MISAL AGOSTO DEL 2025 / www.laverdadcatolica.org |
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Intenciones del Santo Padre para el mes de Agosto del 2025
Por la
convivencia mutua
Oremos para que las sociedades donde la convivencia parece más
difícil no sucumban a la tentación del enfrentamiento por
motivos étnicos, políticos, religiosos o ideológicos.
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ANTÍFONA DE ENTRADA (Ez 34, 11. 23-24)
Buscaré a mis ovejas, dice el Señor, y les daré un pastor que las apaciente, y yo, el Señor, seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que promueves siempre en tu Iglesia nuevos ejemplos de santidad, concédenos seguir de tal modo las huellas del admirable celo por las almas del obispo san Alfonso María de Ligorio, que también nosotros alcancemos con él la recompensa del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
En las festividades del Señor se reunirán en asamblea litúrgica.
Del libro del Levítico 23, 1. 4-11. 15-16. 27. 34-37Del
salmo 80
R. Aclamemos al Señor, nuestro Dios.
Entonemos un canto al son de las guitarras y del arpa.
Que suene la trompeta en esta fiesta que conmemora nuestra
alianza. R.
Porque ésta es una ley en Israel, es un precepto que el Dios de
Jacob estableció para su pueblo, cuando lo rescató de Egipto. R.
“No tendrás otro Dios fuera de mí ni adorarás a dioses
extranjeros. Pues yo, el Señor, soy el Dios tuyo, el que te sacó
de Egipto, tu destierro”. R.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO 1 Pe 1, 25
R. Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios permanece para siempre. Y ésa es la
palabra que se les ha anunciado. R. Aleluya.
¿No es éste el hijo del carpintero? ¿De dónde, pues, ha sacado esa sabiduría y esos poderes milagrosos?
Del santo Evangelio según san Mateo: 13, 54-58
En aquel
tiempo, Jesús llegó a su tierra y se puso a enseñar a la gente
en la sinagoga, de tal forma, que todos estaban asombrados y se
preguntaban: "¿De dónde ha sacado éste esa sabiduría y esos
poderes milagrosos? ¿Acaso no es éste el hijo del carpintero?
¿No se llama María su madre y no son sus hermanos Santiago,
José, Simón y Judas? ¿Qué no viven entre nosotros todas sus
hermanas? ¿De dónde, pues, ha sacado todas estas cosas?" Y se
negaban a creer en Él.
Entonces, Jesús les dijo: "Un profeta no es despreciado más que
en su patria y en su casa". Y no hizo muchos milagros allí por
la incredulidad de ellos.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Inflama, Señor, bondadosamente nuestros corazones con el fuego celestial del Espíritu, tú que concediste a san Alfonso María celebrar estos misterios y ofrecerse a sí mismo por medio de este santo sacrificio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Jn 15, 16)
No son ustedes los que me han elegido, dice el Señor, soy yo quien los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, que quisiste que san Alfonso María fuera un fiel administrador y predicador de este gran misterio, concede a tus fieles participar con frecuencia en él y que, al recibirlo, te alaben sin cesar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestra Señora de los Ángeles
Santos: Eusebio de Vercelli, obispo. Pedro Julián Eymard, fundador.
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADOANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 44, 13. 15. 16)
Todos los nobles del pueblo buscan tu favor: te llevan ante el Rey, con séquito de vírgenes, te siguen tus compañeras en medio de alegría y cantos.
ORACIÓN COLECTA
Perdona, Señor, los pecados de tus siervos; y, a quienes no logramos agradarte con nuestros actos, sálvanos por la intercesión de la Madre de tu Hijo, nuestro Señor. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
En el año jubilar todos recobrarán sus propiedades.
Del libro del Levítico 25, 1. 8-17
El Señor habló
a Moisés en el monte Sinaí y le dijo: “Contarás siete semanas de
años, siete por siete, o sea, cuarenta y nueve años. El día diez
del séptimo mes, es decir, el día de la Expiación, harán sonar
las trompetas y las harán sonar por todo el país.
Declararán santo el año cincuenta y proclamarán la liberación
para todos los habitantes del país. Será para ustedes un año de
jubileo; cada uno de ustedes recobrará sus propiedades y volverá
a su familia.
El año cincuenta será para ustedes un año de jubileo; no
sembrarán ni cosecharán lo que los campos produzcan por sí
mismos; no harán la vendimia de las viñas sin cultivar. Puesto
que es el año del jubileo, será sagrado para ustedes. Comerán de
los productos de la cosecha anterior.
En este año jubilar todos recobrarán sus propiedades. Cuando le
vendas o le compres alguna cosa a tu prójimo, no lo engañes.
Ponle precio a lo que le compres a tu prójimo, atendiendo al
número de años transcurridos desde el último jubileo; él te
venderá a ti atendiendo a las cosechas anuales. Mientras más
años falten para el jubileo, más aumentará el precio; mientras
menos tiempo falte, más rebajarás el precio; porque lo que tu
prójimo te vende son las cosechas que faltan.
Ninguno de ustedes haga daño a su hermano; antes bien, teman a
su Dios, porque yo soy el Señor, Dios de ustedes”. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del
salmo 66 R/. Que te alaben, Señor, todos los pueblos.
Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a
nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra
salvadora. R.
Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con
justicia; con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la
tierra a las naciones. R.
La tierra ha producido ya sus frutos, Dios nos ha bendecido. Que
nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. R.
ACLAMACIÓN
(Mt 5, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de
ellos es el Reino de los cielos, dice el Señor. R/.
Herodes mandó degollar a Juan. Los discípulos de Juan fueron a avisarle a Jesús.
Del santo Evangelio según san Mateo: 14, 1-12
En aquel
tiempo, el rey Herodes oyó lo que contaban de Jesús y les dijo a
sus cortesanos: "Es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre
los muertos y por eso actúan en él fuerzas milagrosas".
Herodes había apresado a Juan y lo había encadenado en la cárcel
por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, pues Juan
le decía a Herodes que no le estaba permitido tenerla por mujer.
Y aunque quería quitarle la vida, le tenía miedo a la gente,
porque creían que Juan era un profeta.
Pero llegó el cumpleaños de Herodes, y la hija de Herodías bailó
delante de todos y le gustó tanto a Herodes, que juró darle lo
que le pidiera. Ella, aconsejada por su madre, le dijo: "Dame,
sobre esta bandeja, la cabeza de Juan el Bautista".
El rey se entristeció, pero a causa de su juramento y por no
quedar mal con los invitados, ordenó que se la dieran; y
entonces mandó degollar a Juan en la cárcel. Trajeron, pues, la
cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven y ella se la
llevó a su madre.
Después vinieron los discípulos de Juan, recogieron el cuerpo,
lo sepultaron, y luego fueron a avisarle a Jesús. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que te ofrecemos; y haz que nuestros corazones, iluminados con la luz del Espíritu Santo, siguiendo el ejemplo de la bienaventurada Virgen María, puedan buscar y cumplir siempre tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Alaben al Señor, Dios nuestro, porque en María, su sierva, ha realizado su misericordia, prometida a la casa de Israel.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido el sacramento de la salvación y de la fe, te pedimos, Señor, que, al conmemorar con devoción a la santísima Virgen María, merezcamos participar con ella del amor divino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XVIII DOMINGO ORDINARIO
Santos: Asprenato de Nápoles, obispo; Lidia de Filipos, mártir; Pedro de Anagni, obispo. (Verde)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 69, 2. 6)Dios mío, ven en mi ayuda; Señor, date prisa en socorrerme. Tú eres mi auxilio y mi salvación; Señor, no tardes.
ORACIÓN COLECTA
Ayuda, Señor, a tus siervos, que imploran tu continua benevolencia, y ya que se glorían de tenerte como su creador y su guía, renueva en ellos tu obra creadora y consérvales los dones de tu redención. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
¿Qué provecho saca el hombre de todos sus trabajos?
Del libro del Eclesiastés (Cohélet) 1, 2; 2, 21-23
Todas las cosas, absolutamente todas, son vana ilusión. Hay quien se agota trabajando y pone en ello todo su talento, su ciencia y su habilidad, y tiene que dejárselo todo a otro que no lo trabajó. Esto es vana ilusión y gran desventura. En efecto, ¿qué provecho saca el hombre de todos sus trabajos y afanes bajo el sol? De día dolores, penas y fatigas; de noche no descansa. ¿No es también eso vana ilusión? Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del
salmo 89 R/ Señor, ten compasión de nosotros..
Tú haces volver al polvo a los humanos, diciendo a los mortales
que retornen. Mil años son para ti como un día, que ya pasó;
como una breve noche. R.
Nuestra vida es tan breve como un sueño; semejante a la hierba,
que despunta y florece en la mañana y por la tarde se marchita y
se seca. R.
Enséñanos a ver lo que es la vida y seremos sensatos. ¿Hasta
cuándo, Señor, vas a tener compasión de tus siervos? ¿Hasta
cuándo? R.
Llénanos de tu amor por la mañana y júbilo será la vida toda.
Que el Señor bondadoso nos ayude y dé prosperidad a nuestras
obras. R.
Busquen los bienes del cielo, donde está Cristo.]
De la
carta del apóstol san Pablo a los colosenses 3, 1-5. 9-11
Hermanos:
Puesto que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes
de arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios.
Pongan todo el corazón en los bienes del cielo, no en los de la
tierra, porque han muerto y su vida está escondida con Cristo en
Dios. Cuando se manifieste Cristo, vida de ustedes, entonces
también ustedes se manifestarán gloriosos juntamente con él.
Den muerte, pues, a todo lo malo que hay en ustedes: la
fornicación, la impureza, las pasiones desordenadas, los malos
deseos y la avaricia, que es una forma de idolatría. No sigan
engañándose unos a otros; despójense del modo de actuar del
viejo yo y revístanse del nuevo yo, el que se va renovando
conforme va adquiriendo el conocimiento de Dios, que lo creó a
su propia imagen.
En este orden nuevo ya no hay distinción entre judíos y no
judíos, israelitas y paganos, bárbaros y extranjeros, esclavos y
libres, sino que Cristo es todo en todos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Mt 5, 3) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de
los cielos. R/.
¿Para quién serán todos tus bienes?
Del santo Evangelio según san Lucas 12, 13-21
En aquel
tiempo, hallándose Jesús en medio de una multitud, un hombre le
dijo: “Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la
herencia”. Pero Jesús le contestó: “Amigo, ¿quién me
ha puesto como juez en la distribución de herencias?”
Y dirigiéndose a la multitud, dijo: “Eviten toda clase de
avaricia, porque la vida del hombre no depende de la abundancia
de los bienes que posea”.
Después les propuso esta parábola: “Un hombre rico obtuvo una
gran cosecha y se puso a pensar: ‘¿Qué haré, porque no tengo ya
en dónde almacenar la cosecha? Ya sé lo que voy a hacer:
derribaré mis graneros y construiré otros más grandes para
guardar ahí mi cosecha y todo lo que tengo. Entonces podré
decirme: Ya tienes bienes acumulados para muchos años; descansa,
come, bebe y date a la buena vida’. Pero Dios le dijo:
‘¡Insensato! Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién serán
todos tus bienes?’ Lo mismo le pasa al que amontona riquezas
para sí mismo y no se hace rico de lo que vale ante Dios”. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Invoquemos a Dios nuestro Padre y pidámosle con fe que venga en auxilio de nuestras necesidades:ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, por tu piedad, estos dones y al recibir en oblación este sacrificio espiritual, conviértenos para ti en una perenne ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sb 16, 20)
Nos has enviado, Señor, pan del cielo, que encierra en sí toda delicia, y satisface todos los gustos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Acompaña, Señor, con tu permanente auxilio, a quienes renuevas con el don celestial, y a quienes no dejas de proteger, concédeles ser cada vez más dignos de la eterna redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 131, 9)
Que tus
sacerdotes, Señor, se revistan de justicia, y tus fieles se
llenen de júbilo.
ORACIÓN COLECTA
Dios
omnipotente y misericordioso, que hiciste admirable a san Juan
María Vianney, presbítero, por su celo pastoral, concédenos que,
a ejemplo suyo y por su intercesión, ganemos para Cristo, con la
caridad, a los hermanos y con ellos podamos alcanzar la gloria
eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos
de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Yo solo no puedo cargar con todo este pueblo.
Del libro de los Números 11, 4b-15
En aquellos
días, los israelitas se quejaban diciendo: “¡Quién nos diera
carne para comer! ¡Cómo nos acordamos del pescado, que comíamos
gratis en Egipto, y de los pepinos y melones, de los puerros,
cebollas y ajos! Pero de tanto ver el maná, ya ni ganas tenemos
de comer”.
El maná era como la semilla del cilantro y su aspecto como el de
la resina aromática. El pueblo se dispersaba para recogerlo. Lo
molían en el molino o lo machacaban en el mortero; luego lo
cocían en una olla y hacían con él una especie de pan, que sabía
como el pan de aceite. Por la noche, cuando caía el rocío sobre
el campamento, caía también el maná.
Moisés oyó cómo se quejaba el pueblo, cada una de las familias,
a la entrada de su tienda. Eso provocó la ira del Señor, y
Moisés, también muy disgustado, le dijo al Señor: “¿Por qué
tratas tan mal a tu siervo? ¿En qué te he desagradado para que
tenga que cargar con todo este pueblo? ¿Acaso yo lo he concebido
o lo he dado a luz, para que me digas: ‘Toma en brazos a este
pueblo, como una nodriza a la creatura, y llévalo a la tierra
que juré darles a sus padres?’ ¿De dónde voy a sacar yo carne
para repartírsela a toda la gente, que me dice llorando:
‘Queremos comer carne’? Yo solo no puedo cargar con todo este
pueblo, pues es demasiado pesado para mí. Si me vas a tratar
así, por favor, quítame la vida y no tendré que pasar tantas
penas”. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del
salmo 80 R/Aclamemos a Dios, nuestra fortaleza.
Israel no oyó mi voz, dice el Señor, y mi pueblo no quiso
obedecerme. Los entregué, por eso, a sus caprichos y los dejé
vivir como quisiesen. R.
¡Ojalá que mi pueblo me escuchara y cumpliera Israel con mis
mandatos! Yo, al punto, humillaría a sus enemigos y sentirían mi
mano sus contrarios. R.
Los que aborrecen al Señor tratarían de adularme, pero su suerte
quedaría fijada. En cambio, Israel comería de lo mejor del trigo
y yo lo saciaría con miel silvestre. R.
ACLAMACIÓN (Mt 4, 4) Aleluya, aleluya.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que
sale de la boca de Dios. R/.
Mirando al cielo, pronunció una bendición y les dio los panes a los discípulos para que los distribuyeran a la gente.
Del santo Evangelio según san Mateo 14, 13-21
En aquel
tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista,
subió a una barca y se dirigió a un lugar apartado y solitario.
Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos.
Cuando Jesús desembarcó, vio aquella muchedumbre, se compadeció
de ella y curó a los enfermos.
Como ya se hacía tarde, se acercaron sus discípulos a decirle:
“Estamos en despoblado y empieza a oscurecer. Despide a la gente
para que vayan a los caseríos y compren algo de comer”. Pero
Jesús les replicó: “No hace falta que vayan. Denles ustedes de
comer”. Ellos le contestaron: “No tenemos aquí más que cinco
panes y dos pescados”. Él les dijo: “Tráiganmelos”.
Luego mandó que la gente se sentara sobre el pasto. Tomó los
cinco panes y los dos pescados, y mirando al cielo, pronunció
una bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos
para que los distribuyeran a la gente. Todos comieron hasta
saciarse, y con los pedazos que habían sobrado, se llenaron doce
canastos. Los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin
contar a las mujeres y a los niños.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Contempla, Señor, los dones que presentamos en tu altar en la conmemoración de san Juan María Vianney, y del mismo modo que, por estos santos misterios, le diste a él la gloria, concédenos también a nosotros tu perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 24, 46-47)
Dichoso el servidor a quien su amo, al volver, lo encuentre cumpliendo con su deber; yo les aseguro que le confiará todos sus bienes.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta mesa celestial, Dios todopoderoso, robustezca y aumente el vigor espiritual de todos los que celebramos la festividad de san Juan María Vianney, para que conservemos íntegro el don de la fe y caminemos por el sendero de la salvación que él nos señaló. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Dedicación de la Basílica de Santa María la Mayor
Nuestra Señora de las Nieves
Santos: San Abel de Lobbes, monje. Feria (Verde)
ANTÍFONA
DE ENTRADA
Te aclamamos, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al Rey, que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.
ORACIÓN COLECTA
Perdona, Señor, los pecados de tus siervos; y, a quienes no logramos agradarte con nuestros actos, sálvanos por la intercesión de la Madre de tu Hijo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Moisés no es como los demás profetas. ¿Por qué se han atrevido ustedes a criticarlo?
Del libro de los Números 12, 1-13
En aquellos
días, María y Aarón criticaron a Moisés porque había tomado por
esposa a una mujer extranjera. Decían: “¿Acaso el Señor le ha
hablado solamente a Moisés? ¿Acaso no nos ha hablado también a
nosotros?” Y el Señor los oyó. Moisés era el hombre más humilde
de la tierra.
De repente, el Señor les dijo a Moisés, a Aarón y a María:
“Vayan los tres a la tienda de la reunión”. Y fueron los tres.
