MISAL JULIO DEL 2006
Santos: Servando Culrosse, obispo, y Simeón el Simple de Siria, Monje. Beato Ignacio Falzon, catequista.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Dichosa tú, Virgen María, que llevaste en tu seno al creador del universo; diste a luz al que te creó, y permaneces virgen para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Dios santo y misericordioso, que te complaces en los humildes y cumples en ellos, por medio de tu Espíritu, las maravillas de la salvación; mira la inocencia de la Virgen María y danos un corazón sencillo y humilde, que sepa responder positivamente a todo signo de tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de las Lamentaciones: 2, 2. 10-14.18-19
El Señor ha destruido
sin piedad todas las moradas de Jacob; en su furor ha destruido las fortalezas
de Judá; ha echado por tierra y deshonrado al rey y a sus príncipes.
En el suelo están sentados, en silencio, los ancianos de Sión;
se han echado ceniza en la cabeza y se han vestido de sayal. Humillan su cabeza
hasta la tierra las doncellas de Jerusalén.
Mis ojos se consumen de tanto llorar y el dolor me quema las entrañas;
la bilis me amarga la boca por el desastre de mi pueblo, al ver que los niños
y lactantes desfallecen en las plazas de la ciudad.
Los niños les preguntan a sus madres: "¿Dónde hay
pan?". Y caen sin fuerzas, como heridos, en las plazas de la ciudad, y
expiran en brazos de sus madres.
¿Con quién podré compararte, Jerusalén? ¿Con
quién te podré asemejar? ¿O qué palabras te podré
decir para consolarte, virgen, hija de Sión? Inmensa como el mar es tu
desgracia. ¿Quién podrá curarte?
Tus profetas te engañaron con sus visiones falsas e insensatas. No te
hicieron ver tus pecados para evitarte así el cautiverio, y sólo
te anunciaron falsedades e ilusiones.
Clama, pues, al Señor con toda el alma; gime, Jerusalén; deja
correr a torrentes tus lágrimas de día y de noche; no te concedas
descanso; que no dejen de llorar las niñas de tus ojos.
Levántate y clama al Señor durante toda la noche; derrama como
agua tu corazón en la presencia de Dios; alza tus manos hacia Él
y ruega por la vida de tus pequeñuelos. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Los engaños de los
falsos profetas precipitaron la destrucción de Jerusalén y sus
habitantes. Ha llegado la hora de reconocer la responsabilidad propia ante Dios.
Del salmo 73 R/. No te olvides, Señor, de nosotros.
¿Por qué, Dios nuestro, nos has abandonado y está ardiendo
tu cólera contra las ovejas de tu rebaño? Acuérdate de
la comunidad que adquiriste desde antiguo, de la tribu que rescataste para posesión
tuya, del monte Sión, donde pusiste tu morada. R/.
Ven a ver estas ruinas interminables: el enemigo ha arrasado todo el santuario;
rugieron los agresores en medio de tu asamblea, levantaron sus estandartes.
R/.
Parecía que se abrían paso a hachazos en medio de la maleza. Con
martillos y mazos destrozaron todas las puertas; prendieron fuego a tu santuario,
derribaron y profanaron tu morada. R/.
Acuérdate de tu alianza, Señor, pues todo el país está
lleno de violencia. Que el humilde no salga defraudado, y los pobres y afligidos
alaben tu nombre. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 8, 17) R/. Aleluya, aleluya.
Cristo hizo suyas nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 8, 5-17
En
aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó
un oficial romano y le dijo: "Señor, tengo en mi casa un criado
que está en cama, paralítico, y sufre mucho". Él le
contestó: "Voy a curarlo".
Pero el oficial le replicó: "Señor, yo no soy digno de que
entres en mi casa; con que digas una sola palabra, mi criado quedará
sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes;
cuando le digo a uno: '¡Ve!', él va; al otro: '¡Ven!', y
viene; a mi criado: '¡Haz esto!', y lo hace".
Al oír aquellas palabras, se admiró Jesús y dijo a los
que lo seguían: "Yo les aseguro que en ningún israelita he
hallado una fe tan grande. Les aseguro que muchos vendrán de oriente
y de occidente y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en el Reino de
los cielos. En cambio, a los herederos del Reino los echarán fuera, a
las tinieblas. Ahí será el llanto y la desesperación".
Jesús le dijo al oficial romano: "Vuelve a tu casa y que se te cumpla
lo que has creído". Y en aquel momento se curó el criado.
Al llegar Jesús a la casa de Pedro, vio a la suegra de éste en
cama, con fiebre. Entonces la tomó de la mano y desapareció la
fiebre. Ella se levantó y se puso a servirles.
Al atardecer le trajeron muchos endemoniados. Él expulsó a los
demonios con su palabra y curó a todos los enfermos. Así se cumplió
lo dicho por el profeta Isaías: Él hizo suyas nuestras debilidades
y cargó con nuestros dolores. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
El capitán romano tenía experiencia como autoridad, la cual sirvió para relacionarse confiadamente con Jesús; se apoyó firmemente en su palabra y recibió una respuesta favorable.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, te rogamos, Señor, que la ofrenda que te presentamos nos transforme, por tu gracia, en oblación viva y continua. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de la santísima Virgen María.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 49)
Ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso, cuyo nombre es santo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Ya que participamos de la redención eterna, te pedimos, Señor, que al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, nos gloriemos de la plenitud de tu gracia y sintamos los efectos de tu obra redentora. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XIII DOMINGO ORDINARIO
Santos: Otón de Bamberg, obispo; Proceso y Martiniano de Roma, mártires, y Bernardino Realino, presbítero.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 46, 2)
Pueblos todos, aplaudan; aclamen al Señor con gritos de júbilo.
ORACIÓN COLECTA
Padre de bondad, que por medio de tu gracia nos has hecho hijos de la luz, concédenos vivir fuera de las tinieblas del error y permanecer siempre en el esplendor de la verdad. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de la Sabiduría: 1, 13-15; 2, 23-24
Dios no hizo la muerte,
ni se recrea en la destrucción de los vivientes. Todo lo creó
para que subsistiera. Las criaturas del mundo son saludables; no hay en ellas
veneno mortal.
Dios creó al hombre para que nunca muriera, porque lo hizo a imagen y
semejanza de sí mismo; mas por envidia del diablo entró la muerte
en el mundo y la experimentan quienes le pertenecen. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Dios nos ha creado para
hacernos partícipes de su vida. La muerte física es menos dolorosa
que la muerte eterna, consistente en el alejamiento perpetuo de la criatura
del amor de su Creador.
Del salmo 29 R/. Te alabaré, Señor, eternamente.
Te alabaré, Señor, pues no dejaste que se rieran de mí
mis enemigos. Tú, Señor, me salvaste de la muerte y a punto de
morir, me reviviste. R/.
Alaben al Señor quienes lo aman, den gracias a su nombre, porque su ira
dura un solo instante, y su bondad, toda la vida. El llanto nos visita por la
tarde; por la mañana, el júbilo. R/.
Escúchame, Señor, y compadécete; Señor, ven en mi
ayuda. Convertiste mi duelo en alegría, te alabaré por eso eternamente.
R/.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 8, 7. 9.13-15
Hermanos: Ya que ustedes
se distinguen en todo: en fe, en palabra, en sabiduría, en diligencia
para todo y en amor hacia nosotros, distínganse también ahora
por su generosidad.
Bien saben lo generoso que ha sido nuestro Señor Jesucristo, que siendo
rico, se hizo pobre por ustedes, para que ustedes se hicieran ricos con su pobreza.
No se trata de que los demás vivan tranquilos, mientras ustedes están
sufriendo. Se trata, más bien, de aplicar durante nuestra vida una medida
justa; porque entonces la abundancia de ustedes remediará las carencias
de ellos, y ellos, por su parte, los socorrerán a ustedes en sus necesidades.
En esa forma habrá un justo medio, como dice la Escritura: Al que recogía
mucho, nada le sobraba; al que recogía poco, nada le faltaba. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Dios Padre ha colmado de
dones y bendiciones a los corintios. Por esa razón, el apóstol
los urge a compartir sus dones y a solidarizarse con los hermanos que sufren.
ACLAMACIÓN (cfr. 2 Tm 1, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la
vida por medio del Evangelio. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 5, 21-43
En aquel tiempo, cuando
Jesús regresó en la barca al otro lado del lago, se quedó
en la orilla y ahí se le reunió mucha gente. Entonces se acercó
uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo. Al ver a Jesús, se echó
a sus pies y le suplicaba con insistencia: "Mi hija está agonizando.
Ven a imponerle las manos para que se cure y viva". Jesús se fue
con él, y mucha gente lo seguía y lo apretujaba.
Entre la gente había una mujer que padecía flujo de sangre desde
hacía doce años. Había sufrido mucho a manos de los médicos
y había gastado en eso toda su fortuna, pero en vez de mejorar, había
empeorado. Oyó hablar de Jesús, vino y se le acercó por
detrás entre la gente y le tocó el manto, pensando que, con sólo
tocarle el vestido, se curaría. Inmediatamente se le secó la fuente
de su hemorragia y sintió en su cuerpo que estaba curada.
Jesús notó al instante que una fuerza curativa había salido
de él, se volvió hacia la gente y les preguntó: "¿Quién
ha tocado mi manto?". Sus discípulos le contestaron: "Estás
viendo cómo te empuja la gente y todavía preguntas: '¿Quién
me ha tocado?'". Pero Él seguía mirando alrededor, para descubrir
quién había sido. Entonces se acercó la mujer, asustada
y temblorosa, al comprender lo que había pasado; se postró a sus
pies y le confesó la verdad. Jesús la tranquilizó, diciendo:
"Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y queda sana de tu enfermedad".
Todavía estaba hablando Jesús, cuando unos criados llegaron de
casa del jefe de la sinagoga para decirle a éste: "Ya se murió
tu hija. ¿Para qué sigues molestando al Maestro?". Jesús
alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga:
"No temas, basta que tengas fe". No permitió que lo acompañaran
más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago.
Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús el alboroto de
la gente y oyó los llantos y los alaridos que daban. Entró y les
dijo: "¿Qué significa tanto llanto y alboroto? La niña
no está muerta, está dormida". Y se reían de Él.
Entonces Jesús echó fuera a la gente, y con los padres de la niña
y sus acompañantes, entró a donde estaba la niña. La tomó
de la mano y le dijo: "¡Talitá, kum!", que significa:
"¡Óyeme, niña, levántate!". La niña,
que tenía doce años, se levantó inmediatamente y se puso
a caminar. Todos se quedaron asombrados. Jesús les ordenó severamente
que no lo dijeran a nadie y les mandó que le dieran de comer a la niña.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Hombres y mujeres, pequeños y grandes vamos siendo alcanzados por el sufrimiento. La buena noticia cristiana es que Jesús jamás nos desampara.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía por medio de la cual tú te dignas hacernos partícipes de los frutos de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio dominical
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 20-21)
Padre, te ruego por ellos, para que sean uno en nosotros, a fin de que el mundo crea que tú me has enviado, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos ofrecido en sacrificio y recibido en comunión, sean para nosotros principio de vida nueva, a fin de que, unidos a ti por el amor, demos frutos que permanezcan para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Da lo mismo ser el jefe de la sinagoga de Cafarnaúm que ser alto ejecutivo de una corporación internacional; uno y otro son seres humanos mortales y frágiles. Se puede vivir en un suburbio urbano o en una aldea tropical sin dejar de ser hijo de Dios, hecho a su imagen y semejanza. Por esa razón, vivimos siempre abiertos tanto a la llamada como a la amistad de Dios. Mientras más rápidamente encontramos las respuestas sobre el funcionamiento de la naturaleza, más se nos dificulta conocernos a nosotros mismos. Nuestra humanidad vive postrada ante muchas vanidades. Hace falta que escuchemos una vez más el grito de Jesús: ¡Talitá, kum! (¡Niña(o), ponte de pie!), para pararnos.
Santos: Tomás, apóstol; León II, papa, y Anatolio de Constantinopla, patriarca.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 117, 28)
Te alabaré y te daré gracias siempre, porque tú eres mi salvador, Señor mío y Dios mío. Se dice Gloría
ORACIÓN COLECTA
Padre todopoderoso, tú que concediste a santo Tomás reconocer a Cristo como su Señor y su Dios; por intercesión de este apóstol, haz que crezcamos en la fe, para que creyendo firmemente en tu Hijo Jesucristo podamos participar de su vida divina. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 2,19-22
Hermanos: Ya no son ustedes
extranjeros ni advenedizos; son conciudadanos de los santos y pertenecen a la
familia de Dios, porque han sido edificados sobre el cimiento de los apóstoles
y de los profetas, siendo Cristo Jesús la piedra angular.
Sobre Cristo, todo el edificio se va levantando bien estructurado, para formar
el templo santo en el Señor, y unidos a él también ustedes
se van incorporando al edificio, por medio del Espíritu Santo, para ser
morada de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los emigrantes ilegales
paladean con gozo estas palabras. Ya no son advenedizos, ya no tienen que vivir
escondidos; todos somos conciudadanos de la única familia de Dios.
Del salmo 116 R/. Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio.
Que alaben al Señor todas las naciones, que lo aclamen todos los pueblos.
R/.
Porque grande es su amor hacia nosotros y su fidelidad dura por siempre. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
jn 20, 29) R/. Aleluya, aleluya.
Tomás, tú crees porque me has visto, dice el Señor; dichosos
los que creen sin haberme visto. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 20, 24-29
Tomás, uno de los
Doce, a quien llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús,
y los otros discípulos le decían: "Hemos visto al Señor".
Pero él les contestó: "Si no veo en sus manos la señal
de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto mi
mano en su costado, no creeré".
Ocho días después, estaban reunidos los discípulos a puerta
cerrada y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de
nuevo en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes".
Luego le dijo a Tomás: "Aquí están mis manos; acerca
tu dedo. Trae acá tu mano; métela en mi costado y no sigas dudando,
sino cree". Tomás le respondió: "¡Señor
mío y Dios mío!". Jesús añadió: "Tú
crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Tomás personifica a los cristianos de ayer y de hoy que nos dejamos vencer por la desconfianza y el escepticismo. Dios no se rinde ante nuestra cerrazón; al contrario, nos sigue llamando.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, el sacrificio de alabanza que vamos a ofrecerte en esta festividad de santo Tomás, apóstol, y conserva en nosotros los dones de tu redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de los Apóstoles I o II
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Jn 20, 27)
Jesús dijo a Tomás: Acerca tu mano, toca las cicatrices dejadas por los clavos y no seas incrédulo, sino creyente.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre misericordioso, que nos has alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, haz que, junto con el apóstol Tomás, reconozcamos en Cristo a nuestro Señor y a nuestro Dios y demos testimonio con la vida de lo que creemos con la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestra Señora del Refugio
Santos: Santa Isabel de Portugal, reina. Beato Pedro Jorge Frassati, laico.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Jdt 13, 18-19)
María, el Altísimo te ha bendecido más que a todas las mujeres de la tierra, y de tal manera te ha glorificado, que los hombres no cesan de alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que has constituido a la santísima Virgen María como refugio y auxilio de los pecadores, concédenos su poderosa ayuda, para que, arrepentidos de nuestros pecados, alcancemos de tu misericordia la eterna felicidad. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Amos: 3, 1-8; 4, 11-12
Escuchen estas palabras
que el Señor les dirige a ustedes, hijos de Israel, y a todo el pueblo
que hizo salir de Egipto:
"Sólo a ustedes los elegí entre todos los pueblos de la tierra,
por eso los castigaré con mayor rigor por todos sus crímenes.
¿Acaso podrán caminar dos juntos, si no están de acuerdo?
¿Acaso no ruge el león en la selva, cuando tiene ya su presa?
¿Lanza su rugido el cachorro de león desde su cueva, si no ha
cazado nada? ¿Cae el pájaro al suelo, sin que se le haya tendido
una trampa? ¿Se levanta del suelo la trampa, sin que haya atrapado algo?
