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MISAL DICIEMBRE DEL 2004
Santos: Eligio (o Eloy) de Joyón, obispo: Nahúm profeta y beata Clementina Anwirite, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Ha 2, 3; 1 Co 4, 5)
Ven, Señor, y no tardes, ilumina los secretos de las tinieblas y manifiéstate a todas las naciones.
ORACIÓN COLECTA
Que tu gracia, Señor, prepare nuestros corazones para que, cuando venga tu Hijo Jesucristo, nos encuentre dignos de sentarnos a su mesa y de recibir de sus propias manos el pan del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 25, 6-10
En aquel día, el
Señor del universo preparará sobre este monte un festín
con platillos suculentos para todos los pueblos; un banquete con vinos exquisitos
y manjares sustanciosos. Él arrancará en este monte el velo que
cubre el rostro de todos los pueblos, el paño que oscurece a todas las
naciones. Destruirá la muerte para siempre; el Señor Dios enjugará
las lágrimas de todos los rostros y borrará de toda la tierra
la afrenta de su pueblo. Así lo ha dicho el Señor.
En aquel día se dirá: “Aquí está nuestro Dios,
de quien esperábamos que nos salvara; alegrémonos y gocemos con
la salvación que nos trae, porque la mano del Señor reposará
en este monte”. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los banquetes son celebraciones
de la vida, el amor y la amistad. Dios organiza uno porque ha triunfado definitivamente
la vida y es oportuno celebrarlo. Todos estamos invitados a participar de su
alegría.
Del salmo 22 R/. Habitaré en la casa del Señor toda la vida.
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar
y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. R/.
Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así,
aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás
conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad. R/.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges
la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días
de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin
término. R/.
ACLAMACIÓN R/. Aleluya,
aleluya.
Ya viene el Señor para salvar a su pueblo. Dichosos los que estén
preparados para salir a su encuentro. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 15, 29-3 7
En
aquel tiempo, llegó Jesús a la orilla del mar de Galilea, subió
al monte y se sentó. Acudió a él mucha gente, que llevaba
consigo tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros enfermos. Los
tendieron a sus pies y él los curó. La gente se llenó de
admiración, al ver que los lisiados estaban curados, que los ciegos veían,
que los mudos hablaban y los tullidos caminaban; por lo que glorificaron al
Dios de Israel.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: “Me da lástima
esta gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué
comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque pueden desmayarse en el camino”.
Los discípulos le preguntaron: “¿Dónde vamos a conseguir,
en este lugar despoblado, panes suficientes para saciar a tal muchedumbre?”.
Jesús les preguntó: “¿Cuántos panes tienen?”.
Ellos contestaron: “Siete, y unos cuantos pescados”.
Después de ordenar a la gente que se sentara en el suelo, Jesús
tomó los siete panes y los pescados, y habiendo dado gracias a Dios,
los partió y los fue entregando a los discípulos, y los discípulos
a la gente. Todos comieron hasta saciarse, y llenaron siete canastos con los
pedazos que habían sobrado. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Jesús sintió lástima de los hambrientos porque miraba la vida con los ojos del Padre y porque, como era hombre y pertenecía a la clase socialmente vulnerable, él mismo habría sufrido en carne propia hambrunas y escasez.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que este sacrificio signo de nuestra total entrega a ti, te sea ofrecido siempre, para que realice la intención que tuviste al instituir este sacramento, y lleve a cabo plenamente en nosotros tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Adviento I o III
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN (Is 40, 10; cfr. 35, 5)
He aquí que el Señor vendrá con gran poder e iluminará
los ojos de sus siervos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta Eucaristía nos purifique, Señor, de toda mancha y nos prepare así a celebrar dignamente la Navidad ya próxima. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Bibiana de Roma, mártir; beata María Ángela, abadesa, y Silvano de Troada, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Sal 118, 151-152)
Tú estás cerca, Señor, y todos tus caminos son derechos. Desde el principio comprendí que tu alianza la estableciste para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Muestra, Señor, tu poder y ven en nuestra ayuda para que la abundancia de tu misericordia apresure el momento de la salvación que nuestros pecados han retardado. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 26, 1-6
Aquel día se cantará este canto en el país de Judá: “Tenemos una ciudad fuerte; ha puesto el Señor, para salvarla, murallas y baluartes. Abran las puertas para que entre el pueblo justo, el que se mantiene fiel, el de ánimo firme para conservar la paz, porque en ti confió. Confíen siempre en el Señor, porque el Señor es nuestra fortaleza para siempre; porque él doblegó a los que habitaban en la altura; a la ciudad excelsa la humilló, la humilló hasta el suelo, la arrojó hasta el polvo donde la pisan los pies, los pies de los humildes, los pasos de los pobres”. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Este salmista invita animosamente
a sus hermanos a entonar un cántico de alabanza al Señor. Este
cantor está convencido de que Dios es una Roca firme, que vela por la
paz y la seguridad de cuantos confían en él
Del salmo 117 R/. Bendito el que viene en el nombre del Señor
Te damos gracias Señor porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna.
Más vale refugiarse en el Señor, que poner en los hombres la confianza;
más vale refugiarse en el Señor, que buscar con los fuertes una
alianza. R/.
Ábranme las puertas del templo, que quiero entrar a dar gracias a Dios.
Ésta es la puerta del Señor y por ella entrarán los que
le viven fieles. Te doy gracias, Señor, pues me escuchaste y fuiste para
mí la salvación. R/.
Libéranos, Señor, y danos tu victoria. Bendito el que viene en
nombre del Señor. Que Dios, desde su templo, nos bendiga. Que el Señor,
nuestro Dios, nos ilumine. R/.
ACLAMACIÓN (Is 55,
6) R/. Aleluya, aleluya.
Busquen al Señor mientras lo pueden encontrar, invóquenlo mientras
está cerca. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 7, 21. 24-27
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: “No todo el que me diga ‘¡Señor,
Señor!’, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que
cumpla la voluntad de mi Padre, que está en los cielos.
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se
parece a un hombre prudente, que edificó su casa sobre roca. Vino la
lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos y dieron contra aquella
casa; pero no se cayó, por que estaba construida sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica,
se parece a un hombre imprudente, que edificó su casa sobre arena. Vino
la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos, dieron contra aquella
casa y la arrasaron completamente”. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
El cristiano que ha experimentado en carne propia el poder y la eficacia de las palabras de Jesús, no puede cometer la torpeza de ignorarlas. Las palabras de Jesús son palabras de vida eterna.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estas ofrendas que hemos tomado de tus mismos dones, y concédenos que esta Eucaristía que estamos celebrando, nos alcance la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Adviento I o III
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Tt 2, 12-13)
Vivamos en este mundo como hombres responsables, justos y que sirven a Dios, en espera de que se cumpla la feliz esperanza: la manifestación gloriosa de Jesucristo, nuestro Dios y salvador.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por nuestra participación en esta Eucaristía, enséñanos, Señor, a no poner nuestro corazón en las cosas pasajeras, sino en los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Francisco Javier, presbítero; Galgano de la Toscana anacoreta, y Casiano de Tanger, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Is 52, 7)
Qué hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero que anuncia la paz, que trae buenas noticias, que anuncia la salvación.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por medio de la predicación de san Francisco Javier quisiste iluminar con tu Evangelio a los pueblos de Oriente, concédenos a todos los cristianos un gran entusiasmo por darte a conocer, a fin de que tu Iglesia pueda llevar a todos los hombres tu mensaje de salvación. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 29, 17-24
Esto dice el Señor:
“¿Acaso no está el Líbano a punto de convertirse
en un vergel y el vergel en un bosque? Aquel día los sordos oirán
las palabras de un libro; los ojos de los ciegos verán sin tinieblas
ni oscuridad; los oprimidos volverán a alegrarse en el Señor y
los pobres se gozarán en el Santo de Israel; porque ya no habrá
opresores y los altaneros habrán sido exterminados. Serán aniquilados
los que traman iniquidades, los que con sus palabras echan la culpa a los demás,
los que tratan de enredar a los jueces y sin razón alguna hunden al justo".
Esto dice a la casa de Jacob el Señor que rescató a Abraham: "Ya
no se avergonzará Jacob, ya no se demudará su rostro porque al
ver mis acciones en medio de los suyos; santificara mi nombre, santificara al
Santo de Jacob y temerá al Dios de Israel. Los extraviados de espíritu
entrarán en razón y los inconformes aceptarán la enseñanza".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Este profeta pregona tenazmente
su esperanza e invita a no perder la paciencia. Dios no seguirá posponiendo
por más tiempo la llegada de la salvación. Los ciegos, los pobres
y oprimidos verán al Salvador.
Del salmo 26 R/. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy
a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién
podrá hacerme temblar? R/.
Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del
Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor .y estar
continuamente en su presencia. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor
y fortaleza y en el Señor confía. R/. ACLAMACIÓN R/. Aleluya,
aleluya.
Ya viene el Señor, nuestro Dios, con todo su poder para iluminar los
ojos de sus hijos. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 9, 27-31
Cuando Jesús salía de Cafarnaúm, lo siguieron dos ciegos, que gritaban: "¡Hijo de David, compadécete de nosotros!." Al entrar Jesús en la casa, se le acercaron los ciegos y Jesús les preguntó: "¿Creen que puedo hacerlo?". Ellos le contestaron: "Sí, Señor". Entonces les tocó los ojos, diciendo: "Que se haga en ustedes conforme a su fe". Y se les abrieron los ojos. Jesús les advirtió severamente: "Que nadie lo sepa". Pero ellos, al salir, divulgaron su fama por toda la región. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús provoca el diálogo y el encuentro personal con este par de ciegos que demandan su compasión. Jesús no alienta la superstición, sino que los desafía para que asuman su situación de manera libre y creyente.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este sacrificio que vamos a ofrecerte en memoria de san Francisco Javier, nos infunda, Señor, su espíritu de apóstol, y nos ayude a conducir a ti, mediante el testimonio de nuestra propia vida, a quienes viven lejos de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mc 16, 15; Mt 28, 20)
Vayan por todo el mundo a proclamar la Buena Nueva, dice el Señor; yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta sagrada Eucaristía que hemos celebrado, encienda, Señor, en nosotros, el amor por Cristo y por las almas para que, a ejemplo de san Francisco Javier, podamos vivir auténticamente nuestra vocación cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Juan Damasceno, doctor de la Iglesia; Bárbara de Nicomedia mártir, y Juan Calabria.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 79, 4. 2)
Ven, Señor, muéstranos tu rostro y nos salvaremos.
ORACIÓN COLECTA
Tú, que para libramos del pecado enviaste a este mundo a tu Hijo unigénito, concédenos, Señor, a cuantos esperamos sinceramente su venida, la gracia de tu misericordia y el donde la verdadera libertad. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 30, 19-21. 23-26
Esto dice el Señor
Dios de Israel: “Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén,
ya no volverás a llorar. El Señor misericordioso, al oír
tus gemidos, se apiadará de ti y te responderá, apenas te oiga.
Aunque te dé el pan de las adversidades y el agua de la congoja, ya no
se esconderá el que te instruye; tus ojos lo verán. Con tus oídos
oirás detrás de ti una voz que te dirá: ‘Este es
el camino. Síguelo sin desviarte, ni a la derecha, ni a la izquierda’.
El Señor mandará su lluvia para la semilla que siembres, y el
pan que producirá la tierra será abundante y sustancioso. Aquel
día, tus ganados pastarán en dilatadas praderas. Los bueyes y
los burros que trabajan el campo comerán forraje sabroso, aventado con
pala y bieldo.
En todo monte elevado y toda colina alta, habrá arroyos y corrientes
de agua el día de la gran matanza, cuando se derrumben las torres. El
día en que el Señor vende las heridas de su pueblo y le sane las
llagas de sus golpes, la luz de la luna será como la luz del sol; será
siete veces mayor, como si fueran siete días en uno”. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Los habitantes de Jerusalén
están sitiados por sus enemigos y; sienten que Dios ha escondido su rostro,
lo cual no es cierto. Dios sigue a su lado y va indicándoles cuál
es el camino que conduce a la vida.
Del salmo 146 R/. Alabemos al Señor, nuestro Dios.
Alabemos al Señor, nuestro Dios, porque es hermoso y justo el alabarlo.
El Señor ha reconstruido a Jerusalén y a los dispersos de Israel
los ha reunido. R/.
El Señor sana los corazones quebrantados y venda las heridas. Tiende
su mano a los humildes y humilla hasta el polvo a los malvados. R/.
El puede contar el número de estrellas y llama a cada una por su nombre.
Grande es nuestro Dios, todo lo puede; su sabiduría no tiene límites.
R/.
ACLAMACIÓN (Is 33,
22) R/. Aleluya, aleluya.
El Señor es nuestro juez, nuestro legislador y nuestro rey; él
vendrá a salvarnos. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 9, 35-10, 1. 6-8
En aquel tiempo, Jesús
recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas,
predicando el Evangelio del Reino y curando toda enfermedad y dolencia. Al ver
a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y
desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos:
“La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por tanto, al
dueño de la mies que envío trabajadores a sus campos”.
Después, llamando a sus doce discípulos, les dio poder para expulsar
a los espíritus impuros y curar toda clase de enfermedades y dolencias.
Les dijo: “Vayan en busca de las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los Cielos. Curen
a los leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera
a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues,
gratuitamente”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
La misión de reconciliar a Israel reclama numerosos testigos del amor incluyente de Dios. Los discípulos ejercerán ese testimonio al estilo del Padre, al estilo de Jesús, dándose gratuita e incondicionalmente a sus hermanos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que este sacrificio, signo de nuestra total entrega a ti, te sea ofrecido siempre para que realice la intención que tuviste al instituir este sacramento, y lleve a cabo plenamente en nosotros tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Adviento I o II
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ap 22. 12)
Pronto vendré y traeré conmigo la recompensa, dice el Señor, y daré a cada uno según sus obras.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta Eucaristía nos purifique, Señor, de toda mancha y nos prepare así a celebrar dignamente la Navidad ya próxima. Por Jesucristo, nuestro Señor.
II DOMINGO DE ADVIENTO
Santos: Sabás de Capadocia abad; Geraldo o Geraud de Braga, obispo; Atala o Atalía de Alsacia, abadesa.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Is 30, 19. 30)
Pueblo de Sión, mira que el Señor va a venir para salvar a todos los hombres y dejará oír la majestad de su voz para alegría del corazón de ustedes.
No se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Que nuestras responsabilidades terrenas no nos impidan, Señor, prepararnos a la venida de tu Hijo, y que la sabiduría que viene del cielo, nos disponga a recibirlo y a participar de su propia vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 11, 1-10
En aquel día, brotará
un renuevo del tronco de Jesé, un vástago florecerá de
su raíz. Sobre él se posará el espíritu del Señor,
espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo
y fortaleza, espíritu de piedad y temor de Dios.
No juzgará por apariencias, ni sentenciará de oídas; defenderá
con justicia al desamparado y con equidad dará sentencia al pobre; herirá
al violento con el látigo de su boca, con el soplo de sus labios matará
al impío. Será la justicia su ceñidor, la fidelidad apretará
su cintura.
Habitará el lobo con el cordero, la pantera se echará con el cabrito,
el novillo y el león pacerán juntos y un muchachito los apacentará.
La vaca pastará con la osa y sus crías vivirán juntas.
El león comerá paja con el buey.
El niño jugará sobre el agujero de la víbora; la creatura
meterá la mano en el escondrijo de la serpiente. No harán daño
ni estrago por todo mi monte santo, porque así como las aguas colman
el mar, así está lleno el país de la ciencia del Señor.
Aquel día la raíz de Jesé se alzará como bandera
de los pueblos, la buscarán todas las naciones y será gloriosa
su morada. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El profeta está
convencido de que Dios cambiará la mentalidad de su pueblo, el cual aprenderá
a tratar a los débiles con base en el derecho y la justicia, y olvidará
y desterrará las prácticas del abuso y la depredación.
Del salmo 71 R/. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes;
así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá
a tu pueblo justamente. R/.
Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era
tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro
de la tierra. R/.
Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra
sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida
al desdichado. R/.
Que bendigan al Señor eternamente, y tanto como el sol, viva su nombre.
Que él sea la bendición del mundo entero y lo aclamen dichoso
las naciones. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 15, 4-9
Hermanos: Todo lo que en
el pasado ha sido escrito en los libros santos, se escribió para instrucción
nuestra, a fin de que, por la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras,
mantengamos la esperanza.
