosos. En un lenguaje contrastante y directo se describe el desenlace gozoso de quienes respetan al Señor, y el final desgraciado de los arrogantes.
Del salmo 97 R/.
Toda la tierra ha visto al Salvador.
Cantemos al Señor al son del arpa, aclamemos al son de los clarines
al Señor, nuestro Rey. R/.
Alégrense el mar y el mundo submarino, el orbe y todos los que en él
habitan. Que los ríos estallen en aplausos y las montañas salten
de alegría. R/.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
R/.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 3, 7-12
Hermanos: Ya saben cómo
deben vivir para imitar mi ejemplo, puesto que, cuando estuve entre ustedes,
supe ganarme la vida y no dependí de nadie para comer; antes bien, de
día y de noche trabajé hasta agotarme, para no serles gravoso.
Y no porque no tuviera yo derecho a pedirles el sustento, sino para darles un
ejemplo que imitar. Así, cuando estaba entre ustedes, les decía
una y otra vez: "El que no quiera trabajar, que no coma".
Y ahora vengo a saber que algunos de ustedes viven como holgazanes, sin hacer
nada, y además, entrometiéndose en todo. Les suplicamos a esos
tales y les ordenamos, de parte del Señor Jesús, que se pongan
a trabajar en paz para ganarse con sus propias manos la comida. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
San Pablo era un artesano misionero que se agenciaba su propio sustento para no ser gravoso con los hermanos. El cristiano que no se hace responsable de su propio sustento, se aparta del camino recto.
ACLAMACIÓN
(Lc 21, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora
de su liberación, dice el Señor. R/.
Lectura (proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 21, 5-19
En aquel tiempo, como algunos
ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las
ofrendas votivas que lo adornaban, Jesús dijo: "Días vendrán
en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando;
todo será destruido".
Entonces le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a ocurrir estoy
cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?".
Él les respondió: "Cuídense de que nadie los engañe,
porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: 'Yo soy el
Mesías. El tiempo ha llegado'. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar
de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene
que acontecer, pero todavía no es el fin".
Luego les dijo: "Se levantará una nación contra otra y un
reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias
y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles.
Pero antes de todo esto los perseguirán a ustedes y los apresarán;
los llevarán a los tribunales y a la cárcel, y los harán
comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Con esto darán
testimonio de mí.
Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa, porque
yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir
ningún adversario de ustedes.
Los traicionarán hasta sus propios padres, hermanos, parientes y amigos.
Matarán a algunos de ustedes y todos los odiarán por causa mía.
Sin embargo, no caerá ningún cabello de la cabeza de ustedes.
Si se mantienen firmes, conseguirán la vida". Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Las pretendidas revelaciones proféticas se multiplican. Vaticinios y profecías que anuncian el fin del mundo se ponen de moda. Los cristianos vivimos en la confianza de la proximidad de nuestra liberación.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos a Dios, nuestro
Padre, porque Él es la fuente de toda bondad.
Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
Por la Iglesia. Que todos los cristianos colaboremos de corazón,
según las posibilidades de cada uno. Oremos.
Por los que no creen en Jesús pero trabajan por la paz, la justicia y
la fraternidad. Que el Espíritu Santo les dé su fuerza y su gracia.
Oremos.
Por los que viven hundidos en la droga o la delincuencia. Que encuentren la
ayuda que necesitan para salir de su situación. Oremos.
Por los que nos hemos reunido en esta iglesia para celebrar la Eucaristía.
Que sirvamos a Dios con alegría, porque en Él está el gozo
pleno y verdadero. Oremos.
Escúchanos, Padre, y danos tu luz y tu vida. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que estos dones traídos a tu altar nos obtengan de ti, Señor y Dios nuestro, la gracia de servirte con amor y la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 72, 28)
Mi felicidad consiste en estar cerca de Dios y en poner sólo en Él mis esperanzas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que nuestra participación en esta Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar como memorial suyo, nos una siempre con el vínculo de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Estas advertencias nos recuerdan una verdad incómoda. El camino cristiano no está exento de contratiempos y adversidades. Eso es lo normal. Lo anormal sería que un cristiano no enfrentara el rechazo y la cruz por causa de su fidelidad a Jesús. Los testigos de Jesús que han vivido a plenitud su apego a Cristo han sufrido difamaciones, persecuciones y martirios. El santoral cristiano está lleno de historias memorables, de hombres y mujeres que rindieron un testimonio supremo y que entendieron que para salvar la vida hay que entregarla primero. No se trata de desear temerariamente el martirio. Es una gracia excepcional que el Señor otorga a sus amigos. La tentación que nos agobia es la de vivir una fe sin sacrificio, un cristianismo sin cruz, una religiosidad ligera, que ya no refleja ni testimonia la plenitud del amor de Dios, manifestada en su Hijo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 22, 4)
Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo, Señor y Dios mío, tu vara y tu cayado me dan seguridad.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que nos creaste a tu imagen y quisiste que tu Hijo muriera por nosotros, concédenos vivir siempre vigilantes en oración, a fin de que, libres de pecado cuando tú nos llames, podamos ir a reposar gozosos en brazos de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 1, 1-4; 2, 1-5
Ésta es la revelación
que Dios le confió a Jesucristo, para que Él manifestara a sus
servidores lo que tiene que suceder en breve, y que comunicó, por medio
de un ángel, a su siervo Juan. El cual narra lo que vio y afirma que
es palabra de Dios, atestiguada por Jesucristo. Dichosos los que lean y escuchen
la lectura de esta profecía y hagan caso de lo que en ella está
escrito, porque el tiempo señalado está cerca.
Yo, Juan, les deseo la gracia y la paz a las siete comunidades cristianas de
la provincia de Asia, de parte del que es, del que era, del que ha de venir,
y de parte de los siete espíritus que están ante su trono.
Oí al Señor, que me decía: "Al encargado de la comunidad
cristiana de Éfeso escríbele así: Esto dice el que tiene
las siete estrellas en su mano derecha y camina entre los siete candelabros
de oro: 'Conozco tus obras, tu esfuerzo y tu paciencia; sé que no puedes
soportar a los malvados, que pusiste a prueba a los que se llamaban apóstoles
sin serlo, y descubriste que eran unos mentirosos. Eres tenaz, has sufrido por
mí y no te has rendido a la fatiga. Pero tengo en contra tuya que ya
no tienes el mismo amor que al principio. Recuerda de dónde has caído,
arrepiéntete y vuelve a proceder como antes' ". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Esta carta dirigida a la iglesia de Éfeso nos sirve como una fuerte llamada de atención. No es fácil mantener el entusiasmo del amor y la conversión primera. Conviene volver a empezar.
Del salmo 1 R/.
El Señor protege al justo.
Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no
anda en malos pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza
en cumplir sus mandamientos. R/.
Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo
y nunca se marchita. En todo tendrá éxito. R/.
En cambio los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque
el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por
perderlo. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 8, 12) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá
la luz de la vida. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 18, 35-43
En
aquel tiempo, cuando Jesús se acercaba a Jericó, un ciego estaba
sentado a un lado del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente,
preguntó qué era aquello, y le explicaron que era Jesús
el nazareno, que iba de camino. Entonces él comenzó a gritar:
"¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!".
Los que iban adelante lo regañaban para que se callara, pero él
se puso a gritar más fuerte: "¡Hijo de David, ten compasión
de mí!".
Entonces Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo
cerca, le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?".
Él le contestó: "Señor, que vea". Jesús
le dijo: "Recobra la vista; tu fe te ha curado".
Enseguida el ciego recobró la vista y lo siguió, bendiciendo a
Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
El hombre pedía limosna en Jericó. Aunque tenía discapacidades visuales, no había perdido contacto con la realidad. La noticia de la cercanía de Jesús reaviva su esperanza y se dirige confiadamente hacia Él.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Tú que con la muerte de tu Hijo venciste nuestra muerte, concédenos, Señor, por los méritos de este sacramento, ser obedientes a tu voluntad hasta el fin, para que, llenos de confianza y de paz, salgamos de este mundo y podamos participar de la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 21, 36)
Vigilen y oren en todo momento, dice el Señor, para que sean dignos de comparecer ante el Hijo del hombre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, Señor, que en este sacramento nos has dado la prenda de la vida inmortal, ayúdanos a vencer en la hora de la muerte las insidias del enemigo y recíbenos en la gloria eterna de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Margarita de Escocia, reina; Gertrudis "la Magna", religiosa y José Moscatti, laico. Feria (Verde).
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 95, 1. 6)
Canten al Señor un cántico nuevo, hombres de toda la tierra, canten al Señor. Hay brillo y esplendor en su presencia, y en su templo, belleza y majestad.