¿Se toca la trompeta en la ciudad, sin que se alarme la gente? ¿Hay
alguna desgracia en la ciudad, sin que el Señor la mande? Ciertamente
el Señor no hace nada sin revelar antes su designio a sus profetas. Pues
bien, ya ha rugido el león, ¿quién no tendrá miedo?
El Señor Dios ha hablado, ¿quién no profetizará?
Los he destruido a ustedes como a Sodoma y a Gomorra; han quedado como un tizón
sacado del incendio y no se han vuelto a mí, dice el Señor.
Por eso te voy a tratar así, Israel, y porque así te voy a tratar,
prepárate, Israel, a comparecer ante tu Dios". Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
El profeta escuchó "el rugido" de Dios y dio la voz de alarma. Los profetas se anticipan a sus contemporáneos. Ellos logran ver lo que los demás prefieren ignorar: la verdad.
Del salmo 5 R/. Enséñame,
Señor, tu santidad.
Tú no eres, Señor, un Dios al que pudiera la maldad agradarle,
ni el malvado es tu huésped ni ante ti puede estar el arrogante. R/.
Al malhechor detestas, y destruyes, Señor, al embustero; aborreces al
hombre sanguinario y a quien es traicionero. R/.
Pero yo, por tu gran misericordia, entraré en tu casa y me postraré
en tu templo santo con reverencia de alma. R/.
ACLAMACIÓN (Sal
129, 5) R/. Aleluya, aleluya.
Confío en el Señor, mi alma espera y confía en su palabra.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 8, 23-27
En aquel tiempo, Jesús
subió a una barca junto con sus discípulos. De pronto se levantó
en el mar una tempestad tan fuerte, que las olas cubrían la barca; pero
él estaba dormido. Los discípulos lo despertaron, diciéndole:
"Señor, ¡sálvanos, que perecemos!".
Él les respondió: "¿Por qué tienen miedo, hombres
de poca fe?". Entonces se levantó, dio una orden terminante a los
vientos y al mar, y sobrevino una gran calma. Y aquellos hombres, maravillados,
decían: "¿Quién es éste, a quien hasta los
vientos y el mar obedecen?". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Jesús duerme mientras la barca es agitada por las olas. Con esta escena se pretende fortalecer la confianza menguante de una Iglesia que se asusta ante las adversidades y persecuciones.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Jubilosos de poder celebrar la festividad de la Madre de tu Hijo, te presentamos, Señor, estas ofrendas de alabanza, y te pedimos que por este santo intercambio de dones, se acrecienten en nosotros los frutos de la redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Lc 1, 48)
Me llamarán bienaventurada todas las generaciones, porque ha puesto Dios sus ojos en la humildad de su esclava.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido el sacramento celestial, te pedimos, Señor, que cuantos hemos celebrado con veneración la memoria de la santísima Virgen María, merezcamos participar del banquete eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 12, 42)
Éste es el siervo prudente y fiel, a quien el Señor puso al frente de su familia.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en tu inefable providencia elegiste a san José por esposo de la santísima Madre de tu Hijo, concédenos tener como intercesor en el cielo a quien veneramos como protector en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Amos: 5, 14-15. 21-24
Esto dice el Señor:
"Busquen el bien, no el mal, y vivirán, y así estará
con ustedes, como ustedes mismos dicen, el Señor, Dios de los ejércitos.
Aborrezcan el mal y amen el bien, implanten la justicia en los tribunales; quizá
entonces el Señor, Dios de los ejércitos, tenga piedad de los
sobrevivientes de José.
Yo desprecio y detesto las fiestas de ustedes, no me agradan sus solemnidades.
Aunque me ofrezcan holocaustos, no aceptaré sus ofrendas ni miraré
con agrado sus sacrificios de novillos gordos. Alejen de mí el ruido
de sus canciones; no quiero escuchar la música de sus arpas. Que fluya
la justicia como el agua y la bondad como un torrente inagotable". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Discernimiento y honestidad
es lo que se necesita para buscar y amar el bien, para rechazar y odiar el mal.
Amos lo consiguió y con toda claridad lo comunicó a sus contemporáneos.
Del salmo 49 R/. Dios salva al que cumple su voluntad.
Israel, pueblo mío, escucha atento; en contra tuya, yo, tu Dios, declaro:
R/.
"No voy a reclamarte sacrificios, pues siempre están ante mí
tus holocaustos. Pero ya no aceptaré becerros de tu casa ni cabritos
de tus rebaños. R/.
Pues todas las fieras de la selva son mías y hay miles de bestias en
mis montes. Conozco todos los pájaros del cielo y es mío cuanto
se mueve en los campos. R/.
Si yo estuviera hambriento, nunca iría a decírtelo a ti, pues
todo es mío. ¿O acaso yo como carne de toros y bebo sangre de
cabritos? R/.
¿Por qué citas mis preceptos y hablas a toda hora de mi pacto,
tú, que detestas la obediencia y echas en saco roto mis mandatos?".
R/.
ACLAMACIÓN (St 1,
18) R/. Aleluya, aleluya.
Por su propia voluntad el Padre nos engendró por medio del Evangelio,
para que fuéramos, en cierto modo, primicias de sus criaturas. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 8, 28-34
En aquel tiempo, cuando
Jesús desembarcó en la otra orilla del lago, en tierra de los
gadarenos, dos endemoniados salieron de entre los sepulcros y fueron a su encuentro.
Eran tan feroces, que nadie se atrevía a pasar por aquel camino. Los
endemoniados le gritaron a Jesús: "¿Qué quieres de
nosotros, Hijo de Dios? ¿Acaso has venido hasta aquí para atormentarnos
antes del tiempo señalado?".
No lejos de ahí había una numerosa piara de cerdos que estaban
comiendo. Los demonios le suplicaron a Jesús: "Si vienes a echarnos
fuera, mándanos entrar en esos cerdos". Él les respondió:
"Está bien".
Entonces los demonios salieron de los hombres, se metieron en los cerdos y toda
la piara se precipitó en el lago por un despeñadero y los cerdos
se ahogaron.
Los que cuidaban los cerdos huyeron hacia la ciudad a dar parte de todos aquellos
acontecimientos y de lo sucedido a los endemoniados. Entonces salió toda
la gente de la ciudad al encuentro de Jesús, y al verlo, le suplicaron
que se fuera de su territorio. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Jesús visita una aldea de la Decápolis y ahí realiza curaciones, con lo cual afecta los intereses económicos de algunas personas. Su presencia es contrastante, provoca división; unos lo acogen, otros lo rechazan.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por intercesión de san José, a quien confiaste la misión de cuidar de tu Unigénito como padre, te pedimos, Señor, que nos concedas poder ofrecerte dignamente este sacrificio de alabanza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 21)
Muy bien, siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados con este sacramento que da vida, te rogamos, Señor, que nos concedas vivir para ti en justicia y santidad, a ejemplo y por intercesión de san José, el varón justo y obediente que contribuyó con sus servicios a la realización de tus grandes misterios. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: María Goretti, mártir, e Isaías, profeta. Beata Nazaria March, fundadora.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hb 7, 24)
Cristo, mediador de la nueva alianza, por el hecho de permanecer para siempre, posee un sacerdocio perpetuo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que para gloria tuya y salvación de todos los hombres constituiste Sumo y Eterno Sacerdote a tu Hijo, Jesucristo, concede a quienes él ha elegido como ministros suyos y administradores de sus sacramentos y de su Evangelio, la gracia de ser fieles en el cumplimiento de su ministerio. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Amos: 7,10-17
En aquel tiempo, Amasias,
sacerdote de Betel, le envió este mensaje a Jeroboam, rey de Israel:
"Amos está conspirando contra ti en Israel y el país ya no
puede soportar sus palabras, pues anda diciendo que Jeroboam morirá a
espada e Israel saldrá de su país al destierro".
Amasias le dijo a Amos: "Vete de aquí, visionario, y huye al país
de Judá; gánate allá el pan, profetizando; pero no vuelvas
a profetizar en Betel, porque es santuario del rey y templo del reino".
Respondió Amos: "Yo no soy profeta ni hijo de profeta, sino pastor
y cultivador de higos. El Señor me sacó de junto al rebaño
y me dijo: 'Ve y profetiza a mi pueblo, Israel'.
Y ahora escucha tú la palabra del Señor. Tú me dices: 'No
profetices contra la casa de Israel. No vaticines contra la casa de Isaac'.
Pues bien, esto dice el Señor: 'Tu mujer será deshonrada en plena
calle; tus hijos e hijas morirán a espada; tu tierra se la repartirán
los vencedores; tú mismo morirás en tierra pagana e Israel será
desterrado lejos de su país'". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
La palabra profética
siempre incomoda a los poderosos y a sus sirvientes. Amasias quería silenciar
a Amos, sin darse cuenta que mediante el profeta de Técoa Dios le salía
al encuentro.
Del salmo 18 R/. La voluntad de Dios es santa.
La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables
son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.
En los mandamientos de Dios hay rectitud y alegría para el corazón;
son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor
son verdaderos y enteramente justos. R/.
Más deseables que el oro y las piedras preciosas las normas del Señor,
y más dulces que la miel de un panal que gotea. R/.
ACLAMACIÓN (2 Co
5, 19) R/. Aleluya, aleluya.
Dios ha reconciliado consigo al mundo, por medio de Cristo, y nos ha encomendado
a nosotros el mensaje de la reconciliación. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 9, 1-8
En aquel tiempo, Jesús
subió de nuevo a la barca, pasó a la otra orilla del lago y llegó
a Cafarnaúm, su ciudad.
En esto, trajeron a donde él estaba a un paralítico postrado en
una camilla. Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, le dijo al paralítico:
"Ten confianza, hijo. Se te perdonan tus pecados".
Al oír esto, algunos escribas pensaron: "Este hombre está
blasfemando". Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo:
"¿Por qué piensan mal en sus corazones? ¿Qué
es más fácil: decir 'Se te perdonan tus pecados', o decir 'Levántate
y anda?'. Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra
para perdonar los pecados —le dijo entonces al paralítico—:
levántate, toma tu camilla y vete a tu casa".
Él se levantó y se fue a su casa. Al ver esto, la gente se llenó
de temor y glorificó a Dios, que había dado tanto poder a los
hombres. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús confronta a sus inquisidores con una lógica implacable: quien realiza lo más difícil (sanar a un paralítico) puede, sobradamente, conseguir lo más fácil (anunciar el perdón).
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que Jesucristo, nuestro mediador, haga que te sean aceptables, Señor, nuestras ofrendas y que su sacrificio redentor nos haga vivir cada día más unidos a él, para que toda nuestra vida sea grata a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos ofrecido en el sacrificio y recibido en la comunión, sean para nosotros, Señor, el principio de una vida nueva, a fin de que, unidos a ti por el amor, demos frutos que permanezcan para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Fermín de Pamplona, mártir, y Wilebaldo de Eichstadt, obispo. Beato Benedicto XI, papa.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 32, 11. 19)
Los proyectos de su corazón subsisten de edad en edad, para librar de la muerte la vida de sus fieles y reanimarlos en tiempo de hambre.
ORACIÓN COLECTA
Haz, Señor, que nos revistamos con las virtudes del corazón de tu Hijo, y nos encendamos con el amor que lo inflama, para que, asemejándonos a Él, merezcamos participar de la eterna redención. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Amos: 8, 4-6. 9-12
Escuchen esto, los que buscan
al pobre sólo para arruinarlo y andan diciendo: "¿Cuándo
pasará el descanso del primer día del mes para vender nuestro
trigo, y el descanso del sábado para reabrir nuestros graneros?".
Disminuyen las medidas, aumentan los precios, alteran las balanzas, obligan
a los pobres a venderse; por un par de sandalias los compran y hasta venden
el salvado como trigo.
"Pues bien, en aquel día —dice el Señor —yo haré
que se oscurezca el sol en pleno día y, a plena luz, cubriré la
tierra de tinieblas. Convertiré en duelo las fiestas de ustedes y en
gemidos, sus canciones. Haré que todos se vistan de sayal y se rapen
por completo la cabeza. Ese día será como de luto por el hijo
único y su final será de llanto y amargura.
Días vendrán —dice el Señor— en que les haré
sentir hambre, pero no hambre de pan ni sed de agua, sino de oír la palabra
del Señor.
Entonces andarán errantes de norte a sur y de oriente a poniente buscando
la palabra del Señor, pero no la encontrarán". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Cuando desoímos
la palabra de Dios para atender a los charlatanes, parecemos niños emberrinchados
que desprecian los alimentos saludables y se llenan de comida chatarra. Del
salmo 118 R/. Con todo el corazón, Señor, te busco.
Dichoso el que es fiel a las enseñanzas del Señor y lo busca de
todo corazón. Con todo el corazón te voy buscando, no me dejes
desviar de tus preceptos. R/.
Mi alma se consume, deseando sin cesar tus mandamientos. He escogido el camino
de la lealtad a tu voluntad y a tus mandamientos. R/.
Mira cómo anhelo tus decretos: dame vida con tu justicia. Hondamente
suspiro, Señor, por guardar tus mandamientos. R/.
ACLAMACIÓN (Mt 11,
28) R/. Aleluya, aleluya.
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la
carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 9, 9-13
En aquel tiempo, Jesús
vio a un hombre llamado Mateo, sentado a su mesa de recaudador de impuestos,
y le dijo: "Sigúeme". Él se levantó y lo siguió.
Después, cuando estaba a la mesa en casa de Mateo, muchos publícanos
y pecadores se sentaron también a comer con Jesús y sus discípulos.
Viendo esto, los fariseos preguntaron a los discípulos: "¿Por
qué su Maestro come con publícanos y pecadores?". Jesús
los oyó y les dijo: "No son los sanos los que necesitan de médico,
sino los enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que significa: Yo quiero misericordia
y no sacrificios. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los cobradores mantenían el registro de pagarés y adeudos que oprimían a quienes no podían pagar. El anuncio del Reino incluía la cancelación de las deudas injustas y onerosas.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, Padre misericordioso, que por el inmenso amor con que nos has amado, nos diste con inefable bondad a tu Hijo único, concédenos que, identificados con Él en una perfecta unidad, te ofrezcamos una digna oblación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 19, 34)
Uno de los soldados le abrió el costado con su lanza, y al punto salió sangre y agua.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo participado de tu sacramento de amor, te pedimos, Señor, la gracia de parecemos a Cristo aquí en la tierra, para merecer compartir su gloria allá en el cielo, con Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Adriano III, papa; Águila y Priscila de Roma, laicos, y Edgardo de Inglaterra, rey.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Jdt 13,18-19)
María, el Altísimo te ha bendecido más que a todas las mujeres de la tierra, y de tal manera te ha glorificado, que los hombres no cesan de alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Padre eterno, que has puesto en María, la Virgen, el trono real de tu sabiduría; ilumina a la Iglesia con la luz de la Palabra de la vida, para que en el resplandor de la verdad caminemos hasta el pleno conocimiento de tu misterio de amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Amos: 9,11-15
Esto dice el Señor:
"Aquel día renovaré la casa de David convertida en ruinas,
taparé sus brechas, levantaré sus muros y la reconstruiré
como era en otros tiempos, para que entre en posesión de lo que queda
de Edom y de todas las naciones donde se invocó mi nombre". Esto
dice el Señor y Él se encargará de cumplirlo.
"Días vendrán —dice el Señor— cuando el
que ara alcanzará al segador y el que pisa las uvas, al sembrador; de
los montes brotará vino y correrá por las colinas. Entonces haré
volver a los cautivos de Israel: reconstruirán las ciudades destruidas
y las habitarán, plantarán viñas y beberán de su
vino, cultivarán huertos y comerán de sus frutos.
Los plantaré en su suelo y ya no serán arrancados de la tierra
que yo les di", dice el Señor, tu Dios. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Dios siempre nos pinta
el futuro cargado de esperanza y bendición. Cuando le damos una oportunidad,
Él se apresura a regalarnos sus dones y favores abundantes.