Que Dios, fuente de toda paciencia y consuelo, les conceda a ustedes vivir en
perfecta armonía unos con otros, conforme al espíritu de Cristo
Jesús, para que, con un solo corazón y una sola voz alaben a Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Por lo tanto, acójanse los unos a los otros como Cristo los acogió
a ustedes, para gloria de Dios. Quiero decir esto, que Cristo se puso al servicio
del pueblo judío, para demostrar la fidelidad de Dios, cumpliendo las
promesas hechas a los patriarcas y que por su misericordia los paganos alaban
a Dios, según aquello que dice la Escritura: Por eso te alabaré
y cantaré himnos a tu nombre. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Las Santas Escrituras son una fuente de agua viva donde los creyentes pueden apagar su sed, y encontrar el aliento y la esperanza necesarias para sobreponerse a los retos y desafíos propios de su vocación.
ACLAMACIÓN (cfr.
Lc 3, 6) R/. Aleluya, aleluya.
Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos, y todos los
hombres verán al Salvador. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 3, 1-12
En aquel tiempo, comenzó
Juan el Bautista a predicar en el desierto de Judea, diciendo: “Conviértanse,
porque ya el Reino de los Cielos está cerca”. Juan es aquel de
quien el profeta Isaías hablaba, cuando dijo: Una voz cierna en el desierto:
Preparen el camino del Señor enderecen sus senderos.
Juan usaba una túnica de pelo de camello, ceñida con un cinturón
de cuero, y se alimentaba de saltamontes y de miel silvestre. Acudían
a oírlo los habitantes de Jerusalén, de toda Judea y de toda la
región cercana al Jordán; confesaban sus pecados y él los
bautizaba en el río.
Al ver que muchos fariseos y saduceos iban a que los bautizara, les dijo: “Raza
de víboras, ¿quién les ha dicho que podrán escapar
al castigo que les aguarda? Hagan ver con obras su arrepentimiento y no se hagan
ilusiones pensando que tienen por padre a Abraham, porque yo les aseguro que
hasta de estas piedras puede Dios sacar hijos de Abraham. Ya el hacha está
puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé
fruto, será cortado y arrojado al fuego.
Yo los bautizo con agua, en señal de que ustedes se han arrepentido;
pero el que viene después de mí, es más fuerte que yo,
y yo ni siquiera los bautizará en el Espíritu Santo y su fuego.
El tienen su mano para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo
en su granero y quemará la paja en un fuego que no se extingue”.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Juan Bautista es un profeta popular que atrae a los hijos de Israel, pero a diferencia de otros caudillos, él no los incita a transferir las culpas hacia ningún “chivo expiatorio”. Cada quien debe vivir su propia conversión.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sean agradables, Señor, nuestras humildes ofrendas y oraciones, y que tu misericordia supla la extrema pobreza de nuestros méritos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Adviento I o III
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ba 5, 5; 4, 36)
Levántate, Jerusalén, sube a lo alto, para que contemples la alegría que te viene de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Como fruto de nuestra participación en este sacramento de vida eterna, enséñanos, Señor, a no sobre valorar las cosas terrenales y a estimar las del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO: Juan Bautista asumió sin vacilaciones la misión profética que el Señor le confió. Su comparecencia en las riberas del Jordán no estaba encaminada a satisfacer reclamos surgidos del odio antiromano o del sectarismo fariseo. Su lealtad estaba comprometida únicamente con Dios. El profeta del Jordán no creaba “chivos expiatorios” contra los cuales descargar las propias culpas. Juan invitaba a hurgar en el propio corazón los estragos del egoísmo y la injusticia. Cada quien debía ocuparse de juzgar sus propios desaciertos y confesarlos honestamente al momento de recibir el bautismo. Cuando experimentemos el deseo de proyectar nuestras fallas y pecados hacia los demás, nos convendrá echar una mirada a nuestra propia persona para hacer un balance honesto y transparente, que ponga freno a nuestra intolerante hipocresía.
Santos: Nicolás de Bari o de Myra, obispo, y beata Carmen Sallés, Fundadora; Asela de Roma, laica.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Jr 310; Is 35, 4)
Oigan, pueblos, la palabra del Señor y anúncienla en todos los rincones de la tierra: “He aquí que vendrá nuestro salvador, ya no tengan miedo”.
ORACIÓN COLECTA
Escucha, Señor, nuestras plegarias y ayúdanos a prepararnos a celebrar con verdadera fe y pureza de corazón el gran misterio de la encarnación de tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 35, 1-10
Esto dice el Señor:
“Regocíjate, yermo sediento. Que se alegre el desierto y se cubra
de flores, que florezca como un campo de lirios, que se alegre y dé gritos
de júbilo, porque le será dada la gloria del Líbano, el
esplendor del Carmelo y del Sarón.
Ellos verán la gloria del Señor; el esplendor de nuestro Dios.
Fortalezcan las manos cansadas, afiancen las rodillas vacilantes. Digan a los
de corazón apocado:
‘¡Animo! No teman. He aquí que su Dios, vengador y justiciero,
viene ya para salvarlos’.
Se iluminarán entonces los ojos de los ciegos y los oídos de los
sordos se abrirán. Saltará como un venado el cojo y la lengua
del mudo cantará.
Brotarán aguas en el desierto y correrán torrentes en la estepa.
El páramo se convertirá en estanque y la tierra sedienta, en manantial.
En la guarida donde moran los chacales, verdearán la caña y el
papiro.
Habrá allí una calzada ancha, que se llamará ‘Camino
Santo los impuros no la transitarán, ni los necios vagarán por
ella.
No habrá por ahí leones ni se acercarán las fieras. Por
ella caminarán los redimidos. Volverán a casa los rescatados por
el Señor, vendrán a Sión con cánticos de júbilo,
coronados de perpetua alegría; serán su escolta y el gozo y la
dicha, porque la pena y la aflicción habrán terminado”.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La esperanza de los débiles
está desfalleciente, los estragos de la violencia y la opresión
han menguado la resistencia del pueblo. Isaías se presenta proclamando
un pregón gozoso y esperanzador.
Del salmo 84 R/. Nuestro Dios viene a salvarnos.
Escucharé las palabras del Señor, palabras de paz para su pueblo
santo. Está ya cerca nuestra salvación y la gloria del Señor
habitará en la tierra. R/.
La misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz se besaron,
la fidelidad brotó en la tierra y la justicia vino del cielo. R/.
Cuando el Señor nos muestre su bondad, nuestra tierra producirá
su fruto. La justicia le abrirá camino al Señor e irá siguiendo
sus pisadas. R/.
ACLAMACIÓN R/. Aleluya,
aleluya.
Ya viene el rey, el Señor de la tierra; él nos librará
de nuestra esclavitud. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 5, 17-26
Un día Jesús
estaba enseñando y estaban también sentados ahí algunos
fariseos y doctores de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, de Judea
y de Jerusalén. El poder del Señor estaba con él para que
hiciera curaciones.
Llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico
y trataban de entrar, para colocarlo delante de él; pero como no encontraban
por dónde meterlo a causa de la muchedumbre, subieron al techo y por
entre las tejas lo descolgaron en la camilla y se lo pusieron delante a Jesús.
Cuando él vio la fe de aquellos hombres, dijo al paralítico: “Amigo
mío, se te perdonan tus pecados”.
Entonces los escribas y fariseos comenzaron a pensar:
“¿Quién es este individuo que así blasfema? ¿Quién,
sino sólo Dios, puede perdonar los pecados?”. Jesús, conociendo
sus pensamientos, les replicó: “ están pensando? ¿Qué
es más fácil decir: ‘Se te perdonan tus pecados’ o
‘Levántate y anda’? Pues para que vean que el Hijo del hombre
tiene poder en la tierra para perdonar los pecados —dijo entonces al paralítico—:
Yo te lo mando: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”.
El paralítico se levantó inmediatamente, en presencia de todos,
tomó la camilla donde había estado tendido y se fue a su casa
glorificando a Dios. Todos quedaron atónitos y daban gloria a Dios, y
llenos de temor, decían: “Hoy hemos vistos maravillas”. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
En esta narración la comunidad cristiana pregona su segura certeza: Dios Padre ha enviado a su Hijo Jesús para reconciliar a los hombres con él y para devolver la salud y la vida digna y plena.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estas ofrendas que hemos tomado de tus mismos dones, y concédenos que esta Eucaristía que estamos celebrando, nos alcance la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Adviento I o III
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Sal 105, 4-5; Is 38, 3)
Ven, Señor, a visitarnos con tu paz, para que nos alegremos delante de ti, de todo corazón.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por nuestra participación en esta Eucaristía, enséñanos, Señor, a no poner nuestro corazón en las cosas pasajeras, sino en los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Ambrosio de Milán, doctor de la iglesia, Eutiquiano, papa y mártir. Fara de Meaux, abadesa.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Dn 12, 3)
Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento; y los que enseñaron a muchos la justicia, serán como estrellas eternas.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que hiciste del obispo san Ambrosio un insigne maestro de la fe católica y un valeroso sucesor de los Apóstoles, haz surgir en tu Iglesia pastores según tu corazón, que conduzcan a tu pueblo con valor y sabiduría. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de profeta Isaías: 40, 1-11
“Consuelen, consuelen
a mi pueblo, dice nuestro Dios. Hablen al corazón de Jerusalén
y díganle a gritos que ya terminó el tiempo de su servidumbre
y que ya ha satisfecho por sus iniquidades, porque ya ha recibido de manos del
Señor castigo doble por todos sus pecados”.
Una voz dama: “Preparen el camino del Señor en el desierto, construyan
en el páramo una calzada para nuestro Dios. Que todo valle se eleve,
que todo monte y colina se rebajen; que lo torcido se enderece y lo escabroso
se állane. Entonces se revelará la gloria del Señor y todos
los hombres la verán”. Así ha hablado la boca del Señor.
Una voz dice: “¡Griten!” y yo le respondo: “¿Qué
debo gritar?”. “Todo hombre es como la hierba y su grandeza es como
flor del campo. Se seca la hierba y la flor se marchita, pero la palabra de
nuestro Dios permanece para siempre”.
Sube a lo alto del monte, mensajero de buenas nuevas para Sión; alza
con fuerza la voz, tú que anuncias noticias alegres a Jerusalén.
Alza la voz y no temas; anuncia a los ciudadanos de Judá:
“Aquí está su Dios. Aquí llega el Señor, lleno
de poder, en el que con su brazo lo domina todo. El premio de su victoria lo
acompaña y sus trofeos lo anteceden. Como pastor apacentará a
su rebaño; llevará en sus brazos a los corderitos recién
nacidos y atenderá solícito a sus madres”. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Este profeta anónimo
comprende claramente su misión: Dios lo ha enviado para vendar las heridas
que lastiman el corazón de sus hermanos. Estos viven exiliados en Babilonia,
en un clima de confusión y desesperanza.
Del salmo 95 R/. Ya viene el Señor a renovar el mundo.
Cantemos al Señor un nuevo canto; que le cante al Señor toda la
tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo, proclamemos su amor
día tras día. R/.
Su grandeza anunciemos a los pueblos; de nación en nación, sus
maravillas. “Reina el Señor”, digamos a los pueblos, gobierna
a las naciones con justicia. R/.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino.
Salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
R/.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
R/.
ACLAMACIÓN R/. Aleluya,
aleluya.
Ya está cerca el día del Señor. Ya viene el Señor
a salvamos. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 18, 12-14
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “¿Que les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿acaso no deja las noventa y nueve en los montes, y se va a buscar a la que se le perdió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se le perdieron. De igual modo, el Padre celestial no quiere que se pierda uno solo de estos pequeños”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Esta parábola concisa y hermosa primero fue vivida por Jesús y luego contada por él mismo. Jesús vivió acogiendo efusivamente a los excluidos, provocó malentendidos y por eso contó esta parábola.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que tu Iglesia te ofrece y haz que tu Espíritu Santo nos ilumine, para que podamos celebrar esta Eucaristía con la misma fe que infundió en san Ambrosio, para predicar sin descanso el Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 1, 23-24)
Nosotros proclamamos a Cristo crucificado: fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has reconfortado con este sacramento, haz, Señor, que a imitación de san Ambrosio, cumplamos con valor tu voluntad y podamos alcanzar la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Frida, Edith y Sabina, mártires, y Zenón de Verona.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Is 61, 10)
Con gozo intenso me gozaré en el Señor y en mi Dios se alegrará mi alma, pues me ha vestido una túnica de salvación y me ha cubierto con un manto de inocencia, como la novia se enjoya para su boda.
Se dice el Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, que por la inmaculada concepción de la Virgen María preparaste una morada digna para tu Hijo y, en atención a los méritos de la muerte redentora de Cristo, la preservaste de toda mancha de pecado, concédenos, por su maternal intercesión, vivir en tu presencia sin pecado. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Génesis: 3, 9-15. 20
Después de que el
hombre y la mujer comieron del fruto del árbol prohibido, el Señor
Dios llamó al hombre y le preguntó: “¿Dónde
estás?”. Este le respondió: “Oí tus pasos en
el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo, y me escondí”.
Entonces le dijo Dios: “Y quién te ha dicho que estabas desnudo?
¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?”.
Respondió Adán: “La mujer que me diste por compañera
me ofreció del fruto del árbol y comí”. El Señor
Dios dijo a la mujer: “¿Por qué has hecho esto?”.
Repuso la mujer: “La serpiente me engañó y comí”.
Entonces dijo el Señor Dios a la serpiente: “Porque has hecho esto,
serás maldita entre todos los animales y entre todas las bestias salvajes.
Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás polvo todos los días
de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia
y la suya; y su descendencia te aplastará la cabeza, mientras tú
tratarás de morder su talón”.
El hombre le puso a su mujer el nombre de “Eva”, porque ella fue
la madre de todos los vivientes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La pretensión autosuficiente
de la primera pareja la condujo a excluir a Dios de su vida. Los efectos de
tan desacertada decisión son patentes: aparece la hostilidad entre los
descendientes de la mujer y la serpiente.
Del salmo 97 R/. Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los efesos: 1, 3-6. 11-12
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido
en él con toda clase de bienes espirituales y celestiales. El nos eligió
en Cristo, antes de crear el mundo, para que fuéramos santos e irreprochables
a sus ojos, por el amor, y determinó, porque así lo quiso, que,
por medio de Jesucristo, fuéramos sus hijos, para que alabemos y glorifiquemos
la gracia con que nos ha favorecido, por medio de su Hijo amado.
Con Cristo, somos herederos también nosotros. Para esto estábamos
destinados, por decisión del que lo hace todo según su voluntad:
para que fuéramos una alabanza continua de su gloria, nosotros, los que
ya antes esperábamos en Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
En esta bendición el apóstol san Pablo agradece a Dios por sus sabios designios en particular por haber enviado a su Hijo Jesús, para asociamos y acogernos como hijos adoptivos.
ACLAMACIÓN (cfr.
Lc 1, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor está contigo,
bendita tú entre las mujeres. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel
Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una
virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José.
La virgen se llamaba Maria.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: “Alégrate,
llena de gracia, el Señor está contigo”. Al oír estas
palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría
decir semejante saludo.
El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia
ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre
Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo;
el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él
reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá
fin”.
María le dijo entonces al ángel: “¿Como podrá
ser esto, puesto que yo permanezco virgen?”. El ángel le contestó:
“El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo
te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será
llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de
su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril,
porque no hay nada imposible para Dios”.
María contestó: “Yo soy la esclava del Señor, cúmplase
en mí lo que me has dicho”. Y el ángel se retiró
de su presencia. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
María acoge el mensaje del ángel y se dispone a vivir pendiente de cumplir la voluntad del Señor. Dios la ha invitado a recibir en su vientre, como una nueva Eva, a Jesús el hombre nuevo, que reconciliará la creación entera.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, el sacrificio de salvación que vamos a ofrecerte en esta festividad de la santísima Virgen María, a la que, desde su concepción, preservaste de todo pecado y, por su intercesión, concédenos el perdón de todas nuestras culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar Señor. Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque preservaste a la Virgen María de toda mancha de pecado original para que, enriquecida con la plenitud de tu gracia, fuese digna Madre de tu Hijo, imagen y comienzo de la Iglesia, que es la esposa de Cristo, llena de juventud y de limpia hermosura. Purísima tenía que ser, Señor, la Virgen que nos diera al Cordero inocente que quita el pecado del mundo. Purísima la que, entre todos los hombres, es abogada de gracia y ejemplo de santidad. Por eso, unidos a los ángeles, te aclamamos llenos de alegría: Santo, Santo, Santo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Grandes cosas se cantan de ti, María, porque de ti ha nacido el Sol de Justicia, Cristo nuestro Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo que hemos recibido, nos ayuden, Señor, a superar la debilidad que nos dejó el pecado original, del cual, por singular privilegio, preservaste a la santísima Virgen María en su inmaculada concepción. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Juan Diego Cuautlatoatzin laico; Pedro Fournier, fundador, y Francisco.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 63, 11)
El justo encontrará en el Señor su alegría y su esperanza. Todos los hombres de corazón recto serán salvados.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por medio del bienaventurado Juan Diego, manifestaste a tu pueblo el amor de la Santísima Virgen María, concédenos, por su intercesión, que, obedientes a las recomendaciones de nuestra Madre de Guadalupe, podamos cumplir siempre tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 41, 13-20
“Yo, el Señor,
te tengo asido por la diestra y yo mismo soy el que te ayuda. No temas, gusanito
de Jacob, oruga de Israel, que soy yo, dice el Señor, el que te ayuda;
tu redentor es el Dios de Israel.