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno y todopoderoso, conduce nuestra vida por el camino de tus mandamientos para que, unidos a tu Hijo amado, podamos producir frutos abundantes. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 3, 1-6. 14-22
Yo, Juan, oí que
el Señor me decía: "Escribe al encargado de la comunidad
cristiana de Sardes: Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios
y las siete estrellas:
`Conozco tus obras. En apariencia estás vivo, pero en realidad estás
muerto. Ponte alerta y reaviva lo que queda y está a punto de morir,
pues tu conducta delante de mi Dios no ha sido perfecta. Recuerda de qué
manera recibiste y escuchaste mi palabra; cúmplela y enmiéndate.
Porque si no estás alerta, vendré como un ladrón, sin que
sepas la hora en que voy a llegar.
Tienes, sin embargo, en Sardes, algunas pocas personas que no han manchado sus
vestiduras; ellos me acompañarán vestidos de blanco, pues lo merecen.
El que venza también se vestirá de blanco. No borraré jamás
su nombre del libro de la vida y lo reconoceré ante mi Padre y sus ángeles'.
El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las comunidades
cristianas.
Escribe al encargado de la comunidad cristiana de Laodicea: Esto dice el que
es el Amén, el testigo fiel y veraz, el origen de todo lo creado por
Dios:
`Conozco tus obras: no eres ni frío ni caliente. Ojalá fueras
frío o caliente. Pero porque eres tibio y no eres ni frío ni caliente,
estoy a punto de vomitarte de mi boca. Dices que eres rico, que has acumulado
riquezas y que ya no tienes necesidad de nada, pero no sabes que eres un desdichado,
miserable, pobre, ciego y desnudo. Por eso te aconsejo que vengas a comprarme
oro purificado por el fuego, para que te enriquezcas; vestiduras blancas, para
que te las pongas y cubras tu vergonzosa desnudez, y colirio, para que te lo
pongas en los ojos y puedas ver.
Yo reprendo y corrijo a todos los que amo. Reacciona, pues, y enmiéndate.
Mira que estoy aquí, tocando la puerta; si alguno escucha mi voz y me
abre, entraré a su casa y cenaremos juntos.
Al que venza lo sentaré conmigo en mi trono; lo mismo que yo, cuando
vencí, me senté con mi Padre en su trono'.
El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las comunidades
cristianas". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Estos llamados proféticos nos invitan a recorrer un camino penitencial. Como Iglesia santa y pecadora que somos, debemos que reavivar nuestra vocación como servidores de la vida y la verdad.
Del salmo 14 R/.
¿Quién será grato a tus ojos, Señor?
El hombre que procede honradamente y obra con justicia; el que es sincero
en todas sus palabras y con su lengua a nadie desprestigia. R/.
Quien no hace mal al prójimo ni difama al vecino; quien no ve con aprecio
a los malvados, pero honra a quienes temen al Altísimo. R/.
Quien presta sin usura y quien no acepta soborno en perjuicio de inocentes,
ése será agradable a los ojos de Dios eternamente. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. 1 Jn 4, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Dios nos amó y nos envió a su Hijo, como víctima
de expiación por nuestros pecados. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 19, 1-10
En
aquel tiempo, Jesús entró en Jericó, y al ir atravesando
la ciudad, sucedió que un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y
rico, trataba de conocer a Jesús, pero la gente se lo impedía,
porque Zaqueo era de baja estatura. Entonces corrió y se subió
a un árbol para verlo cuando pasara por ahí. Al llegar a ese lugar,
Jesús levantó los ojos y le dijo: "Zaqueo, bájate
pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa".
El bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, comenzaron
todos a murmurar diciendo: "Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador".
Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a Jesús: "Mira, Señor,
voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si he defraudado a alguien,
le restituiré cuatro veces más". Jesús le dijo: "Hoy
ha llegado la salvación a esta casa, porque también él
es hijo de Abraham, y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que
se había perdido". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
La actitud ejemplar de Zaqueo es una narración que nos inquieta y estimula. El relato nos asegura que somos seres inacabados, que siempre podemos reorientar nuestra vida y liberarnos de cualquier fiebre posesiva.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad, los dones que te presentamos y santifícalos por medio de tu Espíritu para que se nos conviertan en sacramento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 8, 12)
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Señor, por habernos alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y te pedimos que este don tuyo sea para nosotros fuente inagotable de vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Mt 25, 34. 36. 40)
Vengan, benditos de mi Padre, dice el Señor, porque estuve enfermo y me visitaron. Yo les aseguro que cuanto hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo han hecho.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que concediste a santa Isabel de Hungría el don de reconocer y venerar a Cristo en los pobres, concédenos, por su intercesión, servir siempre con amor incansable a los necesitados y afligidos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 4, 1-11
Yo, Juan, tuve una visión:
Vi una puerta abierta en el cielo, y la voz que había oído antes,
semejante al sonido de una trompeta, me habló y me dijo: "Sube hacia
acá y te enseñaré lo que va a suceder después".
Entonces fui arrebatado en espíritu y vi un trono puesto en el cielo,
y alguien estaba sentado en el trono. El que estaba sentado en el trono brillaba
con destellos rojos, como una piedra preciosa transparente, y un resplandor
como de esmeralda rodeaba el trono.
Alrededor de este trono vi otros veinticuatro tronos, y en los tronos estaban
sentados veinticuatro ancianos, vestidos con túnicas blancas y con coronas
de oro sobre sus cabezas. Del trono salían relámpagos y truenos
poderosos. Siete lámparas de fuego, que son los siete espíritus
de Dios, ardían frente al trono, y delante de él había
una especie de mar transparente, como de cristal.
En el centro, alrededor del trono, había cuatro seres vivientes, llenos
de ojos por delante y por detrás. El primer ser viviente se parecía
a un león; el segundo, a un toro; el tercero tenía cara de hombre,
y el cuarto parecía un águila en vuelo.
Los cuatro seres vivientes tenían seis alas cada uno y estaban llenos
de ojos por donde quiera. Y no se cansaban de repetir día y noche: "Santo,
Santo, Santo es el Señor, Dios todopoderoso, el que era, el que es y
el que ha de venir".
Y cada vez que los seres vivientes alababan, bendecían y glorificaban
al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos,
los veinticuatro ancianos se postraban delante del que está sentado en
el trono, adoraban al que vive por los siglos de los siglos, y depositaban sus
coronas ante el trono, diciendo:
"Señor y Dios nuestro, tú mereces recibir la gloria, el honor
y el poder, porque tú has creado todas las cosas: tú has querido
que ellas existieran y fueron creadas". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
El profeta describe una liturgia celestial. Los vivientes y los ancianos están delante del trono y celebran el triunfo definitivo del Señor y de sus fieles. Su soberanía perdurará para siempre.
Del salmo 150 R/.
Alabemos al Señor con alegría.
Alabemos al Señor en su templo, alabemos al Señor en
su augusto firmamento. Alabémoslo por sus obras magníficas, alabémoslo
por su inmensa grandeza. R/.
Alabémoslo tocando trompetas, alabémoslo con arpas y cítaras.
Alabémoslo con tambores y danzas, alabémoslo con cuerdas y flautas.
R/.
Alabémoslo con platillos sonoros, alabémoslo con platillos vibrantes.
Que todo ser viviente alabe al Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Jn 15, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y
den fruto y su fruto permanezca. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 19, 11-28
En
aquel tiempo, como ya se acercaba Jesús a Jerusalén y la gente
pensaba que el Reino de Dios iba a manifestarse de un momento a otro, Él
les dijo esta parábola:
"Había un hombre de la nobleza que se fue a un país lejano
para ser nombrado rey y volver como tal. Antes de irse, mandó llamar
a diez empleados suyos, les entregó una moneda de mucho valor a cada
uno y les dijo: 'Inviertan este dinero mientras regreso'.
Pero sus compatriotas lo aborrecían y enviaron detrás de él
a unos delegados que dijeran: 'No queremos que éste sea nuestro rey'.
Pero fue nombrado rey, y cuando regresó a su país, mandó
llamar a los empleados a quienes había entregado el dinero, para saber
cuánto había ganado cada uno.
Se presentó el primero y le dijo: 'Señor, tu moneda ha producido
otras diez monedas'. Él le contestó: 'Muy bien. Eres un buen empleado.
Puesto que has sido fiel en una cosa pequeña, serás gobernador
de diez ciudades'.
Se presentó el segundo y le dijo: 'Señor, tu moneda ha producido
otras cinco monedas'. Y el señor le respondió: 'Tú serás
gobernador de cinco ciudades'.
Se presentó el tercero y le dijo: 'Señor, aquí está
tu moneda. La he tenido guardada en un pañuelo, pues te tuve miedo, porque
eres un hombre exigente, que reclama lo que no ha invertido y cosecha lo que
no ha sembrado'. El señor le contestó:
`Eres un mal empleado. Por tu propia boca te condeno. Tú sabías
que yo soy un hombre exigente, que reclamo lo que no he invertido y que cosecho
lo que no he sembrado, ¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en
el banco para que yo, al volver, lo hubiera recobrado con intereses?'.
Después les dijo a los presentes: 'Quítenle a éste la moneda
y dénsela al que tiene diez'. Le respondieron: `Señor, ya tiene
diez monedas'. Él les dijo: 'Les aseguro que a todo el que tenga se le
dará con abundancia, y al que no tenga, aun lo que tiene se le quitará.