Del salmo 84 R/. Escucharé las palabras del Señor.
Escucharé las palabras del Señor, palabras de paz para su pueblo
santo y para los que se convierten de corazón. R/.
La misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz se besaron,
la fidelidad brotó en la tierra y la justicia vino del cielo. R/.
Cuando el Señor nos muestre su bondad, nuestra tierra producirá
su fruto. La justicia le abrirá camino al Señor e irá siguiendo
sus pisadas. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 10,
27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me
siguen. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 9,14-17
En aquel tiempo, los discípulos
de Juan fueron a ver a Jesús y le preguntaron: "¿Por qué
tus discípulos no ayunan, mientras nosotros y los fariseos sí
ayunamos?". Jesús les respondió: "¿Cómo
pueden llevar luto los amigos del esposo, mientras él está con
ellos? Pero ya vendrán días en que les quitarán al esposo,
y entonces sí ayunarán.
Nadie remienda un vestido viejo con un parche de tela nueva, porque el remiendo
nuevo encoge, rompe la tela vieja y así se hace luego más grande
la rotura. Nadie echa el vino nuevo en odres viejos, porque los odres se rasgan,
se tira el vino y se echan a perder los odres. El vino nuevo se echa en odres
nuevos y así las dos cosas se conservan". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Las prácticas piadosas manifiestan una vivencia interior. El ayuno es expresión de penitencia. La presencia de Jesús inaugura el gozo del Reino. No hay lugar para el lamento.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Jubilosos de poder celebrar la festividad de la Madre de tu Hijo, te presentamos, Señor, estas ofrendas de alabanza, y te pedimos que por este santo intercambio de dones, se acrecienten en nosotros los frutos de la redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de la Santísima Virgen María.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Lc 1, 48)
Me llamarán bienaventurada todas las generaciones, porque ha puesto Dios sus ojos en la humildad de su esclava.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido el sacramento celestial, te pedimos, Señor, que cuantos hemos celebrado con veneración la memoria de la santísima Virgen María, merezcamos participar del banquete eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XIV DOMINGO ORDINARIO
Santos: Agustín Zhao Rong y compañeros, mártires, y Verónica Giuliani, abadesa.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 47, 10-11)
Recordaremos, Señor, los dones de tu amor en medio de tu templo. Que todos los hombres de la tierra te conozcan y alaben, porque es infinita tu justicia.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por medio de la muerte de tu Hijo has redimido al mundo de la esclavitud del pecado, concédenos participar ahora de una santa alegría y, después en el cielo, de la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Ezequiel: 2, 2-5
En aquellos días,
el espíritu entró en mí, hizo que me pusiera en pie y oí
una voz que me decía:
"Hijo de hombre, yo te envío a los israelitas, a un pueblo rebelde
que se ha sublevado contra mí. Ellos y sus padres me han traicionado
hasta el día de hoy. También sus hijos son testarudos y obstinados.
A ellos te envío para que les comuniques mis palabras. Y ellos, te escuchen
o no, porque son una raza rebelde, sabrán que hay un profeta en medio
de ellos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Ezequiel no tenía
una misión fácil. Vivía entre resentidos que dudaban del
amor de Dios. Anunciarían una palabra dura y esperanzadora en la hora
más trágica.
Del salmo 122 R/. Ten piedad de nosotros, ten piedad.
En ti, Señor, que habitas en lo alto, fijos los ojos tengo, como fijan
sus ojos en las manos de su señor, los siervos. R/.
Así como la esclava en su señora tiene fijos los ojos, fijos en
el Señor están los nuestros, hasta que Dios se apiade de nosotros.
R/.
Ten piedad de nosotros, ten piedad, porque estamos, Señor, hartos de
injurias; saturados estamos de desprecios, de insolencias y burlas. R/.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12, 7-10
Hermanos: Para que yo no
me llene de soberbia por la sublimidad de las revelaciones que he tenido, llevo
una espina clavada en mi carne, un enviado de Satanás, que me abofetea
para humillarme. Tres veces le he pedido al Señor que me libre de esto,
pero Él me ha respondido: "Te basta mi gracia, porque mi poder se
manifiesta en la debilidad".
Así pues, de buena gana prefiero gloriarme de mis debilidades, para que
se manifieste en mí el poder de Cristo. Por eso me alegro de las debilidades,
los insultos, las necesidades, las persecuciones y las dificultades que sufro
por Cristo, porque cuando soy más débil, soy más fuerte.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Éstas no son frases
retóricas, sino confesiones cargadas de humildad. Pablo dejó atrás
al intelectual vanidoso y se abandonó con plena confianza al poder de
la gracia de Dios. ACLAMACIÓN (cfr. Lc 4, 18) R/. Aleluya, aleluya.
El Espíritu del Señor está sobre mí; Él me
ha enviado para anunciar a los pobres la buena nueva. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 6, 1-6
En aquel tiempo, Jesús
fue a su tierra en compañía de sus discípulos. Cuando llegó
el sábado, se puso a enseñar en la sinagoga, y la multitud que
lo escuchaba se preguntaba con asombro: "¿Dónde aprendió
este hombre tantas cosas? ¿De dónde le viene esa sabiduría
y ese poder para hacer milagros? ¿Qué no es éste el carpintero,
el hijo de María, el hermano de Santiago, José, Judas y Simón?
¿No viven aquí, entre nosotros, sus hermanas?". Y estaban
desconcertados.
Pero Jesús les dijo: "Todos honran a un profeta, menos los de su
tierra, sus parientes y los de su casa". Y no pudo hacer allí ningún
milagro, sólo curó a algunos enfermos imponiéndoles las
manos. Y estaba extrañado de la incredulidad de aquella gente. Luego
se fue a enseñar en los pueblos vecinos. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús desconcertó a vecinos y parientes en Nazaret. Su saber y su carisma resultaron inexplicables. Él comprendió su incredulidad y siguió invitándolos a abrir su corazón.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que el sacrificio que vamos a ofrecerte nos purifique, Señor, y nos ayude a conformar cada día más nuestra vida con los ejemplos de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio dominical
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 11, 28)
Vengan a mí todos los que están agobiados y oprimidos y yo les daré alivio, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios omnipotente y eterno, que nos has alimentado con el sacramento de tu amor, concédenos vivir siempre en tu amistad y agradecer continuamente tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-Ezequiel, Pablo y Jesús conocieron la misma experiencia, enfrentaron la tozudez de un pueblo reacio a recibir la sabiduría de Dios. Los tres cumplieron firmemente su misión, a pesar de las burlas y los ataques de propios y extraños. La verdad nos hace libres, pero a la vez nos incomoda. Cuando nos falta disposición para acoger la verdad, multiplicamos las excusas triviales —¿Dónde aprendió tanto el hijo del carpintero? ¿Qué me va enseñar éste si es mi vecino de toda la vida?—. La verdad que nos salva nos sale al encuentro por medio de personas sencillas.
Santos: Amelia de Bélgica, viuda, y Apolunio de Sardes, mártir. Beatos Manuel Ruiz y compañeros, mártires.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Rm 12, 5)
Todos nosotros, aun siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y todos y cada uno somos miembros los unos de los otros.
ORACIÓN COLECTA
Padre, concede a tu Iglesia ser siempre fiel a su vocación de pueblo santo y que sus miembros sean uno, como tú, Padre, con tu Hijo y el Espíritu Santo son uno, para que se manifieste al mundo como sacramento de santidad y de unidad y lo conduzca a la plenitud de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Oseas: 2,16.17-18. 21-22
Esto dice el Señor:
"Yo conduciré a Israel, mi esposa infiel, al desierto y le hablaré
al corazón. Ella me responderá allá, como cuando era joven,
como el día en que salió de Egipto. Aquel día, palabra
del Señor, ella me llamará 'Esposo mío', y no me volverá
a decir 'Baal mío'.
Israel, yo te desposaré conmigo para siempre. Nos uniremos en la justicia
y la rectitud, en el amor constante y la ternura; yo te desposaré en
la fidelidad y entonces tú conocerás al Señor".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Dios decide a recuperar
el amor de su pueblo. Éste, como una esposa infiel, ha desdeñado
la experiencia singular de saberse amado incondicionalmente por Dios.
Del salmo 144 R/. El Señor es compasivo y misericordioso.
Un día tras otro, Señor, bendeciré tu nombre y no cesará
mi boca de alabarte. Muy digno de alabanza es el Señor, por ser su grandeza
incalculable. R/.
Cada generación a la que sigue anunciará tus obras y proezas.
Se hablará de tus hechos portentosos, del glorioso esplendor de tu grandeza.
R/.
Alabarán tus maravillosos prodigios y contarán tus grandes acciones;
difundirán la memoria de tu inmensa bondad y aclamarán tus victorias.
R/.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso
para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende
a todas sus creaturas. R/.
ACLAMACIÓN (cfr. 2 Tm 1, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la
vida por medio del Evangelio. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 9, 18-26
En aquel tiempo, mientras
Jesús hablaba, se le acercó un jefe de la sinagoga, se postró
ante Él y le dijo: "Señor, mi hija acaba de morir; pero ven
tú a imponerle las manos y volverá a vivir".
Jesús se levantó y lo siguió, acompañado de sus
discípulos. Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde
hacía doce años se le acercó por detrás y le tocó
la orilla del manto, pues pensaba: "Con sólo tocar su manto me curaré".
Jesús, volviéndose, la miró y le dijo: "Hija, ten
confianza; tu fe te ha curado". Y en aquel mismo instante quedó
curada la mujer.
Cuando llegó a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús a los
flautistas y el tumulto de la gente y les dijo: "Retírense de aquí.
La niña no está muerta; está dormida". Y todos se
burlaron de Él. En cuanto hicieron salir a la gente, entró Jesús,
tomó a la niña de la mano y ésta se levantó. La
noticia se difundió por toda aquella región. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
Jesús emite dos señales extraordinarias que revelan la compasión infinita de Dios. El Padre que Jesús nos descubre jamás se muestra indiferente al sufrimiento de los débiles.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por el memorial del amor infinito de tu Hijo que estamos celebrando, te pedimos, Señor, que tu Iglesia haga llegar a todos los hombres los frutos de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. 1 Co 10, 17)
Todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque comemos del mismo pan y participamos del mismo cáliz.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por medio de este admirable sacramento, con el que fortaleces y alegras a tu Iglesia, concédenos, Señor, unirnos más íntimamente a Cristo, para edificar con nuestro trabajo cotidiano tu Reino eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Benito de Nursia, abad; Pío I, papa y mártir, y Leoncio de Burdeos, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 15, 5-6)
El Señor es la parte que me ha tocado en herencia; la parte que he recibido es la más hermosa. El mismo Señor es mi recompensa.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que nos has dado en san Benito un maestro admirable de vida consagrada a ti, haz que, según sus enseñanzas, antepongamos tu amor a todas las cosas y procuremos el bien de los demás antes que el nuestro. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Oseas: 8, 4-7. 11-13
Esto dice el Señor:
"Han nombrado reyes sin contar conmigo, han escogido príncipes sin
saberlo yo. Con su oro y su plata se han hecho ídolos, para su perdición.
Tu becerro, Samaría, es repulsivo y mi ira arde contra él. ¿Hasta
cuándo serán incapaces de purificarse los hijos de Israel? Un
artesano ha hecho ese becerro, que no es Dios, por eso quedará hecho
trizas. Siembran vientos y cosecharán tempestades; su trigo no dará
espigas, no producirá harina su grano, y si la produce, los extranjeros
se la comerán.
Efraín ha construido multitud de altares, y sólo le han servido
para pecar. Aunque yo les escribiera todas mis leyes, las ignorarían
como si fueran de un extraño. Aunque inmolen víctimas en mi honor
y coman su carne, no me dan gusto, pues tengo presentes sus culpas y castigaré
sus pecados. Por eso volverán a la esclavitud". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
La confianza en Dios es
fundamental. El pueblo que no confía en Dios no valora sus mandamientos
y multiplica el número de sus ídolos.
Del salmo 113 R/. Nosotros confiamos en el Señor.
Nuestro Dios está en el cielo y Él ha hecho todo lo que quiso.
En cambio, los ídolos de los paganos son oro y plata, son dioses hechos
por artesanos. R/.
Tienen boca, pero no hablan; tienen ojos, pero no ven; tienen orejas, pero no
oyen; tienen nariz, pero no huelen. R/.
Tienen manos, pero no tocan; tienen pies, pero no andan. Que sean como ellos
quienes los hacen y cuantos confían en ellos. R/.
Los hijos de Israel confían en el Señor: Él es su auxilio
y su escudo; los hijos de Aarón confían en el Señor: Él
es su auxilio y su escudo. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 10,
14) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el buen pastor, dice el Señor; yo conozco a mis ovejas y ellas
me conocen a mí. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 9, 32-38
En aquel tiempo, llevaron
ante Jesús a un hombre mudo, que estaba poseído por el demonio.
Jesús expulsó al demonio y el mudo habló. La multitud,
maravillada, decía: "Nunca se había visto nada semejante
en Israel". Pero los fariseos decían: "Expulsa a los demonios
por autoridad del príncipe de los demonios".
Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos enseñando
en las sinagogas, predicando el Evangelio del Reino y curando toda enfermedad
y dolencia. Al ver a las multitudes se compadecía de ellas, porque estaban
extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos:
"La cosecha es mucha y los trabajadores pocos. Rueguen, por lo tanto, al
dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La misión de Jesús no puede detenerse por las críticas de sus adversarios. La misión que Dios le ha confiado no será frenada. Los Doce continuarán de inmediato la misión de Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad los dones que te presentamos en esta festividad de san Benito y haz que, a ejemplo suyo, te busquemos a ti únicamente a fin de que podamos obtener en tu servicio el don de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Mt 19, 27-29)
Yo les aseguro, dice el Señor, que los que han dejado todo para seguirme recibirán cien veces más y alcanzarán la vida eterna.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has alimentado con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, haz que, según el espíritu de san Benito abad, te sirvamos fielmente y pongamos en práctica un sincero amor fraterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Nabor y Félix de Mauritania, mártires; Juan Gualberto, abad, e Ignacio Clemente Delgado, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 94, 6-7)
Entremos y adoremos de rodillas al Señor, creador nuestro, porque Él es nuestro Dios.
ORACIÓN COLECTA
Señor, que tu amor incansable cuide y proteja siempre a estos hijos tuyos, que han puesto en tu gracia toda su esperanza. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Oseas: 10, 1-3. 7-8.12
Israel era una viña
frondosa que daba abundante fruto. Pero cuanto más se multiplicaban sus
frutos, más se multiplicaban sus altares paganos; cuanto más rico
era el país, más ricos fueron sus monumentos a los ídolos.
Su corazón está dividido y van a pagar sus culpas. El Señor
derribará sus altares y demolerá sus monumentos. Pero ellos dicen:
"No tenemos rey". Pero si no temen al Señor, ¿qué
podrá hacer por ellos el rey?
Samaría y su becerro desaparecerán como espuma sobre el agua.
Todos los santuarios de los ídolos serán destruidos y sobre sus
altares crecerán espinas y cardos, porque la idolatría ha sido
el pecado de Israel. Entonces gritarán a los montes: "¡Cúbrannos!",
y a las colinas: "¡Sepúltennos!".
Siembren justicia y cosecharán misericordia; preparen sus tierras para
la siembra, pues ya es tiempo de buscar al Señor, para que venga y llueva
la salvación sobre ustedes. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Como astilla que se lleva
el agua en un pavoroso tsunami, es arrastrado el mortal orgulloso cuando abandona
a Dios y decide construir su existencia sobre pilastras carcomidas.
Del salmo 104 R/. Recurramos al Señor y a su poder.
Entonen en su honor himnos y cantos, celebren los portentos del Señor.
