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MISAL MAYO DEL 2010 / www.laverdadcatolica.org
Santos: José, obrero y Ricardo Pampuri, presbítero Beato Clemente Septyckyj, mártir.
Vísperas I del domingo: la semana del Salterio Feria (Blanco)
Misa de San José Obrero
ANTÍFONA DE ENTRADA (1 P 2, 9)
Nosotros somos el pueblo redimido por Dios; anunciemos las maravillas del Señor, que nos ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que nos has hecho partícipes de la muerte y resurrección de tu Hijo por medio del bautismo, concédenos vivir de tal manera nuestros compromisos bautismales, que demos frutos abundantes de vida cristiana y podamos llegar a la plenitud del gozo eterno. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 13, 44-52
El sábado siguiente
casi toda la ciudad de Antioquía acudió a oír la palabra
de Dios. Cuando los judíos vieron una concurrencia tan grande, se llenaron
de envidia y comenzaron a contradecir a Pablo con palabras injuriosas. Entonces
Pablo y Bernabé dijeron con valentía: "La palabra de Dios
debía ser predicada primero a ustedes; pero como la rechazan y no se
juzgan dignos de la vida eterna, nos dirigiremos a los paganos. Así nos
lo ha ordenado el Señor, cuando dijo: Yo te he puesto como luz de los
paganos, para que lleves la salvación hasta los últimos rincones
de la tierra".
Al enterarse de esto, los paganos se regocijaban y glorificaban la palabra de
Dios, y abrazaron la fe todos aquellos que estaban destinados a la vida eterna.
La palabra de Dios se iba propagando por toda la región. Pero los judíos
azuzaron a las mujeres devotas de la alta sociedad y a los ciudadanos principales,
y provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé, hasta expulsarlos
de su territorio.
Pablo y Bernabé se sacudieron el polvo de los pies, como señal
de protesta, y se marcharon a Iconio, mientras los discípulos se quedaron
llenos de alegría y del Espíritu Santo. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 97 R/.
Cantemos las maravillas del Señor. Aleluya.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 8, 31. 32) R/. Aleluya, aleluya.
Si se mantienen fieles a mi palabra, dice el Señor, serán verdaderamente
discípulos míos y conocerán la verdad.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 14, 7-14
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Si ustedes me conocen a mí, conocen
también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto".
Le dijo Felipe: "Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta".
Jesús le replicó: "Felipe, tanto tiempo hace que estoy con
ustedes, ¿y todavía no me conoces? Quien me ha visto a mí,
ha visto al Padre. ¿Entonces por qué dices: 'Muéstranos
al Padre'? ¿O no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está
en mí? Las palabras que yo les digo, no las digo por mi propia cuenta.
Es el Padre, que permanece en mí, quien hace las obras. Créanme:
yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Si no me dan fe a
mí, créanlo por las obras.
Yo les aseguro: el que crea en mí, hará las obras que hago yo
y las hará aun mayores, porque yo me voy al Padre; y cualquier cosa que
pidan en mi nombre, yo la haré para que el Padre sea glorificado en el
Hijo. Yo haré cualquier cosa que me pidan en mi nombre".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta. Señor, estos dones que hemos preparado para el sacrificio eucarístico, y transforma toda nuestra vida en una continua ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 24)
Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo los que tú me has dado, para que contemplen la gloria que me diste, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía que tu Elijo nos mandó celebrar en memoria suya y en la cual hemos participado, nos una cada vez más con el vínculo de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
MISA DE SAN JOSÉ OBRERO
Memoria libre (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 127, 1-2)
Dichoso el que teme al Señor y cumple su voluntad. Él gozará el fruto de su trabajo, tendrá prosperidad y alegría. Aleluya
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, creador del universo, que has querido que el hombre colabore con su trabajo al perfeccionamiento de tu obra y al bien de sus hermanos, por intercesión de san José y a ejemplo suyo, concédenos comprender y realizar la misión que nos has encomendado aquí, a cada uno. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 13, 44-52
El sábado siguiente
casi toda la ciudad de Antioquía acudió a oír la palabra
de Dios. Cuando los judíos vieron una concurrencia tan grande, se llenaron
de envidia y comenzaron a contradecir a Pablo con palabras injuriosas. Entonces
Pablo y Bernabé dijeron con valentía: "La palabra de Dios
debía ser predicada primero a ustedes; pero como la rechazan y no se
juzgan dignos de la vida eterna, nos dirigiremos a los paganos. Así nos
lo ha ordenado el Señor, cuando dijo: Yo te he puesto como luz de los
paganos, para que lleves la salvación hasta los últimos rincones
de la tierra".
Al enterarse de esto, los paganos se regocijaban y glorificaban la palabra de
Dios, y abrazaron la fe todos aquellos que estaban destinados a la vida eterna.
La palabra de Dios se iba propagando por toda la región. Pero los judíos
azuzaron a las mujeres devotas de la alta sociedad y a los ciudadanos principales,
y provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé, hasta expulsarlos
de su territorio. Pablo y Bernabé se sacudieron el polvo de los pies,
como señal de protesta, y se marcharon a Iconio, mientras los discípulos
se quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
El relato repite de forma frecuente las noticias sumarias, tanto las del avance creciente del mensaje cristiano como la oposición constante de los judíos que hostigan a Pablo y sus Compañeros.
ACLAMACIÓN
(Sal 67. 20) R/. Aleluya, aleluya.
Bendito sea el Señor día tras día, que nos lleve en sus
alas y nos salve. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 13, 54-58
En aquel tiempo, Jesús
llegó a su tierra y se puso a enseñar a la gente en la sinagoga,
de tal forma, que todos estaban asombrados y se preguntaban: "¿De
dónde ha sacado éste esa sabiduría y esos poderes milagrosos?
¿Acaso no es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama
María su madre y no son sus hermanos Santiago, José, Simón
y Judas? ¿Qué no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De
dónde, pues, ha sacado todas estas cosas?". Y se negaban a creer
en Él.
Entonces, Jesús les dijo: "Un profeta no es despreciado más
que en su patria y en su casa". Y no hizo muchos milagros ahí por
la incredulidad de ellos. Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
Jesús estaba desprovisto de credenciales que "avalaran” sus pretensiones radicales de ser el reformador de Israel. Ni siquiera los aldeanos de Nazaret acogían su propuesta transformadora.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios de toda bondad, acepta los dones que te presentamos en esta fiesta de san José Obrero, y haz que esta Eucaristía sea para nosotros fuente de vida cristiana y salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de san José: en la conmemoración.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Col 3, 17)
Todo lo que hagan de palabra o de obra, háganlo en el nombre de Jesús, el Señor, dando gracias por su medio a Dios Padre. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el amor que nos has manifestado al hacemos partícipes de esta Eucaristía, sea para nosotros, Señor, el estímulo para cumplir con nuestras obligaciones diarias y la razón profunda de nuestra paz interior. Por Jesucristo, nuestro Señor.
V DOMINGO DE PASCUA
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 97, 1-2)
Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas y todos los pueblos han presenciado su victoria. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que te has dignado redimirnos y has querido hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de Padre y haz que cuantos creemos en Cristo obtengamos la verdadera libertad y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 14, 21-27
En aquellos días,
volvieron Pablo y Bernabé a Listra, Iconio y Antioquía, y ahí
animaban a los discípulos y los exhortaban a perseverar en la fe, diciéndoles
que hay que pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios.
En cada comunidad designaban presbíteros, y con oraciones y ayunos los
encomendaban al Señor, en quien habían creído.
Atravesaron luego Pisidia y llegaron a Panfilia; predicaron en Perge y llegaron
a Atalía. De ahí se embarcaron para Antioquía, de donde
habían salido, con la gracia de Dios, para la misión que acababan
de cumplir.
Al llegar, reunieron a la comunidad y les contaron lo que había hecho
Dios por medio de ellos y cómo les había abierto a los paganos
las puertas de la fe. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Pablo alienta a las iglesias recién fundadas a mantenerse en una fidelidad perseverante, afrontando los riesgos y contratiempos que acarrea la entrega fiel al Reino de Dios
Del salmo
144 R/. Bendeciré al Señor eternamente. Aleluya.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse
y generoso para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor
se extiende a todas sus creaturas. R/.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan.
Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas. R/.
Que muestren a los hombres tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino.
Tu reino, Señor, es para siempre, y tu imperio, por todas las generaciones.
R/.
Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 21, 1-5
Yo, Juan, vi un
cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían
desaparecido y el mar ya no existía.
También vi que descendía del cielo, desde donde está Dios,
la ciudad santa, la nueva Jerusalén, engalanada como una novia, que va
a desposarse con su prometido. Oí una gran voz, que venía del
cielo, que decía:
"Ésta es la morada de Dios con los hombres; vivirá con ellos
como su Dios y ellos serán su pueblo. Dios les enjugará todas
sus lágrimas y ya no habrá muerte ni duelo, ni penas ni llantos,
porque ya todo lo antiguo terminó".
Entonces el que estaba sentado en el trono, dijo: "Ahora yo voy a hacer
nuevas todas las cosas". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
En la nueva Jerusalén no hay espacio para ninguna de las negatividades que afligen el corazón humano. Dios mismo acompañará a los suyos y los resguardará de todo mal. Esa esperanza nos anima a sobreponernos al mal.
ACLAMACIÓN
(Jn 13, 34) R/. Aleluya, aleluya.
Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los
unos a los otros, como yo los he amado. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 13, 31-33. 34-35
Cuando Judas salió
del cenáculo, Jesús dijo: "Ahora ha sido glorificado el Hijo
del hombre y Dios ha sido glorificado en Él. Si Dios ha sido glorificado
en Él, también Dios lo glorificará en sí mismo y
pronto lo glorificará.
Hijitos, todavía estaré un poco con ustedes. Les doy un mandamiento
nuevo: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado; y por este amor
reconocerán todos que ustedes son mis discípulos". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los discípulos de Jesús no se identifican por señales o atuendos exteriores, sino por algo más personal, como lo es la vivencia constante y generosa del servicio y el amor fraterno.
Credo
ORACIÓN UNIVERSAL
A Jesús
resucitado, vida y esperanza de la humanidad entera, presentémosle nuestras
súplicas confiadas.
A cada petición diremos: Jesús resucitado, escúchanos.
Por la Iglesia. Que dé siempre testimonio de servicio, de concordia
y de respeto a toda persona. Oremos:
Por los cristianos. Que aprendamos a amarnos como Jesús nos ha amado.
Oremos:
Por los misioneros y misioneras. Que, como Pablo y Bernabé, puedan ver
con alegría que sus esfuerzos evangelizadores dan fruto. Oremos:
Por los que habían abandonado la fe y la han descubierto de nuevo. Que
el Señor los acompañe en su camino con su gracia y su amor. Oremos:
Por todos los que sufren a causa de la enfermedad, la pobreza, o cualquier otro
dolor. Que no les falte el consuelo de Dios y la ayuda de los hermanos. Oremos:
Escucha, Jesús resucitado, nuestra oración, y danos tu Espíritu
Santo. Tú, que vives y reinas...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que por medio de estos dones que vas a convertir en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos haces participar de tu misma vida divina, concédenos que nuestra conducta ponga de manifiesto las verdades que nos has revelado. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15. 1. 5)
Yo soy la vid verdadera y ustedes los sarmientos, dice el Señor; si permanecen en mi y yo en ustedes darán fruto abundante. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana, para poder vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Los cristianos estamos inmersos en una sociedad cambiante, que conforma su existencia de acuerdo a cosmovisiones y pensamientos que difieren de la visión cristiana. No tenemos el derecho ni la autoridad para imponer a nadie nuestra formar de entender la vida. Si nosotros creemos en una determinada visión de la persona humana y de la sociedad, hemos de organizar nuestra existencia como creyentes de acuerdo a la misma. La congruencia con la cual mantengamos vivas nuestras creencias será la mejor forma de testimoniar nuestra fe. Si aprendemos a vivir solidariamente entre nosotros, si nos comunicamos con la verdad, si respetamos la dignidad de toda persona, estaremos poniendo en práctica el mandamiento nuevo del amor fraterno. Viviremos entonces como discípulos de Jesús y muchas personas querrán imitarnos.
La Santa Cruz
Santos: Santa Maura de Egipto, mártir. Beato Estanislao Kazimierczvk, presbítero. Fiesta (Rojo)
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Ga 6, 14)
Que nuestra única gloria sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en quien está nuestra salvación, nuestra vida y resurrección y por quien hemos sido redimidos y liberados. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo muriera en la Cruz para salvar a todos los hombres, concédenos aceptar por su amor la cruz del sufrimiento aquí en la tierra, para poder gozar en el cielo los frutos de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 2, 6-11
Cristo Jesús,
siendo Dios, no consideró que debía aferrarse a las prerrogativas
de su condición divina, sino que, por el contrario, se anonadó
a sí mismo tomando la condición de siervo, y se hizo semejante
a los hombres.
Así, hecho uno de ellos, se humilló a sí mismo y por obediencia
aceptó incluso la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre
que está sobre todo nombre, para que, al nombre de Jesús, todos
doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan
públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Para darnos ejemplo, vivió Jesús su existencia terrestre como un simple hombre. Ese abajamiento lo vivió hasta el extremo de entregar su vida como ofrenda. Por eso el Padre lo reivindicó exaltándolo a su diestra.
Del salmo
77 R/. No olvidemos las hazañas del Señor. Aleluya.
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza; presten oído
a las palabras de mi boca. Abriré mi boca y les hablaré en parábolas;
anunciaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo. R/.
Cuando Dios los hacía morir, lo buscaban y madrugaban para volverse hacia
Él. Se acordaban de que Dios era su auxilio; el Dios altísimo,
su redentor. R/.
Lo adulaban con su boca, le mentían con su lengua; su corazón
no era sincero con Él ni eran fieles a su alianza. R/.
Pero Él sentía lástima de ellos, les perdonaba su culpa
y no los destruía. Muchas veces dominó su ira y apagó el
furor de su cólera. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, porque con tu santa cruz redimiste
al mundo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 3, 13-17
En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: "Nadie ha subido al cielo sino el Hijo del hombre, que bajó del cielo y está en el cielo. Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en Él tenga vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por Él". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El amor de Dios se ha hecho manifiesto en el envío de Jesús. Él ha patentizado la bondad infinita del Padre con su entrega indivisa a los hombres y mujeres afligidas por las consecuencias de la miseria humana.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que este sacrificio que Cristo te ofreció sobre la Cruz para borrar los pecados del mundo, nos purifique ahora de todas nuestras culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo
y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en
todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque has puesto la salvación del género humano en el árbol
de la Cruz, para que, de donde tuvo origen la muerte, de allí surgiera
la vida; y el que en un árbol venció, fuera en un árbol
vencido, por Cristo, Señor nuestro.
Por El, los ángeles y los arcángeles y todos los coros celestiales,
celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos
asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12, 32)
Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor nuestro Jesucristo, tú, que nos has redimido por medio de tu Cruz y nos has hecho partícipes de tu Cuerpo y de tu Sangre, concédenos participar también de la gloria de tu resurrección. Tú. Que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Estos santos varones han sido escogidos por Dios en su infinito amor y han recibido de Él la gloria eterna. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que llenas de alegría a tu Iglesia con la festividad de los santos apóstoles Felipe y Santiago, concédenos, por su intercesión, vivir, como ellos, unidos a tu Hijo para que podamos llegar a contemplarte eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 1-8
Hermanos: Les recuerdo
el Evangelio que yo les prediqué y que ustedes aceptaron y en el cual
están firmes. Este Evangelio los salvará, si lo cumplen tal y
como yo lo prediqué. De otro modo, habrán creído en vano.
Les transmití, ante todo, lo que yo mismo recibí: Que Cristo murió
por nuestros pecados, como dicen las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó
al tercer día, según estaba escrito; que se le apareció
a Pedro y luego a los Doce; después se apareció a más de
quinientos hermanos reunidos, la mayoría de los cuales vive aún
y otros ya murieron. Más tarde se le apareció a Santiago y luego
a todos los apóstoles. Finalmente, se me apareció también
a mí. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los testigos del resucitado están identificados. Pablo los evoca e invita a los suspicaces corintios a que confronten la veracidad del kerigma (mensaje) primitivo que proclama a Cristo resucitado.
Del salmo
18 R/. El mensaje del Señor llega a toda la tierra. Aleluya.
Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra
de sus manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche
se lo trasmite a la otra noche. R/.
Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega
su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 6. 9) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida, dice el Señor. Felipe,
el que me ve a mí, ve también al Padre. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 14, 6-14
En aquel tiempo, Jesús dijo a Tomás: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por mí. Si ustedes me conocen a mí, conocen también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto". Le dijo Felipe: "Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta". Jesús le replicó: "Felipe, tanto tiempo hace que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Entonces por qué dices: `Muéstranos al Padre'? ¿O no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les digo, no las digo por mi propia cuenta. Es el Padre, que permanece en mí, quien hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Si no me dan fe a mi, créanlo por las obras Yo les aseguro: el que crea en mi, hará las obras que hago yo y las hará aun mayores, porque yo me voy al Padre; y cualquier cosa que pidan en mi nombre, yo la haré para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Yo haré cualquier cosa que me pidan en mi nombre". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Quien aprenda a vivir y convivir con Jesús tendrá acceso al misterio de Dios. La experiencia y el contacto espiritual con Cristo, nos aproxima de forma viva y dinámica al insondable misterio del Padre.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en esta festividad de tus santos apóstoles Felipe y Santiago y concédenos celebrar esta Eucaristía, con sinceridad y pureza Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o II de los Apóstoles.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 14, 8-9)
Señor, muéstranos al Padre y nos basta. Felipe, el que me ha visto a mí, ha visto también a mi Padre. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta sagrada comunión purifique, Señor, nuestros corazones a fin de que podamos, como Felipe y Santiago, conocerte y amarte en tu Hijo y obtengamos así la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 70, 8. 23)
Que mi boca, Señor, se llene de alabanzas para poder cantarte; entonces mis labios se estremecerán de júbilo. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro misericordioso, que salvas al pecador y lo llamas a tu amistad, atrae hacia ti el corazón de tus hijos, libres ya de las tinieblas por el don de la fe, y no permitas que se aparten de ti, que eres la luz verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 15, 1-6
En aquellos días,
vinieron de Judea a Antioquía algunos discípulos y se pusieron
a enseñar a los hermanos que si no se circuncidaban conforme a la ley
de Moisés, no podrían salvarse.
Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y
Bernabé; al fin se decidió que Pablo, Bernabé y algunos
más fueran a Jerusalén para tratar el asunto con los apóstoles
y los presbíteros. La comunidad cristiana los proveyó para el
viaje, y ellos atravesaron Fenicia y Samaria, contando a los hermanos cómo
se convertían los paganos, y los llenaban de gozo con esta noticia.
Al llegar a Jerusalén, fueron recibidos por la comunidad cristiana, los
apóstoles y los presbíteros, y ellos refirieron todo cuanto Dios
había hecho por su medio. Pero algunos de los fariseos convertidos intervinieron,
diciendo: "Hay que circuncidar a los paganos y exigirles que cumplan la
ley de Moisés".
Entonces se reunieron los apóstoles y los presbíteros para examinar
el asunto. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los cristianos de la primera hora mantenían posiciones dispares en relación al valor de las tradiciones judías. Recurrieron al diálogo abierto y ventilaron con sensatez sus diferendos.
Del salmo
121 R/. Vayamos con alegría al encuentro del Señor. Aleluya.
¡Qué alegría sentí, cuando me dijeron: "Vayamos
a la casa del Señor"! Y hoy estamos aquí, Jerusalén,
jubilosos, delante de tus puertas. R/.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según
lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor. R/.
Por el amor que tengo a mis hermanos, voy a decir "La paz esté contigo".
Y por la casa del Señor, mi Dios, pediré para ti todos los bienes.
R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 15, 4. 5) R/. Aleluya, aleluya.
Permanezcan en mí y yo en ustedes, dice el Señor; el
que permanece en mí da fruto abundante. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 15, 1-8
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. Al sarmiento que no da fruto en mí, Él lo arranca, y al que da fruto lo poda para que dé más fruto. Ustedes ya están purificados por las palabras que les he dicho. Permanezcan en mí y yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por si mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mi y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mí nada pueden hacer. Al que no permanece en mí se le echa fuera, como al sarmiento, y se seca; luego lo recogen, lo arrojan al fuego y arde. Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les concederá. La gloria de mi Padre consiste en que den mucho fruto y se manifiesten así como discípulos míos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La fe cristiana no queda reducida a la aceptación teórica de un catálogo de doctrinas, es algo más profundo y vital la adhesión personal a Jesucristo la que nos hace vivir unidos a Él y dar frutos abundantes.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, que este sacrificio pascual que vamos
a ofrecerte, nos llene siempre de alegría, prosiga en nosotros tu obra
redentora y nos obtenga de ti la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
El Señor, que nos redimió con su sangre, ha resucitado y ha hecho resplandecer su luz sobre nosotros. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, precio de nuestra redención, nos ayuden, Señor, a cumplir tus mandamientos y a obtener, así, nuestra felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ex 15, 1-2)
Cantemos al Señor, pues su victoria es grande. Alabemos al Señor, porque El es nuestra fortaleza y salvación. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios de poder y de misericordia, cuya gracia convierte al pecador en justo y da felicidad al afligido, conserva en nosotros el don de tu amor, para que podamos perseverar con fortaleza en la fe que nos ha justificado. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 15, 7-21
Por aquellos días,
después de una larga discusión sobre el asunto de la circuncisión,
Pedro se levantó y dijo a los apóstoles y a los presbíteros:
"Hermanos: Ustedes saben que, ya desde los primeros días, Dios me
eligió entre ustedes para que los paganos oyeran, por mi medio, las palabras
del Evangelio y creyeran. Dios, que conoce los corazones, mostró su aprobación
dándoles el Espíritu Santo, igual que a nosotros. No hizo distinción
alguna, ya que purificó sus corazones con la fe.
¿Por qué quieren irritar a Dios imponiendo sobre los discípulos
ese yugo, que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido soportar? Nosotros
creemos que nos salvaremos por la gracia del Señor Jesús, del
mismo modo que ellos".
Toda la asamblea guardó silencio y se pusieron a oír a Bernabé
y a Pablo, que contaban las grandes señales y prodigios que Dios había
hecho entre los paganos por medio suyo. Cuando terminaron de hablar, Santiago
tomó la palabra y dijo:
"Hermanos, escúchenme. Pedro nos ha referido cómo, por primera
vez, se dignó Dios escoger entre los paganos un pueblo que fuera suyo.
Esto concuerda con las palabras de los profetas, porque está escrito:
Después de estos sucesos volveré y reconstruiré de nuevo
la casa de David, que se había derrumbado; repararé sus ruinas
y la reedificaré, para que el resto de los hombres busque al Señor,
lo mismo que todas las naciones que han sido consagradas a mi nombre. El Señor
que hace estas cosas es quien lo dice. Él las conoce desde la eternidad
Por lo cual, yo juzgo que no se debe molestar a los paganos que se convierten
a Dios; basta prescribirles que se abstengan de la fornicación, de comer
lo inmolado a los ídolos, la sangre y los animales estrangulados. Si
alguien se extraña, Moisés tiene, desde antiguo, quienes lo predican
en las ciudades, puesto que cada sábado se lee en las sinagogas".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
En una deliberación corresponsable, los dirigentes de las varias corrientes misioneras acordaron caminar unidos y establecieron unas exigencias mínimas para admitir a los nuevos creyentes.
Del salmo
95 R/. Cantemos la grandeza del Señor. Aleluya.
Cantemos al Señor un nuevo canto, que le cante al Señor toda la
tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo. R/
Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los
pueblos; de nación en nación, sus maravillas. R/
Caigamos en su templo de rodillas. "Reina el Señor", digamos
a los pueblos, gobierna a las naciones con justicia. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 10, 27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y
ellas me siguen. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 15, 9-11
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Como el Padre me ama, así los amo yo. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecen en mi amor; lo mismo que yo cumplo los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea plena". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La unión íntima y estrecha con Jesús no es un romanticismo etéreo, es una decisión que se concretiza en la práctica cotidiana de un mandato esencial: entregar la vida por aquellos a quien se ama.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que por medio de estos dones, que vas a convertir en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos haces participar de tu misma vida divina, concédenos que nuestra conducta ponga de manifiesto las verdades que nos has revelado. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (2 Co 5, 15)
Cristo murió por todos, para que los que viven ya no vivan para si mismos, sino para Él, que murió y resucitó por ellos. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana, para poder vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 5, 12)
Digno es el Cordero que fue sacrificado, de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, ajustar nuestra vida al misterio de la Pascua que celebramos llenos de gozo, a fin de que, alejados de veras del pecado y buscándote en todo a ti, el poder de Cristo resucitado nos proteja y nos salve. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 15, 22-31
En aquellos días,
los apóstoles y los presbíteros, de acuerdo con toda la comunidad
cristiana, juzgaron oportuno elegir a algunos de entre ellos y enviarlos a Antioquía
con Pablo y Bernabé. Los elegidos fueron Judas (llamado Barsabás)
y Silas, varones prominentes en la comunidad. A ellos les entregaron una carta
que decía: "Nosotros, los apóstoles y los presbíteros,
hermanos suyos, saludamos a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia,
convertidos del paganismo. Enterados de que algunos de entre nosotros, sin mandato
nuestro, los han alarmado e inquietado a ustedes con sus palabras, hemos decidido
de común acuerdo elegir a dos varones y enviárselos, en compañía
de nuestros amados hermanos Bernabé y Pablo, que han consagrado su vida
a la causa de nuestro Señor Jesucristo. Les enviamos, pues, a Judas y
a Silas, quienes les transmitirán, de viva voz, lo siguiente:
`El Espíritu Santo y nosotros hemos decidido no imponerles mas cargas
que las estrictamente necesarias. A saber: que se abstengan de la fornicación
y de comer lo inmolado a los ídolos, la sangre y los animales estrangulados.
Si se apartan de esas cosas, harán bien'. Los saludamos".
Los enviados se despidieron y cuando llegaron a Antioquía, reunieron
a la comunidad cristiana y les entregaron la carta. Al leer aquellas palabras
alentadoras, todos se llenaron de júbilo. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
La Iglesia madre de Jerusalén animada por los apóstoles entabla lazos de comunión con la joven Iglesia de Antioquía y la impulsa a abrir brecha alejándose de abusos e inmoralidades.
Del salmo
56 R/. Alabemos y cantemos al Señor. Aleluya.
Dispuesto está mi corazón, Dios mío, para cantar tus alabanzas.
Despiértate, alma mía, despiértense mi cítara y
mi arpa, antes de que despunte el alba. R/.
Tocaré para ti ante las naciones, te alabaré, Señor, entre
los pueblos, pues tu lealtad hasta las nubes llega y tu amor es más grande
que los cielos. Levántate, Señor, en las alturas y llena con tu
gloria el mundo entero. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 15, 15) R/. Aleluya, aleluya.
A ustedes los llamo amigos, dice el Señor, porque les he dado
a conocer todo lo que le he oído a mi Padre. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 15, 12-17
En aquel tiempo,
Jesús dijo a sus discípulos: "Éste es mi mandamiento:
que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más
grande a sus amigos que el que da la vida por ellos. Ustedes son mis amigos,
si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe
lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos, porque les he dado a conocer
todo lo que le he oído a mi Padre.
No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha
destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que el Padre
les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando: que se amen
los unos a los otros". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
Jesús nos anima a formar parte de una comunidad de amigos dispuestos a amarse con la intensidad con la que El nos ha amado. El Padre ama al Hijo y éste nos invita a participar de esa comunidad amorosa.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estos dones que hemos preparado para el sacrificio eucarístico, y transforma toda nuestra vida en una continua ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Cristo, que murió en la cruz, ha resucitado ya y nos ha redimido. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya y en la cual hemos participado, nos una cada vez más con el vínculo de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Benedicto II, Papa y Pedro de Tarantasia, obispo. Beata María Catalina de San Agustín, religiosa.
Vísperas I del domingo: 2ª. Semana del Salterio Feria (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Col 2. 12)
Por el bautismo, ustedes han sido sepultados con Cristo y con El han sido resucitados, porque han creído en el poder de Dios, que lo resucitó de entre los muertos. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y eterno, que en el bautismo nos has comunicado tu misma vida, haz que todos tus hijos, renacidos a la esperanza de la inmortalidad, alcancemos con tu ayuda la plenitud de la gloria. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 16, 1-10
En aquellos días,
Pablo fue a Derbe y luego a Listra. Había allí un discípulo,
llamado Timoteo, hijo de padre griego y de madre judía cristiana. Timoteo
gozaba de muy buena fama entre los hermanos de Listra e Iconio. Pablo quiso
llevarlo consigo y lo circuncidó, en atención a los judíos
de aquellas regiones, pues todos sabían que su padre era pagano.
En todas las ciudades por donde iban pasando, daban a conocer las decisiones
tomadas por los apóstoles y los presbíteros de Jerusalén,
para que las pusieran en práctica. De esta manera las comunidades cristianas
se fortalecían en la fe y el número de creyentes aumentaba cada
día más.
Como el Espíritu Santo les había prohibido predicar la palabra
en la provincia de Asia, Pablo y Timoteo atravesaron Frigia y Galacia. Al llegar
a los límites de Misia, se propusieron ir a Bitinia, pero el Espíritu
de Jesús no se lo permitió. Entonces atravesaron Misia y llegaron
a Tróade. Por la noche, Pablo tuvo una aparición: vio a un macedonio,
que de pie ante él, le rogaba: "¡Ven a Macedonia y ayúdanos!".
Después de esta visión, determinamos salir para Macedonia, convencidos
de que Dios nos llamaba a predicar allí el Evangelio. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Los apóstoles no actúan a titulo personal, como si fueran emisarios de su propia causa. Viven atentos a la voz del Espíritu y se deciden voluntariamente a obedecer sus llamados.
Del salmo
99 R/. El Señor es nuestro Dios y nosotros su pueblo. Aleluya.
Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría
y con júbilo entremos en su templo. R/.
Reconozcamos que el Señor es Dios, que Él fue quien nos hizo y
somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño. R/.
Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia
y su fidelidad nunca se acaba. R/.
ACLAMACIÓN
(Col 3, 1) R/. Aleluya, aleluya.
Puesto que han resucitado con Cristo, busquen los bienes de arriba,
donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 15, 18-21
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Si el mundo los odia, sepan que me ha odiado a mi antes que a ustedes. Si fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya; pero el mundo los odia porque no son del mundo, pues al elegirlos, yo los he separado del mundo. Acuérdense de lo que les dije: 'El siervo no es superior a su señor'. Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán, y el caso que han hecho de mis palabras lo harán de las de ustedes. Todo esto se lo van a hacer por mi causa, pues no conocen a aquel que me envió". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Si los cristianos nos decidirnos a asumir la existencia creyente con toda congruencia enfrentaremos el repudio del mundo. El cristiano que se amolda al sistema mundano, fincado en el egoísmo, pierde su identidad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, en tu bondad, los dones que te presentamos y concédenos tu protección para conservar tu gracia y conseguir la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 20-21)
Padre, te ruego por aquellos que creerán en mí, para que sean uno en nosotros y el mundo pueda creer que tú me has enviado, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que tu amor paterno proteja siempre a quienes has salvado por medio de la pasión de tu Hijo, y que Cristo resucitado sea la fuente de todas nuestras alegrías. Por Jesucristo, nuestro Señor.
VI DOMINGO DE PASCUA
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Is 48, 20)
Con voz de júbilo, anúncienlo; que se oiga, que llegue a todos los rincones de la tierra: el Señor ha redimido a su pueblo. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, continuar celebrando con amor y alegría la victoria de Cristo resucitado, y que el misterio de su Pascua transforme nuestra vida y se manifieste en nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 15, 1-2. 22-29
En aquellos
días, vinieron de Judea a Antioquía algunos discípulos
y se pusieron a enseñar a los hermanos que si no se circuncidaban de
acuerdo con la ley de Moisés, no podrían salvarse.
Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y
Bernabé; al fin se decidió que Pablo. Bernabé y algunos
más fueran a Jerusalén para tratar el asunto con los apóstoles
y los presbíteros.
Los apóstoles y los presbíteros, de acuerdo con toda la comunidad
cristiana, juzgaron oportuno elegir a algunos de entre ellos y enviarlos a Antioquía
con Pablo y Bernabé. Los elegidos fueron Judas (llamado Barsabás)
y Silas, varones prominentes en la comunidad. A ellos les entregaron una carta
que decía:
"Nosotros, los apóstoles y los presbíteros, hermanos suyos,
saludamos a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia, convertidos del
paganismo. Enterados de que algunos de entre nosotros, sin mandato nuestro,
los han alarmado e inquietado a ustedes con sus palabras, hemos decidido de
común acuerdo elegir a dos varones y enviárselos, en compañía
de nuestros amados hermanos Bernabé y Pablo, que han consagrado su vida
a la causa de nuestro Señor Jesucristo. Les enviamos, pues, a Judas y
a Silas, quienes les trasmitirán, de viva voz, lo siguiente: 'El Espíritu
Santo y nosotros hemos decidido no imponerles más cargas que las estrictamente
necesarias. A saber: que se abstengan de la fornicación y de comer lo
inmolado a los ídolos, la sangre y los animales estrangulados. Si se
apartan de esas cosas, harán bien'. Los saludamos". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Los cristianos de avanzada y los de la retaguardia consiguen lidiar en paz y armonía sus diferendos misioneros. Su actitud ejemplar nos urge a construir una comunión intraeclesial.
Del salmo
66 R/. Que te alaben, Señor, todos los pueblos. Aleluya.
Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus
ojos a nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora.
R/.
Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia
con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones.
R/.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos, que los pueblos te aclamen todos
juntos. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. R/.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 21, 10-14. 22-23
Un ángel
me transportó en espíritu a una montaña elevada, y me mostró
a Jerusalén, la ciudad santa, que descendía del cielo, resplandeciente
con la gloria de Dios. Su fulgor era semejante al de una piedra preciosa, como
el de un diamante cristalino.