En cuanto a mis enemigos, que no querían tenerme como rey, tráiganlos
aquí y mátenlos en mi presencia' ".
Dicho esto, Jesús prosiguió su camino hacia Jerusalén al
frente de sus discípulos. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Somos administradores de los bienes y habilidades que el Señor nos ha regalado. No podemos dormimos en nuestros laureles. Las urgencias y necesidades de los hermanos desafían nuestra generosidad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los
dones que te presentamos y haz que el memorial del amor infinito de tu Hijo,
que estamos celebrando, aumente en nosotros, a ejemplo de tus santos, nuestra
generosidad contigo y con el prójimo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 13, 35)
En esto reconocerán todos que ustedes son mis discípulos, dice el Señor: en que se aman los unos a los otros.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que este sacramento de tu amor que hemos recibido, nos dé fuerza para imitar el ejemplo de santa Isabel de Hungría, que se consagró a ti de todo corazón y se prodigó sin descanso por el bien de tu pueblo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Dedicación de las Basílicas de San Pedro y San Pablo
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 109, 4)
El Señor lo ha jurado y el Señor no se retracta. Tú eres sacerdote para siempre, como lo es Melquisedec.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que para gloria tuya y salvación nuestra constituiste a Cristo sumo y eterno sacerdote, concede al pueblo redimido con su sangre obtener, por la participación en este memorial, los frutos de la muerte y resurrección de tu Hijo, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 5, 1-10
Yo, Juan, vi en la mano
derecha del que estaba sentado en el trono, un libro escrito por dentro y por
fuera, y sellado con siete sellos. Y vi un ángel poderoso, que gritaba
con fuerte voz: "¿Quién es digno de abrir el libro y de romper
sus sellos?". Pero nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la
tierra, podía abrir el libro ni ver su contenido.
Lloré mucho porque no había nadie digno de abrir el libro y de
ver su contenido. Entonces, uno de los ancianos me dijo: "Ya no llores,
porque ha vencido el león de la tribu de Judá, el descendiente
de David, y él va a abrir el libro y sus siete sellos".
Vi entonces junto al trono, en medio de los cuatro seres vivientes y de los
ancianos, un Cordero. Estaba de pie, y mostraba las señales de haber
sido sacrificado. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete
espíritus de Dios, enviados por toda la tierra. Se acercó y tomó
el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. Y al tomarlo,
los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron ante el
Cordero, con sus cítaras y sus copas de oro llenas de incienso, que significan
las oraciones de los santos. Y se pusieron a cantar un cántico nuevo,
diciendo: "Tú eres digno de tomar el libro y de abrir sus sellos,
porque fuiste sacrificado y con tu sangre compraste para Dios hombres de todas
las razas y lenguas, de todos los pueblos y naciones, y con ellos has constituido
un reino de sacerdotes, que servirán a nuestro Dios y reinarán
sobre la tierra". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El mensaje cifrado en estos renglones es bastante sencillo. Cristo degollado y vencedor es la clave que nos permite desentrañar los misterios proféticos del Antiguo Testamento.
Del salmo 149 R/.
Bendito sea el Señor.
Entonen al Señor un canto nuevo, en la reunión litúrgica
proclámenlo. En su creador y rey, en el Señor, alégrese
Israel, su pueblo santo. R/.
En honor de su nombre, que haya danzas, alábenlo con arpa y tamboriles.
El Señor es amigo de su pueblo y otorga la victoria a los humildes. R/.
Que se alegren los fieles en el triunfo, que inunde el regocijo sus hogares,
que alaben al Señor con sus palabras, porque en esto su pueblo se complace.
R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Sal 94, 8) R/. Aleluya, aleluya.
No endurezcan su corazón, como el día de la rebelión
en el desierto, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 19, 41-44
En
aquel tiempo, cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén y contempló
la ciudad, lloró por ella y exclamó:
"¡Si en este día comprendieras tú lo que puede conducirte
a la paz! Pero eso está oculto a tus ojos. Ya vendrán días
en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán y te
atacarán por todas partes y te arrasarán. Matarán a todos
tus habitantes y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no aprovechaste
la oportunidad que Dios te daba". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
El Señor marcha hacia Jerusalén con el corazón oprimido. La ciudad ha descalificado una y otra vez a los enviados del Señor. Él no apagará la mecha que aun humea, por eso sube decidido a confrontarla.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo, se lleva a cabo la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 11, 24-25)
Éste es mi Cuerpo, que se da por ustedes. Este cáliz es la nueva alianza establecida por mi Sangre; cuantas veces lo beban, háganlo en memoria mía, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has concedido el gozo de participar en esta Eucaristía, memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, haz que, unidos siempre a Él, vivamos como verdaderos hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Ponciano I, Papa y mártir; Abdías, profeta y Anastasio II, Papa. Feria (Verde)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 105, 47)
Sálvanos, Señor y Dios nuestro; reúnenos de entre las naciones, para que podamos agradecer tu poder santo y sea nuestra gloria el alabarte.
ORACIÓN COLECTA.
Dios y Señor nuestro, de quien procede toda autoridad legítima, concede a nuestro primer mandatario un atinado ejercicio de su mandato, para que, respetando siempre tus derechos, busque promover, como es tu voluntad, la paz y el bienestar de su pueblo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 10, 8-11
Yo, Juan, oí de nuevo
la voz que ya me había hablado desde el cielo, y que me decía:
"Ve a tomar el librito abierto, que tiene en la mano el ángel que
está de pie sobre el mar y la tierra".
Me acerqué al ángel y le pedí que me diera el librito.
Él me dijo: "Tómalo y cómetelo. En la boca te sabrá
tan dulce como la miel, pero te amargará las entrañas". Tomé
el librito de la mano del ángel y me lo comí. En la boca me supo
tan dulce como la miel; pero al tragarlo, sentí amargura en las entrañas.
Entonces la voz me dijo: "Tienes que volver a anunciar lo que Dios dice
acerca de muchos pueblos, naciones y reyes". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
La ingesta del libro profético de sabor agridulce simboliza la experiencia profética. Quien anuncia la palabra del Señor recibe un consuelo profundo, que lo fortalece para enfrentar rechazos y adversidades.
Del salmo 118 R/.
Mi alegría es cumplir tus mandamientos.
Más me gozo cumpliendo tus preceptos que teniendo riquezas.
Tus mandamientos, Señor, son mi alegría, ellos son también
mis consejeros. R/.
Para mí valen más tus enseñanzas que miles de monedas de
oro y plata. ¡Qué dulces al paladar son tus promesas! Más
que la miel en la boca. R/.
Tus preceptos son mi herencia perpetua, la alegría de mi corazón.
Hondamente suspiro, Señor, por guardar tus mandamientos. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 10, 27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y
ellas me siguen. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 19, 45-48
Aquel día, Jesús
entró en el templo y comenzó a echar fuera a los que vendían
y compraban allí, diciéndoles: "Está escrito: Mi casa
es casa de oración; pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones".
Jesús enseñaba todos los días en el templo. Por su parte,
los sumos sacerdotes, los escribas y los jefes del pueblo, intentaban matarlo,
pero no encontraban cómo hacerlo, porque todo el pueblo estaba pendiente
de sus palabras. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Jesús destruye simbólicamente el templo. No es una simple purificación. Es un gesto profético radical que el Señor cumple para manifestar que ese centro religioso ya no hace presente a Dios.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estos dones que te presentamos en señal de sumisión a ti, y conviértelos en el sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 3-4)
Bienaventurados los pobres de espíritu, porque suyo es el Reino de los cielos. Bienaventurados los apacibles, porque poseerán la tierra, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el sacramento del Cuerpo
y la Sangre de tu Hijo que acabamos de recibir, nos ayude, Señor, a vivir
más profundamente nuestra fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Beato José Anacleto González Flores y compañeros, mártires; San Félix de Valois, abad.
Vísperas I de mañana: todo propio. Tomo IV. p. 671; Para los Fieles p. 425; Ed. Popular p. 488. Feria (Verde)
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sedulio)
Te aclamamos, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al Rey que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre nuestro, como de una raíz plantada en tierra fértil has hecho brotar de la Virgen María el renuevo santo, que es Cristo, tu Hijo; haz que todo cristiano, injertado en Él por medio del Bautismo y el don del Espíritu Santo, pueda renovar su juventud y dar frutos de gracia para alabanza de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 11, 4-12
Yo, Juan, oí que
me decían: "Aquí están mis dos testigos. Son los dos
olivos y los dos candelabros, que están ante el Señor de la tierra.
Si alguno quiere hacerles daño, su boca echará fuego que devorará
a sus enemigos; así, el que intente hacerles daño, morirá
sin remedio.
Ellos tienen poder de cerrar el cielo para que no llueva mientras dure su misión
profética; tienen poder para convertir el agua en sangre y para castigar
la tierra con toda clase de plagas, cuantas veces quieran.
