MISAL FEBRERO DEL 2010 / www.laverdadcatolica.org
Intenciones del Santo Padre para el mes de Febrero 2010 |
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GENERAL | |
Por todos los científicos y los intelectuales, para que a través de la búsqueda sincera de la verdad, puedan llegar al conocimiento del único y verdadero Dios. |
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MISIONAL | |
Para que la Iglesia, consciente de su identidad misionera, se esfuerce en seguir fielmente a Cristo y proclamar su Evangelio a todos los pueblos. |
ANTÍFONA DE ENTRADA (Rm 5, 5)
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por su Espíritu, que habita en nosotros.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo, concédenos que, guiados por este mismo Espíritu, saboreemos el bien y gocemos siempre de sus consuelos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de Samuel: 15, 13-14. 30; 16, 5-13
En aquellos días,
llegó un hombre a avisar a David: "Todos los israelitas se han puesto
de parte de Absalón". Entonces David les dijo a sus servidores que
estaban con él en Jerusalén: "Huyamos pronto, porque si llega
Absalón no nos dejará escapar. Salgamos a toda prisa, pues si
se nos adelanta y nos alcanza, nos matará y pasará a cuchillo
a todos los habitantes de la ciudad".
Al subir por el monte de los Olivos, David iba llorando, con la cabeza cubierta
y los pies descalzos. Todos sus acompañantes iban también con
la cabeza cubierta y llorando.
Cuando llegaron a Bajurim, un hombre de la familia de Saúl, llamado Semeí,
hijo de Guerá, les salió al encuentro y se puso a seguirlos. Los
iba maldiciendo y arrojaba piedras a David y a todos sus hombres. El pueblo
y los soldados se agruparon en torno a David. Semei le gritaba: "Fuera
de aquí, asesino malvado. El Señor te está castigando por
toda la sangre de la casa de Seúl, cuyo trono has usurpado. El Señor
ha entregado el trono a tu hijo Absalón y tú has caído
en desgracia, porque eres un asesino".
Abisay, hijo de Sarvia, le dijo entonces a David: "¿Por qué
se ha de poner a maldecir a mi señor ese perro muerto? Déjame
ir a donde está y le corto la cabeza". Pero el rey le contestó:
"¿Qué le vamos a hacer? Déjalo; pues si el Señor
le ha mandado que me maldiga, ¿quién se atreverá a pedirle
cuentas?".
Enseguida, David dijo a Abisay y a todos sus servidores: "Si mi propio
hijo quiere matarme, ¿con cuánta mayor razón este hombre
de la familia de Saúl? Déjenlo que me maldiga, pues se lo ha ordenado
el Señor. Tal vez el Señor se apiade de mi aflicción y
las maldiciones de hoy me las convierta en bendiciones". Y David y sus
hombres prosiguieron su camino. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
David enfrenta ataques de propios y extraños. Los dolientes de Salí' y su hijo Absalón lo persiguen. El rey entiende que tal adversidad podrá reportarle mayores bendiciones.
Del salmo 3 R/.
Levántate, Señor, y sálvame, Dios mío.
Mira, Señor, cuántos contrarios tengo, y cuántos
contra mi se han levantado; cuántos dicen de mí: "Ni Dios
podrá salvarlo". R/.
Mas tú, Señor, eres mi escudo, mi gloria y mi victoria; desde
tu monte santo me respondes cuando mi voz te invoca. R/.
En paz me acuesto, duermo y me despierto, porque el Señor es mi defensa.
No temeré a la enorme muchedumbre que me cerca y me acecha. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 7, 1 6) R/.Aleluya, aleluya.
Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 5, 1-20
En aquel tiempo, después
de atravesar el lago de Genesaret, Jesús y sus discípulos llegaron
a la otra orilla, a la región de los gerasenos. Apenas desembarcó
Jesús, vino corriendo desde el cementerio un hombre poseído por
un espíritu inmundo, que vivía en los sepulcros Ya ni con cadenas
podían sujetarlo; a veces habían intentado sujetarlo con argollas
y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba las argollas;
nadie tenía fuerzas para dominarlo. Se pasaba días y noches en
los sepulcros o en el monte, gritando y golpeándose con piedras.
Cuando aquel hombre vio de lejos a Jesús, se echó a correr, vino
a postrarse ante Él y gritó a voz en cuello: "¿Qué
quieres tú conmigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Te ruego
por Dios que no me atormentes".
Dijo esto porque Jesús le había mandado al espíritu inmundo
que saliera de aquel hombre. Entonces le preguntó Jesús: "¿Cómo
te llamas?". Le respondió: "Me llamo Legión, porque
somos muchos". Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella
comarca.
Había allí una gran piara de cerdos, que andaban comiendo en la
falda del monte. Los espíritus le rogaban a Jesús: "Déjanos
salir de aquí para meternos en esos cerdos". Y El se lo permitió.
Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos;
y todos los cerdos, unos dos mil, se precipitaron por el acantilado hacia el
lago y se ahogaron.
Los que cuidaban los cerdos salieron huyendo y contaron lo sucedido, en el pueblo
y en el campo. La gente fue a ver lo que había pasado. Se acercaron a
Jesús y vieron al antes endemoniado, ahora en su sano juicio, sentado
y vestido. Entonces tuvieron miedo. Y los que habían visto todo, les
contaron lo que le había ocurrido al endemoniado y lo de los cerdos.
Ellos comenzaron a rogarle a Jesús que se marchara de su comarca.
Mientras Jesús se embarcaba, el endemoniado le suplicaba que lo admitiera
en su compañía, pero él no se lo permitió y le dijo:
"Vete a tu casa a vivir con tu familia y cuéntales lo misericordioso
que ha sido el Señor contigo". Y aquel hombre se alejó de
ahí y se puso a proclamar por la región de Decápolis lo
que Jesús había hecho por él. Y todos los que lo oían
se admiraban. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Jesús no se amedrenta ante la violenta temeridad del geraseno. Tampoco le atemoriza su asimilación con las legiones romanas. Resiste con firmeza y lo ayuda a liberarse de la extraña fuerza que lo poseía.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, nuestras ofrendas y con la luz del Espíritu Santo purifica nuestros corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 67, 29)
Despliega, Señor, tu poder; el poder que por nosotros desplegaste desde tu templo, en lo alto de Jerusalén.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que tu Espíritu Santo, Señor, descienda sobre nosotros, purifique nuestros corazones y los fecunde, penetrándolos con su divino rocío. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La Presentación del Señor
Nuestra Señora de San Juan de los Lagos.
Santos: Beato Simón Fidati de Casia, presbítero. Fiesta (Blanco)
LA
PRESENTACIÓN DEL SEÑOR
BENDICIÓN DE LAS VELAS Y PROCESIÓN
Primera
forma: Procesión
1. A una hora conveniente, se reúnen los fieles en algún
lugar adecuado, fuera del templo donde va a efectuarse la procesión.
Los fieles sostienen en sus manos las velas apagadas.
2. El sacerdote, revestido de blanco, como para la misa, se
acerca, junto con los ministros, al lugar donde el pueblo está congregado.
En lugar de la casulla, puede usar la capa pluvial durante la bendición
de las velas y la procesión.
3. Mientras encienden las velas, se canta la antífona
siguiente u otro cántico apropiado.
Nuestro Señor vendrá con gran poder, e iluminará los ojos
de sus siervos, aleluya.
4. El sacerdote, después de saludar a los fieles en
la forma acostumbrada, les explica brevemente el significado del rito y los
exhorta a participar en él, activa y conscientemente. Lo puede hacer
con estas palabras u otras parecidas:
Hermanos, hace cuarenta días celebramos con júbilo el nacimiento
del Señor. Hoy también la Iglesia está de fiesta al celebrar
el día en que Jesús fue presentado en el templo por María
y José.
El Señor quiso sujetarse a este rito para cumplir con las exigencias
de la ley, pero, sobre todo, para manifestarse al pueblo que lo esperaba.
Impulsados por el Espíritu Santo, fueron al templo aquellos dos ancianos,
Simeón y Ana, e iluminados por el mismo Espíritu, reconocieron
al Señor y lo anunciaron a todos con entusiasmo.
También nosotros, que formamos el pueblo de Dios por la gracia del Espíritu
Santo, vayamos al encuentro de Cristo en la casa de Dios.
Hallaremos al Señor en la Eucaristía mientras esperamos su venida
gloriosa.
5. Después de la exhortación, el sacerdote bendice
las velas, diciendo con las manos juntas:
Oremos:
Dios nuestro, fuente y principio de toda luz, que concediste al justo Simeón
contemplar a Cristo, luz
destinada a iluminar a todas las naciones, bendice estas velas con las que tus
fieles van a ir a tu encuentro en medio de himnos de alabanza, y escucha su
oración a fin de que por el camino del bien puedan llegar a la luz inextinguible.
Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.
Y rocía las velas con agua bendita, sin decir nada.
6. El sacerdote toma entonces la vela destinada a él
e inicia la procesión, diciendo:
Vayamos ahora alegres al encuentro del Señor.
7. Durante la procesión se canta la antífona
siguiente, o algún canto apropiado.
R/. Cristo es la luz enviada para iluminar a las naciones y para gloria de Israel.
Ahora, Señor, ya puede morir en paz tu siervo, según tu promesa.
R/.
Porque mis ojos han visto a tu salvador. R/.
Al Salvador a quien has puesto a la vista de todos los pueblos. R/.
8. Al entrar la procesión en el templo, se canta la
Antífona de entrada de la misa. Al llegar al altar, el sacerdote hace
la debida reverencia y, si se cree conveniente, lo inciensa. Luego se dirige
a la sede, en donde se quita la capa pluvial (si la usó en la procesión)
y se pone la casulla. Ahí mismo, después de que se ha cantado
el Gloria, dice la Oración Colecta como de ordinario. Prosigue luego
la misa de la manera acostumbrada.
Segunda forma: Entrada solemne
9. Los fieles se reúnen en el templo, teniendo las velas
en sus manos. El sacerdote, revestido de ornamentos blancos, va en compañía
de los ministros y de una representación de los fieles a un sitio adecuado,
ya sea ante la puerta del templo o en el interior del mismo, en donde, por lo
menos una gran parte de los fieles, puedan participar cómodamente de
la ceremonia.
10. Al llegar el sacerdote al sitio escogido para la bendición
de las velas, se encienden éstas, y se canta la antífona 'Nuestro
Señor vendrá con gran poder' (cfr. n. 3, p. 443 MR), u otro cántico
apropiado.
11. En seguida el sacerdote, después del saludo al pueblo
y de la breve exhortación, bendice las velas, como se indica en los nn.
4-5; se efectúa luego la procesión con los cánticos, como
en los nn. 6-7. Para la misa se observa lo indicado en el n. 8.
LA MISA
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 47, 10-11)
Recordaremos,
Señor, los dones de tu amor en medio de tu templo. Que todos los hombres
de la tierra te conozcan y te alaben, porque es infinita tu misericordia.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, mira a tus fieles reunidos hoy para celebrar la presentación en el templo de tu Hijo Jesucristo, y concédenos que podamos presentarnos ante ti plenamente renovados en el espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta a los hebreos: 2, 14-18
Hermanos: Todos
los hijos de una familia tienen la misma sangre; por eso, Jesús quiso
ser de nuestra misma sangre, para destruir con su muerte al diablo, que mediante
la muerte, dominaba a los hombres, y para liberar a aquellos que, por temor
a la muerte, vivían como esclavos toda su vida.
Pues como bien saben, Jesús no vino a ayudar a los ángeles, sino
a los descendientes de Abraham; por eso tuvo que hacerse semejante a sus hermanos
en todo, a fin de llegar a ser sumo sacerdote, misericordioso con ellos y fiel
en las relaciones que median entre Dios y los hombres, y expiar así los
pecados del pueblo. Como Él mismo fue probado por medio del sufrimiento,
puede ahora ayudar a los que están sometidos a la prueba. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Jesús, el Verbo de Dios, se encarna para asemejarse en todo a nosotros. Conoce el dolor y el sufrimiento propios de los mortales para solidarizarse desde abajo con cuantos sufren y se duelen.
Del salmo
23 R/. El Señor es el rey de la gloria.
¡Puertas, ábranse de par en par; agrándense, portones
eternos, porque va a entrar el rey de la gloria! R/.
Y ¿quién es el rey de la gloria? Es el Señor, fuerte y
poderoso, el Señor, poderoso en la batalla. R/.
¡Puertas, ábranse de par en par; agrándense, portones eternos,
porque va a entrar el rey de la gloria! R/.
Y ¿quién es el rey de la gloria? El Señor, Dios de los
ejércitos, es el rey de la gloria. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 2, 32) R/. Aleluya, aleluya.
Tú eres, Señor, la luz que alumbra a las naciones y la
gloria de tu pueblo, Israel. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 2, 22-40
Transcurrido el
tiempo de la purificación de Maria, según la ley de Moisés,
ella y José llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo
al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley: Todo primogénito
varón será consagrado al Señor, y también para ofrecer,
como dice la ley, un par de tórtolas o dos pichones.
Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón
justo y temeroso de Dios, que aguardaba el consuelo de Israel; en él
moraba el Espíritu Santo, el cual le había revelado que no moriría
sin haber visto antes al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu,
fue al templo, y cuando José y María entraban con el niño
Jesús para cumplir con lo prescrito por la ley, Simeón lo tomó
en brazos y bendijo a Dios, diciendo:
"Señor, ya puedes dejar morir en paz a tu siervo, según lo
que me habías prometido, porque mis ojos han visto a tu Salvador, al
que has preparado para bien de todos los pueblos; luz que alumbra a las naciones
y gloria de tu pueblo, Israel".
El padre y la madre del niño estaban admirados de semejantes palabras.
Simeón los bendijo, y a María, la madre de Jesús, le anunció:
"Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en
Israel, como signo que provocará contradicción, para que queden
al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te
atravesará el alma".
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu
de Aser. Era una mujer muy anciana. De joven, había vivido siete años
casada y tenía ya ochenta y cuatro años de edad. No se apartaba
del templo ni de día ni de noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones.
Ana se acercó en aquel momento, dando gracias a Dios y hablando del niño
a todos los que aguardaban la liberación de Israel.
Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se
volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret El niño iba creciendo y fortaleciéndose,
se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios estaba con Él. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús es identificado por Simeón como salvador y luz que alumbrará a pueblos y naciones. La luminosa existencia de Jesús es apreciada y acogida por personas bien dispuestas que reconocen su fragilidad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sea agradable, Señor, el sacrificio de tu Hijo único, el Cordero sin mancha que tú quieres que la Iglesia te ofrezca por la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo
y necesario es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo
lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, porque al ser
presentado hoy en el templo tu eterno Hijo, fue proclamado por el Espíritu
Santo gloria de Israel y luz de las naciones.
Por eso, nosotros, al venir hoy llenos de júbilo al encuentro del Salvador,
te alabamos con los ángeles, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 2, 30-31)
Mis ojos han visto a tu Salvador; a quien has puesto ante la vista de todos los pueblos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que colmaste las esperanzas del anciano Simeón de no morir antes de ver al Mesías, completa en nosotros la obra de tu gracia por medio de esta comunión, para que sepamos buscar siempre a Cristo en esta vida y podamos llegar a contemplarlo en la eternidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 12, 42)
Éste es el siervo prudente y fiel, a quien el Señor puso al frente de su familia.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en tu inefable providencia elegiste a san José por esposo de la santísima Madre de tu Hijo, concédenos tener como intercesor en el cielo a quien veneramos como protector en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de Samuel: 24, 2. 9-17
En aquellos días,
el rey David dio a Joab y a los jefes del ejército que estaban con él,
esta orden: "Recorran todas las tribus de Israel, desde la ciudad de Dan
hasta la de Bersebá, para hacer el censo de la población, a fin
de que pueda yo saber cuánta gente tengo".
Joab entregó al rey los resultados del censo: en Israel había
ochocientos mil hombres aptos para la guerra, y en Judá quinientos mil.
Pero a David le remordió la conciencia por haber mandado hacer el censo
y dijo al Señor: “He pecado gravemente; pero tú. Señor,
perdona la culpa de tu siervo, porque he cometido una gran locura".
Aquella misma noche el Señor le habló al profeta Gad, consejero
de David, y le dijo: "Ve a ver a David y dile que yo, el Señor,
le mando decir esto: "Te propongo tres castigos Escoge uno y yo lo realizaré'".