Bajó el Señor en la columna de nube y se quedó en la puerta de
la tienda. Llamó a Aarón y a María, y los dos se acercaron.
El Señor les dijo: “Escuchen mis palabras. Cuando hay un profeta
entre ustedes, yo me comunico con él por medio de visiones y de
sueños. Pero con Moisés, mi siervo, es muy distinto: él es el
siervo más fiel de mi casa; yo hablo con él cara a cara,
abiertamente y sin secretos, y él contempla cara a cara al
Señor. ¿Por qué, pues, se han atrevido ustedes a criticar a mi
siervo, Moisés?”
Y la ira del Señor se encendió contra ellos. Cuando él se fue y
la nube se retiró de encima de la tienda, María estaba leprosa,
blanca como la nieve. Aarón se volvió hacia María y vio que
estaba leprosa. Entonces Aarón le dijo a Moisés: “Perdónanos,
señor nuestro,
el pecado que neciamente hemos cometido. Que no sea María como
quien nace muerta del seno de su madre; mira su carne ya medio
consumida por la lepra”. Entonces Moisés clamó al Señor,
diciendo: “Señor, ¡cúrala por favor!”
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 50. Misericordia, Señor, hemos pecado.
Por tu inmensa
compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis
ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis
pecados. R.
Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis
pecados. Contra ti solo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos
era malo. R.
Es justa tu sentencia y eres justo, Señor, al castigarme. Nací
en la iniquidad, y pecador me concibió mi madre. R.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para
cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni
retires de mí tu santo espíritu. R.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Mt 4, 4) R/. Aleluya, aleluya.
Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel R/.
Mándame ir a ti caminando sobre el agua.
Del santo Evangelio según san Mateo 14, 22-36
En aquel
tiempo, inmediatamente después de la multiplicación de los
panes, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca y se
dirigieran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.
Después de despedirla, subió al monte a solas para orar. Llegada
la noche, estaba él solo allí.
Entre tanto, la barca iba ya muy lejos de la costa y las olas la
sacudían, porque el viento era contrario. A la madrugada, Jesús
fue hacia ellos, caminando sobre el agua. Los discípulos, al
verlo andar sobre el agua, se espantaron y decían: “¡Es un
fantasma!” Y daban gritos de terror. Pero Jesús les dijo
enseguida: “Tranquilícense y no teman. Soy yo”. Entonces le dijo
Pedro: “Señor, si eres tú, mándame ir a ti caminando sobre el
agua”. Jesús le contestó: “Ven”. Pedro bajó de la barca y
comenzó a caminar sobre el agua hacia Jesús; pero al sentir la
fuerza del viento, le entró miedo, comenzó a hundirse y gritó:
“¡Sálvame, Señor!” Inmediatamente Jesús le tendió la mano, lo
sostuvo y le dijo: “Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?”
En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que
estaban en la barca se postraron ante Jesús, diciendo:
“Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios”.
Terminada la travesía, llegaron a Genesaret. Apenas lo
reconocieron los habitantes de aquel lugar, pregonaron la
noticia por toda la región y le trajeron a todos los enfermos.
Le pedían que los dejara tocar siquiera el borde de su manto; y
cuantos lo tocaron, quedaron curados. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las oraciones de tu pueblo, junto con las ofrendas que te presentamos, para que, por la intercesión de santa María, Madre de tu Hijo, ningún buen propósito quede sin realizarse y ninguna de nuestras súplicas quede sin respuesta. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 11, 27)
Dichoso el vientre de la Virgen María, que llevó al Hijo del eterno Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al recibir el sacramento celestial en la conmemoración de la santísima Virgen María, te pedimos, Padre misericordioso, que, a imitación suya, nos concedas ponernos dignamente al servicio del misterio de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La Transfiguración del Señor
Santos: San Hormisdas I, Papa. Beata María Francisca de Jesús Rubatt, fundadora. Fiesta (Blanco)
Por medio de la Transfiguración, el Señor quiere preparar el corazón de sus discípulos para que superen el escándalo de la cruz. Pero esta fiesta es, además, un anuncio de la adopción maravillosa que nos hace hijos de Dios en Jesucristo y del resplandor con que un día brillará todo el cuerpo de la Iglesia.ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Mt 17, 5)
Apareció el Espíritu Santo en una nube luminosa y se oyó la voz del Padre celestial que decía: Éste es mi Hijo muy amado, en quien tengo puestas mis complacencias; escúchenlo.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en la Transfiguración gloriosa de tu Unigénito fortaleciste nuestra fe con el testimonio de los profetas y nos dejaste entrever la gloria que nos espera, como hijos tuyos, concédenos escuchar siempre la voz de tu Hijo amado, para llegar a ser coherederos de su gloria. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Su vestido era blanco como la nieve.]
Del libro del profeta Daniel 7, 9-10. 13-14
Yo, Daniel,
tuve una visión nocturna: vi que colocaban unos tronos y un
anciano se sentó. Su vestido era blanco como la nieve, y sus
cabellos, blancos como lana. Su trono, llamas de fuego, con
ruedas encendidas. Un río de fuego brotaba delante de él. Miles
y miles lo servían, millones y millones estaban a sus órdenes.
Comenzó el juicio y se abrieron los libros.
Yo seguí contemplando en mi visión nocturna y vi a alguien
semejante a un hijo de hombre, que venía entre las nubes del
cielo. Avanzó hacia el anciano de muchos siglos y fue
introducido a su presencia. Entonces recibió la soberanía, la
gloria y el reino. Y todos los pueblos y naciones de todas las
lenguas lo servían. Su poder nunca se acabará, porque es un
poder eterno, y su reino jamás será destruido. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del
salmo 96 R/. Reina el Señor, alégrese la tierra.
Reina el Señor, alégrese la tierra; cante de regocijo el mundo
entero. Tinieblas y nubes rodean el trono del Señor que se
asienta en la justicia y el derecho. R/.
Los montes se derriten como cera ante el Señor de toda la
tierra. Los cielos pregonan su justicia, su inmensa gloria ven
todos los pueblos. R/.
Tú, Señor altísimo, estás muy por encima de la tierra y mucho
más en alto que los dioses. R/.
ACLAMACIÓN (Mt 17, 5) R/. Aleluya, aleluya.
Éste es mi Hijo muy amado, dice el Señor, en quien tengo puestas
todas mis complacencias; escúchenlo. R/.
Su rostro se puso resplandeciente como el sol.
Del santo Evangelio según san Lucas 9, 28-36
En aquel
tiempo, Jesús se hizo acompañar de Pedro, Santiago y Juan, y
subió al monte para hacer oración. Mientras oraba,
su rostro cambió de aspecto y sus vestiduras se hicieron blancas
y relampagueantes. De pronto aparecieron conversando con él dos
personajes, rodeados de esplendor; eran Moisés y Elías. Y
hablaban del éxodo que Jesús debía realizar en Jerusalén. Pedro
y sus compañeros estaban rendidos de sueño, pero se mantuvieron
despiertos, vieron la gloria de Jesús y de los que estaban con
él. Cuando éstos se retiraban, Pedro le dijo a Jesús: "Maestro,
sería bueno que nos quedáramos aquí y que hiciéramos tres
tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías", sin
saber lo que decía. No había terminado de hablar, cuando se
formó una nube que los cubrió; y ellos, al verse envueltos por
la nube, se llenaron de miedo. De la nube salió una voz que
decía: "Este es mi Hijo, mi escogido, escúchenlo". Cuando cesó
la voz, se quedó Jesús solo. Los discípulos guardaron silencio y
por entonces no dijeron a nadie nada de lo que habían visto.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, las ofrendas que te presentamos en la gloriosa Transfiguración de tu Unigénito, y límpianos de las manchas del pecado con el resplandor de su luz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es
justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias
siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno, por Jesucristo, Señor nuestro.
Porque Él reveló su gloria ante los testigos que había elegido,
y revistió su cuerpo, semejante al de todos los hombres, de un
extraordinario esplendor, para apartar del corazón de sus
discípulos el escándalo de la cruz, y manifestar que se
cumpliría en la totalidad del cuerpo de la Iglesia lo que brilló
admirablemente en Él mismo, su cabeza.
Por eso, con todos los ángeles, te alabamos por siempre en la
tierra, aclamándote sin cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. 1 Jn 3, 2)
Cuando se manifieste el Señor, seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal cual es.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que el alimento celestial que hemos recibido, nos transforme a imagen de aquel cuyo esplendor quisiste manifestar en su gloriosa Transfiguración. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 69, 2. 6)
Dios mío,
ven en mi ayuda; Señor, date prisa en socorrerme.Tú eres mi
auxilioy mi salvación; Señor, no tardes.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, que hiciste a tu mártir san Miguel De la Mora superar los tormentos que padeció, concede a quienes celebramos el día de su triunfo, que, con tu protección, nos mantengamos invencibles ante las insidias del enemigo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Brotó de la roca un agua abundantísima.
Lectura del libro de los Números 20, 1-13
El mes
primero, la comunidad entera de los hijos de Israel llegó al
desierto de Sin, y el pueblo se instaló en Cades. Allí murió
María y allí la enterraron.
Entonces le faltó agua al pueblo, y amotinándose contra Moisés y
Aarón, les dijeron: “¡Ojalá hubiéramos muerto en la paz del
Señor, como nuestros hermanos! ¿Por qué han traído a la
comunidad delSeñor a este desierto, para que muramos en él
nosotros y nuestro ganado? ¿Por qué nos han sacado de Egipto,
para traernos a este horrible sitio, que no se puede cultivar,
que no tiene higueras ni viñas ni granados, ni siquiera agua
para beber?”
Moisés y Aarón se apartaron de la comunidad, se dirigieron a la
tienda de la reunión y ahí se postraron rostro en tierra. La
gloria del Señor se les apareció y el Señor le dijo a Moisés:
“Toma la vara; reúne, con tu hermano Aarón, a la asamblea, y en
presencia de ellos ordena a la roca que dé agua, y sacarás agua
de la roca, para darles de beber a ellos y a sus ganados”.
Moisés tomó la vara, que estaba colocada en la presencia del
Señor, como él se lo había ordenado, y con la ayuda de Aarón,
convocó a la comunidad delante de la roca y les dijo:
“Escúchenme, rebeldes.
¿Creen que podemos hacer brotar agua de esta roca para ustedes?”
Moisés alzó el brazo y golpeó dos veces la roca con la vara y
brotó agua tan abundante, que bebió toda la multitud y su
ganado.
El Señor les dijo luego a Moisés y a Aarón: “Por no haber
confiado en mí, por no haber reconocido mi santidad en presencia
de los hijos de Israel, no harán entrar a esta comunidad en la
tierra que les he prometido”.
Esta es la fuente de Meribá (es decir, de la Discusión), donde
los hijos de Israel protestaron contra el Señor y donde él les
dio una prueba de su santidad.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del
salmo 94 R/. Señor, que no seamos sordos a tu voz.
Vengan, lancemos vivas al Señor, aclamemos al Dios que nos
salva. Acerquémonos a él, llenos de júbilo, y démosle gracias.
R.
Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor,
que nos hizo, pues él es nuestro Dios y nosotros, su pueblo; él
nuestro pastor y nosotros, sus ovejas. R.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: “No endurezcan su
corazón, como el día de la rebelión en el desierto, cuando sus
padres dudaron de mí, aunque habían visto mis obras”. R.
ACLAMACIÓN
(Mt 16, 18) R/. Aleluya, aleluya.
Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y los
poderes del infierno no prevalecerán sobre ella, dice el Señor.
R/.
Tú eres Pedro y yo te daré las llaves del Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 16, 13-23
En aquel
tiempo, cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo,
hizo esta pregunta a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que
es el Hijo del hombre?" Ellos le respondieron: "Unos dicen que
eres Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías o
alguno de los profetas".
Luego les preguntó: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?" Simón
Pedro tomó la palabra y le dijo: "Tú eres el Mesías, el Hijo de
Dios vivo".
Jesús le dijo entonces: "¡Dichoso tú, Simón, hijo de Juan,
porque esto no te lo ha revelado ningún hombre, sino mi Padre,
que está en los cielos! Y yo te digo a ti que tú eres Pedro y
sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Los poderes del infierno
no prevalecerán sobre ella. Yo te daré las llaves del Reino de
los cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el
cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el
cielo". Y les ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que
Él era el Mesías.
A partir de entonces, comenzó Jesús a anunciar a sus discípulos
que tenía que ir a Jerusalén para padecer allí mucho de parte de
los ancianos, de los sumos sacerdotes y de los escribas; que
tenía que ser condenado a muerte y resucitar al tercer día.
Pedro se lo llevó aparte y trató de disuadirlo, diciéndole: "No
lo permita Dios, Señor. Eso no te puede suceder a ti". Pero
Jesús se volvió a Pedro y le dijo: "¡Apártate de mí, Satanás, y
no intentes hacerme tropezar en mi camino, porque tu modo de
pensar no es el de Dios, sino el de los hombres!".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, por tu piedad, estos dones y al recibir en oblación este sacrificio espiritual, conviértenos para ti en una perenne ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 35)
Yo soy el pan de vida, dice el Señor. Quien venga a mí no tendrá hambre, y quien crea en mí no tendrá sed.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Acompaña, Señor, con tu permanente auxilio, a quienes renuevas con el don celestial, y a quienes no dejas de proteger, concédeles ser cada vez más dignos de la eterna redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Si 15, 5)
En medio de la Iglesia abrió su boca, y el Señor lo llenó del espíritu de sabiduría e inteligencia, y lo revistió de gloria.
ORACIÓN COLECTA
Ayuda, Señor, a tu Iglesia, por los méritos y enseñanzas de santo Domingo de Guzmán, y que interceda bondadosamente por nosotros quien fue eximio predicador de tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor amó a tus padres y después eligió a sus descendientes.
Del libro del Deuteronomio 4, 32-40
En aquellos
días, habló Moisés al pueblo y le dijo: “Pregunta a los tiempos
pasados, investiga desde el día en que Dios creó al hombre sobre
la tierra. ¿Hubo jamás, desde un extremo al otro del cielo, una
cosa tan grande como ésta? ¿Se oyó algo semejante?¿Qué pueblo ha
oído, sin perecer, que Dios le hable desde el fuego, como tú lo
has oído? ¿Hubo algún dios que haya ido a buscarse un pueblo en
medio de otro pueblo, a fuerza de pruebas, de milagros y de
guerras, con mano fuerte y brazo poderoso? ¿Hubo acaso hechos
tan grandes como los que, ante sus propios ojos, hizo por
ustedes en Egipto el Señor su Dios?
A ti se te ha concedido ver todo esto, para que reconozcas que
el Señor es Dios y que no hay otro fuera de él. Desde el cielo
hizo resonar su voz para enseñarte; en la tierra te mostró aquel
gran fuego y oíste sus palabras que salían del fuego. Él amó a
tus padres y después eligió a sus descendientes. Con su gran
poder, en persona, te sacó de Egipto. Desposeyó ante ti a
pueblos más grandes y fuertes que tú. Te hizo entrar en su
tierra y te la dio en herencia, como puedes comprobarlo.
Reconoce, pues, y graba hoy en tu corazón que el Señor es el
Dios del cielo y de la tierra y que no hay otro. Cumple sus
leyes y mandamientos, que yo te prescribo hoy, para que seas
feliz tú y tu descendencia, y para que vivas muchos años en la
tierra que el Señor, tu Dios, te da para siempre”.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del
salmo 76 R/. Recordaré los prodigios del Señor.
Recuerdo los prodigios del Señor, recuerdo tus antiguos
portentos, medito todas tus obras y considero tus maravillas. R.
Dios mío, tus designios son santos. ¿Qué dios es tan grande como
nuestro Dios? Tú, Dios nuestro, hiciste maravillas y les
mostraste tu poder a los pueblos. R.
Con tu brazo rescataste a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de
José. Condujiste a tu pueblo como a un rebaño, por medio de
Moisés y de Aarón. R.
ACLAMACIÓN (Mt 5, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de
ellos es el Reino de los cielos, dice el Señor. R/.
¿Qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?
Del santo Evangelio según san Mateo: 16, 24-28
En aquel
tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "El que quiera venir
conmigo, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y me siga.
Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que
pierda su vida por mí, la encontrará. ¿De qué le sirve a uno
ganar el mundo entero, si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar uno a
cambio para recobrarla?
Porque el Hijo del hombre ha de venir rodeado de la gloria de su
Padre, en compañía de sus ángeles, y entonces dará a cada uno lo
que merecen sus obras.
Yo les aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán, sin
haber visto primero llegar al Hijo del hombre como rey". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Atiende con bondad, Señor, por intercesión de santo Domingo, las súplicas que te dirigimos, y por la poderosa eficacia de este sacrificio, fortalece, con la protección de tu gracia, a quienes defienden la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Lc 12, 42)
Éste es el siervo fiel y prudente, a quien el Señor puso al frente de su familia, para darles a su tiempo la ración de trigo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con manjares celestiales en la conmemoración de santo Domingo, te pedimos, Señor, que tu Iglesia reciba con sincera devoción y afecto la fuerza de este sacramento, y experimente el provecho de la intercesión de aquel que resplandeció por su predicación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Ya sigue
al Cordero crucificado por nosotros, la virgen llena de valor,
ofrenda de pudor y víctima de castidad.