Tenía una muralla ancha y elevada, con doce puertas monumentales, y sobre
ellas, doce ángeles y doce nombres escritos, los nombres de las doce
tribus de Israel. Tres de estas puertas daban al oriente, tres al norte, tres
al sur y tres al poniente. La muralla descansaba sobre doce cimientos, en los
que estaban escritos los doce nombres de los apóstoles del Cordero.
No vi ningún templo en la ciudad, porque el Señor Dios todopoderoso
y el Cordero son el templo. No necesita la luz del sol o de la luna, porque
la gloria de Dios la ilumina y el Cordero es su lumbrera. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
La Iglesia tiene delante de sí el espejo de su ideal. Su vocación y misión es ser el reflejo de la gloria de Dios; como tal, ha de caminar a la luz de Jesucristo, Cordero vencedor.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 23) R/. Aleluya, aleluya.
El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor, y
mi Padre lo amará y vendremos a él. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 14, 23-29
En aquel tiempo,
Jesús dijo a sus discípulos: "El que me ama, cumplirá
mi palabra y mi Padre lo amará y vendremos a él y haremos en él
nuestra morada. El que no me ama no cumplirá mis palabras. La palabra
que están oyendo no es mía, sino del Padre, que me envió.
Les he hablado de esto ahora que estoy con ustedes; pero el Paráclito,
el Espíritu Santo que mi Padre les enviará en mi nombre, les enseñará
todas las cosas y les recordará todo cuanto yo les he dicho.
La paz les dejo, mi paz les doy. No se la doy como la da el mundo. No pierdan
la paz ni se acobarden. Me han oído decir: 'Me voy, pero volveré
a su lado'. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, porque
el Padre es más que yo. Se lo he dicho ahora, antes de que suceda, para
que cuando suceda, crean". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
La paz cristiana, la que Jesús nos oferta tiene unos rasgos peculiares. Es una paz exigente y generosa que nos estimula a amar a los hermanos. Esa paz es fruto de nuestra docilidad al impulso del Espíritu.
Credo
ORACIÓN UNIVERSAL
A Jesús
resucitado, vida y esperanza de la humanidad entera, presentémosle nuestras
súplicas confiadas.
A cada petición diremos: Jesús resucitado, escúchanos.
Para que el Espíritu de Dios renueve a la Iglesia, y haga de ella un
testimonio vivo de amor y de esperanza. Oremos:
Para que los enfermos vivan su dolor con fe, con fortaleza, con esperanza. Oremos:
Para que los que han perdido las fuerzas a causa de la vejez sepan afrontar
esta etapa de su vida llenos de la paz de Dios. Oremos:
Para que todos los que cuidan de los enfermos o ancianos lo hagan con dedicación
y afecto. Oremos:
Para que los agricultores y campesinos de nuestro país y de todos los
países puedan vivir de su trabajo y vean reconocido su esfuerzo. Oremos:
Para que la Eucaristía que hoy celebramos nos llene de la alegría
de la Pascua. Oremos:
Escucha, Señor resucitado, nuestra oración, tú que
eres nuestro camino, y vives y reinas...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos, y purifica nuestros corazones para que podamos participar dignamente en este sacramento de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 14, 15-16)
Si me aman, cumplan mis mandamientos, dice el Señor; y yo rogaré al Padre, y Él les dará otro Abogado, que permanecerá con ustedes para siempre. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que, en Cristo resucitado, nos has hecho renacer a la vida eterna, haz que este misterio pascual en el que acabamos de participar por medio de la Eucaristía, dé en nosotros abundantes frutos de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- En ciertas épocas del año las personas acostumbramos saludarnos deseándonos augurios y bendiciones de paz. Esos saludos, a fuerza de repetirse, acaban sonando huecos. La paz profunda y genuina que Cristo nos propone es una paz activa que demanda la participación generosa de todos. La Jornada mundial de la Paz 2010 nos ha lanzado en una dirección precisa: "Si quieres promover la paz, respeta la creación". Los cristianos seremos artífices de la paz en la medida que vivamos con sencillez y sobriedad, que aprendamos a vivir una solidaridad intergeneracional e intrageneracional, como nos recuerda el Papa Benedicto XVI en el mensaje de dicha jornada. Si queremos promover la paz, pagaremos con esfuerzos y actitudes nuestra decisión. Una vida sobria, sencilla, en armonía con las personas y con la naturaleza es un sí decidido a la paz que Dios nos ofrece,
ANTÍFONA DE ENTRADA (Rm 6, 9)
Cristo resucitado, ya no puede morir; la muerte ya no tiene dominio sobre Él. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios misericordioso, que la celebración del santo tiempo de la Pascua produzca siempre frutos abundantes en toda nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 16, 11-15
Por aquellos días,
zarpamos de Tróade y navegamos rumbo a Samotracia; al día siguiente,
hacia Neápolis y de ahí a Filipos, colonia romana y ciudad principal
de la región de Macedonia.
En Filipos nos quedamos unos días. El sábado salimos de la ciudad
y nos fuimos por la orilla del río hasta un sitio donde solían
tenerse las reuniones de oración. Allí nos sentamos y trabamos
conversación con las mujeres que habían acudido.
Entre las que nos escuchaban, había una mujer, llamada Lidia, de la ciudad
de Tiatira, comerciante en púrpura, que adoraba al verdadero Dios. El
Señor le tocó el corazón para que aceptara el mensaje de
Pablo. Después de recibir el bautismo junto con toda su familia, nos
hizo esta súplica: "Si están convencidos de que mi fe en
el Señor es sincera, vengan a hospedarse en mi casa". Y así,
nos obligó a aceptar. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La labor misionera la realizan Pablo y Timoteo. La transformación interior de las personas la opera el Señor, que va abriendo el corazón de Lidia y otras mujeres que acogen el mensaje.
Del salmo
149 R/. El Señor es amigo de su pueblo. Aleluya.
Entonen al Señor un canto nuevo, en la reunión litúrgica
proclámenlo. En su creador y rey, en el Señor, alégrese
Israel, su pueblo santo. R/.
En honor de su nombre, que haya danzas, alábenlo con arpa y tamboriles.
El Señor es amigo de su pueblo y otorga la victoria a los humildes. R/.
Que se alegren los fieles en el triunfo, que inunde el regocijo sus hogares,
que alaben al Señor con sus palabras, porque en esto su pueblo se complace.
R/.
ACLAMACIÓN
(cfr, Jn 15, 26- 27) R/. Aleluya, aleluya
El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí,
dice el Señor, y también ustedes serán mis testigos. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 15, 26-16, 4
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Consolador, que yo les enviaré a ustedes de parte del Padre, el Espíritu de la verdad que procede del Padre, Él dará testimonio de mí y ustedes también darán testimonio, pues desde el principio han estado conmigo. Les he hablado de estas cosas para que su fe no tropiece. Los expulsarán de las sinagogas y hasta llegará un tiempo, cuando el que les dé muerte creerá dar culto a Dios. Esto lo harán, porque no nos han conocido ni al Padre ni a mí. Les he hablado de estas cosas para que, cuando llegue la hora de su cumplimiento, recuerden que ya se lo había predicho yo". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los cristianos fieles al mensaje de Jesús que viven con toda radicalidad siempre generan resentimientos y violencia en su contra. No están inermes ni desamparados, el Espíritu los sostiene y los acompaña.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos llenos de júbilo por la resurrección de tu Hijo, y concédenos participar con Él, un día, de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 20, 19)
Jesús se presentó en medio de sus discípulos y les dijo: "La paz sea con ustedes". Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Mira, Señor, con bondad, a estos hijos tuyos que has renovado por medio de los sacramentos, y condúcelos al gozo eterno de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 19. 7. 6)
Alegrémonos, regocijémonos y demos gracias, porque el Señor, nuestro Dios omnipotente, ha empezado a reinar. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que nos has renovado en el espíritu al devolvernos la dignidad de hijos tuyos, concédenos aguardar, llenos de júbilo y esperanza, el día glorioso de nuestra resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 16, 22-34
En aquellos días,
la gente de la ciudad de Filipos se alborotó contra Pablo y Silas, y
los magistrados ordenaron que los desnudaran y los azotaran. Después
de azotarlos mucho, los metieron en la cárcel y le ordenaron al carcelero
que los vigilara bien. Siguiendo esta orden, el los metió en el calabozo
de más adentro y les aseguró los pies en el cepo.
A eso de la medianoche, Pablo y Silas estaban en oración, cantando himnos
al Señor, y los otros presos los escuchaban. De pronto sobrevino un temblor
tan violento, que se sacudieron los cimientos de la cárcel, las puertas
se abrieron de golpe y a todos se les soltaron las cadenas.
El carcelero se despertó, y al ver las puertas de la cárcel abiertas
de par en par, pensó que los presos se habían fugado y sacó
su espada para matarse. Pero entonces Pablo le gritó: "No te hagas
ningún daño; aquí estamos todos". El carcelero pidió
una lámpara, se precipitó hacia dentro, y temblando, se arrojó
a los pies de Pablo y Silas. Después los sacó de allí y
les preguntó: "¿Qué debo hacer para salvarme?".
Ellos le contestaron: "Cree en el Señor Jesús y te salvarás,
tú y tu familia". Y les explicaron la palabra del Señor a
él y a todos los de su casa.
El carcelero se los llevó aparte, y en aquella misma hora de la noche
les lavó las heridas y enseguida se bautizó él con todos
los suyos. Después los invitó a su casa, les preparó la
mesa y celebraron una fiesta familiar por haber creído en Dios. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
La propagación del mensaje cristiano supera todas las trabas y obstáculos. Los apóstoles son encarcelados en Filipos, se mantienen orantes y el Señor responde a su clamor y los libera para que sigan testimoniando su nombre.
Del salmo
137 R/. Señor, tu amor perdura eternamente. Aleluya.
De todo corazón te damos gracias, Señor, porque escuchaste
nuestros ruegos. Te cantaremos delante de tus ángeles, te adoraremos
en tu templo. R/.
Señor, te damos gracias por tu lealtad y por tu amor; siempre que te
invocamos nos oíste y nos llenaste de valor. R/.
Tu mano, Señor, nos pondrá a salvo, y así concluirás
en nosotros tu obra. Señor, tu amor perdura eternamente; obra tuya soy,
no me abandones. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Jn 16, 7. 13) R/. Aleluya, aleluya.
Yo les enviaré el Espíritu de la verdad, y Él
los irá guiando hacia la verdad plena, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 16, 5-11
En aquel tiempo,
Jesús dijo a sus discípulos: "Me voy ya al que me envió
y ninguno de ustedes me pregunta: “¿A dónde vas?'. Es que
su corazón se ha llenado de tristeza porque les he dicho estas cosas.
Sin embargo, es cierto lo que les digo: les conviene que me vaya; porque si
no me voy, no vendrá a ustedes el Paráclito; en cambio, si me
voy, yo se lo enviaré.
Y cuando Él venga, establecerá la culpabilidad del mundo en materia
de pecado, de justicia y de juicio; de pecado, porque ellos no han creído
en mí; de justicia, porque me voy al Padre y ya no me verán ustedes;
de juicio, porque el príncipe de este mundo ya está condenado".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El jefe de este orden caduco ha sido condenado, dice Jesús. Los cristianos habremos de vivir con esperanza a pesar del aparente predominio del mal. El abogado del Padre nos sustenta de manera discreta y eficaz.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, que este sacrificio pascual que vamos a ofrecerte, nos llene siempre de alegría, prosiga en nosotros tu obra redentora y nos obtenga de ti la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Lc 24, 46. 26)
Era necesario que Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos y así entrara luego en su gloria. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, precio de nuestra redención, nos ayuden, Señor, a cumplir tus mandamientos y a obtener, así, nuestra felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 17, 50; 21, 23)
Te alabaré, Señor, ante los hombres y hablaré a mis hermanos de tu poder y tu misericordia. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, a cuantos celebramos ahora la resurrección de tu Hijo por medio de la fe, poderlo contemplar resucitado, llenos de alegría, cuando vuelva glorioso en medio de tus santos. El, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 17, 15-16. 22-18, 1
En aquellos días,
los cristianos que ayudaron a Pablo a escapar de Berea, lo llevaron hasta la
ciudad de
Atenas. Pablo los envió de regreso con la orden de que Silas y Timoteo
fueran a reunirse con él cuanto antes.
Un día, mientras los esperaba en Atenas, Pablo sentía que la indignación
se apoderaba de él, al contemplar la ciudad llena de ídolos. Entonces
se presentó en el Areópago y dijo:
"Atenienses: Por lo que veo, ustedes son en extremo religiosos. Al recorrer
la ciudad y contemplar sus monumentos, encontré un altar con esta inscripción:
'Al Dios desconocido'. Pues bien, yo vengo a anunciarles a ese Dios que ustedes
veneran sin conocerlo.
El Dios que hizo el mundo y todo cuanto hay en él, siendo el Señor
del ciclo y de la tierra, no habita en templos hechos por hombres, ni es servido
por mano de hombres, como si necesitara de algo o de alguien; porque Él
es quien da a todos la vida, el aliento y cuanto tienen.
De un solo hombre sacó todo el género humano para que habitara
toda la tierra, determinó las épocas de su historia y estableció
los límites de sus territorios. Dios quería que lo buscaran a
Él y que lo encontraran, aunque fuera a tientas, pues en realidad no
está lejos de nosotros, ya que en Él vivimos, nos movemos y somos.
Como lo ha dicho alguno de los poetas de ustedes: `Somos de su mismo linaje'.
Por lo tanto, si somos linaje de Dios, no debemos pensar que Dios es como una
imagen de oro, plata o mármol, labrada artísticamente por los
hombres según su imaginación. Dios no tomó en cuenta la
ignorancia de la gente en tiempos pasados, pues ahora quiere que todos los hombres
se conviertan, porque tiene determinado un día en el cual ha de juzgar
al universo con justicia, por medio de un hombre designado por Él, y
ha dado a todos la prueba de esto, resucitándolo de entre los muertos".
Al oír hablar de la resurrección de los muertos, algunos se burlaron
y otros dijeron: "De esto te oiremos hablar en otra ocasión".
Entonces Pablo se retiró. Sin embargo, algunos se adhirieron a él
y creyeron. Entre ellos se contaban Dionisio, el areopagita; una mujer, que
se llamaba Dámaris, y algunos más. Después de esto, Pablo
salió de Atenas y se fue a Corinto. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Pablo hace alarde de su ingenio retórico para convencer a los curiosos atenienses. El mensaje de la resurrección los escandaliza y se retraen, otros, simplemente no creen. Los elegidos acogen el mensaje con decisión.
Del salmo
148 Rl. La gloria del Señor sobrepasa cielo y tierra. Aleluya.
Alaben al Señor en las alturas, alábenlo en el cielo;
que alaben al Señor todos sus ángeles, celestiales ejércitos.
R/.
Reyes y pueblos todos de la tierra, gobernantes y jueces de este mundo; hombres,
mujeres, jóvenes y ancianos, alaben al Señor y denle culto. R/.
El nombre del Señor alaben todos, pues su nombre es excelso, su gloria
sobrepasa cielo y tierra y ha hecho fuerte a su pueblo. R/.
Que alaben al Señor todos sus fieles, los hijos de Israel, el pueblo
que ha gozado siempre de familiaridad con Él. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo le rogaré al Padre, y Él les dará otro Paráclito,
para que esté siempre con ustedes, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 16, 12-15
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Aún tengo muchas cosas que decirles, pero todavía no las pueden comprender. Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, Él los irá guiando hasta la verdad plena, porque no hablará por su cuenta, sino que dirá lo que haya oído y les anunciará las cosas que van a suceder. Él me glorificará, porque primero recibirá de mí lo que les vaya comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho que tomará de lo mío y se lo comunicará a ustedes". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Horas de confusión y desconcierto nos van sacudiendo. La sociedad y la comunidad cristiana padecemos periodos críticos, pero no vamos a la deriva. El Espíritu nos va guiando hacia la verdad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que por medio de estos dones que vas a convertir en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos haces participar de tu misma vida divina, concédenos que nuestra conducta ponga de manifiesto las verdades que nos has revelado. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfn Jn 15. 16. 19)
Soy yo quien los ha elegido del mundo, dice el Señor, y los ha destinado para que vayan y produzcan fruto, y su fruto perdure. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana, para poder vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestra Señora de Fátima
Santos: San Eutimio "el Grande" de Palestina, ermitaño y los Mártires de Alejandría. Memoria libre (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Hch 1, 14)
Los discípulos perseveraban en la oración con un mismo espíritu en compañía de María, la Madre de Jesús. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre nuestro, que quisiste que la Madre de tu Hijo fuera también nuestra Madre, concédenos que, perseverando en la penitencia y en la oración en favor de la salvación del mundo, podamos promover cada vez con más eficacia el reinado de Cristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 18, 1-8
En aquellos días,
Pablo salió de Atenas y se fue a Corinto. Allí encontró
a un judío, llamado Agua, natural del Ponto, que acababa de llegar de
Italia con su mujer, Priscila, en acatamiento a las órdenes de Claudio,
que expulsó de Roma a todos los judíos. Pablo se acercó
a ellos, y como eran del mismo oficio, se quedó a vivir y a trabajar
con ellos. Su oficio era fabricar tiendas de campaña Cada sábado
Pablo discutía en la sinagoga y trataba de convencer a judíos
y griegos.
Cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo se dedicó por completo
a la predicación y afirmó delante de los judíos que Jesús
era el Mesías. Como éstos lo contradecían y lo insultaban,
se rasgó las vestiduras y dijo: "Que la sangre de ustedes caiga
sobre su propia cabeza: yo soy inocente. De ahora en adelante. iré a
hablar a los paganos".
Salió de allí y entró en la casa de Tito Justo, que adoraba
a Dios, y cuya casa estaba al lado de la sinagoga.
Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor, junto con toda
su familia. Asimismo, al oír a Pablo, muchos de los corintios creyeron
y recibieron el bautismo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El inicio de b misión cristiana en Corinto es complicado. Unos cuantos conversos acogen la buena llueva y se constituyen en una comunidad dinámica que se bautiza en el nombre de Jesús.
Del salmo
97 R/. El Señor nos ha demostrado su amor y su lealtad. Aleluya.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas.
Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Jn 14, 18) R/. Aleluya, aleluya.
No los dejaré desamparados, dice el Señor; me voy, pero
volveré a ustedes y entonces se alegrará su corazón. R/..
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 16, 16-20
En aquel tiempo,
Jesús dijo a sus discípulos: "Dentro de poco tiempo ya no
me verán; y dentro de otro poco me volverán a ver". Algunos
de sus discípulos se preguntaban unos a otros: "¿Qué
querrá decir con eso de que: 'Dentro de poco tiempo ya no me verán,
y dentro de otro poco me volverán a ver', y con eso de que:
'Me voy al Padre'?". Y se decían: "¿Qué significa
ese 'un poco? No entendemos lo que quiere decir". Jesús comprendió
que querían preguntarle algo y les dijo: "Están confundidos
porque les he dicho: 'Dentro de poco tiempo ya no me verán y dentro de
otro poco me volverán a ver'. Les aseguro que ustedes llorarán
y se entristecerán, mientras el mundo se alegrará. Ustedes estarán
tristes, pero su tristeza se transformará en alegría". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Las separaciones entre las personas que se aman resultan dolorosas. Los primeros discípulos tuvieron que sobreponerse a la ausencia lisie,' de Señor Jesús. La certeza del reencuentro pleno acrecienta su esperanza.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al celebrar esta festividad de la santísima Virgen María, te presentamos, Señor, nuestras ofrendas y te pedimos que tu Hijo, Jesucristo, que se ofreció a ti en la cruz como ofrenda inmaculada, venga siempre en nuestra ayuda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Santa Maria Urgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Alégrate, Virgen Madre, porque Cristo ha resucitado del sepulcro. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Confírmanos, Señor, en la fe de estos misterios que hemos celebrado, para que quienes confesamos como verdadero Dios y verdadero hombre al Hijo de la Virgen María, merezcamos llegar a las alegrías eternas en virtud de su resurrección salvadora. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Matías, apóstol; María Dominga Mazzarello, cofundadora y Teodora Guérin, Kinidadora. Fiesta (Rojo)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Jn 15, 16)
No son ustedes los que me han elegido, dice el Señor; soy yo quien los ha elegido, para que vayan y den fruto y ese fruto perdure. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, tú que llamaste a san Matías a formar parte del grupo de tus Apóstoles, concédenos, por sus méritos, corresponder al don de tu amor para que lleguemos a compartir la gloria de tus elegidos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 1, 15- 17. 20-26
En aquellos días,
Pedro se puso de pie en medio de los hermanos y dijo: "Hermanos, tenía
que cumplirse aquel pasaje de la Escritura en que el Espíritu Santo,
por boca de David, hizo una predicción tocante a Judas, quien fue el
que guió a los que apresaron a Jesús. Él era de nuestro
grupo y había sido llamado a desempeñar con nosotros este ministerio.
Ahora bien, en el libro de los Salmos está escrito: Que su morada quede
desierta y que no haya quien habite en ella; que su cargo lo ocupe otro. Hace
falta, por lo tanto, que uno se asocie a nosotros como testigo de la resurrección
de Jesús, uno que sea de los que nos acompañaron mientras convivió
con nosotros el Señor Jesús, desde que Juan bautizaba hasta el
día de la ascensión".
Propusieron entonces a dos: a José Barsabá, por sobrenombre "el
Justo", y a Matías, y se pusieron a orar de este modo: "Tú,
Señor, que conoces los corazones de todos, muestra a cuál de estos
dos has elegido para desempeñar este ministerio y apostolado, del que
Judas desertó para irse a su propio lugar". Echaron suertes le tocó
a Matías y lo asociaron a los once apóstoles. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Pedro reorganiza, de acuerdo al encargo de Jesús, al grupo de los Doce. La elección de Matías reconstruye al grupo apostólico y los encamina a testimoniar por todas partes el mensaje cristiano.
Del salmo
112 R/. Lo puso el Señor entre los jefes de su pueblo. Aleluya.
Bendito sea el Señor, alábenlo sus siervos. Bendito sea el Señor
desde ahora y para siempre. R/.
Desde que sale el sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
Dios está sobre todas las naciones, su gloria, por encima de los cielos.
R/.
¿Quién hay como el Señor? ¿Quién iguala al
Dios nuestro, que tiene en las alturas su morada, y sin embargo de esto, bajar
se digna su mirada para ver tierra y cielo? R/.
Él levanta del polvo al desvalido y saca al indigente del estiércol,
para hacerlo sentar entre los grandes, los jefes de su pueblo. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Jn 15, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y
den fruto y su fruto permanezca. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 15, 9-17
En aquel tiempo,
Jesús dijo a sus discípulos: "Como el Padre me ama, así
los amo yo. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecen
en mi amor; lo mismo que yo cumplo los mandamientos de mi Padre y permanezco
en su amor. Les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes
y su alegría sea plena.
Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los
he amado. Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida
por ellos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo
siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos,
porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre.
No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha
destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que el Padre
les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando: que se amen
los unos a los otros". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
Las palabras, sobre todo las que usamos con más frecuencia, se corrompen y desgastan. El amor genuino no tiene sustitutos ni clones. El amor es entrega total de la vida a favor de los que amamos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que tu Iglesia te presenta en la festividad de san Matías, Apóstol, y por medio de esta Eucaristía, fortalécenos con tu amor y con tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o II de los apóstoles.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 12)
Éste es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, por intercesión de san Manas, Apóstol, que no nos prives nunca de este pan de vida para que podamos prepararnos, con tu gracia, a recibir la herencia reservada a tus hijos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Isidro, Labrador; Juana de Lestonnac fundadora y Torcuato de Guadix y compañeros, mártires.
Vísperas 1 de mañana: Todo propio Feria (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADA (1 P 2, 9)
Nosotros somos el pueblo redimido por Dios; anunciemos las maravillas del Señor, que nos ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Señor, inclina nuestros corazones al bien a fin de que, en el continuo esfuerzo por elevarnos a ti, podamos vivir plenamente el misterio pascual. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 18, 23-28
En aquellos días, después de haber estado en Antioquía algún tiempo, emprendió Pablo otro viaje y recorrió Galacia y Frigia, confirmando en la fe a los discípulos. Un judío, natural de Alejandría, llamado Apolo, hombre elocuente y muy versado en las Escrituras, había ido a Éfeso. Aquel hombre estaba instruido en la doctrina del Señor, y siendo de ferviente espíritu, disertaba y enseñaba con exactitud lo concerniente a Jesús, aunque no conocía más que el bautismo de Juan. Apolo comenzó a hablar valientemente en la sinagoga. Cuando lo oyeron Priscila y Aquila, lo tomaron por su cuenta y le explicaron con mayor exactitud la doctrina del Señor. Como él deseaba pasar a Grecia, los hermanos lo animaron y escribieron a los discípulos de allá para que lo recibieran bien. Cuando llegó, contribuyó mucho, con la ayuda de la gracia, al provecho de los creyentes, pues refutaba vigorosamente en público a los judíos, demostrando, por medio de las Escrituras, que Jesús era el Mesías. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Apolo había aprendido a leer de manera inteligente la Escritura. Al convertirse al camino de Dios aportó sus habilidades argumentativas y auxilió a los hermanos en la propagación del mensaje.
Del salmo
96 R/. Dios es el rey del universo. Aleluya.
Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos, que
el Señor, el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo.
R/.
Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina
Dios sobre todas las naciones desde su trono santo. R/.
Los jefes de los pueblos se han reunido con el pueblo de Dios, Dios de Abraham,
porque de Dios son los grandes de la tierra. Por encima de todo Dios está.
R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Jn 16, 28) R/. Aleluya, aleluya
Salí del Padre y vine al mundo, ahora dejo el mundo y vuelvo
al Padre, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 16, 23-28
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Yo les aseguro: cuanto pidan al Padre en mi nombre, se lo concederá. Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre. Pidan y recibirán, para que su alegría sea completa. Les he dicho estas cosas en parábolas; pero se acerca la hora en que ya no les hablaré en parábolas, sino que les hablaré del Padre abiertamente. En aquel día pedirán en mi nombre, y no les digo que rogaré por ustedes al Padre, pues el Padre mismo los ama, porque ustedes me han amado y han creído que salí del Padre. Yo salí del Padre y vine al mundo; ahora dejo el mundo y vuelvo al Padre". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El nombre de Jesús es nuestra mayor riqueza. Los cristianos sabernos que el Padre ama al Hijo y que con toda confianza podernos depositar nuestros anhelos y súplicas, pues de antemano sabernos que es nuestro Padre amoroso.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estos dones que hemos preparado para el sacrificio eucarístico, y transforma toda nuestra vida en una continua ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 24)
Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo los que tú me has dado, para que contemplen la gloria que me diste, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya y en la cual hemos participado, nos una cada vez más con el vínculo de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
Santos: Juan Nepomuceno, mártir y Margarita de Cortona, penitente. Solemnidad Morado.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hch 1, 11)
Hombres de Galilea, ¿qué hacen allí parados mirando al cielo? Ese mismo Jesús, que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto marcharse. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Llena, Señor, nuestro corazón de gratitud y de alegría por la gloriosa ascensión de tu Hijo, ya que su triunfo es también nuestra victoria, pues a donde llegó Él, nuestra cabeza, tenemos la esperanza cierta de llegar nosotros, que somos su cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 1, 1-11
En mi primer libro,
querido Teófilo, escribí acerca de todo lo que Jesús hizo
y enseñó, hasta el día en que ascendió al cielo,
después de dar sus instrucciones, por medio del Espíritu Santo,
a los apóstoles que había elegido. A ellos se les apareció
después de la pasión, les dio numerosas pruebas de que estaba
vivo y durante cuarenta días se dejó ver por ellos y les habló
del Reino de Dios.
Un día, estando con ellos a la mesa, les mandó: "No se alejen
de Jerusalén. Aguarden aquí a que se cumpla la promesa de mi Padre,
de la que ya les he hablado: Juan bautizó con agua; dentro de pocos días
ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo".
Los ahí reunidos le preguntaban: "Señor, ¿ahora sí
vas a restablecer la soberanía de Israel?". Jesús les contestó:
"A ustedes no les toca conocer el tiempo y la hora que el Padre ha determinado
con su autoridad; pero cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes,
los llenará de fortaleza y serán mis testigos en Jerusalén,
en toda Judea, en Samaria y hasta los últimos rincones de la tierra".
Dicho esto, se fue elevando a la vista de ellos, hasta que una nube lo ocultó
a sus ojos. Mientras miraban fijamente al cielo, viéndolo alejarse, se
les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: "Galileos,
¿que hacen allí parados, mirando al cielo? Ese mismo Jesús
que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto alejarse".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los discípulos no atinan a explicarse el sentido último de los acontecimientos que Dios realizara en su Hijo. Tienen que vivir pendientes del designio del Padre sin imponer sus propias expectativas humanas.
Del salmo
46 R/. Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.
Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos; que
el Señor, el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo.
R/.
Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta
su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos.
R/.
Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina
Dios sobre todas las naciones desde su trono santo. R/.
Lectura de la carta a los hebreos: 9, 24-28; 10, 19-23
Hermanos: Cristo
no entró en el santuario de la antigua alianza, construido por mano de
hombres y que sólo era figura del verdadero, sino en el cielo mismo,
para estar ahora en la presencia de Dios, intercediendo por nosotros.
En la antigua alianza, el sumo sacerdote entraba cada año en el santuario
para ofrecer una sangre que no era la suya; pero Cristo no tuvo que ofrecerse
una y otra vez a si mismo en sacrificio, porque en tal caso habría tenido
que padecer muchas veces desde la creación del mundo. De hecho, Él
se manifestó una sola vez, en el momento culminante de la historia, para
destruir el pecado con el sacrificio de sí mismo.
Y así como está determinado que los hombres mueran una sola vez
y que después de la muerte venga el juicio, así también
Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de todos. Al final
se manifestará por segunda vez, pero ya no para quitar el pecado, sino
para la salvación de aquellos que lo aguardan y en Él tienen puesta
su esperanza.
Hermanos, en virtud de la sangre de Jesucristo, tenemos la seguridad de poder
entrar en el santuario, porque Él nos abrió un camino nuevo y
viviente a través del velo, que es su propio cuerpo. Asimismo, en Cristo
tenemos un sacerdote incomparable al frente de la casa de Dios.
Acerquémonos, pues, con sinceridad de corazón, con una fe total,
limpia la conciencia de toda mancha y purificado el cuerpo por el agua saludable,
Mantengámonos inconmovibles en la profesión de nuestra esperanza,
porque el que nos hizo las promesas es fiel a su palabra. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
Cristo se ofreció de forma perfecta al Padre. Entendió que su muerte era la acción decisiva que desencadenaría la renovación total de Israel. Efectivamente su ofrenda nos libró de la muerte y el pecado.
ACLAMACION
(Mt 26, 19. 20) R/. Aleluya, aleluya.
Vayan y enseñen a todas las naciones, dice el Señor,
y sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin
del mundo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 24, 46-53
En aquel tiempo,
Jesús se apareció a sus discípulos y les dijo: "Está
escrito que el Mesías tenía que padecer y había de resucitar
de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se había
de predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad
de volverse a Dios para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos
de esto. Ahora yo les voy a enviar al que mi Padre les prometió. Permanezcan,
pues, en la ciudad, hasta que reciban la fuerza de lo alto".
Después salió con ellos fuera de la ciudad, hacia un lugar cercano
a Betania; levantando las manos, los bendijo, y mientras los bendecía,
se fue apartando de ellos y elevándose al cielo. Ellos, después
de adorarlo, regresaron a Jerusalén, llenos de gozo, y permanecían
constantemente en el templo, alabando a Dios. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Los acontecimientos violentos que pusieron fin a la existencia terrena de Jesús resultaron traumáticos para los discípulos. Jesús resucitado fue paulatinamente venciendo su obstinada ceguera.
Credo
ORACIÓN UNIVERSAL
Unidos a Jesús,
pidamos al Padre por nosotros, por la Iglesia y por la humanidad entera. Pidamos
que envíe su Espíritu y nos renueve.
A cada petición diremos: Envíanos tu Espíritu, Señor.
Por nuestra parroquia y nuestra diócesis. Para que crezcamos cada día
en la fidelidad al Evangelio. Oremos:
Por nuestros familiares y amigos que no se sienten cristianos. Para que nosotros
sepamos darles un buen testimonio de fe y de esperanza. Oremos:
Por los países que sufren a causa de la guerra o del hambre. Para que
puedan lograr una vida digna y en paz. Oremos:
Por los periodistas y por todos los que trabajan en los medios de comunicación.
Para que trabajen siempre al servicio de la verdad y de la concordia. Oremos:
Por nosotros. Para que nuestra celebración de la Eucaristía sea
todos los domingos un encuentro vivo e intenso con el Señor resucitado.
Oremos:
Escucha, Padre, nuestra oración y envía tu Espíritu
Santo sobre nosotros y sobre toda la humanidad. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro
hermano, que resucitado de entre los muertos vive y reina contigo por los siglos
de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio que vamos a ofrecerte en acción de gracias por la ascensión de tu Hijo, y concédenos que esta Eucaristía eleve nuestro espíritu a los bienes del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO I DE LA ASCENSIÓN
En verdad es justo
y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte
siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque el Señor Jesús, Rey de la gloria, triunfador del pecado
y de la muerte, ante la admiración de los ángeles, ascendió
(hoy) a lo más alto de los cielos, como Mediador entre Dios y los hombres,
Juez del mundo y Señor de los espíritus celestiales.
No se fue para alejarse de nuestra pequeñez, sino para que pusiéramos
nuestra esperanza en llegar, como miembros suyos, a donde Él, nuestra
cabeza y principio, nos ha precedido.