Por la mañana, Gad se presentó ante David y le preguntó:
"¿Qué castigo prefieres; tres años de hambre en tu
territorio; tres meses de huir, perseguido por tus enemigos; o tres días
de peste en tus dominios? Piénsalo y dímelo, para que pueda yo
contestarle al Señor, que me ha enviado".
David le respondió: "Estoy en un gran apuro. Pero prefiero caer
en manos de Dios, que es el Señor de la misericordia, que en manos de
los hombres". Y escogió la peste.
Era la época de la cosecha del trigo, cuando el Señor envió
la peste sobre Israel, desde aquella misma mañana hasta el tiempo señalado.
Desde Dan hasta Bersebá murieron setenta mil hombres. Pero, cuando el
ángel del Señor había extendido ya su mano hacia Jerusalén,
para desatar ahí la peste, el Señor tuvo compasión y le
dijo: "¡Basta ya! Retira tu mano". En ese momento, el ángel
se hallaba cerca de Jerusalén, en los campos de Arauná, el yebuseo.
Entonces el rey David, angustiado por el exterminio, oró así:
"Soy yo, Señor, el que ha pecado; soy yo, el pastor, quien ha obrado
mal. ¿Qué culpa tienen ellos, que son las ovejas? Castígame,
pues, a mí y a los míos". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
David se vanagloria de su poderío militar. Su soberbia y autosuficiencia le pervierten el corazón. El profeta Gad lo interpela y lo anima a reconocer su extravío. El rey acepta la sentencia reprobatoria.
Del salmo
31 R/. Perdona, Señor, nuestros pecados.
Dichoso aquel que ha sido absuelto de su culpa y su pecado. Dichoso aquel en
el que Dios no encuentra ni delito ni engaño. R/.
Ante el Señor reconocí mi culpa, no oculté mi pecado. Te
confesé, Señor, mi gran delito y tú me has perdonado. R/.
Por eso, en el momento de la angustia, que todo fiel te invoque, y no lo alcanzarán
las grandes aguas, aunque éstas se desborden. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 10, 27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y
ellas me siguen. R/.
Lectura
(Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 6, 1-6
En aquel tiempo, Jesús fue a su tierra en compañía
de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, se puso a enseñar
en la sinagoga, y la multitud que lo escuchaba se preguntaba con asombro: "¿Dónde
aprendió este hombre tantas cosas? ¿De dónde le viene esa
sabiduría y ese poder para hacer milagros? ¿Qué no es éste
el carpintero, el hijo de María, el hermano de Santiago, José,
Judas y Simón? ¿No viven aquí, entre nosotros, sus hermanas?".
Y estaban desconcertados.
Pero Jesús les dijo: "Todos honran a un profeta, menos los de su
tierra, sus parientes y los de su casa". Y no pudo hacer allí ningún
milagro, sólo curó a algunos enfermos imponiéndoles las
manos. Y estaba extrañado de la incredulidad de aquella gente. Luego
se fue a enseñar en los pueblos vecinos. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Cuando Jesús retorna a Nazaret, se desata la envidia pueblerina. Sus vecinos y parientes se incomodan al saber que alguien, de origen humilde, realiza señales y congrega a numerosos discípulos.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Por intercesión de san José, a quien confiaste la misión
de cuidar de tu Unigénito como padre, te pedimos, Señor, que nos
concedas poder ofrecerte dignamente este sacrificio de alabanza. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 21)
Muy bien, siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados con este sacramento que da vida, te rogamos, Señor, que nos concedas vivir para ti en justicia y santidad, a ejemplo y por intercesión de san José, el varón justo y obediente que contribuyó con sus servicios a la realización de tus grandes misterios. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Como las vírgenes prudentes, santa Águeda conserva su lámpara encendida para salir al encuentro de Cristo.
ORACIÓN COLECTA
Que tu santa virgen y mártir Águeda, tan agradable siempre a tu corazón por la consagración de su virginidad y su valor en el martirio, nos obtenga, Señor, tu fortaleza, para superar nuestro egoísmo y nuestra cobardía. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de los Reyes: 2, 1-4. 10-12
En aquel tiempo,
sintiendo que se acercaba el día de su muerte, David le hizo estas recomendaciones
a su hijo Salomón: "Yo ya me voy por el camino de todos los mortales.
Ten valor y sé todo un hombre. Cumple los mandamientos del Señor,
tu Dios; camina por sus sendas y observa sus preceptos, órdenes, decretos
e instrucciones, tal como están escritos en la ley de Moisés.
Si haces esto, tendrás éxito en todas tus empresas y el Señor
cumplirá la promesa que me hizo al decirme: 'Si tus hijos me son fieles
a mí, el Señor, y cumplen sinceramente mi voluntad con todo su
corazón y con toda su alma, no te faltará un descendiente en el
trono de Israel'".
Cuando el rey David murió, lo sepultaron en la llamada ciudad de David.
Reinó sobre Israel durante cuarenta años: siete en Hebrón,
y treinta y tres en Jerusalén. Su hijo Salomón lo sucedió
en el trono y su reino se consolidó. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
David entrega las últimas recomendaciones a su hijo Salomón. Mensaje ambiguo, el rey invita a obedecer a Dios y, por otra parte (vv. 5-9), ordena eliminar a los enemigos de la casa reinante.
1 Crónicas
29 R/. Bendito seas, Señor, Dios nuestro.
Bendito seas, Señor, Dios de nuestro padre Jacob, desde siempre
y para siempre. R/.
Tuya es la grandeza y el poder, el honor, la majestad y la gloria, pues tuyo
es cuanto hay en el cielo y en la tierra. R/.
Tuyo, Señor, es el reino, tú estás por encima de todos
los reyes. De ti provienen las riquezas y la gloria. R/.
Tú lo gobiernas todo, en tu mano están la fuerza y el poder, y
de tu mano proceden la gloria y la fortaleza. R/.
ACLAMACIÓN
(Mc 1, 15) R/. Aleluya, aleluya.
El Reino de Dios está cerca, dice el Señor. Conviértanse
y crean en el Evangelio. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 6, 7-13
En aquel tiempo,
llamó Jesús a los Doce, los envió de dos en dos y les dio
poder sobre los espíritus inmundos. Les mandó que no llevaran
nada para el camino: ni pan, ni mochila, ni dinero en el cinto, sino únicamente
un bastón, sandalias y una sola túnica.
Y les dijo: "Cuando entren en una casa quédense en ella hasta que
se vayan de ese lugar. Si en alguna parte no los reciben ni los escuchan, al
abandonar ese lugar, sacúdanse el polvo de los pies, como una advertencia
para ellos".
Los discípulos se fueron a predicar el arrepentimiento. Expulsaban a
los demonios, ungían con aceite a los enfermos y los curaban. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La misión en Galilea ha comenzado. Los primeros seguidores de Jesús invitan a hombres y mujeres a iniciar un camino de conversión y sanidad. Los signos del reino despuntan con fuerza.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Que los dones que vamos a ofrecerte en honor de tu santa virgen Águeda
te sean, Señor, tan agradables, como agradable fue a tus ojos su martirio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 6)
Ya viene el esposo; salgamos al encuentro de Cristo, el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que glorificaste a santa Águeda con la doble corona de la virginidad y del martirio, concédenos que esta comunión nos ayude a superar todas las pruebas y podamos así alcanzar el Reino eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Felipe de Jesús protomártir mexicano; Albuino de Bressanone, obispo, y los Mártires del Ponto.
En la República Mexicana: Fiesta en la Arquidiócesis de México: Solemnidad (Rojo)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Flp 2, 10-11)
Que al nombre de Jesús, todo ser viviente, en el cielo, en la tierra, en el abismo, caiga de rodillas y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que te dignaste aceptar la sangre de san Felipe de Jesús como una primicia de la fe de nuestro pueblo, concédenos, por su intercesión, madurar en esa misma fe, para que demos testimonio de ella no sólo con las palabras, sino, sobre todo, con los actos de nuestra vida diaria. Por nuestro Señor Jesucristo...
Fuera de la Arquidiócesis de México solamente se dice una de las dos lecturas antes del Evangelio, con el salmo responsorial.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de la Sabiduría: 3, 1-9
Las almas de los
justos están en las manos de Dios y no les alcanzará ningún
tormento. Los insensatos pensaban que los justos habían muerto, que su
salida de este mundo era una desgracia y su salida de entre nosotros, una completa
destrucción. Pero los justos están en paz.
La gente pensaba que sus sufrimientos eran un castigo, pero ellos esperaban
confiadamente la inmortalidad. Después de breves sufrimientos recibirán
una abundante recompensa, pues Dios los puso a prueba y los halló dignos
de sí. Los probó como oro en el crisol y los aceptó como
un holocausto agradable.
En el día del juicio brillarán los justos como chispas que se
propagan en un cañaveral. Juzgarán a las naciones y dominarán
a los pueblos, y el Señor reinará eternamente sobre ellos.
Los que confían en el Señor comprenderán la verdad y los
que son fieles a su amor permanecerán a su lado, porque Dios ama a sus
elegidos y cuida de ellos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El justo no es un ingenuo. Al contrario, es un creyente sensato que sabe discernir las consecuencias radicales que exige la fidelidad a Dios. Afronta las pruebas con la confianza de saber que Dios jamás lo abandonará.
Del salmo
123 R/. Nuestra ayuda es invocar al Señor.
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte cuando los hombres nos
asaltaron, nos habría devorado vivos el fuego de su cólera. R/.
Las aguas nos hubieran sepultado, un torrente nos hubiera llegado al cuello,
un torrente de aguas encrespadas. Bendito sea el Señor, porque no permitió
que nos despedazaran con sus dientes. R/.
Nuestra vida se escapó como un pájaro de la trampa de los cazadores.
La trampa se rompió y nosotros escapamos. Nuestra ayuda nos viene del
Señor, que hizo el cielo y la tierra. R/.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 4, 7-15
Hermanos: Llevamos
este tesoro en vasijas de barro, para que se vea que esta fuerza tan extraordinaria
proviene de Dios y no de nosotros mismos. Por eso sufrimos toda clase de pruebas,
pero no nos angustiamos. Nos abruman las preocupaciones, pero no nos desesperamos.
Nos vemos perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no vencidos.
Llevamos siempre y por todas partes la muerte de Jesús en nuestro cuerpo,
para que en este mismo cuerpo se manifieste también la vida de Jesús.
Nuestra vida es un continuo estar expuestos a la muerte por causa de Jesús,
para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne
mortal. De modo que la muerte actúa en nosotros, y en ustedes, la vida.
Y como poseemos el mismo espíritu de fe que se expresa en aquel texto
de la Escritura: Creo, por eso hablo, también nosotros creemos y por
eso hablamos, sabiendo que aquel que resucitó a Jesús nos resucitará
también a nosotros con Jesús y nos colocará a su lado con
ustedes. Y todo esto es para bien de ustedes, de manera que, al extenderse la
gracia a más y más personas, se multiplique la acción de
gracias para gloria de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los seguidores de Jesús no tenemos madera de héroes, ni somos superdotados. Nuestra fragilidad sigue presente. La gracia nos fortalece y anima a levantarnos para seguir a Jesús.
ACLAMACIÓN
(Mt 5, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos
es el Reino de los cielos, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 9, 23-26
En aquel tiempo,
Jesús le dijo a la multitud: “Si alguno quiere acompañarme,
que no se busque a sí mismo, que tome su cruz de cada día y me
siga. Pues el que quiera conservar para sí mismo su vida, la perderá;
pero el que la pierda por mi causa, ése la encontrará. En efecto,
¿de qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si se pierde a
sí mismo o se destruye?
Por otra parte, si alguien se avergüenza de mí y de mi doctrina,
también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando
venga revestido de su gloria y de la del Padre y de la gloria de los santos
ángeles". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
La autoafirmación nos empuja a buscar éxitos y trofeos humanos. Si la consecución de dichos triunfos nos vuelve egoístas e insensibles a los valores del Reino, resulta una empresa falaz y ruinosa.
En la Arquidiócesis de México, se dice Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, los dones que te presentamos y, por la intercesión de san Felipe de Jesús, haz que nos sirvan de ayuda para conseguir la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo
y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte
siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque la sangre de san Felipe de Jesús, mártir, derramada como
la de Cristo para proclamar su fidelidad a ti, manifiesta tu admirable poder,
que convierte la fragilidad en fortaleza y al hombre débil robustece
para que sea testigo tuyo, por Cristo, Señor nuestro.
Por eso, como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros
en la tierra te aclamamos, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN (Mt 16, 24)
Si alguno quiere venir en pos de mí, que no se busque a sí
mismo, que tome su cruz y me siga, dice el Señor.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te suplicamos, Señor, por los méritos de san Felipe de
Jesús, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo que acabamos de recibir,
nos protejan siempre de todo mal. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Pablo Miki y compañeros, mártires; Reynilde de Aldeneyk, abadesa, y Amando de Tongres, obispo.
Vísperas I del domingo: la semana del Salterio Memoria (Rojo)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 33, 18)
Cuando los justos claman al Señor, Él los escucha y los libra de todas sus tribulaciones.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que quisiste llamar a la vida eterna por medio de la cruz a Pablo Miki y a sus compañeros y les diste fortaleza para morir por ti, concédenos, por su intercesión, que sepamos vivir con honradez y sin miedo la fe que profesamos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de los Reyes: 3, 4-13
En aquellos días,
el rey Salomón fue al santuario de Gabaón a ofrecer sacrificios
y ofreció mil holocaustos sobre el altar. Una noche, estando él
dormido en aquel lugar, se le apareció el Señor y le dijo: "Salomón,
pídeme lo que quieras y yo te lo daré".
Salomón le respondió: "Señor, tú trataste con
misericordia a tu siervo David, mi padre, porque se portó contigo con
lealtad, con justicia y rectitud de corazón.
Más aún, también ahora lo sigues tratando con misericordia
porque has hecho que un hijo suyo lo suceda en el trono. Sí, tú
quisiste, Señor y Dios mío, que yo, tu siervo, sucediera en el
trono a mi padre, David. Pero yo no soy más que un muchacho y no sé
cómo actuar. Soy tu siervo y me encuentro perdido en medio de este pueblo
tuyo, tan numeroso, que es imposible contarlo. Por eso te pido que me concedas
sabiduría de corazón para que sepa gobernar a tu pueblo y discernir
entre el bien y el mal. Pues sin ella, ¿quién será capaz
de gobernar a este pueblo tuyo tan grande?".
Al Señor le agradó que Salomón le hubiera pedido sabiduría
y le dijo: "Por haberme pedido esto, y no una larga vida, ni riquezas,
ni la muerte de tus enemigos, sino sabiduría para gobernar, yo te concedo
lo que me has pedido. Te doy un corazón sabio y prudente, como no lo
ha habido antes ni lo habrá después de ti. Te voy a conceder,
además, lo que no me has pedido: tanta gloria y riqueza, que no habrá
rey que se pueda comparar contigo". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
El principio de la sabiduría es la humildad. Quien reconoce sus limitaciones y acepta su desvalimiento está dispuesto a dejarse instruir por Dios. Salomón aprende a escuchar la voluntad de Dios.
Del salmo
118 R/. Enséñanos, Señor, a cumplir tus preceptos.
Sólo cumpliendo tus mandatos puede un joven vivir honestamente.
Con todo el corazón te voy buscando, no me dejes desviar de tus preceptos.
R/.
En mi pecho guardé tus mandamientos, para nunca pecar en contra tuya.
Señor, bendito seas: enséñame tus leyes. R/.
Con mis labios he ido enumerando todos los mandamientos de tu boca. Más
me gozo cumpliendo tus preceptos que teniendo riquezas. R/.
ACLAMACIÓN
(Jr. 10, 27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y
ellas me siguen. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 6, 30-34
En aquel tiempo,
los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo
lo que habían hecho y enseñado. Entonces Él les dijo: "Vengan
conmigo a un lugar solitario, para que descansen un poco". Porque eran
tantos los que iban y venían, que no les dejaban tiempo ni para comer.
Jesús y sus apóstoles se dirigieron en una barca hacia un lugar
apartado y tranquilo. La gente los vio irse y los reconoció; entonces
de todos los poblados fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron.