Pero, cuando hayan terminado su misión, la bestia que sube del mar les
hará la guerra, los vencerá y los matará. Sus cadáveres
quedarán tendidos en la plaza de la gran ciudad, donde fue crucificado
su Señor, y que simbólicamente se llama Sodoma o Egipto.
Durante tres días y medio, gentes de todos los pueblos y razas, de todas
las lenguas y naciones contemplarán sus cadáveres, pues no permitirán
que los sepulten. Los habitantes de la tierra se alegrarán y regocijarán
por su muerte y se enviarán regalos los unos a los otros, porque estos
dos profetas habían sido el azote de ellos.
Pero después de los tres días y medio, un espíritu de vida,
enviado por Dios, entrará en ellos: se pondrán de pie y todos
los que los estén viendo se llenarán de espanto. Oirán
entonces una potente voz, que les dirá desde el cielo:
`Suban acá'. Y subirán al cielo en una nube, a la vista de sus
enemigos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Estos dos testigos simbolizan a la comunidad eclesial que rinde un testimonio
martirial. Denuncias, persecuciones y toda clase de problemas aquejan los testigos
que se mantienen fieles al Cordero.
Del salmo 143 R/.
Bendito sea el Señor, mi fortaleza.
Bendito sea el Señor, mi roca firme; Él adiestró mis manos
y mis dedos para luchar en lides. R/.
Él es mi amigo fiel, mi fortaleza, mi seguro escondite, escudo en que
me amparo, el que los pueblos a mis plantas rinde. R/.
Al compás de mi cítara, nuevos cantos, Señor, he de decirte,
pues tú das a los reyes la victoria y salvas a David, tu siervo humilde.
R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. 2 Tm 1, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro salvador, ha vencido a la muerte y ha hecho resplandecer
la vida por medio del Evangelio. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 20, 27-40
En
aquel tiempo, se acercaron a Jesús algunos saduceos. Como los saduceos
niegan la resurrección de los muertos, le preguntaron: "Maestro,
Moisés nos dejó escrito que si alguno tiene un hermano casado
que muere sin haber tenido hijos, se case con la viuda para dar descendencia
a su hermano. Hubo una vez siete hermanos, el mayor de los cuales se casó
y murió sin dejar hijos. El segundo, el tercero y los demás, hasta
el séptimo, tomaron por esposa a la viuda y todos murieron sin dejar
sucesión. Por fin murió también la viuda. Ahora bien, cuando
llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será esposa
la mujer, pues los siete estuvieron casados con ella?".
Jesús les dijo: "En esta vida, hombres y mujeres se casan, pero
en la vida futura, los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección
de los muertos, no se casarán ni podrán ya morir, porque serán
como los ángeles e hijos de Dios, pues Él los habrá resucitado.
Y que los muertos resucitan, el mismo Moisés lo indica en el episodio
de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios
de Jacob. Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para Él
todos viven".
Entonces, unos escribas le dijeron: "Maestro, has hablado bien". Y
a partir de ese momento ya no se atrevieron a preguntarle nada. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Cuando los saduceos pretenden confundir a Jesús en una de sus cuestiones preferidas, el Señor relee los textos con mirada penetrante y les descubre su sentido: el Señor es Dios de vivos y no de muertos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Padre lleno de bondad, que nos socorra el inmenso amor de tu Hijo unigénito para que, quien al nacer de la Virgen María, no menoscabó la integridad de la Madre, sino que la consagró, nos libre de nuestras culpas y haga acepta a ti nuestra oblación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Lc 11, 27)
Dichosa la Virgen María, que llevó en su seno al Hijo del eterno Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, al recibir
el sacramento celestial en esta festividad (conmemoración) de la santísima
Virgen María, te pedimos que nos concedas celebrar dignamente, a imitación
suya, el misterio de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo.
La presentación de la Santísima Virgen María.
Santos: San Gelasio I, Papa. Solemnidad (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 5, 12; 1, 6)
Digno es el Cordero que fue inmolado, de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor. A Él la gloria y el imperio por los siglos de los siglos.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste fundar todas las cosas en tu Hijo muy amado, Rey del universo, haz que toda creatura, liberada de la esclavitud, sirva a tu majestad y te alabe eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de Samuel: 5, 1-3
En aquellos días,
todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David, de la tribu
de Judá, y le dijeron: "Somos de tu misma sangre. Ya desde antes,
aunque Saúl reinaba sobre nosotros, tú eras el que conducía
a Israel, pues ya el Señor te había dicho: 'Tú serás
el pastor de Israel, mi pueblo; tú serás su guía' ".
Así pues, los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver a David,
rey de Judá. David hizo con ellos un pacto en presencia del Señor
y ellos lo ungieron como rey de todas las tribus de Israel. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
David era un caudillo militar exitoso entre las tribus de Judá. Las
tribus del norte se rindieron ante las evidencias y se presentaron ante él
para solicitarle que reinara también sobre Israel.
Del salmo 121 R/.
Vayamos con alegría al encuentro del Señor.
¡Qué alegría sentí cuando me dijeron: "Vayamos
a la casa del Señor"! Y hoy estamos aquí, Jerusalén,
jubilosos, delante de tus puertas. R/.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según
lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor. R/.
Por el amor que tengo a mis hermanos, voy a decir: "La paz sea contigo".
Y por la casa del Señor, mi Dios, pediré para ti todos los bienes.
R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 1, 12-20
Hermanos: Demos gracias
a Dios Padre, el cual nos ha hecho capaces de participar en la herencia de su
pueblo santo, en el reino de la luz.
Él nos ha liberado del poder de las tinieblas y nos ha trasladado al
Reino de su Hijo amado, por cuya sangre recibimos la redención, esto
es, el perdón de los pecados.
Cristo es la imagen de Dios invisible, el primogénito de toda la creación,
porque en Él tienen su fundamento todas las cosas creadas, del cielo
y de la tierra, las visibles y las invisibles, sin excluir a los tronos y dominaciones,
a los principados y potestades. Todo fue creado por medio de Él y para
Él.
Él existe antes que todas las cosas, y todas tienen su consistencia en
Él. Él es también la cabeza del cuerpo, que es la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para
que sea el primero en todo.
Porque Dios quiso que en cristo habitara toda plenitud y por Él quiso
reconciliar consigo todas las cosas, del cielo y de la tierra, y darles la paz
por medio de su sangre, derramada en la cruz. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Cristo Jesús es la imagen de Dios invisible; como tal, es el modelo y el mediador que obra la reconciliación del universo. Como cabeza de la Iglesia, la conduce hacia la plenitud total junto al Padre.
ACLAMACIÓN
(Mc 11, 9. 10) R/. Aleluya, aleluya.
¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito
el reino que llega, el reino de nuestro padre David! R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 23, 35-43
Cuando
Jesús estaba ya crucificado, las autoridades le hacían muecas,
diciendo: "A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si Él
es el Mesías de Dios, el elegido".
También los soldados se burlaban de Jesús, y acercándose
a Él, le ofrecían vinagre y le decían: "Si tú
eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo". Había,
en efecto, sobre la cruz, un letrero en griego, latín y hebreo, que decía:
"Éste es el rey de los judíos".
Uno de los malhechores crucificados insultaba a Jesús, diciéndole:
"Si tú eres el Mesías, sálvate a ti mismo y a nosotros".
Pero el otro le reclamaba, indignado: "¿Ni siquiera temes tú
a Dios estando en el mismo suplicio? Nosotros justamente recibimos el pago de
lo que hicimos. Pero éste ningún mal ha hecho". Y le decía
a Jesús: "Señor, cuando llegues a tu Reino, acuérdate
de mí". Jesús le respondió: "Yo te aseguro que
hoy estarás conmigo en el paraíso". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
La lógica de los burlones parece sólida. El pretendido Mesías
debe salvarse a sí mismo si pretende ser el salvador de Israel. Sin embargo,
la lógica de la cruz escapa a la racionalidad humana.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
A Jesús, nuestro
Señor, nuestro Rey y nuestro Camino, oremos.
A cada petición diremos: Señor Jesús, acuérdate
de nosotros.
Por la Iglesia, por todos los que en el mundo entero queremos seguir el
camino del Evangelio. Oremos.
Por los que trabajan para hacer de este mundo un lugar de paz, en el que toda
persona pueda vivir con esperanza y confianza. Oremos.
Por los pobres y los enfermos, por los que se sienten abandonados, por todos
los que viven en el dolor y la tristeza. Oremos.
Por nuestros familiares y amigos que han muerto. Oremos.
Por nosotros, los que hoy nos hemos reunido en esta iglesia para celebrar el
domingo, el día del Señor. Oremos.