Mira: te he convertido en rastrillo nuevo de dientes dobles; triturarás
y pulverizarás los montes, convertirás en paja menuda las colinas.
Las aventarás y se irán con el viento y el torbellino las dispersará.
Tú, en cambio, te regocijarás en el Señor, te gloriarás
en el Dios de Israel.
Los miserables y los pobres buscan agua, pero es en vano; tienen la lengua reseca
por la sed. Pero yo, el Señor, les daré una respuesta; yo, el
Dios de Israel, no los abandonaré. Haré que broten ríos
en las cumbres áridas y fuentes en medio de los valles; transformaré
el desierto en estanque y el yermo, en manantiales.
Pondré en el desierto cedros, acacias, mirtos y olivos; plantaré
juncos en la estepa, cipreses, oyameles y olmos; para que todos vean y conozcan,
adviertan y entiendan de una vez por todas, que es la mano del Señor
la que hace esto, que es el Señor de Israel quien lo crea Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Israel ha sufrido el destierro,
ha perdido riqueza, libertad y confianza. En Babel podrán enterrar su
esperanza o recomenzar una nueva relación con Dios. Este profeta los
anima a mirar el futuro con ansias de liberación.
Del salmo 144 R/. Bueno es el Señor para con todos.
Dios y rey mío, yo te alabaré, bendeciré tu nombre siempre
y para siempre. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende
a todas sus creaturas. R/.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan.
Que proclamen la gloría de tu reino y den a conocer tus maravillas. R/.
Que muestren a los hombres tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino.
Tu reino, Señor, es para siempre y tu imperio, por todas las generaciones.
R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Is 4s, 8) R/.Aleluya, aleluya.
Dejen, cielos, caer su rocío y que las nubes lluevan al Justo; que la
tierra se abra y haga germinar al Salvador. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 11, 11-15
En aquel tiempo, Jesús
dijo a la gente: "Yo les aseguro que no ha surgido entre los hijos de una
mujer ninguno más grande que Juan el Bautista. Sin embargo, el más
pequeño en el Reino de los Cielos, es todavía más grande
que él.
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos
exige esfuerzo, y los esforzados lo conquistarán. Porque todos los profetas
y la ley profetizaron, hasta Juan; y si quieren creerlo, él es Elías,
el que habría de venir. El que tenga oídos que oiga". Palabra
del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
Juan es el gozne que conecta los tiempos de la preparación, con el tiempo
del cumplimiento. Es el mayor de los profetas. El atisba algo de la 1uminosidad
de Jesús y anima a los suyos a dejarse alumbrar por él.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que el sacrificio que vamos a ofrecerte, en memoria de tu siervo san Juan Diego, sea agradable en tu presencia como la ofrenda de su humilde y sencilla fe para alabanza y gloria de tu nombre y para la salvación del mundo entero. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12. 26)
El que quiera servirme, que me siga, dice el Señor; y donde yo esté, ahí estará mi servidor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Padre celestial, por este memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo que hemos celebrado; concédenos, por intercesión de san Juan Diego, que, bajo la protección de la Virgen María, nos mantengamos siempre unidos en una fe sincera y en una ardiente caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Malaquías. papa: Eulalia de Mérida, mártir y Gregorio III, papa.
ANTÍFONA DE ENTRADA
He aquí que el Señor vendrá con esplendor a visitar a su pueblo, para traerle la paz y la vida eterna.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Padre todopoderoso, estar siempre preparados a la venida de tu Hijo para que, cuando él llegue, podamos salir a su encuentro, conforme a su palabra, con nuestras lámparas encendidas. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de libro del profeta Isaías: 48, 17-19
Esto dice el Señor,
tu redentor, el Dios de Israel:
"Yo soy el Señor, tu Dios, el que te instruye en lo que es provechoso,
el que te guía por el camino que debes seguir. ¡Ojalá hubieras
obedecido mis mandatos! Sería tu paz como un río y tu justicia,
como las olas del mar.
Tu descendencia sería como la arena y como granos de arena, los frutos
de tus entrañas. Nunca tu nombre hubiera sido borrado ni arrancado de
mi presencia". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El segundo Isaías
invita a sus hermanos a hacer una valoración crítica de su pasado.
El profeta está seguro que todas las desgracias que afligieron a Israel
son la consecuencia de su sordera y rebeldía.
Del salmo 1 R/. Dichoso el hombre que confía en el Señor.
Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos
pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus
mandamientos. R/.
Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo
y nunca se marchita. En todo tendrá éxito. R/.
En cambio los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque
el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por
perderlo. R/.
ACLAMACIÓN R/. Aleluya,
aleluya.
Ya viene el Señor, salgamos a su encuentro; él es el príncipe
de la paz. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 11, 16-19
En aquel tiempo, Jesús
dijo: "¿Con qué podré comparar a esta gente? Es semejante
a los niños que se sientan en las plazas y se vuelven a sus compañeros
para gritarles: 'Tocamos la flauta y no han bailado; cantamos canciones tristes
y no han llorado'.
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dijeron: 'Tiene un
demonio'. Viene el Hijo del hombre, y dicen: 'Ése es un glotón
y un borracho, amigo de publícanos y gente de mal vivir'. Pero la sabiduría
de Dios se justifica a sí misma por sus obras". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Juan y Jesús encarnaban dos propuestas diferentes, dos maneras diversas de revelar el rostro del Dios vivo y verdadero. Uno y otro fueron malinterpretados, uno y otro realizaron su ministerio de manera marginal.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sean agradables, Señor, nuestras humildes ofrendas y oraciones, y que tu misericordia supla la extrema pobreza de nuestros méritos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Adviento I o III
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Flp 3, 20-21)
Esperamos como salvador a nuestro Señor Jesucristo, el cual transformará nuestro cuerpo frágil en cuerpo glorioso como el suyo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Como fruto de nuestra participación en este sacramento de vida eterna, enséñanos, Señor, a no sobre valorar las cosas terrenales y a estimar las del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Dámaso. Papa; Daniel “El Estilita", confesor y Maravillas de Jesús, religiosa.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 79, 4.2)
Ven, Señor, muéstranos tu rostro, y nos salvaremos.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Padre todopoderoso, que Cristo, el resplandor de tu gloria, nazca en nuestros corazones para que su venida disipe las tinieblas del pecado y ponga de anifiesto que somos hijos de la luz. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Eclesiástico (Sirácide): 48, 1-4. 9-11
En aquel tiempo surgió
Elías, profeta de fuego; su palabra quemaba como una llama. El hizo caer
sobre los israelitas el hambre y con celo los diezmó. En el nombre del
Señor cerró las compuertas del cielo e hizo que descendiera tres
veces fuego de lo alto. ¡Qué glorioso eres, Elías, por tus
prodigios! ¿Quién puede jactarse de ser igual a ti? En un torbellino
de llamas fuiste arrebatado al cielo, sobre un carro tirado por caballos de
fuego. Escrito está de ti que volverás, cargado de amenazas, en
el tiempo señalado, para aplacar la cólera antes de que estalle,
para hacer que el corazón de los padres se vuelva hacia los hijos y congregar
a las tribus de Israel.
Dichosos los que te vieron y murieron gozando de tu amistad; pero más
dichosos los que estén vivos cuando vuelvas. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Los sabios de Israel aguardaban
el regreso de Elías, el hombre de Dios que vendría a cumplir una
misión urgente y necesaria: reconciliar a padre e hijos y restaurar al
Israel disperso y dividido.
Del salmo 79 R/. Ven, Señor, a salvarnos.
Escúchanos, pastor de Israel; tú que estás rodeado de querubines,
manifiéstate, despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.
Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos, mira tu viña
y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que tú
mismo cultivaste. R/.
Que tu diestra defienda al que elegiste, al hombre que has fortalecido. Ya no
nos alejaremos de ti; consérvanos la vida y alabaremos tu poder. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Lc 3, 4. 6) R/. Aleluya, aleluya.
Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos, y todos los
hombres verán al Salvador. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 17, 10-13
En
aquel tiempo, los discípulos le preguntaron a Jesús: "¿Por
qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?".
Él les respondió: "Ciertamente Elías ha de venir y
lo pondrá todo en orden. Es más, yo les aseguro a ustedes que
Elías ha venido ya, pero no lo reconocieron e hicieron con él
cuanto les vino en gana. Del mismo modo, el Hijo del hombre va a padecer a manos
de ellos".
Entonces entendieron los discípulos que les hablaba de Juan el Bautista.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús fue adquiriendo conciencia de su misión y su destino en estrecha conexión con la figura de su mentor, Juan Bautista. Ambos acabarían siendo ejecutados para satisfacer los intereses mezquinos de los poderosos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que este sacrificio, signo de nuestra total entrega a ti, te sea ofrecido siempre para que realice la intención que tuviste al instituir este sacramento, y lleve a cabo plenamente en nosotros tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Adviento I o III
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ap 22, 12)
Pronto vendré y traeré conmigo la recompensa, dice el Señor, y daré a cada uno según sus obras.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta Eucaristía nos purifique, Señor, de toda mancha y nos prepare así a celebrar dignamente la Navidad ya próxima. Por Jesucristo, nuestro Señor.
NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE
Santos: Donato de Roma y com., mártires, y Simón Hua de Vietnam, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 12, 1)
Una gran señal apareció en el cielo: una mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.
Se dice el Gloria
ORACIÓN COLECTA
Padre de misericordia, que has puesto a este pueblo tuyo bajo la especial protección de la siempre Virgen María de Guadalupe, Madre de tu Hijo, concédenos, por su intercesión, profundizar en nuestra fe y buscar el progreso de nuestra patria por caminos de justicia y de paz. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 7, 10-14
En aquellos tiempos, el
Señor le habló a Ajaz diciendo: "Pide al Señor, tu
Dios, una señal de abajo, en lo profundo de arriba, en lo alto".
Contestó Ajaz: "No la pediré. No tentaré al Señor".
Entonces dijo Isaías: "Oye, pues, casa de David: ¿No satisfechos
con cansar a los Hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues bien,
el Señor mismo les dará por eso una señal: He aquí
que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán
el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
El nacimiento de un niño en la casa del rey Acaz es ofrecido como una señal luminosa: Dios sigue pendiente del destino de su pueblo. Él se mantiene atento a sus llamados, sólo hace falta que ellos confíen en el. O bien:
Lectura del libro
del Eclesiástico (Sirácide): 24, 23-31
Yo soy como una vid de fragantes hojas y mis flores son producto de gloria y
de riqueza. Yo soy la madre del amor, del temor, del conocimiento y de la santa
esperanza. En mí está toda la gracia del camino y de la verdad,
toda esperanza de vida y de virtud.
Vengan a mí, ustedes, los que me aman y aliméntense de mis frutos.
Porque mis palabras son más dulces que la miel y mi heredad, mejor que
los panales.
Los que me coman seguirán teniendo hambre de mí, los que me beban
seguirán teniendo sed de mí; los que me escuchan no tendrán
de qué avergonzarse y los que se dejan guiar por mí no pecarán.
Los que me honran tendrán una vida eterna. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
El don más precioso
que Dios regalara a Israel, es el libro de la Ley. En opinión de Jesús
Ben Sira, la instrucción que Dios les transmitiera por mediación
de Moisés, es la fuente de sabiduría que alimenta al pueblo.
Del salmo 66 R/. Que te alaben, Señor, todos los pueblos. Aleluya.
Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a
nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. R/
Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia;
con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones.
R/.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos, que los pueblos te aclamen todos
juntos. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 4, 4-7
Hermanos: Al llegar la plenitud
de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo
la ley, para rescatar a los que estábamos bajo la ley, a fin de hacernos
hijos suyos.
Puesto que ya son ustedes hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu
de su Hijo, que clama: "¡Abbá!", es decir, ¡Padre!
Así que ya no eres siervo, sino hijo; y siendo hijo, eres también
heredero por voluntad de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
San Pablo comprende que ha llegado la plenitud de los tiempos. Jesús viene a dar cumplimiento a las múltiples promesas que Dios había ofrecido a Israel. Ha terminado el tiempo de la esperanza; vivimos la plenitud del Espíritu.
ACLAMACIÓN (Lo 1
.47) R/. Aleluya, aleluya.
Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo
en Dios, mi salvador. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-48
En
aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo
de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó
a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la creatura
saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la
voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito
el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi
Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos,
el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído,
porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor.
Entonces dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu
se llena de júbilo en Dios, mi salvador; porque puso E1 sus ojos en la
humildad de su esclava". Palabra del Señor. Gloria a
ti, Señor Jesús.
Isabel consigue discernir el itinerario espiritual que su pariente Maria ha recorrido. Ella celebra la acogida creyente que diera al llamado divino, por esa razón no vacila en felicitarla y presentarla como una mujer dichosa.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en esta solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe, y haz que este sacrificio nos dé fuerza para cumplir tus mandamientos como verdaderos hijos de la Virgen María. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de la Santísima Virgen María
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Sa1 147, 20)
No ha hecho nada semejante con ningún otro pueblo; a ninguno le ha manifestado tan claramente su amor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido en este sacramento, nos ayuden, Señor, por intercesión de nuestra santísima Madre de Guadalupe, a reconocernos y amarnos todos como verdaderos hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO: Las mujeres que protagonizan los sucesos narrados en el Evangelio de san Lucas son conocidas de todos nosotros. La Virgen Maria, a quien invocamos ufanamente bajo la advocación de Guadalupe, se ha hecho carne de nuestra carne y sangre de nuestra sangre, vive con nosotros desde que comenzó a gestarse el mestizaje. Por más lucha que le han hecho los iconoclastas. “Científicos" y uno que otro clérigo, no han podido desarraigar del ánimo de cada creyente mexicano, la confianza y la devota veneración a Santa María de Guadalupe. Para que ese culto continúe siendo dador de vida, es preciso que se multipliquen las formas de comunión, respeto y solidaridad entre los que vivimos hermanados por la devoción guadalupana.
Santos: Lucía de Roma, mártir; Otilia y Odila de Alsacia, Abadesa, y José o Judoc de Bretaña, ermitaño.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Como las vírgenes prudentes, santa Lucía conserva su lámpara encendida para salir al encuentro de Cristo.
ORACIÓN COLECTA
Te pedimos, Señor, por intercesión de santa Lucía, virgen y mártir que llenes de luz y de gozo nuestro corazones y que, quienes hoy celebramos su martirio en la tierra, lleguemos a contemplar con nuestros propios ojos tu gloria en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Números: 24,2-7. 15-17
En aquellos días,
Balaam levantó los ojos y divisó a Israel acampado por tribus.
Entonces el espíritu del Señor vino sobe él y pronunció
este oráculo
"Oráculo de Balaam, hijo de Beor, palabra del varón de ojos
penetrantes; oráculo del que escucha la palabra de Dios y contempla en
éxtasis, con los ojos abiertos, la visión del todopoderoso.
Qué bellas son tus tiendas, Jacob, y tus moradas, Israel. Son como extensos
valles, como jardines junto al río, como áloes que plantó
el Señor, como cedros junto a la corriente. De su descendencia nace un
héroe que domina sobre pueblos numerosos.
Y de nuevo dijo: "Oráculo de Balaam, hijo de Beor, palabra del varón
de ojos penetrantes, oráculo del que escucha la palabra de Dios y conoce1a
ciencia del Altísimo y contempla en éxtasis, con los ojos abiertos,
la visión del todopoderoso.
Yo lo veo, pero no en el presente; yo lo contemplo, pero no cercano: de Jacob
se levanta una estrella y un cetro surge de Israel": Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
Balaán es reconocido y celebrado en este oráculo como un profeta que sabe contemplar cuanto sucede a su alrededor. El tiene los "ojos perfectos" y contempla las visiones de parte del Todopoderoso.