Cuando Jesús desembarcó, vio una numerosa multitud que lo estaba
esperando y se compadeció de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor,
y se puso a enseñarles muchas cosas. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús percibe el desasosiego de las multitudes. De inmediato responde con generosidad al desafió y se sienta a enseñarlos e instruirlos. La gente descubre algo extraordinario en las palabras del Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al presentarte, Señor, estas ofrendas, en honor de tus mártires Pablo Miki y compañeros, te pedimos que así como les diste la claridad de la fe, nos concedas a nosotros tu perdón y tu paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (2 Co 4, 11)
Continuamente somos entregados a la muerte por causa de Jesús, para que su vida se manifieste también en nuestra carne mortal.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por medio de este sacramento que hemos recibido en honor de tus santos mártires Pablo Miki y compañeros, concédenos, Señor, abundantes gracias para aprender de su duro combate a fortalecernos con la paciencia y a alegrarnos con la esperanza de tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
V DOMINGO ORDINARIO
Santos: Ricardo de Inglaterra, rey, y Juan de Triora, Mártir. Beato Nivardo de Claraval, monje. (Verde)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 94, 6-7)
Entremos y adoremos de rodillas al Señor, creador nuestro, porque Él es nuestro Dios.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor, que tu amor incansable cuide y proteja siempre a estos hijos tuyos, que han puesto en tu gracia toda su esperanza. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 6, 1-2. 3-8
El año de
la muerte del rey Ozías, vi al Señor, sentado sobre un trono muy
alto y magnífico. La orla de su manto llenaba el templo. Había
dos serafines junto a él, con seis alas cada uno, que se gritaban el
uno al otro:
"Santo, santo, santo es el Señor, Dios de los ejércitos;
su gloria llena toda la tierra".
Temblaban las puertas al clamor de su voz y el templo se llenaba de humo. Entonces
exclamé:
"¡Ay de mí!, estoy perdido, porque soy un hombre de labios
impuros, que habito en medio de un pueblo de labios impuros, porque he visto
con mis ojos al Rey y Señor de los ejércitos".
Después voló hacia mí uno de los serafines. Llevaba en
la mano una brasa, que había tomado del altar con unas tenazas. Con la
brasa me tocó la boca, diciéndome: "Mira: Esto ha tocado
tus labios. Tu iniquidad ha sido quitada y tus pecados están perdonados".
Escuché entonces la voz del Señor que decía: "¿A
quién enviaré? ¿Quién irá de parte mía?".
Yo le respondí: "Aquí estoy, Señor, envíame".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El sacerdote Isaías contempla la señal de la gloria de Dios entre el incienso y el humo del altar. Reconoce el llamado del Señor y se dispone a servirle como portavoz de su palabra, clara y exigente.
Del salmo
137 R/. Cuando te invocamos, Señor, nos escuchaste.
De todo corazón te damos gracias, Señor, porque escuchaste
nuestros ruegos. Te cantaremos delante de tus ángeles. Te adoraremos
en tu templo. R/.
Señor, te damos gracias por tu lealtad y por tu amor: siempre que te
invocamos nos oíste y nos llenaste de valor. R/.
Que todos los reyes de la tierra te reconozcan al escuchar tus prodigios. Que
alaben tus caminos, porque tu gloria es inmensa. R/.
Tu mano, Señor, nos pondrá a salvo, y así concluirás
en nosotros tu obra. Señor, tu amor perdura eternamente; obra tuya soy,
no me abandones. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 1-11
Hermanos: Les recuerdo
el Evangelio que yo les prediqué y que ustedes aceptaron y en el cual
están firmes. Este Evangelio los salvará, si lo cumplen tal y
como yo lo prediqué. De otro modo, habrán creído en vano.
Les transmití, ante todo, lo que yo mismo recibí: que Cristo murió
por nuestros pecados, como dicen las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó
al tercer día, según estaba escrito; que se le apareció
a Pedro y luego a los Doce; después se apareció a más de
quinientos hermanos reunidos, la mayoría de los cuales vive aún
y otros ya murieron. Más tarde se le apareció a Santiago y luego
a todos los apóstoles.
Finalmente, se me apareció también a mí, que soy como un
aborto. Porque yo perseguí a la Iglesia de Dios y por eso soy el último
de los apóstoles e indigno de llamarme apóstol. Sin embargo, por
la gracia de Dios, soy lo que soy, y su gracia no ha sido estéril en
mí; al contrario, he trabajado más que todos ellos, aunque no
he sido yo, sino la gracia de Dios, que está conmigo. De cualquier manera,
sea yo, sean ellos, esto es lo que nosotros predicamos y esto mismo lo que ustedes
han creído. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los testigos del resucitado están en el cimiento de nuestra fe apostólica. No le apostamos a una esperanza vana. La fe se transmite, dándola. Nadie accede por si solo a la fe.
ACLAMACIÓN
(Mt 4, 19) R/. Aleluya, aleluya.
Síganme, dice el Señor, y yo los haré pescadores
de hombres. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 5, 1-11
En aquel tiempo,
Jesús estaba a orillas del lago de Genesaret y la gente se agolpaba en
torno suyo para oír la palabra de Dios. Jesús vio dos barcas que
estaban junto a la orilla. Los pescadores habían desembarcado y estaban
lavando las redes. Subió Jesús a una de las barcas, la de Simón,
le pidió que la alejara un poco de tierra, y sentado en la barca, enseñaba
a la multitud.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: "Lleva la barca mar
adentro y echen sus redes para pescar". Simón replicó: "Maestro,
hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada, pero, confiado en tu
palabra, echaré las redes". Así lo hizo y cogieron tal cantidad
de pescados, que las redes se rompían. Entonces hicieron señas
a sus compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a ayudarlos.
Vinieron ellos y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían.
Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús
y le dijo: "¡Apártate de mí, Señor, porque soy
un pecador!". Porque tanto él como sus compañeros estaban
llenos de asombro al ver la pesca que habían conseguido. Lo mismo les
pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de
Simón.
Entonces Jesús le dijo a Simón: "No temas; desde ahora serás
pescador de hombres". Luego llevaron las barcas a tierra y, dejándolo
todo, lo siguieron. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Los pescadores salen como todos los dias cargando sus redes. Ese día se liberan de cargas y ataduras. Al disponerse a seguir a Jesús, toman una opción radical y decisiva.
Credo.
ORACIÓN UNIVERSAL
Con fe y confianza,
y con un corazón muy abierto al mundo entero, presentemos nuestra oración
al Padre.
A cada petición diremos: Padre, escúchanos.
Por todos los que formamos la Iglesia. Que vivamos fraternalmente y ayudemos
a construir un mundo más libre y más humano. Oremos:
Por los religiosos y religiosas, para que crezcan cada día en la fe y
en la esperanza, y den un buen testimonio del amor de Dios en medio del mundo.
Oremos:
Por nuestro país, para que tengamos prosperidad, y el bienestar llegue
a todos los que aquí vivimos Oremos:
Por las familias que pasan dificultades, para que encuentren el apoyo que necesitan
para salir adelante. Oremos.
Por nosotros, para que estemos atentos a las llamadas que Dios nos hace en nuestra
vida. Oremos:
Escucha, Padre, los deseos y plegarias de tu pueblo; danos luz para conocer
tu voluntad y la fuerza necesaria para cumplirla. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, Dios
nuestro, tú que nos has dado este pan y este vino para reparar nuestras
fuerzas, conviértelos para nosotros en sacramento de vida eterna. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 106, 8-9)
Demos gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace por su pueblo; porque da de beber al que tiene sed y les da de comer a los hambrientos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que has querido hacernos participar de un mismo pan y de un mismo cáliz, concédenos vivir de tal manera unidos en Cristo, que nuestro trabajo sea eficaz para la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Cuando se vive inmerso en una sociedad que valora desmedidamente los valores privados y el beneficio individual, resulta contracorriente vivir rupturas que impliquen desarraigarnos de nuestras seguridades. El confort, la seguridad y el bienestar nos encadenan a un montón de vanidades que no nos dejan poner la mi rada en lo alto. Vivimos frecuentemente a ras de tierra. Los pescadores de Galilea se mantienen anclados dentro de las grandes promesas hechas por Dios a Israel. Cuando descubren que dichas promesas despuntan con fuerza en la vida y la misión de Jesús de Nazaret, lo dejan todo y lo siguen. Este no es un relato legendario, sino una historia de vida que nos interpela.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Mt 19, 21)
Si quieres ser perfecto, anda y vende todo lo que tienes, reparte el dinero entre los pobres y después ven y sígueme, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Padre santo, que llamas a todos tus hijos a la perfección de la caridad e invitas a algunos a seguir más de cerca los ejemplos de Cristo, concede a quienes has elegido para esta vocación especial vivir de tal manera, que sean para la Iglesia y para el mundo, un signo elocuente de tu Reino. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de los Reyes: 8, 1-7. 9-13
En aquellos días,
el rey Salomón convocó en Jerusalén a todos los ancianos
y jefes de Israel, para subir allá el arca de la alianza del Señor
desde Sión, la ciudad de David. Todos los israelitas se congregaron en
torno al rey Salomón para la fiesta de los tabernáculos, que se
celebra el séptimo mes del año. Cuando llegaron los ancianos de
Israel, unos sacerdotes cargaron el arca de la alianza, y otros, junto con los
levitas, llevaron la tienda de la reunión, con todos los objetos sagrados
que en ella había.
El rey Salomón y toda la comunidad de Israel inmolaron frente al arca
ovejas y bueyes en tal número, que no se podían ni contar. Llevaron
el arca de la alianza del Señor hasta su lugar en el santuario, el lugar
santísimo, y la colocaron bajo las figuras de los querubines, de tal
modo, que las alas de éstos quedaron cubriendo el arca y las varas que
servían para transportarla.
Lo único que había en el arca eran las dos tablas de piedra, que
Moisés colocó ahí, cuando el Señor estableció
la alianza con los israelitas, a su salida de Egipto.
En cuanto los sacerdotes salieron de aquel sitio sagrado, una nube llenó
el templo, y esto les impidió continuar oficiando, porque la gloria del
Señor había llenado su templo. Entonces Salomón exclamó:
"El Señor dijo que habitaría en una espesa nube. Por eso,
Señor, la casa que te he construido con magnificencia, será tu
morada" Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Salomón dedica el templo de Jerusalén, traslada el arca al santuario y recibe una señal esperanzadora. La nube se posa en el templo como señal de la presencia cercana de Dios en medio de su pueblo.
Del salmo
131 R/. Levántate, Señor, y ven con el arca.
Que se hallaba en Efrata nos dijeron; de Jaar en los campos la encontramos.
Entremos en la tienda del Señor y a sus pies, adorémoslo, postrados.
R/.
Levántate, Señor, ven a tu casa; ven con el arca, poderoso auxilio.
Tus sacerdotes vístanse de gala; tus fieles, jubilosos, lancen gritos.
Por amor a David, tu servidor, no apartes la mirada de tu ungido. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Mt 4, 23) R/. Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba el Evangelio del Reino y curaba a la gente de
toda enfermedad. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 6, 53-56
En aquel tiempo,
Jesús y sus discípulos terminaron la travesía del lago
y tocaron tierra en Genesaret.
Apenas bajaron de la barca, la gente los reconoció y de toda aquella
región acudían a El, a cualquier parte donde sabían que
se encontraba, y le llevaban en camillas a los enfermos.
A dondequiera que llegaba, en los poblados, ciudades o caseríos, la gente
le ponía a sus enfermos en la calle y le rogaba que por lo menos los
dejara tocar la punta de su manto; y cuantos lo tocaban, quedaban curados. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Este sumario de curaciones es contundente. El poder sonador de Jesús transforma la vida de muchos enfermos y afligidos. Una fe que no humaniza a los creyentes está incompleta.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Padre santo, los dones que te presentamos y concede a cuantos se han propuesto seguir con entusiasmo a tu Hijo por el camino estrecho de la perfección evangélica, servirle con libertad de espíritu y en fraternidad verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr Mt 19, 27. 28. 29)
Yo les aseguro que ustedes, los que han abandonado todo por seguirme, recibirán cien veces más y obtendrán la vida eterna, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Fortalece, Señor, con este sacramento, a las comunidades religiosas a fin de que, permaneciendo fieles a su vocación, muestren al mundo una imagen viva de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 69, 2- 6)
Dios mío, ven en mi ayuda; Señor, date prisa en socorrerme. Tú eres mi auxilio y mi salvación; Señor, no tardes.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que eres nuestro creador y quien amorosamente dispone toda nuestra vida, renuévanos conforme a la imagen de tu Hijo y ayúdanos a conservar siempre tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de los Reyes: 8, 22-23. 27-30
El día de
la dedicación del templo, Salomón, de pie ante el altar del Señor
y en presencia de toda la asamblea de Israel, levantó los brazos al cielo
y dijo esta oración:
"Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú, ni arriba en
los cielos, ni aquí abajo en la tierra. Tú eres fiel a la alianza
que hiciste con tus siervos, y les muestras tu misericordia, cuando cumplen
de todo corazón tu voluntad.
Si ni el cielo infinito te puede contener, ¿cómo va a ser posible,
Señor, que vivas en medio de los hombres y habites en esta casa que yo
te he construido? Pero ciertamente atenderás a la oración de tu
siervo y a su plegaria, Señor, Dios mío, y oirás el clamor
y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti: Que noche y día
estén abiertos tus ojos sobre este templo, sobre este lugar, del cual
has dicho: 'Yo estaré ahí'. Escucha la oración que tu siervo
te dirige en este sitio. Oye, pues, Señor, la súplica de este
siervo tuyo y de tu pueblo, Israel. Cuando oren en este lugar, escúchalos
desde el cielo, en donde tienes tu morada. Escúchanos y perdónanos".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Salomón descubre la fidelidad de Dios. Aleccionado por la experiencia de su padre, se dispone a vivir atento al designio divino. El templo será el lugar para la escucha y la plegaria.
Del salmo
83 R/. Qué agradable, Señor, es tu morada.
Anhelando los atrios del Señor se consume mi alma. Todo mi ser
de gozo se estremece y el Dios vivo es la causa. R/.
Hasta el gorrión encuentra casa y la golondrina un lugar para su nido,
cerca de tus altares, Señor de los ejércitos, Dios mío.
R/.
Dichosos los que viven en tu casa, te alabarán para siempre; dichosos
los que encuentran en ti su fuerza, pues caminarán cada vez con más
vigor. R/.
Pues un día en tus atrios vale más que mil fuera de ellos, y yo
prefiero el umbral de la casa de mi Dios al lujoso palacio del perverso. R/.
ACLAMACIÓN
(Sal 118, 36. 29) R/. Aleluya, aleluya.
Inclina, Dios mío, mi corazón a tus preceptos y dame
la gracia de cumplir tu voluntad. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 7, 1-13
En aquel tiempo,
se acercaron a Jesús los fariseos y algunos escribas, venidos de Jerusalén.
Viendo que algunos de los discípulos de Jesús comían con
las manos impuras, es decir, sin habérselas lavado, los fariseos y los
escribas le preguntaron: "¿Por qué tus discípulos
comen con manos impuras y no siguen la tradición de nuestros mayores?".
(Los fariseos y los judíos, en general, no comen sin lavarse antes las
manos hasta el codo, siguiendo la tradición de sus mayores; al volver
del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones, y observan muchas otras
cosas por tradición, como purificar los vasos, las jarras y las ollas).
Jesús les contestó: "¡Que bien profetizó Isaías
sobre ustedes, hipócritas, cuando escribió: Este pueblo me honra
con los labios, pero su corazón está lejos de mi. Es inútil
el culto que me rinden, porque enseñan doctrinas que no son sino preceptos
humanos. Ustedes dejan a un lado el mandamiento de Dios, para aferrarse a las
tradiciones de los hombres".
Después añadió: "De veras son ustedes muy hábiles
para violar el mandamiento de Dios y conservar su tradición. Porque Moisés
dijo: Honra a tu padre y a tu madre. El que maldiga a su padre o a su madre,
morirá. Pero ustedes dicen: 'Si uno dice a su padre o a su madre: Todo
aquello con que yo te podría ayudar es corbán (es decir, ofrenda
para el templo), ya no puede hacer nada por su padre o por su madre'. Así
anulan la palabra de Dios con esa tradición que se han transmitido. Y
hacen muchas cosas semejantes a ésta". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Con el paso del tiempo, los intérpretes de la palabra de Dios se vuelven poderosos e indispensables. Las tradiciones humanas desgastan el filo y el tenor auténticos del mensaje originario.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, estos dones y por medio del sacrificio de tu Hijo, transforma toda nuestra vida en una continua ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jr, 6. 35)
Yo soy el pan de vida, dice el Señor; el que venga a mí, no tendrá hambre; y el que crea en mí, no tendrá sed.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Protege, Señor, continuamente a quienes renuevas y fortaleces con esta Eucaristía y hazlos dignos de alcanzar la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Celebremos con alegría la fiesta de santa Escolástica, virgen, porque el Señor del universo la ha colmado de su amor.