ORACIÓN COLECTA
Dios de nuestros padres, que llevaste a la mártir santa Teresa Benedicta de la Cruz al conocimiento de tu Hijo crucificado y a imitarlo fielmente hasta la muerte, concede, por su intercesión, que todos los hombres reconozcan a Cristo como Salvador y, por medio de él, lleguen a contemplarte eternamente. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón.
Del libro del Deuteronomio 6, 4-13
En aquellos
días, habló Moisés al pueblo y le dijo: “Escucha, Israel: El
Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu
Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus
fuerzas. Graba en tu corazón los mandamientos que hoy te he
transmitido.
Repíteselos a tus hijos y háblales de ellos cuando estés en tu
casa o cuando vayas de camino; cuando te acuestes y cuando te
levantes; átalos a tu mano como una señal y póntelos en la
frente para recordarlos; escríbelos en los dinteles y en las
puertas de tu casa. Cuando el Señor, tu Dios, te introduzca en
la tierra que juró dar a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, una
tierra con ciudades grandes y ricas, que tú no has construido;
con casas rebosantes de riquezas, que tú no has almacenado; con
pozos, que tú no has excavado; con viñedos y olivares, que tú no
has plantado; y cuando puedas comer hasta saciarte, no te
olvides del Señor que te sacó de la esclavitud de Egipto. Al
Señor, tu Dios, temerás y a él solo servirás; sólo en su nombre
jurarás”.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del
salmo 17 R/. Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza..
Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza, el Dios que me protege y me
libera. R.
Tú eres mi refugio, mi salvación, mi escudo, mi castillo. Cuando
invoqué al Señor de mi esperanza, al punto me libró de mi
enemigo. R.
Bendito seas, Señor, que me proteges; que tú, mi salvador, seas
bendecido. Te alabaré, Señor, ante los pueblos y elevaré mi voz
agradecido. Tú concediste al rey grandes victorias y mostraste
tu amor a tu elegido. R.
ACLAMACIÓN
(Cfr. 2 Tm 1, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho
resplandecer la vida por medio del Evangelio. R/.
Si ustedes tienen fe, nada les será imposible.
Del santo Evangelio según san Mateo: 17, 14-20
En aquel
tiempo, al llegar Jesús a donde estaba la multitud, se le acercó
un hombre, que se puso de rodillas y le dijo: "Señor, ten
compasión de mi hijo. Le dan ataques terribles. Unas veces se
cae en la lumbre y otras muchas, en el agua. Se lo traje a tus
discípulos, pero no han podido curarlo".
Entonces Jesús exclamó: "¿Hasta cuándo estaré con esta gente
incrédula y perversa? ¿Hasta cuándo tendré que aguantarla?
Tráiganme aquí al muchacho". Jesús ordenó al demonio que saliera
del muchacho, y desde ese momento éste quedó sano.
Después, al quedarse solos con Jesús, los discípulos le
preguntaron: "¿Por qué nosotros no pudimos echar fuera a ese
demonio?" Les respondió Jesús: "Porque les falta fe. Pues yo les
aseguro que si ustedes tuvieran fe al menos del tamaño de una
semilla de mostaza, podrían decirle a ese monte: 'Trasládate de
aquí para allá', y el monte se trasladaría. Entonces nada sería
imposible para ustedes". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que los dones que te presentamos en la celebración de santa Teresa Benedicta, por tu gracia, te sean agradables, así como te fue grato el combate de su martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN (Apoc 7, 17)
El Cordero, que está en el trono, los conducirá a las fuentes del agua de la vida.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que coronaste entre los santos a la bienaventurada
Teresa Benedicta por la doble victoria de su virginidad y de su
martirio, concédenos, por la eficacia de este sacramento, que,
venciendo valerosamente todo mal, consigamos la gloria del
cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XIX DOMINGO ORDINARIO
Santos: Lorenzo de Roma, mártir; Diosdado de Roma, laico. Beato Agustín Ota y compañeros, mártires. (Verde)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 73, 20. 19. 22. 23)Acuérdate, Señor, de tu alianza, no olvides por más tiempo la suerte de tus pobres. Levántate, Señor, a defender tu causa, no olvides las voces de los que te buscan.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, a quien, enseñados por el Espíritu Santo, invocamos con el nombre de Padre, intensifica en nuestros corazones el espíritu de hijos adoptivos tuyos, para que merezcamos entrar en posesión de la herencia que nos tienes prometida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Castigaste a nuestros adversarios y a tus elegidos nos cubriste de gloria.]
Del libro de la Sabiduría 18, 6-9
La noche de la
liberación pascual fue anunciada con anterioridad a nuestros
padres, para que se confortaran al reconocer la firmeza de las
promesas en que habían creído.
Tu pueblo esperaba a la vez la salvación de los justos y el
exterminio de sus enemigos. En efecto, con aquello mismo con que
castigaste a nuestros adversarios nos cubriste de gloria a tus
elegidos.
Por eso, los piadosos hijos de un pueblo justo celebraron la
Pascua en sus casas, y de común acuerdo se impusieron esta ley
sagrada, de que todos los santos participaran por igual de los
bienes y de los peligros. Y ya desde entonces cantaron los
himnos de nuestros padres.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del
salmo 32 R/. Dichoso el pueblo escogido por Dios.
Que los justos aclamen al Señor; es propio de los justos
alabarlo. Feliz la nación cuyo Dios es el Señor, dichoso el
pueblo que eligió por suyo. R.
Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían;
los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida. R.
En el Señor está nuestra esperanza, pues él es nuestra ayuda y
nuestro amparo. Muéstrate bondadoso con nosotros, puesto que en
ti, Señor, hemos confiado. R.
Lo
que va entre [ ] puede omitirse por motivos
pastorales.
Esperaban
la ciudad de sólidos cimientos, cuyo arquitecto y constructor
es Dios.
De la carta a los hebreos 11, 1-2. 8-19
Hermanos: La
fe es la forma de poseer, ya desde ahora, lo que se espera y de
conocer las realidades que no se ven. Por ella fueron alabados
nuestros mayores.
Por su fe, Abraham, obediente al llamado de Dios, y sin saber a
dónde iba, partió hacia la tierra que habría de recibir como
herencia. Por la fe, vivió como extranjero en la tierra
prometida, en tiendas de campaña, como Isaac y Jacob,
coherederos de la misma promesa después de él. Porque ellos
esperaban la ciudad de sólidos cimientos, cuyo arquitecto y
constructor es Dios.
Por su fe, Sara, aun siendo estéril y a pesar de su avanzada
edad, pudo concebir un hijo, porque creyó que Dios habría de ser
fiel a la promesa; y así, de un solo hombre, ya anciano, nació
una descendencia numerosa como las estrellas del cielo e
incontable como las arenas del mar.
[Todos ellos murieron firmes en la fe. No alcanzaron los bienes
prometidos, pero los vieron y los saludaron con gozo desde
lejos. Ellos reconocieron que eran extraños y peregrinos en la
tierra. Quienes hablan así, dan a entender claramente que van en
busca de una patria; pues si hubieran añorado la patria de donde
habían salido, habrían estado a tiempo de volver a ella todavía.
Pero ellos ansiaban una patria mejor: la del cielo. Por eso Dios
no se avergüenza de ser llamado su Dios, pues les tenía
preparada una ciudad.
Por su fe, Abraham, cuando Dios le puso una prueba, se dispuso a
sacrificar a Isaac, su hijo único, garantía de la promesa,
porque Dios le había dicho: De Isaac nacerá la descendencia que
ha de llevar tu nombre. Abraham pensaba, en efecto, que Dios
tiene poder hasta para resucitar a los muertos; por eso le fue
devuelto Isaac, que se convirtió así en un símbolo
profético.] Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Mt 24, 42. 44) R/. Aleluya,
aleluya.
Estén preparados, porque no saben a qué hora va a venir el Hijo
del hombre. R/.
Lo que va entre [ ] puede omitirse por motivos pastorales.
También
ustedes estén preparados.
Del santo Evangelio según san Lucas 12, 32-48
En aquel
tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: [“No temas, rebañito mío,
porque tu Padre ha tenido a bien darte el Reino. Vendan sus
bienes y den limosnas. Consíganse unas bolsas que no se
destruyan y acumulen en el cielo un tesoro que no se acaba, allá
donde no llega el ladrón, ni carcome la polilla. Porque donde
está su tesoro, ahí estará su corazón.]
Estén listos, con la túnica puesta y las lámparas encendidas.
Sean semejantes a los criados que están esperando a que su señor
regrese de la boda, para abrirle en cuanto llegue y toque.
Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, encuentre en
vela. Yo les aseguro que se recogerá la túnica, los hará sentar
a la mesa y él mismo les servirá. Y si llega a medianoche o a la
madrugada y los encuentra en vela, dichosos ellos.
Fíjense en esto: Si un padre de familia supiera a qué hora va a
venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le
metiera por un boquete en su casa. Pues también ustedes estén
preparados, porque a la hora en que menos lo piensen vendrá el
Hijo del hombre”.
[Entonces Pedro le preguntó a Jesús: “¿Dices esta parábola sólo
por nosotros o por todos?” El Señor le respondió: “Supongan que
un administrador, puesto por su amo al frente de la servidumbre,
con el encargo de repartirles a su tiempo los alimentos, se
porta con fidelidad y prudencia. Dichoso este siervo, si el amo,
a su llegada, lo encuentra cumpliendo con su deber. Yo les
aseguro que lo pondrá al frente de todo lo que tiene. Pero si
este siervo piensa: ‘Mi amo tardará en llegar’ y empieza a
maltratar a los criados y a las criadas, a comer, a beber y a
embriagarse, el día menos pensado y a la hora más inesperada,
llegará su amo y lo castigará severamente y le hará correr la
misma suerte que a los hombres desleales.
El servidor que, conociendo la voluntad de su amo, no haya
preparado ni hecho lo que debía, recibirá muchos azotes; pero el
que, sin conocerla, haya hecho algo digno de castigo, recibirá
pocos.
Al que mucho se le da, se le exigirá mucho, y al que mucho se le
confía, se le exigirá mucho más”.]
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos a
nuestro Señor Jesucristo, para que – acordándose de su
promesa– escuche la oración de los que nos hemos reunido en su
nombre.
A cada invocación responderemos: Escúchanos, Señor.
1. Por la paz que desciende del cielo, por
la unión de las Iglesias y por la salvación de nuestras almas,
roguemos al Señor.
2. Por los que trabajan por el bien de los
pobres, por los que ayudan a los ancianos y por los que cuidan
a niños y desvalidos, roguemos al Señor.
3. Por los que están sometidos a una prueba,
por los que están en peligro, por el retorno de los
extraviados y por la libertad de los encarcelados, roguemos al
Señor.
4. Por los que están orando con nosotros,
por los que han pedido nuestras oraciones y por el reposo
eterno de nuestros hermanos difuntos, roguemos al Señor.
Haz, Señor, que los corazones de tus fieles se inflamen en la
fe que impulsó a nuestro padre Abraham a vivir como extranjero
en la tierra que le prometiste, y que sepamos estar atentos al
regreso de tu Hijo, para que podamos así ser recibidos por Él
en el banquete eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe benignamente, Señor, los dones de tu Iglesia, y, al concederle en tu misericordia que te los pueda ofrecer, haces al mismo tiempo que se conviertan en sacramento de nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51)
El pan que yo les daré, es mi carne para la vida del mundo, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
La comunión de tus sacramentos que hemos recibido, Señor, nos salven y nos confirmen en la luz de tu verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADAEsta virgen sabia y prudente salió al encuentro de Cristo con la lámpara encendida.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que misericordiosamente condujiste a santa Clara al amor por la pobreza, concédenos, por su intercesión, que, siguiendo a Cristo en pobreza de espíritu, merezcamos llegar a contemplarte en el reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
No cierren
su corazón. Amen al forastero, porque también ustedes
lo fueron en Egipto.
Del libro del Deuteronomio 10, 12-22
En aquellos
días, Moisés le dijo al pueblo estas palabras: “Ahora, Israel,
advierte bien lo que el Señor te pide: Que temas al Señor, tu
Dios; que cumplas su voluntad y lo ames; que sirvas al Señor, tu
Dios, con todo el corazón y toda el alma; que cumplas los
preceptos del Señor, y los mandamientos que hoy te impongo para
tu bien. Es cierto que el cielo y toda su inmensidad, la tierra
y cuanto hay en ella son del Señor, tu Dios; sin embargo, sólo
con tus padres se unió el Señor con alianza de amor, y sólo a
ustedes, sus descendientes, los eligió de entre todos los
pueblos, como pueden comprobarlo todavía.
No cierren, pues, su corazón ni endurezcan su cabeza, porque el
Señor, su Dios, es el Dios de los dioses y el Señor de los
señores, Dios grande, fuerte y terrible; no es parcial ni acepta
sobornos, hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al
forastero y le da pan y vestido. Amen, pues, al forastero,
porque también ustedes lo fueron en Egipto. Teme al Señor, tu
Dios; sírvelo; vive unido a él y jura en su nombre. Él será tu
gloria, él será tu Dios, pues él hizo por ti las terribles
hazañas que tus ojos han visto. Setenta eran tus padres cuando
fueron a Egipto, y ahora, Israel, el Señor, tu Dios, te ha hecho
un pueblo numeroso como las estrellas del cielo”.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del
salmo 147 R/. Glorifica al Señor, Jerusalén.
Glorifica al Señor, Jerusalén, a Dios ríndele honores, Israel.
Él refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en
tu casa. R.
El mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu
hambre. Él envía a la tierra su mensaje y su palabra corre
velozmente. R.
Le muestra a Jacob su pensamiento, sus normas y designios a
Israel. No ha hecho nada igual con ningún pueblo, ni le ha
confiado a otro sus proyectos. R.
ACLAMACIÓN (Cfr. 2 Ts 2, 14) R/. Aleluya, aleluya.
Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la
gloria de nuestro Señor Jesucristo. R/.
Lo van a matar, pero al tercer día va a resucitar. - Los hijos están exentos de impuestos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 17, 22-27
En aquel
tiempo, se hallaba Jesús con sus discípulos en Galilea y les
dijo: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los
hombres; lo van a matar, pero al tercer día va a resucitar". Al
oír esto, los discípulos se llenaron de tristeza.
Cuando llegaron a Cafarnaúm, se acercaron a Pedro los
recaudadores del impuesto para el templo y le dijeron: "¿Acaso
tu maestro no paga el impuesto?" Él les respondió: "Sí lo paga".
Al entrar Pedro en la casa, Jesús se adelantó a preguntarle:
"¿Qué te parece, Simón? ¿A quiénes les cobran impuestos los
reyes de la tierra, a los hijos o a los extraños?". Pedro le
respondió: "A los extraños". Entonces Jesús le dijo: "Por lo
tanto, los hijos están exentos. Pero para no darles motivo de
escándalo, ve al lago y echa el anzuelo, saca el primer pez que
pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda. Tómala y paga
por mí y por ti". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al proclamar, Señor, tu obra admirable en la santa virgen Clara, suplicamos humildemente a tu majestad que, así como te agradaron sus méritos, así también te sea aceptable el desempeño de nuestro servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 10, 42)
Ya viene el esposo; salgan al encuentro de Cristo, el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados por la participación de este divino don, te rogamos, Señor Dios nuestro, que, a ejemplo de santa Clara y llevando en nuestro cuerpo los padecimientos de Jesús, nos esforcemos por adherirnos sólo a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 15, 5)
El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz; tú, Señor, me devuelves mi heredad.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que adornaste con excelsas virtudes a santa Juana Francisca de Chantal en los distintos estados de la vida, concédenos, por su intercesión, que, caminando fielmente según nuestra propia vocación, demos siempre testimonio de la luz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Sé fuerte y valiente, Josué, porque tú has de introducir a este pueblo en la tierra prometida.
Del libro del Deuteronomio 31, 1-8
En aquellos
días, Moisés dirigió estas palabras a todo el pueblo de Israel:
“He cumplido ya ciento veinte años y me encuentro achacoso.
Además, el Señor me ha dicho que no cruzaré el Jordán. El Señor,
nuestro Dios, lo cruzará delante de ustedes; él destruirá a
todos esos pueblos ante sus ojos para que ustedes se apoderen de
ellos, y Josué pasará al frente de ustedes, como lo ha dicho el
Señor. El Señor tratará a los enemigos de ustedes como a los
reyes amorreos Sijón y Og, y los arrasará como a sus tierras.
Cuando el Señor se los entregue, harán con ellos lo que yo les
he ordenado.
Sean fuertes y valientes, no teman, no se acobarden ante ellos,
porque el Señor, su Dios, avanza con ustedes. Él no los dejará
ni abandonará”. Después Moisés llamó a Josué y le dijo en
presencia de todo el pueblo de Israel: “Sé fuerte y valiente,
porque tú has de introducir a este pueblo en la tierra que el
Señor, tu Dios, prometió dar a nuestros padres; y tú les
repartirás esa tierra. El Señor, que te conduce, estará contigo;
él no te dejará ni te abandonará. No temas ni te acobardes”.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Salmo
responsorial (Deut 32) R/. Bendice, Señor, a tu pueblo.