Del salmo 24 R/. Descúbrenos,
Señor, tus caminos.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad
de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra
esperanza. R/
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según
ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero,
guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos.
R/.
ACLAMACIÓN (Sal
84, 8) R/. Aleluya, aleluya.
Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 21, 23-27
En aquellos días,
mientras Jesús enseñaba n el templo, se le acercaron los sumos
sacerdotes y los ancianos del pueblo y le preguntaron: "¿Con qué
derecho haces todas estas cosas? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?".
Jesús les respondió: "Yo también les voy a hacer una
pregunta, y si me la responden, les diré con qué autoridad hago
lo que hago: ¿De dónde venía el bautismo de Juan, del cielo
o de la tierra?".
Ellos pensaron para sus adentros: "Si decimos que del cielo, él
nos va a decir: 'Entonces, ¿por qué no le creyeron?' Si decimos
que de los hombres, se nos va a echar encima el pueblo, porque todos tienen
a Juan por un profeta". Entonces respondieron: "No lo sabemos".
Jesús les replicó: "Pues tampoco yo les digo con qué
autoridad hago lo que hago", Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Los que detentan el poder religioso interrogan a Jesús. Él responde astutamente y de esa manera les da a entender que no vale la pena responder a sus preguntas, porque ellos no han estado dispuestos a escuchar sus razones.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que los dones que vamos a ofrecerte en honor de tu santa virgen Lucía te sean, Señor, tan agradables, como agradable fue a tus ojos su martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 6)
Ya viene el esposo; salgamos al encuentro de Cristo, el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que glorificaste a santa Lucía con la doble corona de la virginidad y del martirio, concédenos que esta comunión nos ayude a superar todas las pruebas y podamos así alcanzar el Reino eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ga 6. 14)
No permita Dios que yo me gloríe en algo que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que inspiraste a san Juan de la Cruz un espíritu de total abnegación por amor a Cristo crucificado, concédenos, por su intercesión, el valor de renunciar a nuestro egoísmo, para compartir la gloria de tu Hijo, que vive y reina contigo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Sofonías: 3, 1-2. 9-13
"¡Ay de la ciudad
rebelde y contaminada, de la ciudad potente y opresora! No ha escuchado la voz,
ni ha aceptado la corrección. No ha confiado en el Señor, ni se
ha vuelto hacia su Dios.
Pero hacia el fin daré otra vez a los pueblos labios puros, para que
todos invoquen el nombre del Señor y lo sirvan todos bajo el mismo yugo.
Desde más allá de los ríos de Etiopía, hasta las
últimas regiones del norte, los que me sirven me traerán ofrendas.
Aquel día no sentirás ya vergüenza de haberme sido infiel,
porque entonces yo quitaré de en medio de ti a los orgullosos y engreídos,
y tú no volverás a ensoberbecerte en mi monte santo.
Aquel día, dice el Señor, yo dejaré en medio de ti, pueblo
mío, un puñado de gente pobre y humilde. Este resto de Israel
confiará en el nombre del Señor. No cometerá maldades ni
dirá mentiras; no se hallará en su boca una lengua embustera.
Permanecerán tranquilos y descansarán sin que nadie los moleste".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Dios ha decidido poner
punto final a la vida disoluta de los israelitas. Arribará el día
de la ira y sólo un pequeño resto se salvará: el de la
gente pobre y humilde que acoja dócilmente la palabra del Señor
Del salmo 33 R/. El Señor escucha el clamor de los pobres.
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de
alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al
escucharlo. R/.
Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te
sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los
pobres y los libra de todas sus angustias. R/
En contra del malvado está el Señor, para borrar de la tierra
su recuerdo. Escucha, en cambio, al hombre justo y lo libra de todas sus congojas.
R/.
El Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas.
Salva el Señor la vida de sus siervos; no morirán quienes en él
esperan. R/.
ACLAMACIÓN R/.Aleluya,
aleluya.
Ven, Señor, no te tardes; ven a perdonar los delitos de tu pueblo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 21, 28-32.
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "¿Qué
opinan de esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y
le ordenó: 'Hijo, ve a trabajar hoy en la viña'. El le contestó:
'Ya voy, señor', Pero no fue. El padre se dirigió al segundo y
le dijo lo mismo. Este le respondió: 'No quiero ir', pero se arrepintió
y fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?". Ellos
le respondieron: "El segundo".
Entonces Jesús les dijo: "Yo les aseguro que los publícanos
y las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque
vino a ustedes Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron;
en cambio, los publícanos y las prostitutas sí le creyeron; ustedes,
ni siquiera después de haber visto, se han arrepentido ni han creído
en él". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Esta parábola da cuenta de un escandaloso suceso. Los sabios y entendidos rechazaron el mensaje y la proclama del bautista, y los excluidos y desprestigiados se animaron a escuchar su llamado.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta Señor, con bondad, los dones que te presentamos en esta festividad de san Juan de la Cruz, y concede a quienes celebramos hoy el memorial de la pasión de Cristo, aprender a sacrificarnos por nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 16, 24)
Si alguno quiere venir en pos de mí, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y que me siga, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que ayudaste a san Juan de la Cruz a vivir el misterio de la pasión de tu Hijo, concédenos que este sacrificio que hemos celebrado nos impulse a seguir con fidelidad a Cristo y a trabajar en la Iglesia por la salvación de todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Hb 2, 3; 1 Co 4, 5)
Ven, Señor, y no tardes; ilumina los secretos de las tinieblas y manifiéstate a todas las naciones.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que la ya cercana solemnidad del nacimiento de tu Hijo, nos ayude en la vida presente y nos alcance la eterna felicidad. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 45, 6-8. 18. 21-25
"Yo soy el Señor
y no hay otro. Yo soy el artífice de la luz y el creador de las tinieblas,
el autor de la felicidad y el hacedor de la desgracia; yo, el Señor,
hago todo esto. Dejen, cielos, caer su rocío y que las nubes lluevan
al justo; que la tierra se abra y haga germinar al salvador y que brote juntamente
la justicia. Yo, el Señor, he creado todo esto".
Esto dice el Señor, el que creó los cielos, el mismo Dios que
plasmó y consolidó la tierra; él no la hizo para que quedara
vacía, sino para que fuera habitada: "Yo soy el Señor y no
ha y otro. ¿Quién fue el que anunció esto desde antiguo?
¿Quién lo predijo entonces?. ¿No fui yo, el Señor?
Fuera de mí no hay otro Dios. Soy un Dios Justo y salvador y no hay otro
fuera de mí.
Vuélvanse a mí y serán salvados, pueblos todos de la tierra,
porque yo soy Dios y no hay otro. Lo juro por mí mismo, de mi boca sale
la verdad, las palabras irrevocables: ante mí se doblará toda
rodilla y por mí jurará toda lengua, diciendo: 'Sólo el
Señor es justo y poderoso'.
A él se volverán avergonzados todos los que lo combatían
con rabia. Gracias al Señor, triunfarán gloriosamente todos los
descendientes de Israel". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Por boca del profeta del
destierro, Dios desata a los que se sienten atraídos por el brillo fastuoso
de los dioses de Babilonia y los invita a que demanden los signos palpables
de su pretendido poder.
Del salmo 84 R/. ¡Dejen, cielos, caer su rocío y que las nubes
lluevan al justo!
Escucharé las palabras del Señor, palabras de paz para su pueblos
santo. Está ya cerca nuestra salvación y la gloria del Señor
habitará en la tierra. R/
La misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz se besaron,
la fidelidad brotó en la tierra y la justicia vino del cielo. R/.
Cuando el Señor nos muestre su bondad, nuestra tierra producirá
su fruto. La justicia le abrirá el camino al Señor e irá
siguiendo sus pisadas. R/.
ACLAMACIÓN (ctr.
Is 40, 9. 10) R/. Aleluya, aleluya.
Levanta tu voz para anunciar la buena nueva: ya viene el Señor, nuestro
Dios, con todo su poder. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 7, 19-23
En
aquel tiempo, Juan envió a dos de sus discípulos a preguntar a
Jesús: "¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que
esperar a otro?". Cuando llegaron a donde estaba Jesús, le dijeron:
"Juan el Bautista nos ha mandado a preguntarte si eres tú el que
ha de venir o tenemos que esperar a otro".
En aquel momento, Jesús curó a muchos de varias enfermedades y
dolencias y de espíritus malignos, y a muchos ciegos les concedió
la vista. Después contestó a los enviados: "Vayan a contarle
a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los
leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres
se les anuncia el Evangelio. Dichoso el que no se escandalice de mí".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los signos del Reino cumplidos por Jesús, leídos de manera creyente y abierta, son una mediación indispensable para que Juan Bautista, sus discípulos y otros israelitas de buena voluntad, puedan descubrir la identidad del Maestro.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que este sacrificio, signo de nuestra total entrega a ti, te sea ofrecido siempre, para que realice la intención que tuviste al instituir este sacramento, y lleve a cabo plenamente en nosotros tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Adviento I o III
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Is 40, 10; cfr. 35, 5)
He aquí que el Señor vendrá con gran poder e iluminará los ojos de sus siervos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta Eucaristía nos purifique, Señor, de toda mancha y nos prepare así a celebrar dignamente la Navidad ya próxima. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Sal 118, 151-152)
Tú estás cerca, Señor, y todos tus caminos son derechos. Desde el principio comprendí que tu alianza la estableciste para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Con el nacimiento de tu Hijo, que viene a salvarnos, llena, Señor, de alegría nuestros corazones, entristecidos por haber pecado e indignos de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 54, 1-10
Alégrate, tú,
la estéril, que no dabas a luz; rompe a cantar de júbilo, tú
que no habías sentido los dolores de parto; porque la abandonada tendrá
más hijos que la casada, dice el Señor.
Ensancha el espacio de tu tienda, despliega sin miedo las lonas, alarga las
cuerdas, clava bien las estacas, porque te extenderás a derecha y a izquierda:
tu estirpe heredará las naciones y poblará las ciudades desiertas.
No temas, porque ya no tendrás que avergonzarte; no te sonrojes, pues
ya no te afrentarán; antes bien, olvidarás la vergüenza de
tus años jóvenes y no volverás a recordar el deshonor de
tu viudez. El que te creó, te tomará por esposa; su nombre es
'Señor de los ejércitos'. Tu redentor es el Santo de Israel; será
llamado Dios de toda la tierra'
Como a una mujer abandonada y abatida te vuelve a llamar el Señor. ¿Acaso
repudia uno a la esposa de la juventud? dice tu Dios.
Por un instante te abandoné, pero con inmensa misericordia te volveré
a tomar. En un arrebato de ira te oculté un instante mi rostro, pero
con amor eterno me he apiadado de ti, dice el Señor, tu redentor.
Me pasa ahora como en los días de Noé: entonces juré que
las aguas del diluvio no volverían a cubrir la tierra; ahora juro no
enojarme ya contra ti ni volver a amenazarte. Podrán desaparecer los
montes y hundirse las colinas, pero mi amor por ti no desaparecerá y
mi alianza de paz quedará firme para siempre. Lo dice el Señor:
el que se apiada de ti". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El profeta contempla a
su pueblo bajo la figura de una mujer estéril y abandonada, que ha cumplido
con creces el tiempo de la prueba. Ahora ha llegado la hora del consuelo, el
crecimiento y la fecundidad.
Del salmo 29 R/. Te alabaré, Señor, eternamente.
Te alabaré, Señor, pues no dejaste que se rieran de mí
mis enemigos. Tú, Señor, me salvaste de la muerte y a punto de
morir, me reviviste. R/.
Alaben al Señor quienes lo aman, den gracias a su nombre, porque su ira
dura un solo instante y su bondad, toda la vida. El llanto nos visita por la
tarde; por la mañana, el júbilo. R/.
Escúchame, Señor, y compadécete; Señor, ven en mi
ayuda. Convertiste mi duelo en alegría, te alabaré por eso eternamente.
R/
ACLAMACIÓN (cfr.
Lc 3, 4.6) R/.Aleluya, aleluya.
Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos, y todos los
hombres verán al Salvador. R/
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 7, 24-30
Cuando se fueron los mensajeros
de Juan, Jesús comenzó a hablar de él a la gente, diciendo:
"¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña
sacudida por el viento? ¿O qué salieron a ver? ¿Un hombre
vestido con telas preciosas? Los que visten fastuosamente y viven entre placeres,
están en los palacios. Entonces, ¿qué salieron a ver? ¿Un
profeta? Sí, y yo les aseguro que es más que profeta. Es aquel
de quien está escrito: Yo envío mi mensajero delante de ti para
que te prepare el camino. Yo les digo que no hay nadie más grande que
Juan entre todos los que han nacido de una mujer. Y con todo, el más
pequeño en el Reino de Dios es mayor que él".
Todo el pueblo que lo escuchó, incluso los publícanos, aceptaron
el designio de justicia de Dios, haciéndose bautizar por el bautismo
de Juan. Pero los fariseos y los escribas no aceptaron ese bautismo y frustraron,
en su propio daño, el plan de Dios. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Al igual que Mateo, también san Lucas nos comparte las declaraciones favorables que Jesús hiciera a favor de su mentor y maestro, Juan Bautista, a quien reconocía como el mayor entre los nacidos de mujer.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estas ofrendas que hemos tomado de tus mismos dones, y concédenos que esta Eucaristía que estamos celebrando, nos alcance la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Adviento I o III
ANTÍFONA DE ENTRADA (Tt 2, 12-13)
Vivamos en este mundo como hombres responsables, justos y que sirven a Dios, en espera de que se cumpla la feliz esperanza: la manifestación gloriosa de Jesucristo, nuestro Dios y salvador.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por nuestra participación en esta Eucaristía, enséñanos, Señor, a no poner nuestro corazón en las cosas pasajeras, sino en los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Lázaro de Betania, mártir; Juan de Mata, fundador, y Olimpia u Olimpiades de Constantinopla, viuda.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Is 49, 13)
Alégrense los cielos y regocíjese la tierra, porque vendrá el Señor y tendrá misericordia de sus pobres.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, creador y redentor de los hombres, que quisiste que tu Verbo eterno tomara carne en el seno de la siempre Virgen María, escucha nuestras súplicas y concédenos que tu Hijo, que ha tomado nuestra naturaleza humana, nos haga participantes de su naturaleza divina. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Génesis: 49, 2. 8-10
En aquellos días,
Jacob llamó a sus hijos y les habló así: "Acérquense"
y escúchenme, hijos de Jacob; escuchen a su padre, Israel. A ti, Judá,
te alabarán tus hermanos; pondrás la mano sobre la cabeza de tus
enemigos; se postrarán ante ti los hijos de tu padre.
Cachorro de león eres, Judá: has vuelto de matar la presa, hijo
mío, y te has echado a reposar, como un león. ¿Quién
se atreverá a provocarte?
No se apartará de Judá el cetro, ni de sus descendientes, el bastón
de mando, hasta que venga aquel a quien pertenece y a quien los pueblos le deben
obediencia". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Esta bendición engarza
una serie de promesas especiales, referidas a los descendientes de Judá.
Este hijo de Jacob alcanzó un papel protagónico y decisivo en
medio de las tribus asentadas en el reino del sur.
Del salmo 71 R/. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes;
así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá
a tu pueblo justamente. R/.
Justicia y paz ofrecerán al pueblo las colinas y los montes. El rey hará
justicia al oprimido y salvará a los hijos de los pobres. R/
Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era
tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro
de la tierra. R/
Que bendigan al Señor eternamente, y tanto como el sol, viva su nombre.
Que se la bendición del mundo entero y lo aclamen dichoso las naciones
R/.
ACLAMACIÓN R/. Aleluya,
aleluya.
Sabiduría del Altísimo, que dispones todas las cosas con fortaleza
y con suavidad, ven a enseñamos el camino de la vida. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 1, 1-17
Genealogía
de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac,
Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos; Judá engendró
de Tamar a Fares y a Zará; Fares a Esrom, Esrom a Aram, Aram a Aminadab,
Aminadab a Naasón, Naasón a Salmón, Salmón engendró
de Rajab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, Obed a Jesé, y Jesé
al rey David.
David engendró de la mujer de Urías a Salomón, Salomón
a Roboam, Roboam a Abiá, Abiá a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat
a Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatam, Joatam a Acaz, Acaz a
Ezequías, Ezequías a Manasés, Manasés a Amón,
Amón a Josías, Josías engendró a Jeconías
y a sus hermanos durante el destierro en Babilonia.