ORACIÓN COLECTA
Al celebrar la fiesta de santa Escolástica, te pedimos, Señor, que, a imitación suya, aprendamos a servirte con un amor infatigable y a disfrutar profundamente tu amistad. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de los Reyes: 10, 1-10
En aquellos días,
la reina de Sabá oyó hablar de la fama de Salomón y quiso
cerciorarse personalmente de su sabiduría, haciéndole algunas
preguntas sutiles. Llegó, pues, a Jerusalén con una gran caravana
de camellos cargados de perfumes, oro en gran cantidad y piedras preciosas.
Entró en el palacio de Salomón y le hizo al rey las preguntas
que había preparado. Salomón respondió a todas, de modo
que no dejó de contestar ni la más difícil.
Cuando la reina de Sabá comprobó la sabiduría de Salomón
y vio el palacio que había construido, los manjares de su mesa, las habitaciones
de sus servidores, el porte y los vestidos de sus ministros, sus coperos y los
sacrificios que ofrecía en el templo del Señor, se quedó
maravillada y dijo al rey:
"De veras es cierto lo que en mi país me habían contado de
ti y de tu sabiduría. Yo no quería creerlo, pero ahora que estoy
aquí y lo veo con mis propios ojos, comprendo que no me habían
dicho ni la mitad, pues tu sabiduría y tu prosperidad superan todo cuanto
oí decir. Dichoso tu pueblo y dichosos estos servidores tuyos, que siempre
están en tu presencia y escuchan tu sabiduría. Bendito sea el
Señor, tu Dios, que se ha complacido en ti y que por el amor eterno que
le tiene a Israel, te ha elegido para colocarte en el trono de Israel y te ha
hecho rey para que gobiernes con justicia". La reina le regaló a
Salomón cuatro toneladas de oro y gran cantidad de perfumes y de piedras
preciosas; nunca hubo en Jerusalén tal cantidad de perfumes como la que
la reina de Saba le obsequió a Salomón. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
La reina de Saba visita a Salomón y descubre la razón de ser de su misión. El rey es puesto por Dios para gobernar con sabiduría y justicia a su pueblo. La autoridad es un servicio exigente.
Del salmo
36 R/. Rectas y sabias son las palabras del justo.
Pon tu vida en las manos del Señor, en Él confía, y hará
que tu virtud y tus derechos brillen igual que el sol de mediodía. R/.
Rectas y sabias son las palabras del justo. Lleva en su corazón la ley
de Dios, sus pasos son seguros. R/.
La salvación del justo es el Señor: en la tribulación Él
es su amparo. A quien en Él confía, Dios lo salva de los hombres
malvados. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Jn 17, 17) R/. Aleluya, aleluya
Tu palabra, Señor, es la verdad; santifícanos en la verdad
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 7, 14-23
En aquel tiempo,
Jesús llamó de nuevo a la gente y les dijo: "Escúchenme
todos y entiéndanme. Nada que entre de fuera puede manchar al hombre;
lo que si lo mancha es lo que sale de dentro".
Cuando entró en una casa para alejarse de la muchedumbre, los discípulos
le preguntaron qué queda decir aquella parábola. Él les
dijo: "¿Ustedes también son incapaces de comprender? ¿No
entienden que nada de lo que entra en el hombre desde afuera puede contaminarlo,
porque no entra en su corazón, sino en el vientre y después, sale
del cuerpo?". Con estas palabras declaraba limpios todos los alimentos.
Luego agregó: "Lo que sí mancha al hombre es lo que sale
de dentro; porque del corazón del hombre salen las intenciones malas,
las fornicaciones, los robos, los homicidios, los adulterios, las codicias,
las injusticias, los fraudes, el desenfreno, las envidias, la difamación,
el orgullo y la frivolidad. Todas estas maldades salen de dentro y manchan al
hombre". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
La actitud farisaica acentúa los aspectos rituales y externos en detrimento de las actitudes interiores. Dicho ritualismo legalista nos distrae de buscar lo esencial y nos lleva tras aspectos secundarios.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos y haz que esta Eucaristía nos ayude a superar nuestra inclinación al pecado para que, a ejemplo de santa Escolástica, virgen, podamos vivir según el Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25. 4. 6)
Las cinco vírgenes prudentes llevaron frascos de aceite con las lámparas. A medianoche se oyó una voz: Ya viene el esposo; salgan al encuentro de Cristo, el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido, nos ayuden a despegar nuestro corazón de las cosas terrenas para que, a ejemplo de santa Escolástica, virgen, podamos amarte más cada día. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestra Señora de Lourdes
Santos: San Gregorio 1, Papa. Beata Clara de Rimini, religiosa. Memoria libre (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sedulio)
Te aclamamos, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al Rey que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.
ORACIÓN COLECTA
Padre misericordioso, ven en ayuda de nuestra debilidad y, por intercesión de María, Madre inmaculada de tu Hijo, haz que podamos resurgir del pecado a una vida nueva. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de los Reyes: 11, 4-13
Cuando el rey Salomón
envejeció, sus mujeres le desviaron el corazón hacia otros dioses;
su corazón ya no perteneció por entero al Señor, como el
de David, su padre. Salomón dio culto a Astarté, diosa de los
fenicios, y a Molok, el abominable ídolo de los amonitas. Hizo lo que
el Señor reprueba; no se mantuvo plenamente fiel al Señor, como
David, su padre.
Sobre el monte que está frente a Jerusalén construyó un
altar a Kemós, ídolo de Moab, y otro a Molok, ídolo de
los amonitas. Y también mandó construir altares para que sus mujeres
extranjeras pudieran quemar incienso y ofrecer sacrificios a sus dioses.
Esto irritó al Señor, porque Salomón había desviado
su corazón del Señor, Dios de Israel, que se le había aparecido
dos veces y le había prohibido precisamente dar culto a otros dioses.
Pero Salomón no lo obedeció.
Entonces el Señor le dijo: "Porque te has portado así conmigo
y has sido infiel a mi alianza y a los mandamientos que te di, te voy a arrebatar
el reino y se lo voy a dar a un siervo tuyo. Sin embargo, por consideración
a David, tu padre, no lo haré durante tu vida, sino en vida de tu hijo.
Pero no le voy a quitar todo el reino. Por amor a mi siervo, David, y a Jerusalén,
mi ciudad predilecta, le dejaré a tu hijo una tribu". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
El balance que hace el autor es tajante. Salomón se deja manipular por sus esposas y acaba por abandonar el camino del Señor. Para gobernar como Dios manda, es necesario gobernarse a si mismo.
Del salmo
105 R/. Por tu pueblo, Señor, acuérdate de mí.
Dichosos los que cumplen la ley y obran siempre conforme a la justicia.
Por el amor que tienes a tu pueblo, acuérdate de nosotros, Señor,
y sálvanos. R/.
Nuestros padres se unieron con paganos y aprendieron sus prácticas; dieron
culto a los ídolos y éstos fueron para ellos corno una trampa.
R/.
Entonces entregaron hijos e hijas en sacrificio a los demonios, y el Señor
renegó de su pueblo y estalló su enojo. R/.
ACLAMACIÓN
(St 1, 21) R/. Aleluya, aleluya.
Acepten dócilmente la palabra que ha sido sembrada en ustedes
y es capaz de salvarlos. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 7, 24-30
En aquel tiempo,
Jesús salió de Genesaret y se fue a la región donde se
encuentra Tiro. Entró en una casa pues no quería que nadie se
enterara de que estaba ahí, pero no pudo pasar inadvertido. Una mujer,
que tenía una niña poseída por un espíritu impuro,
se enteró enseguida, fue a buscarlo y se postró a sus pies.
Cuando aquella mujer, una siria de Fenicia y pagana, le rogaba a Jesús
que le sacara el demonio a su hija, Él le respondió: "Deja
que coman primero los hijos. No está bien quitarles el pan a los hijos
para echárselo a los perritos". La mujer le replicó: "Sí,
Señor; pero también es cierto que los perritos, debajo de la mesa,
comen las migajas que tiran los niños".
Entonces Jesús le contestó: "Anda, vete; por eso que has
dicho, el demonio ha salido ya de tu hija". Al llegar a su casa, la mujer
encontró a su hija recostada en la cama, y ya el demonio había
salido de ella. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Jesús se rinde ante la agudeza y la insistencia de una mujer extranjera. Reajusta su perspectiva marcadamente nacionalista y acoge la enseñanza universalista de la mujer sirofenicia.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Padre lleno de bondad, que nos socorra el inmenso amor de tu Hijo unigénito
para que, quien al nacer de la Virgen María, no menoscabó la integridad
de la Madre, sino que la consagró, nos libre de nuestras culpas y haga
acepta a ti nuestra oblación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio
de Santa María Virgen.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN (cfr. Lc 11, 27)
Dichosa la Virgen María, que llevó en su seno al Hijo del eterno
Padre.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, al recibir el sacramento celestial en esta conmemoración
de la santísima Virgen Maria, te pedimos que nos concedas celebrar dignamente,
a imitación suya, el misterio de nuestra redención. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Sb 11, 24. 25. 27)
Señor, tú tienes misericordia de todos y nunca odias a tus creaturas; borras los pecados de los hombres que se arrepienten, y los perdonas, porque tú, Señor, eres nuestro Dios.
ORACIÓN COLECTA
Señor, ten misericordia de tu pueblo, perdona todos nuestros pecados y aleja de nosotros los castigos que han merecido nuestras culpas. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de los Reyes: 11, 29-32; 12, 19
En aquel tiempo,
Jeroboam, siervo de Salomón, salió de Jerusalén y se encontró
por el camino al profeta Ajías, de Siló, que llevaba puesto un
manto nuevo.
Estaban los dos solos en el campo. Ajías tomó su manto, lo rasgó
en doce pedazos y le dijo a Jeroboam: "Toma diez pedazos, pues el Señor.
Dios de Israel, te manda decir: 'Voy a desgarrar el reino de Salomón.
A ti te daré diez tribus, y a Salomón solamente le dejaré
una en consideración a David, mi siervo, y a Jerusalén, la ciudad
que elegí entre todas las tribus de Israel'".
Y desde entonces hasta el día de hoy, Israel se separó de la casa
de David. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los excesos y abusos cometidos por Salomón y sus descendientes agravan la crisis social en Israel. La división del reino es la consecuencia fatal de las elecciones desafortunadas.
Del salmo
80 R/. Israel, yo soy tu Dios: cumple mis mandatos.
No tendrás otro Dios fuera de mí, ni adorarás
a dioses extranjeros. Pues yo, el Señor, soy el Dios tuyo, el que te
sacó de Egipto, tu destierro. R/.
Pero Israel no oyó mi voz y mi pueblo no quiso obedecerme. Los entregué,
por eso, a sus caprichos y los dejé vivir como quisiesen. R/.
¡Ojalá que mi pueblo me escuchara y cumpliera Israel con mis mandatos!
Yo, al punto, humillaría a sus enemigos y sentirían mi mano sus
contrarios. R/. .
ACLAMACIÓN
(cfr. Hch 16, 14) R/. Aleluya, aleluya.
Abre, Señor, nuestros corazones, para que comprendamos las palabras
de tu Hijo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 7, 31-37
En aquel tiempo,
salió Jesús de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón,
al mar de Galilea, atravesando la región de Decápolis. Le llevaron
entonces a un hombre sordo y tartamudo, y le suplicaban que le impusiera las
manos. Él lo apartó a un lado de la gente, le metió los
dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva. Después,
mirando al cielo, suspiró y le dijo: "¡Effetá!"
(que quiere decir: "¡Ábrete!"). Al momento se le abrieron
los oídos, se le soltó la traba de la lengua y empezó a
hablar sin dificultad.
El les mandó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más se lo
mandaba, ellos con más insistencia lo proclamaban; y todos estaban asombrados
y decían: "¡Qué bien lo hace todo! Hace oír
a los sordos y hablar a los mudos". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
El narrador nos presenta a Jesús realizando señales con discreción y sin aspavientos. Jesús no busca la fama popular, sino la humanización de los oprimidos por la enfermedad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza, para que perdones nuestros pecados y dirijas hacia ti nuestro vacilante corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 15, 10)
Por un solo pecador que se convierta, dice el Señor, habrá gran alegría entre los ángeles del cielo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por nuestra participación en el sacramento del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos has perdonado, Señor, nuestros pecados, concédenos tu gracia para evitarlos de ahora en adelante y servirte con sincero corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Beata Cristina de Espoleto, religiosa. Nuestra Señora Ocotlán. San Benigno de Todi, mártir.
Vísperas 1 del domingo: 2ª. semana del Salterio Feria (Verde o blanco)
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA
Dichosa tú, Virgen María, que llevaste en tu seno al creador del universo; diste a luz al que te creó, y permaneces virgen para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Dios de eterna gloria, Padre santo, que has introducido en el mundo la verdadera alegría, Cristo, tu Hijo, sol de justicia nacido de la Virgen Madre, líbranos del peso del pecado, que entristece y extingue tu Espíritu en nosotros, y recíbenos en la mesa de tu Reino, para saciarnos con el pan que contiene en sí todo deleite. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de los Reyes: 12, 26-32; 13, 33-34
En aquellos días, Jeroboam, rey de Israel, pensaba para sus adentros:
"El reino todavía puede volver a la casa de David. Si el pueblo
sigue yendo a Jerusalén a ofrecer sacrificios en el templo del Señor,
acabará por ponerse de parte de Roboam, rey de Judá, y a mí
me matarán".
Por lo tanto, después de consultarlo, Jeroboam mandó hacer dos
becerros de oro y le dijo al pueblo: "Ya no tienen para qué ir a
Jerusalén, porque aquí tienes, Israel, a tu Dios, el que te sacó
de Egipto'. Él colocó uno de los becerros en Betel, mientras el
pueblo iba con el otro a la ciudad de Dan.
Además mandó construir templos en la cima de los montes y puso
de sacerdotes a hombres del pueblo, que no pertenecían a la tribu de
Leví. Instituyó una fiesta el día quince del octavo mes,
parecida a la que se celebraba en Judá. Él mismo subió
al altar en Betel para ofrecer sacrificios a los becerros que había mandado
hacer; y ahí, en Betel, designó a los sacerdotes para los templos
que había construido.
Jeroboam no cambió su mala conducta y siguió nombrando a gente
común y corriente para que fueran sacerdotes de los templos que había
construido en la cima de los montes; consagraba como sacerdote a todo aquel
que lo deseaba. Éste fue el pecado que causó la destrucción
y el exterminio de la dinastía de Jeroboam. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
El rey Jeroboán alienta la independencia política y religiosa del reino de Israel. Por tal motivo, edifica dos santuarios cismáticos para aislar a su pueblo del culto celebrado en Jerusalén.
Del salmo 105 R/.
Perdona, Señor, las culpas de tu pueblo.
Hemos pecado igual que nuestros padres, cometimos maldades e injusticias.
Allá en Egipto, nuestros padres no entendieron, Señor, tus maravillas.
R/.
En el Horeb hicieron un becerro, un ídolo de oro, y lo adoraron. Cambiaron
al Dios que era su gloria por la imagen de un buey que come pasto. R/.
Se olvidaron del Dios que los salvó, y que hizo portentos en Egipto,
en la tierra de Cam, mil maravillas, y en las aguas del Mar Rojo, sus prodigios.
R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 4, 4) R/. Aleluya, aleluya.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra
que sale de la boca de Dios. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 8, 1-10
En aquellos días,
vio Jesús que lo seguía mucha gente y no tenían qué
comer. Entonces llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da
lástima esta gente: ya llevan tres días conmigo y no tienen qué
comer. Si los mando a sus casas en ayunas, se van a desmayar en el camino. Además,
algunos han venido de lejos".
Sus discípulos le respondieron: "¿Y dónde se puede
conseguir pan, aquí en despoblado, para que coma esta gente?". El
les preguntó: "¿Cuántos panes tienen?". Ellos
le contestaron: "Siete".
Jesús mandó a la gente que se sentara en el suelo; tomó
los siete panes, pronunció la acción de gracias, los partió
y se los fue dando a sus discípulos, para que los distribuyeran. Y ellos
los fueron distribuyendo entre la gente.