Del nombre del Señor enorgullézcanse y siéntase feliz el
que lo busca. R/.
Recurran al Señor y a su poder, y a su presencia acudan. Recuerden los
prodigios que Él ha hecho, sus portentos y oráculos. R/.
Descendientes de Abraham, su servidor, estirpe de Jacob, su predilecto, escuchen:
El Señor es nuestro Dios y gobiernan la tierra sus decretos. R/.
ACLAMACIÓN (Mc 1,15)
R/. Aleluya, aleluya.
El Reino de Dios está cerca, dice el Señor; arrepiéntanse
y crean en el Evangelio. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 10, 1-7
En aquel tiempo, llamando
Jesús a sus doce discípulos, les dio poder para expulsar a los
espíritus impuros y curar toda clase de enfermedades y dolencias.
Éstos son los nombres de los doce apóstoles: el primero de todos,
Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y su hermano
Juan, hijos del Zebedeo; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el
publicano; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón, el cananeo, y Judas
Iscariote, que fue el traidor.
A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones: "No
vayan a tierra de paganos, ni entren en ciudades de samaritanos. Vayan más
bien en busca de las ovejas perdidas de la casa de Israel. Vayan y proclamen
por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los Doce habrán de salir a los poblados de Israel, a fin de reagruparlos como una comunidad organizada en torno a los principios de la Alianza. Israel volverá a dejarse conducir por su Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, Dios nuestro, tú que nos has dado este pan y este vino para reparar nuestras fuerzas, conviértelos para nosotros en sacramento de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 5-6)
Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que has querido hacernos participar de un mismo pan y de un mismo cáliz, concédenos vivir de tal manera unidos en Cristo, que nuestro trabajo sea eficaz para la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Enrique II y Cunegunda de Alemania, emperadores, y Joel, profeta. Beato Santiago de Verazze, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 77, 23-25)
Abrió Dios las compuertas del cielo e hizo llover sobre ellos el maná para que comiesen; les dio un trigo celeste, y el hombre comió pan de ángeles.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que llevaste a cabo la obra de la redención humana por el misterio pascual de tu Hijo, concédenos que, al anunciar llenos de fe por medio de los signos sacramentales, su muerte y resurrección, recibamos cada vez con mayor abundancia los frutos de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Oseas: 11, 1-4. 8-9
"Cuando Israel era
niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo, dice el Señor.
Pero, mientras más lo llamaba, más se alejaba de mí; ofrecía
sacrificios a los dioses falsos y quemaba ofrendas a los ídolos.
Yo fui quien enseñó a andar a Efraín, yo quien lo llevaba
en brazos; pero no comprendieron que yo cuidaba de ellos.
Yo los atraía hacia mí con los lazos del cariño, con las
cadenas del amor. Yo fui para ellos como un padre, que estrecha a su creatura
y se inclina hacia ella para darle de comer.
Mi corazón se conmueve dentro de mí y se inflama toda mi compasión.
No cederé al ardor de mi cólera, no volveré a destruir
a Efraín, pues yo soy Dios y no hombre, yo soy el Santo que vive en ti
y no enemigo a la puerta". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Dios parece hablar como
un abuelo que recuerda los años remotos en que enseñaba a gatear
a sus hijos. Dios nunca se olvida de los suyos, a pesar de la ingratitud de
éstos.
Del salmo 79 R/. Ven, Señor, a salvarnos.
Escúchanos, pastor de Israel; tú que estás rodeado de querubines,
manifiéstate, despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.
Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos, mira tu viña
y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que tú
mismo cultivaste. R/.
ACLAMACIÓN (Mc 1,15)
R/. Aleluya, aleluya.
El Reino de Dios está cerca, dice el Señor; arrepiéntanse
y crean en el Evangelio. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 10, 7-15
En aquel tiempo, envió
Jesús a los Doce con estas instrucciones: "Vayan y proclamen por
el camino que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen a los leprosos y demás
enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios. Gratuitamente
han recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente.
No lleven con ustedes, en su cinturón, monedas de oro, de plata o de
cobre. No lleven morral para el camino ni dos túnicas ni sandalias ni
bordón, porque el trabajador tiene derecho a su sustento.
Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, pregunten por alguien respetable
y hospédense en su casa hasta que se vayan. Al entrar, saluden así:
'Que haya paz en esta casa'. Y si aquella casa es digna, la paz de ustedes reinará
en ella; si no es digna, el saludo de paz de ustedes no les aprovechará.
Y si no los reciben o no escuchan sus palabras, al salir de aquella casa o de
aquella ciudad, sacúdanse el polvo de los pies. Yo les aseguro que el
día del juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas con menos rigor
que esa ciudad". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Los misioneros entregarán generosamente lo que Jesús les ha transmitido. Su presencia devolverá la salud y la confianza en Dios a los que se dispongan a recibirlas con fe.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, te pedimos humildemente nos concedas que este sacramento de amor sea siempre para nosotros un signo de unidad y un vínculo de amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51-52)
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor. El que coma de este pan vivirá eternamente; pues el pan que voy a dar es mi carne, y lo doy para vida del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que la participación en este banquete celestial nos santifique, de modo que, por la recepción del Cuerpo y Sangre de Cristo, se estreche entre nosotros la unión fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Camilo de Lelis, fundador, y Francisco Solano, presbítero. Beata Angelina de Marciano, laica.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Sb 11, 24. 25. 27)
Señor, tú tienes misericordia de todos y nunca odias a tus creaturas; borras los pecados de los hombres que se arrepienten, y los perdonas, porque tú, Señor, eres nuestro Dios.
ORACIÓN COLECTA
Escucha, Señor, nuestra oración y perdona nuestros pecados, para que recibamos, juntamente, tu perdón y tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Oseas: 14, 2-10
Esto dice el Señor
Dios: "Israel, conviértete al Señor, Dios tuyo, pues tu maldad
te ha hecho sucumbir. Arrepiéntanse y acérquense al Señor
para decirle: 'Perdona todas nuestras maldades, acepta nuestro arrepentimiento
sincero, que solemnemente te prometemos.
Ya no nos salvará Asiría, ya no confiaremos en nuestro ejército,
ni volveremos a llamar "dios nuestro" a las obras de nuestras manos,
pues sólo en ti encuentra piedad el huérfano'.
Yo perdonaré sus infidelidades, dice el Señor; los amaré,
aunque no lo merezcan, porque mi cólera se ha apartado de ellos. Seré
para Israel como rocío; mi pueblo florecerá como el lirio, hundirá
profundamente sus raíces, como el álamo, y sus renuevos se propagarán;
su esplendor será como el del olivo y tendrá la fragancia de los
cedros del Líbano.
Volverán a vivir bajo mi sombra, cultivarán los trigales y las
viñas, que serán tan famosas como las del Líbano. Ya nada
tendrá que ver Efraín con los ídolos.
Yo te he castigado, pero yo también te voy a restaurar, pues soy como
un ciprés verde, y gracias a mí, tú das frutos.
Quien sea sabio, que comprenda estas cosas y quien sea prudente, que las conozca.
Los mandamientos del Señor son rectos y los justos los cumplen; los pecadores,
en cambio, tropiezan en ellos y caen". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Dios no espera de nosotros
promesas vanas. De nuestro corazón sólo demanda arrepentimiento
sincero y la determinación de caminar a su lado.
Del salmo 50 R/. Abre, Señor, mis labios y te alabaré.
Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate
de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y
purifícame de mis pecados. R/.
Enséñame, Señor, la rectitud de corazón que quieres.
Lávame tú, Señor, y purifícame y quedaré
más blanco que la nieve. R/.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu
nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti
ni retires de mí tu santo espíritu. R/.
Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí
un alma generosa. Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu
alabanza. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 16,
13; 14, 26) R/. Aleluya, aleluya.
Cuando venga el Espíritu de verdad, él les enseñará
toda la verdad y les recordará todo cuanto yo les he dicho, dice el Señor.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 10,16-23
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus apóstoles: "Yo los envío como ovejas entre lobos.
Sean, pues, precavidos como las serpientes y sencillos como las palomas.
Cuídense de la gente, porque los llevarán a los tribunales, los
azotarán en las sinagogas, los llevarán ante gobernadores y reyes
por mi causa; así darán testimonio de mí ante ellos y ante
los paganos. Pero, cuando los enjuicien, no se preocupen por lo que van a decir
o por la forma de decirlo, porque en ese momento se les inspirará lo
que han de decir. Pues no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu
de su Padre el que hablará por ustedes.
El hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre a su hijo;
los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán; todos
los odiarán a ustedes por mi causa, pero el que persevere hasta el fin,
se salvará.
Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra. Yo les aseguro que no alcanzarán
a recorrer todas las ciudades de Israel, antes de que venga el Hijo del hombre".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Estas recomendaciones no prescriben. Quien anuncia a Jesús enfrenta hostilidades y fracasos. El espíritu del Resucitado nos fortalece en la prueba.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza, para que perdones nuestros pecados y dirijas hacia ti nuestro vacilante corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 15, 10)
Por un solo pecador que se convierta, dice el Señor, habrá gran alegría entre los ángeles del cielo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por nuestra participación en el sacramento del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos has perdonado, Señor, nuestros pecados, concédenos tu gracia para evitarlos de ahora en adelante y servirte con sincero corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Si 44, 15. 14)
Los pueblos recuerdan la sabiduría de los santos; la asamblea proclama su alabanza y su fama perdura por generaciones.
ORACIÓN COLECTA
Te suplicamos, Dios nuestro, que quienes estamos reunidos aquí para celebrar la fiesta de san Buenaventura, podamos, por su intercesión y a ejemplo suyo, ir profundizando cada día más en tu conocimiento y en tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 6,1-8
El año de la muerte
del rey Osias, vi al Señor sentado sobre un trono muy alto y magnífico.
La orla de su manto llenaba el templo. Había dos serafines junto a él,
con seis alas cada uno: con un par se cubrían el rostro; con otro se
cubrían los pies, y con el otro volaban. Y se gritaban el uno al otro:
"Santo, santo, santo es el Señor, Dios de los ejércitos;
su gloria llena toda la tierra". Temblaban las puertas al clamor de su
voz y el templo se llenaba de humo. Entonces exclamé:
"¡Ay de mí!, estoy perdido, porque soy un hombre de labios
impuros, que habito en medio de un pueblo de labios impuros, porque he visto
con mis ojos al rey y Señor de los ejércitos".
Después voló hacia mí uno de los serafines. Llevaba en
la mano una brasa, que había tomado del altar con unas tenazas. Con la
brasa me tocó la boca, diciéndome:
"Mira: Esto ha tocado tus labios. Tu iniquidad ha sido quitada y tus pecados
están perdonados".
Escuché entonces la voz del Señor que decía: "¿A
quién enviaré? ¿Quién irá de parte mía?".
Yo le respondí: "Aquí estoy, Señor, envíame".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El profeta percibió
la plenitud de la gloria y la santidad divinas. Sintió una enorme impotencia
y se dispuso a dejarse transformar para poder servir al Dios santo.
Del salmo 92 R/. Señor, tú eres nuestro rey.
Tú eres, Señor, el rey de todos los reyes. Estás revestido
de poder y majestad. R/.
Tú mantienes el orbe y no vacila. Eres eterno, y para siempre está
firme tu trono. R/.
Muy dignas de confianza son tus leyes y desde hoy y para siempre, Señor,
la santidad adorna tu templo. R/.
ACLAMACIÓN (1 P
4,14) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos ustedes, si los injurian por ser cristianos, porque el Espíritu
de Dios descansa en ustedes. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 10, 24-33
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus apóstoles: "El discípulo no es más que
el maestro, ni el criado más que su señor. Le basta al discípulo
ser como su maestro y al criado ser como su señor. Si al señor
de la casa lo han llamado Satanás, ¡qué no dirán
de sus servidores!.
No teman a los hombres. No hay nada oculto que no llegue a descubrirse; no hay
nada secreto que no llegue a saberse. Lo que les digo de noche repítanlo
en pleno día y lo que les digo al oído pregónenlo desde
las azoteas.
No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman,
más bien, a quien puede arrojar al lugar de castigo el alma y el cuerpo.
¿No es verdad que se venden dos pajarillos por una moneda? Sin embargo,
ni uno solo de ellos cae por tierra si no lo permite el Padre. En cuanto a ustedes,
hasta los cabellos de su cabeza están contados.
Por lo tanto, no tengan miedo, porque ustedes valen mucho más que todos
los pájaros del mundo.
A quien me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré
ante mi Padre, que está en los cielos; pero al que me niegue delante
de los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre, que está
en los cielos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Cuando los discípulos de Jesús confían plenamente en la presencia y el auxilio del Padre celestial, se tornan indestructibles. Nadie consigue apartarlos del amor de Cristo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que la participación en esta Eucaristía nos llene, Señor, de la luz de tu espíritu que iluminó a san Buenaventura, y lo hizo instrumento de tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 23-24)
Nosotros proclamamos a Cristo crucificado: fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con este sacramento, te pedimos, Señor, que fieles a las enseñanzas de san Buenaventura, te demos gracias sin cesar por los dones recibidos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XV DOMINGO ORDINARIO
Nuestra Señora del Carmen.
Santos: Beato Bartolomé de los Mártires, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 16, 15)
Yo quiero acercarme a ti, Señor, y saciarme de gozo en tu presencia.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que iluminas a los extraviados con la luz de tu Evangelio para que vuelvan al camino de la verdad, concede a cuantos nos llamamos cristianos imitar fielmente a Cristo y rechazar lo que pueda alejarnos de Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Amos: 7, 12-15
En aquel tiempo, Amasias,
sacerdote de Betel, le dijo al profeta Amos: "Vete de aquí, visionario,
y huye al país de Judá; gánate allá el pan, profetizando;
pero no vuelvas a profetizar en Betel, porque es santuario del rey y templo
del reino".
Respondió Amos: "Yo no soy profeta ni hijo de profeta, sino pastor
y cultivador de higos. El Señor me sacó de junto al rebaño
y me dijo: 'Ve y profetiza a mi pueblo, Israel'". Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
La profecía no era
para Amos un modus vivendi. El profeta vivía con cierto desahogo. Dios
lo alcanzó y lo persuadió para que le recordara a Israel que Él
no es cómplice de la injusticia.
Del salmo 84 R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
Escucharé las palabras del Señor, palabras de paz para su pueblo
santo. Está ya cerca nuestra salvación y la gloria del Señor
habitará en la tierra. R/.
La misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz se besaron,
la fidelidad brotó en la tierra y la justicia vino del cielo. R/.
Cuando el Señor nos muestre su bondad, nuestra tierra producirá
su fruto. La justicia le abrirá camino al Señor e irá siguiendo
sus pisadas. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 1, 3-14
Bendito sea Dios, Padre
de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Él con toda
clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en Cristo,
antes de crear el mundo, para que fuéramos santos e irreprochables a
sus ojos, por el amor, y determinó, porque así lo quiso, que,
por medio de Jesucristo, fuéramos sus hijos, para que alabemos y glorifiquemos
la gracia con que nos ha favorecido por medio de su Hijo amado.
Pues por Cristo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón
de los pecados. Él ha prodigado sobre nosotros el tesoro de su gracia,
con toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio
de su voluntad. Éste es el plan que había proyectado realizar
por Cristo, cuando llegara la plenitud de los tiempos: hacer que todas las cosas,
las del cielo y las de la tierra, tuvieran a Cristo por cabeza.
Con Cristo somos herederos también nosotros. Para esto estábamos
destinados, por decisión del que lo hace todo según su voluntad:
para que fuéramos una alabanza continua de su gloria, nosotros, los que
ya antes esperábamos en Cristo.
En Él, también ustedes, después de escuchar la palabra
de la verdad, el Evangelio de su salvación, y después de creer,
han sido marcados con el Espíritu Santo prometido. Este Espíritu
es la garantía de nuestra herencia, mientras llega la liberación
del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
Quienes creemos en Jesús, creemos a la vez que el Padre nos ha consagrado por el amor. No vamos sembrando rencillas ni odios. El amor de Dios es nuestra verdadera consagración.