Después del destierro en Babilonia, Jeconías engendró a
Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquim, Eliaquim
a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar
a Matán, Matán a Jacob, y Jacob engendró a José,
el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
De modo que el total de generaciones, desde Abraham hasta David, es de catorce;
desde David hasta la deportación a Babilonia, es de catorce, y desde
la deportación a Babilonia hasta Cristo, es de catorce. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús, al igual que otros antepasados suyos, se convirtió en un verdadero hijo de David, por caminos extraños y misteriosos. No cabe duda de que Dios sigue conduciendo soberanamente la historia.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, los dones de tu Iglesia y concédenos en esta Eucaristía el pan del cielo que renueva nuestras fuerzas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Adviento II o IV
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Ag 2, 8)
He aquí que vendrá el deseado de todas las naciones, y la casa del Señor se llenará de gloria.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, que nos has concedido participar en esta Eucaristía, enciende, Señor, nuestros corazones con el fuego de tu Espíritu, a fin de que podamos brillar, por nuestras buenas obras, cuando venga Cristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Winebaldo de Inglaterra, abad; Nuestra Señora e Zapopan, y Graciano de Tours, Obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Vendrá Cristo, nuestro Rey, el Cordero cuya venida fue anunciada por Juan.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, vernos libres de la antigua esclavitud del pecado por el renovado misterio del nacimiento de tu Hijo que vamos a celebrar. El cual vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Jeremías: 23, 5-8
"Miren: Viene un tiempo,
dice el Señor, en que haré surgir un renuevo en el tronco de David:
será un rey justo y prudente y hará que en la tierra se observen
la ley y la justicia.
En sus días será puesto a salvo Judá, Israel habitará
confiadamente y a él lo llamarán con este nombre: 'El Señor
es nuestra justicia'
Por eso, miren que vienen tiempos, palabra del Señor, en los que no se
dirá: 'Bendito sea el Señor, que sacó a los israelitas
de Egipto', sino que se dirá: 'Bendito sea el Señor, que sacó
a los hijos de Israel del país del norte y de los demás países
donde los había dispersado, y los trajo para que habitaran de nuevo su
propia tierra' ". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los pastores de Israel
han cometido abusos y arbitrariedades, razón por la cual serán
depuestos de su cargo, para dejar paso al advenimiento de un nuevo David que
pastoreara con justicia a sus hermanos.
Del salmo 71 R/. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes;
así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá
a tu pueblo justamente. R/.
Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra
sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida
al desdichado. R/.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel, el único que hace grandes
cosas. Que su nombre glorioso sea bendito y la tierra se llene de su gloria.
R/.
ACLAMACIÓN R/. Aleluya,
aleluya.
Señor nuestro, que guiaste a tu pueblo por el desierto y le diste la
ley a Moisés en el Sinaí, ven a redimirnos con tu poder. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 1,18-24
Cristo
vino al mundo de la siguiente manera: Estando Maria, su madre, desposada con
José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra
del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo, José, su esposo,
que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla
en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en
sueños: "José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa
a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu
Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de
Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados".
Todo esto sucedió para que se cumpliera 1o que había dicho el
Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen
concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre
de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
Cuando Jose despertó de aquel sueño, hizo lo que le había
mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
José y María fueron sorprendidos por la soberana libertad de Dios. El y ella escucharon y acogieron de manera creyente su llamado y se dispusieron a darle el sí, aunque no comprendieran claramente lo que ocurría.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que el sacrificio que vamos a ofrecerte nos haga menos indignos de ti, para que podamos participar de la vida eterna de tu Hijo, que, al hacerse mortal como nosotros, nos devolvió la inmortalidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Adviento II o IV
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 1, 23)
Y le pondrán por nombre Emmanuel, que quiere decir: Dios-con-nosotros.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta Eucaristía, en la que hemos tomado parte, nos ayude, Señor, a prepararnos con fe y con amor, a celebrar las fiestas ya cercanas, del nacimiento de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
IV DE ADVIENTO
Santos: Rufo y Zoísmo de Macedonia, mártires; Anastasio I, papa, y Beato Urbano V, papa.
ANTÍFONA DE ENTRADA (ls 45, 8)
Destilen, cielos, el rocío, y que las nubes lluevan al justo; que la tierra se abra y haga germinar al salvador.
No se dice el Gloria
ORACIÓN COLECTA
Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que hemos conocido por el anuncio del ángel la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 7, 10-14
En aquellos tiempos, el
Señor le habló a Ajaz diciendo: "Pide al Señor, tu
Dios, una señal de abajo, en lo profundo o de arriba, en lo alto".
Contestó Ajaz: "No la pediré. No tentaré al Señor".
Entonces dijo Isaías: "Oye, pues, casa de David: ¿No satisfechos
con cansar a los hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues bien,
el Señor mismo les dará por eso una señal: He aquí
que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán
el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios con-nosotros". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
El rey Acaz se siente agobiado
por las amenazas de los ejércitos enemigos. Recibe la visita de Isaías,
quien lo alienta a confiar en los signos y palabras que Dios le ofrece: Para
salvarse, hay que confiar en él.
Del salmo 23 R/ .Ya llega el Señor, el rey de la gloria.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en
él habitan, pues él lo edificó sobre los mares, él
fue quien lo asentó sobre los ríos. R/.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién
podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos
puras y que no jura en falso. R/
Ese obtendrá la bendición de Dios y Dios, su salvador, le hará
justicia. Esta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti, Dios de
Jacob. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 1, 1-7
Yo, Pablo, siervo de Cristo
Jesús, he sido llamado por Dios para ser apóstol y elegido por
él para proclamar su Evangelio. Ese Evangelio que, anunciado de antemano
por los profetas en las Sagradas Escrituras, se refiere a su Hijo, Jesucristo,
nuestro Señor, que nació, en cuanto a su condición de hombre,
del linaje de David, y en cuanto a su condición de espíritu santificador,
se manifestó con todo su poder como Hijo de Dios, a partir de su resurrección
de entre los muertos.
Por medio de Jesucristo, Dios me concedió la gracia del apostolado, a
fin de llevar a los pueblos paganos a la aceptación de la fe, para gloria
de su nombre. Entre ellos, también se cuentan ustedes, llamados a pertenecer
a Cristo Jesús.
A todos ustedes, los que viven en Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a formar
parte de su pueblo santo, les deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre,
y de Jesucristo, el Señor. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
San Pablo está convencido de que Jesús ha alcanzado la plenitud de la gloria, a partir de su gloriosa resurrección. El apóstol sabe que él lo ha constituido el mensajero que anunciará el favor de Dios a todos los pueblos.
ACLAMACIÓN (Mt l,
23) R/. Aleluya, aleluya.
He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y
le pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
R/
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 1, 18-24
Cristo vino al mundo de
la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José,
y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu
Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo,
no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en
sueños: "José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa
a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu
Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de
Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados".
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el
Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen
concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre
de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había
mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús
José era inocente al no ser responsable de lo que empezaba a manifestarse en el vientre de María. José procede con generosa rectitud cuando decide acoger como suyo al hijo de su prometida.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que el mismo Espíritu que cubrió con su sombra y fecundó con su poder el seno de la Virgen María, santifique, Señor, estas ofrendas que hemos depositado sobre tu altar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Adviento II o IV
ANTÍFONA DE LA, COMUNIÓN
He aquí que la Virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, que nos has dado en este sacramento la prenda de nuestra salvación, concédenos, Padre todopoderoso, prepararnos cada día con mayor fervor para celebrar dignamente el nacimiento de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO: Las tareas y proyectos que Dios propone a sus criaturas tienen otra lógica, distinta de la que acostumbramos los humanos. Ya lo había revelado el profeta Isaías, cuando decía que los caminos humanos eran distintos de los caminos divinos. José, el carpintero de Nazaret, estaba acostumbrado a resolver los esponsales, las bodas y demás asuntos matrimoniales a la usanza tradicional de Israel. Dios lo llama a abrir y ensanchar su espíritu ante una nueva manera de proceder. José tendrá que disponerse a aceptar algo inusitado y extraño: Dios ha tomado el parecer de María, su prometida y ésta ha mostrado su beneplácito ante el ofrecimiento divino. José y Maria arriesgaron su honor y su reputación, se expusieron a sufrir la incomprensión humana, a cambio de vivir en calidad de oyentes fieles a la voluntad del Señor.
Santos: Filogonio de Antioquia, obispo; Domingo de Silos, abad, y Pedro Thi de Vietnam, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Is 11, 1; 40,5; Lc 3, 6)
Un retoño brotará del tronco de Jesé, la gloria del Señor llenará la tierra y toda creatura verá la salvación de Dios.
ORACIÓN COLECTA
A ejemplo de la Virgen Inmaculada que, al aceptar tu voluntad, anunciada por el ángel, recibió en su seno a tu Hijo, fue llena de la gracia del Espíritu Santo y se convirtió en templo de la divinidad, concédenos, Padre todopoderoso, la gracia de aceptar tus designios con humildad de corazón. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 7, 10-14
En aquellos tiempos, el Señor le habló a Ajaz diciendo: "Pide al Señor, tu Dios, una señal de abajo, en lo profundo o de arriba, en lo alto". Contestó Ajaz: "No la pediré. No tentaré al Señor".
Entonces dijo Isaías: "Oye, pues, casa de David: ¿No satisfechos con cansar a los hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues bien, el Señor mismo les dará por eso una señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Dios no tuerce el brazo
ni doblega arbitrariamente la Voluntad de las personas. Él procura aligerarle
a las personas el largo camino de la fe, concediéndoles señales
y favores que confirmen sus palabras.
Del salmo 23 R/ .Ya llega el Señor, el rey de la gloria.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en
él habitan, pues él lo edificó sobre los mares, él
fue quien lo asentó sobre los ríos. R/.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién
podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos
puras, y que no jura en falso. R/.
Ese obtendrá la bendición de Dios Y Dios, su salvador, le hará
justicia. Esta es la clase de hombres que te buscan Y vienen ante ti, Dios de
Jacob. R/.
ACLAMACIÓN R/. Aleluya,
aleluya.
Llave de David, que abres las puertas del Reino eterno, ven a librar a los que
yacen oprimidos por las tinieblas del mal. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 1, 26-38
En
aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea,
llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de
David, llamado José. La virgen se llamaba María.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate,
llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas
palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría
decir semejante saludo.
El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia
ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre
Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo;
el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él
reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá
fin".
María le dijo entonces al ángel: " ¿Cómo podrá
ser esto, puesto que yo permanezco virgen?" El ángel le contestó:
"El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo
te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será
llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de
su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril,
porque no hay nada imposible para Dios". María contestó:
"Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que
me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
En su vejez, Isabel ha concebido un hijo y convertido en signo del poder transformador de Dios, que da vida al suelo reseco y al vientre estéril. Maria acogerá la lección y se dispondrá a acoger en su vientre al Consagrado.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, el único sacrificio que puede agradarte y, por nuestra participación en este sacramento, concédenos los bienes que la fe nos invita a esperar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Adviento II o IV
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc l, 31)
Dijo el ángel a María: Has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir y a dar a luz un hijo, y será llamado Hijo del Altísimo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Protege, Señor, con tu poder a cuantos has alimentado con esta Eucaristía, y haz que encuentren en este sacramento la fuente de la paz verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Pedro Canisio doctor de la iglesia; beato Pedro Friedhofen, fundador, y Glicerio de Turquía, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Is 7, 14; 8, 10)
Pronto llegará el Señor que domina los pueblos, y será llamado Emmanuel, es decir, Dios-con-nosotros.
ORACIÓN COLECTA
Escucha, Señor las súplicas de tu pueblo, que se alegra por la venida de tu Hijo en nuestra carne mortal; y concédenos que, cuando vuelva él revestido de gloria y majestad, nos llenemos también de alegría al recibir de sus manos la recompensa de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Sofonías: 3, 14-18
Canta, hija de Sión,
da gritos de júbilo, Israel, gózate y regocíjate de todo
corazón, Jerusalén.
El Señor ha levantado su sentencia contra ti, ha expulsado a todos tus
enemigos. El Señor será el rey de Israel en medio de ti y ya no
temerás ningún mal.
Aquel día dirán a Jerusalén: "No temas, Sión,
que no desfallezcan tus manos. El Señor, tu Dios, tu poderoso salvador,
está en medio de ti. El se goza y se complace en ti; él te ama
y se llenará de júbilo por tu causa, como en los días de
fiesta". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Este profeta proclama con
tanta certidumbre la llegada de la salvación divina, que retrata los
eventos futuros como realmente ocurridos. Dios reina en medio de su pueblo y
como un soldado vencedor alardea de su victoria.
Del salmo 32 R/. Demos gracias a Dios, al son del arpa.
Demos gracias a Dios, al son del arpa, que la lira acompañe nuestros
cantos; cantemos en su honor nuevos cantares, al compás de instrumentos
alabémoslo. R/.
Los proyectos de Dios duran por siempre; los planes de su amor, todos los siglos.
Feliz la nación cuyo Dios es el Señor; dichoso el pueblo que escogió
por suyo. R/.
En el Señor está nuestra esperanza, pues él es nuestra
ayuda y nuestro amparo; en el Señor se alegra el corazón y en
él hemos confiado. R/.
ACLAMACIÓN R/. Aleluya,
aleluya.
Emmanuel, rey y legislador nuestro, ven, Señor, a salvamos. R/
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-45
En aquellos días, Maria se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo .de María, la creatura saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Isabel consiguió contemplar la novedosa presencia que María llevaba en su vientre, porque fue alertada por el Espíritu Santo, quien también la impulsó a exclamar su jubilosa alegría en presencia de su pariente.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, de tu Iglesia las ofrendas que tú mismo has puesto en nuestras manos y que tu poder convierte en sacramento de nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Adviento II o IV
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 45)
Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta comunión, Señor, proteja siempre a tu pueblo a fin de que, entregados plenamente a tu servicio, alcancemos la salvación del alma y del cuerpo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 23, 7)
Puertas, ábranse de par en par; agrándense portones eternos, porque va a entrar el rey de la gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que al ver al hombre caído y condenado a la muerte, quisiste rescatarlo con la venida de tu Hijo, concede a cuantos creemos en el misterio de su encarnación, participar algún día de su vida inmortal. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de Samuel: 1, 24-28
En aquellos días,
Ana llevó a Samuel, que todavía era muy pequeño, a la casa
del Señor, en Siló, y llevó también un novillo de
tres años, un costal de harina y un odre de vino.
Una vez sacrificado el novillo, Ana presentó el niño a Elí
y le dijo: "Escúchame, señor: te juro por mi vida que yo
soy aquella mujer que estuvo junto a ti, en este lugar, orando al Señor.
Éste es el niño que yo le pedía al Señor y que él
me ha concedido. Por eso, ahora yo se lo ofrezco al Señor, para que le
quede consagrado de por vida". Y adoraron al Señor. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Ana había sido distinguida;
por el favor de Dios con el nacimiento de su hijo Samuel. Su honra había
quedado lavada y era tanta su gratitud, que volvió presurosa al santuario
de Siló para consagrarlo al Señor.
1 Samuel2 R/. Mi corazón se alegra en Dios, mi salvador.
Mi corazón se alegra en el Señor, en Dios me siento yo fuerte
y seguro. Ya puedo responder a mis contrarios, pues eres tú, Señor,
el que me ayuda. R/
El arco de los fuertes se ha quebrado, los débiles se ven de fuerza llenos.
Se ponen a servir por un mendrugo los antes satisfechos; y sin tener que trabajar,
pueden saciar su hambre los hambrientos. Siete veces da a luz la que era estéril
y la fecunda ya dejó de serlo. R/
Da el Señor muerte y vida, deja morir y salva de la tumba; él
es quien empobrece y enriquece, quien abate y encumbra. R/.
Él levanta del polvo al humillado, al oprimido saca de su oprobio, para
hacerlo sentar entre los príncipes en un trono glorioso. R/
ACLAMACIÓN R/. Aleluya,
aleluya.
Rey de las naciones y piedra angular de la Iglesia, ven a salvar al hombre,
que modelaste del barro. R/.
Lectura (proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 1, 46-56
En
aquel tiempo, dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi
espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso
sus ojos en la humildad de su esclava. Desde ahora me llamarán dichosa
todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo
lo puede.
Santo es su nombre, y su misericordia llega de generación en generación
a los que lo temen. Ha hecho sentir el poder de su brazo: dispersó a
los de corazón altanero, destronó a los potentados y exaltó
a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los
despidió sin nada.
Acordándose de su misericordia, vino en ayuda de Israel, su siervo, como
lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia,
para siempre".