Señor Jesús, que en la cruz perdonaste a los que te condenaban
y prometiste el paraíso al ladrón que te pedía ayuda; escucha
nuestras súplicas y envíanos tu Espíritu, para que en este
mundo se haga presente cada vez más tu Reino de verdad y de vida, de
santidad y de gracia, de justicia, de amor y de paz. Tú, que vives y
reinas...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al ofrecerte el sacrificio de la reconciliación humana, te rogamos, Señor, que Jesucristo, tu Hijo, conceda a todos los pueblos los bienes de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque consagraste Sacerdote eterno y Rey del universo a tu Hijo unigénito,
nuestro Señor Jesucristo, para que, ofreciéndose a sí mismo
como víctima perfecta y pacificadora en el altar de la cruz, consumara
el misterio de la redención humana; y sometiendo a su poder la creación
entera, entregara a tu majestad infinita un Reino eterno y universal: Reino
de la verdad y de la vida, Reino de la santidad y de la gracia, Reino de la
justicia, del amor y de la paz.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros
celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 28, 10-11)
En su trono reinará el Señor para siempre y le dará a su pueblo la bendición de la paz.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el pan que da la vida eterna, te pedimos, Señor, que quienes nos gloriamos en obedecer aquí los mandatos de Cristo, Rey del universo, podamos vivir con Él eternamente en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Un nítido contraste encontramos entre la primera y la tercera lectura. Mientras que el relato de Samuel nos presenta a un rey aceptado y reconocido por todo Israel, el evangelio nos presenta a un Mesías desconocido y rechazado. Todo ajusta dentro de una lógica aparente. David es un general exitoso que se impone por la fuerza de sus conquistas. El pueblo no tiene dificultad en proclamarlo su rey. Jesús crucificado aparece como un malhechor ajusticiado y vencido, que no atrae ni convence a nadie de su mesianidad. Los esquemas tradicionales se rompen. Dios desconcierta a Israel al presentarle a su Hijo Jesús como mesías impotente y crucificado. La confesión de la realeza de Jesús no se ajusta a los conceptos humanos de poder y grandeza. Es un rey diferente, que vive para servir.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Esta santa luchó hasta la muerte por la ley de Dios y no se aterrorizó ante la amenaza de los impíos, pues estaba afianzada sobre roca firme.
ORACIÓN COLECTA
Que la intercesión de santa Cecilia, virgen y mártir, nos obtenga, Señor, de tu misericordia, la gracia de vivir con alegría nuestra fe para que merezcamos cantar tus alabanzas en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 14, 1-3. 4-5
Yo, Juan, tuve otra visión:
Vi al Cordero, en pie sobre el monte Sión y con él, ciento cuarenta
y cuatro mil personas, que llevaban grabado en la frente el nombre del Cordero
y el nombre de su Padre.
Y oí un ruido que venía del cielo, parecido al estruendo del mar
y al estampido de un trueno poderoso; el ruido que oía era como el de
un gran coro acompañado de arpas. Cantaban un cántico nuevo ante
el trono, ante los cuatro seres vivientes y los ancianos.
Y nadie podía cantar el cántico, fuera de los ciento cuarenta
y cuatro mil, que habían sido rescatados de la tierra. Estos son los
que acompañan al Cordero a dondequiera que va; estos son los que han
sido rescatados de entre los hombres, las primicias para Dios y para el Cordero;
en la boca de ellos no hubo mentira y son irreprochables ante Dios. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Los bautizados fuimos rescatados por la sangre del Cordero. Él nos ha liberado de toda opresión, para que vivamos libres de cualquier género de corrupción que pretenda esclavizarnos.
Del salmo 23 R/.
Dichosos los limpios de corazón.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los
que en él habitan, pues Él lo edificó sobre los mares,
Él fue quien lo asentó sobre los ríos. R/.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién
podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos
puras y que no jura en falso. R/.
Ése obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador,
le hará justicia. Ésta es la clase de hombres que te buscan y
vienen ante ti, Dios de Jacob. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 24, 42. 44) R/. Aleluya, aleluya.
Estén preparados, porque no saben a qué hora va a venir
el Hijo del hombre. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 21, 1-4
En aquel tiempo, levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que echaban sus donativos en las alcancías del templo. Vio también a una viuda pobre, que echaba allí dos moneditas, y dijo: "Yo les aseguro que esa pobre viuda ha dado más que todos. Porque éstos dan a Dios de lo que les sobra; pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La viuda encarna la espiritualidad añeja de los pobres de espíritu que confían plenamente en el amor providente del Padre. Quien aprende a compartir, ha aprendido a reconocer primero el amor de Dios en su vida.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que los dones que vamos a ofrecerte en honor de tu santa virgen Cecilia te sean, Señor, tan agradables,
Como agradable fue a tus ojos su martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 16, 24)
Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y que me siga, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que glorificaste a santa Cecilia con la doble corona de la virginidad y del martirio, concédenos que esta comunión nos ayude a superar todas las pruebas y podamos así alcanzar el Reino eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Este hombre es un verdadero mártir, ya que derramó su sangre por Cristo; no temió las amenazas de quienes lo juzgaron y mereció así el Reino de los cielos.
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre nuestro, que concediste a tu siervo Miguel Agustín, en su vida y en su martirio, buscar ardientemente tu mayor gloria y la salvación de los hombres, concédenos, a ejemplo suyo, servirte y glorificarte cumpliendo nuestras obligaciones diarias con fidelidad alegría, y ayudando eficazmente a nuestros prójimos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 14, 14-19
Yo, Juan, tuve otra visión:
Vi una nube blanca y en ella a alguien que parecía un ser humano, con
una corona de oro en la cabeza y una hoz afilada en la mano. Entonces un ángel
salió del templo y le gritó con potente voz al que estaba sentado
en la nube: "Empuña la hoz y ponte a segar; el tiempo de la cosecha
ha llegado ya; la mies de la tierra está madura". El que estaba
sentado en la nube pasó su hoz sobre la tierra y recogió la cosecha
de la tierra. Salió otro ángel del templo celestial, también
él con una afilada hoz en su mano. Y salió del templo otro más,
el ángel que tiene poder sobre el fuego, y le gritó con potente
voz al que tenía la hoz afilada: "Empuña tu hoz afilada y
corta los racimos de la viña de la tierra, porque sus uvas ya están
maduras".
El ángel acercó su hoz a la tierra, cosechó la viña
de la tierra y echó los racimos en el gran lagar de la cólera
de Dios. Pisaron las uvas en el lagar, fuera de la ciudad, y del lagar corrió
tanta sangre, que subió hasta los frenos de los caballos, en una extensión
de unos trescientos kilómetros. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
La siega y la vendimia son dos imágenes del mundo agrícola que usa el autor del Apocalipsis para anunciar los eventos decisivos que llegarán al momento del juicio final.
Del salmo 95 R/.
Que todo se alegre ante el Señor.
"Reina el Señor", digamos a los pueblos. Él afianzó
con su poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia. R/.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino;
salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
R/.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
R/.
ACLAMACIÓN
(Ap 2, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Sé fiel hasta la muerte y te daré como premio la vida,
dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 21, 5-11
En aquel tiempo, como algunos
ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las
ofrendas votivas que lo adornaban, Jesús dijo: "Días vendrán
en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando;
todo será destruido".
Entonces le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto
y cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?".
Él les respondió: "Cuídense de que nadie los engañe,
porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: 'Yo soy el
Mesías. El tiempo ha llegado'. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar
de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene
que acontecer, pero todavía no es el fin".
Luego les dijo: "Se levantará una nación contra otra y un
reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias
y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
No hay señales
inequívocas para deletrear los eventos finales. Profecías y pronósticos
fallidos se han multiplicado. Dios, como Señor de la historia, es el
único que conoce el día y la hora.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Padre nuestro, que al presentarte este pan y este vino para el sacrificio eucarístico, te presentemos también nuestra vida para que, por intercesión de tu mártir Miguel Agustín, merezcamos un día ser asociados plenamente como él a la oblación de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12, 24-25)
Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da fruto abundante.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre, que esta Eucaristía nos purifique de todo egoísmo, y nos dé fuerza para vivir cada día, a ejemplo de tu mártir Miguel Agustín, al servicio de nuestros hermanos, con los sentimientos del Corazón de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ga 6, 14; 1 Co 1, 18)
No permita Dios que yo me gloríe en algo que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, pues la cruz es fuerza de Dios para los que vamos por el camino de la salvación.
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre nuestro, fuente y origen de toda paternidad, que a los bienaventurados mártires Andrés y sus compañeros les concediste ser fieles a la cruz de tu Hijo, por su intercesión te pedimos que también nosotros propaguemos tu amor entre nuestros hermanos y seamos dignos de contarnos entre tus hijos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 15, 1-4
Yo, Juan, tuve una visión:
Vi en el cielo otra gran señal maravillosa: Eran siete ángeles,
portadores de las últimas siete plagas, con las cuales Dios pondrá
fin a su cólera.