ACLAMACIÓN (cfr.
Ef 1, 17-18) R/. Aleluya, aleluya.
Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestras mentes para
que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su llamamiento.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 6, 7-13
En aquel tiempo, llamó
Jesús a los Doce, los envió de dos en dos y les dio poder sobre
los espíritus inmundos. Les mandó que no llevaran nada para el
camino: ni pan, ni mochila, ni dinero en el cinto, sino únicamente un
bastón, sandalias y una sola túnica.
Y les dijo: "Cuando entren en una casa, quédense en ella hasta que
se vayan de ese lugar. Si en alguna parte no los reciben ni los escuchan, al
abandonar ese lugar, sacúdanse el polvo de los pies, como una advertencia
para ellos".
Los discípulos se fueron a predicar el arrepentimiento. Expulsaban a
los demonios, ungían con aceite a los enfermos y los curaban. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los discípulos de Jesús tampoco salieron a Galilea para esquilmar a nadie. Dejaron su oficio porque Jesús los contagió de su esperanza y los mandó a sembrar vida y devolver la alegría.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira bondadosamente, Señor, las ofrendas de tu Iglesia suplicante, y conviértelas en alimento espiritual que ayude a crecer en santidad a todos tus fieles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio dominical
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 56)
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía que hemos recibido, nos ayude a amarte más y a servirte mejor cada día. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Cuando asistimos a la polarización política de nuestra sociedad, cuando ostentamos distinciones vergonzantes, como vivir en uno de los diecisiete países más inicuos, no podemos seguir como si nada estuviera pasando. Nuestra doctrina y creencia se ha convertido en un cascarón sin sustancia. Tenemos que recordárnoslo si queremos alcanzar una vida resucitada. La fe que no transforma la vida del creyente se parece a un cascarón colorido lleno de confeti, que se tira en las plazas y al día siguiente se quema en el basurero. La fe de los testigos auténticos de Jesús va sembrando paz, vida, salud y justicia.
Santos: Alejo de Roma, penitente; León IV, papa. Beatas carmelitas de Compaigne, mártires.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los escucharé en cualquier tribulación en que me llamen, y seré siempre su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios de clemencia y de reconciliación, que concedes a los hombres días especiales de gracia para que te reconozcan como creador y Padre de todos, mira con bondad a tus hijos y ayúdanos a aceptar de corazón tu mensaje de paz, para que podamos cumplir tu voluntad de hacer reinar en todos a tu Hijo Jesucristo, que vive y reina contigo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 1,10-17
Oigan la palabra del Señor,
príncipes de Sodoma; escucha la enseñanza de nuestro Dios, pueblo
de Gomorra: "¿Qué me importan a mí todos sus sacrificios?",
dice el Señor. Estoy harto de holocaustos de carneros y de grasa de becerros;
ya no quiero sangre de toros, corderos y cabritos.
¿Quién les ha pedido que me ofrezcan todo eso cuando vienen al
templo para visitarme? Dejen ya de pisotear mis atrios y no me traigan dones
vacíos ni incienso abominable. Ya no aguanto sus novilunios y sábados
ni sus asambleas.
Sus solemnidades y fiestas las detesto; se me han vuelto una carga insoportable.
Cuando extienden sus manos para orar, cierro los ojos; aunque multipliquen sus
plegarias, no los escucharé. Sus manos están llenas de sangre.
Lávense y purifíquense; aparten de mí sus malas acciones.
Dejen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien, busquen la justicia, auxilien
al oprimido, defiendan los derechos del huérfano y la causa de la viuda".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
No hay pecado imperdonable
cuando se tiene compasión por los necesitados y se reconoce la maldad
propia. La grana de nuestro egoísmo será transformada en blancura
por la gracia de Dios.
Del salmo 49 R/. Dios salva al que cumple su voluntad.
No voy a reclamarte sacrificios, dice el Señor, pues siempre están
ante mí tus holocaustos. Pero ya no aceptaré becerros de tu casa
ni cabritos de tus rebaños. R/.
¿Por qué citas mis preceptos y hablas a toda hora de mi pacto,
tú, que detestas la obediencia y echas en saco roto mis mandatos? R/.
Tú haces esto, ¿y yo tengo que callarme? ¿Crees acaso que
yo soy como tú? Quien las gracias me da, ése me honra y yo salvaré
al que cumple mi voluntad. R/.
ACLAMACIÓN (Mt 5,1
o) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino
de los cielos, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 10, 34-11, 1
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus apóstoles: "No piensen que he venido a traer la paz a
la tierra; no he venido a traer la paz, sino la guerra. He venido a enfrentar
al hijo con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; y los
enemigos de cada uno serán los de su propia familia.
El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de
mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es
digno de mí; y el que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.
El que salve su vida, la perderá y el que la pierda por mí, la
salvará. Quien los recibe a ustedes, me recibe a mí; y quien me
recibe a mí, recibe al que me ha enviado.
El que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá recompensa de profeta;
el que recibe a un justo por ser justo, recibirá recompensa de justo.
Quien diere, aunque no sea más que un vaso de agua fría a uno
de estos pequeños, por ser discípulo mío, yo les aseguro
que no perderá su recompensa".
Cuando acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, Jesús
partió de ahí para enseñar y predicar en otras ciudades.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los que vienen a nuestra casa en nombre de Jesús a veces nos resultan inoportunos. No siempre logramos atenderlos como atenderíamos a Jesús. Nos hace falta más fe.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad, los dones que tu Iglesia te presenta y, por este memorial de la muerte de tu Hijo, que con su sangre borró nuestros pecados y nos reconcilió contigo, concédenos que podamos hacer partícipes a todos de la paz de Cristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 11, 28)
Vengan a mí todos los que están agobiados y oprimidos, y yo los auxiliaré, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido en este sacramento de unidad, nos llene de tu amor, para que podamos ser en todas partes, instrumentos de tu paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Arnulfo de Metz, obispo; Sinforosa de Roma y compañeros, mártires, y Federico de Utrech, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 73, 20. 19. 22. 23)
Acuérdate, Señor, de tu alianza; no olvides por más tiempo la suerte de tus pobres. Levántate, Señor, a defender tu causa; no olvides las voces de los que te buscan.
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno y todopoderoso, a quien confiadamente podemos llamar ya Padre nuestro, haz crecer en nuestros corazones el espíritu de hijos adoptivos tuyos, para que podamos gozar, después de esta vida, de la herencia que nos has prometido. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de libro del profeta Isaías: 7, 1-9
Cuando Ajaz, hijo de Jotam,
hijo de Ozías, reinaba en Judá, Rasón, rey de Siria, y
Pécaj, hijo de Remalías y rey de Israel, fueron a Jerusalén
para atacarla, pero no lograron conquistarla.
Cuando al heredero de David le llegó la noticia de que los sirios acampaban
en Efraín, se estremeció su corazón y el del pueblo, como
se estremecen los árboles del bosque, agitados por el viento.
Entonces el Señor le dijo a Isaías: "Sal al encuentro de
Ajaz con tu hijo Sear Yasub, donde termina el canal de la alberca superior,
junto a la calzada del batanero, y dile: 'Mantente alerta, pero tranquilo. No
le tengas miedo a ese par de tizones humeantes; no te acobardes ante la cólera
de Rasón, rey de Siria, y de Pécaj, rey de Israel. No importa
que tramen tu ruina, diciendo: Ataquemos a Judá, sitiémosla, conquistémosla
y nombremos rey de ella al hijo de Tabel’".
Esto dice el Señor: "Eso no llegará a suceder. Damasco es
la capital de Siria y Rasón es el rey de Damasco; Samaría es la
capital de Efraín y el hijo de Remalías es el rey de Samaría.
Pues bien, dentro de sesenta y cinco años Efraín será destruido
y dejará de ser pueblo. Y si ustedes no creen en mí, también
irán a la ruina". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Cuando Acaz se sintió
acobardado por los ejércitos vecinos, el profeta Isaías lo animó
a reconocer la presencia protectora del Emmanuel en el signo discreto de un
vástago de la casa de David.
Del salmo 47 R/. Dios es nuestro defensor.
Grande es el Señor y muy digno de alabanza, en la ciudad de nuestro Dios.
Su monte santo, altura hermosa, es la alegría de toda la tierra. R/.
El monte Sión, en el extremo norte, es la ciudad del rey supremo. Entre
sus baluartes ha surgido Dios como una fortaleza inexpugnable. R/.
Los reyes se aliaron para atacarla juntos; pero al verla, quedaron aterrados
y huyeron despavoridos. R/.
Allí los invadió el pánico y dolores como de parto; como
un viento del desierto, que destroza las naves de Tarsis. R/.
ACLAMACIÓN (cfr. Sal 94, 8) R/. Aleluya, Aleluya.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 11, 20-24
En aquel tiempo, Jesús
se puso a reprender a las ciudades que habían visto sus numerosos milagros,
por no haberse arrepentido. Les decía:
"¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si
en Tiro y en Sidón se hubieran realizado los milagros que se han hecho
en ustedes, hace tiempo que hubieran hecho penitencia, cubiertas de sayal y
de ceniza. Pero yo les aseguro que el día del juicio será menos
riguroso para Tiro y Sidón, que para ustedes.
Y tú, Cafarnaúm, ¿crees que serás encumbrada hasta
el cielo? No. Serás precipitada en el abismo, porque si en Sodoma se
hubieran realizado los milagros que en ti se han hecho, quizá estaría
en pie hasta el día de hoy. Pero yo te digo que será menos riguroso
el día del juicio para Sodoma que para ti". Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Las ciudades que se beneficiaron de la presencia y los signos de Jesús no supieron discernir con prontitud la llamada que Dios les dirigía. Tal vez tampoco nosotros sabemos hacerlo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad, estos dones que has puesto en manos de tu Iglesia, y con tu poder conviértelos en el sacramento de nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51)
El pan que yo les daré, es mi carne para vida del mundo, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la recepción de esta Eucaristía nos confirme, Señor, en tu amor y nos ayude a conseguir la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Mt 19, 21)
Si quieres ser perfecto, anda y vende todo lo que tienes, reparte el dinero entre los pobres y después ven y sígueme, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Padre santo, que llamas a todos tus hijos a la perfección de la caridad e invitas a algunos a seguir más de cerca los ejemplos de Cristo, concede a quienes has elegido para esta vocación especial vivir de tal manera, que sean para la Iglesia y para el mundo, un signo elocuente de tu Reino. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 10, 5-7. 13-16
Esto dice el Señor:
"¡Ay Asiría, bastón de mi ira, vara que mi furor maneja!
Contra una nación impía voy a guiarte, contra un pueblo que experimenta
mi cólera voy a mandarte, para que lo saquees y lo despojes y lo pisotees
como el lodo de las calles.
Pero Asiria no lo piensa así ni son éstos sus planes; su intención
es arrasar y exterminar numerosas naciones, pues dice: 'Con el poder de mi mano
lo hice y con mi sabiduría, porque soy inteligente; he borrado las fronteras
de los pueblos, he saqueado sus tesoros y, como un gigante, he derribado a sus
jefes.
Como un nido al alcance de mi mano alcancé la riqueza de los pueblos
y como se recogen los huevos abandonados, así cogí yo toda la
tierra y no hubo quien aleteara ni abriera el pico ni piara'".
Pero el Señor dice: "¿Acaso presume el hacha frente al que
corta con ella? ¿O la sierra se tiene por más grande que aquel
que la maneja? Como si la vara pudiera mover al que la levanta y el bastón
pudiera levantar a quien no es de madera. Por eso, el Señor de los ejércitos
hará enflaquecer a los bien alimentados y le prenderá fuego a
su lujo, como se enciende la leña". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Asiría tenía
que cumplir una misión dolorosa: humillar el orgullo desmedido de Judá.
Pero no fue así, pues al aumentar sus conquistas se envaneció
y se rebeló contra Dios. Del salmo 93 R/. Escucha, Señor, a tu
pueblo.
Señor, los malvados humillan a tu pueblo y oprimen a tu heredad; asesinan
a las viudas y a los forasteros y degüellan a los huérfanos. R/.
Y comentan: "El Señor no lo ve, el Dios de Jacob no se entera".
Entérense, insensatos; necios, ¿cuándo van ustedes a entender?
R/.
El que plantó el oído, ¿no va a oír? El que formó
el ojo, ¿no va a ver? El que educa a los pueblos, ¿no va a castigar?
El que instruye al hombre, ¿no va a saber? R/.
Jamás rechazará Dios a su pueblo ni dejará a los suyos
sin amparo. Hará justicia al justo y dará un porvenir al hombre
honrado. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Mt 11, 25) R/. Aleluya, aleluya.
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado
los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 11, 25-27
En aquel tiempo, Jesús
exclamó: "¡Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y
de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y
las has revelado a la gente sencilla! Gracias, Padre, porque así te ha
parecido bien.
El Padre ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie conoce al Hijo sino el
Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera
revelar". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
La disponibilidad para recibir el mensaje exigente del Reino no depende de la capacidad intelectual de las personas. Los sencillos saben acogerlo sin exigir ni reclamar pruebas.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Padre santo, los dones que te presentamos y concede a cuantos se han propuesto seguir con entusiasmo a tu Hijo por el camino estrecho de la perfección evangélica, servirle con libertad de espíritu y en fraternidad verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Mt 19, 27. 28. 29)
Yo les aseguro que ustedes, los que han abandonado todo por seguirme, recibirán cien veces más y obtendrán la vida eterna, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Fortalece, Señor, con este sacramento, a las comunidades religiosas a fin de que, permaneciendo fieles a su vocación, muestren al mundo una imagen viva de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Bulmaro de Bolonia, abad; José María Díaz, mártir, y Elias, profeta.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 109, 4)
El Señor lo ha jurado y el Señor no se retracta. Tú eres sacerdote para siempre, como lo es Melquisedec.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que para gloria tuya y salvación nuestra constituiste a Cristo sumo y eterno sacerdote, concede al pueblo redimido con su sangre obtener, por la participación en este memorial, los frutos de la muerte y resurrección de tu Hijo, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 26, 7-9. 12. 16-19
La senda del justo es recta
porque tú, Señor, le allanas el sendero. En el camino de tus mandamientos
te buscamos, anhelando, Señor, tu nombre y tu recuerdo.
Mi alma te desea por la noche y mi espíritu te busca por la mañana,
porque tus mandamientos son la luz de la tierra y enseñan justicia a
los habitantes del orbe.
Tú nos darás, Señor, la paz, porque todo lo que hemos hecho
eres tú quien lo ha hecho por nosotros.
Acudimos a ti, Señor, en el peligro, cuando nos angustiaba la fuerza
de tu castigo. Como una mujer que va a dar a luz, que se retuerce y grita angustiada,
así éramos, Señor, en tu presencia: concebimos y nos retorcimos,
¡pero lo único que hemos dado a luz ha sido viento! No le hemos
dado salvación al país, no le han nacido habitantes al mundo.
Tus muertos vivirán, sus cadáveres resucitarán, despertarán
jubilosos los que habitan en los sepulcros, porque tu rocío es rocío
luminoso y la tierra de las sombras dará a luz. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
El pueblo hace un recuento
de sus errores. Sus ilusiones resultaron vanas; sus grandezas terminaron en
nada. La esperanza no termina. Dios los volverá a rescatar de la muerte.
Del salmo 101 R/. El Señor tiene compasión de nosotros.
Tú, Señor, reinas para siempre y tu fama pasa de generación
en generación. Levántate y ten misericordia de Sión, pues
ya es tiempo de que te apiades de ella. Tus siervos aman sus piedras y se compadecen
de sus ruinas. R/.
Cuando el Señor reedifique a Sión y aparezca glorioso, cuando
oiga el clamor del oprimido y no se muestre a sus plegarias sordo, entonces
temerán al Señor todos los pueblos y su gloria verán los
poderosos. R/.