María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó
a su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El cántico de los humildes que el evangelista san Lucas pone en labios de María, es la reafirmación de una certeza largamente aprendida: Dios echa por tierra los proyectos faraónicos de los engreídos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Confiados, Señor, en tu misericordia, venimos a tu altar con nuestros dones, a fin de que la celebración de esta Eucaristía nos purifique de nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Adviento II o IV
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 46. 49)
Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la recepción de este sacramento nos dé fuerza, Señor, para prepararnos a la venida de nuestro salvador con la práctica de las buenas obras, y podamos así, alcanzar el premio de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Juan de Kanty, presbítero; Dagoberto II de Australia, rey, y beato Nicolás Factor, presbítero.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Is 9, 6; Sal 71, 17)
Un niño nos nacerá y será llamado Dios todopoderoso, en el serán bendecidos todos los pueblos de la tierra.
ORACIÓN COLECTA
Al acercarse las fiestas de la Navidad, te rogamos, Dios eterno y todopoderoso,
que tu Verbo, que se hizo carne en el seno de la Virgen Maria y habitó
entre nosotros, nos haga sentir su amor y su misericordia. El, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los
siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Malaquías: 3, 1-4.23-24
Esto dice el Señor:
"He aquí que yo envío a mi mensajero. El preparará
el camino delante de mí. De improviso entrará en el santuario
el Señor, a quien ustedes buscan, el mensajero de la alianza a quien
ustedes desean. Miren: Ya va entrando, dice el Señor de los ejércitos.
¿Quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién
quedará en pie cuando aparezca? Será como fuego de fundición,
como la lejía de los lavanderos. Se sentará como un fundidor que
refina la plata; como a la plata y al oro, refinará a los hijos de Leví
y así podrán ellos ofrecer, como es debido, las ofrendas al Señor.
Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén,
como en los días pasados, como en los años antiguos.
He aquí que y les enviaré al profeta Elías, antes que llegue
el día del Señor, día grande y terrible. El reconciliara
a los padres con los hijos y a los hijos con los padres, para que no tenga yo
que venir a destruir la tierra”. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
La reconciliación
entre padres e hijos y la superación de los odios y rivalidades entre
una y otra generación, aplacarían la ira divina. Dios se desistiría
de castigar y destruir al Israel rebelde e insumiso.
Del salmo 24 R/. Descúbrenos, Señor, al salvador.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad
de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra
esperanza. R/
Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero,
guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos.
R/
Con quien guarda su alianza y sus mandatos, el Señor es leal y bondadoso.
El Señor se descubre a quien lo teme y le enseña el sentido de
su alianza. R/
ACLAMACIÓN R/. Aleluya,
aleluya.
Rey de las naciones y piedra angular de la Iglesia, ven a salvar al hombre,
que modelaste del barro. R/
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 1, 57-66
Por
aquellos días, le llegó a Isabel la hora de dar a luz y tuvo un
hijo. Cuando sus vecinos y parientes se enteraron de que el Señor le
había manifestado tan grande misericordia, se regocijaron con ella. A
los ocho días fueron a circuncidar al niño y le querían
poner Zacarías, como su padre; pero la madre se opuso, diciéndoles:
"No. Su nombre será Juan". Ellos le decían: "Pero
si ninguno de tus parientes se llama así".
Entonces le preguntaron por señas al padre cómo quería
que se llamara el niño. Él pidió una tablilla y escribió:
"Juan es su nombre". Todos se quedaron extrañados. En ese momento
a Zacarías se le soltó la lengua, recobró el habla y empezó
a bendecir a Dios.
Un sentimiento de temor se apoderó de los vecinos, y en toda la región
montañosa de Judea se comentaba este suceso. Cuantos se enteraban de
ello se preguntaban impresionados: "¿Qué va a ser de este
niño?". Esto lo decían, porque realmente la mano de Dios
estaba con él. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
En los tradicionales relatos bíblicos donde se refieren anuncios de nacimiento, frecuentemente aparecen motivos extraordinarios que alertan a los parientes y amigos sobre el generoso futuro que Dios regalaría a ese niño.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que el sacrificio de tu Hijo, que es el acto de culto más perfecto que podemos ofrecerte, nos devuelva, Señor, tu amistad para que podamos celebrar con un corazón puro el nacimiento de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio de Adviento II o IV
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ap 3, 20)
Miren que estoy a la puerta y llamo, dice el Señor; si alguno oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaré con el y el conmigo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A quienes hemos participado de esta Eucaristía, concédenos, Señor, tu perdón y tu paz, para que estemos siempre preparados a recibir dignamente a tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Adela, religiosa, e Irma o Irmina de Tréveris, abadesa. beata Pauta Isabel Carioli, fundadora.
Misa matutina
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Gál 4, 4)
He aquí que llega ya la plenitud de los tiempos, cuando Dios envió a su Hijo a la tierra.
ORACIÓN COLECTA
Apresúrate, Señor Jesús, no tardes ya, para que tu venida dé nuevas fuerzas y ánimo a quienes hemos puesto nuestra confianza en tu misericordia. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de Samuel: 7, 1-5. 8-12. 14. 16
Tan pronto como el rey David
se instaló en su palacio y el Señor le concedió descansar
de todos los enemigos que lo rodeaban, el rey dijo al profeta Natán:
"¿Te has dado cuenta de que yo vivo en una mansión de cedro,
mientras el arca de Dios sigue alojada en una tienda de campaña?"
Natán le respondió: "Anda y haz todo lo que te dicte el corazón,
porque el Señor está contigo".
Aquella misma noche habló el Señor a Natán y le dijo: "Ve
y dile a mi siervo David que el Señor le manda decir esto: ¿Piensas
que va a ser tú el que me construya una casa, para que yo habite en ella?
Yo te saqué de los apriscos y de andar tras las ovejas, para que fueras
el jefe de mi pueblo, Israel. Yo estaré contigo en todo lo que emprendas,
acabaré con tus enemigos y te haré tan famoso como los hombres
más famosos de la tierra.
Le asignaré un lugar a mi pueblo, Israel; lo plantaré allí
para que habite en su propia tierra. Vivirá tranquilo y sus enemigos
ya no lo oprimirán más, como lo han venido haciendo desde los
tiempos en que establecí jueces para gobernar a mi pueblo, Israel. Y
a ti, David, te haré descansar de todos tus enemigos.
Además, yo, el Señor, te hago saber que te daré una dinastía;
y cuando tus días se hayan cumplido y descanses para siempre con tus
padres, engrandeceré a tu hijo, sangre de tu sangre, y consolidaré
su reino. Yo seré para él un padre y él será para
mí hijo. Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mi,
y tu trono será estable eternamente’. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Dios le hace una extraordinaria
promesa a David: él consolidará a tal punto su reinado, que suscitará
una descendencia estable que siempre gozará del cuidado favorable del
Señor.
Del salmo 88 R/ .Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a
conocer que su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho: Mi amor es
para siempre y mi lealtad más firme que los cielos. R/.
Un juramento hice a David, mi servidor, una alianza pacté con mi elegido:
'Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré tu trono
eternamente'. R/.
Él me podrá decir: 'Tú eres mi padre, el Dios que me protege
y que me salva'. Yo jamás le retiraré mi amor, ni violaré
el juramento que le hice". R/.
ACLAMACIÓN R/. Aleluya,
aleluya.
Sol refulgente de justicia y esplendor de la luz eterna, ven a iluminar a los
que yacen en las tinieblas y en las sombras de la muerte. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 1, 67-79
En
aquel tiempo, Zacarías, padre de Juan, lleno del Espíritu Santo,
profetizo diciendo:
"Bendito sea el Señor; Dios de Israel, porque ha visitado y redimido
a su pueblo, y ha hecho surgir en favor nuestro un poderoso salvador en la casa
de David, su siervo. Así lo había anunciado desde antiguo, por
boca de sus santos profetas: que nos salvaría de nuestros enemigos y
de las manos de todos los que nos aborrecen, para mostrar su misericordia a
nuestros padres y acordarse de su santa alianza. El Señor juró
a nuestro padre Abraham concedernos que, libres ya de nuestros enemigos, lo
sirvamos sin temor, en santidad y justicia delante de él, todos los días
de nuestra vida.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque
irás delante del Señor a preparar sus caminos y a anunciar a su
pueblo la salvación, mediante el perdón de los pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el
sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras
de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Zacarías vivió el período de su mudez de manera creyente y contemplativa, por eso consiguió discernir que el niño que Dios le ha regalado vivirá para servir como profeta del Altísimo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad estas ofrendas, a fin de que se conviertan en el alimento que nos libre de nuestros pecados y prepare nuestros corazones a la venida gloriosa de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio de Adviento II o IV
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1 .68)
Bendito sea el Señor Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, que nos has renovado con esta Eucaristía, concédenos, Señor, que el nacimiento adorable de tu Hijo, que hemos anticipado en la fe, nos llene de gozo y nos haga partícipes de los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La Natividad del Señor
Santos: Eugenia de Roma, mártir, y beato Santiago de Todi.
MISA VESPERTINA DE LA VIGILIA
Esta misa se dice en la tarde del 24 de diciembre, antes o después de las primeras vísperas de Navidad.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. 16, 6-7)
Esta noche sabrán que el Señor vendrá a salvamos y por la mañana contemplarán su gloria.
Se dice el Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que cada año revives en nosotros la gozosa esperanza de la salvación, concédenos que, así como ahora acogemos a tu Hijo llenos de júbilo, como a nuestro redentor, así también cuando venga como juez podamos recibirlo llenos de confianza. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 62, 1-5
Por amor a Sión no
me callaré y por amor a Jerusalén no me daré reposo, hasta
que surja en ella esplendoroso el justo y brille su salvación como una
antorcha.
Entonces las naciones verán tu justicia, y tu gloria todos los reyes.
Te llamarán con un nombre nuevo, pronunciado por la boca del Señor.
Serás corona de gloria en la mano del Señor y diadema real en
la palma de su mano.
Ya no te llamarán "Abandonada", ni a tu tierra, "Desolada";
a ti te llamarán "Mi complacencia" y a tu tierra, "Desposada",
porque el Señor se ha complacido en ti y se ha desposado con tu tierra.
Como un joven se desposa con una doncella, se desposará contigo tu hacedor;
como el esposo se alegra con la esposa, así se alegrará tu Dios
contigo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 88 R/. Proclamaré
sin cesar la misericordia del Señor.
"Un juramento hice a David mi servidor, una alianza pacté con mi
elegido: 'Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré
tu trono eternamente'. R/.
Él me podrá decir: 'Tú eres mi padre, el Dios que me protege
y que me salva' .Yo jamás le retiraré mi amor ni violaré
el juramento que le hice". R/
Señor, feliz el pueblo que te alaba y que a tu luz camina, que en tu
nombre se alegra a todas horas y al que llena de orgullo tu justicia. R/.
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 13, 16-17. 22-25.
Al llegar Pablo a Antioquia
de Pisidia, se puso de pie en la sinagoga y haciendo una señal para que
se callaran, dijo:
"Israelitas y cuantos temen a Dios, escuchen: El Dios del pueblo de Israel
eligió a nuestros padres y engrandeció al pueblo, cuando éste
vivía como forastero en Egipto. Después los sacó de ahí
con todo poder. Les dio por rey a David, de quien hizo esta alabanza: He hallado
a David, hijo de Jesé, hombre según mi corazón, quien realizará
todos mis designios.
Del linaje de David, conforme a la promesa, Dios hizo nacer para Israel un salvador:
Jesús. Juan preparó su venida, predicando a todo el pueblo de
Israel un bautismo de penitencia, y hacia el final de su vida, Juan decía:
'Yo no soy el que ustedes piensan. Después de mí viene uno a quien
no merezco desatarle las sandalias' ". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN R/.Aleluya,
aleluya.
Mañana será destruida la maldad en la tierra y reinará
sobre nosotros el Salvador del mundo. R/
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 1,18-25
Cristo
vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada
con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por
obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo,
que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla
en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en
sueños: "José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa
a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu
Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de
Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados".
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el
Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen
concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre
de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había
mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa. Y sin
que él hubiera tenido relaciones con ella, Maria dio a luz un hijo y
él le puso por nombre Jesús. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
A las palabras del Credo "y por obra. " se hace genuflexión.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, iniciar la celebración de las fiestas de la Navidad con un fervor digno del misterio que es el principio de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Navidad I -III
Si se usa el Canon romano, se dice "Reunidos en comunión" propio. Si se usa la plegaria eucarística II o III, se dice "Acuérdate. " o "Atiende" propio.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Is 40. 5)
Se manifestará la gloria del Señor y todo el mundo verá la salvación que viene de nuestro Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, sacar nuevas fuerzas de esta celebración anual del nacimiento de tu Hijo, que se ha hecho nuestro alimento y bebida en este sacramento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
MISA DE MEDIANOCHE
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 2, 7)
El Señor me dijo: Tú eres mi Hijo, hoy te engendré yo.
Se dice el Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que hiciste resplandecer esta noche santísima con el nacimiento de Cristo, verdadera luz del mundo, concédenos que, iluminados en la tierra por la luz de este misterio, podamos también disfrutar de la gloria de tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA.
Lectura del libro del profeta Isaías: 9,1-3. 5-6
El pueblo que caminaba en
tinieblas Vio una gran luz; sobre los que vivían en tierra de sombras,
una luz resplandeció.
Engrandeciste a tu pueblo e hiciste grande su alegría. Se gozan en tu
presencia como gozan al cosechar, como se alegran al repartirse el botín.
Porque tú quebrantaste su pesado yugo, la barra que oprimía sus
hombros y el cetro de su tirano, como en el día de Madián.
Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; lleva sobre sus
hombros el signo del imperio y su nombre será: "Consejero admirable",
"Dios poderoso", "Padre sempiterno", "Príncipe
de la paz"; para extender el principado con una paz sin límites
sobre el trono de David y sobre su reino; para establecerlo y consolidarlo con
la justicia y el derecho, desde ahora y para siempre. El celo del Señor
lo realizará. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El nacimiento de este niño
es saludado con una enorme esperanza. Su pequeñez y fragilidad no desalienta
a quienes lo contemplan. Ese vástago crecerá e inaugurará
un reino fincado en el derecho y la justicia.
Del salmo 95 R/. Hoy nos ha nacido el Salvador.
Cantemos al Señor un canto nuevo, que le cante al Señor toda la
tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo. R/. Proclamemos su amor
día tras día, su grandeza anunciemos a los pueblos; de nación
en nación, sus maravillas. R/.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino.
Salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
R/.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones
R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Tito: 2, 11-14
Querido hermano: La gracia de Dios se ha manifestado para salvar a todos. los hombres y nos ha enseñado a renunciar a la vida sin religión y a los deseos mundanos, para que vivamos, ya desde ahora, de una manera sobria, justa y fiel a Dios, en espera de la gloriosa venida del gran Dios salvador, Cristo Jesús, nuestra esperanza. El se entregó por nosotros para redimirnos de todo pecado y purificamos, a fin de convertirnos en pueblo suyo, fervorosamente entregado a practicar el bien. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
San Pablo alienta a Tito, su fiel colaborador, a que continúe proclamando ante sus hermanos la buena noticia de Jesucristo Salvador, que se entregó a sí mismo para enseñarnos a vivir conforme al querer del Padre.
ACLAMACIÓN (cfr.
Lc 2.10-11) R/. Aleluya, aleluya.
Les anuncio una gran alegría: Hoy nos ha nacido el Salvador, que es Cristo,
el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 2, 1-14
Por
aquellos días, se promulgó un edicto de César Augusto,
que ordenaba un censo de todo el imperio. Este primer censo se hizo cuando Quirino
era gobernador de Siria. Todos iban a empadronarse, cada uno en su propia ciudad;
así es que también José, perteneciente a la casa y familia
de David, se dirigió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad
de David, llamada Belén, para empadronarse, juntamente con María,
su esposa, que estaba encinta.
Mientras estaban ahí, le llegó a María el tiempo de dar
a luz y tuvo a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales
y lo recostó en un pesebre, porque no hubo lugar para ellos en la posada.
En aquella región había unos pastores que pasaba la noche en el
campo, vigilando por turno sus rebaños. Un ángel del Señor
se les apareció y la gloria de Dios los envolvió con su luz y
se llenaron de temor. El ángel les dijo: "No teman. Les traigo una
buena noticia, que causará gran alegría a todo el pueblo: hoy
les ha nacido, en la ciudad de David, un salvador, que es el Mesías,
el Señor. Esto les servirá de señal; encontrarán
al niño envuelto en pañales y recostado en un pesebre".
De pronto se le unió al ángel una multitud del ejército
celestial, que alababa a Dios, diciendo: "¡Gloria a Dios en cielo,
y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad!. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
El nacimiento de Jesús es una noticia que desparrama un reguero de esperanza y alegría en el corazón de los sencillos. Sólo éstos viven en la esperanza confiada de que Dios un día cambiará su suerte.