Voy a proclamar el nombre del Señor; den gloria a nuestro Dios,
porque sus obras son perfectas. R.
Acuérdate de los días remotos, considera las edades pasadas,
pregúntale a tu padre y te lo contará, a los ancianos y te lo
dirán. R.
Cuando el Altísimo daba a cada pueblo su heredad y la distribuía
a los hijos de Adán, trazó las fronteras de las naciones según
el número de los hijos de Israel. R.
La porción del Señor fue su pueblo, Jacob fue su heredad. Sólo
el Señor los condujo, no hubo dioses extraños con él. R.
ACLAMACIÓN (Mt 11, 29) R/. Aleluya, aleluya.
Tomen mi yugo sobre ustedes, dice el Señor, y aprendan de mí,
que soy manso y humilde de corazón. R/.
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños.
Del santo Evangelio según san Mateo: 18, 1-5. 10. 12-14
En cierta
ocasión, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
"¿Quién es el más grande en el Reino de los cielos?".
Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y les dijo: "Yo
les aseguro a ustedes que si no cambian y no se hacen como los
niños, no entrarán en el Reino de los cielos. Así pues, quien se
haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de
los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me
recibe a mí.
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, pues yo les digo
que sus ángeles, en el cielo, ven continuamente el rostro de mi
Padre, que está en el cielo.
¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le pierde
una, ¿acaso no deja las noventa y nueve en los montes, y se va a
buscar a la que se le perdió? Y si llega a encontrarla, les
aseguro que se alegrará más por ella, que por las noventa y
nueve que no se le perdieron. De igual modo, el Padre celestial
no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, las ofrendas de nuestro servicio, que presentamos en tu altar en la conmemoración de santa Juana Francisca, y concédenos que, libres de las ataduras de este mundo, seas tú nuestra única riqueza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 19, 27-29)
Yo les aseguro que ustedes que han dejado todo para seguirme, recibirán cien veces más y heredarán la vida eterna.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por la eficacia de este sacramento, te rogamos, Señor, que, a ejemplo de santa Juana Francisca, nos conduzcas siempre por el camino de tu amor, y que la obra buena que empezaste en nosotros, la perfecciones, hasta el día en que se manifieste Jesucristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Ahora gozan en el cielo las almas de los santos, que siguieron en la tierra las huellas de Cristo; y, porque lo amaron hasta derramar su sangre por él, con Cristo se gozan eternamente.
ORACIÓN COLECTA
Señor, que la preciosa paciencia de los justos nos aumente en nosotros el anhelo de tu amor, y cultive siempre en nuestros corazones la fortaleza sagrada de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Murió Moisés en Moab, como había dicho el Señor, y no ha vuelto a surgir en Israel ningún profeta como él.
Del libro del Deuteronomio 34, 1-12
En aquellos
días, Moisés subió del valle de Moab al monte Nebo, a la cima
del Pisgá, que mira hacia Jericó. Desde ahí le mostró el Señor
todo el país: la región de Galaad hasta Dan; el territorio de
Neftalí, de Efraín y de Manases; todo el territorio de Judá
hasta el mar Mediterráneo; las tierras del sur; el amplio valle
que circunda a Jericó, la ciudad de las palmeras, hasta Soar, y
le dijo: “Esta es la tierra que les prometí a Abraham, a Isaac y
a Jacob, diciéndoles que se la daría a sus descendientes. A ti
te la he dejado ver con tus propios ojos, pero tú no entrarás en
ella”.
Y Moisés, siervo del Señor, murió ahí, en Moab, como había dicho
el Señor. Lo enterraron en el valle de Moab, frente a Bet Fegor,
pero hasta el día de hoy nadie ha conocido el lugar de su tumba.
Moisés murió a la edad de ciento veinte años y no había perdido
la vista ni las fuerzas. Los israelitas estuvieron llorando a
Moisés en el valle de Moab treinta días, tiempo señalado para el
duelo de Moisés.
Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría,
porque Moisés le había impuesto las manos. Los israelitas lo
obedecieron, como el Señor se lo había ordenado a Moisés.
No ha vuelto a surgir en Israel ningún profeta como Moisés, con
quien el Señor trataba cara a cara; ni semejante a él en las
señales y prodigios que el Señor le mandó realizar en Egipto,
contra el faraón, su corte y su país; ni por su poder y los
grandes portentos que hizo en presencia de todo el pueblo de
Israel.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del
salmo 65 R/. Bendito sea el Señor.
Que aclame al Señor toda la tierra. Celebremos su gloria y su
poder, cantemos un himno de alabanza, digamos al Señor: “¡Tu
obra es admirable!” R.
Admiremos las obras del Señor, los prodigios que ha hecho por
los hombres. Naciones, bendigan a nuestro Dios, hagan resonar
sus alabanzas. R.
Cuantos temen a Dios, vengan y escuchen, y les diré lo que ha
hecho por mí. A él dirigí mis oraciones y mi lengua le cantó
alabanzas. R.
ACLAMACIÓN (2 Co 5, 19) R/. Aleluya, aleluya.
Dios ha reconciliado consigo al mundo, por medio de Cristo, y nos ha encomendado a nosotros el mensaje de la reconciliación. R/.
Si tu hermano te escucha, lo habrás salvado.
Del santo Evangelio según san Mateo: 18, 15-20
En aquel
tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Si tu hermano comete un
pecado, ve y amonéstalo a solas. Si te escucha, habrás salvado a
tu hermano. Si no te hace caso, hazte acompañar de una o dos
personas, para que todo lo que se diga conste por boca de dos o
tres testigos. Pero si ni así te hace caso, díselo a la
comunidad; y si ni a la comunidad le hace caso, apártate de él
como de un pagano o de un publicano.
Yo les aseguro que todo lo que aten en la tierra quedará atado
en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado
en el cielo.
Yo les aseguro también que si dos de ustedes se ponen de acuerdo
para pedir algo, sea lo que fuere, mi Padre celestial se lo
concederá; pues donde dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí
estoy yo en medio de ellos". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Padre santo, las ofrendas que te presentamos en la conmemoración de estos santos mártires Ponciano e Hipólito y a nosotros tus siervos concédenos permanecer siempre firmes en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Lc 22, 28-30)
Ustedes han perseverado conmigo en mis pruebas, dice el Señor, y yo les voy a dar el Reino, para que en él coman y beban a mi mesa.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que en tus santos mártires Ponciano e Hipólito manifestaste de modo admirable el misterio de la cruz, concede, benigno, que, fortalecidos por este sacrificio, permanezcamos fielmente adheridos a Cristo y trabajemos en la Iglesia por la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Vengan, benditos de mi Padre, dice el Señor. Yo les aseguro que, cuanto hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que llenaste de celo por las almas y de amor al prójimo al presbítero y mártir san Maximiliano María Kolbe, inflamado en amor a la Virgen Inmaculada, concede, propicio, que, por su intercesión, trabajando esforzadamente por tu gloria al servicio de los hombres, podamos asemejarnos a tu Hijo hasta la muerte. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El arca de la alianza pasará el Jordán delante de ustedes.
Del libro de Josué 3, 7-10a. 11. 13-17
En aquellos
días, el Señor le dijo a Josué: “Hoy mismo voy a empezar a
engrandecerte a los ojos de todo Israel, para que sepan que
estoy contigo, lo mismo que estuve con Moisés. Ordena a los
sacerdotes que llevan el arca de la alianza que se detengan en
cuanto lleguen a la orilla del agua del Jordán”.
Josué les dijo a los israelitas: “Acérquense a escuchar las
palabras del Señor, su Dios”. Y prosiguió: “En esto conocerán
que el Dios vivo está en medio de ustedes y que destruirá ante
sus ojos a los cananeos: El arca de la alianza del Señor de toda
la tierra va a pasar el Jordán delante de ustedes y, en cuanto
los pies de los sacerdotes que llevan el arca de la alianza del
Señor de toda la tierra toquen el Jordán, las aguas que van
hacia abajo seguirán corriendo y las que vienen de arriba se
detendrán, formando un muro”.
Así pues, el pueblo salió de su campamento para cruzar el
Jordán, encabezado por los sacerdotes que llevaban el arca de la
alianza. En cuanto éstos tocaron con sus pies las aguas del
Jordán (que baja crecido hasta los bordes todo el tiempo de la
siega), las aguas que venían de arriba se detuvieron y formaron
un solo bloque en una gran extensión desde el pueblo de Adam,
hasta la fortaleza de Sartán; entre tanto, las aguas que bajaban
hacia el mar Muerto, desaparecieron por completo y el pueblo
cruzó el Jordán, frente a Jericó. Los sacerdotes que llevaban el
arca de la alianza del Señor se detuvieron en medio del Jordán,
que había quedado seco, mientras todo el pueblo de Israel
cruzaba por el cauce vacío. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del
salmo 113 A R/. Bendigamos al Señor.
Al salir Israel de Egipto, al salir Jacob de un pueblo bárbaro,
Judá fue santuario de Dios, Israel, su dominio. R.
Al verlos, el mar huyó, el Jordán se echó para atrás; los montes
saltaron como carneros y las colinas como corderos. R.
¿Qué te pasa, mar, que huyes? ¿Y a ti, Jordán, que te echas para
atrás? ¿Y a ustedes, montes, que saltan como carneros? ¿Y a
ustedes, colinas, que saltan como corderos? R.
ACLAMACIÓN (Sal 118, 135) R/. Aleluya, aleluya.
Señor, mira benignamente a tus siervos y enséñanos a cumplir tus
mandamientos. R/.
No te digo que perdones siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Del santo Evangelio según san Mateo: 18, 21-19, 1
En aquel
tiempo, Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: "Si mi hermano me
ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete
veces?" Jesús le contestó: "No sólo hasta siete, sino hasta
setenta veces siete".
Entonces Jesús les dijo: "El Reino de los cielos es semejante a
un rey que quiso ajustar cuentas con sus servidores. El primero
que le presentaron le debía muchos millones. Como no tenía con
qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su mujer, a
sus hijos y todas sus posesiones, para saldar la deuda. El
servidor, arrojándose a sus pies, le suplicaba, diciendo: 'Ten
paciencia conmigo y te lo pagaré todo'. El rey tuvo lástima de
aquel servidor, lo soltó y hasta le perdonó la deuda.
Pero, apenas había salido aquel servidor, se encontró con uno de
sus compañeros, que le debía poco dinero. Entonces lo agarró por
el cuello y casi lo estrangulaba, mientras le decía: 'Págame lo
que me debes'. El compañero se le arrodilló y le rogaba: 'Ten
paciencia conmigo y te lo pagaré todo'. Pero el otro no quiso
escucharlo, sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que le
pagara la deuda.
Al ver lo ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación y
fueron a contarle al rey lo sucedido. Entonces el señor lo llamó
y le dijo: 'Siervo malvado. Te perdoné toda aquella deuda porque
me lo suplicaste. ¿No debías tú también haber tenido compasión
de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?'. Y el señor,
encolerizado, lo entregó a los verdugos para que no lo soltaran
hasta que pagara lo que debía.
Pues lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes si cada cual
no perdona de corazón a su hermano".
Cuando Jesús terminó de hablar, salió de Galilea y fue a la
región de Judea que queda al otro lado del Jordán.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te presentamos, Señor, nuestros dones, pidiéndote humildemente que, a ejemplo de san Maximiliano María, aprendamos a ofrecerte nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Jn 15, 13)
Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida por ellos, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor, que, alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos inflame aquel mismo fuego de caridad que san Maximiliano María recibió de este sagrado banquete. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La Asunción de la Santísima Virgen María.
Santos: San Alipio de Tagaste, obispo. Beato Agustín Hurtado, mártir. Solemnidad (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADAAlegrémonos en el Señor y alabemos al Hijo de Dios, junto con los ángeles, al celebrar hoy la Asunción al cielo de nuestra Madre, la Virgen María.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que elevaste a la gloria celestial en cuerpo y alma a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos tender siempre hacia los bienes eternos, para que merezcamos participar de su misma gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Una mujer envuelta por el sol, con la luna bajo sus pies.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 11, 19; 12, 1-6. 10
Se abrió el
templo de Dios en el cielo y dentro de él se vio el arca de la
alianza. Apareció entonces en el cielo una figura prodigiosa:
una mujer envuelta por el sol, con la luna bajo sus pies y con
una corona de doce estrellas en la cabeza. Estaba encinta y a
punto de dar a luz y gemía con los dolores del parto.
Pero apareció también en el cielo otra figura: un enorme dragón,
color de fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y una corona
en cada una de sus siete cabezas. Con su cola barrió la tercera
parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra.
Después se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz, para
devorar a su hijo, en cuanto éste naciera. La mujer dio a luz un
hijo varón, destinado a gobernar todas las naciones con cetro de
hierro; y su hijo fue llevado hasta Dios y hasta su trono. Y la
mujer huyó al desierto, a un lugar preparado por Dios.
Entonces oí en el cielo una voz poderosa, que decía: "Ha sonado
la hora de la victoria de nuestro Dios, de su dominio y de su
reinado, y del poder de su Mesías". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del
salmo 44 R/. De pie, a tu derecha, está la reina.
Hijas de reyes salen a tu encuentro. De pie, a tu derecha, está
la reina, enjoyada con oro de Ofir. R/.
Escucha, hija, mira y pon atención: olvida a tu pueblo y la casa
paterna; el rey está prendado de tu belleza; ríndele homenaje,
porque él es tu Señor. R/.
Entre alegría y regocijo van entrando en el palacio real. A
cambio de tus padres, tendrás hijos, que nombrarás príncipes por
toda la tierra. R/.
Resucitó primero Cristo, como primicia; después los que son de Cristo.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 20-27
Hermanos:
Cristo resucitó, y resucitó como la primicia de todos los
muertos. Porque si por un hombre vino la muerte, también por un
hombre vendrá la resurrección de los muertos.
En efecto, así como en Adán todos mueren, así en Cristo todos
volverán a la vida; pero cada uno en su orden: primero Cristo,
como primicia; después, a la hora de su advenimiento, los que
son de Cristo.
Enseguida será la consumación, cuando, después de haber
aniquilado todos los poderes del mal, Cristo entregue el Reino a
su Padre. Porque Él tiene que reinar hasta que el Padre ponga
bajo sus pies a todos sus enemigos. El último de los enemigos en
ser aniquilado, será la muerte, porque todo lo ha sometido Dios
bajo los pies de Cristo. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN R/. Aleluya, aleluya.
María fue llevada al cielo y todos los ángeles se alegran. R/.
Ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Exaltó a los humildes.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-56
En aquellos
días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de
Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En
cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su
seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la
voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto
de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor
venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó
de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se
cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".
Entonces dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu
se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en
la humildad de su esclava.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque
ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su
nombre, y su misericordia llega de generación en generación a
los que lo temen. Ha hecho sentir el poder de su brazo: dispersó
a los de corazón altanero, destronó a los potentados y exaltó a
los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes y a los
ricos los despidió sin nada. Acordándose de su misericordia,
viene en ayuda de Israel, su siervo, como lo había prometido a
nuestros padres, a Abraham y a su descendencia, para siempre".
María permaneció con Isabel unos tres meses, y luego regresó a
su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Se dice Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Suba hasta ti, Señor, nuestra ofrenda fervorosa y, por intercesión de la santísima Virgen María, elevada al cielo, haz que nuestros corazones tiendan hacia ti, inflamados en el fuego de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es
justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias
siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque hoy ha sido elevada al cielo la Virgen Madre de Dios,
anticipo e imagen de la perfección que alcanzará tu Iglesia,
garantía de consuelo y esperanza para tu pueblo, todavía
peregrino en la tierra.
Con razón no permitiste, Señor, que conociera la corrupción del
sepulcro aquella que, de un modo inefable, dio vida en su seno y
carne de su carne a tu Hijo, autor de toda vida.
Por eso, unidos a los ángeles, te aclamamos llenos de alegría:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 48-49)
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido el sacramento de la salvación, te pedimos, Señor, nos concedas que, por intercesión de santa María Virgen, elevada al cielo, seamos llevados a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 20, 2-3)
De tu poder, Señor, se alegra el justo, se alegra en el triunfo que le has dado. Le otorgaste lo que él tanto anhelaba.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, que hiciste de san Esteban, rey de Hungría, un propagador de tu Iglesia durante su reinado en la tierra, concede a tu pueblo la gracia de tenerlo como glorioso defensor en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Digan aquí y ahora a quién quieren servir.
Del libro de Josué 24, 14-29
En aquellos
días, habló Josué al pueblo y le dijo: “Teman al Señor y
sírvanlo con toda la sinceridad de su corazón. Apártense de los
dioses a los que sirvieron sus padres al otro lado del río
Éufrates y en Egipto, y sirvan al Señor. Pero si no les agrada
servir al Señor, digan aquí y ahora a quien quieren servir: ¿a
los dioses a los que sirvieron sus antepasados al otro lado del
río Éufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuyo país
habitan? En cuanto a mí toca, mi familia y yo serviremos al
Señor”.
El pueblo respondió: “Lejos de nosotros abandonar al Señor para
servir a otros dioses, porque el Señor es nuestro Dios; él fue
quien nos sacó de la esclavitud de Egipto, el que hizo ante
nosotros grandes prodigios, nos protegió por todo el camino que
recorrimos, y en los pueblos por donde pasamos expulsó a todos
los que habitaban el país al que llegamos. Así pues, también
nosotros serviremos al Señor, porque él es nuestro Dios”.