Vi también una especie de mar de cristal, mezclado con fuego; y los vencedores
de la bestia, de su estatua y del número simbólico de su nombre,
estaban de pie junto al mar de cristal, con las cítaras que Dios les
había dado, y cantaban el cántico de Moisés, el siervo
de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo:
"Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios todopoderoso;
justo y verdadero tu proceder, rey de las naciones. ¿Quién no
te respetará, Señor? ¿Quién no te alabará?
Ya que sólo tú eres santo, y todas las naciones vendrán
a adorarte, porque tus justas sentencias han quedado patentes". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Esta serie de plagas que caerán sobre el mar y la tierra reiteran lo ya dicho en los capítulos precedentes: Dios se apresta a realizar el juicio y el castigo decisivo contra los que servían a la bestia.
Del salmo 97 R/.
Señor, tus obras son maravillosas.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas.
Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
Alégrese el mar y el mundo submarino, el orbe y todos los que en él
habitan. Que los ríos estallen en aplausos y las montañas salten
de alegría. R/.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
R/.
ACLAMACIÓN
(Ap 2, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Sé fiel hasta la muerte y te daré como premio la vida,
dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 21, 12-19
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Los perseguirán
y los apresarán, los llevarán a los tribunales y a la cárcel,
y los harán comparecer ante reyes y gobernantes por causa mía.
Con esto ustedes darán testimonio de mí.
Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa, porque
yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir
ningún adversario de ustedes.
Los traicionarán hasta sus padres y hermanos, sus parientes y amigos.
Matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán por causa mía.
Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá. Si se mantienen firmes,
conseguirán la vida". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Una certidumbre se le puede ofrecer a los discípulos inquietos por la cercanía del final. Antes de la catástrofe última sobrevendrá un tiempo de pruebas y adversidades para los discípulos de Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Padre santo, los dones que te presentamos al venerar la pasión de los santos mártires vietnamitas y concédenos que, en medio de las adversidades de esta vida, permanezcamos siempre fieles a ti y nos convirtamos en ofrendas agradables a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 10)
Dichosos los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Fortalecidos con esta Eucaristía, te suplicamos, Señor, al conmemorar a tus santos mártires, que permanezcamos unidos en tu amor y podamos conseguir el premio eterno de nuestros sufrimientos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 77, 23-25)
Abrió Dios las compuertas del cielo e hizo llover sobre ellos el maná para que comiesen; les dio un trigo celeste, y el hombre comió pan de ángeles.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que llevaste a cabo la obra de la redención humana por el misterio pascual de tu Hijo, concédenos que, al anunciar llenos de fe por medio de los signos sacramentales, su muerte y resurrección, recibamos cada vez con mayor abundancia los frutos de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 18, 1-2. 21-23; 19, 1-3. 9
Yo, Juan, vi un ángel
que bajaba del cielo. Su poder era inmenso y con resplandor iluminó la
tierra. Gritó con voz potente y dijo:
"Ha caído ya la gran Babilonia y ha quedado convertida en morada
de demonios, en guarida de toda clase de espíritus impuros, en escondrijo
de aves inmundas y repugnantes". Otro ángel poderoso levantó
una piedra del tamaño de una rueda de molino y la arrojó al mar,
diciendo: "Con esta misma violencia será arrojada Babilonia, la
gran ciudad, y desaparecerá para siempre. Ya no se volverán a
escuchar en ti ni cantos, ni cítaras, ni flautas, ni trompetas. Ya no
habrá jamás en ti artesanos de ningún oficio, ni se escuchará
más el ruido de la piedra de molino; ya no brillarán en ti las
luces de las lámparas ni volverá a escucharse en ti el bullicio
de las bodas. Esto sucederá porque tus comerciantes llegaron a dominar
la tierra y tú, con tus brujerías, sedujiste a todas las naciones".
Después de esto oí algo así como una inmensa multitud que
cantaba en el cielo: "¡Aleluya! La salvación, la gloria y
el poder pertenecen a nuestro Dios, porque sus sentencias son legítimas
y justas. Él ha condenado a la gran prostituta, que corrompía
a la tierra con su fornicación y le ha pedido cuentas de la sangre de
sus siervos".
Y por segunda vez todos cantaron: "¡Aleluya! El humo del incendio
de la gran ciudad se eleva por los siglos de los siglos". Entonces un ángel
me dijo: "Escribe: 'Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero'
". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
No se trata de dar rienda suelta a los sentimientos mezquinos y revanchistas. Los cristianos prorrumpen en gritos de alegría para celebrar el triunfo decisivo del Señor.
Del salmo 99 R/.
Dichosos los invitados al banquete del Señor.
Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría
y con júbilo entremos en su templo. R/.
Reconozcamos que el Señor es Dios, que Él fue quien nos hizo y
somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño. R/.
Entremos por sus puertas dando gracias, crucemos por sus atrios entre himnos,
alabando al Señor y bendiciéndolo. R/.
Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia
y su fidelidad nunca se acaba. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 21, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora
de su liberación, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 21, 20-28
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Cuando vean a Jerusalén sitiada por
un ejército, sepan que se aproxima su destrucción. Entonces, los
que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén en la
ciudad, que se alejen de ella; los que estén en el campo, que no vuelvan
a la ciudad; porque esos días serán de castigo para que se cumpla
todo lo que está escrito.
¡Pobres de las que estén embarazadas y de las que estén
criando en aquellos días! Porque vendrá una gran calamidad sobre
el país y el castigo de Dios se descargará contra este pueblo.
Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las
naciones y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que
se cumpla el plazo que Dios les ha señalado.
Habrá señales prodigiosas en el sol, en la luna y en las estrellas.
En la tierra las naciones se llenarán de angustia y de miedo por el estruendo
de las olas del mar; la gente se morirá de terror y de angustiosa espera
por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se
bambolearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube,
con gran poder y majestad. Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención
y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Por más negativos que sean los presagios sobre la destrucción del mundo, no debemos atemorizarnos. Nosotros sabemos que este mundo no es nuestra patria definitiva. Anhelamos nuestra gran liberación.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, te pedimos humildemente nos concedas que este sacramento de amor sea siempre para nosotros un signo de unidad y un vínculo de amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51-52)
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor. El que coma de este pan, vivirá eternamente; pues el pan que voy a dar, es mi carne, y lo doy para vida del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que la participación en este banquete celestial nos santifique, de modo que, por la recepción del Cuerpo y Sangre de Cristo, se estreche entre nosotros la unión fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Ga 6, 14)
Que nuestra única gloria sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en quien está nuestra salvación, nuestra vida y resurrección y por quien hemos sido redimidos y liberados.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo muriera en la Cruz para salvar a todos los hombres, concédenos aceptar por su amor la cruz del sufrimiento aquí en la tierra, para poder gozar en el cielo los frutos de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 20, 1-4. 11-21, 2
Yo, Juan, vi un ángel
que bajaba del cielo, con la llave del abismo y una gran cadena en la mano.
El ángel sujetó al dragón, la serpiente antigua, que es
el diablo o Satanás, y lo encadenó durante mil años. Lo
arrojó al abismo, lo encerró y puso un sello, para que ya no pudiera
engañar a los pueblos hasta que pasaran mil años. Después
de esto, es necesario que lo suelten un poco de tiempo.
Vi también unos tronos, donde se sentaron los encargados de juzgar. Vi,
además, vivos a los que habían sido sacrificados por dar testimonio
de Jesús y proclamar la palabra de Dios, y a todos los que no adoraron
a la bestia ni a su estatua, y no se dejaron poner su marca en la frente ni
en la mano. Estos revivieron y reinaron con Cristo durante mil años.
Vi después un trono brillante y magnífico, y al que estaba sentado
en él. El cielo y la tierra desaparecieron de su presencia sin dejar
rastro. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono.
Fueron abiertos unos libros y también el libro de la vida. Los muertos
fueron juzgados conforme a sus obras, que estaban escritas en esos libros.
El mar devolvió sus muertos; la muerte y el abismo devolvieron los muertos
que guardaban en su seno. Cada uno fue juzgado según sus obras. La muerte
y el abismo fueron arrojados al lago de fuego; este lago es la muerte definitiva.
Y a todo el que no estaba inscrito en el libro de la vida lo arrojaron al lago
de fuego. Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo
y la primera tierra habían desaparecido y el mar ya no existía.
También vi que descendía del cielo, desde donde está Dios,
la ciudad santa, la nueva Jerusalén, engalanada como una novia que va
a desposarse con su prometido. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Estos célebres versículos han suscitado lecturas divergentes y erróneas a la largo de la historia. El tenor original de estos versos proclama el triunfo definitivo de Jesús y sus fieles.
Del salmo 83 R/.
Dichosos los que viven en tu casa.
Anhelando los atrios del Señor se consume mi alma. Todo mi ser
de gozo se estremece y el Dios vivo es la causa. R/.
Hasta el gorrión encuentra casa y la golondrina un lugar para su nido,
cerca de tus altares, Señor de los ejércitos, Dios mío.
R/.