A las palabras del Credo "y por obra...", hay que arrodillarse.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos esta noche de Navidad, a fin de que, al recibirlas nosotros convertidas en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos transformes en él, en quien nuestra naturaleza está unida a la tuya. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Navidad I-III.
Si se usa el Canon romano, se dice "Reunidos en comunión" propio. Si se usa la plegaria eucarística II o III, se dice "Acuérdate... " o "Atiende" propio.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn l 14)
El Verbo se hizo hombre y hemos visto su gloria.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, Señor, que nos has concedido el gozo de celebrar esta noche el nacimiento de tu Hijo, ayúdanos a vivir según su ejemplo para llegar a compartir algún día con él, la gloria de su Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
MISA DE LA AURORA
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. 15 9, 2. 6; Lc l, 33)
Hoy brillará una luz sobre nosotros, porque nos ha nacido el Señor; se le llamará Admirable, Dios, Príncipe de la paz, Padre del mundo futuro, y su Reino no tendrá fin.
Se dice el Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios todopoderoso, que has querido iluminamos con la luz nueva de tu Verbo hecho carne, concédenos que nuestras obras concuerden siempre con la fe que ha iluminado nuestro espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 62,11-12
Escuchen lo que el Señor hace oír hasta el último rincón de la tierra:
"Digan a la hija de Sión: Mira que ya llega tu salvador. El premio de su victoria lo acompaña y su recompensa lo precede. Tus hijos serán llamados 'Pueblo santo', 'Redimidos del Señor', y a ti te llamarán 'Ciudad deseada, Ciudad no abandonada' ". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 96 R/ .Reina el Señor, alégrese la tierra.
Reina el Señor,
alégrese la tierra; cante de regocijo el mundo entero. Los cielos pregonan
su justicia, su inmensa gloria ven todos los pueblos. R/.
Amanece la luz para el justo y la alegría para los rectos de corazón.
Alégrense, justos, con el Señor y bendigan su santo nombre. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Tito: 3,4-7
Hermanos: Al manifestarse la bondad de Dios, nuestro salvador, y su amor a los hombres, él nos salvó, no porque nosotros hubiéramos hecho algo digno de merecerlo, sino por su misericordia. Lo hizo mediante el bautismo, que nos regenera y nos renueva, por la acción del Espíritu Santo, a quien Dios derramó abundantemente sobre nosotros, por Cristo, nuestro salvador. Así, justificados por su gracia, nos convertiremos en herederos, cuando se realice la esperanza de la vida eterna. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN (Lc 2,
14) R/. Aleluya, aleluya.
Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio
según san Lucas: 2, 15-20
Cuando los ángeles
los dejaron para volver al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: "Vayamos
hasta Belén, para ver eso que el Señor nos ha anunciado".
Se fueron, pues, a toda prisa y encontraron a María, a José y
al niño, recostado en el pesebre. Después de verlo, contaron lo
que se les había dicho de aquel niño, y cuantos los oían
quedaban maravillados.
María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su
corazón. Los pastores se volvieron a sus campos, alabando y glorificando
a Dios por todo cuanto habían visto y oído, según lo que
se les había anunciado. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
A las palabras del Credo "y por obra...", hay que arrodillarse.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que nuestras ofrendas, Señor, sean dignas del misterio de Navidad que estamos celebrando, para que tú, que nos has revelado a Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, nos hagas participar, por este pan y este vino, de su vida inmortal. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Navidad I-III
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Za 9, 9)
Salta de alegría, hija de Sión! ¡Lanza gritos de gozo, hija de Jerusalén! He aquí que viene tu Rey, el Santo, el. Salvador del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, que nos has reunido para celebrar, llenos de júbilo, el nacimiento de tu Hijo, concédenos penetrar con fe profunda en este misterio y encontrar en él la fuente de un amor cada vez más generoso. Por Jesucristo, nuestro Señor.
MISA DEL DÍA
ANTÍFONA DE ENTRADA (Is 9, 6)
Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. La insignia del poder está sobre sus hombros y se le llamará Ángel del Gran Consejo.
Se dice el Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que de modo admirable creaste al hombre a tu imagen y semejanza, y de modo más admirable lo elevaste con el nacimiento de tu Hijo, concédenos participar de la vida divina de aquel que ha querido participar de nuestra humanidad. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 52, 7-10
¡Qué hermoso
es ver correr sobre los montes al mensajero que anuncia la paz, al mensajero
que trae la buena nueva, que pregona la salvación, que dice a Sión:
"Tu Dios es rey"!
Escucha: Tus centinelas alzan la voz y todos a una gritan alborozados, porque
ven con sus propios ojos al Señor, que retorna a Sión.
Prorrumpan en gritos de alegría, ruinas de Jerusalén, porque el
Señor rescata a su pueblo, consuela a Jerusalén. Descubre el Señor
su santo brazo a la vista de todas las naciones. Verá la tierra entera
la salvación que viene de nuestro Dios. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Un pueblo hastiado de sufrir
invasiones, guerras y saqueos anhela fervientemente la llegada de la paz. Por
esa razón el profeta goza anticipadamente al describir el momento en
que arribará el mensajero que anuncia la paz.
Del salmo 97 R/. Toda la tierra ha visto al Salvador.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
Cantemos al Señor al son del arpa, suenen los instrumentos. Aclamemos
al son de los clarines al Señor, nuestro rey. R/.
Lectura de la carta a los hebreos: 1, 1-6
En distintas ocasiones
y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres, por boca
de los profetas. Ahora, en estos tiempos, nos ha hablado por medio de su Hijo,
a quien constituyó heredero de todas las cosas y por medio del cual hizo
el universo.
El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la imagen fiel de su ser y el
sostén de todas las cosas con su palabra poderosa. El mismo, después
de efectuar la purificación de los pecados, se sentó a la diestra
de la majestad de Dios, en las alturas, tanto más encumbrado sobre los
ángeles, cuanto más excelso es el nombre que, como herencia, le
corresponde.
Porque ¿a cuál de los ángeles le dijo Dios: Tú eres
mi Hijo; yo te he engendrado hoy? ¿O de qué ángel dijo
Dios: Yo seré para él un padre y él será para mí
un hijo? Además, en otro pasaje, cuando introduce en el mundo a su primogénito,
dice: Adórenlo todos los ángeles de Dios. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
El autor ha sido testigo de las numerosas manifestaciones de Dios a lo largo de la historia de Israel. Desde esa perspectiva consigue discernir que la encarnación de Jesús es la plenitud de la revelación.
ACLAMACIÓN R/ .Aleluya,
aleluya.
Un día sagrado ha brillado para nosotros. Vengan, naciones, y adoren
al Señor, porque hoy ha descendido una gran luz sobre la tierra. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 1, 1-18
En
el principio ya existía aquel que es la Palabra, y aquel que es la Palabra
estaba con Dios y era Dios.
Ya en el principio él estaba con Dios. Todas las cosas vinieron a la
existencia por él y sin él nada empezó de cuanto existe.
El era la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en las tinieblas
y las tinieblas no la recibieron.
Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Este vino como testigo,
para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.
Él no era la luz, sino testigo de la luz.
Aquel que es la Palabra era la luz verdadera, que ilumina a todo hombre que
viene a este mundo. En el mundo estaba; el mundo había sido hecho por
él y, sin embargo, el mundo no lo conoció.
Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron; pero a todos los que lo recibieron
les concedió poder llegar a ser hijos de Dios, a los que creen en su
nombre, los cuales no nacieron de la sangre, ni del deseo de la carne, ni por
voluntad del hombre, sino que nacieron de Dios. .
Y aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Hemos
visto su gloria, gloria que le corresponde como a Unigénito del Padre,
lleno de gracia y de verdad.
Juan el Bautista dio testimonio de él, clamando: "A éste
me refería cuando dije: 'El que viene después de mí, tiene
precedencia sobre mí, porque ya existía antes que Yo'. De
su plenitud hemos recibido todos gracia sobre gracia. Porque la ley fue dada
por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad vinieron por
Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás. El Hijo unigénito,
que está en el seno del Padre, es quien lo ha revelado. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesus.
Con la encarnación del Verbo comienzan a desmoronarse las barreras divisorias que pretendían arrinconar a Dios y alejarlo de sus hijos. Jesús viene para irradiar de manera humana la presencia del Padre.
A las palabras del Credo "y por obra..." hay que arrodillarse.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, en la fiesta solemne de la Navidad, esta ofrenda que nos reconcilia contigo de un modo perfecto, y encierra en sí la plenitud del culto que los hombres podemos tributarte. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Navidad I-III
ANTIFONÁ DE LA COMUNIÓN (Sal 97. 3)
Sobre toda superficie de la tierra se ha contemplado la salvación que viene de nuestro Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios misericordioso, que el salvador del mundo, que hoy nos ha nacido para comunicarnos su vida divina, nos dé también el don de su inmortalidad. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
LA SAGRADA FAMILIA
Santos: Esteban, protomártir, y Dionisio I, papa.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lo 2, 16)
Fueron los pastores a toda prisa y encontraron a María y a José y, recostado en un pesebre, al niño.
Se dice el Gloria
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, tú que nos has dado en la Sagrada Familia de tu Hijo, el modelo perfecto para nuestras familias, concédenos practicar sus virtudes domésticas y estar unidos por los lazos de tu amor, para que podamos ir a gozar con ella eternamente de la alegría de tu casa. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Eclesiástico (Sirácida): 3, 3-7. 14-17
El Señor honra al
padre en los hijos y respalda la autoridad de la madre sobre la prole. El que
honra a su padre queda limpio de pecado; y acumula tesoros, el que respeta a
su madre.
Quien honra a su padre, encontrará alegría en sus hijos y su oración
será escuchada; el que enaltece a su padre, tendrá larga vida
y el que obedece al Señor, es consuelo de su madre.
Hijo, cuida de tu padre en la vejez y en su vida no le causes tristeza; aunque
se debilite su razón, ten paciencia con él y no lo menosprecies
por estar tú en pleno vigor. El bien hecho al padre no quedará
en el olvido y se tomará a cuenta de tus pecados. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
La manera concreta como
se puede cumplir el cuarto mandamientos a través de la generosa solicitud,
la atención paciente y el trato respetuoso y comedido hacia nuestros
propios padres.
Del salmo 127 R/. Dichoso el que teme al Señor.
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto
de su trabajo, será dichoso, le irá bien. R/.
Su mujer, como vid fecunda, en medio de su casa; sus hijos como renuevos de
olivo, alrededor de su mesa. R/.
Esta es la bendición del hombre que teme al Señor: "Que el
Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida". R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 3, 12-21
Hermanos: Puesto que Dios
los ha elegido a ustedes, los ha consagrado a él y les ha dado su amor,
sean compasivos, magnánimos, humildes, afables y pacientes. Sopórtense
mutuamente y perdónense cuando tengan quejas contra otro, como el Señor
los ha perdonado a ustedes. Y sobre todas estas virtudes, tengan amor, que es
el vínculo de la perfecta unión.
Que en sus corazones reine la paz de Cristo, esa paz a la que han sido llamados,
como miembros de un solo cuerpo.
Finalmente, sean agradecidos.
Que la palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza. Enséñense
y aconséjense unos a otros lo mejor que sepan. Con el corazón
lleno de gratitud, alaben a Dios con salmos, himnos y cánticos espirituales;
y todo lo que digan y todo lo que hagan, háganlo en el nombre del Señor
Jesús, dándole gracias a Dios Padre, por medio de Cristo.
Mujeres, respeten la autoridad de sus maridos, como lo quiere el Señor.
Maridos, amen a sus esposas y no sean rudos con ellas, Hijos, obedezcan en todo
a sus padres, porque eso es agradable al Señor, Padres, no exijan demasiado
a sus hijos, para que no se depriman. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
San Pablo exhorta a los cristianos de Colosas a que vivan en plena comunión, compartiendo con los demás miembros de la comunidad los dones materiales y espirituales que Dios ha puesto a su disposición.
ACLAMACIÓN (Col
3, 15, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Que en sus corazones reme la paz de Cristo; que la palabra de Cristo habite
en ustedes con toda su riqueza. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 2, 13-15. 19-23
Después
de que los magos partieron de Belén, el ángel del Señor
se le apareció ensueños a José y le dijo: "Levántate,
toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allá
hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo".
Jose se levanto y esa misma noche tomo al niño y a su madre y partió
para Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así
se cumplió lo que dijo el Señor por medio del profeta: De Egipto
llamé a mi hijo. Después de muerto Herodes, el ángel del
Señor se le apareció en sueños a José y le dijo:
"Levántate, toma al niño y a su madre regresa a la tierra
de Israel porque ya murieron los que intentaban quitarle la vida al niño".
.
Se levantó José, tomó al niño y a su madre y regresó
a tierra de Israel. Pero, habiendo oído decir que Arquelao reinaba en
Judea en lugar de su padre, Herodes, tuvo miedo de ir allá, y advertido,
en sueños, se retiró a Galilea y se fue a vivir en una población
llamada Nazaret. Así se cumplió lo que habían dicho los
profetas: Se le llamará Nazareno. Palabra del. Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús, como sus antepasados, tendrá que rehace el camino de1 éxodo. Bajará a Egipto y de allá mismo volverá a salir para subir a 1a tierra de promisión, que Dios había ofrecido a los hijos de Abrabam.
Credo
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio de reconciliación y, por intercesión de la Virgen Madre de Dios y de san José, concede a nuestras familias vivir siempre en tu amistad y en tu paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Navidad I-III
Si se usa el Canon romano, se dice "Reunidos en comunión" propio. Si se usa la plegaria eucarística II o II,, se dice "Acuérdate. " o "Atiende", propio.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ba 3, 38)
Nuestro Dios apareció en el mundo y convivió con los hombres.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre lleno de amor, concede a los que acabamos de alimentarnos con este sacramento celestial, imitar siempre los ejemplos de la Sagrada Familia, para que, después de las pruebas de esta vida, podamos gozar eternamente con ellos en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO: Jesús, el Verbo de Dios,
se encarnó en un pueblo con una historia precisa y concreta. El asumió
los anhelos y las esperanzas de sus antepasados y contemporáneos. Es
por esa identificación plena que Jesús vive con la historia de
su pueblo, que el evangelista Mateo nos lo presenta rehaciendo
e1 camino de la libertad que los descendientes de Jacob habían recorrido.
Jesús vive en condiciones de emigración y peregrinaje y transita
el camino que todo creyente debe recorrer el camino hacia el encuentro con el
Padre, Jesús es verdaderamente nuestro hermano, conoció en carne
propia nuestras carencias y privaciones, menos en el pecado. Por eso a llegado
a ser un Sumo Sacerdote compasivo y misericordioso.
Santos: Juan, apóstol y evangelista; Fabiola de Roma, penitente y Máximo de Alejandría, patriarca.
ANTÍFONA DE ENTRADA
En la u1tima cena, Juan reclinó su cabeza sobre el pecho del Señor. Este es el Apóstol a quien fueron revelados secretos celestiales y a quien fue concedido difundir palabras de vida por toda la tierra.
Se dice el Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por medio del Apóstol san Juan has querido descubrirnos la profundidad de la vida y del amor de tu Hijo, haz que seamos capaces de conocer y de amar cada día más a Jesucristo, nuestro redentor, que vive y reina, contigo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera caria del apóstol san Juan: 1, 1-4
Queridos hermanos: Les anunciamos
lo que ya existía desde el principio, lo que hemos oído y hemos
visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado y hemos tocado con
nuestras propias manos. Nos referimos a aquel que es la Palabra de la vida.
Esta vida se ha hecho visible y nosotros la hemos visto y somos testigos de
ella. Les anunciamos esta vida, que es eterna, y estaba con el Padre y se nos
ha manifestado a nosotros.
Les anunciamos, pues, lo que hemos visto y oído, para que ustedes estén
unidos con nosotros, y juntos estemos unidos con el Padre y su Hijo, Jesucristo.
Les escribimos esto para que se alegren y su alegría sea completa. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Los misioneros cristianos
no son propagadores de una doctrina, ni difusores de una teoría filosófica.
Viven y caminan como testigos de una Palabra viva y eficaz, que ha transformado
sus vidas.
Del salmo 96 R/ .Alégrense, justos, con el Señor.
Reina el Señor, alégrese la tierra; cante de regocijo el mundo
entero. Tinieblas y nubes rodean el trono del Señor, que se asienta en
la justicia y el derecho. R/.
Los montes se derriten como cera ante el Señor de toda la tierra. Los
cielos pregonan su justicia, su inmensa gloria ven todos los pueblos. R/.