Entonces Josué le dijo al pueblo: “No creo que ustedes puedan
servir al Señor, porque es un Dios santo y celoso, que no
perdonará sus rebeldías y pecados. Si después de todo el bien
que el Señor les ha hecho, lo abandonan para servir a dioses
extranjeros, él los castigará y acabará con ustedes”.
El pueblo le respondió a Josué: “No nos sucederá lo que tú
dices, porque ciertamente serviremos al Señor”. Josué le dijo al
pueblo: “Ustedes son testigos de que han elegido servir al
Señor”. Respondieron ellos: “Somos testigos”. Josué les dijo
entonces: “Apártense, pues, de los dioses extranjeros que tienen
y vuelvan su corazón al Señor, Dios de Israel”. El pueblo
respondió a Josué: “Serviremos al Señor, nuestro Dios, y
obedeceremos sus mandamientos”.
Aquel día Josué renovó la alianza del Señor con el pueblo y le
impuso a éste mandamientos y normas en Siquem. Josué escribió
estas cláusulas en el libro de la ley de Dios. Tomó luego una
gran piedra y la colocó al pie de la encina que había en el
santuario del Señor. Josué le dijo a todo el pueblo: “Esta
piedra será testigo, pues ha oído todo lo que el Señor les ha
dicho; ella será testigo contra ustedes, cuando quieran renegar
del Señor, su Dios”. Por fin, Josué despidió al pueblo y cada
uno se volvió a su casa.
Algún tiempo después, murió Josué, hijo de Nun y siervo del
Señor, a la edad de ciento diez años. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del
salmo 15 R/. El Señor es nuestro Dios.
Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho
que tú eres mi Señor. El Señor es la parte que me ha tocado en
herencia: mi vida está en sus manos. R.
Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye
internamente. Tengo siempre presente al Señor y con él a mi
lado, jamás tropezaré. R.
Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia y
de alegría perpetua junto a ti. R.
ACLAMACIÓN (Cfr. Mt 11, 25) R/. Aleluya, aleluya.
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque
has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla
R/.
No les impidan a los niños que se acerquen a mí, porque de los que son como ellos es el Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 19, 13-15
En aquel tiempo, le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orase por ellos. Los discípulos regañaron a la gente; pero Jesús les dijo: "Dejen a los niños y no les impidan que se acerquen a mí, porque de los que son como ellos es el Reino de los cielos". Después les impuso las manos y continuó su camino. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por esta ofrenda que te presentamos, Señor, en la conmemoración de san Esteban, concede a tus fieles los dones de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Mt 16, 24)
El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y que me siga, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que los sacramentos recibidos, Señor, en la conmemoración de san Esteban, santifiquen nuestras mentes y nuestros corazones, para que merezcamos participar de la naturaleza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XX DOMINGO ORDINARIO.
Santos: Eusebio I, Papa; Jacinto de Cracovia, presbítero. Beato Ángel Agustín Mazinghi, presbítero. (Verde)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 83, 10-11)ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que has preparado bienes invisibles para los que te aman, infunde en nuestros corazones el anhelo de amarte, para que, amándote en todo y sobre todo, consigamos tus promesas, que superan todo deseo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Tomaron a Jeremías y lo echaron en un pozo.
Del libro del profeta Jeremías 38, 4-6. 8-10
Durante el
sitio de Jerusalén, los jefes que tenían prisionero a Jeremías
dijeron al rey: “Hay que matar a este hombre, porque las cosas
que dice desmoralizan a los guerreros que quedan en esta ciudad
y a todo el pueblo. Es evidente que no busca el bienestar del
pueblo, sino su perdición”.
Respondió el rey Sedecías: “Lo tienen ya en sus manos y el rey
no puede nada contra ustedes”. Entonces ellos tomaron a Jeremías
y, descolgándolo con cuerdas, lo echaron en el pozo del príncipe
Melquías, situado en el patio de la prisión. En el pozo no había
agua, sino lodo, y Jeremías quedó hundido en el lodo.
Ebed-Mélek, el etíope, oficial de palacio, fue a ver al rey y le
dijo: “Señor, está mal hecho lo que estos hombres hicieron con
Jeremías, arrojándolo al pozo, donde va a morir de hambre”.
Entonces el rey ordenó a Ebed-Mélek: “Toma treinta hombres
contigo y saca del pozo a Jeremías, antes de que muera”.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del
salmo 39 R/. Señor, date prisa en ayudarme..
Esperé en el Señor con gran confianza; él se inclinó hacia mí
y escuchó mis plegarias. R.
Del charco cenagoso y la fosa mortal me puso a salvo; puso
firmes mis pies sobre la roca y aseguró mis pasos. R.
Él me puso en la boca un canto nuevo, un himno a nuestro Dios.
Muchos se conmovieron al ver esto y confiaron también en el
Señor, R.
A mí, tu siervo, pobre y desdichado, no me dejes, Señor, en el
olvido. Tú eres quien me ayuda y quien me salva; no te tardes,
Dios mío. R.
Corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante.
De la carta a los hebreos 12, 1-4
Hermanos:
Rodeados, como estamos, por la multitud de antepasados nuestros,
que dieron prueba de su fe, dejemos todo lo que nos estorba;
librémonos del pecado que nos ata, para correr con perseverancia
la carrera que tenemos por delante, fija la mirada en Jesús,
autor y consumador de nuestra fe. Él, en vista del gozo que se
le proponía, aceptó la cruz, sin temer su ignominia, y por eso
está sentado a la derecha del trono de Dios.
Mediten, pues, en el ejemplo de aquel que quiso sufrir tanta
oposición de parte de los pecadores, y no se cansen ni pierdan
el ánimo, porque todavía no han llegado a derramar su sangre en
la lucha contra el pecado. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN (Cfr. Jn 10, 27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y
ellas me siguen. R/.
No he venido a traer la paz, sino la división.
Del santo Evangelio según san Lucas 12, 49-53
En aquel
tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “He venido a traer fuego a
la tierra ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo
que recibir un bautismo ¡y cómo me angustio mientras llega!
¿Piensan acaso que he venido a traer paz a la tierra? De ningún
modo. No he venido a traer la paz, sino la división. De aquí en
adelante, de cinco que haya en una familia, estarán divididos
tres contra dos y dos contra tres. Estará dividido el padre
contra el hijo, el hijo contra el padre, la madre contra la hija
y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera
contra la suegra”. Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos
nuestras súplicas al Señor y pidámosle que atienda las
necesidades de cada uno de sus hijos:
1. Roguemos al Señor por quienes, a causa de
su enfermedad, o porque están al servicio de sus hermanos o
por cualquier otro motivo razonable, no han podido venir a
celebrar con nosotros el día del Señor.
2. Roguemos por los que hacen obras de
misericordia en favor de sus hermanos, para que Dios
recompense abundantemente el bien que hacen, y les dé en
premio la vida eterna.
3. Roguemos por los que tienen que vivir
alejados de sus familiares y amigos, para que Dios los ayude
en sus dificultades y les conceda retornar, sanos y salvos, a
sus hogares.
4. Roguemos por nosotros mismos, para que el
Señor nos ayude a conocer más y más el Evangelio de Cristo, y
nos guarde de todo mal.
Dios nuestro, que en la Cruz de Cristo nos lo revelas como
“signo de contradicción”, escucha nuestras plegarias y no
permitas que por negligencia o por cobardía rechacemos el
proyecto de verdad y de gracia que sólo unidos a tu Hijo
podemos alcanzar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, nuestros dones, con los que se realiza tan glorioso intercambio, para que, al ofrecerte lo que tú nos diste, merezcamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51-52)
Yo soy el pan vivo, que ha bajado del cielo, dice el Señor: quien coma de este pan, vivirá eternamente.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Unidos a
Cristo por este sacramento, suplicamos humildemente, Señor, tu
misericordia, para que, hechos semejantes a Él aquí en la
tierra, merezcamos gozar de su compañía en el cielo. Él, que
vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Elena de la Cruz, emperatriz; Alberto Hurtado, presbítero; Fermín de Metz, obispo.
Feria
(Verde) o Misa por la Iglesia universal “B”
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Apoc 7, 9)
Vi una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla, de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios nuestro, que en la alianza instituida por Cristo, de entre todas las naciones continúas formándote un pueblo que tu Espíritu Santo congrega en la unidad, haz que tu Iglesia, fiel a la misión que le confiaste, camine siempre con la familia humana, para que sea fermento y alma de la sociedad, de tal modo que sea renovada en Cristo y transformada en familia tuya. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor instituyó jueces, pero los israelitas ni a ellos los quisieron escuchar.
Del libro de los Jueces 2, 11-19
En aquellos
días, los israelitas hicieron lo que desagrada al Señor, dando
culto a los ídolos. Abandonaron al Señor, Dios de sus padres,
que los había sacado de Egipto, y siguieron a otros dioses de
los pueblos de alrededor, los adoraron y provocaron la ira del
Señor; abandonaron al Señor y dieron culto a Baal y Astarté.
Entonces el Señor se encolerizó contra Israel. Los puso en manos
de salteadores, que los despojaron, y los entregó a unos
enemigos, que los rodeaban y a quienes no pudieron ya hacerles
frente. En todas sus campañas la mano del Señor intervenía
contra ellos para castigarlos, como el Señor se lo había dicho y
jurado, y los puso en una situación desesperada.
Entonces el Señor instituyó jueces, que salvaron a los
israelitas de quienes los saqueaban, pero ellos tampoco
escucharon a los jueces: se prostituyeron, dando culto y
adorando a otros dioses; se desviaron muy pronto de la conducta
de sus padres, que habían cumplido los mandamientos del Señor, y
no los imitaron.
Cuando el Señor les instituyó jueces, él estaba con el juez y
los salvaba de sus enemigos, pues se conmovía ante los gemidos
que proferían bajo el yugo de sus opresores. Pero, cuando moría
el juez, volvían a caer y se portaban todavía peor que sus
padres: seguían a otros dioses, les daban culto, los adoraban y
volvían a sus prácticas y a su conducta obstinada.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del
salmo 105 R/. Perdona, Señor, las culpas de tu pueblo.
No exterminaron nuestros padres a los pueblos que el
Señor les había mandado. Se unieron con paganos y aprendieron
sus prácticas. R.
Dieron culto a los ídolos y éstos fueron para ellos como una
trampa. Entonces entregaron a sus hijos e hijas en sacrificio a
los demonios. R.
Se contaminaron con sus obras y se prostituyeron con sus
acciones. Por eso el Señor renegó de su pueblo y estalló su
enojo. R.
¡Cuántas veces los libró, pero ellos se obstinaron en su
actitud!
Entonces el Señor miró su angustia y escuchó sus gritos. R.
ACLAMACIÓN (Mt 5, 3) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de
los cielos. R/.
Si quieres ser perfecto, vende lo que tienes y tendrás un tesoro en el cielo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 19, 16-22
En aquel
tiempo, se acercó a Jesús un joven y le preguntó: "Maestro, ¿qué
cosas buenas tengo que hacer para conseguir la vida eterna?" Le
respondió Jesús: "¿Por qué me preguntas a mí acerca de lo bueno?
Uno solo es el bueno: Dios. Pero, si quieres entrar en la vida,
cumple los mandamientos". Él replicó: "¿Cuáles?"
Jesús le dijo: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás,
no levantarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre,
ama a tu prójimo como a ti mismo.
Le dijo entonces el joven: "Todo eso lo he cumplido desde mi
niñez, ¿qué más me falta?" Jesús le dijo: "Si quieres ser
perfecto, ve a vender todo lo que tienes, dales el dinero a los
pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; luego ven y sígueme".
Al oír estas palabras, el joven se fue entristecido, porque era
muy rico.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, acepta
benigno los dones que te presentamos y concede a tu Iglesia,
nacida del costado de Cristo dormido en la cruz, que por la
participación en este sagrado misterio obtenga constantemente la
santidad de vida que la haga más digna de responder a su autor,
nuestro Señor Jesucristo. Él, que vive y reina por los siglos de
los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 19, 34)
Uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza e inmediatamente salió sangre y agua.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el sacramento de tu Hijo, te pedimos, Señor, que hagas fecunda la actividad de tu Iglesia, por la cual revelas continuamente a los pobres la plenitud del misterio de salvación, ya que tú los has llamado a formar la parte predilecta de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 131, 9)
Que tus
sacerdotes, Señor, se revistan de justicia, y tus fieles se
llenen de júbilo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que admirablemente elegiste a san Juan Eudes, presbítero, para que anunciara las insondables riquezas de Cristo, concédenos, por sus enseñanzas y ejemplos, crecer en tu conocimiento y vivir en fidelidad, conforme a la luz del Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Gedeón, tú librarás a Israel: Yo soy el que te envía.
Del libro de los Jueces 6, 11-24a
En aquellos
días, vino el ángel del Señor y se sentó bajo la encina de Ofrá,
que pertenecía a Joás, de la familia de Abiezer. Su hijo Gedeón
estaba limpiando trigo en el lagar, para esconderlo de los
madianitas, cuando el ángel del Señor se le apareció y le dijo:
“El Señor está contigo, valiente guerrero”.
Le contestó Gedeón: “Perdón, señor mío. Si el Señor está con
nosotros, ¿por qué han caído sobre nosotros tantas desgracias?
¿Dónde están todos aquellos prodigios de los que nos hablaban
nuestros padres cuando nos decían: ‘El Señor nos sacó de
Egipto’? Ahora, en cambio, el Señor nos ha abandonado y nos ha
entregado a los madianitas”. Entonces el Señor se volvió hacia
Gedeón y le dijo: “Usa la fuerza que tienes, para ir a salvar a
Israel del poder de los madianitas. Yo soy el que te envía”. Le
respondió Gedeón: “Perdón, Señor mío; pero ¿cómo voy a salvar yo
a Israel? Mi familia es la más pobre de la tribu de Manasés y
yo, el más pequeño de la casa de mi padre”. El Señor le
respondió: “Yo estaré contigo y tú derrotarás
a todos los madianitas como si fueran un solo hombre”.
Gedeón le dijo: “Si he alcanzado tu favor, dame una señal de que
eres tú el que me habla. No te vayas de aquí, por favor, hasta
que vuelva con una ofrenda y te la presente”. El respondió:
“Aquí me quedaré hasta que vuelvas”.
Gedeón entró en su casa, preparó un cabrito, y con una medida de
harina, hizo unos panes sin levadura; puso la carne en una
canastilla y el caldo en una olla, lo llevó bajo la encina y se
lo ofreció al ángel. Pero éste le dijo: “Toma la carne y los
panes sin levadura, ponlos sobre esa roca y derrama encima el
caldo”. Gedeón lo hizo así.
Luego el ángel del Señor acercó la punta del bastón que tenía en
la mano y tocó la carne y los panes sin levadura. Salió fuego de
la roca, consumió la carne y los panes, y el ángel del Señor
desapareció.
Entonces se dio cuenta Gedeón de que era el ángel del Señor y
exclamó: “¡Ay, Dios mío, he visto al ángel del Señor cara a
cara!” Pero el Señor le dijo: “Que la paz sea contigo. No temas;
no morirás”. Gedeón levantó un altar al Señor en aquel lugar y
lo llamó “La paz del Señor”. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del
salmo 84 R/. Escucharé las palabras del Señor.
Escucharé las palabras del Señor, palabras de paz para su pueblo
santo y para los que se convierten de corazón. Está ya cerca
nuestra salvación y la gloria del Señor habitará en la tierra.
R.
La misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz
se besaron, la fidelidad brotó en la tierra y la justicia vino
del cielo. R.
Cuando el Señor nos muestre su bondad, nuestra tierra producirá
su fruto. La justicia le abrirá camino al Señor e irá siguiendo
sus pisadas. R.
ACLAMACIÓN (2 Co 8, 9) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con
su pobreza. R/.
Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 19, 23-30
En aquel
tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Yo les aseguro que un rico
difícilmente entrará en el Reino de los cielos. Se lo repito: es
más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un
rico entre en el Reino de los cielos".
Al oír esto, los discípulos se quedaron asombrados y exclamaron:
"Entonces ¿quién podrá salvarse?" Pero Jesús, mirándolos
fijamente, les respondió: "Para los hombres eso es imposible,
más para Dios todo es posible".
Entonces Pedro, tomando la palabra, le dijo a Jesús: "Señor,
nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido, ¿qué nos va a
tocar?" Jesús les dijo: "Yo les aseguro que en la vida nueva,
cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria,
ustedes, los que me han seguido, se sentarán también en doce
tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
Y todo aquel que por mí haya dejado casa, o her¬manos o
hermanas, o padre o madre, o esposa o hijos, o propiedades,
recibirá cien veces más y heredará la vida eterna. Y muchos
primeros serán últimos y muchos últimos, primeros". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Contempla, Señor, los dones que presentamos en tu altar en la conmemoración de san Juan Eudes, y del mismo modo que, por estos santos misterios, le diste a él la gloria, concédenos también a nosotros tu perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 24, 46-47)
Dichoso el servidor a quien su amo, al volver, lo encuentre cumpliendo con su deber; yo les aseguro que le confiará todos sus bienes.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta mesa celestial, Dios todopoderoso, robustezca y aumente el vigor espiritual de todos los que celebramos la festividad de san Juan Eudes, para que conservemos íntegro el don de la fe y caminemos por el sendero de la salvación que él nos señaló. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA
El Señor colmó a san Bernardo con espíritu de inteligencia, para que transmitiera al pueblo de Dios las riquezas de la doctrina.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que encendiste al abad san Bernardo con el celo por tu casa e hiciste de él una lámpara que brillaba y ardía en tu Iglesia, concédenos por su intercesión que, animados por ese mismo espíritu, caminemos siempre como hijos de la luz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Ustedes
dijeron: “Que reine un rey sobre nosotros”, siendo así que su
rey es el Señor.