Esto se escribirá para el futuro y alabará al Señor el
pueblo nuevo, porque el Señor, desde su altura santa, ha mirado a la
tierra desde el cielo, para oír los gemidos del cautivo y librar de la
muerte al prisionero. R/.
ACLAMACIÓN (Mt 11,
28) R/. Aleluya, aleluya.
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la
carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 11, 28-30
En aquel tiempo, Jesús dijo: "Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Estas palabras resultan enigmáticas. No hay yugos ni fardos ligeros; al contrario, suelen ser insoportables. Sin embargo, quien se decide a seguir a Jesús los encuentra ligeros.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo, se lleva a cabo la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 11, 24-25)
Éste es mi Cuerpo, que se da por ustedes. Este cáliz es la nueva alianza establecida por mi Sangre; cuantas veces lo beban, háganlo en memoria mía, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has concedido el gozo de participar en esta Eucaristía, memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, haz que, unidos siempre a él, vivamos como verdaderos hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Lorenzo de Brindisi, doctor de la Iglesia; Daniel, profeta. Beato Gabriel Pergand, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 5, 9-10)
Sin distinción de raza, lengua, pueblo o nación, nos compraste, Señor, con tu Sangre e hiciste de nosotros un Reino para Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has redimido a todos los hombres con la preciosa Sangre de tu Hijo, protege en nosotros la obra de tu misericordia, para que, celebrando siempre el misterio de nuestra salvación merezcamos alcanzar sus frutos eternos. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 38, 1-6. 21-22. 7-8
En aquel tiempo, el rey
Ezequías enfermó de muerte y vino a verlo el profeta Isaías,
hijo de Amos, y le dijo: "Esto dice el Señor: 'Arregla todos tus
asuntos, porque no te vas a aliviar y te vas a morir'".
Ezequías volvió la cara hacia la pared, oró al Señor
y dijo: "Acuérdate, Señor, de que te he servido con fidelidad
y rectitud de corazón y de que he hecho siempre lo que a ti te agrada".
Y lloró con abundantes lágrimas.
Entonces el Señor le habló a Isaías y le dijo: "Ve
a decirle a Ezequías: 'Esto dice el Señor, Dios de tu padre, David:
He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a curarte
y en tres días podrás ir al templo del Señor. Voy a darte
quince años más de vida. Te libraré de la mano del rey
de Asiría a ti y a tu ciudad, y protegeré a Jerusalén'".
Dijo entonces Isaías: "Traigan un emplasto de higos y aplíquenselo
en la llaga para que se alivie". Y Ezequías dijo: "¿Cuál
es la señal de que podré ir al templo del Señor?".
Respondió Isaías: "Ésta será para ti la señal
de que el Señor cumplirá las cosas que te ha dicho: voy a hacer
que la sombra retroceda los diez grados que ha avanzado en el reloj de sol de
Ajaz". Y el sol retrocedió los diez grados que había avanzado.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Ezequías sufría
una enfermedad terrible y se desahogó confiadamente ante Dios, con lo
cual le recordó su fidelidad. Él por tal motivo se compadeció,
lo perdonó y le permitió subir a la casa del Señor.
Isaías 38 R/. Sálvame, Señor, y viviré.
Yo pensaba que a la mitad de mi vida tendría que dirigirme hacia las
puertas del abismo y me privarían del resto de mis años. R/.
Yo pensaba que ya no volvería a ver al Señor en la tierra de los
vivos, que ya no volvería a ver a los hombres entre los habitantes del
mundo. R/.
Levantan y enrollan mi vida como una tienda de pastores. Como un tejedor tejía
yo mi vida, y me cortaron la trama. R/.
A los que Dios protege viven, y entre ellos vivirá mi espíritu;
me has curado, me has hecho revivir. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 10,
27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me
siguen. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 12, 1-8
Un sábado, atravesaba
Jesús por los sembrados. Los discípulos, que iban con Él,
tenían hambre y se pusieron a arrancar espigas y a comerse los granos.
Cuando los fariseos los vieron, le dijeron a Jesús: "Tus discípulos
están haciendo algo que no está permitido hacer en sábado".
Él les contestó: "¿No han leído ustedes lo
que hizo David una vez que sintieron hambre él y sus compañeros?
¿No recuerdan cómo entraron en la casa de Dios y comieron los
panes consagrados, de los cuales ni él ni sus compañeros podían
comer, sino tan sólo los sacerdotes?
¿Tampoco han leído en la ley que los sacerdotes violan el sábado
porque ofician en el templo y no por eso cometen pecado? Pues yo digo que aquí
hay alguien más grande que el templo.
Si ustedes comprendieran el sentido de las palabras: Misericordia quiero y no
sacrificios, no condenarían a quienes no tienen ninguna culpa. Por lo
demás, el Hijo del hombre también es dueño del sábado".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los valores sustentan las normas. Cuando éstas no se fomentan en la persona, pierden su razón de ser. Por eso Jesús subordina el sábado al hombre.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al presentarte nuestras ofrendas, te suplicamos, Señor, que por medio de estos misterios, nos acerquemos a Jesús, y renovemos la acción salvadora de su Sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. 1 Co 10, 1 6)
El cáliz de nuestra acción de gracias, nos une a todos en la Sangre de Cristo; y el pan que partimos, nos une a todos en el Cuerpo del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo sido reconfortados con el alimento y la bebida de salvación, te pedimos, Señor, que nos purifiques siempre con la Sangre de nuestro Salvador, y que la conviertas en fuente de agua que brote para darnos vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: María Magdalena, penitente; Domingo de Cariacedo, ermitaño, y Cirilo de Alejandría, patriarca.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Jn 20, 17)
Jesús dijo a María Magdalena: Ve y diles a mis hermanos: Subo a mi Padre y a su Padre, a mi Dios y a su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que santa María Magdalena fuera la primera en recibir de tu Hijo unigénito el encargo de anunciar el gozo de la resurrección, concédenos, que siguiendo su ejemplo, demos a conocer a todos que Cristo vive y nos está esperando en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Miqueas: 2, 1-5
¡Ay de aquellos que
planean injusticias, que traman el mal durante la noche y al despuntar la mañana,
lo ejecutan, porque son gente poderosa!
Codician los campos y los roban, codician las casas y las usurpan, violando
todos los derechos arruinan al hombre y lo despojan de su herencia.
Por eso dice el Señor: "Estoy planeando contra esta gente una serie
de calamidades de las que no podrán escapar. Entonces ya no caminarán
con altivez, porque será un tiempo de desgracias. Aquel día, la
gente se burlará de ellos y les cantará un triste canto: Nos han
despojado de todo y se han repartido nuestras tierras; se han apoderado de nuestra
herencia y no hay quien nos la devuelva".
Por eso dice el Señor: "Cuando la asamblea del pueblo distribuya
nuevamente las tierras, no habrá parte para ellos". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Miqueas denuncia la codicia
y prepotencia de unos dirigentes que se adueñan de las fincas de los
pobres. Dios no se desentiende de los débiles; al contrario, los libra
de sus verdugos.
Del salmo 9 R/. Señor, no te olvides de los pobres.
¿Por qué te quedas lejos, Señor, y te escondes en el momento
de la angustia? La soberbia del malvado oprime al pobre. ¡Que se enrede
en las intrigas que ha tramado! R/.
El malvado presume de su ambición y el avaro maldice al Señor.
El malvado dice con insolencia que no hay Dios que le pida cuentas. R/.
Su boca está llena de engaños y fraudes, su lengua esconde maldad
y opresión; se agazapa junto a la casa del inocente para matarlo a escondidas.
R/.
Pero tú, Señor, ves las penas y los trabajos, tú los miras
y los tomas en tus manos; el pobre se encomienda a ti, tú eres el socorro
del huérfano. R/.
ACLAMACIÓN R/. Aleluya,
aleluya.
¿Qué has visto de camino, María, en la mañana? A
mi Señor glorioso, la tumba abandonada. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 20, 1-2. 11-18
El primer día después
del sábado, estando todavía oscuro, fué María Magdalena
al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba. Echó a correr, llegó
a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien
Jesús amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor
y no sabemos dónde lo habrán puesto".
María se había quedado llorando junto al sepulcro de Jesús.
Sin dejar de llorar, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos
de blanco, sentados en el lugar donde había estado el cuerpo de Jesús,
uno en la cabecera y el otro junto a los pies. Los ángeles le preguntaron:
"¿Por qué estás llorando, mujer?". Ella les contestó:
"Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo
habrán puesto".
Dicho esto, miró hacia atrás y vio a Jesús de pie, pero
no sabía que era Jesús. Entonces él le dijo: "Mujer,
¿por qué estás llorando? ¿A quién buscas?".
Ella, creyendo que era el jardinero, le respondió: "Señor,
si tú te lo llevaste, dime dónde lo has puesto". Jesús
le dijo:"¡María!".Ella se volvió y exclamó:"¡Rabbuní!",
que en hebreo significa 'maestro'. Jesús le dijo: "Déjame
ya, porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos:
'Subo a mi Padre y su Padre, a mi Dios y su Dios'".
María Magdalena se fue a ver a los discípulos para decirles que
había visto al Señor y para darles su mensaje. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Magdalena también se desconcertó ante la presencia del resucitado. Cuando logró identificar la voz del maestro, le sirvió como mensajera de su exaltación al Padre.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, los dones que te presentamos y acéptalos con el mismo agrado con que tu Hijo Jesucristo aceptó el homenaje de amor de María Magdalena. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (2 Co 5, 14-15)
El amor de Cristo nos compromete a vivir, no para nosotros mismos, sino para él, que murió y resucitó por nosotros.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el sacramento que hemos recibido encienda, Señor, en nosotros aquel mismo amor ardiente y fiel de santa María Magdalena a Cristo, su maestro, que vive y reina por los siglos de los siglos.
XVI DOMINGO ORDINARIO
Santos: Brígida de Suecia, fundadora, y Juan Casiano. abad.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 53, 6. 8)
Señor Dios, tú eres mi auxilio y el único apoyo de mi vida; te ofreceré de corazón un sacrificio y te daré gracias, Señor, porque eres bueno.
ORACIÓN COLECTA
Míranos, Señor, con amor y multiplica en nosotros los dones de tu gracia para que, llenos de fe, esperanza y caridad, permanezcamos siempre fieles en el cumplimiento de tus mandatos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Jeremías: 23,1-6
¡Ay de los pastores
que dispersan y dejan perecer a las ovejas de mi rebaño!, dice el Señor.
Por eso habló así el Señor, Dios de Israel, contra los
pastores que apacientan a mi pueblo: "Ustedes han rechazado y dispersado
a mis ovejas y no las han cuidado. Yo me encargaré de castigar la maldad
de las acciones de ustedes. Yo mismo reuniré al resto de mis ovejas,
de todos los países a donde las había expulsado y las volveré
a traer a sus pastos, para que ahí crezcan y se multipliquen. Les pondré
pastores que las apacienten. Ya no temerán ni se espantarán y
ninguna se perderá.
Miren: Viene un tiempo, dice el Señor, en que haré surgir un renuevo
en el tronco de David: será un rey justo y prudente y hará que
en la tierra se observen la ley y la justicia. En sus días será
puesto a salvo Judá, Israel habitará confiadamente y a él
lo llamarán con este nombre: 'El Señor es nuestra justicia'".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los pastores de Judá
han extraviado al pueblo. Por esta razón serán depuestos. Dios
hará surgir un hijo de David, un rey prudente que salvará a su
pueblo y le devolverá la paz.
Del salmo 22 R/. El Señor es mi pastor, nada me faltará.
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar
y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. R/
Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así,
aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, por que tú estás
conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad. R/.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges
la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días
de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin
término. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 2,13-18
Hermanos: Ahora, unidos
a Cristo Jesús, ustedes, que antes estaban lejos, están cerca,
en virtud de la sangre de Cristo.
Porque Él es nuestra paz; Él hizo de los judíos y de los
no judíos un solo pueblo; Él destruyó, en su propio cuerpo,
la barrera que los separaba: el odio; Él abolió la ley, que consistía
en mandatos y reglamentos, para crear en sí mismo, de los dos pueblos,
un solo hombre nuevo, estableciendo la paz, y para reconciliar a ambos, hechos
un solo cuerpo, con Dios, por medio de la cruz, dando muerte en sí mismo
al odio.
Vino para anunciar la buena nueva de la paz, tanto a ustedes, los que estaban
lejos, como a los que estaban cerca.
Así, unos y otros podemos acercarnos al Padre, por la acción de
un mismo Espíritu. Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
Las posturas excluyentes e intolerantes que dividían a los pueblos antiguos no desaparecen. Los cristianos somos llamados a ser portadores de un mensaje de reconciliación.
ACLAMACIÓN (Jn 10,
27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me
siguen. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 6, 30-34
En aquel tiempo, los apóstoles
volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían
hecho y enseñado. Entonces él les dijo: "Vengan conmigo a
un lugar solitario, para que descansen un poco". Porque eran tantos los
que iban y venían, que no les dejaban tiempo ni para comer.
Jesús y sus apóstoles se dirigieron en una barca hacia un lugar
apartado y tranquilo. La gente los vio irse y los reconoció; entonces
de todos los poblados fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron.
Cuando Jesús desembarcó, vio una numerosa multitud que lo estaba
esperando y se compadeció de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor,
y se puso a enseñarles muchas cosas. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Los apóstoles han concluido una etapa de su misión; necesitan un poco de reposo. Jesús se dispone a dárselos, pero cuando descubre el desamparo de la multitud, decide atenderlos.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que con la muerte de tu Hijo llevaste a término y perfección los sacrificios de la antigua alianza, acepta y bendice estos dones, como aceptaste y bendijiste los de Abel, para que lo que cada uno te ofrece, sea de provecho para la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio dominical
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ap 3, 20)
Miren que estoy a la puerta y llamo, dice el Señor; si alguno oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana para poder vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- En los relatos bíblicos oímos hablar de gente que viene de lejos y de otros que están cerca. En nuestros días se acostumbra analizar las relaciones mundiales hablando del centro y la periferia, de inclusión y marginalidad. Las palabras suelen cambiar pero persisten las actitudes excluyentes y discriminatorias. Las mesas que Jesús organizaba en Galilea estaban abiertas a toda persona. Las mesas de diálogo, los foros mundiales, siguen siendo en gran medida procesos simulatorios para mantener el desorden, para perpetuar el bienestar de los países del norte a costa del malestar de los países del sur. Tenemos que seguir creyendo en la fuerza expansiva y auténticamente acogedora de la Eucaristía y del Señor que se entrega para vida y salvación de todos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 89, 1 7)
Señor, muéstrate bondadoso con nosotros y haz fecundo el trabajo de nuestras manos.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que has querido que por medio de su trabajo el hombre llegue a dominar las fuerzas de la naturaleza, concédenos desempeñar nuestras labores con verdadero espíritu cristiano; así seremos colaboradores tuyos en el perfeccionamiento de la creación y proclamaremos, con nuestros hermanos, una caridad realmente eficaz. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Miqueas: 6, 1-4. 6-8
Escuchen lo que dice el
Señor: "Levántate; llama a juicio a los montes, que las colinas
escuchen tu voz. Escuchen, montes, el juicio del Señor, pongan atención,
cimientos de la tierra: el Señor entabla juicio contra su pueblo, presenta
sus quejas contra Israel.
Pueblo mío, ¿qué mal te he causado o en qué cosa
te he ofendido? Respóndeme. Con la ayuda de Moisés, Aarón
y María, yo te saqué de Egipto y te libré de la esclavitud".
¿Qué cosa digna le ofreceré al Señor, postrado ante
el Dios del cielo? ¿Le ofreceré en holocausto becerros de un año?
¿Aceptará el Señor un millar de carneros o diez mil ríos
de aceite? ¿En expiación por mis culpas le ofreceré a mi
primogénito, al fruto de mis entrañas, por mi pecado?