Por eso, con esta efusión del gozo pascual, el mundo entero se desborda
de alegría y también los coros celestiales, los ángeles
y arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28. 20)
Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, que ya desde este mundo nos haces participar de tu vida divina, aviva en nosotros el deseo de la patria eterna, donde nos aguarda Cristo, Hijo tuyo y hermano nuestro. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Los primeros discípulos no salían de su asombro. La última pascua que habían compartido con el Señor Jesús habla echado por tierra todas sus esperanzas. Jesús y su proyecto parecían sepultados por la fuerza de los poderosos que lo habían ejecutado. Las noticias de su resurrección circulaban en medio del grupo creyente, pero les parecían rumores y habladurías increíbles. Lenta y penosamente fueron acogiendo las señales y gestos que Dios les regalaba; aprendieron a releer con otra mirada las Escrituras y con la fuerza del Espíritu se dispusieron a testimoniar la buena noticia del perdón universal a todos los pueblos. Ese vigoroso comienzo es el punto de partida de nuestra experiencia cristiana. Cuando nuestra fe y esperanza parezcan resquebrajarse tendremos que reanimarnos con el testimonio de tos primeros discípulos, que a pesar de sus dudas, siguieron creyendo. El Maestro luego se le manifestó y sus dudas fueron disipadas.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hch 1, 8)
Cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, recibirán fuerza para ser mis testigos en Jerusalén y aun en los lugares más remotos del mundo, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Infunde, Señor, en nosotros, la fuerza del Espíritu Santo, para que podamos cumplir fielmente tu voluntad y demos testimonio de ti con nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 19, 1-8
En aquellos días,
mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo atravesó las regiones altas de
Galacia y Frigia y bajó a Éfeso. Encontró allí a
unos discípulos y les preguntó: "¿Han recibido el
Espíritu Santo, cuando abrazaron la fe?". Ellos respondieron: "Ni
siquiera hemos oído decir que exista el Espíritu Santo".
Pablo replicó: "Entonces, ¿qué bautismo han recibido?".
Ellos respondieron: "El bautismo de Juan".
Pablo les dijo: "Juan bautizó con un bautismo de conversión,
pero advirtiendo al pueblo que debían creer en aquel que vendría
después de él, esto es, en Jesús".
Al oír esto, los discípulos fueron bautizados en el nombre del
Señor Jesús, y cuando Pablo les impuso las manos, descendió
el Espíritu Santo y comenzaron a hablar lenguas desconocidas y a profetizar.
Eran en total unos doce hombres. Durante los tres meses siguientes, Pablo frecuentó
la sinagoga y habló con toda libertad, disputando acerca del Reino de
Dios y tratando de convencerlos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La comunidad cristiana de Éfeso acogió de corazón el mensaje cristiano y de inmediato recibió el impulso del Espíritu. Esa Iglesia se consolidaría y se convertirla en el corazón de las iglesias de la provincia romana de Asia.
Del salmo
67 R/. Cantemos a Dios un canto de alabanza. Aleluya.
Cuando el Señor actúa sus enemigos se dispersan y huyen
ante su faz los que lo odian; cual se disipa el humo, se disipan; como la cera
se derrite al fuego, así ante Dios perecen los malvados. R/.
Ante el Señor, su Dios, gocen los justos y salten de alegría.
Entonen alabanzas a su nombre. En honor del Señor toquen la cítara.
R/.
Porque el Señor, desde su templo santo, a huérfanos y viudas da
su auxilio; él fue quien dio a los desvalidos casa, libertad y riqueza
a los cautivos. R/.
ACLAMACIÓN
(Col 3, 1) R/. Aleluya, aleluya.
Puesto que han resucitado con Cristo, busquen los bienes de arriba,
donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 16, 29-33
En aquel tiempo,
los discípulos le dijeron a Jesús: "Ahora si nos estás
hablando claro y no en parábolas. Ahora sí estamos convencidos
de que lo sabes todo y no necesitas que nadie te pregunte. Por eso creemos que
has venido de Dios".
Les contestó Jesús: "¿De veras creen? Pues miren que
viene la hora, más aún, ya llegó, en que se van a dispersar
cada uno por su lado y me dejarán solo. Sin embargo, no estaré
solo, porque el Padre está conmigo. Les he dicho estas cosas, para que
tengan paz en mí. En el mundo tendrán tribulaciones; pero tengan
valor, porque yo he vencido al mundo". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Las grandes victorias, las verdaderas transformaciones profundas no acontecen de forma repentina. El encuentro definitivo con Jesús es un acontecimiento que debernos preparar pacientemente desde la esperanza activa.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este santo sacrificio nos purifique, Señor, y llene nuestras almas con la fuerza divina de tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Pascua o de la Ascensión.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 14, 18; 16, 22)
No los dejaré huérfanos, dice el Señor; vendré de nuevo a ustedes y se alegrarán sus corazones. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana, para poder vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 1, 17-18)
Yo soy el primero y el último, dice el Señor, yo soy el que vive; estuve muerto, pero ahora estoy vivo para siempre. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, envíanos el Espíritu Santo para que habite en nosotros y nos transforme en templos de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 20, 17-27
En aquellos días, hallándose Pablo en Mileto, mandó llamar a los presbíteros de la comunidad cristiana de Éfeso. Cuando se presentaron, les dijo: "Bien saben cómo me he comportado entre ustedes, desde el primer día en que puse el pie en Asia: he servido al Señor con toda humildad, en medio de penas y tribulaciones, que han venido sobre mi por las asechanzas de los judíos. También saben que no he escatimado nada que fuera útil para anunciarles el Evangelio, para enseñarles públicamente y en las casas, y para exhortar con todo empeño a judíos y griegos a que se arrepientan delante de Dios y crean en nuestro Señor Jesucristo. Ahora me dirijo a Jerusalén, encadenado en el espíritu, sin saber qué sucederá allá. Sólo sé que el Espíritu Santo en cada ciudad me anuncia que me aguardan cárceles y tribulaciones. Pero la vida, para mi, no vale nada. Lo que me importa es llegar al fin de mi carrera y cumplir el encargo que recibí del Señor Jesús: anunciar el Evangelio de la gracia de Dios. Por lo pronto sé que ninguno de ustedes, a quienes he predicado el Reino de Dios, volverá a verme. Por eso declaro hoy que no soy responsable de la suerte de nadie, porque no les he ocultado nada y les he revelado en su totalidad el plan de Dios". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Pablo ha trabajado duramente con los responsables de la Iglesia de Éfeso. La misión ha llegado a su término. Los hermanos habrán de caminar en adelante guiados por el mensaje del Señor.
Del salmo
67 R/. Reyes de la tierra, canten al Señor. Aleluya.
A tu pueblo extenuado diste fuerzas, nos colmaste, Señor, de tus favores
y habitó tu rebaño en esta tierra, que tu amor preparó
para los pobres. R/.
Bendito sea el Señor, día tras día, que nos lleve en sus
alas y nos salve. Nuestro Dios es un Dios de salvación porque puede librarnos
de la muerte. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Jn 14, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo le pediré al Padre, y Él les dará otro Consolador,
que se quedará para siempre con ustedes, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 17, 1-11
En aquel tiempo,
Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: "Padre, ha llegado
la hora. Glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo también te glorifique,
y por el poder que le diste sobre toda la humanidad, dé la vida eterna
a cuantos le has confiado. La vida eterna consiste en que te conozcan a ti,
único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.
Yo te he glorificado sobre la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste.
Ahora, Padre, glorificame en ti con la gloria que tenía, antes de que
el mundo existiera.
He manifestado tu nombre a los hombres que tú tomaste del mundo y me
diste. Eran tuyos y tú me los diste. Ellos han cumplido tu palabra y
ahora conocen que todo lo que me has dado viene de ti, porque yo les he comunicado
las palabras que tú me diste; ellos las han recibido y ahora reconocen
que yo salí de ti y creen que tú me has enviado.
Te pido por ellos; no te pido por el mundo, sino por éstos, que tú
me diste, porque son tuyos. Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío.
Yo he sido glorificado en ellos. Ya no estaré más en el mundo,
pues voy a ti; pero ellos se quedan en el mundo". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Los cristianos estarnos en el mundo, pero no le pertenecemos. Ese orden caduco y egoísta no nos ha de atrapar. Vivimos acá "abajo", pero somos de allá "arriba". Somos forasteros en un mundo que pasa.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, nuestras ofrendas y concédenos que esta Eucaristía nos ayude a conseguir la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Pascua o de la Ascensión.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 14, 26)
El Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, dice el Señor, los instruirá en todo y les recordará lo que yo les he dicho. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya y en la cual hemos participado, nos una cada vez más con el vínculo de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestra Señora de la Luz
Santos: Pedro Celestino Papa y Francisco Coll y Guitart, fundador. Feria (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 46, 2)
Pueblos todos, aplaudan y aclamen a Dios con clamores de júbilo. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios misericordioso, concede a tu Iglesia, congregada por el Espíritu Santo, entregarse plenamente a ti y vivir siempre unida en el amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 20, 28-38
En aquellos días,
Pablo dijo a los presbíteros de la comunidad cristiana de Éfeso:
"Miren por ustedes mismos y por todo el rebaño, del que los constituyó
pastores el Espíritu Santo, para apacentar a la Iglesia que Dios adquirió
con la sangre de su Hijo.
Yo sé que después de mí partida, se introducirán
entre ustedes lobos rapaces, que no tendrán piedad del rebaño
y sé que, de entre ustedes mismos, surgirán hombres que predicarán
doctrinas perversas y arrastrarán a los fieles detrás de sí.
Por eso estén alerta. Acuérdense que durante tres años,
ni de día ni de noche he dejado de aconsejar, con lágrimas en
los ojos a cada uno de ustedes.
Ahora los encomiendo a Dios y a su palabra salvadora, la cual tiene fuerza para
que todos los consagrados a Dios crezcan en el espíritu y alcancen la
herencia prometida. Yo no he codiciado ni el oro ni la plata ni la ropa de nadie.
Bien saben que cuanto he necesitado para mí y para mis compañeros,
lo he ganado con mis manos. Siempre he mostrado que hay que trabajar así,
para ayudar como se debe a los necesitados, recordando las palabras del Señor
Jesús: 'Hay más felicidad en dar que en recibir' ".
Dicho esto, se arrodilló para orar con todos ellos. Todos se pusieron
a llorar y abrazaban y besaban a Pablo, afligidos, sobre todo, porque les había
dicho que no lo volverían a ver. Y todos lo acompañaron hasta
el barco. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Como predicador ejemplar Pablo rinde cuentas a los hermanos. Las motivaciones que impulsaron su labor misionera fueron genuinas. Como artesano misionero defendió su autonomía y su libertad interior.
Del salmo
67 R/. Reyes de la tierra, canten al Señor. Aleluya.
Señor, despliega tu poder, reafirma lo que has hecho por nosotros,
desde Jerusalén, desde tu templo, a donde vienen los reyes con sus dones.
R/.
Cántenle al Señor, reyes de la tierra, denle gloria al Señor
que recorre los cielos seculares, y que dice con voz como de trueno: "Glorifiquen
a Dios". R/.
Sobre Israel su majestad se extiende y su poder, sobre las nubes. Bendito sea
nuestro Dios. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Jn 17, 17) R/. Aleluya, aleluya.
Tu palabra, Señor, es la verdad: santifícanos en la verdad.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 17, 11-19
En aquel tiempo,
Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: "Padre santo, cuida
en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando
estaba con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que me diste; yo velaba por
ellos y ninguno de ellos se perdió, excepto el que tenía que perderse,
para que se cumpliera la Escritura.
Pero ahora voy a ti, y mientras estoy aún en el mundo, digo estas cosas
para que mi gozo llegue a su plenitud en ellos. Yo les he entregado tu palabra
y el mundo los odia, porque no son del mundo, como yo tampoco soy del mundo.
No te pido que los saques del mundo, sino que los libres del mal. Ellos no son
del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Santifícalos en la verdad. Tu palabra es la verdad. Así como tú
me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo.
Yo me santifico a mí mismo por ellos, para que también ellos sean
santificados en la verdad". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Los cristianos no somos indiferentes ante los retos y desafíos que nos plantea nuestra sociedad y nuestro mundo. Aquí vivimos y aquí hemos de rendir nuestro testimonio en Espíritu y verdad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio de alabanza que tú mismo nos has mandado celebrar, y dígnate, por esta Eucaristía, santificarnos y darnos tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Pascua o de la Ascensión.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 26-27)
Cuando venga el Consolador que yo les enviaré, el Espíritu de verdad que procede del Padre, dará testimonio de mí, dice el Señor, y también ustedes darán testimonio. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que esta comunión aumente en nosotros tu gracia, nos purifique de nuestros pecados y nos disponga mejor a recibir tus dones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hb 4, 16)
Acerquémonos confiadamente a Dios, fuente de bondad, a fin de alcanzar su misericordia y su gracia en el tiempo oportuno. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Señor, que el Espíritu Santo nos conceda abundantemente sus dones, para que podamos conocer tu voluntad y ajustemos a ella nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 22, 30; 23, 6-11
En aquellos días,
el comandante, queriendo saber con exactitud de qué acusaban a Pablo
los judíos, mandó que le quitaran las cadenas, convocó
a los sumos sacerdotes y a todo el sanedrín, y llevando consigo a Pablo,
lo hizo comparecer ante ellos.
Como Pablo sabía que una parte del sanedrín era de saduceos y
otra de fariseos, exclamó: "Hermanos: Yo soy fariseo, hijo de fariseos,
y me quieren juzgar porque espero la resurrección de los muertos".
Apenas dijo esto, se produjo un altercado entre fariseos y saduceos, que ocasionó
la división de la asamblea. (Porque los saduceos niegan la otra vida,
sea de ángeles o de espíritus resucitados; mientras que los fariseos
admiten ambas cosas). Estalló luego una terrible gritería y algunos
escribas del partido de los fariseos, se pusieron de pie y declararon enérgicamente:
"Nosotros no encontramos ningún delito en este hombre. ¿Quién
puede decirnos que no le ha hablado un espíritu o un ángel?".
El alboroto llegó a tal grado, que el comandante, temiendo que hicieran
pedazos a Pablo, mandó traer a la guarnición para sacarlo de allí
y llevárselo al cuartel. En la noche siguiente se le apareció
el Señor a Pablo y le dijo: "Ten ánimo, Pablo; porque así
como en Jerusalén has dado testimonio de mí, así también
tendrás que darlo en Roma". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Pablo comparece en Jerusalén ante el Consejo judío, testimonia su esperanza y decide usar una estrategia ingeniosa para dividir a sus acusadores y distraer momentáneamente su atención.
Del salmo 15 R/.
Enséñanos, Señor, el camino de la vida. Aleluya.
Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio. Yo siempre
he dicho que tú eres mi Señor. El Señor es la parte que
me ha tocado en herencia; mi vida está en sus manos. R/.
Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye
internamente. Tengo siempre presente al Señor y con Él a mi lado,
jamás tropezaré. R/.
Por eso se me alegran el corazón y el alma, y mi cuerpo vivirá
tranquilo, porque tú no me abandonarás a la muerte ni dejarás
que sufra yo la corrupción. R/.
Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia
y de alegría perpetua junto a ti. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 17, 21) R/. Aleluya, aleluya.
Que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti,
somos uno. Así el mundo creerá que tú me has enviado, dice
el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 17, 20-26
En aquel
tiempo, Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: "Padre, no
sólo te pido por mis discípulos, sino también por los que
van a creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como
tú, Padre, en mí y yo en ti somos uno, a fin de que sean uno en
nosotros y el mundo crea que tú me has enviado.
Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros
somos uno. Yo en ellos y tú en mí, para que su unidad sea perfecta
y así el mundo conozca que tú me has enviado y que los amas, como
me amas a mí.
Padre, quiero que donde yo está estén también conmigo los
que me has dado, para que contemplen mi gloria, la que me diste, porque me has
amado desde antes de la creación del mundo. Padre justo, el mundo no
te ha conocido; pero yo sí te conozco y éstos han conocido que
tú me enviaste. Yo les he dado a conocer tu nombre y se lo seguiré
dando a conocer, para que el amor con que me amas esté en ellos y yo
también en ellos". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
La unidad que Cristo oferta no es el "aborregamiento" ni la masificación; es la amorosa colaboración, el afecto sincero y la entrega mutua que el Padre inspira a sus hijos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estos dones que hemos preparado para el sacrificio eucarístico, y transforma toda nuestra vida en una continua ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Pascua o de la Ascensión.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 16, 7)
Yo les aseguro, dice el Señor: Les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, no vendrá a ustedes el Espíritu consolador. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta Eucaristía, Señor, nos haga comprender tus designios y nos comunique tu misma vida divina, para que seamos dignos de recibir los dones de tu Espirita. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Cristóbal Magallanes y compañeros, mártires; y Eugenio de Mazenod, fundador. Memoria (Rojo)
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Mt. 25, 34)
Vengan, benditos de mi Padre, y tomen posesión del Reino, preparado para ustedes desde la creación del mundo. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA.
Dios todopoderoso y eterno, que concediste a los santos Cristóbal Magallanes, presbítero, y sus compañeros, el don de la fortaleza para ser fieles servidores de Cristo Rey hasta el martirio, concédenos, por su intercesión, que perseverando en la confesión de la fe verdadera, obedezcamos siempre con amor los mandamientos de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina contigo.
LITURGIA DE LA PALABRA.
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 25, 13-21
En aquellos días,
el rey Agripa y Berenice llegaron a Cesarea para saludar a Festo. Como se detuvieron
algún tiempo allí. Festo expuso al rey el caso de Pablo con estas
palabras:
"Tengo aquí un preso que me dejó Félix, cuya condenación
me pidieron los sumos sacerdotes y los ancianos de los judíos, cuando
estuve en Jerusalén. Yo les respondí que no era costumbre romana
condenar a ningún hombre, sin carearlo antes con sus acusadores, para
darle la oportunidad de defenderse de la acusación.