Del libro de los Jueces 9, 6-15
En aquellos
días, el Señor me habló y me dijo: "Hijo de hombre, profetiza
contra los pastores de Israel y diles: `Esto dice el Señor: ¡Ay
de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No
deben los pastores apacentar a las ovejas? Pero ustedes se toman
la leche de ellas, se visten con su lana, sacrifican las ovejas
mejor alimentadas y no apacientan al rebaño. No fortalecen a las
ovejas débiles, no curan a las enfermas ni cuidan a las que
están heridas. No hacen volver a las descarriadas ni buscan a
las perdidas, sino que las dominan con crueldad y violencia.
Mis ovejas se han dispersado por falta de pastor y se han
convertido en presa de todos los animales salvajes. Mi rebaño
anda errante por todas partes, por los montes y las colinas; mi
rebaño anda disperso por toda la superficie de la tierra y no
hay nadie que se preocupe de él, nadie que lo busque'.
Por eso, pastores, escuchen la palabra del Señor: 'Mi rebaño ha
sido expuesto al pillaje y se ha convertido en presa de todos
los animales salvajes por falta de pastor, pues mis pastores no
se preocupan por mi rebaño; se apacientan a sí mismos y no
apacientan a mi rebaño'.
Por eso, pastores, escuchen la palabra del Señor: 'Lo juro por
mi vida: Me voy a enfrentar a los pastores para reclamarles mis
ovejas y destituirlos de su cargo. Los pastores ya no volverán a
apacentarse a sí mismos. Les arrancaré mis ovejas de la boca y
no se las volverán a comer'. Esto dice el Señor: 'Yo mismo
buscaré a mis ovejas y las cuidaré' ". Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del
salmo 20 R/. De tu poder, Señor, se alegra el rey.
De tu poder, Señor, se alegra el rey, se alegra con el triunfo
que le has dado. Le otorgaste lo que él tanto anhelaba, no
rechazaste el ruego de sus labios. R.
Lo colmaste, Señor, de bendiciones, con oro has coronado su
cabeza. La vida te pidió, tú se la diste, una vida por siglos
duradera. R.
Tu victoria, Señor, le ha dado fama, lo has cubierto de gloria y
de grandeza. Sin cesar le concedes tus favores y lo colmas de
gozo en tu presencia. R.
ACLAMACIÓN (Hb 4, 12) R/. Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios es viva y eficaz y descubrilos pensamientos e
intenciones del corazón. R/.
¿Vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?
Del santo Evangelio según san Mateo: 20, 1-16a
En aquel
tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: "El Reino de
los cielos es semejante a un propietario que, al amanecer, salió
a contratar trabajadores para su viña. Después de quedar con
ellos en pagarles un denario por día, los mandó a su viña. Salió
otra vez a media mañana, vio a unos que estaban ociosos en la
plaza y les dijo: `Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré
lo que sea justo'. Salió de nuevo a medio día y a media tarde e
hizo lo mismo.
Por último, salió también al caer la tarde y encontró todavía a
otros que estaban en la plaza y les dijo: `¿Por qué han estado
aquí todo el día sin trabajar?'. Ellos le respondieron: 'Porque
nadie nos ha contratado'. Él les dijo: 'Vayan también ustedes a
mi viña'.
Al atardecer, el dueño de la viña le dijo a su administrador:
'Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por
los últimos hasta que llegues a los primeros'. Se acercaron,
pues, los que habían llegado al caer la tarde y recibieron un
denario cada uno.
Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron que
recibirían más; pero también ellos recibieron un denario cada
uno. Al recibirlo, comenzaron a reclamarle al propietario,
diciéndole: 'Esos que llegaron al último sólo trabajaron una
hora, y sin embargo, les pagas lo mismo que a nosotros, que
soportamos el peso del día y del calor'.
Pero él respondió a uno de ellos: 'Amigo, yo no te hago ninguna
injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un denario?
Toma, pues, lo tuyo y vete. Yo quiero darle al que llegó al
último lo mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que
yo quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?'
De igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros,
los últimos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos, Señor, este sacramento de unidad y de paz al conmemorar a san Bernardo, abad, que brilló por su palabra y sus obras, y promovió con firmeza la concordia y el orden de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Jn 15, 9)
Así como el Padre me ha amado a mí, así yo los he amado a ustedes, dice el Señor; permanezcan, pues, en mi amor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta comunión que hemos recibido, Señor, en la celebración de san Bernardo, produzca su fruto en nosotros, para que, movidos por su ejemplo e instruidos por sus enseñanzas, nos encienda en el amor de tu Verbo encarnado. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Pio X, Papa; Domingo de Armenteira, abad y José Dang de Vietnam, presbítero. Memoria (Blanco)
ANTÍFONA
DE ENTRADA
El Señor lo eligió sumo sacerdote, le abrió sus tesoros y derramó sobre él toda clase de bendiciones.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que, para defender la fe católica e instaurar todas las cosas en Cristo, colmaste al Papa san Pío décimo de sabiduría celestial y fortaleza apostólica, concede, benigno, que, siguiendo sus enseñanzas y ejemplos, alcancemos la recompensa eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Al primero que salga de mi casa para recibirme lo ofreceré en holocausto al Señor.
Del libro de los Jueces 11, 29-39a
En aquellos
días, el espíritu del Señor vino sobre Jefté, que recorrió la
región de Galaad y de Manasés, pasó por Mispá de Galaad y de
allí marchó contra los amonitas. Jefté le hizo una promesa al
Señor, diciendo: “Si me entregas a los amonitas, al primero que
salga a la puerta de mi casa para recibirme, cuando vuelva
victorioso de la guerra contra los amonitas, te lo ofreceré en
holocausto”.
Jefté marchó contra los amonitas y el Señor se los entregó. Los
derrotó desde Aroer hasta la entrada de Minit, donde hay veinte
ciudades, hasta Abel-Keramín, y les tomó sus veinte ciudades.
La derrota de los amonitas fue grandísima y fueron humillados
por los israelitas.
Cuando Jefté volvió a su casa en Mispá, lo salió a recibir su
hija, bailando al son de las panderetas. Jefté no tenía más
hijos que ella. Al verla, Jefté se rasgó las vestiduras y gritó:
“¡Ay, hija mía! ¡Qué desdichado soy! ¿Por qué tenías que ser tú
la causa de mi desgracia? Le hice una promesa al Señor y no
puedo retractarme”. Ella le dijo: “Padre mío, si le has hecho
una promesa al Señor, haz conmigo lo que le prometiste, ya que
el Señor te ha concedido la victoria sobre tus enemigos”.
Después le dijo a su padre: “Concédeme tan sólo este favor:
Déjame andar por los montes durante dos meses para llorar con
mis amigas la desgracia de morir sin tener hijos”. Él le
respondió: “¡Vete!” Y le concedió lo que le había pedido.
Ella se fue con sus amigas y estuvo llorando su desgracia por
los montes. Al cabo de los dos meses, volvió a la casa de su
padre y él cumplió con ella la promesa que había hecho.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del
salmo 39 R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el
Señor y no acude a los idólatras, que se extravían con engaños.
R.
Sacrificios y ofrendas no quisiste, abriste, en cambio, mis
oídos a tu voz. No exigiste holocaustos por la culpa, así que
dije: “Aquí estoy”. R.
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo
que deseo: tu ley en medio de mi corazón. R.
He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis
labios, tú lo sabes, Señor. R.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Sal 94, 8) R/. Aleluya, aleluya.
Hagámosle caso al Señor que nos dice: No endurezcan su corazón.
R/.
Conviden al banquete de bodas a todos los que encuentren.
Del santo Evangelio según san Mateo: 22, 1-14
En aquel
tiempo, volvió Jesús a hablar en parábolas a los sumos
sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo:
"El Reino de los cielos es semejante a un rey que preparó un
banquete de bodas para su hijo. Mandó a sus criados que llamaran
a los invitados, pero éstos no quisieron ir.
Envió de nuevo a otros criados que les dijeran: 'Tengo preparado
el banquete; he hecho matar mis terneras y los otros animales
gordos; todo está listo. Vengan a la boda'. Pero los invitados
no hicieron caso. Uno se fue a su campo, otro a su negocio y los
demás se les echaron encima a los criados, los insultaron y los
mataron.
Entonces el rey se llenó de cólera y mandó sus tropas, que
dieron muerte a aquellos asesinos y prendieron fuego a la
ciudad.
Luego les dijo a sus criados: 'La boda está preparada; pero los
que habían sido invitados no fueron dignos. Salgan, pues, a los
cruces de los caminos y conviden al banquete de bodas a todos
los que encuentren'. Los criados salieron a los caminos y
reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala
del banquete se llenó de convidados.
Cuando el rey entró a saludar a los convidados, vio entre ellos
a un hombre que no iba vestido con traje de fiesta y le
preguntó: 'Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de fiesta?'
Aquel hombre se quedó callado. Entonces el rey dijo a los
criados: 'Átenlo de pies y manos y arrójenlo fuera, a las
tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación'.
Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, por tu bondad, los dones que te presentamos, para que, dóciles a las enseñanzas de san Pío, Papa, celebremos con dignidad estos santos misterios y los recibamos con espíritu de fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Jn 10, 11)
El buen Pastor da la vida por sus ovejas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al celebrar la memoria del Papa san Pío, te rogamos, Señor Dios nuestro, que, por la eficacia de este banquete celestial, lleguemos a ser constantes en la fe y vivamos concordes en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestra Señora María Reina
Santos: San Andrés de Fiésole, abad. Beato Symeon Lukac, mártir.
Memoria (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 44, 1o)
De pie a tu derecha está la Reina, vestida de oro y de brocados.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que constituiste Madre y Reina nuestra a la Madre de tu Hijo, concédenos en tu bondad que, apoyados en su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.
Del libro de Rut 1, 1. 3-6. 14b-16. 22
En tiempo de
los jueces, hubo hambre en el país de Judá y un hombre de Belén,
llamado Elimélek, se fue a residir con Noemí, su esposa, y sus
dos hijos a la región de Moab.
Murió Elimélek, y Noemí se quedó sola con sus dos hijos. Estos
se casaron con dos mujeres moabitas: una se llamaba Orpá y la
otra, Rut. Vivieron ahí unos diez años y murieron también los
hijos de Noemí, Malón y Kilión, y ella se quedó sin hijos y sin
esposo.
Entonces decidió abandonar los campos de Moab y regresar al país
de Judá con sus dos nueras, porque oyó decir que el Señor había
favorecido al pueblo y le daba buenas cosechas. Se pusieron,
pues, en camino, para volver a la tierra de Judá. Entonces Noemí
dijo a sus dos nueras: “Vuélvase cada una a casa de su madre.
Que el Señor tenga piedad de ustedes, como ustedes la han tenido
con mis hijos y conmigo”.
Ellas rompieron a llorar y Orpá besó a su suegra, Noemí, y se
volvió a su pueblo; pero Rut se quedó con su suegra. Entonces
Noemí le dijo a Rut: “Tu concuña se ha vuelto a su pueblo y a
sus dioses; vuélvete tú también con ella”. Pero Rut respondió:
“No insistas en que te abandone y me vaya, porque a donde tú
vayas, iré yo; donde tú vivas, viviré yo; tu pueblo será mi
pueblo y tu Dios será mi Dios”.
Así fue como Noemí, con su nuera Rut, la moabita, regresó de los
campos de Moab y llegó con ella a Belén, al comienzo de la
cosecha de la cebada. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del
salmo 145 R/. Alabaré al Señor toda mi vida.
Dichoso aquel que es auxiliado por el Dios de Jacob y pone su
esperanza en el Señor, su Dios, que hizo el cielo y la tierra,
el mar y cuanto el mar encierra. R.
El Señor siempre es fiel a su palabra, y es quien hace justicia
al oprimido; él proporciona pan a los hambrientos y libera al
cautivo. R.
Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama
el Señor al hombre justo y toma al forastero a su cuidado. R.
A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del
inicuo. Reina el Señor eternamente, reina tu Dios, oh Sión,
reina por siglos. R.
ACLAMACIÓN (Sal 24, 4. 5) R/. Aleluya, aleluya.
Descúbrenos, Señor, tus caminos y guíanos con la verdad de tu
doctrina. R/.
Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 22, 34-40
En aquel
tiempo, habiéndose enterado los fariseos de que Jesús había
dejado callados a los saduceos, se acercaron a Él. Uno de ellos,
que era doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
"Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?"
Jesús le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu
corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Éste es el más
grande y el primero de los mandamientos. Y el segundo es
semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos
dos mandamientos se fundan toda la ley y los profetas".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en la conmemoración de la santísima Virgen María, y concédenos que nos socorra la bondad de tu Hijo Jesucristo, que quiso ofrecerse a ti por nosotros en la cruz, como víctima inmaculada. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio de santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Lc 1, 45)
Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Después de recibir el sacramento celestial, te suplicamos, Señor, que, cuantos hemos celebrado con veneración la memoria de la santísima Virgen María, merezcamos participar en el banquete eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Eugenio de Ardstraw, obispo; Felipe Benizi, presbítero. Beato Miroslav Bulesic, mártir.
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Lc 1, 47-48)
Entonces dijo María: mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios,
que te dignaste elegir el seno virginal de la santísima Virgen
María como morada en que habitara tu Palabra, concédenos que,
fortalecidos con su protección, podamos tomar parte, llenos de
gozo, en esta celebración. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor no ha permitido que le faltara un descendiente a tu familia. Este es el padre de Jesé, padre de David.
Del libro de Rut 2, 1-3. 8-11; 4, 13-17
Tenía Noemí,
por parte de su marido, Elimélek, un pariente de muy buena
posición, llamado Booz.
Rut, la moabita, le dijo a Noemí: “Déjame ir a un campo en donde
el dueño me permita recoger las espigas que se les caigan a los
segadores”. Ella le respondió: “Ve, hija mía”. Fue Rut y se puso
a recoger espigas detrás de los segadores en un campo, que para
suerte de ella, pertenecía a Booz, el de la familia de
Elimélek".
Booz le dijo a Rut: “Escucha, hija mía. No vayas a recoger
espigas en otros campos ni te alejes de aquí; quédate junto a
mis espigadoras y síguelas por donde ellas vayan recolectando.
Ya les dije a mis segadores que no te molesten. Si tienes sed,
ve a donde están las vasijas y bebe del agua dispuesta para los
trabajadores”.
Ella se postró ante él y le dijo: “¿Por qué me tratas con tanta
benevolencia y te fijas en mí, que no soy más que una
extranjera?” Booz le respondió: “Me han contado todo lo que,
después de la muerte de tu marido, has hecho por tu suegra: cómo
has renunciado a tu padre y a tu madre y a la tierra en que
naciste, y has venido a vivir entre gente que no conocías”.
Después de algún tiempo, Booz se casó con Rut, se unió a ella y
el Señor hizo que Rut concibiera y diera a luz un niño. Las
mujeres le dijeron a Noemí: “Bendito sea el Señor, que no ha
permitido que le faltara a tu difunto esposo un heredero para
perpetuar su nombre en Israel. Este niño será tu consuelo y el
apoyo en tu vejez, porque te lo ha dado a luz tu nuera, que
tanto te quiere y que es para ti mejor que siete hijos”. Noemí
tomó al niño, lo puso en su regazo y se encargó de criarlo. Las
vecinas felicitaban a Noemí, diciendo: “Le ha nacido un hijo a
Noemí”, y le pusieron por nombre Obed. Este es el padre de Jesé,
padre de David. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del
salmo 127 R/. Dichoso el hombre que teme al Señor.
Dichoso el hombre que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá
del fruto de su trabajo, será dichoso, le irá bien. R.
Su mujer, como vid fecunda, en medio de su casa; sus hijos, como
renuevos de olivo, alrededor de su mesa. R.
Esta es la bendición del hombre que teme al Señor: “Que el Señor
te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida”. R.
ACLAMACIÓN (Cfr. Mt 23, 9. 10) R/. Aleluya, aleluya.
Su Maestro es uno solo, Cristo, y su Padre es uno solo, el del
cielo, dice el Señor. R/.
Los fariseos dicen una cosa y hacen otra.
Del santo Evangelio según san Mateo: 23, 1-12
En aquel
tiempo, Jesús dijo a las multitudes y a sus discípulos: "En la
cátedra de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Hagan,
pues, todo lo que les digan, pero no imiten sus obras, porque
dicen una cosa y hacen otra. Hacen fardos muy pesados y
difíciles de llevar y los echan sobre las espaldas de los
hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo
hacen para que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las
franjas del manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los
banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; les gusta
que los saluden en las plazas y que la gente los llame
'maestros'.
Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen 'maestros', porque
no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A
ningún hombre sobre la tierra lo llamen 'padre', porque el Padre
de ustedes es sólo el Padre celestial. No se dejen llamar
'guías', porque el guía de ustedes es solamente Cristo. Que el
mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el que se
enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sean aceptables, Señor, los dones que tu pueblo te ofrece en la conmemoración de la santísima Virgen María, quien por su virginidad fue grata a tus ojos y por su humildad concibió a tu Hijo, Señor nuestro. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio de santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 2, 19)
María guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Hechos partícipes del alimento espiritual, te pedimos, Señor Dios nuestro, que imitando asiduamente a la bienaventurada Virgen María, nos encontremos siempre diligentes para el servicio de la Iglesia y experimentemos el gozo de ser tus servidores. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXI DOMINGO ORDINARIO
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 85, 1 -3)
Inclina tu
oído, Señor, y escúchame. Salva a tu siervo, que confía en ti.
Ten piedad de mí, Dios mío, pues sin cesar te invoco.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que unes en un mismo sentir los corazones de tus fieles, impulsa a tu pueblo a amar lo que mandas y a desear lo que prometes, para que, en medio de la inestabilidad del mundo, estén firmemente anclados nuestros corazones donde se halla la verdadera felicidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Traerán de todos los países a los hermanos de ustedes.
Del libro del profeta Isaías 66, 18-21
Esto dice el
Señor: “Yo vendré para reunir a las naciones de toda lengua.
Vendrán y verán mi gloria. Pondré en medio de ellos un signo, y
enviaré como mensajeros a algunos de los supervivientes hasta
los países más lejanos y las islas más remotas, que no han oído
hablar de mí ni han visto mi gloria, y ellos darán a conocer mi
nombre a las naciones.
Así como los hijos de Israel traen ofrendas al templo del Señor
en vasijas limpias, así también mis mensajeros traerán, de todos
los países, como ofrenda al Señor, a los hermanos de ustedes a
caballo, en carro, en literas, en mulos y camellos, hasta mi
monte santo de Jerusalén. De entre ellos escogeré sacerdotes y
levitas”. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del
salmo 116 R/. Vayan por todo el mundo y prediquen el
Evangelio.
Que alaben al Señor todas las naciones, que lo aclamen todos los
pueblos. R.
Porque grande es su amor hacia nosotros y su fidelidad dura por
siempre. R.
El Señor corrige a los que ama
De la carta a los hebreos 12, 5-7. 11-13
Hermanos: Ya
se han olvidado ustedes de la exhortación que Dios les dirigió,
como a hijos, diciendo: Hijo mío, no desprecies la corrección
del Señor, ni te desanimes cuando te reprenda. Porque el Señor
corrige a los que ama, y da azotes a sus hijos predilectos.
Soporten, pues, la corrección, porque Dios los trata como a
hijos; ¿y qué padre hay que no corrija a sus hijos?
Es cierto que de momento ninguna corrección nos causa alegría,
sino más bien tristeza. Pero después produce, en los que la
recibieron, frutos de paz y de santidad.
Por eso, robustezcan sus manos cansadas y sus rodillas
vacilantes; caminen por un camino plano, para que el cojo ya no
se tropiece, sino más bien se alivie. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 6) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre, si no
es por mí, dice el Señor. R/.
Vendrán del oriente y del poniente y participarán en el banquete del Reino de Dios.]
Del santo Evangelio según san Lucas 13, 22-30
En aquel
tiempo, Jesús iba enseñando por ciudades y pueblos, mientras se
encaminaba a Jerusalén. Alguien le preguntó: “Señor, ¿es verdad
que son pocos los que se salvan?”
Jesús le respondió: “Esfuércense por entrar por la puerta, que
es angosta, pues yo les aseguro que muchos tratarán de entrar y
no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante de la mesa y
cierre la puerta, ustedes se quedarán afuera y se pondrán a
tocar la puerta, diciendo: ‘¡Señor, ábrenos!’ Pero él les
responderá: ‘No sé quiénes son ustedes’.
Entonces le dirán con insistencia: ‘Hemos comido y bebido
contigo y tú has enseñado en nuestras plazas’. Pero él
replicará: ‘Yo les aseguro que no sé quiénes son ustedes.
Apártense de mí, todos ustedes los que hacen el mal’. Entonces
llorarán ustedes y se desesperarán, cuando vean a Abraham, a
Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y
ustedes se vean echados fuera.
Vendrán muchos del oriente y del poniente, del norte y del sur,
y participarán en el banquete del Reino de Dios. Pues los que
ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son
los primeros, serán los últimos”. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos al
Señor que venga en nuestro auxilio y, por el honor de su
nombre, escuche nuestra oración:
1. Para que el Señor, en su infinita bondad,
se acuerde de todos los que anuncian la palabra de Dios y
bendiga a todos los fieles que aman a Jesucristo, roguemos al
Señor.
2. Para que Dios conceda a los que trabajan
la tierra lluvias oportunas y buenas cosechas, dé acierto a
los que enseñan, docilidad y constancia a los que estudian,
roguemos al Señor.
3. Para que el Señor infunda en el corazón
de los pecadores un sincero arrepentimiento de sus pecados y
les dé fuerza para no recaer en el mal, roguemos al Señor.
4. Para que el Señor conceda sus dones a
nuestros familiares, amigos y bienhechores, para que obtengan
las riquezas de los bienes eternos, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que invitas a los hombres a entrar por la puerta
estrecha de la cruz hacia el gozoso banquete de tu Reino,
danos la fuerza de tu Espíritu, para que, siguiendo las
huellas de tu Hijo, tengamos parte en la mesa festiva de su
gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que con un mismo y único sacrificio adquiriste para ti un pueblo de adopción, concede, propicio, a tu Iglesia, los dones de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Jn 6, 54)
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, dice el Señor; y yo lo resucitaré en el último día.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor, que la obra salvadora de tu misericordia fructifique plenamente en nosotros, y haz que, con la ayuda continua de tu gracia, de tal manera tendamos a la perfección, que podamos siempre agradarte en todo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Luis IX de Francia, rey; José de Calasanz, fundador. Beato Metodio Trcka, mártir. Feria (Verde)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 20, 2-3)De tu poder, Señor, se alegra el justo, se alegra en el triunfo que le has dado. Le otorgaste lo que él tanto anhelaba.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que hiciste pasar a san Luis, rey de Francia, de los cuidados de un gobierno temporal a la gloria del reino celestial, concédenos, por su intercesión, que, por el desempeño de nuestros deberes temporales, busquemos tu reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Abandonando
los ídolos, ustedes se convirtieron a Dios y viven en la
esperanza de que venga Jesucristo.
De la
primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses 1,
1-5. 8b-10
Pablo, Silvano
y Timoteo deseamos la gracia y la paz a la comunidad cristiana
de los tesalonicenses, congregada por Dios Padre y por
Jesucristo, el Señor.
En todo momento damos gracias a Dios por ustedes y los tenemos
presentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro Padre,
recordamos sin cesar las obras que manifiestan la fe de ustedes,
los trabajos fatigosos que ha emprendido su amor y la
perseverancia que les da su esperanza en Jesucristo, nuestro
Señor. Nunca perdemos de vista, hermanos muy amados de Dios, que
él es quien los ha elegido. En efecto, nuestra predicación del
Evangelio entre ustedes no se llevó a cabo sólo con palabras,
sino también con la fuerza del Espíritu Santo, que produjo en
ustedes abundantes frutos. Bien saben cómo hemos actuado entre
ustedes
para su propio bien.
Su fe en Dios ha llegado a ser conocida, no sólo en Macedonia y
Acaya, sino en todas partes; de tal manera, que nosotros ya no
teníamos que decir nada. Porque ellos mismos cuentan de qué
manera tan favorable nos acogieron ustedes y cómo, abandonando
los ídolos, se convirtieron al Dios vivo y verdadero para
servirlo, esperando que venga desde el cielo su Hijo, Jesús, a
quien él resucitó de entre los muertos, y es quien nos libra del
castigo venidero. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del
salmo 149 R/El Señor es amigo de su pueblo.
Entonen al Señor un canto nuevo, en la asamblea litúrgica
alábenlo. En su creador y rey, en el Señor, alégrese Israel, su
pueblo santo. R.
En honor de su nombre, que haya danzas, alábenlo con arpa y
tamboriles. El Señor es amigo de su pueblo y otorga la victoria
a los humildes. R.
Que se alegren los fieles en el triunfo, que inunde el regocijo
sus hogares, que alaben al Señor con sus palabras, porque en
esto su pueblo se complace. R.
ACLAMACIÓN (Jn 10, 27) R/.Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y
ellas me siguen. R/.
¡Ay de ustedes, guías ciegos!
Del santo Evangelio según san Mateo: 23, 13-22
En aquel
tiempo, Jesús dijo a los escribas y fariseos: "¡Ay de ustedes,
escribas y fariseos hipócritas, porque les cierran a los hombres
el Reino de los cielos! Ni entran ustedes ni dejan pasar a los
que quieren entrar.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar
y tierra para ganar un adepto y, cuando lo consiguen, lo hacen
todavía más digno de condenación que ustedes mismos!
¡Ay de ustedes, guías ciegos, que enseñan que jurar por el
templo no obliga, pero que jurar por el oro del templo, sí
obliga! ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante, el oro o
el templo, que santifica al oro? También enseñan ustedes que
jurar por el altar no obliga, pero que jurar por la ofrenda que
está sobre él, sí obliga. ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la
ofrenda o el altar, que santifica a la ofrenda? Quien jura,
pues, por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él.
Quien jura por el templo, jura por él y por aquel que lo habita.
Y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por aquel
que está sentado en él". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por esta
ofrenda que te presentamos, Señor, en la conmemoración de san
Luis, rey de Francia, concede a tus fieles los dones de la
unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 16, 24)
El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y que me siga, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que los sacramentos recibidos, Señor, en la conmemoración de san Luis, rey de Francia, santifiquen nuestras mentes y nuestros corazones, para que merezcamos participar de la naturaleza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA
DE ENTRADA
Éstos son los hombres santos que se hicieron amigos de Dios, insignes predicadores del Evangelio.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, por tu inefable misericordia, has querido agregar a la Iglesia a muchos pueblos de América, por medio de san Junípero Serra; concédenos, por su intercesión, que nuestros corazones estén unidos a ti en la caridad de tal manera que podamos llevar ante los hombres, siempre y en todas partes, la imagen de tu Unigénito, nuestro Señor Jesucristo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Queríamos entregarles, no sólo el Evangelio de Dios, sino también nuestra propia vida.
De la
primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses 2,
1-8
Hermanos: Bien
saben que nuestra estancia entre ustedes no fue inútil, pues a
pesar de los sufrimientos e injurias que padecimos en Filipos y
que ya conocen, tuvimos el valor, apoyados en nuestro Dios, de
predicarles su Evangelio en medio de una fuerte oposición. Es
que nuestra predicación no nace del error ni de intereses
mezquinos ni del deseo de engañarlos, sino que predicamos el
Evangelio de acuerdo con el encargo que Dios, considerándonos
aptos, nos ha hecho, y no para agradar a los hombres, sino a
Dios,
que es el que conoce nuestros corazones.
Nunca nos hemos presentado, bien lo saben ustedes y Dios es
testigo de ello, con palabras aduladoras ni con disimulada
codicia, ni hemos buscado las alabanzas de ustedes ni las de
nadie. Aunque hubiéramos podido imponerles nuestra autoridad,
como apóstoles de Cristo, sin embargo, los tratamos con la misma
ternura con la que una madre estrecha en su regazo a sus
pequeños. Tan grande es nuestro afecto por ustedes, que
hubiéramos querido entregarles no solamente el Evangelio de
Dios, sino también nuestra propia vida, porque han llegado
ustedes a sernos sumamente queridos. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del
salmo 138 R/. Condúceme, Señor, por tu camino.
Tú me conoces, Señor, profundamente: tú conoces cuándo me siento
y me levanto, desde lejos sabes mis pensamientos, tú observas mi
camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. R.
Apenas la palabra está en mi boca, y ya, Señor, te la sabes
completa. Me envuelves por todas partes y tienes puesta sobre mí
tu mano. Esta es una ciencia misteriosa para mí, tan sublime,
que no la alcanzo. R.
ACLAMACIÓN
(Hb 4, 12) R/. Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios es viva y eficaz y descubre los pensamientos
e intenciones del corazón. R/.
Esto es lo que tenían que practicar, sin descuidar aquello.
Del santo Evangelio según san Mateo: 23, 23-26
En aquel
tiempo, Jesús dijo a los escribas y fariseos: "¡Ay de ustedes,
escribas y fariseos hipócritas, porque pagan el diezmo de la
menta, del anís y del comino, pero descuidan lo más importante
de la ley, que son la justicia, la misericordia y la fidelidad!
Esto es lo que tenían que practicar, sin descuidar aquello.
¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito, pero se tragan el
camello!
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por
fuera los vasos y los platos, mientras que por dentro siguen
sucios con su rapacidad y codicia! ¡Fariseo ciego!, limpia
primero por dentro el vaso y así quedará también limpio por
fuera". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Dios todopoderoso, las ofrendas que presentamos en la festividad de san Junípero Serra, y concédenos expresar en la vida los misterios de la pasión del Señor, que ahora celebramos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ez 34, 15)
Yo mismo apacentaré a mis ovejas; yo mismo las haré reposar, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por la
eficacia de este sacramento, confirma, Señor, a tus siervos en
la verdad de la fe, por la que san Junípero Serra nunca cesó de
trabajar, dedicándole toda su vida, para que en todas partes la
profesemos, de palabra y de obra. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Mónica, viuda; Cesáreo de Arlés, obispo; Poemán de la Tebaida, anacoreta. Memoria (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Prov 31, 30. 28)La mujer que teme al Señor es digna de alabanzas. Sus hijos la llenarán de bendiciones y su marido, de elogios.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro,
consuelo de los afligidos, que acogiste misericordiosamente las
piadosas lágrimas de santa Mónica por la conversión de su hijo
Agustín, concédenos, por la intercesión de ambos, arrepentirmos
sinceramente de nuestros pecados y alcanzar la gracia de tu
perdón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos
de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Trabajando
día y noche les hemos predicado el Evangelio de Dios.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses 2, 9-13
Hermanos: Sin
duda se acuerdan de nuestros esfuerzos y fatigas, pues,
trabajando de día y de noche, a fin de no ser una carga para
nadie, les hemos predicado el Evangelio de Dios.
Ustedes son testigos y Dios también lo es, de la forma tan
santa, justa e irreprochable como nos hemos portado con ustedes,
los creyentes. Como bien lo saben, a cada uno de ustedes lo
hemos exhortado con palabras suaves y enérgicas, como lo hace un
padre con sus hijos, a vivir de una manera digna de Dios, que
los ha llamado a su Reino y a su gloria.
Ahora damos gracias a Dios continuamente, porque al recibir
ustedes la palabra que les hemos predicado, la aceptaron, no
como palabra humana, sino como lo que realmente es: palabra de
Dios, que sigue actuando en ustedes, los creyentes. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del
salmo 138 R/. Condúcenos, Señor, por tu camino.
¿A dónde iré yo lejos de ti, Señor? ¿Dónde escaparé de tu
mirada? Si subo hasta el cielo, allí estás tú; si bajo al
abismo, allí te encuentras. R.
Si voy en alas de la aurora o me alejo hasta el extremo del mar,
también allí tu mano me conduce y tu diestra me sostiene. R.
Si digo: "Que me cubran las tinieblas, que la luz se convierta
en noche para mí”, las tinieblas no son oscuras para ti y la
noche es tan clara como el día. R.
ACLAMACIÓN (1 Jn 2, 5) R/. Aleluya, aleluya.
En aquel que cumple la palabra de Cristo, el amor de Dios ha
llegado a su plenitud. R/.
Ustedes son hijos de los asesinos de los profetas.
Del santo Evangelio según san Mateo: 23, 27-32
En aquel
tiempo, Jesús dijo a los escribas y fariseos: "¡Ay de ustedes,
escribas y fariseos hipócritas, porque son semejantes a
sepulcros blanqueados, que por fuera parecen hermosos, pero por
dentro están llenos de huesos y podredumbre! Así también
ustedes: por fuera parecen justos, pero por dentro están llenos
de hipocresía y de maldad.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque les
construyen sepulcros a los profetas y adornan las tumbas de los
justos, y dicen: 'Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros
padres, nosotros no habríamos sido cómplices de ellos en el
asesinato de los profetas'! Con esto ustedes están reconociendo
que son hijos de los asesinos de los profetas. ¡Terminen, pues,
de hacer lo que sus padres comenzaron!". Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por las ofrendas que te presentamos, Señor, en la conmemoración de santa Mónica, te rogamos que nos concedas el perdón de nuestros pecados y la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 13, 45-46)
El Reino de los cielos se parece a un comerciante que anda en busca de perlas finas, que, al encontrar una perla muy valiosa, vende cuanto tiene y la compra.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, que la celebración de este santo sacramento, en la festividad de santa Mónica, nos ilumine y nos inflame, de modo que ardamos siempre en santos deseos y abundemos en toda obra buena. Por Jesucristo, nuestro Señor.