Dichosos los que viven en tu casa, te alabarán para siempre; dichosos
los que encuentran en ti su fuerza, pues caminarán cada vez con más
vigor. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 21, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora
de su liberación, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 21, 29-33
En aquel tiempo, Jesús
propuso a sus discípulos esta comparación: "Fíjense
en la higuera y en los demás árboles. Cuando ven que empiezan
a dar fruto, saben que ya está cerca el verano. Así también,
cuando vean que suceden las cosas que les he dicho, sepan que el Reino de Dios
está cerca. Yo les aseguro que antes de que esta generación muera,
todo esto se cumplirá. Podrán dejar de existir el cielo y la tierra,
pero mis palabras no dejarán de cumplirse". Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Para el cristiano no tiene sentido entretenerse ni angustiarse haciendo
cálculos y predicciones sobre el final de la historia. La llegada en
plenitud del reinado de Dios no es un evento temido, sino esperado.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que este sacrificio que Cristo te ofreció sobre la Cruz para borrar los pecados del mundo, nos purifique ahora de todas nuestras culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12, 32)
Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor nuestro Jesucristo, tú que nos has redimido por medio de tu Cruz y nos has hecho partícipes de tu Cuerpo y de tu Sangre, concédenos participar también de la gloria de tu resurrección. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Santos: Virgilio de Salzburgo, obispo; Facundo y Primitivo de Sahagún, mártires. Beato Ramón Llull, laico.
Vísperas I del domingo: la semana del Salterio. Tomo I, pp. 575 y 7; Para los Fieles, pp. 472 y 8; Ed. Popular, pp. 13 y 410. Feria (Verde)
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Hch 1, 14)
Con un mismo espíritu, los discípulos perseveraban en la oración junto con María, la Madre de Jesús.
ORACIÓN COLECTA
Dios misericordioso, que quisiste que tu Hijo unigénito proclamara desde la cruz como Madre nuestra a su propia Madre, haz que tu Iglesia, por la mediación y cooperación maternal de la Virgen María, crezca cada día en santidad y atraiga a su seno a todas las naciones. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 22, 1-7
El ángel del Señor
me mostró a mí, Juan, el río del agua que da la vida, reluciente
como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero. En el centro de
la plaza de la ciudad y en cada lado del río, crecía un árbol
de la vida, que daba doce cosechas al año, una cada mes, y sus hojas
sirven para dar la salud a las naciones. Ahí no habrá ya ninguna
maldición.
En la ciudad estará el trono de Dios y el del Cordero, y sus servidores
le darán culto, lo verán cara a cara, y llevarán su nombre
en la frente. Ahí no habrá ya noche ni habrá necesidad
de lámparas o de sol, porque el Señor Dios los iluminará
con su luz y reinarán por los siglos de los siglos. Luego el ángel
me dijo: "Estas palabras son verdaderas y dignas de crédito. El
Señor Dios, que inspiró a los profetas, ha enviado su ángel
para comunicar a sus servidores lo que tiene que suceder en breve. Ya estoy
a punto de llegar. Dichoso quien le hace caso al mensaje profético contenido
en este libro". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Este cuadro registra una serie de rasgos simbólicos propios de la tradición profética. La nueva Jerusalén es una ciudad rebosante de vida que no cesa y que dura para siempre junto al Padre.
Del salmo 94 R/.
Demos gracias al Señor.
Vengan, lancemos vivas al Señor, aclamemos al Dios que nos salva.
Acerquémonos a Él llenos de júbilo y démosle gracias.
R/.
Porque el Señor es un Dios grande, es un rey más grande que todos
los dioses: en sus manos están los abismos de la tierra y son suyas las
cumbres de las montañas; el mar es suyo, pues El lo hizo, y también
la tierra, pues la formó con sus manos. R/.
Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor, que nos
hizo, pues Él es nuestro Dios y nosotros, su pueblo, Él nuestro
pastor y nosotros, sus ovejas. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Lc 21, 36) R/. Aleluya, aleluya.
Velen y oren, para que puedan presentarse sin temor ante el Hijo del
hombre. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 21, 34-36
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Estén alerta, para que los vicios, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente y aquel día los sorprenda desprevenidos; porque caerá de repente como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra. Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante el Hijo del hombre". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La exhortación relevante será aquella que nos mantenga vigilantes y activos. No podemos enajenarnos en una y mil preocupaciones terrenales. Hay que mantenerse en pie ante el Señor que llega.
Prefacio de Santa María Virgen
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Convierte, Señor, en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, estos dones que te presentamos, y haz que este memorial de nuestra redención, nos inflame en el amor a la Virgen María, Madre de la Iglesia, y nos asocie íntimamente a ella en la obra de la salvación de los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Jn 19, 26-27)
Desde la cruz, Cristo dijo al discípulo amado: "He ahí a tu Madre".
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has concedido en este sacramento la prenda de nuestra vida eterna, haz, Señor, que tu Iglesia, por la intercesión maternal de la Virgen María, ilumine a todas las naciones con la luz del Evangelio y las santifique con los dones de tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
I DOMINGO DE ADVIENTO
Inicia nuevo año litúrgico, Ciclo A
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 24, 1-3)
A ti, Señor,
levanto mi alma; Dios mío, en ti confío, no quede yo defraudado.
Que no se burlen de mí mis enemigos; pues los que esperan en ti, no quedan
defraudados.
No se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Señor, despierta en nosotros el deseo de prepararnos a la venida de Cristo con la práctica de las obras de misericordia para que, puestos a su derecha el día del juicio, podamos entrar al Reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 2, 1-5
Visión de Isaías,
hijo de Amós, acerca de Judá y Jerusalén: En días
futuros, el monte de la casa del Señor será elevado en la cima
de los montes, encumbrado sobre las montañas, y hacia él confluirán
todas las naciones.
Acudirán pueblos numerosos, que dirán: "Vengan, subamos al
monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob, para que Él nos
instruya en sus caminos y podamos marchar por sus sendas. Porque de Sión
saldrá la ley, de Jerusalén, la palabra del Señor".
Él será el árbitro de las naciones y el juez de pueblos
numerosos. De las espadas forjarán arados y de las lanzas, podaderas;
ya no alzará la espada pueblo contra pueblo, ya no se adiestrarán
para la guerra.
¡Casa de Jacob, en marcha! Caminemos a la luz del Señor. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
El cántico profético de Isaías celebra efusivamente la victoria definitiva sobre la muerte. En ese monte el Señor Jesús dará cumplimiento pleno a la profecía y romperá las ataduras de la muerte para siempre.
Del salmo 121 R/.
Vayamos con alegría al encuentro del Señor.
¡Qué alegría sentí, cuando me dijeron: "Vayamos
a la casa del Señor"! Y hoy estamos aquí, Jerusalén,
jubilosos, delante de sus puertas. R/
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según
lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor. En
ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. R/.
Digan de todo corazón: "Jerusalén, que haya paz entre aquellos
que te aman, que haya paz dentro de tus murallas y que reine la paz en cada
casa". R/.
Por el amor que tengo a mis hermanos, voy a decir: "La paz esté
contigo".
Y por la casa del Señor, mi Dios, pediré para ti todos los bienes.
R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 13, 11-14
Hermanos: Tomen en cuenta
el momento en que vivimos. Ya es hora de que se despierten del sueño,
porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando
empezamos a creer.
La noche está avanzada y se acerca el día. Desechemos, pues, las
obras de las tinieblas y revistámonos con las armas de la luz.
Comportémonos honestamente, como se hace en pleno día. Nada de
comilonas ni borracheras, nada de lujurias ni desenfrenos, nada de pleitos ni
envidias. Revístanse más bien, de nuestro Señor Jesucristo
y que el cuidado de su cuerpo no dé ocasión a los malos deseos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Las confrontaciones, pleitos y desavenencias oscurecen el rostro de la Iglesia. El apóstol Pablo nos invita a vivir revestidos de Cristo Jesús, a fin de sobreponemos a todas las servidumbres que nos enajenan.
ACLAMACIÓN
(Sal 84, 8) R/. Aleluya, aleluya.
Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio
según santo Evangelio según san Mateo: 24, 37-44
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Así como
sucedió en tiempos de Noé, así también sucederá
cuando venga el Hijo del hombre. Antes del diluvio, la gente comía, bebía
y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca.
Y cuando menos lo esperaban, sobrevino el diluvio y se llevó a todos.
Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre. Entonces, de dos hombres
que estén en el campo, uno será llevado y el otro será
dejado; de dos mujeres que estén juntas moliendo trigo, una será
tomada y la otra dejada.
Velen, pues, y estén preparados, porque no saben qué día
va a venir su Señor. Tengan por cierto que si un padre de familia supiera
a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no
dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. También ustedes
estén preparados, porque a la hora que menos lo piensen, vendrá
el Hijo del hombre". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
La única certeza que tenemos acerca del final es que las circunstancias de la misma son inciertas. La imagen del asalto sorpresivo del ladrón reaparece aquí y allá para resaltar el carácter imprevisto del final.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Mientras esperamos la
venida definitiva del Señor, oremos para que su amor, su paz, su luz,
transformen ya ahora nuestras vidas.