Vinieron conmigo a Cesarea, y sin dar largas al asunto, me senté en el
tribunal al día siguiente y mandé que compareciera ese hombre.
Los acusadores que se presentaron contra él, no le hicieron cargo de
ninguno de los delitos que yo sospechaba. Se trataba sólo de ciertas
discusiones acerca de su religión y de un tal Jesús, ya muerto,
que Pablo asegura que está vivo.
No sabiendo qué determinación tomar, le pregunté a Pablo
si quería ir a Jerusalén para que se le juzgara allá de
esos cargos; pero como él pidió ser juzgado por el César,
ordené que siguiera detenido hasta que yo pudiera enviárselo".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Lucas nos presenta con toda claridad y contundencia el dilema que Jesús plantea: para unos es un difunto llamado Jesús, para otros, entre ellos –nosotros—, es alguien que está vivo y que ha vencido a la muerte.
Del salmo 102 R/.
Bendigamos al Señor, que es el rey del universo. Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su
santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus
beneficios. R/.
Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia;
como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos.
R/.
En el cielo el Señor puso su trono y su reino abarca el universo. Bendigan
al Señor todos los ángeles, ejecutores fieles de sus órdenes.
R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 26) R/. Aleluya, aleluya.
El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas y les recordará
todo cuanto yo les he dicho, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 21, 15-19
En
aquel tiempo, le preguntó Jesús a Simón Pedro: "Simón,
hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?". Él
le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero".
Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos". Por segunda vez le
preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". Él
le respondió: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero".
Jesús le dijo: "Pastorea mis ovejas".
Por tercera vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me
quieres?". Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado
por tercera vez si lo quería, y le contestó: "Señor,
tú lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero". Jesús
le dijo: "Apacienta mis ovejas. Yo te aseguro: cuando eras joven, tú
mismo te ceñías la ropa e ibas a donde querías; pero cuando
seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá y te
llevará a donde no quieras". Esto se lo dijo para indicarle con
qué género de muerte habría de glorificar a Dios. Después
le dijo: "Sígueme". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Pedro ha acumulado una experiencia favorable. Sabe de sus debilidades y fortalezas, por eso responde con humildad a las interrogantes frontales que le dirige el Maestro.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al conmemorar la muerte gloriosa de tus santos, te ofrecemos, Señor, el sacrificio de tu Hijo, que es el principio y modelo de todo martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ap 2, 7)
Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, que el pan de vida con que hemos sido alimentados, al celebrar hoy el triunfo de tus santos mártires Cristóbal Magallanes y compañeros, nos ayude a salir vencedores en la lucha para poder así, vivir eternamente en el paraíso. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Vísperas I de mañana: todo propio Feria (Blanco)
Misa matutina
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hch 1, 14)
Animados de un mismo espíritu, los discípulos perseveraban en la oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la Madre de Jesús, y de los parientes de éste. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Al concluir estas fiestas de Pascua concédenos, Señor, que la alegría de saber que hemos resucitado con tu Hijo, transforme toda nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 28, 16-20. 30-31
En aquellos días,
cuando llegamos a Roma, se le permitió a Pablo vivir en una casa particular,
con un soldado de guardia. Tres días después de su llegada, convocó
a los judíos principales, y una vez reunidos, les dijo: "Hermanos,
sin haber hecho nada en contra de mi pueblo, ni de las tradiciones de nuestros
padres, fui preso en Jerusalén y entregado a los romanos. Ellos, después
de interrogarme, querían ponerme en libertad, porque no encontraron en
mí nada que mereciera la muerte. Pero los judíos se opusieron
y tuve que apelar al César, sin pretender por ello acusar a mi pueblo.
Por esta razón he querido verlos y hablar con ustedes, pues llevo estas
cadenas a causa de la esperanza de Israel".
Dos años enteros pasó Pablo en una casa alquilada; ahí
recibía a todos los que acudían a él, predicaba el Reino
de Dios y les explicaba la vida de Jesucristo, el Señor, con absoluta
libertad y sin estorbo alguno. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Pablo es conducido a Roma como prisionero. Ahí mismo, en el corazón del imperio se las ingeniará para seguir proclamando el mensaje del Reino a los hombres y mujeres bien dispuestos.
Del salmo 10 R/.
El Señor verá a los justos con complacencia. Aleluya.
Desde su santo templo allá en el cielo, donde tiene su trono
y su morada, los ojos del Señor miran al mundo y examina a los hombres
su mirada. R/.
Examina a inocentes y malvados y aborrece al que ama la violencia. Pues es justo
el Señor y ama lo justo, a los justos verá con complacencia. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Jn 16, 7. 13) R/. Aleluya, aleluya.
Yo les enviaré el Espíritu de la verdad y Él los
irá guiando hacia la verdad plena, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 21, 20-25
En
aquel tiempo, Jesús dijo a Pedro: "Sígueme". Pedro,
volviendo la cara, vio que iba detrás de ellos el discípulo a
quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había reclinado
sobre su pecho y le había preguntado: `Señor, ¿quién
es el que te va a traicionar?'. Al verlo, Pedro le dijo a Jesús: "Señor,
¿qué va a pasar con éste?". Jesús le respondió:
"Si yo quiero que éste permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a
ti qué? Tú, sígueme".
Por eso comenzó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo
no habría de morir. Pero Jesús no dijo que no moriría,
sino: 'Si yo quiero que permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti qué?'.
Éste es el discípulo que atestigua estas cosas y las ha puesto
por escrito, y estamos ciertos de que su testimonio es verdadero. Muchas otras
cosas hizo Jesús y creo que, si se relataran una por una, no cabrían
en todo el mundo los libros que se escribieran. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Los relatos contenidos en el cuarto evangelio se fundamentan en el testimonio fidedigno de un discípulo y de una comunidad creyente que lo acreditan con amorosa fidelidad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que el Espíritu Santo nos purifique, Señor, de nuestras culpas y nos prepare a celebrar dignamente tu santa Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Pascua o de la Ascensión.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 16, 14)
El Espíritu Santo me glorificará, porque recibirá de mí, dice el Señor, lo que les irá comunicando. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que tu amor paterno proteja siempre a quienes has salvado por medio de la pasión de tu Hijo, y que Cristo resucitado sea la fuente de todas nuestras alegrías Por Jesucristo, nuestro Señor.
DOMINGO DE PENTECOSTÉS
Santos: Desiderio de Vienne, obispo; y Juana Antida Thouret, fundadora, Solemnidad (Rojo)
Misa vespertina de la vigilia
Esta Misa se dice en la tarde del sábado, ya sea antes o después de las primeras Vísperas del domingo de Pentecostés.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Rm 5, 5; 8, 11)
El amor a Dios ha sido infundido en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que habita en nosotros. Aleluya.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno y todopoderoso, que quisiste consumar el misterio de la muerte, resurrección y ascensión de tu Hijo, con la venida del Espíritu Santo, renueva el prodigio de Pentecostés y haz que todos los pueblos de la tierra superen con tu amor sus diferencias y te reconozcan como Padre. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Joel: 3, 1-5
Esto dice el Señor
Dios: "Derramaré mi espíritu sobre todos; profetizarán
sus hijos y sus hijas, sus ancianos soñarán sueños y sus
jóvenes verán visiones. También sobre mis siervos y mis
siervas derramaré mi espíritu en aquellos días.
Haré prodigios en el cielo y en la tierra: sangre, fuego, columnas de
humo. El sol se oscurecerá, la luna se pondrá color de sangre,
antes de que llegue el día grande y terrible del Señor.
Cuando invoquen el nombre del Señor se salvarán, porque en el
monte Sión y en Jerusalén quedará un grupo, como lo ha
prometido el Señor a los sobre que ha elegido". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 103 R/.
Envía, Señor, tu Espíritu, a renovar la tierra. Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa
es tu grandeza. Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un
manto. R/.
¡Qué numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste
con maestría! La tierra está llena de tus creaturas. Bendice al
Señor, alma mía. R/.
Todos los vivientes aguardan que les des de comer a su tiempo; les das el alimento
y lo recogen, abres tu mano y se sacian de bienes. R/.
Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo. Pero envías
tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 22-27
Hermanos: Sabemos que la
creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto: y no
sólo ella, sino también nosotros, los que poseemos las primicias
del Espíritu, gemimos interiormente, anhelando que se realice plenamente
nuestra condición de hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo.
Porque ya es nuestra la salvación, pero su plenitud es todavía
objeto de esperanza. Esperar lo que ya se posee no es tener esperanza, porque,
¿cómo se puede esperar lo que ya se posee? En cambio, si esperamos
algo que todavía no poseemos, tenemos que esperarlo con paciencia. El
Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir
lo que nos conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con
gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que conoce profundamente
los corazones, sabe lo que el Espíritu quiere decir, porque e] Espíritu
ruega conforme a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en
ellos el fuego de tu amor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 7, 37-39
El
último día de la fiesta, que era el más solemne, exclamó
Jesús en voz alta: "El que tenga sed, que venga a mí; y beba,
aquel que cree en mí. Como dice la Escritura: Del corazón del
que cree en mí brotarán ríos de agua viva".
Al decir esto, se refería al Espíritu Santo que habían
de recibir los que creyeran en El, pues aún no había venido el
Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado.
Palabra del Seriar. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
ORACIÓN UNIVERSAL
Oremos con fe a Jesucristo
resucitado, y pidámosle que envíe su Espíritu, sobre nosotros
y sobre el mundo entero.
A cada petición diremos: Jesús resucitado, escúchanos.
Para que los cristianos sepamos amarnos como Jesús nos ha amado.
Oremos:
Para que, guiados por el Espíritu, sintamos el gusto y el consuelo de
la oración, y de la relación personal con Dios. Oremos:
Para que los gobernantes, y especialmente los gobernantes cristianos, busquen
siempre por encima de todo la paz y la concordia, y el bienestar de los que
menos tienen. Oremos:
Para que los pobres, los enfermos, los inmigrantes, y todos los que se sienten
sin ánimo ante la vida reciban la fuerza del Espíritu Santo de
Dios. Oremos:
Para que el Espíritu del Señor ilumine con su luz nuestras inseguridades
y dudas, y cure nuestras debilidades. Oremos:
Escucha, Jesús resucitado, nuestra oración, y envíanos
tu Espíritu Santo. Tú, que vives y reinas...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que tu Espíritu santificador descienda, Señor, sobre estos dones e inunde de amor a tu Iglesia para que ésta pueda ser, en medio del mundo, tu signo y tu instrumento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque tú, para llevar a su plenitud el misterio pascual, has enviado
hoy al Espíritu Santo sobre aquellos a quienes adoptaste como hijos al
injertarlos en Cristo, tu Unigénito.
Este mismo Espíritu fue quien, al nacer la Iglesia, reveló a todos
los pueblos el misterio de Dios y unió la diversidad de las lenguas en
la confesión de una misma fe.
Por eso, el mundo entero se desborda de alegría y también los
coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar
el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 7, 37)
El último día de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: El que tenga sed, que venga a mí y beba. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el sacramento que hemos recibido, nos comunique, Señor, el fuego del Espíritu Santo que infundiste a tus Apóstoles el día de Pentecostés. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Misa del día
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sb 1, 7)
El Espíritu del Señor ha llenado toda la tierra; Él da unidad a todas las cosas y se hace comprender en todas las lenguas. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por el misterio de Pentecostés santificas a tu Iglesia extendida por todas las naciones, concede al mundo entero los dones del Espíritu Santo y continúa realizando entre los fieles la unidad y el amor de la primitiva Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 1-11
El día de Pentecostés,
todos los discípulos estaban reunidos en un mismo lugar. De repente se
oyó un gran ruido que venia del cielo, como cuando sopla un viento fuerte,
que resonó por toda la casa donde se encontraban.
Entonces aparecieron lenguas de fuego, que se distribuyeron y se posaron sobre
ellos; se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en otros
idiomas, según el Espíritu los inducía a expresarse.
En esos días había en Jerusalén judíos devotos,
venidos de todas partes del mundo. Al oír el ruido, acudieron en masa
y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio
idioma.
Atónitos y llenos de admiración, preguntaban: "¿No
son galileos todos estos que están hablando? ¿Cómo, pues,
los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay medos,
partos y elamitas; otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto
y en Asia, en Frigia y en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita
con Cirene. Algunos somos visitantes, venidos de Roma, judíos y prosélitos;
también hay cretenses y árabes. Y sin embargo cada quien los oye
hablar de las maravillas de Dios en su propia lengua". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
El Espiran Santo se derrama sobre los discípulos en Pentecostés y los habilita para anunciar el mensaje del resucitado, superando las barreras y obstáculos que la diversidad cultural plantea.
Del salmo 103 R/.
Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío,
inmensa es tu grandeza. ¡Qué numerosas son tus obras, Señor!
La tierra está llena de tus creaturas. R/.
Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo; pero envías
tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R/.
Que Dios sea glorificado para siempre y se goce en sus creaturas. Ojalá
que le agraden mis palabras y yo me alegraré en el Señor. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12, 3-7. 12-13
Hermanos: Nadie puede llamar
a Jesús "Señor", si no es bajo la acción del
Espíritu Santo.
Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diferentes servicios,
pero el Señor es el mismo. Hay diferentes actividades, pero Dios, que
hace todo en todos, es el mismo.
En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Porque
así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar
de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque
todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres,
hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo,
y a todos se nos ha dado a beber del mismo Espíritu. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
La comunidad cristiana se asemeja a un cuerpo conformado por numerosos miembros. La armoniosa vitalidad de la comunidad es alentada por el impulso unificador del Espíritu.
SECUENCIA
1
Ven, Dios Espíritu Santo, |
6
Sin tu inspiración divina |
y envíanos desde el cielo |
los
hombres nada podemos |
tu luz, para iluminamos. |
y el pecado nos domina. |
2
Ven ya, padre de los pobres, |
7
Lava nuestras inmundicias, |
luz que penetra en las almas, |
fecunda
nuestros desiertos |
dador de todos los
dones. |
y cura nuestras heridas. |
3
Fuente de todo consuelo, |
8
Doblega nuestra soberbia, |
amable huésped del alma, |
calienta
nuestra frialdad, |
paz en las horas
de duelo. |
endereza nuestras sendas. |
4
Eres pausa en el trabajo, |
9
Concede a aquellos que ponen |
brisa, en un clima de fuego, |
en
ti su fe y su confianza |
consuelo, en medio
del llanto. |
tus siete sagrados dones. |
5.Ven,
luz santificadora, |
10
Danos virtudes y méritos, |
y entra hasta el fondo del alma |
danos
una buena muerte |
de todos los que
te adoran. |
y contigo el gozo eterno. |
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende
en ellos el fuego de tu amor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 20,19-23
Al
anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas
de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos,
se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz esté
con ustedes". Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando
los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría.
De nuevo les dijo Jesús: "La paz esté con ustedes. Como el
Padre me ha enviado, así también los envío yo".
Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Reciban
el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán
perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Luego del saludo de paz, Jesús envía a sus discípulos a cumplir su misión de reconciliación, auxiliados por el Espíritu Santo: "A quienes perdonen los pecados...".
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que el Espíritu Santo, nos haga comprender mejor, según la promesa de tu Hijo, el misterio de este sacrificio y toda la profundidad del Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque tú, para llevar a su plenitud el misterio pascual, has enviado
hoy al Espíritu Santo sobre aquellos a quienes adoptaste como hijos al
injertarlos en Cristo, tu Unigénito.
Este mismo Espíritu fue quien, al nacer la Iglesia, reveló a todos
los pueblos el misterio de Dios y unió la diversidad de las lenguas en
la confesión de una misma fe.
Por eso, el mundo entero se desborda de alegría y también los
coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar
el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Hch 2. 4. 11)
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban las maravillas de Dios. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos concedes participar de la vida divina por medio de tus sacramentos, conserva en nosotros el don de tu amor y la presencia viva del Espíritu Santo, para que esta comunión nos ayude a obtener nuestra salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Para despedir al pueblo, el diácono o el mismo sacerdote dice:
Pueden ir en paz. Aleluya,
aleluya.
Demos gracias a Dios. Aleluya, aleluya.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La paz con ustedes. Saludo denso y profundo que sintetizaba los anhelos vitales de los israelitas creyentes del tiempo de Jesús. Saludo cristiano que identifica al Resucitado que se hace presente para alentar a unos discípulos confundidos desalentados por la ejecución del Maestro. Los cristianos suspiramos por la paz; anhelamos vivir en paz, deseamos dejar en el olvido el clima de inseguridad y violencia que nos aqueja. No sabemos por dónde empezar. Nuestra vulnerabilidad y dispersión nos tiene inermes. Entre otras tareas, necesitamos reavivar nuestra fe en Jesús: El está realmente vivo y camina a nuestro lado. Las señales de la violencia también campean por doquier. Por eso, como los primeros discípulos vivimos con "las puertas atrancadas. ¡Aumenta Señor, nuestra esperanza, para vivir con valentía sabiendo que caminas a nuestro lado!
Nuestra Señora Maria Auxiliadora.