En medio de la Iglesia abrió su boca, y el Señor lo llenó del espíritu de sabiduría e inteligencia, y lo revistió de gloria.
ORACIÓN COLECTA
Renueva, Señor, en tu Iglesia el espíritu que infundiste en el obispo san Agustín, para que, llenos de ese mismo espíritu, tengamos sed solamente de ti, fuente de la verdadera sabiduría, y te busquemos como autor del amor verdadero. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Que el Señor los llene y los haga rebosar de amor mutuo y hacia todos los demás.
De la
primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses 3,
7-13
Hermanos: En
medio de todas nuestras dificultades y tribulaciones, la fe de
ustedes nos ha dado un gran consuelo. El saber que permanecen
fieles al Señor, nos llena ahora de vida.
¿Cómo podremos agradecerle debidamente a Dios el gozo tan grande
con que, a causa de ustedes, nos alegramos en el Señor, a quien
noche y día le rogamos con toda el alma que nos conceda verlos
personalmente para completar lo que todavía falta a su fe? Que
el mismo Dios, nuestro Padre, y Jesucristo, nuestro Señor, nos
conduzcan hacia ustedes. Que el Señor los llene y los haga
rebosar de un amor mutuo y hacia todos los demás, como el que yo
les tengo a ustedes, para que él conserve sus corazones
irreprochables en la santidad ante Dios, nuestro Padre, hasta el
día en que venga nuestro Señor Jesús, en compañía de todos sus
santos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del
salmo 89 R/. Señor, llénanos de tu amor.
Tú, Señor, haces volver al polvo a los humanos, diciendo a los
mortales que retornen. Mil años son para ti como un día, que ya
pasó; como una breve noche. R.
Enséñanos a ver lo que es la vida y seremos sensatos. ¿Hasta
cuándo, Señor, vas a tener compasión de tus siervos? ¿Hasta
cuándo? R.
Llénanos de tu amor por la mañana y júbilo será la vida toda.
Que el Señor bondadoso nos ayude y dé prosperidad a nuestras
obras. R.
ACLAMACIÓN
(Mt 24, 42. 44) R/. Aleluya, aleluya.
Estén preparados, porque no saben a qué hora va a venir el Hijo
del hombre. R/.
Estén preparados.
Del santo Evangelio según san Mateo: 24, 42-51
En aquel
tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Velen y estén preparados,
porque no saben qué día va a venir su Señor. Tengan por cierto
que si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el
ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un
boquete en su casa. También ustedes estén preparados, porque a
la hora en que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre.
Fíjense en un servidor fiel y prudente, a quien su amo nombró
encargado de toda la servidumbre para que le proporcionara
oportunamente el alimento. Dichoso ese servidor, si al regresar
su amo, lo encuentra cumpliendo con su deber. Yo les aseguro que
le encargará la administración de todos sus bienes. Pero si el
servidor es un malvado, y pensando que su amo tardará, se pone a
golpear a sus compañeros, a comer y emborracharse, vendrá su amo
el día menos pensado, a una hora imprevista, lo castigará
severamente y lo hará correr la misma suerte de los hipócritas.
Entonces todo será llanto y desesperación".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, imploramos humildemente tu clemencia, a fin de que este sacramento de amor sea para nosotros signo de unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 23, 10. 8)
Su Maestro es uno solo, Cristo, dice el Señor, y todos ustedes son hermanos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que nuestra participación en la mesa de tu Hijo nos santifique, Señor, para que, como miembros de su Cuerpo, nos transformemos en el mismo Cristo, a quien hemos recibido. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
El Martirio de San Juan Bautista
Santos: San Zaqueo, laico. Beata Beatriz de Nazaret, religiosa.
Memoria (Rojo)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 118, 46-47)Sin temor alguno he expuesto tu ley ante los reyes y he repetido tus preceptos porque en verdad los amo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, tú que quisiste que san Juan Bautista fuera el Precursor del nacimiento y de la muerte de tu Hijo, concédenos que, así como él dio la vida como testigo de la verdad y la justicia, también nosotros luchemos con valentía en la afirmación de tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lo que Dios quiere de ustedes es que se santifiquen.
De la
primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses 4,
1-8
Hermanos: Les
rogamos y los exhortamos en el nombre delSeñor Jesús a que vivan
como conviene, para agradar a Dios, según aprendieron de
nosotros, a fin de que sigan ustedes progresando. Ya conocen, en
efecto, las instrucciones que les hemos dado de parte del Señor
Jesús.
Lo que Dios quiere de ustedes es que se santifiquen; que se
abstengan de todo acto impuro; que cada uno de ustedes sepa
tratar a su esposa con santidad y respeto y no dominado por la
pasión, como los paganos, que no conocen a Dios. Que en esta
materia, nadie ofenda su hermano ni abuse de él, porque el señor
castigará todo esto, como se lo dijimos y aseguramos a ustedes,
pues no nos ha llamado Dios a la impureza, sino a la santidad.
Así pues, el que desprecia estas instrucciones no desprecia a un
hombre, sino al mismo Dios, que les ha dado a ustedes su
Espíritu Santo.". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del
salmo 96 R/. Alegrémonos con el Señor.
Alegrémonos con el Señor. Reina el Señor, alégrese la tierra;
cante de regocijo el mundo entero. El trono del Señor se asienta
en la justicia y el derecho.. R.
Los montes se derriten como cera ante el Señor, ante el Señor de
toda la tierra. Los cielos pregonan su justicia, su inmensa
gloria ven todos los pueblos. R.
El señor ama al que aborrece el mal, protege la vida de sus
fieles y los libra de los malvados. R.
Amanece la luz para el justo y la alegría para los rectos de
corazón. Alégrense, justos, con el Señor y bendigan su santo
nombre. R.
ACLAMACIÓN (Mt 5, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de
ellos es el Reino de los cielos, dice el Señor. R/.
Quiero que me des ahora mismo, en una charola, la cabeza de Juan el Bautista.
Del santo Evangelio según san Marcos: 6, 17-29
En aquel
tiempo, Herodes había mandado apresar a Juan el Bautista y lo
había metido y encadenado en la cárcel. Herodes se había casado
con Herodías, esposa de su hermano Filipo, y Juan le decía: "No
te está permitido tener por mujer a la esposa de tu hermano".
Por eso Herodes lo mandó encarcelar. Herodías sentía por ello
gran rencor contra Juan y quería quitarle la vida, pero no sabía
cómo, porque Herodes miraba con respeto a Juan, pues sabía que
era un hombre recto y santo, y lo tenía custodiado. Cuando lo
oía hablar, quedaba desconcertado, pero le gustaba escucharlo.
La ocasión llegó cuando Herodes dio un banquete a su corte, a
sus oficiales y a la gente principal de Galilea, con motivo de
su cumpleaños. La hija de Herodías bailó durante la fiesta y su
baile les gustó mucho a Herodes y a sus invitados. El rey le
dijo entonces a la joven: "Pídeme lo que quieras y yo te lo
daré". Y le juró varias veces: "Te daré lo que me pidas, aunque
sea la mitad de mi reino".
Ella fue a preguntarle a su madre: "¿Qué le pido?". Su madre le
contestó: "La cabeza de Juan el Bautista". Volvió ella
inmediatamente junto al rey y le dijo: "Quiero que me des ahora
mismo, en una charola, la cabeza de Juan el Bautista".
El rey se puso muy triste, pero debido a su juramento y a los
convidados, no quiso desairar a la joven, y enseguida mandó a un
verdugo que trajera la cabeza de Juan. El verdugo fue, lo
decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una charola, se la
entregó a la joven y ella se la entregó a su madre.
Al enterarse de esto, los discípulos de Juan fueron a recoger el
cadáver y lo sepultaron.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por estos dones que te presentamos, concédenos, Señor, seguir rectamente tus caminos, como enseñó san Juan Bautista, la voz que clama en el desierto, y confirmó valerosamente derramando su sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es
justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias
siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque en la persona de su Precursor, Juan el Bautista, alabamos
tu magnificencia, ya que lo consagraste con el más grande honor
entre todos los nacidos de mujer.
Al que fuera, en su nacimiento, ocasión de gran júbilo, y aun
antes de nacer saltara de gozo ante la llegada de la salvación
humana, le fue dado, sólo a él entre todos los profetas,
presentar al Cordero que quita el pecado del mundo.
Y en favor de quienes habrían de ser santificados, lavó en agua
viva al mismo autor del bautismo, y mereció ofrecerle el supremo
testimonio de su sangre. Por eso, unidos a los ángeles, te
alabamos continuamente en la tierra, proclamando tu grandeza sin
cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Jn 3, 27. 30)
Refiriéndose a Jesús, Juan Bautista decía a sus discípulos: Es necesario que Él crezca y que yo venga a menos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al celebrar el martirio de san Juan Bautista, concédenos, Señor, venerar el misterio de los sacramentos de salvación que hemos recibido y alegrarnos por sus frutos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Rosa de Lima, virgen; Narcisa de Jesús Martillo, laica. Beato Alfredo Ildefonso Shuster, cardenal.
Vísperas I del domingo: 2a semana del Salterio. Tomo IV: pp. 806 y 154. Para los fieles: pp. 555 y 412. Edición popular: pp. 108 y 477. Fiesta (Blanco)
ANTÍFONA DE ENTRADAAlegrémonos todos en el Señor, en la festividad de santa Rosa de Lima, nuestra patrona y protectora que, en premio a su fidelidad a Dios, mereció hoy entrar al cielo para reinar con Cristo eternamente.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que concediste a santa Rosa de Lima, encendida en amor por ti, que dejara el mundo y se dedicara únicamente a ti en la austeridad de la penitencia, concédenos, por su intercesión, que, siguiendo en la tierra el camino de la vida verdadera, disfrutemos en el cielo de la plenitud de tu gozo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Los he desposado con un solo marido y los he entregado a Cristo como si fueran ustedes una virgen pura.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 10, 17-11, 2
Hermanos: Si alguno quiere enorgullecerse, que se enorgullezca del Señor, porque el hombre digno de aprobación no es aquel que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien el Señor alaba. Ojalá soportaran ustedes que les dijera unas cuantas cosas sin sentido. Sopórtenmelas, pues estoy celoso de ustedes con celos de Dios, ya que los he desposado con un solo marido y los he entregado a Cristo como si fueran ustedes una virgen pura. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del
salmo 148 R/. Que alaben al Señor todos sus fieles.
Alaben al Señor en las alturas, alábenlo en el cielo; que alaben
al Señor todos sus ángeles, celestiales ejércitos. R/.
Reyes y pueblos todos de la tierra, gobernantes y jue-ces de
este mundo; hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, alaben al
Señor y denle culto. R/.
Que alaben al Señor todos sus fieles, los hijos de Israel, el
pueblo que ha gozado siempre de familiaridad con él. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 15, 9. 5) R/. Aleluya, aleluya.
Permanezcan en mi amor. El que permanece en mí y yo en él, ése
da fruto abundante. R/.
Va y vende cuanto tiene y compra aquel campo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 13, 44-46
En aquel
tiempo, Jesús dijo a la multitud: "El Reino de los cielos se
parece a un tesoro escondido en un campo. El que lo encuentra lo
vuelve a esconder, y lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y
compra aquel campo.
El Reino de los cielos se parece también a un comerciante en
perlas finas que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende
cuanto tiene y la compra". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos al celebrar hoy la fiesta de santa Rosa, virgen, y haz que este memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo nos ayude a encontrar en nuestros sufrimientos, aceptados por amor a él y al prójimo, el camino del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de santas vírgenes y santos religiosos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Flp 3, 8)
Por amor a Cristo, acepté perderlo todo; y todo lo considero como basura con tal de ganar a Cristo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has hecho partícipes del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, enciéndenos, Señor, en su amor, para que, a ejemplo de santa Rosa, virgen, seamos capaces de renunciar a cuanto pueda apartarnos de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
XXII DOMINGO ORDINARIO
Santos: Ramón Nonato, cardenal; Mártires de Almería. Beato Pedro Tarrés Claret, presbítero. (Verde)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 85, 3. 5)Dios mío,
ten piedad de mí, pues sin cesar te invoco: Tú eres bueno y
clemente, y rico en misericordia con quien te invoca.
Se dice
Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios de toda virtud, de quien procede todo lo que es bueno, infunde en nuestros corazones el amor de tu nombre, y concede que, haciendo más religiosa nuestra vida, hagas crecer el bien que hay en nosotros y lo conserves con solicitud amorosa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Hazte pequeño y hallarás gracia ante el Señor.
Del libro del Eclesiástico (Sirácide) 3, 19-21. 30-31
Hijo mío, en
tus asuntos procede con humildad y te amarán más que al hombre
dadivoso. Hazte tanto más pequeño cuanto más grande seas y
hallarás gracia ante el Señor, porque sólo él es poderoso y sólo
los humildes le dan gloria.
No hay remedio para el hombre orgulloso, porque ya está
arraigado en la maldad. El hombre prudente medita en su corazón
las sentencias de los otros, y su gran anhelo es saber escuchar.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del
salmo 67 R/. Dios da libertad y riqueza a los cautivos.
Ante el Señor, su Dios, gocen los justos, salten de alegría.
Entonen alabanzas a su nombre. En honor del Señor toquen la
cítara. R.
Porque el Señor, desde su templo santo, a huérfanos y
viudas da su auxilio; él fue quien dio a los desvalidos casa,
libertad y riqueza a los cautivos. R.
A tu pueblo extenuado diste fuerzas, nos colmaste, Señor, de tus
favores y habitó tu rebaño en esta tierra, que tu amor preparó
para los pobres. R.
Se han acercado ustedes a Sión, el monte y la ciudad del Dios viviente.]
De la carta a los hebreos 12, 18-19. 22-24a
Hermanos:
Cuando ustedes se acercaron a Dios, no encontraron nada
material, como en el Sinaí: ni fuego ardiente, ni oscuridad, ni
tinieblas, ni huracán, ni estruendo de trompetas, ni palabras
pronunciadas por aquella voz que los israelitas no querían
volver a oír nunca.
Ustedes, en cambio, se han acercado a Sión, el monte y la ciudad
del Dios viviente, a la Jerusalén celestial, a la reunión
festiva de miles y miles de ángeles, a la asamblea de los
primogénitos, cuyos nombres están escritos en el cielo. Se han
acercado a Dios, que es el juez de todos los hombres, y a los
espíritus de los justos que alcanzaron la perfección. Se han
acercado a Jesús, el mediador de la nueva alianza. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN (Cfr. Mt 11, 29) R/. Aleluya, aleluya.
Tomen mi yugo sobre ustedes, dice el Señor, y aprendan de mí,
que soy manso y humilde de corazón. R/.
El que se engrandece a sí mismo, será humillado y el que se humilla, será engrandecido.
Del santo Evangelio según san Lucas 14, 1. 7-14
Un sábado,
Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y
éstos estaban espiándolo. Mirando cómo los convidados escogían
los primeros lugares, les dijo esta parábola: “Cuando te inviten
a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar principal, no
sea que haya algún otro invitado más importante que tú, y el que
los invitó a los dos venga a decirte: ‘Déjale el lugar a éste’,
y tengas que ir a ocupar, lleno de vergüenza, el último asiento.
Por el contrario, cuando te inviten, ocupa el último lugar, para
que, cuando venga el que te invitó, te diga: ‘Amigo, acércate a
la cabecera’. Entonces te verás honrado en presencia de todos
los convidados. Porque el que se engrandece a sí mismo, será
humillado; y el que se humilla, será engrandecido”.
Luego dijo al que lo había invitado: “Cuando des una comida o
una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus
parientes, ni a los vecinos ricos; porque puede ser que ellos te
inviten a su vez, y con eso quedarías recompensado. Al
contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los
lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso,
porque ellos no tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará,
cuando resuciten los justos”. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos al
Señor que dé oídos a las oraciones de su pueblo y que escuche
benignamente las súplicas que con gran confianza le
presentamos:
A cada invocación responderemos: Escúchanos Padre.
1. Por la santa Iglesia católica y
apostólica, para que el Señor la haga crecer en la fe, la
esperanza y la caridad. Oremos al Señor.
2. Oremos por los pecadores, por los
encarcelados y por los enfermos, para que el Señor los
proteja, les devuelva la salud y los consuele. Oremos al
Señor.
3. Pidamos por todos los que nos disponemos
a celebrar este santo sacrificio, para que el Señor otorgue
gracias y bendiciones abundantes a quienes nos reunimos en su
nombre. Oremos al Señor.
4. Oremos también por las almas de todos los
fieles difuntos, para que Dios, en su bondad, quiera
admitirlos en el coro de los santos y de los elegidos. Oremos
al Señor.
Dios
nuestro, que invitas a pobres y pecadores al banquete alegre
de la nueva Alianza, haz que sepamos honrar a tu Hijo en los
humildes y necesitados, a fin de que –alrededor de tu mesa–
nos reconozcamos mutuamente como verdaderos hermanos. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que esta ofrenda sagrada, Señor, nos traiga siempre tu bendición salvadora, para que dé fruto en nosotros lo que realiza el misterio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 9-10)
Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados con el pan de esta mesa celestial, te suplicamos, Señor, que este alimento de caridad fortalezca nuestros corazones, para que nos animemos a servirte en nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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