Tenían, además, unos cuantos pescados. Jesús los bendijo
también y mandó que los distribuyeran. La gente comió hasta
quedar satisfecha, y todavía se recogieron siete canastos de sobras.
Eran unos cuatro mil. Jesús los despidió y luego se embarcó
con sus discípulos y llegó a la región de Dalmanuta. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús activa una dinámica alternativa a nuestros cálculos egoístas. A fuerza de dar y compartir no se agotan nuestros bienes. Dios se encarga de multiplicarlos para saciar el hambre de los necesitados.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, te rogamos, Señor, que la ofrenda que te presentamos nos transforme, por tu gracia, en oblación viva y continua. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 49)
Ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso, cuyo nombre es santo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Ya que participamos de la redención eterna, te pedimos, Señor, que al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, nos gloriemos de la plenitud de tu gracia y sintamos los efectos de tu obra redentora. Por Jesucristo, nuestro Señor.
VI DOMINGO ORDINARIO
Nuestra Señora de la Esperanza
Santos: Cirilo, monje; Metodio, obispo de Tesalónica, y Juan Bautista de la Concepción, presbítero
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 30, 3-4)
Sírveme de defensa, Dios mío, de roca y fortaleza salvadoras; y pues eres mi baluarte y mi refugio, acompáñame y guíame.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor nuestro, que prometiste venir y hacer tu morada en los corazones rectos y sinceros, concédenos la rectitud y sinceridad de vida que nos hagan dignos de esa presencia tuya. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Jeremías: 17, 5-8
Esto dice el Señor:
"Maldito el hombre que confía en el hombre, que en él pone
su fuerza y aparta del Señor su corazón. Será como un cardo
en la estepa, que nunca disfrutará de la lluvia. Vivirá en la
aridez del desierto, en una tierra salobre e inhabitable.
Bendito el hombre que confía en el Señor y en Él pone su
esperanza. Será como un árbol plantado junto al agua, que hunde
en la corriente sus raíces; cuando llegue el calor, no lo sentirá
y sus hojas se conservarán siempre verdes; en año de sequía
no se marchitará ni dejará de dar frutos". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Este texto no ahoga por una antropología pesimista. Simplemente pretende jerarquizar las preferencias.
El creyente tendrá que aprender a poner su esperanza en Dios antes que en los mortales.
Del salmo I R/.
Dichoso el hombre que confía en el Señor.
Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no
anda en malos pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza
en cumplir sus mandamientos. R/.
Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo
y nunca se marchita. En todo tendrá éxito. R/.
En cambio los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque
el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por
perderlo. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 12.16-20
Hermanos: Si hemos predicado que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo es que algunos de ustedes andan diciendo que los muertos no resucitan? Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, es vana la fe de ustedes; y por lo tanto, aún viven ustedes en pecado, y los que murieron en Cristo, perecieron. Si nuestra esperanza en Cristo se redujera tan sólo a las cosas de esta vida, seríamos los más infelices de todos los hombres. Pero no es así, porque Cristo resucitó, y resucitó como la primicia de todos los muertos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
No hay manera de consolidar una esperanza plena en nuestra breve existencia terrenal. Son millones los que viven una exclusión impuesta. Dios no permanece indiferente a esa injusticia.
ACLAMACIÓN
(Lc 6, 23) R/. Aleluya, aleluya.
Alégrense ese día y salten de gozo, porque su recompensa
será grande en el cielo, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 6, 17. 20-26
En aquel tiempo, Jesús
descendió del monte con sus discípulos y sus apóstoles
y se detuvo en un llano. Allí se encontraba mucha gente, que había
venido tanto de Judea y de Jerusalén, como de la costa de Tiro y de Sidón.
Mirando entonces a sus discípulos, Jesús les dijo: "Dichosos
ustedes los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios. Dichosos ustedes
los que ahora tienen hambre, porque serán saciados. Dichosos ustedes
los que lloran ahora, porque al fin reirán.
Dichosos serán ustedes cuando los hombres los aborrezcan y los expulsen
de entre ellos, y cuando los insulten y maldigan por causa del Hijo del hombre.
Alégrense ese día y salten de gozo, porque su recompensa será
grande en el cielo. Pues así trataron sus padres a los profetas.
Pero, ¡ay de ustedes, los ricos, porque ya tienen ahora su consuelo! ¡Ay
de ustedes, los que se hartan ahora, porque después tendrán hambre!
¡Ay de ustedes, los que ríen ahora, porque llorarán de pena!
¡Ay de ustedes, cuando todo el mundo los alabe, porque de ese modo trataron
sus padres a los falsos profetas!". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
La dicha que Dios otorga a los pobres y los hambrientos no es una oferta engañosa. El Reino de Dios desencadena una transformación personal que implica un cambio social humanizador.
Credo.
ORACIÓN UNIVERSAL
En este domingo en el que hemos escuchado a Jesús proclamando las bienaventuranzas, tengamos presentes en nuestra celebración a todos los que pasan hambre en el mundo y a los enfermos, especialmente por los que no tienen quién vea por ellos.
Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
Para que la Iglesia
sea siempre, con su palabra y con sus actuaciones, un testimonio del amor de
Dios hacia todos los que sufren. Oremos:
Para que todos aquellos que viven la tragedia del hambre puedan salir de su
situación y llevar una vida digna y feliz. Oremos:
Para que quienes tienen en sus manos el poder de este mundo hagan posible que
la riqueza llegue a todos y se acabe el hambre y la pobreza Oremos:
Para que los enfermos estén bien atendidos, y se sientan acompañados
por el consuelo de Dios y por el afecto de los que están a su alrededor.
Oremos:
Para que... Oremos:
Para que todos nosotros crezcamos cada día en la fe, la esperanza y el
amor. Oremos:
Escucha nuestra oración, Padre del amor, y haz que todos los hombres
y mujeres de buena voluntad trabajemos unidos al servicio de nuestros hermanos
que sufren. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este sacrificio, Señor, que vamos a ofrecerte, nos purifique, nos renueve y nos ayude a obtener la recompensa eterna, prometida a quienes cumplen tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 3, 16)
Tanto amó Dios al mundo, que le dio a su Hijo único para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga la vida eterna.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, aviva cada vez más en nosotros el deseo de recibir este pan eucarístico, por medio del cual nos comunicas tú la vida verdadera Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-La crítica es de sobra conocida. Pensadores ateos han criticado a las religiones, en particular al cristianismo, por ser el opio del pueblo. El mensaje de esperanza que Jesús nos proclama no esta desarraigado ni se evade de las responsabilidades históricas. Al contrario, el Reino de Dios es un proyecto transformador que genera un verdadero cambio personal, familiar y social. Quienes toman a Jesús y su evangelio como el referente fundamental de su vida, reajustan sus relaciones y valores. Además, aprenden a promover una paz por la justicia, una fraternidad sin discriminaciones, así corno una sociedad de iguales en un clima de libertad y respeto. Los pobres son dichosos porque Dios empuja el alba del reino en el corazón de los creyentes, que se ocuparán de concretarlo en la historia.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 4, 18. 19)
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido, para llevar la Buena Nueva a los pobres y anunciar su liberación a los cautivos, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios nuestro, que para guiar y gobernar a tu pueblo, has querido servirte del ministerio de los sacerdotes, concédeles cumplir incansablemente tu voluntad, para que, con su trabajo y su vida, busquen sólo tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol Santiago: 1, 1-11
Santiago, siervo de Dios
y de Jesucristo, el Señor, saluda a las doce tribus, dispersas por el
mundo.
Hermanos míos: Cuando se vean asediados por toda clase de pruebas y tentaciones,
ténganse por dichosos, sabiendo que las pruebas a que se ve sometida
su fe les darán fortaleza, y esta fortaleza los llevará a la perfección
en las buenas obras y a una vida íntegra e irreprochable.
Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida a Dios y Él
se la dará; porque Dios da a todos con generosidad y sin regatear. Pero
tiene que pedírsela con fe y sin dudar; pues el que duda se parece a
las olas del mar, que van y vienen, agitadas por el viento. Quien es inconstante
e indeciso en su vida, no recibirá nada del Señor.
Que el hermano de condición humilde esté orgulloso de su alta
dignidad, y el rico, de su humilde condición, pues se acabará
como las flores del campo. Porque sale el sol y con su calor quema las hierbas;
se caen las flores y se acaba su belleza. Así se marchitará el
rico, en medio de todas sus empresas. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Riqueza y pobreza no son razones suficientes para sentirse dichoso o desgraciado. Quien cumple la voluntad de Dios logrará entender que su dignidad humana es más valiosa que las riquezas.
Del salmo 118 R/.
Danos tu misericordia, Señor, y tendremos vida.
Antes de la aflicción fui un descarriado, pero ahora obedezco
tus palabras. Tú que eres bueno y haces beneficios, instrúyeme
en tus leyes. R/.
Sufrir fue provechoso para mí, pues aprendí, Señor, tus
mandamientos. Para mí valen más tus enseñanzas que miles
de monedas de oro y plata. R/.
Yo bien sé que son justos tus decretos y que tienes razón cuando
me afliges. Señor, que tu amor me consuele, conforme a las promesas que
me has hecho. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 6) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre si no es por mí,
dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 8, 11-13
En aquel tiempo, se acercaron
a Jesús los fariseos y se pusieron a discutir con Él, y para ponerlo
a prueba, le pedían una señal del cielo. Jesús suspiró
profundamente y dijo: "¿Por qué esta gente busca una señal?
Les aseguro que a esta gente no se le dará ninguna señal".
Entonces los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Las acciones poderosas que Jesús cumple en Galilea dan sustento a sus palabras. Sólo los oyentes obtusos y testarudos se niegan a captar el llamado que Dios lanza a través de Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Tú que has querido que los sacerdotes estén al servicio del altar y de tu pueblo, concédeles, Señor, por la fuerza de este sacrificio, que su ministerio te sea siempre grato y rinda frutos permanentes para tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 17-18)
Padre santo, santifícalos en la verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este sacrificio eucarístico que te hemos ofrecido y del cual hemos participado, santifique, Señor, a tus sacerdotes y a todos tus fieles, para que, en plena comunión contigo, colaboren con todas sus fuerzas a la edificación de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Mt 16, 18-19)
Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del Reino de los cielos.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en tu providencia quisiste fundar tu Iglesia sobre la roca de Pedro, el jefe de los apóstoles, mira con bondad a nuestro Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, y ya que lo has constituido sucesor de Pedro, concédele que sea para tu pueblo principio y fundamento visible de la unidad en la fe y de la comunión en el amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol Santiago: 1, 12-18
Hermanos: Dichoso el hombre
que sufre la tentación, porque después de superarla, recibirá
en premio la corona de la vida, que Dios ha prometido a los que lo aman.
Que nadie diga, cuando sufre una tentación, que es Dios el que lo tienta;
porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni pone El mismo a nadie en tentación.
Más bien, cuando alguno es tentado, es su propia concupiscencia la que
lo arrastra y lo seduce. La concupiscencia concibe y da a luz al pecado; y el
pecado, cuando madura, engendra la muerte.
No se equivoquen, queridos hermanos: Todo beneficio y todo don perfecto viene
de lo alto, del creador de la luz, en quien no hay ni cambios ni sombras. Por
su propia voluntad nos engendró por medio del Evangelio, para que fuéramos,
en cierto modo, primicias de sus creaturas. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Los deseos se acrecientan a medida que prestamos oídos y corazón a la propaganda consumista. En la medida que optemos por vivir de forma modesta, conseguiremos liberarnos de las ataduras del pecado.
Del salmo 93 R/.
Señor, dichoso aquel a quien tú educas.
Señor, dichoso aquel a quien tú educas y enseñas a cumplir
tus mandamientos; cuando lleguen las horas de desgracia, no perderá el
sosiego. R/.
Jamás rechazará Dios a su pueblo ni dejará a los suyos
sin amparo. Hará justicia al justo y dará un porvenir al hombre
honrado. R/.
Cuando me hallaba al borde del sepulcro, tu amor, Señor, me conservó
la vida; cuando se multiplican mis problemas, en tus consuelos hallo mi delicia.
R/.
ACLAMACIÓN (Jn 14, 23) R/. Aleluya, aleluya.
El que me ama, cumplirá mi palabra, y mi Padre lo amará y haremos en él nuestra morada, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 8, 14-21
En aquel tiempo, cuando
los discípulos iban con Jesús en la barca, se dieron cuenta de
que se les había olvidado llevar pan; sólo tenían uno.
Jesús les hizo esta advertencia:
"Fíjense bien y cuídense de la levadura de los fariseos y
de la de Herodes". Entonces ellos comentaban entre sí: "Es
que no tenemos panes".
Dándose cuenta de ello, Jesús les dijo: "¿Por qué
están comentando que no trajeron panes? ¿Todavía no entienden
ni acaban de comprender? ¿Tan embotada está su mente? ¿Para
qué tienen ustedes ojos, si no ven, y oídos, si no oyen? ¿No
recuerdan cuántos canastos de sobras recogieron, cuando repartí
cinco panes entre cinco mil hombres?". Ellos le contestaron: "Doce".
Y añadió: "¿Y cuántos canastos de sobras recogieron
cuando repartí siete panes entre cuatro mil?". Le respondieron:
"Siete". Entonces Él dijo: "¿Y todavía no
acaban de comprender?". Palabra del Señor. Gloria a
ti, Señor Jesús.
Fariseos y herodianos hacen una interpretación acomodaticia e interesada de la fe religiosa de Israel. Jesús nos alerta a no dejarnos contagiar por enfoques pragmáticos y mezquinos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos para el sacrificio eucarístico; protege y dirige a tu santa Iglesia en unión con nuestro Papa Benedicto XVI, a quien constituiste su pastor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 21, 15. 17)
Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?, le dijo el Señor a Pedro. Éste le respondió: Señor, tú lo conoces todo, tú sabes que te amo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por esta Eucaristía, en la que nos has permitido participar, confirma, Señor, en la unidad y en el amor a la santa Iglesia y a tu siervo, el Papa Benedicto XVI, para que juntos, rebaño y pastor, recorran con seguridad el camino de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
MIÉRCOLES CENIZA
Santos: Los siete santos fundadores de los Siervos de María. Beato Guillermo Richarson, presbítero. (Morado)
En la misa de este día se bendice y se impone la ceniza hecha de minas de olivo o de otros árboles, bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior
RITOS INICIALES Y LITURGIA DE LA PALABRA
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sb 11, 24-25. 27)
Señor, tú
tienes misericordia de todos y nunca odias a tus creaturas; borras los pecados
de los hombres que se arrepienten y los perdonas, porque tú, Señor,
eres nuestro Dios.
Se omite el acto penitencial, que es sustituido por el rito de la imposición
de la ceniza.
ORACIÓN COLECTA
Que el día de ayuno con el que iniciamos, Señor, esta Cuaresma, sea el principio de una verdadera conversión a ti y que nuestros actos de penitencia nos ayuden a vencer al espíritu del mal. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta loe: 2, 12-18
Esto dice el Señor:
"Todavía es tiempo. Conviértanse a mí de todo corazón,
con ayunos, con lágrimas y llanto; enluten su corazón y no sus
vestidos.
Vuélvanse al Señor su Dios, porque es compasivo y misericordioso,
lento a la cólera, rico en clemencia, y se conmueve ante la desgracia".
Quizá se arrepienta, se compadezca de nosotros y nos deje una bendición,
que haga posibles las ofrendas y libaciones al Señor, nuestro Dios.
Toquen la trompeta en Sión, promulguen un ayuno, convoquen la asamblea,
reúnan al pueblo, santifiquen la reunión, junten a los ancianos,
convoquen a los niños, aun a los niños de pecho. Que el recién
casado deje su alcoba y su tálamo la recién casada.
Entre el vestíbulo y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor,
diciendo: "Perdona, Señor, perdona a tu pueblo. No entregues tu
heredad a la burla de las naciones". Que no digan los paganos: "¿Dónde
está el Dios de Israel?". Y el Señor se llenó de celo
por su tierra y tuvo piedad de su pueblo. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
La conversión no es una estrategia para conseguir el perdón divino.
Quien se convierte de corazón, acepta su extravío y se reconoce
necesitado de la guía y la compasión de Dios.
Del salmo 50 R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.
Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate
de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y
purifícame de mis pecados. R/.
Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra
ti sólo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo.
R/.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu
nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti,
ni retires de mí tu santo espíritu. R/.
Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí
un alma generosa. Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu
alabanza. R/.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 5,
20-6, 2
Hermanos: Somos embajadores de Cristo, y por nuestro medio, es como si Dios
mismo los exhortara a ustedes. En nombre de Cristo les pedimos que se dejen
reconciliar con Dios. Al que nunca cometió pecado, Dios lo hizo "pecado"
por nosotros, para que, unidos a él, recibamos la salvación de
Dios y nos volvamos justos y santos.
Como colaboradores que somos de Dios, los exhortamos a no echar su gracia en
saco roto. Porque el Señor dice: En el tiempo favorable te escuché
y en el día de la salvación te socorrí. Pues bien, ahora
es el tiempo favorable; ahora es el día de la salvación. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
El refrán castellano es enfático. Las oportunidades no se presentan dos veces. El llamado de Dios no debe ser desdeñado. La conversión es una tarea permanente y cotidiana.
ACLAMACIÓN
(cfr. Sal 94, 8) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan
su corazón". R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 6, 1-6. 16-18
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Tengan cuidado de no practicar sus obras
de piedad delante de los hombres para que los vean. De lo contrario, no tendrán
recompensa con su Padre celestial. Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies
con trompeta, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles,
para que los alaben los hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa.
Tú, en cambio, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que
hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo
secreto, te recompensará.
Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes
les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para
que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú,
en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante
tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo
secreto, te recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas que
descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que están
ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio,
cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que
no sepa la gente que estás ayunando, sino tu Padre, que está en
lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los gestos penitenciales, las obras de misericordia y las prácticas piadosas tienen un valor y una razón de ser. Cuando el hombre los tergiversa, los vacía de todo significado.
BENDICIÓN DE LA CENIZA
Después de la homilía,
el sacerdote, de pie y con las manos juntas, dice:
Hermanos, pidamos humildemente a Dios Padre que bendiga con su gracia esta ceniza
que, en señal de penitencia, vamos a imponer sobre nuestras cabezas.
Y después de un breve momento de oración en silencio, prosigue:
ORACIÓN
Tú que no quieres
la muerte del pecador, sino su arrepentimiento, escucha, Señor, con bondad
nuestras súplicas y bendice esta ceniza que vamos a imponer sobre nuestra
cabeza en reconocimiento de que somos polvo y al polvo hemos de volver, a fin
de que el ejercicio de la penitencia cuaresmal nos obtenga el perdón
de los pecados y una vida nueva a imagen de tu Hijo resucitado. Por Jesucristo,
nuestro Señor. R/. Amén.
Y rocía la ceniza con agua bendita, sin decir nada.
IMPOSICIÓN DE LA CENIZA
Enseguida, el sacerdote
impone la ceniza a todos los presentes que se acercan a la, y dice a cada uno:
Arrepiéntete y cree en el Evangelio. (Mc 1, 15)
O bien:
Acuérdate de
que eres polvo y al polvo has de volver. (cfr. Gn 3, 19)
Mientras tanto, se entona un canto apropiado.
ANTÍFONA (cfr. JI 2, 13)
Renovemos nuestra vida con un espíritu de humildad y penitencia; ayunemos y lloremos delante del Señor, porque la misericordia de nuestro Dios está siempre dispuesta a perdonar nuestros pecados.
OTRA ANTÍFONA (JI 2, 17; Est 13, 17)
Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan: Perdona, Señor, perdona a tu pueblo, y no cierres la boca de aquellos que te alaban.
OTRA ANTÍFONA (Sal 50, 3)
Borra, Señor, mis
pecados.
Esta antífona puede repetirse después de cada verso del Salmo
50, "Por tu inmensa compasión y misericordia".
RESPONSORIO (cfr. Ha 3, 2)
R/. Escúchanos, Señor,
y ten piedad, porque hemos pecado contra ti.
Renovémonos y reparemos los males que por ignorancia hemos cometido;
no sea que, sorprendidos por el día de la muerte, busquemos, sin poder
encontrarlo, el tiempo de hacer penitencia. R/.
(Sal 78, 9)
Ven en nuestra ayuda, Dios salvador nuestro; por el honor de tu nombre, líbranos,
Señor. R/.
Terminada la imposición de la ceniza, el sacerdote se lava las manos.
La ceremonia termina con la oración universal o de los fieles.
No se dice Credo.
LITURGIA EUCARÍSTICA
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio con el
que iniciamos solemnemente la Cuaresma, y concédenos que por medio de
las obras de caridad y penitencia, venzamos nuestros vicios y, libres de pecado,
podamos unirnos mejor a la pasión de tu Hijo, que vive y reina por los
siglos de los siglos.
Prefacio III o IV de Cuaresma
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 1, 2-3)
El que medita la ley del Señor día y noche, dará fruto a su tiempo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta comunión
abra, Señor, nuestro corazón a la justicia y a la caridad, para
que observemos el único ayuno que tú quieres y que conduce a nuestra
salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La bendición e imposición de la ceniza pueden hacerse también
sin misa. En este caso, conviene celebrar antes la liturgia de la Palabra, usando
el canto de entrada, la oración colecta y las lecturas con sus cánticos,
como en la misa. Enseguida se tienen la homilía y la bendición
e imposición de la ceniza. La ceremonia se termina con la oración
universal.
JUEVES DESPUÉS DE CENIZA
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Sal 54, 17-20. 23)
Clamé al Señor, y escuchó mi voz y me libró de los que me atacaban. Encomienda a Dios tus afanes y Él te sustentará.
ORACIÓN COLECTA
Inspira, Señor, nuestras acciones y dirígelas con tu gracia, para que todo cuanto emprendamos lo iniciemos en tu nombre y podamos llevarlo a término por tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Deuteronomio: 30, 15-20
Esto dice el Señor:
"Mira: Hoy pongo delante de ti la vida y el bien o la muerte y el mal.
Si cumples lo que yo te mando hoy, amando al Señor tu Dios, siguiendo
sus caminos, cumpliendo sus preceptos, mandatos y decretos, vivirás y
te multiplicarás. El Señor, tu Dios, te bendecirá en la
tierra donde vas a entrar para poseerla. Pero si tu corazón se resiste
y no obedeces, si te dejas arrastrar y te postras para dar culto a dioses extranjeros,
yo te anuncio hoy que perecerás sin remedio y que, pasado el Jordán
para entrar a poseer la tierra, no vivirás muchos años en ella.
Hoy tomo por testigos al cielo y a la tierra de que les he propuesto la vida
o la muerte, la bendición o la maldición. Elige la vida y vivirás,
tú y tu descendencia, amando al Señor tu Dios, escuchando su voz,
adhiriéndote a Él; pues en eso está tu vida y el que habites
largos años en la tierra que el Señor prometió dar a tus
padres, Abraham, Isaac y Jacob". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Nuestra vida es la suma de las opciones importantes que asumimos. Cada cristiano opta por Dios y por los bienes últimos que Él nos regala. A su vez, rechaza otros valores menos importantes.
Del salmo I R/.
Dichoso el hombre que confía en el Señor.
Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos
pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus
mandamientos. R/.
Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo
y nunca se marchita. En todo tendrá éxito. R/.
En cambio los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque
el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por
perderlo. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 4, 17) R/. . Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Conviértanse, dice el Señor, porque ya está cerca
el Reino de los cielos. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 9, 22-25
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Es necesario que el Hijo del hombre sufra
mucho, que sea rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas,
que sea entregado a la muerte y que resucite al tercer día". Luego,
dirigiéndose a la multitud, les dijo: "Si alguno quiere acompañarme,
que no se busque a sí mismo, que tome su cruz de cada día y me
siga.
Pues el que quiera conservar para sí mismo su vida, la perderá;
pero el que la pierda por mi causa, ése la encontrará. En efecto,
¿de qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si se pierde a
sí mismo o se destruye?". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
El seguimiento de Jesús implica desprenderse de una serie de valores atractivos y seductores. La reputación, la fama y las riquezas se relativizan para optar por Dios. Perder la vida, en clave del reino, equivale a ganarla.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad estas ofrendas que te presentamos, para que nos alcancen tu perdón, y den gloria a tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 50, 12)
Señor, crea en mí un corazón puro, y renueva en mi interior un espíritu firme.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido en esta comunión, sean para nosotros fuente de perdón, de santidad y de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
DESPUÉS DE CENIZA
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 29, 11)
El Señor me escuchó, tuvo piedad de mí y ha venido en mi ayuda.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, tu gracia durante estos días de penitencia cuaresmal, para que a nuestras prácticas externas corresponda una verdadera renovación del espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 58, 1-9
Esto dice el Señor:
"Clama a voz en cuello y que nadie te detenga. Alza la voz como trompeta.
Denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados.
Me buscan día a día y quieren conocer mi voluntad, como si fuera
un pueblo que se comportara rectamente y respetara los juicios de Dios. Me piden
sentencias justas y anhelan tener cerca a Dios. Me dicen todos los días:
`¿Para qué ayunamos, si tú no nos ves? ¿Para qué
nos mortificamos, si no te das por enterado?'.
Es que el día en que ustedes ayunan encuentran la forma de hacer negocio
y oprimen a sus trabajadores. Es que ayunan, sí, para luego reñir
y disputar, para dar puñetazos sin piedad.
Ése no es un ayuno que haga oír en el cielo la voz de ustedes.
¿Acaso es éste el ayuno que me agrada? ¿Es ésta
la mortificación que yo acepto del hombre: encorvar la cabeza como un
junco y acostarse sobre saco y ceniza? ¿A esto llaman ayuno y día
agradable al Señor?
El ayuno que yo quiero de ti es éste, dice el Señor: Que rompas
las cadenas injustas y levantes los yugos opresores; que liberes a los oprimidos
y rompas todos los yugos; que compartas tu pan con el hambriento y abras tu
casa al pobre sin techo; que vistas al desnudo y no des la espalda a tu propio
hermano.
Entonces surgirá tu luz como la aurora y cicatrizarán de prisa
tus heridas; te abrirá camino la justicia y la gloria del Señor
cerrará tu marcha.
Entonces clamarás al Señor y Él te responderá; lo
llamarás y Él te dirá: Aquí estoy' ". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Los gestos externos sirven para expresar nuestra voluntad de reconciliarnos con Dios y con los hermanos. Quien se priva de alimentos por motivos religiosos externa su decisión de realizar un cambio radical en su vida.
Del salmo 50 R/.
A un corazón contrito, Señor, no lo desprecias.
Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate
de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y
purifícame de mis pecados. R/.
Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra
ti solo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo. R/.
Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios y si te ofreciera
un holocausto, no te agradaría. Un corazón contrito te presento,
y a un corazón contrito, tú nunca lo desprecias. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Am 5, 14) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Busquen el bien y no el mal, para que vivan, y el Señor estará
con ustedes. R/.
Lectura
(Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 9, 14-15
En aquel tiempo, los discípulos de Juan fueron a ver a Jesús y
le preguntaron: "¿Por qué tus discípulos no ayunan,
mientras nosotros y los fariseos sí ayunamos?". Jesús les
respondió: "¿Cómo pueden llevar luto los amigos del
esposo, mientras él está con ellos? Pero ya vendrán días
en que les quitarán al esposo, y entonces si ayunarán". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús y sus discípulos no están atados a las formas convencionales del ayuno. Él les enseña a discernir los signos de los tiempos. Saben que con Jesús inicia el tiempo de las bodas definitivas de Dios con su pueblo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que el sacrificio que te ofrecemos en este tiempo de preparación para la Pascua nos haga agradables a tus ojos y más generosos en la práctica de la penitencia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 24, 4)
Señor, enséñame tus caminos, dime cuáles son tus senderos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que nuestra participación en este sacramento nos libre, Señor, de todas nuestras culpas y nos obtenga de tu misericordia la conversión de nuestro espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Eleuterio I, Papa y mártir, y Euquerio de Orleáns, obispo. Beata Julia Rodzninska mártir.
Vísperas I del domingo: la semana del Salterio Feria (Morado)
SÁBADO DESPUÉS DE CENIZA
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 68, 17)
Escúchanos, Señor, pues eres bueno y míranos conforme a tu bondad infinita.
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno y todopoderoso, mira compasivo nuestra debilidad, y extiende tu mano para protegernos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 58, 9-14
Esto dice el Señor:
"Cuando renuncies a oprimir a los demás y destierres de ti el gesto
amenazador y la palabra ofensiva; cuando compartas tu pan con el hambriento
y sacies la necesidad del humillado, brillará tu luz en las tinieblas
y tu oscuridad será como el mediodía. El Señor te dará
reposo permanente; en el desierto saciará tu hambre y dará vigor
a tu cuerpo; serás como un huerto bien regado, como un manantial cuyas
aguas no se agotan.
Construirás sobre tus viejas ruinas y edificarás sobre cimientos
muy antiguos; te llamarán reparador de brechas y restaurador de hogares
derruidos.
Si detienes tus pasos para no violar el sábado y no tratas tus negocios
en mi día santo, si llamas al sábado tu delicia y lo consagras
a la gloria del Señor, si lo honras absteniéndote de viajes, de
buscar tu interés, de tratar tus asuntos, entonces el Señor será
tu delicia. Te asentaré sobre mis montañas, te haré gustar
la herencia de tu padre Jacob". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
El cristiano que emprende un camino penitencial tiene que revisar el enfoque de sus relaciones interpersonales. No se puede vivir en paz con Dios si al mismo tiempo se oprime a los hermanos.
Del salmo 85 R/.
Señor, enséñame a seguir fielmente tus caminos.
Presta, Señor, oidor a mi súplica, pues soy un pobre, lleno de
desdichas. Protégeme, Señor, porque te amo; salva a tu servidor,
que en ti confía. R/.
Ten compasión de mi, pues clamo a ti, Dios mío, todo el día,
y ya que a ti, Señor, levanto el alma, llena a este siervo tuyo de alegría.
R/.
Puesto que eres, Señor, bueno y clemente y todo amor con quien tu nombre
invoca, escucha mi oración y a mi súplica da respuesta pronta.
R/.
ACLAMACIÓN
(Ez 33, 11) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
No quiero la muerte del pecador, sino que se arrepienta y viva, dice
el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 5, 27-32
En aquel tiempo, vio Jesús
a un publicano, llamado Leví (Mateo), sentado en su despacho, de recaudador
de impuestos, y le dijo: "Sígueme". Él, dejándolo
todo, se levantó y lo siguió.
Leví ofreció en su casa un gran banquete en honor de Jesús,
y estaban a la mesa, con ellos, un gran número de publicanos y otras
personas. Los fariseos y los escribas criticaban por eso a los discípulos,
diciéndoles: "¿Por qué comen y beben con publicanos
y pecadores?". Jesús les respondió: "No son los sanos
los que necesitan al médico, sino los enfermos. No he venido a llamar
a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús no excluye a ninguna persona del proyecto del Reino. Los gobernantes y sus subalternos. Campesinos y pescadores. Todos los hombres y todas las mujeres, bien dispuestos, reciben la invitación a convertirse y seguirle.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este sacrificio de reconciliación y de alabanza que vamos a ofrecerte, nos purifique, Señor y nos renueve, para que todos nuestros pensamientos y acciones se apeguen a tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 9, l3)
Misericordia quiero y no sacrificios, dice el Señor; no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que este sacramento que hemos recibido, y que es fuente de vida para tu Iglesia, sea para nosotros prenda segura de salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
I DOMINGO DE CUARESMA.
Santos: Pedro Damián, Doctor de la Iglesia, y Roberto Southwell mártir. Beato Noel Pinot, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 90, 15-16)
Me invocará y yo lo escucharé; lo libraré y lo glorificaré; prolongaré los días de su vida.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que las prácticas anuales propias de la Cuaresma nos ayuden a progresar en el conocimiento de Cristo y a llevar una vida más cristiana. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Deuteronomio: 26, 4-10
En aquel tiempo, dijo Moisés
al pueblo: "Cuando presentes las primicias de tus cosechas, el sacerdote
tomará el cesto de tus manos y lo pondrá ante el altar del Señor,
tu Dios. Entonces tú dirás estas palabras ante el Señor,
tu Dios:
`Mi padre fue un arameo errante, que bajó a Egipto y se estableció
allí con muy pocas personas; pero luego creció hasta convertirse
en una gran nación, potente y numerosa.
Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron una dura esclavitud.
Entonces clamamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el Señor
escuchó nuestra voz, miró nuestra humillación, nuestros
trabajos y nuestra angustia. El Señor nos sacó de Egipto con mano
poderosa y brazo protector, con un terror muy grande, entre señales y
portentos; nos trajo a este país y nos dio esta tierra, que mana leche
y miel. Por eso ahora yo traigo aquí las primicias de la tierra que tú,
Señor, me has dado'.