Santos: Donaciano y Rogaciano de Nantes, mártires. Feria (Verde)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 17, 19-20)
El Señor es mi protector; Él me libró de las manos de mis enemigos y me salvó, porque me ama.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, que el curso de los acontecimientos del mundo se desenvuelva, según tu voluntad, en la justicia y en la paz, y que tu Iglesia pueda servirte con tranquilidad y alegría. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro: 1, 3-9
Bendito sea Dios, Padre
de nuestro Señor Jesucristo, por su gran misericordia, porque al resucitar
a Jesucristo de entre los muertos, nos concedió renacer a la esperanza
de una vida nueva, que no puede corromperse ni mancharse y que Él nos
tiene reservada como herencia en el cielo. Porque ustedes tienen fe en Dios,
Él los protege con su poder, para que alcancen la salvación que
les tiene preparada y que Él revelará al final de los tiempos.
Por esta razón, alégrense, aun cuando ahora tengan que sufrir
un poco por adversidades de todas clases, a fin de que su fe, sometida a la
prueba, sea hallada digna de alabanza, gloria y honor, el día de la manifestación
de Cristo. Porque la fe de ustedes es más preciosa que el oro, y el oro
se acrisola por el fuego.
A Cristo Jesús no lo han visto ustedes y, sin embargo, lo aman; al creer
en Él ahora, sin verlo, se llenan de una alegría radiante e indescriptible,
seguros de alcanzar la salvación de sus almas, que es la meta de la fe.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Pedro exhorta a los cristianos a perseverar en su adhesión a Jesús. En el presente enfrentan dificultades y pruebas que aquilatan su fe y los preparan para alcanzar la gloria y la alegría plenas.
Del salmo 110 R/.
El Señor se acuerda siempre de su alianza
Quiero alabar a Dios, de corazón, en las reuniones de los justos. Grandiosas
son las obras del Señor y para todo fiel, dignas de estudio. R/.
Ha hecho inolvidables sus prodigios. El Señor es piadoso y es clemente.
Acordándose siempre de su alianza, Él le da de comer al que lo
teme. R/.
Él redimió a su pueblo y estableció su alianza para siempre.
Dios es santo y terrible y su gloria perdura eternamente. R/.
ACLAMACIÓN
(2 Co 8, 9) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 10, 17-27
En
aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó
corriendo un hombre, se arrodilló ante Él y le preguntó:
"Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?".
Jesús le contestó: "¿Por qué me llamas bueno?
Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No matarás,
no cometerás adulterio, no robarás; no levantarás falso
testimonio, no cometerás fraudes, honrarás a tu padre y a tu madre".
Entonces él le contestó: "Maestro, todo eso lo he cumplido
desde muy joven". Jesús lo miró con amor y le dijo: "Sólo
una cosa te falta: Ve y vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y así
tendrás un tesoro en los cielos. Después, ven y sígueme".
Pero al oír estas palabras, el hombre se entristeció y se fue
apesadumbrado, porque tenía muchos bienes.
Jesús, mirando a su alrededor, dijo entonces a sus discípulos:
"¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el
Reino de Dios!". Los discípulos quedaron sorprendidos ante estas
palabras; pero Jesús insistió: "Hijitos, ¡qué
difícil es para los que confían en las riquezas, entrar en el
Reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de
una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios".
Ellos se asombraron todavía más y comentaban entre sí:
"Entonces, ¿quién puede salvarse?". Jesús, mirándolos
fijamente, les dijo: "Es imposible para los hombres, mas no para Dios.
Para Dios todo es posible". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
El corazón humano se aficiona a la seguridad de las riquezas. Falaz ilusión. La salud, la tranquilidad social, el amor, valen mucho más que todos los engañosos bienes materiales.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este pan y este vino que tú mismo nos das para ofrecértelos nos ayuden, Señor, convertidos en el Cuerpo y Sangre de tu Hijo, a conseguir el premio de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Padre misericordioso, que por este sacramento con que ahora nos fortaleces, nos hagas algún día participar de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Mt 9, 38)
Rueguen al dueño de la mies que mande operarios a sus campos, dice el Señor a sus discípulos.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que eres quien provee de pastores a la comunidad cristiana, haz que tu Espíritu suscite en ella sacerdotes dignos del altar y los llene de piedad y fortaleza para anunciar tu Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro: 1, 10-16
Hermanos: Los profetas,
cuando predijeron la gracia destinada a ustedes, investigaron también
profundamente acerca de la salvación de ustedes.
Ellos trataron de descubrir en qué tiempo y en qué circunstancias
se habrían de verificar las indicaciones que el Espíritu de Cristo,
que moraba en ellos, les había revelado sobre los sufrimientos de Cristo
y el triunfo glorioso que los seguiría. Pero se les dio a conocer que
ellos no verían lo que profetizaban, sino que estaba reservado para nosotros.
Todo esto les ha sido anunciado ahora a ustedes, por medio de aquellos que les
han predicado el Evangelio con la fuerza del Espíritu Santo, enviado
del cielo, y ciertamente es algo que los ángeles anhelan contemplar.
Por eso, viviendo siempre atentos y vigilantes, pongan toda su esperanza en
la gracia que les va a traer la manifestación gloriosa de Jesucristo.
Como hijos obedientes, no vivan conforme a las pasiones que tenían antes,
en el tiempo de su ignorancia. Al contrario, así como es santo el que
los llamó, sean también ustedes santos en toda su conducta, pues
la Escritura dice: Sean santos, porque yo, el Señor, soy santo. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Los cristianos a quienes Pedro dirige esta carta recorrieron de forma responsable el camino de la fe. La esperanza cristiana implica vivir en sobriedad, realizando una ruptura con el modo egoísta de vivir.
Del salmo 97 R/.
Cantemos al Señor un canto nuevo.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas.
Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Mt 11, 25) R/. Aleluya, aleluya.
Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has
revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 10, 28-31
En aquel
tiempo, Pedro le dijo a Jesús: "Señor, ya ves que nosotros
lo hemos dejado todo para seguirte".
Jesús le respondió: "Yo les aseguro: Nadie que haya dejado
casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mi y por
el Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas,
hermanos y hermanas, madres e hijos y tierras, junto con persecuciones, y en
el otro mundo, la vida eterna. Y muchos que ahora son los primeros serán
los últimos, y muchos que ahora son los últimos, serán
los primeros". Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
Quien vive al servicio del mensaje cristiano, quien empeña su tiempo
y sus recursos a favor del evangelio no quedará en el desamparo. Lo leemos
y lo creemos. ¡Habrá que vivirlo!
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad, los dones y oraciones de tu pueblo; multiplica en él las vocaciones sacerdotales y hazlas perseverar en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Jn 3, 16)
En esto hemos conocido lo que es el amor de Dios: en que dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Con la fuerza de este sacramento de amor que hoy hemos celebrado, haz, Señor, madurar las vocaciones que a manos llenas sembraste en el campo de la Iglesia, a fin de que sean muchos los que elijan servirte en sus hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Felipe Neri, fundador; y Eleuterio I, Papa. Beato Andrés Franchi, obispo. Memoria (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 131, 9)
Que tus sacerdotes, Señor, se revistan de virtud, y tus fieles se llenen de júbilo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que concediste a san Felipe Neri el don de servirte y de ayudar al prójimo con sencillez y alegría, infunde en nosotros tu Espíritu de amor para que sepamos vivir alegremente el Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro: 1, 18-25
Hermanos: Bien saben ustedes
que de su estéril manera de vivir, heredada de sus padres, los ha rescatado
Dios, no con bienes efímeros, como el oro y la plata, sino con la sangre
preciosa de Cristo, el cordero sin defecto ni mancha, al cual Dios había
elegido desde antes de la creación del mundo y, por amor a ustedes, lo
ha manifestado en estos tiempos, que son los últimos. Por Cristo, ustedes
creen en Dios, quien lo resucitó de entre los muertos y lo llenó
de gloria, a fin de que la fe de ustedes sea también esperanza en Dios.
Así pues, purificados ya internamente por la obediencia a la verdad,
que conduce al amor sincero a los hermanos, ámense los unos a los otros
de corazón e intensamente. Porque han vuelto ustedes a nacer, y no de
una semilla mortal, sino inmortal, por medio de la palabra viva y permanente
de Dios. En efecto, todo mortal es hierba y toda su belleza es flor de hierba:
se seca la hierba y cae la flor, en cambio, la palabra del Señor permanece
para siempre. Y ésa es la palabra que se les ha anunciado. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Los verbos están claramente balanceados. El pasado idolátrico quedó atrás. Ahora es el tiempo de la transición. Los cristianos estamos de paso en el mundo y tenemos nuestra esperanza en Dios.
Del salmo 147 R/.
Demos gloria al Señor.
Glorifica al Señor, Jerusalén, a Dios ríndele
honores, Israel. Él refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus
hijos en tu casa. R/.
El mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre. Él
envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente. R/.
Le muestra a Jacob su pensamiento, sus normas y designios a Israel. No ha hecho
nada igual con ningún pueblo, ni le ha confiado a otro sus proyectos.
R/.
ACLAMACIÓN
(Mc 10, 45) R/. Aleluya, aleluya.
El Hijo del hombre vino a servir y a dar su vida por la redención
de todos. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 10, 32-45
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos iban camino de Jerusalén y Jesús se les iba adelantando. Los discípulos estaban sorprendidos y la gente que lo seguía tenía miedo. Él se llevó aparte otra vez a los Doce y se puso a decirles lo que le iba a suceder: "Ya ven que nos estamos dirigiendo a Jerusalén y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; van a condenarlo a muerte y a entregarlo a los paganos; se van a burlar de Él, van a escupirlo, a azotarlo y a matarlo; pero al tercer día resucitará". Entonces se acercaron a Jesús Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte". Él les dijo: "¿Qué es lo que desean?". Le respondieron: "Concede que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria". Jesús les replicó: "No saben lo que piden. ¿Podrán pasar la prueba que yo voy a pasar y recibir el bautismo con que seré bautizado?". Le respondieron: "Si podemos". Y Jesús les dijo: "Ciertamente pasarán la prueba que yo voy a pasar y recibirán el bautismo con que yo seré bautizado; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mi concederlo; eso es para quienes está reservado". Cuando los otros diez apóstoles oyeron esto, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús reunió entonces a los Doce y les dijo: "Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario: el que quiere ser grande entre ustedes que sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los señalamientos sobre el ejercicio tiránico del poder no han quedado en el olvido. Los poderosos siguen oprimiendo y las personas de a pie no encontramos una ruta hacia la paz duradera.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por medio de este sacrificio de alabanza que vamos a ofrecerte, convierte, Señor, nuestra vida, como la de san Felipe Neri, en una prueba más de tu solicitud por los pobres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 12, 42)
Éste es el siervo fiel y sensato a quien su señor ha puesto al frente de su familia, para darles la ración de trigo a su tiempo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por esta sagrada comunión que hemos recibido, concédenos, Señor, que a ejemplo de san Felipe, tengamos siempre hambre y sed de Cristo, que es la vida verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestro Señor Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.
Santos: San Agustín de Canterbury, obispo Feria (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hb 7. 24)
Cristo, mediador de la nueva alianza, por el hecho de permanecer para siempre, posee un sacerdocio perpetuo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que para gloria tuya y salvación de todos los hombres constituiste Sumo y Eterno Sacerdote a tu Hijo, Jesucristo, concede a quienes Él ha elegido como ministros suyos y administradores de sus sacramentos y de su Evangelio, la gracia de ser fieles en el cumplimiento de su ministerio. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta a los hebreos: 10, 12-23
Hermanos: Cristo, ofreció
un solo sacrificio por los pecadores y se sentó para siempre a la derecha
de Dios; no le queda sino aguardar a que sus enemigos sean puestos bajo sus
pies. Así, con una sola ofrenda, hizo perfectos para siempre a los que
ha santificado. Lo mismo atestigua el Espíritu Santo, que dice en un
pasaje de la Escritura: La alianza que yo estableceré con ellos, cuando
lleguen esos días, palabra del Señor, es ésta: Voy a poner
mi ley en lo más profundo de su mente y voy a grabarla en sus corazones.
Y prosigue después: Yo les perdonaré sus culpas y olvidaré
para siempre sus pecados. Ahora bien, cuando los pecados han sido perdonados,
ya no hacen falta más ofrendas por ellos.
Hermanos, en virtud de la sangre de Jesucristo, tenemos la seguridad de poder
entrar en el santuario, porque Él nos abrió un camino nuevo y
viviente a través del velo, que es su propio cuerpo. Asimismo, en Cristo
tenemos un sacerdote incomparable al frente de la casa de Dios. Acerquémonos,
pues, con sinceridad de corazón, con una fe total, limpia la conciencia
de toda mancha y purificado el cuerpo por el agua saludable. Mantengámonos
inconmovibles en la profesión de nuestra esperanza, porque el que nos
hizo las promesas es fiel a su palabra. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Para acercarnos confiadamente al Padre no necesitamos más credenciales que las que nos otorga el nombre de Jesús. El nos ha pavimentado un camino ancho para acercarnos a Dios.
Del salmo 39 R/.
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Cuántas maravillas has hecho, Señor y Dios mío,
cuántos planes en favor nuestro. Nadie se te puede comparar. R/.
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que
deseo: tu ley en medio de mi corazón. R/.
He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú
lo sabes, Señor. R/.
No callé tu justicia, antes bien, proclamé tu lealtad y tu auxilio.
Tu amor y tú lealtad no los he ocultado a la gran asamblea. R/.
ACLAMACIÓN
(Is 42, 1) R/. Aleluya, aleluya.
Miren a mi siervo, a quien sostengo; a mi elegido, en quien tengo mis
complacencias. En él he puesto mí espíritu, para que haga
brillar la justicia sobre las naciones. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 22, 19-20
En
aquel tiempo, llegada la hora de cenar, se sentó Jesús con sus
discípulos y les dijo: "Cuánto he deseado celebrar esta Pascua
con ustedes, antes de padecer, porque yo les aseguro que ya no la volveré
a celebrar, hasta que tenga cabal cumplimiento en el Reino de Dios". Luego
tomó en sus manos una copa de vino, pronunció la acción
de gracias y dijo: "Tomen esto y repártanlo entre ustedes, porque
les aseguro que ya no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga
el Reino de Dios".
Tomando después un pan, pronunció la acción de gracias,
lo partió y se lo dio diciendo: "Esto es mi cuerpo, que se entrega
por ustedes. Hagan esto en memoria mía". Después de cenar,
hizo lo mismo con una copa de vino, diciendo: "Esta copa es la nueva alianza,
sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes". Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús ha interpretado sensatamente el rumbo de los acontecimientos que han marcado su vida. Un final violento se asoma en el horizonte. Él decide entregar confiadamente su vida al Padre.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que Jesucristo, nuestro Mediador, haga que te sean aceptables, Señor, nuestras ofrendas y que su sacrificio redentor nos haga vivir cada día más unidos a Él, para que toda nuestra vida sea grata a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Ya que, por la unción del Espíritu Santo, constituiste a tu Hijo
unigénito Pontífice de la alianza nueva y eterna, y has querido
que su sacerdocio único se perpetuara en la Iglesia.
Porque Cristo no sólo comunica la dignidad del sacerdocio real a todo
el pueblo redimido, sino que, con especial predilección y mediante la
imposición de las manos, elige a algunos de entre los hermanos, y los
hace partícipes de su ministerio de salvación, a fin de que renueven,
en su nombre, el sacrificio redentor, preparen para tus hijos el banquete pascual,
fomenten la caridad en tu pueblo santo, lo alimenten con la palabra, lo fortifiquen
con los sacramentos y, consagrando su vida a ti y a la salvación de sus
hermanos, se esfuercen por reproducir en sí la imagen de Cristo y te
den un constante testimonio de fidelidad y de amor.
Por eso, Señor, con todos los ángeles y santos, te alabamos, cantando
llenos de alegría: Santo, Santo, Santo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos ofrecido en el sacrificio y recibido en la comunión, sean para nosotros, Señor, el principio de una vida nueva, a fin de que, unidos a ti por el amor, demos frutos que permanezcan para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Ga 6, 14)
Que nuestra única gloria sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en quien está nuestra salvación, nuestra vida y resurrección y por quien hemos sido redimidos y liberados.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo muriera en la Cruz para salvar a todos los hombres, concédenos aceptar por su amor la cruz del sufrimiento aquí en la tierra, para poder gozar en el cielo los frutos de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro: 4, 7-13
Hermanos: Ya está
cerca el final de todo; por lo tanto, vivan con sensatez y en vigilancia para
poder orar. Sobre todo, mantengan en continua actividad el amor mutuo, pues
el amor sepulta una multitud de pecados. Sean hospitalarios los unos con los
otros, sin quejas.
Que cada uno, como buen administrador de la gracia multiforme de Dios, emplee
para servir a los demás, los dones recibidos Quien habla, que sea mensajero
de las palabras de Dios; quien se dedica a servir a los demás, que los
sirva con la fuerza que Dios le comunica. De modo que Dios sea glorificado en
todo, por medio de Jesucristo, a quien corresponden la gloria y el poder, por
los siglos de los siglos. Amén.