Amanece la luz para el justo y la alegría para los rectos de corazón.
Alégrense, justos, con el Señor y bendigan su santo nombre. R/.
ACLAMACIÓN R/. Aleluya,
aleluya.
Señor, Dios eterno, alegres te cantamos a ti nuestra alabanza. A ti,
Señor, te alaba el coro celestial de los apóstoles. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan. 20, 2-9
El
primer día después del sábado, María Magdalena vino
corriendo a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo,
a quien Jesús amaba, y les dijo: “Se han llevado del sepulcro al
Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto".
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos iban
corriendo juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa
que Pedro y llegó primero al sepulcro, e inclinándose, miró
los lienzos puestos en el suelo, pero no entró.
En eso llegó también Simón Pedro, que lo venía siguiendo,
y entró en el sepulcro. Contempló los lienzos puestos en el suelo
y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, puesto
no con los lienzos en el suelo, sino doblado en sitio aparte. Entonces entró
también el otro discípulo, el que había llegado primero
al sepulcro, y vio y creyó, porque hasta entonces no habían entendido
las Escrituras, según las cuales Jesús debía resucitar
de entre los muertos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Este relato nos presenta atinadamente, en la festividad de Juan Evangelista, el perfil ejemplar del discípulo preferido de Jesús. Éste miró los signos del resucitado y fue capaz de ver y contemplar creyentemente lo sucedido:
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, los dones que te presentamos, y haz que, por esta Eucaristía, participemos del conocimiento profundo de tu Hijo que concediste a san Juan en la Última Cena. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Navidad I-III
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 1, 14. 16)
El Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros, y de su plenitud todos participamos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por medio de este sacramento que hemos recibido en la fiesta de san Juan Evangelista, concédenos, Señor, que habite siempre en nosotros tu Hijo, Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Los niños inocentes murieron por Cristo; ahora siguen al Cordero sin mancha, cantando: Gloria a ti, Señor.
Se dice el Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que concediste a los Santos Inocentes dar testimonio de Cristo, no de palabra, sino con su sangre, ayúdanos a poner de manifiesto nuestra fe, no sólo con nuestros labios, sino, más bien, con nuestra conducta diaria. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 1, 5-2, 2
Queridos hermanos: Éste
es el mensaje que hemos escuchado de labios de Jesucristo y que ahora les anunciamos:
Dios es luz y en él no hay nada de oscuridad. Si decimos que estamos
con Dios, pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no vivimos conforme a la
verdad. Pero, si vivimos en la luz, como él vive en la luz, entonces
estamos unidos unos con otros, y la sangre de Su Hijo Jesús nos purifica
de todo pecado.
Si decimos que no tenemos ningún pecado, nos engañamos a nosotros
mismos y la verdad no está en nosotros. Si, por el contrario, confesamos
nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos
purificará de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, hacemos pasar
a Dios por mentiroso y no hemos aceptado verdaderamente su palabra.
Hijitos míos, les escribo esto para que no pequen. Pero, si alguien peca,
tenemos como intercesor ante el Padre, Jesucristo, el justo. Porque él
se ofreció como víctima de expiación por nuestros pecados,
y no sólo por los nuestros, sino por los del mundo entero. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Los que viven persuadidos
de su filiación divina emprenden un camino de conversión, ajustan
su Vida a 1as exigencias del mandato principal (el amor fraterno) y viven liberados
del poder del pecado.
Del salmo 123 R/. Nuestra vida se escapó como un pájaro de la
trampa de los cazadores.
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte cuando los hombres nos
asaltaron, nos habría devorado vivos el fuego de su cólera. R/.
Las aguas nos hubieran sepultado, un torrente nos hubiera llegado al cuello,
un torrente de aguas encrespadas. Bendito sea el Señor, porque no permitió
que nos despedazaran con sus dientes. R/.
Nuestra vida se escapó como un pájaro de la trampa de los cazadores.
La trampa se rompió y nosotros escapamos. Nuestra ayuda nos viene del
Señor, que hizo el cielo y la tierra. R/.
ACLAMACIÓN R/. Aleluya,
aleluya.
Señor, Dios eterno, alegres te cantamos, a ti, nuestra alabanza. A ti,
Señor, el ejército glorioso de los mártires te aclama.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Maleo: 2, 13-18
Después
de que los magos partieron de Belén, el ángel del Señor
se le apareció en sueños a Jose le dijo: "Levántate,
toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allá
hasta que yo te avise porque Herodes va a buscar al niño para matarlo".
José se levantó y esa misma noche tomó al niño y
a su madre y partió para Egipto, donde permaneció hasta la muerte
de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por medio
del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.
Cuando Herodes se dio cuenta de que los magos lo habían engañado,
se puso furioso y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos
los niños menores de dos años, conforme a la fecha que los magos
le habían indicado.
Así se cumplieron las palabras del profeta Jeremías: En Ramá
se ha escuchado un grito, se oyen llantos y lamentos: es Raquel, que llora por
sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya están muertos.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Herodes y otros usurpadores de hace varios ayeres no vacilaron en emplear la violencia represiva para aniquilar a cualquier persona que, ante sus suspicaces ojos, fuera una amenaza para sus intereses.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos con amor y, por este sacrificio de salvación, con el que redimes aun a los que no te conocen, purifícanos de nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Navidad I-III
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ap 14, 4)
Ellos son los rescatados como primicias de la humanidad para Dios y el Cordero; ellos son el cortejo del Cordero adondequiera que vaya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, que en virtud del nacimiento de Cristo otorgaste a los Santos Inocentes el premio de la gloria, concédenos, por el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido, participar abundantemente de tu redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Tomas Becket. marti; David. Profeta y rey, y Domingo de África y compañeros, mártires.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Jn 3, 16)
Tanto amó Dios al mundo, que le dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Se dice el Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que con la venida de tu Hijo, luz verdadera, has disipado las tinieblas del mundo, míranos con amor y ayúdanos a celebrar con cantos y alabanzas la gloria del nacimiento de tu Hijo, que vive y reina contigo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 2, 3-11
Queridos hermanos: En esto
tenemos una prueba de que conocemos a Dios, en que cumplimos sus mandamientos:
El que dice: "Yo lo conozco", pero no cumple sus mandamientos, es
un mentiroso y la verdad no esta en el. Pero en aquel que cumple su palabra,
el amor de Dios ha llegado a su plenitud, y precisamente en esto conocemos que
estamos unidos a el. El que afirma que permanece en Cristo debe de Vivir como
el Vivió.
Hermanos míos, no les escribo un mandamiento nuevo, sino un mandamiento
antiguo, que ustedes tenían desde el principio. Este mandamiento antiguo,
es la palabra que han escuchado, y sin embargo, es un mandamiento nuevo éste
que les escribo; nuevo en él y en ustedes, porque las tinieblas pasan
y la luz verdadera alumbra ya.
Quien afirma que está en la luz y odia a su hermano, está todavía
en las tinieblas. Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza.
Pero quien odia a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas
y no sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
La esencia de la vida cristiana
no está sujeta a las transformaciones y las circunstancias cambiantes
de la historia. Tanto hoy, como ayer, los cristianos tenemos el mismo imperativo:
Vivir el amor fraterno.
Del salmo 95 R/. Cantemos la grandeza del Señor.
Cantemos al Señor un nuevo canto, que le cante al Señor toda la
tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo, R/. Proclamemos su amor,
día tras día, su grandeza anunciemos a los pueblos; de nación
en nación, sus maravillas. R/.
Ha sido el Señor quien hizo el cielo; hay gran esplendor en su presencia
y lleno de poder está su templo. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Lc 2, 32) R/. Aleluya, aleluya.
Tú eres, Señor, la luz que alumbra a las naciones y la gloria
de tu pueblo, Israel. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas. 2, 22-35
Transcurrido
el tiempo de la purificación de María, según la ley de
Moisés, ella y José llevaron al niño a Jerusalén
para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley: Todo
primogénito varón será consagrado al Señor, y también
para ofrecer, como dice la ley, un par de tórtolas o dos pichones.
Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón
justo y temeroso de Dios, que aguardaba el consuelo de Israel; en él
moraba el Espíritu Santo, el cual le había revelado que no moriría
sin haber visto antes al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu,
fue al templo, y cuando José y María entraban con el niño
Jesús para cumplir con lo prescrito por la ley, Simeón lo tomó
en brazos y bendijo a Dios, diciendo:
"Señor, ya puedes dejar morir en paz a tu siervo, según lo
que me habías prometido, porque mis ojos han visto a tu Salvador, al
que has preparado para bien de todos los pueblos, luz que alumbra a las naciones
y gloria de tu pueblo, Israel".
El padre y la madre del niño estaban admirados de semejantes palabras.
Simeón los bendijo, y a María, la madre de Jesús, le anunció:
"Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en
Israel, como signo que provocará contradicción, para que queden
al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te
atravesará el alma". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Simeón había mantenido pacientemente la esperanza; él había dejado que el designio soberano de Dios condujera sabiamente la historia de su pueblo. Dios colmo su esperanza le permitió contemplar al Salvador.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos para esta Eucaristía, en la que se realiza un glorioso intercambio, a fin de que, al ofrecerte tus propios dones, podamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Navidad I-III
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc l, 78)
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos ha visitado Cristo, el Sol que nace de lo alto.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso que la gracia de estos sacramentos fortalezca cada día más nuestra vida cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Sabino de Espoleto y compañeros, mártires; Félix I, papa y Raniero de Áquila, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sb 18, 14-15)
Cuando un profundo silencio envolvía todas las cosas y la noche estaba a la mitad de su camino, tu Palabra omnipotente, Señor, descendió de los cielos, desde tu trono real.
Se dice el Gloria
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que el nacimiento de tu Hijo en nuestra carne mortal, nos libre de la antigua esclavitud a la que nos sometió el pecado. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 2, 12-17
Les escribo a ustedes,
hijitos, porque han sido perdonados sus pecados en el nombre de Jesús.
Les escribo a ustedes, padres, porque conocen al que existe desde el principio.
Les escribo a ustedes, jóvenes, porque han vencido al demonio. Les he
escrito a ustedes, hijitos, porque conocen al Padre. Les he escrito a ustedes,
padres, porque conocen al que existe desde el principio. Les he escrito a ustedes,
jóvenes, porque son fuertes y la palabra de Dios permanece en ustedes
y han vencido al demonio.
No amen al mundo ni lo que hay en él. Si alguno ama al mundo, el amor
del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo: las
pasiones desordenadas del hombre, las curiosidades malsanas y la arrogancia
del dinero, no vienen del Padre, sino del mundo. El mundo pasa y sus pasiones
desordenadas también. Pero el que hace la voluntad de Dios tiene vida
eterna. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los impulsos egoístas
que esclavizan al hombre lo llevan a endiosar el poder, la riqueza y el placer
desordenado. Quien ha renacido a la vida del Espíritu, consigue liberarse
de su influjo pernicioso.
Del salmo 95 R/. Alaben al Señor, todos los pueblos.
Alaben al Señor, pueblos del orbe, reconozcan su gloria y su poder y
tribútenle honores a su nombre. R/.
Ofrézcanle en sus atrios sacrificios. Caigamos en su templo de rodillas.;
Tiemblen ante el Señor los atrevidos. R/.
"Reina el Señor", digamos a los pueblos. El afianzo con su
poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia. R/.
ACLAMACIÓN R/. Aleluya,
aleluya.
Un día sagrado ha brillado para nosotros. Vengan, naciones, y adoren
al Señor, porque hoy ha descendido una gran luz sobre la tierra. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas. 2, 36-40
En aquel tiempo, había
una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana.
De joven había vivido siete años casada y tenía ya ochenta
y cuatro años de edad. No se apartaba del templo ni de día ni
de noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. (Cuando José y María
entraban en el templo para la presentación del niño), se acercó
Ana, dando gracias a Dios y hablando del niño a todos los que aguardaban
la liberación de Israel.
Una vez que José y María cumplieron todo lo que prescribía
la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El
niño iba creciendo y fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría
y la gracia de Dios estaba con él. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Ana tenía la piel rugosa y el pelo cano, pero sus ojos seguían bien abiertos para mirar1os signos y las maravillas de Dios. Cuando su mirada descubrió al liberador de Israel, abrió sus labios y proclamó la enorme noticia.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, con bondad las ofrendas de tu pueblo y concédenos que, las realidades que creemos por la fe, las consigamos por este sacramento celestial. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Navidad I-III.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn l, 16)
De su plenitud hemos recibido todos, gracia por gracia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que nos unes a ti por la participación de esté sacramento, concédenos obtener toda su eficacia para que así, la recepción de este don tuyo, nos haga más dignos de seguirlo recibiendo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Silvestre, papa; Juan Francisco Rey (Regis), presbítero, y Columba de Sens, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Is 9. 6)
Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. La insignia del poder está sobre sus hombros y se le llamará Ángel del Gran Consejo.
Se dice el. Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que has querido que todo esfuerzo del hombre por ir a tu encuentro tenga su origen y su plenitud en el nacimiento de tu Hijo, concédenos contarnos siempre entre el número de los que siguen a Cristo, en quien está la salvación de todo el género humano. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de 1a primera carta del apóstol san Juan: 2, 18-21
Hijos míos: Ésta
es la última hora. Han oído ustedes que iba a venir el anticristo;
pues bien, muchos anticristos han aparecido ya, por lo cual nos damos cuenta
de que es la última hora.
De entre ustedes salieron, pero no eran, de los nuestros; pues si hubieran sido
de los nuestros, habrían permanecido con nosotros. Pero sucedió
así para que se pusiera de manifiesto que ninguno de ellos es de los
nuestros.
Por lo que a ustedes toca, han recibido la unción del Espíritu
Santo y tienen así el verdadero conocimiento. Les he escrito, no porque
ignoren la verdad, sino porque la conocen y porque ninguna mentira viene de
la verdad. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La confesión plena
y acabada de la fe cristiana incluye el reconocimiento de Jesús como
verdadero hombre. Quienes pregonen y proclamen a Cristo de manera diferente
son unos embusteros.
Del salmo 95 R/. Alégrense los cielos y la tierra.
Cantemos al Señor un nuevo canto, que le cante al Señor toda la
tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo, proclamemos su amor
día tras día. R/.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino.
Salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
R/.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
R/.
ACLAMACIÓN (Jn 1,
14. 12) R/. Aleluya, aleluya.
Aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. A todos
los que la recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 1,1-18
En el
principio ya existía aquel que es la Palabra, y aquel que es la Palabra
estaba con Dios y era Dios. Ya en el principio él estaba con Dios. Todas
las cosas vinieron a la existencia por él y sin él nada empezó
de cuanto existe. Él era la vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no la recibieron.
Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Este vino como testigo,
para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.
El no era la luz, sino testigo de la luz.
Aquel que es la Palabra era la luz verdadera, que ilumina a todo hombre que
viene a este mundo. En el mundo estaba; el mundo había sido hecho por
él y, sin embargo, el mundo no lo conoció.
Vino a los suyos y los suyos no la recibieron; pero a todos los que lo recibieron
les concedió poder llegar a ser hijos de Dios, a los que creen en su
nombre, los cuales no nacieron de la sangre, ni del deseo de la carne, ni por
voluntad del hombre, sino que nacieron de Dios.
Y aquel que es la Palabra e hizo hombre y habito entre nosotros. Hemos visto
su gloria, gloria que le corresponde como a Unigénito del Padre, lleno
de gracia y de verdad.
Juan el Bautista dio testimonio de él, clamando: "A éste
me refería cuando dije: 'El que viene después de mí, tiene
precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo' .
De su plenitud hemos recibido todos gracia sobre gracia. Porque la ley fue dada
por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad vinieron por
Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás. El Hijo unigénito,
que está en el seno del Padre, es quien lo ha revelado. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El autor de éste himno tiene ideas claras y precisas. Dios es inaccesible a los ojos humanos. Solamente su generosa voluntad puede abrirnos las puertas del misterio, al entregarnos a la Luz verdadera.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor y Dios nuestro, que infundes en nosotros los sentimientos de la verdadera adoración y nos impulsas a vivir en plena concordia con nuestros prójimos, concédenos poder tributarte con estas ofrendas el culto que te es debido y estrechar los lazos de caridad con nuestros hermanos, por la participación en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Navidad I-III
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Jn 4, 9)
Dios envió al mundo a su Hijo único, para darnos vida por medio de él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA CÓMUNIÓN
Que tu pueblo, Señor, al que jamás has dejado de tu mano, experimente tu ayuda presente y futura a fin de que, disfrutando de los bienes terrenos necesarios, pueda buscar con mayor confianza los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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