Hombre, ya te he explicado lo que es bueno, lo que el Señor desea de
ti: que practiques la justicia y ames la lealtad y que seas humilde con tu Dios.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Dios despeja cualquier
malentendido por medio de este oráculo. Las preferencias divinas son
claras: nada agrada tanto a Dios como la práctica de la justicia y la
humildad.
Del salmo 49 R/. Dios salva al que cumple su voluntad.
Congreguen ante mí a los que sellaron sobre el altar mi alianza. Es Dios
quien va a juzgar y el cielo mismo lo declara. R/.
No voy a reclamarte sacrificios, pues siempre están ante mí tus
holocaustos. Pero ya no aceptaré becerros de tu casa ni cabritos de tus
rebaños. R/.
¿Por qué citas mis preceptos y hablas a toda hora de mi pacto,
tú, que detestas la obediencia y echas en saco roto mis mandatos? R/.
Tú haces esto, ¿y yo tengo que callarme? ¿Crees acaso que
yo soy como tú? Quien las gracias me da, ése me honra y yo salvaré
al que cumple mi voluntad. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Sal 94, 8) R/. Aleluya, aleluya.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su
corazón". R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 12, 38-42
En aquel tiempo, le dijeron
a Jesús algunos escribas y fariseos: "Maestro, queremos verte hacer
una señal prodigiosa". Él les respondió: "Esta
gente malvada e infiel está reclamando una señal, pero la única
señal que se le dará, será la del profeta Jonás.
Pues de la misma manera que Jonás estuvo tres días y tres noches
en el vientre de la ballena, así también el Hijo del hombre estará
tres días y tres noches en el seno de la tierra.
Los habitantes de Nínive se levantarán el día del juicio
contra esta gente y la condenarán, porque ellos se convirtieron con la
predicación de Jonás, y aquí hay alguien más grande
que Jonás.
La reina del sur se levantará el día del juicio contra esta gente
y la condenará, porque ella vino de los últimos rincones de la
tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay
alguien más grande que Salomón". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús asume una actitud pretenciosa y firme. Su presencia supera ampliamente a las grandes figuras proféticas del pasado. Sus signos son elocuentes para quien quiera acogerlos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones de tu Iglesia y concédenos que, por medio de nuestro trabajo, simbolizado en este pan y este vino que te presentamos, cooperemos a la obra redentora de Cristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Col 3, 17)
Todo lo que hagan de palabra o de obra, háganlo en el nombre de Jesús, el Señor, dando gracias por su medio a Dios Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, que nos has alimentado con el pan eterno, concédenos también, Señor, lo necesario para la vida temporal. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Mt 4, 18. 21)
Caminando Jesús por la ribera del mar de Galilea, vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que estaban remendando sus redes, y los llamó.
Se dice Gloría.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que Santiago fuera el primero de entre los apóstoles en derramar su sangre por el Evangelio, fortalece a tu Iglesia con el testimonio de su martirio y defiéndela con su valiosa protección. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 4, 7-15
Hermanos: Llevamos este
tesoro en vasijas de barro, para que se vea que esta fuerza tan extraordinaria
proviene de Dios y no de nosotros mismos. Por eso sufrimos toda clase de pruebas,
pero no nos angustiamos. Nos abruman las preocupaciones, pero no nos desesperamos.
Nos vemos perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no vencidos.
Llevamos siempre y por todas partes la muerte de Jesús en nuestro cuerpo,
para que en este mismo cuerpo se manifieste también la vida de Jesús.
Nuestra vida es un continuo estar expuestos a la muerte por causa de Jesús,
para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne
mortal. De modo que la muerte actúa en nosotros, y en ustedes, la vida.
Y como poseemos el mismo espíritu de fe que se expresa en aquel texto
de la Escritura: Creo, por eso hablo, también nosotros creemos y por
eso hablamos, sabiendo que aquel que resucitó a Jesús nos resucitará
también a nosotros con Jesús y nos colocará a su lado con
ustedes. Y todo esto es para bien de ustedes de manera que, al extenderse la
gracia a más y más personas, se multiplique la acción de
gracias para gloria de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Pablo conoce la experiencia
de su pequeñez y su fragilidad. El ministerio apostólico que realiza
lo desborda con creces. Mientras más frágil se siente, más
confía en la fuerza que le viene de Jesús.
Del salmo 125 R/. Entre gritos de júbilo cosecharán aquellos que
siembran con dolor.
Cuando el Señor nos hizo volver del cautiverio, creíamos soñar;
entonces no cesaba de reír nuestra boca, ni se cansaba entonces la lengua
de cantar. R/.
Aun los mismos paganos con asombro decían: "¡Grandes cosas
ha hecho por ellos el Señor!". Y estábamos alegres, pues
ha hecho grandes cosas por su pueblo el Señor. R/.
Como cambian los ríos la suerte del desierto, cambia también ahora
nuestra suerte, Señor, y entre gritos de júbilo cosecharán
aquellos que siembran con dolor. R/.
Al ir, iban llorando, cargando la semilla; al regresar, cantando vendrán
con sus gavillas. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Jn 15,16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto
y su fruto permanezca. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 20, 20-28
En aquel tiempo, se acercó
a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo, junto con ellos, y se postró
para hacerle una petición. Él le preguntó: "¿Qué
deseas?". Ella respondió: "Concédeme que estos dos hijos
míos se sienten, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, en tu Reino".
Pero Jesús replicó: "No saben ustedes lo que piden. ¿Podrán
beber el cáliz que yo he de beber?". Ellos contestaron: "Sí
podemos". Y él les dijo: "Beberán mi cáliz; pero
eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo;
es para quien mi Padre lo tiene reservado".
Al oír aquello, los otros diez discípulos se indignaron contra
los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: "Ya saben
que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. Que
no sea así entre ustedes. El que quiera ser grande entre ustedes, que
sea el que los sirva, y el que quiera ser primero, que sea su esclavo; así
como el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar la
vida por la redención de todos". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
La madre de los zebedeos imagina a Jesús como un patrono que dispensa favores a sus protegidos. Jesús no ofrece rangos ni dignidades, sino una invitación a vivir como servidor de los pequeños.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos y, por intercesión del apóstol Santiago, purifica nuestros corazones para que podamos participar dignamente del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio de los Apóstoles I o II
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Mt 20, 22-23)
Quienes participan del cáliz del Señor se convierten en amigos de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por intercesión del apóstol Santiago, en cuya festividad hemos recibido con alegría tus santos sacramentos, concédenos, Señor, tu protección y ayuda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Benditos sean san Joaquín y santa Ana, porque fueron los padres de la Virgen María; por ella nos ha venido la salvación prometida a todas las naciones.
ORACIÓN COLECTA
Dios de nuestros padres, que concediste a san Joaquín y a santa Ana el privilegio de ser los padres de María, la madre del Salvador, ayúdanos, por su intercesión, a alcanzar la salvación eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Jeremías: 1, 1. 4-10
Palabras de Jeremías,
hijo de Jilquías, uno de los sacerdotes residentes en Anatot, territorio
de Benjamín.
En tiempo de Josías, el Señor me dirigió estas palabras:
"Desde antes de formarte en el seno materno, te conozco; desde antes de
que nacieras, te consagré como profeta para las naciones".
Yo le contesté: "Pero, Señor mío, yo no sé
expresarme, porque apenas soy un muchacho".
El Señor me dijo: "No digas que eres un muchacho, pues irás
a donde yo te envíe y dirás lo que yo te mande. No tengas miedo,
porque yo estoy contigo para protegerte", lo dice el Señor.
El Señor extendió entonces su brazo, con su mano me tocó
la boca y me dijo: "Desde hoy pongo mis palabras en tu boca y te doy autoridad
sobre pueblos y reyes, para que arranques y derribes, para que destruyas y deshagas,
para que edifiques y plantes". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
El profeta Jeremías
dispondrá en adelante de una palabra viva y eficaz, conocerá anticipadamente
el designio salvador o justiciero que Dios reserve para Jerusalén.
Del salmo 70 R/. Señor, tú eres mi esperanza.
Señor, tú eres mi esperanza, que no quede yo jamás defraudado.
Tú que eres justo, ayúdame y defiéndeme; escucha mi oración
y ponme a salvo. R/.
Sé para mí un refugio, ciudad fortificada en que me salves. Y
pues eres mi auxilio y mi defensa, líbrame, Señor, de los malvados.
R/.
Señor, tú eres mi esperanza; desde mi juventud en ti confío.
Desde que estaba en el seno de mi madre, yo me apoyaba en ti y tú me
sostenías. R/.
Yo proclamaré siempre tu justicia y, a todas horas, tu misericordia.
Me enseñaste a alabarte desde niño, y seguir alabándote
es mi orgullo. R/.
ACLAMACIÓN. R/.
Aleluya, aleluya.
La semilla es la palabra de Dios y el sembrador es Cristo; todo aquel que lo
encuentra vivirá para siempre. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 13,1-9
Un día salió
Jesús de la casa donde se hospedaba y se sentó a la orilla del
mar. Se reunió en torno suyo tanta gente, que él se vio obligado
a subir a una barca, donde se sentó, mientras la gente permanecía
en la orilla. Entonces Jesús les habló de muchas cosas en parábolas
y les dijo:
"Una vez salió un sembrador a sembrar, y al ir arrojando la semilla,
unos granos cayeron a lo largo del camino; vinieron los pájaros y se
los comieron. Otros granos cayeron en terreno pedregoso, que tenía poca
tierra; ahí germinaron pronto, porque la tierra no era gruesa; pero cuando
subió el sol, los brotes se marchitaron, y como no tenían raíces,
se secaron. Otros cayeron entre espinos, y cuando los espinos crecieron, sofocaron
las plantitas. Otros granos cayeron en tierra buena y dieron fruto: unos, ciento
por uno; otros sesenta; y otros, treinta. El que tenga oídos, que oiga".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Las parábolas de Jesús tienen una dimensión sorprendente y provocadora. El sembrador desconcierta al cultivar terrenos que todos juzgan inadecuados para tal efecto.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte y concédenos participar por él de la salvación prometida en Cristo a Abraham y a su descendencia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Sal 23, 5)
Dichosos los corazones limpios, porque han recibido la bendición del Señor y han encontrado gracia delante de Dios, su salvador.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre santo, que quisiste que tu Unigénito se hiciera hermano nuestro para convertirnos en hijos tuyos, concede a quienes has alimentado con el Cuerpo y la Sangre de Cristo un verdadero espíritu filial y una sincera caridad fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Aurelio y Natalia de Córdoba, mártires; Celestino I, papa. Beato Tito Brandsma, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 77, 23-25)
Abrió Dios las compuertas del cielo e hizo llover sobre ellos el maná para que comiesen; les dio un trigo celeste, y el hombre comió pan de ángeles.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que llevaste a cabo la obra de la redención humana por el misterio pascual de tu Hijo, concédenos que, al anunciar llenos de fe por medio de los signos sacramentales su muerte y resurrección, recibamos cada vez con mayor abundancia los frutos de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Jeremías: 2,1-3. 7-8.12-13
En aquel tiempo, me habló
el Señor y me dijo: "Ve y grita a los oídos de Jerusalén:
'Esto dice el Señor: Aún recuerdo el cariño de tu juventud
y tu amor de novia para conmigo, cuando me seguías por el desierto, por
una tierra sin cultivo.
Israel estaba consagrado al Señor como primicia de su cosecha. Quien
se atrevía a comer de ella, cometía un delito y la desgracia caía
sobre él.
Yo los traje a ustedes a una tierra de jardines, para que comieran de sus excelentes
frutos. Pero llegaron y profanaron mi tierra, convirtieron mi heredad en algo
abominable.
Los sacerdotes ya no hablan de Dios y los doctores de la ley no me conocen,
los pastores han profetizado en nombre de Baal y adoran a los ídolos.
Espántense, cielos, de ello, horrorícense y pásmense -palabra
del Señor-, porque dos maldades ha cometido mi pueblo: me abandonaron
a mí, manantial de aguas vivas, y se hicieron cisternas agrietadas, que
no retienen el agua'". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los dirigentes de Israel
confundieron a Dios con las realidades idolátricas de los pueblos vecinos.
Abandonaron la fuente viva y construyeron cisternas agrietadas.
Del salmo 35 R/. Tú eres, Señor, la fuente de la vida.
Señor, tu misericordia es tan grande como el cielo, y tu fidelidad, como
desde la tierra hasta las nubes. Más grande que las montañas es
tu justicia y tus sentencias son como el océano inmenso. R/.
Señor, qué inapreciable es tu misericordia. Los seres humanos
se acogen a la sombra de tus alas, se nutren de lo más sabroso de tu
casa y tú les das a beber el torrente de tus delicias. R/.
Porque tú eres, Señor, la fuente de la vida y tu luz nos hace
ver la luz. Prolonga tu misericordia con los que te reconocen y tu justicia
con los rectos de corazón. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Mt 11, 25) R/. Aleluya, aleluya.
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado
los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 13,10-17
En aquel tiempo, se acercaron
a Jesús sus discípulos y le preguntaron: "¿Por qué
les hablas en parábolas?". Él les respondió: "A
ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los cielos; pero
a ellos no. Al que tiene se le dará más y nadará en la
abundancia; pero al que tiene poco, aun eso poco se le quitará. Por eso
les hablo en parábolas, porque viendo no ven y oyendo no oyen ni entienden.
En ellos se cumple aquella profecía de Isaías que dice: Ustedes
oirán una y otra vez y no entenderán; mirarán y volverán
a mirar, pero no verán; porque este pueblo ha endurecido su corazón,
ha cerrado sus ojos y tapado sus oídos, con el fin de no ver con los
ojos ni oír con los oídos, ni comprender con el corazón.
Porque no quieren convertirse ni que yo los salve.
Pero, dichosos ustedes, porque sus ojos ven y sus oídos oyen. Yo les
aseguro que muchos profetas y muchos justos desearon ver lo que ustedes ven
y no lo vieron y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La originalidad del mensaje parabólico sorprende a los reacios y distraídos. Es urgente aguzar el ingenio y acrecentar la disponibilidad interior para comprender las parábolas.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, te pedimos humildemente nos concedas que este sacramento de amor sea siempre para nosotros un signo de unidad y un vínculo de amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51 -52)
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor. El que coma de este pan vivirá eternamente; pues el pan que voy a dar es mi carne, y lo doy para vida del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que la participación en este banquete celestial nos santifique, de modo que, por la recepción del Cuerpo y Sangre de Cristo, se estreche entre nosotros la unión fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Víctor I, papa; Pedro Poveda, fundador, y Sansón de Gales, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Gá 6, 14)
Que nuestra única gloria sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en quien está nuestra salvación, nuestra vida y resurrección y por quien hemos sido redimidos y liberados.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo muriera en la cruz para salvar a todos los hombres, concédenos aceptar por su amor la cruz del sufrimiento aquí en la tierra, para poder gozar en el cielo los frutos de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Jeremías: 3, 14-17
"Vuélvanse
a mí, hijos rebeldes, porque yo soy su dueño, dice el Señor:
Iré tomando conmigo a uno de cada ciudad, a dos de cada familia y los
traeré a Sión; les daré pastores según mi corazón,
que los apacienten con sabiduría y prudencia.
Después, cuando ustedes se hayan multiplicado y hayan prosperado en el
país, palabra del Señor, ya no habrá necesidad de invocar
el arca de la alianza del Señor, pues ya no pensarán en ella,
ni se acordarán de ella, ni la echarán de menos, ni se les ocurrirá
hacer otra.
En aquel tiempo, llamarán a Jerusalén 'el trono del Señor',
acudirán a ella todos los pueblos en el nombre del Señor y ya
no seguirán la maldad de su corazón obstinado". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
¡Vuelvan a Dios de
corazón! Ésta fue una de las invitaciones más frecuentes
que Jeremías dirigió a sus contemporáneos. Por desgracia
no lo escucharon y sobrevino la ruina.