Una vez que hayas dejado tus primicias ante el Señor, te postrarás
ante El para adorarlo". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Israel reconoce y agradece la intervención constante y liberadora de Dios en su historia. Los hijos de Abrahán voltean una vez y otra hacia Dios y reciben el auxilio y el consuelo divinos.
Del salmo 90 R/.
Tú eres mi Dios y en ti confío.
Tú, que vives al amparo del Altísimo y descansas a la sombra del
Todopoderoso, dile al Señor: "Tú eres mi refugio y fortaleza;
tú eres mi Dios y en ti confío".R/.
No te sucederá desgracia alguna, ninguna calamidad caerá sobre
tu casa, pues el Señor ha dado a sus ángeles la orden de protegerte
adonde quiera que vayas. R/.
Los ángeles de Dios te llevarán en brazos, para que no te tropieces
con las piedras, podrás pisar los escorpiones y las víboras y
dominar las fieras. R/.
"Puesto que tú me conoces y me amas, dice el Señor, yo te
libraré y te pondré a salvo. Cuando tú me invoques, yo
te escucharé, y en tus angustias estaré contigo, te libraré
de ellas y te colmaré de honores". R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 10, 8-13
Hermanos: La Escritura afirma:
Muy a tu alcance, en tu boca y en tu corazón, se encuentra la salvación,
esto es, el asunto de la fe que predicamos. Porque basta que cada uno declare
con su boca que Jesús es el Señor y que crea en su corazón
que Dios lo resucitó de entre los muertos, para que pueda salvarse.
En efecto, hay que creer con el corazón para alcanzar la santidad y declarar
con la boca para alcanzar la salvación. Por eso dice la Escritura. Ninguno
que crea en Él quedará defraudado, porque no existe diferencia
entre judío y no judío, ya que uno mismo es el Señor de
todos, espléndido con todos los que lo invocan, pues todo el que invoque
al Señor corno a su Dios, será salvado por ÉL Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
La fe es la adhesión personal a Jesucristo. Es una decisión que nace en lo más profundo de la persona, a la vez que se externa y socializa en una comunidad de creyentes que viven y celebran su fe.
ACLAMACIÓN
(Mt 4, 4) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que
sale de la boca de Dios. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 4, 1-13
En aquel tiempo, Jesús,
lleno del Espíritu Santo, regresó del Jordán y conducido
por el mismo Espíritu, se internó en el desierto, donde permaneció
durante cuarenta días y fue tentado por el demonio.
No comió nada en aquellos días, y cuando se completaron, sintió
hambre. Entonces el diablo le dijo: "Si eres el Hijo de Dios, dile a esta
piedra que se convierta en pan". Jesús le contestó: "Está
escrito: No sólo de pan vive el hombre".
Después lo llevó el diablo a un monte elevado y en un instante
le hizo ver todos los reinos de la tierra y le dijo: "A mi me ha sido entregado
todo el poder y la gloria de estos reinos, y yo los doy a quien quiero. Todo
esto será tuyo, si te arrodillas y me adoras". Jesús le respondió:
"Está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a El
sólo servirás".
Entonces lo llevó a Jerusalén, lo puso en la parte más
alta del templo y le dijo: "Si eres el Hijo de Dios, arrójate desde
aquí, porque está escrito: Los ángeles del Señor
tienen órdenes de cuidarte y de sostenerte en sus manos, para que tus
pies no tropiecen con las piedras". Pero Jesús le respondió:
"También está escrito: No tentarás al Señor,
tu Dios".
Concluidas las tentaciones, el diablo se retiró de Él, hasta que
llegara la hora. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
El relato de las pruebas de Jesús está construido con tino y acierto. El tentador manipula ingeniosamente los textos sagrados para llevar "agua a su molino" y vulnerar la fidelidad de Jesús.
Credo.
ORACIÓN UNIVERSAL
Con fe, pidámosle
a Dios que escuche la oración de su pueblo.
Después de cada petición responderemos (cantando): Kyrie, Eléison.
R/. Kyrie, Eléison.
Para que cada vez más, en todas partes, en todos los corazones, triunfe
el bien por encima del mal. Kyrie, Eléison.
Para que la luz de Jesucristo ilumine a los que se han alejado de la fe. Kyrie,
Eléison.
Para que los enfermos alcancen salud y fortaleza, y los que viven angustiados
encuentren la paz del espíritu. Kyrie, Eléison.
Para que este tiempo de Cuaresma sea, para toda la Iglesia, un tiempo de renovación
en la fidelidad al Evangelio. Kyrie, Eléison.
Para que cada uno de nosotros seamos siempre levadura y testimonio de amor y
de esperanza. Kyrie, Eléison.
Escúchanos, Padre, y danos la vida nueva de Jesucristo, que vive y reina
por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que estos dones que vamos a ofrecerte, nos dispongan convenientemente para el santo tiempo de la Cuaresma, que estamos iniciando. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque Cristo nuestro Señor, al abstenerse durante cuarenta días
de tomar alimento, inauguró la práctica de nuestra penitencia
cuaresmal y, al rechazar las tentaciones del enemigo, nos enseñó
a sofocar la fuerza del pecado; de este modo, celebrando con sinceridad el misterio
de esta Pascua, podremos pasar un día a la Pascua que no acaba.
Por eso, con los ángeles y santos te cantamos el himno de alabanza, diciendo
sin cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 4, 4)
No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este pan celestial alimente, Señor, en nosotros la fe, aumente la esperanza, refuerce la caridad, y nos enseñe a sentir hambre de Cristo, que es el pan vivo y verdadero, y a vivir de toda palabra que proceda de tu boca. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Quienes tengan una relación familiar con la Biblia se darán cuenta de que en sus páginas se encuentran frases, ideas y argumentos que, sacados de su contexto, podrán usarse para defender o apoyar los más diversos puntos de vista. Ese acercamiento es incorrecto y frágil. Es el mismo procedimiento que pretendía usar el tentador para confundir a Jesús. El Maestro no se espanta ni se encandila ante las propuestas seductoras del maligno, más bien retorna el espíritu originario de la Torah y discierne el verdadero significado de la voluntad de Dios. A las interpretaciones amañadas siempre será posible responder con el mensaje genuino de Jesús, que se nos transparenta en los evangelios leídos en clave de fe.
La cátedra de san Pedro apóstol.
Santos: San Pascasio de Vienne, obispo. Beata Isabel de Francia, religiosa. Fiesta (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 22, 32)
Dijo el Señor a Simón Pedro: Yo he rogado por ti para que tu fe no desfallezca; y tú, una vez convertido, confirma a tus hermanos.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Que nada pueda perturbar, Señor, la fe que profesamos y que tú quisiste cimentar sobre la roca firme de san Pedro. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro: 5, 1-4
Hermanos: Me dirijo ahora
a los pastores de las comunidades de ustedes, yo, que también soy pastor
como ellos y además he sido testigo de los sufrimientos de Cristo y participante
de la gloria que se va a manifestar.
Apacienten el rebaño que Dios les ha confiado y cuiden de él no
como obligados por la fuerza, sino de buena gana, como Dios quiere; no por ambición
de dinero, sino con entrega generosa; no como si ustedes fueran los dueños
de las comunidades que se les han confiado, sino dando buen ejemplo. Y cuando
aparezca el Pastor supremo, recibirán el premio inmortal de la gloria.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
No toda la riqueza es legítima. Quien amasa fortunas a costa del empobrecimiento de sus empleados afrenta a Dios. Dios "no voltea para otro lado" cuando uno de los suyos pisotea a su hermano.
Del salmo 22 R/.
El Señor es mi pastor, nada me faltará.
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me
hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas.
R/.
Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así,
aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás
conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad. R/.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges
la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días
de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin
término. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 16, 18) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificare mi Iglesia, y los
poderes del infierno no prevalecerán sobre ella, dice el Señor.
R/.
Lectura
(Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 16, 13-19
En aquel tiempo, cuando llegó Jesús a la región
de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: “¿Quién
dice la gente que es el Hijo del hombre?". Ellos le respondieron: "Unos
dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías
o alguno de los profetas".
Luego les preguntó: "Y ustedes ¿quién dicen que soy
yo?". Simón Pedro tomó la palabra y le dijo: "Tú
eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo".
Jesús le dijo entonces: "¡Dichoso tú, Simón,
hijo de Juan, porque esto no te lo ha revelado ningún hombre, sino mi
Padre que está en los cielos! Y yo te digo a ti que tú eres Pedro
y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Los poderes del infierno no
prevalecerán sobre ella. Yo te daré las llaves del Reino de los
cielos; todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo y todo
lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Simón, el pescador de Betsaida, ha accedido al desvelamiento del misterio de Jesús. Por esa cercanía entusiasta, así como por su fe vacilante y esperanzada servirá como punto de apoyo a quienes creemos en Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, con bondad los dones que tu Iglesia te presenta, y concédele fidelidad a la fe del apóstol san Pedro y docilidad a su magisterio para que pueda llegar a la patria eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de los apóstoles.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 16, 16. 15)
Dijo Pedro a Jesús: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Jesús le respondió: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo que hemos recibido hoy al celebrar la cátedra de san Pedro, sean para nosotros sacramento de unidad y de paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 89, 1-2)
Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación. Desde siempre y por siempre tú eres Dios.
ORACIÓN COLECTA
Mira, Señor, con misericordia a tu pueblo que del cuerpo y aviva en su espíritu el deseo de poseerte. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 55, 10-11
Esto dice el Señor: "Como bajan del cielo la lluvia y la nieve y no vuelven allá, sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, a fin de que dé semilla para sembrar y pan para comer, así será la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí sin resultado, sino que hará mi voluntad y cumplirá su misión". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La Palabra de Dios no cae en saco roto. Quien recibe con atención el mensaje y se dispone a vivirlo de forma congruente, comenzará a disfrutar del gozo profundo de la salvación.
Del salmo 33 R/.
El Señor libra al justo de todas sus angustias.
Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su
poder. Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de
todos mis temores. R/.
Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te
sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los
pobres y los libra de todas sus angustias. R/.
Los ojos del Señor cuidan al justo y a su clamor están atentos
sus oídos. Contra el malvado, en cambio, está el Señor,
para borrar de la tierra su recuerdo. R/.
Escucha el Señor al hombre justo y lo libra de todas sus congojas. El
Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas.
R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 4, 4) A/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra
que sale de la boca de Dios. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 6, 7-15
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Cuando ustedes hagan oración no hablen
mucho, como los paganos, que se imaginan que a fuerza de mucho hablar, serán
escuchados. No los imiten, porque el Padre sabe lo que les hace falta, antes
de que se lo pidan. Ustedes, pues, oren así:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga
tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy
nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal. Si ustedes perdonan las faltas a los hombres, también
a ustedes los perdonará el Padre celestial. Pero si ustedes no perdonan
a los hombres, tampoco el Padre les perdonará a ustedes sus faltas".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Proclamar la santidad del Padre es disponerse a reconocer la bondad de su proyecto. El nombre de Dios es santificado, es decir, separado, cuando se le trata con respeto reverente y no se le manipula en provecho propio.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor y creador todopoderoso, los dones que hemos recibido de tu generosidad y convierte el pan y el vino que nos has dado para nuestra vida cotidiana en sacramento de salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I- V de Cuaresma.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 4, 2)
Tú, Dios, defensor mío, que me escuchaste cuando te invoqué y me consolaste en la tribulación, ten piedad de mí y escucha mi plegaria
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta Eucaristía nos ayude, Señor, a moderar las pasiones y los deseos terrenos y a buscar tu justicia y tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 24, 6. 3. 22)
Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas y no permitas que nos derrote el enemigo. Sálvanos, Dios de Israel, de todas nuestras angustias.
ORACIÓN COLECTA
Mira, Señor, con bondad a tu pueblo, que con fervor desea entregarse más a ti y concédele que la práctica de las buenas obras renueve su alma, ya que con sus privaciones se esfuerza por dominar su cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Jonás: 3, 1-10
En aquellos días,
el Señor volvió a hablar a Jonás y le dijo: "Levántate
y vete a Nínive, la gran capital, para anunciar ahí el mensaje
que te voy a indicar".
Se levantó Jonás y se fue a Nínive, como le había
mandado el Señor. Ninive era una ciudad enorme: hacían falta tres
días para recorrerla. Jonás caminó por la ciudad durante
un día, pregonando: "Dentro de cuarenta días Nínive
será destruida"
Los ninivitas creyeron en Dios, ordenaron un ayuno y se vistieron de sayal,
grandes y pequeños. Llegó la noticia al rey de Nínive,
que se levantó del trono, se quitó el manto, se vistió
de sayal, se sentó sobre ceniza y en nombre suyo y de sus ministros,
mandó proclamar en Nínive el siguiente decreto: "Que hombres
y animales, vacas y ovejas, no prueben bocado, que no pasten ni beban; que todos
se vistan de sayal e invoquen con fervor a Dios y que cada uno se arrepienta
de su mala vida y deje de cometer injusticias. Quizá Dios se arrepienta
y nos perdone, aplaque el incendio de su ira y así no moriremos".
Cuando Dios vio sus obras y cómo se convertían de su mala vida,
cambió de parecer y no les mandó el castigo que había determinado
imponerles. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Este relato nos ilustra una certeza que acostumbramos olvidar: Dios se compadece de todos los hombres de buena voluntad sin importar credos o razas. Dios es el Padre compasivo que ama a todos por igual.
Del salmo 50 R/. A un corazón contrito, Señor, no lo desprecias.
Por tu inmensa compasión
y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis ofensas.
Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados.
R/.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu
nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti,
ni retires de mí tu santo espíritu. R/.
Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios y si te ofreciera
un holocausto, no te agradaría. Un corazón contrito te presento,
y a un corazón contrito, tú nunca lo desprecias. R/.
ACLAMACIÓN
(JI 2, 12-13) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Todavía es tiempo, dice el Señor. Arrepiéntanse
de todo corazón y vuélvanse a mí, que soy compasivo y misericordioso.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 11, 29-32
En aquel tiempo, la multitud
se apiñaba alrededor de Jesús y éste comenzó a decirles:
"La gente de este tiempo es una gente perversa. Pide una señal,
pero no se le dará más señal que la de Jonás. Pues
así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive,
lo mismo será el Hijo del hombre para la gente de este tiempo.
Cuando sean juzgados los hombres de este tiempo, la reina del sur se levantará
el día del juicio para condenarlos, porque ella vino desde los últimos
rincones de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y
aquí hay uno que es más que Salomón.
Cuando sea juzgada la gente de este tiempo, los hombres de Nínive se
levantarán el día del juicio para condenarla, porque ellos se
convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno
que es más que Jonás". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Pocas veces usa Jesús un calificativo tan duro. En esta ocasión denuncia la obcecación y la necedad de los testarudos que “querían tapar el sol con un dedo" y que pretendían negar las señales del Reino.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te presentamos, Señor, este pan y este vino que tú mismo nos has dado para que te los ofreciéramos, a fin de que, al convertirlos tú en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos obtengan la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 5, 12)
Que se alegren, Señor, cuantos en ti confían, que se regocijen eternamente porque tú estás con ellos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, Señor, que no cesas de invitarnos a tu mesa, concédenos que la recepción de este sacramento sea para nosotros fuente de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 5, 2-3)
Señor, oye mis palabras, escucha mi lamento, haz caso de mi voz suplicante, Rey mío y Dios mío.
ORACIÓN COLECTA
Puesto que sin ti nada podemos, concédenos, Señor, luz para distinguir siempre el bien y valor para ponerlo en práctica, a fin de que podamos vivir según tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo...
En vez de la oración colecta de la feria, se puede decir la del beato Sebastián de Aparicio
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de Ester: 4, 17n. p-r.
En aquellos días,
la reina Ester, ante el mortal peligro que amenazaba a su pueblo, buscó
refugio en el Señor y se postró en tierra con sus esclavas, desde
la mañana hasta el atardecer. Entonces suplicó al Señor,
diciendo:
"Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob, ¡bendito seas! Protégeme,
porque estoy sola y no tengo más defensor que tú, Señor,
y voy a jugarme la vida.
Señor, yo sé, por los libros que nos dejaron nuestros padres,
que tú siempre salvas a los que te son fieles. Ayúdame ahora a
mí, porque no tengo a nadie más que a ti, Señor y Dios
mío.