No se sorprendan, queridos hermanos, del fuego de persecución que ha
prendido por ahí para ponerlos a prueba, como si les sobreviniera algo
nunca visto. Al contrario, alégrense de compartir ahora los padecimientos
de Cristo, para que, cuando se manifieste su gloria, el júbilo de ustedes
sea desbordante. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La comunidad cristiana atraviesa un período crítico. La recomendación es sencilla, hay que intensificar la vivencia del amor fraterno, practicando gustosamente los dones que el Espíritu nos ha dado.
Del salmo 95 R/
El Señor juzgará a todas las naciones.
"Reina el Señor", digamos a los pueblos. Él
afianzó con su poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia. R/.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino.
Salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
R/.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Jn 15, 16) R. Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y
den fruto y su fruto permanezca. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 11, 11-26
Después
de haber sido aclamado por la multitud, Jesús entró en Jerusalén,
fue al templo y miró todo lo que en él sucedía; pero como
ya era tarde, se marchó a Betania con los Doce.
Al día siguiente, cuando salieron de Betania, sintió hambre. Viendo
a lo lejos una higuera con hojas, Jesús se acercó a ver si encontraba
higos; pero al llegar, sólo encontró hojas, pues no era tiempo
de higos. Entonces le dijo a la higuera: "Que nunca jamás coma nadie
frutos de ti". Y sus discípulos lo estaban oyendo. Cuando llegaron
a Jerusalén, entró en el templo y se puso a arrojar de ahí
a los que vendían y compraban; volcó las mesas de los que cambiaban
dinero y los puestos de los que vendían palomas; y no dejaba que nadie
cruzara por el templo cargando cosas. Luego se puso a enseñar a la gente,
diciéndoles: "¿Acaso no está escrito: Mi casa será
casa de oración para todos los pueblos? Pero ustedes la han convertido
en una cueva de ladrones".
Los sumos sacerdotes y los escribas se enteraron de esto y buscaban la forma
de matarlo; pero le tenían miedo, porque todo el mundo estaba asombrado
de sus enseñanzas. Cuando atardeció, Jesús y los suyos
salieron de la ciudad.
A la mañana siguiente, cuando pasaban junto a la higuera, vieron que
estaba seca hasta la raíz. Pedro cayó en la cuenta y le dijo a
Jesús: "Maestro, mira: la higuera que maldijiste se secó".
Jesús les dijo entonces: "Tengan fe en Dios; les aseguro que si
uno le dice a este monte: 'Quítate de ahí y arrójate al
mar', sin dudar en su corazón y creyendo que va a suceder lo que dice,
lo obtendrá. Por eso les digo: Cualquier cosa que pidan en la oración,
crean ustedes que ya se la han concedido, y la obtendrán. Y cuando se
pongan a orar, perdonen lo que tengan contra otros, para que también
el Padre, que está en el cielo, les perdone a ustedes sus ofensas; porque
si ustedes no perdonan, tampoco el Padre, que está en el cielo, les perdonará
a ustedes sus ofensas". Palabra del Señor. Gloria a
ti, Señor Jesús.
La señal de la higuera y la señal profética contra el templo anuncian un cese inminente del viejo orden cultual. Jesús iniciará un nuevo orden fincado en la fe y la fidelidad al Padre.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que este sacrificio que Cristo te ofreció sobre la Cruz para borrar los pecados del mundo, nos purifique ahora de todas nuestras culpas, Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12, 32)
Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor nuestro Jesucristo, tú que nos has redimido por medio de tu Cruz y nos has hecho partícipes de tu Cuerpo y de tu Sangre, concédenos participar también de la gloria de tu resurrección. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Santos: Maximino de Tréveris, obispo y Sisinio Martorio y Alejandro de Trento mártires.
Vísperas 1 de mañana: todo propio Feria (Verde)
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Hch 1, 14)
Con un mismo espíritu, los discípulos perseveraban en la oración junto con María, la Madre de Jesús.
ORACIÓN COLECTA
Dios misericordioso, que quisiste que tu Hijo unigénito proclamara desde la cruz como Madre nuestra a su propia Madre, haz que tu Iglesia, por la mediación y cooperación maternal de la Virgen María, crezca cada día en santidad y atraiga a su seno a todas las naciones. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol san Judas: 17, 20-25
Queridos hermanos: Recuerden las palabras que les predicaron los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. Consolídense sobre el cimiento de su fe santa, oren movidos por el Espíritu Santo, conserven en ustedes el amor a Dios, en espera de que la misericordia de nuestro Señor Jesucristo les dé la vida eterna. A los indecisos traten de convencerlos, para arrancarlos del fuego de la condenación; a los otros, manifiéstenles compasión, pero con cautela, aborreciendo aun la ropa contaminada por su mala vida. Al Dios único, nuestro salvador, que puede preservarlos a ustedes de todo pecado y hacer que se presenten ante su gloria gozosos y sin mancha, honor y gloria, fuerza y poder, por Jesucristo, nuestro Señor, desde siempre, ahora y por todos los siglos. Amén. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El apóstol exhorta a los destinatarios de la carta a cuidar responsablemente de todos los hermanos. A los vacilantes habrá que tratarlos con compasión para que mantengan viva la esperanza de su salvación.
Del salmo 62 R/.
Señor, mi alma tiene sed de ti.
Señor, tú eres mi Dios, a ti te busco; de ti sedienta
está mi alma. Señor, todo mi ser te añora como el suelo
reseco añora el agua. R/.
Para admirar tu gloria y tu poder, con este afán te busco en tu santuario.
Pues mejor es tu amor que la existencia; siempre, Señor, te alabarán
mis labios. R/.
Podré así bendecirte mientras viva y levantar en oración
mis manos. De lo mejor se saciará mi alma; te alabaré con jubilosos
labios. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Col 3, 16. 17) R/. Aleluya, aleluya.
Que la palabra de Cristo habite en ustedes abundantemente. Háganlo todo
dando gracias a Dios Padre, por medio de Cristo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 11, 27-33
En aquel tiempo, Jesús
y sus discípulos llegaron de nuevo a Jerusalén, y mientras Jesús
caminaba por el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes, los escribas y
los ancianos, y le preguntaron: "¿Con qué autoridad haces
todo esto? ¿Quién te ha dado autoridad para actuar así?".
Jesús les respondió: "Les voy a hacer una pregunta. Si me
la contestan yo les diré con qué autoridad hago todo esto. El
bautismo de Juan, ¿era cosa de Dios o de los hombres? Contéstenme".
Ellos se pusieron a razonar entre sí: "Si le decimos que de Dios,
nos dirá: 'Entonces ¿por qué no le creyeron?', y ¿si
le decimos que de los hombres?". Pero, como le tenían miedo a la
multitud, pues todos consideraban a Juan como verdadero profeta, le respondieron
a Jesús: "No lo sabemos". Entonces Jesús les replicó:
"Pues tampoco yo les diré con qué autoridad hago todo esto".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
De "tejas abajo” Jesús estaba desprovisto de autoridad. Ninguna institución humana lo respaldaba. Sin embargo, el poder de Dios actuaba de forma contundente y reivindicaba su persona.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Convierte, Señor, en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, estos dones que te presentamos, y haz que este memorial de nuestra redención, nos inflame en el amor a la Virgen Maña, Madre de la Iglesia, y nos asocie íntimamente a ella en la obra de la salvación de los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Santa Maria Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Jn 19, 26-27)
Desde la cruz, Cristo dijo al discípulo amado: "He ahí a tu Madre".
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has concedido en este sacramento la prenda de nuestra vida eterna, haz, Señor, que tu Iglesia, por la intercesión maternal de la Virgen María, ilumine a todas las naciones con la luz del Evangelio y las santifique con los dones de tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA SANTISIMA TRINIDAD
Santos: Fernando III de España, rey; y Juana de Arco, mártir. (Morado)
ANTÍFONA DE ENTRADA
Bendito sea Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque nos ha mostrado un amor inmenso.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios Padre, que al enviar al mundo al Verbo de verdad y al Espíritu de santidad, revelaste a los hombres tu misterio admirable, concédenos que al profesar la fe verdadera, reconozcamos la gloria de la eterna Trinidad y adoremos la unidad de su majestad omnipotente. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Proverbios: 8, 22-31
Esto dice la sabiduría de Dios: "El Señor me poseía desde el principio, antes que sus obras más antiguas. Quedé establecida desde la eternidad, desde el principio, antes de que la tierra existiera. Antes de que existieran los abismos y antes de que brotaran los manantiales de las aguas, fui concebida. Antes de que las montañas y las colinas quedaran asentadas, nací yo. Cuando aún no había hecho el Señor la tierra ni los campos ni el primer polvo del universo, cuando Él afianzaba los cielos, ahí estaba yo. Cuando ceñía con el horizonte la faz del abismo, cuando colgaba las nubes en lo alto, cuando hacía brotar las fuentes del océano, cuando fijó al mar sus limites y mandó a las aguas que no los traspasaran, cuando establecía los cimientos de la tierra, yo estaba junto a Él como arquitecto de sus obras, yo era su encanto cotidiano; todo el tiempo me recreaba en su presencia, jugando con el orbe de la tierra y mis delicias eran estar con los hijos de los hombres". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La sabiduría personificada asiste al Padre desde los albores de la creación. Esa misma Sabiduría manifiesta en Jesús será dada por el Espíritu a todos sus discípulos.
Del salmo 8 R/.
¡Qué admirable, Señor, es tu poder!
Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos, la luna y las estrellas,
que has creado, me pregunto: ¿Qué es el hombre para que de él
te acuerdes, ese pobre ser humano, para que de él te preocupes? R/.
Sin embargo, lo hiciste un poquito inferior a los ángeles, lo coronaste
de gloria y dignidad; le diste el mando sobre las obras de tus manos y todo
lo sometiste bajo sus pies. R/.
Pusiste a su servicio los rebaños y las manadas, todos los animales salvajes,
las aves del cielo y los peces del mar, que recorren los caminos de las aguas.
R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 5, 1-5
Hermanos: Ya que hemos sido
justificados por la fe, mantengámonos en paz con Dios, por mediación
de nuestro Señor Jesucristo. Por Él hemos obtenido, con la fe,
la entrada al mundo de la gracia, en el cual nos encontramos; por Él,
podemos gloriamos de tener la esperanza de participar en la gloria de Dios.
Más aún, nos gloriamos hasta de los sufrimientos, pues sabemos
que el sufrimiento engendra la paciencia, la paciencia engendra la virtud sólida,
la virtud sólida engendra la esperanza, y la esperanza no defrauda, porque
Dios ha infundido su amor en nuestros corazones por medio del Espíritu
Santo, que Él mismo nos ha dado. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Cuando vivimos una existencia auténticamente cristiana. vivimos en la certeza de que el amor de Dios alienta en nuestro corazón y rebosamos de firme esperanza ante las dificultades.
ACLAMACIÓN
(cfr. Ap 1, 8) R/. Aleluya, aleluya.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Al Dios que es, que era
y que vendrá. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 16, 12-15
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Aún tengo muchas cosas que decirles, pero todavía no las pueden comprender. Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, Él los irá guiando hasta la verdad plena, porque no hablará por su cuenta, sino que dirá lo que haya oído y les anunciará las cosas que van a suceder. El me glorificará, porque primero recibirá de mí lo que les vaya comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho que tomará de lo mío y se lo comunicará a ustedes". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El Padre, el Hijo y el Espíritu viven una comunión intensa, los cristianos apenas si balbuceamos una relación personalizada y viva con esa amorosa comunión trinitaria.
Se dice Credo.
ORACIÓN UNIVERSAL
Impulsados por el Espíritu
Santo, dirijamos ahora nuestras oraciones al Padre por Jesucristo, su Hijo y
Señor nuestro.
A cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
Por la Iglesia, por todos los que queremos vivir siguiendo el camino del amor
de Dios. Oremos:
Por los monasterios de vida contemplativa, por los monjes y monjas que dan en
nuestro mundo testimonio de fe y de oración. Oremos:
Por las comunidades cristianas, para que profundicen en la dimensión
de la oración como fuente para una actividad misionera. Oremos:
Por los pobres y los enfermos, por todos aquellos que viven marcados por el
dolor y la debilidad. Oremos:
Por nosotros, por los que cada domingo nos reunimos en esta iglesia para compartir
la mesa de Jesucristo. Oremos:
Escucha, Padre, nuestra oración, y danos tu Espíritu Santo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por la invocación de tu nombre, santifica, Señor, estos dones que te presentamos y transfórmanos por ellos en una continua oblación a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Que con tu único Hijo y el Espíritu Santo, eres un solo Dios,
un solo Señor, no en la singularidad de una sola persona, sino en la
unidad de una sola sustancia.
Y lo que creemos de tu gloria, porque tú lo revelaste, eso mismo lo afirmamos
de tu Hijo y también del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción.
De modo que al proclamar nuestra fe en la verdadera y eterna divinidad, adoramos
a tres personas distintas, en la unidad de un solo ser e iguales en su majestad.
A quien alaban los ángeles y los arcángeles, y a todos los coros
celestiales, que no cesan de aclamarte con una sola voz: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ga 4, 6)
Porque ustedes son hijos de Dios, Dios infundió en sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la recepción de este sacramento y nuestra profesión de fe en la Trinidad santa y eterna, y en su unidad indivisible, nos aprovechen, Señor, Dios nuestro, para la salvación del cuerpo y el alma. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Cuando los problemas y las incertidumbres de la vida se nos presentan de golpe, experimentamos momentos de confusión y desaliento. En esa hora oscura es cuando necesitamos sacar fuerzas de flaqueza y desenterrar el tesoro de sabiduría que nuestra fe nos ofrece. El Espíritu es una presencia viva y discreta que nos ilumina y nos fortalece para ir discerniendo la ruta que nos conduce a la vida plena. Los tiempos malos que corren nos pueden acobardar, pero no debemos desestimar la enorme fuerza que nos da la fe. La le y el poder de Dios alcanzan metas imposibles. Los retos enormes que enfrentarnos demandan una respuesta digna de un verdadero creyente.
La Visitación de la Santísima Virgen Maria
Santos: Santa Petronila de Roma, mártir. Beato Nicolás Barré, fundador. Fiesta (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 65, 16)
Ustedes, los que aman y temen a Dios, vengan y escuchen: les contaré las maravillas que el Señor ha hecho por mí.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno y todopoderoso, que inspiraste a la santísima Virgen cuando llevaba ya en su seno a tu Hijo el deseo de visitar a santa Isabel, concédenos docilidad a tu Espíritu, a fin de que podamos siempre, con María, reconocer tus beneficios y alabarte por ellos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 12, 9-16
Hermanos: Que el amor de
ustedes sea sincero. Aborrezcan el mal y practiquen el bien; ámense cordialmente
los unos a los otros, como buenos hermanos, que cada uno estime a los otros
más que a si mismo. En el cumplimiento de su deber, no sean negligentes
y mantengan un espíritu fervoroso al servicio del Señor. Que la
esperanza los mantenga alegres; sean constantes en la tribulación y perseverantes
en la oración. Ayuden a los hermanos en sus necesidades y esmérense
en la hospitalidad.
Bendigan a los que los persiguen; bendíganlos, no los maldigan. Alégrense
con los que se alegran; lloren con los que lloran. Que reine la concordia entre
ustedes. No sean, pues, altivos; más bien pónganse al nivel de
los humildes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los cristianos de Roma no vivían en "un lecho de rosas". Atestiguaban su fe en medio de numerosas dificultades. Esa esperanza perseverante nos aliente a mantenernos alegres en la fe.
Isaías 12
R/. El Señor ha hecho maravillas con nosotros.
El Señor es mi Dios y salvador, con Él estoy seguro y nada temo.
El Señor es mi protección y mi fuerza y ha sido mi salvación.
Sacarán agua con gozo de la fuente de salvación. R/.
Den gracias al Señor, invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas,
proclamen que su nombre es sublime. R/.
Alaben al Señor por sus proezas, anúncienlas a toda la tierra.
Griten jubilosos, habitantes de Sión, porque el Dios de Israel ha sido
grande con ustedes. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Lc 1, 45) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosa tú, santísima Virgen María, que has creído,
porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-56
En
aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo
de las montañas de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó
a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura
saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo y, levantando la
voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito
el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi
Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos,
el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído,
porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".
Entonces dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu
se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad
de su esclava.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho
en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre y su misericordia
llega de generación en generación a los que lo temen.
Ha hecho sentir el poder de su brazo: dispersó a los de corazón
altanero, destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A
los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió
sin nada.
Acordándose de su misericordia vino en ayuda de Israel, su siervo, como
lo habla prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia, para siempre".
María permaneció con Isabel unos tres meses, y luego regresó
a su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Maria, la madre del Señor, tenía enormes dificultades. No se apanicó ante sus propios problemas; confió en Dios y emprendió el camino hacia Judea para solidarizarse con su prima Isabel.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios todopoderoso, que bendijiste la amorosa solicitud de María, la Madre de tu Hijo, por su prima Isabel, acepta y bendice los dones que te presentamos y conviértelos para nosotros en fuente de santificación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 48-49)
Todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso, cuyo nombre es santo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Dios nuestro, por este admirable sacramento de tu amor que has concedido a la Iglesia y te suplicarnos que, así como Juan Bautista se alegró al sentir la presencia oculta de tu Hijo, así podamos nosotros reconocer en la Eucaristía la presencia viva de nuestro Salvador, que vive y reina por los siglos de los siglos.
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