Jeremías 31 R/. El Señor es nuestro pastor.
Escuchen, pueblos, la palabra del Señor y anúncienla aun en las
islas más remotas: "El que dispersó a Israel lo reunirá
y lo cuidará como el pastor a su rebaño". R/.
Porque el Señor redimió a Jacob y lo rescató de las manos
del poderoso. Ellos vendrán para aclamarlo al monte Sión y correrán
hacia los bienes del Señor. R/.
Entonces se alegrarán las jóvenes, danzando; se sentirán
felices jóvenes y viejos, porque yo convertiré su tristeza en
alegría, y los llenaré de gozo y aliviaré sus penas. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Lc 8, 15) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno
y sincero, y perseveran hasta dar fruto. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 13,18-23
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Escuchen ustedes lo que significa la parábola
del sembrador. A todo hombre que oye la palabra del Reino y no la entiende,
le llega el diablo y le arrebata lo sembrado en su corazón. Esto es lo
que significan los granos que cayeron a lo largo del camino.
Lo sembrado sobre terreno pedregoso significa al que oye la palabra y la acepta
inmediatamente con alegría; pero, como es inconstante, no la deja echar
raíces, y apenas le viene una tribulación o una persecución
por causa de la palabra, sucumbe.
Lo sembrado entre los espinos representa a aquel que oye la palabra, pero las
preocupaciones de la vida y la seducción de las riquezas, la sofocan
y queda sin fruto.
En cambio, lo sembrado en tierra buena representa a quienes oyen la palabra,
la entienden y dan fruto; unos, el ciento por uno; otros, el sesenta; y otros,
el treinta". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Las comunidades cristianas ampliaron y reinterpretaron ingeniosamente las parábolas de Jesús. Esta alegoría nos descubre los principales obstáculos para acoger la oferta del Reino.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que este sacrificio que Cristo te ofreció sobre la cruz para borrar los pecados del mundo, nos purifique ahora de todas nuestras culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12, 32)
Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor nuestro Jesucristo, tú que nos has redimido por medio de tu cruz y nos has hecho partícipes de tu Cuerpo y de tu Sangre, concédenos participar también de la gloria de tu resurrección. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Santos: Marta de Betania, laica; Urbano II, papa, y José Zhang de China y compañeros, mártires.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 10, 38)
Cuando Jesús llegó a Betania una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que concediste a santa Marta el privilegio de hospedar y servir en su casa a tu Hijo, Jesucristo, concédenos, por su intercesión, no cerrar nunca nuestras puertas a los que nos necesitan, y ser recibidos por ti en tu casa del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Jeremías: 7,1-11
Ésta es la palabra
del Señor que escuchó Jeremías: "Ponte a la entrada
del templo y proclama allí estas palabras: 'Escucha, Judá, la
palabra del Señor; escúchenla ustedes los que entran por estas
puertas para adorar al Señor.
Esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Corrijan
su conducta y sus intenciones, y viviré con ustedes en este lugar. No
se hagan ilusiones con razones falsas, repitiendo: ¡Éste es el
templo del Señor, éste es el templo del Señor, éste
es el templo del Señor!
Si corrigen su conducta y sus intenciones; si aplican bien la justicia entre
los hombres y no explotan al forastero, al huérfano y a la viuda; si
no derraman sangre inocente en este lugar y no siguen, para mal de ustedes,
a dioses extranjeros, entonces yo habitaré con ustedes en este lugar,
en la tierra que desde hace tanto tiempo y para siempre les di a sus padres.
Ustedes, en cambio, ponen su confianza en palabras engañosas, que no
sirven de nada. Porque roban, matan, cometen adulterios y perjurios, queman
incienso a los ídolos, adoran a dioses extranjeros y desconocidos, y
creen que, con venir después a presentarse ante mí en este templo,
donde se invoca mí nombre, y con decir: Estamos salvados, basta para
poder seguir cometiendo todas esas iniquidades. ¿Creen, acaso, que este
templo, donde se invoca mi nombre es una cueva de ladrones? Tengan cuidado,
porque no estoy ciego, dice el Señor'". Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Los contemporáneos
de Jeremías habían reducido el templo de Jerusalén a una
especie de talismán. Dios no se deja manipular por quienes vacían
los rituales de su significado genuino.
Del salmo 83 R/. Qué agradable, Señor, es tu morada.
Anhelando los atrios del Señor se consume mi alma. Todo mi ser de gozo
se estremece y el Dios vivo es la causa. R/.
Hasta el gorrión encuentra casa y la golondrina un lugar para su nido,
cerca de tus altares, Señor de los ejércitos, Dios mío.
R/.
Dichosos los que viven en tu casa: te alabarán para siempre; dichosos
los que encuentran en ti su fuerza, pues caminarán cada vez con más
vigor. R/.
Pues un día en tus atrios vale más que mil fuera de ellos, y yo
prefiero el umbral de la casa de mi Dios al lujoso palacio del perverso. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 8,
12) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá
la luz de la vida. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 10, 38-42
En aquel tiempo, Jesús
entró en un poblado, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en
su casa. Ella tenía una hermana, llamada María, la cual se sentó
a los pies de Jesús y se puso a escuchar su palabra. Marta, entre tanto,
se afanaba en diversos quehaceres, hasta que, acercándose a Jesús,
le dijo: "Señor, ¿no te has dado cuenta de que mi hermana
me ha dejado sola con todo el quehacer? Dile que me ayude".
El Señor le respondió: "Marta, Marta, muchas cosas te preocupan
y te inquietan, siendo así que una sola es necesaria. María escogió
la mejor parte y nadie se la quitará". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Marta y María decidieron servir a Jesús. Cada una eligió una manera diferente de hacerlo. El Señor Jesús elogió la elección de María, quien se dispuso a escucharlo con atención.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al proclamar las maravillas que realizaste en santa Marta, te pedimos humildemente que, así como te fue grato el homenaje de su amor, también te sean agradables las ofrendas con que te manifestamos nuestra sumisión. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 11, 27)
Marta dijo a Jesús: Sí, Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, que ha venido al mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la recepción del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo nos ayude, Señor, a comprender, por intercesión de santa Marta, que muchas cosas nos preocupan e inquietan, pero una sola es necesaria: amarte y servirte aquí en la tierra. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XVII DOMINGO ORDINARIO
Santos: María de Jesús Sacramentado Venegas, fundadora, y Pedro Crisólogo, doctor de la Iglesia.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 67, 6. 7. 36)
Adoremos a Dios en su santo templo. Él nos hace habitar juntos en su casa. Él es la fuerza y el poder de su pueblo.
ORACIÓN COLECTA
Padre santo y todopoderoso, protector de los que en ti confían, ten misericordia de nosotros y enséñanos a usar con sabiduría de los bienes de la tierra, a fin de que no nos impidan alcanzar los del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de los Reyes: 4, 42-44
En aquellos días,
llegó de Baal-Salisá un hombre que traía para el siervo
de Dios, Elíseo, como primicias, veinte panes de cebada y grano tierno
en espiga.
Entonces Elíseo dijo a su criado: "Dáselos a la gente para
que coman". Pero él le respondió: "¿Cómo
voy a repartir estos panes entre cien hombres?".
Elíseo insistió: "Dáselos a la gente para que coman,
porque esto dice el Señor: 'Comerán todos y sobrará'".
El criado repartió los panes a la gente; todos comieron y todavía
sobró, como había dicho el Señor. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Elíseo no desconfía
de la palabra de Dios. Ordena repartir los escasos panes a un centenar de personas.
Los víveres se multiplican milagrosamente, tal como lo había anunciado
el Señor.
Del salmo 144 R/. Bendeciré al Señor eternamente.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan.
Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas. R/.
A ti, Señor, sus ojos vuelven todos y tú los alimentas a su tiempo.
Abres, Señor, tus manos generosas y cuantos viven quedan satisfechos.
R/.
Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor
todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está
el Señor de quien lo invoca. R/.
Lectura del la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 4,1-6
Hermanos: Yo, Pablo, prisionero
por la causa del Señor, los exhorto a que lleven una vida digna del llamamiento
que han recibido. Sean siempre humildes y amables; sean comprensivos y sopórtense
mutuamente con amor; esfuércense en mantenerse unidos en el espíritu
con el vínculo de la paz.
Porque no hay más que un solo cuerpo y un solo Espíritu, como
también una sola es la esperanza del llamamiento que ustedes han recibido.
Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de
todos, que reina sobre todos, actúa a través de todos y vive en
todos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Quienes acogernos la Buena
Nueva de Cristo resucitado participamos de una profunda comunión con
el Padre. La comunión cristiana siempre es creciente y expansiva.
ACLAMACIÓN (Lc 7,16) R/. Aleluya, aleluya.
Un gran profeta ha surgido entre nosotros, Dios ha visitado a su pueblo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 6, 1-15
En
aquel tiempo, Jesús se fue a la otra orilla del mar de Galilea o lago
de Tiberiades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto las
señales milagrosas que hacía curando a los enfermos. Jesús
subió al monte y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, festividad de los judíos. Viendo Jesús
que mucha gente lo seguía, le dijo a Felipe: "¿Cómo
compraremos pan para que coman éstos?". Le hizo esta pregunta para
ponerlo a prueba, pues él bien sabía lo que iba a hacer. Felipe
le respondió: "Ni doscientos denarios de pan bastarían para
que a cada uno le tocara un pedazo de pan". Otro de sus discípulos,
Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: "Aquí
hay un muchacho que trae cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué
es eso para tanta gente?". Jesús le respondió: "Díganle
a la gente que se siente". En aquel lugar había mucha hierba. Todos,
pues, se sentaron ahí; y tan sólo los hombres eran unos cinco
mil.
Enseguida tomó Jesús los panes, y después de dar gracias
a Dios, se los fue repartiendo a los que se habían sentado a comer. Igualmente
les fue dando de los pescados todo lo que quisieron. Después de que todos
se saciaron, dijo a sus discípulos: "Recojan los pedazos sobrantes,
para que no se desperdicien". Los recogieron y con los pedazos que sobraron
de los cinco panes llenaron doce canastos.
Entonces la gente, al ver la señal milagrosa que Jesús había
hecho, decía: "Éste es, en verdad, el profeta que habría
de venir al mundo". Pero Jesús, sabiendo que iban a llevárselo
para proclamarlo rey, se retiró de nuevo a la montaña, él
solo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús alimenta a las multitudes hambrientas, las cuales se entusiasman y se precipitan a coronarlo como un mesías popular. Jesús se resiste y rechaza la seducción del poder.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estos dones que tu generosidad ha puesto en nuestras manos y concédenos que este sacrificio santifique toda nuestra vida y nos conduzca a la felicitad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio dominical
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 102, 2)
Bendice, alma mía, al Señor y no olvides sus muchos beneficios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que esta Eucaristía, memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, nos ayude a corresponder al don inefable de tu amor y a procurar cada día nuestra salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-La vida concreta de las personas y la esperanza genuina de los pueblos nunca pueden desconectarse de sus vivencias religiosas. Los israelitas siempre supieron reconocer la presencia de Dios en su historia. Los liderazgos religiosos eran celebrados con gratitud. A pesar de que tuvieron malos gobernantes, nunca enterraron su esperanza; al contrario, reforzaron su confianza en un futuro mesías que colmaría su anhelo de paz y justicia. Los cristianos vivimos ahora en otro contexto, seguimos confesando a Jesús como el mesías. Él es el único mesías. Las figuras mesiánicas que surgen aquí y allá alientan la dependencia y las actitudes irresponsables. El futuro será construido con esfuerzo y trabajo de cada uno de nosotros. No existen soluciones basadas en la grandeza de un solo individuo
Santos: Ignacio de Loyola, fundador, y Justino de Jacobis, obispo. Beato Juan Colombino, fundador.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Flp 2, 10-11)
Que al nombre de Jesús toda rodilla se doble, en los cielos, en la tierra, en los abismos, y que toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, tú que encendiste en san Ignacio de Loyola un apasionado amor por tu Hijo y por tu Iglesia, concédenos por su intercesión un celo infatigable por la salvación de las almas y una fidelidad inquebrantable al Vicario de Cristo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Jeremías: 13, 1-11
El Señor me dijo:
"Ve a comprar un cinturón de lino y póntelo en la cintura,
pero no lo metas en el agua". Compré el cinturón y me lo
puse en la cintura, según la orden del Señor.
Entonces el Señor me habló por segunda vez y me dijo: "Toma
el cinturón que compraste y que llevas puesto en la cintura, levántate
y vete al río Eufrates y escóndelo ahí, en el agujero de
una roca". Fui y lo escondí en el Eufrates, como me había
ordenado el Señor.
Al cabo de mucho tiempo, me dijo el Señor: "Levántate, vete
al Eufrates y recoge el cinturón que te mandé que escondieras
ahí". Fui al Eufrates, escarbé y recogí el cinturón
del sitio donde lo había escondido; pero el cinturón se había
podrido: no servía para nada.
Entonces el Señor me habló y me dijo: "Esto dice el Señor:
'Del mismo modo haré yo que se pudra la gran soberbia de Judá
y de Jerusalén. Ese pueblo malvado se ha negado a obedecerme, se porta
obstinadamente, ha seguido a otros dioses para servirlos y adorarlos, y será
como este cinturón, que ya no sirve para nada. Porque así como
el cinturón va adherido al cuerpo, así quise llevar unidas a mí
a la casa de Israel y a la casa de Judá, para que fueran mi pueblo, mi
fama, mi gloria y mi honor; pero ellos no me escucharon'". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
El pueblo de Israel se
había convertido en un aliado inservible de Dios. Por eso Jeremías
lo compara con un cinturón gastado e inservible que ya no se ostenta,
sino se esconde.
Deuteronomio 32 R/. Abandonaron a Dios, que les dio la vida.
Abandonaron a Dios, que los creó, y olvidaron al Señor, que les
dio la vida. Lo vio el Señor, y encolerizado, rechazó a sus hijos
y a sus hijas. R/.
El Señor pensó: "Me les voy a esconder y voy a ver en qué
acaban, porque son una generación depravada, unos hijos infieles. R/.
Ellos me han dado celos con un dios que no es Dios y me han encolerizado con
sus ídolos; yo también les voy a dar celos con un pueblo que no
es pueblo y los voy a encolerizar con una nación insensata". R/.
ACLAMACIÓN (St 1,18)
R/. Aleluya, aleluya.
Por su propia voluntad el Padre nos engendró por medio del Evangelio,
para que fuéramos, en cierto modo, primicias de sus creaturas. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 13, 31-35
En
aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la muchedumbre:
"El Reino de los cielos es semejante a la semilla de mostaza que un hombre
siembra en su huerto. Ciertamente es la más pequeña de todas las
semillas, pero cuando crece, llega a ser más grande que las hortalizas
y se convierte en un arbusto, de manera que los pájaros vienen y hacen
su nido en las ramas".
Les dijo también otra parábola: "El Reino de los cielos se
parece a un poco de levadura que tomó una mujer y la mezcló con
tres medidas de harina, y toda la masa acabó por fermentar".
Jesús decía a la muchedumbre todas estas cosas con parábolas,
y sin parábolas nada les decía, para que se cumpliera lo que dijo
el profeta: Abriré mi boca y les hablaré con parábolas;
anunciaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Estas parábolas contrastan los inicios modestos del reinado de Dios. Jesús responde así a quienes ninguneaban la modesta discreción de su misión en las aldeas de Galilea.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos y, por intercesión de san Ignacio de Loyola, concédenos que este sacrificio, fuente de toda santidad, nos santifique también a nosotros. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 12, 49)
He venido a traer fuego a la tierra, y cuánto desearía que ya estuviese ardiendo, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta Eucaristía, que te hemos ofrecido en la festividad de san Ignacio de Loyola, nos dé tu gracia, Señor, para buscar en todo tu mayor gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.