A cada petición diremos (cantando): Ven, Señor Jesús.
Para que llegue el día en que todos los hombres y mujeres del mundo entero
puedan vivir en paz, con esperanza, confiados ante el futuro. Oremos al Señor.
Para que los gobernantes, los políticos, los que tienen el poder económico
o militar, trabajen sinceramente por el bienestar de todos, y especialmente
de los que menos tienen. Oremos al Señor.
Para que el pueblo de Israel, que recibió desde muy antiguo la llamada
del Señor, se esfuerce al servicio de la paz y muestre ante el mundo
el rostro amoroso de Dios. Oremos al Señor.
Para que la Iglesia entera, todos los cristianos, vivamos con alegría
nuestra fe y la vida nueva que hemos recibido. Oremos al Señor.
Para que todos nosotros, reunidos al empezar este tiempo de Adviento para celebrar
la Eucaristía, convirtamos nuestro corazón para preparar la venida
del Señor. Oremos al Señor.
Ven, Señor Jesús. Ven, y renueva el camino de la humanidad.
Tú, que vives y reinas por...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estas ofrendas que hemos tomado de tus mismos dones, y concédenos que esta Eucaristía que estamos celebrando, nos alcance la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I/A o I/B de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 84, 13)
El Señor nos mostrará su misericordia y nuestra tierra producirá su fruto.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por nuestra participación en esta Eucaristía, enséñanos, Señor, a no poner nuestro corazón en las cosas pasajeras, sino en los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Nosotros podemos sentirnos confundidos al constatar que la inminente llegada del final de los tiempos y la consecuente victoria del Señor no se verifican. Los primeros cristianos vivían orientados hacia la segunda venida del Señor. Su horizonte cotidiano estaba marcado por la esperanza del próximo retorno del Señor resucitado. Nuestra cultura moderna parece tener una perspectiva diametralmente opuesta. Se vive en el más inmediato de los presentes. La creencia creciente en amplios sectores sociales insiste en vivir intensamente, porque después de la muerte no hay certeza de nada. Los cristianos maduros piensan diferente. Jesús resucitado ha abierto la puerta a la esperanza. Ese es el cimiento y el corazón de nuestra fe cristiana. Esa fe tendrá que orientar nuestras decisiones presentes.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Jr 31, 10; Is 35, 4)
Oigan, pueblos, la palabra del Señor y anúncienla en todos los rincones de la tierra: "He aquí que vendrá nuestro salvador, ya no tengan miedo".
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor Dios nuestro, permanecer alerta a la venida de tu Hijo Jesucristo, para que cuando venga y llame, nos encuentre velando en oración y entonándole alabanzas. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 4, 2-6
Aquel día, el vástago
del Señor será magnífico y glorioso; el fruto del país
será orgullo y esplendor de los sobrevivientes de Israel.
A los restantes en Jerusalén, a todos los inscritos en ella para la vida,
los llamaré santos.
Cuando el Señor haya lavado la inmundicia de las hijas de Sión
y haya limpiado de sangre a Jerusalén con viento justiciero y abrasador,
creará el Señor, sobre todo lugar del monte Sión y sobre
la asamblea, nube y humo de día, y fuego llameante de noche. Y por encima,
la gloria del Señor será toldo y tienda contra el calor del día,
abrigo y resguardo contra el temporal y la lluvia. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
El Señor limpiará la suciedad que afea el rostro de la vieja Jerusalén. El pecado, la injusticia y el mal se erradicarán. La nueva Jerusalén será purificada y el Señor residirá para siempre con los suyos.
Del salmo 121 R/.
Vayamos con alegría al encuentro del Señor.
¡Qué alegría sentí, cuando me dijeron: "Vayamos
a la casa del Señor"! Y hoy estamos aquí, Jerusalén,
jubilosos, delante de tus puertas. R/.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según
lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor. En
ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. R/.
Digan de todo corazón: "Jerusalén, que haya paz entre aquellos
que te aman, que haya paz dentro de tus murallas y que reine la paz en cada
casa". R/.
Por el amor que tengo a mis hermanos, voy a decir: "La paz esté
contigo". Y por la casa del Señor, mi Dios, pediré para ti
todos los bienes. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Sal 79, 4) R/. Aleluya, aleluya.
Señor y Dios nuestro, ven a salvarnos; míranos con bondad
y estaremos a salvo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 8, 5-11
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un oficial romano y le dijo: "Señor. tengo en mi casa un criado que está en cama, paralítico, y sufre mucho". Él le contestó: "Voy a curarlo". Pero el oficial le replicó: "Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa; con que digas una sola palabra, mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; cuando le digo a uno: `¡Ver, él va; al otro: `¡Ven!', y viene; a mi criado: `¡Haz esto!', y lo hace". Al oír aquellas palabras, se admiró Jesús y dijo a los que lo seguían: "Yo les aseguro que en ningún israelita he hallado una fe tan grande. Les aseguro que muchos vendrán de oriente y de occidente y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en el Reino de los cielos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El capitán romano sabía de la fuerza y el valor de las palabras. Gracias a esa experiencia pudo confiar la curación de su sirviente a la eficacia de la palabra poderosa del Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estas ofrendas que hemos tomado de tus mismos dones, y concédenos que esta Eucaristía que estamos celebrando, nos alcance la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I/A o I/B de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Sal 105, 4-5; Is 38, 3)
Ven Señor, a visitarnos con tu paz, para que nos alegremos delante de ti, de todo corazón.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por nuestra participación en esta Eucaristía enséñanos, Señor, a no poner nuestro corazón en las cosas pasajeras, sino en los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Andrés, apóstol; Maura de Constantinopla, mártir y Arnoldo de Gemburg, abad.Fiesta (Rojo).
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Mt 4, 18-19)
En la orilla del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos, Pedro y Andrés, y los llamó: Vengan conmigo y yo los haré pescadores de hombres.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, tú que llamaste al Apóstol san Andrés para que fuera, aquí en la tierra, predicador del Evangelio y pastor de tu Iglesia, haz que sea siempre ante ti nuestro poderoso intercesor en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 10, 9-18
Hermanos: Basta que cada
uno declare con su boca que Jesús es el Señor y que crea en su
corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, para que pueda
salvarse. En efecto, hay que creer con el corazón para alcanzar la santidad
y eclarar con la boca para alcanzar la salvación.
Por eso dice la Escritura: Ninguno que crea en Él quedará defraudado,
porque no existe diferencia entre judío y no judío, ya que uno
mismo es el Señor de todos, espléndido con todos los que lo invocan,
pues todo el que invoque al Señor como a su Dios, será salvado
por Él.
Ahora bien, ¿cómo van a invocar al Señor, si no creen en
Él? ¿Y cómo van a creer en Él, si no han oído
hablar de Él? ¿Y cómo van a oír hablar de Él,
si no hay nadie que se lo anuncie? ¿Y cómo va a haber quienes
lo anuncien, si no son enviados? Por eso dice la Escritura: ¡Qué
hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero que trae buenas noticias!
Sin embargo, no todos han creído en el Evangelio. Ya lo dijo Isaías:
Señor, ¿quién ha creído en nuestra predicación?
Por lo tanto, la fe viene de la predicación y la predicación consiste
en anunciar la palabra de Cristo.
Entonces yo pregunto: ¿Acaso no habrán oído la predicación?
¡Claro que la han oído!, pues la Escritura dice: La voz de los
mensajeros ha resonado en todo el mundo y sus palabras han llegado hasta el
último rincón de la tierra. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
De forma libre y responsable cada cristiano se decide por Cristo Jesús. Quien reconoce su condición pecadora se abre al poder transformador de la gracia y se fía de Cristo Salvador.
Del salmo 18 R/.
El mensaje del Señor resuena en toda la tierra.
Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra
de sus manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche
se lo transmite a la otra noche. R/.
Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega
su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 4, 19) R/. Aleluya, aleluya.
Síganme, dice el Señor, y yo los haré pescadores
de hombres. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 4, 18-22
Una
vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos hermanos,
Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban
echando las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: "Síganme
y los haré pescadores de hombres". Ellos inmediatamente dejaron
las redes y lo siguieron.
Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos
de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los
llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre,
lo siguieron. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Pedro, Andrés,
Santiago y Juan se deciden por Jesús. Abandonan su oficio de pescadores,
se desinstalan de sus antiguas seguridades. Ellos intuyen que detrás
de Jesús está la presencia de Dios que visita a su pueblo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad, los dones que te presentamos en la festividad de san Andrés, Apóstol, y haz que esta Eucaristía sea para nosotros fuente de vida y salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o II de los Apóstoles
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 1, 41-42)
Andrés dijo a su hermano Simón: Hemos encontrado al Mesías, y lo llevó a donde estaba Jesús.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta sagrada Eucaristía nos fortalezca, Señor, para que, a ejemplo de san Andrés, participemos con nuestros sufrimientos en la pasión de Cristo y podamos participar también en su gloriosa resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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