Ayúdame, Señor, pues estoy desamparada. Pon en mis labios palabras
acertadas cuando esté en presencia del león y haz que yo le agrade,
para que su corazón se vuelva en contra de nuestro enemigo, para ruina
de éste y de sus cómplices.
Con tu poder, Señor, líbranos de nuestros enemigos. Convierte
nuestro llanto en alegría y haz que nuestros sufrimientos nos obtengan
la vida". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
En esta súplica,
la orante confiesa su firme creencia en el exclusivo señorío de
Dios. Ningún mortal sobrepasa a otro en dignidad. El culto a las personas
es una forma de idolatría.
Del salmo 137 R/. De todo corazón te damos gracias, Señor.
De todo corazón te damos gracias, Señor, porque escuchaste nuestros
ruegos. Te cantaremos delante de tus ángeles, te adoraremos en tu templo.
R/.
Señor, te damos gracias por tu lealtad y por tu amor: siempre que te
invocamos nos oíste y nos llenaste de valor. R/.
Que todos los reyes de la tierra te reconozcan al escuchar tus prodigios Que
alaben tus caminos, porque tu gloria es inmensa. R/.
Tu mano, Señor, nos pondrá a salvo, y así concluirás
en nosotros tu obra. Señor, tu amor perdura eternamente; obra tuya soy,
no me abandones. R/.
ACLAMACIÓN
(Sal 50, 12. 14) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Crea en mi, Señor, un corazón puro y devuélveme
tu salvación, que regocija. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 7, 7-12
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Pidan y se les dará; busquen y encontrarán;
toquen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca,
encuentra; y al que toca, se le abre. ¿Hay acaso entre ustedes alguno
que le dé una piedra a su hijo, si éste le pide pan? Y si le pide
pescado, ¿le dará una serpiente? Si ustedes, a pesar de ser malos,
saben dar cosas buenas a sus hijos, con cuánto mayor razón el
Padre, que está en los cielos, dará cosas buenas a quienes se
las pidan.
Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes En esto
se resumen la ley y los profetas". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Los seres humanos no somos insensibles a los reclamos de nuestros hijos. Si seguimos la analogía de Dios Padre, podemos afirmar, sin dudarlo, que Él se complace gustosamente en atender los ruegos de sus hijos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, en tu bondad las ofrendas y súplicas que te presentamos, y convierte a ti nuestros corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 7, 8)
Todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que toca, se le abrirá.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor Dios nuestro, que el sacramento que nos has dado como ayuda para nuestra salvación, nos sirva de auxilio tanto para esta vida como para la futura. Por Jesucristo, nuestro Señor.
*Beato Sebastián de Aparicio, religioso
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste dejarnos en el beato Sebastián de Aparicio un ejemplo de entrega a los demás en las ocupaciones diarias, concédenos por su intercesión amarte y servirte en nuestro prójimo en todas las actividades de nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo...
Santos: Leandro de Sevilla, obispo. Porfirio de Gaza, obispo, y Néstor de Magydos, mártir. Feria (Morado)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 24, 17-18)
Sálvame, Señor, de todas mis angustias. Mira mis trabajos y mis penas, y perdona todos mis pecados.
ORACIÓN COLECTA
Concede, Señor, a tus hijos prepararse interiormente a la celebración de la Pascua, para que la mortificación corporal propia de este tiempo, dé en cada uno de nosotros frutos espirituales. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Ezequiel: 18, 21-28
Esto dice el Señor:
"Si el pecador se arrepiente de los pecados cometidos, guarda mis preceptos
y practica la rectitud y la justicia, ciertamente vivirá y no morirá;
no me acordaré de los delitos que cometió; vivirá a causa
de la justicia que practicó. ¿Acaso quiero yo la muerte del pecador,
dice el Señor, y no más bien que enmiende su conducta y viva?
Si el justo se aparta de su justicia y comete maldad, no se recordará
la justicia que hizo. Por la iniquidad que perpetró, por el pecado que
cometió, morirá. Y si dice: 'No es justo el proceder del Señor',
escucha, casa de Israel: ¿Conque es injusto mi proceder? ¿No es
más bien el proceder de ustedes el injusto? Cuando el justo se aparta
de su justicia, comete la maldad y muere; muere por la maldad que cometió.
Cuando el pecador se arrepiente del mal que hizo y practica la rectitud y la
justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se aparta de los delitos
cometidos, ciertamente vivirá y no morirá". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
La sentencia y el castigo nunca serán la palabra definitiva y última de Dios. El Señor aguarda pacientemente al pecador para que se convierta y vuelva a gozar de la amistad divina.
Del salmo 129 R/.
. Perdónanos, Señor, y viviremos.
Desde el abismo de mis pecados clamo a ti; Señor, escucha mi
clamor; que estén atentos tus oídos a mi voz suplicante. R/. .
Si conservaras el recuerdo de las culpas, ¿quién habría,
Señor, que se salvara? Pero de ti procede el perdón, por eso con
amor te veneramos. R/. .
Confío en el Señor, mi alma espera y confía en su palabra;
mi alma aguarda al Señor, mucho más que a la aurora el centinela.
R/. .
Como aguarda a la aurora el centinela, aguarde Israel al Señor, porque
del Señor viene la misericordia y la abundancia de la redención,
y El redimirá a su pueblo de todas sus iniquidades. R/. .
ACLAMACIÓN
(Ez 18, 31) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Purifíquense de todas sus iniquidades; renueven su corazón
y su espíritu, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 5, 20-26
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Les aseguro que si su justicia no es mayor
que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entrarán ustedes en
el Reino de los cielos.
Han oído ustedes que se dijo a los antiguos; No matarás y el que
mate será llevado ante el tribunal Pero yo les digo: Todo el que se enoje
con su hermano, será llevado también ante el tribunal; el que
insulte a su hermano, será llevado ante el tribunal supremo, y el que
lo desprecie, será llevado al fuego del lugar de castigo.
Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí
mismo de que tu hermano tiene alguna queja contra ti deja tu ofrenda junto al
altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar
tu ofrenda.
Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el
camino; no sea que te entregue al juez, el juez al policía y te metan
a la cárcel. Te aseguro que no saldrás de ahí hasta que
hayas pagado el último centavo". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
La fidelidad suprema de los discípulos de Jesús no se conforma con el cumplimiento de las prohibiciones básicas (no matarás). Va más allá, puesto que procura tratar con fraternal cuidado a toda persona.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estas ofrendas por medio de las cuales has querido misericordiosamente devolvernos tu amistad y darnos la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ez 33, 11)
Tan cierto como que vivo, dice el Señor, no quiero la muerte del pecador, sino que se convierta y viva
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la recepción de tu sacramento nos renueve, Señor, y, purificados de toda maldad, nos haga participar de los bienes de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Vísperas 1 del domingo: 2ª. semana del Salterio Feria (Morado) .
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 18, 8)
La ley del Señor es perfecta y reconforta el corazón; el testimonio del Señor es veraz y vuelve sabios a los sencillos.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Padre eterno, haz que se conviertan a ti nuestros corazones a fin de que, viviendo consagrados enteramente a tu servicio, te busquemos siempre a ti y nos dediquemos a la práctica de las obras de misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Deuteronomio: 26, 16-19
En aquel tiempo, habló
Moisés al pueblo y le dijo: "El Señor, tu Dios, te manda
hoy que cumplas estas leyes y decretos; guárdalos, por lo tanto, y ponlos
en práctica con todo tu corazón y con toda tu alma.
Hoy has oído al Señor declarar que Él será tu Dios,
pero sólo si tú caminas por sus sendas, guardas sus leyes, mandatos
y decretos, y escuchas su voz.
Hoy el Señor te ha oído declarar que tú serás el
pueblo de su propiedad, como Él te lo ha prometido, pero sólo
si guardas sus mandamientos. Por eso Él te elevará en gloria,
renombre y esplendor, por encima de todas las naciones que ha hecho y tu serás
un pueblo consagrado al Señor, tu Dios, como El te lo ha prometido".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El pacto es bilateral. Dios acompañará a su pueblo y lo bendecirá con abundancia. El pueblo transitará por el camino que Dios le marque, además de que cumplirá fielmente sus preceptos y mandatos.
Del salmo 118 R/.
Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.
Dichoso el hombre de conducta intachable, que cumple la ley del Señor.
Dichoso el que es fiel a sus enseñanzas y lo busca de todo corazón.
R/.
Tú, Señor, has dado tus preceptos para que se observen exactamente.
Ojalá que mis pasos se encaminen al cumplimiento de tus mandamientos.
R/.
Te alabaré con sincero corazón, cuando haya aprendido tus justos
mandamientos. Quiero cumplir tu ley exactamente. Tú, Señor, no
me abandones. R/.
ACLAMACIÓN
(2 Go 6, 2) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Éste es el tiempo favorable, éste es el día de
la salvación. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 5, 43-48
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Han oído ustedes que se dijo: Ama
a tu prójimo y odia a tu enemigo. Yo, en cambio, les digo. Amen a sus
enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen
y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol
sobre los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre los justos y los injustos.
Porque, si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen?
¿No hacen eso mismo los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus
hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen eso mismo
los paganos? Sean, pues perfectos como su Padre celestial es perfecto".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El amor al enemigo es la exigencia radical del discípulo que decide conformar su vida con la voluntad del Padre. El amor incondicional es la piedra de toque del verdadero camino cristiano.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que la celebración de este sacramento nos purifique, Señor, de nuestras faltas y nos haga dignos de participar de tu Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 48)
Sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Ayuda Señor, y reconforta siempre a estos hijos tuyos, a quienes has iluminado con tu palabra y alimentado con tu sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
II DOMINGO DE CUARESMA
Santos: Román y Lupicino de Condat, ermitaños, e Hilario I. Papa. Beato Daniel Alessio Brottier (MORADO)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 26, 8-9)
De ti mi corazón me habla diciendo: "Busca su rostro". Tu rostro estoy buscando, Señor; no me lo escondas.
No se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Señor, Padre santo, que nos mandaste escuchar a tu amado Hijo, alimenta nuestra fe con tu palabra y purifica los ojos de nuestro espíritu, para que podamos alegrarnos en la contemplación de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Génesis: 15, 5-12. 17-18
En aquellos días,
Dios sacó a Abram de su casa y le dijo: "Mira el cielo y cuenta
las estrellas, si puedes". Luego añadió: "Así
será tu descendencia".
Abram creyó lo que el Señor le decía y, por esa fe, le
dijo: "Tráeme una ternera, una cabra y un camero, todos de tres
años; una tórtola y un pichón". Tomó Abram
aquellos animales, los partió por la mitad y puso las mitades una enfrente
de la otra, pero no partió las aves. Pronto comenzaron los buitres a
descender sobre los cadáveres y Abram los ahuyentaba. Estando ya para
ponerse el sol, Abram cayó en un profundo letargo, y un terror intenso
y misterioso se apoderó de él. Cuando se puso el sol, hubo densa
oscuridad y sucedió que un brasero humeante y una antorcha encendida,
pasaron por entre aquellos animales partidos.
De esta manera hizo el Señor, aquel día, una alianza con Abram,
diciendo:
"A tus descendientes doy esta tierra, desde el río de Egipto hasta
el gran río Éufrates". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
El ritual nos resulta extraño y sobrecogedor. Sin embargo, es la forma de expresar el compromiso bilateral, suscrito entre Dios y Abrahán, de tratarse recíprocamente con Fidelidad.
Del salmo 26 R/.
El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién
voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién
podrá hacerme temblar? R/.
Oye, Señor, mi voz y mis clamores y tenme compasión; el corazón
me dice que te busque y buscándote estoy R/.
No rechaces con cólera a tu siervo, tú eres mi único auxilio;
no me abandones ni me dejes solo, Dios y salvador mío. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor
y fortaleza y en el Señor confía. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 3, 17-4, 1
Hermanos: Sean todos ustedes
imitadores míos y observen la conducta de aquellos que siguen el ejemplo
que les he dado a ustedes. Porque, como muchas veces se lo he dicho a ustedes,
y ahora se lo repito llorando, hay muchos que viven como enemigos de la cruz
de Cristo. Esos tales acabarán en la perdición, porque su dios
es el vientre, se enorgullecen de lo que deberían avergonzarse y sólo
piensan en cosas de la tierra.
Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos que venga
nuestro salvador, Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo miserable
en un cuerpo glorioso, semejante al suyo, en virtud del poder que tiene para
someter a su dominio todas las cosas.
Hermanos míos, a quienes tanto quiero y extraño: ustedes, hermanos
míos amadísimos, que son mi alegría y mi corona, manténganse
fieles al Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los enemigos de la cruz de Cristo viven aferrados u los valores mundanos que enfatizan el bienestar personal. Los ciudadanos del cielo conforman su vida con los valores del Reino.
ACLAMACIÓN
(cfr Mt 17, 5) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre, que decía:
"Este es mi Hijo amado; escúchenlo". R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 9, 28-36
En aquel tiempo, Jesús
se hizo acompañar de Pedro, Santiago y Juan, y subió a un monte
para hacer oración. Mientras oraba, su rostro cambió de aspecto
y sus vestiduras se hicieron blancas y relampagueantes.
De pronto aparecieron conversando con Él dos personajes, rodeados de
esplendor: eran Moisés y Elías. Y hablaban de la muerte que le
esperaba en Jerusalén.
Pedro y sus compañeros estaban rendidos de sueño; pero, despertándose,
vieron la gloria de Jesús y de los que estaban con El. Cuando éstos
se retiraban, Pedro le dijo a Jesús: "Maestro, seria bueno que nos
quedáramos aquí y que hiciéramos tres chozas: una para
ti, una para Moisés y otra para Elías", sin saber lo que
decía.
No había terminado de hablar, cuando se formó una nube que los
cubrió; y ellos, al verse envueltos por la nube, se llenaron de miedo.
De la nube salió una voz que decía: "Éste es mi Hijo,
mi escogido; escúchenlo". Cuando cesó la voz, se quedó
Jesús solo.
Los discípulos guardaron silencio y por entonces no dijeron a nadie nada
de lo que habían visto. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
La voz del cielo orienta a los presentes en dirección de Jesús. No basta con contemplarle extasiados y boquiabiertos. Hace falta vivir en calidad de oyente que escucha obedientemente al Hijo.
Credo.
ORACIÓN UNIVERSAL
Con el corazón en
paz, oremos al Señor y pidámosle que tenga piedad de nosotros.
Después de cada petición responderemos (cantando): Kyrie, Eléison.
Por la Iglesia entera, extendida de Oriente a Occidente. Kyrie, Eléison.
Por la paz en todo el mundo, la prosperidad de todos los pueblos, y la unidad
de los cristianos. Kyrie, Eléison.
Por nuestro país y por nuestros gobernantes. Kyrie, Eléison.
Para que tengamos un tiempo favorable, y la abundancia de los frutos de la tierra.
Kyrie, Eléison.
Por los que están lejos de su tierra, por los prisioneros, por los enfermos,
por los afligidos. Kyrie, Eléison.
Por todos los que nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía. Kyrie,
Eléison.
Protégenos, Señor; sálvanos y ten piedad de nosotros. Tú
que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que esta ofrenda, Señor, nos obtenga el perdón de nuestros pecados y nos santifique en el cuerpo y en el alma para que podamos celebrar dignamente las festividades de la Pascua. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque Cristo, nuestro Señor, después de anunciar su muerte a
los discípulos, les mostró en el monte santo el esplendor de su
gloria, para testimoniar, de acuerdo con la ley y los profetas, que la pasión
es el camino de la resurrección.
Por eso, como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros
en la tierra te aclamamos, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 17, 5)
Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco; escúchenlo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Señor, porque al darnos en este sacramento el Cuerpo glorioso de tu Hijo, nos permites participar ya, desde este mundo, de los bienes eternos de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- El evangelio de San Lucas nos lleva de la mano para que acompañemos a Jesús en su éxodo hacia Jerusalén. El camino de la liberación incluye un proceso largo lleno de paradojas y adversidades. No es fácil para los israelitas transitar por el desierto. Tampoco a Jesús le resulta llevadero recorrer el camino del amor pleno que lo convertiría en un crucificado. El escándalo resulta desmesurado para los Doce y sigue siéndolo para nosotros. Cada vez que busquemos escamotear las exigencias del seguimiento de Jesús, podríamos meditar en la escena de la transfiguración. De esa manera entenderíamos que el Padre jamás abandona a quienes le son fieles, sino que los reivindica para siempre y los hace partícipes de su gloria. La cruz no es la última palabra del Padre. Su acción decisiva emerge en la resurrección de Jesús.
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